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Unidad 5. Resistencia de Los Materiales
Unidad 5. Resistencia de Los Materiales
Resistencia de los
Química e Industrial
Materiales (ICA1125)
UNIDAD 5. MÉTALES
Los metales son materiales de origen mineral pero rara vez pueden obtenerse directamente de la
naturaleza. Por lo general, para aislarlos a partir de los minerales que los contienen (óxidos,
carbonatos, sulfuros y otros compuestos), se necesitan procesos de transformación complejos,
que suponen un gran consumo de energía y tienen elevados costes económicos.
Los materiales metálicos constituyen los materiales fundamentales para ingeniería, o al menos así
ha sido tradicionalmente. La extensión en el empleo estructural del acero principalmente, o del
aluminio en determinadas industrias, hace imprescindible el estudio de este tipo de materiales.
Por lo tanto, los tratamientos de los materiales metálicos es importante considerar las
composiciones, las propiedades, las aplicaciones y las técnicas de conformación de las aleaciones
más importantes en ingeniería.
Las técnicas de conformación metálica son los métodos utilizados para formar o manufacturar
productos metálicos útiles y suelen ir precedidos por procesos de afino, aleación y, a menudo,
tratamiento térmico que generan aleaciones con las propiedades deseadas.
Los metales se mezclan para formar aleaciones en las que se mejoran las propiedades de los
componentes. Una aleación es una combinación de varios metales, en la que también pueden
participar pequeñas cantidades de algunos elementos no metálicos.
Las aleaciones están constituidas por elementos metálicos como Fe (hierro), Al (aluminio), Cu
(cobre), Pb (plomo), ejemplos concretos de una amplia gama de metales que se pueden alear. El
elemento aleante puede ser no metálico, como: P (fósforo), C (carbono), Si (silicio), S (azufre), As
(arsénico).
Las propiedades físicas y químicas son, en general, similares a la de los metales, sin embargo las
propiedades mecánicas tales como dureza, ductilidad, tenacidad y otras pueden ser muy
diferentes, de ahí el interés que despiertan estos materiales.
Aleaciones Férreas
Las aleaciones férreas, cuyo principal componente es el hierro, son las que más se producen y las
que tienen mayor interés como material para la construcción de aparatos. Este uso generalizado
se debe a tres factores:
Los aceros tienen un contenido en carbono comprendido entre el 0.05 por ciento y el 2.0 por
ciento en peso. Las fundiciones normalmente contienen entre un 2.0 por ciento y un 4.5 por
ciento en peso de carbono. Dentro de los aceros debe distinguirse el empleo o no de una cantidad
significativa de elementos de aleación diferentes del carbono. De forma arbitraria, se emplea una
concentración de un 5 por ciento en peso del total de elementos aleantes distintos del carbono
como límite entre los aceros de baja aleación y los aceros de alta aleación. Los elementos de
aleación deben seleccionarse cuidadosamente porque suponen un importante aumento del coste
del material. Su uso queda justificado solamente por mejoras esenciales en ciertas propiedades,
tales como una mayor resistencia o un mejor comportamiento frente a la corrosión.
Aceros al Carbono
Los aceros son aleaciones hierro-carbono con concentraciones apreciables de otros elementos
aleantes. Existen miles de aceros que tienen distintas composiciones y/o tratamientos térmicos.
Las propiedades mecánicas dependen del contenido en carbono, que suele ser inferior al 1%. Los
aceros más comunes se clasifican según el contenido en carbono: bajo, medio y alto en carbono.
Además, en cada grupo existen subclases de acuerdo con la concentración de otros elementos de
aleación.
Los aceros al carbono sólo contienen concentraciones residuales de impurezas distintas al
carbono. En los aceros aleados, los elementos de aleación se añaden intencionalmente en
concentraciones específicas.
Aceros bajos en carbono:
La mayor parte de todo el acero fabricado es bajo en carbono. Este tipo de acero contiene menos
del 0.25% C, no responde al tratamiento térmico para formar martensita y es endurecible por
acritud. La microestructura consiste en ferrita y perlita. Como consecuencia, estos aceros son
relativamente blandos y pocos resistentes, pero con extraordinaria ductilidad y tenacidad;
además, son de fácil mecanizado, soldables y baratos. Se utilizan para fabricar carrocerías de
automóviles, vigas (en forma de I, canales y ángulos) y láminas para construir tubería, edificios,
puentes y latas estañadas.
Otro grupo de aceros bajos en carbono está constituido por los aceros de lata resistencia y baja
aleación (HSLA), que contienen elementos de aleación como cobre, vanadio, níquel y molibdeno
en concentraciones combinadas de aproximadamente el 10% en peso y poseen mucho mayor
resistencia mecánica que los aceros bajos en carbono.
En el ambiente atmosférico, los aceros HSLA son más resistentes a la corrosión que los aceros al
carbono, a los que suelen reemplazar en muchas aplicaciones donde la resistencia mecánica es
crítica: puentes, torres, columnas de soporte de latos edificios y recipientes a presión.
para fabricar ruedas y raíles de trenes, engranajes, cigüeñales y otros componentes estructurales
que necesitan alta resistencia mecánica, resistencia al desgaste y tenacidad.
Aceros Inoxidables:
Los aceros inoxidables existen la corrosión (herrumbre) en muchos ambientes, especialmente en
la atmósfera. El cromo es el principal elemento de aleación, en una concentración mínima de
11%. La resistencia a la corrosión mejora con adiciones de níquel y molibdeno. Las adiciones de
los elementos de aleación en concentraciones significativas producen dramáticas alteraciones en
el diagrama de fases hierro-carburo de hierro.
Los aceros inoxidables se clasifican en función de la microestructura constituyente: martensítica,
ferrítica o austenítica.
El tratamiento térmico de los aceros martensíticos genera martensita como principal
constituyente. En los aceros inoxidables austeníticos, la austenita permanece estable a
temperatura ambiente. Los acero inoxidables ferríticos están constituidos por la fase ferrita. Los
aceros inoxidables austeníticos y ferríticos endurecen por acritud, ya que no son susceptibles al
temple. Los aceros inoxidables son los más resistentes a la corrosión debido al elevado contenido
en cromo y a las adicions de níquel y, por este motivo, también son los más utilizados. Los aceros
inoxidables martensíticos y ferríticos tienen comportamiento magnético y los inoxidables
austeníticos no.
Algunos aceros inoxidables se utilizan en ambientes rigurosos a elevadas temperaturas debido a su
resistencia a la oxidación y a la integridad mecánica en estas condiciones; en atmósferas oxidantes
hasta 1000°C. Las turbinas de gas, generadores de vapor, hornos de tratamiento térmico, aviones,
misiles y generadores de energía nuclear están construidos con estos aceros inoxidables.
Aleaciones No Férreas
Por este motivo, para muchas aplicaciones es corriente utilizar otros metales con una combinación
más apropiada de propiedades. Las aleaciones se clasifican según el componente mayoritario o
según las características específicas del grupo de aleaciones. Esta comprendido por aquellos
metales y aleaciones cuya base no es el hierro, tales como: aleaciones de cobre aluminio,
magnesio y titanio, metales refractarios, superaleaciones, metales nobles y aleaciones que
incluyen níquel, plomo, estaño y zinc como metales base.
En ocasiones se distinguen las aleaciones moldeadas y las aleaciones hechaduras. Las aleaciones
frágiles no se deforman suficientemente y sólo se conforman por moldeo: se clasifican como
aleaciones moldeadas. En cambio las que soportan las deformaciones plásticas se denominan
aleaciones hechaduras.
Los latones son aleaciones de cobre en las que el zinc es el soluto por sustitución predominante.
El intervalo de solidificación es muy pequeño, por lo que suelen obtenerse por moldeo. Hay al
menos tres familias de latones.
- Los latones , con un contenido en zinc inferior al 40 por ciento y red FCC, específicos para
trabajo en frío. Se utilizan en bisutería, tuberías, instrumentos musicales, monedas, o en
arquitectura. La conductividad térmica y eléctrica disminuye al aumentar el contenido en
zinc, al tiempo que aumenta la resistencia y empeora el comportamiento a corrosión. La
máxima maleabilidad se alcanza con un 30 por ciento de Zn (latón de cartuchería). El latón
con un 15 por ciento de Zn tiene un color muy parecido al oro («similor»).
- Los latones poseen contenidos de zinc entre el 47 y el 55 por ciento, y se caracterizan
por formar a baja temperatura una fase ordenada, dura y frágil, ´, que a alta temperatura
se transforma en la fase , desordenada y muy deformable. Se emplean
fundamentalmente como aleación de soldadura por tener una temperatura de fusión
inferior a la de los latones . Es más común emplear latones binarios + , laminados o
forjados en caliente, como el Muntz (con un 40 por 100 de Zn), que además es más fácil de
mecanizar.
- Los latones , con un porcentaje de zinc superior al 60 por ciento, no se usan
industrialmente por su fragilidad.
Los bronces son principalmente aleaciones cobre-estaño que industrialmente llevan además otros
elementos de aleación, como P, Pb, Ni y Zn. La resistencia a tracción del cobre mejora hasta un
máximo en tomo al 20 por ciento en Sn; la aparición de la fase , dura y frágil, hace que
industrialmente no se suelan utilizar bronces con más de un 30 por ciento de Sn, y que las
aleaciones con más de un 8 por ciento de Sn no puedan ser conformadas en frío. Los bronces se
dividen en dos grupos: los monofásicos, formados por una única fase a FCC, y los de estructura
compleja ( + ), que se emplean para moldeo, en la fabricación de cojinetes. Los monofásicos
son deformables y se emplean para forja. Los bronces son más resistentes a la corrosión que los
latones, y son criogénicos, de modo que su comportamiento mejora al disminuir la temperatura.
En los bronces al plomo, contenidos en Pb inferiores al 7 por ciento mejoran la maquinabilidad, y
también pueden actuar como lubricante. En los bronces al fósforo, pequeñas cantidades de este
elemento en solución sólida aumentan las propiedades mecánicas. La adición de Zn en los bronces
al zinc mejora la colabilidad y abarata el bronce. Finalmente, los bronces al níquel alcanzan buenas
propiedades mecánicas y pueden ser conformados en caliente.
Los cuproaluminios (o bronces al aluminio) son aleaciones Cu-Al, con contenido en Al del 5 al 11
por ciento, que combinan buenas propiedades mecánicas con una buena resistencia a la corrosión,
principalmente intergranular. Porcentajes de Al superiores al 8 por ciento los hacen tratables
térmicamente. Son criogénicos, y también permiten trabajar a alta temperatura (hasta 400 °C) ,
manteniendo sus propiedades. Se emplean en forja y en moldeo. En la industria naval están
sustituyendo a los latones.
En los cuproberilios, la adición berilio entre un 0.4 y un 2 por ciento (la más típica) y tratamientos
térmicos de solución y maduración posterior (con posibilidad de incorporar una etapa intermedia
de acritud), permiten obtener las aleaciones más resistentes de cobre, con resistencias a tracción
de hasta 1400 MPa, comparables a los aceros de alta resistencia. Se añade Co para mejorar el
tratamiento térmico. Además, se comportan muy bien a corrosión y tienen un bajo módulo
elástico. Se emplean en resortes o muelles de precisión, en matrices de embutición y moldeo, o
para electrodos de soldadura. El principal inconveniente es su alto precio.
Superaleaciones:
Las superaleaciones tienen una superlativa combinación de propiedades. Son los materiales
más utilizados en componentes de turbinas especiales, que deben estar expuestas a medios
oxidantes, a elevada temperatura y durante periodos de tiempo razonables. En estas
condiciones la integridad mecánica es crítica, en este aspecto, la densidad es muy importante,
ya que el esfuerzo centrífugo disminuye al hacer girar componentes de baja densidad. Estos
materiales se clasifican de acuerdo con el componente principal de la aleación, que puede ser
cobalto, níquel o hierro. Otros elementos incluidos son los metales refractarios (Nb, Mo, W,
Ta), cromo y titanio. Son materiales muy caros, pero su aplicación se ha ido extendiendo
merced a sus elevadas características.
Superaleaciones base cobalto: A pesar de que el cobalto no posee una red FCC a baja
temperatura (imprescindible para obtener un buen comportamiento en caliente), la adición de
ciertos aleantes, como Fe y Ni, hace disminuir la temperatura de transformación alotrópica HCP
(fase ) FCC (fase ), pudiendo llegar a estabilizar la fase a temperatura ambiente. Estas
superaleaciones presentan frente a las de níquel una serie de ventajas, como la mayor
temperatura de fusión, la superior resistencia a la corrosión y la oxidación en caliente debido al
mayor contenido en cromo (del 20 al 30 por ciento), y en general mayor resistencia a la
corrosión-fatiga. Van a ser resistentes al choque térmico y pueden obtenerse por moldeo. El
aluminio refuerza el comportamiento a oxidación y corrosión. En estas superaleaciones, las
fases endurecedoras más importantes son los carburos (de Ta, Nb, Zr y Hf). El wolframio y el
molibdeno endurecen por solución sólida. El titanio forma un compuesto coherente y
ordenado, Co3Ti, que refuerza a temperaturas moderadas. También se añaden boro (refuerza
la resistencia en caliente y la ductilidad), y trio y lantano (mejoran el comportamiento a
oxidación).
Superaleaciones base hierro: la mayor parte aceros inoxidables austeníticos reforzados con
carburos (son aleaciones Fe-Ni-Cr).
Metales Refractarios:
- Metales con temperaturas de fusión extremadamente elevadas.
- Este grupo de metales se incluyen: el niobio (Nb), el molibdeno (Mo), el tungsteno (W)
y el tántalo (Ta).
- El tramo de temperatura de fusión va desde 2468 °C para el niobio a 3410 °C para
tungsteno, la temperatura mayor de fusión de un metal.
- Los enlaces interatómicos de estos metales son extraordinariamente fuertes, lo que se
traduce en las temperaturas de fusión, en el gran módulo elástico y en elevados valores
de dureza y de resistencia, a temperaturas ambiente y elevada.
- El tántalo y el molibdeno se alean en los aceros inoxidables para aumentar la
resistencia a la corrosión
- Las aleaciones de molibdeno se utilizan para fabricar matrices para la extrusión y partes
estructurales de vehículos espaciales; los filamentos de las bombillas de
incandescencias, los tubos de rayos X y los electrodos de soldadura usan aleaciones de
tungsteno.
- El tántalo es inmune al ataque químico en prácticamente todos los ambientes en
temperaturas inferiores a 150 °C y frecuentemente se aplica cuando interesa un
material resistente a tales condiciones de corrosión.
- Se oxidan muy fácilmente por encima de 600 °C Para mejorar la resistencia a oxidación
se emplean revestimientos de cerámicos o platino (que deben soportar unos 1600°C o
se alean con elementos como Cr, Si o Al.
Metales Nobles:
- Los metales nobles o preciosos son un grupo de ocho elementos que tienen
algunas características físicas comunes: Plata, oro, platino, paladio, rodio,
rutenio, iridio y osmio
Ing. Glorimer Miquilena
Ingeniería Civil: Ambiental,
Resistencia de los
Química e Industrial
Materiales (ICA1125)
Aleaciones Ligeras
- El módulo elástico del aluminio es bastante bajo; el Li es el elemento más efectivo para
aumentar la rigidez.
Tabla Comparación de diversas Propiedades de los Principales Metales Ligeros con las del Hierro
- El magnesio, al igual que el aluminio, tiene una temperatura de fusión baja (651 °C). La
fusión del magnesio se realiza en crisoles de acero o fundición.
- Químicamente, las aleaciones de magnesio son relativamente inestables y especialmente
susceptibles a la corrosión marina y razonablemente resistente en condiciones
atmosféricas.
- Aluminio, zinc, manganeso y alunas tierras raras son los principales elementos de aleación.
- La realización de un proceso de afino de grano, en las aleaciones de magnesio, es
fundamental para disminuir los problemas de rotura frágil por falta de plasticidad.
- El hidrógeno es el único gas que se disuelve en el magnesio líquido, disminuyendo su
solubilidad durante la solidificación, lo que hace que exista el riesgo de porosidad en las
piezas finales.
Berilio:
- El berilio es uno de los metales estructurales más ligeros conocidos, con una densidad de
1.85 g/cm3.
- Su poco peso, unido a su resistencia y rigidez, lo convierten en un material ideal en
aplicaciones en las que se requieran altas resistencia y rigidez específicas, como sucede en
la industria aeroespacial, por lo que se emplea en piezas estructurales en transbordadores
espaciales, en motores, tanto en el rotor como en el estátor, o en sistemas inerciales de
guiado.
- El berilio posee la capacidad calorífica más alta de todos los metales, lo que mantiene
hasta la temperatura de fusión (1278 °C).
- También posee una elevada conductividad térmica, que permite que se igualen
rápidamente las temperaturas, reduciendo la distorsión que provocarían los gradientes
térmicos.
- El coeficiente de dilatación es del orden del acero inoxidable o las aleaciones de níquel.
- Por otra parte, el berilio es un material importante en la industria nuclear, empleándose
en reactores nucleares por su alta sección de dispersión de neutrones y su baja sección de
captura de electrones.
Algunos de los métodos básicos para procesar metales y aleaciones en formas útiles, se presentan
a continuación:
La Finalidad del conformado de metales independientemente sea este en frió o caliente es generar
formas útiles como tubos, barras y hojas moldeando los metales, pero conservando su masa y
volumen, la importancia de este proceso radica en los múltiples artículos y formas de metal que
existen. En este proceso el material es sometido a una deformación plástica, La deformación
plástica es el cambio de forma permanente debido a una fuerza mecánica aplicada mayor al límite
elástico. Lo que quiere decir que al eliminar esa fuerza, no vuelve a su forma y dimensiones
originales.
Los procesos de fundición (o fusión y colada) consisten en llevar un material a un estado fluido por
calentamiento (a través de un horno que a su vez actúa como depósito del metal fundido), y
después volcar (colar) ese fluido en un molde, dejando que solidifique. Con estos procesos se
pueden fabricar piezas de elevada complejidad geométrica, y en general el coste asociado a la
obtención de las piezas es bajo. Sin embargo, generalmente las propiedades mecánicas de las
piezas, así como las características dimensionales y geométricas, no son muy buenas, el acabado
suele ser bastante deficiente, el coste de los utillajes puede ser elevado, las piezas obtenidas son
heterogéneas e incluso anisótropas (debido a la segregación), y es difícil conseguir una gran
repetitividad en las piezas. A este metal fundido pueden añadirse los elementos de
aleación necesarios para producir las distintas aleaciones. Existen diferentes procesos de moldeo,
como el moldeo en arena, el moldeo en coquilla, el moldeo a la cera perdida o el moldeo a
presión.
La Fundición a la arena, es un proceso de fundición del metal caracterizado por utilizar arena como
el material de molde. Más del 70% de todas fundiciones de metal están producidas por medio de
esta técnica. Es una de las técnicas más prolíficas desde la antigüedad, debido a la abundancia de
los materiales que se utilizan: arena y arcilla.
La fundición a la arena es relativamente barata y suficientemente refractaria (que aguanta altas
temperaturas) incluso para fundir acero. Además de la arena, se usa un agente aglomerante
adecuado (normalmente bentonita, un tipo de arcilla) que se mezcla con la arena. La mezcla es
humedecida, y a veces se le agregan otras sustancias, para desarrollar la fuerza y plasticidad
necesarias para hacer un molde adecuado. La arena es típicamente contenida en un sistema de
marcos o cajas conocidas como matrices. Las cavidades de molde están creados por arena
compacta alrededor de los modelos, o patrones, o cavando directamente en la arena.
La fundición a presión propiamente dicha es aquella cuya colada se realiza inyectando a presión el
metal o aleación, en el molde. Este procedimiento permite fundir piezas de aristas vivas,
imposibles de obtener en la fundición con colada por gravedad, además la superficie de las
mismas resulta limpia y sin defecto. Y como el material, debido a la presión, resulta más compacto,
sus propiedades mecánicas son hasta un 20% superior a las de los metales colados por gravedad.
El proceso de fundición continua, también conocido como colada continua, es el más común para
la producción de varillas, barras de diferentes secciones y láminas en acero de varios calibres y
longitudes y con el que se obtiene más de un tercio del acero que produce la industria en el
mundo, actualmente, también se está utilizando con gran éxito para la fundición de hierros gris y
nodular, mejorando la calidad de los productos y reduciendo costos operativos. Se denomina
continuo porque permite la solidificación y el retiro inmediato del metal de un molde determinado
y adaptado, finalizando con el corte a la longitud requerida de las piezas metálicas. Es decir, el
metal fundido fluye hacia moldes de fundición continuos verticales u horizontales. Aquí es donde
comienza la solidificación. Los moldes son enfriados desde el interior o por detrás con agua. La
hebra resultante es separada regularmente y enfriada. Los sistemas de fundición continua de
acero están disponibles como maquinas verticales, rotación externa vertical, arco circular y arco
oval.
La fundición de precisión es un proceso industrial basada en también llamada Cera perdida, una de
las técnicas de formación de metales conocidos más antiguos. Con esta fundición se busca
principalmente, buena precisión dimensional, excelente acabado superficial, apariencia, copiado
de fines detalles, eliminar al máximo los procesos de mecanizado y minimizar al máximo el
desperdicio de metal.
Después de la laminación en caliente, que también puede incluir una cierta laminación en frío, a
las bobinas de metal se les aplica un tratamiento térmico por recocido, para reblandecer el metal
y eliminar cualquier trabajo en frío introducido durante el proceso de laminación en caliente. La
laminación en frío, que normalmente se aplica a temperatura ambiente, también se lleva a cabo
en laminadores de cuatro rodillos utilizados solos o en serie.
metal es continuamente deformado para producir un perfil de gran longitud con el corte
transversal deseado.
Los dos principales procesos son la extrusión directa y extrusión indirecta. En la extrusión directa,
el tocho de metal se coloca en el interior del contenedor de la prensa de extrusión y es forzado
por el pistón a pasar a través de la matriz. En la extrusión indirecta, un pistón hueco empuja la
matriz hacia el otro extremo del contenedor de la prensa de extrusión que está cerrado mediante
una placa. Las fuerzas de fricción y la potencia necesarias en la extrusión indirecta son menores
que en la extrusión directa. Sin embargo, la fuerza que puede aplicarse utilizando un pistón hueco
en el proceso indirecto está mucho más limitada que la que puede utilizarse en la extrusión
directa.
El proceso de la extrusión se utiliza principalmente para producir barras, tubos y formas
irregulares de metales no ferrosos de bajo punto de fusión tales como aluminio, cobre y sus
aleaciones. No obstante, con el desarrollo de prensas de extrusión de gran potencia y la
optimización de lubricantes tales como el vidrio, algunos aceros al carbono y aceros inoxidables
también se pueden extrudir en caliente
En general, el proceso de forja se utiliza para producir formas irregulares que requieren trabajo
adicional para mejorar la estructura del metal al reducir la porosidad y refinar la estructura
interna. Por ejemplo una llave que ha sido forjada será más resistente y tendrá menos
posibilidades de romperse que aquella que únicamente se funde y vacía en moldes.
BIBLIOGRÁFICA
Callister W. (1995). Ciencia e Ingeniería de los Materiales. Editorial Reverte S.A.