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b) El Señor enfatiza con una expresión posesiva que indica que la iglesia es suya
(“Mi Iglesia”). Todo esto está en armonía con los propósitos eternos de Dios,
pues desde “antes de la fundación del mundo”, él nos escogió como pueblo
suyo (Efe. 1:4-5; Mat. 25:34). El pueblo de Dios en el antiguo pacto se
circunscribe en una nación: Israel (Dt. 7:6-9; 14:2). En el nuevo pacto el
pueblo del Señor tiene alcance universal: la iglesia (1 Cor. 10:32; 12:28; Ap.
7:9-14). Pues bien, la experiencia que tuvieron los discípulos en Pentecostés
es el punto crucial para definir la naturaleza y la misión de la iglesia y por
ende el pentecostalismo. Queda claro que como parte del pueblo de Dios
(iglesia), tenemos una misión que cumplir (“hacer discípulos”). El hecho
glorioso del derramamiento del Espíritu Santo establece el inicio y la
naturaleza de la iglesia. Además, uno de los fines del bautismo del Espíritu
Santo fue que la iglesia saliera a evangelizar el mundo investido de poder
(Lc.24:48-49; Hch. 1:8), en cuanto al milagro ocurrido en Pentecostés se hizo
realidad el anuncio y la promesa que hizo Juan el Bautista y Nuestro Señor
Jesucristo (Mat.3:11; Hch. 1:4-5; Lc. 24:49).
ALUMNOS EN IBAD
D. SU EXPANSIÓN.
Después de su establecimiento, LADP empezó a desarrollarse
considerablemente en todo el país. Los primeros lugares que recibieron
Palabra de Dios, a través de los misioneros de EE. UU y nacionales: Macate,
Yungay, Callejón de Huaylas, Caraz, Callao, Huancayo, Huancavelica,
Ayacucho, Surquillo, Huaraz, Ancash, Trujillo, estos son los lugares donde se
predicó el evangelio. Años más tarde Las Asambleas de Dios se estableció en
todo el Perú (Costa, Sierra y Selva) para la gloria y honra de Dios.
Doctrina Bíblica.
Por ser miembros del cuerpo de Cristo, y por nuestra condición de ser creyentes
redimimos y sellados por el Espíritu Santo, nos sometemos a la dirección del
Espíritu de Dios y a la normatividad de las Escrituras (Jn. 16:13; Ef 1:13; 2 Tim.
3:16-17). Como iglesia del Señor, hemos sido llamados a hacer la voluntad de
Dios que es agradable y perfecta (Rom. 12:2).
En este sentido “Las Asambleas de Dios del Perú” como iglesia Cristiana
Evangélica, cree, reconoce y practica principios bíblicos doctrinales, llamados
verdades fundamentales, que norman la fe y conducta de sus miembros porque
se tiene la enorme preocupación de edificar a todos los santos. La formación
bíblica de los miembros puede ser hecha a través de la predicación y la actividad
del docente, buscando la confrontación del hombre con la palabra y el Espíritu
Santo (Jn. 14:26).
3. El Señor Jesucristo
Creemos que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre 1Tm. 2:5,
nacido por obra sobrenatural del Espíritu Santo Mt. 1.23.Vivió en la tierra
sin pecado, murió en la cruz y resucitó al tercer día y ascendió
corporalmente a los cielos 1 Tm. 3.16. Está a la diestra de Dios nuestro
único mediador, Señor y vendrá otra vez para establecer su reino. Hech.
1.11; Apoc. 1.7
4. El Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo es una persona divina, posee inteligencia
Jn. 14:26, voluntad Hech. 13:2; 16:7 y afecto Rm. 15:30. Santifica y
perfecciona para el ministerio Efec. 4:12.
7. El hombre
Creemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios Gen.
1:26-27, y por su desobediencia libre y voluntaria a Dios, su caída afectó
todas las facultades del hombre, perdiendo así la comunión con Dios,
consigo mismo, con el prójimo y de toda la creación Rm. 1:20-23. Como
consecuencia de la caída todas las generaciones posteriores nacen con
una naturaleza pecaminosa, convirtiendo al hombre pecador por
naturaleza y práctica Rm. 5:12. Siendo la paga de su transgresión la
muerte espiritual y eterna Rm. 6:23.
8. La Salvación
Creemos que la salvación del hombre es por gracia de Dios. La gracia
salvadora se obtiene por la fe en Jesucristo, sin mérito alguno por parte
del hombre Efc. 2:7-8. La salvación en Jesucristo nos libra de la muerte
espiritual y nos redime de la esclavitud del pecado. Rm. 8:1-2. Como
resultado de la obra expiatoria de Jesucristo en la cruz del calvario, Dios
nos ha adoptado como hijos suyos. Jn. 1.12, Rm. 8:14-15; Galt. 3:6-7.
Creemos en la santificación del hombre como obra de Dios por medio del
Espíritu Santo 1 TS. 5:23; 1Cor. 6:11.
16. Cielos Nuevos y Tierra nueva Creemos en un cielo nuevo y tierra nueva
creadas por Dios Apoc. 21:1-5. Los cielos y la tierra existentes serán
deshechos por el fuego en el día del juicio 2Pedr. 3:7, 10,12. En este
nuevo cielo y tierra nueva, la iglesia de Jesucristo gozará de la
comunión plena con Dios y de su justicia Apoc. 21:3:4;2 Ped. 3:13, donde
servirán a Dios y al cordero Apoc. 22:3, reinarán eternamente
Apc. 22:5; Daniel 7:1
VI. ADMINISTRACIÓN
ESTATUTO DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS
¿Que un Estatuto?:; es un conjunto de disposiciones orgánicas que rige la vida de
las asociaciones y cuyo miembro se obliga a acatarlos y sujetarse a ellas”.
Palabras finales
Como conclusión, podemos decir que, desde el establecimiento de las primeras
misiones en la sierra de Áncash, el desarrollo del pentecostalismo en las poblaciones
andinas significó y significa la construcción de nuevos vínculos sociales que rompen con
las tradicionales estructuras de parentesco y con los referentes sociales
consuetudinarios propios de las comunidades andinas. De esa manera, podemos decir
que la prédica pentecostal en realidades como la nuestra se enmarca en el proyecto
modernizador del capitalismo norteamericano, pero desde su versión más sublime y
supuestamente desinteresada, que es la de una nueva evangelización.
Haciendo un paralelo, podemos decir que el caso de las misiones pentecostales en
Áncash y, de manera general, el desarrollo del pentecostalismo latinoamericano
presenta las siguientes características, que lo hacen peculiar en comparación con las
otras sectas o denominaciones evangélicas, y con el mismo desarrollo de las misiones
católicas contemporáneas, como son:
• El ser un «movimiento popular», en oposición a las tendencias cada vez más elitistas
del catolicismo latinoamericano.
• Manifiesta un «sentido de identidad» a sus creyentes, en especial en las poblaciones
marginales, puesto que les brinda una imagen de unidad y a su vez se consolida nuevos
espacios sociales que se utilizan para mantener niveles mínimos de bienestar.
• Plantea la «sanidad» como forma de vida, algo que resulta importante en
poblaciones «fundamentalmente urbanas» con niveles de alcoholismo, drogadicción y
maltrato familiar altos.
• Es un movimiento «fundamentalista y antiintelectual», que se expresa en una lectora
dogmática, pero siempre tamizada por el pastor. Esto último da lugar a una «variedad
teológica» en su forma de explicar su propia religión, ya que podrían existir tantas
versiones como pastores. Ello lo convierte en un movimiento muy «heterogéneo», en
cuanto a las características de las tendencias y a sus luchas internas.
• Manifiesta duras críticas de los sectores cristianos que buscan explicar e interpretar
las escrituras desde puntos de vista filosóficos, lo que lo convierte en una reacción
«contra cualquier traza de racionalismo» en la religión y lo reduce a un «pietismo
revivalista» opuesto a una revelación razonada.
• Se manifiesta en un «enorme crecimiento numérico» (Deiros y Mraida 1994: 67).
• Con todo ello se puede señalar que la capacidad transformadora del pentecostalismo
peruano reside «en su apertura a nuevas prácticas sociales en momentos decisivos y
definitorios de una sociedad en transición» (Campos 1994).