0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
74 vistas4 páginas
El documento presenta un seminario diocesano sobre la eclesiología del Espíritu Santo. Contiene ejercicios sobre vocabulario eclesiológico, preguntas para guiar el estudio y profundizar en temas como el Espíritu Santo como "alma" de la Iglesia, su papel en la comunidad cristiana según los Hechos de los Apóstoles y las cartas de Pablo, y la imagen de la Iglesia como templo del Espíritu Santo y su relación con Pentecostés. También incluye pregunt
El documento presenta un seminario diocesano sobre la eclesiología del Espíritu Santo. Contiene ejercicios sobre vocabulario eclesiológico, preguntas para guiar el estudio y profundizar en temas como el Espíritu Santo como "alma" de la Iglesia, su papel en la comunidad cristiana según los Hechos de los Apóstoles y las cartas de Pablo, y la imagen de la Iglesia como templo del Espíritu Santo y su relación con Pentecostés. También incluye pregunt
El documento presenta un seminario diocesano sobre la eclesiología del Espíritu Santo. Contiene ejercicios sobre vocabulario eclesiológico, preguntas para guiar el estudio y profundizar en temas como el Espíritu Santo como "alma" de la Iglesia, su papel en la comunidad cristiana según los Hechos de los Apóstoles y las cartas de Pablo, y la imagen de la Iglesia como templo del Espíritu Santo y su relación con Pentecostés. También incluye pregunt
Nombre: Iván Guanoluisa Tema: Ejercicios Materia: Eclesiología Ejercicio 1. Vocabulario Identifica el significado de las siguientes palabras y expresiones usadas: Dimensión pneumatológica: es la relación con el Espíritu Santo. «Alma» de la Iglesia: Es una imagen para expresar que el Espíritu Santo vivifica y unifica invisiblemente a la Iglesia Ruah: (literalmente, viento o aliento) como fuerza vital de Dios con la que crea, guía a su pueblo, y lo revive. Logos: es la revelación progresiva de Dios. Espíritu de la verdad: Es el Espíritu Santo, que les recuerda las enseñanzas de Jesús, les ayuda en las dificultades. «Unción continuada»: La Iglesia participa de la unción de Cristo con el Espíritu Santo: primero recibe esta unción la primera comunidad de Pentecostés y después todos los cristianos. «Cofundador de la Iglesia»: Por Él, el Espíritu Santo, se realizan y explican las cuatro notas (o propiedades esenciales) de la Iglesia. También por el Espíritu Santo es posible el «culto espiritual» desde el corazón de los cristianos.
Ejercicio 2. Guía de estudio
Contesta a las siguientes preguntas: 1. ¿Qué quiere decir que el Espíritu Santo es como el «alma» de la Iglesia? La acción del Espíritu Santo «pudo ser comparada por los Santos Padres con el servicio que realiza el principio de la vida, o el alma, en el cuerpo humano» (LG 7). Con anterioridad afirmaba la Mystici corporis que el Espíritu Santo es «el principio de toda acción vital y saludable en todas las partes del cuerpo místico» (n. 26). El Catecismo de la Iglesia Católica completa y desarrolla esta doctrina diciendo que el Espíritu Santo «actúa de múltiples maneras en la edificación de todo el Cuerpo en la caridad 2. ¿Podrías aducir algún ejemplo de cómo el Espíritu Santo actúa en la comunidad cristiana según el libro de los Hechos? ¿Y en el corpus paulino? En Hechos: la misión de la Iglesia es presentada como un camino en el Espíritu, que la acompaña e impulsa, incluso más allá de los límites del judaísmo. El Espíritu hace eficaz la predicación, los sacramentos y la comunión fraterna (cf. Hch 2, 42). Sin olvidar que la cuestión social está incluida en el núcleo central del concepto de la comunión (koinonía). Corpus paulino: el Espíritu Santo guía a los cristianos, mora en ellos y hace que su vida contribuya a la edificación de la Iglesia. SEMINARIO DIOCESANO NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA La carta a los Romanos dice que «los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios» (Rm 8, 14) y que con el Espíritu Santo clamamos Abba Padre En las cartas a los Corintios se afirma: «Sois templo de Dios y el Espíritu Santo habita en vosotros» (cf. 1 Co 3, 16); hay diversidad de dones, pero un solo Espíritu Santo para formar un solo cuerpo y bebimos un solo Espíritu. La carta a los Gálatas señala en 5, 19-26: el Espíritu Santo sustituye con sus frutos las «obras de la carne» (cf. Ga 5, 19-26) La carta a los Efesios asegura que por el Espíritu Santo somos miembros de la familia de Dios 3. ¿Cuál es el origen de la imagen de la Iglesia como templo del Espíritu Santo y cómo se relaciona con el acontecimiento de Pentecostés? Origen: La imagen de la Iglesia como templo del Espíritu Santo tiene su raíz en el camino del pueblo elegido hacia el Sínaí, como preludio de las moradas eternas. Por ello se celebra la fiesta de las tiendas. En ese contexto tiene lugar la transfiguración del Señor: Jesús es la verdadera tienda, el definitivo templo que contiene la presencia del Padre, que lo cubre con su Amor. En la historia, el templo de Dios, que es la Iglesia, «crece» con los cristianos. Relación: Pentecostés es el acontecimiento y el signo que consuma la «fundación» de la Iglesia, para ser impulsada hacia la misión que se lleva a cabo por medio del anuncio de la Palabra de Dios, de los sacramentos y de la comunión fraterna (cf. Hch 2, 42). 4. ¿Cómo se podría sintetizar la historia de esta perspectiva eclesiológica? En la teología occidental se desdibuja la relación entre el Espíritu Santo y la Iglesia prácticamente hasta el siglo XIX con J. A. Möhler. En el siglo XX, la retoman León XIII y Pío XII (Mystici corporis). El Concilio Vaticano II afirma que «por el Espíritu Santo el Padre vivifica a los hombres…» y edifica y guía a la Iglesia «con diversos dones jerárquicos y carismáticos» (LG 4).
5. ¿Podrías señalar algunos aspectos de la teología contemporánea en este tema?
Cofundador de la Iglesia, junto con los apóstoles. Por Él se realizan y explican las cuatro notas (o propiedades esenciales) de la Iglesia. También por el Espíritu Santo es posible el «culto espiritual» desde el corazón de los cristianos (Y. Congar). El Espíritu Santo hace que el amor (Caritas) sea el «contenido natural» de la Iglesia, que une la institución y los carismas (J. Ratzinger). El Espíritu Santo une la «dimensión objetiva» de la Iglesia a su «dimensión subjetiva», es decir al vivir la Iglesia en y a partir de los sujetos cristianos, de las personas concretas; y viceversa, pues no se da auténtica vida cristiana puramente privada al margen de la Iglesia (U. von Balthasar). Los carismas del Espíritu Santo no solamente afectan a la vida de la Iglesia, sino que inciden también en su estructura fundamental, modalizando y desarrollando su acción sacramental (P. Rodríguez) SEMINARIO DIOCESANO NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA 6. ¿De qué modo la imagen Iglesia-templo del Espíritu Santo ayuda a profundizar en el misterio de la iglesia? Como vínculo de unidad y de Vida con Cristo y entre los cristianos, e incluso la acción escondida de la gracia fuera de los márgenes visibles de la Iglesia (semillas del Verbo y preparación del Evangelio), en los pueblos, culturas y religiones. Se destaca que la unidad en la Iglesia no es uniformidad sino diversidad (dones, tareas y servicios). Subraya que en la vocación cristiana lo fundamental es la santificación («piedras vivas») como presupuesto de la misión (unidad entre santidad, consagración y misión). Destaca que en la santificación la primacía debe darse a la vida de la gracia, manifestada en la caridad. 7. ¿Podrías apuntar algunas implicaciones pastorales? a) Por la acción del Espíritu Santo, la santidad como vida interior de la Iglesia se expresa en la liturgia y se prolonga en la vida cristiana como «culto espiritual» (logiké latreia: Rm 12, 1) y como servicio de caridad en el mundo. b) No hay una «estructura carismática» de la Iglesia independiente de su estructura institucional. Afirmar esto supone un reduccionismo pneumatológico que olvida la inseparable presencia del Espíritu con Cristo (Espíritu de Cristo). Por tanto, no cabe apelación alguna a la libertad del Espíritu que no deba al mismo tiempo apreciar la autoridad jerárquica de la Iglesia. c) Los carismas –en su unidad, diversidad y complementariedad– son dones especiales otorgados para la misión de la Iglesia. Son dones «libres» en cuanto que su recepción por parte del sujeto no está vinculada a la celebración de los sacramentos. d) Todas las vocaciones y todos los movimientos que se dan en la Iglesia están para manifestar y realizar históricamente la unidad, que es unidad en la diversidad de la Iglesia y de su misión. 8. Señala algunos ejemplos de cómo las imágenes eclesiológicas no se pueden tomar unilateralmente. La imagen «cuerpo» no habla de la vocación; no distingue a Cristo de la Iglesia; destaca las funciones de los miembros sobre su radical dignidad. La imagen «pueblo» no destaca la novedad radical de la Iglesia respecto a Israel acentúa más el «todavía no» que el «ya»; conlleva el riesgo de una visión reducida a lo sociopolítico. La imagen «templo» no explica de por sí la estructura visible de la Iglesia, ni la finalidad de su vida espiritual. 9. ¿Podrías enunciar algunas fórmulas sintéticas de las tres imágenes eclesiológicas referidas a las Personas de la Trinidad? SEMINARIO DIOCESANO NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA «Así pues ora y trabaja a un tiempo la Iglesia, para que la totalidad del mundo se incorpore al pueblo de Dios, cuerpo del Señor y templo del Espíritu Santo» (Lumen gentium, n. 17) La Iglesia es «el pueblo de Dios que existe en la situación de cuerpo de Cristo y templo del Espíritu» (Y. Congar). «La Iglesia es hija del Padre, y cuerpo de Cristo, animado por el Espíritu Santo» (N. Silanes).
Preguntas sobre el documento del Papa Francisco
1.- ¿Qué son las iglesias Sui Iuris? Son todas las iglesias particulares autónomas que están en comunión con el papa, el sumo pontífice de la Iglesia católica. 2.- ¿Cuántas veces aparece la palabra Espíritu? Aparece 12 veces. 3.- ¿Cuáles son los requisitos necesarios para el catequista? Hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana, que participen activamente en la vida de la comunidad cristiana, que puedan ser acogedores, generosos y vivan en comunión fraterna, que reciban la debida formación bíblica, teológica, pastoral y pedagógica. Se requiere que sean fieles colaboradores de los sacerdotes y los diáconos, dispuestos a ejercer el ministerio donde sea necesario, y animados por un verdadero entusiasmo apostólico.