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Capítulo 2

Transmisiones

1. Introducción
Los requerimientos de velocidad y de par que se dan habitualmente en las máquinas no
se pueden obtener con facilidad directamente de los motores, siendo necesario el
empleo de elementos de transmisión para acondicionar la salida del motor a las
necesidades de la utilización. Se puede realizar una clasificación de las transmisiones
mecánicas atendiendo a sus principios básicos de funcionamiento:
1. Transmisiones por rozamiento: correas planas y trapezoidales.
2. Transmisiones por engrane, entre las que se pueden distinguir.
a) Por contacto flexible, cadenas y correas dentadas.
b) Por contacto directo, engranajes.
Las transmisiones son junto con los cojinetes uno de los elementos de máquinas que
más problemas de mantenimiento plantean. En este tema se proporcionará una
descripción de los distintos tipos de problemas que pueden aparecer en las
transmisiones mecánicas y se darán nociones básicas de funcionamiento y
mantenimiento. Hay que destacar que los sistemas de transmisión pueden ocasionar
graves lesiones a las personas en forma de atrapamiento o corte, por ello antes de
realizar cualquier tarea de mantenimiento es necesario proceder a la parada de la
máquina y a la consignación (bloqueo de la alimentación de energía) para evitar un
arranque inesperado.

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2. Transmisiones por rozamiento, correas


Este tipo de transmisión tiene un rendimiento comprendido entre el 85 y el 98 %. Se
pueden destacar como ventajas:
+ Coste reducido y bajos requerimientos en el posicionamiento de los árboles.
+ Funcionamiento silencioso.
+ Capacidad de absorción elástica de choques, y protección contra sobrecargas.
Como inconvenientes se pueden destacar:
- La relación de transmisión no es exacta y depende de la carga. Existe un
deslizamiento comprendido entre el 1 y el 3 %.
- Sobrecargan los cojinetes de los árboles debido a la necesidad de tensión previa.
- Duración limitada.
- Sensibilidad al ambiente.
A la hora de seleccionar una correa para una determinada aplicación hay que
comprobar que no sobrepasemos la tensión máxima admisible ni la frecuencia de
flexión límite del material de la correa. Así mismo hay que comprobar que el diámetro
de la polea más pequeña sea superior al mínimo admisible.

2.1. Correas planas


Se emplean entre árboles paralelos y cruzados, con relaciones de transmisión i 6 para
accionamientos abiertos. Se emplean fundamentalmente para aplicaciones de velocidad
elevada o que requieran el paso por poleas de radio reducido. A causa del
deslizamiento su rendimiento está alrededor del 85%.
La capacidad de transmisión de una accionamiento por correa plana viene determinada
por el valor de las fuerzas de tensión F1 y F2, por el coeficiente de rozamiento y por
el ángulo de abrazamiento .

Figura 2.1. Paso de la correa por la polea motriz

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Para producir la tensión necesaria en la correa se suelen emplear los siguientes tipos de
accionamiento:
a) Accionamiento con peso propio. La distancia entre ejes debe ser lo
suficientemente elevada. El ramal en carga suele ser el inferior para aumentar el
ángulo de abrazamiento.
b) Accionamiento con desplazamiento del eje.
c) Accionamiento con rodillo tensor.

a)

b)

c)
Figura 2.2. Distintos tipos de accionamiento en correas planas
Al pasar la correa por las poleas varía la tensión a la cual está sometida, con lo que se
varía su longitud, provocando un pequeño resbalamiento sobre la polea denominado
resbalamiento por alargamiento. Si la fuerza de tracción supera a la fuerza de
rozamiento, la correa deslizara sobre la polea pequeña sin ser arrastrada
(resbalamiento por deslizamiento). Gracias a esta facilidad para patinar actúan como
elemento de protección del conjunto de la instalación frente a sobrecargas.

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2.2. Correas trapeciales


Para la misma fuerza de presión poseen una capacidad de transmisión hasta tres veces
superior a las correas planas por lo que sobrecargan menos los cojinetes. Arrancan con
más suavidad y prácticamente no tienen deslizamiento, por ello su rendimiento puede
alcanzar el 97%. Se emplean entre árboles paralelos, con relaciones de transmisión
i 10 (sin rodillos tensores). Emplean cuerdas de poliéster para transmitir la carga, un
núcleo de goma para darle forma a la correa y un tejido de recubrimiento tratado con
goma que es resistente al desgaste.

Figura 2.3. Correa trapecial de flancos recubiertos

Si bien se ven afectadas por las altas temperaturas, las hay capaces de trabajar con
temperaturas comprendidas entre -55 ºC y 80 ºC.
Las correas trapeciales se clasifican por su sección transversal. Sobre la correa se
marca el tipo de correa y la longitud primitiva de la misma. Las secciones normalizadas
(según ISO 4184:1992) más comunes son la convencional o perfil clásico y el perfil
estrecho. Sus dimensiones principales se muestran en las siguientes tablas.

Tabla 2.1. Dimensiones correas trapeciales de perfil clásico (bp ancho primitivo)

Perfil clásico Y Z A B C D E
b (mm) 6 10 13 17 22 32 38
bp (mm) 5,3 8,5 11 14 19 27 32
h (mm) 4 6 8 11 14 19 25
40º 40º 40º 40º 40º 40º 40º

Este perfil clásico se puede emplear en una transmisión con la polea pequeña de tipo
trapecial y la grande plana.

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Tabla 2.2. Dimensiones correas trapeciales de perfil estrecho

Perfil estrecho SPZ SPA SPB SPC


b (mm) 9,7 12,7 16,3 22
bp (mm) 8,5 11 14 19
h (mm) 8 10 13 18
40º 40º 40º 40º

Otros perfiles que se puede encontrar en la industria es el correspondiente a las normas


americanas RMA / MPTA.

Tabla 2.3. Dimensiones correas trapeciales de perfil industrial estrecho (norma americana)

Perfil estrecho 3V/9N 5V/15N 8V/25N


b (mm) 9 15 25
h (mm) 8 13 23
40º 40º 40º

En las poleas empleadas con correas trapeciales de perfil clásico o estrecho el ángulo
de garganta debe tener uno de los valores siguientes: 32º, 34º, 36º ó 38º, dependiendo
este ángulo del valor del diámetro primitivo de la polea. Cuando los diámetros de las
poleas sean reducidos, las velocidades altas o las temperaturas ambientales elevadas se
pueden emplear correas trapeciales con dentado moldeado (sin recubrimiento). El perfil
dentado reduce las tensiones de flexión, que pueden ser elevadas en el paso por poleas
de diámetro reducido. Se identifican con una letra X (ZX, AX, SPZX, 3VX, …).

Figura 2.4. Correa trapecial de flancos abiertos y moldeados

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La velocidad máxima de trabajo para las correas trapeciales de perfil clásico es 30 m/s
y 40 - 50 m/s para las estrechas. Pueden utilizarse varias correas funcionando en
paralelo. El rendimiento en estas transmisiones puede alcanzar el 98%, aunque caerá si
aparece deslizamiento causado por una falta de tensión en la correa. Su frecuencia de
flexión máxima se sitúa entre 60 - 80 seg-1 para las correas de perfil clásico y 100 - 120
seg-1 en las estrechas.

2.3. Instalación y mantenimiento de correas


Las causas principales de fallo prematuro de correas son: pretensado inadecuado,
desalineación, errores de montaje, factores ambientales y errores de diseño. Como
orientación es recomendable realizar una inspección visual y auditiva de la transmisión
una vez al mes (dos semanas si es una transmisión crítica) y una inspección completa
de las correas, poleas, alineación, pretensado, cada tres o seis meses.

2.3.1. Pretensado
Para su correcto funcionamiento las correas requieren un correcto pretensado inicial.
En el caso de las correas trapeciales, la tensión ideal es aquella para la que la correa no
patina bajo la máxima carga transmitida. Un pretensado insuficiente genera ruido, que
la correa patine y se desgaste prematuramente, mientras que un pretensado excesivo
sobrecarga la correa y los cojinetes de los ejes de las poleas.
Los fabricantes proporcionan información sobre el cálculo de la fuerza de pretensado
adecuada. Como orientación, para una correa trapecial la tensión inicial de pretensado
se encuentra entre 0,875 y 1 veces la fuerza de tracción (F = P/v), siendo ésta el
cociente entre la potencia transmitida por la correa y la velocidad. Mientras que en una
correa plana esa tensión de pretensado debería estar entre 2 (accionamiento por
extensión) y 1 (accionamiento con rodillo tensor) veces la fuerza de tracción.
Después de su sustitución, pasados entre 30 minutos y 4 horas de funcionamiento es
necesario volver a comprobar la tensión en la correa, una vez que esta se haya
asentado.
Para el control de la fuerza de pretensado se puede utilizar un dinamómetro equipado
con un medidor de flecha, aplicando una fuerza de flexión controlada en el centro del
vano de la correa y midiendo la relación entre la flecha ocasionada y la longitud
de correa entre poleas. En la gráfica de la Figura 2.5 se proporciona la fuer a de
pretensado de la correa a partir de la flecha (t) medida y de la fuerza aplicada (Fe).

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Figura 2.5. Ejemplo de control de la fuerza de pretensado en correas

Una alternativa es hacer vibrar la correa como una cuerda de guitarra, midiendo la
frecuencia de resonancia con un equipo óptico o sónico y haciendo uso de la siguiente
ecuación que proporciona la frecuencia natural n (Hz) en función de la fuerza de
pretensado F (N), la longitud entre poleas L (m), y la masa por unidad de longitud de la
correa m (kg/m):
F
n [10]
4 m L2

Una forma de detectar un pretensado insuficiente es la medida del deslizamiento de la


correa. Puede realizarse conociendo los diámetros de las dos poleas y midiendo su
velocidad con un tacómetro. Sea 1 y d1 la velocidad y el diámetro de la polea motriz,
el porcentaje de deslizamiento se puede calcular como:

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d1
1 2
d2
s 100 [11]
2

El resultado debería ser inferior al 2% en correas trapeciales.

2.3.2. Desalineación
En las correas trapeciales una desalineación excesiva entre las poleas originará un
desgaste prematuro en los flancos, un funcionamiento inestable y un aumento de su
temperatura. Es recomendable comprobar el alineamiento después de tensionar la
correa, pues el proceso de tensionado puede desplazar algún elemento. Para su control
se pueden emplear reglas, una cuerda o equipos de alineación láser, donde se instala un
emisor láser en la cara de una de las poleas y un par de objetivos sobre los que medir la
incidencia del láser en la otra polea.

Figura 2.6. Desalineación paralela y angular en correas


La desalineación puede ser de dos tipos, paralela y angular. Como orientación la
desalineación angular debe ser inferior a 0,5º y la paralela h inferior a 8 mm por cada
metro de distancia entre ejes c.

2.3.3. Montaje
No se debe forzar la correa en el montaje, en vez de eso se debe desplazar uno de los
ejes para reducir la distancia entre poleas. Durante estas operaciones hay que evitar
doblar la correa en exceso para no dañar sus cables internos. Hay que comprobar que
las poleas estén libres de rebabas, óxido o suciedad que puedan acelerar el deterioro de
la correa. Así mismo es necesario comprobar que la correa no quede en contacto con el
fondo del canal de la polea por un error en la selección del perfil, pues eso originará un
desgaste prematuro.
Si es necesario la correa se puede limpiar con una mezcla de glicerina-alcohol en
proporción 1:10, nunca con bencina, aguarrás u otro disolvente, de igual modo no se
deben emplear cepillos de alambre o cualquier otro elemento con cantos vivos que
pueda dañar su superficie.

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El desgaste de la ranura de las poleas se puede examinar con una galga y si la holgura
entre la galga y la polea es superior a 0,75 mm debería sustituirse la polea (algunos
fabricantes proponen la sustitución a partir de 0,4 mm de desgaste).
En trasmisiones con varias correas en paralelo no deben mezclarse correas nuevas con
usadas, pues las más viejas quedarían menos tensas y la nueva se verá sobrecargada, de
igual modo no hay que mezclar correas de distintos fabricantes ya que sus
características pueden diferir y generar un reparto desigual de la carga.

2.3.4. Factores ambientales


Las altas temperaturas reducen la duración de las correas, sobre todo las basadas en
poliuretano. Se estima que la vida de la correa se reduce a la mitad por cada 20 ºC que
supere la temperatura ambiente los 30 ºC. A causa de estas altas temperaturas
aparecerán grietas en la correa. A una temperatura ambiente de 30 ºC y trabajando a la
potencia de diseño normalmente una correa alcanzará una duración de 25.000 horas.
También es necesario proteger las correas de proyecciones de aceite o de otras
sustancias químicas, ya que podrían dañar su superficie hinchándose el caucho o causar
el patinado de la correa en las poleas. De igual modo, la presencia de un ambiente
polvoriento, como el de una cantera o una fábrica de cemento, puede acelerar la
fricción y ocasionar un desgaste prematuro. Por último, también es necesario proteger
la correa de la luz solar directa.

3. Transmisiones flexibles por engrane

3.1. Cadenas
Se emplean entre árboles paralelos, pueden transmitir mayores fuerzas que las correas
con menores ángulos de abrazamiento y distancia entre ejes. Relaciones de transmisión
en general de i 7, pero cuando la velocidad es pequeña puede llegarse hasta i = 10.
Rendimientos del 97 al 98 %. Como principales ventajas se pueden destacar:
+ Coste reducido frente a los engranajes.
+ Mantienen la relación de transmisión constante.
+ Se puede utilizar en ambientes agresivos sin necesidad de cárter.
+ Se pueden accionar varias ruedas con una sola cadena.
Como inconvenientes se pueden destacar:
- Duración limitada.
- Limitaciones de potencia y velocidad máxima de funcionamiento.
- Requerimientos de espacio elevados.
- Necesidad de lubricación y de protección frente el polvo.
- No trabajan elásticamente.
- Son más caras que las correas correspondientes.

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