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ESTIMULACIÓN DEL NIÑO SORDO.

Signos de alarma para detectar un niño con pérdida auditiva.

De 0 a 3 meses

 Ausencia de reacción a ruidos fuertes.

 Sueño demasiado tranquilo.

De 3 a 6 meses

 No orienta la mirada hacia la voz de la madre.

 No emite sonidos guturales ni vocablos para llamar la atención.

De 9 a 12 meses

 No comprende ni reconoce palabras familiares (mamá, adiós...).

 No imita combinaciones de sonidos.

De 12 a 18 meses

 Se muestra indiferente a los estímulos que no están dentro de su campo de


visión.

 No comprende frases cortas ni órdenes sencillas.

 Ausencia de palabra articulada.

De 18 a 24 meses

 No responde cuando lo llaman por su nombre.

 No responde a preguntas sencillas.


¿Qué hacer con el niño sordo?

Estimulación Precoz

Las diferencias entre los niños sordos estimulados en sus primeros años de
vida con respecto a otros que inician su educación a partir de los 4 – 5 años son
significativas. Con la estimulación precoz se incentiva y favorece el desarrollo
intelectual global y facilita al discapacitado un instrumento de comunicación. Para
ello, el programa debe tocar todas las áreas: cognoscitiva, motriz, sensorial y
verbal.

Al nacer, la producción vocal espontánea es semejante a la de un bebé


oyente, pero esa voz natural va a desaparecer progresivamente a partir de los seis
o siete meses si no es estimulado adecuadamente. Hasta los tres años es cuando
se desarrollan las bases de la comunicación y del lenguaje, cuando las estructuras
cerebrales se encuentran en perfectas condiciones para ese aprendizaje, por lo
que es indispensable actuar para que el niño adquiera la mayor cantidad posible
de estructuras comunicativas y lingüísticas durante el periodo en que se encuentra
biológicamente más preparado.

Cabe mencionar que siempre, en un principio, se trabajan las capacidades


sensoriomotrices: visual, táctil y en algunas ocasiones, auditivo. Para ello
debemos utilizar todo lo que pueda llamar su atención. Por ejemplo, acompañando
los estímulos auditivos de vibraciones percibidas por el tacto - un molinillo de café,
la lavadora, la voz grave de papá, la aspiradora, etc. Respecto al lenguaje,
siempre que hablemos con el niño debemos hacerlo de cara permitiéndole que
pueda leer nuestros labios. Esto debido a que la lectura labial facilita la
comunicación.
1 – 5 meses.

La aproximación al niño/a se deberá iniciar a través del contacto, de las


caricias, lo sentamos sobre nuestras rodillas, lo balanceamos hacia un lado, hacia
el otro, lo hacemos partícipe y protagonista del juego, hacemos pausas, le
hablamos en el oído.

Progresivamente estimulamos el contacto ocular. Captaremos el interés del


niño/a a través de objetos simples, de colores, con y sin sonidos. Observamos qué
y como prioriza los objetos, si les da un lugar en su mundo. En sesiones
posteriores ampliamos el abanico de recursos, a otros objetos, con diferentes
texturas, tamaño, peso, etc. Introducimos onomatopeyas, le damos expresividad a
sus acciones, incluimos juegos vocales, a las que le damos intencionalidad. La
palabra se hace presente en todos los momentos, explicando que hacemos,
haciendo exclamaciones, preguntas, llamando su atención, en forma espontánea.

8 – 10 meses.

Reforzamos el balbuceo las vocalizaciones con sonidos muy sencillos.


Realizamos juegos rítmicos. Intentamos incidir en la alerta auditiva, la localización
de la fuente del sonido y el descubrimiento de lo que le rodea.
Cuando comienza el gateo (entre 8 y 9 meses) comienza a explorar el espacio y la
acción de él/ella sobre los objetos. Le comienza a dar significado a sus juguetes.
El juego es su mejor aliado. Se observa las conductas de adhesión y separación
con los objetos. Se le facilita un espacio para la respuesta ante nuestros
interrogantes.
10 – 12 meses.

Comienza a caminar, se reconoce en imágenes, su conducta social se


amplifica, acepta extraños a su círculo familiar.

18 meses.

El niño, ya puede caminar, subir escaleras gateando, es decir, que su


mundo se multiplica enormemente, así como también su interés por la exploración
a través del ensayo y error. Esta técnica lo desborda de experiencias nuevas. Se
trabaja la comprensión de consignas simples, como por ejemplo: “dame”, “coje”,
“llévalo a...”, etc.

Cuando se da el juego cooperativo entre el niño/a y terapeuta, se le facilita


el lenguaje, ya sea oral o signado, fruto de la acción-diálogo.
El lenguaje y el juego establecen la función simbólica. Esta herramienta posibilita
el desarrollo de las habilidades sociales, lingüísticas, afectivas, etc. Se trabaja la
comprensión de preguntas como por ejemplo: qué, quien, cuándo, cómo, dónde. El
niño/a empieza a comunicar sus deseos, necesidades, estados de ánimo,
intenciones, etc.

Actividades:

1 – 5 meses.

La madre debe iniciar contacto con el bebé, esto lo puede hacer a través de
caricias gestos de su cara. También, puede sentar al bebe en sus piernas y
realizar contacto ocular y seguimiento de la expresión de la madre por parte del
niño. Se pueden hacer pausas entre cada juego para que el niño no se
sobreestimule y pierda el interés en ella. Siempre debe recordar la madre hablarle
al bebe en todo momento con las expresiones de acuerdo a lo que esta diciendo.
Aquí la madre puede utilizar materiales que llamen la atención del bebe, esto es
usar por ejemplo un triángulo y hacerlo sonar para que el menor pueda escuchar
las vibraciones que produce este instrumento, ahora si la madre posee una
guitarra se pude poner la mano del bebe y que sienta las vibraciones cuando la
cuerdas están sonando. Se pueden tocar distintas notas para que el niño note la
diferencia entre una vibración y otra.

8 – 10 meses.

La madre debe estimular al bebe con onomatopeyas (sonidos de animales)


y las vocalizaciones sencillas, como ma ma pa pa, etc. Cuando lo realice debe
estar a la altura de la cara del bebe, esto para que el niño capte todas las
expresiones que utiliza la madre cuando esta hablando. En las onomatopeyas la
madre las puede realizar con la ayuda de títeres o muñecos de los animales que
este imitando. Esto va ha ayudar a que el niño se concentre mas y capte de mejor
forma los sonidos.

10 – 12 meses.

Comienza la exploración del niño con el gateo y los primeros pasos se


puede incentivar la curiosidad del niño, como por ejemplo que identifique le fuente
sonora moviéndose hacia ella, esto se podría hacer con un tambor o el ruido de
una olla. Aquí la madre debe decirle el nombre del objeto identificado en forma
clara par que el niño comprenda lo que es.
Luego cuando el niño ya camina (12 y 18 meses) se le puede reforzar las
preguntas interrogativas con la presentación de familiares, como por ejemplo: Este
es tu papa, le muestra en foto del papa, donde esta el papa? El niño lo muestra.
Aquí la madre también puede hacer el uso de gestos para la identificación y las
expresiones faciales son de gran ayuda para que el niño aprenda la diferencia
entre el estar enojado, triste, en preguntas, etc.

ESTIMULACIÓN TEMPRANA EN NIÑOS CON DISCAPACIDAD AUDITIVA.

La estimulación del bebe sordo debe abarcar los cuatro ámbitos de su


desarrollo, esto es motor, social, cognitivo y lenguaje. Desde luego, todo lo
anterior estará teñido por las necesidades especiales de estas personitas. Por ello
se debe integrar además una quinta área, que se relaciona con el desarrollo de las
capacidades auditivas remanentes del menor. Sin embargo, un programa de
atención temprana deberá poner mayor énfasis en el desarrollo de las habilidades
comunicativas y no tanto en reforzar la audición.

Con esto me refiero a que, en los primeros meses del menor, lo


fundamental es que establezca un buen vínculo con la madre, la que seguramente
se encuentra afrontando el periodo de duelo por el nacimiento de su hijo “no
perfecto”. Así, actividades tales como hablarle al bebe cuando le da pecho,
acariciarlo, acunarlo mientras le canta canciones de cuna son conductas que a
una madre normal le nacen pero puede que con ellas no sea así, por ende es
necesario recomendárselas. Ahora bien, cuando el menor comience a balbucear la
madre deberá apoyarlo, por ejemplo prestándole mayor atención, riéndose con él
o mostrándole claras manifestaciones de alegría. También puede poner sus
manos sobre las del niño, en la boca, garganta, pecho, nariz y balbucear,
canturrear o emita sonidos vocálicos y consonánticos.
Por otra parte, también resulta importante recomendar a los padres que
aprendan lenguaje de señas, en caso de que la hipoacusia del menor sea
profunda, a fin de proporcionar al niño un medio de comunicación que permita su
desarrollo integral. En todos los casos, la utilización de audífonos desde edades
tempranas resulta muy beneficiosa, pues aumenta la capacidad del pequeño para
percibir el sonido.

En términos generales, las recomendaciones van dirigidas hacia estimular


al menor como si no tuviera trastorno, es decir, hablarle siempre, apoyar las
expresiones verbales con gestos, presentarle sonidos de distintos tipos, en
especial graves. Así por ejemplo, se puede utilizar una grabación con tonos
graves, para que el bebé, al poner las manos sobre los parlantes sienta las
vibraciones y si tiene la capacidad, los sonidos. Otras actividades que pueden
utilizarse ya sea con niños sordos u oyentes son:

1. Emita sonidos a través de un globo colocado en el cuerpo o en la cara del


niño.
2. Ponga las manos del niño en la boca, garganta, pecho, nariz y balbucee,
canturree o emita sonidos vocálicos y consonánticos.
3. Utilice el cartón del rollo de papel higiénico como altavoz.
4. Imite las vocalizaciones del niño.
5. Haga sonidos de animales.
6. Acune al niño mientras le canta canciones de cuna.
7. Utilice instrumentos de música (empezar con los más suaves y progresar
hacia los más intensos).
8. Salude siempre al niño.
9. Ponga al niño una pulsera de cascabeles en la muñeca o en los tobillos e
incítele a moverse.
10. Aplauda y, coactivamente, haga que el niño imite la acción y el sonido.
11. Utilice luquetes que producen sonidos cuando se les mueve. Ejemplo un
perro que ladra cuando anda.
12. Juegue al cucú tras-tras.
13. Haga juegos de manos sencillos que impliquen acción.
14. Cante canciones sencillas que se acompañen de movimiento.
15. Juegue con juguetes musicales.
16. Introduzca cajas de música.
17. Introduzca materiales que hagan ruido. Por ejemplo doblar o estrujar papel
de celofán, papel de envolver, periódicos, etc.
18. Juegue con despertadores.
19. Utilice sonajeros.
20. Juegue con juguetes chirriantes.
21. Escuche distintos tipos de música.
22. Haga juegos de imitación.
23. Escuchen los sonidos de los electrodomésticos.
24. Coloquen móviles junto a una ventana abierta.
25. Ponga un timbre o una bocina en la bicicleta, en posición tal que el niño
pueda tocarla.

Bibliografía

 www.camucet.cl/DOCS/EDUCACION/sicosord.html
 www.salud.discapnet.es/discapacidades+y+deficiencias/deficiencias+auditiv
as/viviendo+con.htm
 www.adelco.com.ar/sordo.htm
 www.solohijos.com/html/articulo.php?idart=51
 www.rincondeladiscapacidad.cl
 www.espaciologopedico.com

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