Está en la página 1de 7

COSMOGONÍA DE EGUNGUN

Giovanni Andrés Giolity Betto, awo Eturupon Nla ni Ode Remo awose

Egungun es para los yoruba la forma de adoración a los espíritus, comparable al espiritismo
de Latinoamérica, muy similar a las doctrinas espiritistas de Cuba y Venezuela, sin embargo
se diferencia en diferentes aspectos, no es un culto abierto, esto significa que no todo el
mundo puede acceder a los rituales e iniciaciones en Egungun, el culto posee un estructurado
sacerdocio ligado directamente a Orisa y por ende a Ifa, y otras de las diferencias importantes
es la forma en que los espíritus son concebidos por los seguidores de Egungun.
Los yorubas con este tema, como con muchos otros son muy secretistas, pues para ellos, el
culto a Egungun es tan antiguo y tan íntimo incluso mucho más que Orisa e Ifa, pues forma
parte del acervo ancestral de sus antepasados. Debemos tener presente que desde la
perspectiva espiritual no solo Egungun forma parte de esas divinidades cuya base de
adoración son los espíritus, también existe Òrò, Iyami Osoronga, Oso, entre otros. Los
rituales de Orisa e Ifa probablemente pueden ser presenciados por curiosos o personas no
iniciadas, los rituales y ceremonias de Egungun son celosamente resguardados tras paredes.
Egungun mitológicamente es el hermano menor de Oro (que es lo que se adora en América
como Orun), son hermanos, pero primero bajo a la tierra Egungun, fue tal su hazaña en la
tierra que, aun siendo amorfo y con aspecto demoniaco, los humanos los acogieron y lo
adoraron como un dios, cuando su hermano mayor Oro se dio cuenta de los privilegios que
gozaba su consanguíneo menor, decidió viajar desde el cielo para demostrar que él también
podía alcanzar la titularidad que ya su hermano tenía. Cuando Oro se encontraba en la tierra
comenzó a realizar las mismas proezas que su hermano ya había hecho por lo que, ya los
humanos veían dichas acciones con naturalidad, Oro molesto por su baja aceptación,
irrumpió violentamente contra Egungun, siendo Orunmila quien logró separarlos, de hecho,
fue Orunmila quien estableció que Egungun desde ese momento debía ser horado dentro de
las casas, lo cual explica el porque antiguamente los yorubas (como muchas tribus africanas)
enterraban a sus difuntos dentro de sus casas, por su parte, Oro debía ser atendido y horrado
fuera de las casas, todo esto obedece a un verso del Odun Ogbe Iwori.
Sabemos entonces que Egungun es una divinidad que los yorubas pueden atender y horrar
dentro de sus casas aun sin estar iniciados en ella. En algunas regiones Egungun representa
el capataz o rey de los ancestros completamente. Es así como se convirtió en la divinidad que
apadrina a todos los ancestros y familiares difuntos consanguíneos y no consanguíneos.
Egungun fue titulada como Irunmole u Orisa, pues, fue la única divinidad que por dictamen
de Akamara (nombre antiguo de Olodumare), pudo controlar entre la humanidad a todos los
espíritus buenos y malos, esto lo encontramos en unos varios versos del Odun Oyekun Mejí.
Aunque cada región posee una forma definida de adorar a Egungun todos se apegan a lo
expuesto en un verso de Ogbe Ofun, el cual resumo en la siguiente cita: La muerte descendía
del cielo cada cuatro días al mundo, específicamente en la capital religiosa de los yorubas,
Ile Ife, en compañía de su cayado o bastón secreto llamado Opa Okú, con el cual asechaba y
le quitaba la vida cuantas personas le placía, cada vez que la muerte hacía acto de presencia
la tierra temblaba, situación que mantenía a todos los pobladores sumergidos en un terrible
temor por sus vidas. Àmaìyégùn, hijo del gobernante de Ile Ife Oosanla (Obatalá en
América), decidió poner fin al asecho de la muerte, por lo que prometió proteger a su pueblo.
Àmaìyégùn fue donde su padre Obatalá y le hizo saber su intención de enfrentar a la muerte,
a lo que Obatalá le recomendó ir por adivinación a la casa de Orunmila antes de llevar a cabo
su peligroso plan. Àmaìyégùn fue a casa de Orunmila por adivinación obteniendo el Odun
Ogbe Ofun, Orunmila le recomendó ofrendar mucha sal a Esù además de un macho cabrío,
debía ofrendar dos gallinas a Oyá, dos gallinas a Ifa con dos pescados azules y dieciséis
babosas a Obatalá, Orunmila hizo especial énfasis que antes de la ejecución de su plan, debía
ir a casa de Oyá quien le daría un secreto. Àmaìyégùn hizo los sacrificios solicitados,
finalmente fue a casa de Oyá, quien le hizo entrega de un traje hecho de muchos retazos
multicolor con muchas telas, Oyá le recomendó que en el momento de enfrentar a la muerte
debía vestirlo, Àmaìyégùn aceptó. Llegado el día en que la muerte descendía a Ile Ife,
Àmaìyégùn vestido como Oyá le había indicado, se escondió a la espera de la muerte. Cuando
la avistó, Àmaìyégùn retorció su voz y salto para asustarla, la muerte asustada desapareció
del lugar olvidando su bastón. Àmaìyégùn lo tomó y muy efusivo por su hazaña lo llevó ante
Obatalá. Obatalá le contó lo que había sucedido a Oyá, quien llevó a ambos ante Sango pues,
él sabría qué hacer con el cayado de la muerte. Sango saludó con reverencia a Obatalá y
Àmaìyégùn, recibió el bastón. Fue Sango quien desde entonces descubrió el secreto de la
muerte, al golpear el bastón contra el suelo la muerte hacia acto de aparición, en su presencia
Sango, Oyá, Obatalá y Àmaìyégùn pactaron con ella acordar veneración a cambio de las
cuantiosas muertes, ella accedió y a cambio, solicitó ser reverenciada por medio de un
santuario secreto cuyo misterio les seria indicado, todos estuvieron de acuerdo y desde
entonces la muerte es reverenciada y así Àmaìyégùn detuvo el poder implacable de la muerte
en Ile Ife, dejando como receptor de todas esas ofrendas a Egungun. Mitológicamente
Egungun esta muy ligada a Sango y Oyá. Ambas divinidades están completamente en sus
sacerdocios.
Oya fue la primera mujer en vestir con los trajes sagrados de Egungun, llamados Ago Kùkù,
y Sango fue el primero en entablar en la tierra el culto a Egungun, de allí radica su estrecha
relación mística.
Cuando analizamos esta historia construida a partir de un verso del Odun Ogbe Ofun,
encontramos básicamente que Egungun es una emisaria de Iku, de hecho, están muy ligados.
Aun tradicionalmente cada individuo yoruba siempre rinde culto a Egungun, el festival anual
que lleva su nombre, se realiza en honor a esta historia, y tiene la singular intención de
ofrendar a Egungun para que, a su vez, estas sean informadas al fenómeno de la muerte y así
mitigar su llegada. Es por ello que la mayoría de las invocaciones para ofrendar
indirectamente a Iku hacen especial connotación a Egungun. Incluso para propiciar a Orò
también puede hacerse por medio de Egungun.
Aunque muchos versos e historias explican que Egungun se adora dentro de las casas, su
objetos e íconos sagrados se adoran en el Ibale o Igbale. El Igbale es un hueco que se abre en
los patios de las casas donde vive el sacerdote de Egungun. En dicho hueco se depositan
distintos elementos que son debidamente consagrados a la divinidad, huesos de animales,
palos, piedras, usualmente huesos de humanos entre otras cosas, en el fondo del mismo se
colocan algunos elementos planos en los cuales se pinta o se firman los Odun alegóricos a
Egungun, siendo el principal de ellos Oyekun Mejí. A su vez, dicho hueco se protege
incrustando en el borde del mismo una fila de palos de Atori (Cayena o Mar Pacifico), los
cuales llevan por nombre Isàn, (Opàsàn, pashan en la diáspora) los cuales están descritos en
el Odun Obara Owonrin.
A su vez, existe un recinto aledaño al cual solo entran los sacerdotes de Egungun, llamado
Idie Egungun que el cuarto secreto donde reposan todos los elementos utilizados en la
celebración de rituales y festivales en honor a Egùngùn, los trajes llamados Aparakaá Ago
Ekú o Ago Kùkù, también conocidos como Asò Ìyàmòyè, los bastones y tambores rituales
entre otras cosas. A este cuarto solo pueden pasar aquellos que están iniciados en dichos
secretos, equívocamente se cree que este culto es solo para hombres, pero se ha constatado
que, también hay mujeres que participan de manera activa en dichos rituales, especialmente
aquellas que son Olo Oyá. Es bueno saber que las mujeres sacerdotisas de Oyá tienen especial
aceptación en el culto a Egùngùn, debido a una leyenda yoruba que reza: Oyá fue la única
mujer en vestir los atuendos secretos de Egùngùn y por ello, sus hijas tienen la facultad de
poder estar cerca de los rituales concernientes a Egùngùn. Además, el Odun Osa Obara, nos
cuenta que Oyá no podía tener hijos debido a que ella no respetaba su tabú de no comer
carnero, en adivinación Orunmila le recomendó que debía hacer sacrificio con un carnero y
vestir un traje confeccionado con mucho colorido, Oyá hizo el ebo y así fue madre de nueve
hijos, dando origen a su apelativo Iya Nsa (madre de los nueve), lo ropa de muchos colores
fue una revelación que Egùngùn le dio a Oyá. La confección del Igbale y del cuarto sagrado
de Egungun es solo potestad del Alagbaa o del Alapini que son los sacerdotes mayores dentro
del culto. Oloje es el nombre que se le otorga a la persona cuando ha visto (ha sino iniciada)
en los secretos de Egungun, que es lo que nosotros apreciamos en occidente como “tener
hecho Egungun en la cabeza”.
Cada familia posee y por ende cada linaje consanguíneo yoruba poseen Egungun que adoran
de manera individual y de manera mancomunada, ya sea a través de rituales individuales, así
como colectivos. Un verso de Osa Ogbe nos señala que las personas por naturaleza son
caballos o montadores de espíritus, pero realmente conocen si han sido bendecidos con esa
facultad cuando son iniciados en Ifa, Orisa y propiamente en Egungun. La persona que tiene
la facultad de entrar en trance con espíritus se le denomina Elegun. En el festival anual de
Egungun, los Elegun que usualmente en su mayoría son Olo Egungun o están iniciados en el
secreto de Egungun, asistente al Igbale a ofrendar comidas, animales y demás elementos en
símbolo de gratitud, luego son mágicamente preparados en el Idie Egungun para luego bailar
con los trajes sagrados a los largos de largas procesiones.
En América se ha tergiversado las facultades de Elegun con los montadores o caballos de
Orisa, ciertamente aquellos que poseen la facultad de caer en trance con Orisa u Oosa (Osha
en a la diáspora) llevan el mismo nombre que aquellos que caen en trance con Egungun, pero
los rituales, consagraciones y preparativos son completamente diferentes. El Elegun de
Egungun nunca revelará su cara, mientras que el Elegun de Orisa si tiene el dorso destapado
al público. Los bailes de cada Elegun Orisa son completamente diferentes a los efectuados
por los Elegun Egungun.
El culto a Egungun claramente llegó a América, cuando leemos los libros afrocubanos de
Odun, encontramos tres indicios de que claramente los esclavos africanos transmitieron dicha
sabiduría a los nativos del nuevo continente. En el Odun Osa Ogbe encontramos la palabra
Zambeto, la cual se le acredita al nombre de un Esú que caza o apresa los espíritus malignos.
Para los yorubas Zambeto es el nombre de un tipo de Egungun burlón muy antiguo, el cual
se venera cada vez que se lleva a cabo el festival anual de la deidad. No es un Esú es un
espíritu intranquilo. Por otro lado, encontramos la palabra Pachan o Pashan en el Odun Obara
Owonrin (Obara Ojuani para los afrocubanos), palabra que es el nombre que se les da a los
bastones que se consagran para rituales concernientes a Egungun, de hecho, como ya se dijo,
son utilizado para proteger el Igbale, también son utilizado para golpear simbólicamente la
espalda de los iniciados antes de ser concebidos como Oloje. Por último, encontramos un
fundamento u objeto mágico dentro del sacerdocio de Ifa diáspora llamado Ibole, ósea la
cazuela o teja de muerto, elemento que sin duda alguna le dio continuidad al culto de
Egungun en América, pues la teja o cazuela de Eggun como comúnmente se le conoce, es un
receptáculo en el cual el Babalawo coloca una serie de elementos que representan
mágicamente a los ancestros, nada más parecido que al contenido mágico del Igbale.
Los antiguos sacerdotes de Ifa durante la época de la colonia, no poseían propiedades ni casas
propias, no poseían la posibilidad de hacer el Igbale en los patios de las casas que eran de sus
dueños los blancos, por ende, comenzaron a depositar los mismos elementos constitutivos
del Igbale en una cazuela de arcilla roja, con la finalidad de que el sacerdote pudiera moverla
de un lugar a otro de manera práctica, naciendo así lo que conocemos como teja de muerto.
¿Necesitamos más elementos que nos indiquen que el culto a Egungun si llego a Cuba? Pues
yo creo no, incluso en el nombre esta la respuesta, la cazuela de Eggun fue nombrada Ibole,
lo cual puede ser una americanización de la palabra original Igbale. El culto de Egungun en
América, Cuba y Venezuela principalmente se le debe a Ñó Ernesto Noriega, quien fue uno
de los primeros en dar a conocer la consagración de los Cujes o Bastones de Eggun
(consagración de Isàn Egungun), lo cual constituye una parte del completo y secreto ritual
iniciación en Egungun.
Ciertamente es erróneo que dicha teja o cazuela Ibole sea potestad de los sacerdotes de Ifa
en el Ifismo diáspora, pues tradicionalmente para los yorubas, las únicas personas que puede
llevar a cabo las consagraciones y ritos secretos en honor a Egungun son, en ocasiones
personas que ni iniciación de Orisa o de Ifa poseen. Ósea, no es un sacerdocio completamente
ligado ni dependiente de Orisa e Ifa, pues Egungun es un Orisa especial.
Cuando escuchamos a un sacerdote Orisa o Ifa en la religión afrocubana diciendo: Oro
Eggun, no significa conversar o cantar a Eggun, se refiere a una exclamación propia del Odun
Ogbe Iwori en la cual se denota que Òrò es el hermano mayor inseparable de Egungun: òrò
Egungun.
El Odun Iwori Odi explica como llego a la tierra no como se explica en el cuerpo literario
afrocubano en el Odun Oyekun Mejí, Egungun en el cielo fue por adivinación para saber si
en la tierra iba a gozar de muchos Omisin (seguidores), se le recomendó hacer sacrificio con
mucho Obí Kola, pescados, caracoles, carnes de diferentes animales y abundantes telas,
Egungun hizo el sacrificio, y cuando llego a la tierra comenzó a gozar de mucha popularidad,
lo cual se puede constatar en su festival anual, cada vez que se realiza el ritual de Egungun
arrastra por las calles tanto a niños, mujeres, hombres los cuales van a reverenciar a Egungun
sea cual sea su inclinación política, religiosa o cultural.
En el Odun Iroso Iwori, cito este relato antiguo referente al verso número 11 de este Odun,
la esposa de Alapini (el primer gran sacerdote y maestro de Egungun en la tierra) era muy
curiosas, un día Ifa le profetizó a Alapini que Egungun vendría a su casa a saludarlo por
medio de sus bailes sagrados. La mujer nunca había visto a Egungun, pero había escuchado
que se materializaba por medio de un traje que mágicamente bailaba por obra de Ara Orun
(un espíritu celestial del cielo). Cuando faltaba un día para el festival, la esposa de Alapini
se escondió dentro de una Ikoko para que no la vieran dentro del Idie Egungun (cuarto secreto
de Egungun). Llegó el día del festival, Egungun salió del Igbale y fue al Idie Egungun,
estando dentro, dijo Ògbò Nrùn (algo huele raro), la Ikoko donde se encontraba la esposa de
Alapini tenia un hueco y por allí se escapaba su olor, Egungun ordenó que partieran la Ikoko,
cuando la golpearon salió la mujer. Egungun exclamo Ah Eewo (la prohibición), ninguna
mujer me puede ver a mi la ultima fue Oyá. Egungun se llevó a la mujer de Alapini al cielo
matándola. Alapini comenzó a buscarla y nunca la encontró, Esú le informó que su mujer se
había ido al cielo, Alapini mando a llamar a Egungun y le preguntó por la mujer, Egungun le
respondió que su mujer había buscado en secreto y lo había encontrado por eso debía morir
para que el secreto de Egungun no fuese revelado. Alapini dijo por eso te la has llevado a tu
reino, ella más nunca tocara mi casa, Egungun le contestó, ella no me importa, tu a mi no me
has dado nada. Así fue como Egungun se fue de su casa de Alapini, con el tiempo la suerte
de Alapini se vino abajo, ninguna de sus esposas quedaba embarazada, cuando fue por
adivinación Ifa por medio del Odun Iroso Iwori le prescribió ofrendar con 2 gallinas, 2
conejos, 2 gallos, 2 pescados, 2 ratas a Egungun pues con sus acciones lo había expulsado.
Alapini hizo el sacrificio y Egungun se apersonó, y le dijo, me han llamado para ofrendarme,
yo no me llevaré a tus nuevas esposas, siempre bailare en tu patio, Alapini le indico que más
nunca seria aceptado dentro de su casa y Egungun le replicó diciendo, y ellas más nunca
podrán verme dentro de mi casas ósea el Idie Egungun, así fue como Alapini y Egungun
pactaron, es por eso que Egungun siempre baila en el patio de la casa de Alapini ósea,
Egungun baila en la calle nunca dentro del Idie Egungun, además, nunca pueden entrar al
Idie Egungun en su presencia, lo que generó indirectamente que cuando un sacerdote de Orisa
o Ifa está entablando una conversación con Egungun por medio del Obí kola (o Obí Agbon
en la diáspora), la mujer debe voltearse , nunca puede ver dicho procedimiento. Es Iroso
Iwori y no Irete Iwori, donde se prohíbe que la mujer vea los rituales de Egungun, fue Oyá
la única mujer no solo en vestir los atuendos secretos de la divinidad, sino también fue la
única en resguardar con su vida dichos secretos, ella misma prohíbe la presencia de mujeres
dentro de los rituales de Egungun, es por ellos que el rito de Egungun no es exclusivo de
hombres, pero predominan ellos, son pocas las mujeres que participan. Además, este relato
nos enseña como durante el Obírè o, la mujer debe cerrar los ojos y voltear para no ver la
caída del Obí, en los rituales de Egungun, el Itutu, cuando se rompen las cazuelas donde vive
Orisa y cuando se rompe la tinaja del secreto de Ota Mayékùn (secreto del rio) la mujer no
puede ver tales rituales porque eso le acorta su vida, le debilita su espiritualidad.
Entonces, ¿Pueden las mujeres participar en los rituales de Egungun? Para responder esta
pregunta debemos delimitar de cuales rituales estamos hablando, obviamente por lo expuesto
en el verso de Iroso Iwori y en otros muchos Odun, la mujer no puede participar de manera
activa en los rituales de iniciación de Egungun, tampoco puede participar en los bailes de
Egungun dentro del Idie Egungun, sin embargo, si puede propicia, agasajar incluso ser
iniciada en sus secretos. En la religión afrocubana, darle Obí y sacrificar a Egungun es lo
más cercano a los rituales de Egungun, lo segundo que es sacrificarle a Egungun no debe ser
realizado por una mujer.
En aspectos generales, una mujer no puede estar dentro del Idie Egungun, aun teniendo
consagración, lo mismo sucede con los sacerdotes de Obatalá y de Oggun, todo se debe a
diferentes factores. Obviamente que en Itan Orisa puede determinar que un Olo Obatala y un
Olo Oggun deben ofrendar a Egungun pero su iniciación debe ser por un momento exclusivo
o muy importante.
Para alimentar a Egungun se hacen ofrendas de animales y comidas preparadas, diferentes
elementos como la ginebra, el aguardiente de caña, el sacrificio de animales, frutas y
hortalizas pueden ser ofrendadas y son del gusto de Egungun, el aceite de palma es un gran
tabú para Egungun. Muchos versos explican la atención de Egungun a través de Ifa, también
es muy común para los yorubas ofrendar a Egungun en el bosque.
Usualmente cuando en la afrocubanía se abre un hueco en la tierra y se sacrifican animales
allí se cree que se está ofrendando Orisa Oko, pero realmente dicho procedimiento
originalmente un sacrificio en honor a Egungun, fíjense de los paralelismos y de la
tergiversación de los mismos, en los Odun afrocubanos, Orisa Oko descendió del cielo en el
Odun Iwori Odi, siendo realmente ese el Odun en el cual Egungun se manifestó en la tierra
entre los humanos. Los yorubas para darle de comer a Orisa Oko y a la prole de esta divinidad
utilizan sus íconos y objetos sagrados, no necesariamente deben abrir huecos en la corteza
terrestres, ni en el bosque. En Nigeria, Egungun es ofrendado solo dos veces al año como
mínimo.
La palabra Eggun es una frase diminutiva de Egungun, dentro de la lengua yoruba, Eggun o
Eegun significa hueso, espíritu principalmente. No es común en los rituales de Ifa ni de Orisa
yorubas ofrendar a Egungun que vayan a ser realizados, de hecho, una cosa no tiene que ver
con la otra.
Aparte de Igbale que es el hueco sagrado de Egungun, y del cuarto sagrado dedicado a la
divinidad, Egungun también se representa por medio de látigos o palos de Atori, los cuales
se amarran en número impares para representar no solo el bastón de Egungun sino como
objeto sagrado para ofrendarlos, además de los trajes secretos fabricados a partir de retazos
de telas coloridas.
En la iniciación de Oosa Egungun la persona de igual manera le es pelada la cabeza, se le
hace Adosu, Egungun puede hablar en Itan ya sea por Owo Ero Merindilogun o por Ifa, en
algunas regiones puede comunicarse por Obi Kola.
Mitológicamente, Egungun es uno de las divinidades que bajo del cielo después de la
creación, al no existir la vida, no existían espíritus, por ende no existía Egungun.

También podría gustarte