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 Belén Beilman.

Para comenzar…

1) Lean atentamente el relato que les anexo a continuación.

2) Reflexiona sobre la situación que se presenta con relación al docente, a los alumnos y a la
situación de enseñanza.

3) ¿Estás de acuerdo con la metodología de abordaje?, justifica tu decisión.

4) Modifica el cuento definiendo la/s estrategia/s que pondrían en marcha en esa situación para
lograr un aprendizaje significativo.

Las águilas suben por la escalera

- “El pedagogo había preparado sus métodos con minuciosidad; había establecido científicamente,
decía, la escalera que debía permitir el acceso a los diversos estadios del conocimiento; había
medido experimentalmente la altura de estos peldaños para adaptarla a las posibilidades
normales de las piernas infantiles; había colocado, aquí y allá, un descansillo cómodo para tomar
alimento y la barandilla solícita sujetaba a los principiantes.

El pedagogo se irritaba no con la escalera, concebida y construida científicamente, sino con los
niños que parecían insensibles a su solicitud.

Se irritaba porque todo sucedía normalmente cuando él estaba presente vigilando el ascenso
metódico de la escalera, peldaño a peldaño, respirando en los descansillos y agarrado a la
barandilla.

Pero si se ausentaba un momento ¡Qué desastre y qué desorden!

Solo seguían subiendo metódicamente, peldaño a peldaño, agarrándose a la barandilla y


respirando en los descansillos, los individuos a quienes la escuela había marcado suficientemente
con su autoridad, como a aquellos perros de pastor a los que la vida ha educado para seguir
pasivamente a su dueño y que se han resignado a no obedecer ya más a su naturaleza de perros
franqueando senderos y malezas.

La pandilla de niños se entregaba a sus instintos y hallaba de nuevo sus necesidades; uno subía la
escalera a gatas; otro tomaba impulso y trepaba por los peldaños de dos en dos, saltándose los
descansillos;

Incluso había quienes intentaban subir andando hacia atrás, y a fe mía, adquirían en ello cierta
maestría.
Pero, sobre todo, increíble paradoja, estaban aquellos –y eran la mayoría- para los que la escalera
estaba demasiado falta de atractivos y de aventuras y que, rodeando la casa, agarrándose a los
canalones, flanqueando las balaustradas, llegaban arriba en un tiempo récord, mucho mejor y más
rápido que por la escalera llamada metódica y, una vez arriba, bajaban por la barandilla como por
un tobogán... para volver a empezar esta ascensión apasionante.

El pedagogo persigue a los que se obstinan en no subir por las vías que él considera normales.

¿Se ha preguntado si, por azar, su ciencia de la escalera no será una falsa ciencia y si no habrá
otras vías más rápidas y más saludables que procedan por saltos y por zancadas; si no habrá según
la imagen de Víctor Hugo, una pedagogía de las águilas que no suben por la escalera?

-Celestín Freinet “Una pedagogía moderna de sentido común. Edit. Morata. Madrid.1996

Fecha de entrega: 31 de marzo de 2020.

Correo electrónico: rominagaspe@hotmail.com

2- El docente trata de imponer una única forma de “subir la escalera”, planteando ciertas reglas y
ritmos para alcanzar cada peldaño; incluso propone un único e igual punto de partida y de llegada
que todos deben alcanzar al mismo tiempo. Hasta podría considerarse un poco autoritario:
mientras él está vigilando, los niños se sienten presionados a esforzarse por cumplir sus deseos;
pero cuando el docente se descuida, los niños suben la escalera como les gustaría hacerlo
libremente. Aquel alumno que se “desvié” del camino trazado estrictamente por el docente, será,
de alguna manera, castigado. El docente utiliza un solo método de enseñanza: el mismo para
todos; sin tener en cuenta que cada niño es diferente en sus fortalezas, debilidades, sus intereses,
ritmos de aprendizaje, y en su historia particular que conforma su subjetividad única e irrepetible.
El objetivo parece depositar linealmente el conocimiento, disminuyendo las posibilidades de que
los alumnos logren un aprendizaje verdaderamente significativo.

3- No estoy de acuerdo con la metodología de abordaje utilizada por el docente, porque ésta
favorece a algunos y perjudica a otros; quienes se adapten al método podrán avanzar; mientras
que, quienes no logren adaptarse quedaran más abajo, sin poder avanzar. En este caso, no hay
igualdad de oportunidades (lo cual es un derecho fundamental); se rechaza la idea de diversidad
como característica inherente a la humanidad, y se confía ciegamente en la idea de aparente
homogeneidad.

La escalera representa, de algún modo, el sistema educativo que seguimos teniendo actualmente.
Hay discursos extraordinarios sobre diversidad e inclusión, pero la verdad es que el sistema aún no
está preparado para lograr la verdadera inclusión; por ahora solo ofrece caminos de integración.
No tiene mucho sentido dar la oportunidad de que TODOS puedan subir la escalera si no se les
brinda aquello que cada uno necesita en su particularidad para lograrlo. El sistema continua,
incluso hoy en día, seleccionando y marcando la diferencia entre aquellos que “pueden” y aquellos
“que no pueden”, según criterios de normalidad y homogeneidad.
4-Para lograr un aprendizaje significativo, el docente debe estar dispuesto a utilizar diferentes
estrategias de enseñanza que permitan dar respuesta a las necesidades y a los diversos estilos de
aprendizaje de cada alumno. Estas estrategias no siempre van a estar previa y minuciosamente
preparadas, sino que van a ir surgiendo en el camino. El docente debe poder darle a cada uno lo
que necesita, ampliando las posibilidades para que todos puedan subir su propia escalera. Debe
adecuar su método de enseñanza en función de las características colectivas de sus alumnos,
atendiendo, al mismo tiempo, a la individualidad. El pedagogo debe respetar los tiempos que a
cada uno le lleva subir cada peldaño, con ayuda o sin ayuda, elogiando los logros, nunca dejando
de alentar, nunca dejando de creer en sus alumnos, confiando siempre en sus capacidades, y
afirmando firmemente que todos pueden. Para esto, deberá tener en cuenta, a su vez, que cada
uno tendrá diferentes puntos de partida y, en consecuencia, tendrá diferentes puntos de llegada.
Si el docente inspira la confianza necesaria, sus alumnos se sentirán capaces de aprender.

El pedagogo debe adecuar la escalera en función de las necesidades de cada niño. La forma en que
cada niño suba la escalera será diferente; esa diferencia debe ser respetada y valorada. Los
alumnos no deben ser comparados unos con otros, ni castigados por “su desviación”. El método
de enseñanza del docente debe contemplar que no hay una única forma se transitar el desarrollo;
lo que difiere “de lo esperado “no debe ser sinónimo de limitación, sino que simplemente es la
manera en que se expresa la característica inherente más importante de la humanidad: la
diversidad. El objetivo debe ser que cada peldaño sea alcanzado en forma significativa por los
alumnos.

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