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EL MIMO Y EL CLOWN de respeto.

- Jesús Jara - Así pues, ya vemos que estamos ha-


blando de gente no muy bien
Antes de nada aclararé que el término considerada: “ademanes ridículos”,
clown lo utilizaré como equivalente a “género más bajo”, “mamarracho”.
payaso en su concepción global y no Gente que ha sido censurada,
en su acepción de personaje de cara rechazada, ensalzada o despreciada
blanca que representa la autoridad y las según épocas y gustos.
normas frente a su pareja, el Augusto, Gente irreverente, espíritus libres que
que representa la transgresión, y que han hecho de su arte burla del poder,
juntos se han convertido en una de las las normas, la religión (durante muchos
fórmulas más populares de represen- siglos de cristianismo el mimo lo tuvo
taciones de payasos. El Augusto sería, muy difícil). Mimos, clowns, bufones,
en mi opinión, el verdadero payaso o magos, volatineros, titiriteros, etc.,
clown, como argumentaré a lo largo de componen un abigarrado conjunto de
este artículo, tanto por su compleja gentes que son considerados como un
personalidad como por su actitud y especie de patitos feos de las artes y
comportamiento. de la sociedad. En el Imperio Romano
Dicho esto, comenzaré realizando una el mimo tenía su sitio en los descansos
visita orientativa al diccionario para si- o al acabar la representación de una
tuarnos en lo que es el objeto de este tragedia, y su actuación servía para
escrito: los límites y las similitudes del “ayudar a secar las lágrimas de los
mimo y el clown. espectadores”, como declaraba un es-
Payaso: titiritero que hace de gracioso, coliasta de Juvenal. Y cuando consigue
con traje y ademanes ridículos. más popularidad entre los romanos su
Mimo: farsante del género cómico más lugar será los ludi florales, que estaban
bajo en la antigüedad clásica; bufón há- colocados bajo el signo de arte menor.
bil en gesticular y en imitar a otras per- Incluso hubo, en el siglo XIII, un famo-
sonas. so trovador de la corte de Alfonso X de
Bufón: truhán que se ocupa en hacer Castilla, Guiraut de Riquier, que pidió a
reír. Y una de las acepciones de truhán su señor que “fijara una nomenclatura
es: persona sinvergüenza que vive de exacta para distinguir a los representan-
engaños y estafas. Por otro lado en un tes nobles de los vulgares dentro del es-
diccionario de sinónimos se encuentra tamento de los comediantes, pues era
payaso como equivalente a mamarra- totalmente injusto que los recitadores,
cho, y mamarracho es, entre otras con cuyas canciones y versos bien com-
cosas, hombre informal, no merecedor puestos se deleita un público cortesano,

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se igualaran con los bufones, payasos, colectivo, de nuestra herencia genética.
volatineros, prestidigitadores y domado- Un bebé expresa y siente, gesticula y
res, que desempeñan su oficio en los ríe mucho antes de hablar.
mercados públicos ante todo el pueblo”. De modo que estas actividades artísti-
Y es que, aunque mimos y clowns han cas tienen su análogo, su origen en otras
conocido épocas de gloria y respeto actividades cotidianas primarias y ello
para algunos de ellos, la mayoría ha en- hace que formen parte del patrimonio
contrado en la calle su lugar natural de cultural más cercano a la mayoría de
expresión y en las gentes sencillas sus las personas.
mejores y más habituales espectado- Pasaré ahora a reflexionar sobre otro de
res. los espacios fronterizos del mimo y el
Y llegados a este punto hay que pre- clown: la expresión por la imagen, o una
guntarse ¿porqué? “imagen vale más que mil palabras”.
Evidentemente, en gran medida porque Comenzaré hablando de la máscara, en-
quienes se dedicaban a este oficio per- tendida ésta no tanto como objeto sino
tenecían al pueblo y sus chanzas gol- como un dispositivo para expulsar la per-
peaban, frecuentemente, a los podero- sonalidad del que la usa fuera de su
sos. Pero habría también otras causas cuerpo y permitir que un espíritu tome
más profundas. posesión de él. La máscara como
En mi opinión, el clown y el mimo expresión precisa de los sentimientos,
entroncan con algunas de las activida- como material transparente que abre las
des más cotidianas y gozosas del ser emociones, las intenciones, la voluntad,
humano: la risa, la gesticulación, la ter- la dramaturgia de la acción hacia el ex-
nura, la imitación... terior. ¿Qué otra cosa es, sino ésto, el
¿Quién no ha escuchado, contado al- maquillaje, la nariz roja, el vestuario, el
gún chiste, la más popular de las for- aspecto de un mimo, un clown, que sólo
mas del humor? El hombre necesita reír, con verlos, con recibir su imagen ya ima-
para comprender, para conocer, para ginamos cosas de su carácter, su
crecer y asimilar su realidad. interior, su forma de ser?.
¿Y quién no ha tenido la tentación o la Uno de los más claros ejemplos de sim-
necesidad de imitar a alguien, de co- biosis de mimo y clown, Chaplin, dice
municar con las manos, el gesto, supe- en su autobiografía: “...No tenía ningu-
rando la expresión verbal, o el idioma, o na idea acerca del personaje. Pero en
los ruidos? El ser humano recorrió un cuanto estuve vestido, la ropa y el ma-
largo camino hasta llegar al lenguaje quillaje me hicieron sentir el tipo de
hablado y escrito, y sin duda ese cami- persona que él era. Empecé a conocer-
no forma parte de nuestro inconsciente lo, y en el momento de aparecer en el

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escenario, ya había nacido por comple- técnico provoca en los alumnos más de
to...”. Y también: “...Me di cuenta que un sufrimiento, en mi opinión innecesa-
tendría que pasar el resto de mi vida rio.
haciendo descubrimientos acerca de la A continuación me detendré en otros
criatura. Cuando me miré al espejo y lo de los aspectos fundamentales de la ex-
vi por primera vez, lo consideré algo fijo, presión por la imagen, patrimonio de mi-
completo. Sin embargo, aún no sé todo mos y clowns: la mirada.
lo que hay que saber sobre él...”. El clown mira de frente, ojos bien abier-
Así pues, creo que mimos y clowns son tos, cejas arqueadas. Inocencia. Mira-
seres (no personajes) que viven, sien- da clara, receptiva, abierta a recibir,
ten y reaccionan de las mil y una mane- sentir, conocer. Mirada que anuncia, que
ras que una persona puede hacerlo en informa, transparencia total hasta
su vida. Un personaje está acotado por cuando intenta ocultar. Busca compar-
toda una serie de características dadas tir, complicar, implicar al que le obser-
por el autor, la dramaturgia, los otros va, el deseo de complicidad le arrebata.
personajes. El mimo y el clown sólo Es como el niño que necesita compartir
tienen como referencia aproximada a con los padres constantemente su
cada uno de nosotros cuando nos aprendizaje, su evolución permanente:
deslizamos hacia esa especie de otro “Mira, papá, mira lo que hago. Mira,
yo. En ellos se condensan y sintetizan mamá, mira lo que siento. Mirad, mirad
todos nuestros rasgos más acusados, y miradme. Este soy yo, ésto me
tanto los que mostramos más fácilmente emociona, ésto he descubierto. Quiero
como los que ocultamos y/o reprimimos ir allí, ¿puedo ir hacia allí?” Su mirada
por razones personales o culturales. Es acompaña sus pensamientos, sus
decir, desde el clown y el mimo podemos convicciones, sus dudas y de nuevo sus
asistir a un enriquecimiento de nuestro convicciones, en ese proceso continuo
autoconocimiento y a una ampliación y de hacer, detenerse para observar y
amplificación de todos nuestros continuar haciendo.
registros emocionales, conductuales y Mirada curiosa, mirada inocente del que
vitales. descubre cosas cada segundo, se
De esta manera, descubrir ese otro yo asombra y engulle experiencias que
interior se convierte en una apasionan- nunca, a diferencia del ser humano, le
te aventura, divertida y liberadora a la retraen y le aíslan, le individualizan y le
vez. Aunque bien es cierto también que hacen antisocial.
no en todas las escuelas actuales se En el clown la mirada es una puerta
comparte esta filosofía. Son aquellas en abierta para comunicar, para expresar,
las que el predominio del aprendizaje nunca para ocultar. Es esa puerta so-

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cial para el intercambio, el puente de co- que han habitado las pistas de circo
municación de su mundo interior y la (Chaplin, Keaton, Joe Jackson Jr.,
manera de confrontar éste con el mundo George Karl, etc.). Incluso ha habido
de los demás, con las normas sociales. otros estupendos cómicos que directa-
Es un diario abierto, a través del cual mente se han llamado mimo-clown,
recibimos permanente información como el ruso Leonid Enguibarov.
sobre sus intenciones, ilusiones, Y es que durante muchos siglos, y en
experiencias, decepciones, miedos, numerosas culturas, mimos y clowns
deseos. Sus sentimientos escapan por han sido una sola cosa, como veremos
sus ojos como el humo por la chime- a continuación. El teatro es casi tan
nea, de manera natural, irrefrenable, antiguo como el hombre. Sus raíces se
casi involuntaria. encuentran en las necesidades de éste,
Si un clown no nos mira, no existe. en sus anhelos, sus miedos, sus creen-
Ahora bien, todo camino tiene sendas cias: fertilidad, caza, fuerzas naturales,
diversas, que a veces divergen, a veces dioses, cosechas, derivan hacia la ce-
confluyen, o marchan paralelas para en- remonia, el rito, danzas y celebraciones
contrarse más tarde. Incluso, desvíos culturales de todo tipo. Y al tener estas
que no llevan a ninguna parte. Así, han celebraciones como base lo cotidiano,
existido o existen mimos con mucha lim- aparece ineludiblemente la imitación, la
pieza expresiva, pero exentos de pantomima. Y en cuanto se afloja la
emoción o payasos burdamente cómi- severidad cultural, se produce la burla
cos que hablan sin parar. También el y como consecuencia de ésta, la risa.
mimo ha aprendido a desenvolverse De eso, precisamente, estoy hablando,
más frecuentemente en el silencio, o el de la conjunción de mímica y carcaja-
clown se ha visto inclinado a provocar da.
más habitualmente la risa del especta- Como lo que ocurre cuando el protago-
dor. nista del drama del buscador de miel
Se podría decir que el mimo ha desa- en Filipinas tropieza con todo tipo de
rrollado y perfeccionado más el gesto, problemas. O con la parodia de los
la forma, el lenguaje exterior, y el clown nativos de Australia “Encuentro con el
ha cultivado más el sentimiento, el hombre blanco”, en la que se pintan la
fondo, el lenguaje interior. cara con ocre claro, se ponen un
Pero al mismo tiempo, han abundado y sombrero de paja y rodean las piernas
abundan mimos claramente cómicos con juncos antes de vestirlas con po-
(actualmente Vol-Ras, Tricicle, etc.) o lainas, para arrancar la risa de los es-
payasos que no hablan como todos los pectadores.
grandes del cine mudo y muchos de los Y ese es el mismo espíritu que animaba

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a los enmascarados que en las cortes (conceptos todos ellos básicos en el
reales del Antiguo Oriente estaban en- trabajo del mimo) el payaso existe bajo
cargados de la diversión y que parodia- la máscara del lunar blanco en la nariz
ban a los generales enemigos e inclu- o la mariposa pintada en la mejilla. En
so, en los tiempos tardíos del crepús- Japón se desarrollan estilos teatrales
culo de los dioses, a los seres sobrena- basados en el arte del bufón. El
turales. Sarugaku y el Dengaku, cuyo origen
También en culturas islámicas, como son danzas y cortejos desenfrenados
Turquía, encontramos un tipo de tea- que representan el mismo tipo de di-
tro, el Orta oyunu, que a semejanza de versión popular que el carnaval euro-
la Commedia dell’arte crea una galería peo. El Kyôgen, especie de entremés
de personajes de diversidad racial, entre de amos y criados. En todos ellos en-
los que destaca, como favorito del pú- contramos personajes que no
blico la burlona figura del clown, podríamos definir sino con una palabra
Kavuklu. O su pariente próximo, que aglutinara todos los conceptos que
Karagöz, que con la misma esencia, imi- he venido barajando: bufón, mimo,
tación y burla, se establece y desarrolla clown, acróbata, juglar, titiritero... Ellos
en el teatro de sombras turco. son el hilo conductor que desde las
Incluso en culturas basadas fuertemente épocas antiguas hasta la actualidad
en una profunda espiritualidad, en el llevan este arte tan arraigado, pasando
culto religioso, y en las cuales la danza, por su esplendor romano, la edad Media
la estética, la estilización y la poesía tie- (mascaradas, autos de carnaval) y la
nen un gran protagonismo; incluso en Commedia dell’arte. Y aquí me deten-
ellas, como es el caso de la India, la risa, dré de nuevo. La Commedia dell’arte
el personaje gracioso, se abren camino. representa, en mi opinión, la más clara
Y así encontramos al Vidûshaka, un expresión de simbiosis entre el mimo y
criado glotón que siempre se ocupa de el clown.
sacar de apuros a su amo con todo tipo Por un lado, los personajes son verda-
de artimañas. Primero, incluido como un deros estudios de pantomima. Su com-
personaje más del drama clásico y más posición y estructura física, la partitura
tarde desarrollando su propio género in- de movimientos de cada uno, sus
dependiente, el Bhâna, pieza formas de caminar, de expresar miedo
humorística en un acto. o alegría, todo ello conforma una medi-
Y en China y Japón, donde el arte del da sinfonía de limpieza y precisión
teatro, como en la India, es el arte de la corporales. Por otro lado, los criados,
expresión del cuerpo, del movimiento columna vertebral de sus tramas, son
codificado, de la limpieza expresiva, el auténtico espíritu del clown. Malva-

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dos y bondadosos, atrevidos o educación o el autoconocimiento.
timoratos. Tiernos, enamoradizos. Prag- También la popularidad de gente como
máticos, como Sancho, y soñadores, Marcel Marceau o Charlie Rivel, con
como Don Quijote, reúnen en sí mismos estilos diferenciados, en las últimas
toda la complejidad de la personalidad décadas, han hecho aparecer mimo y
del Clown, del Augusto, que como dije clown como lenguajes distintos. Pero,
al principio es el payaso total, auténtica al mismo tiempo, esa popularidad nos
síntesis de todo lo que habita en el ser habla bien a las claras de lo profundo
humano: grandeza y simplicidad, de los lazos que existen con el público,
aventura y cautela, sentimiento y razón. a pesar del gran desarrollo del teatro de
Y al mismo tiempo, ese ser enfrentado, texto o de autor que se ha producido en
en constante contradicción, con las el último siglo.
normas sociales, con la lógica del Así pues, concluiré diciendo que, lejos
mundo de los demás, de la comunidad de la visión incompleta de lo más cer-
y su inercia de comportamientos. La cano, mimos, payasos titiriteros, magos,
Commedia dell’arte, con su estructura teatreros de calle de todo tipo, seguirán
de arquetipos humanos y su desarrollo caminando por la senda común de la
inicial, basado en la improvisación, ha permanente alternativa al teatro “culto”.
sido y es el puntal sobre el que afirma Y en muchos casos, con mayor impac-
el arte del gesto y el sentimiento. Y al to, con mejor aceptación entre el
tiempo, desde una teatralidad innegable, público.
en la convención, en el guiño y la Y es que el único teatro que existe des-
complicidad con el público. de siempre, que no entiende de géne-
Así hemos llegado a nuestros días. Qui- ros mayor o menor, de elitista o popu-
zá, uno de esos momentos históricos lar, es aquel que representa una perso-
en los que las fronteras del mimo y el na e interesa a otra.
clown parecen ensanchadas. Variedad Cualquier otro debate sobre jerarquías
de escuelas diferenciadas de uno y otro en el teatro deviene estéril e innecesa-
tipo, esquematismo de los profanos rio.
sobre la imagen de uno y otro (rostro
blanco y mudez en el mimo, ropas
coloridas y maquillaje exagerado en el
clown). Un desarrollo mayor de la pan-
tomima en escuelas oficiales, por lo que
aporta en cuanto a disciplina y control
corporal. O la implantación del clown en
terrenos cercanos al teatro, como la

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