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Aziz Gual

…tal vez son las ideas como mariposas invisibles


y uno tiene un mango con trampa y lo agita
guiándose por el oído hasta que cae una,
o son ellas las que lo encuentran a uno
para darse a la vida…
después se hacen libres y se van
y se vuelve parte de un lenguaje sin fronteras,
parte del mundo de la vida y del tiempo.
Por eso no existen las recetas para ser clown,
ni para ser persona, cada quien descubre
el lugar en donde habitan tesoros…

Aziz Gual (Fragmento de una biografía inédita)

n clown nunca escribiría de un clown, y no lo haría porque el clown es, antes


que una identidad, la vivencia, la experiencia, el momento del encuentro con el
público. Así, el clown es una cualidad fugaz, irrepetible, renovadora. Cuestionarme
por escrito acerca de mí mismo como clown es una experiencia ajena a mi trabajo;
de manera que lo único que puedo decir es lo que no soy: escritor. El clown revela su
verdad sobre sí mismo a partir de su “lenguaje”, en el amplio sentido de la palabra.
Verbalizar al clown es limitarlo, por eso yo, como clown, sólo puedo hablar desde mi
experiencia, expresarme a partir de los códigos del clown.
Nadie por el sólo hecho de tomar un tallercito de clown es ya un clown ni puede
hablar de este género como lo hace la gente de teatro cuando se refiere a su propia
actividad. Y repito, no soy escritor, y un clown nunca escribiría acerca del clown; de
hecho, me parece que sería la última forma en que abordaría un discurso. El clown no
es textual, porque las letras no son herramientas en su lenguaje artístico; en todo caso,
el clown desarrolla cada una de sus ideas mediante unos cuantos dibujitos trazados a
la manera de un cómic o de un storyboard. El clown escarba en su propia dialéctica
y en ella encuentra su verdad acerca de sí mismo.
Así pues, el clown deja de lado las palabras porque se manifiesta de otra manera:
es vivencia, se gesta y nace a partir del ejercicio de la comunicación física y psico-
lógica con el público, del conocimiento de sí y de su entorno. ¿ Y entonces, qué me
tiene aquí sentado frente al teclado de la computadora escribiendo acerca del clown?
¿Es acaso la necesidad de salir en defensa del niño interior? No lo sé, mi única certeza
se refiere a lo que siento: una gran curiosidad e interés por el clown.
En mis reflexiones he descubierto el grave error que comete quien aborda el dis-
curso del clown desde una perspectiva ajena a este discurso o bien lo interpreta.
© ??????? Hasta hoy nadie ha logrado diseñar una fórmula precisa para construir este personaje
extraordinario: el clown es una experiencia que sólo puede ser comprendida en una
forma individual, porque involucra la personalidad toda del artista de la comedia; por
ello su efecto en el público es siempre auténtico, único, implagiable.
...el clown es una experiencia El término clown no constituye propiamente un anglicismo, porque no tiene un
equivalente preciso en otras lenguas y, por lo tanto, es una palabra universal. Se le ha
que sólo puede ser comprendida traducido indebidamente como “payaso”, pero el clown no es un payaso.
En la médula de la comedia, existen tres tipos de payasos, el clown no correspon-
en una forma individual, porque de a ninguno de ellos. No es el carablanca del circo tradicional, que va parodiando
involucra la personalidad toda del y representando a la aristocracia; tampoco el payaso rojo, augusto, el idiota que no
cabe en un corazón tan grande como el suyo; ni el payaso negro, el “trampa”, carga-
artista de la comedia; por ello su do de ironía y de olor a muerte, sin prejuicios. No, el clown es el carácter, algo más
que un maquillaje o un momento de diversión: es un “concepto”, como se le nombra
efecto en el público es siempre en el universo del circo y la comedia; es acendradamente humano, un comunicador
auténtico, único, implagiable. excepcional, un observador de la fenomenología de Homo sapiens sapiens, un inves-
tigador que sucumbe a la pasión por la transgresión, un subvertidor de la pasividad,
un ocioso que pasa la mayor parte de su tiempo explorando las vetas de aquello

52 REVISTA MEXICANA DE TEATRO


ENERO / FEBRERO / MARZO 2011
DOSSIER

TEATRO PARA
público joven
que nos humaniza: nuestra flaqueza, nuestras verdades provocar reacciones estriba en la neutralidad, en la pre-
absurdas, nuestras contradicciones, un arquitecto de la
improvisación.
cisión de la pausa, en el secreto de la comunión con los
comensales, pues él no es más ni menos que los otros,
El clown es música,
El clown ejercita día con día todas las posibilidades es simplemente el mecanismo de la transcripción, el la trae adentro.
del virtuosismo humorístico. Para fortalecer su lenguaje, que le da el tiempo preciso a cada acción, a cada gesto,
reflexiona en torno de un discurso simple en el cual a cada respiración. En su caminar
quepan verdades que todos puedan comprender. Con
este propósito recurre a la metáfora, presencia de lo
El clown es música, la trae adentro. En su caminar se
integra una coreografía cotidiana que alegra el ambien-
se integra una
invisible que cobra forma en un instante propio: el ins- te, lleva la magia implícita en sus extremidades y en sus coreografía
tante poético del clown. En él pone fin a sus fantasmas gestos. Parece espontáneo. Pero nada existe por mila-
y se confronta valerosamente con el público. Lo hace gro. El clown conjuga el talento con un entrenamiento cotidiana
de frente, desnudo, vulnerable. Viste, por única indu- físico mental y psicológico; se enfrenta a muy diversas que alegra
mentaria, un manojo de llaves capaces de abrir todas verdades y, a veces, crueles lecciones de su egocentris-
la cerraduras que median entre él y los espectadores, mo. Pero el clown, con el paso del tiempo, domestica el ambiente...
hasta llegar a ellos de manera genuina, humana, verda- el ego y sobrepasa los abismos de la existencialidad:
dera, desenmascarada. En ese momento se juega todo, encuentra su propia verdad, una verdad singular, que
Parece espontáneo.
siguiendo las reglas de su propia naturaleza de no morir no le puede ser robada, porque en la esencia del clown Pero nada existe
en el intento: hacer reír a toda costa, conmover, provo- existe una relación estrecha con el tiempo, y es éste el
car placer y acortar al máximo las distancia entre los que le apremia para que desarrolle su oficio verdade- por milagro.
seres humanos; pervertir la risa, como la traición mis- ro.
ma, o lograr con ella un efecto de consumación divina,
de totalidades tangible, como experiencias autotélicas y Aziz Gual.
perecederas pero intransformablemente real.
© ???????
Paradójicamente, el clown sabe que la regla para

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