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Consolidación del régimen rosista 1835-1852 (Ricardo Salvatore)

 El segundo gobierno de Rosas para sus detractores fue despótico, instaurador de un régimen del
terror e intolerancia política sin precedente en la historia argentina, mientras que para sus
admiradores fue un hacendado y agricultor progresista, un líder aclamado por el sector más pobre de
la población, que supo comprender la necesidad de pacificar el país antes de organizarlo
constitucionalmente, un defensor de la soberanía nacional frete a las agresiones de las potencias más
poderosas de Europa.

 El autor habla de una consideración que se debe hacer para estudiar estas visiones tan antagónicas de
este período. Para lo cual se debe mirar hacia los sectores populares (soldados, peones, labradores
y criadores las mujeres trabajadoras, los sirvientes, y los comerciantes), e indagar como vivieron
esta etapa. Qué fue la experiencia rosista para ellos que tuvieron que trabajar, formar familia y
expresar sus opiniones políticas en un marco de dictadura y de una prolongada guerra civil. Esta
perspectiva , de una “historia desde abajo”, da importancia a otras instancias como la relación de los
sectores populares con el Estado: el sistema judicial, los ejércitos y milicias, las celebraciones
públicas, las formas de vestir, las expresiones y el lenguaje político, los controles policiales a la
circulación de personas, el cobro de impuestos y contribuciones, las prácticas eleccionarias, etc.

 Visto desde afuera, el discurso político del rosismo puede parecer el producto de una propaganda
del régimen. Su énfasis a la aplicación estricta de las leyes, su defensa del sistema americano, y de
la continuidad del ideario de mayo, su visión de la Rev. De diciembre de 1828 como un quiebre
fundamental en la historia de una nueva nación…

 Para aquellos que vivieron en este periodo, sin embargo, estas no eran frases vacías de una
propaganda política nada más. Para ellos el régimen político en el que vivieron era definitivamente
una república teniendo en cuenta que en este régimen los ciudadanos eligen a sus representantes y en
el que estos llevaban adelante los mandatos de sus representados. Aquellos que se sublevaban en
contra del gobierno legítimo (de Bs. As.) no permanecían en la república y debían ser combatidos.
 Si la mayoría de los habitantes de Bs. As. No hubiese apoyado esta posición, es poco probable que
las guerras federales, demandantes de un gran esfuerzo en términos de personas y riqueza, hubiera
podido mantenerse, y mucho menos ganarse.

Los poderes excepcionales, el terror, la propaganda

 La restauración del orden federal exigía una guerra sin cuartel a los unitarios así como un aumento
de la represión a quienes violaban las leyes y ofendían a la religión católica. Parte del mandato que
Rosas había recibido consistía precisamente en llevar la guerra a muerte a los unitarios.

 Este orden político instaurado en 1835 no era liberal: no pretendía defender los derechos de las
minorías ni de los individuos. Solo le interesaba defender el sistema federal y por medio de este, los
derechos adquiridos de los pueblos, esto es la independencia de la confederación, el gobierno
republicano, y la igualdad ante la ley. Pero si era republicano, en la medida en que la legitimidad del
gobierno, aunque dotado de poderes extraordinarios, estaba basada en la voluntad popular y había
sido elegido dentro del marco de las instituciones de la república.
Los instrumentos que Rosas utilizó para mantener su poder:

 Reserva de cargos públicos para los decididos federales


 Intimidación y asesinato
 Confiscación de propiedades (más en los ´40)
 Censura de la prensa
 Obligación de usar la divisa Punzó (distintivo color rojo)

Según Salvatore esto muestra la existencia de un régimen dictatorial, en tanto es el gobierno de una persona
con monopolio de los poderes públicos, ejercidos con restricciones, no alcanzan para caracterizar al gobierno
de Rosas de totalitario.

 Aunque es cierto que a partir de 1839 buena parte de la oposición buscó el exilio y el aumento de la
censura a la prensa hizo que el unanimismo (la idea de que el pueblo debía apoyar al gobierno en
forma unánime) ganara terreno. En la práctica Rosas no pudo erradicar la crítica ni el disenso que se
escuchaban desde la academia de medicina hasta las pulperías.

 Rosas creó listas de unitarios criminalizando sus expresiones en contra de la causa federal. La
exclusión y la intolerancia formaban parte del federalismo rosista. “El Archivo Americano” y “La
gaceta mercantil “apoyaban la gestión de Rosas. La prensa rosista explotó el patriotismo de los
sectores populares, estimulando la reacción popular ante amenazas y humillaciones de países
extranjeros a la confederación. Desde el exilio los emigrados atacaban la dictadura a través de
periódicos como por ej. Desde Montevideo “El Grito Argentino”, “El Comercio del Plata”, “El
Talismán”, , …y desde Santiago y Valparaíso, “El Nacional”, “El Progreso”, “Crónica
Contemporánea de Sudamérica”, “El Mercurio ““El Heraldo Argentino”

 El terror que ejerció el gobierno de Rosas dio paso a crear el estado de miedo, que hizo gobernable la
provincia.

 “La sociedad popular” era una organización para policial formada por formada por alrededor de 200
fervientes federales, estaba encargada de llevar a cabo la identificación y separación de unitarios del
cuerpo de la república. Su fuerza de choque, la mazorca, llevaba adelante las intimidaciones y los
asesinatos políticos ordenados por esa organización. Cuando la federación parecía amenazada el
terror se intensificaba.

 El periodo de mayor terror se vivió entre los años 1838 y 1842. Tras caída de Oribe en Uruguay en
1838, hizo evidente las conexiones que tenían los exiliados con los franceses, acentuando los
temores del régimen sobre una invasión a la provincia. La conspiración de Maza en 1838 y la
rebelión del sur aumentaron la represión contra los unitarios en ese mismo año. Después de 1841,
desaparecida la amenaza de Lavalle, los asesinatos políticos disminuyeron.

 Hacia 1846 se desmanteló “La Mazorca”, en 1848, luego de la batalla de Vences, que garantizó la
hegemonía del ejército federal, y el desbloqueo anglo-francés que había mantenido amenazada a la
federación, Rosas pudo mantenerse generoso permitió el regreso de los exiliad devolvió los bienes
confiscados, y por un momento levanto las restricciones a la prensa.

El orden republicano en el discurso y en la política de Rosas


 Los que siguieron a Rosas creían que el federalismo representaba una continuidad con la república
imaginada por los hombres de Mayo, solo que adaptada a las circunstancias históricas que les
tocaron vivir. La política de esta época se entiende dentro de este orden republicano, el ideal de
virtud era un ciudadano que era meramente un labrador o un pastor (propietario rural) que entregase
sus fuerzas a la construcción de un orden social y a la restauración de las instituciones republicanas,
volviendo después a su espacio natural.

 El primer componente, fue el ideal de un mundo rural estable y amónico, con fronteras claras a La
propiedad y jerarquías sociales bien delimitadas, cada una con un rol social natural.

 Segundo componente (vida en la campaña) importante de este imaginario fue la imagen de una
república amenazada por una banda de conspiradores de clase alta: los unitarios, la principal
amenaza a la continuidad de la república.

 Tercer componente del republicanismo rosista, fue la defensa del sistema americano, y
resguardándose de las ambiciones de las ambiciones europeas sobre el continente, era preciso
recurrir a una identidad amplia, que evocase la unidad de las luchas por la independencia y no la
desunión del periodo pos-independiente. Los Estados americanos habían adoptados el sistema
representativo republicano y la libertad económica, antes que muchos de los Estados europeos.

 Cuarto componente del discurso republicano rosista se refería principalmente a esta adaptación
entre teoría y realidad política. El orden republicano requería restaurar el orden social, calmar las
pasiones de la revolución para poder funcionar.

 El orden federal solo era posible mediante la centralización del poder político en Buenos Aires. (Este
se sostenía por arreglos con los gobernadores a veces por medio de la fuerza) que dejaba sin resolver
el problema constitucional. Rosas se oponía a la convención de un Congreso Constituyente a nivel
nacional porque consideraba que, mientras no se apaciguaran las pasiones encendidas por la
revolución una constitución no soluciona por si las diferencias entre provincias, facción y clases,
antes las provincias del interior debían contribuir a la derrota del sistema de la unidad y de sus
defensores.

 En su gobierno-Rosas-1835-40, no solo había restaurado el orden institucional sino también la


confianza de los ciudadanos en la justicia y su obediencia a la ley, el sistema de justicia era sostenido
por el miedo y castigo, lo que lograba un gran acatamiento de la ley por parte de los ciudadanos.

Rosas y el cumplimiento de la ley


- A pesar de gozar de facultades extraordinarias, prometió interferir lo menos posible con la
administración de justicia.
- Casi no modificó la legislación heredada.
- En Capital funcionaba dos juzgados: de primera instancia, además de los jueces de paz de cada
parroquia.
- En la campaña actuaban solo los jueces de paz, uno en cada partido.
- Los jueces se guiaban por instrucciones y manuales distribuidos en esa época.
- Los leyes durante la era rosista, adquirieron un carácter regulador de las relaciones sociales entre los
individuos y entre estos y el Estado. Los jueces garantizaban que aquellas se cumplieran.
- Casi ritualmente informaban al gobernador sobre su cumplimiento.
- Rosas se reservaba la sentencia de los delitos mayores: homicidios, robos, violaciones, deserciones,
casos excepcionales, ejecución pública.
- Los jueces que seguían las disposiciones del gobernador eran reelegidos.
- Los jueces eran los que tenían casa en el pueblo, eran elegidos entre vecinos de buena y mediana
fortuna.
- Los jueces de paz estuvieron comprometidos directamente con la defensa de la propiedad y de la
seguridad de pueblos.
- Los jueces debían controlar que los ciudadanos llevasen la divisa Punzó.
- Los jueces muchas veces cumplían la función de jefes de policías.
- El delito más frecuente era el de la deserción, es indicativo esto porque se podía ver la resistencia de
las masa rurales.
- La ley no era igual para todos, los jueces identificaban a los peones de campo. Usaban chiripá,
poncho, no sabían leer ni escribir, los sujetos peligrosos de la campaña eran obligados a servir en el
ejército federal aunque estos no cometiesen delitos.

Vivir las guerras civiles


 El segundo gobierno de Rosas fue un tiempo de guerra, se lucho en Cuyo, en las provincias del
Noroeste, en Córdoba, en el Litoral, en La Banda Oriental Bolivia, en el Sur de Bs. As., para esto se
reclutaron a varones adultos de cada provincia, esto provoco el estancamiento de los productores
rurales, ya que perdían la fuerza de trabajo de sus peones.

 Los jornaleros y los peones fueron frecuentemente seleccionados para el servicio activo que los
pequeños productores y a su vez más que los comerciantes o hacendados, quienes casi no
participaron en los ejércitos federales. Todo habitante rural debía registrarse en las milicias. Forma
de ingresar al ejército federal. 1°- Los destinados, los condenados por algún delito real o ficticio. 2°
- Los levados o reclutados a la fuerza. 3°- Enganchados, o sea quienes ingresaban voluntariamente al
servicio mediante un adelanto de dinero y la promesa de un puesto pago. Otra forma también era
ingresar morenos al ejército, pero bajo la promesa de libertad.

El ejercito rosista estaba compuesto por una mayoría de veteranos. Muchos de los cuales habían participado
de varias campañas y numerosas batallas. La mayoría dependía de salarios, pero difícilmente puede decirse
que el ejército disciplino a los soldados. Las mujeres participaron directa o indirectamente de la vida militar.

Expresiones identitarias y prácticas políticas


Las guerras civiles y la dictadura rosista servirán en la historiografía para justificar la desaparición del pueblo
urbano y rural como protagonista político. El monopolio de los asuntos políticos por parte de los caudillos que
actuaban en base a estrategias militares o decisiones personales. Lo que hacía irrelevante la participación
popular y por lo tanto hacía innecesario examinar la práctica política de la época.

Las visiones heredadas de la época rosista requiere por lo menos dos correcciones
1°- Es necesario recuperar el protagonismo de las masas rurales y urbanas en la conformación de régimen
rosista.

2°- es preciso comprender la relación entre Rosas y los lideres federales con las masas de ciudadanos en el
contexto de la cultura política propia del periodo, es decir teniendo en cuenta la particularidades,
concepciones que sobre la política tenían sus participantes, y las formas en que era aceptable o posible
expresar opiniones públicas, políticas. Las prácticas políticas de los sectores populares eran: elecciones,
fiestas públicas, y las actividades asociativas.
¿Qué era la política en esta época?
La política no estaba separada de la vida cotidiana, rumores chistes y las canciones que circulaban en las
pulperías, cuarteles y los fogones. Esto formaba parte de la política, esta también se reflejaba en la forma de
vestir, de hablar, y de comportarse. Las elecciones constituían la práctica política por excelencia. Los
opositores denunciaban que Rosas arriaba a los morenos e inocentes electores menores hacia las masas
electorales. Los resultados eran previsibles, dado que la opinión pública se suponía unánimemente federal.
Otro sistema usado por Rosas fue el plebiscito, primero en 1835, luego en 1840, se trataba de listas de firmas
pidiendo la reelección de Rosas.

Las fiestas “Mayas y Julianas” Contenían referencias explícitas y claras el recuerdo de la victoria de los
ejecitos federales de la revolución de Mayo y de la independencia, la visita de un líder federal a otra
provincia, o el fracaso de algún atentado contra Rosas. La función política era la de refrendar la acción del
gobierno.

Existían diferentes grados de ser federal: Los de bolsillo (por interés) por medio de donaciones como de
caballos, mercaderías, etc., los federales de servicio y unidos por convicciones. No solo aportaban bienes sino
también su persona (eran vecinos que estaban para servir como milicianos de los pueblos, de patrulla y de
policía) o sea aquellos que se habían pronunciado a favor de la causa federal.

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