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ORIGEN Y EVOLUCION DEL ESTILO DE VIDA

El Mediterráneo, el “Mare Nostrum” de los romanos, es el mayor mar interior del planeta, uniendo tres
continentes: Europa, África y Asia. Pero el Mediterráneo no es sólo una geografía, un clima o un mar.
Este mar delimita también un espacio cultural, una confluencia de civilizaciones muy antiguas que nos
han legado formas particulares de vida en comunidad, patrimonios culturales diversos y un modo
particular de ver, de pensar y de actuar que ha influenciado de algún modo a todo el planeta y que se ha
mantenido hasta nuestros días. En este espacio emergieron extraordinarias civilizaciones que
desarrollaron producciones, ciencias y artes. También surgieron sociedades de agricultores, artesanos y
mercaderes y fueron fundadas centenares de ciudades las cuales poseen una estructura urbana en la
que destaca la importancia de los puertos, la presencia de grandes mercados, plazas y templos,
anfiteatros y espacios de ocio, poniendo de manifiesto una intensa vida comunitaria, plena de relaciones
de pertenencia y vecindad. La continua expresión de esta vivencia hizo que se creara un estilo de vida
que incluye prácticas de convivencia y de alimentación que constituyen la “dieta mediterránea”.

FACTORES (CLIMA, LOCALIZACION GEOGRAFICA)

El clima es un factor clave en todo esto, ya que las buenas temperaturas favorecen que la población
disfrute especialmente de su tiempo de ocio al aire libre, y que gran parte de su vida social se desarrolle
fuera del hogar. También ayuda a la práctica de ejercicio físico moderado. Relacionado con esto, se
realizó un estudio en la Universidad de Hamburgo donde se encontró una posible relación entre el clima
templado o moderado y el buen estado de ánimo. Esta investigación apunta que las temperaturas
templadas, no extremas, facilitan la realización de actividad física y la inversión del tiempo al aire libre,
condiciones que están claramente asociadas con el bienestar y bajos niveles de estrés y menor riesgo de
trastornos depresivos.

QUÉ SE ENTIENDE POR ESTILO DE VIDA MEDITERRANEO

En la actualidad el concepto de estilo de vida mediterráneo está formado por varios factores que se
consideran esenciales:

 Una vida simple. Tranquila, relajada, sin prisa, pero sin pausa. Cada persona pasa los días
absorto en sus quehaceres, manteniendo un ritmo productivo, pero con sus espacios para
pensar, contemplar y socializar y disfrutando de las pequeñas cosas.
 Pasar tiempo con amigos y familiares : Las buenas relaciones y la socialización contribuyen
enormemente al bienestar. Y en el mediterráneo lo llevamos bien, sólo hay que observar los
bares y terrazas, la gente hablando por la calle o paseando en grupo.
 La vida al aire libre. Pasear, la playa, comer en una terraza. En el mediterráneo hay buen clima y
se disfruta. Se hace vida al aire libre siempre que se puede. Y se puede bastante.
 La siesta. Más que un periodo para dormir es un concepto. El día se divide en dos partes, la
mañana y la tarde, con una transición de aproximadamente dos horas conocidas como “la
siesta”. Bien se aprovecha ese periodo para dormir y descansar, o para hacer cualquier otra cosa
 La gastronomía. La dieta mediterránea es considerada una de las más sanas en base a la baja
cantidad de grasas saturadas y el consumo de aceites vegetales, como el aceite de oliva. El
aceite de oliva, que se elabora desde hace miles de años, es sin duda la estrella de la dieta
mediterránea, un producto altamente saludable que es imprescindible en todas las casas del
mediterráneo, usándose en multitud de platos.
Como puede apreciarse son aspectos propios de formas de vida tradicional que quizá practicaban en
mayor medida nuestros padres y abuelos, y que absurdamente estamos perdiendo debido en parte a la
globalización, al auge del individualismo y a una vida marcada por la rapidez y la inmediatez, influyendo
directa o indirectamente en todos los factores nombrados anteriormente. Este cambio en la sociedad
actual y esta pérdida progresiva de este estilo de vida mediterráneo están provocando el aumento en la
incidencia de trastornos como la depresión mayor o la ansiedad generalizada (entre muchos otros), tan
presentes por desgracia en la población actual.

BENEFICIOS

Los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea son muy conocidos. Pero cuando se estudia a la gente
que sigue la dieta mediterránea se comprueba que también hace otras cosas demostradamente útiles
para prevenir la enfermedad, como tener más actividad física y mayor relación social. Los beneficios de
este estilo de vida son incontables, no solamente a efectos físicos sino también a nivel psicológico.

 Según los resultados de un estudio llevado a cabo por los investigadores del CIBER de Salud
Mental (CIBERSAM) en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han evidenciado que
aquellas personas con una mayor adherencia a la dieta mediterránea también presentan una
mayor satisfacción con la vida, y experimentan menos emociones negativas, ambos
componentes del denominado bienestar psicológico o subjetivo.
 Incluir en la dieta productos como el pescado azul, vegetales, frutos secos, como las nueces, o
soja, puede aumentar la protección cerebrovascular frente a enfermedades como la esclerosis
múltiple y reducir el colesterol malo y aumentar el bueno.
 Otros alimentos fundamentales durante el verano son los ricos en componentes con efectos
antiinflamatorios y antioxidantes, como los frutos rojos, las especias (azafrán, por ejemplo) o las
nueces. Estos pueden reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas y el
deterioro cognitivo asociado a la edad.
 Realizar actividad física a parte de los beneficios para la salud física, ayuda a fortalecer y
mantener la autonomía de las personas, reducir el aislamiento social que tienen ciertos estilos
de vida y aumentar la autoestima y mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos
 Tener aficiones ayuda a que desarrollemos y ampliemos nuestras capacidades y conozcamos
nuestras virtudes y a que desconectemos de la rutina y el estrés. Son perfectos para combatir el
nerviosismo, la ansiedad y la depresión. Ayudan a prevenir enfermedades como el Alzheimer.
Contribuyen al autodominio y el equilibrio mental. Tienen efectos positivos para la salud.
Fomentan la creatividad, la sana competencia y la disciplina.

QUÉ ASPECTOS PODRIAN MEJORARSE

Sin embargo, con toda la información que existe a favor de esta dieta y a pesar de que tiene su origen en
países de la cuenca del mar Mediterráneo en realidad en nuestro país no tiene tantos seguidores.

Según dos estudios de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Autónoma de Barcelona y la


Universidad Estatal de Londres, el 12% de los españoles mayores de 18 años cumplen los requisitos de la
dieta mediterránea con un nivel de seriedad alto, mientras que el 46% incorporan algunos elementos de
este modelo nutricional con relativa frecuencia, normalmente en periodos estivales.
Por el contrario, hemos adoptado un estilo más europeo u occidental: grasas saturadas, alimentos fritos,
bebidas azucaradas o carnes procesadas y poca cantidad de fruta y verdura. A esto hay que añadir una
escasa actividad física y un alto porcentaje de fumadores, en comparación con otros países.

Según reconocen varios estudios sobre nutrición, las rutinas diarias y las limitaciones del horario laboral
son las principales precursoras de este cambio y han favorecido la adquisición de hábitos poco
saludables: almorzar en pocos minutos y con ansiedad, el consumo de alimentos procesados o
precocinados o el sedentarismo. Quizás deberíamos plantearnos reducir la jornada laboral, como sucede
en otros países, para poder reconectar con uno mismo y dedicar más tiempo a la vida social, ya sea con
amigos y familiares, y a cultivar un abanico más amplio de hobbies y aficiones.

ALGUNA CURIOSIDAD

La palabra dieta viene del griego “diaita”. Significa “modo de vida”. Normalmente entendemos por dieta
mediterránea un sistema dietético, pero realmente se trata de un estilo de vida que a su vez incluye una
concreta forma de alimentación. Fue precisamente Grecia –junto a Italia, Marruecos y España– quien
propuso este estilo de vida a la UNESCO para que fuese declarada Patrimonio Inmaterial de la
Humanidad. Fue incluida en noviembre de 2010. Posteriormente, en 2013 también fue incluida para
Croacia, Chipre y Portugal. Y es que no es solo alimentación: refleja todo un elemento cultural de la
cuenca del Mediterráneo.

Otro dato interesante de un estudio español es que las personas que realizan ejercicio tienen 1,6 veces
más probabilidades de cumplir la dieta mediterránea. Este hecho podría indicar que la preocupación por
la alimentación también está asociada a otros estilos de vida saludables. Asimismo, las que consumen
alcohol de forma moderada cumplen en mayor medida con esta alimentación saludable, frente a los
abstemios y a los que beben mucho.

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