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Consejos y pautas para la estimulación del lenguaje en

casa
1. No recriminar al niño/a por una pronunciación defectuosa, ni pedirle simplemente que
hable bien, porque no puede hacerlo.
2. Hablar al niño/a, en la medida de lo posible, de frente y a la altura de sus ojos, para que
pueda ver su boca y apreciar los movimientos articulatorios.
3. Respetar el ritmo personal del niño cuando se expresa. No interrumpirle cuando cuenta
algo. No anticipar su respuesta, aunque tarde en darla.
4. Es importante escuchar a nuestro hijo cuando nos está contando cosas, que el note que le
estamos prestando atención y que sienta que le escuchamos. Es importante que le
dediquemos un ratito a sentarnos con él/ella mirarle a la cara y escucharle sin prisas, si no
se le entiende, sin interrumpirle tratar de adivinar que es aquello que nos quiere decir sin
corregir sus errores en exceso, ya que interrumpirle constantemente no es positivo ya que
podemos provocar el efecto contrario, que el niño deje de hablar, que no hable porque no
se le entiende… ¡Ponga más atención en lo que dice que en cómo lo dice!
5. Se puede aprovechar el juego para hablar mediante juegos del lenguaje (veo,veo,
canciones, trabalenguas..). Un cuento es una actividad perfecta para estimular el lenguaje,
los libros de texturas, son perfectos para interactuar con nuestro hijo.
6. Antes de hablar, los niños señalan para decir aquello que quieren, es importante que no se
acomoden a esta situación. Por eso hay que favorecer la estimulación oral, haciéndole
preguntas ¿Qué quieres?, no conformarnos solo con una palabra, intentar que poco a poco
vaya emitiendo frases. Por ejemplo: luego de que pronuncie una palabra, armar nosotros
una oración con ella.
7. Utilizar un lenguaje correcto al hablar con nuestros hijos. Evitar los infantilismos. No
sustituir palabras.
8. Felicitar a su hijo es muy importante para motivarle y reforzar su autoestima.
9. Trabajar la discriminación auditiva: discriminar sonidos de la naturaleza, de animales, los
sonidos de la cocina. Es importante observar si los niños oyen correctamente.
10. Aprovechar las situaciones cotidianas para estimular el lenguaje y desarrollar
vocabulario. Por ejemplo: nombrar las prendas de vestir cuando lo/la ayudamos a
vestirse, nombras los alimentos, etc.

11. Favorecer la producción de enunciados describiendo objetos (es útil responder a las
preguntas ¿Qué es? ¿Cómo es? ¿para qué sirve?) o completando sus enunciados. Siempre
utilizando palabras sencillas. Por ejemplo: Si, eso es un perro. Es un animal.

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