Informe Segundo Gobierno Rosas Grupal-1

1) Di_Meglio-La Mazorca y el Orden Rosista.
2) Nueva Historia de la Nación Argentina/ P

Tomo IV.
A
3) TERNAVASIO.M. / Historia de la Argentina (1806-1852)
Introducción
El presente informe inicia en 1835, con la elección de Juan Manuel de Rosas como
gobernador de Buenos Aires por segunda vez.
Dentro de este gobierno se van a dar una serie de acontecimientos, que van a
unanimidar el poder de Rosas y de Buenos Aires, como el otorgamiento del poder público
; y el uso de la divisa punzó; el control de la Prensa y la implementación y puesta en
práctica de la Mazorca.
El control de la Prensa va a tener como consecuencia, una dura represión a la oposición

ideológica y política al gobierno. Otro tipo de represión, que va a ser llevada a cabo por la
Sociedad Popular Restauradora, va a ser la Mazorca, que se va a caracterizar por el uso
de persecución, la tortura y el asesinato a los opositores del gobierno rosista.

Tomo IV.
A
Desarrollo
El 13 de abril de 1835, Rosas retoma el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Dicho gobierno
va a extender hasta el año 1852 y va a estar caracterizado por un periodo de hegemonía rosista,
marcado por la inestabilidad, los conflictos bélicos, como el bloqueo francés del puerto y las disputas
políticas.
El 7 de marzo de 1835 la Sala de Representantes, deposita toda la suma del “poder público” de la
provincia en la persona de Rosas. Segun ternavasio (2009) “... No sólo la designación se hacía por el
término de cinco años, modificando, de ese modo, la ley de elección de gobernador dictada en 1823,
en la que se estipulaban tres años de duración en dicho cargo, sino que se depositaba "toda la suma
del poder público" de la provincia en la persona de Rosas durante "todo el tiempo que ajuicio del
gobernador electo fuese necesario", La designación no solo se hacía por el término de cinco años,
sino que se depositaba durante el tiempo que el gobernador considerase necesario, modificando la
ley de elección dictada en 1823, en la que se estipulaban tres años de duración en dicho cargo. (pág.
199).
Su única obligación era la de conservar, defender y proteger la religión Católica Apostólica Romana,
y la de defender y sostener la causa nacional de la Federación que han proclamado todos los
pueblos de la República. El ejercicio de la suma del poder público no tenía límites temporales.
Apenas regresó al poder, Rosas buscó afianzar el régimen en la ciudad y comenzó a hacerlo a
través de una serie de medidas como, la eliminación del disenso y de la competencia política.
“...Unanimidad total era el objetivo del gobierno, cuyo cumplimiento fué encargado a la Policía, a los
jueces de paz y a los alcaldes de barrio que debían asegurar que ella se cumpliera. Por primera vez
se empezó a controlar con rigor el uso de la divisa punzó y se elaboraron clasificaciones que
describen el perfil político de los vecinos...“ (Di Meglio 2008. Pág 71)
En tal sentido fue clave el papel de los jueces de paz, en especial en la campaña. Estos actuaban
como autoridades máximas en sus distritos, puesto que reunían múltiples funciones: políticas, de
baja justicia, de hacienda, de policía y a veces militares.
Se vuelven a suspender las libertades. Se retorna, preincipalmente, al control sobre la prensa y las
comunicaciones. Como consecuencia, los periódicos opositores van a comenzar a ser escasos.

Tomo IV.
A
En la medida que el terror comenzó a acrecentarse, algunos miembros de periódicos opositores
deciden emigrar. Algunos lo hacen a Montevideo, desde donde se destacan por la crítica al régimen
rosista periodicos como El Comercio del Plata y El Iniciador; otros lo hacen desde Santiago o
Valparaíso, como El Nacional, El Progreso y El Mercurio. Como respuesta a las críticas circulantes a
su gobierno, Rosas va a contar con un grupo de publicistas y colaboradores encargados de editar
los periódicos del régimen. El más destacado fue el napolitano Pedro de Angelis, redactador de la
“Gaceta Mercantil” el periódico oficial más importante de la época. 3
“...La tendencia a controlar la prensa se había iniciado en 1828, a partir de 1835 se puso en vigencia
de la ley dictada en 1832 durante el primer gobierno de Rosas, que legalizaba un fuerte control
estatal. Con este instrumento el gobierno fue cercenando de manera creciente la libertad de
expresión…) (Ternavasio 2009. Pág 207).
Además de este periodismo "culto", Rosas buscó la colaboración de periodistas "populares" para
difundir consignas propagandísticas entre estos sectores. En esas páginas se reproducían textos en
prosa o en verso, escritos en un lenguaje directo y fácil de recordar.
En sintonía con lo que ocurría en la prensa, las asociaciones de la sociedad civil fueron sometidas a
un creciente control, en especial después de 1839.
“…Rosas impuso la necesidad de autorización previa para realizar cualquier tipo de reunión, y ya en
1837 denunció a los miembros del Salón Literario de Marcos Sastre como enemigos de la
Federación…” (Ternavasio 2009. Pág. 207). En dicho Salón se reunían los jóvenes que conformaron
la generación romántica en el Río de la Plata, conocida como la "Generación del 37", entre quienes
se encontraban Esteban Echeverría, líder del movimiento, Juan Bautista Alberdi, Juan María
Gutiérrez, Félix Frías, José Mármol y Vicente Fidel López.
El terror ejercido desde el Estado creó un clima de miedo en toda la sociedad, mientras la Sociedad Popular R
Cuando el bloqueo francés vino a poner en duda si la política rosista verdaderamente garantizaba
ese orden, la aparente unanimidad empezó a resquebrajarse.1

Tomo IV.
A
El Gobierno podía usar su poder coercitivo ante esos descontentos, apelando a la Policía. Rosas
estaba habilitado para hacerlo debido a que contaba con facultades extraordinarias, lo cual le
permitía incluso fusilar a alguno que otro sin un proceso judicial, acción que justificaba por la
situación de crisis. Ahora bien, la Policía tenía un gran peso frente a los pobres que podían ser
considerados vagos; pero no tenía la misma autoridad ante el resto de la población. Además, Rosas
no podía simplemente matar a mansalva a sus opositores usando sus facultades extraordinarias por
una cuestión de legitimidad; hubiera justificado plenamente la acusación de tiranía que los
emigrados le achacaban. Es ahí donde entra en juego, la Mazorca.
“...La Mazorca era la encargaba de cometer asesinatos y torturas y casi todos sus miembros eran
parte de la policía…”) (Ternavasio 2009. Pág 209). El aparato coercitivo del rosismo estuvo
conformado, por un lado, por la maquinaria legal que funcionaba a través de la policía, formada por
un cuerpo de comisarios con jurisdicción en la ciudad de Buenos Aires, mientras que en la campaña
dichas funciones recaían en los jueces de paz, y, por otro lado, por la mazorca que, como grupo
parapolicial, operaba desde las sombras, de manera ilegal y con un vínculo con el gobernador que
nunca llegó a dilucidar por completo.
La mazorca tomó poder durante el segundo gobierno de Rosas y se caracterizó por la persecusión,
la tortura, y el asesinato contra los opositores al gobierno rosista. La consecuencia fundamental de
este grupo fue la eliminación de la disidencia mediante el uso del terror y el exilio.
El año 1839 es conocido como el momento del terror ejecutado por la Mazorca, ya que, tras la
conspiración de Maza, el grupo parapolicial saqueó las casas de los opositores y asesinó a los
llamados “traidores”. Su accionar no estaba limitado y contaba con el apoyo de la presa. Si bien
contaba con el apoyo de la Sociedad Popular Restauradora, la Mazorca actuaba a escondidas y la
identidad de los mazorqueros permanecía oculta.
“…El origen de la Mazorca no estuvo ligado a una iniciativa gubernamental sino a una asociación
política, la Sociedad Popular Restauradora, nacida a fines de 1833. Uno de los miembros de la
facción federal apostólica, es decir rosista, llamado Tiburcio Ochoteco le sugirió a Encarnación
Ezcurra la formación de un club de adherentes de Rosas. Estaban dirigidas generalmente por
personas de buena posición social pero contaron con una importante participación popular,
principalmente de artesanos…” (Di Meglio 2008.Pág. 74).
Tomo IV.
A
La actividad política rutinaria de la Sociedad consistía en reuniones de los miembros que se llevaban
a cabo en una sede. Los otros menesteres del club eran principalmente dar muestras de apoyo a
Rosas en distintos contextos: gritaban a su favor en las calles, importunaban a sus enemigos,
concurrían a la Sala de Representantes a presionar a los antirrosistas.
Una vez que Rosas volvió al gobierno en 1835, la actividad de la Sociedad, importante entre su
aparición y ese momento, fue menor. Cuando estalló la crisis, Rosas comenzó a darle órdenes
directas a su fiel club de adictos, que se volvió cada vez menos espontáneo y por momentos se
asemejó a una dependencia del gobierno. Las indicaciones eran principalmente vigilar a personas
sospechadas de simpatías unitarias o de oposición al régimen. Las demostraciones de adhesión se
hicieron más expresivas y la violencia llenó los discursos y de a poco fue ganando otra vez las
calles. La tirante situación provocó un aumento de la membresía de la Sociedad Popular
Restauradora y cambió su perfil social. Cada vez más, eran individuos de lo más granado de la elite
porteña los que solicitaban ser incorporadosLa Policía actuaba bajo las órdenes del poder ejecutivo,
la mazorca, en cambio, lo hacía aparentemente de manera autónoma, lo cual permitió que el
gobierno justificara sus acciones en diversas oportunidades como excesos populares desvinculados
de la persona de Rosas. 3
Cuando en 1841 La Gaceta Mercantil publicó una “Lista de miembros de la Sociedad Popular
Restauradora”, una buena parte de ellos pertenecía a familias del patriciado porteño (como Riglos,
Iraola, Pereyra, Unzué y Piñeyro, entre otros). La Sociedad estaba compuesta tanto por integrantes
de la elite como por otros que no pertenecían a ella, mientras que la Mazorca habría sido más
plebeya. Los mazorqueros –si no todos, al menos sus líderes– eran originalmente miembros de la
Sociedad Popular Restauradora; eran federales decididos.
En 1833 y 1834, Encarnación Ezcurra le había encargado a la Sociedad que hiciera ataques contra
las casas de algunos adversarios políticos, para intimidarlos y obligarlos a exiliarse. Ese tipo de
acciones desapareció hasta el establecimiento del bloqueo francés. Ya en 1839 hubo algunos
asesinatos, pero sería 1840 el año en el cual los degüellos se hicieron comunes en la ciudad, hecho
que dio a sus ejecutores una macabra celebridad. He ahí lo que distinguió a los mazorqueros: ellos
eran miembros de la Sociedad Popular Restauradora, pero los otros socios no mataban. Esto por
momentos se hace confuso debido a que había integrantes de la Sociedad que podían realizar

Tomo IV.
A
amenazas públicas de represalias contra los unitarios y los colaboradores de los franceses, que
podían romper los vidrios de una casa o destruir algún objeto o vestuario de color celeste. Pero las
muertes eran causadas por un pequeño grupo, que terminó siendo denominado la Mazorca.
Lo que distinguió a los mazorqueros no fue que estuvieran dispuestos a llevar su fervor por Rosas
hasta las últimas consecuencias sino que casi todos ellos eran a la vez parte de la Policía. La
Mazorca fue un grupo que podemos llamar parapolicial, integrado mayormente por empleados de la
Policía en actividad. Silverio Badía, Manuel Troncoso, Leandro Alén y Fermín Suárez, los
mazorqueros más famosos –que serían juzgados y ejecutados por eso en 1853. ¿Cuándo dejaban
de actuar como policías y se volvían mazorqueros? En los momentos en que procedieron por fuera
de las disposiciones o la normativa del departamento de policía; sin órdenes o con indicaciones
orales del Gobernador, algo que nunca llegó a dilucidar. 1
Después de 1842, lentamente los asesinatos y las prisiones disminuyeron hasta que Rosas, en
1846, sin perspectiva de peligro inmediato, desmanteló la Mazorca y absorbió a sus miembros en las
milicias. Dos hechos posteriores dieron a Rosas mayor sensación de seguridad, el triunfo del ejército
rosista en el Litoral, en la batalla en Vences
, en noviembre de 1847, y el n del bloqueo anglo-francés al año siguiente. Estos hechos posibilitaro

Tomo IV.
A
Conclusión
Como conclusión diremos que en los años que Rosas gobernó, también puede decirse que abuso de
su poder, cosa que pudo hacer por que tenía los 3 poderes en sus manos, la suma del poder público
usando la mazorca para perseguir a las personas que pensaban igual a él, incluso mando a matar a
muchos opositores y además estableció la censura de prensa, eso quiere decir que las personas no
podían publicar lo que pensaban sino era a favor del gobernador de Buenos Aires, eso hacía que
mucha gente que no pensaba como Rosas, no hablase u opinase por temor.

Tomo IV.
A
Bibliografías
Di_Meglio-La Mazorca y el Orden Rosista.
Nueva Historia de la Nación Argentina/ Tomo IV.
TERNAVASIO.M. / Historia de la Argentina (1806-1852

Tomo IV.
P A
A

Informe Segundo Gobierno Rosas Grupal-1

Cargado por

Información del documento

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Informe Segundo Gobierno Rosas Grupal-1

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

1) Di_Meglio-La Mazorca y el Orden Rosista.

2) Nueva Historia de la Nación Argentina/ P

El control de la Prensa va a tener como consecuencia, una dura represión a la oposición

1) Di_Meglio-La Mazorca y el Orden Rosista.

1) Di_Meglio-La Mazorca y el Orden Rosista.

1) Di_Meglio-La Mazorca y el Orden Rosista.

1) Di_Meglio-La Mazorca y el Orden Rosista.

1) Di_Meglio-La Mazorca y el Orden Rosista.

1) Di_Meglio-La Mazorca y el Orden Rosista.

1) Di_Meglio-La Mazorca y el Orden Rosista.

También podría gustarte