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1ª edición: Mayo 2019

2ª edición: Agosto 2020

Tomar acción
Hay 2 tipos de personas, las que buscan soluciones y las que
buscan excusas. Tomarte la molestia de leer este eBook implica que
ya estás tomando acción, buscando soluciones. Esto, ya te lo
anticipo, es una clara señal de éxito.

Las personas que buscan soluciones toman los problemas como


retos, buscan la mejor manera de afrontarlos, se levantan cuando se
equivocan, porque equivocarse forma parte del aprendizaje. Viven la
vida desde la responsabilidad, desde la certeza de que lo que son
los nuevos aprendizajes los que nos llevan a conseguir nuestros
sueños.

Las personas que buscan excusas son víctimas. Siempre hay algún
motivo ajeno a ellos que les impide conseguir sus objetivos. Hay
miles de excusas posibles que siempre dependen de los demás y
que les han impedido lograr sus sueños. Al sentirse víctimas, no
pueden hacer nada, solo quejarse y buscar culpables.

Hay aprendizajes que cambian vidas y estás en el lugar correcto


para mejorar tu vida.
Entra a formar parte de la Escuela de
la Memoria
Escuela de la Memoria nace en el año 2014, fundada por José
María Bea y Miguel Ángel Vergara (campeón del mundo de memoria
rápida), con una clara misión, queremos acercarte las técnicas
utilizadas en competiciones de memoria para que puedas sacarles
el máximo partido, tanto para competir como para tus estudios. Más
adelante se incorporan al equipo Manuel Pérez y Javier Muñiz.

Los autores de este eBook, José María Bea y Manuel Pérez, tienen
amplia experiencia en competiciones de memoria internacionales.
Complementan sus habilidades y conocimientos para ayudar a miles
de personas a lograr sus objetivos.

En nuestra página Web (escueladelamemoria.com)

encontrarás muchos contenidos extra. Cada semana encontrarás


dos nuevos artículos en el Blog con material que se te será útil para
el estudio y para un continuo crecimiento personal.

Además puedes encontrarnos en YouTube


(youtube.com/escueladelamemoria/)

con una gran cantidad de vídeos sobre organización, gestión del


tiempo, y por supuesto técnica y sistemas de estudio. Aprende de
una forma divertida y amena, y recibe los mejores consejos por
parte de los mejores memorizadores del mundo.

Para los que pasan rato conduciendo también tenemos el podcast


(podcast.escueladelamemoria.com).

¡Y cómo no! puedes seguirnos en Facebook


(facebook.com/escueladelamemoria/), un espacio donde
intercambiar impresiones con otros lectores interesados en las
técnicas de estudio y la mejora de las habilidades mentales.
Sobre los autores
José María Bea (Tarragona, 1980) es ingeniero informático y
docente en el Institut Anna Gironella de Mundet (Barcelona), donde
imparte clases de Informática en Formación Profesional de grado
superior. Sus cuatro grandes aficiones son el triatlón, la
mnemotécnica, la informática y la docencia. Su filosofía de vida se
basa en superar retos mediante disciplina y buscando la mejor
forma de alcanzarlos, de este modo puede compartir sus
experiencias y aprendizajes.

Desde pequeño se vio atraído por la mnemotecnia y el cálculo


mental. Comenzó a practicar deporte por mantenerse en forma, pero
hoy, esta práctica se ha convertido en una forma de vida. Ha
participado en campeonatos del mundo de memoria rápida,
memoria de fondo y cálculo mental, en 2014 quedó subcampeón de
España de memoria de fondo y en 2018 batió el récord de España
en la memorización de decimales del número Pi.

Manuel Pérez (Elda, Alicante, 1989) Es un psicólogo especializado


en el alto rendimiento mental aplicado al desarrollo de la memoria,
también es formador en técnicas metacognitivas para un
aprendizaje eficaz.

Comenzó sus entrenamientos mentales con José María Bea y


Miguel Ángel Vergara, y pronto comenzó a destacar por sus
actitudes y sus conocimientos en el campo de la psicología, y esto le
ayudó a entrar en el equipo.

Su propósito es que sus alumnos puedan desarrollar las habilidades


necesarias para alcanzar sus propias metas, y cumplan con los
objetivos que se hayan planteado.
Contenido
Tomar acción 1

Entra a formar parte de la Escuela de la Memoria 1

Sobre los autores 2

Contenido 3

99,99% vs 0,01% 4

Cómo controlar los nervios cuando se acercan los exámenes 4

1. Identifica las señales corporales 5

2. Aprende a respirar 5

3. Aprende a gestionar tu lenguaje no verbal 6

4. Distánciate por un momento de la situación 6

5. Piensa de otro modo, o deja de pensar 7

6. La importancia del ejercicio físico 7

7. Aprende a perdonarte y a felicitarte 7

Cómo aprobar un examen [claves] 8

1. Ten en cuenta la importancia de tu estado mental en el examen


8

2. Practica para el examen 9

3. Trabaja bajo presión 9

4. Cuídate los días previos 9


5. Ten estrategias para responder preguntas 10

6. Calcula cuantas preguntas vas a contestar 11

6 tips clave para los exámenes a desarrollar 13

10 + 1 claves sencillas para afrontar exámenes 14

4 claves para antes de los exámenes 14

4 más durante el examen 14

2 para después del examen 15

1 Bonus extra 15

¿Qué hacer antes de entregar el examen? 15

Cómo afrontar el suspenso 16

Escuela de la Memoria 18

Superaprendizaje 18

Memorización Literal Acelerada 18

Lectura Rápida 18

Rendimiento Bajo Presión 18


99,99% vs 0,01%
El examen es el momento más importante y determinante de todo el
proceso que debe seguir un estudiante hasta poder conseguir su
objetivo final, que por lo general es obtener una buena calificación
en una materia u oposición.

A pesar de que la mayor parte del tiempo dedicado al cumplimiento


de este objetivo se le dedica al estudio, cuidar hasta el más mínimo
detalle en el momento del examen es fundamental, por su peso y su
relevancia. El tiempo que le dedicarás al examen será ínfimo en
comparación con el tiempo que le has dedicado al estudio
¿Verdad?... un 0,01% para el examen, frente a un 99,9% para el
estudio, al menos. Sin embargo, basta que no tengas un buen día, o
que los nervios te jueguen una mala pasada, para que todo ese
tiempo invertido no haya prosperado y se vea reflejado en la nota
final.

Es este eBook te vamos a dar diferentes estrategias y tips para que


puedas mejorar tus resultados, independientemente de lo que hayas
estudiado, pues comprender el código oculto de cómo hacer un
examen puede marcar la diferencia de una forma drástica sobre la
calificación final.

Utiliza los consejos con inteligencia, y ten en cuenta que cada


estudiante debe profundizar en lo que más le interesa, en función
del tipo de examen y de la información aportada en cada apartado
del eBook.
Cómo controlar los nervios
cuando se acercan los exámenes
Por lo general, la mayor parte de las personas tenemos dificultades
para gestionar nuestras emociones en ciertas situaciones.
Concretamente las situaciones asociadas a los exámenes suelen
ser bastante estresantes, y más aún cuando el examen determina
algo importante en nuestra vida, como puede ser un trabajo, o cómo
nos irá en nuestra carrera… por ejemplo cuando nos enfrentamos a
una oposición, la selectividad, etc.

A continuación vamos a aportarte algunas estrategias sencillas que


pueden ayudarte a mantener la calma en situaciones difíciles, como
en una importante época de exámenes.

Debemos saber además, que la forma con la que afrontamos las


situaciones estresantes, tiene una importante repercusión sobre
nuestra salud psicológica y física, además de influir también sobre
los resultados obtenidos, por supuesto.

Sabemos que no es en absoluto sencillo mantener la calma cuando


nos enfrentamos a pruebas y evaluaciones, o cuando nos sentimos
examinados, y es por esto que en muchos casos debemos aprender
a gestionar en medida de lo posible nuestros niveles de estrés.

En los momentos en los que nos sentimos alterados, podemos


observar cómo nuestro cuerpo sufre cambios, notamos que el pulso
se acelera, la temperatura corporal aumenta, algunos músculos
comienzan a tensarse, nuestra respiración se vuelve más superficial
y acelerada… Cuando identifiquemos estos cambios y seamos
conscientes de que nos estamos sobreactivando, y esto pueda
llevarnos a disminuir nuestro rendimiento, debemos tener en cuenta
las siguientes recomendaciones para ser capaces de mantener la
calma:
1. Identifica las señales corporales
Antes de nada, tienes que aprender cuáles son las señales
corporales que te indican que estás comenzando a sentirte agitado.
Esto es imprescindible, y cuanto antes seamos capaces de darnos
cuenta de que nuestro cuerpo se está agitando, antes podemos
poner en marchas mecanismos reguladores, y más fácil nos
resultará mantener la calma.

Es fundamental que seamos conscientes de cómo se encuentra


nuestro cuerpo, ya que esto puede ayudarnos mucho a intervenir
antes de que nos encontremos totalmente bloqueados, o
excesivamente nerviosos.

Algunas de las señales corporales de nerviosismo y estrés más


comunes son las siguientes:

Aumento de la frecuencia cardíaca


Respiración superficial y acelerada
Temblores en las extremidades
Sudores fríos
Boca seca
Ganas de orinar constantes
Tensión muscular…

Una vez detectadas estas señales, debemos aprender a gestionar


nuestra activación física y psicológica. A continuación, vamos a ver
algunas formas…
2. Aprende a respirar
Una de las herramientas más potentes que podemos utilizar contra
la agitación y el nerviosismo, es la respiración diafragmática.
También se conoce como respiración abdominal. Cuando
respiramos, trabajan siempre varias zonas musculares de forma
simultánea, pero en la respiración diafragmática el trabajo o
movimiento muscular es especialmente importante en la zona baja
de los pulmones (en la zona diafragmática). El diafragma, al
contraerse, mueve el abdomen, desplaza los órganos internos hacia
abajo, por lo que el abdomen se muestra hinchado, por este motivo
también se habla de respiración abdominal para hacer referencia a
este tipo de respiración.

Cuando respiramos de esta manera llevamos una gran cantidad de


aire a la zona baja de los pulmones, que es la que más capacidad
de volumen admite, por ello garantiza una mayor ventilación,
captación de oxígeno y limpieza de los pulmones con cada
espiración.

Cuando estamos respirando así nuestra barriga se hincha y nuestro


pecho y hombros permanecer bajos e inmóviles (aunque si la
respiración es profunda también podemos ver movimiento en el
pecho y hombros).

Aprender a soltar la tensión del abdomen para mantener una


respiración diafragmática pausada y profunda, es un aspecto
importante para aprender a mantener la calma. En cuanto
comenzamos a respirar de esta forma, nuestra activación física
disminuye, y sentimos que nos relajamos casi inmediatamente.
3. Aprende a gestionar tu lenguaje no
verbal
Sabemos que nuestro cuerpo refleja lo que sentimos, y que nuestras
emociones alteran nuestro lenguaje no verbal, lo cual nos ayuda a
comunicar nuestros estados internos a los demás. Sin embargo, hay
algo que generalmente no tenemos tan claro, y es que nuestras
posturas y acciones corporales pueden también modificar nuestros
estados psicológicos, pudiendo incluso ayudarnos a gestionar
nuestras emociones y estados fisiológicos.

Hay un tema relacionado que puedes consultar en el blog de


Nueces y Neuronas, en un artículo donde hablamos de la hipótesis
del feedback facial, la cual señala que la expresión facial de las
emociones no solamente serviría para suministrar información a
otros individuos acerca de la emoción subyacente, sino que la
actividad muscular en sí misma sería la responsable inicial de la
producción de la propia experiencia emocional, mediante un
feedback sensorial muscular.

Cuando quieras relajarte, controla tu respiración (de modo que


pueda poco a poco cambiar a una respiración diafragmática),
observa tu cuerpo, y suelta la tensión muscular, relaja los hombres,
e intenta reflejar con tu cuerpo un estado de calma. Esto te ayudará
a evitar que el estrés y los nervios se apoderen de ti.
4. Distánciate por un momento de la
situación
Cuando nos encontramos en una situación que nos genera mucha
tensión, malestar o nerviosismo, y necesitamos mantenernos
calmados (como puede ser un examen, o momentos antes del
mismo…), puede ser una buena opción tomarnos unos minutos para
alejarnos o aislarnos de esta situación, y volver a tranquilizarnos.

Darnos un respiro para beber un vaso de agua, tomar un poco el


aire durante un fugaz paseo, escuchar algo de música, o realizar
cualquier otra tarea que despeje nuestra mente y nos permita tomar
distancia con la situación de evaluación (por supuesto esto es solo
aplicable antes de comenzar el examen). Esto puede ser una buena
práctica para poder relajarnos un poco y recuperar la serenidad y la
concentración.

Desde que nos apartamos de la situación que nos perturba, nuestro


cerebro tarda aproximadamente 90 segundos en comenzar a
regularse y generar cambios para volver a la calma. Por este motivo
es importante saber que en muchas ocasiones no basta con contar
hasta 10 (como muchas veces nos han dicho), sino que hay que
tomarse un respiro y desconectar durante al menos un par de
minutos.
5. Piensa de otro modo, o deja de
pensar
Sabemos que los pensamientos que transitan por nuestra mente
repercuten de forma directa sobre cómo nos sentimos, por este
motivo al hilo de lo que hemos comentado en el punto anterior,
debemos aprender a despejar nuestra mente de todos aquellos
pensamientos que puedan acrecentar nuestro malestar y nuestro
nerviosismo. Aprender a gestionar nuestro diálogo interno es
determinante para poder mantener la calma bajo presión.

Es importante que seamos conscientes de esto, y que además


aprendamos a evocar pensamientos que nos ayuden a relajarnos.
En la práctica clínica, en muchos casos se utilizan procedimientos
sugestivos, para que los sujetos aprendan a mantener la calma o a
relajarse. Estos procedimientos se apoyan en la evocación de
imágenes y sonidos relajantes, que podemos utilizar para disminuir
los niveles de estrés.
6. La importancia del ejercicio físico
Para mantener la calma en situaciones difíciles, es muy útil realizar
ejercicio físico. Muévete, activa tu cuerpo de cualquier manera. Dar
un paseo o salir a correr, son buenas maneras de desconectar de
los problemas, liberar energía y mantener la mente despejada de
emociones y pensamientos negativos.

Da igual el ejercicio que elijas, siempre es mejor salir a dar un


pequeño paseo que quedarte encerrado en tu habitación con los
mismos pensamientos nocivos rondando tu cabeza. El deporte nos
puede ayudar a regular nuestros estados emocionales, y además
gracias a que liberamos endorfinas, nos hace sentir mejor.
7. Aprende a perdonarte y a felicitarte
Ya sabemos que mantener la calma no es una tarea fácil. Requiere
de mucha paciencia, mucha práctica y ganas, y fuerza de voluntad
para no darse por vencido cuando nos enfrentamos a situaciones
verdaderamente complicadas.

Aprende a darte la enhorabuena por intentar comportarte de la


mejor manera posible. Lo importante es tu intención, y por supuesto
no siempre será suficiente, pero tenemos que aprender a perdonar
nuestros propios errores, y a felicitarnos por nuestros éxitos.
Recuerda que los fallos te ayudan a aprender más sobre ti mismo y
hacen que te conozcas mejor para que en próximas situaciones no
cometas los mismos errores.

Si quieres aprender a regular tus nervios y gestionar tu estrés de la


forma adecuada, matricúlate ya en nuestro curso Rendimiento Bajo
Presión

.
Cómo aprobar un examen
[claves]
Cuando se nos acerca el examen para el que nos estamos
preparando, comienzan a asaltarnos un millón de dudas ¿Me he
preparado bien? ¿Qué debería repasar ahora? ¿Cómo me organizo
los últimos días? ¿Me saldrá bien? ¿Será un examen
complicado?…

Debemos tener en cuenta que cuanto más se acerca el examen


más aumenta el cansancio mental, y a su vez este se junta con los
nervios produciendo una combinación de emociones y sensaciones
que tienen como consecuencia la una disminución de la
productividad y el rendimiento, generando falta de concentración, el
abatimiento físico y mental, la desmotivación durante los días
previos al mismo….

En este apartado queremos aportarte algunos consejos que pueden


ayudarte a pasar por este proceso de una forma más llevadera, y te
pueden dar el impulso que necesitas para afrontar con éxito ese
examen que tan importante.
1. Ten en cuenta la importancia de tu
estado mental en el examen
No le solemos dar la importancia que tiene a la preparación
psicológica. Normalmente nos centramos en el estudio de nuestro
temario, olvidando que realmente el momento más importante de
todo el proceso es precisamente el momento en el que nos
examinamos, o sea el momento de la prueba, a la cual
habitualmente llegamos agotados, sin energía y sin motivación.

Toma conciencia de que tu estado mental en el examen puede tener


un peso importante sobre tu rendimiento en el mismo, y por lo tanto
sobre tu calificación.

Pues bien, aunque no existen unas recomendaciones milagrosas


que te puedan hacer aprobar si no estás bien preparado para
afrontar el examen, en este apartado vamos a ofrecerte algunas
claves que pueden ayudarte a mejorar considerablemente tu
rendimiento en un examen tipo test. Estas recomendaciones o
consejos han sido extraídos de estudios estadísticos realizados
sobre este tema.

Es importante que cuando entres a un examen, puedas hacerlo con


la mente despejada y con los mínimos nervios posibles. Ten en
cuenta que cuando heces un examen no solo necesitas poder
recordar todo lo que has memorizado para prepararte el examen

, sino que deberás hacer valoraciones sobre la seguridad con la que


puedes contestar a las preguntas, deberás realizar algunos cálculos,
sobre lo que debes o no contestar, necesitarás realizar deducciones,
y además poder hacer todo esto ahorrando todo el tiempo posible,
ya que en un examen se trabaja contra reloj.
2. Practica para el examen
Muchos estudiantes llegan al examen sin haber hecho exámenes de
prueba, ni preguntas de autoevaluación, y por lo tanto sin conocer
qué tipo de preguntas se encontrará, o qué formato tendrán estas
preguntas. Si no hemos tenido forma de ver preguntas de años
anteriores, o no se nos han facilitado preguntas de autoevaluación
(algo poco habitual), entonces es lógico, pero si hemos tenido la
oportunidad y no la hemos aprovechado, esto puede ser un error
grave.

Tengamos en cuenta que muchas veces las preguntas se suelen


repetir de unos años para otros, pero esto es lo de menos, lo más
importante es que a través de las preguntas podemos comprender
el grado de detalle con el que tenemos que memorizar un temario
concreto, así como la importancia que se le dan a los diferentes
conceptos o temas, en función de la cantidad de preguntas
relacionadas con estos.

Ten en cuenta que en la mayoría de exámenes tipo test las


preguntas que se contestan incorrectamente penalizan sobre la nota
o puntuación total. Lo ideal es tener una seguridad del 80% o más,
al escoger una alternativa. Sin embargo, piensa que el simple hecho
de eliminar o descartar una respuesta te proporciona una ventaja
estadística. Algunos expertos recomiendan contestar cualquier
pregunta, siempre que seas capaz de eliminar con seguridad alguna
alternativa, ya que solo por probabilidad conseguirías un balance
positivo en las preguntas contestadas al azar, si como hemos dicho
previamente has sido capaz de eliminar alguna alternativa.
3. Trabaja bajo presión
Haz simulaciones lo más parecidas posible al examen para el que te
estás preparando. Evalúate en condiciones similares a cómo te
evaluarán en la prueba oficial, o sea que si en el examen dispondrás
de 90 minutos para contestar 100 preguntas, realiza las
simulaciones en estas condiciones, ya que esto quiere decir que
tendrás menos de 1 minuto para responder a cada pregunta, por lo
que necesitas tener soltura y haberte preparado mentalmente para
esto.
4. Cuídate los días previos
Estar descansado, mentalmente activo, hidratado y nutrido, es
imprescindible para que tu memoria y concentración funcionen
correctamente.

Cuida especialmente el descanso y ten en cuenta que el sueño


desempeña a nivel psicológico una serie de funciones relacionadas
con el aprendizaje y consolidación de la memoria, por lo que pasarte
noches enteras estudiando y sin dormir, es poco productivo…
5. Ten estrategias para responder
preguntas
En este punto te voy a dar algunos consejos fundamentados en
estudios y estadísticas significativas, sobre qué preguntas suelen
ser falsas o correctas en un examen tipo test. Sospecha de lo
siguiente:

Si una respuesta es notoriamente más larga probablemente será la


correcta. (Sucede porque estas alternativas de respuesta
suelen estar más matizadas y suelen tener contenido
literal). Por lo general, debes tener en cuenta que las
respuestas más largas y con mayor cantidad de matices,
suelen ser las alternativas correctas. Esto se debe a que
cuando una persona diseña un examen, debe asegurarse
de que las alternativas correctas que incluye en cada
pregunta deben ser indiscutiblemente correctas, sin lugar
a dudas, por lo que habitualmente, tienden a realizar las
matizaciones y aclaraciones necesarias, para que lo
sean. Normalmente esto requiere que el enunciado de la
respuesta sea más largo. Rara vez un docente se toma las
molestias de realizar aclaraciones y matizaciones para
alternativas de respuesta incorrectas.

La alternativa que dice “todas las anteriores son correctas”, suele


ser correcta. Es mucho más fácil generar alternativas
correctas que falsas, por lo que este tipo de preguntas
facilitan el trabajo a los examinadores que desarrollan las
alternativas a las preguntas.

La alternativa que dice “todas las anteriores son falsas”, suele


ser falsa. Esto se basa en las mismas premisas que el
consejo anterior. Las opciones de respuesta que
contengan en su enunciado “todas las anteriores son
correctas”, “ninguno de los anteriores”, etc. son la opción
correcta en más de un 52% de los casos (lo cual en una
pregunta de 3 o 4 alternativas, es bastante). Por este
motivo, debes prestarles una especial atención a este tipo
de alternativas, y en caso de que tengas muchas dudas, y
necesites responder algo, o no te penalicen por fallos,
puedes decantarte por ellas. Por supuesto no es algo
seguro al 100%, pero la estadística estará a tu favor.

Las alternativas que contienen las palabras “nunca” o “siempre”,


suelen ser falsas. Esta rotundidad en las afirmaciones es
una estrategia utilizada por los examinadores con mucha
frecuencia para generar alternativas falsas. Por norma
general, las respuestas en los exámenes tipo test que
incluyan palabras como “nunca”, “siempre”, “todos”,
“ninguno”… suelen ser opciones incorrectas, aunque lo
que formulan puede parecer en principio correcto. Lo
normal es que a pesar de que nos suene acertada esta
alternativa, haya alguna excepción a la norma que invalide
la afirmación de dicha alternativa. Es poco habitual que
una opción correcta se formule en términos muy absolutos
y que no dejan margen a la excepción o desviación.

Si la alternativa no tiene una concordancia de género o número con


el enunciado de la pregunta, esta será falsa. O sea, que si por
ejemplo el enunciado se formula en plural y la respuesta
en singular, esta alternativa será falsa. Y ocurre
exactamente lo mismo con el género.

Las alternativas de respuesta con errores ortográficos son


respuestas falsas habitualmente. (Las respuestas falsas
suelen ser más improvisadas y se les da menos
importancia, por lo que los errores ortográficos en este tipo
de preguntas son mucho más comunes que en las
alternativas correctas, las cuales suelen revisarse con
mayor frecuencia). Muchos exámenes tipo test se generan
con determinados programas informáticos que
configuran las respuestas de forma automática, y por tanto
con patrones aleatorios. Las alternativas incongruentes
respecto a las demás o al enunciado son opciones
erróneas. Cuando detectes este tipo de respuesta, no solo
tendrás más posibilidades de acertar la pregunta en
cuestión (como consecuencia de haber descartado esta
alternativa), sino que también tendrás en cuenta que, a lo
largo del examen, pueden haber más opciones de
respuesta generadas automáticamente y, por tanto,
incongruentes e incorrectas.

Y por último, ten en cuenta que dos preguntas del examen sobre el
mismo contenido, en ocasiones te pueden dar la respuesta a
alguna de ellas. (En ocasiones podemos ver, por ejemplo,
alternativas falsas compartidas entre preguntas, lo cual
puede darnos la respuesta por eliminación a alguna de las
preguntas). Es importante que te leas todo el examen de
principio a fin (si no es excesivamente largo), y sepas qué
preguntas hacen referencia a los mismos términos, o al
menos puedas reconocerlas mientras haces el examen.
En muchos exámenes hay respuestas ocultas, o
implícitas en los propios enunciados o en la formulación
de algunas preguntas. En realidad, es bastante común
que algunas opciones de respuesta aparezcan en varias
preguntas distintas a lo largo del examen, lo cual en
muchos casos nos está dando una información valiosa. En
un ejercicio de lógica durante el examen, puedes llegar a
resolver varias preguntas gracias a la información implícita
en los enunciados y alternativas el examen.
6. Calcula cuantas preguntas vas a
contestar
Hemos de tener muy claro cuál es el objetivo que tenemos en este
examen tipo test. Siempre debemos aspirar a obtener la máxima
nota, pero más importante es tener claras cuales son las normas de
la oposición y saber si es un examen que hay que aprobar para no
quedar eliminado para pasar a la siguiente fase. O tal vez nos
estemos jugando una plaza por unas décimas y tenemos que
maximizar la nota, aunque tomemos algún riesgo.

La estrategia que seguimos a la hora de contestar las preguntas es:


ClarAs-Di.

Leemos bien cada pregunta y sus respuestas. Mucho cuidado con


preguntas similares a otras que hayamos visto de otros exámenes o
ejercicios, hay errores que vienen por no leer bien lo que se
pregunta o lo que se responde.

Vamos recorriendo cada pregunta, si tenemos clara la respuesta


contestamos. Si dudamos entre 2 o más respuestas, las dejamos
marcadas.

Y aquí es cuando es especialmente importante el objetivo que


tenemos para decidir si contestar o no contestar.

Vemos la estrategia con un ejemplo concreto para que se entienda


bien. Un examen con 10 preguntas, cada una con 4 respuestas
posibles de las que solo 1 es la correcta. Las respuestas correctas
suman 1 punto y las incorrectas restan 0,5 puntos.

Primera pasada y contestamos 5 preguntas. Suponemos que todas


son correctas y eso sería una nota de 5. Pero no somos perfectos y
puede haber algún error.
¿Qué pasa si contesto 6 preguntas? Que si el objetivo es aprobar,
tampoco puedo fallar ninguna. Fallando 1 tendría 5 puntos – 0,5
puntos = 4,5.

Si contesto 7 preguntas puedo fallar 1 pero si contesto 8 puedo fallar


2. Vamos a verlo mejor en esta tabla. No olvidemos que en este
supuesto lo que queremos es maximizar las posibilidades de
aprobar.

Contestadas Correctas Incorrectas Nota

5 5 0 5

6 6 0 6

7 6 1 5,5

8 6 2 5

9 7 2 6

10 7 3 5,5

La fila en negrita es la mejor opción para maximizar las


probabilidades de éxito. Contestando 8 preguntas se pueden fallar
2.
La primera opción es contestar 5 y que todas estén bien. Puede
pasar, pero fíjate que contestando 3 más puedes permitirte fallar 2.

Son unos sencillos cálculos que te llevarán muy poco tiempo y son
clave para decidir las asequibles y difíciles que contestamos.
6 tips clave para los exámenes
a desarrollar
Para los exámenes a desarrollar nos solemos encontrar con una
problemática habitual y es ¿Por dónde empiezo? Solucionar esta
cuestión nos permite afrontar otras dificultades que nos irán
apareciendo, con una mayor seguridad y confianza.

¿Por dónde empiezo? Empezamos por la base. Una casa se asienta


en unos cimientos, si empezamos a construir la casa sin una base o
estructura adecuada no tiene sentido porque no la podremos
construir. Los exámenes a desarrollar parten de una estructura con
unos puntos importantes que deben de quedar reflejados en el
examen. Si no reflejamos esos puntos importantes o apartados,
nuestra nota será menor o suspenderemos.

¿Cómo puedo aprender la estructura del tema? A través de los


mapas mentales. Los mapas mentales o arañas son una
herramienta que nos permite destacar los puntos importantes o
apartados a desarrollar de forma concisa. Su funcionamiento y
aplicación está desarrollado ampliamente en el curso de
Superaprendizaje.

Una vez aprendida la metodología debemos de plasmarlo en el


examen, y para ello los siguientes aspectos nos serán de gran
ayuda:

1. INTRODUCCIÓN: empezar el examen a desarrollar con una


breve introducción al tema que se va a exponer,
transmitirá a la persona que le corrige una sensación de
orden y dominio del temario, este factor subjetivo influye
de manera positiva a la hora de puntuar. Utilizando 5 o 6
líneas es suficiente.
2. APARTADOS: si la redacción se hace de manera confusa
resultará difícil de evaluar, sin embargo, cuando se
exponen por apartados los diferentes puntos del tema,
bien clasificados, se lo pondremos fácil al examinador e
influirá nuevamente en la puntuación.

3. ADECUAR LAS RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS: si hay


cuestiones enumeradas o las tenemos que desarrollar
nosotros, responderlas todas de manera ordenada y no
“irnos por las ramas”.

4. CLARIDAD : expresar las ideas de forma clara y precisa. 3


características de un texto que te ayudarán a transmitir
claridad son:

Subrayar los apartados y clasificaciones.

Ponerlos de forma enumerada.

Destacar en mayúsculas algún concepto especialmente


relevante.

El principio y final del examen tienen que ser


especialmente claros. Será la primera impresión y la última
del corrector.

PONER CUIDADO CON LA ORTOGRAFÍA: si uno no le


presta atención alguna y lo escribe como si fuera para él le
dificultaremos la tarea a la persona que nos corrige.
Cometer errores gramaticales y escribir sin poner cuidado
en los detalles ensucia el examen y transmitimos sensación
de pobreza (léxica y gramatical).

CONCLUSIÓN:finalizar el examen con una breve


conclusión ayuda a cerrar el examen de manera coherente.
Este detalle también nos ayudará a destacar de manera
positiva, porque no todas las personas se toman la
molestia de cerrar el examen con una conclusión.
10 + 1 claves sencillas para
afrontar exámenes
Hay ciertas claves que debes conocer para superar tus pruebas con
éxito.
4 claves para antes de los exámenes
Dedica unos minutos al día. Insistimos en que las prisas no
son buenas, el atracón final no suele dar buenos
resultados. Es preferible dedicar unos minutos cada día a
dedicar muchas horas los últimos días. Esto cobra
especial importancia en las asignaturas en las que hay
que entender: matemáticas, física, dibujo técnico,
programación…

Pregunta. Cuando tengas dudas pregunta. El que no sabe no


duda. Si dejas todo para el final, las dudas aparecerán en
el último momento, cuando no tengas margen de
maniobra. Estudia con tiempo y así podrás preguntar a tus
compañeros y profesores.

Duerme y descansa. Llega al examen en óptimas


condiciones y tu rendimiento también será el óptimo.

Los minutos previos del examen son para ti. Evita comentar
con nadie. Relájate, ya has hecho el trabajo y sólo queda
demostrarlo.
4 más durante el examen
Lee las instrucciones del examen. Si dispones de las
instrucciones del examen antes, tenlo perfectamente claro.
Si las instrucciones finales las tienes en el propio examen,
merece la pena dedicar unos minutos y entenderlo bien.
Es importante saber si las respuestas incorrectas van a
restar o si se puede utilizar algún tipo de material como
calculadora o apuntes.

Echa un vistazo general al examen antes de empezar a


contestar, esto te servirá para identificar las preguntas que
te resultan más fáciles. Responde desde lo más fácil a lo
más difícil.

Cuidado con enunciados familiares, a veces cambia alguna


palabra y con ello la respuesta.

¡Repasa! Puede que tengas ganas de salir y acabar pero


repasa y vuelve a repasar. Esa pregunta que entendiste
mal o un fallo tonto en una operación, es lo más normal
del mundo; un repaso puede hacerte mejorar tu
puntuación. Si te queda tiempo repasa bien.
2 para después del examen
Pasamos página y nos centramos en los próximos. No des
muchas vueltas a lo que has hecho y concéntrate en las
próximas citas.

Cuando hayas acabado todos los exámenes celébralo.


Prémiate por el trabajo bien hecho.
1 Bonus extra
En los exámenes de oposiciones vas a elegir el lugar donde
examinarte, pero no es suficiente con saber una dirección y confiar
que llegarás a la primera. Ir el día de antes te ayudará a localizar el
lugar exacto, si además puedes encontrar el aula, mucho mejor.
¿Irás en coche, moto o en transporte público? ¿Tienes que
repostar? Vas a poder localizar también los aparcamientos
cercanos. No lo dejes para el día del examen. Si vas en autobús
será bueno que sepas el horario con antelación y ten en cuenta que
si el examen es en sábado, el horario puede cambiar.

Sabrás lo que vas a tardar en hacer el trayecto, aun así deja un


buen margen de tiempo. Seguro que hay alguna cafetería cercana
donde podrás relajarte si llegas con tiempo.

Esto te va a dar la seguridad y tranquilidad que necesitas para


dormir bien y poder llegar al examen sin ningún agobio.
¿Qué hacer antes de entregar el
examen?
A veces nos agobiamos en el examen y no le prestamos atención a
la parte final. Las ganas por acabar pueden hacernos perder una
oportunidad, en estos minutos puedes aumentar tu nota
significativamente. Si lo acabamos de cualquier forma los resultados
serán de cualquier forma.

Antes de entregar el examen podemos recordar estos pasos


sencillos que nos ayudarán a que la parte final se adecuada e
influya en nuestra nota de forma positiva.

Para poder realizar la parte final nos hemos de haber planificado de


forma aproximada y cuando queden 10 o 5 minutos, en función de la
duración del examen, le dedicamos este tiempo a realizar los
siguientes pasos:

1. REPASA: ¿cómo debe de ser el repaso? De forma rápida


incluyendo preguntas y respuestas. En ocasiones se nos
ha pasado una parte de la pregunta con los nervios
iniciales o la hemos interpretado mal por lo que la
debemos de corregir. La ansiedad provoca que
cometamos fallos que si repasamos los podemos detectar
con facilidad. Asegúrate también de no haberte saltado
ninguna pregunta; es más habitual de lo que parece dejar
de contestar preguntas por no haberlas visto o haberlas
dejado para el final sin caer luego en la cuenta.

2. PREGUNTAS EN BLANCO: al repasar volvemos a


reflexionar sobre ellas, y si podemos añadir alguna idea la
incluimos, aunque únicamente sea a modo de resumen. Si
está vacía el 0 en ella es seguro. Aunque no sea precisa,
el profesor valorará que te has esforzado y que has puesto
interés en responderla. No se trata de responder por
responder, sino de incluir aquellos puntos o ideas que
conozcas de forma clara, aunque no sean completos. Eso
sí, no se trata de contestar por contestar, es más
armonioso el silencio que el rebuzno. Contestando alguna
barbaridad puede caer el prestigio del autor del examen
por los suelos y estar más atento el corrector a cualquier
otra imprecisión de la prueba.

3. REZÁGATE: no tengas prisa en salir, aunque veamos a los


compañeros salir no te preocupes, es tu tiempo reservado
para el examen y lo debemos de aprovechar al máximo.
En la parte final nos pueden venir ideas que al principio,
debido a la ansiedad, no recordábamos, éste es un detalle
que nos puede hacer subir la puntuación. Estas ideas que
nos vienen pueden ser referentes a alguna pregunta que
te hayas dejado en blanco, o respecto a alguna que estés
repasando y puedas completar, porque al final cuando
estás más relajado es más fácil que nos vengan ideas que
nos ayuden a completar nuestro examen y mejorar la nota.
Cómo afrontar el suspenso
Cuando todo va bien y aprobamos los exámenes no
experimentamos malas sensaciones y nos encontramos tranquilos,
pero afrontar el suspenso en los exámenes tiene una mayor
dificultad porque en ese momento empiezan a surgir los miedos y
dudas.

Estos miedos y dudas proceden de una causa y la debemos de


identificar para poder ponerle una solución. Es habitual buscar
culpables en terceros, ya sea en personas como el profesor (la
culpa es del profesor que me tiene manía) o en objetos como el
temario o el sistema. Las causas de nuestro suspenso no son
externas: ni el profesor, ni el temario son el motivo de que
suspendamos, porque si fuera así todas las personas que dependan
de ellos suspenderían al igual que nosotros. El motivo por el que
suspendemos es interno, es decir; procede de nosotros mismos.

Hay dos motivos principales por los que suspendemos:

1. No hemos estudiado.
2. Nuestras sesiones de estudio han sido débiles. Esto es, no
sabes como estudiar.

Para poner remedio a estos dos problemas debemos de aplicar una


solución, igual que cuando enfermamos aplicamos un remedio para
volver a estar sanos.

El remedio para afrontar el suspenso debe de contener los


siguientes ingredientes para que sea eficaz:

Planificación: seleccionar las horas de estudio que le vamos


a dedicar, proteger nuestra sesión de estudio (sin
distracciones, ni interrupciones), seleccionar la técnica de
estudio adecuada para las necesidades del temario y del
examen y por último ponerlo en práctica diariamente con
firmeza.

Anticipación: cuando suspendemos y sabemos la fecha del


próximo examen debemos de prepararnos con antelación ¿por qué?
Porque cuando se acerque el próximo examen será demasiado
tarde. Si nos anticipamos aplicando los principios del punto anterior
iremos al examen con confianza y seguridad. Esto nos proporciona
tranquilidad y nos alivia del estrés que nos produce una deficiente
preparación.

Intención: Si tienes la intención de aprobar debes de poner interés


en ello y colocar todos los factores a tu favor. Cuando nos dan la
nota y tenemos la oportunidad de revisar el examen un consejo es ir
a esa revisión. Cuando un alumno va a la revisión, le transmite al
profesor que en lugar de desinterés tiene interés por aprobar esa
asignatura. De forma sincera en la revisión le preguntamos al
profesor donde hemos fallado y qué deberíamos de hacer para
mejorar. A continuación lo ponemos en práctica. Si nos ponemos en
lugar del profesor, cuando tiene que evaluar al alumno y ha visto
que éste ha puesto interés, este simple detalle puede inclinar la
balanza a su favor.

En escuela de la memoria somos amigos de ponérselo fácil a


nuestra memoria y para recordarlo con facilidad, aquí tienes el
acrónimo que te puede ayudar a recordar los 3 ingredientes clave:

Planificación – Anticipación – Intención

PLA – AN – INT…….. Para afrontar el


suspenso en los exámenes necesitamos un PLAANINT.

(Si te ha llamado la atención la T del final te resultará más fácil


recordar que la inTención de este plaanint es aprobar).

Y hasta aquí llegan nuestros consejos para mejorar las notas en los
exámenes. Pero esto es solo la punta del iceberg, en Escuela de la
Memoria somos especialistas en conseguir que nuestros maximicen
sus resultados académicos, que los opositores obtengan su plaza y
además, que el estudio sea mucho más rápido y ameno.
Escuela de la Memoria
Si quieres seguir ampliando conocimientos, aprendiendo y poniendo
en práctica estas y otras técnicas, ven a conocer nuestros cursos.
Aquí puedes ver la oferta de formación que tenemos:

escueladelamemoria.com/cursos/
Superaprendizaje
Un programa muy completo donde conocerás las técnicas que
acelerarán tu aprendizaje. Invertir en un buen método es invertir en
ti. Paso a paso y de forma sencilla conocerás los ficheros mentales,
como memorizar fechas, controlar el olvido, mejorarás tu
concentración, harás mapas mentales que te permitirán volar por tu
temario, conocerás los 6 pasos del Sistema de Estudio Inolvidable.
Todo esto de una forma muy práctica para que en todo momento
sepas bajar a tierra y aplicar todas las técnicas a tu temario.

En Superaprendizaje y en el resto de programas de Escuela de la


Memoria, no nos conformamos con explicarte y ya. Además tienes a
tu disposición una serie de software que te permitirá desde entrenar
las técnicas que explicamos, a trabajar directamente con tu temario,
gestionar los repasos, trabajar de forma colaborativa con otros
alumnos y mucho más. Esto, unido al grupo privado de alumnos y a
la atención que te damos, te garantizan una rápida mejora.
Lectura Rápida
La mejor forma de comenzar a leer a velocidades increíbles. No
hablamos de leer un 20 o 50% más rápido, hablamos de multiplicar
la velocidad de lectura.
Superopositor y MegaMemorizador
Hay oposiciones exigentes, muy exigentes. Donde no basta con
saber explicar con tus palabras un tema, la exigencia es mayor,
incluso hablamos de literalidad. Para estas oposiciones y para los
que quieren dar todavía un paso más allá, tenemos Superopositor y
MegaMemorizador, donde además de Superaprendizaje y Lectura
Rápida, encontrarán los siguientes programas:
Memorización Literal Acelerada
Recomendado para aquellas personas que tienen que memorizar
palabra por palabra una parte del temario.

Si Miguel Ángel Vergara es capaz de memorizar el Quijote en


Castellano antiguo, tú podrás memorizar leyes, descripciones,
guiones, obras de teatro, discursos… Mejorarás tu memoria a largo
plazo a través de una metodología única.
Rendimiento Bajo Presión
Para las personas que quieren controlar o gestionar mejor sus
nervios y mantener su mente despejada cuando los niveles de
estrés aumentan.

Además, en Escuela de la Memoria estamos tan seguros de que los


cursos que ofrecemos son increíbles que ofrecemos garantía 100%
de satisfacción. Si el curso no cumple tus expectativas, te
devolvemos el dinero.

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