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COMISION DE DERECHO PROCESAL CIVIL

TEMA: Bilateralidad de audiencia y procesos urgentes.

SUMARIO. Introducción. Principio – garantía de bilateralidad de audiencia.


Los procesos urgentes. Bilateralidad de audiencia y procesos urgentes.
Ponencia.

AUTORA: Gabriela Rosana Sione

Dirección: Av. De las Américas Nº 2545 Paraná, Entre Ríos. C.P. 3100.

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Bilateralidad de audiencia y procesos urgentes.

Introducción:

Como criterio metodológico es conveniente analizar brevemente y a


modo de introducción, en primer término el principio – garantía de la
bilateralidad de la audiencia, luego los procesos urgentes y finalmente el
tema elegido.

Principio – garantía de bilateralidad de audiencia.

Sabido es que el principio de bilateralidad de audiencia o derecho de


defensa es uno de los pilares sobre los cuales se construye el debido
proceso.

El principio de bilateralidad de audiencia, tiene raigambre


constitucional, consagrada en el art. 18 de la CN “es inviolable la defensa en
juicio de las personas y de los derechos” El procedimiento de la garantía de
la defensa supone el contenido esencial de ser oído con el derecho de
probar. Nadie puede ser “condenado” sin haberse respetado este
presupuesto.i

El derecho a ser oído constituye un componente fundamental del


derecho de defensa y se erige como un derecho humano esencial y
elemento visceral de un justo proceso constitucional. Es constitutivo de un
principio irrenunciable del derecho procesal constitucional que se expande,
desde la norma cimera y su bloque, hacia todas las exteriorizaciones
procedimentales, pudiendo desarrollarse excepciones razonables en orden a
su tiempo y modo de concreción”.ii

Con la bilateralidad y contradicción se respeta y protege el derecho de


defensa, pero también lo es que ambos se cumplen dando la oportunidad
para escuchar la versión de las partes, aunque después no se efectúen
alegaciones.

Existen actos dictados inaudita pars, podrían generar cierta flexión en


el principio, tales como las medidas cautelares, o la tutela de urgencia;
empero, el principio de bilateralidad queda resguardado al observarse que lo
único diferente es el tiempo para cuestionar: no se desplaza el contradictorio
en si mismo, sino la oportunidad de hacerlo.iii

Los procesos urgentes.

Los procesos urgentes tienen su génesis en la necesidad de dar


respuestas adecuadas a ciertos requerimientos de los justiciables que
necesitan tutela inmediata ante situaciones que no admiten demora.iv

Se trata de una modalidad de tutela jurisdiccional diferenciada cuya


nota característica radica en el factor tiempo. A los fines de la efectividad de
la pretensión introducida en el proceso, se reduce la cognición y/o se
posterga la bilateralidad. Es una categoría amplia caracterizada por
respuestas jurisdiccionales rápidas y expeditas a determinadas situaciones
cuya solución no admite demora.

Es el derecho material invocado el que se hace merecedor de un


tratamiento preferencial. Para ello en el vértice de la escala valorativa
constitucional se ubica el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, la eficaz
prestación de los servicios de justicia que no solo es un derecho
fundamental sino que integra los denominados “derechos o garantías
fundamentales materiales y formales de la organización y el procedimiento”.
v

Como especies de procesos urgentes tenemos las medidas


cautelares cuya finalidad es asegurar la ejecución futura de la sentencia o la
efectividad de la misma en todas sus partes, pero se caracterizan porque no
satisfacen la pretensión principal y la provisionalidad de resolución que
otorgar la medida cautelar.
Por otra parte, las tutelas anticipadas o anticipatorias, se diferencian
de las medidas cautelares porque no apuntan a garantizar la efectividad de
la sentencia sino a la satisfacción inmediata total o parcial de la pretensión
anticipándola al dictado de sentencia, cuando la insatisfacción pueda derivar
en un perjuicio irreparable. Es decir, la “anticipación” de la tutela significa la
coincidencia total o parcial con el objeto mediato de lo pretendido en la
demanda, lo que produce la satisfacción total o parcial de la pretensión antes
del pronunciamiento definitivo y la irreversibilidad de la prestación
correspondiente. Las soluciones anticipatorias se dan ante un grado sumo
de verosimilitud, con la consecuente intensidad de convicción, prácticamente
ante la cuasi certeza de tal derecho y el mérito de la pretensión de fondo. vi

Bilateralidad de audiencia y procesos urgentes.

El tema propuesto combina ambas categorías descriptas, ya que la


urgencia de la tutela pone en jaque la bilateralidad.

Cierto es que el debido proceso exige que el juez previo oír a ambas
partes y de producirse la prueba, si es necesaria, decide sobre la cuestión
llevada a resolución.

Este modelo vigente desde mucho tiempo atrás y protegido por


garantías constitucionales que integran el llamado “debido proceso”, también
consagrado en los códigos procesales civiles y comerciales, muestra en
algunos supuestos que no es suficiente o adecuado para proteger los
derechos de los litigantes, especialmente de la parte actora, tornándose en
vulneratorio de los preceptos constitucionales, dejando al actor desprotegido
y volviendo a su derecho en irrealizable o de realización inadecuada porque
con el transcurso del tiempo que insume un proceso “tradicional”, se genera
un daño, a veces irreparable, para el actor o la situación llega a tal extremo
que la solución no admite realización en razón de que los hechos posteriores
tornan imposible el cumplimiento.

Surge, entonces, que en el tema elegido se genera un rozamiento o


crisis entre la pretensión del actor que requiere una pronta tutela judicial y el
tiempo que insume la protección judicial de esos derechos con aplicación de
la estructura procesal existente, es decir, como previo a la resolución
jurisdiccional, el cumplimiento del traslado al demandado.

Se trata de estudiar el encastre del debido proceso y la tutela de los


supuestos que urgen protección, respetando los derechos de todos los
sujetos involucrados.

La evolución del pensamiento procesal hoy exige el apego a las


garantías constitucionales y convencionales en la tramitación de los
procesos, como así también la imperiosa necesidad de adaptar las
estructuras procesales con las que contamos a los requerimientos de pronta
protección, colocando a los juristas en una encrucijada problemática.

Presentado el problema, las soluciones podrían ser el otorgamiento


de la oportunidad de defensa previa a resolver dando un plazo breve o
brevísimo, o la postergación del derecho de defensa para ser ejercido luego
de la resolución. vii

Ante el requerimiento de intervención judicial urgente una posibilidad


es aprovechar las estructuras procesales vigentes respetando el debido
proceso y dando al actor una pronta solución, evitando la ocurrencia o el
agravamiento de daños, a veces irreparables y; el respeto de los derechos
del demandado, principalmente a ser oído y a ejercer su defensa.

En los casos que lo admiten, dar al demandado el derecho de defensa


previo al dictado de resolución, y atender adecuadamente la pretensión del
actor, el juez podría hacer uso de sus facultades ordenatorias e instructorias
y mandar a ejercer el derecho de defensa en un plazo más breve que el
previsto por los respectivos ordenamientos procesales, inclusive haciendo
uso de la habilitación de días y horas, contabilizando los plazos por días
corridos o fijando plazos de horas y, una vez producido ello, sustanciar la
prueba también en un plazo acotado y dictar sentencia del mismo modo.

Modestamente, creo que acotando los plazos de intervención que le


corresponden a todos los sujetos de la relación jurídica procesal, se
privilegian garantías constitucionales como el acceso a la justicia, el derecho
a ser oído, el derecho de defensa, el derecho a una resolución fundada.
Implicando como costo un sacrificio en cuanto al tiempo – plazos que si bien
no serían los previstos legalmente en la mayoría de lo códigos procesales
civil o leyes que regulan los procesos constitucionales como el amparo-, si
podrían modificarse por resolución fundada en la urgencia de la tutela, y así
respetar otras garantías, fundamentalmente el derecho de defensa, y de este
modo el sacrificio, por denominarlo de algún modo, no solo lo hace el
demandado sino que se reparte entre los sujetos procesales. (las partes y el
juez)

Si bien, acortar los plazos para sustanciar y sentenciar el proceso, no


es la solución apta para todas las pretensiones de urgente tutela, si lo puede
ser para muchas de ellas, con lo cual se respetaría el principio de defensa
en su ejercicio previo a la resolución y se dejaría para supuestos que
requieren inmediata decisión judicial, el desplazamiento de la oportunidad de
defensa para un momento posterior a la decisión.

PONENCIA:

Como ponencia propongo:

El mantenimiento de la realización del principio de bilateralidad –


derecho de defensa, como previo a la decisión judicial, disminuyendo, en los
casos de tutela urgente, el plazo para que el demandado ejerza la defensa y
para sentenciar el proceso, reservando únicamente para los supuestos que
requieren inmediata decisión el desplazamiento de la bilateralización para
una instancia posterior a la sentencia. Los plazos para la defensa pueden
ser disminuidos, computados en días hábiles y hasta en horas.

i
Morello, Augusto M. “Avances Procesales” Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe 2003. Pág. 348
ii
Enderle, Guillermo, en obra colectiva “Debido proceso”, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fé, 2005. pág.
172.
iii
Gozaíni, Osvaldo A. “Introducción al Derecho Procesal Constitucional” RubinzalCulzoni, Santa Fe.
2006. Pág. 198
iv
Morello, Augusto M. ob. cit. “Hoy no puede dejar de garantizarse, de modo continuo y efectivo, la
prestación de asistencia médica a personas –con mayor razón a menores- cuya vida o dignidad están
en peligro, y disponer los jueces que se suministren los medicamentos e implementos para los
tratamientos aconsejados”.
v
Berizonce, Roberto. “Fundamentos y confines de las tutela procesales diferenciadas” Conferencia
en las Jornadas de Derecho Procesal, Preparatorias de XXV Cong. Nac. de Der. Procesal, Santa FE
2009.-
vi
Rivas, Adolfo A. “Medidas Cautelares” Ed. Lexis Nexis. Bs. As. 2007. Pág. 31.
vii
Como sucede en el proceso de estructura monitoria.

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