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1: “Fundamentos de la psicolingüística”
El abecé de la psicolingüística
¿Qué es el lenguaje? El lenguaje es un instinto, una adaptación biológica del ser humano para
comunicar información. Este instinto surge espontáneamente en el niño, se desarrolla durante la
maduración de su organismo y al contacto con su entorno, se deteriora selectivamente, funciona al
margen de la conciencia y está sujeto a la lógica de un sistema que posee sus propias leyes y
mecanismos. En definitiva, el lenguaje es un impulso de nuestra naturaleza limitado tan solo por
la conjunción de dos elementos: el cerebro (con sus limitaciones neurofisiológicas) y la mente (con
sus restricciones computacionales). Estos dos organismos nos sitúan ante el marco científico en el
que se integra la psicolingüística. La biología pues el lenguaje depende de un intrincado sistema
neurofisiológico y la computación porque la actividad verbal es un procedimiento de manipulación
simbólica que requiere de conocimientos, representaciones, algoritmos y mecanismos de
procesamiento tales como dispositivos de cómputo, almacenes de memoria, etc. Entonces, biología
y computación son las lentes con las que la psicolingüística observa el lenguaje y su objeto de
estudio: la mente/cerebro, un sistema biológico único del que emergen las propiedades fisiológicas
y mentales que propician el habla.
Metodología psicolingüística
La investigación psicolingüística utiliza tres grupos de sujetos para comprender los procesos
lingüísticos que intervienen en la conducta verbal: niños que adquieren el lenguaje, adultos
competentes en una o más lenguas y niños o adultos con trastornos en el comportamiento verbal.
El procesamiento lingüístico
Un estado mental es un factor causal que explica nuestra conducta. Puede ser una entidad estativa
(“tengo hambre”), entidad en proceso (“estoy pensando en dejar mi trabajo”), entidad intencional
(“dejaré de trabajar para ir a comer”) o no intencionales (tengo hambre). En cualquiera de estos
casos pueden ser la causa o efecto de otros estados.
Lo importante al analizar la conducta lingüística es comprender que un estado mental refiere a las
situaciones sucesivas por las que atraviesa el sistema lingüístico entre dos instantes (reposo previo
y posterior a la actividad verbal). Asimismo, los estados mentales tienen un carácter
representacional que son representaciones o símbolos acerca de lo que conocemos. Estas poseen
una estructura (sintaxis) y un contenido proposicional (significado) y son el objeto de los procesos
cognitivos. Los procesos son secuencias o series de operaciones computacionales.