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son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.
Título original: The guided construction of knowledge. Talk amongst teachers and SUMARIO
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leamers
Publicado en inglés por Multilingual Matters Ltd., Clevedon
Prefacio................................................................................................................. 9
la forma en que se utiliza el lenguaje para crear conocimiento y comprensión com- 6 CONVERSAR Y TRABAJAR JUNTOS
partidos. En segundo lugar, ha de explicar la forma con la que la gente ayuda a otras
personas a aprender. Y por último, la teoría ha de tener en cuenta el propósito y la
naturaleza especiales de la educación formal. He esbozado una teoría sociocultural
que puede cumplir estos requisitos. De acuerdo con esa teoría, la conversación se
utiliza para construir el conocimiento. Este es un proceso social e histórico, ya que
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1. Sobre «hacer silencio» véase Denscombe, M. (1985) Classroom Control: A Sociological Perspec-
tive. Londres: Allen & Unwin.
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Conversar y trabajar juntos I 101
como un añadido puntual a la enseñanza que se vierte en la pizarra y en las explica- Por otra parte, la teoría de Vygotsky se refiere esencialmente a la enseñanza-
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ciones que se dirigen a toda la clase, las conversaciones son entorpecedoras y sub- y-el-aprendizaje, en lugar de referirse al aprendizaje conjunto, Algunos de los se-
versivas. Incluso en regímenes menos formales, los profesores tienen el compren- guidores neovygotskianos han investigado la actividad conjunta de los alumnos,
sible trabajo de limitar las conversaciones que no casan con la tarea que se está pero, a diferencia de los piagetianos, han tendido a poner de relieve la coopera-
realizando. De este modo, si bien la experiencia de la vida cotidiana apoya el valor ción en lugar del conflicto.4 Muchas de estas investigaciones implican el adaptar
del aprendizaje cooperativo, la práctica lo ha rechazado implícitamente. ¿Hay evi- ideas creadas para el estudio de relaciones «asimétricas» (por ej. profesor-alum-
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dencias en las investigaciones que puedan decirnos algo más acerca del valor de la no) al estudio de relaciones más simétricas (por ej. alumno-alumno). Así, Bruner5
conversación y de la actividad cooperativa? habla de cómo una «pareja más competente» puede proporcionar el andamiaje a
un alumno, pero esto deja una interesante pregunta sin responder: ¿qué pasa si las
parejas no son más competentes? Otras personas han sugerido que tener que ex-
Investigaciones sobre la cooperación en el aprendizaje plicar tus propias ideas a alguien con el que estás aprendiendo, al margen de su
habilidad relativa, es útil porque promueve el desarrollo de un tipo de compren-
La comunicación entre los alumnos no se ha considerado importante en las sión más explícito, organizado y «distanciado».6 Pero todavía carecemos de con-
teorías del desarrollo del conocimiento y la comprensión. Piaget, en sus primeros ceptos adecuados para tratar este proceso.
trabajos, esbozó un papel para la significación de la interacción entre «pares» A pesar de que la teoría no haya ido al mismo ritmo, en los últimos años la in-
—ayudaba a los niños a «descentrarse», a ser sensibles a otros puntos de vista so- vestigación ha mostrado mucho interés por el aprendizaje cooperativo. La activi-
bre el mundo en lugar de atender únicamente al suyo.2 En sus trabajos más dad cooperativa se ha estudiado de distintas formas: a través de estudios genera-
tardíos les sobre la vida en las aulas, a través de experimentos donde parejas o grupos
y concretamente en el enfoque sobre las actividades de los individuos, no atendió realizan tareas de resolución de problemas especialmente diseñadas para ello, y a
mucho al tema. Pero ha habido algunos desarrollos interesantes de acuerdo con la través de detallados análisis de las conversaciones que tienen las parejas o los gru-
tradición piagetiana. Seguidores de Piaget como Willem Doise, Anne-Nelly Perret- pos de niños que trabajan juntos en tareas escolares basadas en el curriculum. De
Clermont y Gabriel Mugny han utilizado el concepto de conflicto sociocognitivo hecho, uno de los poderes que tiene la reciente investigación de la enseñanza y el
para entender cómo se puede cambiar la comprensión del niño al interactuar con aprendizaje es el hecho de que haya sido tan multidisciplinaria y variada en sus
otro niño que tiene una comprensión bastante distinta de los hechos.3 La idea bá- métodos. Voy a revisar brevemente estas líneas de investigación e intentaré ex-
sica consiste en que cuando dos visiones distintas del mundo entran en contacto, traer los puntos más importantes que aquí nos interesan.
y el conflicto consecuente se tiene que resolver para solucionar un problema,
probablemente esto estimule algún tipo de «reestructuración cognitiva» —algún
Estudios de la actividad del aula
tipo de aprendizaje y de mejor comprensión—. El concepto de conflicto sociocog-
nitivo tiene un potencial interesante para el estudio de la actividad conjunta del Aunque es cierto que en los colegios se ha tendido a eliminar la conversación
aula. Por ejemplo, puede ser útil para explicar la clase de experiencia de aprendi- entre los alumnos, en algunas ocasiones y en lugares concretos la comunicación y
zaje que tuvo lugar en la secuencia 2.3, La caja mayor, del capítulo segundo. Pero la interacción entre niños en el aula se han promovido oficialmente. Desde los años
los neopiagetianos no han estudiado la conversación real implicada en estos con- sesenta, una filosofía «progresiva» de la educación ha impulsado el «trabajo en
flictos de ideas —quizás porque, como he sugerido en el capítulo quinto, el len- grupo» en colegios de primaria británicos: los niños se sientan juntos alrededor de
guaje todavía tiene un papel relativamente marginal en su teoría—. El principal mesas y se les permite hablar (al menos hasta cierto punto) mientras trabajan. Es
propósito de la mayoría de sus investigaciones ha sido determinar si la interacción
mejoraba a posteriori las realizaciones individuales (en lugar de interesarse por la
construcción del conocimiento como una entidad compartida). 4. Véase, por ejemplo, Wells, G. (1992) «The centrality of talk in education», en K. Norman
(comp.) Thinking Voices: The Work of the National Oracy Project. Londres: Hodder & Stoughton.
5. Bruner, J. (1985) «Vygotsky: A historical and conceptual perspective», en J. Wertsch (comp.)
2. Para un estudio sobre este aspecto del trabajo de Piaget y su relación con otras investigaciones Culture, Communication and Cognition: Vygotskian Perspectives (pág. 24). Cambridge: Cambridge
sobre el aprendizaje cooperativo, véase Light, P. y Littleton, K. (1994) «Cognitive approaches to group University Press.
work», en P. Kutnick y C. Rogers (comps.) Groups in Schools. Londres: Cassell. 6. Véase, por ejemplo, Fletcher, B. (1985) «Group and individual learning of junior school chil-
3 . Véase, por ejemplo, Bell, N., Grossen, M. y Perret-Clermont A-N. (1985) «Sociocognitive con- dren on a microcomputer-based task», en EducationalReview 37, págs. 251-261; y Hoyles, C, Suth-
flict and intellectual growth», en M. W. Berkowitz (comp.) Peer Conflict and Psychological Growth erland, R. y Healy, I. (1990) «Children talking in computer environments: New insights on the role of
discussion in mathematics learning», en K. Durkin y B. Shine (comps.) Language and Mathematics
(New Directions in Child Development no.29). San Francisco: Jossey-Bass. También Doise, W. y
Education. Milton Keynes: Open University Press.
Mugny, G. (1984) The Social Development of lntellect, Oxford: Pergamon Press.
102 I La construcción guiada del conocimiento
Conversar y trabajar juntos I 103
sorprendente, pues, que no se supiera mucho acerca de la calidad de la mayor par- a través de la concurrencia de «estudios de casos» basados en observaciones y prác-
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te de este trabajo en grupo hasta que en los años ochenta un proyecto de investi- ticas en el aula, normalmente escritos por los propios profesores. En las primeras
gación a gran escala llamado ORACLE7 observó y evaluó las prácticas de un gran fases se consiguió información reveladora sobre lo que los niños creen que sus pro-
número de escuelas británicas de primaria. ¿Se consiguieron datos evidentes del fesores piensan acerca del valor de la conversación en el aula —por ejemplo, que
valor que la conversación y la actividad conjunta suponían para el progreso edu- «la conversación hace que dejes de trabajar», «hablar es no trabajar» y que «si te
cativo de los niños? La respuesta es breve: «no». Para ser más precisos, ORACLE dejan hablar es porque el trabajo que estás haciendo no es importante»—. Estuve
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no demostró que esa actividad cooperativa no tenía valor; lo que demostró es que estrechamente relacionado con el National Oracy Project, y a mi parecer uno de
raramente se realizaba. En la mayoría de las clases de primaria que observaron los sus principales logros fue aumentar la consciencia de los profesores sobre el fuerte
investigadores se vio que el hecho de que los niños estuvieran sentados juntos no valor de la conversación y, consecuentemente la mejora del estatus de la conversa-
significaba que estuvieran colaborando. Normalmente los niños trabajaban en ta- ción en el aula entre los profesores y los alumnos.
reas paralelas o individuales. A pesar de que podían estar conversando mientras
trabajaban y podían hablar los unos con los otros sobre su trabajo, la clase de ta-
reas que realizaban no les incitaba o no requería que colaborasen o hablasen so- Investigaciones experimentales
bre su trabajo. La sorprendente conclusión de ORACLE fue, pues, que la mayo- Recientemente, en Europa y en los Estados Unidos ha habido muchas com-
ría de escuelas británicas de primaria no eran buenas bases de análisis para paraciones experimentales de niños que trabajan en pareja o en grupos. Normal-
comprobar el valor del aprendizaje y la conversación cooperativos. mente estas investigaciones se han centrado en los resultados —por ejemplo,
Desde entonces otras investigaciones del equipo ORACLE y de otros equipos ¿cuándo consiguen los niños mejores resultados, cuando trabajan competitiva-
han proporcionado un apoyo variado para el estudio del valor de las actividades de mente o cooperativamente?— y se han centrado también en los resultados del
aprendizaje en grupo. Una consecuencia clara de las conclusiones a las que llegaron aprendizaje individual (en lugar de en el proceso de aprendizaje conjunto). Algu-
es que no tenemos que asumir que el aprendizaje en grupo tiene valor por sí mismo; nos de los descubrimientos de estas investigaciones apoyan el valor del aprendi-
depende del propósito que se tenga y de cómo lo organice el profesor. En una revi- zaje cooperativo; pero otros han mostrado que bajo algunas condiciones trabajar
sión de las investigaciones sobre el trabajo en grupo en las aulas de primaria (y de al- con una pareja es menos efectivo que trabajar por propia cuenta. Se han diseñado
gunas investigaciones experimentales), Galton y Williamson concluyen diciendo lo algunos experimentos para determinar cuál es la diferencia crucial. Un factor que
siguiente: «Para que una colaboración tenga éxito, hay que enseñarles a los alumnos efectivamente parece importante es establecer si las condiciones experimentales
cómo colaborar para que de este modo tengan una idea clara de lo que se espera de requieren inevitablemente que los niños se comuniquen y colaboren en la resolu-
ellos».8 Esta idea, dentro de sus límites, es muy importante para lo que aquí nos inte- ción de un problema (en lugar de que simplemente se les dé permiso para con-
resa. Sin embargo, sólo una pequeña parte de las investigaciones revisadas por Gal- versar).10 Desde el estudio de niños que trabajan en pareja (sin la ayuda del pro-
ton y Williamson incluían algún análisis aplicado de la conversación entre alumnos. fesor) en problemas de ordenador, el psicólogo Paul Light sugiere que el hecho
A finales de los años ochenta, el National Oracy Project proporcionó gran de tener que utilizar el lenguaje para hacer explícitas las intenciones, para tomar
abundancia de información sobre la conversación en las escuelas británicas, que in- decisiones y para interpretar feedback parece facilitar la resolución de problemas
cluía temas de investigación tales como las propias concepciones de los niños sobre y promover la comprensión. Una de las tareas que Light y sus colegas de investi-
la ayuda de la conversación en el aprendizaje. El National Oracy Project también gación utilizaron para sus estudios consistió en una especie de juego de aventu-
tuvo éxito al demostrar la importancia que tiene comprender el papel de la con- ras, que se centraba en encontrar y rescatar la corona de un rey escondida en una
versación en el aprendizaje con los profesores de todas las materias del curriculum isla (aparecía en un mapa sobre la pantalla del ordenador). Al escoger entre dis-
(no sólo de lengua inglesa).9 Esto no lo hicieron a través de estudios generales, sino tintas estrategias posibles, los niños podían manipular diversos personajes y me-
dios de transporte para eliminar a los piratas que entorpecían su camino. El aná-
7. Galton, M., Simon, B. y Croll, P. (1980) Inside the Primary Classroom (the ORACLE Project). lisis de las conversaciones de los niños mostró que aquellas parejas que, en la
Londres: Routledge & Kegan Paul. mayoría de los casos, hablaban sobre los planes que llevarían a cabo, sobre las ne-
8. Galton, M. y Williamson, J. (1992) Group Work in the Primary Classroom (pág. 43). Londres: gociaciones y sobre el feedback fueron las que tuvieron más éxito en la resolución
Routledge.
9. Véase Open University (1991) Talk and Learning 5-16: An Inservice Pack on Oracy for Teachers.
Milton Keynes: The Open University, que contiene muchos estudios de casos y una casete de niños 10. Véase, por ejemplo, los estudios de Light y Glachan sobre niños que trabajan el problema de
que están ocupados en una amplia gama de tareas de conversación; véase también K. Norman (comp.) «La Torre de Hanoi»: Light, P. y Glachan, M. (1985) «Facilitation of problem solving through peer
Thinking Voices: The Work of the National Oracy Project. Londres: Hodder & Stoughton. interaction», en Educational Psychology 5, págs. 217-225.
Conversar y trabajar juntos I 105
104 I La construcción guiada del conocimiento
ron el uso positivo que unos niños japoneses de 6 años hicieron de su experiencia
flictivas y así poder pasar a la acción parecía particularmente importante; y daba la
de criar algún tipo de animal como mascota (por ej. un pez): se dieron cuenta de
impresión de que las parejas con éxito eran las que en más ocasiones decidían con-
los procesos vitales y se interesaron por las necesidades de otros seres vivientes.
juntamente. Bajo tales condiciones, los dos niños de una pareja a menudo apren-
Una de sus conclusiones, que aquí nos interesa particularmente, es que cuando los
dían más que cuando trabajaban solos. Por otra parte, esta investigación no apoya la
niños tenían que compartir ideas sobre cuidar animales —explicar, discutir y al-
idea de que trabajar con una «pareja más competente» (tal y como se expresa Jero-
gunas veces justificar las opiniones que mantenían— esto les llevaba a una mejor
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me Bruner) sea provechoso para aprender, ya que los niños considerados de habili-
comprensión, más generalizable y basada en principios.15
dad semejante parecían aprender mejor que los de parejas asimétricas. Trabajar con
una pareja que sabe más y es más capaz, que domina al otro cuando hay que tomar
decisiones y que insiste en utilizar sus propias estrategias de resolución de proble- Investigaciones sobre las conversaciones de los alumnos en el aula
mas puede ser un impedimento en lugar de una ayuda para la otra persona menos
12
capaz. Los experimentos pueden ser útiles para identificar qué factores de la compleja
Recientemente también ha surgido el interés sobre cómo afecta la actividad realidad del aprendizaje conjunto son más importantes para tener éxito. Pero es di-
colaborativa respecto a la calidad del pensamiento. Por ejemplo, algunas investi- fícil sacar conclusiones para la práctica educativa a partir de experimentos que se
gaciones experimentales se han preguntado si la discusión ayuda a los niños a ge- han llevado a cabo bajo condiciones controladas, fuera de la vida normal de las au-
neralizar lo que han aprendido (al hablar de «generalizar» me refiero al alcance de las y sobre tareas que no se relacionan con el contenido de los curricula escolares. Es
la capacidad de los niños para aplicar, en otras situaciones y problemas relaciona- más, la mayoría de los experimentos se han centrado en los resultados de la activi-
dos, lo que han aprendido mediante la resolución de un tipo de problema con- dad conjunta, y no en el proceso en sí. En consecuencia, sería interesante observar
creto) . Este interés surgió porque las investigaciones anteriores habían mostrado los descubrimientos de un estilo distinto de investigación que se ha centrado en el
que, por norma, a los niños no les es fácil generalizar la comprensión desde un proceso de discusión en las aulas en lugar de atender a sus resultados, para así po-
tipo de problema a otro o desde una área concreta del curriculum a otra.13 En cier- der ver si se ha llegado a conclusiones similares o a otras distintas. Douglas Barnes y
to modo parece que esto se debe a que a menudo lo que comprenden son los Frankie Todd fueron dos pioneros de este tipo de investigación que trabajaron a lo
«procedimientos» y no los «principios» —aprenden a seguir una serie de proce- largo de los años setenta y describieron sus estudios en la obra clásica Discussion and
dimientos prácticos (por ej. un método particular para hacer divisiones muy lar- Learning in Small Groups.16 Estos investigadores mostraron que los alumnos podían
gas o para hacer experimentos científicos y escribirlos) sin llegar nunca a entender considerar el conocimiento como un artículo negociable cuando se implicaban con
los principios subyacentes.14 Ahora se cree que, compartiendo las ideas, los niños entusiasmo en tareas conjuntas. Sugirieron que es más probable que los alumnos se
pueden alcanzar tipos de comprensión más generalizables si se les ayuda y anima impliquen más en una discusión y una argumentación abierta y prolongada cuando
11. Véase Barbieri, M. y Light, P. (1992) «Interaction, gender and performance on a computer-ba- hablan en pareja-peers fuera del control visible de su profesor, y este tipo de con-
sed task», en Learning and Instruction 2, págs. 199-213. También Light (1991) «Peers, problem solving versación les permite tener una «relación de propietario» del conocimiento más ac-
and computers», en Golem 3 (1), págs. 2-6; Blaye, A., Light, P., Joinet, R. y Sheldon, S. (1991) «Collabo tiva e independiente. Barnes y Todd lo expresan de la siguiente forma:
ration as facilitator of planning and problem solving on a computer-based task», en British Journal of De-
velopmentalVsychology 9, págs. 471-483; Light, P. (1993) «Collaborative learning with computers», en P. Consideramos que poner la responsabilidad en manos de los alumnos cambia la
Scrimshaw (comp.) Language, Classrooms and Computers. Londres: Routledge; y Light y Littleton (1994, naturaleza del aprendizaje al obligarles a negociar sus propios criterios de impor-
véase la nota 2). tancia y veracidad. Si la educación es preparar a las personas para una vida de adul-
12. Light, P., Littleton, K., Messer, D. y Joiner, R. (1994) «Social and communicative processes in tos responsable, este tipo de aprendizaje tiene un lugar importante en el repertorio
computer-based problem solving», en European Journal of Psycbology of Education 9 (2), págs. 93-110; y
de relaciones sociales que los profesores tienen a su disposición.17
Messer, D., Joiner, R., Light, P. y Litdeton, K. (1993) «Influences on the effectiveness of peer interaction:
Children's level of cognitive development and the relative ability of partners», en Social Development 2
(3), págs. 279-294. Véase también Hoyles, C, Healy, L. and Pozzi, S. (1992) «Interdependence and au-
tonomy: Aspects of groupwork with computers», en Learning and Instruction 2, págs. 239-257. 15. Hatano, G. e Inagaki, K. (1992) «Desituating Cognition through the construction of concep-
13 . Véase, por ejemplo, Lave, J. (1992) «Word problems; a microcosm of theories of learning», en tual knowledge», en P. Light y G. Butterworth (comps.) Context and Cognition: Ways of Learning and
P. Light y G. Butterworth (comps.) Context and Cognition: Ways of Learning and Knowing. Hemel Knowing. Londres: Harvester-Wheatsheaf.
Hempstead: Harvester-Wheatsheaf. 16. Barnes, D. y Todd, F. (1978) Discussion and Learning in Small Groups. Londres: Routledge &
Kegan Paul. (Se espera una nueva edición de este libro para 1995.)
14. Para un estudio de la comprensión de «procedimientos/principios», véase el capítulo sexto de
17. Barnes y Todd (1978, nota 16) pág. 127.
Edwards, D. y Mercer, N. (1987) Common Knowledge. Londres: Methuen/Routledge.
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Barnes y Todd proporcionan algunos ejemplos de conversaciones utilizadas con Y así continuaron las chicas, dicen finalmente Barnes y Todd. Y comentan
la positiva intención de construir conocimiento y comprensión, y utilizadas ade- además: «Lo que aquí tiene lugar no es la utilización del lenguaje para construir
más en formas educativamente apropiadas. Un buen ejemplo lo tenemos cuando, nuevos significados, sino un conjunto de trivialidades que nunca se hacen lo sufi-
tras discutir un tema, alguien del grupo resume lo que se ha dicho en las diversas cientemente explícitas. Si se hubieran hecho más explícitas, hubieran sido más
contribuciones que los hablantes han hecho. La próxima secuencia pertenece a su aprovechables para ser criticadas y modificadas. En este fragmento las chicas no
avanzan en su comprensión; simplemente reiteran seudocomprensiones que se les
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influencia de algunos factores en el curso de sus clases. Todavía no se han hecho para evaluar la actividad cooperativa. La pregunta clave es: «¿Qué se espera que
muchas investigaciones sobre los efectos de los factores sociales y culturales que in- consigan los alumnos con ella?». Si una de las razones para promover la actividad
tervienen en el aula, pero disponemos de algunos descubrimientos que son muy conjunta es que todos los estudiantes tengan la oportunidad de utilizar activa-
importantes tanto para la investigación como para la docencia. mente el lenguaje para resolver problemas, y otra de las razones es liberarlos de las
Las relaciones de género son un tema que en los últimos años han estudiado obligaciones del discurso dirigido por el profesor, difícilmente puede ser satisfac-
investigadores experimentales y observacionales. Por ejemplo, Joan Swann ha
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nes favorables para que surja este tipo de conversación. En primer lugar las pa- virtieron parte del tiempo en hablar tanto con los profesores como con los alum-
rejas tienen que hablar para realizar la tarea y por tanto la conversación no es nos. En las tres secuencias podemos observar que los niños resuelven algún tipo
un acompañamiento incidental. En segundo lugar la actividad debería diseñar- de problema y hablan mientras lo hacen. Y en todas ellas, parece que los niños es-
se para promover la cooperación, y no la competencia, entre las parejas. En ter- tán a gusto «en la tarea»; trabajan en ella con entusiasmo, a partir de las legítimas
cer lugar, los participantes deben comprender bien y de forma compartida la orientaciones de trabajo que el profesor les ha dado.
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clave y el propósito de la actividad. Y finalmente en cuarto lugar, las «reglas Tengo mucha más información sobre estas secuencias de la que aquí puedo
básicas» de la actividad deberían promover un intercambio libre de las ideas compartir con ustedes. Pero partiendo de la información limitada que puedo pro-
relevantes y una participación activa de todos los implicados. También ayuda, porcionarles, desearía que usted, el lector, hiciese la siguiente actividad. En pri-
como cabe suponer, el hecho de que los alumnos tengan una relación amistosa mer lugar lea las tres secuencias. Observe la información adicional que doy antes
ya establecida. De esta lista podemos extraer algunas ideas dirigidas tanto a los de que empiece cada secuencia, pero ignore por ahora los comentarios que hago
profesores como a los investigadores; más adelante, en este mismo capítulo, las más adelante, después de la última secuencia. Atendiendo a lo que he dicho ante-
indicaré. riormente en este libro, y en especial a lo que hemos dicho en este capítulo, tenga
en cuenta las siguientes preguntas cuando lea cada secuencia:
KATIE: Vale, bueno. ¿Qué escribiremos? DIANA: Discutámoslo. ¿Cuál deberíamos atacar?
ANNE: Podemos poner algo como esas columnas firmadas y cosas así y noticias, TODOS: (sin que se pueda oír — riéndose de las instrucciones)
mensajes... PETER: 1 2 3 o 4 {leyendo en voz alta el número de posibilidades que tienen). Bue-
KATIE: «Dentro de estas cubiertas {pausa) nuestros entretenimientos» no no tenemos otras probabilidades de conseguir más dinero porque
30. «Front Page Extra» lo produjo R. Keeling, Newman College, en 1988 y distribuido por el Buc- 31. «Viking England» lo produjo Fernleaf Educational Software Ltd., Gravesend.
kinghamshire County Council.
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ADRIÁN: Y hay un monasterio de la mayoría de conversaciones de esta sesión. La cantidad de auténtica colabo-
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DIANA: Y si tomamos el número 2 está (no se puede oír) ración —en el sentido de compartir ideas, evaluar conjuntamente la información,
PETER: SÍ, pero porque las cabañas estarán vigiladas las hipótesis y la toma de decisiones, e incluso aceptar cualquier consejo— fue mí-
TODOS: SÍ nima. Los chicos redefinieron al final esta actividad supuestamente colaborativa
ADRIÁN: Y eso probablemente estará vigilado como actividad competitiva. Se alternaban los turnos, pero a la manera de los opo-
DIANA: Está rodeado de árboles nentes en tenis. En el conjunto de la sesión, cada vez que jugaban una partida el
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PETER: SÍ que presionaba las teclas del último par de coordenadas antes de encontrar al ele-
ADRIÁN: Y allí hay una roca que nos protege fante lo proclamaba a gritos como una victoria personal. Era difícil ver, a partir de
PETER: SÍ, hay algunas rocas por ahí. O sea que creo, creo que debería ser el 1 la realización de esta actividad, qué asimilaba cada niño respecto al aprendizaje a
ADRIÁN: Porque puede ser que el monasterio no esté vigilado través de la conversación o en el capítulo de las matemáticas. Ambos niños ya pa-
DIANA: SÍ, el 1 recían conocer el concepto de coordenadas, y sus estrategias no parecieron cam-
ADRIÁN: 1, sí biar ni desarrollarse a medida que iban jugando.
PETER: SÍ, pero, ¿qué pasa con el 2? Ese, también puede que no esté vigilado.
Pero por el hecho de que allí hayan cabañas no significa que no esté vi-
Comentarios sobre la secuencia 6.2
gilado, ¿verdad? ¿Qué opináis?
DIANA: SÍ, no significa que no lo esté. No podemos decir que no esté vigilado,
¿verdad? Puede estar bien vigilado. Creo que tendríamos que ir a por el En esta secuencia vemos que Katie y Anne hablan a través de su texto. Se ha-
número 1 porque estoy muy segura de que no está protegido. cen preguntas mutuamente (a pesar de que la pregunta de Anne «¿Cómo pode-
mos tener una cubierta llena de entretenimientos?» parece más la expresión de un
ADRIÁN: SÍ
problema que la solicitud de información a su pareja), hacen sugerencias y dan al-
PETER: Vale, sí, el número 1 (pulsa el 1 del teclado) No (el ordenador no respon- gunas razones de las decisiones que toman. Confirman y dan valor a las afirma-
de de forma apropiada) ciones que hacen, de forma explícita («¡Eso es!») o de forma implícita, repitiéndo-
ADRIÁN: Tienes que usar esos números (le señala las teclas de los números de la las («Dentro de éstas...»). No están construyendo juntas simplemente el texto,
derecha del teclado, y Peter pulsa el número escogido. Adrian empieza a están construyendo una comprensión conjunta de lo que debería ser el texto. Se
leer lo que pone en la pantalla) «Has elegido invadir el área 1». divierten claramente trabajando juntas, quizás reflejan una historia de colabora-
ción anteriormente compartida con éxito. Sólo hay un problema: no ponen en
A continuación voy a comentar cada una de las tres secuencias. duda las sugerencias de cada una, y no tienen la sensación de necesitar una justi-
ficación de sus opiniones o una explicación de sus razones.
Comentarios sobre la secuencia 6.1
En esta secuencia vemos a dos niños que están ocupados en su tarea activa- Comentarios sobre la secuencia 6.3
mente y con entusiasmo. Discuten sobre quién sabe más, y algunas veces, tratan
de justificar sus pretensiones recurriendo a la evidencia de la pantalla. Hacen su- En la secuencia 6.3 vemos de nuevo a unos niños que trabajan en su tarea,
gerencias y comentarios, se aconsejan sobre las acciones del otro, y se hacen pre- preguntándose mutuamente, comentando cosas y haciendo sugerencias. Discu-
guntas el uno al otro. Durante toda la sesión hubo muchas conversaciones y todas ten las diversas opciones, y se recuerdan mutuamente la información relevante.
fueron «sobre la tarea». Pero si se considera la secuencia como una pieza para la Están utilizando la conversación para compartir información y planear juntos.
construcción conjunta de resolución de problemas, y especialmente como una Discuten y evalúan los cursos posibles de la acción y toman las decisiones con-
pieza que ayude a los niños a desarrollar su habilidad para tratar los problemas de juntamente. Hay muchos razonamientos explícitos en la conversación. Es más,
forma «educada», su calidad es dudosa. La mayor parte de lo que dicen consiste estos razonamientos son esencialmente interactivos —no son realmente reduci-
en cortas afirmaciones, refutaciones o comentarios que no son constructivos. Los bles a la forma y el contenido de afirmaciones individuales, sino más bien son la
dos niños ignoran las observaciones mutuas, y cuando uno pide información el forma en que el discurso representa, como un todo, a un proceso social compar-
otro no se la proporciona. A menudo pretenden tener un conocimiento superior, tido y pensado. En la actividad del juego Viking England muchas conversaciones
pero nunca lo ofrecen para ayudar. La secuencia 6.1 es representativa del carácter fueron de este tipo; en ellas los niños razonaban conjuntamente y construían un
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conocimiento y una comprensión compartidos, hacia un nuevo nivel, a través de Tres niveles de análisis
la conversación.
Para describir y evaluar las conversaciones reales que tienen lugar en cual-
quier actividad educativa conjunta necesitamos incorporar los modelos de con-
Tres formas de conversar y pensar versación en un análisis que opere a tres niveles (cuando hablo aquí de «nivel» me
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de haber mucha interacción, el razonamiento implicado es muy individualizado y nocerlo como un profesional supone años de prácticas en los juzgados, el uso de
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tácito. En cambio, en la conversación acumulativa se comparten las ideas y la in- los documentos legales y el conocimiento de sucesos que hayan tenido lugar ante-
formación, y se pueden alcanzar decisiones comunes; pero en el proceso de cons- riormente (por ej. casos legales importantes). El lenguaje de los profesionales, en
trucción del conocimiento poco hay en relación a las refutaciones o a los conflic- cualquier juzgado o en cualquier documento legal, es una clara forma contextua-
tos constructivos. Al incorporar tanto el conflicto como la abierta aceptación de lizada de discurso. Los abogados han de argumentar sus afirmaciones de acuerdo
las ideas, la conversación exploratoria representa la persecución más «visible» con los cánones de la ley y han de justificar sus declaraciones presentando evi-
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de un consenso racional a través de la conversación. La conversación exploratoria dencias. El lenguaje que Donaldson y otros llaman «descontextualizado» o «de-
es la más efectiva de las tres para resolver problemas a través de la actividad coo- sencajado» tiene, a mi parecer, dos características muy distintas: es una forma de
perativa (como ya se ha discutido en las páginas 109-110). lenguaje en la que los razonamientos se hacen visibles y en la que el conocimiento
Si queremos juzgar el valor educativo de cualquier conversación observada, es se justifica —no sucede en términos absolutos, pero sí de acuerdo con las «reglas
necesario un nivel de análisis adicional. Podría llamarse nivel cultural porque im- básicas» de la importante comunidad de discurso.
plica inevitablemente consideraciones sobre la naturaleza del discurso «educado» Me gustaría sin embargo retener una idea central e importante de los argu-
y sobre la clase de razonamientos que se valoran y promueven en las instituciones mentos que Donaldson y otros presentan. Consiste en que si animamos y capaci-
culturales de la educación formal. Y en este lugar es donde, a mi parecer, la cate- tamos a los niños a utilizar el lenguaje en formas concretas —para hacer ciertos ti-
goría analítica de conversación exploratoria merece especial atención. Representa pos de preguntas, para describir hechos claramente, para justificar resultados y
al lenguaje que da cuerpo a ciertos principios —de justificación, de claridad, de consolidar lo que han aprendido con palabras— les estamos ayudando a com-
crítica constructiva y buena disposición para las propuestas bien argumentadas— prender y a tener acceso al discurso educado. Evidentemente, hay muchas más co-
que son muy valorados en muchas sociedades. En gran parte de nuestras institu- sas en juego al participar activamente en cualquier «discurso educado» que cuan-
ciones sociales clave —por ejemplo la ley, el gobierno, la administración, la inves- do se utiliza la conversación de forma «exploratoria». Hay que tener en cuenta el
tigación científica y artística y los negocios— las personas han de utilizar el len- conocimiento acumulado, el vocabulario especializado y otras convenciones de
guaje para preguntar sobre el valor de las afirmaciones, hipótesis y propuestas de cualquier comunidad de discurso concreta. Pero el discurso exploratorio presen-
otras personas, para expresar sus propias comprensiones, para alcanzar un acuer- ta cualidades que son una parte vital y básica de muchos discursos educados. Pro-
do consensual y para tomar decisiones conjuntamente.34 mover este tipo de conversación puede ayudar a los alumnos a desarrollar hábitos
Algunos psicólogos e investigadores del lenguaje han sugerido la idea de que intelectuales que les irán bien en distintas situaciones.
el discurso educado es muy distinto del discurso cotidiano porque aquél está «de- Puede parecer que estoy sugiriendo que a los niños —los estudiantes— se les
sencajado» o «descontextualizado», de manera que en él las palabras se utilizan debería imponer otro grupo más de «reglas básicas», pero no es así. Las siguien-
con independencia de contexto, como significados abstractos. Por ejemplo, Mar- tes secuencias pertenecen a un debate entre Eunice Fisher (una de las investiga-
garet Donaldson sugiere que la esencia del pensamiento y el lenguaje más avanza- doras del SLANT) y un grupo de cuatro niños de seis años que estudian en uno
dos es «la habilidad de atender a los propios significados de las palabras».35 No de los colegios del proyecto. La investigadora estaba intentando descubrir sus
obstante, «descontextualización» parece un término inadecuado para describir la puntos de vista sobre el valor de la «discusión». Los niños acababan de decir que
esencia del discurso educado. Obsérvese, por ejemplo, una forma de discurso a veces discuten cosas cuando trabajan juntos.
educado como es el lenguaje del sistema legal de un país. Donaldson lo da como
ejemplo de forma de utilización del lenguaje separada y descontextualizada. Pero Secuencia 6.4: ¿Qué hacéis con la discusión?
el lenguaje legal se asienta sobre vastos fundamentos de la historia, y llegar a co-
INVESTIGADORA: Y entonces, ¿qué esperaríais de la discusión, qué creéis que con-
34. Este esquema de análisis surgió del trabajo con Rupert Wegerif, pero también se inspira en el tra- seguiríais al final?
bajo de Eunice Fisher, Terry Phillips, Peter Scrimsbaw y todos los implicados en el proyecto SLANT (a pe- PETER: Te ayudaría diciéndote que, haciendo que la gente esté de acuer-
sar de que no son responsables de ninguna insuficiencia). Véase en concreto Fisher, E. (1993) «Distinctive do contigo, o sea que conseguimos, um, bueno, haciendo que la
features of pupil-pupil classroom talk and their relationship to learning», en Language and Education 7 (4),
gente esté de acuerdo contigo, dejando que estén de acuerdo,
págs. 239-258; y Wegerif, R. (1994) «Educational Software and the Quality of Children's Talk», en Centre
for Language and Communications Occasional Papers No. 40. Milton Keynes: The Open University. um, o sea que conseguimos, o sea que conseguimos a dos perso-
35. Donaldson, M. (1992) Human Minds. Londres: Allen Lane. Véase también Donaldson, M. nas que quieren las mismas cosas.
(1978) Children's Minds. Londres: Fontana y Wells, G. (1986), The Meaning Makers (cap. 8), Londres: (Y luego se discuten esas cosas fuera de clase.)
120 I La construcción guiada del conocimiento Conversar y trabajar juntos I 121
INVESTIGADORA: Angela, ¿y tú qué? ¿Tú también discutes las cosas? grupo. Además, los niños que participaban parecían trabajar con diferentes grupos
ANGELA: Bueno, cuando creemos que algo, um, cuando creo, cuando cree- de reglas básicas para realizar las actividades cooperativas en el ordenador. Por
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mos que algo está mal en el juego, tenemos que parar de jugar y ejemplo, mientras unos consideraban que los puntos de vista de todos los compa-
discutir qué es, qué es lo que está ocurriendo, cuál es el error. ñeros deberían influir en las decisiones, otros asumían que la persona que escribía
INVESTIGADORA: Imagínate que tú no estás de acuerdo en algo, ¿qué sucede en- en el ordenador era quien tomaba las decisiones. No obstante, otros definían a la
tonces? persona que escribía en el ordenador como simplemente un secretario, y la mayo-
ANGELA: ¿Cómo? (hay otros niños hablando) ría de ideas e instrucciones que contribuían a la realización del trabajo provenían
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INVESTIGADORA: Imagínate, imagínate que tú dices algo y la persona con la que de los otros miembros del grupo que adoptaban una función «ejecutiva». Algunos
estás discutiendo te dice lo contrario, ¿qué haces a continuación, compañeros insistían en turnarse en el uso del teclado después de cada «go», mien-
entonces qué haces? tras que otros se repartían este trabajo en períodos más largos. Estas cuestiones
ANGELA: Tienes que discutir algo que es como, una mitad es lo que dice la fueron largamente discutidas por profesores e investigadores, y de acuerdo con la
filosofía de la «investigación-acción» que tenía el proyecto, esto llevó a algunos
otra persona y la otra mitad (muestra dos «porciones» con sus ma-
profesores a designar nuevos y diferentes tipos de actividades.
nos) es lo que tú has dicho.
En el colegio donde se grabaron las secuencias 6.1-6.3, esta discusión tuvo
INVESTIGADORA: Bien como consecuencia el plan de acción que ahora presentaremos. En primer lugar,
ANGELA: SÍ, tú simplemente las has de juntar y ya está... (cuando acaba la los investigadores y la profesora seleccionaron un programa educativo de ordena-
explicación, junta sus manos) dor (entre todos los que se utilizaban en el colegio) que proporcionase una buena
base para una actividad cooperativa, es decir, que requiriese que los niños com-
En este fragmento, unos niños muy jóvenes intentan explicar una importante
partieran información y tomaran las decisiones conjuntamente. El programa esco-
función del lenguaje que es difícil de expresar con palabras. Se puede observar el
gido fue Viking England, que se ha descrito al principio de la secuencia 6.3. A
proceso de pensamiento en las oraciones inacabadas, en los falsos comienzos y los
continuación la profesora y los investigadores discutieron qué reglas básicas eran
«ums». Pero están hablando de una experiencia real, y esta experiencia es la base las que se podía invitar a los niños a seguir, a pesar de que la decisión final de cuá-
de la conversación exploratoria. No hay evidencias de la investigación que mues- les iban a ser y cómo se iban a presentar se dejaba a la profesora. Finalmente, ésta
tren que alguien sea incapaz de llevar a cabo conversaciones exploratorias. Es decidió que daría importancia a los siguientes puntos:
más, no hay razones para considerar que los principios básicos de la conversación
exploratoria sean ajenos a los niños. El prototipo de situación de habla en que • compartir toda la información y las sugerencias importantes;
cada uno es libre de expresar sus puntos de vista y en que los puntos de vista más
razonables tienen una aceptación general está implícito en muchas áreas de la vida • tener que dar razones para apoyar las afirmaciones, las sugerencias y las opi-
niones;
social. Incluso si la gente rompe a menudo los principios implicados, éstos se in-
vocan aún como ideales. • preguntar las razones cuando fuese necesario;
• alcanzar, en todo lo posible, un acuerdo cuando se hubiese de realizar una
acción;
Promover la conversación exploratoria • aceptar que el grupo (y no un miembro concreto) era el responsable de las
decisiones, las acciones y cualquier éxito o fracaso que sobreviniera.36
Ahora me interesa considerar el papel de un profesor para promover el uso de
ciertas formas de conversación. Cuando el proyecto SLANT ya funcionaba desde Más adelante la profesora preparó para su clase algunas actividades para ad-
hacía aproximadamente un año, estaba muy claro que tanto los profesores como quirir conciencia de la actividad de conversación y cooperación, esta vez sin or-
los investigadores estaban decepcionados con la calidad de las conversaciones que denador. La profesora organizó ocho grupos de tres personas cada uno. Cada gru-
habían tenido lugar en muchas de las sesiones grabadas. La clase de conversación po incluía al menos a una persona con problemas de alfabetización y otra a la que
que calificábamos de «exploratoria» ocurría sólo ocasionalmente a lo largo de las
sesiones. En la mayoría de las sesiones los niños raramente invertían mucho tiem-
po en considerar y evaluar la información, las ideas a menudo eran expresadas sólo 36. Para explicaciones más amplias sobre esta actividad hechas por los profesores y los investiga-
dores implicados, véase Dawes, L., Mercer, N. y Fisher, E. (1992) «The quality of talk at the compu-
parcialmente, y en algunas parejas y grupos los integrantes parecían ignorar las ideas ter», en Language and Learning, octubre de 1992 y Dawes, L. (1993) «Special report: Talking points»,
de los otros, o sólo conversaban y tomaban decisiones unos pocos miembros del en junior Education, febrero de 1993.
122 I La construcción guiada del conocimiento Conversar y trabajar juntos I 123
se le diera bien la lectura y se tuvo en cuenta que la forma de ser de cada niño y sociales por causa del desempleo, y algunos de los niños implicados tenían proble-
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sus relaciones con la clase podían afectar a aquellos que cuando trabajaban juntos mas sociales y psicológicos reconocidos. De hecho, uno de los niños de la secuen-
realizaban mejor las actividades. A continuación los niños, en sus grupos, realiza- cia 6.3 se enfrentaba a la posibilidad de ser expulsado del colegio por tener conti-
ron algunas actividades destinadas a adquirir conciencia de la naturaleza y la cali- nuadamente un mal comportamiento justo el día de la grabación.
dad de la discusión en el aula. Estas actividades fueron tomadas y adaptadas de un Me he centrado aquí en los efectos aparentes del trabajo de preparación de la
material sobre «oralidad» publicado para profesores37 que incluía, entre otras, es- profesora (las actividades para tener conciencia de la conversación y la forma en
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tas actividades: que organizó a los grupos) en lugar de atender a la contribución del software de or-
denador Viking England. La elección de ese software, o al menos de ese tipo de
A. Escuchar una casete de efectos de sonido. Cada grupo tenía que decidir software, probablemente fue muy importante para el éxito de la actividad inicial.38
conjuntamente qué creía que era cada sonido, tenía que nombrar un «en- Pero las reglas básicas que se aplicaron no fueron sólo utilizadas para el Viking En-
cargado de escribir» las ideas y después tenía que explicarlo a la clase. gland, sino que los niños las aplicaron con éxito en otras actividades que no se rea-
B. Cada niño tenía que describirle al grupo un hecho que le hubiera sucedi- lizaron con ordenador. La secuencia que viene a continuación se grabó unos meses
do durante las vacaciones de Navidad. A continuación uno de los oyentes después, cuando la misma profesora estaba enumerando las reglas básicas con un
explicaba de nuevo la historia a toda la clase. grupo de niños de 10 años que estaban a punto de empezar una actividad (sin or-
C. Dos miembros del grupo se sentaban de espaldas el uno con el otro y uno denador) en la que tenían que identificar a varios animales de la selva brasileña.
de ellos tenía que dibujar una figura. Entonces se la describía al otro niño Ella acaba de comprobar que los niños tienen todos los dibujos de animales que
que estaba de espaldas y éste tenía que dibujarla de acuerdo con la descrip- requieren (he señalado en negrita las palabras que ella dice con más énfasis).
ción. Los otros miembros del grupo presenciaban la actividad atentamente.
La profesora también dirigió algunas discusiones por grupos o con toda la cla- Secuencia 6.5: Enumerar las reglas básicas
se sobre las «disputas», «hacer turnos» y otros temas relacionados con la partici-
pación en conversaciones. Tomando las ideas y las opiniones que los niños daban PROFESORA: La próxima cosa que tenéis que hacer es decidir entre vosotros cuál
a entender, la profesora captaba algunas de las intuiciones que los niños tenían es cuál. O sea que si tenéis una razón para pensar que esto (enseñan-
acerca de cómo se deberían llevar a cabo las discusiones. También conseguía acla- do el dibujo de un manatí) es un guacamayo escarlata decís «creo que
rar algunas de sus propias ideas sobre cómo deberían funcionar los grupos, ideas lo es porque tiene aletas» (los niños se ríen). Entonces vosotros ten-
respecto a las cuales los niños parecían muy receptivos. Continuó dando impor- dréis que aceptar la opinión de otro si fuera distinta a la vuestra, y di-
tancia a la necesidad de que todos los puntos de vista importantes fueran escu- ríais algo parecido a «¿estás de acuerdo?» (un niño dice «no») o «creo
chados, de que se llegara a un acuerdo dentro de lo posible, y de que fueran los que está mal» (un niño dice «sí»). Y la persona que no estuviese de
grupos y no los individuos los que se sintieran responsables de las decisiones to- acuerdo con vosotros no diría simplemente «no», debería tener una
madas y las acciones llevadas a cabo. razón para estar en desacuerdo. ¿Cuál (dirigiéndose a Paul, el último
Los niños continuaron después haciendo actividades cooperativas en el orde- niño en hablar) sería tu razón para no estar de acuerdo en que esto (le
nador, por parejas o por grupos de tres. Pero antes de que cada grupo empezase enseña el dibujo) es un guacamayo escarlata?
esta actividad, la profesora les recordó las actividades anteriores y animó a cada PAUL: Porque los guacamayos no tienen aletas
uno de estos grupos de niños a enumerar explícitamente las «reglas básicas» de dis- OLIVER: ¡Porque el guacamayo es un loro! (riéndose)
cusión que seguirían. El resultado fue un aumento drástico de la cantidad de con- PROFESORA: Bien. Cualquiera que sea el punto de vista que tengáis, tendréis que
versación «exploratoria» de estos grupos, en relación a las actividades grabadas intentar pensar en la razón para darlo.
anteriormente. También pareció mejorar el entusiasmo y la implicación de los ni-
ños . Es interesante poner de relieve que este colegio en particular no tenía un área A continuación los niños empezaron la actividad. La siguiente secuencia es un
de captación «privilegiada»: la urbanización que lo rodea tiene muchos problemas extracto de una fase posterior en la que trataban de clasificar a todos los animales
entre «herbívoros» y «carnívoros».
37. Brooks, G., Latham, J. y Rex, A. (1986) Developing Oral Skills. Londres: Heinemann. Tam-
bién Open Univetsity (1991) Talk and Learning 5-16: An In-Service Pack on Oracy forTeachers. Milton 38. Para un estudio sobre los posibles efectos del software en la conversación, véanse las publica-
Keynes: The Open University. ciones de la nota 28.
124 I La construcción guiada del conocimiento Conversar y trabajar juntos I 125
para instigar a que los alumnos hablen y trabajen juntos en actividades educativas.
son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.
PROFESORA: O si unos chicos simplemente se sientan ahí, sin decir nada, ¿ayuda
esto al grupo? Sin embargo, la investigación no apoya la idea de que la conversación y la coope-
NIÑOS: (al unísono) ¡No! ración sean útiles directamente, o que, dejando a los alumnos hacer lo que quie-
PROFESORA: Bueno, pues tenéis que encontrar una forma de hacer funcionar el ran, sabrán cómo utilizar mejor sus oportunidades. Una perspectiva sociocultural
grupo. ¿Qué pasaría si yo dijera «He visto grupos que tienen dema- de la educación en el aula apoya el uso de la actividad cooperativa, pero también
siados jefes y ningún indio»? ¿Qué quiero decir con esto? Leslie... pone de relieve la necesidad de razonar, tanto en los procedimientos como en los
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LESLIE: Significa que hay demasiada gente que toma el mando del grupo. principios, las actividades que se espera que los alumnos realicen como parte de
PROFESORA: Todo el mundo quiere ser el jefe y nadie escucha. Y esto puede ser un su educación. Es más, los propios alumnos necesitan el acceso a esta razón; y tie-
problema que tenéis que solucionar con vuestro grupo. Porque siem- ne que ser una razón que consideren convincente. Por supuesto los alumnos, in-
pre podéis necesitar a unos cuantos que trabajen y a otros que escu- cluso los pequeños que entran en el parvulario, nunca son un «papel en blanco»
chen. Parte de esto será, pues, cómo organizar a vuestro grupo para sobre el cual los profesores deban escribir todos los elementos educativos rele-
que trabaje... Habrá algunos adultos en el aula para ayudaros, pero vantes. Los niños de entre 9 y 10 años pueden haber aprendido todas las estrate-
durante mucho rato dependerá de vosotros el decir «espera un mi- gias de lenguaje que necesitan para realizar una conversación exploratoria (y tam-
nuto, hemos de llegar a un acuerdo» o «hemos de decidirlo por vota- bién un discurso educado) sin que se las hayan enseñado. Cuando llega la ocasión
ciones», en lugar de que un solo chico tome las decisiones.39 ya pueden utilizarlas bien (investigaciones como las de Janet Maybin sugieren que
los niños tienen más oportunidades de explicarse y justificarse en sus conversa-
Obsérvese que tanto en este ejemplo como en la secuencia 6.5, Enumerar las ciones informales que cuando están «por la labor» en clase).40 Pero necesitan una
reglas básicas, las profesoras utilizan algunas de las reglas de guía que describí en guía sobre cómo utilizar la conversación. Hay buenas razones para creer que a me-
el capítulo tercero. (Véase especialmente la tabla 1.) Ambas secuencias son inten- nudo los alumnos no están seguros ni saben qué es lo que se espera que ellos
tos de las profesoras de sonsacar a los niños alguna información importante de su hagan y consigan con las actividades educativas, y que los profesores proporcio-
experiencia compartida anteriormente. Las dos profesoras intentan obtener de los nan a los estudiantes poca información útil al respecto. No puede darse por sen-
niños características de las reglas básicas, y lo hacen mediante preguntas «cerra- tado que los alumnos ya comprenden y saben cuál es el mejor camino para el
das» de las que ya saben las respuestas. La primera profesora confirma explícita- «aprendizaje conjunto» en el aula.
mente que las respuestas de Paul y Oliver son correctas con la palabra «Bien». La Sé que aquí no me he ocupado mucho de cuestiones como las identidades
segunda profesora reformula la respuesta de Leslie para aclarar lo que le interesa sociales de los niños y las historias personales, que son importantes para la or-
ganización y la evaluación de cualquier actividad cooperativa. Pero hay dimen-
(a la profesora). Algunas personas pueden ver ambas secuencias como ejemplos
siones comunicativas e intelectuales para la organización de las actividades coo-
fallidos de profesores que hablan la mayoría del tiempo, que fuerzan las respues-
perativas que también son importantes si se pretende que las actividades
tas de los niños y que imponen en las actividades de los niños su propia inter-
contribuyan al progreso educativo del niño. El simple hecho de sentarlos para que
pretación de las reglas básicas. Yo los veo como ejemplos de profesores que hacen
realicen una actividad conjunta puede promover la conversación, pero, ¿de qué
el trabajo que se espera de ellos que hagan, que guían la construcción del conoci-
calidad? Puede ocurrir que muy a menudo el organizador de las actividades
miento.
cooperativas no tenga una noción clara de qué tipo de conversación está intentando
provocar y por qué razón. Como Terry Phillips señala,41 «¿Por qué?» es una
pregunta olvidada al organizar actividades cooperativas. Los profesores pueden
Resumen y conclusiones
A pesar de que la conversación entre los alumnos no ha sido muy bien acogi- 40. Maybin, J. (1994) «Children's voices: Talk, knowledge and identity», en D. Graddol, J. May-
da por la educación formal, la investigación reciente proporciona buenas razones bin y B. Stierer (comps.) Researching Language and Literacy in Social Context. Clevedon: Multilingual
Matters.
39. Baker-Sennett, J., Matusov, E. y Rogoff, B. (1992) «Sociocultural processes of creative plan- 41. Phillips, T. (1992) «Why: The neglected question in planning for small group work», en K.
ning in children's playcrafting», en P. Light y G. Butterworth (comps.) Context and Cognition: Ways Norman (comp.) Thinking Voices. Londres: Hodder & Stoughton. Véase también Sheeran, N. y Bar-
of Learning and Knowing. Londres: Harvester-Wheatsheaf. Véase también Lyle, S. (1993) «An inves- nes, D. (1991) School Writing: Discovering the Ground Rules. Milton Keynes: Open University Press.
tigation into ways in which children "talk themselves into meaning"», en Language and Education 7 También Westgate, D. y Corden, R. (1993) «What we thought about things: Expectations, context
(3), págs. 181-197; y Berrill, D. (1991) «Exploring underlying assumptions: Small group work of uni- and small group talk», en Language in Education 7 (2), págs. 115-126; Barnes, D. y Sheeran, N. (1992)
versity undergraduates», en Educational Review 43 (2), págs. 143-157. «Oracy and Genre», en K. Norman (comp.) Thinking Voices. Londres: Hodder & Stoughton.
128 I La construcción guiada del conocimiento
son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.
dar por sentadas las reglas básicas o, quizás bajo la influencia de una ideología 7 PROFESORES, INVESTIGADORES
educativa «progresiva», pueden pensar que es un error guiar la actividad de los
Y LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO
estudiantes con tanta precisión. Demasiado a menudo los alumnos han de in-
tentar darle sentido a la actividad lo mejor que puedan, habiendo recibido poca
ayuda respecto a la comprensión y a la apreciación de las reglas básicas que se
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines
supone que han de seguir. ¿Cómo podemos esperar después que crean las suyas
propias?
He sugerido que es posible identificar formas particulares de conversación
que representan a distintas formas sociales de pensamiento, y he explicado que es
deseable y posible animar a los alumnos a que utilicen algunas de esas formas de
conversación para construir el conocimiento conjuntamente. También es necesa-
rio para los profesores y los alumnos ponerse de acuerdo sobre cuál es la finalidad
de la «conversación» en el aula y sobre cómo se debería conducir. Hay evidencias
de otras investigaciones, además de la mía, para apoyar este punto de vista. Pero
no hay evidencias para sugerir que este tipo de preparación para las actividades
cooperativas sea una parte habitual en la vida de la mayoría de las escuelas o ins-
En los últimos años el descontento causado por la tradicional relación entre
tituciones educativas, en cualquier parte del mundo.
aquellos que investigan la enseñanza y los educadores ha llevado al crecimiento de
lo que se conoce como «investigación-acción educativa».1 Hay versiones distintas
de este tipo de investigación, pero lo que tienen en común es el principio de man-
tener y privilegiar la perspectiva del profesor, que después toma el papel reflexivo
del investigador a partir de su propia práctica. Gran parte de la investigación-ac-
ción es investigación aplicada, conscientemente dirigida a mejorar la práctica. El
trabajo con el National Oracy Project y otros proyectos de formación educativa y
ocupacional me ha permitido tener una estrecha relación con este tipo de investi-
gación. Como muestra la secuencia 2.4 (capítulo segundo), yo también he investi-
gado un poco a partir de mi propia experiencia como profesor. Reconozco el po-
der de la perspectiva de la investigación-acción. A través de la implicación activa
en la investigación, los profesores pueden «observar» sus propias clases y adquie-
ren ideas críticas que probablemente nunca tendrían al leer los reportajes de in-
vestigadores más «objetivos». Esto, en un primer momento, puede llevar a los
profesores-investigadores a dudar de lo que hasta entonces habían dado por sen-
tado y luego a una mayor seguridad y autoridad en la práctica. Un hecho impor-
tante del movimiento de investigación-acción educativa ha sido también el esta-
blecimiento de redes de comunicación en las que los profesores-investigadores
pueden compartir sus experiencias, ideas y propuestas prácticas para intercam-