Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
¿Por qué sus ideas fueron vitales en la consolidación final del Estado? Conclusiones…
La industria, casi inexistente en 1869, contaba con 23000 establecimientos en 1895; entre 1888 y
1913, la red ferroviaria se extendió desde 2000 km a 35.000; el área cultivada, de menos de 2
millones de hectáreas en 1880, llego a 5 millones en 1895.
Incrementó la riqueza en la sociedad, al tiempo en que creció la población urbana, se desarrolló la
clase media allí mismo y se fortalecieron económicamente tanto la oligarquía como los sectores
políticamente marginados.
Un nuevo proyecto educativo se desplegó en territorio argentino, donde se intentaba integrar a
absolutamente todos los habitantes del país (ya fueran nativos, extranjeros, hijos de extranjeros, etc.).
El analfabetismo se redujo en un 4% en 30 años, pero, al mismo tiempo, fue mucho menor el
porcentaje de la sociedad que logró acceder a la alfabetización. El proyecto tenía demasiadas
limitaciones, y respondía a una clara intención de modernizar.
Al surgir nuevos medios de comunicación, como el periódico, se sumaron una gran cantidad de
lectores y la información comenzó a desplegarse a lo largo del territorio. La prensa periódica creció,
pero, a su vez, un numeroso sector comenzó a ser lector de la creciente cultura literaria que
comenzaba a gestarse allí. La imagen del “gaucho” criollo se estableció como tradicional y simbólica
de la cultura popular argentina y la literatura se centró en ellos.
La Ley de Inmigración promulgada por Avellaneda continuaba el camino decretado por las líneas
constitucionales de 1853 (aunque el inicio del proceso migratorio databa de la década del 30’). En un
principio, se decidió dirigir a parte de estos inmigrantes hacia la ocupación del desierto interior, pero,
finalmente, se asentaron en la capital y en algunos pueblos y ciudades del Litoral. Los inmigrantes
eran, en un 80%, italianos y españoles, todos empobrecidos. El censo de 1895 evidenciaba que, de
4.000.000 de habitantes en toda la república, un 34% eran extranjeros.
Todos estos desplazamientos ocurridos en el contexto de masivas oleadas migratorias y nativos
despojados conllevaron a la desarticulación de la red de asentamientos rurales, cuyos habitantes se
dispersaron en el creciente ámbito urbano, de cada vez mayor concentración. Buenos Aires fue el
lugar de mayor diseminación. La extensión de las líneas ferroviarias contribuyó, a partir de los 70’, a
la fundación de nuevos núcleos urbanos y al renacer de otros más antiguos en la periferia de la
capital.
En el desarrollo del capitalismo en Argentina, la existencia de grandes productores y terratenientes
fue un empuje fundamental, dado que actuaban como verdaderos capitalistas agrarios. Al mismo
tiempo, se difundieron valores que promovían el intercambio, posesión y consumo de bienes, y se
formaron instituciones para organizar este funcionamiento. La economía de mercado en Argentina
terminó de formarse en el último cuarto del siglo XIX, y una oportunidad perfecta para expandirlo
fueron los millones de hectáreas conquistadas en el desierto, las cuales serían destinadas a la
ganadería con resultados extraordinarios.
Igualmente, la doctrina de restricciones políticas de Alberdi comenzó, más tarde, a volverse
inadecuada y atrasada, por lo cual fue objeto de controversias, así como el predominio del latifundio
en manos de la clase elitista terrateniente y la no superación de la fase notabiliar durante este proceso
de transición.