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Introducción

El siguiente trabajo tiene como objetivo principal estudiar, analizar y valorar los diferentes
actos y funciones jurisdiccionales, la jurisdicción no es más que la potestad, derivada de la
soberanía del Estado, de aplicar el derecho en el caso concreto, resolviendo de modo definitivo
e irrevocable una controversia, que es ejercida en forma exclusiva por los tribunales de justicia
integrados por jueces autónomos e independientes.

Uno de los principales rasgos de la potestad jurisdiccional es su carácter irrevocable y definitivo,


capaz de producir en la actuación del derecho lo que técnicamente se denomina cosa juzgada,
de lo que les estaremos tratando más adelante.
La Función Jurisdiccional
El Poder Judicial es uno de los tres poderes del Estado que conforman el gobierno de la nación.
Su función consiste en administrar justicia, de manera gratuita, para decidir sobre los conflictos
entre personas físicas o morales, en derecho privado o público, en todo tipo de procesos,
juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado. Su ejercicio corresponde a los tribunales y juzgados
determinados por la ley.

El Poder Judicial goza de autonomía funcional, administrativa y presupuestaria otorgada por la


Constitución y por la Ley Núm. 46-97, del 18 de febrero de 1997, modificada por la Ley núm.
194-04, del 28 de julio de 2004.

La función jurisdiccional podría ser definida desde el punto de vista orgánico como “la ejercida
con carácter exclusivo por los jueces y tribunales, aplicando las normas jurídicas en los juicios
civiles, penales y contencioso-administrativos, juzgando de modo inmutable y ejecutando lo
juzgado.

Acto Jurisdiccional

El acto administrativo es generalmente un acto espontáneo, que surge naturalmente de la


propia actividad funcional de los agentes administrativos'"; por el contrario, el acto
jurisdiccional tiene que ser, por regla general, provocado por la iniciativa de las partes
interesadas. Por el contrario, el acto jurisdiccional tiene que ser, por regla general, provocado
por la iniciativa de las partes interesadas.

El acto jurisdiccional, es decir la sentencia, tiene la autoridad de la cosa juzgada (Art. 1351 del C.
Civil), y no puede ser revocado O anulado sino mediante y como consecuencia del ejercicio de
una vía de recurso; por el contrario, el acto administrativo, aunque emane de un órgano del
Poder

Judicial y aunque aparezca en la forma de una sentencia, no tiene la autoridad de la cosa


juzgada, y su nulidad o ilegalidad pueden hacerse valer por vía de acción o de excepción.

Puede definirse al acto jurisdiccional como la manifestación exterior y unilateral de la voluntad


del Estado, realizada con la intención de producir consecuencias jurídicas, cuyo sentido
constituye una norma individualizada, manifestación que se produce con motivo de una
controversia de derecho que se somete a la decisión de aquél.

Por su parte, la función jurisdiccional se encarga de impartir justicia, entendido esto como
garantizar el cumplimiento del contenido de la constitución y las leyes; derivado de dicha
facultad, puede examinar si los actos de las otras dos funciones, incluidas las políticas públicas,
se apeguen a estas normas.

Acto Legislativo

El acto legislativo, o, lo que es lo mismo, la ley en sentido material, es la disposición general y


abstracta que expone la regla del derecho objetivo. El acto legislativo tiene su propia
naturaleza un alcance general.

Se refiere a la acción por la cual se fórmula una regla general impersonal, abstracta y general ya
sea que emane del Poder Ejecutivo o del H. Congreso de la Unión o de alguna autoridad con
facultades para hacerlo.

Acto Administrativo
Un acto administrativo es el que emana de un agente administrativo, ya que los tribunales
tienen un cargo, concurrentemente con las autoridades administrativas, numerosas
atribuciones puramente administrativas.

El acto administrativo tiene una característica esencial, que es un medio para obtener un fin:
aunque es una regla del derecho, con el acto administrativo no se persigue la solución de un
conflicto jurídico, sino la organización y funcionamiento de los servicios públicos.

El acto administrativo es generalmente un acto espontáneo, que surge naturalmente de la


propia actividad funcional de los agentes administrativos. el acto administrativo, aunque emane
de un órgano del Poder Judicial y aunque aparezca en la forma de una sentencia, no tiene la
autoridad de la cosa juzgada, y su nulidad o ilegalidad pueden hacerse valer por vía de acción o
de excepción el objetivo principal de la función administrativa es cumplir y hacer cumplir la ley,
estableciendo los medios necesarios para esto.

Las funciones legislativa y administrativa son las encargadas de formular las políticas públicas, a
través de sus facultades para expedir disposiciones generales, por otro lado, la función
administrativa es también la encargada de materializar o poner en práctica el contenido de la
política pública.

Las Diversas Jurisdicciones


La jurisdicción es potestad, derivada de la soberanía del Estado, de aplicar el Derecho en el caso
concreto, resolviendo de modo definitivo e irrevocable una controversia, que es ejercida en
forma exclusiva por los tribunales de justicia integrados por jueces autónomos e
independientes.
La jurisdicción es una función estatal de satisfacción de pretensiones ante una controversia o
conflicto. En sentido amplio, la jurisdicción se puede definir como el conjunto de órganos que
crea el estado para la administración de justicia.

Las diversas jurisdicciones se encuentran reguladas por la Constitución de la República, así


como por leyes específicas que establecen la competencia y el funcionamiento de los distintos
tribunales y órganos jurisdiccionales.

Art. 149.- de la constitución Dominicana nos dice lo siguiente,.- Poder Judicial. La justicia se
administra gratuitamente, en nombre de la República, por el Poder Judicial. Este poder se
ejerce por la Suprema Corte de Justicia y los demás tribunales creados por esta Constitución y
por las leyes

Párrafo I.- La función judicial consiste en administrar justicia para decidir sobre los conflictos
entre personas físicas o morales, en derecho privado o público, en todo tipo de procesos,
juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado. Su ejercicio corresponde a los tribunales y juzgados
determinados por la ley. El Poder Judicial goza de autonomía funcional, administrativa y
presupuestaria.

Párrafo II.- Los tribunales no ejercerán más funciones que las que les atribuyan la Constitución
y las leyes.

Párrafo III.- Toda decisión emanada de un tribunal podrá ser recurrida ante un tribunal
superior, sujeto a las condiciones y excepciones que establezcan las leyes.

Artículo 150.- Carrera judicial. La ley regulará el estatuto jurídico de la carrera judicial, el
ingreso, formación, ascenso, promoción, desvinculación y retiro del juez, con arreglo a los
principios de mérito, capacidad y profesionalidad; así como el régimen de jubilaciones y
pensiones de los jueces, funcionarios y empleados del orden judicial.

Párrafo I.- La ley también regulará la Escuela Nacional de la Judicatura, que tendrá por función
la formación inicial de los y las aspirantes a jueces, asegurando su capacitación técnica.

Párrafo II.- Para ser designado juez del Poder Judicial, todo aspirante debe someterse a un
concurso público de méritos mediante el sistema de ingreso a la Escuela Nacional de la
Judicatura que al efecto establezca la ley y haber aprobado satisfactoriamente el programa de
formación de dicha escuela. Sólo estarán exentos de estos requisitos los miembros de la
Suprema Corte de Justicia que sean de libre elección.

Artículo 151.- Independencia del Poder Judicial. Las y los jueces integrantes del Poder Judicial
son independientes, imparciales, responsables e inamovibles y están sometidos a la
Constitución y a las leyes. No podrán ser removidos, separados, suspendidos, trasladados o
jubilados, sino por alguna de las causas establecidas y con las garantías previstas en la ley.

1. La ley establecerá el régimen de responsabilidad y rendición de cuentas de jueces y


funcionarios del Poder Judicial. El servicio en el Poder Judicial es incompatible con
cualquier otra función pública o privada, excepto la docente. Sus integrantes no podrán
optar por ningún cargo electivo público, ni participar en actividad político partidista;
2. La edad de retiro obligatoria para los jueces de la Suprema Corte de Justicia es de
setenta y cinco años. Para los demás jueces, funcionarios y empleados del Poder Judicial
se establecerá de acuerdo con la ley que rige la materia.

Las principales jurisdicciones en la República Dominicana incluyen:

1. Jurisdicción Civil: Encargada de resolver conflictos entre particulares, así como asuntos
relacionados con contratos, propiedad, familia, sucesiones, entre otros.
2. Jurisdicción Penal: Se encarga de juzgar los delitos y aplicar las sanciones
correspondientes, garantizando los derechos de las personas acusadas y de las víctimas.
3. Jurisdicción Laboral: Competente para resolver controversias laborales entre
empleadores y trabajadores, así como para velar por el cumplimiento de las leyes
laborales.
4. Jurisdicción Contencioso-Administrativa: Encargada de controlar la legalidad de los actos
administrativos y resolver conflictos entre la administración pública y los ciudadanos en
el ámbito administrativo.

Estas jurisdicciones, junto con otras especializadas como la jurisdicción electoral o la


jurisdicción de tierras, tienen sus competencias y procedimientos establecidos en la legislación
dominicana.

Jurisdicción Civil

La jurisdicción civil se refiere a la autoridad que tienen los tribunales y juzgados para conocer y
resolver asuntos relacionados con el derecho civil, es decir, aquellos que involucran disputas
entre individuos, empresas o entidades no relacionadas con aspectos penales.

La jurisdicción civil funciona a través de los tribunales especializados en asuntos civiles, los
cuales tienen la autoridad legal para conocer y resolver disputas entre partes en materias como
contratos, propiedad, familia, sucesiones, entre otros. Las partes involucradas presentan sus
argumentos y pruebas ante el tribunal, el cual aplica las leyes y normativas correspondientes
para llegar a una resolución justa y legal. El proceso puede implicar audiencias, presentación de
pruebas, alegatos de las partes y finalmente una sentencia por parte del tribunal.
Lo que antes se designaba como plenitud de jurisdicción hoy se designa Unidad de jurisdicción.
Esto significa que los tribunales conocen a la vez de los procesos penales y de los asuntos
civiles. En el proceso civil se debaten intereses privados con excepción de aquellos que la
misma ley declara taxativamente de orden público, verbigracia, aquellos asuntos relativos al
Estado y la Capacidad de las personas y a los menores de edad.

En el contexto de la República Dominicana, la jurisdicción civil abarca una amplia gama de


asuntos legales, como contratos, propiedad, herencias, divorcios, responsabilidad civil, entre
otros. Los tribunales civiles tienen competencia para resolver este tipo de controversias y
aplicar las leyes civiles pertinentes.

Es importante destacar que la jurisdicción civil se distingue de la jurisdicción penal, que se


ocupa de delitos y faltas penales.

Art. 134.- Los oficiales del Estado Civil son nombrados por el Poder Ejecutivo.

Art. 135.- Los oficiales del Estado Civil enviarán al tribunal de primera instancia estados
trimestrales de los actos inscritos durante el trimestre vencido. El envío de este estado deberá
hacerse dentro de los diez primeros días del mes siguiente a cada trimestre y anualmente, en el
mes de enero enviarán a la corte de apelación, el estado de los actos inscritos en el año
anterior.

Art. 136.- A falta del oficial del estado civil desempeñará sus funciones el juez de paz.

La jurisdicción Contencioso-Administrativa.
Surge con la necesidad de emplear nuevos métodos para proteger de manera más efectiva los
derechos de particulares que se ven envueltos en los procesos llevados a cabo por ante los
órganos de la administración. Anteriormente, estos procesos se conocían indistintamente en
los tribunales judiciales, los cuales estaban conformados bajo designación del Poder Ejecutivo,
sin que existiera un mecanismo especial para su ejecución.

El Licenciado Rafael A. Santana Viñas expresa en su obra Jurisdicción Contencioso-


Administrativa: Tribunal Superior Administrativo, lo siguiente: “El Control que la administración
ejerce sobre sus propios actos, los recursos administrativos realmente son insuficientes para la
debida protección de los derechos de los administrados, puesto que no existe la imparcialidad
necesaria para llegar a considerar el propio acto o el acto del inferior como ilegal para dejarlo,
obviamente sin efecto y más cuando en el seno de la administración los órganos de la misma
proceden normalmente con criterios uniformes.

La primera constitución dominicana en reconocer la necesidad de una jurisdicción especializada


para conocer de esta materia, fue la promulgada en el año 1942, la cual otorgaba al legislador la
facultad de crear mediante ley tribunales con el objeto de que estos conocieran y decidieran
delos conflictos surgidos entre la Administración y los administrados. Este tribunal vendría a
ejercer un “control de legalidad” de los actos administrativos, más bien que una tutela de los
derechos e intereses de las partes. Es por ello que se instituye mediante la Ley No. 1494, del
año 1947, el Tribunal Superior Administrativo, con el propósito de conocer la legalidad de las
actuaciones de los órganos y entidades de la administración pública, estableciendo en su
artículo primero que toda persona, natural o jurídica, investida de un interés legítimo, podrá
interponer el recurso contencioso administrativo, en los casos, plazos y formas que esta ley
establece, contra las sentencias de cualquier Tribunal contencioso-administrativo de primera
instancia o que en esencia tenga este carácter, y contra los actos administrativos violatorios de
la ley, los reglamentos y decretos, que reúnan los siguientes requisitos.

No obstante, este órgano se ubicó institucionalmente como dependiente del Poder Ejecutivo,
puesto que en su artículo 11 establecía lo siguiente:

“Art. 11. - El Tribunal Superior Administrativo tendrá su asiento en Santo Domingo y se


compondrá de un Juez Presidente, un Juez Vicepresidente tres Jueces, nombrados por decreto
del poder ejecutivo”.

Esta organización fue sujeta a varias modificaciones, puesto que con la promulgación de la Ley
2998, de fecha 8 de julio de 1951, la cual le confirió a la Cámara de Cuentas la atribución de
conocer de los procesos contencioso-administrativos, sin embargo, continuaba existiendo la
conexidad entre el Poder Ejecutivo y esta institución, cuyos miembros estaban nombrados por
el Senado, a elección de la terna proporcionada por el propio Poder Ejecutivo.

Posteriormente, el día 20 del mes de mayo del año 1954, se promulga la Ley 3835, en la cual se
disponía que las decisiones del Tribunal Superior Administrativo podrían ser objeto de un
recurso de casación por ante la Suprema Corte de Justicia. Con la aprobación de esta ley, el
Poder Judicial interviene por primera vez en la revisión de las decisiones emanadas de la
Administración.

Más adelante, mediante la Ley 11-92 que aprueba el Código Tributario, y la Ley Monetaria y
Financiera No. 182-03, se crean el Tribunal Contencioso Administrativo de lo Monetario y
Financiero y el Tribunal Contencioso Tributario, respectivamente, para conocer de las
atribuciones que especialmente le conferían esas leyes.

A partir de entonces, el legislador comienza a delimitar atribuciones y crear jurisdicciones


especializadas para conocer en primer grado de la materia contencioso-administrativa, a los
fines de alivianar la carga existente en dicho tribunal, y de crear un doble grado de jurisdicción
en esta materia, reconociendo que un único tribunal no podía hacerse cargo de todos los
procesos de esta índole a nivel nacional, lo cual supone una limitante al acceso a la justicia.
Es preciso resaltar que desde la promulgación de la ley 1494 se preveía también la creación de
tribunales contencioso-administrativos de primera instancia, puesto que la misma menciona
que las decisiones de estos tribunales podrían ser atacadas ante el Tribunal Superior
Administrativo, de modo que quedaba claro que se este último fungiría como segundo grado de
jurisdicción.

Sin embargo, hasta la fecha, las precariedades del Estado Dominicano han imposibilitado la
creación de los tribunales instituidos por estas leyes, de modo que tanto su creación como
posterior modificación y supresión han tenido lugar únicamente en las disposiciones
normativas de nuestro país, sin que las mismas hayan podido ser llevadas a cabo.

A pesar de lo mencionado previamente, la ley 13-07 viene a crear el Tribunal Contencioso


Tributario y Administrativo, disponiendo en el artículo primero lo siguiente: “Traspaso de
Competencias. Se dispone que en lo sucesivo las competencias del Tribunal Superior
Administrativo atribuidas en la Ley No. 1494, de 1947, y en otras leyes, así como las del Tribunal
Contencioso Administrativo de lo Monetario y Financiero, sean ejercidas por el Tribunal
Contencioso Tributario instituido en la Ley 11-92, de 1992, el que a partir de la entrada en
vigencia de la presente ley se denominará Tribunal Contencioso Tributario y Administrativo”.

De este modo, se marca legalmente la diferencia entre la jurisdicción contencioso-


administrativa y la jurisdicción contencioso-tributaria, así como los recursos jerárquicos a las
decisiones de la Junta Monetaria, lo cual ha estado variando constantemente, y a fin de
cuentas, concluyó resultando ser la misma jurisdicción en la práctica.

Finalmente, la Constitución Dominicana de 2010 por primera vez instituye en su artículo


establece lo siguiente: “La Jurisdicción Contencioso Administrativa estará integrada por
tribunales superiores administrativos y tribunales contencioso administrativos de primera
instancia. Sus atribuciones, integración, ubicación, competencia territorial y procedimientos
serán determinados por la ley. Los tribunales superiores podrán dividirse en salas y sus
decisiones son susceptibles de ser recurribles en casación”, de este modo, la jurisdicción
contencioso-administrativa alcanza un ámbito constitucional.

Articulo 3.- Contencioso Administrativo Municipal. El Juzgado de Primera Instancia en sus


atribuciones civiles, con la excepción del Distrito Nacional y la Provincia de Santo Domingo,
serían competentes para conocer, en instancia única, y conforme a1 procedimiento
contencioso tributario, de las controversias de naturaleza contenciosa administrativa que
surjan entre las personas y los municipios, entre las que se incluyen las demandas en
responsabilidad patrimonial contra el municipio y sus funcionarios por actos inherentes a sus
funciones, con la sola excepción de las originadas con la conducción de vehículos de motor, así
como 10 casos de vía de hecho administrativa incurrido por el municipio. A1 estatuir sobre
estos casos los juzgados de primera instancia aplicarán los principios y normas del Derecho
Administrativo y solo recurrirán de manera excepcional, en ausencia de estos, a los preceptos
adecuados de la legislación civil.

Artículo 6.- Representación de las entidades públicas. El Distrito Nacional y los municipios que
conforman la Provincia Santo Domingo serán asistidos y representados en los asuntos que
cursen ante el Tribunal Contencioso Tributario y Administrativo por los abogados que tengan a
bien designar. La Administración Central del Estado y los organismos autónomos instituidos por
leyes estar representados permanentemente por el Procurador General Tributario, el que a
partir de la entrada en vigencia de esta ley se denominara Procurador General Tributario y
Administrativo. No obstante, 10sorganos y entidades públicas podrán designar abogados para
que los representen, lo que deberá ser comunicado por escrito al Procurador General Tributario
y Administrativo por el titular del órgano o entidad administrativa, dentro de los cinco (5) días
siguientes a la comunicación de la instancia de apoderamiento, a los fines de que se abstenga
de producir en su representación el escrito de defensa.

Jurisdicción Penal
La jurisdicción hace referencia al poder del estado de impartir justicia por medio de los
tribunales o de otros órganos, como las Juntas de Conciliación y Arbitraje, en los asuntos que
llegan a su conocimiento. La jurisdicción es la potestad, derivada de la soberanía del Estado, de
aplicar el Derecho en el caso concreto, resolviendo de modo definitivo e irrevocable una
controversia, que es ejercida en forma exclusiva por los tribunales de justicia integrados por
jueces autónomos e independientes.

Art. 56.- Jurisdicción. La jurisdicción penal es ejercida por los jueces y tribunales que establece
este código, y se extiende sobre los dominicanos y sobre los extranjeros para los efectos de
conocer y juzgar los hechos punibles cometidos total o parcialmente en el territorio nacional, o
cuyos efectos se produzcan en él, salvo los casos exceptuados en tratados o convenciones
internacionales adoptados por los órganos públicos o en los principios reconocidos por el
derecho internacional general y americano.

Es competencia de los tribunales nacionales, independientemente del lugar de su comisión,


juzgar de los casos que constituyan genocidio, crímenes de guerra o crímenes contra la
humanidad, siempre que el imputado resida, aún temporal-mente, en el país o los hechos se
hayan cometido en perjuicio de nacionales.

Art. 58.- Irrenunciabilidad e indelegabilidad. La jurisdicción penal es irrenunciable e


indelegable, excepto en los casos en los cuales el ejercicio de la acción pública esté sujeto a la
presentación de querella o instancia previa, o la ley permita de modo expreso el desistimiento
del ejercicio de la acción pública en cualquier fase del procedimiento.

Art. 59.- Competencia. La competencia es improrrogable. No obstante, la competencia


territorial de un tribunal de juicio no puede ser objetada ni modificada una vez transcurrido el
plazo establecido para la fijación de audiencia y solución de los incidentes previstos en el
artículo 305.

Un juez o tribunal competente en razón de la materia no puede declararse incompetente


porque el caso corresponde a un juez con competencia para juzgar hechos punibles más leves,
cuando dicha incompetencia es invocada o advertida durante el juicio.

El juez o tribunal competente para conocer de una infracción lo es también para resolver todas
las cuestiones incidentales que se susciten en el curso del procedimiento, aunque no
correspondan a la jurisdicción penal. La resolución sobre tales incidentes produce efectos
limitados al ámbito penal.

Art. 60.- Competencia territorial. La competencia territorial de los jueces o tribunales se


determina por el lugar donde se haya consumado la infracción.

En caso de tentativa, es competente el juez del lugar donde se haya ejecutado el último acto
dirigido a la comisión de la infracción.

En los casos de infracciones continuas o permanentes, el conocimiento corresponde al juez o


tribunal del lugar en el cual haya cesado la continuidad o permanencia o se haya cometido el
último acto conocido de la infracción.

En los casos de infracciones cometidas parcialmente dentro del territorio nacional, es


competente el juez o tribunal del lugar donde se haya realizado total o parcialmente la acción u
omisión o se haya verificado el resultado.

La Jurisdicción Penal está integrada por los siguientes Órganos Jurisdiccionales según el artículo
69 del Código procesal penal:

1. La Suprema Corte de Justicia;


2. Las Cortes de Apelación;
3. Los Jueces de Primera Instancia;
4. Los Jueces de la Instrucción;
5. Los Jueces de Ejecución Penal, y;
6. Los Jueces de Paz.
Art. 79.-La Suprema Corte de Justicia además de Los casos que expresamente le atribuye la
Constitución de la República y las leyes, dicho Órgano Rector es competente para conocer:

1. Del recurso de casación;


2. Del recurso de revisión;
3. Del procedimiento relativo a los conflictos de competencia entre Cortes de Apelación o
entre jueces o tribunales de distintos Departamentos Judiciales;
4. De la recusación de los jueces de Corte de Apelación;
5. De las quejas por demora procesal o denegación de justicia contra las Cortes de
Apelación.
6. Del procedimiento de solicitud de extradición.

Además la Suprema Corte de Justicia es competente para dictar las normas prácticas que
organicen y aseguren en cada Distrito Judicial el funcionamiento permanente de oficinas
judiciales habilitadas para conocer a cualquier hora del día o de la noche de aquellos casos,
procedimientos y diligencias que no admitan demora.

Art. 71.-Cortes de Apelación. Son competentes para conocer:

1. De los recursos de apelación;


2. De los conflictos de competencia dentro de su jurisdicción, salvo los que correspondan a
la Suprema Corte de Justicia;
3. De las recusaciones de los jueces;
4. De las quejas por demora procesal o denegación de justicia; y
5. De las causas penales seguidas a los jueces de primera instancia, jueces de la
instrucción, jueces de ejecución penal, jueces de jurisdicción original del tribunal de
tierras, procuradores fiscales y gobernadores provinciales.

Art. 72.- Jueces de Primera Instancia. Los jueces de primera instancia conocen de modo
unipersonal del juicio por hechos punibles que conlleven penas pecuniarias o pena privativa de
libertad cuyo máximo previsto sea de dos años, o ambas penas a la vez. Son igualmente
competentes para conocer de modo unipersonal de las acciones de hábeas corpus que le sean
planteadas y de los hechos punibles de acción privada.

Para conocer de los casos cuya pena privativa de libertad máxima prevista sea mayor de dos
años el tribunal se integra con tres jueces de primera instancia.

Art. 73.- los Jueces de Instrucción.

Corresponde a los jueces de la instrucción resolver todas las cuestiones en las que la ley
requiera la intervención de un juez durante el procedimiento preparatorio, dirigir la audiencia
preliminar, dictar las resoluciones pertinentes y dictar sentencia conforme a las reglas del
procedimiento abreviado.

Art. 74.- Los Jueces de Ejecución Penal. Los jueces de ejecución penal tienen a su cargo el
control de la ejecución de las sentencias, de la suspensión condicional del procedimiento, de la
sustanciación y resolución de todas las cuestiones que se planteen sobre la ejecución de la
condena.

Art. 75.-Los Jueces de Paz. Los jueces de paz son competentes para conocer y fallar:

1. Del juicio por contravenciones;


2. Del juicio por infracciones relativas al tránsito de vehículos de motor;
3. Del juicio por infracciones relativas a asuntos municipales;
4. Del control de la investigación en los casos que no admitan demora y no sea posible
lograr la intervención inmediata del juez de la instrucción competente;
5. De las solicitudes de medidas de coerción, en los casos que no admitan demora y no sea
posible lograr la intervención inmediata del juez de la instrucción, o que resulte
conveniente para facilitar la participación de todos los intervinientes;

De los demás hechos punibles cuyo conocimiento y fallo le son atribuidos por las leyes
especiales.

Jurisdicción Graciosa o Voluntaria


La jurisdicción voluntaria o graciosa comprende la atribución que tienen los tribunales del
desempeño de obligaciones que interesan a los derechos y obligaciones de los particulares sin
que se dilucide contenciosamente, es decir, sin litigio abierto entre las partes.

Estas funciones, no requieren que sea instruido un proceso público, contradictorio y abierto
para que sea juzgada la contestación. Se provee la tutela y protección de los intereses por la vía
administrativa de los tribunales, y no mediante su función jurisdiccional. La ley ha señalado este
tipo de desempeño de los tribunales por la vía administrativa, como jurisdicción graciosa, en el
artículo 78.d de la ley 821 del año 1927 dice que (Defender y asistir de oficio, cuando fueren
designados al efecto por el juez, tribunal o corte competente, ante cualquier tribunal o corte, o
en todo estado de causa, y tanto en jurisdicción contenciosa como en la graciosa y en los actos
conservatorios y ejecutorios, a los reos en materia criminal; y en materia civil y comercial, a los
pobres de solemnidad o a aquellas personas físicas o morales, establecimientos públicos o de
31 utilidad pública y asociaciones privadas cuyo objeto sea una obra de asistencia y gocen de la
personalidad civil, que en razón de la insuficiencia de sus recursos se encuentren en la
imposibilidad de ejercer sus derechos en justicia, ya como demandante o como demandado.)
Es preciso señalar que los tribunales tienen a su cargo funciones que únicamente se
desempeñan por la vía administrativa, que no debe confundirse con la jurisdicción graciosa. Nos
referimos por administrativas, a las decisiones que se circunscriben a la organización del
tribunal, que no afectan o tocan los derechos de las partes. Por ejemplo, las designaciones o
comisiones de alguacil, la fijación de audiencias.

El juez estatuye en materia graciosa, cuando le es apoderado de una petición de la cual la ley
exige, en razón de su calidad, la naturaleza del asunto o la calidad de quien la exige, que ella sea
sometida al control del tribunal. Estos casos son decididos en cámara de consejo, es decir, sin
publicidad ni contradicción.

La ley 489–08, sobre arbitraje comercial, otorga competencia a los jueces en materia civil y
comercial para dilucidar situaciones especiales en materia graciosa para el cumplimiento de
determinadas funciones de asistencia y supervisión durante el proceso de arbitraje, como lo es
por ejemplo, el nombramiento de árbitros y el exequátur en los artículos 9 y 7. Además, el
artículo 44 de la misma ley establece que el laudo arbitral puede ser sometido en jurisdicción
graciosa ante el tribunal para ser examinado. El tribunal emite un auto que puede ser
contestado ante la Corte de Apelación.

Art 43.- Forma de la Solicitud de Ejecución. La parte que solicite la obtención de un exequátur
para la ejecución de un laudo, debe depositar mediante instancia, por ante el tribunal
correspondiente, un original del laudo y del convenio arbitral o el contrato que lo contenga.

Art 44.- Examen del Laudo. El laudo sometido de acuerdo con el artículo anterior, es examinado
por el tribunal apoderado en jurisdicción graciosa, conforme las reglas establecidas en la
presente ley y dentro de los límites de las convenciones internacionales que fueren aplicables.
Si hubiere contestación sobre el auto que se dictare, la misma será conocida y fallada conforme
establece la presente ley para el caso de anulación, por la Corte de Apelación competente, en
única y última instancia y según establezca la convención internacional correspondiente.

El exequátur es la decisión mediante la cual un tribunal de primera instancia autoriza la


ejecución en nuestro país de una sentencia dictada en el extranjero. Se someten al exequátur
aquellos fallos condenatorios que imponen una prestación positiva de hacer o no hacer, en
cambio, las sentencias declarativas o aquellas que determinan una condición.

El artículo 91, párrafo I de la Ley 544–14, de Derecho Internacional Privado, establece que este
procedimiento debe ser realizado en jurisdicción graciosa y otorga competencia única y
exclusivamente a la Cámara Civil y Comercial del Tribunal de Primera Instancia del Distrito
Nacional.
Si es rechazado el exequátur, la decisión del tribunal emitida en jurisdicción graciosa puede ser
apelada conforme al derecho común.

La demanda o solicitud se introduce por medio de una instancia dirigida al tribunal que la ley
otorgue competencia expresa, en el cual se precisa el pedimento que la parte hace al tribunal.
El tribunal decide del asunto mediante resolución u ordenanza. Si la decisión implica una
obligación para la otra parte, ésta debe serle notificada y eventualmente pasaría a la
jurisdicción contenciosa.

El juez estatuye en materia graciosa cuando en ausencia de litigio, él es apoderado de una


demanda, de la cual la ley exige, en razón a la naturaleza del asunto o la calidad del requirente,
que ella sea sometida a su control. Deben reunirse dos condiciones para que el juez estatuya en
materia graciosa:

a. Que surja una dificultad desprovista de carácter contencioso.


b. Que la dificultad no pueda resolverse sin la intervención del juez.

La jurisdicción voluntaria o graciosa, tiene por objeto la decisión de las contestaciones relativas
a los derechos y obligaciones de los particulares. Es la función normal de los órganos del poder
judicial en esta no hay debate entre las partes. Los actos de jurisdicción voluntaria no son sino
acto administrativo de categoría especial, aquel mediante los cuales los órganos del poder
judicial ejercen fuera de todo litigio, ciertos poderes de comprobación, de recepción, de control
o tutela.

Se distingue generalmente tres grupos de actuaciones de jurisdicción graciosa que son:

1. Recepción de ciertos actos: aquí el juez desempeña una función similar a la de los
notarios públicos. Ej. La emancipación del menor, la adopción y la adjudicación en
ciertas ventas.
2. Medida en interés general: en este grupo entran diversa atribuciones de los tribunales
que tienen por objeto la adopción de medidas que propenden a la salvaguardia del
interés general, aunque son dictada frecuentemente para satisfacer un interés
particular, Ej. Las rectificaciones de las actas del estado civil, el envío en posesión de un
sucesor irregular, etc.
3. Medida de protección en favor de los incapaces y ausente: en esta categoría entran la
presidencia de los consejos de familia de los menores y los interdictos, la medida que
puede ser adoptada en interés de los ausentes.

La ley de sociedades comerciales y empresas individuales de responsabilidad limitada, №479–


08, prevé diversos procedimientos a ser dilucidados en materia graciosa que sirven para
resolver situaciones especiales que se presenten en el marco de las sociedades comerciales. A
continuación alguna de ellas:

1. Artículo 94: Emitir mediante Auto, la evaluación de cada aporte en naturaleza que
deberán tener anexos los estatutos, en caso de defecto de un comisario de cuentas.
2. Artículo 97. C: Designar un perito, en caso de que no se llegue a acuerdo sobre el mismo
entre los socios, para que determine el precio de las cuotas sociales que deberán ser
adquiridas por los socios en caso de que se rehusare consentir el proyecto de cesión de
las mismas. En Sociedades de Responsabilidad Limitadas (SRL).
3. Artículo 122, Párrafo I: Designación de un comisario de aportes, en las SRL.
4. Artículo 248, Párrafo II: Designación de un comisario de cuentas, en las Sociedades
Anónimas.
5. Artículo 333: Designar los representantes de la masa en caso de urgencia en Sociedad
Anónimas (la masa compone la agrupación de los portadores de las obligaciones de una
misma emisión para la defensa de sus intereses comunes).
6. Artículo 390, 425, párrafo I. Designar comisarios.
7. Artículo 448, párrafo: Designar experto contable para determinar el valor de las partes
sociales.

La ley 834 del año 1978 en su artículo 21 establece que en materia de jurisdicción graciosa, el
Juez puede declarar de oficio su incompetencia territorial. En materia contenciosa, sólo podrá
hacerlo en los litigios relativos al estado de las personas o en los casos en que la ley le atribuya
competencia exclusiva a otra jurisdicción.
Conclusión

En resumen, el derecho dominicano se basa en la división de poderes, que se


manifiestan en la función legislativa, ejecutiva y judicial. Cada una de estas
funciones tiene una forma de expresarse mediante actos jurídicos. El derecho
dominicano también establece diferentes jurisdicciones según la materia, el grado
y la especialidad, que se ocupan de resolver los conflictos jurídicos. El derecho
dominicano es un sistema jurídico plural, complejo y dinámico, que busca
garantizar el orden, la justicia y la seguridad jurídica.

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