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El relato DOS ESTRELLAS perte-
nece a Lara Sade y es parte de una
trilogía que puede leerse también en
el blog de ella:
https://polillasuicida.wordpress.
com/category/dos-estrellas/
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 I I I I

Desnuda en una ducha sin corti- Desnuda en una ducha sin corti-
nas muerde el sachet de sham- nas muerde el sachet de sham-
poo, hinca los dientes ante el poo, hinca los dientes ante el
plástico que se erige pilar de la plástico que se erige pilar de la
resistencia, que protege al líqui- resistencia, que protege al líqui-
do perfumado en su cápsula her- do perfumado en su cápsula her-
mética. Desnuda con el agua cor- mética. Desnuda con el agua cor-
riendo y salpicando cada rincón riendo y salpicando cada rincón
del estrecho baño, forcejea con del estrecho baño, forcejea con
uñas y dientes y se recrimina no uñas y dientes y se recrimina no
haber traído su propio shampoo, haber traído su propio shampoo,
su propio peine, su propio jabón, su propio peine, su propio jabón,
su propia crema de enjuague su su propia crema de enjuague su
5 5
Desnuda en una ducha sin corti-
nas muerde el sachet de sham-
poo, hinca los dientes ante el
plástico que se erige pilar de la
resistencia, que protege al líqui-
do perfumado en su cápsula her-
mética. Desnuda con el agua cor-
riendo y salpicando cada rincón
del estrecho baño, forcejea con
uñas y dientes y se recrimina no
haber traído su propio shampoo,
su propio peine, su propio jabón,
su propia crema de enjuague su
5 5
Desnuda en una ducha sin corti-
nas muerde el sachet de sham-
poo, hinca los dientes ante el
plástico que se erige pilar de la
resistencia, que protege al líqui-
do perfumado en su cápsula her-
mética. Desnuda con el agua cor-
riendo y salpicando cada rincón
del estrecho baño, forcejea con
uñas y dientes y se recrimina no
haber traído su propio shampoo,
su propio peine, su propio jabón,
su propia crema de enjuague su

I I I I

Desnuda en una ducha sin corti- Desnuda en una ducha sin corti-
nas muerde el sachet de sham- nas muerde el sachet de sham-
poo, hinca los dientes ante el poo, hinca los dientes ante el
plástico que se erige pilar de la plástico que se erige pilar de la
resistencia, que protege al líqui- resistencia, que protege al líqui-
do perfumado en su cápsula her- do perfumado en su cápsula her-
mética. Desnuda con el agua cor- mética. Desnuda con el agua cor-
riendo y salpicando cada rincón riendo y salpicando cada rincón
del estrecho baño, forcejea con del estrecho baño, forcejea con
uñas y dientes y se recrimina no uñas y dientes y se recrimina no
haber traído su propio shampoo, haber traído su propio shampoo,
su propio peine, su propio jabón, su propio peine, su propio jabón,
su propia crema de enjuague su su propia crema de enjuague su
5 5
Desnuda en una ducha sin corti-
nas muerde el sachet de sham-
poo, hinca los dientes ante el
plástico que se erige pilar de la
resistencia, que protege al líqui-
do perfumado en su cápsula her-
mética. Desnuda con el agua cor-
riendo y salpicando cada rincón
del estrecho baño, forcejea con
uñas y dientes y se recrimina no
haber traído su propio shampoo,
su propio peine, su propio jabón,
su propia crema de enjuague su
5 5
Desnuda en una ducha sin corti-
nas muerde el sachet de sham-
poo, hinca los dientes ante el
plástico que se erige pilar de la
resistencia, que protege al líqui-
do perfumado en su cápsula her-
mética. Desnuda con el agua cor-
riendo y salpicando cada rincón
del estrecho baño, forcejea con
uñas y dientes y se recrimina no
haber traído su propio shampoo,
su propio peine, su propio jabón,
su propia crema de enjuague su
propia toalla su propia alfom-
bra su propia cortina de baño y
piensa: el agua ya se filtra por
debajo de la puerta, ya invade la
habitación. Y cómo no trajo su
propio trapo de piso, su propio
secador, su propio extractor, su
propio calefón a medida que el
agua se enfría y el sobre sigue
sin querer abrirse y su propio es-
pejo y su propio papel higiénico
que ya luce torpemente arrugado
y blando por las gotas que le lle-
gan de frente y de costado hasta
que una hendidura y un rasgarse,
un tironear con la boca y escupir
el pedacito de plástico y escupir
el agua jabonosa y el shampoo ya
propia toalla su propia alfom-
bra su propia cortina de baño y
piensa: el agua ya se filtra por
debajo de la puerta, ya invade la
habitación. Y cómo no trajo su
propio trapo de piso, su propio
secador, su propio extractor, su
propio calefón a medida que el
agua se enfría y el sobre sigue
sin querer abrirse y su propio es-
pejo y su propio papel higiénico
que ya luce torpemente arrugado
y blando por las gotas que le lle-
gan de frente y de costado hasta
que una hendidura y un rasgarse,
un tironear con la boca y escupir
el pedacito de plástico y escupir
el agua jabonosa y el shampoo ya
propia toalla su propia alfom-
bra su propia cortina de baño y
piensa: el agua ya se filtra por
debajo de la puerta, ya invade la
habitación. Y cómo no trajo su
propio trapo de piso, su propio
secador, su propio extractor, su
propio calefón a medida que el
agua se enfría y el sobre sigue
sin querer abrirse y su propio es-
pejo y su propio papel higiénico
que ya luce torpemente arrugado
y blando por las gotas que le lle-
gan de frente y de costado hasta
que una hendidura y un rasgarse,
un tironear con la boca y escupir
el pedacito de plástico y escupir
el agua jabonosa y el shampoo ya
propia toalla su propia alfom-
bra su propia cortina de baño y
piensa: el agua ya se filtra por
debajo de la puerta, ya invade la
habitación. Y cómo no trajo su
propio trapo de piso, su propio
secador, su propio extractor, su
propio calefón a medida que el
agua se enfría y el sobre sigue
sin querer abrirse y su propio es-
pejo y su propio papel higiénico
que ya luce torpemente arrugado
y blando por las gotas que le lle-
gan de frente y de costado hasta
que una hendidura y un rasgarse,
un tironear con la boca y escupir
el pedacito de plástico y escupir
el agua jabonosa y el shampoo ya

6 6 6 6

propia toalla su propia alfom-
bra su propia cortina de baño y
piensa: el agua ya se filtra por
debajo de la puerta, ya invade la
habitación. Y cómo no trajo su
propio trapo de piso, su propio
secador, su propio extractor, su
propio calefón a medida que el
agua se enfría y el sobre sigue
sin querer abrirse y su propio es-
pejo y su propio papel higiénico
que ya luce torpemente arrugado
y blando por las gotas que le lle-
gan de frente y de costado hasta
que una hendidura y un rasgarse,
un tironear con la boca y escupir
el pedacito de plástico y escupir
el agua jabonosa y el shampoo ya
propia toalla su propia alfom-
bra su propia cortina de baño y
piensa: el agua ya se filtra por
debajo de la puerta, ya invade la
habitación. Y cómo no trajo su
propio trapo de piso, su propio
secador, su propio extractor, su
propio calefón a medida que el
agua se enfría y el sobre sigue
sin querer abrirse y su propio es-
pejo y su propio papel higiénico
que ya luce torpemente arrugado
y blando por las gotas que le lle-
gan de frente y de costado hasta
que una hendidura y un rasgarse,
un tironear con la boca y escupir
el pedacito de plástico y escupir
el agua jabonosa y el shampoo ya
propia toalla su propia alfom-
bra su propia cortina de baño y
piensa: el agua ya se filtra por
debajo de la puerta, ya invade la
habitación. Y cómo no trajo su
propio trapo de piso, su propio
secador, su propio extractor, su
propio calefón a medida que el
agua se enfría y el sobre sigue
sin querer abrirse y su propio es-
pejo y su propio papel higiénico
que ya luce torpemente arrugado
y blando por las gotas que le lle-
gan de frente y de costado hasta
que una hendidura y un rasgarse,
un tironear con la boca y escupir
el pedacito de plástico y escupir
el agua jabonosa y el shampoo ya
propia toalla su propia alfom-
bra su propia cortina de baño y
piensa: el agua ya se filtra por
debajo de la puerta, ya invade la
habitación. Y cómo no trajo su
propio trapo de piso, su propio
secador, su propio extractor, su
propio calefón a medida que el
agua se enfría y el sobre sigue
sin querer abrirse y su propio es-
pejo y su propio papel higiénico
que ya luce torpemente arrugado
y blando por las gotas que le lle-
gan de frente y de costado hasta
que una hendidura y un rasgarse,
un tironear con la boca y escupir
el pedacito de plástico y escupir
el agua jabonosa y el shampoo ya

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7 7 7 7

7 7 7 7
8 8 8 8

8 8 8 8
puede caer dentro de la palma de
la mano, ya pueden frotarse las
manos hasta hacer espuma y con
el movimiento de cubrir el pelo
y fregarlo, con los codos como
alas, ahí salpicar todavía más
los rincones donde el agua no
había terminado de adherirse.
puede caer dentro de la palma de
la mano, ya pueden frotarse las
manos hasta hacer espuma y con
el movimiento de cubrir el pelo
y fregarlo, con los codos como
alas, ahí salpicar todavía más
los rincones donde el agua no
había terminado de adherirse.
puede caer dentro de la palma de
la mano, ya pueden frotarse las
manos hasta hacer espuma y con
el movimiento de cubrir el pelo
y fregarlo, con los codos como
alas, ahí salpicar todavía más
los rincones donde el agua no
había terminado de adherirse.
puede caer dentro de la palma de
la mano, ya pueden frotarse las
manos hasta hacer espuma y con
el movimiento de cubrir el pelo
y fregarlo, con los codos como
alas, ahí salpicar todavía más
los rincones donde el agua no
había terminado de adherirse.

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puede caer dentro de la palma de
la mano, ya pueden frotarse las
manos hasta hacer espuma y con
el movimiento de cubrir el pelo
y fregarlo, con los codos como
alas, ahí salpicar todavía más
los rincones donde el agua no
había terminado de adherirse.
puede caer dentro de la palma de
la mano, ya pueden frotarse las
manos hasta hacer espuma y con
el movimiento de cubrir el pelo
y fregarlo, con los codos como
alas, ahí salpicar todavía más
los rincones donde el agua no
había terminado de adherirse.
puede caer dentro de la palma de
la mano, ya pueden frotarse las
manos hasta hacer espuma y con
el movimiento de cubrir el pelo
y fregarlo, con los codos como
alas, ahí salpicar todavía más
los rincones donde el agua no
había terminado de adherirse.
puede caer dentro de la palma de
la mano, ya pueden frotarse las
manos hasta hacer espuma y con
el movimiento de cubrir el pelo
y fregarlo, con los codos como
alas, ahí salpicar todavía más
los rincones donde el agua no
había terminado de adherirse.

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10 10 10 10

10 10 10 10
 II II II II

A veces se olvida de su propio A veces se olvida de su propio A veces se olvida de su propio A veces se olvida de su propio
rostro. rostro. rostro. rostro.

11 11 11 11

II II II II

A veces se olvida de su propio A veces se olvida de su propio A veces se olvida de su propio A veces se olvida de su propio
rostro. rostro. rostro. rostro.

11 11 11 11
12 12 12 12

12 12 12 12
13 13 13 13

13 13 13 13
A veces imagina que su rostro es A veces imagina que su rostro es A veces imagina que su rostro es A veces imagina que su rostro es
otro. A veces se convence, y se otro. A veces se convence, y se otro. A veces se convence, y se otro. A veces se convence, y se
sorprende al encontrarse en un sorprende al encontrarse en un sorprende al encontrarse en un sorprende al encontrarse en un
vidrio o una foto. vidrio o una foto. vidrio o una foto. vidrio o una foto.

14 14 14 14

A veces imagina que su rostro es A veces imagina que su rostro es A veces imagina que su rostro es A veces imagina que su rostro es
otro. A veces se convence, y se otro. A veces se convence, y se otro. A veces se convence, y se otro. A veces se convence, y se
sorprende al encontrarse en un sorprende al encontrarse en un sorprende al encontrarse en un sorprende al encontrarse en un
vidrio o una foto. vidrio o una foto. vidrio o una foto. vidrio o una foto.

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15 15 15 15

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16 16 16 16

16 16 16 16
Entonces recuerda de golpe,
vuelve a asociar esos rasgos
frente a ella con los propios. A
veces se desea más interesante.
A veces se piensa hombre y a
veces mientras se masturba se
imagina que goza como un hom-
bre, que es otra la que se prende
a su cuerpo de hombre, a un yo
que es él.
17
Entonces recuerda de golpe,
vuelve a asociar esos rasgos
frente a ella con los propios. A
veces se desea más interesante.
A veces se piensa hombre y a
veces mientras se masturba se
imagina que goza como un hom-
bre, que es otra la que se prende
a su cuerpo de hombre, a un yo
que es él.
17
Entonces recuerda de golpe,
vuelve a asociar esos rasgos
frente a ella con los propios. A
veces se desea más interesante.
A veces se piensa hombre y a
veces mientras se masturba se
imagina que goza como un hom-
bre, que es otra la que se prende
a su cuerpo de hombre, a un yo
que es él.
17
Entonces recuerda de golpe,
vuelve a asociar esos rasgos
frente a ella con los propios. A
veces se desea más interesante.
A veces se piensa hombre y a
veces mientras se masturba se
imagina que goza como un hom-
bre, que es otra la que se prende
a su cuerpo de hombre, a un yo
que es él.
17
Entonces recuerda de golpe,
vuelve a asociar esos rasgos
frente a ella con los propios. A
veces se desea más interesante.
A veces se piensa hombre y a
veces mientras se masturba se
imagina que goza como un hom-
bre, que es otra la que se prende
a su cuerpo de hombre, a un yo
que es él.
17
Entonces recuerda de golpe,
vuelve a asociar esos rasgos
frente a ella con los propios. A
veces se desea más interesante.
A veces se piensa hombre y a
veces mientras se masturba se
imagina que goza como un hom-
bre, que es otra la que se prende
a su cuerpo de hombre, a un yo
que es él.
17
Entonces recuerda de golpe,
vuelve a asociar esos rasgos
frente a ella con los propios. A
veces se desea más interesante.
A veces se piensa hombre y a
veces mientras se masturba se
imagina que goza como un hom-
bre, que es otra la que se prende
a su cuerpo de hombre, a un yo
que es él.
17
Entonces recuerda de golpe,
vuelve a asociar esos rasgos
frente a ella con los propios. A
veces se desea más interesante.
A veces se piensa hombre y a
veces mientras se masturba se
imagina que goza como un hom-
bre, que es otra la que se prende
a su cuerpo de hombre, a un yo
que es él.
17
A veces se cruzan los puntos de
vista. Se enuncia ella como él,
ella como otra ella, ella como
ella y no como yo; a veces se
pierde en mares de enunciación.
A veces se imagina linda, se ap-
ropia de la escena en la que está,
se adueña del instante que atra-
viesa y se proyecta con un cuer-
po y un rostro diferentes.
18
A veces se cruzan los puntos de
vista. Se enuncia ella como él,
ella como otra ella, ella como
ella y no como yo; a veces se
pierde en mares de enunciación.
A veces se imagina linda, se ap-
ropia de la escena en la que está,
se adueña del instante que atra-
viesa y se proyecta con un cuer-
po y un rostro diferentes.
18
A veces se cruzan los puntos de
vista. Se enuncia ella como él,
ella como otra ella, ella como
ella y no como yo; a veces se
pierde en mares de enunciación.
A veces se imagina linda, se ap-
ropia de la escena en la que está,
se adueña del instante que atra-
viesa y se proyecta con un cuer-
po y un rostro diferentes.
18
A veces se cruzan los puntos de
vista. Se enuncia ella como él,
ella como otra ella, ella como
ella y no como yo; a veces se
pierde en mares de enunciación.
A veces se imagina linda, se ap-
ropia de la escena en la que está,
se adueña del instante que atra-
viesa y se proyecta con un cuer-
po y un rostro diferentes.
18
A veces se cruzan los puntos de
vista. Se enuncia ella como él,
ella como otra ella, ella como
ella y no como yo; a veces se
pierde en mares de enunciación.
A veces se imagina linda, se ap-
ropia de la escena en la que está,
se adueña del instante que atra-
viesa y se proyecta con un cuer-
po y un rostro diferentes.
18
A veces se cruzan los puntos de
vista. Se enuncia ella como él,
ella como otra ella, ella como
ella y no como yo; a veces se
pierde en mares de enunciación.
A veces se imagina linda, se ap-
ropia de la escena en la que está,
se adueña del instante que atra-
viesa y se proyecta con un cuer-
po y un rostro diferentes.
18
A veces se cruzan los puntos de
vista. Se enuncia ella como él,
ella como otra ella, ella como
ella y no como yo; a veces se
pierde en mares de enunciación.
A veces se imagina linda, se ap-
ropia de la escena en la que está,
se adueña del instante que atra-
viesa y se proyecta con un cuer-
po y un rostro diferentes.
18
A veces se cruzan los puntos de
vista. Se enuncia ella como él,
ella como otra ella, ella como
ella y no como yo; a veces se
pierde en mares de enunciación.
A veces se imagina linda, se ap-
ropia de la escena en la que está,
se adueña del instante que atra-
viesa y se proyecta con un cuer-
po y un rostro diferentes.
18
19 19 19 19

19 19 19 19
20 20 20 20

20 20 20 20
Se exhibe gloriosa, radiante, se
imagina deseada por quienes la
miran, se inventa una seguridad
que frente al espejo desaparece.
Después recuerda.
21
Se exhibe gloriosa, radiante, se
imagina deseada por quienes la
miran, se inventa una seguridad
que frente al espejo desaparece.
Después recuerda.
21
Se exhibe gloriosa, radiante, se
imagina deseada por quienes la
miran, se inventa una seguridad
que frente al espejo desaparece.
Después recuerda.
21
Se exhibe gloriosa, radiante, se
imagina deseada por quienes la
miran, se inventa una seguridad
que frente al espejo desaparece.
Después recuerda.
21
Se exhibe gloriosa, radiante, se
imagina deseada por quienes la
miran, se inventa una seguridad
que frente al espejo desaparece.
Después recuerda.
21
Se exhibe gloriosa, radiante, se
imagina deseada por quienes la
miran, se inventa una seguridad
que frente al espejo desaparece.
Después recuerda.
21
Se exhibe gloriosa, radiante, se
imagina deseada por quienes la
miran, se inventa una seguridad
que frente al espejo desaparece.
Después recuerda.
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Se exhibe gloriosa, radiante, se
imagina deseada por quienes la
miran, se inventa una seguridad
que frente al espejo desaparece.
Después recuerda.
21
22 22 22 22

22 22 22 22
Algo cambia. Habiendo atrave-
sado la belleza imaginaria, algo
de eso permanece, y la imagen
que devuelve el espejo cobra más
interés. Se encuentra a sí mis-
ma más interesante de obser-
var cuanto más fea, desarmada
y torpe. Exagera sus facciones
al mirarse, estira los gestos. Se
fascina de sí misma. Se adora.
Entiende entonces que precisa
imaginarse otra para volver a sí
y quererse ella, quererse yo.
23
Algo cambia. Habiendo atrave-
sado la belleza imaginaria, algo
de eso permanece, y la imagen
que devuelve el espejo cobra más
interés. Se encuentra a sí mis-
ma más interesante de obser-
var cuanto más fea, desarmada
y torpe. Exagera sus facciones
al mirarse, estira los gestos. Se
fascina de sí misma. Se adora.
Entiende entonces que precisa
imaginarse otra para volver a sí
y quererse ella, quererse yo.
23
Algo cambia. Habiendo atrave-
sado la belleza imaginaria, algo
de eso permanece, y la imagen
que devuelve el espejo cobra más
interés. Se encuentra a sí mis-
ma más interesante de obser-
var cuanto más fea, desarmada
y torpe. Exagera sus facciones
al mirarse, estira los gestos. Se
fascina de sí misma. Se adora.
Entiende entonces que precisa
imaginarse otra para volver a sí
y quererse ella, quererse yo.
23
Algo cambia. Habiendo atrave-
sado la belleza imaginaria, algo
de eso permanece, y la imagen
que devuelve el espejo cobra más
interés. Se encuentra a sí mis-
ma más interesante de obser-
var cuanto más fea, desarmada
y torpe. Exagera sus facciones
al mirarse, estira los gestos. Se
fascina de sí misma. Se adora.
Entiende entonces que precisa
imaginarse otra para volver a sí
y quererse ella, quererse yo.
23
Algo cambia. Habiendo atrave-
sado la belleza imaginaria, algo
de eso permanece, y la imagen
que devuelve el espejo cobra más
interés. Se encuentra a sí mis-
ma más interesante de obser-
var cuanto más fea, desarmada
y torpe. Exagera sus facciones
al mirarse, estira los gestos. Se
fascina de sí misma. Se adora.
Entiende entonces que precisa
imaginarse otra para volver a sí
y quererse ella, quererse yo.
23
Algo cambia. Habiendo atrave-
sado la belleza imaginaria, algo
de eso permanece, y la imagen
que devuelve el espejo cobra más
interés. Se encuentra a sí mis-
ma más interesante de obser-
var cuanto más fea, desarmada
y torpe. Exagera sus facciones
al mirarse, estira los gestos. Se
fascina de sí misma. Se adora.
Entiende entonces que precisa
imaginarse otra para volver a sí
y quererse ella, quererse yo.
23
Algo cambia. Habiendo atrave-
sado la belleza imaginaria, algo
de eso permanece, y la imagen
que devuelve el espejo cobra más
interés. Se encuentra a sí mis-
ma más interesante de obser-
var cuanto más fea, desarmada
y torpe. Exagera sus facciones
al mirarse, estira los gestos. Se
fascina de sí misma. Se adora.
Entiende entonces que precisa
imaginarse otra para volver a sí
y quererse ella, quererse yo.
23
Algo cambia. Habiendo atrave-
sado la belleza imaginaria, algo
de eso permanece, y la imagen
que devuelve el espejo cobra más
interés. Se encuentra a sí mis-
ma más interesante de obser-
var cuanto más fea, desarmada
y torpe. Exagera sus facciones
al mirarse, estira los gestos. Se
fascina de sí misma. Se adora.
Entiende entonces que precisa
imaginarse otra para volver a sí
y quererse ella, quererse yo.
23
24 24 24 24

24 24 24 24
 III
Trata de desenredar con los de-
dos y la mano robándose así unos
cuantos cabellos, cada uno con-
teniendo evidencia de su identi-
dad, constituyendo una llave si
eso fuese una película de espías
o un drama familiar de hijos no
reconocidos o un cuento de bru-
jerías y hechizos, cada pelo con
su información genética yendo a
parar al desagüe o al tacho de
25
III
Trata de desenredar con los de-
dos y la mano robándose así unos
cuantos cabellos, cada uno con-
teniendo evidencia de su identi-
dad, constituyendo una llave si
eso fuese una película de espías
o un drama familiar de hijos no
reconocidos o un cuento de bru-
jerías y hechizos, cada pelo con
su información genética yendo a
parar al desagüe o al tacho de
25
III
Trata de desenredar con los de-
dos y la mano robándose así unos
cuantos cabellos, cada uno con-
teniendo evidencia de su identi-
dad, constituyendo una llave si
eso fuese una película de espías
o un drama familiar de hijos no
reconocidos o un cuento de bru-
jerías y hechizos, cada pelo con
su información genética yendo a
parar al desagüe o al tacho de
25
III
Trata de desenredar con los de-
dos y la mano robándose así unos
cuantos cabellos, cada uno con-
teniendo evidencia de su identi-
dad, constituyendo una llave si
eso fuese una película de espías
o un drama familiar de hijos no
reconocidos o un cuento de bru-
jerías y hechizos, cada pelo con
su información genética yendo a
parar al desagüe o al tacho de
25
III
Trata de desenredar con los de-
dos y la mano robándose así unos
cuantos cabellos, cada uno con-
teniendo evidencia de su identi-
dad, constituyendo una llave si
eso fuese una película de espías
o un drama familiar de hijos no
reconocidos o un cuento de bru-
jerías y hechizos, cada pelo con
su información genética yendo a
parar al desagüe o al tacho de
25
III
Trata de desenredar con los de-
dos y la mano robándose así unos
cuantos cabellos, cada uno con-
teniendo evidencia de su identi-
dad, constituyendo una llave si
eso fuese una película de espías
o un drama familiar de hijos no
reconocidos o un cuento de bru-
jerías y hechizos, cada pelo con
su información genética yendo a
parar al desagüe o al tacho de
25
III
Trata de desenredar con los de-
dos y la mano robándose así unos
cuantos cabellos, cada uno con-
teniendo evidencia de su identi-
dad, constituyendo una llave si
eso fuese una película de espías
o un drama familiar de hijos no
reconocidos o un cuento de bru-
jerías y hechizos, cada pelo con
su información genética yendo a
parar al desagüe o al tacho de
25
III
Trata de desenredar con los de-
dos y la mano robándose así unos
cuantos cabellos, cada uno con-
teniendo evidencia de su identi-
dad, constituyendo una llave si
eso fuese una película de espías
o un drama familiar de hijos no
reconocidos o un cuento de bru-
jerías y hechizos, cada pelo con
su información genética yendo a
parar al desagüe o al tacho de
25
basura, su propio tacho de ba-
sura con su propia bolsa que no
trajo, su propio cuerpo que está
ahí, burbujeante, resbaladizo,
tan a la vista de cualquiera que
entrase en ese baño dos estre-
llas, tan espeso a medio lavar y a
medio broncear, a medio luchar
y a medio podar de angustias e
inseguridades, a medio borrar y
a medias indiferente. Cuerpo que
se prepara para un encuentro.
26
basura, su propio tacho de ba-
sura con su propia bolsa que no
trajo, su propio cuerpo que está
ahí, burbujeante, resbaladizo,
tan a la vista de cualquiera que
entrase en ese baño dos estre-
llas, tan espeso a medio lavar y a
medio broncear, a medio luchar
y a medio podar de angustias e
inseguridades, a medio borrar y
a medias indiferente. Cuerpo que
se prepara para un encuentro.
26
basura, su propio tacho de ba-
sura con su propia bolsa que no
trajo, su propio cuerpo que está
ahí, burbujeante, resbaladizo,
tan a la vista de cualquiera que
entrase en ese baño dos estre-
llas, tan espeso a medio lavar y a
medio broncear, a medio luchar
y a medio podar de angustias e
inseguridades, a medio borrar y
a medias indiferente. Cuerpo que
se prepara para un encuentro.
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basura, su propio tacho de ba-
sura con su propia bolsa que no
trajo, su propio cuerpo que está
ahí, burbujeante, resbaladizo,
tan a la vista de cualquiera que
entrase en ese baño dos estre-
llas, tan espeso a medio lavar y a
medio broncear, a medio luchar
y a medio podar de angustias e
inseguridades, a medio borrar y
a medias indiferente. Cuerpo que
se prepara para un encuentro.
26
basura, su propio tacho de ba-
sura con su propia bolsa que no
trajo, su propio cuerpo que está
ahí, burbujeante, resbaladizo,
tan a la vista de cualquiera que
entrase en ese baño dos estre-
llas, tan espeso a medio lavar y a
medio broncear, a medio luchar
y a medio podar de angustias e
inseguridades, a medio borrar y
a medias indiferente. Cuerpo que
se prepara para un encuentro.
26
basura, su propio tacho de ba-
sura con su propia bolsa que no
trajo, su propio cuerpo que está
ahí, burbujeante, resbaladizo,
tan a la vista de cualquiera que
entrase en ese baño dos estre-
llas, tan espeso a medio lavar y a
medio broncear, a medio luchar
y a medio podar de angustias e
inseguridades, a medio borrar y
a medias indiferente. Cuerpo que
se prepara para un encuentro.
26
basura, su propio tacho de ba-
sura con su propia bolsa que no
trajo, su propio cuerpo que está
ahí, burbujeante, resbaladizo,
tan a la vista de cualquiera que
entrase en ese baño dos estre-
llas, tan espeso a medio lavar y a
medio broncear, a medio luchar
y a medio podar de angustias e
inseguridades, a medio borrar y
a medias indiferente. Cuerpo que
se prepara para un encuentro.
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basura, su propio tacho de ba-
sura con su propia bolsa que no
trajo, su propio cuerpo que está
ahí, burbujeante, resbaladizo,
tan a la vista de cualquiera que
entrase en ese baño dos estre-
llas, tan espeso a medio lavar y a
medio broncear, a medio luchar
y a medio podar de angustias e
inseguridades, a medio borrar y
a medias indiferente. Cuerpo que
se prepara para un encuentro.
26
27 27 27 27

27 27 27 27
28 28 28 28

28 28 28 28
29 29 29 29

29 29 29 29
De esos furtivos de películas
oscuras, de esos espontáneos a
mitad de camino, concertados
en una sala de cine, concretados
en un bar antiguo que todavía
luce carteles sin luces, sin dise-
ños modernos, sin happy hour ni
carta de tragos, cáscara de maní
en el piso, charcos de agua en las
baldosas del baño y de la habi-
tación, pies chapoteando, manos
eligiendo la mejor bombacha y
el mejor corpiño, toda lamen-
tándose por no haber traído y
no haber comprado jamás un
buen conjunto de ropa interior,
con partes que combinen, con
30
De esos furtivos de películas
oscuras, de esos espontáneos a
mitad de camino, concertados
en una sala de cine, concretados
en un bar antiguo que todavía
luce carteles sin luces, sin dise-
ños modernos, sin happy hour ni
carta de tragos, cáscara de maní
en el piso, charcos de agua en las
baldosas del baño y de la habi-
tación, pies chapoteando, manos
eligiendo la mejor bombacha y
el mejor corpiño, toda lamen-
tándose por no haber traído y
no haber comprado jamás un
buen conjunto de ropa interior,
con partes que combinen, con
30
De esos furtivos de películas
oscuras, de esos espontáneos a
mitad de camino, concertados
en una sala de cine, concretados
en un bar antiguo que todavía
luce carteles sin luces, sin dise-
ños modernos, sin happy hour ni
carta de tragos, cáscara de maní
en el piso, charcos de agua en las
baldosas del baño y de la habi-
tación, pies chapoteando, manos
eligiendo la mejor bombacha y
el mejor corpiño, toda lamen-
tándose por no haber traído y
no haber comprado jamás un
buen conjunto de ropa interior,
con partes que combinen, con
30
De esos furtivos de películas
oscuras, de esos espontáneos a
mitad de camino, concertados
en una sala de cine, concretados
en un bar antiguo que todavía
luce carteles sin luces, sin dise-
ños modernos, sin happy hour ni
carta de tragos, cáscara de maní
en el piso, charcos de agua en las
baldosas del baño y de la habi-
tación, pies chapoteando, manos
eligiendo la mejor bombacha y
el mejor corpiño, toda lamen-
tándose por no haber traído y
no haber comprado jamás un
buen conjunto de ropa interior,
con partes que combinen, con
30
De esos furtivos de películas
oscuras, de esos espontáneos a
mitad de camino, concertados
en una sala de cine, concretados
en un bar antiguo que todavía
luce carteles sin luces, sin dise-
ños modernos, sin happy hour ni
carta de tragos, cáscara de maní
en el piso, charcos de agua en las
baldosas del baño y de la habi-
tación, pies chapoteando, manos
eligiendo la mejor bombacha y
el mejor corpiño, toda lamen-
tándose por no haber traído y
no haber comprado jamás un
buen conjunto de ropa interior,
con partes que combinen, con
30
De esos furtivos de películas
oscuras, de esos espontáneos a
mitad de camino, concertados
en una sala de cine, concretados
en un bar antiguo que todavía
luce carteles sin luces, sin dise-
ños modernos, sin happy hour ni
carta de tragos, cáscara de maní
en el piso, charcos de agua en las
baldosas del baño y de la habi-
tación, pies chapoteando, manos
eligiendo la mejor bombacha y
el mejor corpiño, toda lamen-
tándose por no haber traído y
no haber comprado jamás un
buen conjunto de ropa interior,
con partes que combinen, con
30
De esos furtivos de películas
oscuras, de esos espontáneos a
mitad de camino, concertados
en una sala de cine, concretados
en un bar antiguo que todavía
luce carteles sin luces, sin dise-
ños modernos, sin happy hour ni
carta de tragos, cáscara de maní
en el piso, charcos de agua en las
baldosas del baño y de la habi-
tación, pies chapoteando, manos
eligiendo la mejor bombacha y
el mejor corpiño, toda lamen-
tándose por no haber traído y
no haber comprado jamás un
buen conjunto de ropa interior,
con partes que combinen, con
30
De esos furtivos de películas
oscuras, de esos espontáneos a
mitad de camino, concertados
en una sala de cine, concretados
en un bar antiguo que todavía
luce carteles sin luces, sin dise-
ños modernos, sin happy hour ni
carta de tragos, cáscara de maní
en el piso, charcos de agua en las
baldosas del baño y de la habi-
tación, pies chapoteando, manos
eligiendo la mejor bombacha y
el mejor corpiño, toda lamen-
tándose por no haber traído y
no haber comprado jamás un
buen conjunto de ropa interior,
con partes que combinen, con
30
31 31 31 31

31 31 31 31
algo de encaje o transparencia
pero en lugar de eso su propia
bombacha blanca con estrellas
negras y su propio corpiño rojo
ya gastado por el uso y su propio
32
algo de encaje o transparencia
pero en lugar de eso su propia
bombacha blanca con estrellas
negras y su propio corpiño rojo
ya gastado por el uso y su propio
32
algo de encaje o transparencia
pero en lugar de eso su propia
bombacha blanca con estrellas
negras y su propio corpiño rojo
ya gastado por el uso y su propio
32
algo de encaje o transparencia
pero en lugar de eso su propia
bombacha blanca con estrellas
negras y su propio corpiño rojo
ya gastado por el uso y su propio
32
algo de encaje o transparencia
pero en lugar de eso su propia
bombacha blanca con estrellas
negras y su propio corpiño rojo
ya gastado por el uso y su propio
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algo de encaje o transparencia
pero en lugar de eso su propia
bombacha blanca con estrellas
negras y su propio corpiño rojo
ya gastado por el uso y su propio
32
algo de encaje o transparencia
pero en lugar de eso su propia
bombacha blanca con estrellas
negras y su propio corpiño rojo
ya gastado por el uso y su propio
32
algo de encaje o transparencia
pero en lugar de eso su propia
bombacha blanca con estrellas
negras y su propio corpiño rojo
ya gastado por el uso y su propio
32
33 33 33 33

33 33 33 33
pantalón azul oscuro y su propia
remera larga que le queda un
poco suelta, que le deja espacio
para llenar la panza de maní y
cerveza, de lo que la inviten, de
lo que paguen a medias. Y pien-
sa: cómo no mojar las zapatillas.
34
pantalón azul oscuro y su propia
remera larga que le queda un
poco suelta, que le deja espacio
para llenar la panza de maní y
cerveza, de lo que la inviten, de
lo que paguen a medias. Y pien-
sa: cómo no mojar las zapatillas.
34
pantalón azul oscuro y su propia
remera larga que le queda un
poco suelta, que le deja espacio
para llenar la panza de maní y
cerveza, de lo que la inviten, de
lo que paguen a medias. Y pien-
sa: cómo no mojar las zapatillas.
34
pantalón azul oscuro y su propia
remera larga que le queda un
poco suelta, que le deja espacio
para llenar la panza de maní y
cerveza, de lo que la inviten, de
lo que paguen a medias. Y pien-
sa: cómo no mojar las zapatillas.
34
pantalón azul oscuro y su propia
remera larga que le queda un
poco suelta, que le deja espacio
para llenar la panza de maní y
cerveza, de lo que la inviten, de
lo que paguen a medias. Y pien-
sa: cómo no mojar las zapatillas.
34
pantalón azul oscuro y su propia
remera larga que le queda un
poco suelta, que le deja espacio
para llenar la panza de maní y
cerveza, de lo que la inviten, de
lo que paguen a medias. Y pien-
sa: cómo no mojar las zapatillas.
34
pantalón azul oscuro y su propia
remera larga que le queda un
poco suelta, que le deja espacio
para llenar la panza de maní y
cerveza, de lo que la inviten, de
lo que paguen a medias. Y pien-
sa: cómo no mojar las zapatillas.
34
pantalón azul oscuro y su propia
remera larga que le queda un
poco suelta, que le deja espacio
para llenar la panza de maní y
cerveza, de lo que la inviten, de
lo que paguen a medias. Y pien-
sa: cómo no mojar las zapatillas.
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35 35 35 35

35 35 35 35
36 36 36 36

36 36 36 36
37 37 37 37

37 37 37 37
Y deja abierta la ventana del
baño y la ventana del cuarto con
la esperanza de una pronta eva-
poración, llamar o no llamar al
recepcionista, pedir o no pedir
que le hagan la habitación, ir o
no ir al lugar pautado a la hora
pautada a encontrarse con quien
ha pautado el encuentro, llegar
o no llegar cinco minutos antes
o cinco después, pedir disculpas
en qué tono de voz u obviarlas
con qué excusa, decir qué cosas,
usar qué gestos, aprender qué
chistes, ser dulce o irónica, to-
mar cuántos vasos de qué y a qué
velocidad, aceptar o no un roce
38
Y deja abierta la ventana del
baño y la ventana del cuarto con
la esperanza de una pronta eva-
poración, llamar o no llamar al
recepcionista, pedir o no pedir
que le hagan la habitación, ir o
no ir al lugar pautado a la hora
pautada a encontrarse con quien
ha pautado el encuentro, llegar
o no llegar cinco minutos antes
o cinco después, pedir disculpas
en qué tono de voz u obviarlas
con qué excusa, decir qué cosas,
usar qué gestos, aprender qué
chistes, ser dulce o irónica, to-
mar cuántos vasos de qué y a qué
velocidad, aceptar o no un roce
38
Y deja abierta la ventana del
baño y la ventana del cuarto con
la esperanza de una pronta eva-
poración, llamar o no llamar al
recepcionista, pedir o no pedir
que le hagan la habitación, ir o
no ir al lugar pautado a la hora
pautada a encontrarse con quien
ha pautado el encuentro, llegar
o no llegar cinco minutos antes
o cinco después, pedir disculpas
en qué tono de voz u obviarlas
con qué excusa, decir qué cosas,
usar qué gestos, aprender qué
chistes, ser dulce o irónica, to-
mar cuántos vasos de qué y a qué
velocidad, aceptar o no un roce
38
Y deja abierta la ventana del
baño y la ventana del cuarto con
la esperanza de una pronta eva-
poración, llamar o no llamar al
recepcionista, pedir o no pedir
que le hagan la habitación, ir o
no ir al lugar pautado a la hora
pautada a encontrarse con quien
ha pautado el encuentro, llegar
o no llegar cinco minutos antes
o cinco después, pedir disculpas
en qué tono de voz u obviarlas
con qué excusa, decir qué cosas,
usar qué gestos, aprender qué
chistes, ser dulce o irónica, to-
mar cuántos vasos de qué y a qué
velocidad, aceptar o no un roce
38
Y deja abierta la ventana del
baño y la ventana del cuarto con
la esperanza de una pronta eva-
poración, llamar o no llamar al
recepcionista, pedir o no pedir
que le hagan la habitación, ir o
no ir al lugar pautado a la hora
pautada a encontrarse con quien
ha pautado el encuentro, llegar
o no llegar cinco minutos antes
o cinco después, pedir disculpas
en qué tono de voz u obviarlas
con qué excusa, decir qué cosas,
usar qué gestos, aprender qué
chistes, ser dulce o irónica, to-
mar cuántos vasos de qué y a qué
velocidad, aceptar o no un roce
38
Y deja abierta la ventana del
baño y la ventana del cuarto con
la esperanza de una pronta eva-
poración, llamar o no llamar al
recepcionista, pedir o no pedir
que le hagan la habitación, ir o
no ir al lugar pautado a la hora
pautada a encontrarse con quien
ha pautado el encuentro, llegar
o no llegar cinco minutos antes
o cinco después, pedir disculpas
en qué tono de voz u obviarlas
con qué excusa, decir qué cosas,
usar qué gestos, aprender qué
chistes, ser dulce o irónica, to-
mar cuántos vasos de qué y a qué
velocidad, aceptar o no un roce
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Y deja abierta la ventana del
baño y la ventana del cuarto con
la esperanza de una pronta eva-
poración, llamar o no llamar al
recepcionista, pedir o no pedir
que le hagan la habitación, ir o
no ir al lugar pautado a la hora
pautada a encontrarse con quien
ha pautado el encuentro, llegar
o no llegar cinco minutos antes
o cinco después, pedir disculpas
en qué tono de voz u obviarlas
con qué excusa, decir qué cosas,
usar qué gestos, aprender qué
chistes, ser dulce o irónica, to-
mar cuántos vasos de qué y a qué
velocidad, aceptar o no un roce
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Y deja abierta la ventana del
baño y la ventana del cuarto con
la esperanza de una pronta eva-
poración, llamar o no llamar al
recepcionista, pedir o no pedir
que le hagan la habitación, ir o
no ir al lugar pautado a la hora
pautada a encontrarse con quien
ha pautado el encuentro, llegar
o no llegar cinco minutos antes
o cinco después, pedir disculpas
en qué tono de voz u obviarlas
con qué excusa, decir qué cosas,
usar qué gestos, aprender qué
chistes, ser dulce o irónica, to-
mar cuántos vasos de qué y a qué
velocidad, aceptar o no un roce
38
39 39 39 39

39 39 39 39
de manos, de cintura, que
le miren el culo si la dejan
pasar primero, que la invi-
ten a ir a otro lugar, que
la lleven a una habitación
que no es propia con un
baño que no es propio con
una ducha que no es pro-
pia y una desnudez com-
partida que le es extraña,
y tira la toalla en el piso y
la camina como un puente
y en su rostro, si alguien
entrara, si alguien espiara
por alguna de las ventanas
abiertas, si alguien pudiese
asomarse, en su rostro no
40
de manos, de cintura, que
le miren el culo si la dejan
pasar primero, que la invi-
ten a ir a otro lugar, que
la lleven a una habitación
que no es propia con un
baño que no es propio con
una ducha que no es pro-
pia y una desnudez com-
partida que le es extraña,
y tira la toalla en el piso y
la camina como un puente
y en su rostro, si alguien
entrara, si alguien espiara
por alguna de las ventanas
abiertas, si alguien pudiese
asomarse, en su rostro no
40
de manos, de cintura, que
le miren el culo si la dejan
pasar primero, que la invi-
ten a ir a otro lugar, que
la lleven a una habitación
que no es propia con un
baño que no es propio con
una ducha que no es pro-
pia y una desnudez com-
partida que le es extraña,
y tira la toalla en el piso y
la camina como un puente
y en su rostro, si alguien
entrara, si alguien espiara
por alguna de las ventanas
abiertas, si alguien pudiese
asomarse, en su rostro no
40
de manos, de cintura, que
le miren el culo si la dejan
pasar primero, que la invi-
ten a ir a otro lugar, que
la lleven a una habitación
que no es propia con un
baño que no es propio con
una ducha que no es pro-
pia y una desnudez com-
partida que le es extraña,
y tira la toalla en el piso y
la camina como un puente
y en su rostro, si alguien
entrara, si alguien espiara
por alguna de las ventanas
abiertas, si alguien pudiese
asomarse, en su rostro no
40
de manos, de cintura, que
le miren el culo si la dejan
pasar primero, que la invi-
ten a ir a otro lugar, que
la lleven a una habitación
que no es propia con un
baño que no es propio con
una ducha que no es pro-
pia y una desnudez com-
partida que le es extraña,
y tira la toalla en el piso y
la camina como un puente
y en su rostro, si alguien
entrara, si alguien espiara
por alguna de las ventanas
abiertas, si alguien pudiese
asomarse, en su rostro no
40
de manos, de cintura, que
le miren el culo si la dejan
pasar primero, que la invi-
ten a ir a otro lugar, que
la lleven a una habitación
que no es propia con un
baño que no es propio con
una ducha que no es pro-
pia y una desnudez com-
partida que le es extraña,
y tira la toalla en el piso y
la camina como un puente
y en su rostro, si alguien
entrara, si alguien espiara
por alguna de las ventanas
abiertas, si alguien pudiese
asomarse, en su rostro no
40
de manos, de cintura, que
le miren el culo si la dejan
pasar primero, que la invi-
ten a ir a otro lugar, que
la lleven a una habitación
que no es propia con un
baño que no es propio con
una ducha que no es pro-
pia y una desnudez com-
partida que le es extraña,
y tira la toalla en el piso y
la camina como un puente
y en su rostro, si alguien
entrara, si alguien espiara
por alguna de las ventanas
abiertas, si alguien pudiese
asomarse, en su rostro no
40
de manos, de cintura, que
le miren el culo si la dejan
pasar primero, que la invi-
ten a ir a otro lugar, que
la lleven a una habitación
que no es propia con un
baño que no es propio con
una ducha que no es pro-
pia y una desnudez com-
partida que le es extraña,
y tira la toalla en el piso y
la camina como un puente
y en su rostro, si alguien
entrara, si alguien espiara
por alguna de las ventanas
abiertas, si alguien pudiese
asomarse, en su rostro no
40
41 41 41 41

41 41 41 41
encontraría nada porque la cara encontraría nada porque la cara encontraría nada porque la cara encontraría nada porque la cara
espesa y empañada sólo se abre espesa y empañada sólo se abre espesa y empañada sólo se abre espesa y empañada sólo se abre
como una flor, sólo se revela ha- como una flor, sólo se revela ha- como una flor, sólo se revela ha- como una flor, sólo se revela ha-
cia el interior. cia el interior. cia el interior. cia el interior.

42 42 42 42

encontraría nada porque la cara encontraría nada porque la cara encontraría nada porque la cara encontraría nada porque la cara
espesa y empañada sólo se abre espesa y empañada sólo se abre espesa y empañada sólo se abre espesa y empañada sólo se abre
como una flor, sólo se revela ha- como una flor, sólo se revela ha- como una flor, sólo se revela ha- como una flor, sólo se revela ha-
cia el interior. cia el interior. cia el interior. cia el interior.

42 42 42 42
43 43 43 43

43 43 43 43
44 44 44 44

44 44 44 44
45 45 45 45

45 45 45 45
46 46 46 46

46 46 46 46
ilustraciones:Apollonia Saintclair ilustraciones:Apollonia Saintclair ilustraciones:Apollonia Saintclair ilustraciones:Apollonia Saintclair
relato dos estrellas: Lara Sade relato dos estrellas: Lara Sade relato dos estrellas: Lara Sade relato dos estrellas: Lara Sade

enero 2020 enero 2020 enero 2020 enero 2020

ilustraciones: Apollonia Saintclair ilustraciones: Apollonia Saintclair ilustraciones: Apollonia Saintclair ilustraciones: Apollonia Saintclair
relato dos estrellas: Lara Sade relato dos estrellas: Lara Sade relato dos estrellas: Lara Sade relato dos estrellas: Lara Sade

enero 2020 enero 2020 enero 2020 enero 2020