Está en la página 1de 20

UNIDAD 14- MEDIDAS CAUTELARES.

1.- Concepto
La voz “cautelar”, del latín cautela, significa prevenir, precaver. Todo proceso cautelar será
entonces eminentemente preventivo, destinado a una función provisional, pero al mismo
tiempo garantista (buscamos la prevención frente a un daño irreversible, que el derecho
reclamado quede a cubierto del plazo que generalmente dura el proceso principal y que se
haga efectiva la tutela judicial constitucionalmente consagrada)
Es necesario alcanzar el equilibrio entre las prerrogativas de la actuación pública y las
garantías de las personas buscando dales no sólo una satisfacción adecuada, sino que ella sea
lograda en tiempo oportuno.
Históricamente, la única medida precautoria aceptada fue la suspensión de la ejecución
del acto administrativo, con un criterio sumamente restrictivo (la amplitud hacia todas las
posibles que figuran en el CPCC se han recibido a partir de la causa Risso Patrón 2002)
La esencia de las medidas cautelares se vincula con la posterior sentencia de mérito
debidos a que la inevitable demora en su pronunciamiento puede perjudicar al justicibale
agravando su situación inicial o tornando de complejo cumplimiento la futura decisión de
fondo.
Según Morello, su finalidad se resume en:
• Mantener la igualdad de partes en juicio.
• Impedir la modificación de la cosa objeto de litigio.
• Excluir la eventual frustración de la declaración de derecho a emitir.

Entre sus características podemos destacar:


• Instrumentalidad, (porque no constituyen un fin en si mismas).
• Sumariedad, (porque no hay juicio de certeza sino de probabilidad).
• Flexibilidad o mutabilidad, ya que pueden mejorarse, ampliarse o sustituirse.
• Caducidad, sólo cuando son trabadas antes del proceso principal.
• Accesorias, ya que no tienen un fin en sí mismo, se hallan ordenadas a asegurar la eficacia
de una sentencia posterior.
• Provisionales, ya que subsisten mientras duran las circunstancias que las determinaron.

Toda tutela cautelar tiene que tener cierto correlativo actual con el ppio de debido
proceso.
En palabras de Palacio, podemos decir que proceso cautelar es aquel que tiende a
impedir que el derecho cuyo reconocimiento o actuación se pretende obtener a través de otro
proceso, pierda su virtualidad o eficacia durante el tiempo que transcurre entre la iniciación de
ese proceso y el pronunciamiento de la sentencia definitiva.

-Fundamento
El fundamento de la garantía jurisdiccional cautelar está vinculado a una situación de

TROILO- FINAL.
urgencia que requiere una solución inmediata a los efectos de resguardar los derechos de los
particulares frente a la lentitud del proceso judicial. Esa urgencia conlleva el peligro de que la
demora del proceso frustre la protección del derecho que el ciudadano ha encomendado a la
justicia.
En ciertos casos, se trata de evitar que el particular sufra mayores daños, pero en otros
supuestos, la cuestión radica en garantizar que el posterior reconocimiento de derechos no
pierda virtualidad, esto es, que la sentencia no sea ineficaz en razón de que, al haber
transcurrido un tiempo, ya no pueda ejercerse luego el derecho que ha sido reconocido.
Desde una perspectiva más actual, podemos decir que la tutela cautelar efectiva tiene un
correlato con el principio del debido proceso, de modo la realización de la paz social mediante
la vigencia de las normas, del mencionado principio del debido proceso y su necesaria
referencia a la defensa en juicio hacen posible la protección cautelar efectiva a la luz de normas
como el Art. 15 de la C. Prov., el 18 del a CN, y la constitucionalización de los Tratados
Internacionales de DDHH a través del Art. 75 Inc. 22 de la CN, que efectiviza la tutela con la
aplicación de normas como el Art. 8 del Pacto de San José de Costa Rica.
Se trata de un derecho que no sólo garantiza ser opido, sino también ofrecer, producir y
valorar la prueba, pero todo ello pierde valor efectivo si no se puede obtener una resolución en
un tiempo razonable emanada de un órgano imparcial.
En este orden de ideas, Logar resume que el fundamento de las medidas cautelares está
directamente relacionado a las ideas de tutela judicial y/o administrativa efectiva, y el principio
del debido proceso, lo que de algún modo delega el rol protagónico de los jueces. Estos son
principios que deben presidir el tratamiento de la materia cautelar, en concordancia con el
derecho al efectivo acceso a la Justicia.

-Finalidad
Vemos que se trata básicamente de medidas preventivas urgentes, decididas de manera
previa al traslado de la demanda, se encuentren o no previstas en la ley procesal, con la
finalidad de asegurar que la sentencia no sea luego de imposible cumplimiento.

El derecho administrativo no debe limitarse a estudiar la forma (legal o ilegal) que tiene
la Administración de aplicar las normas, sino que debe extender su análisis a la propia
inaplicación de tales normas que es una de la formas más refinadas de ilegalidad.
COMADIRA entiende que es el concepto “juricidad” el que representa mejor la idea de
que “el accionar de la ADM. PUBLICA en la procura del bien común supone, necesariamente, el
respeto de todo el orden jurídico”. La administración debe actuar con arreglo al ordenamiento
jurídico entendiendo al sistema jurídico como unidad, aquello que la doctrina ha entendido
como bloque de legalidad o de constitucionalidad, o también pirámide de la legalidad.
El fundamento de las MC está directamente, relacionado a las ideas de tutela -judicial y/
o administrativa- efectiva y el principio de debido proceso, lo que de algún modo delega el rol
protagónico en los jueces.

TROILO- FINAL.
2.- REGIMEN NACIONAL O PROVINCIAL . Medidas cautelares previstas en el CPCA y en el
CPCyC
El Art. 22 Inc. 2 del CPCA, importa una especie de cláusula abierta que pone en manos
del tribunal un poder general de tutela cautelar que implica un poder en manos del juez para
dictar medidas que entienda idóneas de acuerdo a las circunstancias del caso.
En rigor, el juez contencioso puede ordenar cualquiera de las medidas enunciadas en el
CPCyC: embargo preventivo; secuestro; intervención y administración judiciales; inhibición
general de bienes y anotación de litis; prohibición de innovar y prohibición de contratar; y
medidas genéricas que estime aptas.
Botassi señala que el régimen de medidas cautelares contra el Estado no difiere
sustancialmente del establecido en el CPCyC para los particulares, con excepción del requisito
de la no afectación del interés general:
1.- Su objeto es asegurar la ejecutoriedad de una sentencia dictada en un proceso
diferente.
2.- No prejuzgan sobre la existencia del derecho sustancial invocado por el actor.
3.- Se adoptan inaudita parte, en base a un conocimiento sumario y limitado, pero
demostrativo de que existe verosimilitud en el derecho, peligro en la demora y ausencia de
perjuicio al interés general.
4.- Pueden ser tanto conservativas (no innovar, no contratar, anotación de litis, embargo),
como innovativas (ordenes de hacer o de dar).
5.- Imponen la constitución de algún tipo de garantía para responder de los daños
ocasionados si fueron obtenidas sin derecho.
6.- Pueden sumarse o acumularse a otras medidas de tutela urgente.
7.- Son provisionales, ambas partes pueden solicitar su modificación, sustitución o
revocación.
8.- Son recurribles (generalmente se otorga recurso con efecto devolutivo)
9.- Si fueron ordenadas en forma autónoma, obligan al actor a promover el juicio sobre la
cuestión sustancial.
Establecidas estas características generales propias de toda medida cautelar en el
ámbito contencioso, señala el Dr. Botassi que existiendo verosimilitud en el derecho, peligro
en la demora, y ausencia de grave perjuicio al interés público, el juez o tribunal contencioso
administrativo se encuentra legalmente habilitado para ordenar todo tipo de diligencias que
impidan no solo la ejecución de un acto estatal impugnado, sino también que aseguran una
tutela urgente, que evite la consumación de perjuicios irreparables o que impida que caiga en
abstracto la futura sentencia de mérito.

Los requisitos clásicamente establecidos para la procedencia de medidas cautelares


contra el Estado son:
1.- Verosimilitud en el derecho;
2.- Peligro en la demora;
3.- No afectación del interés público;
4.- Contracautela.

TROILO- FINAL.
Entendemos que a mayor verosimilitud en el derecho cabe no ser tan exigente en la
gravedad e inminencia del daño y viceversa. El requisito característico del Derecho Procesal
Administrativo es la no afectación de un interés público.
La presunción de legitimidad y consiguiente fuerza ejecutoria de los actos
administrativos, ha puesto en discusión la posibilidad de dictar medidas de este tipo, por lo que
la suspensión de la ejecución del acto administrativo es la vedette de las medidas provisionales
frente al Estado, por su simpleza, ya que las medidas innovativas alteran el estado de hecho o
derecho existente al tiempo de su dictado.
La prohibición de innovar es la medida típica de antaño, mantener el statu quo ante.
Las medidas incoativas alteran el estado de hecho o derecho exigente al tiempo de su
dictado configurando una especie de -anticipo de jurisdicción- favorable respecto del fallo final
de la causa y eso justifica mayor exigencia en cuanto a verificar sus requisitos, por ejemplo se
puede exigir una verosimilitud del derecho calificada.
Esto no significa que se pierda todo interés jurídico en obtener una sentencia ya que en
algún caso puede mantenerse la necesidad de dictarla.
Las de contenido positivo por su parte importar un emplazamiento en una situación en la
que no se encontraba.
GRAU encuentra en el art 18 de la Carta Magna, en cuanto declara que es inviolable la
defensa en juicio, que el debido proceso comprende, por ejemplo la garantía de la suspensión
del acto administrativo impugnado, ya que la medida tiende a asegurar la eficacia del resultado
del proceso.
Podríamos agregar la necesidad de reducir la discrecionalidad de la administración a su
justo cause, sumando la obligación por parte del Estado de rendir cuentas.
FIORINI entendía que en un Estado de Derecho no se concibe que los órganos realicen
determinada labor sin tener como fundamento una regla autoritaria, sea de carácter
administrativo, legislativo o constitucional.

Dicho todo esto, cabe destacar que las medidas reconocidas en nuestro CPCA son las
genéricas (Art. 22 Inc. 2), las de contenido positivo (Art. 22 Inc. 3), y las suspensivas (Art. 25).
Coincidiendo la mayoría de los autores en que los recaudos son los mismos para todos los
casos, pudiendo aplicarse cualquiera de las mencionadas medidas.

LA LEY 26.854 Y LAS TUTELAS PROCESALES DIFERENCIADAS.

Las MCautelares reflejan una actividad de tipo preventiva dentro del proceso que,
enmarcado en esa objetiva posibilidad de frustración, riesgo o estado de peligro, a partir de la
base razonable orden de probabilidades acerca de la existencia del derecho que invoca al
peticionante, según las circunstancias, y exigiendo el otorgamiento de garantías suficientes para
el caso de que la petición no reciba finalmente auspicio, anticipa los efectos de la decisión de
fondo ordenando la conservación o mantenimiento del Estado de cosas existente o, a veces, la
innovación del mismo seguí sea la naturaleza de los hechos sometidos a juzgamiento.

TROILO- FINAL.
En el ámbito federal no existe un Código Procesal Administrativo, quedando el trámite
judicial reglado por la Ley 19.549, y respecto del proceso en sí por el CPCyC Nacional.
La Ley 26.854 es una norma procesal regulatoria del régimen de medidas cautelares
contra el Estado en el ámbito federal, que efectúa una división esencial según se trate de un
derecho fundamental (vida digna, salud, derechos alimentarios, medioambientales) o de un
interés patrimonial o meramente económico. Esta técnica procesal es conocida como una tutela
procesal diferenciada.
La idea de las tutelas procesales diferenciadas, parte del presupuesto de la inexistencia
de la neutralidad del proceso respecto del derecho material que se pretende tutelar en juicio. A
partir de allí, el tratamiento formal privilegiado responde a la necesidad de una protección y
trato preferencial de ciertos derechos fundamentales reconocidos y garantizados
constitucionalmente.

Ámbito de aplicación *art 1*


Regula el régimen de medidas cautelares en las que es parte o interviene el Estado
Nacional o sus entes descentralizados. También se aplica la ley a las medidas cautelares
solicitadas por dichos org estatales, es decir afecta sólo a las relaciones que se vinculan a los
ciudadanos con el Estado Nacional (quedando afuera sólo las relaciones que vinculan a los
estados provinciales y municipales, que se encuentran reguladas por las leyes especiales que
establecen los procesos judiciales contencioso administrativos.
La Ley utiliza el criterio subjetivo para determinar la competencia contencioso
administrativa.
La conducta estatal impugnable judicialmente puede consistir tanto en una actuación
como en una omisión, como podría serlo la omisión del Poder Ejecutivo de cumplir con la
obligación de garantizar el derecho a la salud a todos los ciudadanos, motivo por el cual un
magistrado en causa judicial puede ordenar al gobierno que le entregue al actor la prestación
incumplida.

La exclusión parcial de la acción de amparo *art 19*.


La norma excluye la aplicación de los nuevos preceptos en materia de cautelares a los
procesos regidos por la ley de amparo, con ciertas excepciones como lo respecto del plazo
especial para presentar el informe previo, la vigencia temporal de las MC f/ al Estado, el plazo
de traslado de la solicitud de modificación de la MC y el régimen de la inhibitoria.
El art 4 dispone que solicitada MC, el juez, previo a resolver, deberá requerir en la acción
de amparo- a la autoridad pública demandada podrá expedirte acerca de las condiciones de
admisibilidad y procedencia de la medida solicitada y acompañara las constancias
documentales que considere pertinente.
Este traslado tiene dos efectos excepciones dispuestas. En primer lugar establece que
no surtirá efecto cuando circunstancias agraves objetivamente impostergables lo justificaran,
quedando habilitado el juez o tribunal para dictar una medida interina, cuya eficacia se
extenderá hasta el momento de la representación. Del informe o del vencimiento del plazo
fijado para su producción. Además la ley exceptúa del traslado los casos en que se encuentre

TROILO- FINAL.
en finalidad la tutela de los derechos fundamentales podrán tramitar y decidirse sin informe
previo de la demandada.
Es decir, será el magistrado interviniente el que, evaluando las circunstancias del caso,
los intereses y derechos en juego y la urgencia de la medida solicitada, podrá en los términos
de la nueva ley de MC, hacer lugar a la solicitud precautoriamente sin necesidad que se
presente la demandada a contestar informe o se venza el plazo para ello.
El principio de bilateralidad de los procesos judiciales posibilita a la contraria ej ejercicio
de si derecho de defensa siendo una manifestación de las garantías de debido proceso, acceso
a la justicia, igualdad de armas y tutela judicial efectiva, que deben estar presentes para
cualquier ciudadano o particular. Por ello es que la ley nacional de amparo preve en su art 8 que
el magistrado interviniente requiera a la autoridad pública un informe circunstanciado,
posibilitando a la demandada el ofrecimiento de la prueba que considere pertinente.
El principio de bilateralidad significa, en sustancia, que las decisiones judiciales no
pueden ser adoptadas sin el previo traslado a la parte contra la cual se pide o, lo que es lo
mismo, sin que se otorgue a esta última oportunidad de defensa. Este principio, que si bien no
es absoluto, exige que cualquier postergación o aplazamiento de la garantía acierte con la
mayor racionalidad posible. A este respecto, la ley de carteares del EN establece que en las
causas de contenido patrimonial en las que no existan circunstancias graves y objetivamente
impostergable el juez interviniente deberá correr traslado mediante un pedido de informe, que
deberá ser evacuado en un breve plazo, garantizando para estos casos el principio de
bilateralidad y contradicción analizados. Por el contrario, una norma que quebrante el principio
de bilateralidad y contradicción en un proceso judicial infringiría la garantía constitucional del
debido proceso.
La bilateralidad previa al otorgamiento de las MC, frente al cuestionamiento del
procedimiento unilateral, es la postura que han adoptado algunas provincias en sus códigos
procesales administrativos.
Mas allá de las comparaciones normativas, “la flexibilidad que se reconoce a las
providencias cautelares debe, en alguna medida, aplicarse al trámite, entendido como la
posibilidad de escoger la unilateralidad o bilateralidad inicial, según la naturaleza de la cuestión
debatida

Medidas cautelares dictadas por jueces incompetentes.

La competencia es la aptitud que la ley otorga a los jueces para conocer en las distintas
controversias que le son planteadas, en atención al grado, materia, valor o respecto de un
territorio determinado.
El principio es que, al ser las medidas cautelares un anticipo de la garantía de fondo, las
mismas deben ser resueltas por el juez competente según lo disponen las leyes procesales.
Sin embargo, la medida ordenada por un juez incompetente será válida siempre que
haya sido dispuesta de conformidad con las prescripciones de la norma, pero no prorrogará la
competencia. El juez que decretó la medida, inmediatamente después de requerido remitirá las
actuaciones al que sea competente. Así, se mantienen los criterios clásicos respecto de la

TROILO- FINAL.
atribución de competencia que guían a todo proceso judicial.

ARTICULO 2° — Medidas cautelares dictadas por Juez incompetente.


1. Al momento de resolver sobre la medida cautelar solicitada el juez deberá expedirse sobre su competencia, si no
lo hubiere hecho antes.
Los jueces deberán abstenerse de decretar medidas cautelares cuando el conocimiento de la causa no fuese de su
competencia.
2. La providencia cautelar dictada contra el Estado nacional y sus entes descentralizados por un juez o tribunal
incompetente, sólo tendrá eficacia cuando se trate de sectores socialmente vulnerables acreditados en el proceso, se
encuentre comprometida la vida digna conforme la Convención Americana de Derechos Humanos, la salud o un
derecho de naturaleza alimentaria. También tendrá eficacia cuando se trate de un derecho de naturaleza ambiental.
En este caso, ordenada la medida, el juez deberá remitir inmediatamente las actuaciones al juez que considere
competente, quien, una vez aceptada la competencia atribuida, deberá expedirse de oficio sobre el alcance y
vigencia de la medida cautelar concedida, en un plazo que no podrá exceder los cinco (5) días.

Si se trata de un caso en que se encuentre en juego derechos fundamentales, podría


dictar la medida cautelar que corresponda a fin de que el tramite de incompetencia no vulnere
un derecho constitucional del accionante, remitiendo el expediente al juez comperente, q
quien deberá expedirse de oficio sobre tal medida. Si se discute un derecho de caracter
patrimonial, el juez incompetente no podrá expedirse sobre ninguna de las cuestiones que la
ley y las constituciones le vedan.

La especial protección de los derechos fundamentales (art 2 inc 2, 4 inc 3, 10 inc 2, 13 inc
3).
El nuevo régimen procesal dispone una especial protección judicial en aquellos casos en
que se encuentre comprometida la vida digna, la salud o un derecho de naturaleza alimentaria
o ambiental (conf. La Convención Americana de Derechos Humanos).
Adquiere relevancia en esta tarea hermenéutica determinar el sujeto de la tutela judicial
diferenciada, identificando a tales efectos los grupos vulnerables, entendiendo que lo integran
aquellos que, ya sea por razones o condiciones económicas, sociales, culturales o legales, en
general, hegemónicas o dominantes, y de carácter discriminatorio se ven especialmente
desplazados del goce efectivo de sus derechos
Esta técnica procesal de diferenciación positiva parte de la idea de beneficiar a través del
Derecho a las personas y grupos vulnerables, mediante medidas especiales que atiendan a sus
necesidades propias.
Asi las Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Personas en Condición de
Vulnerabilidad, establecen como uno de sus objetivos “priorizar actuaciones destinadas a
facilitar el acceso a la Jusricia de aquellas personas que se encuentren en situación de mayor
vulnerabilidad, ya sea por la concurrencia de varias causas o por la gran incidencia de una de
ellas”. Podrían constituir causales de vulnerabilidad: edad, discapacidad, pertenencia a
comunidades indígenas o minorías, la victimización, migración, etc.
También surge de nuestro ordenamiento nacional integrado con normas protectoras de
los derechos humanos proveniente de la órbita nacional como internacional, que existen

TROILO- FINAL.
grupos o sujetos de especial protección por parte del Estado como la mujer, NNA, las personas
con discapacidad, adultos mayores, pueblos indigenas, trabajadores, etc.

Objeto de la pretensión cautelar (art 3)


En su tercer artículo la ley reglamenta el objeto de la pretensión cautelar, determinando
en el inciso primero la posibilidad de solicitar la medida en forma previa, simultánea o con
posterioridad a la interposición de la demanda.
En el segundo inciso se establece que la pretensión cautelar indicará de manera clara y
precisa el perjuicio que se procura evitar; la actuación u omisión estatal que lo produce; el
derecho o interés jurídico que se pretende garantizar; el tipo de medida que se pide; y el
cumplimiento de los requisitos que correspondan.
También reglamenta en su tercer inciso la capacidad de los magistrados de otorgar una
medida diferente a la solicitada.
Por último, en su cuarto inciso establece que las medidas no podrán coincidir con el
objeto de la demanda principal.
Aun cuando la jurisprudencia que exige, como principio de carácter general, la no
coincidencia de las pretensiones fondas y cautelares, también existen precedentes que en
materia de salud excepcionan el requisito en estudio.

ARTICULO 3° — Idoneidad del objeto de la pretensión cautelar.


1. Previa, simultáneamente o con posterioridad a la interposición de la demanda se podrá solicitar la adopción de las
medidas cautelares que de acuerdo a las reglas establecidas en la presente resulten idóneas para asegurar el objeto
del proceso.
2. La pretensión cautelar indicará de manera clara y precisa el perjuicio que se procura evitar; la actuación u omisión
estatal que lo produce; el derecho o interés jurídico que se pretende garantizar; el tipo de medida que se pide; y el
cumplimiento de los requisitos que correspondan, en particular, a la medida requerida.
3. El juez o tribunal, para evitar perjuicios o gravámenes innecesarios al interés público, podrá disponer una medida
precautoria distinta de la solicitada, o limitarla, teniendo en cuenta la naturaleza del derecho que se intentare
proteger y el perjuicio que se procura evitar.
4. Las medidas cautelares no podrán coincidir con el objeto de la demanda principal.

Informe previo (art 4).


Solicitada la cautelar, el juez, previo a resolver deberá requerir a la autoridad pública
demandada que dentro de 5 días produzca un informe que dé cuenta del interés público
comprometido.
La parte demandada, con la presentación del informe podrá expedirse acerca de las
condiciones de admisibilidad y procedencia de la medida, otorgando cierta bilateralidad a la
medida. Es en este sentido, que el criterio legislativo de la 26.854 otorga dicha bilateralidad, ya
que la valoración no la hace únicamente el juez interviniente, sino que desde la propia norma se
indica un criterio de protección o tutela diferenciada a fin de brindar mayores garantías a
determinados derechos y sujetos de especial protección.

TROILO- FINAL.
ARTICULO 4° — Informe previo.
1. Solicitada la medida cautelar, el juez, previo a resolver, deberá requerir a la autoridad pública demandada que,
dentro del plazo de cinco (5) días, produzca un informe que dé cuenta del interés público comprometido por la
solicitud.
Con la presentación del informe, la parte demandada podrá expedirse acerca de las condiciones de admisibilidad y
procedencia de la medida solicitada y acompañará las constancias documentales que considere pertinentes.
Sólo cuando circunstancias graves y objetivamente impostergables lo justificaran, el juez o tribunal podrá dictar una
medida interina, cuya eficacia se extenderá hasta el momento de la presentación del informe o del vencimiento del
plazo fijado para su producción.
Según la índole de la pretensión el juez o tribunal podrá ordenar una vista previa al Ministerio Público.
2. El plazo establecido en el inciso anterior no será aplicable cuando existiere un plazo menor especialmente
estipulado. Cuando la protección cautelar se solicitase en juicios sumarísimos y en los juicios de amparo, el término
para producir el informe será de tres (3) días.
3. Las medidas cautelares que tengan por finalidad la tutela de los supuestos enumerados en el artículo 2°, inciso 2,
podrán tramitar y decidirse sin informe previo de la demandada.

La CSJN ha dicho que debe existir una interpretación románica de la eficacia de las
garantías sustantivas y procesales con el ejercicio individual de los derechos individuales
protegidos constitucionalmente, debiendo entenderse que el “derecho a la defensa en juicio,
de modo de evitar que alguien sea perjudicado por una sentencia dictada en un proceso en el
que no ha participado”.
La norma en cuestión respeta el principio de bilateralidad y contradicción de los
procesos judiciales, posibilitando a la parte contraria el ejercicio de su derecho de defensa, en
cumplimente to de la garantía constitucional del debido proceso.

Vigencia temporal (art.5), provisionalidad (art.6), modificación (art.7) y caducidad de las


medidas cautelares (art.8).

ARTICULO 5° — Vigencia temporal de las medidas cautelares frente al Estado.


Al otorgar una medida cautelar el juez deberá fijar, bajo pena de nulidad, un límite razonable para su vigencia, que
no podrá ser mayor a los seis (6) meses. En los procesos de conocimiento que tramiten por el procedimiento
sumarísimo y en los juicios de amparo, el plazo razonable de vigencia no podrá exceder de los tres (3) meses.
No procederá el deber previsto en el párrafo anterior, cuando la medida tenga por finalidad la tutela de los
supuestos enumerados en el artículo 2°, inciso 2.
Al vencimiento del término fijado, a petición de parte, y previa valoración adecuada del interés público
comprometido en el proceso, el tribunal podrá, fundadamente, prorrogar la medida por un plazo determinado no
mayor de seis (6) meses, siempre que ello resultare procesalmente indispensable.
Será de especial consideración para el otorgamiento de la prórroga la actitud dilatoria o de impulso procesal
demostrada por la parte favorecida por la medida.
Si se tratara de una medida cautelar dictada encontrándose pendiente el agotamiento de la vía administrativa previa,
el límite de vigencia de la medida cautelar se extenderá hasta la notificación del acto administrativo que agotase la
vía, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 8° segundo párrafo.

Como surge de una interpretación literal de la norma, el juez podrá otorgar prórrogas
sucesivas al plazo de vigencia de la MC, de acuerdo a las circunstancias del caso y con la debida
fundamentación. Si se interpreta que la vigencia de la protección cautelar puede extenderse
como plazo max a un año, cuando es sabido que los procesos superan holgadamente dicho
intervalo de tiempo, la ley así aplicada efectivamente violentaría el derecho fundamental a la

TROILO- FINAL.
tutela judicial efectivo garantizando por nuestro sistema constitucional.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa Grupo Clarin SA y otros s/ MC,
sostuvo el Tribunal que a los fines de valorar la razonabilidad del plazo de vigencia de una MC
resulta imprescindible evaluar el tipo de proceso iniciado, la complejidad cautelar asi como
también la importancia de los intereses en juego en el proceso.
El reemplazo del derecho de fondo al que se llega por vía de una cognición, constituye
una lesión al objetivo de afianzar la justicia señalado en el Preámbulo de la CN. En definitiva, el
deber de las partes y del juez es solucionar el conflicto de modo definitivo en un tiempo
razonable y no buscar soluciones provisorias que se transforman en definitivas.
El establecimiento de una limite temporal prorrogaba para la vigencia de las MC no
procederá cuando esté en juego la tutela de los derechos fundamentales enumerados en el art
2 inc 2.

ARTICULO 6° — Carácter provisional.


1. Las medidas cautelares subsistirán mientras dure su plazo de vigencia.
2. En cualquier momento en que las circunstancias que determinaron su dictado cesaren o se modificaren, se podrá
requerir su levantamiento.

ARTICULO 7° — Modificación.
1. Quien hubiere solicitado y obtenido una medida cautelar podrá pedir su ampliación, mejora o sustitución,
justificando que ésta no cumple adecuadamente la finalidad para la que está destinada.

2. Aquél contra quien se hubiere decretado la medida cautelar podrá requerir su sustitución por otra que le resulte
menos gravosa, siempre que ésta garantice suficientemente el derecho de quien la hubiere solicitado y obtenido.
3. La resolución se dictará previo traslado a la otra parte por el plazo de cinco (5) días en el proceso ordinario y de
tres (3) días en el proceso sumarísimo y en los juicios de amparo.

ARTICULO 8° — Caducidad de las medidas cautelares.


1. Se producirá la caducidad de pleno derecho de las medidas cautelares que se hubieren ordenado y hecho
efectivas antes de la interposición de la demanda, si encontrándose agotada la vía administrativa no se interpusiere la
demanda dentro de los diez (10) días siguientes al de su traba.
Cuando la medida cautelar se hubiera dispuesto judicialmente durante el trámite del agotamiento de la vía
administrativa, dicha medida caducará automáticamente a los diez (10) días de la notificación al solicitante del acto
que agotase la vía administrativa.
2. Las costas y los daños y perjuicios causados en el supuesto previsto en el primer párrafo del inciso 1 del presente,
serán a cargo de quien hubiese solicitado y obtenido la medida caduca, y ésta no podrá proponerse nuevamente por
la misma causa y como previa a la promoción de la demanda; una vez iniciada la demanda, podrá requerirse
nuevamente si concurrieren los requisitos para su procedencia.

Este articulo 8 reglamenta una forma tradicional el régimen de caducidad de las MC al establecer que
producirá la caducidad de pleno derecho de las MC que se hubieran ordenado y hecho efectivas antes de la
interposición de la demanda, si encontrándose agotada la vía administrativa no se interpusiese la demanda dentro
de los 10 días siguientes a la traba. La MC que se hubiese interpuesto judicialmente antes del agotamiento de la vía
administrativa, dicha medida caducará automáticamente a los 10 dias de la notificación al solicitante del acto que
agotase la V.A.,

La interinidad y mutabilidad constituyen notas típicas en las medidas cautelares. La CSJN


dice que la esencia de las MC es su provisionalidad. Esto significa que siempre la medida se

TROILO- FINAL.
extingue ante la decisión cognitiva de fondo o la decisión final administrativa. Se trata en todos
los casos de resoluciones jurisdiccionales precarias, nunca definitivas.

Afectación de los recursos y bienes del Estado.

ARTICULO 9° — Afectación de los recursos y bienes del Estado.


Los jueces no podrán dictar ninguna medida cautelar que afecte, obstaculice, comprometa, distraiga de su destino o
de cualquier forma perturbe los bienes o recursos propios del Estado, ni imponer a los funcionarios cargas
personales pecuniarias.

En mi opinión esta norma tiene su correlativo en las prerrogativas típicas que el Dcho
Administrativo reconoce al Estado en su labor de protección del interés publico de toda la
comunidad. La utilidad de este tipo de normas respecto de la protección de bines estatales y
recursos públicos estará garantizada en tanto en cuanto su aplicacion no afecte o limite los
derechos fundamentales de los ciudadanos, ya que la protección de estos derechos universales
e indisponibles que se encuentran en la base de la igualdad jurídica, es también la razón que
justifica la existencia del Poder Público en un Estado Social y Democrático de Derecho.

El requisito de contracautela.

ARTICULO 10. — Contracautela.


1. Las medidas cautelares dictadas contra el Estado nacional o sus entidades descentralizadas tendrán eficacia
práctica una vez que el solicitante otorgue caución real o personal por las costas y daños y perjuicios que la medida
pudiere ocasionar.
2. La caución juratoria sólo será admisible cuando el objeto de la pretensión concierna a la tutela de los supuestos
enumerados en el artículo 2°, inciso 2.

ARTICULO 11. — Exención de la contracautela.


No se exigirá caución si quien obtuvo la medida:
1. Fuere el Estado nacional o una entidad descentralizada del Estado nacional.
2. Actuare con beneficio de litigar sin gastos.

ARTICULO 12. — Mejora de la contracautela.


En cualquier estado del proceso, la parte contra quien se hubiere hecho efectiva una medida cautelar podrá pedir
que se mejore la caución probando sumariamente que la fijada es insuficiente. El juez resolverá previo traslado a la
otra parte.

Tipología de las medidas cautelares: suspensiva del acto administrativo, de contenido


positivo, de no innovar, solicitadas por el Estado, y aquellas previstas para caos de
interrupción de servicios públicos: ver Arts. 13 a 17.

Entre la tipología desplegada en la nueva ley, se destaca la medida clásica en los


procesos administrativos, consistente en la suspensión de los efectos de los A.A, con algunos
alimentos que amplia los limites de la tradicional medida precautoria.

TROILO- FINAL.
ARTICULO 13. — Suspensión de los efectos de un acto estatal.
1. La suspensión de los efectos de una ley, un reglamento, un acto general o particular podrá ser ordenada a pedido
de parte cuando concurran simultáneamente los siguientes requisitos:
a) Se acreditare sumariamente que el cumplimiento o la ejecución del acto o de la norma, ocasionará perjuicios
graves de imposible reparación ulterior;
b) La verosimilitud del derecho invocado;
c) La verosimilitud de la ilegitimidad, por existir indicios serios y graves al respecto;
d) La no afectación del interés público;
e) Que la suspensión judicial de los efectos o de la norma no produzca efectos jurídicos o materiales irreversibles.
2. El pedido de suspensión judicial de un reglamento o de un acto general o particular, mientras está pendiente el
agotamiento de la vía administrativa, sólo será admisible si el particular demuestra que ha solicitado la suspensión de
los efectos del acto ante la Administración y que la decisión de ésta fue adversa a su petición, o que han transcurrido
cinco (5) días desde la presentación de la solicitud sin que ésta hubiera sido respondida.
En este supuesto la procedencia de la medida se valorará según los mismos requisitos establecidos en el inciso
anterior.
3. La providencia que suspenda los efectos de un acto estatal será recurrible por vía de reposición; también será
admisible la apelación, subsidiaria o directa.
El recurso de apelación interpuesto contra la providencia cautelar que suspenda, total o parcialmente, los efectos de
una disposición legal o un reglamento del mismo rango jerárquico, tendrá efecto suspensivo, salvo que se encontrare
comprometida la tutela de los supuestos enumerados en el artículo 2°, inciso 2.
4. La entidad pública demandada podrá solicitar el levantamiento de la suspensión del acto estatal en cualquier
estado del trámite, invocando fundadamente que ella provoca un grave daño al interés público. El tribunal, previo
traslado a la contraparte por cinco (5) días, resolverá el levantamiento o mantenimiento de la medida. En la
resolución se declarará a cargo de la entidad pública solicitante la responsabilidad por los perjuicios que irrogue la
ejecución, en el supuesto en que se hiciere lugar a la demanda o recurso.

ARTICULO 14. — Medida positiva.


1. Las medidas cautelares cuyo objeto implique imponer la realización de una determinada conducta a la entidad
pública demandada, sólo podrán ser dictadas siempre que se acredite la concurrencia conjunta de los siguientes
requisitos:
a) Inobservancia clara e incontestable de un deber jurídico, concreto y específico, a cargo de la demandada;
b) Fuerte posibilidad de que el derecho del solicitante a una prestación o actuación positiva de la autoridad pública,
exista;
c) Se acreditare sumariamente que el incumplimiento del deber normativo a cargo de la demandada, ocasionará
perjuicios graves de imposible reparación ulterior;
d) No afectación de un interés público;
e) Que la medida solicitada no tenga efectos jurídicos o materiales irreversibles.
2. Estos requisitos regirán para cualquier otra medida de naturaleza innovativa no prevista en esta ley.

ARTICULO 15. — Medida de no innovar.


1. La medida de no innovar procederá cuando concurran simultáneamente los siguientes requisitos:
a) Se acreditare sumariamente que la ejecución de la conducta material que motiva la medida, ocasionará perjuicios
graves de imposible reparación ulterior;
b) La verosimilitud del derecho invocado;
c) La verosimilitud de la ilegitimidad de una conducta material emanada de un órgano o ente estatal;
d) La no afectación de un interés público;
e) Que la medida solicitada no tenga efectos jurídicos o materiales irreversibles.
2. Las medidas de carácter conservatorio no previstas en esta ley, quedarán sujetas a los requisitos de procedencia
previstos en este artículo.

TROILO- FINAL.
ARTICULO 16. — Medidas cautelares solicitadas por el Estado.
El Estado nacional y sus entes descentralizados podrán solicitar la protección cautelar en cualquier clase de proceso,
siempre que concurran las siguientes circunstancias:
1. Riesgo cierto e inminente de sufrir perjuicios sobre el interés público, el patrimonio estatal u otros derechos de su
titularidad;
2. Verosimilitud del derecho invocado y, en su caso, de la ilegitimidad alegada;
3. Idoneidad y necesidad en relación con el objeto de la pretensión principal.

ARTICULO 17. — Tutela urgente del interés público comprometido por la interrupción de los servicios públicos.
Cuando de manera actual o inminente se produzcan actos, hechos u omisiones que amenacen, interrumpan o
entorpezcan la continuidad y regularidad de los servicios públicos o la ejecución de actividades de interés público o
perturben la integridad o destino de los bienes afectados a esos cometidos, el Estado nacional o sus entidades
descentralizadas que tengan a cargo la supervisión, fiscalización o concesión de tales servicios o actividades, estarán
legitimados para requerir previa, simultánea o posteriormente a la postulación de la pretensión procesal principal,
todo tipo de medidas cautelares tendientes a asegurar el objeto del proceso en orden a garantizar la prestación de
tales servicios, la ejecución de dichas actividades o la integridad o destino de los bienes de que se trate.
Lo expuesto precedentemente no será de aplicación cuando se trate de conflictos laborales, los cuales se regirán por
las leyes vigentes en la materia, conforme los procedimientos a cargo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social en su carácter de autoridad de aplicación.

3.- PRESUPUESTOS EN LOS JUICIOS CONTRA LA NACION y contra la PCIA BS AS.


Los presupuestos de procedencia de las medidas cautelares son la verosimilitud en el
derecho; el peligro en la demora; y la no afección grave del interés publico. La contracautela no
es un requisito sino un presupuesto de efectividad.
En primer lugar, el otorgamiento de una medida cautelar no requiere la prueba
terminante y plena del derecho invocado, porque si así fuese podría ocurrir que se consumasen
los hechos que precisamente tiende a impedir. Basta, por consiguiente, la simple apariencia o
verosimilitud del derecho, a cuyo efecto el procedimiento probatorio es meramente informativo
y sin intervención de la persona contra la cual se pide la medida. Se refiere a la aparente
verosimilitud del derecho invocado como al “por qué” del procedimiento por el cual se pide
una medida cautelar.
En segundo lugar, respecto al peligro en la demora, hay que estar atento a la casuística
verificando que exista la posibilidad de:
A. Sufrir un perjuicio inminente;
B. Sufrir la alteración o
C. Agravamiento de una situación de hecho o de derecho.

La no afectación del interés público es un requisito propio de la materia administrativa.


No cualquier interés público afectado servirá para rechazar la medida, sino que tal afectación
deberá ser grave, y aun cuando ello ocurra, será materia de análisis.
Respecto a la contracautela, aclaramos que no es un requisito, sino un presupuesto de
efectividad, ya que la misma no se exige cuando el demandado fuere el Estado provincial, o
municipal, o entes descentralizados, en virtud del principio fiscus semper solvens, el fisco es
siempre solvente.

TROILO- FINAL.
Por su parte, tienen sus recaudos propios las medidas cautelares de carácter autónomo,
ya que se solicitan mientras tramita un procedimiento administrativo previo a la iniciación del
juicio, y están destinadas a procurar la suspensión de los efectos de un acto administrativo. No
tienen plazo de caducidad.
Las llamadas MC anticipadas son las que plantean antes de la promoción de un juicio de
conocimiento, con un plazo de caducidad si el mismo no se promoviese.
Otro recaudo propio del juicio contencioso, por sus particularidades, es la aparición de
las llamadas medidas precautelares, que son aquellas que el juez dispone hasta contar con los
antecedentes administrativos previos al dictado del acto administrativo, o del accionar de la
administración, los que una vez allegados al tribunal y considerados por el juzgador, permitirán
dictar o no una medida cautelar, la que asegurará el objeto del litigio. Se trata del llamado
informe previo previsto en el Art. 23 Inc. 1 del CPCA.
Las medidas precautorias podrán disponerse siempre que se invocare un derecho
verosímil en relación con el objeto del proceso y existiere posibilidad de sufrir un perjuicio
inminente a la alteración o agravamiento de una determinada situación de hecho o de derecho
(peligro en la demora) que no afectare gravemente el interés público.
El Juez podrá disponer de toda clase de medidas, incluyendo a aquellas de contenido
positivo (las de hacer). Deberá ponderar la urgencia comprometida en el caso y el perjuicio que
la medida pudiera originar a la demandada, a terceros y al interés público.
Se exigirá contracautela, salvo que el demandado fuera el Estado Provincial o Municipal
o un ente descentralizado o cualquiera de los reseñados en el art 1 de la 12008; o que tenga el
beneficio de litigar sin gastos.
En cuanto a la suspensión de la ejecución debemos recordar que la administración
posee la prerrogativa de ejecutar el acto administrativo sin necesidad de ocurrir a la vía judicial
(ppio de ejecutoriedad del acto).
En nuestro país, la demanda administrativa no suspende los efectos del acto discutido.
La ADM puede o no ejecutar este acto, inspirada en el Int Público pero si ella, previa
presentación por parte del particular, no lo suspende, éste podrá acudir al órgano judicial.
El Juez deberá evaluar entonces si la suspensiva tiende a evitar perjuicios irreversibles,
aun cuando pudieren ser objeto de una indemnización posterior y constatar la existencia de
ilegalidad o nulidad en la resolución junto al cumplimiento de los requisitos generales propios
de las medidas cautelas.
Es decir son medidas que tienden a asegurar la eficacia del resultado del proceso
judicial.

4.- OPORTUNIDAD PARA SOLICITARLAS.


El Art. 23 Inc. 1 del CPCA establece que las medidas cautelares pueden solicitarse en
modo anticipado, simultáneo o posterior a la promoción de la demanda. Se decretan sin
audiencia de la otra parte, sin perjuicio de que el juez, en atención a las circunstancias del caso,
pueda requerir un informe previo a la parte demandada, o a aquella alcanzada por la medida
solicitada, la cual deberá contestar en un plazo no mayor a 5 días. Por lo cual, no caben duda de

TROILO- FINAL.
que las medidas cautelares, podrán solicitarse en cualquier oportunidad procesal, aun antes de
iniciar la pretensión.

Medidas Cautelares Anticipadas y Autónomas…


Se podrían dictar “medidas cautelares anticipadas (en sentido que pueden promoverse
antes de la promoción del proceso principal), obligando al particular a promover la accion de
fondo dentro del plazo de caducidad que fija la ley, sirviendo las mismas para remediar una
situación de peligro en los derechos del particular, mientras se tramita un procedimiento
administrativo, mientras dure el periplo del administrado tendiente a agotar la vía, es decir,
buscando asegurar la eficacia del A.A. que resolverá el recurso pendiente en dicha sede.
Un sector de la doctrine afirma que la finalidad de estas MCA no es asegurar la eficacia
de la sentencia, ya que no se vincula con un proceso sino con un procedimiento administrativo,
es decir se dicta para asegurar la regularidad del procedimiento antes de llegar a los estrados
judiciales sino la del aa, eventualmente para asegurar la legalidad de procedimientos
administrativos que no darán lugar a juicio alguno.
El objeto de estas medidas está destinado a suspender los efectos de un AA a los fines
de obtener su revocación o de agotar la vía para acceder a su impugnación judicial, port loq ue
se ha considerado que el contenido de la decisión cautelar u objeto de la mesa será asimilable
a una prohibición de no innova, es decir, a la suspensión de los efectos del AA recurrido para
evitar para sus ejecución haga ilusoria la recuperación del bien de la vida del que se privó al
recurrente con la decisión administrativa. No obstante, si la administración hubiese puesto en
ejecución el acto, la decisión judicial podría transformarse en una MC innovativa, es decir la
orden de reponer la situación al estado en que se hallaba antes de la aplicación del acto
recurrido.
Nuestro Max Tribunal ha reconocido en forma expresa la vigencia de la medida cautelar
autónoma en el proceso administrativo, estableciendo que si se la interpone de manera
autónoma se debe adoptar un criterio más restrictivo. Resulta exigible el máximo grado de
prudencia en la verificación de los recaudos que tornan procedente la medida solicitada.
El Max Tribunal Provincial ha expresado ante el requerimiento formulado por el actor el
respeto al otorgamiento de una medida cautelar autónoma que la viabilidad de la misma debe
quedar supeditada al cumplimiento de una serie de recaudos que la doctrina y jurisprudencia
ha ido rediseñado y pueden resumir en la recomendación de una mayor severidad en los
criterios de apreciación (Fallo Bulacio).
Por otra parte, en cuanto al carácter anticipado de las medidas cautelares, cabe recordar
que es aquella constitutiva del pedido formulado en inicio, que puede ser anticipada en todo o
en parte y aquí hay una absoluta identidad entre la tutela posible de anticipación y el pedido
efectuado por el actor, y no puede el juez pronunciarse in ultra ni extra petita.

Las medidas precautelares…


A la hora del análisis de la pretensión cautelar, los magistrados pueden enfrentarse con
la necesidad de contar con las actuaciones administrativas pertinentes o con un informe
producido que efectúe la autoridad administrativa, para realizar un mejor estudio de la

TROILO- FINAL.
pretensión, como así evitar el riesgo de un daño irreparable en los derechos e intereses de los
administrados.
De esta forma se pone acento en el principio constitucional de la tutela judicial efectiva,
dictando medidas que mejor preserven los derechos e intereses de los administrados frente a la
administración, bajo la denominación precautelares o de las facultades ordenadoras o
instructoras previstas en el CPCC.
Este tipo de medidas tiene como fundamento principal la inminencia en el peligro en la
demora, aunque también deben evaluarse los otros presupuestos exigidos para la procedencia
de dichas medidas cautelares, como la verosimilitud en el derecho y que la medida no tenga tal
entidad que afecte el interés publico.
Por su parte, el Fuero Contencioso Provincial ha considerado que son provisiones
temporarias e in exterminio que procuran la preservación del objeto procesal, haciendo
prevalecer razones de urgencia por sobre otros requisitos. Deben estar acreditados los
recaudos elementales a los que condiciona su viabilidad: apariencia de buen derecho y peligro
en la demora.
En otro pronunciamiento la Camara Contencioso afirma que “la precautelar también
requiere el riguroso cumplimiento de todos los extremos de acreditación legalmente exigibles,
por tanto es imperativo su análisis y justificación.
En definitiva, el dictado de medidas precautelares, es una derivación de la aplicacion del
principio de tutela judicial urgente y efectiva en el proceso contencioso administrativo,
permitiendo con su dictado que el juez tenga un mejor conocimiento del litigio al que se
enfrenta y evitar por otro lado un perjuicio que no pueda ser reparado con el dictado de la
medida cautelar solicitada.

CADUCIDAD DE LAS MC ANTICIPADAS.


La vida de la medida cautelar, sigue la suerte de la pretensión principal, desde el inicio
hasta el final. Las medidas solicitadas y decretadas antes de la interposición de la demanda,
quedarán extinguidas por caducidad automáticamente si la misma no se presenta en el plazo
indicado por la ley.
La caducidad de las medidas cautelares tiende a evitar que se mantenga
indefinidamente una medida que en sí misma carece de finalidad.

ARTÍCULO 23.- OPORTUNIDAD. CADUCIDAD DE LAS MEDIDAS CAUTELARES.


1.-Las medidas cautelares podrán solicitarse en modo anticipado, simultáneo o posterior a la promoción de la
demanda. Se decretarán sin audiencia de la otra parte; sin perjuicio de lo cual el juez, en atención a las circunstancias
del caso, podrá requerir un informe previo a la parte demandada o a la alcanzada por la medida solicitada, que
deberá ser contestado en un plazo no mayor de cinco (5) días.

2.-Se producirá la caducidad de pleno derecho de las medidas cautelares decretadas con anterioridad a la
demanda, en los siguientes supuestos:
a) Tratándose de una pretensión de anulación, si estando agotada la vía administrativa, la demanda no fuere
interpuesta dentro de los treinta (30) días siguientes al de la notificación de la medida cautelar. El plazo de caducidad
correrá a partir del día siguiente al de la notificación del acto que agote la vía administrativa.

TROILO- FINAL.
b) En los demás supuestos, de acuerdo a lo dispuesto en el Código de Procedimiento Civil y Comercial.

3.-En caso de decretarse la caducidad por vencimiento de los plazos previstos en este artículo, las costas y los daños
y perjuicios causados, serán a cargo de quien hubiese obtenido la medida cautelar anticipada. Esta no podrá
solicitarse nuevamente por la misma causa.

LEVANTAMIENTO DE LAS MC.


El levantamiento de las medidas cautelares, puede estar fundado tanto en razones de
interés público como en el cambio de circunstancias.

Por razones de interés público: el carácter mutable de las sentencias cautelares, permite
que las mismas puedan levantarse en cualquier estado del proceso, siempre que se acredite el
cambio de las circunstancias que motivo su otorgamiento. Este cambio debe fundarse en que la
medida provoque un grave daño al interés público, extremo que sólo puede ser invocado por
la provincia, municipios, entes descentralizados, etc. (ART 26 INC 1)

Por cambio de circunstancias: en este supuesto, el levantamiento puede fundarse en la


existencia de un nuevo acto administrativo desconocido por el particular en cuyo beneficio se
dictará la medida cautelar. Para determinar si la medida debe ser levantada, es necesario
analizar si el acto que se pone en consideración es válido, ya que de lo contrario la
administración demandada podría evadir el cumplimiento de la medida cautelar con el dictado
de nuevos actos, sin posibilidad alguna de control por parte del actor. Es importante resaltar
que debe tratarse de un hecho sobreviniente al dictado de la medida. (ART 26 INC 3)

ARTÍCULO 26.- LEVANTAMIENTO DE LA MEDIDA CAUTELAR POR RAZONES DE INTERÉS PÚBLICO. CAMBIO DE
CIRCUNSTANCIAS.
1.-Si la Provincia, un municipio, o un ente provincial o municipal invocasen fundadamente, en cualquier estado del
proceso, que la medida cautelar dispuesta provoca un grave daño al interés público, el juez, previo traslado a la
contraparte por cinco (5) días, resolverá sobre el levantamiento o mantenimiento de la medida.
2.-En caso de que se resuelva dejar sin efecto la medida, se declarará a cargo del peticionante la responsabilidad por
los daños y perjuicios que ello pueda causar en el supuesto de que se hiciese lugar a la demanda.
3.-Fuera del supuesto previsto en los incisos anteriores, el juez, a pedido de parte o de oficio, podrá levantar,
modificar o sustituir la medida cautelar cuando cambiaren las circunstancias que la determinaron.

En el supuesto que el juez decida dejar sin efecto la medida suspensiva, el órgano
jurisdiccional deberá declarar a cargo del peticionante la responsabilidad por los daños y
perjuicios que ello pueda causar, en caso de prosperar la prestación principal.
En cuanto a lo que dice el art 26 inc 2, esto puede generar dudas, pero la SCBA,
estableció la responsabilidad personal del funcionario.

REGIMEN NACIONAL Y PROVINCIAL.


En este tópico es preciso referirnos a la normativa provincial prevista por el CPCA Ley
12.008, a la que ya hemos hecho alusión, en sus artículos 22 a 26.

TROILO- FINAL.
Respecto al régimen nacional, la materia cautelar se encuentra regida por la Ley 26.854
en todo su articulado, por lo que a ella remitimos.

5.- SUSPENSION DE LA EJECUCION DE UN ACTO ADMINISTRATIVO


La suspensión de la ejecución de los efectos de un acto administrativo, es la medida
cautelar típica del proceso administrativo, ya que la mera interposición de la pretensión
anulatoria no suspende el acto administrativo, de tal modo que quien reclama la suspensión del
acto deberá invocar los presupuestos para la procedencia de dicha medida cautelar.
Podemos decir que, respecto a la medida por la cual se solicita la suspensión de efectos
de un acto en ese judicial, la misma se puede pedir:
• Como MC Autónoma, mientras se tramita el recurso o reclamo administrativo.
• Como OBJ de una MC Anticipada en el marco de un Juicio de Conocimiento.

ARTÍCULO 25.- SUSPENSIÓN DE LA EJECUCIÓN DE UN ACTO ADMINISTRATIVO.


1.- Las partes podrán solicitar la suspensión de la ejecución de un acto administrativo siempre que se alegare fundadamente el
cumplimiento de los recaudos previstos en el artículo 22 inciso 1). El juez deberá evaluar si la medida suspensiva tiende a evitar
prejuicios irreversibles, aún cuando pudieren ser objeto de una indemnización posterior.
2.- Para decretar la suspensión de la ejecución de un acto administrativo será necesario el planteo previo de esa medida en sede
administrativa y que su resolución hubiera sido adversa para el peticionante. Presentada la petición en sede administrativa el estado
deberá expedirse en el plazo de 5 días hábiles, fenecidos los cuales sin que hubiere un pronunciamiento expreso se presumirá la
existencia de resolución denegatoria quedando expedita la instancia judicial.

PLANTEO PREVIO EN SEDE ADMINISTRATIVA (ley 13.101)


El mencionado Art. 25, en su segundo apartado, incluye una exigencia que no había sido
establecida por el legislador, y que entra claramente en colisión con el sistema previsto tanto en
los artículos 15 como 166 de la C. Prov., dado que el Art. 25 exige el previo pedido de
suspensión de la ejecución de un acto en sede administrativa, lo cual no se encuentra en
armonía con la norma constitucional a la que se encuentra subordinado. Ello es así, ya que se ha
dotado al sistema cautelar de herramientas que garanticen la efectividad de la tutela judicial
continua y efectiva, mediante el acceso en forma directa a la vía judicial.

JURISPRUDENCIA.
Es doctrina judicial de la Cámara de Apelaciones Contencioso Administrativa de La Plata,
que las previsiones del Art. 25 del CPCA, no resultarían en principio exigibles conforme a la
vigencia del cuerpo procesal a partir de la fecha 15/12/03, puesto que tal exigencia constituye
un excesivo ritual manifiesto, incongruente con los principios fundamentales previstos en la C.
Prov. y la CN. En esa línea de pensamiento, parece obvio que exigir el cumplimiento del
recaudo de la previa petición en sede administrativa, frente a un acto que causa estado,
resultaría una exigencia constitutiva de un rigorismo formal inútil.

TROILO- FINAL.
6.- MEDIDAS AUTOSATISFACTIVAS.
Las medidas autosatisfactivas, afirma el Prof. Berizonce, dispensan a través de u proceso
urgente una satisfacción o efectividad inmediata y definitiva que agota y consume la litis a través
de un pronunciamiento sobre el mérito de la pretensión cuyos efectos devienen de hecho en
irreversibles y, por ello, tornan innecesaria la continuación del proceso y abstractas las
cuestiones que integraron la pretensión.

CONCEPTO.
Es un medio procesal, que se agota con su despacho favorable, es decir, nos
encontramos en un proceso, no en una simple medida. Ese proceso es urgente, y se tramita en
forma autónoma, donde se arriba a una decisión de fondo con efectos irreversibles, que en
caso de quedar firme, adquiere la cualidad de cosa juzgada. Tiene la particularidad de brindar
una satisfacción o efectividad inmediata y definitiva, que agota y consume la litis, donde se
procura un pronunciamiento de mérito respecto de la cuestión sustancial.
Los procesos autosatisfactivos, son procesos urgentes como el amparo, aunque sin el
respaldo de una ley que los haya consagrado o reglamentado, siendo una construcción
pretoriana y doctrinaria. Como ejemplo típico, podemos mencionar aquella medida que ordena
el otorgamiento de una vista de las actuaciones administrativas.
Peyrano las define como soluciones jurisdiccionales urgentes, autónomas, despachables
"inaudita et altera pars" y mediando una fuerte probabilidad de que los planteos formulados
sean atendibles. Las mismas importan una satisfacción definitiva de los requerimientos de los
postulantes, motivos por el cual se sostiene que son autónomas, no dependiendo su vigencia
y mantenimiento de la interposición coetánea o ulterior de una pretensión principal" como si
requieren las medidas cautelares.

FINALIDAD.
Tiene por finalidad brindar una solución urgente no cautelar, despachable in extremis,
que procura aportar una respuesta jurisdiccional adecuada a una situación que reclama una
pronta y expedita intervención del órgano judicial.
Es por ello, que su vigencia y mantenimiento no depende de la interposición coetánea o
ulterior de una pretensión principal. Ello es así desde el punto de vista que su despacho
favorables produce una situación consolidada insusceptible de ser revertido con posterioridad.

REQUISITOS.
El dictado de estas medidas, está sujeto a tres requisitos:
• Que concurra una situación de urgencia;
• La fuerte probabilidad, casi certeza, de que el derecho material del postulante sea atendible
(No debe confundiese con el fumus bonis iuris de las MC, ya que en este sentido el proceso
autosatisfactivo es más exigente, requiriéndose en este tópico la casi certeza su, y evidencia
de la razón del peticionante en cuanto al fondo del planteo, por lo que la petición deberá
basar en un interés tutelable cierto y manifiesto, máxime que la resolución que accede al
cauce autosatisfactivo tiene alcance de cosa juzgada).

TROILO- FINAL.
• La exigibilidad de la contracautela queda sujeta al arbitrio judicial.

RECEPCION JURISPRUDENCIAL.
Un antecedente de suprema importancia en esta materia es el fallo de la CSJN
“Camacho, Acosta” (1997), en el cual la parte actora entablo una demanda como
consecuencia de un accidente sufrido mientras desarrollaba sus actividades laborales. Debido a
esto, le amputaron un brazo, por lo cual el actor inició la debida demanda contra su empleador
“Grafi SRL” por indemnización de daños y perjuicios. Asimismo, solicitó que la demandada le
proporcionara una prótesis urgentemente, a fin de no perder la sensibilidad en la parte del
brazo que había sufrido la amputación, ya que de demorarse la colocación de la mencionada
prótesis, su calidad de vida se vería reducida.
Como puede observarse, la pretensión de la actora, se agotaba con el despacho
favorable del otorgamiento de la prótesis. Sin embargo, la CSJN utilizó el instituto de la medida
cautelar innovativa, aunque debía ser una autosatisfactiva.
Por su parte la SCBA expresó en la causa “Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía
Blanca C/ Pentamar S.A.” (2002), que aun cuando se reconoce que la situación descripta en la
pretensión evidencia un caso urgente, por su complejidad y las singulares características que
presenta, no es dable resolverlo sin oír previamente a la empresa demandada. Es por ello, que
la SCBA otorgó a este caso el régimen de juicio sumarísimo.

VER PROCESAL 2 (RESUMEN DE FALLOS).

TROILO- FINAL.

También podría gustarte