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DIPLOMADO EN TEOLOGÍA

TEOLOGÍA 1

REPORTE DE LECTURA
LA ECLESIOLOGÍA A LA LUZ DEL SURGIMIENTO DEL PENTECOSTALISMO,
EL MOVIMIENTO CARISMÁTICO Y LOS MOVIMIENTOS INDEPENDIENTES

La eclesiología que puede tener la Iglesia del Nazareno ha tenido cambios a lo largo del
tiempo. Es importante determinar que nuestra iglesia es una iglesia que cree que solo en
Jesucristo está la salvación, y que tiene la misión clara que Cristo nos encomendó, que es
predicar el evangelio.
Con el surgimiento de los movimientos pentecostalistas, carismáticos e independientes, se
analizará si han surgido cambios en la eclesiología de nuestra Iglesia.

Para lo anterior será importante explicar un poco los movimientos mencionados. Tienen sus
antecedentes en: el wesleyanismo, el avivamiento calvinista, y el pietista alemán. Su
enseñanza central era que el poder salvador del Espíritu Santo, dado en el pentecostés a todos
los que se arrepintieron, creyeron y fueron bautizados, estaba disponible en todo tiempo y
lugar.

Sin embargo Wesley mencionaba que existían dos tipos de dones los ordinarios que estaban
presentes siempre y los extraordinarios que se limitaron. Pero existieron personas más
radicales que decían que estos últimos se mostrarían en todas partes, en los postreros días,
que es de donde surge corriente pentecostal.

La Iglesia del Nazareno cree fervientemente por la exégesis hecha de la Escritura, que si Dios
nos elige para salvación, también despierta en nosotros, por medio de la gracia preveniente, la
conciencia de pecado, arrepentimiento y elección por Jesucristo. Por lo tanto, si los dones,
según la Escritura, son dados por elección de Dios, no pueden ser para salvación como la
corriente anterior afirma, sino que son dones para una misión particular.

Muchas iglesias ya establecidas empezaron a tener énfasis en este tipo de dones


“extraordinarios” como el de lenguas o de sanidad, y ahí surgió la corriente carismática que no
es más que el neo pentecostalismo.
Parte de la eclesiología es conocer las funciones de la Iglesia, y dentro de esta se encuentran
la función interna, que es ser ejemplo de adoración, de enseñanza, de comunión y de servicio.
Y la externa, que consiste en representar a Dios en Cristo al mundo entero, por la santidad de
vida y por la proclamación del evangelio a toda criatura.

La corriente carismática o neopentecostal concibe a una de las funciones internas: la


adoración, como algo que no debe ser planeado racional y teológicamente, sino expresado de
manera estética y emocional. Solo si las expresiones emocionales están presentes, será un
medio adecuado para acceder a la presencia de Dios.

El problema serio consiste en tomar o tratar de experimentar la adoración centrada en las


emociones. Para los nazarenos nunca será centrada totalmente en las emociones.

La adoración no da, no produce vida espiritual, es un medio para; si en ese contexto de


adoración nos encontramos con el Espíritu de Cristo, entonces seremos transformados y la
adoración habrá cumplido su propósito. No es la adoración la que produce en mí la vida
espiritual, sino mi relación íntima con Cristo. Concuerdo con el autor del ensayo, puesto que
podemos participar muchísimas veces en tiempos de alabanza pero si nuestro corazón no está
dispuesto a ser transformado por Dios, solo se queda en un buen momento donde me dejé
llevar por mis emociones.

La adoración debe estar centrada en Dios y para él, sin que se convierta en un asunto
particular, individual, y centrado en las emociones, sin ningún sentido de responsabilidad con
mi prójimo. En mi opinión y la del autor, creo que es casi imposible que nuestras emociones no
se expresen al adorar a Dios, sin embargo no deberían ser estas la base de nuestra adoración.

En otras de las funciones de la iglesia, los nazarenos nos hemos quedado faltos. Esto es en la
proclamación del evangelio, pues desafortunadamente nuestras iglesias no crecen como
deberían. Y comparándolas con las iglesias de movimientos carismáticos podemos decir que
algunos han tenido un gran crecimiento, donde algunos se lo atribuyen a la alabanza per se(de
la que hablábamos anteriormente) sin embargo no se puede atribuir totalmente a este aspecto,
puesto que el tipo de alabanza no impacta profundamente en el crecimiento.

Analizando los ejemplo de iglesia nazarenas con gran crecimiento podemos observar que estas
se enfocan, con sus dones, talentos y recursos al alcance de los perdidos y no dejan todos
estos recursos en atender a los que son ya miembros de la iglesia.
Algunas otras basan su crecimiento en la oración y células de discipulado, pero todas ellas han
pasado del estancamiento a un crecimiento explosivo, porque han desarrollado un sistema que
retiene, discípula y envía a los convertidos a ganar a otros para Cristo.

Tristemente las estadísticas de nuestra denominación nos muestran que no hemos ganado ni
un miembro por iglesia, y que hemos perdido una gran cantidad de ellos. Algunos estudios nos
guían a darnos cuenta de que nuestra iglesia ha perdido la visión de ser una iglesia misionera
dedicada a la comunidad, al discipulado y a la transformación personal.

Es necesario que dejemos de poner atención en el tipo de alabanza y adoración que tenemos,
y empezar a hacer énfasis en formar líderes que formen líderes, en ganar almas para Cristo.
Discípulos fuertes, maduros y estables, que no se vayan de nuestras iglesias a la menor
oportunidad.

Y si es necesario cambiar de estrategia, es lo que se tendrá que hacer, pero siempre sin perder
de vista nuestro contexto doctrinal y recordando que Dios no siempre utilizó la misma estrategia
para traer o ayudar a su pueblo.

Una buena opción es el plan maestro de Wesley que contiene los siguientes momentos: el
primer momento, es un retiro espiritual donde el asistente pueda tener un encuentro con Dios o
la experiencia de la Entera Santificación; el segundo momento es el seguimiento por medio de
clases semanales fomentando las disciplinas espirituales básicas; el tercer momento, consiste
en integrar al creyente a un grupo pequeño donde pueda externar sus experiencias y compartir
la Palabra y su fe en común, siendo una buena oportunidad para ser formado en “una escuela
para líderes”, con lecciones prácticas de liderazgo; el cuarto momento consta de una consejería
de uno a uno, donde se vigila el crecimiento espiritual y adelanto del creyente; el sexto
momento consiste en establecer una responsabilidad mutua y cerrada de un grupo de hasta de
12 miembros. En este grupo se ayudan mutuamente 12 a seguir a Cristo más de cerca. Se
alientan y afirman mutuamente al ir creciendo y desarrollando sus dones espirituales dentro del
cuerpo de Cristo; el último momento consiste en ayudar a cada hacedor de discípulos recién
capacitado que ha completado el primer año de estudios a formar su propio grupo pequeño de
12 miembros; a enseñarles, dirigirles, aconsejarles y ayudarles a hacer discípulos que hagan
discípulos.
Esta estrategia puedes resumirla como: Ganar; Consolidar; Discipular y Enviar. Dios nos ayude
para que emprendamos el reto de ser una lámpara encendida para el mundo.
Ensenada, B,C a 23 de Mayo de 2021

Hecho por : Claudia Imelda Vega Aviña.

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