Pronto se dio cuenta que cuando entrevistaba a estos, exponían tres

suposiciones a las que llamó pensamientos negativos: pensamientos sobre si

mismos, el mundo que le rodea y el futuro. Cuando trató de ayudarlos a
identificar los falsos supuestos en estas tres áreas, notaba que mejoraban
rápidamente; esto lo hizo con frecuencia hasta comprobar la validez de su
investigación, sirviendo esto de base fundamental para la creación de la terapia
cognitiva.

El planteamiento de esta nueva forma de trabajo, lo muestran BECK, RUSH,

SHAW y EMERY (2010), cuando expresan: el método consiste en experiencias
de aprendizaje altamente específicas dirigidas a enseñar al paciente las
siguientes operaciones: (1) controlar los pensamientos (cogniciones)
automáticos negativos; (2) identificar las relaciones entre cognición, afecto y
conducta; (3) examinar la evidencia a favor y en contra de sus pensamientos
distorsionados; (4) sustituir estas cogniciones desviadas por interpretaciones
más realistas; y (5) aprender a identificar y modificar las falsas creencias que le
predisponen a distorsionar sus experiencias.
El método creado por Beck ha sido tan criticado como otros, sin embargo, la
transcendencia ha sido tan alta, que no han parado de usarse en terapia y se le
han adherido nuevas formas de tratamientos y estudios por parte de autores
diseminados por el mundo, basado en los supuestos del autor.
La terapia cognitiva se utiliza, en el tratamiento, en forma activa, directiva y
estructurada, mientras, la Emotiva Racional-conductual de Albert Ellis, es
activa-directiva, mas no estructurada. Esta modalidad es usada en muchos
tipos de trastornos como son: las fobias, la depresión, ansiedad y entre otros.
Considera que su eficacia es válida porque los males mentales se fundamentan
en la forma en que el individuo estructura su mundo interno y externo.
Un terapeuta cognitivo si no conoce la teoría no podría utilizar bien las técnicas
y terminaría haciendo un mal trabajo. Porque según dice el autor:
“El terapeuta cognitivo ayuda al paciente a pensar y actuar de un modo más
realista y adaptativo en relación con sus problemas psicológicos, reduciendo o
eliminando así los síntomas”. BECK, A. RUSH, J. SHAW B. y EMERY G.
(2020).
Como vemos, no es tan fácil realizar un trabajo adaptativo y realista si no
conoce las formas de evaluación e intervención.
Desde la concepción de la psicología como ciencia, se viene observando
conductas, tanto en animales como humanos, con el interés de interpretar los
estímulos y las respuestas del evaluado. No obstante, esto no es suficiente, los
estudios que se han realizado a través de la terapia cognitivo conductual dan a
entender claramente que, los libres pensamientos, es decir, cuando recibimos
la información y la forma en que la estructuramos en nuestros pensamientos, al
libre albedrio, es la base principal de la conducta final, entonces, no solo es
“estimulo-respuesta”.
El libro de Ellis “Razón y Emoción en psicoterapia” y el artículo de Beck, en
1963, bajo el título “Pensamientos y depresión”, fueron los escritos precursores
de la terapia cognitiva y, a mediado de los años 70, se publican los primeros
manuales que tratan la terapia cognitiva-conductual, tantos de Beck como de
otros autores.
Esta referencia nos da a entender claramente, en qué momento de la historia
se fundamenta la fusión de ambas teorías. Ellis, al inicio de la década de los 60
había presentado su teoría en la Asociación Americana de Psicología (APA),
pero no fue de agrado porque para el momento se le daba importancia a la
teoría conductista.
Como antes se dijo, el descontento de la utilidad del psicoanálisis y los
procedimientos limitados de la terapia conductual en el manejo terapéutico,
además de los estudios realizados, se da a entender que la conducta, los
pensamientos y las emociones, se dan en un mismo nivel con referencia a las
enfermedades mentales.
La similitud en las formas de considerar el origen de la conducta problema,
entre Aaron Beck y Albert Ellis (fundadores de la terapia cognitiva-conductual),
por sus aportes científicos, además de considerar las cogniciones como
propicias para el desarrollo de la conducta buena o mala, más las formas de
modificar los pensamientos, es decir, de desmontar un esquema mental para
montar uno más productivo y duradero, se puede notar en las siguientes
características de sus teorías (emotiva-racional y cognitiva-conductual) que se
presentan a continuación:
Ambas se sustentan en que existe una interacción entre los pensamientos, las
emociones y la conducta de las personas.
Parten del supuesto de que las cogniciones son el origen de los problemas
psicológicos y el objetivo principal de la terapia es el cambio de pensamiento.