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TALLER PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Integrantes del grupo: Karen Lisbeth Muñoz Paladines (2029460), Luisa Fernanda
Peña Usma (1623903) y Dolly Stefany Restrepo Gaviria (2024747).
Curso: Impacto Ambiental
Docente: Marcela Navarrete

1. ¿Es importante la participación de la comunidad en los procesos de


elaboración de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA)? ¿por qué? Explique
detalladamente.

Se plantea como tema central la participación ciudadana, ya que, representa un eje


de vital importancia para no solo recobrar derechos o hacer renacer derechos en
Colombia, sino también, para reflexionar y afinar la puesta en práctica de los
deberes como ciudadanía. Pero para ello, es necesaria mucha transparencia,
acceso a información clara y que responda a los intereses de lo que se consulta a la
institucionalidad, ya sea de carácter público o privado, sobre todo en los asuntos
ambientales que suelen tener información difusa o no disponible (Mora, 2018).

Se hace importante e imprescindible la participación ciudadana en la elaboración de


los Estudios de Impacto Ambiental (EIA), puesto que, las comunidades en términos
sociales, culturales y políticos son los componentes que generalmente se ven más
afectados a causa de la introducción de proyectos de desarrollo en su territorio, que
inminentemente afectan a los otros componentes, tanto ecológicos como
económicos.

Es claro que en materia ambiental todos los bienes y servicios son de todos y de
esa misma forma se debería propender por su cuidado y mantenimiento de los
servicios ecosistémicos brindados, manteniendo el equilibrio entre naturaleza y
sociedad, haciendo referencia a todos los aspectos inherentes a esta última; por lo
cual cualquier acción negativa que sea introducida por proyectistas en la realización
de cualquier proyecto de desarrollo afecta al sistema ambiental del cual el
proyectista se ve beneficiado y otras comunidades también, pero esas comunidades
son generalmente muy distintas a las que se ven afectadas por la misma causa
(MINEAT, 2011).

Las comunidades manifestadas a través de la participación ciudadana sin lugar a


dudas, son las que más conocen el territorio donde se propone desarrollar cualquier
proyecto y según Flores (2016) hacen parte de los interesados más competentes,
para colaborar en la elaboración y descripción de las diferentes fases y esquemas
metodológicos que se deberán observar en el etapa operativa, con el objeto de
elaborar técnica y legalmente los estudios de impacto ambiental, así sus
conocimientos en la mayor parte sean empíricos y adquiridos a través de la
experiencia, se convierten en los más valiosos hallados y representan la realidad de
todos los componentes en el territorio estudiado.

De esta manera, incluir a la comunidad en la construcción del estudio de impacto


ambiental, se constituye como un proceso dinámico y proactivo de investigación
que permite identificar el momento y el nivel pertinente de desarrollo en la localidad.

2. ¿Creen ustedes que los procesos de participación ciudadana en los


proyectos de desarrollo en Colombia se realizan en cumplimiento de la
norma? Explique y sustente bibliográficamente la respuesta.

Según nuestros criterios, los procesos de participación ciudadana de Colombia sí se


llevan a cabo y podemos ser partícipes de ellos, en la toma de decisiones conjuntas
respecto a nuestro entorno. Conforme a la ley somos partícipes de proyectos de
desarrollo, ya que, durante el proceso de discusión de los planes, las autoridades de
planeación velarán porque se hagan efectivos los procedimientos de participación
ciudadana previstos en la presente ley.

De acuerdo con Mirosevic (2011), nuestra participación es esencial para el


ordenamiento del medio donde se desarrolla el proyecto, ya que, esto fortalecerá la
tarea de avance del desarrollo con una mayor responsabilidad social. Por ello
debemos cumplir con nuestro compromiso de participación en la toma de cada una
de las decisiones ambientales, además de esto se debe insistir en el cumplimiento
de todas las normas y hacerlo de una manera proactiva, informada y responsable
para así evitar dificultades en procesos de desarrollo, en general se puede afirmar
que los proyectos que consideran el componente social de gran importancia han
abierto nuevos caminos en materia de participación comunitaria.

Para lograr una adecuada protección del medio ambiente se requiere de la


concurrencia de todos los afectados en la problemática. Por ello, el principio de la
participación ciudadana se encuentra presente en todo el desarrollo del proyecto y
exclusivamente debido a los intermediarios encargados de ejecutar programas de
desarrollo y mejoramiento, que no cumplen e infringen pasos de indicadores para
saber el estado de las necesidades de las comunidades y ocasionan por ende, el
incumplimiento de la ley, por lo cual, así se tenga la ley establecida y todos los
mecanismos para ser partícipes en la toma de decisiones de nuestra sociedad si no
se cumplen los debidos indicadores nuestra participación no va a ser la adecuada,
tal como lo enuncia el Congreso de la República (1994).

3. ¿Cuáles son para Colombia los principales mecanismos de participación


ciudadana que tiene la comunidad para defender sus derechos y los de su
territorio en el marco de los EIA? Explique cada uno.
De acuerdo con Rodríguez y Muñoz (2009), la participación ciudadana en
Colombia se empieza a gestar con la Constitución política de 1991, dado el giro
radical que tuvo el sistema constitucional del país por medio de la consagración
de los mecanismos de democracia participativa. A partir de este momento se dio
inicio al diseño de espacios de participación para que los colombianos tuvieran
incidencia en la elección popular de sus gobernantes locales y pudieran hacer
parte de la toma de decisiones que impactarán aspectos de su vida social,
económica, familiar y ambiental.

En Colombia, estos mecanismos de participación pueden ser de tipo administrativo,


judicial y político. Ligado al tema medioambiental, los procesos administrativos se
refiere al otorgamiento de licencias y permisos ambientales, en donde los
ciudadanos entregan información importante a la autoridad ambiental para que esta
la tenga en cuenta al momento de tomar las decisiones y establecer la
reglamentación para el uso del suelo; en relación con los judiciales se refiere a la
modalidad de acciones legales que son emprendidas por las personas y que
resultan en fallos de jueces o magistrados y que buscan la protección de los
derechos vulnerados por acción u omisión del Estado. Por último, se encuentran los
mecanismos políticos que se ejercen a partir de la capacidad que tiene la
ciudadanía para participar en las decisiones que le competen y en las que se obliga
al gobierno a actuar con base en la decisión popular (Rodríguez y Muñoz, 2009).

A partir de esto, los colombianos han venido haciendo uso de varias herramientas
políticas, administrativas y judiciales, como: audiencias ambientales, consultas
populares, veedurías ciudadanas en asuntos ambientales, acciones de tutelas, entre
otros espacios para defender los derechos relacionados con el ambiente (Casas,
2020). Algunos de estos mecanismos se describen a continuación:

● Audiencias públicas ambientales: tiene por objeto dar a conocer a las


organizaciones sociales, comunidad en general, entidades públicas y
privadas la solicitud de licencias, permisos o concesiones ambientales, o la
existencia de un proyecto, obra o actividad, los impactos que este pueda
generar o genere y las medidas de manejo propuestas o implementadas para
prevenir, mitigar, corregir y/o compensar dichos impactos; así como recibir
opiniones, informaciones y documentos que aporte la comunidad y demás
entidades públicas o privadas (ANLA, s.f.).

● Veedurías ciudadanas en asuntos ambientales: es el mecanismo


democrático de representación que le permite a los ciudadanos o a las
diferentes organizaciones comunitarias, ejercer vigilancia sobre la gestión
pública, respecto a las autoridades, administrativas, políticas, judiciales,
electorales, legislativas y órganos de control, así como de las entidades
públicas o privadas, organizaciones no gubernamentales de carácter nacional
o internacional que operen en el país, encargadas de la ejecución de un
programa, proyecto, contrato o de la prestación de un servicio público. Que
ayudan de cierta manera a realizar una mejor gestión y dar cumplimiento a la
normatividad nacional vigente. Los representantes legales de las entidades
públicas o privadas deberán por iniciativa propia, u obligatoriamente a
solicitud de un ciudadano o de una organización civil informar a los
ciudadanos y a las organizaciones civiles a través de un medio de amplia
difusión en el respectivo nivel territorial, para que ejerzan la vigilancia
correspondiente.
Los principios que debe tener ese control ejercido por los grupos de control
social son los siguientes: democratización, transparencia, eficacia, libertad de
iniciativa y autonomía, objetividad, responsabilidad, legalidad e igualdad
(CAR, 2012).

● Acciones de tutela: de acuerdo con Carrera (2001) se define como una


acción judicial subsidiaria, residual y autónoma, dirigida a permitir el control
constitucional de las acciones u omisiones de todas las autoridades públicas
y excepcionalmente de los particulares, pudiendo ser interpuesta por
cualquier persona para la defensa pronta y efectiva de los derechos
fundamentales cuando ello resulte urgente para evitar un perjuicio
irremediable o cuando no exista otro medio de defensa judicial que sirva para
tales efectos.

De acuerdo con la Corte Constitucional (2017) se ha sostenido, como regla


general, que la acción tutela no procede para la protección de derechos
colectivos, ya que para su amparo la Constitución Política ha dispuesto las
acciones populares. No obstante, como hipótesis excepcional, se ha
reconocido la procedencia de la acción de tutela cuando la afectación a un
derecho colectivo, como el medio ambiente sano, implica una amenaza cierta
o una vulneración a un derecho fundamental. Este caso nombrado es vivido
comúnmente en el contexto colombiano cuando proyectos de desarrollo son
insertados en distintos territorios y generan gran contaminación a los
recursos, afectando a la salud de la población; algo puntualmente que podría
ilustrar dicha situación sería el licenciamiento del proyecto de extracción de
oro en el Páramo de Santurbán, que afectaría la calidad del agua
suministrada a poblaciones cercanas y al municipio de Bucaramanga.

A través del Departamento Administrativo de la Gestión Pública a partir de la ley


134 de 1994 se establecen algunos de los mecanismos de participación
ciudadana para realizar un seguimiento y control en los temas referentes a lo
ambiental, estos son:
● “Iniciativa popular legislativa y normativa ante las corporaciones
públicas: La iniciativa popular legislativa y normativa ante las corporaciones
públicas es el derecho político de un grupo de ciudadanos de presentar
Proyecto de Acto legislativo y de ley ante el Congreso de la República, de
Ordenanza ante las Asambleas Departamentales, de Acuerdo ante los
Concejos Municipales o Distritales y de Resolución ante las Juntas
Administradoras Locales, y demás resoluciones de las corporaciones de las
entidades territoriales, de acuerdo con las leyes que las reglamentan, según
el caso, para que sean debatidos y posteriormente aprobados, modificados o
negados por la corporación pública correspondiente.

● Referendo: Es la convocatoria que se hace al pueblo para que apruebe o


rechace un proyecto de norma jurídica o derogue o no una norma ya vigente.

● Referendo derogatorio: Un referendo derogatorio es el sometimiento de un


acto legislativo, de una ley, de una ordenanza, de un acuerdo o de una
resolución local en alguna de sus partes o en su integridad, a consideración
del pueblo para que éste decida si lo deroga o no.

● Referendo aprobatorio: Un referendo aprobatorio es el sometimiento de un


proyecto de acto legislativo, de una ley, de una ordenanza, de acuerdo o de
una resolución local, de iniciativa popular que no haya sido adoptado por la
corporación pública correspondiente, a consideración del pueblo para que
éste decida si lo aprueba o lo rechaza, total o parcialmente.

● El plebiscito: El plebiscito es el pronunciamiento del pueblo convocado por


el presidente de la República, mediante el cual apoya o rechaza una
determinada decisión del Ejecutivo. Claramente las decisiones tomadas a
nivel nacional generalmente son enmarcadas en este tipo de participación
ciudadana; el Acuerdo de Paz con el grupo FARC fue evaluado mediante
este mecanismo, que tenía impactos sociales, económicos y políticos, pero a
su vez también está relacionado con los componentes ecológicos y culturales
de todo el territorio nacional colombiano, puesto que, muchas masacres
perpetradas por los grupos al margen de la ley se hacían directamente sobre
la naturaleza y traían repercusiones significativas a esta misma y a la
población humana.

● Consulta popular: La consulta popular es la institución mediante la cual, una


pregunta de carácter general sobre un asunto de trascendencia nacional,
departamental, municipal, distrital o local es sometido por el Presidente de la
República, el gobernador o el alcalde, según el caso, a consideración del
pueblo para que éste se pronuncie formalmente al respecto.
● Cabildo abierto: El Cabildo abierto es la reunión pública de los concejos
distritales, municipales o de las juntas administradoras locales, en la cual los
habitantes pueden participar directamente con el fin de discutir asuntos de
interés para la comunidad, en este caso ambientales.”
Además de acuerdo con ANLA (2020) se ha aportado a los mecanismos de
participación ciudadana con la firma del Acuerdo de Escazú, el cual es una
concertación regional sobre el acceso a la información, la participación pública y el
acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe, el cual
según las Naciones Unidas (2018) tiene como objetivo garantizar la implementación
plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la
información ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones
ambientales y acceso a la justicia en asuntos ambientales, así como la creación y el
fortalecimiento de las capacidades y la cooperación, contribuyendo a la protección
del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a vivir en un
medio ambiente sano y al desarrollo sostenible.

En la tabla 1 se compilan los mecanismos de participación ciudadana y la


reglamentación que los soporta.

Tabla 1. Mecanismos de participación ciudadana.


Tipos de mecanismo Reglamentación
colombiana

Administrativos Consulta previa con pueblos Ley 21 de 1991 (que


indígenas y grupos étnicos aprueba el Convenio 169
OIT). Ley 99 de 1993 (Art.
76). Decreto 1397 de 1996,
Decreto 1320 de 1998, y
Decreto 1220 de 2005

Audiencias públicas Ley 99 de 1993 (Art. 72),


ambientales Decreto 330 de 2007.

Veedurías ciudadanas en Ley 134 de 1994 (art. 100),


asuntos ambientales Ley 136 de 1994 (arts. 91,
178), Ley 489 de 1998 (arts.
34, 35), Ley 850 de 2003

Intervención en los Ley 99 de 1993 (arts. 69,


procedimientos ambientales 70)

Participación en los Ley 99 de 1993 (Parágrafo


procesos de planificación 1, art. 11, 13, 26 Literales f y
ambiental g, 64), Resolución. 128 de
2000, Resolución. 389 de
2000, Decreto 1523 de
2003, Decreto 606 de 2006,
Decreto 330 de 2007 (art.
17)
Administrativos Derecho petición Ley 99 de 1993 (art. 74) Ley
23 1973

Judiciales Acción de tutela Decreto. 2591 de 1992.


Decreto . 306 de 1992 y
Decreto. 1382 de 2000

Acción de cumplimiento Ley 393 de 1997

Acción popular Ley 472 de 1998

Acción de grupo Ley 472 de 1998

Acción de nulidad Decreto. 2304 de 1989

Acción de Decreto. 2067 de 1991


inconstitucionalidad

Políticos Iniciativa popular legislativa Ley 134 de 1994 (Artículo 2)


normativa

Referendo Ley 134 de 94 (Artículo 3-5)

Revocatoria de mandato Ley 134 de 1994 (Artículo


6)

Plebiscito Ley 134 de 1994 (Artículo 7)

Consulta popular Ley 134 de 1994 (Artículo 9)

Cabildo abierto Ley 134 de 1994 (Artículo 9)


Fuente: Casas, 2020.

4. Como resultado de una rigurosa revisión bibliográfica identifiquen los


mecanismos de participación ciudadana que son más omitidos/violados por
parte de los proyectistas en Colombia?

Se vuelve un tema interesante, puesto que Colombia principalmente, tiene mucha


normativa en cuanto a temas ambientales y participación de la comunidad en estos,
sin embargo, es visible que en múltiples ocasiones se ven vulnerados los derechos
de las comunidades por parte de las empresas proyectistas o que invierten en los
territorios para obtener bienes y servicios.

En las últimas décadas, ha prevalecido una gran confianza en la capacidad de los


mecanismos de participación para prevenir el exterminio físico y cultural de los
pueblos indígenas. Sin embargo, la experiencia en Colombia muestra que estos
mecanismos, en particular el de las consultas previas, tienen enormes limitaciones,
principalmente debido a su baja efectividad en la práctica y a que las condiciones
materiales de los pueblos dificultan una participación verdaderamente libre.
Ciertamente podemos tomar como ejemplo la realidad que se vive en el
departamento de La Guajira, productor del 40% del carbón del país y que, en los
últimos años se ha proyectado como una promesa de gran potencial para la
explotación de energía eólica. Probablemente este territorio se convertirá en testigo
de la transición de las llamadas no renovables a renovables, ya que, en una reciente
investigación del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz - Indepaz se reveló
cómo han avanzado en el país las gestiones para 65 parques eólicos con más de
2,000 aerogeneradores en trámite en todas las costas de La Guajira.
En esta región habita el pueblo wayúu, que representa el 20% de la población
indígena de Colombia. A pesar de la promesa de desarrollo que ha generado la
explotación de carbón y de los importantes avances normativos sobre los derechos
de participación de los pueblos indígenas que se han dado en Colombia, el pueblo
wayúu se encuentra en riesgo de exterminio físico y cultural ya que, estos parques
energéticos afectarían al menos a 288 comunidades wayúu, sin contar las
impactadas por las líneas de transmisión de energía. Un total de 19 empresas y 15
de ellas multinacionales promueven estos proyectos, en los que se gestionan
acuerdos por 60 años o más, con una inversión de más de seis mil millones de
dólares. Según las investigaciones de Indepaz, las empresas y el Estado han
adelantado procesos de consulta previa con las comunidades, con base en una
normatividad que se deriva de la Constitución Política, sin embargo, en Colombia no
existe una ley de consulta previa. Los principios de cómo debe realizarse y cuál es
su alcance han sido definidos por una amplia jurisprudencia de la Corte
Constitucional (Orduz, 2020).

Para la Corte Constitucional de la República de Colombia, las consultas deben ser


un instrumento efectivo de protección de los derechos territoriales y culturales de los
pueblos indígenas y comunidades negras. Este tribunal ordena el consentimiento
libre, previo e informado en caso de que las medidas impliquen reubicaciones,
vertimiento de desechos tóxicos o impactos culturales, sociales y ambientales que
puedan poner en riesgo la existencia misma de la comunidad. La Corte y otras
fuentes de derecho internacional señalan que las consultas deben ser efectivamente
previas a la toma de decisiones y llevarse a cabo antes de cualquier intervención en
el territorio; deben, además, ser libres, informadas, de buena fe y realizarse con las
autoridades representativas. Aunado a esto, señala que el proceso mismo de
consulta debe concertarse con las comunidades a través de una preconsulta en
aras de identificar características de las comunidades, conflictos de intereses y
cualquier información clave que pueda tener repercusión significativa en los
procesos tanto para el desarrollo o no de los proyectos (Orduz, 2016).

A pesar de estos importantes lineamientos, en la práctica los procesos de consulta


se rigen por medio de normas administrativas expedidas por el gobierno nacional,
que son tomadas como un simple requisito formal y no como una vía efectiva para
que las comunidades participen en las decisiones que afectan sus derechos
territoriales y culturales, entre otros. Como consecuencia, se realizan consultas
múltiples sobre actividades fragmentadas con pocos alcances y muy costosa para
los pueblos indígenas, a las cuales el líder arhuaco Cayetano Torres llamó
“consultitis” y describió este fenómeno como “otra pandemia social, procedimientos
que usurpan los espacios y tiempos culturales”, en otras palabras, como “otra forma
de exterminio de los pueblos (Heinrich Bölll, 2019).

Algunas deficiencias para la participación ciudadana en los procesos para proyectos


de desarrollo son las siguientes:

● Las comunidades no han sido informadas sobre la magnitud de cada uno de


los proyectos y del profundo cambio que sufrirá todo el territorio ancestral.
Generalmente no conocen las restricciones durante la ejecución y el uso del
territorio que sufrirán.
● Las empresas han realizado los procesos de manera fragmentada y han
logrado acuerdos distintos con diferentes comunidades. Esto ha provocado
divisiones entre las comunidades y dificultades para que los pueblos
comprendan de manera integral las dimensiones del proyecto y desarrollen
posiciones de manera articulada.
● Los estudios de impacto ambiental no han contado con el apoyo y la
participación de las comunidades. Los estudios, por tanto, no contemplan
afectaciones esenciales a las comunidades.
● No hay claridad sobre el deber de consultar en caso de ampliación o
modificación del proyecto.
● Las empresas y el Estado no conocen la estructura social y familiar de las
comunidades, por lo que no necesariamente consultan a las verdaderas
autoridades tradicionales.
● En los acuerdos logrados, las empresas frecuentemente asumen
obligaciones que suplantan los deberes del Estado en su tarea de satisfacer
derechos históricamente vulnerados. Estos acuerdos son además confusos,
pues no se diferencia entre distribución de beneficios, gastos filantrópicos,
pago por uso del territorio y otros gastos.
● Falencias para la construcción de indicadores y premisas de incidencia
política pública, tal como menciona Torres (2016), puesto que las entidades
no tienen capacidad técnica y de personal para afrontar dichos compromisos
con los territorios.
● Discontinuidad en las labores realizadas con las comunidades, ya que, no se
tiene en cuenta la realidad social de esta y se pretende acoplar la comunidad
al proyectista, en lugar de articularse a ella para obtener los saberes y
experiencias que satisfagan múltiples demandas de información a lo largo de
la construcción del Estudio de Impacto Ambiental (Torres, 2016).

5. Identifiquen las principales debilidades que en Colombia tiene la comunidad


para participar en la formulación de los EIA relacionados con proyectos de
desarrollo. Explique detalladamente, sustente su respuesta con datos y
bibliografía.

Algunas de las debilidades hacen referencia a las metodologías usadas para dichos
procesos tanto encaminados a la participación ciudadana como a la participación
como tal en los proyectos de desarrollo, puesto que para la formulación de los
Estudios de Impacto Ambiental (EsIA) y para la Evaluación de Impacto Ambiental,
tal como indica Roberto Cárdenas, el panelista de Colombia, Director del Área de
Estudios Ambientales de INERCO Consultoría, existen múltiples falencias asociadas
al consentimiento previo, libre e informado de la comunidad étnica donde se realizan
algunos proyectos, que tienen relación con la realización de las actividades y
reuniones, metodologías usadas, entre otros; problemáticas de conectividad, puesto
que no se tiene garantía y herramientas para la realización de los procesos,
espacios adecuados tanto para el entrenamiento y provisión de recursos para las
acciones; se ha imposibilitado el mejoramiento de las estrategias a usar a partir de
ajustes de la ruta metodológica; también se dificulta en múltiples ocasiones la
manifestación de aceptación por la empresa y el papel que juega el Ministerio
Público, con organismos como la Procuraduría General de la Nación, Personería
Municipal, Defensoría del Pueblo y por otra parte, autorización Alcaldía y
Participación la Dirección Autoridad Nacional de Consulta Previa - DANCP.

Igualmente, como mencionan Oñate et. al (2011) se tienen retos en cuanto a la


definición de la igualdad de condiciones de las partes interesadas, puesto que en
múltiples ocasiones los proyectistas o interesados de la realización del proyecto en
primera medida, no aportan a que haya un diálogo consciente y responsable, que
permita un intercambio de argumentos convincentes con los que se busque afrontar
las diferentes temáticas de los proyectos. Además, enuncian, que dentro del marco
conceptual, también se presentan retos para afrontar a la democracia como una
cultura y estilo de vida, caracterizado por el diálogo, la información, la comunicación,
la fraternidad de los ciudadanos con la organización política, puesto que, no se han
generado costumbres para organizarse y solicitar al estado lo que corresponde
como ciudadanos. Por lo que se ratifica que la participación ciudadana en asuntos
ambientales debe ser un lenguaje y un conjunto de actitudes, convicciones,
creencias, tolerancias, responsabilidades y concepciones de la ciudadanía, de su
civismo y solidaridad que penetra en el espectro de lo público y de lo privado, para
propender por el mejoramiento y calidad ambiental.

Otra de las debilidades estaría relacionada con el fortalecimiento institucional,


puesto que en Colombia es común que las diferentes entidades públicas y privadas
no tengan los recursos tanto necesarios como suficientes para invitar a la
comunidad a procesos de participación ciudadana y facilitar de tal manera su aporte
en las diferentes temáticas de interés; de esta forma ANLA (2019) presenta una
nueva incursión en metodologías tecnológicas para satisfacer estas necesidades,
creando la Subdirección de Mecanismos de Participación Ciudadana Ambiental y los
dos grupos, el primero Grupo de Respuestas a Solicitudes y Peticiones y el
segundo, Grupo de Participación Ciudadana y Atención al Ciudadano, en los que se
encuentra adecuando la respuesta institucional a los compromisos de la
sostenibilidad ambiental, las necesidades del país y al relacionamiento con los
grupos de interés.

En este mismo sentido, la ANLA dispone para el monitoreo de la conflictividad un


tablero de control, en el cual a partir de las denuncias ambientales interpuestas por
la ciudadanía puede identificar los territorios donde se podría estar presentando una
presunta afectación a algún recurso natural y de esta manera generar las acciones
oportunas en materia de seguimiento ambiental y las estrategias para prevención y
la transformación positiva de la conflictividad. La herramienta permite filtrar las
denuncias ambientales recibidas a partir del 2 de enero de 2019 según
departamento, municipio, tema ya sea, hidrocarburos, minería, energía,
infraestructura, entre otros, los recursos a los cuales se refiere la denuncia, tales
como: aire, recurso hídrico, suelo, fauna, flora, temas socioeconómicos, entre otros,
así como por actor que la remite. En la ilustración 1, se presenta la interfaz de dicho
tablero de control de las denuncias ambientales realizadas, y se puede evidenciar
que en el rango del 02 de enero de 2019 al 26 de noviembre de 2020, se han
interpuesto 854 radicados de posible infracción social o ambiental en el territorio
colombiano, de los cuales 15 corresponden al Valle del Cauca pero la mayoría se
encuentran en el departamento del Meta, siendo los temas más relevantes:
hidrocarburos, infraestructura, minería y energía; también es posible notar que la
mayor parte de los radicados han sido interpuestos por personas naturales.

Identificando en la ilustración 1 las zonas con mayor presencia de radicados


interpuestos, es factible concluir que la mayor parte corresponden la zona andina y
costa atlántica, puesto que allí predominan las capacidades técnicas de los
territorios y la población para aportar a estas estadísticas, sin embargo en la zona
de la costa pacífica y el amazonas hay muy pocos o ningún caso, lo que evidencia
la realidad social en cuanto a difusión y posibilidades de participación ciudadana de
las comunidades más pobres y marginadas del territorio, que presentan falencias
que deberían ser solucionadas por parte de los interesados o actores involucrados y
lograr una efectiva y eficaz transmisión de datos e información para la posterior
toma de decisiones adecuadas que favorezcan principalmente a las poblaciones
asentadas en los territorios o en el área de influencia de los proyectos de desarrollo.

Ilustración 1. Tablero de control de denuncias de infracciones ambientales y


sociales. Fuente: ANLA. Enlace tablero:
http://siganla1.anla.gov.co/portalexterno/apps/opsdashboard/index.html#/d1fe7edcb
75d4c74b434bca67647531e

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