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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No.

3 2006

LOS PRINCIPIOS DIDÁCTICOS, GUÍA SEGURA DEL PROFESOR


THE DIDACTIC PRINCIPLES, GUIDE SAFE OF THE PROFESSOR

Dr. C. Antonio Vargas Jiménez º


M.Sc. Delma Hernández Falcón ºº

º Asesor Técnico Docente de la Dirección de Formación de Profesionales del


Ministerio de Educación Superior
ºº Asesor Técnico Docente de la Dirección de Ingreso y Ubicación del Ministerio de
Educación Superior

vargas@reduniv.edu.cu

Palabras claves: principios didácticos, pedagogía, didáctica, proceso docente educativo


Keywords: didactic principles, pedagogy, didactic, educative educational process
Resumen
El artículo presenta una conceptualización acerca de los principios didácticos así como su
caracterización, destacando su importancia para una conducción exitosa del proceso
docente educativo y su validez en todas las asignaturas, grados de presencialidad y niveles
de enseñanza. Se presentan ocho principios didácticos que a juicio de los autores son los
que universalmente constituyen una guía segura para el profesor, describiéndose cada uno
de ellos. En este sentido se recogen a manera de postulados las ideas centrales que
caracterizan cada principio didáctico.
Abstract
The article presents a conceptualización about the didactic principles as well as their
characterization, emphasizing its importance for a successful conduction of the educative
educational process and its validity in all the subjets, degrees of presencialidad and levels
of education. Eight didactic principles appear that in opinion of the authors are those who
universally constitute a safe guide for the professor, describing themselves each one of
them. In this sense the central ideas that take shelter to way of postulates they characterize
each didactic principle.

INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como objetivo sistematizar lo escrito en los textos de Pedagogía y
de Didáctica acerca de los principios didácticos con el propósito de poner al alcance de
aquellas personas que se preparan para ejercer como profesor y de los que ya están
ejerciendo, este conjunto de orientaciones y reglas que son indispensables tener en cuenta
para conducir con éxito el proceso docente educativo.

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A través de su desarrollo histórico la práctica educativa fue poniendo de manifiesto


determinadas regularidades, principio y reglas que fueron guiando el quehacer de los que se
dedicaban a enseñar. Estas “verdades” en su desarrollo han dado lugar a la Pedagogía y la
Didáctica como ciencias contemporáneas, las cuales con el apoyo de otras ciencias sociales
permiten dar hoy una explicación científica del proceso formativo. De tal manera que
actualmente en la lectura de los textos de Pedagogía y Didáctica encontramos una profusa
exposición de las distintas teorías que abordan la explicación de este proceso.
Sin embargo es lamentable que en varias de las nuevas publicaciones que en nuestro país
tratan los aspectos de la Pedagogía y de la Didáctica se omita lo relacionado con los
principios didácticos, como si fuera suficiente el conocimiento de las teorías y leyes
relacionadas con el proceso docente educativo para desarrollar este proceso exitosamente,
sin tomar en cuenta que este conocimiento requiere ser presentado en proposiciones
directas que guíen el quehacer del profesor.
Se necesita, a partir de ellos, la elaboración de la tecnología correspondiente para que sean
de utilidad al profesor en la conducción del proceso docente educativo que realiza con el
grupo de estudiantes. Mas en los momentos actuales en que el proceso de universalización
de la educación superior está incorporando miles de profesionales a la docencia como
profesores a tiempo parcial.
Los principios didácticos son ideas matrices generales sobre la estructuración de los
contenidos, la organización y los métodos de enseñanza-aprendizaje que se derivan de las
leyes del proceso docente educativo, constituyendo los fundamentos para su dirección. En
nuestro trabajo a las ideas centrales que identificamos en cada principio didáctico se les
denomina postulados
En este artículo, a manera de ilustración, en algunos principios didácticos se hace
referencia a formulaciones realizadas ya hace tiempo por destacados pedagogos, como
fueron Juan Amos Comenio y Adolfo Diesterwerg, para dar una idea de la presencia desde
entonces de las “verdades” contenidas en los principios didácticos, de los cuales hoy en día
se cuenta con su interpretación científica
Como es lógico en esta sistematización están presentes los criterios de los autores, así
como sus interpretaciones y proposiciones que se hacen.

DESARROLLO
Para conducir exitosamente el proceso docente-educativo el profesor se enfrenta ante el
problema de sobre qué bases ha de desarrollar este proceso, que normas ha de seguir que lo
guíen a lograr los resultados esperados. En este sentido los principios didácticos, junto con
sus reglas, son para los profesores una guía segura para la acción.
Las leyes pedagógicas no ofrecen indicaciones concretas para las operaciones prácticas.
Son solamente, por así decirlo, el fundamento teórico para elaborar las reglas y la
tecnología de la actividad práctica de manera que resulten útiles para el profesor, por lo que
el conocimiento de estas leyes que rigen el proceso docente-educativo no es suficiente para
conducirlo exitosamente. Es necesario transformarlos de manera que resulten útiles para la
actividad práctica del profesor.

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El asunto reside en que, sobre la base de los conocimientos del desarrollo objetivo del
proceso docente-educativo, se precise cómo apoyándose en las leyes o regularidades de la
enseñanza, se establecen los principios y reglas que dirigen el trabajo práctico del profesor.
Estos principios no solamente tienen valor para la ejecución del proceso docente educativo,
sino también para la organización de las actividades docentes, para la elaboración de los
planes de estudio, libros de textos, medios de enseñanza, etc.

LOS PRINCIPIOS DIDACTICOS SON NECESARIOS PARA:

- Desarrollar las actividades docentes.


- Planificar y organizar las actividades docentes.
- Elaborar los planes y programas de estudios.
- Elaborar los textos y medios de enseñanza.
- Confeccionar las evaluaciones.

La expresión de los principios didácticos está en dependencia del grado de generalización


alcanzado por la Didáctica como ciencia, así en los momentos actuales existen diferentes
formulaciones de ellos, como también diferentes formas de agruparlos como sistema.
Viéndolos en su desarrollo la formulación de los principios didácticos han tenido hasta la
actualidad distintos basamentos para su estructuración. Comenio procuró crear un sistema
partiendo del principio de la adaptación de la enseñanza a la naturaleza. Diesterveg, los
expuso a modo de exigencias al contenido de la enseñanza, al profesor y a los estudiantes.
Algunos han analizado los principios didácticos como leyes o regularidades generales que
emanan directamente de la teoría del conocimiento marxista-leninista. Otros han intentado
extraer estos principios mediante el análisis de un proceso de enseñanza realmente activo.
También hay quienes han optado la vía de desarrollarlos como pares de principios ligados,
que se contraponen una al otro y se limitan mutuamente.
A partir de estas distintas formulaciones consideramos que los principios didácticos que a
continuación se exponen son los que universalmente constituyen una guía segura para el
profesor:
1. El principio del carácter científico del proceso docente educativo.
2. El principio de la sistematización del proceso docente educativo.
3. El principio de la vinculación de la teoría con la práctica.
4. El principio de la vinculación de lo concreto y lo abstracto.
5. El principio de la asequibilidad.
6. El principio de la solidez de los conocimientos.
7. El principio del trabajo consciente, creador, activo e independiente de los estudiantes
bajo la dirección del profesor.

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8. El principio de la atención de los estudiantes en interacción con el trabajo general del


profesor con el grupo.
Estos principios tienen un carácter de sistema, ya que se determinan y se complementan
mutuamente, es decir que todos están en una relación inseparable y la omisión de uno
afecta el cumplimiento de los demás, reflejándose en el proceso y sus resultados. En
dependencia de las tareas específicas de uno u otro componente, o una u otra faceta de la
enseñanza, se pone en primer plano el papel rector de uno u otro principio aislado. Por
ejemplo, como veremos mas adelante, está claro la relación y dependencia que existe entre
el principio de la vinculación de la teoría con la práctica con el principio de la vinculación
de lo concreto con lo abstracto, y el de estos con el principio de la asequibilidad.
Una característica de los principios didácticos es su carácter general, son válidos en todas
las asignaturas, grados de presencialidad y niveles de enseñanza. Es decir son validos para
las asignaturas de carácter básico, las de formación general y las de formación técnica; lo
mismo en los cursos regulares diurnos, que en los cursos semipresenciales en las Sedes
Universitarias Municipales; así como en los niveles de pregrado y posgrado.

CARACTERISTICAS DE LOS PRINCIPIOS DIDACTICOS

Constituyen un sistema.
Son válidos en todas las asignaturas, grados de presencialidad
y niveles de enseñanza.
Su aplicación es obligatoria para lograr los objetivos.
Su relación con las leyes pedagógicas no es unívoca.

Otra característica es su carácter obligatorio para lograr los objetivos ya que constituyen las
orientaciones para la planificación y dirección del proceso docente-educativo. No se puede
aspirar a desarrollar con éxito el proceso docente educativo al margen de los principios
didácticos.
Una cuarta característica es que su relación con las leyes no es unívoca. Así en la
aplicación de un principio pueden estar reflejadas varias leyes, o viceversa, la
manifestación de una ley expresarse a través de varios principios.
Veamos ahora cada uno de estos principios didácticos

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EL PRINCIPIO DEL CARÁCTER CIENTÍFICO DEL PROCESO DOCENTE


EDUCATIVO.

POSTULADOS

El carácter científico del contenido.


Que los métodos de enseñanza reflejen los métodos de la ciencia.
Que la metodología de la enseñanza esté fundamentada científicamente.

Por carácter científico del proceso docente-educativo se entiende lo siguiente:


• El carácter científico de su contenido
El carácter científico del contenido significa su orientación hacia el desarrollo científico
moderno, en correspondencia con lo más avanzado de las ciencias contemporáneas, de
manera que propicie el desarrollo intelectual de los estudiantes y la transformación de sus
conocimientos en convicciones acorde con la concepción científica del mundo.
Este principio se fundamenta en la demostración que el mundo es cognoscible y que los
conocimientos humanos, comprobados por la práctica social, ofrecen una imagen
objetivamente fidedigna del desarrollo del mundo.
Un proceso docente-educativo de carácter científico se caracteriza porque se enseña sobre
la base de una realidad objetiva, verídica, real. Que el modo de formación de los conceptos,
las comprobaciones, la aplicación de las leyes, etc. tiene un fundamento científico, que se
apoya en la realidad, basándose siempre en objetos y manifestaciones reales.
Un proceso docente-educativo de carácter científico es aquel que educa al estudiante en el
amor a la verdad y en su reconocimiento, que rechaza totalmente cualquier afirmación de
tipo dogmática, que conduce al estudiante a la toma de partido por la verdad científica y
por su uso humanista, es decir, para el progreso de la humanidad.
Un proceso docente educativo de carácter científico es aquel que conduce a la formación de
los mejores valores, que permita a los futuros profesionales a actuar con conocimiento de
causa en la transformación creadora de la naturaleza y la sociedad
• Que los métodos pedagógicos reflejen íntima vinculación con los métodos
científicos.
Significa que en el proceso docente-educativo se deben utilizan métodos de enseñanza-
aprendizaje que por su carácter se aproximan a los métodos de la ciencia cuyo fundamento
en ese momento se está estudiando.
De esta manera en la enseñanza de cualquier asignatura han de utilizarse los métodos
propios de la ciencia de que se trate. Si se enseña Física ó Química, por ejemplo, los

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métodos de enseñanza tienen que tienen que tomar en cuenta la lógica propia de estas
ciencias.
De ese modo si la lógica de una ciencia se fundamenta en la clasificación, el objetivo será
que el estudiante aprenda a clasificar el conjunto de objetos a ella perteneciente, por lo
tanto el método de aprendizaje deberá situar al estudiante ante situaciones que lo obliguen a
clasificar: observar los objetos, determinar sus características, encontrar una que le permita
ordenarla y agrupar esos objetos de acuerdo con esa característica.
• Que la metodología de la enseñanza que se emplea esté fundamentada
científicamente.
Fundamentar científicamente la enseñanza significa basarse en las ciencias que la tienen
como objeto de estudio. En este sentido al proceso de la educación le llamamos proceso
educativo y la ciencia que se ocupa de su estudio es la pedagogía. La Pedagogía estudia el
proceso educativo en todas las manifestaciones que se dan en la sociedad, estableciendo su
fundamento y sus leyes y desarrollando los métodos de la investigación pedagógica.
Por su parte la Didáctica es la ciencia que estudia la instrucción, el proceso de la enseñanza
incluyendo el aspecto educativo que tiene en este proceso. Es decir la ciencia que estudia el
proceso docente-educativo.
Las Didácticas particulares o Metodologías de la enseñanza, estudian el proceso docente
educativo en cada una de las asignaturas a partir de los fundamentos y las leyes de la
Didáctica General y a su vez aportan conocimientos y experiencias a esta que pueden ser
generalizadas. Por ejemplo: la didáctica de las Matemáticas, de la Física, etc.
Por lo que para que la metodología de la enseñanza que se emplee esté fundamentada
científicamente, esta debe realizarse utilizando correctamente las conclusiones científicas
de la pedagogía, especialmente de la didáctica y de la metodología de las asignaturas, de
manera de que se expresen adecuadamente las dimensiones instructiva, educativa y
desarrolladora consustanciales a este proceso.
No es concebible el propósito de enseñar las ciencias desarrollando un proceso de
enseñanza y aprendizaje sin bases científicas, ya que esto resultaría en un deficiente
aprendizaje.

EL PRINCIPIO DE LA SISTEMATIZACIÓN DEL PROCESO DOCENTE


EDUCATIVO.

POSTULADOS
La estructuración sistemática de los contenidos.
La sistematicidad en la conducción de la actividad docente.
El carácter de sistema del currículo
El carácter de sistema de la educación.
El carácter continuo y constante de la educación.

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La aplicación de este principio es consustancial con todo el proceso docente-educativo y su


importancia se revela fundamentalmente en los aspectos siguientes:
• La estructuración sistemática de los contenidos.
El carácter científico de la enseñanza implica su sistematización. La ciencia siempre es un
sistema de hechos, conceptos científicos, leyes y teorías.
Para tener dominio de los conocimientos estos tienen que estar integrados en un sistema, y
es sobre esta base que se ordenan los contenidos esenciales de las asignaturas.
Para adquirir los conocimientos sobre una ciencia, es preciso conocerla en un sistema, de
ahí que él proceso de enseñanza y aprendizaje de cada ciencia deba ser siguiendo la lógica
de cada una de ellas, la lógica de su sistema, de su estructuración y relaciones internas.
La enseñanza en la que los contenidos sobre una ciencia se dan de forma desordenada,
atendiendo a determinados presupuestos y no a su lógica y esencia, no conduce a
conocimientos sólidos, científicos, sino a conocimientos fragmentarios y desordenados,
como ocurre con determinadas concepciones curriculares que en base de una pretendida
integración de los conocimientos ignoran asignaturas representativas de las ciencias
básicas (Química, Fisiología, etc.), trasladando de manera aislada algunos de sus
contenidos a otras asignaturas de carácter aplicado.
• La sistematicidad en la conducción de la actividad docente.
La sistematicidad en la conducción del proceso indica el modo de realizarlo para obtener
resultados satisfactorios. Desde la época de Comenio se reconocía la importancia de este
principio, que él enunciaba de la manera siguiente:
"Pues bien, si una cosa va seguida de otra, se deben enlazar entre sí. El maestro debe
enseñar una materia por partes sucesivas y enlazar estas partes. Estas partes deben ser
encerradas dentro de ciertos límites, para que cada una de ellas destaque sobre los demás.
Al enlazar estas partes se adquiere el conocimiento del todo y se le puede comprender".
Así mismo orientaba la secuencia siguiente:
a) todo lo siguiente se basa en el fundamento anterior.
b) todo aquello que se puede diferenciar en partes, se ordena cuidadosamente.
c) lo posterior se basa en lo anterior.
d) todo lo que ya está relacionado, se debe relacionar constantemente.
e) todo se ordena, según una medida: capacidad intelectual, memoria, lenguaje.
El proceso docente-educativo es sistemático cuando en cada momento se parte de la
estructura de conocimientos que poseen los estudiantes sobre el objeto que estudia, de
manera que el nuevo contenido se relacione con lo que ya conocen, de manera que al
asimilarlo se incorpore a esta estructura transformándola en una nueva estructura de
conocimiento en la cual este ha quedado insertado.
Este proceso docente-educativo requiere también para ser sistemático que se realice
mediante la articulación didáctica de todos los eslabones del proceso, es decir se realice la
orientación y motivación por el nuevo contenido, la asimilación y dominio del mismo y su

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evaluación, con sus interacciones y superposiciones mutuas, en consonancia con el nivel de


presencialidad que caracterizan las diferentes modalidades de estudio
De este principio se desprende que solo pueden ser transmitidos y asimilados los
conocimientos correctamente cuando el proceso docente-educativo se realiza
sistemáticamente. En este sentido juega un papel importante como se organizan las
distintas maneras de llevar a cabo las actividades docentes en cada asignatura tomando en
cuenta el nivel de presencialidad que caracterizan las diferentes modalidades de estudio y el
modelo pedagógico en que se inscriben. De esta manera las clases (la conferencia, el
seminario, la clase práctica, la clase encuentro, la práctica de laboratorio), la práctica de
estudio, la práctica laboral, el trabajo investigativo de los estudiantes, la autopreparación de
los estudiantes y la consulta, deben establecerse y estructurarse como una sistema en cada
asignatura según se corresponda con el modelo pedagógico correspondiente.
• El carácter de sistema del currículo
Así mismo el currículo diseñado para cada carrera constituye un sistema que modela el
proceso docente-educativo dirigido a la formación de un profesional con determinadas
características, en donde sus componentes (modelo o perfil del profesional, plan de estudio
y programas de estudio) se han de relacionar armónicamente para el logro de la formación
de la personalidad del profesional.
Esto significa que desde los objetivos y contenidos más generales expresados en el modelo
o perfil del profesional hasta los objetivos y contenidos más particulares presentes en una
asignatura o año académico mantienen una correspondencia. Que existen porque son una
necesidad del sistema para el logro de sus objetivos.
El enfoque sistémico del currículo conlleva al reconocimiento de la derivación de un
sistema en otros subsistemas de orden menor que lo componen.
De esta forma los objetivos y contenidos de una disciplina o área de conocimientos, al
derivarse dan lugar a los objetivos y contenidos de las asignaturas que como subsistema la
componen.
Así mismo el enfoque sistémico del currículo conlleva al reconocimiento de la integración
de un sistema a otro de orden mayor que lo comprende. La integración es la lógica inversa
a la derivación y a través de ella se valida al sistema.
Si la asignatura es un sistema no puede ser la mera suma de sus temas o unidades, es una
integración de ellos, de sus objetivos y contenidos. El estudiante domina el programa de
una asignatura porque domina la generalización de los contenidos de los temas y lo
demuestra cuando es capaz de dar solución a un problema que integra los contenidos
esenciales del programa.
• El carácter de sistema de la educación.
Este aspecto del principio de la sistematicidad comprende a la educación como un sistema.
El proceso docente-educativo que el profesor conduce con un grupo de estudiantes no es un
proceso aislado, sino que es parte de un proceso de mayor amplitud en el cual están
inmerso los estudiantes, y en donde participan en primera instancia los demás profesores
del grupo, lo cual implica el trabajo en sistema de estos, la observancia de las relaciones
presentes entre ellos, del papel que en cada momento le corresponde a cada uno en el logro

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del objetivo del sistema en la formación de la personalidad de cada uno de los integrantes
del grupo.
Además este proceso docente-educativo que conducen un grupo de profesores con un
grupo de estudiantes, no se lleva a cabo en un lugar aislado, sino en una institución
docente, lo que hace que los estudiantes estén inmersos en un proceso aún más amplio en el
que participan los otros miembros, estructuras y organizaciones que están presentes en la
institución, lo que pone de manifiesto la existencia de un sistema de orden mayor, a nivel
de la institución de cuyo funcionamiento armónico y vertebrado depende el logro de los
objetivos de la institución en la formación de la personalidad de los estudiantes que en ella
se educan.
Aún más, los estudiantes están inmersos en un proceso educativo más amplio donde
participan otras personas, estructuras y organizaciones que están fuera de la institución
docente que da lugar a un sistema educativo de orden mayor que también requiere ser
vertebrado en su funcionamiento en pos de alcanzar los objetivos en la formación de la
personalidad de las nuevas generaciones a la que la sociedad aspira.
• El carácter continuo y constante de la educación.
El proceso docente-educativo se caracteriza por ser un proceso prolongado, que se
desarrolla escalonadamente, y cuyos resultados más significativos se perciben lentamente.
Para formar un profesional titulado en un centro de educación superior se requiere un
proceso docente-educativo que abarca de 4 a 6 años, en el cual de manera continua y
constante, a través de las diferentes asignaturas y actividades docentes-educativas, de forma
paulatina y sistemática se desarrolla el proceso formativo.
De esta manera con una continuidad se ordenan las asignaturas y las actividades docente-
educativas según la lógica del proceso, y constantemente los contenidos de una se retoman
por ella y por las otras, para garantizar que estos se incorporen al modo de actuación del
futuro profesional a los niveles de asimilación y profundidad requeridos. Sobre esta base se
aumentan paulatinamente la complejidad del contenido y las formas de la influencia
pedagógica sobre los estudiantes.
De igual forma que la adquisición de conocimientos y el desarrollo de las capacidades es el
resultado de una interacción constante y continua con los contenidos de la enseñanza, el
desarrollo deseado de los demás aspectos de la personalidad requiere que la labor educativa
de los profesores y demás factores que en ella participan, tenga un carácter constante y
continuo, que se lleve a cabo sistemáticamente. Solo de esta manera, no únicamente en el
estudiante se obtiene una solidez de sus conocimientos, sino, lo más importante, la solidez
de su personalidad.

EL PRINCIPIO DE LA VINCULACIÓN DE LA TEORÍA CON LA PRÁCTICA.

En el principio de la vinculación de la teoría con la práctica se ha de tener en cuenta los


siguientes postulados.

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POSTULADOS

La unidad de la teoría y la práctica en toda actividad docente.


La enseñanza vinculada a la vida.
Comprobar la veracidad de la teoría en la práctica.
Todos los conocimientos que se dan tienen que ser aplicados.

• La unidad de la teoría y la práctica en toda actividad docente.


El principio de la relación de la teoría y la práctica está dirigido a que en el proceso
docente-educativo estén presentes ambos elementos en cualquiera de las actividades
docentes. Esto significa que para dominar la ciencia es necesario no solo estudiar su
contenido sino aprender a aplicarlo.
Comenio decía "...cuando se le demuestra de qué está hecha una cosa y para que sirve,
parece como si se le diera en la mano para que él mismo se convenza de lo que está
aprendiendo y para que tenga entusiasmo y alegría por lo que está haciendo". "El maestro
debe enseñar sólo aquello que se puede aplicar".
Solamente es posible educar bien haciendo que el estudiante conozca la práctica, la
domine, la modifique y mejore, que use la teoría correctamente como un medio. La
adquisición de un conocimiento no significa sino el dominio de una instrumento para la
práctica, de ahí que lo importante sea aprender a utilizar este instrumento y a enlazar el
conocimiento con el resultado final.
La práctica no ocupa un lugar determinado en el desarrollo de los contenidos; esta puede
anteceder o preceder al estudio de unos u otros principios teóricos, siempre y cuando
origine una actitud activa de los estudiantes, tendiente a asimilar estos principios.
• La enseñanza vinculada a la vida.
La base de este principio es la idea de que el conocimiento no solo debe explicar el mundo
sino además señalar las vías de su transformación. La ciencia surge sobre la base de
necesidades prácticas de la humanidad y está indisolublemente vinculada con la vida, con
la práctica.
La asimilación sólida y consciente de los fundamentos de las ciencias y de los fundamentos
de la técnica, se produce solo cuando durante el proceso de la asimilación, los
conocimientos que se adquieren interactúan con la vida, se aplican en la práctica, se
utilizan para transformar los fenómenos y procesos circundantes.
El desarrollo de una actividad práctica que se vincula con lo que se hace en la vida misma,
les demuestra a los estudiantes que están adquiriendo un conocimiento útil.
Cuando el profesor introduce un nuevo contenido ha de demostrar a los estudiantes que lo
que va a aprender les es necesario, que les hace falta ocuparse de ese asunto. Una manera
de realizar esta introducción, quizás la más valiosa educativamente, consiste en que se les

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presente un problema práctico, en la solución del cual ellos estén interesados, que les
demuestre la necesidad de encontrarle solución.
La teoría y la ciencia forman parte de la vida, por ello para la didáctica esta vinculación no
puede significar algo simplemente pragmático y utilitarista, sino un vinculo con la vida que
propicie una práctica reflexiva, de la que se pueda aprender en la misma medida en que
enriquezca lo aprendido con la teoría y se corrobore también lo estudiado en ella.
La enseñanza vinculada a la vida, no sólo significa incorporar la vida a la enseñanza o
relacionar ambas; significa darle respuestas científicas a las cuestiones de la vida; significa
estimular a los estudiantes a analizar profundamente estas cuestiones, desarrollando valores
y convicciones que lo preparan integralmente para la vida.
• Comprobar la veracidad de la teoría en la práctica.
La actividad humana es la forma más conveniente y científica de comprobar la veracidad
de la teoría en la práctica. Esta actividad humana es múltiple y variada. Los conocimientos
científicos que primeramente se comprobaron mediante experimentos, recibieron la sanción
de su veracidad mediante la técnica, en la producción. Las teorías económicas y las tesis de
las ciencias sociales también se comprueban en la práctica, en el proceso del desarrollo
histórico y social. Así pues, la práctica como comprobación de la verdad, tiene su campo de
actuación en la aplicación de los conocimientos en la actividad misma del hombre.
Por lo general y en especial en los primeros años de las carreras, el estudiante se debe
convencer de que la abstracción teórica surge de la práctica. Por ello es muy importante
que el estudiante infiera las leyes y regularidades de la observación de los fenómenos
mostrados por el profesor con los medios a su alcance.
En algunas ciencias, sobre todo de las ciencias sociales, el criterio de la práctica se emplea
de forma distinta. En ellas los hechos, el desarrollo histórico, los acontecimientos mismos
comprueban la realidad de las tesis formuladas.
• Todos los conocimientos que se dan tienen que ser aplicados.
Los conocimientos que se trasmiten a los estudiantes tienen que ser aplicados, pues esta
aplicación práctica es el único criterio válido para la evaluación de los conocimientos, y la
única forma de que estos conocimientos le sirvan al estudiante para la formación de una
personalidad útil a la sociedad.
Se debe lograr que cada formulación teórica tenga aplicaciones prácticas y que cada
actividad práctica se estructure sobre la base de la teoría correspondiente. Las actividades
de carácter práctico se deben ordenar pedagógicamente de manera tal que, además del
dominio de la habilidad, el estudiante profundice en los conocimientos teóricos.
El profesor siempre tiene que demostrar que las fórmulas teóricas tienen su aplicación
práctica y como se efectúa esa aplicación, así como el valor y utilidad de esta aplicación
práctica.
Los estudiantes deben ser enseñados y estimulados a plantear problemas prácticos
debidamente elaborados. Este es un paso más adelante en el proceso, pues lleva a los
estudiantes a enlazar los conocimientos con las actividades prácticas.

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Diversas formas del vínculo de la teoría con la práctica:


- Presentar a los estudiantes ciertos hechos, relaciones, etc., de la realidad de la manera
más directa posible. Para esto se pueden emplear modelos, videos, software educativo,
fotografías, reproducciones, maquetas, etc.
- El vínculo del objeto de estudio con las experiencias personales y con las observaciones
de los estudiantes.
- El vínculo del proceso docente educativo con la vida circundante.
- Visitas a museos, centros de trabajo, monumentos, etc., y la participación en
concentraciones patrióticas y actos sociales.
- La solución de problemas prácticos de la vida real, en donde toman una importancia de
primer orden aquellos problemas que se dan en la práctica de su futura profesión.
- El vínculo con la práctica, a modo de digresiones históricas, que ponen de manifiesto la
dependencia del desarrollo de la ciencia respecto de las necesidades sociales.
- La realización de trabajos de laboratorio, prácticas de laboratorio virtuales y de
prácticas docentes.
- El trabajo socialmente útil vinculando a los estudiantes a tareas de impacto social, así
como en el caso de los estudiantes trabajadores vinculando los contenidos con su
trabajo cotidiano.
- La solución de problemas tipo. Estos problemas, por lo regular, visto subjetivamente,
no representan ninguna aplicación verdaderamente práctica de los conocimientos,
porque generalmente no proceden de la realidad, son tan teóricos como la regla o ley
que se aplica, pero para el estudiante es un problema "práctico" que puede resolver con
su trabajo activo y en el que tiene que aplicar en una forma nueva los conocimientos
adquiridos.
La relación de la teoría con la práctica debe ser concebida por el profesor en las actividades
docentes, principalmente de los modos siguientes:
- empleando la práctica, tanto como sea posible, como punto de partida de todo nuevo
conocimiento.
- enseñando la importancia de la práctica como el único criterio inmediato de comprobar
la teoría.
- aplicando los conocimientos teóricos en la solución de problemas prácticos.
Una manifestación muy importante de este principio en la Educación Superior lo constituye
la vinculación de los profesores con la producción ó los servicios, y la presencia de los
profesionales de estas esferas en la docencia, así como la participación de los estudiantes en
el proceso real de la producción ó los servicios mediante la realización de las prácticas
laborales investigativas.

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EL PRINCIPIO DE LA VINCULACIÓN DE LO CONCRETO Y LO ABSTRACTO

POSTULADOS

Seguir la lógica del proceso de asimilación de los conocimientos. De la


singular a lo general y viceversa.
El fundamento de la comprensión es la "idea viva" de lo que se esté tratando.
El punto de partida: la observación, el relato, el conocimiento ya adquirido..

• Seguir la lógica del proceso de asimilación de los conocimientos. De la singular a lo


general y viceversa
El principio de la vinculación de lo concreto y lo abstracto significa que en la enseñanza es
indispensable, siguiendo la lógica del proceso de asimilación de los conocimientos, hallar
el punto de partida, ya sea, de los hechos y observaciones de lo singular, o en los
conceptos científicos y teorías, y determinar después el tránsito regular de la percepción de
lo singular, a lo general, a lo abstracto, o a la inversa de lo general, de lo abstracto, a lo
singular, a lo concreto. Es decir, del empleo del método inductivo: de lo singular a lo
general, de lo concreto a lo abstracto, y del método deductivo: de lo general a lo particular,
de lo abstracto a lo concreto.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la vinculación de lo abstracto y lo concreto no
quiere decir la vinculación de cualquier cosa abstracta con cualquier cosa concreta. El
contenido fundamental de éste consiste en la relación íntima que debe existir entre lo
concreto y la abstracción.
Este principio se ha denominado de diferentes formas (de la impresionabilidad, de la
objetividad, de la sensorialidad). En estas denominaciones se considera solamente a uno de
los componentes soslayándose a lo que constituye su esencia, la necesidad de vincular los
datos reales concretos estudiados con sus generalizaciones teóricas o viceversa, en un
proceso especialmente organizado para su apropiación por los estudiantes.
Tradicionalmente se ha considerado el principio de la unidad de lo concreto y lo abstracto,
tomando en cuenta el éxito que se ha logrado cuando el proceso docente comienza por
examinar las cosas, objetos, procesos y acontecimientos de la realidad circundante.
Comenio decía "Y para que todo esto se memorice mejor, se deben usar los sentidos tanto
como sea posible..." "Todo comienzo de la comprensión, debe surgir de los sentidos (en la
mente no hay nada que no haya sido previamente relacionado con los sentidos) ¿por qué
no se pudieran comenzar las explicaciones mediante la demostración, después de mostrar el
objeto, y no utilizar solamente la palabra para la explicación?".
Diesterweg decía " ¿Cómo es posible llegar a comprender? La respuesta es la siguiente: de
ninguna otra manera que por la demostración. Nosotros comprendemos solamente aquello
que hemos observado imprevisivamente, o sea lo que se basa en demostraciones."

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Actualmente se sabe que el 80 % de la información del mundo que lo rodea, la recibe el


hombre por el sentido de la vista; de ahí la importancia singular de que el profesor tenga
esto en cuenta y emplee en sus actividades docentes los medios que hagan accesible su
explicación a los estudiantes, es decir que trabaje por la objetividad de la enseñanza.
Si utilizamos como punto de partida en el proceso la observación, veremos como esta
conduce al estudiante hacia el pensamiento abstracto, y este a posteriores operaciones
mentales generalizadoras. De esta forma se logra que los estudiantes pasen de la
observación viva al pensamiento abstracto y de este a operaciones generalizadoras, al igual
que en sentido opuesto.
No obstante, en este enfoque persiste cierta unilateralidad, considerándose a la observación
el punto de partida de la enseñanza. Esto se fundamenta en el hecho de que el pensamiento
de los niños se desarrolla de lo concreto a lo abstracto.
Sin embargo, en la educación superior hay que combinar el uso de los medios que
garanticen la objetividad de la enseñanza con el desarrollo de la capacidad de abstracción
que un profesional está obligado a poseer.
De esta manera el punto de partida pueden ser los principios teóricos, los axiomas, los
sistemas de conceptos asimilados en las etapas precedentes de la enseñanza o, incluso,
introducidos precisamente por vía teórica. En este caso el estudio de uno u otro tema, es
expuesto por el profesor o formulado en el libro de texto y, después de que se asimile la ley
teórica, se utiliza la objetivación para ilustrar su aplicación; o a modo de actividades de
laboratorio, donde la tarea cognoscitiva se resuelve por los propios estudiantes mediante la
experimentación.
Así mismo cuando se desarrollan determinadas abstracciones éticas, estéticas, etc., se va
más allá de la "simple contemplación de las cosas", pues aquí no se trata sólo de
impresiones sensoriales sino de "sentir" y "valorar". No se trata en este caso de la
ilustración de determinados contenidos mediante medios demostrativos, sino sobre todo, el
estímulo a la imaginación creadora y el trabajo con aquellas ideas fundamentales que
constituyen el "núcleo" de la personalidad.
• El fundamento de la comprensión es la "idea viva" de lo que se esté tratando.
Lo planteado anteriormente nos lleva a que en el principio de la relación entre lo concreto y
lo abstracto el fundamento de la comprensión debe ser la idea viva del hecho de que se
trate. Cada transmisión de comprensiones debe comenzar produciendo ideas vivas acerca
de los hechos.
Es decir, una palabra que ha perdido su relación con los objetos y manifestaciones reales a
los cuales da nombre, deja de ser una señal de la realidad y pierde su valor para la
comprensión. Esto significa que la comprensión puramente verbal, el aprendizaje de
formulaciones literales, sin que los estudiantes conozcan los aspectos de la realidad que
ellas reflejan, son conocimientos formales carentes de valor para él.
De lo dicho se deduce la norma didáctica de la necesidad de dirigir al estudiante desde la
idea viva, adquirida mediante observaciones y/o explicaciones, a la penetración mental de
los hechos y manifestaciones de la realidad, para comprender el contenido de estos hechos
y manifestaciones.

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• El punto de partida: la observación, el relato, el conocimiento ya adquirido


No siempre es factible mediante la observación directa de los hechos correspondientes a la
realidad desarrollar ideas vivas en los estudiantes. Entonces se debe apelar a otras medidas
didácticas.
A veces el recurso a nuestro alcance es despertar la idea viva en el estudiante mediante la
descripción necesaria y estimular así su capacidad imaginativa. Esto sólo es posible cuando
se entiende las palabras del profesor, cuando éstas describen manifestaciones de la realidad
que el estudiante conoce y relaciona con estas palabras. Así, paso a paso, se desarrolla la
capacidad imaginativa del estudiante.
Las explicaciones orales, las descripciones o relatos del profesor deben hacerse sobre algo
que el estudiante pueda imaginar, con palabras tales que puedan relacionarlas con las ideas
ya conocidas por éste, si esto no ocurre, el estudiante no entenderá al profesor
De lo dicho se puede llegar a la conclusión de que la observación es imprescindible cuando
las explicaciones del profesor no pueden producir en estudiante ideas exactas y veraces. En
los casos que si sea posible producir estas ideas verdaderas, las explicaciones orales
significan una economía de tiempo y de recurso, y deben ser utilizadas. Por lo tanto, se
debe desechar el principio de exclusividad de la observación como el único método para la
comprensión.
En resumen una idea viva, fundamento de cada comprensión, se puede formar:
a) dejando que los estudiantes observen los hechos: directamente en la realidad o mediante
videos, software educativos, reproducciones, modelos, etcétera, y relacionar lo
observado con las explicaciones.
b) explicando comprensivamente los hechos mediante relatos sobre algo que el estudiante
pueda imaginar, basado en un conocimiento ya adquirido
La observación no es siempre la mejor forma de producir una idea viva en el estudiante
porque:
a) en muchos casos, la observación directa no es posible. Solamente con grandes recursos
es posible mostrar al estudiante reproducciones fieles. Si estas condiciones se dan, es
acertado el método de la observación pero si por carencia de medios adecuados, las
reproducciones no son fieles y pueden conducir a confusiones, es conveniente
prescindir de ellas;
b) en bastantes casos no es necesaria la observación, porque las experiencias y
conocimientos de los estudiantes son suficientes para producir las ideas basándose en
descripciones orales del profesor, con economía de tiempo y de recursos;
c) la acentuación unilateral de la observación va en detrimento del desarrollo de la
capacidad imaginativa, la cual está estrechamente relacionada con el desarrollo de los
pensamientos;
d) en algunos casos, la observación exige el empleo de mucho tiempo, con peligro de no
poder alcanzar las metas fijadas;

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

e) en otros casos, las explicaciones del profesor pueden dirigir las ideas formadas hacia lo
más importante y esencial prescindiendo de lo secundario, con lo que se asegura una
mayor penetración mental del estudiante en el objeto de la enseñanza.
Al utilizarse los medios para objetivar la enseñanza se deben tener en cuenta las siguientes
consideraciones:
a) Deben tomarse precauciones en su uso excesivo. Algunos profesores creen que la
utilización de muchos medios de enseñanza y aprendizaje asegura el éxito. Esto no es
cierto.
b) Los medios de enseñanza y aprendizaje se deben usar cuando sin ellos, la idea que se
debe adquirir no se logra en absoluto o se obtiene en forma incompleta o inexacta.
c) Los medios de enseñanza y de aprendizaje se deben emplear de tal manera que los
estudiantes, después puedan reproducir las ideas correspondientes sin ayuda de ellos.

EL PRINCIPIO DE LA ASEQUIBILIDAD.

POSTULADOS
- La claridad de la exposición del profesor, de los medios didácticos.
- La manera en que los estudiantes perciben y procesan la información
- La simplificación didáctica.
- La correcta determinación del grado y el carácter de las dificultades que deben
vencer los estudiantes, y presentarlas en un grado progresivamente mayor.
- Conocer las condiciones intelectuales específicas de cada grupo y dirigir la
actividad docente al límite máximo de la capacidad realizadora del promedio
de los estudiantes.

El principio de la asequibilidad exige que la enseñanza sea comprensible y posible de


acuerdo con las características individuales de los estudiantes.
La asequibilidad de los contenidos está relacionado, por un lado, con la claridad de
exposición del profesor y de los medios didácticos que emplea, por otro lado con la manera
que los estudiantes perciben y procesan la información, así como con el proceso de
desarrollo mental, con la continua adquisición de conocimientos más y más complejos y
que exijan, para entenderlos, un continuo pero tolerable esfuerzo y tenacidad por parte del
estudiante.
• La claridad de la exposición del profesor, de los medios didácticos y la manera
en que los estudiantes perciben y procesan la información.
Antes que nada el proceso se hace asequible cuando el estudiante entiende lo que el
profesor le dice, es decir cuando el profesor es capaz de establecer la comunicación
adecuada con los estudiantes. Cuando expone los contenidos de una manera ordenada, clara
y con un ritmo adecuado.

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

Esto exige al profesor una organización meticulosa de la actividad docente, el dominio


adecuado del vocabulario y uso correcto de las técnicas de la comunicación educativa.
Por otra parte la asequibilidad de los contenidos que los estudiantes han de asimilar estará
en correspondencia con la claridad de los medios didácticos que el profesor emplee. Los
textos, guías de estudios, proyecciones (diapositivas, power point, videos, etc.) y demás
medios didácticos deben estar elaborados basados en los fundamentos técnicos y didácticos
propios de cada uno de estos medios y en concordancia con las características propias de
cada contenido.
• La manera en que los estudiantes perciben y procesan la información
El profesor al desarrollar los contenidos ha de tener en cuenta la manera en que los
estudiantes perciben la información. De toda la información que el estudiante recibe
selecciona parte de esa información y de la manera que esta información se percibe y
selecciona influirá en el desarrollo del aprendizaje. Esto significa que en las clases, según
sea la manera que el profesor trasmita la información, ésta será recordada por los
estudiantes. Algunos estudiantes recordarán mejor lo que se escribió en la pizarra. Otros lo
que el profesor dijo. Y otros recordarán mejor lo que le impresionó. Esto ha de tenerse en
cuenta de manera de procurar presentar la información dirigida a esta diversidad de
maneras de representación.
Así mismo, los estudiantes se diferencian en la capacidad para reorganizar la información
que recibe, manifestándose de manera peculiar, es decir han desarrollado diferentes estilos
de aprendizaje, cuestión esta que también el profesor debe identificar y actuar en
consonancia con ello para obtener éxito en su trabajo.
• La simplificación didáctica
El principio de la asequibilidad toma como base un problema fundamental de la enseñanza:
la simplificación didáctica.
La actual revolución científico-técnica se caracteriza por una impetuosa producción de
conocimientos científicos y tecnológicos que como consecuencia plantea más exigencias al
proceso docente educativo, lo cual hay que adaptarlo a la facultad de comprensión de los
estudiantes. En este sentido la didáctica es la teoría del arte de la simplificación, pues en el
proceso de la enseñanza se trata, esencialmente, de hacer comprensible lo extenso, lo
complicado y lo complejo. De llevar lo múltiple y lo complejo, a lo bien claro. Esto
conlleva como estrategia de primer orden, lograr un enfoque más esencial de las
disciplinas, centradas en aquellos contenidos realmente fundamentales, que en calidad de
invariantes, permitan comprender su lógica interna y apropiarse de esas esencias.
• La correcta determinación del grado y el carácter de las dificultades que deben
vencer los estudiantes, y presentarlas en un grado progresivamente mayor.
La ampliación de las posibilidades cognoscitivas de los estudiantes es el resultado de la
paulatina complejización de las tareas docentes y prácticas que se les dan a resolver durante
el transcurso del proceso docente, y que ponen en tensión sus fuerzas intelectuales y físicas.
Es razonable y científicamente didáctico, que todos los asuntos presentados en las
actividades docentes no pasen del punto en que serían inteligibles para los estudiantes en

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

función de sus capacidades y de su desarrollo integral. Este límite máximo de capacidad del
estudiante nunca debe ser traspasado por el profesor.
Diasterweg señalaba "Nunca se debe intentar enseñar un asunto que todavía no puede ser
entendido por el estudiante; nunca debe enseñarse una cosa que no signifique nada para el
estudiante cuando la aprenda, y nunca debe enseñarse nada que tampoco signifique algo
interesante para el estudiante después de haberla aprendido. Sitúese el profesor al comenzar
una actividad docente según la posición del estudiante, y una vez situado así, dirija su
actividad con su vista fija en la meta trazada, correcta y profundamente".
Comenio decía que al estudiante "se le debe presentar, primero lo que está más cerca de él;
sucesivamente, lo que le sigue inmediatamente, lo que está un poco más lejos, lo que está
mucho más lejos y, por último, lo más distante".
Es decir, en las actividades docentes se debe proceder: de lo fácil a lo difícil, de lo cercano
(conocido) a lo lejano (desconocido), de lo sencillo a lo complejo
Sin embargo conducir el proceso docente-educativo de un modo comprensible, no quiere
decir eliminar las dificultades con que puedan tropezarse los estudiantes. Al contrario la
tarea del profesor es plantearle a los estudiantes las situaciones difíciles, y darle a estos las
instrucciones y ayuda necesarias para que resuelvan estas dificultades.
Asequibilidad en la enseñanza significa plantear aquellas exigencias las cuales pueden
cumplimentarse mediante un cierto esfuerzo por parte de los estudiantes y que de este
modo contribuyan a elevar su capacidad de rendimiento. Se debe, por tanto, exponer a los
estudiantes problemas y asuntos que aún exigiendo de ellos tenacidad y esfuerzo, cuenten
con conocimientos previos y capacidades para resolver ó entender.
El profesor debe lograr, con habilidad pedagógica, que el recorrido hasta ese límite máximo
desde posiciones cercanas a él, lo recorra el estudiante de manera normal, mediante su
propio esfuerzo, mediante su tesón y entusiasmo de aprender, sobre la base de
conocimientos firmemente adquiridos y consolidados.
Esto no significa descuidar las posibilidades de interacción que se dan en el proceso
docente educativo, que tome en cuenta las capacidades reales de los estudiantes y de sus
posibilidades para aprender con la ayuda de los demás, es decir bajo la guía del maestro o
en colaboración con otro compañero más capaz.
• Conocer las condiciones intelectuales específicas de cada grupo y dirigir la
actividad docente al límite máximo de la capacidad realizadora del promedio de
los estudiantes.
La base de la asequibilidad consiste en conocer las condiciones intelectuales específicas de
cada grupo con que se trabaja. Esto no significa que se afecte el nivel y el rigor de los
programas; se trata de conocer las condiciones previas que constituyan el punto de partida
para la preparación de las actividades docentes.
La experiencia demuestra que todos los estudiantes, en un momento dado, no poseen la
misma capacidad realizadora, por lo regular presentan diferencias entre unos y otros. De la
actitud del profesor ante está situación depende el éxito de su trabajo.
Por lo tanto, el profesor debe partir de estas condiciones en su labor docente. Su meta,
desde un punto de vista pedagógico y social, debe ser conseguir una cierta equiparación de

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

los conocimientos adquiridos por todos sus estudiantes, así como de sus habilidades y
destrezas.
La asequibilidad no puede lograrse sobre la base del tratamiento superficial del contenido
para lograr "que todos entiendan". Se requiere exigir al máximo sobre la base de las
condiciones concretas de cada estudiante. Por eso en esta compleja labor hay que tomar en
cuenta las diferencias individuales.
El grupo de estudiantes funciona como una unidad integrada por individualidades
diferenciadas en cierto grado por su capacidad realizadora. Ante esto el profesor debe
desarrollar su actividad dirigida al límite máximo de la capacidad realizadora del promedio
de los estudiantes, así como dedicar una atención particular al trabajo individual con
aquellos estudiantes que se distancian de este ya sea por encima como por debajo.
La contradicción que surge entre las tareas y exigencias del profesor por una parte y el
nivel de conocimientos, capacidades, etc. de los estudiantes por otra, es una potencial
fuerza impulsora del proceso docente-educativo. La correcta determinación del grado y el
carácter de las dificultades en el proceso docente, constituye el método principal en manos
del profesor para generar la fuerza motriz del estudio, y ampliar las posibilidades
cognoscitivas de los estudiantes.
El hecho que en un momento dado los estudiantes no poseen la misma capacidad
realizadora ha dado lugar a la teoría de los "talentos", teoría dirigida a afirmar que los
estudiantes deben ser agrupados según esos talentos.
Sin embargo es conocido que en la escuela primaria, en primer grado, las diferencias
respecto a la capacidad realizadora de los niños, son relativamente pequeñas. Lo cierto es
que, en el momento de nacer, los niños no presentan diferencias. Estas diferencias se irán
poniendo de manifiesto en función de las condiciones ambientales que lo rodeen.
Se puede decir que no hay persona que desde la cuna se pueda afirmar que será un sabio o
un artista eminente, que posee un "talento" el cual desarrollará en su proceso de
maduración. Sin embargo, sería equivocado concluir que ciertas diferencias de talento e
inclinaciones no se dan de manera excepcional.
Dejando a un lado los casos excepcionales, se puede afirmar que toda persona es igual que
otra para llegar a ciertos logros concretos, si los factores ambientales han sido los
adecuados y se ve asistido de los medios para desarrollar una habilidad determinada,
teniendo en cuenta ciertas peculiaridades de su temperamento.
Esta claro que el desarrollo de determinadas habilidades será más fácil conseguirlo en unos
estudiantes que en otros; que algunos tendrán espontáneamente y de forma natural ciertas
tendencias o inclinaciones, y otros tendrán otras (por ejemplo, hacia las letras o hacia las
ciencias), pero no es imposible desarrollar en todos ellos unas ciertas habilidades y
destrezas, y transmitirles ciertos conocimientos, en un grado socialmente satisfactorio.
El dominio de estas habilidades estará determinado, por supuesto, no solo por las
condiciones ambientales y sociales en general, sino por las propias inclinaciones y
preferencias de los estudiantes.

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

EL PRINCIPIO DE LA SOLIDEZ DE LOS CONOCIMIENTOS.

POSTULADOS

- La lucha sistemática y enérgica contra el olvido.


- La constante consolidación de los resultados en todos los eslabones o
etapas del proceso docente-educativo.
- El pensamiento debe prevalecer, predominar sobre la memoria.

Este principio orienta al profesor sobre como lograr una sólida asimilación por los
estudiantes de los conocimientos, habilidades y hábitos, si pone en tensión, de modo
óptimo, sus potencialidades cognoscitivas y, en particular, la imaginación reproductora y
creadora, la memoria, preferentemente la lógica, el pensamiento lógico activo, así como las
capacidades para la dinamización de lo conocimientos indispensable para realizar el futuro
trabajo.
• La lucha sistemática y enérgica contra el olvido.
La esencia de este principio radica en que el profesor debe tener en cuenta, en el momento
de la preparación de las actividades docente-educativas y de los medios didácticos, la lucha
sistemática y enérgica contra el olvido, el cual forma parte de los procesos psíquicos
normales.
El estudiante puede aprender cuando el profesor es capaz de ventilar satisfactoriamente la
relación entre el trabajo con el nuevo contenido y el trabajo con el contenido ya tratado.
Sistematizar, ejercitar, ampliar y revisar frecuente y regularmente los contenidos que se
expliquen, estimulará la memoria sobre la base de una comprensión anterior del objeto de
estudio, lo cual no significa la repetición mecánica de la información.
Observar este principio significa fijar constantemente el contenido asimilado, ejercitarlo y
repasarlo; aplicar convenientemente lo aprendido, controlar y evaluar continuamente los
conocimientos y las capacidades de los estudiantes, para desarrollar conocimientos seguros
y capacidades sólidas.
• La constante consolidación de los resultados en todos los eslabones o etapas del
proceso docente-educativo.
La aplicación de este principio significa dirigir el proceso de modo que ya en la
presentación del nuevo contenido se logre un alto grado de memorización y firmeza. La
constante consolidación de los resultados en que se basa este principio pone de manifiesto
que el mismo ha de ser objeto de consideración en todos los eslabones o etapas del proceso
docente-educativo, es decir en la motivación por el nuevo contenido, la información, la
asimilación, dominio y sistematización del mismo y la evaluación del aprendizaje
La autopreparación y la consulta son también formas de reiterar activamente y en otra
situación, los conceptos y leyes aprendidas, que deben organizarse para estimular el trabajo
independiente y creador del estudiante.

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

Este principio parte del supuesto demostrado en la didáctica y la psicología de la


enseñanza, de que la solidez de los conocimientos y el desarrollo de las potencialidades
cognoscitivas son dos aspectos interrelacionados del mismo proceso. Asimilando los
conocimientos científicos y cumpliendo determinadas tareas cognoscitivas, los estudiantes
simultáneamente, desarrollan sus potencialidades mentales.
• El pensamiento debe prevalecer, predominar sobre la memoria.
El principio de la solidez de los conocimientos parte del objetivo de que en el aprendizaje,
el pensamiento debe prevalecer, predominar sobre la memoria. Este se concreta de la forma
siguiente:
- Se asimila sólida y conscientemente, aquel material aprehendido en un plano lógico,
condicionado por la naturaleza de la asignatura. Por consiguiente, es preciso, ante todo,
asegurar a los estudiantes la lógica clara y sistemática de la asignatura, el lugar que
ocupa en el plan de estudios, la secuencia de los temas, y finalmente el lugar y la lógica
de estudio del contenido presentado, o sea la unidad didáctica.
- El profesor, que conoce la naturaleza del proceso de asimilación, no da todo el caudal
de conocimientos en la primera etapa de la enseñanza, sino solo su contenido esencial,
de suerte que el estudiante comprenda y asimile lo nuevo, con sólida base. Después,
durante el proceso de fijación y consolidación, amplia gradualmente dicho caudal,
introduciendo nuevos ejemplos que precisen la generalización o que le ofrezcan una
clara ilustración. La tendencia enciclopedista de la pedagogía debe sustituirse por el
criterio de ajustar el estudio del fenómeno al propósito fundamental de dominar la
esencia.
- Para garantizar la solidez de los conocimientos es preciso, en el proceso. retornar a los
conocimientos antes asimilados y analizarlos desde un nuevo punto de vista, de modo
que los estudiantes, en una u otra medida, los utilicen de un modo nuevo; esas
operaciones contribuirán a que los conocimientos se enriquezcan y se fijen con más
profundidad.
En este sentido, una gran importancia adquiere el trabajo de relacionar los
conocimientos adquiridos con los nuevos conocimientos cada vez más complejos, así
los estudiantes se percatan de contenidos y matices que antes habían pasado por alto.
- Los ejercicios deben seleccionarse de modo que posean para los estudiantes un claro
sentido de que la realización de los mismos durante el proceso de realización produzca
una profundización y fijación ininterrumpidas de los conocimientos, el desarrollo del
pensamiento y la creación de habilidades y hábitos. Cada ejercicio o tarea surte efecto
si exige una reflexión activa, la búsqueda de soluciones racionales y la comprobación
de los resultados mediante la confrontación con los datos de la condición de la tarea.
- Todo contenido que exige ser recordado debe tomarse en pequeñas unidades, lo que es
necesario que el cerebro asimile y fije, no debe poseer mucha extensión. De los
contenidos que el estudiante debe recordar, debe excluirse todo aquello que el
estudiante por sí mismo puede complementar. Evidentemente, las tablas o cuadros
sinópticos y los mapas conceptuales juegan un papel importante en este sentido.
- A medida que el estudiante domine determinado bagaje de conocimientos, habilidades
y hábitos, es preciso realizar trabajos independientes que exijan de este un enfoque

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

creador del problema, y la utilización práctica de los conocimientos, habilidades y


hábitos adquiridos.

PRINCIPIO DEL TRABAJO CONSCIENTE, CREADOR, ACTIVO E


INDEPENDIENTE DE LOS ESTUDIANTES BAJO LA DIRECCIÓN DEL
PROFESOR.

POSTULADOS

- La correlación óptima entre el papel del profesor y el trabajo


independiente de los estudiantes.
- Adquisición consciente vs. adquisición formal
- El carácter creador del aprendizaje.
- La motivación, base de la autoactividad
- La atención al cuidado de las condiciones externas del proceso.

• La correlación óptima entre el papel del profesor y el trabajo independiente de los


estudiantes.
En este principio se expresa de modo significativo el carácter dialéctico del este proceso, ya
que une dos elementos que expresan tendencias contradictorias que determinan la relación
didáctica de los "actores" del proceso docente-educativo: el profesor y el estudiante.
Por una parte el papel de dirección del profesor se deriva, primeramente, del carácter social
del proceso docente-educativo, y es una condición imprescindible para el logro
satisfactorio del encargo social que la sociedad la da a la escuela.
Por otra parte la independencia del estudiante constituye un rasgo del carácter del
ciudadano en la sociedad. Ella es una cualidad imprescindible en la orientación social de la
personalidad para asumir responsablemente una actitud consciente ante la sociedad.
En aras del desarrollo del carácter consciente y de la actividad independiente del
estudiante, el profesor debe estimular con su trabajo diario cualidades como la curiosidad
científica, la disciplina de estudio, la inquietud intelectual, los intereses cognoscitivos
estables, la constancia, la tenacidad, la atención, la autoexigencia y la honestidad, entre
otras. En ellos influye por supuesto el ejemplo del profesor.
La esencia de este principio consiste en asegurar una correlación óptimamente favorable
entre la dirección pedagógica y el trabajo consciente y creador de los estudiantes durante el
proceso docente educativo.
En la mutua relación existente entre la dirección y la autoactividad, la primera tiene una
importancia determinante, ya que una dirección pedagógica fundamentada científicamente,
hábil y diferenciada, es una condición previa para el desarrollo total de la autoactividad de
los estudiantes y para el desarrollo integral de su personalidad.

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

Considerar al estudiante como un simple elemento pasivo en el proceso docente-educativo,


es tanto como frenar el desarrollo de sólidas personalidades, con criterio propio,
conscientes de su papel responsable en la sociedad. De ahí que el papel del profesor sea
colocar en primer plano al estudiante, que es sin lugar a dudas el elemento más dinámico de
cuantos integran el proceso y hacia donde se dirige éste.
Pero la autoactividad no puede confundirse con una conducta del profesor fundamentada
únicamente sobre los intereses y los deseos actuales de los estudiantes.
• Adquisición consciente vs. adquisición formal
Es un error creer que el papel del profesor consiste en exponer él exclusivamente los
conocimientos que deben ser adquiridos por los estudiantes y que estos se limiten a
memorizar. Esta concepción introduce el formalismo en la enseñanza.
El profesor no debe olvidar que lo contrario de una adquisición consciente de los
conocimientos, es una adquisición "formal" de los mismos. Debe estar persuadido de que
cuando los conocimientos se transmiten formalmente, el estudiante lo adquiere igualmente
como conocimientos formales, que los memoriza mecánicamente y acaba por olvidarlos. A
ello conduce el no hacer trabajar al estudiante por si mismo, él considerarlo un elemento
pasivo y no activo del proceso.
Esto ocurre también cuando el profesor concibe la parte de la dirección de un modo
dogmático y no dialéctico, es decir con una tutela exagerada o un proceder autoritario.
• El carácter creador del aprendizaje.
Si consideramos la actividad de aprender del estudiante, observamos que el conocimiento
que adquiere es un conocimiento ya existente, pero para él es algo nuevo, algo que
descubre. En este sentido siente la misma emoción que un científico, todo es nuevo para él,
cada conocimiento nuevo tiene el valor de un descubrimiento. Por ello toda actividad que
conduzca a una realización nueva, a un logro nuevo, a un conocimiento nuevo, a un trabajo
nuevo, tiene carácter creador. Trabajo creador del estudiante, no significa, como
generalidad, que este va a dar a la sociedad verdaderas creaciones, algo desconocido hasta
el momento.
Partiendo de esta concepción, la labor del profesor es despertar en el estudiante el
entusiasmo del investigador, del descubridor, con ello genera la más grande energía de que
pudiera disponer este para entregarse tesonera y alegremente a su trabajo de aprender.
Sobre esto es importante el papel que juega el desconocimiento, las dudas y los errores en
el trabajo del científico como acicates en su quehacer, con el papel que estas, en el caso de
los estudiantes, pueden jugar para generar su actividad e independencia en la búsqueda de
nuevos conocimientos. Estos son resortes a tomar en cuenta por los profesores para el logro
de los objetivos formativos. La escuela medieval temía las dudas en la mente de los
estudiantes como una manifestación de falta de fe en las doctrinas de la iglesia. Esta era
una enseñanza dogmática.
En lugar de conducir al estudiante por el camino de verdades absolutas, es preciso, utilizar
otros métodos de enseñanza. La enseñanza activa tiene lugar cuando, durante el proceso, se
les presenta la tarea cognoscitiva, surge el problema, cuya reflexión provoca la duda en

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

cuanto a la autenticidad de las nociones y generalizaciones habituales, y se crea la


necesidad de buscar nuevas soluciones, o sea el trabajo creador del pensamiento.
Entre las medidas a tomar en aras del cumplimiento de este principio, pueden señalarse:
- Orientar adecuadamente los objetivos de la actividad para que el estudiante sepa que se
quiere lograr de él.
- Emplear métodos adecuados de enseñanza por parte del profesor, mediante los cuales
debe conseguir la participación activa de los estudiantes.
- Estimular a que expongan y defiendan sus puntos de vista, sus conclusiones y criterios.
Resaltar en este sentido la originalidad, la creatividad y el sello personal en los juicios y
opiniones.
- Realizar confrontación de opiniones, propiciar debates y análisis problémicos,
garantizando las aclaraciones oportunas y haciendo las conclusiones.
- Educar en el método de la crítica y la autocrítica. Enseñarlos a valorar críticamente las
intervenciones de los demás.
- Habituarlos a que fundamenten todo lo que expongan.
- Enseñar los distintos procedimientos lógicos del razonamiento. Por esa razón es
conveniente ejercitarlos en trabajos de distinto género que exijan una determinada
aplicación lógica.
- Enseñar el enfoque creador y los procedimientos de la actividad creadora, y darles la
oportunidad de ejercitarla intensamente en el proceso docente-educativo.
• La motivación base de la autoactividad.
Lo que estamos tratando está estrechamente ligado con la motivación. Desde el punto de
vista de la posición del estudiante en el proceso, la autoactividad significa la posición como
sujeto del estudiante en el mismo, contraria a la concepción de que el estudiante es un
simple objeto de procedimientos pedagógicos. De esta manera el movimiento del proceso
está dado en la actividad que realice el estudiante, y su motor impulsor es la motivación
que encuentre en el mismo.
Un proceso docente-educativo dirigido correctamente estará caracterizado por la
confrontación activa de los estudiantes con los contenidos, pero esto solo se logra cuando
se motiva a los estudiantes, es decir cuando se ponen en acción las fuerzas internas de los
estudiantes que son las que determinan el movimiento propio de este proceso.
Es el enfrentamiento de los estudiantes a las contradicciones que se le dan en el proceso lo
que genera esta fuerza motriz. Por lo que la clave para la dirección exitosa de proceso
docente-educativo está en reconocer cuales son estas contradicciones y cómo hacer que se
produzca el enfrentamiento de los estudiantes motivado por resolverlas.
Algunas medidas para lograr la motivación de los estudiantes son:
- Enlazar los intereses personales del estudiante con los generales de la sociedad.
- Dirigir la atención de los estudiantes, al comenzar la actividad docente hacia el objeto de
la misma.

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

- Hacer una introducción atractiva del tema al comienzo del mismo.


- Estimular el entusiasmo de los estudiantes por el aprendizaje del objeto concreto a
asimilar.
Un elemento fundamental para elevar el carácter activo y consciente del estudiante es la
motivación por su carrera. En general en todo el contenido que se explica, los elementos
vinculados con la profesión deben tener una alta prioridad.
• La atención al cuidado de las condiciones externas del proceso.
El profesor debe cuidar las condiciones externas para el éxito de su labor. El orden y la
actitud sosegada de los estudiantes son necesarios para la efectividad del trabajo, nunca
debe imponer bruscamente estas condiciones. Debe estudiar sobre la marcha el estado de
ánimo de los estudiantes, su grado de cansancio físico, el interés relativo de las diversas
partes de su explicación, y tomar medidas adecuadas de descanso, de cambio de tema, de
insistencia en otro, de tal modo que sin modificar sustancialmente su plan, el desarrollo de
este concuerde con las condiciones particulares existentes, para lograr siempre un sentirse
bien de los estudiantes durante el proceso.
Las influencias externas sobre los estudiantes, se dan a través de las condiciones internas, o
sea, a través de las concepciones, la mentalidad, los criterios éticos y las costumbres que
tipifican personalidad del estudiante. Solo un proceso docente-educativo que abarque las
ideas, la voluntad y estado de ánimo de los estudiantes, despierte sus dudas, reflexiones y
esfuerzos, y modifique sus potencialidades internas, será capaz de ejercer influencias en el
desarrollo de la personalidad de cada uno de ellos.

EL PRINCIPIO DE LA ATENCIÓN INDIVIDUAL DEL ESTUDIANTE EN


INTERACCIÓN CON EL TRABAJO GENERAL DEL PROFESOR CON EL
GRUPO.

POSTULADOS

- El trabajo del grupo, debidamente integrado.


- El desarrollo de la personalidad dentro del grupo.
- El trabajo diferenciado del profesor dentro y fuera de la actividad docente
- El trabajo simultaneo con el grupo y la atención individual a cada estudiantes
- El profesor, guía y amigo del estudiante.

Este principio expresa la necesidad de educar a todos los estudiantes del grupo
colectivamente, y crear las condiciones para el trabajo integrado y activo de los mismos, a
la vez que se atiende individualmente a cada uno, a fin de lograr una enseñanza efectiva y
contribuir al desarrollo de las aptitudes positivas de los estudiantes individualmente.

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Revista Pedagogía Universitaria Vol. XI No. 3 2006

Por otra parte, para elevar la efectividad de la enseñanza es preciso aprovechar toda la
potencia que resulta de la actividad conjunta de los estudiantes dentro del grupo.
• El trabajo del grupo, debidamente integrado.
Una de las tareas de la enseñanza consiste que los estudiantes aprendan a trabajar
camaraderilmente en el colectivo. Esto significa que es preciso conocer y comprender
claramente las tareas del grupo, sus fines, estimar el honor del grupo y luchar por él.
En este sentido el profesor ha de trabajar para que en el grupo de estudiantes se revelen las
siguientes características:
- Que todos los estudiantes tengan una meta común.
- Que todos los estudiantes tengan iguales derechos.
- Que todos los miembros del grupo estén unidos por relaciones amistosas, por una
disciplina y un respecto comunes.
- Que los intereses individuales se integren en el interés común.
El trabajo del grupo, debidamente integrado, es un elemento inseparable del trabajo
individual de cada estudiante.
Tomando este objetivo como una de sus premisas y dirigido a la materialización del
enfoque integral para la labor educativa en las universidades de nuestro país, se desarrollan
los proyectos educativos, que constituyen la manera particular de concretar, en cada grupo
de estudiantes, este enfoque integral. En la elaboración de los proyectos educativos tienen
un papel protagónico los propios estudiantes del grupo y en el mismo se establecen las
actividades, compromisos y metas curriculares y extracurriculares a realizar, cumplir y
alcanzar por el grupo en cada año académico.
• El desarrollo de la personalidad dentro del grupo.
El rasgo fundamental de un grupo integrado reside en que sea este capaz de crear
condiciones favorables para el desarrollo multilateral de cada uno de sus miembros.
La personalidad solamente se puede desarrollar de una forma completa dentro del
colectivo. En éste el estudiante recibe múltiples estímulos que le ayudan a superar las
dificultades, a concentrarse en el esfuerzo y en la atención, a trabajar conscientemente, a
estudiar y comprender con claridad, y a desarrollar plenamente sus tendencias e
inclinaciones positivas. El juego de tensiones en que se desenvuelve el proceso docente-
educativo en el grupo crea las condiciones más favorables en los estudiantes para la
aplicación de sus capacidades, para la cooperación y para el trabajo creador, lo que en
definitiva no es otra cosa que el desarrollo de todos los componentes de su personalidad.
• El trabajo diferenciado del profesor dentro y fuera de la actividad docente.
Penetrar en las características individuales de los estudiantes es una de las tareas más
complicadas que tiene que resolver el profesor. No obstante, hay lograrlo para que todo el
grupo logre altos resultados.
Para hacer que el proceso del desarrollo de la personalidad en la enseñanza tenga éxito, el
profesor ha de tener en cuenta las cualidades psíquicas y físicas de sus estudiantes, sus
características individuales.

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El desarrollo de la personalidad de los estudiantes, exige una atención especial del profesor.
En primer lugar debe estudiar detenidamente cada estudiante, para adoptar una actitud
hacia él que permita relaciones basadas en la realidad. Debe hacerse una opinión exacta de
su capacidad realizadora y de su disposición para la cooperación. Solamente mediante esta
opinión podrá tomar medidas efectivas.
El trabajo diferenciado del profesor con el grupo debe basarse en:
- Considerar los diferentes ritmos de trabajo individual.
- Influenciar en la actitud individual ante el aprendizaje (mediante la estimulación, el elogio
o la crítica prudente, etcétera).
- Orientar hacia determinados intereses (grupos de investigación estudiantil, olimpiadas de
conocimientos, exámenes de premio, estudio de una bibliografía en particular, etcétera).
- Evitar el retraso de algunos estudiantes estimulándolos, dándole tareas individuales,
etcétera.
- Promover el desarrollo de aptitudes especiales (investigativas, literarias, artísticas,
deportivas, etc.).
- Atender en el momento oportuno, mediante entrevistas o consultas al estudiante que así lo
necesite, al que ha observado algún rasgo que deba ser objeto de tratamiento individual,
que no tiene solución en el trabajo con el grupo.
• El trabajo simultaneo con el grupo y la atención individual a cada estudiante.
El profesor debe, en el trabajo con el grupo simultáneamente prestar atención individual a
cada estudiante para esto procurará:
- Cuidar exquisitamente su actitud personal, no hacer excepciones entre los estudiantes,
ni imprimir a su labor un carácter individualista.
- Enseñar que los éxitos individuales forman parte del éxito colectivo, y que los fracasos
y errores individuales son también fracasos y errores colectivos. Al contrario todo éxito
o fracaso colectivo es un éxito o fracaso individual.
- Que las rectificaciones a respuestas equivocadas la hagan, con frecuencia, los
estudiantes; y hacerles comprender que esta forma de trabajo no es otra cosa que una
ayuda mutua. Para esto escogerá algunas veces a unos y otras a otros para aclarar el
concepto erróneo.
- Propiciar en cada estudiante el espíritu de colaboración nunca el de competencia. La
labor de estímulo formando, por ejemplo, grupos que emulen, debe estar orientada de
tal manera que los resultados sean alentadores para cada estudiante y el grupo en su
conjunto; nunca debe surgir un vencedor, sino que toda el grupo debe ser vencedor.
- En el caso de la crítica y autocrítica debe lograr un ambiente de serenidad, de
normalidad, nunca debe aplicarse en un ambiente alterado o intranquilo, y darle una
cierta solemnidad amable y al final saber valorar y situar enaltecedoramente la actitud
de los estudiantes.

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- Mantener siempre a cada estudiante impresionado por el anhelo de alcanzar una


determinada meta parcial que afecte al propio grupo. Eso ayuda a tener latente ese
espíritu de colectividad necesario para alcanzar la meta del curso.
- Propiciar en las discusiones sobre la temática en estudio la participación de todos los
estudiantes, debe buscar la forma de ponderar el esfuerzo y el interés de todo aquel que
participa en la discusión, y debe estimular a los menos inclinados a intervenir.
• El profesor, guía y amigo del estudiante.
El profesor necesita conocer las causas de los cambios de comportamiento de los
estudiantes, los problemas que lo originan. El profesor no puede considerar estos
problemas como un simple observador y aplicar medidas poco meditadas. No son los
síntomas lo más importante, sino las causas, lo que debe preocupar al profesor.
En este sentido debe identificar la presencia de particularidades desfavorables, como
pueden ser las de estudiantes corto de vista o que no oyen bien, o que son inquietos o
tienden a distraerse, etc. para los cuales tomará las medidas adecuadas o el tratamiento
correspondiente.
Durante el desarrollo del proceso docente educativo el estudiante ha de sentirse
acompañado, asesorado y guiado por el profesor, de manera que encuentre apoyo cuando
sienta la necesidad de consultar sus decisiones relacionadas con su proceso de formación.
Un experiencia importante en esta relación profesor estudiante a sido la elaboración por los
estudiantes de sus proyectos de vida, lo cual comparten con el profesor.
El profesor es el amigo más fiel y útil de sus estudiantes, pero esto no se logra con
palabras, sino con su actitud. El estudiante no solo debe respetar a su profesor, sino debe
tenerle afecto. Este afecto es elemento básico para integrar a los estudiantes del grupo en
un verdadero colectivo. El afecto induce a obedecer con gusto, a comprender el sentido
verdadero de los consejos y de las instrucciones.
De vital importancia resulta este aspecto en la educación superior cubana, especialmente
para las figuras de los profesores guías y tutores que caracterizan nuestro proceso docente
educativo, sin restar el valor que este postulado tiene para todos los profesores.

CONCLUSIONES
Para conducir exitosamente el proceso docente-educativo el profesor se enfrenta ante el
problema de como desarrollarlo, en este sentido los principios didácticos, junto con sus
reglas, son para los profesores una guía segura para la acción.
Los principios didácticos no solamente tienen valor para el trabajo de enseñanza del
profesor, sino también para la organización de las actividades docentes, para la elaboración
de los planes de estudio, libros de textos, medios de enseñanza, etc.
Los principios didácticos que universalmente constituyen una guía segura para el profesor
son los que están relacionados con el carácter científico de la enseñanza, la sistematización
de la enseñanza, la vinculación de la teoría con la práctica, la vinculación de lo concreto y
lo abstracto, la asequibilidad, la solidez de los conocimientos, el trabajo consciente,

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creador, activo e independiente de los estudiantes bajo la dirección del profesor y la


atención de los estudiantes sobre la base del trabajo general del profesor con el grupo.
Estos principios tienen un carácter de sistema, ya que se determinan y se complementan
mutuamente y son válidos en todas las asignaturas, grados de presencialidad y niveles de
enseñanza.
Cada principio didáctico está constituido por un grupo de ideas centrales o postulados, los
que han sido el objeto de este trabajo, los cuales de ser seguidos por el profesor lo
conducirá a desempeñarse exitosamente.

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