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IDENTIDAD INSTITUCIONAL

Como ministros de Dios y asambleístas debemos conocer de cerca nuestra identidad


Institucional, y saber valorar nuestra imagen delante Dios y los hombres.

I. CONCEPTO E IMPORTANCIA DE IDENTIDAD INSTITUCIONAL


A. Institución: Del latín “institutioonis”, cuyo significado es fundación de algo.
En nuestro medio existen diversas clases de instituciones como sociales,
deportivas, culturales, religiosas, etc. Nuestra asociación denominada “LAS
ASAMBLEAS DE DIOS DEL PERÚ” amparada en las disposiciones de la
constitución política del estado del Código Civil relativas a las Asociaciones, ha
sido legalmente constituida, pues está inscrita en el Registro de Personas
Jurídicas de Lima, partida N°11010820, RUC. 20144538570, con domicilio en su
Sede Nacional Av. Colombia 325, Pueblo Libre, Lima.

B. Identidad: Cuando hablamos de Identidad Institucional nos referimos que


LADP, tiene sus doctrinas y prácticas que posee y lo caracterizan, sirviéndoles
como una señal, en relación con otras organizaciones cristianas, procede de ese
acontecimiento histórico acaecido en el día de Pentecostés (hechos 2:1). En
aquel día, conforme a la promesa de Jesús el Espíritu Santo descendió sobre las
120 personas que estaban orando en el aposento alto, en Jerusalén, cincuenta
días después de su muerte y diez días después de su ascensión (Hechos 1:5 - 8).
En la actualidad nuestra identidad asambleísta debe reflejar, entre otras, las
siguientes características:
 Una iglesia administrada por la palabra y el Espíritu Santo (Jn 16:7-13; 2
Tim. 3:16-17).
 Una vida permanente de predicación de la palabra de Dios (1 Cor. 9:16;
2Tim. 4:1-2).
 Una actitud permanente de solidaridad y generosidad cristiana para
los necesitados (Hech. 4:34; 20:35).
 La práctica de ayunos, oración y vigilias.
 El reconocimiento de la dignidad del ejercicio ministerial (1 Tim. 5:17 -
19).
 Un culto Cristo céntrico, donde predomina un servicio a Dios, ferviente y
expresivo (Hchs. 2:47).
 El ínter comunión cristiana, sincera como señal de ser el pueblo de Dios
(Rom. 2:10; Pdr. 1:22).

B.1. Alternativas para preservar nuestra identidad.


En primer lugar, aceptar y valorar que, como miembros del cuerpo de Cristo,
(por ser cristianos evangélicos), reconocernos e identificarnos mediante nuestra
procedencia con “Las Asambleas de Dios del Perú”. Cuyo propósito central es
cumplir la gran comisión; Mateo 28:19 – 20, responsabilidad que debe ser
cumplida por todos, en un ambiente de unidad, santidad, compañerismo, amor
fraternal, investidos por el poder del Espíritu Santo y con la manifestación plena
de los dones espirituales. Podemos mencionar otras más:
 Mostrar en nuestra actividad diaria y ministerial el fruto del Espíritu
Santo (Gal. 5:22-23).
 Estudiar y obedecer, con fidelidad, las sagradas escrituras.
 Respetar la organización y el gobierno de nuestra Institución a nivel
Local, Subregional, Regional y Nacional.
 Reconocer y aceptar líderes, miembros en general de nuestra Institución
regida por su propio Estatuto y Reglamento.
 Rechazar el egoísmo e individualismo, porque pone en peligro la unidad,
la estabilidad y la edificación del cuerpo de Cristo.
 Nuestra identidad de ser pentecostales debe tener sustento escritural.
Para que mediante las escrituras se enseñe y se exhorte a todo creyente
a ser bautizado en el Espíritu Santo.
 Valorar y difundir, con amor las doctrinas específicas de nuestra
Institución.
 Comprometernos individualmente y colectivamente a compartir
nuestros conocimientos, dones, ministerios y recursos para alcanzar los
fines de nuestra Institución.
 Formar un grupo de líderes altamente capacitados para evaluar y
contrarrestar las nuevas corrientes teológicas que aparecen, con el fin
de velar la estabilidad doctrinal y espiritual de la iglesia (1Tes.5:21). La
identidad Institucional no se logra solamente modificando parte de los
estatutos, ni creando nuevas normas, tampoco reemplazando a
personas, sino más bien renovando nuestros corazones con la autoridad
de las escrituras y la comunión con el Espíritu Santo (Sal. 51:10; Tito 3:5;
1 Pdr. 1:23).

C. El valor de nuestra Institución: En cuanto a “Las Asambleas de Dios del


Perú”, como institución religiosa, su naturaleza y sus fines tienen mayor
alcance. En cuanto a las relaciones hay una doble dirección. La dirección
horizontal (las relaciones humanas), y la vertical (la relación del hombre con
Dios). En cuanto a la temporalidad no solo se conforma con la presente, sino
que apunta a la eternidad (la segunda venida de Cristo). También se
preocupa por el bienestar integral del hombre (físico espiritual). Por
mandato divino, se entrega la predicación del evangelio a las personas,
presentándole la regeneración y salvación en Cristo, por otro lado, enseñar e
instruir a los cristianos a que se congreguen y vivan bajo la normatividad de
la palabra de Dios. En resumen, la importancia de nuestra institución es
notorio a mayor valor es mayor nuestro compromiso en consecuencia mayor
es nuestra responsabilidad.
II. PENTECOSTALISMO E IGLESIAS HISTÓRICAS
A. Raíces Originarias del pentecostalismo: A partir de la década de los ochenta,
el pentecostalismo tiene otra imagen. La teología norteamericana había
introducido matices teológicos, que ha llegado a desestabilizar la línea
tradicional pentecostal. Lo que ha traído como consecuencia la controversia
teológica, eclesiológica y escatológica. La Influencia Wesleyana en el
pentecostalismo:
La influencia tiene que ver con el avivamiento espiritual ocurrido en
Inglaterra, avivamiento iniciado por Juan Wesley (1703-1791), el fundador del
metodismo estaba ligado a la iglesia anglicana, permaneció en ella con el
propósito de restaurarla en su época la iglesia anglicana (la primera mitad del
siglo XVIII). Había decaído espiritualmente los clérigos eran carnales e
indiferentes a las necesidades de sus fieles. En este contexto, el deísmo ganó
un espacio considerable. Wesley llegó a tener un acercamiento más próximo
al pentecostalismo en cuanto a lo neumatológico, reconocía la continuidad de
los carismas durante los tres primeros siglos, explicaba que la discontinuidad
de estos se debía a la decadencia espiritual de la iglesia por ese tiempo
estaba interesado en los frutos de Espíritu Santo. Es decir, en lo que hace el
Espíritu en la vida de los creyentes, en relación a su santificación y la
salvación personal, a diferencia de otras confesiones cristianas que
enseñaban que la completa santificación se alcanza después de la muerte,
Wesley afirmaba que podía lograrse antes. A partir de 1772, declara que
durante el proceso de santificación hay una segunda bendición. Experiencia
que puede ser descrita como el bautismo del Espíritu Santo. Es en esta parte
en donde vemos la manera en que el pentecostalismo está vinculado con el
metodismo.

B. Naturaleza y Carácter del Pentecostalismo


B.1. Naturaleza del Pentecostalismo: es cierto que el movimiento pentecostal
surge a raíz de los avivamientos norteamericanos de los años 1901 y 1906 no
obstante la naturaleza del pentecostalismo no se determina como únicamente
después una perspectiva histórica por ser parte del cuerpo de Cristo, su
naturaleza debe ser analizado desde una perspectiva escritural, varios
eruditos están de acuerdo que la iglesia nace en el día de Pentecostés
cuando el Espíritu Santo fue derramado sobre los ciento veinte discípulos (Hech.
2:1) esta posición tiene fundamento escritural, la base lo encontramos cuando
nuestro Señor dialogó con el apóstol Pedro (Mat.16:18). En este versículo se
observa dos cosas muy importantes:
a) La fundación de la iglesia se proyecta al futuro.

b) El Señor enfatiza con una expresión posesiva que indica que la iglesia es suya
(“Mi Iglesia”). Todo esto está en armonía con los propósitos eternos de Dios,
pues desde “antes de la fundación del mundo”, él nos escogió como pueblo
suyo (Efe. 1:4-5; Mat. 25:34). El pueblo de Dios en el antiguo pacto se
circunscribe en una nación: Israel (Dt. 7:6-9; 14:2). En el nuevo pacto el
pueblo del Señor tiene alcance universal: la iglesia (1 Cor. 10:32; 12:28; Ap.
7:9-14). Pues bien, la experiencia que tuvieron los discípulos en Pentecostés
es el punto crucial para definir la naturaleza y la misión de la iglesia y por
ende el pentecostalismo. Queda claro que como parte del pueblo de Dios
(iglesia), tenemos una misión que cumplir (“hacer discípulos”). El hecho
glorioso del derramamiento del Espíritu Santo establece el inicio y la
naturaleza de la iglesia. Además, uno de los fines del bautismo del Espíritu
Santo fue que la iglesia saliera a evangelizar el mundo investido de poder
(Lc.24:48-49; Hch. 1:8), en cuanto al milagro ocurrido en Pentecostés se hizo
realidad el anuncio y la promesa que hizo Juan el Bautista y Nuestro Señor
Jesucristo (Mat.3:11; Hch. 1:4-5; Lc. 24:49).

B.2. Carácter del Pentecostalismo: Cuando surge el movimiento pentecostal


en los primeros años de 1900, nadie pensó que iba tener un desarrollo
sorprendente, que ha impactado incluso los círculos más importantes del
cristianismo moderno. Los historiadores y sociológicos aceptan que los
pentecostales comprenden el grupo de iglesias más rápidamente en los últimos
años. Los pentecostales están presentes en Europa, en Rusia y otros países
socialistas, sin embargo, sobresalen numéricamente en América Latina y África.
Las razones por las cuales crecen explosivamente, coinciden con las doctrinas y
las prácticas que las distinguen de las demás denominaciones.
 El bautismo con el Espíritu Santo, fundamentado en la promesa hecha por
nuestro Señor Jesucristo (Hch. 1:8)
 El ejercicio de los dones, que deben ser hechas en forma agradable y bien
disciplinado (1 Cor. 14:39- 40)
 La continuidad de los milagros y sanidades. Dios sigue obrando
sobrenaturalmente con el fin de destruir las consecuencias del pecado (Mr.
16:18; Heb. 13:8)
 Existe una entrega concientizada, a realizar evangelismo a nivel Local,
Subregional, Regional y Nacional (también en otros países). Como consecuencia
de haber sido investidos de poder (Hch. 1:8)
 El culto pentecostal es impactante, atractivo y abundante por el gozo de los
adoradores. Se distingue por ser mayormente un punto formal y espontáneo
donde todos participan orando, alabando, batiendo las manos, glorificando,
dando testimonio y ejerciendo los dones.

C. Esencia del Pentecostalismo: En la absoluta y permanente dependencia de la


iglesia con Cristo, se encuadra la esencia del pentecostalismo. La unión y la
perseverancia del creyente en Cristo son los que determinan los que es el
movimiento pentecostal. En la conocida alegoría de la Vid y los pámpanos,
Jesucristo recomendó a sus discípulos que permanecieran en la vid, es decir
en Él, en su palabra y en su amor (Jn. 15:1-8). El pentecostalismo ha dado
mucho fruto (crecimiento cuantitativo y cualitativo), por su unión
íntima, estrecha con Cristo. Esta permanencia se logra por la unión que se
mantiene por la fe, la perseverancia de los creyentes en la oración y por un
servicio de amor (Jn. 15:5-7;9:10)

D. Ejemplo del Pentecostalismo: En el A. T. el Espíritu Santo descendía


temporalmente, sobre determinados personajes (Rey, sacerdote, juez,
profeta), con el propósito de otorgarles poder sobrenatural, para que puedan
cumplir funciones específicas (Jue. 3:34; 11:29;14:19;15:14; Sal. 51:11;1 Sam.
16:14). En cambio en la época neo testamentaria la presencia del Espíritu
Santo es permanente pues mora y opera en la iglesia y en cada creyente
(Rom. 8:9; 1 Cor.3:16;6:16; Cor. 22). Jesús es el supremo y perfecto ejemplo
para la iglesia cristiana, en este sentido el inicio y desarrollo en el ministerio
terrenal de Jesús, nos la razón para sustentar nuestras convicciones
pentecostales. Durante su ministerio, el hijo de Dios, nunca hizo uso de sus
poderes divinos para realizar prodigios y señales. El apóstol Pedro segura que
el Señor realizó milagros por el poder de Dios, obsérvese la fuerza de su
llamado al auditorio para que sean testigos de lo que está diciendo respecto a
“Jesús Nazareno”, es verdad Hch. 2:22.

E. La Fuerza del Pentecostalismo: La revelación de Jehová sobre Zorobabel,


tiene mucha significación para nosotros, cuando le dijo “no con ejército, ni
con fuerza, sino con mi espíritu ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zac. 4:6).
Con esta revelación Jehová le estaba diciendo al pueblo de Israel que toda la
obra de reconstrucción de Jerusalén, y el templo no dependía de la fuerza ni
de la destreza del hombre sino del Espíritu de Dios. Esta verdad es aplicable
para la iglesia del señor así lo comprendió el apóstol Pablo cuando nos
enseña que los ministros son solo instrumentos en los propósitos de Dios.
Pueden ser poderosos predicadores, excelentes maestros hábiles
administradores, sin embargo, el éxito, el conocimiento de la obra no
depende de la fuerza humana, sino exclusivamente de Dios (1 Cor. 3:5-9),
Bajo esta perspectiva la fuerza de nuestra institución no descansa en la
grandeza, ni en la capacidad humana, sino en la persona y el poder del
Espíritu Santo (1 Cor. 4:16-18,26; Rom. 8:14,26:34)

III. HISTORIA DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS


El DESARROLLO DE LADP EN EL MUNDO
El concilio General de LADP, de los EE.UU. surgió como resultado del movimiento
pentecostal que tuvo su origen a principios del presente siglo y que se esparció
más tarde con rapidez por todo el mundo. Asambleas de Dios, tenemos que
enmarcarlo dentro de lo que se ha denominado el movimiento pentecostal, el
cual surgió del gran avivamiento evangélico, que se dio simultáneamente en
varios países del mundo a principios del siglo XX, y que finalmente llegó a
organizarse en los EE.UU. de Norteamérica en 1914.
 La iglesia metodista llega a EE.UU. donde crece rápidamente por el
impulso de Juan y Carlos Wesley.
 El movimiento de la perfección cristiana o de santidad sale del corazón
del metodismo. La doctrina de la santificación les dio mayor fuerza e
impacto a los avivamientos en Norteamérica.
 Se menciona de un gran avivamiento por la mitad del siglo XVIII. Aquí
sobresale el pastor congregacionalista Jonatan Edwards (1703-1758) en su
congregación comenzó el avivamiento que luego se dispersó por todas las
colonias norteamericanas, además en Inglaterra.
 El segundo avivamiento en el continente norteamericano se vive en las
primeras décadas del siglo XIX.
 El evangelista Carlos Finney (1792-1834), es utilizado por Dios para
expandir este despertar espiritual en otros lugares.
 Edgard Irving (1792-1834), pastor presbiteriano escoses de Londres, muy
conocido por su elocuencia y porque en sus reuniones había
manifestaciones de dones (lenguas, interpretación y profecía).
 En 1851 se dio otro avivamiento en Conwall, Inglaterra, expandiéndose a
Norte América, Gales e Irlanda.
 El moviendo de santidad también contribuye con el surgimiento del
pentecostalismo. Personajes relacionados con este avivamiento están A.B
Simpson, A.J. Gordon y Jhon Alexander Dowie.
 Aparecen corrientes teológicas fundamentalistas, casi paralelamente con
el movimiento Wesleyano de santidad. Estas corrientes fundamentalistas
nacen como protesta por la pobreza moral en la que había caído la
sociedad norteamericana, como consecuencia de la guerra civil de 1861-
1865.
 A inicios del siglo XX, el don de lenguas tiene mucha fuerza en el
surgimiento del pentecostalismo.

MOVIMIENTO PENTECOSTALISMO Y LA FORMACIÓN DE LADP


Todos estos antecedentes históricos contribuyeron para que se manifieste el
movimiento pentecostal. Los inicios del pentecostalismo están relacionados con
dos avivamientos. El primero, lo experimentaron Carlos Fox Parham en
compañía de 03 de los estudiantes de la Escuela Bíblica Bethel en Topeka, Kansas,
EE.UU. estaban reunidos con el gran deseo de buscar y reconocer a Dios, hasta
que el 01 de enero de 1901, por la gracia de Dios recibieron con el bautismo del
Espíritu Santo.
En virtud uno de estos grupos comenzó reuniones de esta sentida necesidad.
El segundo avivamiento espiritual está vinculado con el 09 de abril de 1906, con
el predicador Bautista Guillermo J. Seymour, predicador de color quien
predicó a la gente de color y en la ciudad de los Ángeles, California, donde
presentó el mensaje y muchos se convirtieron al evangelio de Cristo y la
experiencia pentecostal sucedió también en la calle de Asusa 312, Los Angeles,
California. Frecuentemente se afirma que el avivamiento de la calle Asusa,
genero el surgimiento del movimiento pentecostal y punto geográfico clave
para la expansión del moviendo pentecostal. En las reuniones dirigidas por el
predicador del color Seymour, hubo diversas manifestaciones del Espíritu Santo
como milagros, sanidades, glosalia y caídas. Venían muchas personas, líderes y
misioneros de diferentes lugares del mundo. Una vez que recibían la bendición
de lo alto, regresaban a sus lugares de origen para divulgar el mensaje
pentecostal (Italia, Canadá, Brasil, Argentina, Noruega, Dinamarca, Suecia, etc.)
La doctrina y práctica pentecostal desde sus inicios no fue recibida muy bien por
las denominaciones establecidas en Norteamérica. Hubo críticas, rechazos, hasta
expresiones despectivas como “endemoniados”. A pesar de las contrariedades el
movimiento pentecostal se expandió.
Las denominaciones relacionadas con la doctrina de la santidad se vieron en
apuros con la influencia pentecostal. Cuando sus miembros recibían el bautismo
con el Espíritu, se les aplicaba drásticas, sanciones, eran expulsados. Lejos de
amedrentarse, perseveraban y uniéndose todos los que quedaban fuera,
establecían congregaciones de corte pentecostal.
Una de las denominaciones grandes relacionadas con la doctrina de la santidad,
era la Alianza Cristiana y Misionera. En 1907 deciden distanciarse del
pentecostalismo, aun cuando su fundador Simpson aceptaba la glosalia, pero no
como señal inicial del bautismo con el Espíritu Santo. Esta decisión les costó
mucho, pues varias congregaciones y líderes se desligaron de la Alianza
Cristiana y Misionera pasó a formar parte de las Asambleas de Dios.
Desde entonces pequeños grupos de obreros cristianos sinceros procedentes
del avivamiento pentecostal se esparcieron por estados de Kansas, Oklahoma y
posteriormente Texas. Así va formándose Asambleas de Creyentes; quienes más
tarde decidieron solicitar la formación de un concilio general, según el modelo
del Concilio de Jerusalén (Hechos 15. El pedido fue aceptado. En vista del pedido
se convocó a un concilio general bajo la presidencia del Rev. E. N. Bell, y la
secretaría de J.J. Roswell Flower.
El concilio general llevado a cabo de 2 al 12 de abril de 1914 en la ciudad de Hot
Springs Arkansas, evento al que asistieron alrededor de 300 ministros y
delegados, de las diferentes iglesias Pentecostales independientes. En este
concilio debatieron para que puedan trabajar en base de unidad, cooperación y
sobre la extensión del reino de Cristo en todo el mundo.
En consecuencia, las Asambleas de Dios se organizaron como una confraternidad
voluntaria Y en 1916 En San Luis Missuari fue aprobada definitivamente la
declaración constitucional de Asambleas de Dios.
Empezaban a caracterizarse por los énfasis espirituales siguientes:
 Daban una libertad espiritual a la adoración enfatizando la experiencia
personal con Dios y la operación de los dones del Espíritu Santo.
 Se dedicaban fervientemente a la tarea evangelística de “salvar almas”

A. LAS ASAMBLEAS DE DIOS EN EL PERÚ


Antes que se forme Las Asambleas de Dios en el Perú, los misioneros
Pentecostales eran enviados por sus mismas iglesias a diferentes países del
mundo. Algunos misioneros que ya se encontraban en el Perú cumplían con su
labor de evangelizar.
El 29 de noviembre de 1910 salieron de EE.UU. los misioneros Howard
Whittemore Cragin y su esposa Clara May Harrell, quienes llegaron al Callao el 12
de febrero de 1911. La llegada de los esposos Cragin significaba el inicio del
pentecostalismo en el Perú. Pero no duró mucho tiempo, porque se encontraron
con misioneros de la Iglesia Metodista ya establecida y de la iglesia evangélica
peruana en formación; que no estaban dispuestos a recibir el mensaje
pentecostal y le brindaron muy pocas oportunidades para predicar. Howard
Cragin lleno del Espíritu Santo no duró mucho tiempo en Perú, porque Dios lo
estaba llamando a Ecuador y Bolivia, donde estableció iglesias.

B. ESTABLECIMIENTO Y DESARROLLO DE LADP


En el año 1919 cuando sólo había aproximadamente 52,843 habitantes en
Lima, antes que circulara el primer ómnibus, arribaron al puerto del Callao los
misioneros de Asambleas de Dios: Forrest Barker, su esposa Ethel York de
Barker, su hija Esther Barker y el joven Raymond Hurlburt. Quienes llegaron al
Callao el 13 de octubre de 1919, y se alojaron en el Hotel “Mauri”, cuando
empezaba el segundo gobierno del presidente Augusto B. Legía. Después de
una breve estadía en la capital, iniciaron los primeros viajes misioneros hacia
el interior del país:
Antes de partir a Macate, se entrevistaron con el misionero Juan Retchie
quien era presidente de Cooperación en el Perú; para ver lugares donde
faltaba establecer una Iglesia. Luego de la entrevista por recomendación de
Juan Retchie, se embarcaron a Chimbote con dirección a Macate. Llegando al
puerto de Chimbote emprendieron el penoso viaje por tierra al pueblo de
Macate, en acémilas alquiladas en las que cargaron sus pertenencias como:
camas, ropas, instrumentos musicales, literaturas entre otros.
En este penoso viaje cabalgaron cerca de dos días y llegaron a Callejón de
Huaylas; cansados y se alojaron en una casa muy humilde de una señora
Católica Romana. Macate, distrito de Huaylas en aquel entonces no contaba
con agua potable, luz eléctrica, ni desagüe. Para los misioneros fue una triste
realidad en este país, que venían de un país desarrollado como EE.UU. pero
se resignaron a todo, por amor a la bendita causa de Cristo Jesús; de “Id y
predicad el evangelio a toda criatura...”
La presencia de los misioneros llamó mucha atención en la comunidad, en el
pueblo pequeño empezaron predicar el evangelio de salvación, en el lugar de
salón de actos del Concejo Municipal. En aquel pueblo el primer convertido a
Cristo fue la familia de don Domingo Quesada, de esta manera Las Asambleas
de Dios fue expandiéndose por Yungay, Caraz, Huaraz y por todo el Perú.
Antes de la Constitución legal, iniciaron con la creación del Primer Instituto
Bíblico en el año 1935, el esfuerzo de las misioneras Olga Pitt y Ruth
Couchman, se inauguró en Lima el Instituto Bíblico Pentecostal, que significó
un paso importante en el desarrollo de la Iglesia Nacional. Comenzó a
funcionar su actividad educativa con 12 alumnos en 1936, en una casa
alquilada en Miraflores. Hoy Seminario Bíblico Andino de LADP.

ALUMNOS EN IBAD

C. LA CONSTITUCIÓN DE LADP EN EL PERÚ


Años más tarde Las Asambleas de Dios, se constituye en 1939 cuando
empezaba el primer gobierno del presidente Dr. Manuel Prado, se llegaron a
constituir “Las Asambleas de Dios del Perú”. Con la participación de
Misioneros Norteamericanos y predicadores nacionales, eligieron la primera
Junta Directiva conformado por los siguientes:
 Superintendente: Rev. Forrest Barker
 Secretario: Rev. Hertert Felton
 Consejero: Rev. Walter Erickson

D. SU EXPANSIÓN.
Después de su establecimiento, LADP empezó a desarrollarse
considerablemente en todo el país. Los primeros lugares que recibieron
Palabra de Dios, a través de los misioneros de EE. UU y nacionales: Macate,
Yungay, Callejón de Huaylas, Caraz, Callao, Huancayo, Huancavelica,
Ayacucho, Surquillo, Huaraz, Ancash, Trujillo, estos son los lugares donde se
predicó el evangelio. Años más tarde Las Asambleas de Dios se estableció en
todo el Perú (Costa, Sierra y Selva) para la gloria y honra de Dios.

E. LOS PRIMEROS MINISTROS NACIONALES.


Como resultado de la labor evangelística en Huaycayo por los misioneros
Forrets Barker y Ralph Ligthner, se convirtieron al Señor Jesucristo los
hermanos Juan e Hipólito Astete en 1925. Aquellos huancainos predicaron
juntamente con los misioneros sirviendo de intérpretes quechuistas a los
misioneros Barrer y Erickson en los departamentos de Junín, Ancash,
Huancavelica, Ayacucho y Lima. Llegaron a más de 100 pueblos sufriendo
ataques sangrientos, persecuciones, organizado por el Clero Católico
Romano.
Otro pionero nacional fue el pastor Teodoro Cano, natural de Huaraz en 1926,
fruto de los hermanos Juan e Hipólito Astete. Teodoro Cano predicó en varios
pueblos. A continuación, se menciona la lista de los primeros pastores y
evangelistas nacionales: Emiliano Béjar, Antonio Vela, Eliseo Milla, Alberto y
Carmen (esposos), Álvarez Benjamín Toro, Manuel Alva, Antenor Torres,
Florencio Reyes, Santiago Moreno, Teófilo Ardiles, Domingo Quesada, Emilio
Sanchez, Máximo Alvat, Justino Aliaga, Alfredo Villar, Elías Sierralta. Entre
otros pioneros nacionales quienes dieron su vida luchando, trabajaron
incansablemente por sus prójimos para que llegue el evangelio de salvación a
todo el Perú. Estamos seguros, de que existieron muchos ministros del Señor,
de muchos de ellos, sus nombres quedaron en el olvido, sin embargo, fueron
fundadores de las iglesias en los pueblos más apartados del país, cuyas vidas
y ministerios fueron realmente “cartas abiertas” dejando huellas de héroes
en la vida y misión de la iglesia en el Perú.
El avance del evangelio en el Perú no fue fácil, los misioneros y los primeros
cristianos ofrendaron sus vidas por causa de Jesucristo. Eran atacados,
masacrados, adultos, madres gestantes, jóvenes, niños y ancianos sin piedad,
con piedras, palos, machetes, y otros objetos, pero no fue una barrera para
que avance el evangelio de salvación, cuánto más persecuciones más iglesias,
más cristianos aumentaban por la gracia de Jesucristo. Entre sudor,
sufrimiento, dolor y sangre establecieron iglesias en diferentes lugares.

IV. PENTECOSTALISMO Y POSTMODERNIDAD


A. AVIVAMIENTO.
Como hemos visto el movimiento pentecostal surge a raíz de dos grandes
avivamientos espirituales en Norteamérica. En los años 1901 y 1906, los círculos
cristianos y la sociedad norteamericana fueron impactadas por este despertar
espiritual. Posteriormente vieron sus beneficios, el evangelio fue difundido con
perseverancia en todo lugar y muchas personas mejoraron su estilo de vida.
¿Y qué de nosotros? ¿A caso no somos pentecostales? Y si lo somos ¿Por qué no
lo parecemos? Si es así, entonces necesitamos que Dios, pronto, envíe un
avivamiento. El vocablo avivar literalmente significa volver a la vida después de la
muerte. Rm. 14:9.
Si estamos perdiendo o hemos perdido nuestra identidad institucional, significa
entonces que hay descuido o indiferencia en relación a nuestras vidas
espirituales. No es otra cosa que no estamos en permanente comunión con Dios
y con su hijo Jesucristo. Es decir, el fuego que estaba ardiendo en nuestros
corazones se está extinguiendo. Posiblemente muchos se preguntarán ¿Qué
hacer ante esta situación crítica? Unos responderán, restaurar nuestra identidad.
Para lograr este fin necesitamos que nuestra comunidad anhele un gran
“hambre” espiritual, que no es otra cosa que interesarse en un avivamiento
(Salmos 85:6) Si nuestra iglesia no tiene ese gran deseo por buscar la presencia
de Dios, jamás lograremos ser instrumentos útiles en su obra. Ni tampoco
alcanzaremos la plenitud de su poder, para poder cumplir la tarea evangelizadora
con mayor eficacia (Zacarías 4:6) aún más, no podremos preservar nuestra
identidad institucional si todos esto está de acuerdo con nuestras convicciones
pentecostales, solo entonces no queda una opción volver a la palabra y a la
oración. Necesitamos que Dios obre de manera sobrenatural, según sus
propósitos eternos, para ello, urge que paguemos el alto costo que demanda
su avivamiento, postrémonos, como corresponde con mucha humildad, sacrificio
y perseverancia (Romanos 12:1) Antes de reflexionar sobre el costo de un
avivamiento, en inevitable puntualizar algo importante, la vida espiritual a nivel
individual y eclesial, exclusivamente de la obra de Dios. No existe ningún hombre
por más capacitado que sea, que pueda despertar un avivamiento, solamente
Dios puede hacerlo porque Él es el autor de la vida (Hechos 3:15) y lo hace a
través de su Espíritu y de su palabra (Lucas 16:17-11, 12-15; 2 Timoteo 3:16-17)
El costo de un avivamiento espiritual encontramos en el pasaje de 2 Crónicas
7:14 en este versículo encontramos las exigencias de Dios para que envíe un
avivamiento a su pueblo.
 “Si se humillare mi pueblo”. Estar frente a la presencia de Dios nos lleva a
reconocer la condición pecaminosa de nuestro ser, como lo experimentó
el profeta Isaías (Isaías 6:5) en este momento aceptamos con humildad
que no somos dignos delante de su presencia.
 “Y oraren y buscaren mi rostro”. La oración es fundamental en la vida
cristiana. Debe ser un diálogo con Dios; auténtico, formal espontáneo
espiritual, con fe íntimo y con propósito definido (Mateo 6.5-8: Lucas
17.1-26; Santiago 1:5-6; 4:3) la oración debe ser intensa y perseverante.
 “Y se convirtiesen de sus malos caminos”. El verdadero avivamiento
comienza con el corazón de cada creyente. Cuando confesamos nuestros
pecados, cuando abandonamos todo aquello que obstaculiza nuestra
comunión con Dios. Tenemos que regresar a Dios y a su palabra, para vivir
en santidad, obediencia en servicio para cumplir la voluntad de Dios (Prv.
28.13).
 “Yo oiré…y perdonaré sus pecados, y sanaré”. Si no cumplimos con las
anteriores exigencias, no gozaremos de estas grandes bendiciones. “al
corazón contrito y humillado”, Dios jamás lo despreciará (Salm. 51: 17).
Solamente cuando nos humillamos, cuando abandonamos nuestros
pecados y regresamos a la presencia de Dios y nos sometemos a su
voluntad; solo en estas circunstancias Dios enviará un avivamiento
¿Estamos a hacerlo cada uno de nosotros?

B. RETOS DEL POSTMODERNIDAD AL PENTECOSTALISMO.


La iglesia cristiana contemporánea se encuentra dentro de un proceso de
globalización y postmodernidad. Con los sofisticados medios de comunicación
que ahora cuenta, ya no existe distancias ni fronteras con el avance de la
tecnología podemos comunicarnos con cualquier parte del mundo.
Con el desarrollo científico y tecnológico, le parece que al hombre ya no iba a
necesitar de Dios.
Existen varios desafíos que la modernidad presenta a la comunidad pentecostal,
que merecen ser conocidas para ser consideradas desde una perspectiva
escritural.
Mencionaremos solo lo más significativos:
 El hombre postmoderno vive el momento actual, es presentista. Ha
perdido el sentido de la historia. Vive el presente, desligado del pasado y
no está interesado por un futuro mejor. Es un tiempo sin horizonte
histórico, ni orientación, donde los acontecimientos, las noticias pasan
con tanta rapidez por los diversos medios de comunicación que no hay
tiempo para la reflexión. Ante esta realidad ¿podemos perder nuestra
perspectiva escatológica?
 Estamos frente a una sociedad que se ha perdido ante los valores éticos.
No hay marco normativo que determine la línea conductual del hombre.
Hoy la moralidad está determinada por lo que pueda ofrecer felicidad o
placer. Una de las formas de sentir placer es satisfacer sus propias
necesidades. Esto lo lleva al consumismo, aprovecha “las súper ofertas”,
pague uno lleva dos, llévelo y pague después. Esto no es solo un
problema sociológico, sino teológico y pastoral. Aquí vemos una de las
razones del porque hay una ausencia notoria en la escuela dominical.
 Es porque nuestros miembros van con toda la familia a hacer las compras
el día domingo, por las mañanas. Los grandes centros comerciales son
“los nuevos templos” donde muchos creyentes asisten para celebrar “el
día del consumo” y no “el día del Señor” (Hch. 20:7; 1 Cor. 16:2).
 Otro desafío es que en la postmodernidad hay muchas preocupaciones
por el cuerpo (narcisismo). Nuestra sociedad se siente atraída para
adquirir y usar diversos productos de belleza, con el propósito de mejorar
su apariencia física. Y cuando esto no da resultado se recurre a la cirugía
estética (mejorar el perfil, desaparecer las arrugas, aumentar o disminuir
el busto, tener más caderas con el implante de las siliconas).
En el cristianismo y en toda religión el cuerpo es usado como objeto de
culto. Pablo demanda “os ruego… que presentéis vuestros cuerpos es
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es nuestro culto racional”
(Rom. 12.1) en toda pretensión narcisista se cae en un vacío espiritual,
jactancia y altivez pues, estas personas piensan que son más
presentables, inteligentes y atractivos que los demás pero, no se dan
cuenta que están rindiendo culto al cuerpo bello y sin darse cuenta se cae
en la idolatría, “el cuerpo ya no se utiliza para adorar a Dios sino para
adorarse así mismo”. Estos desafíos de la sociedad postmoderna, nos
debe hacer reflexionar seriamente, porque afecta nuestra identidad
pentecostal. Porque la iglesia tiene la gran responsabilidad de presentar el
evangelio con su mensaje contextualizada a nuestra realidad.

V. FUNDAMENTOS DOCTRINALES DE LADP


“Las Asambleas Dios del Perú”, como institución cristiana evangélica reconoce la
autoridad y normatividad de las Sagradas Escrituras. En esta parte, concordamos
con las demás iglesias evangélicas al considerar a la palabra de Dios como la
única norma en cuestiones de fe, doctrina y conductiva. Desde sus inicios hasta el
presente, los diferentes líderes que ha asumido la dirección y el gobierno de
nuestra institución, han velado con diligencia que nuestras doctrinas y practicas
tengan fundamento escritural. Por tal motivo, en esta parte, abordaremos en
forma breve y clara las principales doctrinas que nos caracterizan. Sin dejar de
mencionar otras, que también son importantes.

Doctrina Bíblica.
Por ser miembros del cuerpo de Cristo, y por nuestra condición de ser creyentes
redimimos y sellados por el Espíritu Santo, nos sometemos a la dirección del
Espíritu de Dios y a la normatividad de las Escrituras (Jn. 16:13; Ef 1:13; 2 Tim.
3:16-17). Como iglesia del Señor, hemos sido llamados a hacer la voluntad de
Dios que es agradable y perfecta (Rom. 12:2).
En este sentido “Las Asambleas de Dios del Perú” como iglesia Cristiana
Evangélica, cree, reconoce y practica principios bíblicos doctrinales, llamados
verdades fundamentales, que norman la fe y conducta de sus miembros porque
se tiene la enorme preocupación de edificar a todos los santos. La formación
bíblica de los miembros puede ser hecha a través de la predicación y la actividad
del docente, buscando la confrontación del hombre con la palabra y el Espíritu
Santo (Jn. 14:26).

1. La inspiración de las Sagrada Escrituras


Creemos que la Biblia, las Sagradas Escrituras, el A.T. y N.T. con un total de
66 libros, es sobrenatural, íntegra y dinámicamente inspirada por Dios 2
Tm. 3:15-16, 2Pdr. 3:15-16, por lo tanto, es Palabra infalible de Dios y la
Revelación completa para la Salvación del hombre Jn. 3:16; 2 Pdr. 1.21 y la
única fuente normativa en cuanto a autoridad, fe, doctrina conducta y
práctica cristiana 1 Ts. 2:13.

2. El Único Dios Verdadero


Creemos en la existencia de un solo Dios Vivo, único y verdadero Deut.
6:4;1 Ts. 1.9; Jn. 17:3, creador, preservador y sustentador de todas las
cosas, sean vivibles e invisibles Neh. 9;6; Col. 1:17; Heb. 1:3. Dios es
Espíritu Jn. 4:24, es amor 1Jn. 4:8, Santo Isa. 6:3, Eterno, Isa. 40:28, Justo,
Isa. 45:21 y Misericordioso Ex. 34:6-7. Creemos en la eternidad, Dios
padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, que son tres personas Mat. 28:19,
Jn. 14:16,26 y uno en esencia divina que obran en consejo perfecto y en
unidad para la Redención del hombre y la humanidad.

3. El Señor Jesucristo
Creemos que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre 1Tm. 2:5,
nacido por obra sobrenatural del Espíritu Santo Mt. 1.23.Vivió en la tierra
sin pecado, murió en la cruz y resucitó al tercer día y ascendió
corporalmente a los cielos 1 Tm. 3.16. Está a la diestra de Dios nuestro
único mediador, Señor y vendrá otra vez para establecer su reino. Hech.
1.11; Apoc. 1.7

4. El Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo es una persona divina, posee inteligencia
Jn. 14:26, voluntad Hech. 13:2; 16:7 y afecto Rm. 15:30. Santifica y
perfecciona para el ministerio Efec. 4:12.

5. El Bautismo del Espíritu Santo Creemos en el bautismo del Espíritu Santo


Lc. 24:49; Hch. 1:5,2:4. Jesucristo nos bautiza en el Espíritu Santo cuya
evidencia es hablar en otras lenguas según el Espíritu Santo nos da,
invistiendo para la predicación eficaz del evangelio Hchos. 1.8 6.

6. Los dones y fruto del Espíritu Santo:


A. Dones: Creemos en los dones espirituales 1Cor. 12:1-11. Estos dones
son capacidades sobrenaturales otorgados por el Espíritu Santo de
manera soberana a cada uno de los miembros del cuerpo de Cristo,
para ejercer los ministerios y las funciones con el propósito y edificar y
guardar la unidad de la iglesia del Señor.
B. Frutos del Espíritu Santo Creemos en el fruto del Espíritu Santo. Es la
implantación de la naturaleza de Cristo en el creyente (Gal. 5:22-25;
1Tm. 6:11, tienen las cualidades espirituales de reproducir en cada
creyente el carácter de Cristo.

7. El hombre
Creemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios Gen.
1:26-27, y por su desobediencia libre y voluntaria a Dios, su caída afectó
todas las facultades del hombre, perdiendo así la comunión con Dios,
consigo mismo, con el prójimo y de toda la creación Rm. 1:20-23. Como
consecuencia de la caída todas las generaciones posteriores nacen con
una naturaleza pecaminosa, convirtiendo al hombre pecador por
naturaleza y práctica Rm. 5:12. Siendo la paga de su transgresión la
muerte espiritual y eterna Rm. 6:23.

8. La Salvación
Creemos que la salvación del hombre es por gracia de Dios. La gracia
salvadora se obtiene por la fe en Jesucristo, sin mérito alguno por parte
del hombre Efc. 2:7-8. La salvación en Jesucristo nos libra de la muerte
espiritual y nos redime de la esclavitud del pecado. Rm. 8:1-2. Como
resultado de la obra expiatoria de Jesucristo en la cruz del calvario, Dios
nos ha adoptado como hijos suyos. Jn. 1.12, Rm. 8:14-15; Galt. 3:6-7.
Creemos en la santificación del hombre como obra de Dios por medio del
Espíritu Santo 1 TS. 5:23; 1Cor. 6:11.

9. Las Ordenanzas Creemos que Jesucristo instituyó dos


ordenanzas. El bautismo en Agua y la Santa Cena Bautismo en agua El
bautismo para creyentes fue instituido por Cristo mismo. Se encuentra
incorporado como parte de la gran comisión (Mat.28:19-20.) el bautismo
es administrado después que el candidato hace una confesión de
arrepentimiento, y aceptar a Cristo en el nombre del padre del Hijo y del
Espíritu Santo por inmersión Rm. 6:3-4.
b. La santa cena. - Participan los miembros de una iglesia local
debidamente bautizados antes de participar el creyente debe auto
examinarse (1 Cor. 11.28). Participan solamente los cristianos que
mantienen una vida de santidad, fidelidad obediencia y comunión (1 cor.
11.27-29). Es importante que lo participantes vengan una compresión
clara de lo que significa del Señor (1 Cor. 11:29).
10. La iglesia
Creemos que la iglesia es el cuerpo místico de Cristo Efec. 5:23. La iglesia
está conformada por todas las personas renacidas por la obra del Espíritu
Santo y la palabra de Dios en base a la fe en Jesucristo Jn. 3:5, de todos
los tiempos y lugares. Se congregan en locales visibles han sido
comisionados según Mat. 28:18-20.

11. Los ministros de la Palabra


Creemos que Dios por medio del Espíritu Santo ha constituido ministros
de la palabra Efec. 4:11. No se adquiere por herencia, transferencia o
encargo de hombre alguno, sino por llamamiento divino para un
ministerio específico Heb. 5:4. Efec. 4:12.

12. La sanidad Divina


Creemos que la sanidad divina es resultado de la obra expiatoria de Cristo
Is. 53:4-5. Mat. 10:1,7-8. La sanidad divina es un privilegio para los
creyentes y se obtiene por la fe en los méritos de Cristo, según la
soberanía de Dios Sant. 5:14-16.

13. La Segunda venida de Cristo


Creemos que Cristo retornará en forma invisible para llevar a su iglesia
antes de la gran tribulación 1 Tes. 1:9-10, Apc. 3:10. Cristo volverá por
segunda vez en forma visible y gloriosa como Señor y juez, con los santos
para establecer el Reino milenial Apc. 1:7; 19:11-14; 20:1-7.

14. El reino Milenial de Cristo


Creemos en el reino milenial de Cristo sobre la tierra Apoc. 20:1.7, este
acontecimiento universal se cumplirá después de la segunda venida
visible de Cristo Mat. 24:27.-30, Apoc. 1:7. Este reino milenial traerá
salvación de Israel como nación Ezeq. 37:21-22; Rom. 11: 26-27 y el
establecimiento de una paz y justicia universal en el milenio Miqueas 4:3-
4; Salmos 72:3-8. Desde el apresamiento de Satanás hasta la guerra del
Armagedón donde todos los enemigos de Dios son derrotados por la
espada que sale de la boca de nuestro Señor Jesucristo y con el fuego que
sale de sus ojos.

15. El juicio Final


Creemos que habrá un juicio final Apoc. 20:11-15; Dios ha establecido un
día en el cual juzgará a creyentes y no creyentes, en base a la justicia de
Cristo. Y todo aquel cuyo nombre no se halle en el libro de la vida, será
lanzado al lago que arde con fuego y azufre para sufrir el castigo eterno,
esta es la muerte segunda junto con el diablo y sus ángeles, la bestia y el
falso profeta Mat. 25:46, Apoc. 19:20; 20:11-15; 21:8.

16. Cielos Nuevos y Tierra nueva Creemos en un cielo nuevo y tierra nueva
creadas por Dios Apoc. 21:1-5. Los cielos y la tierra existentes serán
deshechos por el fuego en el día del juicio 2Pedr. 3:7, 10,12. En este
nuevo cielo y tierra nueva, la iglesia de Jesucristo gozará de la
comunión plena con Dios y de su justicia Apoc. 21:3:4;2 Ped. 3:13, donde
servirán a Dios y al cordero Apoc. 22:3, reinarán eternamente
Apc. 22:5; Daniel 7:1

Practicas Espirituales: Ayuno y oración, Vigilas


Prácticas Ordinarias. El matrimonio fue instituido por Dios desde la
creación con el fin de que el género humano se organice a través de la
familia (Gen. 2.24).

La presentación de niños. La presentación de un niño a Dios es una


ceremonia de mucha significación para la familia cristiana la dedicación
de los niños es una práctica común tanto en al Antiguo como en el Nuevo
Testamento (Sam. 1:20, 24-28, 3:19, Lc. 2:21-22:25, 28, 29, 30, 33,40).

VI. ADMINISTRACIÓN
ESTATUTO DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS
¿Que un Estatuto?:; es un conjunto de disposiciones orgánicas que rige la vida de
las asociaciones y cuyo miembro se obliga a acatarlos y sujetarse a ellas”.

REGLAMENTO GENERAL DE LADP


El Estatuto y el Reglamento de LADP son importantes para administrar las
iglesias locales, Juntas Directivas, miembros, ministros y otras instancias de
nuestra asociación. El Reglamento de nuestra asociación comprende un conjunto
de disposiciones que tiene por objeto buscar la eficacia para educar a los
asociados para un mejor funcionamiento. Tales es así que nuestro Reglamento
señalan claramente para los cuales son los derechos y deberes de los miembros
de la asociación.

DEPARTAMENTOS NACIONALES DE LADP


Dentro de su estructura orgánica actualmente está compuesto por 08
departamentos eclesiásticos nacionales.

INSTITUCIONES TEOLOGICAS DE LADP


Nuestra asociación es consciente que no solo el llamamiento y la consagración
son suficientes para el ministerio eficaz, reconoce abiertamente que es
imprescindible la capacitación bíblica, Teológico en el ministerio cristiano por
estas razones se ha establecido diversos centros Teológicos en todo el territorio
nacional, regional subregional y sectorial con el propósito central que los
llamados por Dios reciban una formación integral agradecemos el esfuerzo y
sacrificio de los ministros que integran la plana docente o el cuerpo
administrativo de los diversos centros teológicos que a través de los años han
contribuido con la promociones que han egresado y hoy sirven en la obra de
Dios.

INSTITUCIONALIDAD Y MINISTERIO CRISTIANO.


Lealtad institucional.
“Las Asambleas de Dios del Perú” forma parte del cuerpo de Cristo en este
sentido, deben ser leales en primer lugar a Dios y a nuestra institución.
Asimismo, todos los asociados somos creyentes que profesamos fe cristiana
evangélica. Por lo tanto, debemos guardar sumisión a Dios, obedeciendo sus
mandatos revelados en las Sagradas Escrituras. La fidelidad es una exigencia
trascendental en el Reino de Dios. Así lo enseño el Señor Jesucristo en ciertas
acciones pidiéndoles a sus discípulos a que sean files, leales en lo poco, para que
posteriormente se nos pueda confiar lo grande, (Mt. 25:23; Luc. 16:10-12).
Debe estar presente en todo momento, hasta alcanzar el final de nuestros días
(1Cor. 4.1-2; Apoc. 2.10)
Con nuestra fidelidad, la institución podrá alcanzar, con mayor eficacia los
fines que persigue. De igual modo funcionará mejor su estructura orgánica.
Gratitud y aportes desinteresados.
La iglesia es una nación santa, un pueblo que expresa gratitud a Dios por los
beneficios recibidos. En el Antiguo Testamento, Israel expresa su gratitud en el
culto comunal (Lev. 7:12-13; 23, 29, Gen. 23:30). En el Nuevo testamento la
gratitud forma especial, debe ser manifestada en todo (Ef. 5.4; 20
Pablo enseña “que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Rom.
8.28). Debemos gracias por todas las cosas, por las enfermedades por las
aflicciones aun, por aquellas que, a nuestro parecer, suponemos que son
desfavorables para nosotros (1 Tes. 5:18).
Con relación al cumplimiento de los (diezmos y ofrendas), estos deben ser hechas
con una disposición libre, voluntaria, con humildad y generosidad (2 Cor. 8:2;
9:11-13). Sin buscar o pretender beneficios personales.

GRADOS MINISTERIALES EN LADP.


De acuerdo al estado y Reglamento de las Asambleas de Dios del Perú;
•Ministros Principiantes
•Ministros Cristianos
•Ministros Licenciados
•Ministros Ordenados
Los asensos ministeriales son de acuerdo a los requisitos establecidos en el
Estatuto y Reglamento, en resumen, consiste en tener una buena mayordomía,
una adecuada formación Bíblico-Teológico, conducta intachable, ministerio
activo, bautismo con el Espíritu Santo y aprobar el examen requerido.

VII. IMAGEN INSTITUCIONAL


¿QUE ES IMAGEN INSTITUCIONAL?
Por principio todas las personas, los productos, los servicios, las marcas, las empresas,
y las instituciones producen imagen. En consecuencia, todo ente de existencia real o
ideal es generar de imagen. Podemos definir imagen como “conjunto de creencias y
asociaciones que poseen los públicos que reciben comunicaciones directas o indirectas
de personas, productos, servicios, marcas, empresas o instituciones”. Vale señalar que
la imagen es la representación mental que las personas se hacen con relación a
productos, servicios, etc.
La imagen que la empresa como entidad articula en las personas” es el conjunto de
acciones comunicativas que proyecta una organización con el fin de manifestar su
identidad y fijar una reputación positiva en la mente del público.
Las Asambleas de Dios del Perú, como institución está expresando fielmente su
identidad, y si la reputación (imagen) que goza a su alrededor es propicia.

Lucha por la libertad religiosa. Primeras misiones pentecostales en el Perú: las


Asambleas de Dios en Áncash, 1919 a 1927
La coyuntura de la llegada de los protestantes
Para llegar a una respuesta de nuestra interrogante central planteamos el desarrollo de
un análisis histórico que aborda las circunstancias y acontecimientos mismos del
establecimiento de las misiones en Áncash y también los que rodean al proceso
general marcado por la coyuntura de la llegada y el establecimiento del protestantismo
en el Perú.
Con respecto a esto último, el análisis del proceso de llegada y establecimiento del
protestantismo en el Perú, debemos tener en claro que el pentecostalismo llegó más
tarde que otras sectas importantes, como el anglicanismo, que se estableció en el país,
pero como propia de los grupos de extranjeros, sobre todo anglosajones (Armas 1996:
112). También en la educación los protestantes tenían vigencia desde la creación de la
Escuela Normal (hoy Universidad de la Cantuta) el 6 de julio de 1822, gracias a las
gestiones de Diego Thomson (Gutiérrez 1996: 300).
Pero la primera experiencia en la cual el protestantismo entró en contacto con el
pueblo peruano y se planteó como un credo proselitista es la protagonizada por el
metodismo, que se estableció en el país en 1888 gracias a la llegada del italiano
Francisco G. Penzotti (Armas 1993), que generó una respuesta violenta por parte de la
jerarquía de la Iglesia católica5. Esto se presentó en los trabajos de predicación en
Cocachacra, pueblo
Lucha por la libertad religiosa. Primeras misiones pentecostales en el Perú: las
Asambleas de Dios en Áncash, 1919 a 1927
cercano a Mollendo, cuando los misioneros fueron apedreados por los fieles católicos
por instigación de los sacerdotes del lugar (Armas 1996: 104).
La violenta reacción se puede entender en esos años, ya que desde 1880
aproximadamente se suscitó una serie de polémicas en torno al problema de la
«secularización de la vida cotidiana» a nivel de la tolerancia de cultos, la administración
de los cementerios y el matrimonio civil6. Estas polémicas no solo se presentaron en el
país, ya que, como respuesta al avance de la masonería, el Papa León XIII dio una
nueva condena de la Iglesia en la encíclica Humanum Genus en 1886. En esta encíclica
se ve a los masones, a los liberales y a los protestantes como aliados y enemigos de la
Iglesia (Armas 1996: 104).
El conservadurismo y la represión lograron tener un importante apoyo a través de la
formación en Arequipa de la Unión Católica, en 1886, institución que contó con el
beneplácito y la simpatía del obispo de la ciudad, Juan Ambrosio Huerga (García Jordán
1989: 320). Este obispo sensibilizado por el arzobispo de Lima, Manuel Bandini, al
respecto de la secularización de los cementerios, observó con mucha preocupación la
tarea de Penzotti, ya que este último se trasladó a la ciudad de Arequipa a vender
Biblias (Armas 1996: 104).
En febrero de 1890 el obispo Huerga, apoyado por la Unión Católica, denunció a
Penzotti por contravenir el artículo IV de la Constitución, que fue promulgada el 1860.
El denunciado fue arrestado, pero los reclamos de los representantes diplomáticos
italianos7 dieron lugar a que el mismo presidente Cáceres enviara un telegrama a la
ciudad de Arequipa ordenando la liberación inmediata de Penzotti y de sus dos
seguidores: el uruguayo Arancel y el peruano Illescas (Armas 1996: 104). Estos
colaboradores fueron denominados colportores, término usado para los vendedores de
Biblias (Escobar 1997: 9).
Ya en libertad, Penzotti se trasladó al Callao, en donde continuó predicando en el
templo creado en la calle Colón. El número de asistentes iba en aumento, por lo cual
los sacerdotes del puerto iniciaron desde los púlpitos el ataque contra la «propaganda
protestante». Esto dio lugar a que algunos feligreses, estimulados por sus párrocos,
hostilizaran la casa donde se reunían los protestantes, tanto los misioneros como
conversos. Los ataques en contra de Penzotti y los suyos fueron reforzados por el
arzobispo de Lima, Manuel Bandini, que publicó su Pastoral que don Manuel Bandini,
arzobispo de Lima, dirige al pueblo del Callao con motivo de la predicación de un
orador protestante, en la que se exigía a la feligresía porteña el rechazo a las ideas
protestantes, instándoles a no asistir a sus prédicas, con la amenaza de censura y
excomunión (Armas 1996: 105).
A pesar de la presión, Penzotti y los metodistas crearon la primera iglesia metodista del
Perú en el puerto del Callao, en el mismo año de 1890. Esto motivó una mayor
represión religiosa que se apoyó nuevamente en los principios constitucionales que
fueron violados por Penzotti y sus seguidores como el artículo IV de la Constitución de
1860, que prohíbe la existencia de otros cultos religiosos. El denunciante esta vez fue
uno de los sacerdotes del puerto del Callao, José Manuel Castro (Armas 1996: 106). La
detención preventiva de Penzotti ocurrió el 25 de julio de 1890, y fue ordenada por el
mismo presidente Cáceres, quien cedió a las presiones de los católicos limeños, pero la
fuerza internacional ahora era encabezada por diplomáticos de Estados Unidos y el
Reino Unido, en el país y en el exterior.
La libertad de Penzotti fue un objetivo político que se reflejó en la unidad de la presión
diplomática, las gestiones de los liberales, los masones y la prensa progresista peruana
e internacional. La unidad dio su fruto el 28 de marzo de 1891, cuando «la Corte
Suprema puso en libertad a Penzotti, abriendo el camino para la llegada de las misiones
protestantes» (Gutiérrez 1996: 302).
Luego de estos acontecimientos llegaron muchos misioneros protestantes, pero, a
pesar del ejemplo del caso Penzotti, la represión religiosa no fue dejada de lado por el
catolicismo peruano, que cada vez se sentía más agredido. La represión se manifestó
nuevamente en Puno, en 1913, contra dos misioneros adventistas, los esposos
Friedrich y Ana Stahl, que habían sido invitados al pueblo de Platería por su cacique
Zuñiga Camacho, a fin de fundar escuelas y una clínica para ayudar a los indígenas de la
zona (Gutiérrez 1996: 303). El mismo obispo de Puno, Valentín Ampuero, en compañía
del gobernador, de dos jueces de paz de Chucuito y de una turba de más de 200
indígenas, se dirigieron al pueblo de Platería, destruyeron lo creado por los misioneros,
y apresaron a los conversos y al propio cacique. Los detalles de la represión en el
pueblo de Platería pueden ser leídos en Kessler 1987: 286–292.
Los hechos de platería dieron lugar a la formación de una corriente de opinión
favorable a la tan discutida y polémica de la libertad de cultos, que fue acogida por
importantes políticos e intelectuales de la época, como el educador José Antonio
Encinas y los senadores por Puno Severino Bezada y Mariano H. Cornejo. La presión de
los liberales, los masones y
os protestantes logró imponerse a la posición de los católicos, al extremo que el mismo
Congreso aceptó el debate de la libertad de cultos, a pesar de una forzada procesión
del Señor de los Milagros, acompañada con una marcha de los católicos con rumbo al
Congreso (Gutiérrez 1996: 303–305).
A pesar de las presiones, la decisión política estaba dada. El proyecto presentado por
Severino Bezada fue aprobado en la Cámara de Senadores, en la sesión del 18 de
setiembre, por todos los votos menos tres. El 3 de octubre fue aprobado en la Cámara
de Diputados por todos los votos menos cuatro. El 11 de noviembre de 1915 se
promulgó la Ley de Reforma del artículo IV de la Constitución, que desde ese momento
permite la libertad de cultos (Stanger 1996: 81).
En estas circunstancias, ya en 1914 los misioneros protestantes como primera acción
dividieron el territorio nacional para la evangelización y la fundación de sus iglesias. La
ciudad de Lima fue considerada un lugar libre para cualquier misión. Al año siguiente
nació la Alianza Evangélica del Perú, institución que se dedicó a la búsqueda de unidad
y cooperación entre las diferentes misiones llegadas al Perú desde fines del siglo XIX
(Gutiérrez 1997: 136) (ver cuadro 1).
Las primeras misiones de las Asambleas de Dios en el Perú
Los miembros de las Asambleas de Dios tienen una larga tradición en nuestro país. Sus
primeros misioneros, Howard C. Cragin y su esposa Clara, llegaron al Callao a mediados
de abril de 1911, pero en Lima su mensaje pentecostal no encontró acogida entre los
demás misioneros protestantes establecidos ya en el Perú desde fines del siglo XIX.
Ante esta situación, los esposos Cragin se retiraron del Perú y se establecieron en la
ciudad de Quito, Ecuador, en diciembre del mismo año de su llegada al Callao. Luego
de una dura labor en el Ecuador, los Cragin se trasladaron a la ciudad de La Paz en
1914, para continuar con su prédica y labor social (Kessler 1987: 343).
En 1919 los matrimonios Hurlburt y Baker, misioneros de las Asambleas de Dios, por
ese entonces la mayor Iglesia pentecostal de Estados Unidos, llegaron al Perú. Pero, al
igual que a los Cragin, las cosas les fueron difíciles, ya que John Ritchie, director
regional del Comité de la Cooperación en el Perú, después de observar el mapa que
señalaba los territorios de las misiones en todo el país, les designó la zona de Áncash,
donde no había ninguna misión evangélica (Jeter de Walker 1987: 13).
Los misioneros Barker y Hurlburt, tomando en cuenta lo dispuesto por John Ritchie,
decidieron ir a la zona del callejón de Huaylas, en el centro de Áncash. Después de los
preparativos, ellos y Esther, la hija de seis años de los Barker, se embarcaron en un
vapor de carga rumbo al puerto de Chimbote. Aquí abordaron el tren que los llevó a la
sierra del lugar de su misión. Durante el viaje los misioneros se enteraron de que el
tren no llegaba al mismo pueblo de Huaylas y que, a pesar de su cercanía, no estaban
preparados para cruzar la cordillera y llegar a su destino. Pero esta dificultad fue
superada gracias a que en el tren conocieron a un comerciante del pueblo de Macate,
quien los invitó a su pueblo para predicar. Este comerciante les proporcionó caballos
para montar y burros para su equipaje, y así pudieron hacer el viaje de siete horas
desde donde los dejó el tren hasta Macate, donde fueron hospedados por uno de los
amigos del comerciante (Jeter de Walker 1987: 16–17). Es así como estos misioneros se
establecieron en Áncash, J. R. Hurlburt y su esposa se instalaron en el pueblo de
Macate, y Forrest G. Baker y su esposa Ethel, tomando como base al pueblo de Macate,
penetraron en el callejón de Huaylas y se establecieron en el pueblo de Yungay al pie
del Huascarán. Todo esto ocurrió en noviembre de 1919 (Jeter de Walker 1987: 16–17 y
Kessler 1987: 344).
En 1920 llegaron a ayudar a los Barker tres misioneros más: Paul Cragin (hermano
menor de Howard C. Cragin, que llegó al Perú en 1911) con su esposa, Eunice, y su
suegra, Flora viuda de Hogan. Con este apoyo la misión creció, pero los sacerdotes
católicos, poco capaces de aceptar la libertad Desde el Sur, sintieron la amenaza e
iniciaron una predica en contra de «los diablos protestantes». Además, amenazaron
con la excomunión a cualquiera que los ayudase. A pesar del hostigamiento, los
misioneros decidieron quedarse, lo cual enfureció a los curas, que incitaron a la gente a
atacar a los protestantes y expulsarlos del pueblo. Los misioneros con los hijos de los
Barker escaparon de su casa y se refugiaron donde uno de sus vecinos, pero al día
siguiente el gobernador de la provincia les avisó que debían abandonar el pueblo 24
horas después. El aviso oficial explicaba claramente «que sus vidas no estaban seguras
en Yungay y que las autoridades no contaban con suficientes fuerzas armadas para
protegerlos contra un amotinamiento de la gente» (Jeter de Walker 1987: 29–30).
Con escolta policial los misioneros bajaron por el callejón de Huaylas y se trasladaron al
pueblo de Caraz, donde la gente se presentó más receptiva, y se logró fundar una
misión en esa ciudad. A pesar de ello, la misión duró poco tiempo, ya que los Barker
decidieron retirarse al Callao (Jeter de Walker 1987: 30).
También en 1920 Paul Cragin fue a ayudar a los Hurlburt en la misión de Macate, pero
en esos años, como muchos de los pueblos de la sierra de Áncash, los habitantes
emigraron a la costa para trabajar en las grandes haciendas, y el pueblo y la misión
quedaron sin almas. Con lo cual en 1922 se acabó la obra misional de Macate, ya que
los Hurlburt se fueron al Callao y Paul Cragin se quedó en la región asignada a los
pentecostales; regresó ese mismo año al pueblo de Caraz, pero también por poco tiem-
po, ya que en el año siguiente tuvo que abandonar el callejón de Huaylas. Con esto se
abandonó la obra misional en Áncash, hasta la llegada de un nuevo contingente de
misioneros en 1926 (Kessler 1987: 344–346).

Los problemas de la actividad misional


Los Hurlburt fundaron la primera iglesia de las Asambleas de Dios en el puerto del
Callao en 19228, y en ese mismo año los esposos Barker hicieron lo mismo en
Huancayo, donde los metodistas habían estado establecidos durante muchos años
(Kessler 1987: 344). En ambas ciudades se crearon iglesias pentecostales a pesar de los
acuerdos de 1917, bajo la dirección de John Ritchie, entre las congregaciones
evangélicas instaladas en el Perú. En estos acuerdos se asignaban regiones específicas
para el establecimiento de las misiones de cada congregación o iglesia evangélica en el
Perú. Como ya se mencionó, a los pentecostales se le asignó la región correspondiente
al departamento de Áncash.
Esto provocó una serie de problemas con las congregaciones ya establecidas y los
pentecostales, puesto que los primeros en establecerse en territorios asignados a otras
congregaciones fueron ellos y, en particular, los de las Asambleas de Dios, lo cual
desató una reacción en cadena que provocó la rivalidad que tanto ha empañado la
imagen del movimiento evangélico en el Perú (Kessler 1987: 344–345).
La misión de Huancayo fue creada y organizada por los ya conocidos esposos Forrest y
Ethel Barker, en medio de la oposición de los sacerdotes y la rivalidad de los
metodistas. A pesar de ello, es la que más duró en esos años, gracias a la vitalidad de
los Barker y al carácter más secular y urbano de la ciudad de Huancayo. Después de un
tiempo, el misionero Raphael Lightner se unió a su tarea en los pueblos vecinos de la
ciudad. En 1930 los misioneros esposos Richard y Minnie Williams llegaron para ayudar
a la tarea misional en Huancayo y los pueblos y comunidades aledaños (Jeter de Walker
1987: 31).
Siguiendo a Marzal, se debe tomar en cuenta un acontecimiento de 1925, en la iglesia
pentecostal del Callao, que no se menciona en las historias escritas por miembros de
las Asambleas de Dios como Jeter de Walker o por evangélicos como Kessler (Marzal
1989: 293). Resulta que ese año, cuando era pastor de la iglesia del Callao el misionero
Howard C. Cragin, la iglesia sufrió una división: la membresía más antigua se quedó con
el templo y se incorporó al movimiento pentecostal Solo Jesús, mientras que la
membresía más nueva constituyó una nueva iglesia llamada Luz Divina, que formó
parte de las Asambleas de Dios (Huamán 1982: 49).
Parece que esta división es la que empujó a Howard C. Cragin a iniciar los preparativos
para retomar las misiones en Áncash el año siguiente de 1926. La iglesia del Callao,
según el mismo Kessler, estuvo a cargo de los esposos Hurlburt hasta 1929, año en que
fueron sucedidos por un pastor peruano (Kessler 1987: 346–349).
Si tomamos en cuenta lo explicado por Huamán y resaltado por Marzal, con seguridad
Kessler nos habla de la iglesia Luz Divina, que siguió siendo parte de las Asambleas de
Dios. Más allá de las precisiones históricas, estamos de acuerdo con la lógica
interpretativa de Marzal al señalar el aspecto simbólico de esta primera división:
Este cisma ocurrido en la primera iglesia pentecostal peruana es todo un símbolo de lo
que sucede frecuentemente con las Asambleas de Dios y con otras denominaciones
pentecostales. Como cada iglesia es autónoma y como los pastores y muchos de los
miembros suelen tener la seguridad personal de que el Espíritu Santo los guía, no es
extraño que los conflictos normales en cualquier grupo humano se resuelvan en
cismas, que no afectan la doctrina ni la liturgia pentecostal, sino únicamente al
liderazgo de determinados pastores o miembros. A pesar de eso, las Asambleas de Dios
y las demás denominaciones pentecostales siguen creciendo, sobre todo entre los
sectores más empobrecidos del país, y ya se vio cómo en la Gran Lima las Asambleas
son la denominación más numerosa entre las evangélicas y pentecostales (Marzal
1989: 293).

El regreso al callejón de Huaylas: las heridas de Huaraz


Estamos seguros de que los problemas de liderazgo presentados en 1925 en la iglesia
del Callao, y que dieron lugar al primer cisma en el pentecostalismo desde las
Asambleas de Dios, fue la causa del reinicio de las actividades misionales en el callejón
de Huaylas. Pero antes de retomar la tarea en Áncash, debemos observar que los
esposos Cragin regresaron al Perú de Bolivia y se establecieron en el Callao, en donde,
junto con los esposos Lief y Florence Erickson, continuaron la labor pastoral y durante
ese año también buscaron un lugar para establecer una misión. Como resultado de esa
búsqueda, hicieron un viaje exploratorio al departamento de Huancavelica, pero no
encontraron las bases que satisficieran su labor misional. Y en medio de esta
problemática búsqueda, el director de la Cooperación, John Ritchie, les sugirió dirigirse
a la ciudad más grande del callejón de Huaylas: Huaraz. Esta información fue
proporcionada por Walter Erickson y citada por Kessler (1987: 345).
Como parte de los preparativos, los nuevos misioneros fueron enviados al pueblo de
Caraz, para tener unos días de orientación y aprendizaje del idioma quechua. Estos
misioneros fueron los hermanos Erickson —Arthur, Lief y Walter—, Florence (la esposa
de Lief ), y las señoritas Olga Pitt y Ruth Couchman (Jeter de Walker 1987: 32).
Huaraz, como en los otros lugares en los que se establecieron anteriormente los
misioneros pentecostales, presentaba el inconveniente de la oposición de los
sacerdotes católicos, quienes predicaban en contra de los protestantes. De esta
manera, la población miraba los esfuerzos misioneros con sospecha y hostilidad. Como
señala Jeter de Walker: «El progreso era lento». A pesar de la oposición, los Cragin
(Howard y Clara) y los Erickson (Lief y Florence), decidieron celebrar su primer servicio
bautismal, que era también el primero realizado por los evangélicos en toda la zona del
callejón de Huaylas. Este servicio fue organizado el 27 de febrero de 1927 (Jeter de
Walker 1987: 32).
La reacción de los sacerdotes contra los evangélicos fue por demás clara, debido a su
condición de ser miembros de una Iglesia que se considera como la única
representante de Dios en la Tierra. El hecho de la conversión para esos años supone,
según Jeter de Walker, que:
el ser bautizado por los protestantes sería renunciar públicamente a la Iglesia católica
apostólica y romana, la religión del Estado. Tremenda traición. La Constitución
garantizaba la libertad religiosa, pero todo hijo leal de la Iglesia tenía la obligación de
luchar contra todo lo que constituyera una amenaza a la supremacía de su religión.
Además, si la gente llegara a creer que la salvación era don gratuito de Dios, como esos
protestantes tan a menudo afirmaban, se afectarían los ingresos económicos de los
sacerdotes (Jeter de Walker 1987: 32–33).
Parece que la autora no exageró en lo antes dicho, ya que uno de los sacerdotes
aseguró a sus feligreses que si permitían a los evangélicos bautizar en el río Paria, la
Virgen lo haría secar como castigo (Sumrall 1944: 63). Luego de esto, el mismo obispo
de Huaraz, fray Domingo Vargas, incitó a sus feligreses —indígenas, principalmente—
contra los misioneros y los creyentes dispuestos a convertirse (Kessler 1987: 346).
El día del culto, 27 de febrero, los misioneros y los nuevos creyentes decididos a
convertirse, a pesar de las amenazas, cantaban sus himnos junto al río Paria, en las
afueras de Huaraz. Y en el momento mismo en que Howard C. Cragin bajaba a las
orillas del río con los candidatos al bautismo (Jeter de Walker 1987: 34), apareció una
turba de 300 indígenas en estado de ebriedad, armados de piedras y palos, decididos a
detener por la violencia la ceremonia. Kessler menciona estos acontecimientos
resumiendo los informes publicados en medios de prensa pentecostal en Chile:
Howard Cragin fue gravemente herido y quedó tendido inconsciente en el suelo. Su
esposa fue abatida y después arrastrada por los cabellos. Lief Erickson recibió el
impacto de una piedra que le hundió el cráneo, causándole un daño permanente. La
situación se hubiera vuelto peor de no haber sido por el heroísmo de los hermanos na-
cionales, que arrastraron a Cragin a un lugar seguro, y de la señora Erickson, quien
levantó a su esposo y lo ayudó a escapar (Kessler 1987: 346).
En medio del ataque, alguien llamó a la Policía, que logró arrestar a los cabecillas, pero
el obispo Vargas amenazó con incitar a sus feligreses indígenas contra la ciudad si no se
liberaban a los encarcelados. Ante esta actitud, las autoridades los pusieron en libertad
(Kessler 1987: 346–347).
La represión religiosa no se detuvo. En días posteriores otra turba intentó destruir el
templo, pero no tuvo éxito gracias a la protección policial. Luego de estos ataques, los
misioneros enviaron un telegrama al presidente de la República denunciando tal
persecución anticonstitucional. La respuesta no se dejó esperar: «el presidente dio
órdenes estrictas a las autoridades en Huaraz de evitar que se produjera otra vez tal
oposición. Estas tomaron las medidas necesarias, y desde entonces los evangélicos
pudieron seguir celebrando sus cultos sin persecución en esa zona» (Jeter de Walker
1987: 35).
Pese a esta mala experiencia, los misioneros esposos Cragin permanecieron en Huaraz
durante toda su vida. Consolidaron su misión e iglesia, y trabajaron en la traducción de
una parte de la Biblia al quechua. La labor de los esposos Cragin es descrita de la
siguiente manera por Jeter de Walker:
Orientaban a nuevos misioneros en cuanto al idioma y a los métodos de
evangelización. Howard estableció un sistema de circuitos para poder llevar el
evangelio a todas las poblaciones en varias provincias. Correspondía con los
convertidos y simpatizantes. Él y sus colegas los ayudaban a formar sus propias
congregaciones (Jeter de Walker 1987: 35–36). Con la llegada a Huaraz, en mayo de
1927, de Walter Erickson, y en julio de 1928, de Arthur Erickson, los hermanos de Lief
(Kessler 1987: 347), las Asambleas de Dios tomaron la ciudad de Huaraz como la base y
campo de acción principal de los pentecostales en el callejón de Huaylas (Hamilton
1962: 53).

El crecimiento de las Asambleas de Dios


Después de los acontecimientos de la ciudad de Huaraz de febrero de 1927, las
Asambleas de Dios comenzaron a desarrollar las misiones e iglesias ya existentes en
Callao, Huancayo, Caraz y Huaraz, y a establecer nuevas misiones e iglesias en Lima,
Miraflores, Trujillo, Chiclayo, Arequipa, Puno, Cusco e Iquitos. Todo esto en
aproximadamente 20 años, como lo sostienen Jeter de Walker (1987) y Kessler (1987).
El crecimiento del pentecostalismo en el Perú fue y es más rápido que en otros países
de América y en Europa. Esto puede entenderse, en parte, por el gran apoyo
económico proveniente de Estados Unidos, como testimonia Juan Ritchie, quien fue el
director regional del Comité de la Cooperación en el Perú en 1932, como fue
investigado por Fonseca (1997), y a lo que se unió la rápida aceptación de su mensaje
por los creyentes, quienes se unieron a la tarea misional.
Este crecimiento puede ser entendido porque se presenta como un «remedio a la
anomía», es decir, al «desmoronamiento del sistema de la hacienda, éxodo rural hacia
las ciudades, deserción institucional del clero católico», como glosa Motte el texto de
Bernardo Guerrero. Además de esto, su crecimiento puede entenderse también
porque el pentecostalismo se plantea como:
• El advenimiento de la emocionalidad, como factor de subversión democrática, en el
culto y en la sociedad.
• El surgimiento de nuevos actores: los pobres (de bienes materiales y culturales), los
jóvenes, la música, las mujeres. ¿Y quizá nuevos empresarios o nuevos políticos?
(Motte 1996: 227).
Un caso peculiar para observar la fuerza de la prédica pentecostal en medios
totalmente adversos, por ejemplo, es el que se presentó en la España franquista,
donde las Iglesias protestantes crecieron a pesar del manifiesto apoyo político de la
Iglesia católica a la dictadura y el poder que esta adquirió con nuevas congregaciones
cada vez más dogmáticas. Los pentecostales en España presentaron un rápido
crecimiento: eran unos 233 en 1955 y llegaron a ser más de 3.500 en 1960 (Ruperez
1970: 55–56).
En comparación con la España franquista, la oposición al pentecostalismo en el Perú
después de los sucesos de Huaraz es casi nula —hay que tener en cuenta que desde
1915 existe libertad de cultos— y en cambio se configura una situación histórica
propicia para su crecimiento. Wilfredo Kapsoli, quien recoge testimonios en los que se
observa el empeoramiento en condiciones materiales y la ruptura con la tradición
campesina andina, explica la situación como las causas de la desorientación que es
revertida por el mensaje pentecostal, que se constituye así en forjador de una nueva
identidad religiosa y ética en el nuevo medio urbano (Kapsoli 1994: 235–301).
Como un aporte comparativo podemos tomar el caso de la presencia pentecostal entre
los aimaras del norte de Chile.
¿Cómo se presenta la secta? Para el que ingresa al pentecostalismo, la sociedad aimara
es fuente de lo «diabólico». Todo lo que deviene de esta sociedad y de su tradición es
asociado al «mal». La cosmovisión pentecostal expresa una dualidad que extrema en
dos polos antagónicos la realidad, polos que están envueltos en una lucha definitiva. El
bien contra el mal, espíritu versus materia, es la constante de su visión del mundo y de
su discurso religioso. La vida es concebida en un «antes» y en un «después». [...] La
conversión personal significa cortar los lazos con la tradición y revitalizar los lazos
sociales y de la familia. La comunidad pentecostal se autopercibe como la
representante de la sociedad del bien, la sabiduría y el cielo, y la sociedad andina en-
carna al mal, la ignorancia y el infierno, que hay que combatir (Van Kessel 1991: 65).
Este punto de vista que nos presenta al pentecostalismo en las zonas aimaras chilenas
como una corriente modernista que ataca la tradición indígena (Guerrero 1984) es
opuesto en lo referente al medio urbano, ya que en este medio la adopción de las
prácticas pentecostales entre las poblaciones menos favorecidas por la economía
urbana capitalista:
los marginados de las sociedades latinoamericanas crearon una especie de
contrasociedad [al interior de sus respectivas iglesias o comunidades pentecostales],
donde se reorganizaban las relaciones de solidaridad y se reencontraba la fuerza para
vivir en un contexto nuevo (Bastian 1994: 247).
El punto de vista de Bastian (1994) se acerca al de Kapsoli (1994), ya que ambos
centran su atención en los espacios urbanos, en los que observan los problemas de la
integración cultural de los migrantes en un nuevo medio en muchos casos hostil al
suyo.
A pesar de la diversidad de posturas que pueden explicar del desarrollo del
pentecostalismo en el país, tenemos que aceptar lo que uno de sus líderes señala —
como un balance de su crecimiento y accionar—, respecto a los aportes concretos a
nivel de su relación con sus creyentes:
Uno de los aportes concretos del sector pentecostal, comunidad cristiana compuesta
mayoritariamente por pobres, ha sido la oferta de la sanidad divina. Frente al agudo
problema de la salud y la imposibilidad de los humildes de acceder a los sistemas de
seguridad social, la práctica del don de la sanidad ha sido una eficaz respuesta para
aliviar los males físicos de muchas personas. Asimismo, el otro aporte significativo ha
sido el reconocimiento social de los pobres, a quienes no solo les ha permitido hablar,
sino ser activos constructores de lo que hoy es el pentecostalismo (Arboleda 1995: 77).
Este crecimiento que se aprecia en el pentecostalismo lleva consigo la marca de los
problemas producidos por los constantes cismas, que son explicados por el carácter
descentralizado de sus iglesias y el fuerte conflicto de liderazgo carismático, como lo
sostiene Marzal (1989: 293).
Desde 1933, la Iglesia pentecostal Asambleas de Dios sufre un proceso de cismas y
fraccionamientos, producto de los conflictos de liderazgo carismático entre los
pastores. Esto da lugar a que en la actualidad ya no se hable de Iglesia pentecostal, sino
de Iglesias pentecostales o de denominaciones pentecostales en el país. Entre las
principales denominaciones pentecostales establecidas en la actualidad en nuestro
país, podemos señalar a la Iglesia de Dios de la Profecía, las Asambleas de Dios, la
Iglesia Misionera Emaús Pentecostal, la Iglesia Misionera Esmirna Pentecostés del Perú,
el Movimiento Evangelístico Misionero, las Iglesias Independientes, entre otras (Marzal
1989: 286–310).

Palabras finales
Como conclusión, podemos decir que, desde el establecimiento de las primeras
misiones en la sierra de Áncash, el desarrollo del pentecostalismo en las poblaciones
andinas significó y significa la construcción de nuevos vínculos sociales que rompen con
las tradicionales estructuras de parentesco y con los referentes sociales
consuetudinarios propios de las comunidades andinas. De esa manera, podemos decir
que la prédica pentecostal en realidades como la nuestra se enmarca en el proyecto
modernizador del capitalismo norteamericano, pero desde su versión más sublime y
supuestamente desinteresada, que es la de una nueva evangelización.
Haciendo un paralelo, podemos decir que el caso de las misiones pentecostales en
Áncash y, de manera general, el desarrollo del pentecostalismo latinoamericano
presenta las siguientes características, que lo hacen peculiar en comparación con las
otras sectas o denominaciones evangélicas, y con el mismo desarrollo de las misiones
católicas contemporáneas, como son:
• El ser un «movimiento popular», en oposición a las tendencias cada vez más elitistas
del catolicismo latinoamericano.
• Manifiesta un «sentido de identidad» a sus creyentes, en especial en las poblaciones
marginales, puesto que les brinda una imagen de unidad y a su vez se consolida nuevos
espacios sociales que se utilizan para mantener niveles mínimos de bienestar.
• Plantea la «sanidad» como forma de vida, algo que resulta importante en
poblaciones «fundamentalmente urbanas» con niveles de alcoholismo, drogadicción y
maltrato familiar altos.
• Es un movimiento «fundamentalista y antiintelectual», que se expresa en una lectora
dogmática, pero siempre tamizada por el pastor. Esto último da lugar a una «variedad
teológica» en su forma de explicar su propia religión, ya que podrían existir tantas
versiones como pastores. Ello lo convierte en un movimiento muy «heterogéneo», en
cuanto a las características de las tendencias y a sus luchas internas.
• Manifiesta duras críticas de los sectores cristianos que buscan explicar e interpretar
las escrituras desde puntos de vista filosóficos, lo que lo convierte en una reacción
«contra cualquier traza de racionalismo» en la religión y lo reduce a un «pietismo
revivalista» opuesto a una revelación razonada.
• Se manifiesta en un «enorme crecimiento numérico» (Deiros y Mraida 1994: 67).
• Con todo ello se puede señalar que la capacidad transformadora del pentecostalismo
peruano reside «en su apertura a nuevas prácticas sociales en momentos decisivos y
definitorios de una sociedad en transición» (Campos 1994).

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