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Educación en contextos de encierro

Actividad No presencial MODULO N°1


ALUMNO: Miguel Ángel Bueno

Partiendo de las premisas que todas las personas deben de


disfrutar del derecho humano, la educación, y teniendo en cuenta que
los sujetos que configuran y han configurado la población del sistema
penal en su gran mayoría, son los pobres y excluidos sociales, se hace
imprescindible que el estado de garantía de ese derecho, el rol del
docente se hace insustituible para cumplir con ello, y desde esa figura
esta nuestra responsabilidad de no fracasar, donde no solamente nos
limitemos a transmitir “conocimiento”, si no como proponía Freire, los
“sujetos sean los protagonistas de su propia historia”, pero para ello no
hay que caer en el ilusionismo y facilismo que solamente con educación
vamos a cambiar la situación del educando dentro del encierro y luego
fuera de él.

El proceso es complejo y para ello es tan importante este primer


módulo para conocer como es la génesis del sistema penal carcelario y
de la “Institución Escuela”, cuáles son sus fines y objetivos colectivos,
solamente desde allí se podrán plantear situaciones superadoras, que
permitan que los educando fortalezcan sus capacidades de vincularse
positivamente, legítimamente, al mundo social y del trabajo con
proyectos de vida sustentables.

La historia reciente de nuestro país fue marcada por proyectos


económicos y sociales excluyentes, apoyados por dictaduras militares y
por gobiernos democráticos neoliberales, que concentraron el poder
político y económico, en un sector reducido de la población, agravando
la situación de pobreza estructural y la expulsión de diferentes ámbitos:
sociales, laborales, educativos y comunitarios, de un sector cada vez
más grande de la población.

La escuela en el contexto de encierro debe procurar que se


recupere el lazo social quebrado, para que pueda pensarse como un
lugar que ofrece destino, teniendo en cuenta que la población
penitenciaria es especialmente vulnerable y no puede someterse a
manipulación, no puede tratarse como un objeto si no como sujetos
respetando sus garantías básicas, debe respetar el derecho a la
autonomía y decisión personal.

Considerando que la educación ayuda a humanizar y mejorar las


condiciones de detección, podemos aprovechar a la educación, como
un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se
fundamente en una concepción integral de la persona humana de su
dignidad, de sus derechos y deberes, que construya vínculos que
permitan la disposición de escucha y disposición a “vincularse” con el
otro.

Ahora bien cual es rol que debemos tener los docente en


contextos de encierro, en un marco de permanente tensiones donde la
“institución escuela” y el sistema penitenciarios o carcelarios muchas
veces desde la practicas cotidianas chocan en cada uno de sus fines, la
primera tratando de fortalecer vínculos y a partir de allí ejercer el rol de
educador con ética y responsalidad. Y por otro lado se encuentra el
sistema penal como institución legitimada para el castigo, anacrónico
para los tiempos que corren.

Si el sistema educativo no da cuenta del pasado histórico y no es


capaz de cambiar su forma de hacer en el presente, difícilmente podrá
hacer frentes a los desafíos que se le plantean en la enseñanza en
contextos de encierro.

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