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ESCUELA DE CATEQUESIS -2021

Métodos de formación cristiana

TEMA 7: COMUNICACIÓN DEL MENSAJE CISTIANO

I - LA COMUNICACIÓN ES EL PLAN DE DIOS:


Es importante comprender que la comunicación en la evangelización, es parte del plan de Dios y de su
proyecto de salvación. Dios mismo se constituye en fuente y modelo de toda comunicación. Tal es la entrega
de su Hijo Unigénito Jesucristo-. Esta gran prueba de amor, la revelación y la alianza con el Espíritu Santo
son los tres pilares fundamentales del modelo de comunicación de la Iglesia.
Este modelo lo vemos presente desde el acto creador del Padre, expresado en Génesis capítulo 1; llega a su
culminación con la encarnación del Hijo de Dios, el amor de Dios hacia la humanidad y de éste hacia su
creador; y continúa en la acción evangelizadora de la Iglesia.

EL ESPÍRITU SANTO EN LA COMUNICACIÓN DE LA IGLESIA:


La comunicación en la Iglesia puede darse, gracias a la iluminación y dirección creativa y poderosa del
Espíritu Santo, estrategias de lenguaje, capacidades y nuevas formas de anunciar el evangelio de la Buena
Noticia.
Formas de comunicación de Dios con la humanidad:
- Primero, Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, como lo afirma Génesis 1:27
"Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó".
Luego lo llama a ser su hijo. 1 Juan 3:1
"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios, por eso el mundo
no nos conoce, porque no le conoció a él".
- Segundo, el modelo de comunicación divino más sublime llega a su culminación, cuando por amor,
Dios mismo se encarna en hombre, para morir por los pecados de la humanidad y vencer las
potestades de las tinieblas al resucitar al tercer día de la tumba.
Romanos 5:8 : "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros".
Colosenses 2:15: "…y despojando a las principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz"
Jesucristo es el modelo del perfecto comunicador; nos comunica su amor y su deseo de que amemos,
sirvamos y nos perdonemos unos a otros.
1 Pedro 4:8 "Y ante todo, tengan entre ustedes ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de
pecados".
1 Juan 4:8 "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor".
Nos enseña y nos llama a entregarnos sin pensar en nosotros sino en el otro.
1 Corintios 10:24: "Ninguno busque su propio bien, sino el del otro". A amar y perdonar a los que
nos hacen daño.
Lucas 6:27 "Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os
aborrecen".
- Tercero, Dios comunica a la humanidad su deseo de otorgarle poder y fuerza vivificadora para
prolongar su salvación al hombre hasta el final de los tiempos, a través del bautismo del Espíritu
Santo.
Joel 2:28 "Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones".
Hechos 1.8 "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra".
Él envía a su iglesia con este poder a proclamar su Palabra, a sanar enfermos y liberar a los cautivos.
Lucas 9:1 y 2: "Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los
demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los
enfermos".
Hay otra cosa que debemos tomar en cuenta: el Espíritu Santo, es el que dota a su pueblo con sus
dones:
1ª Corintios 12: 7-11 "Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque
a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
a otro, fe, por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer
milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, interpretación de lenguas. Pero
todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él
quiere".
El Espíritu Santo nos provee de talentos, y, sobre todo, dispone al creyente para ser instrumento de
Dios para su obra salvadora, según los dones que haya recibido. Así que si ya has recibido el don
para servir al Señor, empieza a actuar, si no, pídeselo en oración y Él te lo dará porque su propósito
es usarte para hacer sus obras y sea Dios glorificado. Pero no olvides, todo es en el nombre poderoso
de Jesús, no en nuestras fuerzas o habilidades.
Recuerda lo que dice 1 Pedro 4:10 y 11 "Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los
otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable
conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para
que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los
siglos de los siglos. Amén"
El Espíritu Santo es, por tanto, el protagonista y animador de la tarea misionera de la Iglesia. Así que
al servir, debemos antes invocar con perseverancia su presencia e iluminación, convirtiéndolo en
nuestra principal fuente de inspiración y poder.
1ª Tesalonicenses 1:5 "Pues nuestro evangelio no llegó a nosotros en palabras solamente, sino
también en poder, en el Espíritu Santo…"
Romanos 8:14 "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios"
El Espíritu Santo podría usar directamente La Biblia para la conversión de los hombres y la
edificación de la Iglesia, y a veces así lo hace excepcionalmente. Pero por regla general se vale de
medios humanos, entre los cuales el formador / evangelizador ocupa lugar especial, y un Método
específico para realizar la misión del Espíritu

II - LA INICIACION CRISTIANA: el METODO FORMATIVO PARA NUESTROS


TIEMPOS
Según el Documento de Aparecida.....
Síntesis del VER
No tienen conciencia de su misión
No participan en la Eucaristía dominical
LA INICIACIÓN No se insertan activamente en
CRISTIANA la comunidad
ES POBRE O
FRAGMENTADA
No reciben con regularidad los Una identidad cristiana débil
Sacramentos y vulnerable

Síntesis del JUZGAR


La Iniciación cristiana es:
el proceso por el cual se hace un cristiano;

inserción al misterio de Cristo y a su Iglesia.


Elementos de la Iniciación cristiana:

catecumenado).
Destinatarios de la Iniciación:
Personas no bautizadas (niños, adolescentes, jóvenes, adultos), se lleva a cabo mediante la
participación en un catecumenado, que culmina en la celebración de los tres sacramentos de
iniciación.
misterio de Cristo y en la
Iglesia por el Bautismo, y se recorre, con la recepción de los sacramentos de la Confirmación y
de la Eucaristía, a lo largo de la infancia, adolescencia y la juventud.
alejados de la fe, o incluso sin haber
completado la iniciación sacramental.

Lugares eclesiales de la Iniciación:

MOMENTO DEL ACTUAR - (Propuesta para la iniciación cristiana)


1. Conversión pastoral
Como reflexión fundamental de primer orden debemos recurrir a lo que varios analistas del
documento de Aparecida coinciden en decir que son la clave de su lectura:
La conversión pastoral de nuestras comunidades exige que se pase de una pastoral de mera
conservación a una pastoral decididamente misionera. “Así será posible que “el único
programa del Evangelio siga introduciéndose en la historia de cada comunidad eclesial (NMI
12) con nuevo ardor misionero, haciendo que la Iglesia se manifieste como una madre que sale
al encuentro, una casa acogedora, La iniciación cristiana una escuela permanente de
comunión misionera». DA 370
Asumir el compromiso de una gran misión en todo el Continente, que nos exigirá profundizar
y enriquecer todas las razones y motivaciones que permitan convertir a cada creyente en un
discípulo misionero“. DA 362
Ésta firme decisión misionera debe impregnar todas las estructuras eclesiales y todos los
planes pastorales de diócesis, parroquias, comunidades religiosas, movimientos y de cualquier
institución de la Iglesia”. DA 365

2. Una pastoral de Iniciación integral a la vida cristiana


La pastoral misionera, aplicada a la Iniciación cristiana, debe plantearse cómo recuperar la función
materna de la Iglesia, de cómo llegar a ser una Iglesia capaz de engendrar nuevos hijos e hijas, de atraer
nuevos creyentes, de multiplicarse en nuevos hijos. El nacimiento de los hijos del seno de la madre, la
Iglesia, a través de la transmisión de la fe en el proceso de Iniciación cristiana, es una responsabilidad
colectiva y un acontecimiento continuo en donde todos son engendrados a la fe y todos, a su vez, engendran
a la vida nueva en Cristo.
El Directorio General para la Catequesis indica que las iglesias locales deben ofrecer, al menos, dos
procesos iniciatorios:
a. “Un proceso de iniciación cristiana, unitario y coherente para niños, adolescentes y jóvenes, en
íntima conexión con los sacramentos de iniciación, ya recibidos o por recibir, y en relación con la
pastoral educativa”.
b. “Un proceso de catequesis de adultos, pensado para aquellos cristianos que necesitan
fundamentar su fe, realizando o completando la iniciación cristiana, inaugurada o a inaugurar
con el bautismo” DGC 274.
Cualquiera que sea el proceso de Iniciación Cristiana que se siga, éste debe ser un proceso:
- Unitario: ya que las diversas etapas o períodos en que está dividido responden a una planificación de
conjunto, en un desarrollo continuado que garantiza su objetivo final: conducir a un encuentro
personal, cada vez mayor, con Jesucristo, y que lleve a la conversión, al seguimiento en una
comunidad eclesial y a una maduración de fe en la práctica de los sacramentos, el servicio y la
misión. DA 289
- Progresivo: en sus objetivos concretos y metodología. Concebido con metas o “pasos” intermedios
programados a lo largo del itinerario catequético, incluyendo las celebraciones.
Tanto el conjunto del proceso como cada etapa incluirán unos objetivos parciales, programas y
tiempos definidos (Cf DA 289-291 :
 Etapa kerygmática: Evangelización y pre-catecumenado.
 Primera etapa: El catecumenado.
 Segunda etapa: Tiempo de la purificación y de la iluminación.
 Tercera etapa: Los sacramentos de la iniciación.
 Cuarta etapa: El tiempo de la mistagogia”.
- Integral: porque busca el crecimiento armónico de la personalidad cristiana del catecúmeno, en su
inteligencia, su conciencia, sus virtudes y su testimonio en las diferentes áreas de la vida. En palabras
del documento de Aparecida:
Como rasgos del discípulo, al que apunta la iniciación cristiana destacamos: que tenga como centro
la persona de Jesucristo…; que tenga espíritu de oración, sea amante de la Palabra, practique la
confesión frecuente y participe de la Eucaristía; que se inserte cordialmente en la comunidad
eclesial y social, sea solidario en el amor y fervoroso misionero. Cf. DA 292
- Estable: porque supone una oferta permanente de todas y cada una de las comunidades, dentro de sus
posibilidades, sin quedar a discreción de un determinado talante pastoral. Al respecto, el documento
de Aparecida, dice:
Asumir la iniciación cristiana exige no sólo una renovación de modalidad catequística de la
parroquia. Proponemos que el proceso catequístico formativo adoptado por la Iglesia para la
iniciación cristiana sea asumido en todo el Continente como la manera ordinaria e indispensable de
introducir en la vida cristiana, y como la catequesis básica y fundamental.

Conversión de agentes
La iniciación cristiana es una tarea de todos los fieles. Ahora bien, esta tarea reclama una conversión
de nuestras comunidades y de cada uno de sus miembros. Es necesario también fomentar la comunión
eclesial interna, pues de ello depende la credibilidad y eficacia de la misión.
Esta dimensión misionera debe impregnar todas las estructuras eclesiales y todos los planes
pastorales de diócesis, parroquias, comunidades religiosas, movimientos y de cualquier institución de la
Iglesia y, además, estar imbuida de una espiritualidad de comunión y participación. Cf. DA 368

3. Una pastoral de la Iniciación cristiana inculturada


Una pastoral de la iniciación cristiana inculturada, esto es, que toma en cuenta a través de su proceso
elementos propios de la cultura y de la piedad popular. Cf. DA 300.

4. Nuevas actitudes pastorales


«Nuevas actitudes pastorales por parte de obispos, presbíteros, diáconos, personas consagradas y
agentes de pastoral » DA 291. «Los responsables de la vida de las comunidades estamos llamados a
una conversión pastoral, dejando atrás mentalidades, actitudes y conductas que no favorecen el
crecimiento en la fe…»
Síntesis del ACTUAR
Ante los cristianos alejados y/o débiles en su identidad se requiere imaginar y organizar nuevas
formas de acercamiento.
Se impone la tarea de ofrecer una modalidad operativa de Iniciación cristiana.
Algunas propuestas para Iniciación cristiana:
decididamente misionera.
kerigma guiado por la Palabra de Dios.
sea una experiencia que transforme la vida.
conocimiento, amor y seguimiento.
al que quiere llegar la Iniciación cristiana.
parroquial.
de la cultura y de la piedad popular.

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