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RESPONSABILIDAD SOCIAL

La responsabilidad social empresarial (RSE) se trata de un compromiso, una ética que adquieren las
empresas para el mejoramiento social, ambiental y económico, con la finalidad de ser más competitivas,
aumentar su valor añadido y generar un impacto social positivo.Ads by scrollerads.com

No tiene significado dentro del cumplimiento de leyes y normas jurídicas, es un compromiso que va más
allá. En cambio, la responsabilidad social empresarial, implica una postura que surge desde el interior de las
corporaciones, que abarca un conjunto de prácticas, sistemas de gestión y estrategias con la finalidad de
lograr un equilibrio entre las dimensiones económica, ambiental y social.

Esto se traduciría en la valoración del impacto de sus acciones en las comunidades, en el medio ambiente y
en los propios trabajadores, la incorporación real de sus intereses en sus mecanismos de acción y
resultados. La gestión de la RSE puede realizarse desde departamentos internos a las compañías como, por
ejemplo, recursos humanos, relaciones institucionales, desarrollo del negocio  o formar una unidad
independiente y especializada.

Características de la responsabilidad social empresarial:

1. Impacto social

La RSE se compromete a generar un impacto positivo en la comunidad y los ecosistemas.

Cuando se habla de responsabilidad social, se apunta a que intervengan nociones como la solidaridad,


procesos sociales y el cuidado ambiental en el mundo empresarial. No es “caridad”, es un cambio en la
estructura, una nueva forma de pensarla: comprometerse a generar un impacto positivo en la comunidad y en
los ecosistemas.

2. Antecedentes

En el siglo XIX, se empezó a indagar acerca de cómo conciliar la eficacia empresarial con la
democracia y la justicia distributiva. Esto sucedió dentro del marco del asociacionismo y cooperativismo y
dio por resultado empresas de economía social, es decir, socialmente responsables.

3. Beneficios

Los consumidores son más leales a aquellas empresas con preocupaciones sociales.

Los compromisos de la RSE resultan muy productivos para los negocios, puesto que dan prestigio, valor a la
marca y constituye un diferenciador importante en el mercado. Los estudios sobre marketing muestran
que los consumidores se preocupan por cuestiones éticas y la aplicación de medidas ligadas a las mejoras
laborales.
La RSE consolida una sostenibilidad a largo plazo, se disminuyen las contingencias, los consumidores
suelen ser más leales hacia aquellas empresas con preocupaciones sociales y cuya contratación tiende a estar
orientada a la permanencia, rasgo que hace que los empleados valoren más su trabajo.

4. Diferencias entre RSC y RSE

Responsabilidad social corporativa y responsabilidad social empresarial se usan a menudo de forma


indistinta, pero hay que tener en cuenta las corporaciones son más abarcadoras e integran a las empresas. Por
otro lado, la responsabilidad social no es propia de las empresas ni de las corporaciones; puede
significar intereses colectivos e institucionales.

5. Responsabilidades éticas

Las responsabilidades éticas más importantes son el respeto de los derechos humanos.

La responsabilidad social empresarial supone el cumplimiento de objetivos éticos que se asumen desde lo


público y que deben implementarse en el interior del negocio, de otro modo será simplemente una
estratégica para modificar la reputación y no una transformación real. Esto significa que la gestión de una
empresa que es parte de este compromiso debe conciliar negocio con expectativas de la comunidad.

Las responsabilidades éticas más importantes son el respeto de los derechos humanos en el trabajo, del
medio ambiente, servir a la sociedad mediante la elaboración de productos útiles, el cumplimiento de las
leyes, incentivar la distribución equitativa de las riquezas, el correcto uso del agua y de la energía en la
empresa, las medidas de colaboración y asociación, implicar a la sociedad en prácticas de RSE, marketing
para la construcción de la reputación, lucha contra la corrupción y la mejora de oportunidades de la
comunidad donde radica la empresa.

6. Normativa

Las RSE cumplen con la normativa acordada en el Parlamento Europeo (2007) acerca de la


responsabilidad social de las empresas, además de seguir los principios de la responsabilidad tripartita de
principios de las empresas multinacionales y las políticas sociales.

A su vez, ellas asumen un compromiso más que de cumplimiento con respecto a la legislación nacional e
internacional: OIT, Normas de Naciones Unidas sobre Responsabilidades de las Empresas Transnacionales,
Declaración Universal de los Derechos Humanos y la legislación de la OCDE para empresas
multinacionales.

7. Problemas

El debate público considera peligroso que las empresas solo busquen aumentar ganancias.

Que las empresas multinacionales se involucren en temas políticos y sociales es, de acuerdo con su poder y
posicionamiento, un asunto muy delicado. Debido a su influencia, puede entrañar el peligro de utilizar lo
que es un fin como un simple medio. Pero el debate público también considera peligroso que, únicamente,
se dediquen a aumentar ganancias. A esta tensión se la conoce como “Dilema de Goodpaster y Mathews”.

8. Medición

La medición de la RSE se realiza a través de informes que las mismas entidades realizan o a través de la
suma de noticias acerca de cuestiones vinculadas con ellas. Lo cierto es que actualmente no hay un estándar
generalizado para aceptar la medición de las RSE.

No obstante, el Ranking de Sustentabilidad Empresarial PROhumana se utiliza en las empresas para poder
medir sus programas de sustentabilidad y el estado de sus políticas sociales.

9. Engagement

El engagement implica la creación de un lazo entre consumidor y marca.

Las medidas de RSE se caracterizan no solo por generar un impacto positivo a nivel social, sino que en
paralelo buscan asegurarse una conexión emocional con los consumidores; puede decirse que ambos
procesos van juntos.

Esto significa que la aproximación a la sociedad tiene que realizarse de forma creativa. El engagement
implica la creación de este lazo entre consumidor y marca, marcas amadas, que también repercute en el
interés de los empleados y proveedores.

10. Ejemplos

Entre los ejemplos de RSE, pueden mencionarse McDonalds y Nestlé como dos referentes del compromiso
social:

 McDonalds tiene como finalidad dominar la industria de comidas rápidas a través de la innovación y
la creatividad, con la construcción de una “gran familia” de trabajadores para satisfacer las
necesidades de sus clientes, en un ambiente limpio, seguro y amistoso.
 Nestlé garantiza la sostenibilidad ambiental, el buen uso del agua y la comunicación abierta hacia sus
consumidores, además de considerar de forma efectiva los Derechos Humanos.

Otros ejemplos los constituyen Lego, que responde favorablemente en torno al problema de género con la
creación de mujeres de ciencia entre sus juguetes, Dove, que realiza clases de autoestima (sobre todo para
mujeres) en las escuelas por medio de sus promotores y Coca Cola, en cuyos baluartes resalta la
preocupación por la felicidad y amistad, además de constituir políticas de sustentabilidad: por ejemplo,
“Plantbottle” es una botella de PET que está compuesta hasta en un 30% de materiales obtenidos de
las plantas.
MILTON FRIEDMAN

Escandaliza: la responsabilidad social de los empresarios es aumentar sus ganancias


Los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I leyeron a Milton Friedman: “La responsabilidad
social de los empresarios es incrementar sus ganancias”.

El artículo, publicado en la revisa del New York Times es claramente desafiante, típico de Friedman. Con un
título agresivo busca llamar la atención de los lectores. Así lo comenta una alumna:

“Friedman hace hincapié en su rechazo a la responsabilidad social de la empresa. Friedman establece que no
puede hablarse estrictamente sobre RSE ya que, quienes adquieren responsabilidades son las personas y no
una corporación artificial. Quienes deben ser responsables son las personas y no una corporación artificial.
Quienes deben ser responsables son los empresarios, dueños, o quienes representan a las compañías, es
decir, los ejecutivos corporativos. Ahora bien, ¿en qué consiste esa responsabilidad?”

“El ejecutivo corporativo es también una persona en su propio derecho y, como tal, puede que tenga muchas
otras responsabilidades que reconozca o asuma de forma voluntaria: para con su familia, su conciencia, sus
sentimientos de caridad, su iglesia, sus clubes, su ciudad, su país. Puede que se sienta obligado por dichas
responsabilidades a dedicar parte de sus ingresos a causas que considera respetables, a rechazar trabajar para
ciertas corporaciones, e incluso a abandonar su trabajo, por ejemplo, para incorporarse al ejército de su país.
Si lo deseamos, podemos referirnos a algunas de estas responsabilidades como “responsabilidades sociales”.
Sin embargo, en este sentido el ejecutivo corporativo está actuando como principal y no como agente; está
gastando dinero, tiempo o energía, y no el dinero de sus empleadores o el tiempo o la energía que por
contrato se comprometido a dedicar a los objetivos de los mismos.”

El tema es tan sensible que muchos no llegan a ver los argumentos de Friedman. No digo estar de acuerdo,
sino simplemente entenderlo. Lo mismo debe haber sucedido con muchos de sus lectores.

Algunas de las preguntas que los alumnos plantearan:

1. ¿El individuo en el rol del individuo corporativo pierde la capacidad de hacer cualquier acción
responsable socialmente?
Respuesta: No, como dice el texto antes puede hacer lo que quiera con su propio dinero, digamos, con su
sueldo de ejecutivo. Pero incluso podría hacerlo como parte de la política la compañía si muestra a los
accionistas que esas acciones aumentarán el valor de la empresa.
1. ¿Sobre qué basa su postura de que las personas jurídicas no tienen obligaciones morales? ¿No
cree que el fin que persiguen las personas físicas al acatar obligaciones morales aplica también
a las personas jurídicas?
Respuesta: Es que las personas “jurídicas” no actúan, sólo las personas lo hacen. Las acciones que pueden
evaluarse desde una perspectiva moral son las acciones de personas, inevitablemente. En el caso de la
empresa, serán las personas que son propietarias, los accionistas, u otros si es que ellos han delegado esas
decisiones en otros.

1. ¿Cómo explica que en los últimos años hayan aparecido distintos estándares en materia de
trato laboral, contaminación, trato animal, etc., con los cuales las empresas se ven obligadas a
cumplir no por ser una obligación legal, sino porque es de buena reputación y de buena
imagen?
Respuesta: En primer lugar, si no son legales, no son “obligatorias” en el sentido de que no se usa la
coerción para que se cumplan. Y es precisamente el argumento de Friedman que por cuestiones de
reputación y buena imagen las empresas los adoptarían. Por eso dice que hay una “mano invisible” que lleva
a las empresas a realizar acciones de este tipo.

1. ¿Quién puede juzgar si la responsabilidad social es llevada a cabo por un interés particular o
uno verdaderamente caritativo?
Respuesta: Desde la perspectiva utilitarista de Friedman no se puede, por eso hay que evaluar las
consecuencias.

1. ¿No cree que sea un poco denigrante y simplista afirmar que el único propósito de una
empresa es obtener el máximo beneficio posible?
Respuesta: Es que ese incentivo la llevará a buscar todos los otros objetivos que sean valorados

1. Si una pastera tala todas sus plantaciones de árboles su producción aumentará notablemente al
igual que sus beneficios. Sin embargo a medida que pasen los meses se agotará el stock de
madera y no podrá producir más celulosa hasta que vuelvan a crecer los árboles que taló. ¿No
cree que en ciertas situaciones buscar el máximo beneficio puede terminar siendo una medida
positiva a corto plazo con consecuencias desastrosas a largo plazo?
Respuesta: SI hace eso no estará maximizando su valor, el precio de las acciones caerán en forma inmediata.
Los accionistas quieren maximizar sus ganancias, el valor sus acciones en el largo plazo, echarían de
inmediato al gerente que decidiera hacer eso.

1. Para el autor, la empresa debe incrementar sus beneficios dentro del marco de la ley. ¿Qué hay
de la ética? ¿Se justificaría otorgar hipotecas a personas sin capacidad de pago a tasas
imposibles sabiendo que con embargar dichas propiedades se obtiene un buen retorno?
Respuesta: No habría ninguna maximización si se dan hipotecas a quienes no pueden pagarlas.

1. En un mundo atravesado por profundas desigualdades en la distribución de la riqueza, ¿no cree


que las acciones de responsabilidad social son una inversión –comparable a la publicidad-  con
la que las empresas intentan legitimarse ante sus consumidores, especialmente cuando éstos
son sectores sociales con ingresos marcadamente inferiores a los de los ejecutivos de estas
compañías?
Respuesta: Sí, y no sólo ante esos sectores, ante los de altos ingresos, ante los funcionarios, ante los medios.

1. ¿No cree que existen conductas de algunas empresas que, pese a no ser ilegales, son al menos
éticamente cuestionables y justifican la introducción de la doctrina de la RSE para minimizar
el perjuicio social? Pienso, por ejemplo, en un escenario de escasez de divisas donde
determinadas empresas incrementan o adelantan sus compras de dólares o retiran  divisas del
país para intentar forzar una modificación al alza en el tipo de cambios.
Respuesta: Parece ética cuestionable que un gobierno impida a una persona o empresa disponer de su
propiedad, obligarla a entregar dólares que le pertenecen o negarle la posibilidad de comprarlos, y hacerlo al
precio que el mismo establezca. Eso parece más bien una defensa contra una violación de la propiedad y los
contratos.

1. ¿Constituyen las ONGs entidades que distorsionan los resultados óptimos a los que llegaría el
mercado, considerando que consumen mano de obra y recursos de capital para mantenerse
operativas y conseguir sus objetivos?
Respuesta: Las ONGs son entidades voluntarias que persiguen objetivos establecidos por sus fundadores y
compartidos por quienes las financian. Son, precisamente, uno de los caminos a través de los que las
personas pueden canalizar sus preocupaciones sociales, como diría Friedman, con su propio dinero, esfuerzo
y tiempo. No distorsionan ningún resultado porque, precisamente, están cumpliendo con las preferencias de
sus propietarios o de quienes las financian.

PETER DRUCKER RESPONSABILIDAD SOCIAL

pelando a definiciones sobre lo que es RSE, tomaremos la de Peter Drucker, quien define: “Responsabilidad
social empresarial (RSE) es una forma de gestión que se define por la relación ética de la empresa con todos
los públicos con los cuales ella se relaciona, y por el establecimiento de metas empresariales compatibles
con el desarrollo sustentable de la sociedad; preservando recursos ambientales y culturales para las
generaciones futuras, respetando la diversidad y promoviendo la reducción de las desigualdades sociales.”

De acuerdo a esta definición, me atrevo a crear una que se relacione más directamente con la gestión del
estado, por lo que podríamos entonces decir que: “Responsabilidad Social Estatal es la forma de gestión
definida por una relación ética para con los mandantes y sus necesidades, cuidando el desarrollo sustentable,
preservando los recursos ambientales, cívicos y culturales, y creando condiciones para el progreso, el
mejoramiento de la calidad y el nivel de vida de los ciudadanos presentes y del futuro”.

Cuando hablamos entonces de Responsabilidad Social Estatal, nos referimos a una función pública ética,
justa, equitativa, progresista, sustentable y en general a una función con beneficios colectivos para la
comunidad actual y la del futuro, y es aquí donde presenta grandes fallas el estado.

Ya Peter Drucker (1990) definía la RSE hace más de 20 años del siguiente modo: “Sabemos que su primera
responsabilidad social es hacer su trabajo. Sabemos que, en segundo lugar, son responsables de su impacto
sobre las personas, la comunidad y la sociedad en general. Y sabemos, finalmente, que actúan de modo
irresponsable si van más allá de lo necesario para realizar su tarea, sea ésta cuidar enfermos, producir bienes
o promover la enseñanza”.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

UN PROGRAMA EXITOSO DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL TIENE


COMO FUNDAMENTO LOS VALORES DE LA EMPRESA.
La responsabilidad social empresarial (RSE) se trata del rol que tiene una empresa ante la sociedad. El
World Bank Group la define como “hacer negocios basados en principios éticos y apegados a la ley”. Por lo
tanto, es un modelo de hacer negocios y, como tal, forma parte de la cultura organizacional.
Contrario a lo que muchos piensan, ser una empresa responsable con la sociedad no implica dejar de ser
rentable. No se trata de un modelo de negocios desinteresado; las empresas se crean con fines de lucro.
El interés de las empresas de existir a largo plazo (es decir, de ser económicamente sostenibles), es lo que
motiva a muchas empresas a ser socialmente responsables. Esta responsabilidad social
empresarial consiste en crear un balance entre el crecimiento económico, el bienestar social y el
aprovechamiento de los recursos naturales.
La gestión empresarial responsable crea un efecto dominó que impacta positivamente a la sociedad, a las
empresas y al medioambiente. A esto se le conoce como triple resultado, que se compone de: recursos
humanos, medioambiente y rentabilidad (people, planet, profit).

Las empresas pueden orientar sus prácticas responsables hacia el interior o hacia el exterior de la
empresa. La responsabilidad interna se enfoca en los valores corporativos que definen el proceder de la
empresa. De otra parte, la responsabilidad externa está orientada hacia los clientes y la cadena de
suministro.
ALGUNOS DE LOS BENEFICIOS DE SER UNA EMPRESA SOCIALMENTE
RESPONSABLE SON:
1. MÁS PRODUCTIVIDAD

Antes de ser responsables con la sociedad y el ambiente, las empresas deben comenzar siendo
responsables con sus recursos humanos. Al crear un ambiente laboral donde se beneficien todas las partes,
los empleados serán más productivos en el día a día. A mediano y a largo plazo, esto conduce a mejores
niveles de retención; y, por lo tanto, menores niveles de rotación.
2. CLIENTES MÁS LEALES

La regla básica para obtener clientes habituales es cumpliendo con tu promesa de calidad de servicio y
productos. Si además de eso les demuestras que te preocupa el bienestar social, la lealtad de tus clientes
alcanzará un nivel superior. Además de ser tus clientes regulares, se convertirán en promotores de tu marca.
3. MEJOR IMAGEN Y MAYOR CREDIBILIDAD

Las empresas que respetan a su recurso humano y a las comunidades que le rodean se ganan el
respeto de la sociedad. Ser consistentes con las responsabilidades adquiridas genera confianza y
credibilidad. Además, proyecta una imagen pública que contribuye a la sostenibilidad económica de la
empresa.
4. VENTAJA COMPETITIVA

Estudiosos del tema afirman que los consumidores establecen una relación positiva con las empresas
socialmente responsables. La razón es que la RSE agrega valor al consumidor; ya sea valor emocional,
valor social o valor funcional. En otras palabras, contar con clientes leales se convierte en un activo
intangible para las empresas, lo cual les brinda una ventaja competitiva ante otras marcas.
BMA: LIDERANDO CON SU EJEMPLO
Para que tu programa de responsabilidad social empresarial sea exitoso, deberá estar alineado con los
valores de tu empresa. De lo contrario, no tendrá tracción, ni apoyo, ni resultados.
Ayudar a la comunidad es parte integral de la cultura organizacional de BMA Group. Nuestra misión es
simple: ofrecer las mejores soluciones de Recursos Humanos a las empresas para fomentar el
desarrollo y crecimiento de nuestros clientes. Esto, a su vez, tiene un efecto multiplicador en las
comunidades y sociedades donde BMA tiene presencia.
Además de ofrecer un servicio de alto calibre a nuestros clientes, estamos sumamente comprometidos a ser
un agente de cambio en la comunidad. Para esto, diseñamos un programa de responsabilidad social
dedicado a atender las necesidades emergentes de la comunidad.
DESVENTAJAS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Es agradable saber que existe cada vez mas, la tendencia a la responsabilidad social empresarial; cada vez

puedes escuchar menos negativas por parte de los decisores de las corporaciones, chicas, medianas o grandes,

cuando pides mostrarles ideas conceptuales que pueden servir como base de una reestructura mas amigable

con el entorno.

Sin embargo surgen retos, que tal vez no se consideran primordiales, pero que deben medirse, deben

evaluarse los riesgos potenciales en el desarrollo de la estrategía, no está de más.

Me agradó este post que acabo de leer, porque da indicios muy útiles de lo que los promotores sociales no

ven en ocasiones y no se detiene a planificar y a prever, generando un riesgo de imagen y de permanencia.

“DESVENTAJAS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL:

1.El costo de los patrocinios debe ser correctamente administrado para contar con los fondos necesarios en el

plazo establecido de lo contrario creara una imagen negativa al no poder cumplir.

2.Una inversión a la responsabilidad social en un programa o una organización que resulte ser ineficiente o

ilegítima.

3.Una empresa que regularmente apoya una organización de caridad local, pero que retira su patrocinio

durante un período de dificultades financieras puede parecer demasiado preocupada con su línea de fondo o

insensible a las preocupaciones del público.”

Costo

Uno de los inconvenientes principales de un programa de responsabilidad social de las empresas es el costo
que esto conlleva. Esfuerzos como el patrocinio de eventos, donaciones de caridad, donaciones de productos
y el compromiso voluntario con las normas ambientales cuestan dinero que una compañía es poco probable
que recupere a corto plazo. A pesar de los efectos positivos a largo plazo de una imagen corporativa
mejorada, es imposible para las empresas poder medir el valor de la responsabilidad corporativa, en lugar de
tomar su costo para obtener ganancias. Esto significa menos dinero para los accionistas y menos dinero para
invertir en la compañía para el crecimiento futuro. También sitúa a las empresas que invierten mucho en la
responsabilidad corporativa en una desventaja competitiva frente a otras empresas que no lo hacen.

Justicia

Cuando una empresa decide invertir en la responsabilidad corporativa, se puede gastar el dinero de la
manera que desee. A menudo esto significa seleccionar de entre una larga lista de organizaciones benéficas
dignas y otras organizaciones, o de un grupo relativo a problemas sociales, como el ecologismo, las
libertades civiles o de una causa política. Como tal, los miembros del consejo y los ejecutivos que toman las
decisiones de gastos son libres de expresar su opinión y sus sesgos personales en el proceso. El dinero
invertido en la responsabilidad corporativa pueden llegar a donde sea más visible para el público, en lugar de
llegar al punto más necesario o con mayor capacidad de marcar la diferencia.

Consecuencias imprevistas

La responsabilidad social puede tener consecuencias imprevistas e inesperadas para las empresas,
independientemente de cómo o dónde gasten su dinero. Esto ocurre cuando un negocio intenta ejercer la
responsabilidad social para resolver los conflictos junto a los esfuerzos del gobierno haciendo lo mismo,
confundiendo a los miembros del público, ofreciendo una nueva opción, y tal vez temporal, para resolver un
problema social específico. Este tipo de responsabilidad social puede hacer que los contribuyentes se
resientan del gobierno por el suministro de un servicio y que también pagan a una empresa privada por hacer
lo mismo. Otro tipo de consecuencia no deseada es una inversión a la responsabilidad social en un programa
o una organización que resulte ser ineficiente o ilegítima.

Un mayor escrutinio

Una empresa que realiza un curso de responsabilidad social cae bajo un mayor escrutinio de los críticos,
clientes y competidores. Por ejemplo, si una empresa invierte en los métodos de fabricación de eficiencia
energética y en una campaña de sensibilización pública para promover el reciclaje, los competidores pueden
intentar desacreditar el comportamiento señalando otras partes de la operación del negocio que sean menos
beneficiosas ambientalmente. Una empresa que regularmente apoya una organización de caridad local, pero
que retira su patrocinio durante un período de dificultades financieras puede parecer demasiado preocupada
con su línea de fondo o insensible a las preocupaciones del público.

Modelo Davis de Responsabilidad Social Empresarial

Este modelo fue desarrollado por Keith Davis en su escrito titulado “Five Propositions for Social
Responsibility” (Junio 1975), en el plantea cinco propuestas que describen porqué y cómo las empresas
deben ejercer los fundamentos de la responsabilidad social. Estos cinco conceptos son:
 
1. La responsabilidad social surge del poder social: en este aspecto Davis afirma que las empresas pueden
tener una influencia significativa o un poder sobre los diferentes temas sociales, como por ejemplo el
fomento del empleo para grupos raciales minoritarios y el calentamiento global. Sugiere entonces, que las
acciones de todas las empresas de un país determinan el número de empleos que se generan para las
minorías o la incidencia de sus acciones sobre el calentamiento global.
 

Es decir que la sociedad en general puede y debe responsabilizar a las empresas de los problemas sociales
por el poder que estas tienen sobre la sociedad.

2. Las empresas deben operar en un sistema abierto de doble vía, recibiendo información de la
sociedad y dando información al público sobre sus operaciones: en este punto el autor sugiere que debe
existir un canal de comunicación entre las empresas y la sociedad donde haya una comunicación
permanente, honesta y abierta. La empresa debe estar en la capacidad de escuchar los problemas de la
sociedad y la sociedad de recibir la información que la empresa brinda sobre su actuar.

3. Los costos sociales y los beneficios de una actividad, producto o servicio, deberán ser calculados
minuciosamente y considerados para decidir si se procede con éste: las empresas deben evaluar los
costos sociales y las consecuencias de sus acciones en el corto, mediano y largo plazo antes de empezar o
emprender cualquier acción. No sólo se deben tener en cuenta la viabilidad del producto o servicio y
ganancias que éste represente para la organización.
 
4. Los costos sociales relacionados con cada actividad, producto o servicio, deben pasarse al
consumidor: los costos de las actividades sociales que emprendan las empresas no sólo deben estar a cargo
de éstas, los consumidores y la sociedad deben ayudar con el pago de estas actividades a través de precios
más elevados en los bienes o servicios.
 
5. Las empresas, así como los ciudadanos, tienen la responsabilidad de participar en ciertos problemas
sociales que están fuera de su área normal de operación: todas las empresas deben realizar sus aportes
para resolver los problemas sociales, así éstos no sean de su competencia o así la empresa no tenga una
responsabilidad directa sobre ellos.

AREAS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

1.- Responsabilidad económica.

Sólo las empresas competitivas y que generan beneficios son capaces de contribuir a largo plazo al
desarrollo sostenible creando riqueza y empleo sin poner en peligro las necesidades sociales y
medioambientales de la sociedad. De hecho, únicamente las empresas rentables son sostenibles y tienen
capacidad de llevar a cabo prácticas socialmente responsables.
 
Tradicionalmente esta responsabilidad se ha traduce en la búsqueda del máximo beneficio y el máximo valor
para el accionista así como una óptima eficiencia y productividad. En otras palabras, maximizar los
beneficios y la producción con los recursos de los que se disponen.
 
Para ello se compara el coste de la utilización de unos recursos con la obtención de unos resultados. Entre
los costes suele incluirse el coste de materias primas, energía, recursos financieros, laborales, etcétera, y
entre los resultados los ingresos. Ciertamente se deberían incluir algunos costes habitualmente “ocultos”,
que ahora paga la sociedad en su conjunto pero que deberían ser sufragados por quien los genera como, por
ejemplo, el deterioro del medio ambiente, el coste de las bajas laborales, el estrés de los directivos o la
degradación moral de los empleados.
 
Un ejemplo que aplica al medio ambiente pero que puede ser trasladable a cualquier ámbito, lo tenemos, en
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en
1992 se suscribió la "Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo". En su punto 16 se recoge que
"Las autoridades nacionales deben tratar de promover la internacionalización de los costos
medioambientales y la utilización de instrumentos económicos teniendo en cuenta el enfoque que, en
principio, los que contaminan deben asumir el costo de la contaminación sin menoscabo del interés público
y sin distorsionar el comercio ni la inversión internacional."
 
Aún hoy en día, se marginan las exigencias medioambientales, de seguridad y salud o sociales, en base a
supuestas razones económicas. Se estaba de acuerdo en que las cosas se podían hacer mejor, pero entonces
salían demasiado caras. El argumento, aunque quizás coyunturalmente era cierto, era en el fondo falso. No
salían caras debido a la tolerancia de la sociedad, en otras palabras, no se gravaban los daños producidos por
una mala gestión ambiental, laboral o social.
 
Aunque resulte paradójico, RSC persigue la mejora productiva. No pretenden producir menos o peor para
dañar menos, sino de como producir mejor y más disminuyendo el impacto generado. Y no olvidemos un
detalle, cuanto más eficientes seamos, más competitivos seremos.
 
El progreso es incompatible con la suciedad y con el deterioro de las condiciones sociales, de seguridad y
salud o laborales. Por ello los gobiernos están empezando a cobrar una tasa o impuesto (quien no conoce el
lema “quien contamina paga”) cuyo valor sea proporcional al impacto medioambiental, social o laboral
generado, eliminando la explotación gratuita de los recursos públicos. El valor de la tasa se transfiere al
precio final de sus productos, y serán los consumidores quienes finalmente deberán optar por dejar de
comprar los bienes en cuestión y preservar los recursos naturales o continuar comprando pero a su verdadero
coste.
 
En resumen, un comportamiento responsable de la empresa implicaría desde el punto de vista económico
crear valor:
·       Para el accionista o propietario garantizando un uso adecuado de su capital y el cumplimiento de sus
intereses.
·       Para el cliente, atendiendo a sus demandas ofreciendo precios competitivos y bienes y servicios de
calidad (atención de quejas, consultas, sugerencias…).
·       Para los proveedores, pagando precios justos por sus productos o servicios y sin abusar del poder de
mercado.
·       Para los empleados, disponiendo de las adecuadas condiciones de trabajo, pagando salarios justos,
proporcionando beneficios sociales, formación, estabilidad en el empleo y motivación.
·       Para la sociedad en su conjunto preservando y creando empleo y teniendo un comportamiento
medioambiental sostenible.
 
.- Gobierno corporativo.
Según los Principios del Gobierno Empresarial (Corporate Governance en idioma ingles) de la OCDE, el
gobierno corporativo o empresarial:
 
·       lo conforman el "conjunto de relaciones entre la dirección de una empresa, su consejo de
administración, sus accionistas y otras partes interesadas.
·       ha de proveer "la estructura para establecer los objetivos de la empresa, establecer los medios para
alcanzarlos y controlar los resultados." Y añade el texto: "El buen gobierno corporativo debería ofrecer los
estímulos adecuados al consejo de administración y la dirección para perseguir los objetivos que sean en
interés de la compañía y sus accionistas, y debería facilitar un control efectivo.
 
La existencia de un sistema efectivo de gobierno corporativo, en el seno de una empresa individual y a
través del conjunto de la economía, ayuda a lograr el grado de confianza necesario para el correcto
funcionamiento de una economía de mercado".
 
La importancia del gobierno organizacional es más visible cuando falla. Fallos corporativos en economías
desarrolladas en los años recientes, junto con otros en el sector voluntario, han mostrado que la manera en
que una organización es dirigida y controlada por un amplio espectro de organizaciones e individuos, desde
accionistas o donantes a su personal o de aquellos que pueden depender de las actividades de la
organización.
 
El crecimiento de la responsabilidad social, especialmente en empresas, ha ocurrido en parte en respuesta a
fallos en el gobierno organizacional. Habiendo recibido una respuesta inicialmente escéptica de algunas
partes, la responsabilidad social está siendo ahora incorporada de forma creciente a los sistemas de gestión
de riesgo de las principales compañías. Los gobiernos están incrementando la exploración en mecanismos
regulatorios, fiscales y de mercado adecuados para fomentar el gobierno responsable. ONGs y otras
organizaciones de partes interesadas también han comenzado a comprometerse para ellos mismos mejorar
sus prácticas de responsabilidad social. Todos los sectores han estado trabajando, tanto en asociaciones
formales como informales, para mejorar el gobierno.
 
La sistematización de la responsabilidad social de las organizaciones, por tanto busca construir el interés y
las preocupaciones de las partes interesadas dentro del proceso mediante al cual la organización es dirigida y
controlada. Mientras los desafíos del gobierno global sólo pueden ser resueltos a través de los apropiados
mecanismos institucionales a nivel global, este proceso será asistido con el apoyo y cooperación de
organizaciones de todos los sectores. La responsabilidad social de las organizaciones es un componente
esencial de este proceso.
 
 
.- Globalización.
Desde al menos, la mitad del siglo veinte, el modelo dominante de gobierno global ha sido a través de
naciones autónomas libremente cooperando a través de las instituciones de las Naciones Unidas.
 
Bajo este modelo:
 
·       La legitimidad del sector público deriva del consentimiento popular y la rendición de cuentas
(accountability) democrática; sus responsabilidades incluyen el desarrollo de políticas, las regulaciones y la
prestación de servicios.
·       La legitimidad del sector privado deriva de la entrega de bienes y servicios, incluyendo la creación de
riqueza; sus responsabilidades son principalmente el obedecer la ley y pagar los impuestos determinados por
el sector público. Adicionalmente, las actividades filantrópicas de las compañías, una larga tradición tanto
en países en desarrollo como en desarrollados, a menudo son respetadas.
·       La legitimidad del sector voluntario deriva de las misiones sociales declaradas por la organización,
como es la caridad; sus responsabilidades se centran en una administración fiel de los fondos donados de
acuerdo a sus misiones.
 
Sin embargo la globalización, considerada como la extensión del alcance geográfico de las actividades y
fuerzas económicas, es una de las tendencias que desafía el modelo dominante de gobierno global.
 
En este sentido, la globalización incluye la extensión de los mercados para bienes o servicios, desde un país
local a todo el mundo, la expansión de la cadena de suministro para abarcar en principio cualquier
ubicación, el gran aumento del movimiento de la mano de obra y el crecimiento de la inversión extranjera
directa.
 
La globalización ha resultado en un aumento en el poder y la influencia del sector privado y en una relativa
debilidad del rol del sector público. Los años 90 del pasado siglo, especialmente en su segunda mitad, fueron
testigo de niveles sin precedentes de inversión extranjera directa por el sector privado, así como un aumento
en el número de grandes fusiones y adquisiciones transnacionales.
 
El concepto de responsabilidad social ha emergido para responder constructivamente y más
sistemáticamente a estos desafíos.
 
.- Etica empresarial.
 
Se debe de crear una declaración de misión y visión que resuma las metas y aspiraciones de la empresa por
la que transpiren los valores y la cultura de la organización y las estrategias utilizadas para alcanzar sus
metas. Es interesante compartir esta declaración, que debe de ser periódicamente revisada, con los
empleados clientes, inversores, proveedores de servicios. El siguiente paso es integrar la misión a la visión,
es decir que la declaración no sea papel mojado.
 
Se ha auditar regularmente la gestión del negocio. Esta evaluación puede contemplar aspectos como la
situación de la empresa con relación a la misión y sus metas. Esta evaluación puede ser hecha internamente
o por terceros para obtener una validación independiente.
 

2.- Responsabilidad social. Vínculos con la comunidad. Acción social. Cooperación al desarrollo.


.- Derechos Humanos 
 
La tarea de construir organizaciones responsables no se realiza sobre un vacío moral, sino a partir de los
niveles alcanzados por la conciencia común de la humanidad. Y, a pesar de que las formulaciones de los
Derechos Humanos evolucionan actualizándose ante las nuevas problemáticas, constituyen sin duda un
momento de madurez en la conformación de aquella conciencia común.
 
Lo que hoy en día se plantea es un nuevo paradigma de empresa en el que el respeto a los estándares
mínimos internacionales de derechos humanos pasa a ser un elemento intrínseco al proceso de construcción
de la empresa socialmente responsable. Ello es así porque se ha dejado atrás la concepción clásica según la
cual únicamente los estados y los individuos pueden ser responsables de abusos a los derechos.
 
Las empresas se enfrentan a cuestiones complicadas, por ejemplo el modo de determinar qué
responsabilidades caen dentro de su competencia y no de los gobiernos, cómo asegurarse de que sus socios
comerciales están respetando los valores que ellas consideran fundamentales, y cuál es el enfoque que deben
adoptar y cómo trabajar en países donde son frecuentes las violaciones de los derechos humanos.
 
En otras palabras, como podemos garantizar un adecuado cumplimiento de derechos humanos y valores
fundamentales en la legislación nacional e internacional con las esas cadenas de producción y cadenas de
subcontratación en países subdesarrollados o en vías de desarrollo, y en sectores tan involucrados con mano
de obra intensiva como la construcción, textil, calzado, juguetes.
 
En la percepción y en la práctica de la gestión de este ámbito de la RSE se han producido, en una mirada
global y generalizadora, cambios y modificaciones.
 
En una primera fase reactiva, centrada principalmente en los años ochenta y noventa, las empresas
empezaron a hacer referencia a los derechos humanos en sus códigos corporativos como reacción a la
vigilancia de determinadas organizaciones y medios de comunicación que denunciaban ejemplos de mala
gestión por parte de determinadas empresas, principalmente transnacionales del sector textil y de la
extracción. Un número creciente de empresas europeas y de distintos sectores económicos empezaron a
construir su responsabilidad relativa a los derechos humanos adoptando un código de conducta o una
declaración de principios, principalmente en países de la OCDE.
 
Posteriormente, y desde que Reebok adoptara en 1987 el que fuera el primer código de conducta
corporativo, un número creciente de empresas europeas ha respondido a esta cuestión desarrollando no sólo
un discurso en sus páginas web sino poniendo en práctica políticas concretas de derechos humanos. En esta
segunda fase proactiva, son actualmente cada vez más las empresas que adoptan políticas corporativas sobre
derechos humanos. Hacen un diagnóstico de los riesgos en términos de derechos humanos y empiezan a
poner en marcha mecanismos, metodologías y sistemas internos y externos de evaluación. Hoy en día, el
gran tema de debate es sin embargo cómo medir la eficacia de la gestión en clave de derechos humanos. En
este sentido, las empresas recurren a indicadores que deben permitirles evaluar su cumplimiento con
relación a los derechos humanos y corregir determinadas prácticas o procesos incorrectos.
 
En el campo internacional es imprescindible tener presente la aprobación en agosto de 2003 de las normas
sobre responsabilidad de las empresas transnacionales y otras empresas comerciales respecto a los derechos
humanos, en el seno de la subcomisión para la protección y promoción de los derechos humanos,
respaldadas recientemente por una resolución de la Comisión de derechos humanos de Naciones Unidas. En
ella "se reconoce que el funcionamiento responsable en las empresas transnacionales y otras empresas
comerciales y una legislación nacional efectiva pueden contribuir a promover el respeto de los derechos
humanos y ayudar a canalizar los beneficios de las empresas hacia ese objetivo y, por lo tanto, la Comisión
pide al secretario general que designe un representante especial sobre la cuestión de los derechos humanos y
las empresas transnacionales y otras empresas comerciales por un periodo inicial de dos años y que tenga el
siguiente mandato: señalar y aclarar normas unificadas sobre responsabilidad empresarial y rendición de
cuentas en relación con las empresas transnacionales y otras empresas comerciales en la esfera de los
derechos humanos; desarrollar más la función de los Estados en la regulación y arbitraje efectivos en
relación con la función de las empresas transnacionales y otras empresas comerciales en la esfera de los
derechos humanos, incluso mediante la cooperación internacional".
 
Por lo general, especialmente en lo que atañe a los Derechos Humanos creo existe la conciencia de haber
llegado a un momento en el que se ha hecho imprescindible el establecimiento de nuevas relaciones, de
nuevas colaboraciones entre el tercer sector y el mundo empresarial, en la línea de la corresponsabilidad y la
construcción de proyectos de manera conjunta. En esta construcción, en la que la empresa responsable está
en constante interacción interna-externa, es indispensable el diálogo con los grupos de interés. Se trata pues
de un reto a la capacidad de anticipación y de compromiso tanto de unos como de otros. Porque no hay RSE
sin respeto a los derechos humanos y éste es visto como parte integrante de la actividad empresarial
responsable.
 
.- Vínculos con la comunidad
 
Se entiende por acción social como una manera de concretar el compromiso empresarial con la comunidad
local en la que se inserta la organización.
 
La RSE cuenta, entre los componentes de su dimensión externa, con la integración de las empresas en su
entorno local. Aunque los límites de este entorno puedan ser algo difusos, parece obvio que el grupo de
interés que aquí entra en juego son las comunidades directamente afectadas por las operaciones de una
empresa.
 
Las maneras de contribuir al desarrollo de las comunidades en que se insertan las empresas son diversas: se
proporcionan puestos de trabajo a la población local, salarios, prestaciones e ingresos fiscales; acciones de
mantenimiento y regeneración del entorno físico en colaboración con organizaciones en defensa del medio
ambiente; el ofrecimiento de plazas adicionales de formación profesional; la contratación de personas
socialmente excluidas; el patrocinio de actividades deportivas o culturales a nivel local o la realización de
donaciones para obras de beneficencia.
 
Una forma obvia de hacerlo es dando prioridad en la contratación a los propios vecinos. Otra forma común
de financiación es financiar instalaciones de uso público, a veces mediante acuerdos especiales con las
entidades locales. Esta forma de integración de la RSE es muy significativa en comunidades pequeñas y en
países menos desarrollados. En esos casos, el papel de las empresas es muy importante y, cuando se gestiona
adecuadamente, crea un vínculo de lealtad muy sólido entre la compañía y la comunidad.
 
Esos vínculos de lealtad y la reputación de una empresa en su lugar de ubicación y su imagen como
contratista y productor, y como partícipe de la vida local, tienen una influencia obvia en su competitividad.
Y esto es más importante en el caso de las pymes, que suelen depender más de la zona circundante para sus
contrataciones y su clientela.
 
No demos dejar este punto sin recoger la enorme diferencia entre el concepto español donde tiene más
tradición la teorización y una práctica de la acción social global, sin explicitar tanto su vínculo con el
anglosajón que centra esta dimensión de la implicación local y comunitaria de las empresas. Por ello en
España las consideraciones del entorno social cercano (vecino) a la empresa son relativamente reducidas.
 
.- Acción social
 
Como se indicaba más arriba, la acción social se puede entender como una de las formas de que dispone la
empresa para plasmar sus compromisos con la comunidad local. En España, la concepción más extendida de
lo que se entiende por acción social es la dedicación de recursos empresariales a proyectos que tienen que
ver con el apoyo a personas desfavorecidas, y eso es una parte de lo que se entiende por responsabilidad de
las empresas.
 
Los recursos dedicados suelen ser de muy diverso tipo (productos y servicios, capital humano, empleo,
financiación...), y se destinan principalmente a servicios sociales, salud, educación, formación profesional y
empleo.
 
Existe otra visión, también desde el mundo empresarial, que distingue tres grandes vectores dentro de la
acción social:
 
·       El primero recoge todo aquello que son esponsorizaciones, patrocinios de aquellas cosas que las
administraciones públicas no pueden llegar. Por ejemplo, todo lo que son actividades culturales, es decir,
que van desde la música, el teatro, la pintura, bellas artes...
·       El segundo incluye temas puros de acción social, como puede ser cooperación con organizaciones
sociales, ONG, etc., aportando a la sociedad algunos excedentes que pueden ser absolutamente
complementarios a las actividades de ONG y las administraciones.
·       El tercero agrupa aquellos temas que pueden hacer que la vida pueda ser por un lado más eficiente para
las compañías, pero desde luego más satisfactoria para las personas, como puede ser, por ejemplo, la
compatibilización de vida personal con vida laboral, con carrera profesional, etc.
 
La definición de RSE de la Comisión Europea incide en la idea de que es una integración en las operaciones
comerciales y las relaciones con los interlocutores y por tanto pone la responsabilidad social en el núcleo de
la empresa frente a otros planteamientos, que a veces podamos ver por ahí, que inciden más en la acción
periférica y social de la empresa hacia terceros. Va más allá de la pura filantropía o de la acción social por la
cual la empresa revierte en la sociedad, de forma más o menos generosa, parte de los beneficios procedentes
de su actividad en el mercado. La acción social no implica una transformación profunda de la empresa, que
sí es obligada en los proceso de cambio hacia una empresa socialmente responsable.
 
.- Cooperación al desarrollo 

La afirmación del Libro Verde de la Comisión en relación con los vínculos que las multinacionales pueden
establecer con las comunidades locales en las que se insertan a través de sus filiales, "El establecimiento de
relaciones positivas con la comunidad local y la consiguiente acumulación de capital social es especialmente
importante para las empresas no locales. Las sociedades multinacionales utilizan cada vez más estas
relaciones para cimentar la integración de sus filiales en los distintos mercados en que están presentes. El
conocimiento de los agentes locales, las tradiciones y los recursos del entorno local es un activo que las
empresas pueden capitalizar justifica que se aborde la cooperación al desarrollo.
 
No podemos reducir la cuestión al hecho de que la acción social de las empresas multinacionales pueda
interpretarse en clave de cooperación al desarrollo, el sector privado tiene un decisivo papel que jugar en la
estrategia de partenariados público-privados para abordar el reto del desarrollo en los países más retrasados.
 
Ahora bien, supuesto que las políticas de empresa no tienen en cuenta fronteras geográficas cabe considerar
que, en paralelo con la dimensión de la comunidad local, hay un entorno social amplio, cuyos intereses no
son fáciles de identificar, pues no se puede identificar el interlocutor que los represente. Sin embargo, la
RSE presupone un compromiso de tener en cuenta estos intereses.
 
Las empresas, junto con otros actores, tienen cierta responsabilidad por la situación actual de las personas y
pueblos que se ven afectados por sus actuaciones. El único modo de compensar este impacto difuso es
aceptar un compromiso con los derechos humanos y aquellos valores que garantizan condiciones de trabajo
y de vida dignas. Solucionar la pobreza, la desasistencia y la miseria no es únicamente un anhelo moral, es
también un correcto criterio económico que está en la base de un sano crecimiento posible del modelo
capitalista.
 
Ya desde la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas celebrada en Río de
Janeiro, consideran indispensables las alianzas entre gobiernos, sector privado y sociedad civil para alcanzar
el desarrollo sostenible.
 
.- Salud de la comunidad. 
 
El Derecho Universal a la Salud está  recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
 
La pobreza es uno de los principales factores de riesgo para la mala salud. Los procesos de producción
utilizados en manufactura, pueden también contribuir a la mala salud. Aunque las compañías en países
desarrollados pueden moverse hacia procesos productivos más seguros, aquellas de países en desarrollo, no
siempre son capaces de hacerlo.
 
En la medida que nuevas tecnologías y métodos industriales de producción y estilos de vida modernos se
han desarrollado, nuevas condiciones de salud han surgido. Un ejemplo de esto es la obesidad. Mientras en
un sentido la obesidad puede ser el resultado de elecciones individuales, se debe reconocer también que es
resultado de la falta de ejercicio inherente a la vida moderna, junto con la abundante disponibilidad de
alimentos ricos en azúcares y grasas. Las responsabilidades de los individuos, las compañías y el sector
público son actualmente materia de un activo debate.
 
Enfermedades tales como tuberculosis, VIH/SIDA y malaria, tienen un impacto desproporcionado en el
mundo en desarrollo. Una razón para esto es que los tratamientos disponibles pueden ser muy caros; este es
un tema a ser abordado principalmente por las compañías farmacéuticas y el sector público.
 
Adicionalmente, hoy se ve cada vez más como una responsabilidad de todas las organizaciones asegurar que
se tienen implantadas políticas en VIH efectivas, de forma que apoyen a sus empleados. Las ventajas obvias
de este enfoque incluyen una fuerza de trabajo más saludable y más capaz.
 
Los aspectos de salud en los productos de consumo también han sido crecientemente puestos bajo el
escrutinio público. El tabaco es un ejemplo de un producto que, incluso cuando es utilizado según esta
previsto, se ha probado que daña la salud de sus consumidores y de aquellos que están alrededor de ellos.
 
 
.- Protección del consumidor. 
 
Las directrices de las Naciones Unidas para protección del consumidor, se basan en ocho principios que
legitiman internacionalmente los intereses de los consumidores: el derecho al acceso a bienes y servicios
básicos, el derecho a la seguridad, el derecho a la salud, el derecho a la información, el derecho a elegir, el
derecho a ser escuchados y reclamar, el derecho a la educación como consumidor, así como el derecho a la
sostenibilidad.
 
Las corporaciones deberían ayudar a implementar los principios de producción y consumo sostenible, según
lo establecido por tratados nacionales e internacionales. El derecho del consumidor a una producción y un
consumo sostenibles están especificados, entre otros, en la Declaración de Río, en el Informe Brundtland y
en la Unión Europea.
 
.- Lucha contra la corrupción. 
 
La responsabilidad empresarial en el ámbito de la corrupción se encuentra recogida en el Convenio de la
OCDE de lucha contra la corrupción de funcionarios públicos extranjeros en las transacciones comerciales
internacionales, que establece como delito que las empresas sobornen funcionarios públicos.
 
Por otro lado, relacionado con este aspecto, las empresas deberán tomar las medidas que sean necesarias,
dentro del marco de sus leyes y reglamentos relativos a la contabilidad, a  la publicación de estados
financieros y las normas de auditoría, con el fin de prohibir el establecimiento de cuentas fuera de libros, la
realización de transacciones  extracontables o insuficientemente identificadas, el registro de gastos
inexistentes, la existencia de partidas con una incorrecta identificación de su objeto, así como la utilización
de documentos falsos, con el fin de corromper a agentes públicos extranjeros o de ocultar dicha corrupción.
 
 
.- Comercio responsable.
 
Se ha de asegurar que todas las referencias comerciales hechas a los productos y/o servicios de la empresa
sean específicas, correctas y justas, promover el uso del producto con seguridad y responsabilidad
facilitando la mayor cantidad de información posible sobre sus productos, prohibir el uso de técnicas
comerciales no-éticas y respetando la privacidad de sus clientes.
 
Otras ideas pueden ser hacer inversiones de su empresa en instituciones socialmente responsables o utilizar
tarjetas de crédito, telefonía, etc. provistos por empresas con causas sociales.
 
 
.- Desarrollo de la comunidad.
 
Se puede lograr mediante varias vías:
 
·       Hacer del "Compromiso con la comunidad" una prioridad en la gestión, involucrándose e
invirtiendo en ella utilizando los servicios brindados por organizaciones comunitarias.
·       Favorecer el voluntariado de acuerdo con el tipo de trabajo requerido y la habilidad necesaria para
ejecutarlo, facilitándoles tiempo, apoyando la viabilidad de los proyectos o eventos locales y fomentando el
apoyo de los trabajadores, proveedores y clientes o asociándose a otras empresas de la comunidad.
·       Educación. Ofrecer apoyo a escuelas locales, establecer relaciones con una o varias escuelas,
impartiendo charlas a alumnos y profesores, invitando a los alumnos a visitar la empresa.
 
 

3.- Responsabilidad medioambiental


 
Es de señalar que entre las dimensiones de la RSE, esta es la que está más regulada, más normalizada como
muestra, por ejemplo, los acuerdos multilaterales de medioambiente como son el Protocolo de Kyoto contra
el cambio climático, el Protocolo de Montreal para la defensa de la capa de ozono o el Convenio de Basilea
que prohíbe la exportación de residuos tóxicos y de residuos radiactivos a países no miembros de la OCDE,
que son de obligado cumplimiento y por tanto, legislación en sí mismos.

 AUDITORIA SOCIAL

"La auditoría social es un proceso que permite a una organización evaluar su eficacia social y su
comportamiento ético en relación a sus objetivos, de manera que pueda mejorar sus resultados sociales y
solidarios y dar cuenta de ellos a todas las personas comprometidas por su actividad". (New Economics
Foundation) En esta web podrás encontrar información sobre la metodología de Auditoría Social de la Red
de Economía Alternativa y Solidaria de Euskadi (REAS Euskadi).

Esta metodología tiene como objetivo servir de herramienta de caracterización de las organizaciones de
Economía Solidaria, medir su impacto social en función de sus objetivos y de los medios utilizados para
conseguirlos y servir como proceso de aprendizaje que puede ser integrado en el ciclo normal de la
planificación, seguimiento y evaluación de nuestras entidades. Un punto de partida para el avance en el
compromiso, la identidad y la comunicación; internamente desde el compromiso con los agentes que
participan y externamente con las entidades de objetivos similares y con la sociedad en su conjunto.

LA IMPORTANCIA DE LA ÉTICA EN LA TOMA DE DECISIONES


Las decisiones que toma la alta gerencia tienen un gran impacto en la estabilidad de una empresa, por lo que
es conveniente que se establezcan dentro de un marco ético. Esto ayudará a que las decisiones sean justas y
enfocadas en beneficiar a todo el personal.

Los líderes empresariales encaran diversos desafíos a diario y uno de los retos medulares es la toma de
decisiones. Mediante este procedimiento, los directivos escogen la solución más acertada para asegurar el
crecimiento de la compañía, contratar un nuevo personal, erradicar un conflicto, etc. Por este motivo, la
toma de decisiones es un aspecto crucial, ya que, en ocasiones, puede determinar el futuro de la
organización.
En esta toma de decisiones, la ética adquiere gran envergadura, ya que les permite a los líderes discernir
entre las acciones correctas e incorrectas. Con criterios éticos, serán capaces de tomar decisiones justas,
honestas y orientadas al mejoramiento de las condiciones de la empresa y de quienes son parte de ella.
Asimismo, la forma en la que decidan moldeará la imagen con la que serán observados e imitados por los
empleados. Por lo tanto, este proceso requiere de sumo cuidado y de un análisis y reflexión profundos.
Lamentablemente, la ética no es un elemento fundamental de discusión en las compañías como sí son las
finanzas. Muchas empresas no tratan a profundidad el valor de la ética, ya que no existe un argumento
contundente que explique su impacto en la rentabilidad. Sin embargo, es muy recurrente que los
inversionistas prefieran asociarse con organizaciones lideradas bajo valores éticos bien definidos, en las que
puedan confiar, sean creíbles y que muestren consideración por su entorno.
Las decisiones no éticas con especial énfasis en buscar un mayor beneficio económico pueden ocasionar
problemas dentro del personal, principalmente si algunos colaboradores están en desacuerdo con su
aplicación. Y si la falta de ética se manifiesta externamente, las consecuencias pueden ser aún más graves.
Los efectos negativos al medio ambiente o a la comunidad por parte de una compañía son problemas serios
y que generan consecuencias difíciles de reparar, como el desprestigio de la organización.
Para evitar esta clase de problemas, lo conveniente es establecer un marco ético dentro de la empresa. Este
deberá fijar los principios morales bajo los que operarán los integrantes de la compañía, marcando las pautas
sobre las que actuar para solucionar conflictos éticos que aparezcan durante la gestión.
Las empresas no solo deben ver a la ética como un instrumento valioso para la toma de decisiones, sino
también como un elemento que les permitirá sobrevivir a largo plazo. Las organizaciones más exitosas y con
una mejor imagen en la sociedad son aquellas que trabajan bajo criterios éticos bien definidos.

ANALISIS DE LA ORGANIZACIÓN Y SUS ACCIONES

Por lo tanto, la ética es solo una reflexión, un argumento para conseguir más clientes y estar de acuerdo con
la tendencia actual. La empresa, es un actor en un ambiente de constantes cambios; para adaptarse y ser
competitiva debe asumir la responsabilidad de sus actos, decisiones y negocios para mostrar confiabilidad y
seriedad con sus clientes y con el entorno. Esto no significa, que actúen éticamente, es decir, de forma recta,
conforme a la moral

Dentro del conjunto de intereses que tiene la organización, los académicos intentan definir los hábitos éticos
que deben incluir los profesionales para administrar una empresa (Martínez, 2005), veamos:

1. Respeto por la persona y la vida


2. Justicia en las transacción comercial
3. Solidaridad en el bienestar social
4. Responsabilidad en el trabajo
5. Coraje para enfrentar los retos gerenciales
6. Honestidad en la comunicación
7. Integridad en la cultura organizacional

Se presume que del uso constante y permanente de los anteriores hábitos se va a crear la conciencia ética o
la capacidad de discernir entre el bien y el mal. Esta capacidad se condiciona por el nivel de educación, el
temperamento y la inteligencia de las personas para identificar el problema y cuál sería el valor ético que se
debe utilizar o preservar para tomar la mejor decisión en beneficio de todos. Se considera que el uso
constante de prácticas éticas hace que la empresa sea vuelva competitiva, se posicione en el mercado,
fidelice la base de clientes e innove en producción, servicio y atención a los clientes.

Gobierno corporativo, ética en los negocios y responsabilidad social corporativa


Contenido

1. 1  Un poco de historia


2. 2  ¿Responsabilidad Social sin Ética?

Auditoría

Cuando una empresa pretende ser exitosa, no solo debe buscar su evolución y crecimiento constante
orientándose hacia una competitividad empresarial y a la obtención de mayores ganancias y generación de
empleos, sino también en acciones que favorezcan su entorno social y el medio ambiente que les rodea.

Las mejores prácticas de gobierno corporativo y responsabilidad social corporativa, apoyan firmemente
la idea anterior, promoviendo como elementos fundamentales la conducta ética y los valores corporativos,
así como la responsabilidad social corporativa desde los órganos de gobierno

de las organizaciones.

A efecto de tener una perspectiva más profunda sobre estos temas, en esta emisión de nuestro boletín nos

enfocaremos a delimitar los campos que están determinados por la ética en los negocios y la responsabilidad
social corporativa desde la óptica de gobierno corporativo, así como sus implicaciones y las repercusiones
benéficas que su adopción conlleva.

Un poco de historia

Para pensar en la ética, se precisa remitirse brevemente a los orígenes de esta palabra. De la raíz griega ethos
que entre otras acepciones significa punto de partida, proviene la palabra ethikos, que significa 'teoría de la
vida', de la cual derivó propiamente el vocablo español: ética.

Posteriormente, el "ethos" fue entendido como el hábito, carácter o modo de ser, algo que va incorporando el
hombre a lo largo de su existencia.

En términos generales, se puede definir a la ética como aquellos principios que orientan a las personas en su
concepción sobre la vida, el hombre, los juicios, los hechos, y la moral. Sin embargo, se debe diferenciar la
ética de la moral, la ética es una disciplina filosófica que tiene como objeto de estudio la moral pero esto no
quiere decir que la ética cree la moral, sino que solamente reflexiona sobre ella.

Lo anterior es relevante porque en la ética empresarial muchas veces se confunde lo ético con lo que es

propiamente moral al basarse en juicios subjetivos sobre lo bueno o lo malo de


las acciones, sin considerar los elementos que realmente definen el rumbo de una compañía, sus accionistas
y todos aquellos terceros involucrados.

¿Responsabilidad Social sin Ética?

Hoy día, el tema de la responsabilidad social corporativa ha pasado a formar parte de la agenda de muchos
directores de empresas, lo que indica que la preocupación por este tema se ha convertido en un reto. Con
ella, no se pretende contar con una forma más de administrar y organizar las empresas, sino de garantizar
una actuación éticamente correcta, siendo la mejora de la reputación corporativa una consecuencia más, no
la única meta de la responsabilidad social.

No fue sino hasta los años noventa cuando el concepto de responsabilidad social corporativa cobró mayor
relevancia y evolucionó de forma constante a raíz
de la llegada de la globalización, el aceleramiento de la actividad económica, la conciencia ecológica y el
desarrollo de nuevas tecnologías.

La raíz del significado de la responsabilidad social corporativa está vinculado a las prácticas que tienen que
ver con la ética, con el carácter y la conducta que se forman las personas
y las organizaciones en su actuar cotidiano. Por su parte, la responsabilidad es sin duda el punto de partida
en busca de la excelencia, del buen hacer económico
y moral por parte de la empresa, lo cual es necesario e indispensable, más no suficiente para actuar
éticamente.

Por tanto, la responsabilidad social corporativa no es un estandarte, sino un total y profundo compromiso; es
un deber ético voluntario que las empresas deben llevar a cabo a través de un compromiso responsable en su
administración y como parte de su cultura y estrategia de negocios.

El Pacto Global (Global Compact), dentro de las iniciativas que fomentan la responsabilidad social
corporativa, es un instrumento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyo fin
es promover el diálogo social para la

creación de una ciudadanía corporativa global, que permita conciliar los intereses de las empresas, con los
valores y demandas de la sociedad civil, los proyectos de la ONU, sindicatos y organizaciones no
gubernamentales (ONGs), sobre la base de 10 principios en áreas relacionadas con los derechos humanos, el
trabajo, el medio ambiente y

1 la anti-corrupción .

Dicho Pacto viene a complementar las estructuras regulatorias y otros códigos que existen a nivel
internacional y, a través de sus diez principios, pretende ser parte de la estrategia en los negocios,
operaciones y cultura en cualquier parte del mundo. Las empresas, los sindicatos y las organizaciones de la
sociedad civil, se incorporan a él de manera voluntaria buscando aplicar paulatinamente los citados
principios dentro de sus actividades cotidianas y para rendir cuentas a la sociedad sobre los progresos que se
realizan en ese proceso de implantación.

Deloitte es ejemplo de una empresa que se ha adherido al Global Compact. Pero, además de esto, la
responsabilidad social corporativa de la firma, está basada en la forma en que presta sus servicios
profesionales a sus clientes buscando la excelencia y la mejora continua al centrarse en los siguientes
aspectos:

Conducta.- A través de prácticas responsables para seleccionar, servir a los clientes y desarrollar negocios.

Gente.- Mediante la inversión en la selección de talento y el diseño y estructura de sus programas de


aprendizaje; así como la diversidad de la fuerza de trabajo actual y futuro, incorporando en los últimos años
a un alto porcentaje de mujeres.

Comunidad.- Estableciendo programas específicos en diferentes comunidades en las que opera y


compartiendo los cambios en los temas globales que benefician su entorno local.

Adicionalmente, Deloitte mantiene un modelo que la ha hecho acreedora por noveno año consecutivo por
parte del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) y la Alianza para la Responsabilidad Social
(AliaRSE), al distintivo de Empresa Socialmente Responsable. A través de

su modelo de gobierno y la aplicación de prácticas responsables, esta firma ha evidenciado su ética


empresarial, la calidad de vida que

Modelo de Responsabilidad Social de Deloiitte


ofrece a sus empleados, sus relaciones con la comunidad y su participación en el cuidado y la preservación
del medio ambiente. Todos ellos estándares establecidos en las áreas estratégicas de la responsabilidad
social corporativa que pueden conocerse a mayor detalle a través del proceso de aplicación para este
distintivo y que la han hecho ser catalogada como “Un Gran Lugar Para Trabajar”.

DIAPOSITIVAS

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