Está en la página 1de 3

NUTRICIÓN LIC.

EN ENFERMERÍA
ING. ALEJANDRA ARÁUZ

DIETAS PRE Y POST QUIRÚRGICAS


Es frecuente encontrar en la consulta pacientes que tras haberse sometido a intervención de
cirugía plástica están realizando una dieta hipocalórica estricta la misma semana de la
cirugía. Su justificación es que ya que se están poniendo guapas, aprovechan para estar mejor…
Esto es claramente una MALA DECISIÓN. Así pues, la dieta pre operatoria y la dieta post
quirúrgica son parte necesaria para maximizar el éxito de cualquier intervención.
Al someternos a una intervención plástica, nos debería asalta la duda sobre qué podemos comer
y qué no, y qué tipo de dieta ayudará a afrontar mejor el momento y a recuperarme antes.
Por eso, aquí os dejamos algunas de nuestras recomendaciones habituales:
Dieta prequirúrgica: el día antes
 No tomar alcohol, tabaco ni café.
 Tomar alimentos ligeros y de fácil digestión.
 NO COMER NI BEBER 6-8 horas antes de la cirugía.

Dieta postquirúrgica:
 Normocalórica, hiperprotéica.
 Rica en frutas y verduras.
 Tomar hidratos de carbono complejos.

 Debe contener proteínas que favorezcan la regeneración tisular.


 Suplementos: para determinadas cirugías y pacientes, puede ser recomendable el uso
de suplementos vitamínicos y/o nutricionales, pero será tu doctor quien te lo aconseje.

 Abundantes líquidos: agua, zumos, tés e infusiones, evitando en la medida de lo


posible, café, bebidas edulcoradas o alcohol.
 Yogur enriquecido con bifidus o probióticos para mejorar el transito intestinal y
evitar las complicaciones secundarias de los tratamientos antibióticos.

Como norma general, qué debemos comer antes y después de la cirugía


 Dieta rica en vitaminas: principalmente, en forma de frutas y verduras. Son muy
ligeras y nos ayudarán cicatrizar de una forma más eficaz. Si hacemos una dieta rica en
Vitamina C además favorecerá la formación de colágeno, esta cicatrización será mejor.
 Pasta o el arroz integrales: Ambos mejoran el tránsito intestinal y el ánimo, ambos
afectados por el postoperatorio inmediato y la inmovilización absoluta o relativa
secundarias a la cirugía.

 Proteínas: Preferiblemente de origen vegetal, así como carne o pescado. No sólo


ayudarán a mantener nuestra musculatura (algo tocada por la inmobilización) sino que
NUTRICIÓN LIC. EN ENFERMERÍA
ING. ALEJANDRA ARÁUZ

son fundamentales para una correcta cicatrización cutánea y para evitar


complicaciones como los seromas.
 Aguacate, aceite de oliva, pescado azul, nueces, y otros frutos secos: grasas
insaturadas, ricas en omegas 3 y 6. Son saludables y necesarias.
Todo esto, ha de formar parte de una dieta normocalórica y NUNCA HIPOCALÓRICA porque
necesitamos las calorías necesarias no sólo para mantener nuestro organismo sino que además
tenemos el gasto extra de cicatrizar, que no es poco.
La cirugía es una de las especialidades médicas que más ha evolucionado, que soluciona
numerosos problemas de salud y que proporciona una mejor calidad de vida a muchísimas
personas en la actualidad. Seguir unas pautas dietéticas adecuadas antes y después de la
operación puede contribuir a que esta sea todo un éxito. Evitar cualquier estado de desnutrición
en el período pre y postoperatorio será el objetivo principal de la dieta, ya que la desnutrición
tiene unas consecuencias muy negativas
Consecuencias de la desnutrición:
 Disminución de la respuesta inmune.
 Mayor susceptibilidad a infecciones.
 Mayor riesgo de complicaciones quirúrgicas.

 Dificultad de cicatrización.
 Trastornos del transporte plasmático de fármacos.

 Aparición de úlceras por decúbito.


Nutrientes básicos antes y después de la operación
Afrontar cualquier intervención quirúrgica con unas defensas orgánicas fuertes será una
prevención de numerosas complicaciones Estos son los nutrientes básicos para el sistema
inmunológico que debemos tener en cuenta:
1. Más proteínas. Entre todos los nutrientes que se deben controlar, destacan las proteínas,
por sus importantes funciones, ya que forman parte de la estructura de todos los tejidos y tienen
actividades fundamentales en todo el organismo, desde el funcionamiento del cerebro hasta la
formación de las defensas.
El mal suministro de proteínas en la alimentación diaria es una de las causas más importantes
de: enfermedad, envejecimiento, deterioro del organismo y mala cicatrización.
La gran norma para conseguir una buena nutrición proteica es repartir los gramos de proteína
que se necesitan en varias tomas; es decir, que cada comida del día contenga alimentos que
proporcionen una dosis correcta de proteína.
Hay que asegurar 1 gramo de proteína por kilo de peso corporal y por día es un mínimo en las
dietas pre y postoperatorias.
NUTRICIÓN LIC. EN ENFERMERÍA
ING. ALEJANDRA ARÁUZ

2. Un suplemento de omega 3. Como hay que asegurar unas 3 cucharadas mínimas de aporte
adecuado de ácidos grasos omega 3, en muchas ocasiones se debe recurrir a la suplementación
en perlas por la inapetencia que suele estar asociada a estos casos o por las dificultades
digestivas que se pueden producir.
3. Aumentar hierro, ácido fólico y vitamina B12 para evitar las anemias. En muchas
intervenciones, y especialmente en las de traumatología, se debería hacer una buena
preparación nutricional con estos tres nutrientes para evitar las anemias que se producen, e
incluso disminuir la necesidad de transfusiones sanguíneas.
4. Vitaminas A, C, E. La importancia de estas tres vitaminas está comprobada en el
mantenimiento de las defensas. Una dieta rica en carotenos, con un aporte de zahorias,
calabazas y frutas, proporciona un buen aporte de vitamina A. Los buenos aceites vegetales y el
germen de trigo aseguran cantidades adecuadas de vitamina E.
La vitamina C es tan importante para el sistema inmune como para una cicatrización correcta,
por ello se debería saturar el organismo con un gramo diario de vitamina C antes de cualquier
operación, ya que las horas de ayuno pre y posquirúrgico suponen una pérdida de esta
importante vitamina.

5. Cinc, hierro, selenio, magnesio. Son los minerales que más se deben controlar en las dietas
pre y postoperatorias. El germen de trigo, los frutos secos y las legumbres son algunos de los
alimentos más ricos en cinc, destacando especialmente el germen de trigo. Los mariscos, las
setas, los huevos y las levaduras cultivadas son buenas fuentes dietéticas de selenio. El
magnesio es tan importante que se recomienda su suplementación, además que está indicado
consumir alimentos como las levaduras, germen de trigo, frutos secos, legumbres y cereales
integrales.

También podría gustarte