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Sugerencias para leer mejor en voz alta

Texto de Kepa Osoro (modificado por GRETEL)

Importancia del cuento

Para Gianni Rodari los cuentos son la materia prima para los primeros
coloquios entre madre e hijo. Sus palabras tienen un peso y una fuerza
inigualables porque han sido fijadas una a una, en un proceso de creación
colectiva. Desde los primeros años el niño ha de tener un instrumento que
ayude a su fantasía a construir sólidas estructuras, a reforzar su capacidad de
imaginación. Este instrumento es el cuento. Los cuentos abren al niño un
amplio abanico de posibilidades que, en su pequeña experiencia cotidiana,
posiblemente no hubiera imaginado nunca por su variedad de temas,
situaciones, ambiente y personajes.

A partir del cuento el niño conocerá la bondad de unos, la difícil vida de


ciertas personas, los problemas y luchas por la existencia entre los hombres y
entre los animales, los diferentes tipos de vida según ambientes y sociedades,
y cómo se pueden ver las cosas a través de otros ojos.

Para Bruno Bettelheim, lo que tienen de positivo muchos cuentos es


que plantean una serie de situaciones problemáticas que el héroe o
protagonista de la historia –con el que el niño tiende a identificarse- acabará
solucionando.

La lectura en voz alta es una estrategia válida de lectura, siempre y


cuando no se reduzca a una mera oralización del texto. Si al lector sólo se le
pide que sonorice los signos gráficos que tiene ante sus ojos, estaremos ante
una simple y muy discutible actividad de oralización, pero nunca podremos
hablar de «comunicación basada en la lectura» ni de verdadera «lectura
expresiva».

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Consejos para leer en voz alta a los niños

Para la Biblioteca Pública del Condado de Baltimore (Maryland, USA) estos son
los consejos que debemos ofrecer a padres y educadores para que lean en voz
alta a los niños.

1. Lea a su bebé (rimas, de una tarjeta de cumpleaños, de una caja de


cereales o un cuento del periódico....), pero también al resto de los niños
y jóvenes.

2. Acérquele ilustraciones de complejidad progresiva y a los libros de


cuentos mientras va creciendo. Las formas, los colores y los sonidos, los
personajes le encandilarán al tiempo que le enriquecen.

3. Dedique cada día un rato a leer en voz alta, en el momento y el lugar


que usted quiera, pero siempre buscando la comunicación afectiva y la
cordialidad.

4. Utilice todo tipo de textos en cuanto a géneros, tonos, épocas,


localizaciones, etc.: cuentos populares, cuentos de autores modernos,
historias protagonizadas por animales, personajes humanos, relatos
fantásticos o realistas.

5. Lea también sobre lo que el niño ve a su alrededor y sobre lo que


contempla en la televisión, internet: personas, lugares, temas, etc.

6. Haga que los niños le lean en voz alta mientras usted realiza cualquier
actividad en el hogar.

7. Cree un clima favorable de la lectura en voz alta en casa y en la escuela:


en las ambientaciones, en las conversaciones, etc. Mantenga materiales
de lectura variados a la vista y al alcance físico del niño.

8. Lea en presencia de los niños compartiendo con ellos sus lecturas y sus
impresiones sobre ellas.

9. Demuestre a los niños –con los hechos no sólo con las palabras– que
los libros son muy especiales para usted.

Para que se produzcan la «comunicación basada en la lectura» y de verdadera


«lectura expresiva» se han de cumplir una serie de requisitos que pasamos a

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describir.

Antes de la lectura

 Pensar en los destinatarios, en si les va a interesar el texto, en sus


características, en su capacidad de escucha y sus hábitos de atención y
comprensión (¿entenderán el lenguaje, la trama, los conceptos básicos?).

 Si el lector lee un texto es porque desea comunicar «algo» a un


auditorio. Sólo se puede transmitir un mensaje si el lector ha tenido tiempo
suficiente para «adueñarse» del texto. Para ello se le dará la oportunidad de
bucear en su contenido, tratando de resolver todas sus dudas de comprensión
y de encontrar su modo personal de poner el texto al alcance de los oyentes.

 Debe entrenarse en la narración: aprender el cuento de memoria (pero


huir de la memorización al reproducir porque produce rigidez y destruye la
naturalidad), interiorizarlo, asimilar la idea y el vocabulario y practicar ante un
auditorio de confianza.

 Si el lector no comprende el texto de un modo global ni conoce el


significado de sus palabras clave, estará incapacitado para realizar una lectura
auténticamente eficaz.

 No sólo se deberá tener en cuenta la entonación lingüística (marcada


por los signos ortográficos, por ejemplo, las interrogaciones y exclamaciones)
sino también la entonación emocional (las frases se entonan sobre todo en
función de su contenido semántico).

 La lectura en voz alta requiere un gran esfuerzo mental y psicológico


al lector porque le sitúa ante el «riesgo» de ser entendido, pero también ante la
posibilidad de ser cuestionado por su estilo y por la calidad de su oralización.

 El lector debe disfrutar (en lo intelectual, recreativo o ideológico) con el


texto que va a comunicar; de lo contrario su lectura resultará violenta y poco
espontánea. Si no disfruta leyendo, el público lo percibirá y se sentirá incómodo
y acabará desconectando.

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 Antes de la puesta en escena de la lectura se realizarán varios ensayos
ante un pequeño público de confianza que sabrá escuchar con calidez y que
criticará constructivamente. Grabar estos ensayos y escucharlos
autocríticamente para analizar fallos de pronunciación, entonación, ritmo, etc.

 Se realizarán ejercicios de relajación para conseguir un tono corporal


sereno y equilibrado.

 Se creará un clima apropiado captando la atención y el sosiego de los


oyentes mediante, por ejemplo, una música relajante, una modulación de la luz
(reduciendo la luminosidad de la sala, excepto un foco no excesivamente
potente enfocado hacia el lugar en el que se situará el lector).

 Generar expectación entre los oyentes mediante una introducción


breve pero incisiva y sugerente que les haga sentir que están ante una ocasión
privilegiado de disfrutar de la palabra hablada.

Delante de los oyentes

 El lector debe situarse ante el auditorio en unas condiciones óptimas


(visibilidad, comodidad, sonoridad, etc.) que le permitan sentirse a gusto.

 Tiene que preparar minuciosamente su actuación, cuidando cada


detalle, adecuando su relato a la audiencia, utilizando palabras expresivas y
motivadoras, su actitud ha de ser amable, casi tierna, no perder de vista en
ningún momento a los niños, tener confianza en sí mismo.

 Se comienza diciendo el título del cuento y el autor/es.

 Al empezar la narración hay que utilizar una serie de frases


clásicas: «Érase una vez», «había una vez», «sucedió un día en un país muy
lejano», «vivía una vez»…

 Se controlará la respiración, para lo cual la postura corporal ha de


permitir la recepción y emisión natural del aire durante la fonación de las frases.

 Si el lector está de pie puede moverse de un lado para otro –sin


excesos–, si lo desea, para así captar mejor la atención de todos (que se

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sentirán más «aludidos» si el lector les mira de frente y se acerca). Todo ello
sin sobreactuar.

 El texto será sujetado de un modo correcto: sin tapar con él el rostro del
lector, ni tan bajo que le obligue a mirar hacia abajo, lo cual haría perder
sonoridad.

 Se llevará el texto tan dominado que el lector podrá levantar los ojos con
frecuencia y así podrá observar si está captando la atención de los lectores y
sus reacciones.

 Si la lectura se apoya en algún tipo de imágenes (ilustraciones,


esquemas, etc.), hay que asegurarse de que todos puedan verlas y de que no
sean un motivo para la «desconexión» del auditorio respecto al mensaje que
transmite el lector.

 Leer sin prisa, saboreando, degustando el texto.

 Atender a la dicción del lenguaje y al vocabulario elegido por el autor


para narrar la historia.

 Buscar la claridad de la verbalización.

 En todo momento se cuidará que la voz transmita la «temperatura


emocional» del texto, adecuándola al contenido tanto en modulación como en
timbre, volumen y entonación. En la eficacia con la que el lector maneje esta
última se juega gran parte del éxito de su lectura, porque le permitirá crear un
clima cálido y comunicativo o se convertirá en un obstáculo insalvable entre el
emisor y los receptores.

 Cada texto requiere un tono, una modulación, unas inflexiones. No se


leen de igual manera una historia tétrica, un relato irónico, un poema, un
ensayo, una noticia, etc. Emplear un tono de voz media, que nos permita el
susurro y el grito. Modulación sugestiva para expresar los distintos
sentimientos, variar las entonaciones y contar como si estuviéramos viviendo.

 Ponerse en la piel de los personajes: cambiar de tono, de voz, de ritmo,


etc.

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 El lector tiene que dar tiempo a los oyentes para reaccionar si el texto les
provoca respuestas espontáneas (miedo, repulsa, risa, sorpresa...). Al mismo
tiempo, no evitará transmitir sus propias emociones, ya que eso dará a la
lectura mayor naturalidad e intensidad.

 Los cambios de ritmo y algunas pausas son recursos ideales para


mantener el interés del público: si la acción pasa por un momento acelerado, se
leerá con mayor velocidad; si se ralentiza el tempo narrativo, el lector reducirá
la vivacidad.

 El narrador cuidará con «precisión el ritmo, el gesto, la pausa que marca


el final de cada frase, cierra las descripciones, aumenta la intriga del
desenlace, sirve para crear expectativa, asegura el buen orden de la narración,
ofrece el niño la oportunidad y el tiempo necesarios para asimilar lo que acaba
de escuchar y aumenta el deseo de escuchar lo que viene a continuación».

 Emplear oportunamente onomatopeyas que dan gracia y vida al cuento.

 Cuando sucedan escenas semejantes, repetir el diálogo con las mismas


palabras, en boca de otros personajes. Se graban mejor las acciones en la
mente infantil, ya que le gusta la repetición de frases y estribillos.

 Interacción con el público (contacto visual, interpelaciones, preguntas,


etc.).

 Movilidad de la mirada buscando expresividad y captar atenciones


dispersas.

 No sólo cuenta la voz: los gestos envuelven, enganchan, impresionan;


los ojos atraen la atención; las manos captan el interés, imprimen fuerza y
expresividad.

 No dejar un texto a medias. Si su extensión es excesiva para una sola


sesión, definir con claridad los capítulos de modo que la comprensión no se
resienta al dejarla para otro día. La fractura debe hacerse con habilidad para
que oyente esté deseando que le sigan leyendo.

 Iniciar la siguiente sesión con una recapitulación de lo leído que permita


al auditorio recordar y reengancharse. Puede establecerse un diálogo breve

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lector-oyentes para que estos se sientan involucrados.

 Se termina con alguna frase ritual: «Y fueron felices», «y colorín


colorado», «colorín colorete, por la chimenea sale un cohete», «y como dice
Don Fermín, este cuento llegó a su fin», «y para que no se nos borre de la
memoria, comeremos un trozo de zanahoria»...

 Al finalizar, se debe establecer un diálogo para comprobar si el texto ha


gustado, si se ha entendido, que ha sugerido, etc. Debemos tener presente que
el objetivo es establecer un contacto emocional con cada uno de los oyentes.

Conclusiones

Gerardo Cirianni nos recuerda que no existen normas fijas sobre el significado
y valor de cada signo de puntuación y se pregunta sobre la extensión de las
pausas que requieren una coma o un punto.

El texto escrito tampoco señala el volumen de voz o la intención del contenido.


Sólo un lector eficaz será capaz de asumir con fidelidad la voz del escritor y de
atribuir un sentido a lo que lee a partir de los indicios que le ofrece la obra. Ese
lector habrá dado un paso importante cuando abandone lo literal para
trascender a lo interpretativo y logrará que los oyentes sean partícipes activos
de esa evolución.

Leer en voz alta de un modo expresivo y comunicativo es una excelente


estrategia de fomento del hábito lector porque tanto el que lee como el que
escucha sentirán el auténtico gozo de la palabra escrita. Uno y otros se estarán
dando de leer y sentirán su intercomunicación como un acto cultural, social y
humano lleno de sentido y maravilla.

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Enlaces a los artículos originales:

“El arte de contar cuentos” y “Sugerencias para leer mejor en voz alta” por
Kepa Osoro:

http://www.canallector.com/docs/523/El-arte-de-contar-cuentos

http://www.canallector.com/docs/528/Sugerencias-para-leer-mejor-en-voz-alta

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