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Análisis de la película “The First Grader” (El Colegial, en español),

Introducción

El presente trabajo se realizará sobre el análisis de la película “The First


Grader” (El Colegial, en español), la cual, si bien difiere en rasgos socio-culturales
e históricos, plasma nítidamente la problemática que el sistema educativo acarrea
con la propia indulgencia del ser humano en distintas épocas de la historia con
fundamentos poco posibles de realidad, llámese carátula política, manejos
convenientes para sectores reducidos, etc.
Algunas problemáticas reflejadas en la misma tienen que ver con las leyes
que se promulgan en cuanto a la educación pública para todos, lo que implica ese
para todos, ya que la totalidad de la sociedad tiene acceso de derecho a la
educación pero no siempre de hecho. El protagonista cuando reclama su derecho
de ser educado deja al descubierto los manejos y conductas de todos los que
están implicados en la educación, desde las autoridades más elevadas hasta los
propios educadores.
El encuentro entre lo pasado y lo futuro es una de las evidencias que dejan
al descubierto las equívocas posturas no solo de los sectores que incumben a la
educación sino al plano social en general que la circunda; las decisiones que se
toman en el presente deben tener en cuenta el pasado y no solo el tiempo
venidero, si bien en la trama se centra este marco en las diferencias y conflictos
entre tribus, es aplicable a la calidad de la educación actual que se aferra a viejos
marcos de referencia que no compatibilizan con los cambios socio-culturales de
nuestra época actual.
La intención de este trabajo será vincular fragmentos y/o mensajes de la
película con los textos vistos desde comienzo de año en la materia que nos
incumbe.
Desarrollo
Argumento de la película:
Kimani N’gan’ga Marougke, protagonista principal, es un agricultor de 84
años que cuando era joven, en la década del 50, fue un miembro del grupo
anticolonialista Mau Mau, que se rebeló en contra del gobierno británico de Kenia.
Su esposa y dos hijos pequeños fueron brutalmente asesinados debido a su
afiliación al Mau Mau, y Marougke pasó casi diez años siendo torturado en
campos de prisioneros controlados por los británicos, hasta que Kenia finalmente
obtuvo su independencia. Así es que, en el 2002, cuando el gobierno kenyano
anuncia educación primaria gratuita para todos, Marougke, envejecido, cojeando y
medio sordo a causa de las torturas que recibió en los campos de prisioneros,
camina trabajosamente a través de los campos hasta una escuela local para
reclamar un puesto entre los niños de 5, 6 y 7 años. Él cree que el gobierno le
debe una educación, sin embargo su intención es aprender a leer ya que conserva
una carta que le ha llegado del presidente de Kenia, ofreciéndole reparaciones por
su sacrificio a nombre del país.

Fernando Martínez Paz, en su “Fundamento ético”, sostiene que el Estado


debe asumir la responsabilidad de garantizar el acceso a la educación y a la
cultura a todos los ciudadanos, contemplando los reclamos y necesidades de los
distintos grupos sociales, además de la vigencia del pluralismo de escuelas, la
igualdad de oportunidades y la democratización de la enseñanza.
El gobierno de Kenia anunció: “La educación será gratuita para todos”
encontramos que ese “todos” contiene restricciones. Una de ellas es no permitirle
a Maraougke que asista a una escuela de niños. Martínez Paz, sostiene que la
fundamentación de la alternativa elegida se convierte en un problema clave a
resolver dado que la decisión tomada alcanza a gran cantidad de personas y que
por este motivo es de vital importancia. Pero, para pensar estas cuestiones
debemos tener en cuenta la tensión que se establece entre la ética y la política, ya
que si se ignora esta tensión no se está pensando en las condiciones educativas,
ni en la realidad política y cultural de esa sociedad. Tal es así que en la película,

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aparecen conflictos entre los padres de los alumnos de 1° grado y la escuela,
amenazan a la directora que permite que el adulto ingrese, la prensa descubre
este suceso insólito y llega a las autoridades del Ministerio de Educación a tal
punto de revolucionar el país. Se pasan por alto los derechos como el pluralismo,
la igualdad de oportunidades, la libertad de enseñanza, entre otros. En un pasaje
de la película, también vemos como el padre de un alumno, compañero de
Marougke, discute con el profesor porque su hijo no va a la par en el proceso de
aprendizaje respecto de los otros y esto molesta al padre del niño, quien cuestiona
que en la escuela dan lugar a un anciano y no quieren aceptar a su hijo.
Al final de la película podemos ver una crisis producto de la voluntad ética y
un problema ético-social. En este caso hay un hecho muy marcado que da origen
a esta crisis que es la desmoralización, que aparece como un descenso del nivel
ético y es un fenómeno que origina graves rupturas en las áreas afectadas de la
sociedad. Contribuye a la desmoralización, la permisividad y puede confundirse
con la tolerancia. Pese a estas vicisitudes, Marougke exige al gobierno a respetar
su derecho y es así que logra incorporarse a la escuela, reclamando el regreso de
su maestra para continuar aprendiendo, ya que: “aprendes hasta que cierras los
ojos”.
Estos derechos están avalados, a su vez, en el Marco General de Política
Curricular, donde se expresa claramente que “el Estado debe asegurar el acceso,
permanencia y egreso de la totalidad de la población al sistema educativo para
distribuir los bienes culturales con criterio de justicia.” Y así, hacer efectivas la
igualdad y la inclusión. La política, el pasado y la influencia corrupta de los medios
de comunicación hacen que la presencia del protagonista de la película en la
escuela primaria resulte problemática. Sin embargo este interpreta correctamente
el mensaje de que la educación pública es “para todos”, en este caso la tensión
entre la ética y la política se manifiesta nítidamente en la conducta del profesor
que rechaza y maltrata a Marougke desde el comienzo, antagónicamente, Jane,
es la que sostiene y responde a la ética social y a la política institucional,
intentando llevar a la práctica medidas posibles para que él acceda a la educación
como ciudadano vivo y con derechos igualatorios. Como se expresa en "La
escuela legitimadora de la educación necesaria", convocar a todos a la escuela,
se trata del primer nivel de inclusión, a causa de esto Marougke se hace presente
y ejerce crédito en ese elemento que conforma el ámbito de lo público. Pero esta
inclusión y esta participación por parte del anciano en la escuela primaria crea un
contexto complejo y difícil no solo para el educador sino también para el entorno
en general. Es entonces cuando más se nota que la escuela es parte del paisaje
social. Allí comienzan a visualizarse los obstáculos y límites de la participación.
Conmovida por su entusiasta súplica, Jane apoya su lucha por lograr la
admisión y juntos se enfrentan a la feroz oposición de los padres y los funcionarios
que no quieren permitirle un lugar en la escuela en un “viejo”.
La película nos muestra que la historia nacional e institucional y la escasa
tradición democrática de un país como áfrica, no ha permitido arraigar en las
instituciones los valores participativos. Marougke con su perseverancia y
constancia, en su papel de ciudadano demandante de algo que le corresponde no
bajó los brazos a pesar de todos los obstáculos que aparecieron en su camino.
Esto representa claramente la idea de una ciudadanía que se construye a través
de la conquista de derechos.
Jane pretendía trabajar esas diferencias, homogeneizándolas, en pos de la
búsqueda de equidad. Dándole a él y cada uno lo que le corresponde, lo que
necesita. Podemos definir entonces a la educación en términos de compensación.
Adecuar la educación a las condiciones sociales, psicológicas, etc. Compensar es
remediar, resarcir, reparar, reestablecer, indemnizar... Es dar a los educandos la
posibilidad de desarrollar sus potencialidades y hacer un uso productivo y de
realización personal de las mismas. Marougke como cada niño que concurre a la
escuela trae una cultura familiar y social diferente además de una marca cultural
comunitaria. El desarrollo de transformaciones participativas dentro de la
institución escolar debe considerarse una vía para el logro del cumplimiento de las
funciones de la institución en interacción con el contexto que la circunda.
En relación a esto, Marougke nos da la lección de resarcir el pasado para
crear el mañana a través de la conciencia, al sugerir que “el pasado está siempre
presente” y por lo tanto se debe aprender de los errores de aquel tiempo para no
volver a cometerlos. La educación es una herramienta clave para ayudar a
mejorar lo que ha antecedido y para crear futuros, porque “si se considera que el
presente se explica por las decisiones que se tomaron en el pasado, entonces lo
que suceda en el futuro depende de las decisiones que hoy estemos tomando”.
Teniendo en cuenta la definición de dinámica institucional, que consiste en
“el movimiento a través del cual las dificultades se convierten en problemas y se
trabaja para su solución”; se pone de manifiesto la postura del maestro que
corresponde con una modalidad regresiva de funcionamiento institucional, porque
no evalúa la situación ni discrimina las necesidades y problemas para arribar a
una solución, predomina en él el prejuicio sobre el análisis de la realidad y
demuestra una conducta impulsiva en su accionar; el maestro como parte de la
educación responsable de transmitir valores para la formación de ciudadanos
actúa en un marco similar al del señor Kipruto, (funcionario político) que no
respeta los “Niveles y formas de participación”, en el caso de tomar la decisión de
reemplazar a la maestra Jane desestimando absolutamente el nivel consultivo
como el evaluativo, ya que solo representó “cartelera” política queriendo quedar a
favor de lo conveniente para un sector disminuido y especifico, no accediendo a la
promulgación de los derechos correspondientes a los ciudadanos de un país en
democracia. En cambio, la postura de la maestra Jane coincide con la visión del
conflicto desde una perspectiva crítica, es decir, no como algo negativo, sino como
un instrumento esencial para la transformación de las estructuras educativas, en
otras palabras, opta por la modalidad progresiva: participa reflexiva y críticamente
en sus responsabilidades; elige afrontar la situación conflictiva, dándole el lugar
que Marougke reclama y de este modo muestra que, al tratarse la escuela de una
organización social y cultural, debe promover valores de comunicación,
solidaridad, desarrollo de autonomía y deliberación social. Por ello, es destacable
la conducta de esta maestra, ya que en ella se reflejan los tres elementos
expresados en “Nuevos tiempos y nuevos docentes”, de Tedesco y Fanfani. La
vocación, el trabajo y la profesionalidad; porque para ser un buen maestro, no
basta el dominio de competencias científico-técnicas específicas, ni un
compromiso ético genérico (principio de honradez, ética profesional, etc.), sino
además y fundamentalmente, el compromiso moral con el otro, una cierta actitud
de entrega y desinterés. Esta docente sabe brindar, desde la institución en la que
se encuentra lo que las familias, debido a los cambios en las formas de vida, ya no
están en condiciones de dar: contención afectiva, orientación ético-moral,
orientación vocacional, etc. También se enfrenta al fenómeno de exclusión social
cuando conoce la historia de Marougke, y a través de este se dan a conocer las
fuertes pujanzas entre distintas tribus que persisten y que influyen en las
ideologías de cada uno de los personajes de manera diferente.
Conclusión

Que se renuncie a los pre-conceptos, a moldes viejos, que se deje de


especular sobre lo sabido y que se tomen las riendas de lo nuevo, creando nuevas
posibilidades de educar o unir. Que se reevalúen las necesidades de lo urgente de
lo útil y de lo innecesario y se tenga el coraje de reinventar la educación con las
situaciones actuales que exceden las posibilidades de que funcione la vieja
escuela, que la actualidad misma muestra los posibles recursos y medios para
incorporar nuevas formas de conocimiento; que los valores humanos pueden
reestablecerse bajo nuevos procedimientos ya que la carencia y el desamparo es
mucho. La inclusión de los excluidos es la posibilidad rotunda de un docente de
llegar a los educandos con estrategias y procedimientos que a sí mismo le
proporcionará nuevos desafíos como ser humano.
Desde esta visión y dadas las condiciones de demanda necesidad y
urgencia social ante un marco de posibilidades igualatorias y dignas para un ser
humano con derecho, sin acceso al hecho, vemos reflejada en la película todas
las posibilidades de desamparo político e idiosincrasias absurdas que promueven
el desamparo y los obstáculos para quienes por derecho debieran ser amparados
institucional y socialmente. Detrás de un ciudadano hay una historia, una plegaria,
un derecho, una necesidad. Si la escuela es la instancia civilizadora y formadora
de ciudadanos debe instaurar las posibilidades comunes a cualquier ciudadano
que lo requiera. Si bien en el protagonista queda marcada la distancia abismal
entre un niño y él, marca rotundamente la calidad y la modalidad de esa
construcción “ciudadana” que promulgan las distintas instituciones de poder.
Vimos claramente en la realización de este trabajo la modalidad conductual
universal con la que se maneja al menos afortunado social, histórica y
culturalmente en todos los países de marcada desigualdad y superpoblación. La
manera anti-administrativa a la que tiende el ser humano ante la manifestación de
un conflicto o voto de reclamo ante lo que corresponda, “intentar sacarlo de
encima o de la vista de todos.
Bibliografía

 Fernández, Lidia. (1998) “La dinámica institucional”, en Lidia Fernández,


El análisis institucional en la escuela. Un aporte a la formación
autogestionaria para el uso de los enfoques institucionales. Notas Teóricas.
Buenos Aires. Paidós.

 Frigerio, Graciela. Poggi, Margarita. (1992) “La participación”, en Graciela


Frigerio-Poggi, Margarita, Las instituciones educativas. Cara y Ceca.
Buenos Aires. Troquel

 Marco General de Política Curricular . (R. 3655/07 de la Dirección


General de Cultura y Educación de la Pcia. de Buenos Aires)

 Martínez Paz, Fernando. (1996) “El fundamento ético”, en Fernando


Martínez Paz, Política Educacional. Fundamentos y Dimensiones. Buenos
Aires. Estudios

 Noro, Jorge Eduardo. (2006) “La escuela legitimadora de la educación


necesaria”. Contexto Educativo. Revista digital de educación y nuevas
tecnologías. N°37.

 Tedesco, Juan Carlos. Tenti Fanfani, Emilio. (2002) “Nuevos tiempos y


nuevos docentes”, en Instituto Internacional de Planeamiento Educativo.
Indice

2 Introducción

3-7 Desarrollo

8 Conclusión

9 Bibliografía

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