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TODAS LAS REMISIONES QUE OTRAS NORMAS HAGAN A LAS NORMAS LEGALES Y
REGLAMENTARIAS MENCIONADAS EN EL PRIMER PÁRRAFO DE ESTE ARTÍCULO QUE
RESULTEN DEROGADAS, SE INTERPRETARÁN COMO HECHAS A LAS DISPOSICIONES
CORRELATIVAS DEL PRESENTE DECRETO.
Todas las referencias que las normas legales y reglamentarias vigentes hagan
a los organismos disueltos, su competencia o sus autoridades, se considerarán
hechas a la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS, su competencia o
sus autoridades, respectivamente.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Por último hacemos notar que el art. 19 del dec. 1399/2001(5), declara subsistentes
todas las normas que organizan el funcionamiento de la AFIP, en tanto no resulten
modificadas por dicho decreto, que además, deroga expresamente el punto 3 del art. 3º
y los arts. 12, 13 y 14 del dec. 618 que aquí analizamos.
El estudio del mismo la luz del derecho constitucional, debe efectuarse en diversos
planos, pudiéndose entresacar por su relevancia, los referidos a la propia naturaleza
jurídica del decreto, al cumplimiento de los trámites fijados por nuestro texto fundamental
y el relativo a su contenido normativo.
Puede observarse que a través del dec. 1156/1996, el Poder Ejecutivo Nacional había
creado la Administración Federal de Ingresos Públicos, razón por la cual en otro de los
considerandos del dec. 618/1997 le permite afirmar:
Si bien la ley especial no fue dictada, no debiera interpretarse que esta omisión por
parte del Congreso, pudiera tornar inoperante la prohibición constitucional.
En uno de sus votos, el Dr. Petracchi tiene dicho que "...aceptar que el Poder
Ejecutivo pudiera dictar decretos de necesidad y urgencia no habiéndose sancionado la
ley que reclama el art. 99, inc. 3º, de la Constitución, sería desnaturalizar lo que ella dice
que son, dando paso a la actuación singular y exclusiva del Poder Ejecutivo,
transformando al presidente de la Nación en legislador, en flagrante violación de lo
dispuesto en el segundo párrafo del citado inciso..."(11).
En relación con este punto, resulta claro e inopinable que la Constitución Nacional
refiere a la regulación de la "materia tributaria", como uno de los supuestos en los que
prohíbe el dictado de los decretos de necesidad y urgencia.
Así lo ha dicho nuestro más alto tribunal, al afirmar en "Berkley International ART
SA"(12) que la circunstancia de que un acto impugnado constituya un decreto de
necesidad y urgencia no varía la decisión sobre su inaplicabilidad ya que la normativa
precitada de la Constitución Nacional veda, en forma terminante, al Poder Ejecutivo
Nacional, emitir este tipo de disposiciones cuando se trate —entre otras— de la materia
tributaria.
Párrafo aparte merece la cuestión relativa a los Agentes de retención y/o percepción,
que más adelante habremos de analizar detenidamente.
Sin embargo, debemos hacer notar que en cada uno de los fallos citados, se han
expresado a favor de la constitucionalidad de este decreto solo uno de los miembros de
cada sala, y que en el caso del segundo de ellos, uno de los vocales dijo que no
respetaba la Constitución, si bien no expresó las razones fundantes de tal opinión.
d) Facultades de reglamentación;
En este punto se impone poner de relieve el criterio del Alto Tribunal(20) en cuanto
considera que el art. 99, inc. 2º de la CN alcanza no sólo a los decretos que dicta el
Poder Ejecutivo en razón de dicha norma, sino también a resoluciones que emanen de
organismos de la administración, pues es precisamente la razonabilidad con que se
ejercen tales facultades el principio que otorga validez a los actos de los órganos del
Estado, y que permite a los jueces, ante planteos concretos de la parte interesada,
verificar el cumplimiento de dicho presupuesto.
En los albores del siglo pasado, la Corte Suprema(22) había señalado que entre los
principios generales que predominan en el régimen representativo republicano de
gobierno, ninguno existe más esencial a su naturaleza y objeto, que la facultad atribuida
a los representantes del pueblo para crear las contribuciones necesarias para la
existencia del Estado.
El art. 22 de la ley ritual tributaria, a cuyo comentario nos remitimos, establece que la
percepción se hará en la fuente cuando así lo establezcan las leyes y cuando la AFIP,
basada en razones de conveniencia, disponga que personas y en qué casos
intervendrán como agentes de retención y/o percepción.
El Fisco(23) ha sostenido que agente de retención es quien por ser deudor o por ejercer
una función pública, una actividad, un oficio o una profesión se encuentra en contacto
con una suma de dinero que, en principio, correspondería al contribuyente y,
consecuentemente puede amputar la parte de la misma que corresponde al Fisco en
concepto de tributo, ingresándola a la orden de ese acreedor, mientras que el agente de
percepción, es aquél que por su profesión, oficio o actividad se halla en la situación de
recibir del contribuyente una suma de dinero a cuyo monto originario debe adicionársele
el tributo que luego ingresará a las arcas fiscales.
Por su parte, el Tribunal Fiscal(24) tiene dicho que la ley o la Administración Tributaria,
si se le delegara, designa como tales a aquellos sujetos que por sus funciones públicas
o por razón de su actividad, oficio o profesión, intervienen en actos u operaciones en los
cuales pueden efectuar la retención del tributo correspondiente por estar en contacto
directo con la fuente pecuniaria de la tributación y tiene, por lo tanto, la posibilidad de
amputar la parte que corresponde al Fisco.
Con estas previas consideraciones, podemos ya señalar que los agentes de retención
y percepción de los impuestos, siguiendo la terminología de la Ley de Rito Fiscal, son
"responsables por deuda ajena" (art. 6º, inc. f), función que constituye una carga pública.
Es decir, que el diseño legal del tributo deberá incluir quienes se encontrarán
obligados a su pago, entre ellos a los agentes de retención y percepción.
A TALES FINES, SU PATRIMONIO ESTARÁ CONSTITUIDO POR TODOS LOS BIENES QUE
LE ASIGNE EL ESTADO NACIONAL Y POR AQUELLOS QUE LE SEAN TRANSMITIDOS O
ADQUIERA POR CUALQUIER CAUSA JURÍDICA, QUEDÁNDOLE AFECTADOS ÍNTEGRAMENTE
LOS BIENES PROPIOS O LOS CEDIDOS EN USO, CRÉDITOS, DERECHOS Y OBLIGACIONES
DE LA ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE ADUANAS Y DE LA DIRECCIÓN GENERAL
IMPOSITIVA.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El artículo transcripto determina una autarquía administrativa del Órgano recaudador
en lo referido a su organización y funcionamiento, enmarcado en las normas del decreto
analizado. La función de superintendencia general y control de legalidad será ejercida
por el Ministerio de Economía de la Nación.
En cuanto al patrimonio, se establece que el mismo estará conformado por todos los
bienes asignados por el Estado Nacional y por aquellos transmitidos o adquiridos por
cualquier causa jurídica, quedándole afectados íntegramente los bienes propios o los
cedidos en uso, créditos, derechos y obligaciones de los entes fusionados (ANA y DGI).
Por otra parte, se faculta al PEN a efectos de transferir sin cargo los inmuebles en uso
por la AFIP, propiedad del Estado Nacional. Luego de reafirmar la indivisibilidad de la
AFIP como ente administrativo y sujeto de derecho, el decreto estipula que las
Direcciones Generales que dependen de ella se distinguirán con las siglas DGA
(Dirección General de Aduanas) y DGI (Dirección General Impositiva), respectivamente,
las que por la sigla AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), serán utilizadas
en toda documentación o mención oficial que se refiere a dichas Direcciones.
Por último, dispone que la fiscalización del Órgano recaudador se regirá por las
disposiciones de la ley 24.156(28), relativa a la Administración Financiera y de los
Sistemas de Control del Sector Público Nacional.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Hay que indicar que se faculta al Ente recaudador a establecer una compensación
por la gestión que realicen los entes indicados, en función de lo efectivamente
recaudado para el Fisco Nacional, sin afectar la "Cuenta de Jerarquización".
Asimismo, el art. 19 del referido decreto, derogó el punto 3 del inc. a) del art. 3º del
dec. 618 de fecha 10 de julio de 1997 que establecía las facultades de la AFIP en materia
de aplicación, recaudación, fiscalización y ejecución judicial de los recursos de la
seguridad social.
Por su parte, el dec. 1480/2001(29) dispuso que tal derogación rigiera a partir de la
definitiva constitución y funcionamiento del Instituto Nacional de los Recursos de la
Seguridad Social (INARSS), manteniendo la AFIP y la Dirección General de los
Recursos de la Seguridad Social que de ella depende, hasta ese momento, todas las
facultades y atribuciones que poseía en materia de los recursos de la seguridad social.
En otra muestra del sempiterno corsi et recorsi, el dec. 217(30)considera que "...el
avanzado estado de implementación de las normas de autarquía de la
citada ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS, emanadas del dec. 1399/2001
y la elaboración de su Plan de Gestión Anual, aconsejan rever las modificaciones
estructurales dispuestas por el dec. 1399/2001, estimándose que la ADMINISTRACIÓN
FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS se encuentra en idóneas condiciones para cumplir los
objetivos del decreto mencionado en último término, a lo que cabe agregar, que la
situación de emergencia económica en la que se encuentra el Estado Nacional, meritúa
maximizar la economía de los recursos...." y que "...por aplicación de las normas
referenciadas, en la práctica y hasta el presente, la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE
INGRESOS PÚBLICOS ha continuado con las tareas de aplicación, recaudación,
fiscalización y ejecución de los recursos de la seguridad social... por lo expuesto, en las
actuales circunstancias, resulta conveniente dejar sin efecto la creación del INSTITUTO
NACIONAL DE LOS RECURSOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL —INARSS— y restablecer de
pleno derecho, las facultades que en su materia ha continuado la ADMINISTRACIÓN
FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS".
Finalmente, digamos que el art. 3º del dec. 618 precedentemente trascripto, en su inc.
d), establece que la AFIP tiene las funciones y facultades que surgen de su misión y las
necesarias para su administración interna.
Entre los fines del Organismo recaudador, se encuentra la colaboración activa con
los responsables de la política tributaria, tendiente a una simplificación normativa y
regulaciones en las materias de su competencia, con el propósito de facilitar la
interpretación y el cumplimiento de las normas en un contexto de estabilidad y
previsibilidad.
A tal efecto, se consideró que sin perjuicio de las competencias que por su Acción y
Tareas están asignadas a las distintas unidades de estructura de esa Administración
Federal, la proyección y alcance que debe darse a determinados temas torna
conveniente atribuir a dicho órgano específico, con suficiente aptitud funcional y
financiera, la atención de una pluralidad de materias y la promoción y el desarrollo de
diferentes líneas de estudio y corrientes de pensamiento, vinculadas con las funciones
a cargo del Organismo.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En caso que se produjere por cualquier motivo la vacancia del cargo de Administrador
Federal de Ingresos Públicos antes del vencimiento de su mandato, la designación de
su reemplazante se efectuará por el término que reste hasta la finalización de dicho
mandato.
En estos dos últimos casos, los miembros del Consejo Asesor son designados y en
su caso removidos por el PEN.
Los miembros del Consejo Asesor ejercen sus funciones "ad honorem". Este Órgano
no puede generar gastos ni estructuras administrativas a cargo de la AFIP, reconociendo
la sola excepción de una Unidad Administrativa de Apoyo, cuya creación es facultad del
Administrador Federal de Ingresos Públicos.
Por último, atinente a esta cuestión, deviene oportuno señalar que mediante el
dictado de la instrucción general 1/13 (SDG PLA)(36)se estableció un procedimiento
tendiente a brindar el marco metodológico necesario para la elaboración y seguimiento
de los Planes Tácticos y Planes Operativos Anuales a efectos de alinearlos con los
objetivos institucionales definidos en las normas referenciadas en párrafo precedentes.
Por lo demás, se establece que tanto el Administrador Federal como los Directores
Generales y los Administradores de Aduanas en su jurisdicción, actuaran como Jueces
Administrativos.
Finalmente, es menester recordar que a través del dec. 1231/2001(38)el PEN procedió
a modificar la estructura superior del organismo fiscal, disponiendo la creación de una
Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social, dependiente del mismo, a
efectos de que se encargue de las temáticas relativas a la aplicación, recaudación y
fiscalización de los mencionados tributos que se encuentran a cargo de la Dirección
General Impositiva.
2. DELEGACIÓN DE COMPETENCIA
3. AVOCACIÓN
En este instituto procesal de plena aplicación en materia administrativa, el Órgano
administrativo superior jerárquico aumenta la competencia, entendiendo de oficio —es
decir, sin que medie pedido de parte— en el conocimiento y decisión de asuntos que
resultan de competencia primaria del inferior jerárquico, lo cual se produce dentro de
una organización centralizada de la administración pública.
Por su parte, el art. 9º del dec. 1397/1979 dispone que sin perjuicio de las
sustituciones previstas, el Director y el Subdirector General con respecto a toda la
República, los jefes de zona, subzona o región con relación a las dependencias a su
cargo, podrán intervenir por vía de superintendencia, en cualesquiera de los
procedimientos contemplados en el presente decreto para arrogarse el conocimiento y
decisión de los casos planteados.
A) LOS INHABILITADOS PARA EJERCER CARGOS PÚBLICOS, HASTA DIEZ (10) AÑOS
DESPUÉS DE CUMPLIDA LA CONDENA.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En este epígrafe nos centraremos exclusivamente a señalar que se enumeran
requisitos, incompatibilidades e inhabilitación del Administrador Federal, los Directores
Generales y los Subdirectores Generales, estipulándose que no podrán ejercer otro
cargo público con excepción de la docencia, rigiendo para ellos las incompatibilidades
establecidas para el personal del Organismo.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El artículo transcripto detalla las funciones de organización interna que tendrán las
autoridades de la Administración Federal de Ingresos Públicos, las cuales no revisten
carácter taxativo, resultando propias de quienes se encuentren en la conducción de
cualquier Organismo de similares características.
11) Cualquier otra medida que sea conveniente de acuerdo con lo preceptuado
en el primer párrafo del presente artículo, para facilitar la aplicación, percepción y
fiscalización de los gravámenes y control del comercio exterior a cargo del
organismo.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La presente norma, al igual que la siguiente, refiere a las facultades normativas del
organismo, conteniendo una enunciación taxativa que, pese a ello, engloba a la casi
totalidad de las relaciones fisco-contribuyente.
No dejan de tener importancia las disposiciones del dec. 1397 (DRLPT), en cuanto
en su art. 11 determina que las atribuciones conferidas actualmente por los arts. 7º y 8º
del dec. 618, no podrán ser ejercidas en la misma resolución, debiendo especificar toda
resolución general su encuadramiento legal.
Las facultades reglamentarias del Fisco han sido convalidadas desde antaño por la
jurisprudencia de nuestros tribunales(41).
En primer lugar, nótese que las facultades generales se encuentran otorgadas por la
primer parte del artículo transcripto y en virtud de las mismas, el Administrador Federal
se encuentra facultado para dictar normas generales obligatorias para los responsables
y terceros, en todas las materias en que la AFIP se encuentre legalmente autorizada a
reglamentarlas.
Por su parte, las facultades especiales se enuncian en la segunda parte del artículo
transcripto, en un total de once incisos.
En todos los casos, las aludidas facultades deberán ser ejercidas sin vulnerar el
principio de legalidad ni la garantía de razonabilidad y no pueden tener efectos
retroactivos.
Resultará necesario interpretar esta norma considerando que los datos siempre
deben tener relevancia tributaria y su requerimiento debe ser razonable y respetuoso de
los derechos constitucionales de los sujetos afectados.
Resulta casi ocioso recordar, por sabido, que el exceso reglamentario por parte del
organismo, importa la nulidad de la resolución dictada, conforme lo ha dicho la
jurisprudencia(43).
Finalmente, merece la pena llamar la atención sobre las disposiciones del art. 112 de
la Ley de Rito Fiscal, en cuanto prevé que el Administrador Federal de Ingresos Públicos
ejercerá en lo pertinente las funciones que le confieren los arts. 7º, 8º y 9º, punto 1, incs.
a) y b), del dec. 618/1997 con relación a los gravámenes allí detallados.
Las interpretaciones firmes podrán ser rectificadas por la autoridad que las dictó
o el MINISTERIO DE ECONOMÍA Y OBRAS Y SERVICIOS PÚBLICOS, con sujeción a lo
dispuesto en el párrafo precedente, pero las rectificaciones no serán de aplicación
a hechos o situaciones cumplidas con anterioridad al momento en que tales
rectificaciones entren en vigor.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo faculta al Administrador Federal, para interpretar con carácter general,
ya sea de oficio o a pedido de un interesado, las disposiciones del dec. 618 y demás
normativa tributaria material o formal.
Por su parte, las resoluciones interpretativas firmes pueden ser modificadas por la
AFIP o el Ministerio de Economía, de oficio o a pedido de parte, resultando de aplicación
lo explicitado precedentemente.
VI) DE INFRACTORES A LAS DISPOSICIONES PENALES ADUANERAS ASÍ COMO LOS QUE
RESULTAREN CONVENIENTES PARA PREVENIR Y REPRIMIR LOS DELITOS Y LAS
INFRACCIONES SANCIONADAS POR EL CÓDIGO ADUANERO.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El inc. b) del punto 1º establece los casos en que el Administrador Federal, por sí o
por delegación, actúa como "Juez Administrativo", advirtiendo en este aspecto que la
norma no hace referencia a la sanción de clausura.
Sin embargo, el art. 41 del texto procedimental tributario es claro en cuanto a que
también al dictar una resolución de clausura, el funcionario actúa por delegación en
carácter de Juez Administrativo.
Respecto a esto último, la doctrina ha dicho que: "...no sólo los actos de los Jueces
Administrativos no abogados, señalados en el art. 9º, inc. b) de la reglamentación exigen
el dictamen jurídico previo, sino todos aquellos actos que requieren su firma por el
resultado de sus funciones (...) Así, todas las actuaciones que derivan de su propia
actividad de "juez", estén relacionadas o no con la materia del inc. b) del art. 9º, deberían
cumplir con tal requisito para no ser declaradas nulas de nulidad absoluta, según la ley
de procedimientos administrativos, de aplicación supletoria (arts. 14 y 7º, inc. b)"(50).
Sobre tales premisas, el dec. 801/2005(53) asigna al titular del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social, en forma concurrente, las atribuciones que el art. 9º, inc.
1º, apart. b), del dec. 618 acuerda al titular de la AFIP, a los fines de la aplicación de las
sanciones que indica el art. 37 de la ley 25.877.
El inc. c) dispone que podrá otorgar esperas para el pago de tributos e intereses, "en
los casos autorizados por las normas legales". Los casos autorizados, son los
contemplados por el art. 32, y los que puedan surgir por aplicación del art. 113 de la ley
11.683 (t.o. en 1998 y sus modificaciones).
Respecto a los incs. e) y f) del punto 1º, se refieren a las facultades del Administrador
con relación a sujetos que no están alcanzados directamente por el derecho nacional, y
a la actuación en jurisdicción extranjera; por esta razón, al margen de lo que dispone el
dec. 618/1997, deberán analizarse los tratados internacionales existentes, y la
normativa extranjera vigente para el sujeto o en el ámbito respectivo.
a) Ejercer todas las funciones, poderes y facultades que las leyes, reglamentos,
resoluciones generales y otras disposiciones le encomienden o atribuyan, a los fines de
aplicar, determinar, percibir, recaudar, exigir, ejecutar, devolver o reintegrar los aportes
y contribuciones con destino al Sistema Único de la Seguridad Social a cargo del
organismo, e interpretar las normas o resolver las dudas que a ellos se refieren.
b) instruir, cuando corresponda, los sumarios de prevención en las causas por delitos
o infracciones de los recursos de la seguridad social.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El artículo bajo análisis asume que los funcionarios que actúan en las distintas
jurisdicciones territoriales, lo hacen por delegación del Administrador Federal,
estableciendo además que éste podrá avocarse al tratamiento de las cuestiones a
resolver.
Ello porque la avocación implica una suerte de "per saltum tributario", que habilita el
tratamiento directo de cuestiones particulares, y podría dar lugar a actos ilícitos, al
centralizar la decisión de cualquier cuestión que tramite ante la Dirección General
Impositiva o la Dirección General de Aduanas. No es lo mismo que el Administrador
resuelva en un expediente en el que han intervenido y dictaminado diversas áreas, a
que se avoque a la resolución de cuestiones que no necesariamente requieran dictamen
previo, o que requiriéndolo, no fuera exigido por el interesado.
El artículo transcripto prevé que el cargo de Juez Administrativo sólo podrá recaer en
profesionales abogados o contadores, lo cual es razonable teniendo en cuenta la
complejidad de la materia, y que estos funcionarios tienen facultades de decisión.
Por último, señalamos que en su art. 7º, el referido DRLPT establece que el dictamen
jurídico previo al pronunciamiento de Juez Administrativo, será emitido en función de
asesoramiento de acuerdo a las circunstancias del caso, estableciendo la interpretación,
alcance y significado de las normas aplicables.
Los agentes aduaneros que, con motivo de sus funciones de control necesiten
portar armas, deberán ser autorizados por el Director General de la DIRECCIÓN
GENERAL DE ADUANAS y sujetarse a la reglamentación vigente en la materia.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El texto transcripto refiere a las aduanas, conceptuando a las mismas como aquellas
oficinas competentes, prestadoras de servicios, cuyas actividades de control están
destinadas en general a lograr que la importación y exportación de mercaderías se
realice conforme a la normativa legal.
Por otra parte, determina que corresponde a las aduanas, la resolución de todos los
actos que en virtud de la competencia atribuida por el marco normativo aplicable, deban
cumplirse ante ellas.
Finalmente, establece que los agentes aduaneros que deban portar armas en mérito
a sus funciones de contralor, deberán requerir la autorización pertinente al Director
General de la DGA, debiendo —obviamente— sujetarse a la reglamentación respectiva.
— RECURSOS Y PRESUPUESTO —
f) Cualquier otro ingreso recibido por legado, donación o asignado por otra norma."
Queda visto, entonces que, normativamente se ha resuelto ceñir una parte de los
ingresos a un porcentaje de la recaudación neta total de los gravámenes y de los
recursos aduaneros a su cargo.
El art. 2º del referido decreto, otorga a la AFIP amplias facultades para asignar y
redistribuir los fondos que le correspondan de acuerdo con el artículo trascripto "a
proyectos, programas, tareas y actividades, así como para determinar la planta de
personal, su distribución y la asignación de dotaciones a las distintas unidades del
organismo y efectuar las inversiones que resulten necesarias para la mejor consecución
de sus objetivos".
Por otra parte, se dispone que el Órgano recaudador estará sometida al régimen
establecido para los entes enumerados en el inc. b) del art. 8º de la ley 24.156(57).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
ART. 20 — Deróganse:
A) LOS ARTS. 1º, 2º, 3º, 4º, 5º, 6º, 7º, 8º, 9º, 10, 114 Y EL INCORPORADO SIN NÚMERO
A CONTINUACIÓN DEL 5º DE LA LEY 11.683 (T.O. EN 1978 Y SUS MODIFICACIONES).
B) LOS ARTS. 1º, 2º, 3º, 4º, 5º, 6º, 7º, 8º, 10, 11 Y 12 DE LA LEY 22.091.
C) LOS ARTS.
17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34 Y 35 DEL CÓD.
ADUANERO.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
— DEC. 618/1997 —
Causa: GUTIÉRREZ, DANIEL HÉCTOR SRL C. EN - AFIP - DGI S/AMPARO LEY 16.986 -
CNFed. Cont. Adm., sala V, 20/10/2016. LL Online
Causa: CHEVRON ARGENTINA SRL C. EN- AFIP- DGI- RES. 98/2009 Y OTROS
S/DIRECCIÓN GENERAL IMPOSITIVA - CNFed. Cont. Adm., sala III, 10/6/2014. PET 2014
(agosto-544), 19/8/2014, PET 2014 (agosto-544), 9, IMP 2014-9, 5/8/2014, IMP 2014-
9, 185
Un contribuyente inició un pedido de devolución de créditos fiscales en el impuesto al
valor agregado, relacionado con operaciones de exportación. El fisco nacional hizo lugar
a las devoluciones solicitadas y emitió las correspondientes notas de reintegro. Siete
años después, el organismo recaudador se dirigió al contribuyente para informarle que
había operado la prescripción quinquenal establecida en el art. 56 de la ley 11.683. El
contribuyente promovió demanda con el objeto de obtener la nulidad de la resolución.
El juez de primera instancia la rechazó y esta decisión fue confirmada por la Cámara.
Si bien de acuerdo con el art. 7º, inc. d) de la ley 19.549 es esencial el dictamen
proveniente de los servicios permanentes de asesoramiento jurídico cuando el acto
pudiera afectar derechos subjetivos e intereses legítimos del administrado, y ello debe
ser cumplido antes de que la administración exprese su voluntad, su omisión se
encuentra subsanada tanto con el dictamen previo a la resolución de la apelación
presentada por el contribuyente, como por el hecho de que haya sido resuelto por un
abogado, conforme lo dispone el art. 10 del dec. 618/1997.
Corresponde dejar sin efecto la sentencia que rechazó el amparo tendiente a que se
declarara la inconstitucionalidad del art. 7º, punto 2, ap. a, del decreto de necesidad y
urgencia 1002/1999, pues la mera referencia a una situación de urgencia que habría
determinado la "imperiosa" necesidad de sancionar el decreto, constituye una afirmación
dogmática e insuficiente como tal para justificar por sí la emisión de disposiciones de
carácter legislativo en los términos del art. 99, inc. 3º, de la CN.
Que como ya se ha dicho en este párrafo, se reitera que los supuestos a que se hace
referencia son aquellos que indefectiblemente necesitarán "seguir los trámites ordinarios
previstos por la Constitución" casos que, evidentemente, deben ser relativos a
supuestos en que la intervención del parlamento es ineludible.
Que en este sentido también deben interpretarse las limitaciones que a las facultades
acordadas al Poder Ejecutivo, fija dicho tercer párrafo en tanto le impide el uso de las
mismas en "materia penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos".
Que ello así debe entenderse que la Constitución en tanto prohíbe los decretos de
necesidad y urgencia en "materia tributaria" no ha hecho más que respetar los principios
fijados en arts. tales como el 4º, 9º, 17, etc. de la CN.
Que el criterio del apelante pareciera llegar a inhibir las facultades acordadas por
el art. 99 inc. 10 al Poder Ejecutivo y el art. 100 inc. 7º al Jefe de Gabinete (...) que son
evidentes las facultades acordadas al Poder Ejecutivo y al jefe de Gabinete en materia
recaudatoria, con total independencia del Poder Legislativo y nunca el art. 99 inc. 3º
relativo a los decretos de necesidad y urgencia, pudo limitar tales facultades, ya que la
norma, por el contrario, tiende a ampliarlas aunque sea con carácter excepcional y
sometidas a control.
Que por otra parte, según el maestro Luqui la actividad recaudatoria "implica tanto
crear y organizar dependencias y oficinas como estatuir procedimientos, lo que importa
creación de reglas procesales a las cuales deben someterse los contribuyentes y los
funcionarios encargados de la recaudación" (Luqui, Juan Carlos, Derecho Constitucional
Tributario, Depalma, Bs. As., 1993, p. 337), materia que, como se ve, es perfectamente
excluible del ámbito de reserva legal y sobre la que, quizás, sin necesidad de acudir al
decreto de necesidad y urgencia pudiera haberse expedido el Poder Ejecutivo en virtud
de las posibilidades que le acuerda la Constitución nacional y habida cuenta de las
cuestiones tratadas en el decreto de necesidad y urgencia 618/1997 que se impugna.
En este caso la sala D, con el voto de la Dra. Gramajo al que adhirió con reservas la
Dra. Gramajo, se remitió al citado caso "Cóppola", resuelto por la sala B del Tribunal
Fiscal.
Causa: EL ATENEO PEDRO GARCÍA SALEEI C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II,
6/11/1997
Que, conforme el art. 14 de la ley 19549: "El acto administrativo es nulo, de nulidad
absoluta e insanable, en los siguientes casos: ...b) Cuando fuere emitido mediando...
violación de la ley aplicable, de las formas esenciales o de la finalidad que inspiró su
dictado" y teniendo en cuenta que con el dictamen previo se persigue como finalidad
fundamental que la administración asegure y mantenga la juridicidad de sus actos, dicho
requisito resulta necesario para el tipo de cuestiones que aquí se ventilan.
La omisión del dictamen jurídico que exige el art. 10 de la ley 11.683, trae aparejado
la nulidad absoluta de los actos de determinación de oficio. Declaración que debe
imponerse desde que su finalidad es asegurar la juridicidad de los actos de
administración.
Causa: FABRIPACK SA C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II, 9/9/2010. LL Online:
AR/JUR/57376/2010
Ley 11.683 (BO 20/7/1998). Texto ordenado por dec. 821/1998 (BO 20/7/1998).
Modificado por decs. 1334/1998 (BO 16/11/1998); 606/1999 (BO 9/6/1999); ley
25.239 (BO 31/12/1999); decs. 90/2001 (BO 29/1/2001); 617/2001 (BO
15/5/2001); leyes 25.678 (BO 10/12/2002); ley 25.720 (BO 17/1/2003); 25.795 (BO
17/11/2003); 25.868 (BO 8/1/2004); 26.044 (BO 6/7/2005); 26.063 (BO 9/12/2005) y
27.430 (BO 29/12/2017)
TÍTULO I
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La jurisprudencia que avala la utilización de este método ha resuelto que: "No cabe
al tribunal apartarse del principio primario de la sujeción de los jueces a la ley, ni
atribuirse el rol de legislador para crear excepciones no admitidas por ésta, pues de lo
contrario, se olvidaría que la primera fuente de exégesis de la ley es su letra y que
cuando ésta no exige esfuerzo de interpretación la norma debe ser aplicada
directamente, con prescindencia de consideraciones que excedan la circunstancia del
caso expresamente contemplada en aquélla"(3).
Pero, debemos advertir que las leyes no pueden ser interpretadas sólo
históricamente, sin consideración a las nuevas condiciones y necesidades de la
comunidad, porque toda ley, por naturaleza, tiene una visión de futuro, está
predestinada a recoger y regir hechos posteriores a su sanción.(6)..
Las leyes se aplican por su texto expreso, regulación objetiva y real de las
instituciones y sólo ha de forzarse su interpretación, extendiéndola por analogía, cuando
existan las llamadas lagunas(7).
Ello así, consideramos muy acertado que el primer artículo destaque en su segundo
párrafo que no se admitirá la analogía para ampliar el alcance del hecho imponible —ya
que eso implicaría la creación de un impuesto más amplio del legislado—, de las
exenciones —operaria a contrario sensu del párrafo anterior si las ampliara o en el
mismo sentido del párrafo anterior si las derogara—, o de los ilícitos tributarios —ya que
la CS tiene jurisprudencia firme y antigua en que los ilícitos tributario contenidos en la ley
11.683 tienen naturaleza penal—.
Sin embargo, varios han sido los métodos utilizados a lo largo de la historia tributaria,
ya que quienes asignan a las reglas financieras las condiciones de normas de excepción
propician medios excepcionales, y quienes las consideran normas ordinarias utilizan,
para su interpretación, los diversos métodos jurídicos(10). Al efecto recordamos, p. ej.:
a) "In dubio contra fiscum": (ante la duda ha de estarse en contra del Fisco) el
presente sostiene que todas las normas tributarias deben interpretarse en contra del
Estado, fundándose en un pasaje de Modestino, contenido en el Digesto, que tomó la
concepción fiscal de la era romana en la cual el tributo era una carga denigrante que se
aplicaba sólo a los extranjeros y a los vasallos.
b) "In dubio pro fiscum": (ante la duda ha de estarse a favor del Fisco) a "contrario
sensu" se entiende que la norma debe interpretarse a favor del Fisco para así poder
obtener recursos, igualando, con el peso de la carga tributaria, a todos los
contribuyentes.
c) Cuando los términos de la ley tributaria son claros, no cabe una interpretación
judicial que les atribuya un alcance distinto o mayor; pero esa interpretación debe
respetar los propósitos generales de orden económico-financiero y de promoción de la
comunidad, tenidos en cuenta al crear el impuesto(13).
Fue incorporado en nuestra legislación por el art. 11 de la ley 11.683 (t.o. 1978 y
modif.), teniendo como fuente el art. 12 del dec. 14.341/1946, ratificado, posteriormente,
por la ley 12.922. Su texto dispone que para encontrar el verdadero sentido de las
normas tributarias "se atenderá al fin de las mismas y a su significación económica".
El legislador agregó un párrafo a un artículo a fin para garantizar los derechos del
contribuyente, cuando en realidad hace tiempo que se está la espera de un capítulo
dedicado a encumbrar todos y cada uno de los derechos del "ciudadano contribuyente".
Varias son las voces que hemos reclamado durante años la necesariedad que en la
relación jurídico-tributaria el contribuyente detente el derecho de tratamiento de un
"ciudadano-contribuyente", y por ello que se respeten, en lo que a él atañe, todos
los principios constitucionales cardinales de la tributación (legalidad, igualdad, equidad,
no confiscatoriedad, generalidad, proporcionalidad), ya que su violación implicaría una
profanación y el peligro inminente de violar el derecho de propiedad, convirtiendo al
tributo en ilegítimo desde el punto de vista constitucional.
c) Estas opiniones solo serán vinculantes cuando ello esté expresamente previsto en
esta ley o en su reglamentación.
Carlos Folco ((18)) señala que el contribuyente goza del "derecho a ser informado y
asistido por la Administración tributaria en el cumplimiento de sus obligaciones
tributarias acerca del contenido y alcance de las mismas, tal como normativamente lo
ha consagrado la LDGC de España. Se requiere el dictado de un Código de
Responsabilidades de la Administración Tributaría y sus funcionarios (con especial
capítulo por sus actividades recaudatorias) que sistematicen en el fuero contencioso
administrativo la unidad de las actuaciones de toda índole patrimonial, penal y
profesional, toda vez que existen razones explicativas del apartamiento del Cód. Civil,
que hacen al nuevo modelo de responsabilidad extracontractual, como pregona
calificada doctrina.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente artículo fue incorporado por el art. 13 del dec. 14.341 del año 1946. En el
comentario oficial se expresaba que "...en la mayoría de los casos las figuras y
estructuras jurídicas que aquellos —particulares—empleen en sus actividades, serán
los signos más seguros para conocer la verdadera significación y naturaleza de las
operaciones y situaciones que les conciernen". Expresión con la cual se indicaba que
sólo por excepcionalidad procedería un apartamiento de las estructuras utilizadas. Y esa
excepcionalidad se verificaba cuando las formas jurídicas fueran "radicalmente
inapropiadas".
En reciente decisorio, "La Liliana del Oeste SA", 12/6/2008, la excelentísima Cámara
Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, ha resuelto que: "no es suficiente la
simple mención de la realidad económica para decidir a favor o en contra del Fisco la
interpretación de un hecho imponible determinado, sino, antes bien, es preciso ahondar
en la realidad de lo ocurrido, lo cual exige una indagación y demostración que satisface
los principios constitucionales en materia tributaria. Como sostuvo esta sala I del
Fuero in re 'Representaciones Artísticas EAPE S.A.' del 30/4/2007... el principio de
realidad económica en nuestro derecho tributario, 'es una teoría válida ante simulación,
abuso de formas o fraude, pero se la pretende utilizar en muchos casos como si fuera
un comodín de turno, adaptable a toda figura desconocida o no reglada con anterioridad'
(Marrama; Silvia Estela en su ponencia en las III Jornadas Nacional y I Iberoamericanas,
Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires...)". La misma
Corte Suprema puso de relieve esos mismos conceptos en orden a su aplicación, de
forma de no desvirtuar el principio de reserva o legalidad (in re "Autolatina Argentina
SA"; Fallos 319:3208, 1996. En esa misma inteligencia, cfr. sala III del Fuero, in
re "Ferioli", del 24/8/2007 y "Salerno", del 19/12/2007).
2. TEORÍA DE LA PENETRACIÓN
Vicente Oscar Díaz(22) entiende que se trata de un remedio jurídico que se aplica para
prescindir de la forma de sociedad con que se halla revestido un grupo de personas o
bienes, negando su existencia autónoma como sujeto de derecho frente a un situación
jurídica particular, sin perjuicio de llegar a la total desestimación de la personalidad en
el caso cuando el abuso se hace con el uso mismo de la forma jurídica, que es el caso
de sociedades simuladas. Dicho en otra forma, se observa que las principales
circunstancias en que el concepto de no reconocimiento de una persona jurídica se
aplica en materia fiscal, viene referida por la legislación antievasión.
- "Parke Davis" de la CS, 31/7/1973. Regalías entre empresas que integraban una
unidad económica
En las causas citadas la Corte concluía que "...la interpretación de las leyes debe
practicarse teniendo en cuenta el contexto general y los fines que las informan, como
asimismo, que dicha interpretación comprende no sólo la pertinente armonización de
sus preceptos, sino también su conexión con las demás normas que integran el
ordenamiento jurídico, doctrina que es aplicable también en los supuestos en que el
régimen jurídico pertinente está organizado en más de una ley formal".
Otra sentencia que no podemos dejar de mencionar en este recorrido histórico sobre
el principio de la realidad económica, es la causa "Eli Lilly Interamericana", emanada de
la sala III de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, en ella, con una frase
contundente, se sostenía que "...aunque la realidad económica demuestre la efectiva
unidad económica, tal circunstancia por sí sola no basta para modificar las reglas que
rigen la imposición".
1. CONSIDERACIONES GENERALES
a) Domicilio comercial:
Este domicilio sólo tiene virtualidad a los efectos de las actividades mercantiles del
presunto comerciante.
b) Domicilio convencional:
Normado por el art. 101 del Cód. Civil, es la determinación del lugar donde deben
practicarse las notificaciones y emplazamientos motivados por el contrato, siendo
eficientes para los efectos correspondientes las que se remiten a ese lugar, aunque no
coincida con el domicilio real o que el interesado de hecho lo hubiere abandonado sin
comunicarlo a la contraparte. Y si acontece que la notificación o intimación resulta
frustrada por la actitud del destinatario —p. ej., rehusándose a recibirla—, tal conducta
no impide que se produzcan los efectos del acto interpelatorio(26).
c) Domicilio conyugal:
d) Domicilio de elección:
e) Domicilio especial:
f) Domicilio legal:
Normado por el art. 90 del Cód. Civil es el lugar donde la ley presume, sin admitir
prueba en contra, que una persona reside de una manera permanente para el ejercicio
de sus derechos y cumplimiento de sus obligaciones, aunque de hecho no esté allí
presente.
g) Domicilio procesal:
h) Domicilio real:
Surge como producto de la conjunción de los elementos, uno objetivo —el corpus— y
el otro subjetivo —el animus—, el domicilio real se conserva por la permanencia de uno
de ellos, máxime que, de no admitirse la configuración con el elemento intencional (art.
99, Cód. Civil), el sentido de la ley será siempre el de aceptar la necesidad de una
conducta que permita inferir una voluntad de hacer, de un lugar, el centro de las
actividades(31).
i) Domicilio social:
j) Domicilio fiscal:
Se encuentra normado por el art. 3º de la ley 11.683 (t.o. 1998). El mismo sostiene
que el domicilio será el de origen, real o, en su caso, legal legislado por el Código Civil.
Con respecto al tema del "domicilio fiscal" de los contribuyentes no resulta ocioso
hacer un racconto de las normas que el fisco ha dictado durante los últimos años.
Comencemos mencionando que RG 301/1998(32) venía a reemplazar a la RG 2210 que
regía desde el 22/10/1979 hasta la puesta en vigencia de la normativa citada.
Producto de su dictado, fueron tantos los trámites a cubrir por los contribuyentes que
el organismo recaudador debió otorgar un plazo especial, hasta el 1/2/1999, para
efectuar las modificaciones de los domicilios fiscales declarados con anterioridad.
Todos estos cambios tienen su aval acorde a lo reglado por el art. 13 del dec.
reglamentario 1397/1979, en cuanto en él se establece que la Dirección General
reglamentará los casos, forma, plazos, efectos y demás aspectos relativos a la
constitución, cambio y subsistencia de los domicilios a que se refiere el art. 13 de la ley.
Nos parece poco acertado el párrafo agregado por la ley 27.430 en cuanto a que se
faculta a la AFIP para establecer las condiciones que debe reunir un lugar a fin de que
se considere que en él está situada la dirección o administración principal y efectiva de
las actividades. Nadie mejor que el contribuyente para declarar dónde se ejerce la
administración de su empresa. Dicho domicilio no puede ser el producto de una
reglamentación excesiva. Este párrafo hace gala de una glotonería reglamentarista que
en nada favorece a las pretendidas mejoras en la relación fisco-contribuyente.
No resulta ocioso destacar que este domicilio fiscal alternativo debería evitar el uso y
abuso que se realiza de la notificación vía el art. 100, inc. b), es decir, fijando un sobre
cerrado en el domicilio fiscal del contribuyente. En interesante decisorio la sala A de la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico resolvió que: "La forma
empleada para practicar la notificación limitándose a fijar una copia en la puerta de un
domicilio cerrado, no puede tener eficacia para poner en curso el plazo en que se puede
ejercitar el derecho de defensa. La norma legal que indica esa forma de proceder, de
entenderse que tenga ese alcance, resulta inconstitucional"(34).
En interesante decisorio la CNFed. Cont. Adm., a través de su sala II, resolvió que al
compulsar las actuaciones administrativas surgía que en la primera presentación del
contribuyente en el sumario que se le instruyó, constituyó domicilio, dirección que fue
mantenida en sus sucesivas presentaciones en el trámite administrativo. Ello así, debe
precisarse que el cambio de domicilio entre el que tenía denunciado ante la AFIP y el
constituido en las actuaciones referidas, fue fehacientemente comunicado en el modo
dispuesto por el art. 3º de la ley 11.683, sin que por lo demás, la administración
cuestionara la modificación referida, limitándose a no considerar esa circunstancia y
dirigir sus notificaciones al domicilio anterior.
b) en caso de disconformidad, formule las razones y aporte las pruebas que hagan a
su derecho.
Contra las resoluciones del organismo recaudador que fijen el domicilio fiscal del
contribuyente, no existiendo en la ley de Procedimiento Tributario ninguna vía recursiva
propia, se podrá interponer el recurso subsidiario previsto en el art. 74 del dec.
1397/1979 y sus modificaciones.
La reforma de la ley 25.795 (BO 17/11/2003) estableció, en el art. 39, que las
infracciones relativas al domicilio fiscal se consideran una agravante del tipo general
previsto en la sanción, por lo cual la multa se gradúa entre $150 hasta un máximo de $
45.000.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En lo personal, el texto de dicho artículo, siempre nos resultó preocupante puesto que
publicitar la existencia de un "sitio informático seguro..." es una afirmación, por lo menos,
imprudente.
La reciente reforma establecida según texto de la ley 27.430 es más audaz que su
predecesora. Establece que el domicilio fiscal electrónico es obligatorio para todos los
contribuyentes.
Cómo define la AFIP al domicilio fiscal electrónico: "Se trata de un domicilio virtual,
seguro, personalizado y válido registrado por los ciudadanos y responsables para el
cumplimiento de sus obligaciones fiscales y para la entrega o recepción de
comunicaciones en el servicio e-ventanilla".
b) Las medidas precautorias solicitadas por el art. 92 de la ley (juicio ejecutivo), y todo
otro tipo de notificación que se practique en el trámite de la ejecución, con
excepción del mandamiento de intimación de pago.
b) los días martes y viernes inmediatos posteriores a la fecha en que las notificaciones
o comunicaciones se encontraran disponibles en el servicio "web" "e-ventanilla", o
el día siguiente hábil administrativo, si alguno de ellos fuere inhábil.
Para todos los términos establecidos en las normas que rijan los gravámenes a
los cuales es aplicable esta ley, se computarán únicamente los días hábiles
administrativos, salvo que de ellas surja lo contrario o así corresponda en el caso.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La norma establece una clara distinción, conforme las previsiones del art. 18 del dec.
reglamentario 1397/1979, entre:
Al respecto es de aplicación el art. 152 del Cód. Proc. Civ. y Com. en cuanto establece
que son días hábiles todos los del año, con excepción de los que determine el
Reglamento de la Justicia Nacional.
Los plazos por horas comenzaran a correr desde la cero (0) hora del día hábil
siguiente al de la notificación. Ello implica que un contribuyente notificado por el
organismo recaudador, o por un organismo judicial, comenzará a contar el plazo
establecido a partir del día hábil inmediato siguiente(47).
- la Administración podrá dar por decaído el derecho dejado de usar dentro del plazo
correspondiente, sin perjuicio de la prosecución de los procedimientos.
En materia de feria judicial vale tener presente lo resuelto por el TFN en autos
"Frigorífico Litoral Argentino SA"(49)en el cual se dijo que la diferencia entre las fechas
establecidas para la feria judicial en el interior del país y en la Capital Federal resulta
irrelevante a los fines del cómputo de los plazos para recurrir ante el Tribunal Fiscal de
la Nación, cuyo Reglamento de Procedimiento establece expresamente dichos
períodos, los que son públicos y notorios.
Feria invernal
La feria fiscal de invierno del año 2017 fue precisada por la RG 4089(53) que estableció
que la misma se desarrollaría entre los días 10 al 21 de julio de 2017, ambas fechas
inclusive, el período a que se hace referencia en el inc. b) del art. 1º de la RG 1983, sus
modificatorias y complementarias.
En lo que respecta a 2018 se estima que, conforme a los años anteriores, la misma
sucederá entre el 9 al 20/7/2018, inclusive(54).
- Pago de anticipos.
(1)
Días hábiles administrativos (art. 4º, ley 11.683).
(2)
Establecida por el Poder Judicial de la Nación.
(3)
Tentativo.
EFECTOS
No consideración de días hábiles
Conceptos comprendidos administrativos comprendidos en el
período
Contestación de requerimientos,
El término comenzará a partir del primer
citaciones y/o actuaciones
día hábil administrativo inmediato
administrativas notificados durante la
siguiente a la finalización de la feria
feria Fiscal
Válido resulta destacar que según el dictamen (DI ALIR) 2/2006(56)con respecto a la
procedencia de efectivizar las sanciones de clausuras durante la denominada "feria
administrativa", establecida mediante la RG 1983, todas las resoluciones por medio de
las cuales se apliquen sanciones, y que las mismas se encuentren firmes, restando,
únicamente, hacerlas efectivas, resultan ajenas al ámbito de aplicación de
la feria administrativa dispuesta por la RG 1983.
- Viernes Santo.
- 25 de diciembre: Navidad.
- Jueves Santo.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El artículo que incorpora la consulta vinculante al texto de la ley 11.683 constituye la
legalización de lo establecido por el art. 12 del dec. reglamentario 1397/1979, que
también se encontraba establecido por la RG 182/1998(59), hoy derogada.
Por su parte, la AFIP estableció modificaciones a la norma antes citada, a través del
dictado de la RG 4123/E (BO 7/9/2017), sus disposiciones resultan de aplicación a partir
del 28/9/2017(63).
- Art. 3º, inc. c): No podrá ingresar a dicho régimen el hecho imponible o determinada
situación que tenga una resolución administrativa o fallo de cualquier instancia
firmes, respecto del mismo consultante.
- Art. 4º, inc. b): Las consultas vinculantes también podrán ser presentadas por
sujetos que obtengan ganancias provenientes de jubilaciones, pensiones, retiros o
subsidios de cualquier especie, en cuanto tengan su origen en el trabajo personal
y en la medida en que hayan estado sujetos al pago del impuesto y de los
consejeros de las sociedades cooperativas (cfr. art. 79, incs. b y c).
- Art. 5º, inc. c) y art. 8º: Para que la consulta resulte admisible se deberá constituir y
mantener el domicilio fiscal electrónico, y su admisibilidad será notificada al
presentante por parte de la Subdirección General competente para resolver la
misma por medio del citado domicilio fiscal, acorde a las previsiones del art.
100, inc. g) de la ley 11.683.
- Los temas que resulten aplicables al caso sometido a consulta, deberán estar
referidas a situaciones de hecho concretas o a proyectos de inversión en los cuales
los presentantes, o en su caso sus representados, tengan un interés propio y
directo.
- "Parte de una norma jurídica"; en nuestro país el art. 9º, apart. 1º), inc. a) del dec.
618/1997 determina las funciones y facultades de dirección y de juez administrativo
al Administrador Federal, entre las que se cuenta la de resolver las dudas que se
presenten en la aplicación, determinación, recaudación, exigibilidad, ejecución y
devolución o reintegro de los tributos.
- "Creado por una voluntad estatal"; toda consulta constituye una manifestación
jurídica unilateral de la Administración Tributaria dictada a petición del
contribuyente;
Por último, vemos con agrado la reforma introducida por Diputados en cuanto a la
gratuidad de este mecanismo. A nuestro criterio debe mantenerse incólume el "principio
de gratuidad" por constituir uno de los pilares fundamentales en que se desarrolla el
procedimiento administrativo, toda vez que facilita la participación efectiva e igualitaria
de los administrados.
El texto de la norma sub examen fija un plazo de 90 días corridos para que el Fisco
emita la correspondiente respuesta; plazo que comienza a correr desde la admisión
formal de la consulta realizada.
Dicho plazo tiene dos causales de suspensión, tal como indica el art. 11 de la RG
1948/2005 si:
Frente al supuesto que la respuesta no sea aceptada por quien interpuso la consulta,
procederá, dentro de los diez días de notificada la respuesta, Recurso de Apelación
fundado ante el Ministerio de Economía y Producción con efecto devolutivo.
Tal doctrina es aplicable al "sub examine", sin que obste a ello que el Tribunal haya
limitado su vigencia a los supuestos en los que no existen normas específicas que
regulen la cuestión de derecho público de que se trate, pues es claro que ese es
precisamente el caso de autos, al carecer la norma local de aptitud para desplazar la
aplicación extensiva de la disposición civil. Por lo demás, y si bien la Corte también ha
exigido, como recaudo para la aplicación de esa doctrina, que se efectúen las
discriminaciones que resulten impuestas por la naturaleza de lo que constituye la
sustancia del derecho público, tal extremo se encuentra a salvo en el caso, dado que
ninguna particularidad de éste demuestra que sus connotaciones específicas sólo
resultarían atendidas si la acción de que se trata fuera sometida al mayor plazo
prescriptivo pretendido por la actora. Ello, con mayor razón, si se atiende a que —como
ya fue referido— la prescripción es un instituto común al derecho público y al privado, lo
que descarta el riesgo de que, por la vía de aplicar aquella norma, la cuestión sea
juzgada a la luz de pautas indebidamente trasladadas a un ámbito que les es impropio.
Las normas que integran el derecho tributario, como las del derecho comercial, son
normas jurídicas y respecto de ellas son aplicables todos los métodos de interpretación
que sean aptos para desentrañar su sentido y alcance, sin otro requisito que el de
conducir a una razonable y discreta interpretación.
Las operaciones financieras incorporadas según la reforma del art. 60 de la ley del
impuesto de sellos por el art. 54, pto. 3, de la ley 23.549, no alcanzan a las operaciones
realizadas con Bonos Externos, en tanto sólo se refiere a entregas o recepciones de
dinero. Así, la interpretación dada por el art. 2º de la Circular DGI 1167, al incluirlos,
resulta contraria al principio de legalidad del derecho tributario.
Las leyes deben interpretarse conforme al sentido propio de las palabras que
emplean sin molestar su significado específico, máxime cuando aquél concuerda con la
acepción corriente en el entendimiento común y la técnica legal empleada en el
ordenamiento jurídico vigente.
Causa: EL ATENEO PEDRO GARCÍA SALEEI C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II,
6/11/1997
— PROHIBICIÓN DE LA ANALOGÍA —
— REALIDAD ECONÓMICA —
Causa: FERIOLI OSCAR JORGE - CNFed. Cont. Adm., sala III, 24/8/2007
Claro está que tales extremos han de ser debida y suficientemente acreditados por el
ente recaudador, ya que es éste quien en ejercicio de los poderes mencionados, cuenta
con la facultad fiscalizadora, y por ende sobre él recae la carga de probar la
configuración de los hechos que determinan la operatividad de la norma, en orden a la
prescindencia de las formas adoptadas por las partes del negocio jurídico, a los fines de
la formulación de cargos por supuestas infracciones al régimen tributario (CS, Fallos
326:4397), pues comporta un imperativo del propio interés en virtud del cual la suerte
de una determinada postura (en el caso, la sostenida por el Fisco al impugnar el título o
causa invocados, respecto de las sumas de dinero entregadas al contribuyente), queda
sujeta a la comprobación de los extremos que se invocan en sustento del derecho
alegado (conf. esta sala, fallo del 28/2/2006, "Omega Coop. de Seguros Ltda. (TF
10350) c. DGA").
Causa: PROARMET SA (TF 9636-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III, 23/6/1997
— DOMICILIO —
Causa: GORDON, MIGUEL DAVID C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II, 14/2/2012
Causa: AFIP DGI 62 C. DAVARO SAÚL S/EJECUCIÓN FISCAL - CNFed. Cont. Adm., sala
I, 11/11/1999
El domicilio que surge del informe de la Cámara Nacional Electoral no reviste ninguno
de los recaudos previstos en el art. 3º de la ley 11.683, en tanto sencillamente no puede
ser considerado como domicilio fiscal en los términos de la normativa aplicable (cfr. art.
3º de la ley 11.683 y arts. 2º, 5º y concs. de la RG 301). Por el contrario, si bien aquél
surte efectos como "domicilio político", ni siquiera puede ser reputado como "domicilio
civil" general (el domicilio real) o especial (el domicilio legal).
Causa: AFIP DGI 40137 C. CARBALLADA, JOSÉ ANTONIO S/EJECUCIÓN FISCAL - CNFed.
Cont. Adm., sala III, 13/7/2000
Causa: AFIP DGI 1302 C. CEBER, JUANA S/EJECUCIÓN FISCAL - CNFed. Cont.
Adm., sala III, 9/5/2000
Si bien el art. 545 del CPCC admite plantear la nulidad de la ejecución cuando se
objeta la validez de la intimación de pago, ello resulta improcedente si el mandamiento
se diligenció en el domicilio fiscal, el cual reviste el carácter de constituido conforme
el art. 3º de la ley 11.683, t.o. 1998.
Causa: TRULLI, ADRIANA M. C. DIRECCIÓN GRAL. IMPOSITIVA, CNFed. Cont. Adm., sala
IV, 5/5/2005
— TÉRMINOS —
Causa: ARATTI, PEDRO OSCAR - CNFed. Cont. Adm., sala II, 15/8/2000
Causa: SKS SA -TF 15.490-I C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala V, 14/10/2001
Causa: REULA EMILIO RAMÓN S/RECURSO DE APELACIÓN - IVA Y GANANCIAS - TFN, sala
D, 4/6/1999
El plazo establecido en el art. 166 de la ley 11.683 —t.o. en 1998— es de días hábiles
administrativos, razón por la cual no pueden contarse los días inhábiles para el Tribunal
Fiscal a los efectos procesales con motivo de la feria judicial y los feriados nacionales
por no ser laborables para la Administración Pública.
En los casos en que la notificación por carta documento prevista en el art. 100 de
la ley 11.683 se reciba en día inhábil, a los efectos procesales, debe considerarse
efectuada el primer día hábil ulterior, comenzando por tanto el cómputo del plazo de
quince días para interponer el recurso de apelación a partir del día siguiente al que se
entiende se produjo la notificación (del voto en disidencia de la Dra. Gramajo).
— CONSULTA VINCULANTE —
Dicha consulta fue respondida negativamente para los intereses del particular. El
contribuyente rectificó la pertinente declaración jurada y, luego, inició la pertinente
acción de repetición que no fue respondida por el Organismo.
El Tribunal actuante, con el voto de los Dres. Urresti y Vicchi, hizo lo siguiente: 1)
Estudió detenidamente los antecedentes de hecho del caso particular; 2) Analizó el
régimen legal de la consulta vinculante y coligió que dicho planteo no tiene efecto
suspensivo; 3) Precisó que, si bien el régimen aplicable no prevé expresamente cuál
sería su mecanismo de revisión, el mismo sería la vía consagrada en el art. 23 y ss. de
la ley 19.549; 4) Afirmó que el particular, al hacer su consulta, debía avalar el criterio
propiciado por el Fisco Nacional y, en su defecto, el Ministerio de Economía en la medida
en que no hubieran alteraciones de los antecedentes e informaciones proporcionados
al momento de plantearse la consulta.
TÍTULO I
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Cabe aclarar, ab initio, que la ley ritual tributaria se ocupa en este Capítulo, de los
"sujetos de los deberes impositivos", clasificando a los mismos en "responsables por
deuda propia" y "responsables del cumplimiento de la deuda ajena".
Quede claro entonces que en la concepción de la ley 11.683, dichos "sujetos de los
deberes impositivos" son aquellos sujetos sobre quienes recae la obligación de pago de
la obligación tributaria.
Del confronte con el derecho comparado, surge que los diversos ordenamientos
contemplan similares disposiciones, tales como la Ley General Tributaria de España, en
cuanto en su art. 31 establece que "es contribuyente la persona natural o jurídica a quien
la ley impone la carga tributaria del hecho imponible", agregando en su numeral 2º que
"nunca perderá su condición de contribuyente quien, según la ley, debe soportar la carga
tributaria, aunque realice su traslación a otras personas".
El propio artículo trascripto, determina quienes tienen aptitud para asumir la calidad
de contribuyente:
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance
dispuesto en la Sección 2ª de ese Capítulo;
El texto legal tributario recoge la nueva terminología del Código Civil y Comercial, en
cuanto la "persona de existencia visible" del Código de Vélez, ha pasado a denominarse
en el nuevo Código "persona humana" y pese a no contener una definición semejante a
la del anterior Código, la expresión "humana" acogida en el cuerpo legal civilista nos
remite a todo lo relativo al hombre como especie, por lo cual se llega al mismo concepto
velezano que entiende por tal a "todos los entes que presenten signos característicos
de humanidad, sin distinción de cualidades o accidentes"(2).
Así, p. ej., en el caso un niño menor de edad, sin discernimiento para los actos lícitos
en el campo civilista(5), nada obsta para que sea contribuyente en el ámbito tributario.
Ello es así por cuanto, como enseña Luqui(6), en la creación de la obligación tributaria
sólo concurre la voluntad del Estado, manifestada por medio de la ley, sin que se
requiera que el sujeto pasivo sea capaz en el sentido de la ley civil, afirmando este autor
que la capacidad que el derecho tributario exige, o más bien el derecho tributario
constitucional, es que el sujeto tenga capacidad tributaria o contributiva, capacidad que
se relaciona con su situación económica financiera y no con la aptitud legal para adquirir
derechos y contraer obligaciones.
b) Las personas jurídicas a las que el derecho privado reconoce la calidad de sujetos
de derecho
En el art. 141 el Código define las mismas al establecer que: "Son personas jurídicas
todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir
derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su
creación".
Ello sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de las
responsabilidades personales de que puedan ser pasibles los participantes en los
hechos por los perjuicios causados.
Lógicamente, ello implica que dicho instituto se aplica tanto a las personas jurídicas
privadas con fines de lucro, tales como las sociedades comerciales en mérito al
citado art. 54 de la ley 19.550 (LGS) como a las entidades sin fines de lucro (v.gr.
cooperativas y fundaciones).
Hacemos notar que dicho cuerpo legal(11) distingue entre personas jurídicas de
carácter público o privado, estableciendo que tienen carácter público:
c) la Iglesia Católica.
Por su parte, el 148 del Cód. Civ. y Com. enumera las personas jurídicas privadas de
manera no taxativa, sino meramente enunciativa, señalando que tienen carácter
privado:
a) las sociedades;
d) las fundaciones;
f) las mutuales;
g) las cooperativas;
h) el consorcio de propiedad horizontal;
En merito a lo dispuesto por el art. 142 del Cód. Civ. y Com. de la Nación, la existencia
de las personas jurídicas de carácter privado comienza desde su constitución, aclarando
la norma que no necesitan autorización legal para funcionar, excepto disposición legal
en contrario. Aclara que, en los casos en que se requiera autorización estatal, la persona
jurídica no puede funcionar antes de obtenerla.
El art. 1442 del Código establece que a dichos contratos "no se le aplican las normas
sobre la sociedad, no son, ni por medio de ellos se constituyen, personas jurídicas,
sociedades ni sujetos de derecho", determinando además que resultan aplicables a
"todo contrato de colaboración, de organización o participación, con comunidad de fin,
que no sea sociedad".
Por su lado, las especies legisladas son cuatro: el Negocio en Participación, las
Agrupaciones de Colaboración, las Uniones Transitorias y el Consorcio de Cooperación.
Nuestro tribunal cimero en "Bengolea, Santiago suc. c. Pcia. de Buenos Aires"(15) tiene
dicho que la sucesión indivisa no constituye una persona de existencia ideal o ficticia, ni
es una creación legal con personería independiente de los herederos, ni origina la
formación de una sociedad sino de un condominio.
Ello ocurre, v.gr. en el impuesto a las Ganancias, donde el artículo primero, luego de
establecer que todas las ganancias de las personas humanas, jurídicas o demás sujetos
indicados en esa ley quedan alcanzadas por el gravamen, expresa que "las sucesiones
indivisas son contribuyentes conforme lo establecido en el art. 33".
"Las sucesiones indivisas son contribuyentes por las ganancias que obtengan hasta
la fecha que se dicte declaratoria de herederos o se haya declarado válido el testamento
que cumpla la misma finalidad, estando sujetas al pago del impuesto, previo cómputo
de las deducciones a que hubiere tenido derecho el causante, con arreglo a lo dispuesto
en el art. 23, y con las limitaciones impuestas por el mismo".
A su vez, las sucesiones indivisas —al igual que las personas humanas y
jurídicas— tienen la obligación de declarar a la AFIP los bienes muebles e inmuebles
registrables, de los cuales sean titulares de dominio, de acuerdo a lo dispuesto en el art.
103 de dicha ley, el cual agrega en su segundo párrafo que sin perjuicio de tales
disposiciones, los Organismos que tengan a su cargo el registro de la propiedad de
bienes muebles e inmuebles, no inscribirán las transferencias de dominio de los mismos
ni la constitución de derechos reales sobre dichos bienes o sus cancelaciones o
modificaciones totales o parciales, cuando en las respectivas escrituras o instrumentos
no constara la presentación de un certificado otorgado por el Organismo recaudador
que acredite que los referidos bienes han sido debidamente declarados ante la misma
por el transferente, determinando que igual recaudo deberá observarse cuando la
inscripción se realice por orden judicial.
Igual suerte corrió la frase "salvo exención expresa" que devenía sobreabundante e
inútil, toda vez que por aplicación monopólica el principio de legalidad o reserva de ley
tributaria, no imaginamos otra exención que no sea otorgada expresamente por ley del
congreso nacional, por lo cual no se explica de manera alguna, la prevención legal al
respecto.
A) EL CÓNYUGE QUE PERCIBE Y DISPONE DE TODAS LAS RENTAS PROPIAS DEL OTRO.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La ley obliga a pagar el tributo al Fisco, bajo pena de las sanciones previstas en su
texto, a las siguientes personas:
1. Con los recursos que administran, perciben o disponen, como responsables del
cumplimiento de la deuda tributaria de sus representados, mandantes, acreedores,
titulares de los bienes administrados o en liquidación, etc., en la forma y oportunidad
que rijan para aquéllos o que especialmente se fijen para tales responsables:
a) El cónyuge que percibe y dispone de todas las rentas propias del otro
Adviértase que la norma refiere a uno solo de los gravámenes regidos por el texto
ritual tributario, al aludir a "las rentas", lo cual remite al actual "impuesto a las ganancias".
Es de hacer notar que en lo referente al régimen patrimonial del matrimonio, el nuevo
Código Civil y Comercial prevé dos regímenes: comunidad de ganancias o separación
de bienes.
Al respecto, el art. 29 de la ley del gravamen prevé que corresponde atribuir a cada
cónyuge, cualquiera sea el régimen patrimonial al que se someta a la sociedad
conyugal, las ganancias provenientes de:
b) Bienes propios.
Así, p. ej., bajo una interdicción resultaría posible que un cónyuge perciba y disponga
de todos los réditos propios del otro, quien gozaría de su plena capacidad legal mientras
no exista sentencia en las condiciones exigidas por la ley(20).
Esta interdicción constituye una garantía para el insano frente a la certeza de que
carece de capacidad para dirigirse a sí mismo y administrar su patrimonio.
Sentado lo que antecede, debemos poner de resalto que la ley 26.618 (matrimonio
igualitario) estipula en su art. 42 que "todas las referencias a la institución del matrimonio
que contiene nuestro ordenamiento jurídico se entenderán aplicables tanto al
matrimonio constituido por dos personas del mismo sexo como al constituido por dos
personas de distinto sexo. Los integrantes de las familias cuyo origen sea un matrimonio
constituido por dos personas del mismo sexo, así como un matrimonio constituido por
dos personas de distinto sexo, tendrán los mismos derechos y obligaciones".
La norma establece que las citadas personas, como responsables por deuda ajena,
deberán responder ante el Fisco por las obligaciones tributarias de sus representados.
En el Impuesto a las ganancias, el art. 31 de la ley del gravamen disponía que cuando
se tratare de menores que posean bienes cuyo usufructo lo tienen los padres, éstos
debían adicionar en su declaración jurada —como propias— las ganancias de sus hijos
menores.
Ello resultaba concordante con las disposiciones del Código de Vélez por entonces
en vigor, que tomaba esta figura del Código Napoleón, y establecía —en lo que aquí
interesa— el usufructo legal de los padres sobre los bienes de los hijos menores de
edad(21).
Forzoso es concluir entonces que son los menores quienes resultan obligados a
declarar las rentas obtenidas por sus bienes, toda vez que son ellos quienes
actualmente gozan del derecho real de usufructo de los mismos.
Sentado ello, digamos que el art. 32 del Cód. Civil y Comercial dispone que el juez
puede restringir la capacidad para determinados actos de una persona mayor de trece
años que padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de
suficiente gravedad, siempre que estime que del ejercicio de su plena capacidad puede
resultar un daño a su persona o a sus bienes.
Además, establece que, con respecto a los actos sobre los cuales el juez puede
disponer la restricción de la capacidad de la persona protegida, se debe designar el
sistema de apoyo o apoyos necesarios, "especificando las funciones con los ajustes
razonables e función de las necesidades y circunstancias de la persona", previéndose
en ese caso "el o los apoyos designados deben promover a la autonomía y favorecer
las decisiones que respondan a las preferencias de la persona protegida".
En ese marco legal, la persona de apoyo resulta responsable por deuda ajena solo
cuando el juez especificare dentro de sus funciones —conforme a las necesidades y
circunstancias de la persona con capacidad restringida— el cumplimiento de
obligaciones tributarias,
Así lo ha resuelto el Tribunal Fiscal de la Nación(24), afirmando que no puede ser otro
sentido si se tiene en cuenta que tal responsabilidad se imputa a "los Síndicos y
liquidadores de las quiebras, Síndicos de los concursos civiles, representantes de las
sociedades en liquidación, los administradores legales o judiciales de las sucesiones y
a falta de éstos, el cónyuge supérstite y los herederos", sosteniendo particularmente que
en el caso de las sucesiones, para que surja la responsabilidad del administrador del
cónyuge supérstite o de los herederos, debe existir el juicio sucesorio al que el Fisco
podrá concurrir como acreedor privilegiado o abrir la sucesión en tal carácter. Mientras
tal hecho no ocurra no existe responsabilidad de la cónyuge supérstite por el
cumplimiento de las deudas tributarias correspondientes al causante.
En nuestra opinión, tratándose de los administradores de las sucesiones, cabe
ponderar que la sucesión se abre con la muerte real o presunta de una persona, no por
el proceso judicial, razón por la cual forzosamente de debe admitir que desde la apertura
de la sucesión se requiere un administrador con las consecuentes responsabilidades
frente a terceros, entre los cuales —lógicamente— se encuentra el Fisco.
El art. 2346 del Cód. Civil y Comercial dispone que los copropietarios de la masa
indivisa pueden designar administrador de la herencia y proveer el modo de
reemplazarlo, estableciendo además que a falta de mayoría, cualquiera de las partes
puede solicitar judicialmente su designación, la que debe recaer preferentemente, de no
haber motivos que justifiquen otra decisión, sobre el cónyuge sobreviviente y, a falta,
renuncia o carencia de idoneidad de éste, en alguno de los herederos, excepto que haya
razones especiales que lo hagan inconveniente, caso en el cual puede designar a un
extraño.
En relación con los fondos comunes de inversión, han sido expresamente incluidos
en este inciso por la reforma de la ley 27.430.
Finalmente, cabe señalar que de conformidad al art. 55 de la Ley de Rito Fiscal, son
personalmente responsables de las sanciones previstas en el art. 38 y en los arts. 39,
40, 44, 45, 46 y 48, como infractores de los deberes fiscales de carácter material o formal
(arts. 6º y 7º) que les incumben en la administración, representación, liquidación,
mandato o gestión de entidades, patrimonios y empresas, todos los responsables
enumerados en los primeros cinco incisos del art. 6º.
Al respecto, cabe agregar que el art. 7º del dec. 618/1997, faculta al Administrador
Federal a dictar normas obligatorias en relación con la creación, actuación y supresión
de agentes de retención, percepción e información, lo cual ha merecido nuestra
encendida crítica, remitiéndonos a lo dicho en el parágrafo respectivo.
Éste último sujeto adquiere por mandato legal el carácter de único deudor del tributo,
toda vez que desplaza al contribuyente o —utilizando una consolidada definición de
maestro Villegas— el "destinatario legal" de la relación jurídica respectiva.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En una farragosa redacción, el texto del artículo transcripto pone en cabeza de los
responsables enumerados en los puntos a) a e) del inc. 1º del artículo anterior, la
obligación de cumplimentar por cuenta de los representados y titulares de los bienes
que administran o liquidan, los deberes legalmente establecidos con miras a la
determinación, verificación y fiscalización de los gravámenes.
La reforma practicada por ley 27.430 ha extendido tales obligaciones a los agentes
de retención, percepción o sustitución, especificando que deberán ser cumplidas "en el
marco de su incumbencia".
Así, p. ej., los empleadores deben cumplir el marco normativo que rige la actuación
como agente de retención en el Impuesto a las Ganancias sobre los sueldos de los
empleados en relación de dependencia (Ganancias de la Cuarta Categoría - Rentas en
Relación de Dependencia), régimen legal reglamentado por la RG 2437/2008,
modificatorias y complementarias.
ART. 8º — Responden con sus bienes propios y solidariamente con los deudores
del tributo y, si los hubiere, con otros responsables del mismo gravamen, sin
perjuicio de las sanciones correspondientes a las infracciones cometidas:
A) TODOS LOS RESPONSABLES ENUMERADOS EN LOS PUNTOS A) A E), DEL INC. 1º,
DEL ART. 6º CUANDO, POR INCUMPLIMIENTO DE SUS DEBERES TRIBUTARIOS, NO
ABONARAN OPORTUNAMENTE EL DEBIDO TRIBUTO, SI LOS DEUDORES NO REGULARIZAN
SU SITUACIÓN FISCAL DENTRO DE LOS QUINCE (15) DÍAS DE LA INTIMACIÓN
ADMINISTRATIVA DE PAGO, YA SEA QUE SE TRATE O NO DE UN PROCEDIMIENTO DE
DETERMINACIÓN DE OFICIO. NO EXISTIRÁ ESTA RESPONSABILIDAD PERSONAL Y
SOLIDARIA RESPECTO DE AQUELLOS QUE DEMUESTREN DEBIDAMENTE QUE DICHA
RESPONSABILIDAD NO LES ES IMPUTABLE SUBJETIVAMENTE.
C) LOS AGENTES DE RETENCIÓN POR EL TRIBUTO QUE OMITIERON RETENER, UNA VEZ
VENCIDO EL PLAZO DE QUINCE (15) DÍAS DE LA FECHA EN QUE CORRESPONDÍA
EFECTUAR LA RETENCIÓN, SI NO ACREDITAREN QUE LOS CONTRIBUYENTES HAN
ABONADO EL GRAVAMEN, Y SIN PERJUICIO DE LA OBLIGACIÓN SOLIDARIA DE LOS
CONTRIBUYENTES PARA ABONAR EL IMPUESTO NO RETENIDO DESDE EL VENCIMIENTO
DEL PLAZO SEÑALADO.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Existe jurisprudencia del Tribunal Fiscal(32), poniendo de resalto que el hecho que
durante el mandato del representante legal de la sociedad —presidente del
directorio— existiese un administrador de facto, no desvincula a aquél de su carácter de
responsable por deuda ajena de la Sociedad ni tampoco, en principio de su carácter de
responsable solidario ante el incumplimiento de esta última, salvo si demostrase, la
eximente de responsabilidad prevista en la ley, siendo ello así dado que el propósito
primordial del legislador al crear la figura del responsable es el resguardo del crédito
fiscal, el que no podría ser burlado por la institucionalización de un pseudo responsable
por un acuerdo intrasocietario.
De tal manera, con esa responsabilidad, se aporta una solución legal para reforzar la
suerte del impuesto, funcionando como una sanción civil, a la manera de todas las
demás responsabilidades solidarias que tienen por fin prevenir actos de dolo o de culpa
en el manejo de las relaciones jurídicas.
Considera el Órgano recaudador que tratándose de una sanción civil, está implícito
en la ley un elemento que vincula conceptualmente la omisión impositiva con la
reprochabilidad de la conducta del representante, dando como resultado la
responsabilidad personal y solidaria a que se hace referencia.
Por otra parte, no toda omisión atribuible a los actos u omisiones del representante
se resuelve en términos de solidaridad, sino que es menester un contenido de dolo o
culpa en su conducta.
Estima que si una vez formulado dicho juicio se concluyera que el representante ha
desarrollado la actividad idónea que le es jurídicamente exigible, surgiese de ello haber
cumplido con los deberes resultantes del hecho de su representación, no habría en tales
condiciones reprochabilidad de conducta, ni causa para sancionarla bajo las formas de
una responsabilidad solidaria; y las obligaciones impositivas seguirían imputándose
únicamente al responsable natural, vale decir al contribuyente de derecho.
Resulta evidente que los sujetos mencionados en el art. 8º de la ley poseen interés
jurídico para pretender que la declaración de su responsabilidad personal sea a
consecuencia de un procedimiento administrativo sujeto a ciertas formas y garantías
fundamentales para su derecho.
a) Circunstancias de hecho o derecho por las cuales resulta que no han investido la
representación invocada por el Fisco o no han dispuesto de los poderes necesarios
para cumplimentar la obligación impositiva en infracción.
Por último cabe mencionar que el Fisco(35) acertadamente ha interpretado que los
representantes no son responsables solidarios de la multa que se aplique a la sociedad
en caso de fraude fiscal, por lo que se le instruirá el correspondiente sumario por su
propia conducta.
Consideramos acertado el criterio del Ente recaudador, por cuanto en el campo penal
es doctrina de la CS(36) que no resultaría ajustado a derecho extender la responsabilidad
a hechos realizados por terceros, toda vez que ello importaría una lesión del principio
de culpabilidad.
Este criterio ha sido adoptado por la Comisión redactora del Anteproyecto de Reforma
al Código Civil y Comercial de Nación, en cuanto indican en sus fundamentos: "...El
comienzo de la persona jurídica ha sido ampliamente debatido, existiendo dos
posiciones: a) La sociedad es sujeto de derecho desde el momento de su constitución.
Es la tesis del derecho vigente y la que adopta este anteproyecto; b) La sociedad es
persona jurídica y de sujeto de derecho sólo a partir de la inscripción registral. En la
etapa previa hay un contrato. Mediante ello se procura evitar la posibilidad de atribuir
personalidad jurídica a lo que es doctrinalmente un joint venture (contrato) y nunca
sociedad, aún en sentido lato. La Comisión ha considerado muy fundadas ambas
posiciones, pero se ha inclinado por la primera...".
El art. 141 del Cód. Civil y Comercial establece que son personas jurídicas todos los
entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y
contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación.
b) Sociedades irregulares. Las mismas son aquellas que incumplen con las
formalidades exigidas por esa ley, esto es, si bien están instrumentadas por escrito
y adoptan un tipo social legalmente previsto, incumplen recaudos específicos tales
como inscripción (art. 7º LGS) y publicidad (art. 10 LGS).
Queda visto entonces que a ley establece la responsabilidad solidaria de los socios
de las sociedades regidas por la Sección IV del Capítulo I de la Ley General de
Sociedades 19.550 (t.o. 1984) y sus modificaciones, el cual se incluyen las sociedades
atípicas, sociedades irregulares y sociedades de hecho.
Idéntica responsabilidad asigna el texto ritual tributario a los socios solidariamente
responsables de acuerdo con el derecho común, respecto de las obligaciones fiscales
que correspondan a las sociedades o personas jurídicas que ellos representen o
integren.
Al respecto, el art. 827 del Cód. Civ. y Com. de la Nación determina que existe una
obligación solidaria en las obligaciones con pluralidad de sujetos y originadas en una
causa única, cuando el acto constitutivo o una disposición de la ley expresa que puede
ser demandada por cualquiera de los acreedores o a cualquiera de los deudores en su
totalidad.
4. AGENTES DE RETENCIÓN
El texto legal prevé además que los agentes de retención también son responsables
por el tributo retenido que dejaron de ingresar a la Administración Federal de Ingresos
Públicos, en la forma y plazo previstos por las leyes respectivas.
Al respecto, la ley faculta a la Administración Federal de Ingresos Públicos para fijar
otros plazos generales de ingreso cuando las circunstancias lo hicieran conveniente a
los fines de la recaudación o del control de la deuda.
5. AGENTES DE PERCEPCIÓN
Los agentes de percepción responden por el tributo que dejaron de percibir o que
percibido dejaron de ingresar a la Administración Federal de Ingresos Públicos en la
forma y tiempo que establecen las leyes respectivas, si no acreditaren que los
contribuyentes no percibidos han abonado el gravamen.
Villegas(38) afirma que desde un punto de vista conceptual correcto, aunque sin
vigencia en el derecho positivo argentino salvo esporádicas excepciones, no hay duda
que los agentes de retención y percepción deberían constituir los más típicos ejemplos
de sustitutos, ejemplificando en el patrón que retiene parte del sueldo a su dependiente
por el impuesto que éste adeuda, y luego lo ingresa al Fisco desobligando al
subordinado de toda vinculación con el Fisco, lo cual lo lleva a concluir interrogándose
como no sostener conceptualmente que se produjo una sustitución.
6. SUCESORES DE EMPRESAS
La AFIP puede ejercitar la acción que le confiere el inc. e) del artículo examinado en
relación a los sucesores a título particular en el activo y pasivo de empresas o
explotaciones que las leyes tributarias consideran como una unidad económica
susceptible de generar íntegramente el hecho imponible, con relación a sus propietarios
o titulares, cuando los contribuyentes no hubiesen cumplido dentro de los quince días
de la intimación administrativa de pago, ya sea que se trate o no de un procedimiento
determinativo de oficio.
7. FACILITACIÓN DE LA EVASIÓN
En especial, la ley prevé la responsabilidad de los terceros que faciliten por su culpa
o dolo la evasión del tributo.
Aclara el texto legal que esto es así respecto de los terceros "aun cuando no tuvieran
deberes tributarios a su cargo" y aquellos sujetos que faciliten dolosamente la falta de
ingreso del impuesto debido por parte del contribuyente, siempre que se haya aplicado
la sanción correspondiente al deudor principal o se hubiere formulado denuncia penal
en su contra.
Agrega el texto legal que esta responsabilidad comprende a todos aquellos que
posibiliten, faciliten, promuevan, organicen o de cualquier manera presten colaboración
a tales fines.
Villegas(39) dice que la amplitud del término "facilitar" torna posible que dentro de la
conducta punible se pueda considerar comprendidos la instigación, la complicidad
primaria y secundaria e incluso el encubrimiento, toda vez que la generalidad del verbo
"facilitar" comprende cualquier otro acto de determinación hacia la infracción, cualquier
cooperación material o moral, e incluso puede referirse a actos efectuados con
posterioridad a la infracción sin mediar promesas anteriores a su comisión.
8. CEDENTES
Es menester recordar que el art. 29, tercer párrafo del texto ritual tributario, estipula
que:
9. CONTRATO ASOCIATIVO
Richard(41) afirma que estos contratos, como las sociedades, presentan comunidad
de fines, de modo que las partes actúan en un plano de coordinación y compartiendo el
interés, lo que la diferencia claramente de la colaboración basada en la gestión y que a
diferencia de la sociedad, se trata de una integración parcial y no total, no existiendo
disolución de la individualidad, ni creación de una persona jurídica.
A vez, cuando éste análisis contuviese las perspectivas tributarias tanto de las
transacciones realizadas, como las proyectadas (determinación y pago de tributos;
posiciones fiscales agresivas; precios de transferencia; tax planning; etc.) estaremos
frente al tax due dilligence.
La ley estipula que responderán por los impuestos adeudados por el emisor de la
referida documental, emergentes de la respectiva operación y hasta el monto generado
por la misma, siempre que no puedan acreditar la existencia y veracidad del hecho
imponible.
Por tanto, resulta claro que el carácter de apócrifo de tal documental respaldatoria se
infiere de evidenciar o reflejar un hecho que no acaece en el mundo fenoménico.
Partiendo de tales premisas, forzoso es concluir que resulta inadmisible cualquier
pretensión fiscal sobre un hecho imponible inexistente, en mérito al principio rector de
legalidad o reserva de ley.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Así, el TFN(43) tiene resuelto que la conducta dolosa del contribuyente no puede ser
desvirtuada por los errores provocados por sus empleados administrativos, habida
cuenta que el art. 9º de la ley 11.683 establece la responsabilidad por los subordinados.
— SUJETO PASIVO —
Sólo el sujeto pasivo principal (el deudor por título propio o "contribuyente") puede ser
determinado sin necesidad de alguna norma expresa por parte de la ley, porque se
deduce de la naturaleza del hecho imponible. Todos los demás sujetos pasivos se
distinguen de aquél porque, aunque tengan alguna relación con la hipótesis de
incidencia de la obligación tributaria, esta relación no es tan estrecha como para
significar que para ellos existe la causa jurídica del tributo. De ello, se extrae la
importante consecuencia de que sólo el criterio de atribución del hecho imponible al
contribuyente es necesariamente un criterio económico; para los otros obligados el
criterio de atribución debe resultar explícitamente de la ley y puede ser de cualquier
naturaleza.
El aspecto subjetivo del hecho imponible es propio del principio de reserva de la ley,
y si aquél no ha sido verificado por el sujeto, sino que la deuda se le atribuye por otra
causa —en el caso, como agente de percepción—,su enunciación debe ser expresa
para quedar obligado al pago del impuesto.
Causa: MAUTINO, BERNABÉ LUIS C. DIRECCIÓN GRAL. IMPOSITIVA - CNFed. Cont. Adm.,
sala IV, 23/3/2006. Impuestos 2006-13-1635
Debe advertirse que la responsabilidad no es objetiva —esto es, impuesta por el mero
hecho de haber sido o ser director, gerente o representante de una entidad— ni que
deriva de la simple vinculación existente entre los responsables y el deudor del tributo,
por el contrario, el presupuesto legal de la responsabilidad a título personal de los
directores es el incumplimiento de sus deberes; en otros términos, no basta que haya
incumplimiento; es menester, además, que éste le sea imputable.
Teniendo en cuenta que corresponde aplicar la regla onus probandi incumbit ei qui
dicit, la carga de la prueba es correlativa a la carga de la proposición de los hechos,
pues como lo establece el art. 377, Cód. Proc. Civ. y Com., cada parte deberá probar el
presupuesto de hecho de las normas que invoque come soporte de su pretensión,
defensa o excepción. Consecuentemente, habiendo detectado el Fisco Nacional las
deficiencias, corresponde que la actora —en ejercicio de su derecho de contradicción—
refute la objeción planteada por el ente recaudador, utilizando los medios de prueba que
considere oportunos. No obstante, las pruebas aportadas no resultaron hábiles para
demostrar la veracidad de los hechos alegados y, por otra parte, niega la existencia de
las irregularidades atribuidas. En razón de lo expuesto, corresponde confirmar el acto
apelado.
De acuerdo al texto legal del impuesto sobre el patrimonio neto los entes sociales
argentinos son sujetos pasivos responsables por deuda ajena, los verdaderos
contribuyentes —sujetos pasivos por deuda propia— son sus accionista no radicados
en el país. Aquellos revisten el carácter de sustituto tributario, lo que claramente resulta
del quinto párrafo del citado art. 14 que prevé que los responsables obligados al ingreso
del gravamen tendrán derecho a reintegrarse el importe abonado, incluso reteniendo y/o
ejecutando directamente los bienes que dieron origen a aquél.
Causa: CAPUTO EMILIO Y OTRO C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala V, 7/8/2000
Causa: INGENIO Y REF. SAN MARTÍN DEL TABACAL SA C. DGI (TF 12892-I) - CNFed.
Cont. Adm., sala III, 9/9/1997
La figura del art. 47 de la ley 11.683 (actual art. 48) define específicamente a los
agentes de retención o percepción, los cuales por esto mismo, deben ser identificados
concretamente como sujetos pasivos y en su modalidad de actuación (art. 7º, ley 11.683)
b) al ser responsables por deuda ajena, sólo pueden derivar de un precepto expreso
que así lo establezca (Jarach, Curso Superior de Derecho Tributario, Buenos Aires, ps.
194/195); c) No se cumple la regla antedicha si en uso de una habilitación legal, el
organismo pertinente no identifica de modo específico al mencionado responsable, sino
que trata como tales a otras figuras.
Causa: BRUTTI, STELLA MARIS (T.F. 14.814-I AC. 14.815-I/15.157-I) C. DGI - CS,
30/3/2004
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En todos los casos contendrán una fórmula por la cual el declarante afirme haberlas
confeccionado sin omitir ni falsear dato alguno que deban contener y ser fiel expresión
de la verdad.
Los contribuyentes y/o responsables deberán poseer una cuenta bancaria en pesos
desde la que se autorizará, por débito en cuenta, el pago correspondiente a las
obligaciones impositivas y de los recursos de la seguridad social.
No resulta ocioso destacar que a la fecha (3/2007), existen determinadas
declaraciones juradas que deben ser presentadas por transferencia electrónica de datos
(web), por todo el universo de contribuyentes. A título meramente enunciativo: impuesto
al Valor Agregado [RG 2210 del 23/2/2007], impuesto a las Ganancias y Bienes
Personales (unificado) [RG 2219 del 26/2/2007].
El dec. 378/2005 del Poder Ejecutivo entendió que al ser el Estado el mayor ente
productor/tomador de información del país, resultaba esencial la utilización de
herramientas tecnológicas para aumentar los niveles de transparencia de los actos
públicos dando rápida respuesta a las necesidades y requerimientos de la población.
Ello así, resultó imprescindible definir un Plan Nacional de Gobierno Electrónico cuyos
objetivos sean promover el empleo eficiente y coordinado de los recursos de las
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones para la creación de nuevos y
mejores vínculos entre el Estado Nacional y los habitantes y ciudadanos y para una
mejor gestión de la información pública.
Para cumplir con los objetivos del Plan Nacional de Gobierno Electrónico, los
organismos de la Administración Pública Nacional deberán propender a la utilización en
forma intensiva de la red Internet para la relación de los organismos con los habitantes
y ciudadanos, publicando toda la información pública en su poder que facilite el control
ciudadano y asegure la transparencia en la gestión de gobierno y creando, cuando sea
aplicable, instancias virtuales de participación tales como foros temáticos, encuestas,
etc.
Va de suyo que la resolución de marras establece que la registración del monto del
impuesto determinado, retenido o percibido no implica reconocimiento ni aceptación por
parte de la Administración Federal, de la veracidad y/o exactitud del mismo.
Por nuestra parte ya nos hemos expedido en cuanto a que el sistema de "cuentas
tributarias" no puede, ni debe, desplazar ningún instituto tributario. Ello así, la
declaración jurada (art. 11), el sistema de notificaciones previsto en el art. 100 y las
compensaciones reguladas por el art. 27 (todos ellos del texto procedimental), así como
los plazos establecidos según las previsiones del art. 1º, inc. e) apart. 4º de la ley 19.549;
el principio de inocencia y el debido proceso adjetivo no cambian, no se suspenden, no
se modifican ni tampoco pierden vigencia porque la AFIP haya implementado una mera
herramienta informática. Por ello será necesario supervisar que "cuentas tributarias"
actúe, únicamente, para aquello que fue creado: otorgar a los contribuyentes "mejores
servicios para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones
tributarias".
Coincidimos con la Comisión nro. 1 de las XXXVIII Jornadas Tributarias del Colegio
de Graduados en Ciencias Económicas(7) en cuanto manifestaron: "Que si bien
transitamos un camino hacia la digitalización total (firma digital), con declaraciones
juradas, pagos, notificaciones, registraciones y facturación electrónica, válido resulta
destacar que la relación fisco-contribuyente (tanto en sus aspectos materiales como
formales), está enmarcada en el Derecho Tributario, no existiendo, a la fecha,
un Derecho Tributario Informático que se aplique por extensión".
La ley es clara cuando estipula que están obligados a presentar declaración jurada
los responsables del pago del tributo. Esta obligación podrá ser extendida a los terceros
que intervengan en las operaciones o transacciones de los contribuyentes y demás
responsables vinculados a los hechos gravados por las leyes respectivas.
El dec. reglamentario 1397/1979 establece que todos los que están obligados a pagar
la deuda impositiva propia o ajena conforme a los arts. 5º y 6º, incs. a) a e), de la ley
deberán presentar declaraciones juradas que consignen la materia imponible y el
impuesto correspondiente, el que será abonado en la forma y plazos establecidos a ese
efecto. Se exceptúan de esta obligación los contribuyentes a quienes representen o
cuyos bienes administren o liquiden los responsables señalados en los tres primeros
incisos del art. 6º de la ley, a menos que alguno de ellos sea contribuyente con motivo
de actividades cuya gestión o administración escape al contralor de los representantes,
síndicos, liquidadores o administradores.
La Dirección General está facultada para requerir individualmente, en cualquier caso,
la presentación de declaraciones juradas a los contribuyentes, así como también
informes relativos a franquicias tributarias.
Es de destacar, que todos los que tienen el deber de presentar declaraciones juradas
por cuenta de otros, son responsables por el contenido de las que firmen, como también
por la que omitan presentar, en las condiciones y con el alcance previsto en el art. 8º, inc.
a) —responsabilidad solidaria y personal con los deudores del tributo—, y art. 55 de la
ley en cuanto resultan de aplicación las sanciones previstas como infractores de los
deberes fiscales de carácter material o formal contenidas en la presente ley.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La norma pretende avalar las intimaciones emitidas por el organismo recaudador sin
el requisito formal de la firma original del Juez Administrativo interviniente, admitiendo
la firma facsimilar. El texto analizado se integra a partir de la ley 23.314 que fuera
publicada en el Boletín Oficial el 8/5/1986, y se dice que en respuesta a la jurisprudencia
en contra emitida por el Tribunal Fiscal de la Nación y de la Cámara Contencioso
Administrativa que habían limitado este accionar en lo que se refiriera a las liquidaciones
impositivas.
Tal vez, la sentencia más limitadora con respecto a esta forma de validar
liquidaciones haya sido "Automotores Viola SA" en la cual se sentenció que: "Si bien en
el inc. c) del art. 100 de la ley 11.683 (t.o. 1978), se admite la "nota o esquela numerada,
con firma facsimilar del funcionario autorizado...", dicha prerrogativa debe limitarse a los
presupuestos contenidos en la primera parte del mentado precepto, es decir, en caso
de "citaciones, notificaciones, intimaciones de pago, etc." Descripción de carácter
enunciativa, cuyo alcance ha de entenderse comprensiva de aquellas cuestiones de
mero trámite que no comporten una actividad propia del "Juez Administrativo", ya que,
de no ser así, las funciones regladas en el inc. b) del art. 9º de la ley fiscal quedarían
merced a una delegación a persona indeterminada(10).
2. FIRMA DIGITAL
Estimamos que la firma facsimilar, y toda la problemática que acarreó está en vías de
ser solucionada, definitivamente, por la denominada "firma digital"(11). La firma digital
funciona utilizando complejos procedimientos matemáticos que relacionan el documento
firmado con información propia del firmante, y permiten que terceras partes puedan
reconocer la identidad del firmante y asegurarse de que los contenidos no han sido
modificados.
El firmante genera, mediante una función matemática, una huella digital del mensaje,
la cual se cifra con la clave privada del firmante. El resultado es lo que se denomina
firma digital, que se enviará adjunta al mensaje original. De esta manera el firmante
adjuntará al documento una marca que es única para dicho documento y que sólo él es
capaz de producir.
Haciendo una enumeración de las normas que debieron dictarse a fin de implementar,
definitivamente, la firma digital, citamos en primer lugar al dec. 2628/2002, reglamentario
de la ley 25.506 que creó, a través de su art. 11, el Ente Administrador de Firma Digital
dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, como órgano técnico
administrativo encargado de otorgar las licencias a los certificadores, de supervisar su
actividad y dictar las normas tendientes a asegurar el régimen de libre competencia en
el mercado de los prestadores y la protección de los usuarios de Firma Digital.
Por su parte, el dec. 1028/2003, modificatorio del dec. 624/2003, a fin de reordenar y
racionalizar los recursos en materia de infraestructura de firma digital, disolvió el Ente
Administrador de Firma Digital y resolvió que su accionar sea llevado a cabo por la
Oficina Nacional de Tecnologías de Información, como así también asignarle la
responsabilidad de intervenir en la definición de las normas y procedimientos
reglamentarios del régimen de firma digital establecido en la ley 25.506.
En el año 2006, se dicta el dec. 724 que modifica al dec. 2628/2002 en sus arts. 1º inc.
b), 30 y 38, regulando la aceptación, por parte de terceros usuarios, de los documentos
firmados digitalmente.
Por fin, el 3/8/2009, la AFIP dictó RG 2651 que estableció el procedimiento para la
solicitud, aprobación, emisión, aceptación, renovación y revocación del "Certificado
Digital" de la Autoridad Certificante de la Administración Federal de Ingresos Públicos,
el cual se regirá por las disposiciones previstas en la resolución mencionada y en el
"Manual de Procedimientos para Certificados Digitales" que se consigna en el Anexo II
de la norma.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La declaración jurada original podrá rectificarse con una posterior. Cuando en esta
declaración rectificativa realizada por el contribuyente se expone mayor impuesto, la
jurisprudencia del Tribunal Fiscal de la Nación, casi unánimemente, tiene resuelto que
quien haya presentado una declaración inexacta, omitiendo el pago del impuesto
resultante, aun cuando rectifique la misma (espontáneamente o a sugerencia de la
inspección fiscal) antes de que se inicie el procedimiento determinativo de oficio, queda
incurso en el ilícito material de omisión de impuestos al concurrir sus presupuestos
esenciales(14).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo generó importante jurisprudencia ya que a raíz de su dictado, entre los
conceptos que el contribuyente podía computar y sufrir una impugnación sin necesidad
de una determinación de oficio previa, se encontraban los créditos fiscales cedidos.
Creemos oportuno situar cronológicamente al lector. El presente texto ingresa por ley
23.658, con vigencia a partir del día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial,
10/1/1989. En esos momentos, tributariamente se discutía la causa "Koner Salgado"
(transferencia de créditos fiscales). Resultaba entonces necesario definir si el Tribunal
Fiscal de la Nación era, o no, competente para resolver las cuestiones planteadas por
créditos fiscales cedidos de imposible utilización por inexistencia cierta de los mismos.
Se llega así al Plenario "Banco Roela"(20). Los Vocales intervinientes con competencia
impositiva fueron: Luis V. Guerini, Egidio Rogelio Abálsamo, Héctor C. Morón, Agustín
Torres, Carlos A. Porta, Pedro José Pagani, Sara M. C. Dichiara, María Isabel Sirito y
Ricardo Rodríguez con la presidencia de Norberto J. Godoy. El plenario comenzó
expresando:
"Los aquí reunidos desean señalar una vez más la importancia, no sólo
doctrinal sino práctica que entraña el tema a decidir, dada la cantidad de
recursos que han interpuesto ante el Tribunal Fiscal —en particular en estos
últimos meses— las partes involucradas como cedentes y cesionarios, en
numerosas transferencias de créditos fiscales impugnadas por el Organismo
recaudador, la magnitud de las sumas cuestionadas y las delicadas cuestiones
a resolver —que hacen necesario asimismo el examen de disposiciones legales
introducidas recientemente en la ley procedimental y la determinación de sus
alcances— siendo de señalar a este respecto que, una eventual declaración de
incompetencia para entender en los recursos que plantean los cesionarios,
conduciría virtualmente a dotar a la meras reclamaciones administrativas
dirigidas contra ellos, de las características de un título con fuerza suficiente
para proceder ejecutivamente contra los mismos, con independencia de la
situación de los cedentes y sin un examen previo de las defensas de fondo que
hubieran opuesto en torno a la 'causa petendi' en la que se sustenta el reclamo,
lo cual es contrario al espíritu de la Convención sobre Derechos Humanos
aprobada por ley 23.054, que consagra la posibilidad de discutir previamente
toda reclamación por impuestos ante un tribunal de justicia independiente".
Por último, destacamos que contra la letra del texto analizado el único recurso a
interponer será el previsto por el art. 74 del dec. reglamentario 1397/1979 —Recurso de
Apelación para ante el Director General—, que actúa contra los actos administrativos de
alcance individual que no tengan previsto un procedimiento recursivo especial dentro de
la ley o del reglamento citado.
Es evidente que "la simple intimación" que norma el texto analizado se comporta
como una "vía rápida recaudatoria" que permite satisfacer el reclamo fiscal. A son de
ser reiterativos insistimos que "...no se pone en duda la importancia de la recaudación,
y la necesidad de otorgar a los organismos encargados de llevarla a cabo, las
herramientas necesarias para ello... eso no significa que, en aras de lograrlo, se
avasallen derechos constitucionalmente protegidos..." ("Nielawicki y Hno. SRL s/inf. ley
11.683". JPE, nro. 3, 5/7/2001). El valor de la justicia y el ejercicio del derecho de
defensa son la mínima garantía a los contribuyentes.
Por ello, no es conteste la doctrina que esta "simple intimación" sólo tenga como
expresión de disconformidad el art. 74 del dec. reglamentario 1397/1979 —Recurso de
Apelación para ante el Director General— que, como todos conocemos, carece de
efecto suspensivo. Varios doctrinarios han planteado que, para proceder a su apelación,
procede el Tribunal Fiscal de la Nación.
El meollo de la cuestión pasa por dilucidar sí aquellos actos que modifican la situación
imponible del contribuyente por un mayor impuesto o un menor quebranto (no pudiendo
negar, entonces, su naturaleza determinativa), deberían resultar apelables ante el
Tribunal Fiscal de la Nación. Ello, a fin de garantizar al contribuyente la intervención de
un organismo superior, con jurisdicción plena que revisará, a derecho, las resoluciones
del fisco.
En interesante trabajo José Daniel Litvak y Esteban Laspina(23) afirman que: "en el
ámbito de los órganos con potestades jurisdiccionales de cuya esencia participa el TFN,
las premisas son muy distintas, dado que ellas procuran preservar el derecho de
defensa de quien recurre, por lo que las interpretaciones de las normas de competencia
pueden y deben resultar extensivas si ello favorece a la subsistencia o plena vigencia
de aquél derecho". Los autores citan la jurisprudencia emergente de los autos "Cofirene
Banco de Inversión SA"(24) los que destacan la garantía constitucional de defensa en
juicio como valor máximo que debe ser resguardado en todo Estado que se precie de
garantizar la tutela jurisdiccional efectiva. "Toda impugnación del crédito o monto
imponible originariamente declarado participa de la naturaleza de la determinación de
oficio y habilita la competencia del tribunal Fiscal, en tanto no admitirlo comporta una
verdadera arbitrariedad, pues le bastaría al Fisco Nacional negar sin fundamento jurídico
la conversión de quebrantos, para afectar el derecho de defensa del contribuyente".
Si bien fue significativo el resolutorio dictado por la sala A del TFN, "Miguel
Pascuzzi"(25), porque reconoció la competencia de dicho Tribunal para resolver los
ajustes surgidos por la aplicación del art. 14 de la ley 11.683 acorde a la vigencia de
la ley 25.345 de Antievasión, durante el año 2010 la sala I de la CNFed. Cont. Adm.,
revocó el decisorio citado al entender que "Para hacer efectivo el sistema de control
establecido por la ley 25.345 (Ley de Antievasión), no se requiere seguir el
procedimiento de determinación de oficio establecido por el art. 16 y ss. de la ley
11.683..."; "Ello así, encontrándose excluida por el art. 14 de la Ley de Procedimiento
Tributario la vía de la determinación de oficio, el acto que se apela no reviste tal
naturaleza... por ende no está contemplado como para habilitar la competencia del
Tribunal Fiscal de la Nación en ninguno de los supuestos previstos en el art. 159 y concs.
de la ley 11.683..."(26).
Por su parte, la CNFed. Cont. Adm., a través de su sala IV, resolvió en autos "Arrarás,
Eliseo Antonio"(27) que es regla de interpretación de las leyes dar pleno efecto a la
intención del legislador computando la totalidad de sus preceptos de manera que
armonicen con el ordenamiento jurídico restante y con los principios y garantías de la
Constitución Nacional.
Ello así, el acto por el cual se intima a la actora el pago del tributo excede de aquellos
previstos en el art. 14 de la ley 11.683 y se comporta como una verdadera determinación
de la obligación tributaria a cargo del contribuyente, en tanto existe la individualización
del contribuyente, monto y elementos que permiten precisar la pretensión fiscal, y vino
precedido de una puntual tarea de fiscalización tendiente a colectar datos de hecho y
de carácter técnico que concluyen con la liquidación del tributo a ingresar, modificando
de este modo la obligación material declarada por el contribuyente.
Resulta muy interesante la lectura del artículo de los Dres. Ziccardi y Cucchietti(28),
quienes analizan el decisorio de la Cámara. En el artículo expresan los autores que el
criterio mayoritario de la Cámara no responde ni a la letra ni al espíritu de las normas de
los arts. 14 y 159 de la ley 11.683.
Sin perjuicio de lo que dispongan las leyes tributarias específicas, a los efectos
del monto de la materia imponible y del gravamen, no se tomarán en cuenta las
fracciones de peso que alcancen hasta cinco (5) décimas de centavo
computándose como un (1) centavo de peso las que superen dicho tope.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Importante doctrina(30) critica el texto analizado, más aún luego del Plenario del TFN
caratulado "Gaseosas de la Tablada SA"(31) en el cual se resolvió que a los fines de la
figura de defraudación fiscal —hoy normada por el art. 46—, las boletas de depósito de
los anticipos no revisten el carácter de declaraciones juradas.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Como sosteníamos al comentar el texto del art. 11, el sistema tributario argentino está
construido sobre la regla denominada de la "autodeterminación de la situación
tributaria", es decir que es el propio contribuyente quien determina su estado deudor o
acreedor frente al Fisco. Por excepción, y sólo en tres oportunidades específicamente
enunciadas por la ley 11.683, procede la determinación de oficio.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Novedoso instituto que cuando fue conocido despertó opiniones doctrinarias a favor
y/o en contra del mismo(42)Nos encontraríamos ante un método alternativo para la
resolución de conflictos en materia fiscal.
El texto de este artículo, en realidad, recepta el Modelo de Código Tributario del CIAT,
correspondiente al año 2015, que incorpora el denominado "Acuerdo Conclusivo...
Dicho Modelo estipula en el art. 133 el "Acuerdo Conclusivo", procedimiento previsto
para la etapa de fiscalización, con carácter previo a la liquidación de la deuda tributaria,
y estipula que será pertinente su articulación "cuando para la elaboración de la
propuesta de regularización deba concretarse la aplicación de conceptos jurídicos
indeterminados, cuando resulte necesaria la apreciación de los hechos determinantes
para la correcta aplicación de la norma al caso concreto, o cuando sea preciso realizar
estimaciones, valoraciones o mediciones de datos, elementos o características
relevantes para la obligación tributaria que no puedan cuantificarse de forma cierta"(43).
El Modelo de Código Tributario del CIAT(44) comenta que en el instituto del acuerdo
conclusivo "Se recogen mecanismos alternos de solución de conflictos entre la
Administración Tributaria y los obligados tributarios, que se han venido introduciendo
y/o utilizando en algunos ordenamientos Iberoamericanos recientemente. Estos
mecanismos buscan establecer una relación de mayor igualdad entre la Administración
Tributaria y el obligado tributario (potestades garantías del contribuyente), propiciar la
imparcialidad administrativa, reducir la litigiosidad y mejorar la seguridad jurídica.
Asimismo, responden al principio de buena fe en las relaciones entre la Administración
Tributaria y los contribuyentes. Aceptando siempre la premisa de que el crédito tributario
en sentido estricto es indisponible, se admite que la voluntad del acreedor y deudor
pueden intervenir en algunos aspectos del mismo, básicamente en la concreción de los
hechos y bases imponibles. Se parte así de que la concreción y cuantificación de la
obligación tributaria puede no ser unívoca, admitiendo diversas interpretaciones y
soluciones: la voluntad de las partes puede producir puede no ser unívoca, admitiendo
diversas interpretaciones y soluciones: la voluntad de las partes puede producir efectos
para despejar la incertidumbre. P. ej., cuantificar un elemento de la base imponible en
relación al valor de mercado.
Por nuestra parte, y dado que entendemos que sólo luego de la implementación y de
la práctica diaria obtendremos un análisis minucioso del mismo, a prima facie nos
limitaremos a sentar algunas premisas partiendo del texto legal que, como vemos, no
difiere en mucho del previsto por el Código Tributario del CIAT.
Ante dicho supuesto, y de existir crédito fiscal a favor del Organismo, el contenido del
acuerdo será hábil para constituirse en título ejecutivo habilitando el procedimiento
del art. 92 de esta ley.
Por su parte, la AFIP no podrá desconocer los hechos que fundamentaron el acuerdo
y no podrá cuestionarlos en otro fuero, salvo que se compruebe que la evaluación
realizada por la Administración fue producto de hechos falsos.
El acuerdo será informado a la Auditoría General de la Nación, sin que el mismo goce
de secreto fiscal (cfr. art. 101ley 11.683).
Así también, el modelo de Código Tributario del CIAT instaura "...la obligación de
publicar los acuerdos con finalidades de transparencia; no obstante, se hace ver que
esta opción tiene también sus contras, como es hacer ceder las reglas sobre el secreto
fiscal de determinaciones tributarias, lo que puede darles una imagen de sospecha o
anormalidad que de alguna forma limite su utilización y frustre así el objetivo de reducir
el litigio tributario".
Va de suyo que procederá la determinación de oficio con todas y cada una de sus
garantías, tales como el debido proceso adjetivo. Es decir, el derecho a ser oído, a
ofrecer y producir prueba y a una decisión fundada en hechos y en derecho.
El texto del actual art. 111 establece que: En cualquier momento, por razones
fundadas y bajo su exclusiva responsabilidad, la AFIP podrá solicitar embargo
preventivo o, en su defecto, inhibición general de bienes por la cantidad que
presumiblemente adeuden los contribuyentes o responsables o quienes puedan resultar
deudores solidarios, este embargo podrá ser sustituido por garantía real suficiente.
La garantía sobre la deuda también está prevista en el art. 133 del modelo de Código
Tributario 2015 del CIAT, al respecto se establece que "...la obligación de que se rinda
garantía de previo a la suscripción del acuerdo, ya en un momento en que se conoce el
monto que va a aceptar pagar el contribuyente; no obstante, el hecho de no pagar de
inmediato no se constituye en requisito de validez del acuerdo mismo. Si las garantías
se malogran total o parcialmente o fueran insuficientes para cobrar la deuda, la
Administración Tributaria ejercería sus facultades de cobro coactivo de ser necesario".
Hace años (2005), Carolina Obarrio(45) nos deleitaba con una proposición que, hoy en
día, está más vigente que nunca. La autora, presentaba una interesante propuesta: la
implementación de la mediación fiscal. A fin de ser respetuosos con la pluma de Obarrio
transcribimos, a continuación, precisos conceptos de la autora.
"La ley nuestra expresa que no se puede mediar cuando el Estado es parte.
Actualmente el Estado está siendo citado por Mediadores, en etapa de Mediación
Judicial Previa, en Juicios que el Estado actúa como tercero, por lo que concurren los
abogados representantes en esta calidad a las mediaciones. Lo que si hay que tener
presente es "el secreto fiscal" que no puede ser vulnerado".
"La Mediación Fiscal tiene que tener como objetivos: la equidad, la justicia y la no
regresividad, la buena fe, con el objeto de recaudar en forma rápida y eficiente, evitando
las dilaciones que existen hoy en el sistema".
"Es alarmante que, en nuestro país, hay casos que no se han resuelto y llevan más
de 30 años en curso. Por lo que este sistema, sería una buena herramienta a aplicar en
sede fiscal. Tenemos que dar soluciones a estos grandes problemas".
"Como expresara Ulpiano, en el Digesto, libro 1, tít. 1, 1.10: "La justicia es la firme y
perpetua voluntad de conceder a cada uno su derecho. Los preceptos del derecho son:
vivir honradamente, no lesionar a los otros y conceder a cada uno lo suyo. La ciencia
del derecho es el conocimiento general de las cosas divinas y humanas y la ciencia de
lo justo y de lo injusto".
PROCEDIMIENTO DETERMINATIVO DE OFICIO(46) (ART. 17)
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Ante la denegatoria, por parte del contribuyente, del allanamiento a las liquidaciones
rectificativas propuestas, la División Fiscalización eleva el expediente a la División
Revisión y Recursos a fin de iniciar el procedimiento de determinación de oficio cursando
la correspondiente vista.
Ello así, el inicio del procedimiento es con una vista al contribuyente, concedida por
el Juez Administrativo en la cual se lo anoticia de los cargos, impugnaciones y
fundamentos de los mismos. En el mismo acto, se le otorga, también, da vista del
expediente conteniendo todas las actuaciones realizadas, los actos de verificación
practicados por el organismo que le han permitido llegar a determinar la materia
imponible. Adviértase, que al ser oído el contribuyente tiene el derecho de presentar su
descargo.
La vista se otorga por 15 días, que a petición del contribuyente, podrán ser
prorrogados por otros 15 días, ello mediante resolución fundada firmada por el Juez
Administrativo.
Para estos dos últimos supuestos la ley 11.683 no trae regulación, pero el dec. regl.,
en su art. 35, sostiene que la prueba deberá ser producida dentro del término de 30 días
posteriores al de la fecha de notificación del auto que las admitiera. Este plazo será
prorrogable mediante resolución fundada por un lapso igual y por una sola vez.
1.2. Pruebas
a) prueba documental
b) prueba de informes
c) prueba confesional
d) prueba de testigos
e) prueba pericial.
Este ordenamiento jurídico indica que incumbirá la carga de la prueba a la parte que
afirme la existencia de un hecho controvertido o de un precepto jurídico que el juez o el
tribunal no tenga el deber de conocer. Cada una de las partes deberá probar el
presupuesto de hecho de la norma que invocare como fundamento de su pretensión,
defensa o excepción.
Existe una diferencia entre la noción de "prueba" y la de "medios de prueba" (50). Por
pruebas procesales o procedimentales se entienden las razones o motivos que sirven
para llevarle al juez o funcionario administrativo la certeza sobre los hechos. Por medios
de prueba se entiende a los elementos o instrumentos utilizados por el particular o el
órgano administrativo, que suministran esas razones o esos motivos. Puede existir un
medio de prueba que no contenga prueba de nada, porque de él no se obtiene ningún
motivo de certeza.
b) testigos: son las personas físicas, distintas de las partes, que declaran sobre
hechos pasados en base a sus percepciones o deducciones personales de los
mismos(52).
En autos "Raúl Benzadon SA"(54) la CNFed. Cont. Adm. resolvió que "el procedimiento
administrativo recursivo debe ser abierto a prueba tanto cuando el órgano administrador
lo crea necesarios, como cuando el administrado así lo solicita a fin de acreditar los
hechos que invoca. Sólo así se garantiza su derecho de defensa, arribando a una mayor
racionalización y eficacia de los trámites cumplidos, valorando las probanzas arrimadas
no ya en base a principios rígidos sino sopesando cada una de ellas de modo lógico y
natural, dentro del conjunto de las demostraciones logradas. Ha de primar el criterio por
el cual se procure que el proceso administrativo brinde protección jurídica al particular a
la par que asegure la pronta y eficaz satisfacción del interés general, acentuando la
observancia de la regla del debido proceso adjetivo en los casos en los que el órgano
administrativo resulta al mismo tiempo parte y juez dentro de una misma causa, pues
en esa doble condición posee información propia que le facilita la constatación de las
afirmaciones que efectúe el administrado".
1.3. Plazos
Si bien para el acto determinativo la Ley de Rito Fiscal no establece plazo alguno, el
propio artículo que nos encontramos analizando sostiene que si después de 90 días de
contestada la vista no se dicta resolución fundada el contribuyente podrá solicitar un
pronto despacho.
El segundo procedimiento se regirá por las mismas normas que el anterior, siendo
válido lo realizado por el anterior. Si éste también caduca, el Fisco no podrá determinar
el impuesto.
El dec. 1397/1979, en sus arts. 5º, 6º y 7º brinda precisiones con respecto al Dictamen
Jurídico. A tal efecto se establece que el Director General determinará los funcionarios
del servicio jurídico que serán competentes para emitir el dictamen previsto en el art.
10 del dec. 618/1997 que se requerirá, únicamente, previo al dictado de las resoluciones
que decidan las determinaciones de oficio, en las repeticiones, en la aplicación de
multas y en la resolución del recurso de apelación contemplado en el art. 74 del dec.
1397/1979.
En autos "Duperial SA" la CNFed. Cont. Adm. resolvió que "Si el plexo normativo que
rige la actuación del juez administrativo presupone la existencia de un sujeto que haya
cursado, aprobado y finalizado una carrera universitaria, resulta evidente que todo sujeto
que ejerza la función sin cumplir este requisito viola palmariamente las normas, y no
puede admitirse que el vicio sea subsanable. Aceptar que un sujeto que no tiene el título
profesional que la norma requiere para desempeñar su función puede actuar y
determinar impuesto, y luego ser subsanado el vicio con el argumento (entre otros) de
que estuvo precedido por un dictamen jurídico, no tiene asidero lógico y normativo. Aun
si se pretendiese hacer valer los dictámenes, no podrían ellos ser sustento de
legitimidad o validez a la actuación del único funcionario habilitado legalmente para
determinar deuda. En efecto, amén de que los dictámenes sólo tienen efectos y
vinculación en la esfera interorgánica, en ningún modo legitiman o validan los
presupuestos que debe reunir el sujeto que materializa la voluntad del órgano cuando
él no cumple con determinados requisitos básico"(55).
"Es obvio además que el juez administrativo puede disponer medidas para mejor
proveer. Es más, debe hacerlo para esclarecer los hechos integrantes del thema
probandum que restan en estado de incertidumbre o para averiguar la verdad material
pero circunscribiéndose a los conceptos y períodos por los que se corrió la vista... Se
debe entonces discernir si esta facultad inquisitoria puede ejercerse en el procedimiento
determinativo para completar o incluso generar el fundamento fáctico de una
impugnación o cargo. Y me inclino por la negativa, porque de este modo en realidad la
administración estaría retomando la función inspectoria ya agotada en relación a los
cargos por los que se dio vista..."(56).
Del considerando del proyecto se deduce el criterio del Poder Ejecutivo Nacional
respecto a la inaplicabilidad del procedimiento determinativo de oficio en aquellos
supuestos en que los agentes de retención que hayan actuado como tales,
autodeterminado o informado con posterioridad su situación; o, alternativamente,
cuando el Fisco tuviere constancias de su actuar efectivo a través de los
correspondientes certificados que desobligan a los contribuyentes.
1. CONSIDERACIONES GENERALES(58)
Las ficciones y las presunciones legales son técnicas legislativas utilizadas con
carácter general en el Derecho, siendo también legítimas dentro del Derecho Tributario,
entre otras razones por las dificultades de obtener pruebas directas, por la proliferación
de comportamientos evasivos y por la simplificación en la configuración legislativa de
los hechos imponibles.
Las presunciones son: "el acto de aceptar la veracidad de un hecho por la evidencia
de otro del que normalmente depende aquél hecho no probado". En efecto, nos explica
el autor, es bien sabido que probar significa llegar a tener certeza, mediante la práctica
de las pruebas adecuadas, es el conocimiento que el derecho busca. Sin embargo no
siempre es posible alcanzar tal grado de conocimiento, por lo que en muchas ocasiones
el legislador, el juez o el intérprete han de conformarse con llegar a estados de opinión
sobre la verdad de los hechos que excluyan la certeza, debiendo satisfacer en tal caso
su deseo de conocer con la simple probabilidad respecto a la veracidad de tal hecho(59).
Facilitan ese grado de conocimiento a partir de la existencia de otro hecho conocido que
según la experiencia le acompaña. Por lo tanto las presunciones pueden definirse como
aquella operación lógica tendiente a fijar la existencia o dimensiones de un hecho
desconocido a partir de otro conocido, que según la experiencia le sigue o precede(60).
La presunción debe estar fundada en hechos ciertos que me permitan decir que la
presunción que de esos hechos se infiere es Grave, Precisa y Concordante. La
presunción debe partir de un hecho cierto, no puede partir de otra presunción(63).
Esta posición ha sido la sostenida por el Tribunal Fiscal desde el dictado de la causa
"Orlando Funes", año 1973, en la cual se resolvió que: "Si agotados los medios y
habiendo una inexistencia de documentación respaldatoria total, o falta de claridad en
los registros contables e imposibilidad de encontrar la verdad por otro camino, entonces
recién, y no antes, podrá aplicar las presunciones".
Asimismo, la propia Cámara del fuero, refiriéndose a la utilización de presunciones,
sostuvo que "su uso debe guardar razonable correspondencia con los restantes
elementos de convicción colectados en la causas"(64).
Las presunciones legales presentan dos grandes grupos, las llamadas "iure et de
iure", o absolutas, en las cuales desaparece casi toda la actividad probatoria pues lo
afirmado resulta irrebatible. Las denominadas "iuris tantum", o relativas, que trasladan
la prueba al contribuyente, aliviando así la actividad de la administración.
Coincidimos con Cesar Litvin que la relevatio ab onere probandi (libera de probar a la
persona que alega la presunción) y la prohibición de cualquier acción de prueba que
conlleven el establecimiento de una presunción legal absoluta no supone, sin más, su
catalogación como norma de derecho material porque nunca pierden su consideración,
tan solo, como instrumentos técnicos que facilitan la acción probatoria del Fisco. Esto
es, dicho órgano puede dejar de aplicarla si entienden que condujeran a resultados
incoherentes. Esto es, ante la evidencia de la realidad de los hechos, el Fisco debe
rechazar la aplicación de una presunción absoluta que conducirá a conclusiones
distorsionadas, con lo cual advertimos que las definiciones legales que establecen este
tipo de presunciones no son totalmente rígidas ni de aplicación ineludible. Es más, en el
ámbito procesal, el principio de la libre apreciación de la prueba puede llevar al juez, si
lo estima pertinente, a ordenar que se practiquen las que considere adecuadas, a pesar
de que alguna de las circunstancias sometidas a revisión gocen del favor probationis
que propenden las normas que contienen presunciones absolutas(69).
- Se ha de relacionar el hecho base que debe servir de punto de partida para llegar a
la conclusión que se busca.
- Deben ser claras y concordantes las unas con las otras, de forma relacionada, desde
el punto de partida (hecho cierto), hasta el de arribo (hecho incierto).
Va de suyo que las presunciones son un mecanismo lógico que funcionan sobre la
base de indicios. Definimos al indicio como un signo representativo y diferente del hecho
central. En el mecanismo previsto por el art. 18 de la ley 11.683 un indicio será un hecho
que conocido se considera como cierto.
La ley 11.683 posee una enumeración de ciertos indicios que podrían dar cuenta de
la materia imponible. Tomemos por caso la expresión "la existencia de mercaderías".
Un análisis intencional nos llevaría al siguiente árbol componencial:
Mercaderías
Propias/de terceros.
Inventariadas/no inventariadas.
Vendidas/compradas/robadas.
Bien de cambio/insumo.
Comercio/fábrica/servicios.
Aptas/vencidas.
Rotación/inventario.
Etcétera.
Por nuestra parte, siempre hemos considerado que la causa "Dadea, Marta
Elisa"(76) es un compendio en lo que al tema de las presunciones en materia tributaria
se refiere. El Vocal Instructor fue el C.P. Pedro Pagani. Tan importante ha sido esta
doctrina jurisprudencial tributaria que hoy, en reciente causa que podríamos parangonar
con el caso sub examen, vemos que se ha reiterado, palabra por palabra, lo sostenido
en "Dadea". Así se ha resuelto que: "Cuando el ente recaudador utiliza una metodología
de determinación basada, no en las presunciones legales específicas contenidas en
el art. 18 de la ley 11.683 —t.o. en 1998— sino que se recurre a los parámetros
genéricos enunciados en el primer párrafo del citado precepto a través de la
consideración de los depósitos bancarios de la actora, la misma debe reposar en ciertos
indicios que, a los efectos convictivos de la real magnitud de la materia gravada,
requieren la concurrencia de una serie de circunstancias correlativas y concordantes
que analizadas en una articulación coherente, evidencien que el método guarda una
razonable correspondencia con los hechos económicos verificados(77).
- Fluctuaciones patrimoniales.
No dudamos que las críticas doctrinarias con respecto al texto analizado son
importantes, motivos no faltan. Es un exceso calcular la producción a través de una
situación meramente presuncional como es una imagen aérea.
En un muy interesante artículo, Leandro A. Marani(78) explica que en nuestro país las
imágenes en nuestro país son captadas por el sensor "Thematic Mapper" (TM) a través
de su satélite LANSAT TM. La resolución de las mismas es de treinta metros para cada
píxel de imagen digital. Estos píxeles están formados por distintos colores; es decir,
cada píxel tiene un color, no definiendo por tal motivo ninguna imagen. El conjunto de
los mismos configurarán una foto. Para poder darles exactitud a las mediciones sobre
las imágenes, se deberá completar la tarea con mediciones a campo, con instrumentos
para precisar posicionamientos geográficos (GPS).
Las imágenes satelitales no presentan un color natural, sino un "falso color" que
facilita la interpretación de los diferentes ambientes, registrados a través de siete bandas
del espectro electromagnético. Cada color es una interpretación de dichos ambientes.
Los satélites van relevando información cada 16 días en el mismo lugar. De tales
datos obtenidos a través de las imágenes captadas por el satélite, sería factible poder
determinar los potenciales productivos de los establecimientos, conocer las condiciones
de los cultivos, reconocer ambientes en relación al riesgo hidrológico, entre otros(79).
Con rigor científico Armando Simesen de Bielke(82) analizó las nuevas presunciones
incorporadas a la ley y, respecto de la presente, expresó que: "Cierto es que las
imágenes satelitales revelan, cada vez más, una precisión que asombra; por citar sólo
un ejemplo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos proporciona cifras de
producción probable en todos los países del mundo y los corrige en función de nuevos
relevamientos, producto de la periodicidad de la presencia de los satélites observadores.
Sus informaciones tienen tal grado de credibilidad que hasta los precios en los mercados
mundiales se van corrigiendo a la par de las nuevas imágenes obtenidas (ejemplo
notable ofrecen al respecto las repercusiones en el mercado de cereales de Chicago).
Pero, aun con tal grado de acercamiento a la realidad, no deja de constituir un dato
aproximado y, como tal, no puede resultar un hecho inferente en el proceso formativo
de las presunciones. Lo expuesto no impide hacer notar la existencia de algún sesgo de
posible inconstitucionalidad "en razón de la intromisión indebida del fisco sobre ámbitos
de privacidad amparados por las garantías constitucionales".
En segundo lugar, la norma no aclara en qué fecha debe tomarse la imagen satelital
que, llegado el caso, contradecirá la producción declarada por el contribuyente.
Entendemos que una prueba preconstituida, sin temporalidad cierta fijada por la norma
para su realización, tenga el valor jurídico que el organismo recaudador pretenderá
asignarle a la misma.
Es correcto que la determinación por imagen satelital sirva para calcular la producción
según el área sembrada. Sin embargo, de eso no se infiere cuál sería el grado de
rentabilidad que tendría el área eventualmente no declarada por el contribuyente.
Me parece que ése es un punto central que debiera precisar la redacción del proyecto
porque, de lo contrario, se estaría produciendo una determinación de impuestos sobre
la base de un procedimiento que no ha sido evaluado profundamente por la autoridad
de aplicación".
Según la ley 21.858 se incorpora a la redacción del hoy art. 18 el método denominado
del "Punto Fijo", o promedio de operaciones.
Válido resulta destacar que el TFN ha resuelto que cabe confirmar la estimación de
ventas gravadas en el IVA, practicada por la DGI con base en la aplicación del método
de punto fijo ya que dicho acto no merece reprobación al no observase irregularidades
en el procedimiento seguido, y en tanto los agravios formulados respecto de la falta de
consideración de la estacionalidad constituyen meras formulaciones dogmáticas que no
fueron acreditadas resultando por ello insuficientes e inadecuadas(83).
Díaz Sieiro, Veljanovich y Bergroth(84) sostienen que el inc. d), del hoy art. 18,
establece un procedimiento probatorio que ha sido comúnmente denominado "punto
fijo". El mismo no se agota en la recepción legal de una presunción, sino que contiene,
juntamente con la presunción legal, un procedimiento de fiscalización que va a permitir
la comprobación de los hechos ciertos —indicios— que van a ser tenidos como base
para la aplicación de la presunción contenida en la norma.
Esta presunción podrá, asimismo, ser aplicada respecto de los anticipos y pagos a
cuenta que, por los gravámenes comprendidos corresponda ingresar sobre la base de
operaciones realizadas durante el período fiscal en que se efectúa el control.
Esta situación fue analizada por el TFN en importante decisorio, en el cual se resolvió
que, si por hipótesis, un producto adquirido en una determinada suma se lo vende en el
doble, e idéntico bien se compra nuevamente pero en una suma superior a la que fue
vendido, tendríamos que un Estado de Resultados no ajustado por inflación mostraría
una ganancia monetaria cuando, en realidad, en la composición de la misma, se
prescindió de la pérdida generado por el deterioro del poder adquisitivo del dinero, ya
que para reponer el producto original no alcanzó con lo obtenido por la realización de la
venta, sino que hubo de obtenerse capital o, financiamiento adicional(85).
V) Diferencias de inventario
A los fines del inc. c) del art. 18 de la ley, se considerarán diferencias de inventario
comprobadas las que surjan de las tomas de inventarios efectuadas por la Dirección
General y de conformidad con los sistemas o métodos que la misma estime adecuado
aplicar, en cada caso particular o con carácter general, así como también las diferencias
provenientes de la incorrecta valuación de los bienes respectivos, teniendo en cuenta lo
establecido por las normas del impuesto a las ganancias.
La ley 25.795 sustituyó el texto del inc. f) que ya aplicaba, como presunción, los
incrementos patrimoniales no justificados. La actual redacción es más prolija que la
anterior sin embargo, en lo relativo al impuesto a las ganancias desaparece la mención
que establecía la norma en cuanto a que "...constituyen ganancias netas del ejercicio
en que se produzcan, a los efectos de la determinación del impuesto a las ganancias".
Esa omisión nos lleva a pensar que, de ahora en adelante, no será condición "sine
qua non" que el origen del incremento tenga relación directa con el ejercicio en que se
produce.
En lo que se refiere al IVA la nueva redacción establece una línea recta de vinculación
entre el incremento patrimonial (con más el 10%) y las ventas omitidas que serán
atribuidas a los meses calendarios del ejercicio comercial anterior.
Desaparece, entonces, la redacción anterior que establecía que los incrementos, con
más el 10%, deberían servir de base para estimar las operaciones gravadas omitidas
del respectivo ejercicio comercial, mediante la aplicación del porcentaje que resulte de
relacionar el total de las operaciones declaradas con la utilidad neta del ejercicio en
cuestión.
La ley 25.095 pareció olvidarse que las ventas pueden ser gravadas, exentas, o no
estar alcanzadas por el IVA. Además, resulta de toda lógica que a un monto vendido le
corresponda un monto atribuible al costo de esa venta. Nada dice la reforma al respecto
de ambas situaciones (Este defecto es mejorado por la ley 26.044. Confrontar punto
1.6).
El texto de la ley 25.795 incorpora como una nueva presunción, con tratamiento de
incremento patrimonial, a la sumatoria de los depósitos bancarios, debidamente
depurados, que superen el monto de ventas los cuales representarán, respectivamente,
ganancias netas y/o ventas omitidas. Nada dice la norma sobre su aplicación y
consecuencia en los impuestos Internos. Hasta la reforma los depósitos bancarios
resultaban un indicio proveniente de los informes bancarios remitidos a la AFIP
(elemento de juicio) a que hace mención el primer párrafo del art. 18.
Sin embargo, esta corriente jurisprudencial fue evolucionando hasta llegar a nuestros
días donde el pensamiento judiciable se resumiría así: "Se ajusta a derecho el método
utilizado por la DGI para efectuar la determinación de oficio, recurriendo a la medición
indiciaria prevista en el primer párrafo del art. 25 de la ley 11.683 —t.o. 1978 y modif.—
para estimar los ingresos adoptando como elemento exteriorizante los depósitos
bancarios y el monto de ventas que se consideraron efectuadas y no declaradas, por
cuanto el contribuyente presentaba una deficiente situación en materia de registros de
sus operaciones"(89).
b) Ventas gravadas omitidas (la ley no hace mención a las locaciones y prestaciones
de servicios).
Determinadas las diferencias el texto de la ley 25.595 establecía que serán atribuidas
a cada uno de los meses calendarios comprendidos en el ejercicio comercial anterior,
prorrateándolas en función de la totalidad de las ventas, es decir gravadas, no gravadas
y exentas que se hubieran declarado o registrado, respecto de cada uno de dichos
meses (Este defecto es corregido por la ley 26.044. Confrontar punto 1.6.).
La reforma introducida por la ley 27.430 (BO 29/12/2017) incorpora un párrafo con
intenciones de alentar el registro del personal que trabaja en la ilegalidad (personal en
negro). Ello así se elimina la presunción establecida en el presente inciso para las
remuneraciones o diferencias salariales abonadas al personal en relación de
dependencia no declarado que resulte registrado como consecuencia de la adhesión a
regímenes legales de regularización de empleo.
El texto introducido por la ley 25.795 establecía, con respecto a los incisos señalados
a continuación, que las diferencias de la materia imponible detectada por el organismo
se imputarían al periodo inmediato anterior, sin admitir prueba en contrario.
Ahora, con el texto de la ley 26.044, las diferencias se imputarán al ejercicio en que
las mismas sean detectadas. Por ello, se modifica la redacción de los incisos:
Además, las ventas omitidas serán atribuidas a cada uno de los meses del ejercicio
comercial, tomando en cuenta las ventas gravadas y exentas que se hubieran declarado
o registrado respecto de cada uno de dichos meses.
1. CONSIDERACIONES PREVIAS
Como sosteníamos, al comentar el texto del art. 11, el sistema tributario argentino
está construido sobre la regla denominada de la "autodeterminación de la situación
tributaria", es decir que es el propio contribuyente quien determina su estado deudor o
acreedor frente al Fisco. Por excepción, y sólo en tres oportunidades específicamente
enunciadas por la ley 11.683, procederá la determinación de oficio.
El tercer supuesto lo establece el art. 17, en su quinto párrafo, en cuanto regula que:
Ello así, observamos que el presente artículo viene a echar por tierra un sistema que
había instituido a la autodeterminación como una garantía del contribuyente, ahora
dejado de lado por la voluntad discrecional de un funcionario fiscal.
El resto de los supuestos tales como la falta de libros o registraciones contables, las
omisiones de tenencia de los comprobantes o la alteración de las registraciones han
sido punidos con la clausura legislada en el art. 40 y, además, considerado una
presunción dolosa que permite la aplicación de la defraudación fiscal establecida por
el art. 46 de la presente ley.
Coincidimos con Martín Caranta en cuanto a que la reforma pretende aliviar la carga
de trabajo de las autoridades fiscales ante una supuesta falta de colaboración del
obligado, a pesar que la ley 11.683 ya presentaba soluciones concretas. Por ejemplo, si
un contribuyente obstaculiza la fiscalización (primer supuesto), es facultad del Fisco
solicitar ante el juez competente una orden de allanamiento. Sólo ante la falta de éxito
del allanamiento procedería la estimación de oficio. La reforma debería haber sido más
clara en lo que respecta a la necesidad de agotar las facultades de verificación y
fiscalización para arribar a una determinación sobre base cierta. Resulta para nosotros
evidente que la reforma es poco precisa en cuanto a la correcta aplicación del método
presuntivo, dado que no es un cheque en blanco para el Fisco Nacional (cfr. "Reforma
Tributaria 2017. Novedades en materia de inspecciones y determinación de oficio", ob.
cit.)
1. CONSIDERACIONES PREVIAS
Ahora bien, con esta base ya constituida en la ley 11.683, el legislador agrega, como
posible origen de incremento patrimonial no justificado, a los fondos provenientes de los
países de baja o nula tributación. Hoy enunciados en el segundo párrafo del art. 15 de
la ley del impuesto a las Ganancias (reglamentado por el art. 7º s/nro. a continuación art.
21), cualquiera sea su naturaleza o tipo de operación de que se trate, serán
considerados incrementos patrimoniales no justificados para el tomador local. Dichos
incrementos representarán:
a) Impuesto a las Ganancias: ganancias netas del ejercicio en que se produzcan, con
más un 10% en concepto de renta dispuesta o consumida en gastos no deducibles,
Al respecto, varios fueron los dictámenes del organismo recaudador que habían
indicado pautas de medición para apreciar si se está, o no, frente a un incremento
patrimonial no justificado. Al respecto de este tema mencionamos los siguientes
dictámenes:
Sin embargo, en los casos en que se contraen deudas con acreedores del exterior
por medio de un contrato de mutuo, que luego son capitalizadas mediante la emisión de
acciones a favor del acreedor, la procedencia del pasivo durante los períodos previos a
la capitalización deberá ser analizada conforme al fallo "Luis Alberto Oddone y Cía." de
fecha 7/10/1988 (TFN, sala "A").
Los países de baja o nula tributación estaban enunciados, en el hoy derogado art. 7º,
a continuación del art. 21 del decreto reglamentario(92)de la ley del impuesto a las
Ganancias.
Con fecha 12/8/2005 el fisco dictó la RG 1926 que si bien no actuó como
reglamentadora del articulo sub examen, estableció un régimen de información de los
ingresos de fondos provenientes del exterior.
Son objeto del presente régimen las sumas de dinero que se ingresen al país por más
de 50.000 dólares estadounidenses mensuales.
El presente régimen de información deberá ser cumplido por los sujetos residentes
en el país que:
* Sean titulares de los fondos cuando actúen por intermedio de alguna entidad o
persona no residente, que ingrese en forma directa, o en su caso, ordene a través de
entidades financieras el ingreso de fondos.
a) No estarán sujetos a lo dispuesto por el inc. f) del art. 18 de la ley 11.683, t.o. 1998
y sus modificaciones, con respecto a las tenencias exteriorizadas.
1. CONSIDERACIONES PREVIAS
Establece este nuevo artículo que la determinación de oficio que realice el fisco tendrá
pleno efecto, y se presumirá correcta, cuando el contribuyente incumpla con:
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Por ello, los supuestos de modificación del acto administrativo determinativo de oficio
están específicamente definidos:
— DETERMINACIÓN DE OFICIO —
Causa: PILOTES TREVI SA S/RECURSO DE APELACIÓN - TFN, sala A, 15/12/2006
De ello se deduce, prístinamente, que los contribuyente que optan por suscitar la
intervención de este Tribunal Fiscal de la Nación se encuentran protegidos por todas las
garantías que la legislación le acuerda en su consecuencia (v.gr. arts. 144, 146, 147,
148, 149, 150, entre otras, de la ley 11.683) para cumplir con aquellas exigencias que
impone nuestro Más Alto Tribunal, y que se encuentran en armonía con aquellas que
ofrece la justicia ordinaria.
Que queda claro en consecuencia, que la pretensión que intenta hacer valer el Fisco
Nacional a través del acto en recurso, importa inequívocamente una flagrante alteración
del sistema garantístico previsto por el legislador. En efecto, mal puede afirmar el juez
administrativo en sustento de su denegatoria de compensación que la res. 48/2005
"...determinó la inexistencia del saldo a favor oportunamente declarado" puesto que la
virtualidad (esto es, la "existencia" o no de ese saldo) se encuentra a decisión de este
Tribunal. Y, además, por cuanto mediante la intimación del impuesto al valor agregado,
se afecta indirecta pero inequívocamente la garantía que este Tribunal ofrece al
administrado de resolver la procedencia de la determinación de oficio (reducción del
saldo a favor) del impuesto a las ganancias, habida cuenta del inexorable nexo causal
entre ambos actos.
Que a esta altura de la exposición no queda duda, a juicio de quienes suscriben, que
si bien la administración fiscal emitió dos resoluciones (la discutida a través del expte.
26.112-I y la que aquí se trata) jurídica y económicamente ambas son inescindibles ya
que en definitiva, la atinente a la denegatoria de la compensación reconoce como
fundamento la primera, sujeta —como se vio— a las implicancias legales consecuentes
de la apelación ante el Tribunal.
En otros términos, la litis trabada en la causa radicada ante estos juzgadores está
comprendida en lo fundamental con la trabada con anterioridad ante la sala D y
necesariamente deben ser resueltas simultáneamente.
Vale decir que el inicio del procedimiento de determinación de oficio... tiene como
presupuesto que las declaraciones efectuadas por el contribuyente resulten objetables,
no obstante lo cual no establece entre los requisitos que se deban previamente
impugnar las mismas, sino simplemente que se le hayan formulado objeciones a su
respecto, resultando el mismo procedimiento determinativo que se inicia con la vista... y
culmina con la resolución administrativa, apto para su impugnación.
Causa: CARVALAN GOÑI, CARLOS AUGUSTO - CNFed. Cont. Adm., sala III, 8/6/1999
No resulta cierta la afirmación del Fisco relativa a que el contribuyente contó con la
documentación necesaria para responder a la vista; y en cambio ha quedado acreditado
la vulneración al derecho de defensa en que basó el Tribunal a que la nulidad de la
resolución determinativa.
Si como reza el art. 17 de la ley 11.683 el contribuyente debe tener el libre acceso a
las actuaciones y el detallado fundamento de las observaciones, es para que pueda
ofrecer la prueba de su derecho y se cumpla así el principio del procedimiento
administrativo que asegure el debido proceso adjetivo, es decir el derecho a ser oído, a
ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión fundada en los hechos y
antecedentes que le sirvan de causa (arts. 1º, letra f y 7º, ley 19.549).
— ESTIMACIÓN DE OFICIO —
Por el art. 193 del Cód. Proc. Penal se prevé que la instrucción de una causa penal
"...tendrá por objeto: 1) Comprobar si existe un hecho delictuoso mediante las diligencias
conducentes al descubrimiento de la verdad...".
Por lo tanto, las alegaciones relacionadas con la ausencia de pruebas que avalaran
la denuncia que motivó el requerimiento de instrucción rechazado, implican alterar la
secuencia lógica de un proceso penal que, implícitamente, se sustentan en la idea de
que el denunciante debe acompañar los elementos de convicción que deben colectarse
precisamente como consecuencia del comienzo y del desarrollo de la actividad
instructoria.
Causa: LAS ELVIRAS SAAGI S/LEY 24.769. - CNPenal Económico, sala B, 3/2/2006(100)
Por lo tanto, el Organismo Fiscalizador impugnó el monto del préstamo declarado por
la contribuyente, por considerar que se trataría de un incremento patrimonial no
justificado y, por ende, de una ganancia neta sujeta a impuesto en los términos del inc.
f) del art. 18 de la ley 11.683 (ganancia sobre base presunta).
Por otro lado, aquella presunción no resulta inadecuada pues no parece
improcedente suponer en este momento del proceso y a partir de las reglas de la sana
crítica racional que el monto correspondiente a aquel incremento sea el producto de la
actividad de la sociedad contribuyente y, en consecuencia, susceptible de generar la
obligación tributaria respectiva.
El desarrollo de la etapa instructoria sería el marco adecuado para llevar a cabo las
medidas de prueba necesarias para establecer o descartar las precisiones
correspondientes, en lo atinente al origen de los fondos presuntamente no justificados,
al momento y al modo en los cuales aquellos fondos habrían sido incorporados al acervo
societario, al monto exacto del impuesto evadido y a la evacuación de los descargos de
la defensa relacionados con la validez del procedimiento administrativo y con la
existencia misma del préstamo.
Causa: BAO RODRÍGUEZ, MAXIMINO (TF 33749-I C. DGI) - CNFed. Cont. Adm., sala II,
14/3/2013
Dicha norma se encuentra ubicada dentro del Título II de la ley 11.683, respecto del
cual no se encuentra prevista la aplicación supletoria de la ley de procedimientos
administrativos (arg. art. 197 de dicho cuerpo legal). (Apelada la sentencia del Tribunal
Fiscal de la Nación por parte del recurrente, recayó en la sala II de la Alzada y con la
firma de los Dres. Márquez, Caputi y López Castiñeira, se confirmó la decisión que
declaró formalmente improcedente el recurso de apelación interpuesto, con costas a la
parte vencida)(101).
Es nulo por carecer de causa válida al momento de su dictado —art. 7º, inc. b), ley
19.549, aplicable por remisión del art. 112, ley 11.683, t.o. 1978— el acto de
determinación de oficio del Impuesto al Valor Agregado y fijación de la responsabilidad
solidaria y personal según art. 18, inc. a) de la ley 11.683, si se lo dictó antes de que
venciera el plazo de la intimación de pago cursada al deudor principal, ya que sólo
entonces puede tenerse por configurado su incumplimiento, el que habilita extender, en
forma subsidiaria, la responsabilidad a los demás responsables por deuda ajena (del
dictamen del procurador general que la Corte hace suyo).
La suspensión por un año de la prescripción según arts. 68, inc. a), párr. 2º de la ley
11.683, t.o. 1978 y 65 del citado régimen en la versión actualmente vigente —
conforme art. 18, punto 3º, ley 25.239—, faculta al organismo recaudador —en el caso,
del Impuesto al Valor Agregado— tanto para determinar el impuesto como para exigir
su pago respecto de los deudores solidarios (del dictamen del procurador general que
la Corte hace suyo).
Causa: AMAS MARÍA MARTHA, AMAS MIGUEL JORGE Y RODRÍGUEZ NÉLIDA A. SOC. DE
HECHO - TFN, sala B, 15/7/2003
"Corresponde revocar, por infundado y contrario a los principios que instituye el art.
18 de la ley 11.683, el procedimiento determinativo llevado a cabo por la DGI, ya que
midió el hecho imponible con indicadores de gestión promedio de la actividad
desarrollada por la apelante a partir de datos de otros contribuyentes, en vez de aceptar
el monto del crédito fiscal surgido del registro IVA Compras al no podérselo refutar a
través de la compulsa de los comprobantes respaldatorios ni de la circularización hecha
a los proveedores, ni de la consulta efectuada a la base de datos de facturas apócrifas,
así como tampoco le fue posible probar en base a elementos ciertos que el débito fiscal
declarado fuera improcedente por la existencia de mayores ventas no declaradas".
"Claro está que las reflexiones hasta aquí desarrolladas del mismo modo que no
significan construir una doctrina general que importe prescindir del procedimiento de
determinación cierta previsto en la ley, tampoco permiten descartar "ab initio" la
aplicación de métodos indiciarios (en razón de calificarlos como meramente
subsidiarios), cuando su utilización viene justificada tanto por la naturaleza y
características de la explotación investigada, como por la necesidad de cumplir con el
propósito tenido en cuenta por el legislador al establecerlos. De ahí que, en todo caso,
su validez dependerá de que "su uso guarde razonable correspondencia con los
restantes elementos de convicción colectados en la causas" (doc. sala II del fuero, in
re "Verón, Teresa Argelia" del 13/4/1993)".
"La presunción legal juris tantum (art. 25, ley 11.683) que toma la diferencia en ventas
como ganancia neta no es aplicable sin más, al juzgar los alcances del indicio
consistente en la existencia de depósitos atribuibles al contribuyente, en cuyo caso para
estimar (presunción judicial u hominis) los ingresos imponibles que dichos depósitos
significan debe admitirse costos y gastos a ellos atribuibles, por lo que resulta adecuado,
en principio, aplicar un coeficiente de utilidad bruta a fin de establecer un margen
razonable de beneficio".
Causa: OYHAMBURU, PEDRO A. Y OTRO - CNFed. Cont. Adm., sala II, 13/4/1993
"Las presunciones constituyen elementos de juicio aptos para aquellos casos en los
que no existen registraciones contables y documentación relativa a las operaciones del
contribuyente, y para aquellos otros, en los que existiendo tales registraciones o
documentación, unas y otras adolecen de deficiencias".
Causa: ALOJAMIENTO TIJUANA DE GODOFREDO Y GUILLERMO TRONCONI - TFN, sala C,
9/8/1996
Causa: BERAJA, ALBERTO DAVID Y SWEK, JOSÉ ROBERTO S/RECURSO APELACIÓN IVA -
TFN, sala A, 25/2/1998
Causa: ANTONIO A COASSOLO SA (TF 12441-1) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala V,
24/6/1999
— DICTAMEN JURÍDICO —
La omisión del dictamen jurídico que exige el art. 10de la ley 11.683 trae aparejado
la nulidad absoluta de los actos de determinación de oficio. Declaración que debe
imponerse desde que su finalidad es asegurar la juridicidad de los actos de
administración.
Causa: ALVARENGA, JULIO MANUEL - CNFed. Cont. Adm., sala II, 26/2/2008
Más allá de cuál haya sido la causa o título del ingreso de dinero al patrimonio del
contribuyente, es decir, el origen de los fondos, considerado por el Fisco Nacional como
un incremento, lo cierto es que dicho ingreso se produjo con anterioridad al año del
ejercicio fiscalizado. Para determinar de oficio la materia imponible, el ente fiscal hizo
aplicación de la presunción establecida por el art. 18, inc. f), de la ley 11.683, vigente a
la sazón, que establecía: "los incrementos patrimoniales no justificados con más un diez
por ciento en concepto de renta dispuesta o consumida en gastos no deducibles,
constituyen ganancias netas del ejercicio en que se produzcan a los efectos de la
determinación del impuesto a las ganancias". Surge entonces que es condición sine qua
non de la presunción que el origen del incremento tenga relación directa con el ejercicio
en que éste se produjo, lo que no aconteció en la especie, pues el incremento
patrimonial no data del año del ejercicio sobre el que se efectuó la determinación del
impuesto a las ganancias, sino de una fecha anterior, razón por la cual la presunción no
es aplicable al caso.
— SALIDAS NO DOCUMENTADAS —
Corresponde señalar que pese a las particularidades descriptas con relación a las
operaciones comprendidas en esta causa —y con independencia de si aquellas podrían
derivarse otras consecuencias de orden tributario para alguna de las partes
intervinientes—, lo único que cabe aquí juzgar es si las erogaciones de fondos que
efectuó la actora deben ser alcanzadas por el instituto de las salidas no documentadas
contemplado en el art. 37 de la ley del impuesto a las ganancias (t.o. en 1997), tal como
lo dispuso la AFIP al dictar la resolución determinativa que constituye el objeto de este
litigio.
Toda vez que en el caso no solo se encuentra identificada la causa de las erogaciones
realizadas —la compraventa de acciones—, sino que además se hallan individualizados
los beneficiarios respecto de los que la AFIP pudo llevar adelante los pertinentes
procedimientos de determinación, más allá de la distinta inteligencia asignada al
citado art. 37 por los tribunales de las anteriores instancias, corresponde coincidir con
la conclusión a la que aquellos arribaron en cuanto a la improcedencia del ajuste fiscal
efectuado a la empresa de la carátula.
— PRINCIPIO DE CONGRUENCIA —
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El TFN(1) señala que, como lo enseñara Adam Smith, entre las máximas o principios
que deben regir para todos los impuestos, se encuentra el de "comodidad" por el cual
todo tributo debe exigirse en el tiempo y modo que sea más cómodo y conveniente a las
circunstancias del contribuyente.
Ello nos refuerza en la convicción de afirmar que hubiera sido más correcto fijar la
obligación de pago directamente a partir de que de la liquidación quedara firme, sin
establecer plazos, porque comprendería plazos otorgados por otras disposiciones, y sin
distinguir entre firmeza en sede administrativa o judicial.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Molteni(2) conceptúa a los pagos a cuenta como el género que se integra en varias
especies exigidas por el Fisco, a cuenta de futuras obligaciones impositivas.
Conviene advertir que entre "pagos a cuenta" y "anticipos", existe una innegable
relación de género a especie, estando facultado el Administrador Federal, a través de
una resolución general reglamentaria, a determinar bajo qué circunstancia a un pago a
cuenta se le confiere el carácter de anticipo(3).
El Fisco(6) considera que hasta la fecha en que el impuesto se torna exigible, se deben
el anticipo impago y sus accesorios, de lo cual se infiere que el adelanto de la fecha de
la presentación de la declaración jurada para nada viene a modificar esta situación; ello
porque la voluntad unilateral del contribuyente no puede por sí misma modificar el
régimen legal del anticipo.
Pero más allá de todo esto, la Administración tributaria(7) considera que cuando
proceda el cálculo de accesorios por las diferencias de anticipos, el período de
liquidación será aquél que resulte adecuado al artículo transcripto del texto ritual, es
decir, desde la fecha de vencimiento del respectivo anticipo hasta la fecha de
vencimiento general o presentación de la declaración jurada, el que fuera posterior.
Por su parte, mediante la Instrucción DGI nro. 313 de la entonces Dirección de
Asuntos Técnicos y Jurídicos, siguiendo la doctrina de nuestro más alto tribunal en autos
"Cristalería de Cuyo SA c. DGI s/demanda de repetición", del 5 de junio de 1980,
estableció que con abstracción del resultado que en definitiva arroje la respectiva
declaración jurada, la liquidación de los intereses resarcitorios se hará en función del
importe actualizado que en concepto de anticipos hubiere correspondido ingresar,
destacándose, en este sentido, que la falta de pago en término de los anticipos dará
lugar a la aplicación de los respectivos intereses con independencia del saldo final que
surja de la declaración jurada.
b) Doctrina jurisprudencial
Ahora bien, a partir del planteamiento anterior, la Corte Suprema(10) ha sostenido que
tratándose de obligaciones de cumplimiento independiente, con individualidad y fecha
de vencimiento propia, su falta de pago en término da lugar a la aplicación de intereses
resarcitorios, aún en el supuesto de que el gravamen adeudado, de acuerdo a la
liquidación final del ejercicio, fuere menor que las cantidades anticipadas o que debieron
anticiparse
El fundamento del alto Tribunal es que no existe en materia de intereses, una norma
como el actual art. 129 de la ley 11.683 en relación con la actualización, que establezca
que aquéllos tienen la misma naturaleza del crédito principal; y también que de
extinguirse los intereses junto con el capital, los contribuyentes que los hubieran pagado
se verían perjudicados en relación con los incumplidores.
c) Nuestra opinión
Discrepamos con este último criterio de nuestro máximo tribunal, puesto que los
intereses resarcitorios revisten el carácter de accesorios, y si las facultades de exigir el
capital caducaron, es jurídicamente imposible que subsistan las facultades de exigir
tales accesorios.
Esto se desprende del art. 37 de la ley 11.683, que dispone con toda lógica que al
prescribir la acción para reclamar el capital, prescribe la acción para reclamar intereses.
La Corte Suprema ha sostenido en dicho fallo que de extinguirse los intereses junto
con el capital, ello implicaría una palmaria injusticia en relación con los contribuyentes
cumplidores.
Por claro que parezca el argumento anterior, presenta una grave deficiencia, pues en
cualquier caso, se trataría de la misma injusticia que generan las conocidas moratorias
y blanqueos, recurrentemente utilizadas a fines recaudatorios coyunturales y que llevan
en sí misma el germen de la destrucción de la equidad tributaria, toda vez que favorecen
al contribuyente renuente o recalcitrante.
Las aludidas "injusticias" dimanan del propio marco normativo, y cuyo remedio debe
encontrarse en la adecuada interpretación del mismo, por lo que ha de recordarse el
criterio exhibido desde antaño por nuestra CS(11), al sostener que en materia de
interpretación legal, debe preferirse aquella que mejor se compadece con los principios
y garantías constitucionales.
El maestro Corti postula esta tesitura, afirmando que los anticipos están sujetos a
condición resolutoria(12), y al operar la condición, se extingue la posibilidad de exigir
intereses(13).
En la causa "Óptica Cosentino SA"(14) el voto en disidencia del Dr. César Black plantea
este aspecto, afirmando que con posterioridad al vencimiento del plazo general para la
presentación de la DD.JJ. y pago del impuesto anual el anticipo se torna legalmente
inexistente y, en consecuencia, también sus accesorios por actualización e intereses
(arts. 525 y 793, Cód. Civil velezano, de aplicación supletoria; confrontar el actual art.
1º, ley 11.683), excepto que antes del referido vencimiento el Fisco hubiera procedido a
la liquidación e intimación administrativa, o bien el contribuyente los hubiese pagado
mediando mora.
Argumenta luego que ello será así, siempre que los anticipos reclamados o pagados
fuera de término y antes del mencionado vencimiento general, no excedan el monto total
del impuesto del ejercicio, pues si este resulta inexistente o menor al monto de aquéllos,
carecería de la causa jurídico material que legitimara el anticipo y sus accesorios,
extinguiéndose uno y otros, por condición resolutoria, causal exonerativa que abarca
tanto a la actualización como a los intereses.
3. RECURSOS PROCEDENTES
Sin embargo, esa tesitura del Tribunal Fiscal resulta hoy insostenible por cuanto el art.
76 de la Ley de Rito Fiscal en el texto dado por la reforma de la ley 27.430 dispone
expresamente que el recurso del inc. b) no será procedente respecto de las
liquidaciones de anticipos y otros pagos a cuenta, sus actualizaciones e intereses.
Al respecto, cabría agregar como requisito insoslayable que la suspensión haya sido
previamente peticionada y denegada en sede administrativa, ya sea mediante
resolución desestimatoria o denegatoria ficta, es decir, silencio de la administración,
como veremos más adelante.
Calificada doctrina(19) señala que las medidas cautelares autónomas son propias y
exclusivas de la materia contenciosa administrativa y son alcanzadas por dos
normativas: El art. 12 de la ley 19.549 y el art. 230 del Cód. Proc. Civ. y Com., poniendo
de resalto que su principal característica es que están destinadas a procurar la
suspensión de los efectos de los actos administrativos, mientras dure la tramitación del
procedimiento administrativo tendiente al agotamiento de la vía.
Al respecto, el inc. 2º del art. 13 de la referida ley dispone que el pedido de suspensión
judicial de un reglamento o de un acto general o particular, mientras está pendiente el
agotamiento de la vía administrativa, sólo será admisible si el particular demuestra que
ha solicitado la suspensión de los efectos del acto ante la Administración y que la
decisión de ésta fue adversa a su petición, o que han transcurrido cinco (5) días desde
la presentación de la solicitud sin que ésta hubiera sido respondida.
Es dable observar la mayor estrictez de los requisitos exigibles para el dictado de las
medidas cautelares con el Estado Nacional.
Hemos de recordar que el referido texto del art. 195 del Código de Procedimientos
Civil y Comercial de la Nación, surge de la modificación introducida por la ley
25.453(21) dictada como consecuencia de las normas de emergencia pública y
concretamente como intento de frenar las medidas cautelares que se venían
pronunciando por el Poder Judicial con respecto al denominado "corralito financiero",
que ante clara incompatibilidad constitución con respecto a derecho y garantías
individuales, fuera declarado inaplicable, remitiéndonos a la doctrina y jurisprudencia
especializadas.
Pues bien, llegados a este punto ponemos de resalto que la ley de medidas
cautelares contra el Estado, de aplicación directa en el tema, recoge el aludido principio
de la no afectación de los recursos y bienes del Estado, conteniendo su art. 9º análoga
disposición a la del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
Es conveniente poner de relieve la aplicación del art. 8º del Pacto de San José de
Costa Rica, toda vez que la controversia tributaría aún no ha dado lugar a la intervención
judicial garantizada por dicho convenio, receptado por ley 23.054, de rango
constitucional (art. 75 inc. 22 CN), el cual no podría tener mejor oportunidad de
aplicación que en una medida cautelar de este tipo.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Baste aquí decir que el propio Fisco(22) refiere "al cumplimiento de ciertos deberes
que bajo la forma de una carga pública, constituyen la función asignada a los agentes
de información, retención o percepción de impuestos", por lo cual, en virtud de las
mandas constitucionales, sólo una ley del Congreso Nacional podría instituirlos
válidamente.
Sentado ello, señalamos que la retención es el acto de detraer una suma al momento
del pago, mientras que contrariamente, la percepción es el acto mediante el cual se
cobra una suma adicional al monto correspondiente a la obligación a cancelar.
La norma no dispone que la designación deba ser general, es decir, a todos los
sujetos que se encuentren en determinada situación. Por lo tanto, es legal que la
Administración designe a personas específicas, naturalmente sin violar el derecho de
igualdad ante las cargas públicas.
f) Importe retenido/percibido.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Sabido es que nuestro más alto tribunal(29)ha sentado la doctrina que el pago de un
gravamen con arreglo al monto y forma exigidos por la oficina encargada de su
percepción, produce la liberación del contribuyente, que se incorpora a su patrimonio
como un derecho adquirido amparado por la garantía constitucional de la propiedad
aunque las autoridades fiscales hayan incurrido en error al efectuar las operaciones
tendientes a determinar el monto del gravamen, lo cual encuentra fundamento, no sólo
el efecto extintivo del pago, sino también en la índole de las relaciones existentes entre
el Fisco y los contribuyentes y en la tutela de la seguridad jurídica requerida por la
garantía constitucional de la propiedad.
La norma sub examine dispone la forma de pagar los tributos, intereses y multas, y
necesariamente debe ser complementada con el art. 36 del dec. reglamentario
1397/1979, que excluye determinados tributos, transformando lo dispuesto en el texto
legal, en un régimen general.
El pago se efectúa mediante depósito bancario, cheque, giro o valor postal o bancario,
en cuentas especiales abiertas en el Banco de la Nación Argentina, de los bancos y
otras entidades que la Administración tributaria habilite al efecto. Los pagos al Fisco
están reglados por la ley 25.345(30), denominada "Ley Antievasión".
Como ya sabemos, con el fin de recaudar los impuestos, tasas, intereses, multas, en
general los gravámenes cuya recaudación esté a cargo de la AFIP ésta celebra
convenios con las instituciones bancarias, autorizándolas a recibir pagos en tales
conceptos.
Por ende, las instituciones bancarias autorizadas actúan como mandatarios del
Organismo recaudador, circunstancia que nos permite concluir que el pago efectuado
por contribuyentes y/o responsables en dichas instituciones tiene efectos liberatorios,
más allá del posterior y efectivo ingreso del impuesto en la hacienda pública.
El artículo dispone que la Administración y los Bancos acordarán el modo en que los
cheques se devuelvan a los clientes, lo cual implica un supuesto de regulación
contractual, sin que el Organismo recaudador pueda disponer unilateralmente el
mecanismo a seguir en estos casos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Sobre estas bases legales, el Fisco procedió al dictado de la RG 1778 (AFIP)(33), sus
modificatorias y complementarias, donde la Administración tributaria determinó la
obligatoriedad para los sujetos incluidos en los sistemas de control diferenciado
dispuestos por las RGs. 3282 (DGI)(34) y 3423 (DGI)(35), Capítulo II, y sus respectivas
modificatorias y complementarias (léase "grandes contribuyentes"), a partir de febrero
de 2005, de presentar sus declaraciones juradas de determinados tributos y efectuar los
pagos electrónicos de sus obligaciones impositivas y previsionales, a través de Internet.
A tales efectos, los sujetos obligados deberán acceder al sitio de "Internet" de los
prestadores homologados por la Administración Federal de la red bancaria de la entidad,
o a la página "web" de ese organismo (http://www.afip.gov.ar).
Mediante RG-E 4084 / 2017(37) se dispuso que los contribuyentes y/o responsables
deberán efectuar el pago de sus obligaciones impositivas y de los recursos de la
seguridad social, de acuerdo con el procedimiento de transferencia electrónica de
fondos, dispuesto por la RG 1778, su modificatoria y sus complementarias.
e) Cualquier otro medio de pago electrónico admitido o regulado por el Banco Central
de la República Argentina e implementado por esta Administración Federal.
Los contribuyentes y/o responsables deberán arbitrar los recaudos necesarios, a fin
de gestionar las autorizaciones para habilitar los medios electrónicos en la respectiva
entidad de pago.
ART. 25 — El pago del tributo deberá hacerse en el lugar del domicilio del
responsable en el país, o en el de su representante en caso de ausencia. El pago
del tributo retenido deberá efectuarse en el lugar del domicilio del agente de
retención. El pago del tributo percibido por el agente de percepción deberá
efectuarse en el lugar del domicilio de dicho agente.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo dispone que el ingreso del tributo deba efectuarse en el domicilio que
corresponda al responsable, ya sea éste el contribuyente o un agente de retención o
percepción.
Esta norma resulta igualmente aplicable en los casos de pagos efectuados por los
agentes de retención y/o percepción.
Por lo tanto, pese a lo dispuesto por el artículo comentado, es válido el pago realizado
en los términos expuestos precedentemente.
Ahora bien, el lugar de pago ha perdido la relevancia de otrora, en cuanto para realizar
el pago de las obligaciones impositivas y de los recursos de la seguridad social se utiliza
la transferencia electrónica de fondos, mediante débito automático, pago telefónico o
por "Internet", con tarjeta de crédito; débito en cuenta, a través de cajeros automáticos;
débito directo en cuenta bancaria, previa adhesión al servicio solicitándolo
telefónicamente o personalmente en el banco; pago electrónico, utilizando tarjetas de
crédito y/o débito; y cualquier otro medio de pago electrónico regulado por el Banco
Central de la Republica Argentina.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En caso que ello no sucediera, y de que además fuere imposible determinar a qué
deuda deba imputarse, el organismo imputará el pago a una deuda no prescripta.
El Fisco debe actuar lealmente al analizar si no es posible verificar a qué deuda se
imputó el pago. Esto es importante, a los efectos de no reclamar deudas canceladas.
Sólo cuando esto fuera imposible, deberá imputar el pago a una deuda no prescripta.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La primera parte del artículo comentado se refiere al procedimiento para establecer
en la declaración jurada, la suma a pagar. Ello es necesario en razón de que el monto
del gravamen determinado en la declaración jurada, no siempre coincide con el monto
que debe pagarse.
En primer término, deben restarse los pagos a cuenta que se hubieran efectuado
(tales como anticipos), y las retenciones y percepciones sufridas; en estos últimos
casos, en la medida en que se encuentren informadas en la misma declaración jurada
en la que se deducen. Esta carga de informar las retenciones y percepciones, no implica
la de individualizar cada una de ellas, sino tan sólo informar el monto correspondiente.
La ley se refiere a "retenciones", pero debe entenderse que abarca también a las
"percepciones", a las que en última instancia se las debería considerar incluidas en el
concepto de pago a cuenta que sí es mencionado.
De la suma que resulte de lo anterior, deben restarse las que correspondan a saldos
a favor del contribuyente, ya sea que hayan sido reconocidos por la Administración, o
que provengan de declaraciones juradas no impugnadas. Recordamos en este punto
que una declaración jurada es impugnada cuando se inicia el procedimiento de
determinación de oficio, mediante la vista contemplada por el art. 17 de la ley 11.683.
La posibilidad de hacer valer ante un gravamen los saldos a favor generados en virtud
de otro gravamen distinto, es regulada por la ley en el art. 28, referido al instituto de la
compensación tributaria.
Esto surge también del segundo párrafo del artículo en comentado, que instituye la
necesaria conformidad del Fisco para detraer conceptos que no fueran de los
mencionados en el primer párrafo.
Una primera interpretación de la norma, llevaría a sostener que los saldos a favor que
pueden ser acreditados a cuenta del gravamen determinado, son únicamente los
originados en declaraciones juradas correspondientes a períodos anteriores.
Deviene oportuno señalar que el art. 201 de la Ley de Rito Fiscal reglaba los efectos
de la ley de convertibilidad y establecía que las actualizaciones previstas en dicha ley
de dar sumas de dinero, se efectuaran hasta el 1º de abril de 1991, inclusive. El mismo
fue derogado por el art. 245 de la ley 27.430.
(45)
La facultad consignada en el párrafo anterior podrá hacerse extensible a los
responsables enumerados en el art. 6º de esta ley, conforme los requisitos y
condiciones que determine la Administración Federal de Ingresos Públicos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El art. 823 del Cód. Civil de Velez disponía que los créditos y deudas de los
particulares y el Estado, no son susceptibles de extinción por compensación, severa
limitación impuesta con la finalidad de dejar a salvo el funcionamiento de los poderes
públicos.
Sentado ello, cabe resaltar que en materia tributaria rige la regulación específica que
contiene la ley 11.683 (t.o. en 1998 y sus modificaciones).
El texto del artículo transcripto prevé la posibilidad de compensar las deudas del
contribuyente, con los saldos acreedores que tuviera con relación a cualquier gravamen
o multas regulados por la propia ley 11.683.
En relación con esta cuestión, debe ponerse de relieve que si bien el artículo
comentado menciona únicamente a la compensación de oficio, procede también a
pedido del interesado, es decir, la compensación rogada, tal como lo ha interpretado la
Corte Suprema(48).
Es indudable que toda facultad del organismo que pueda ser ejercida de oficio,
también lo podrá ser a pedido de parte, puesto que quien puede lo más, puede lo menos.
La propia Dirección General Impositiva admitió la posibilidad de compensar a pedido de
parte, mediante el dictado de la RG 2542(50) luego sustituida por la RG 1658(51).
Ahora bien, la compensación en materia tributaria, requiere la previa conformidad de
la AFIP, tal como ha sostenido la Cs(52), al exigir que haya mediado un acto del
organismo recaudador que hubiese admitido las compensaciones solicitadas por el
contribuyente y dispuesto la acreditación de los saldos invocados por éste.
Ello por cuanto los saldos acreedores, es decir, saldos a favor del contribuyente o
responsable, que surjan del Sistema de Cuentas Tributarias, resultan susceptibles de
compensación, transferencia a terceros o de devolución, según el caso, corresponda,
mediante las respectivas transacciones habilitadas en dicho sistema, lo cual incluye los
saldos originados en acreditaciones en cuenta resultantes de su reconocimiento
administrativo, tanto sean de libre disponibilidad como de disponibilidad restringida.
En su numeral 2) la citada resolución general establece que los restantes
responsables efectuarán la solicitud de compensación por transferencia electrónica de
datos a través del sitio 'web' del Organismo (http://www.afip.gob.ar), mediante la
presentación del formulario de declaración jurada nro. 798 por original, confeccionado
utilizando el programa aplicativo denominado 'Compensaciones y Volantes de Pago",
versión vigente.
Esta disposición ha sido incluida por la ley 26.044 "...con el fin de aventar dudas
interpretativas al respecto, lo cual conllevaría lograr seguridad jurídica en relación al
instituto de la compensación..." tal como se manifiesta en el mensaje de elevación del
respectivo proyecto.
No resulta ocioso destacar que el Poder Ejecutivo vetó del artículo sub examen la
frase que entendía que "en todos los casos, previa sustanciación, del procedimiento
previsto en los arts. 16 y ss.", pues según el poder administrador dicha situación "se
aprecia alejada del contexto legal que la norma pretende regular".
Al respecto, el Dr. Aldo Suárez en su voto —al cual adhieren los restantes miembros
de la alzada— reseñó la evolución del impuesto sobre los bienes personales hasta el
momento en que por imperio de la ley 25.585, se dispuso el ingreso del gravamen por
las acciones o participaciones en el capital de las sociedades regidas por la ley
19.550, cuyos titulares fueran personas físicas o sucesiones indivisas, tributo que debía
ser liquidado y abonado por dichas sociedades con carácter de pago único y definitivo,
señalando que "En este contexto, donde por el proceso de sustitución tributaria el
accionante ha asumido todas las obligaciones formales y materiales del sustituido,
ocupando el lugar del deudor principal a todos los efectos legales se genera una sola
relación tributaria entre el Fisco y el sustituto, condición que a los efectos de la materia
en trato permite concluir en la identidad de sujeto como lo requieren las normas
reglamentarias para la procedencia de la compensación".
Luego, claramente para contrarrestar esta doctrina del alto tribunal, el Organismo
fiscal ha dictado la RG AFIP 3175(55) modificando la RG 1658 en lo atinente a los
supuestos de procedibilidad de la compensación rogada y a las formas exigibles en su
instrumentación, estableciendo que "...los responsables por el cumplimiento de deuda
ajena y los responsables sustitutos a que se refiere el art. 6º de la ley 11.683, t.o. 1998
y sus modificaciones, no podrán solicitar la compensación a que alude la presente...".
Se presume, sin admitir prueba en contrario, que los cedentes y cesionarios, por
el solo hecho de haber notificado a la Administración Federal de Ingresos Públicos
de la transferencia acordada entre ellos, adhieren voluntariamente a las
disposiciones de carácter general que dictare la misma para autorizar y
reglamentar este tipo de operaciones.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
a) Acreditación
Así, el Fisco(56) considera que una suma ingresada en exceso, por haber incluido en
un plan de facilidades de pago el importe de una multa que no se encontraba firme, es
susceptible de ser devuelta si en el caso no medió consentimiento respecto de la multa
impuesta por haberse manifestado explícitamente una voluntad contraria, debiendo
resolverse el recurso de reconsideración interpuesto contra la sanción y de revocarse la
misma, corresponde hacer lugar a la acreditación solicitada por el contribuyente.
b) Devolución
En cuanto a la devolución de los saldos a favor, procede ante el solo pedido del
contribuyente, al margen de que la norma dice que la Administración también puede
resolver por sí misma la devolución, por razones de oportunidad y necesidad. Interpretar
que la devolución proceda únicamente si cuando el organismo "lo estime necesario",
implicaría privar de validez a la norma, por violación del derecho constitucional de
propiedad (art. 17CN).
La devolución debe ser "simple y rápida", tal como establece el texto expreso de la
norma comentada.
c) Transferencia de saldos
Como ejemplo de normas que autorizan la transferencia, podemos citar a los arts.
24 segundo párrafo y 43 segundo párrafo de la Ley del Impuesto al Valor Agregado. La
autorización para transferir los créditos contra el Fisco, no necesariamente debe
provenir de una ley, sino que también puede ser efectuada por una norma de menor
jerarquía normativa.
Por último, digamos que cuando se tratare de la convalidación del crédito impositivo
a favor del contribuyente y/o responsable originado exclusivamente en el impuesto al
valor agregado (art. 24, segundo párrafo, de la Ley de Impuesto al Valor Agregado, t.o.
1997 y sus modificaciones), su transferencia y su posterior utilización por parte del
cesionario, para la cancelación de sus propias deudas impositivas, deberán observarse
los requisitos y condiciones que se disponen en la RG 1466 (AFIP)(63)modificada por RG
2077 (AFIP)(64).
Establece dicha norma que el crédito impositivo sólo podrá resultar de:
b) Determinaciones de oficio.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo otorga a la Administración Tributaria, la facultad del pago directo de los
intereses y costas judiciales, sin contemplar en tal modalidad, el capital correspondiente,
estableciéndose además que dichos pagos se efectuarán mediante "consignación
judicial".
Esta norma debe ser complementada con el último párrafo del art. 23 del texto, tal
como dijimos al comentar el mismo.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Como ya hemos dicho, el Fisco queda facultado para exigir pagos a cuenta del
gravamen que en definitiva adeude el contribuyente, calculados sobre la base de
declaraciones juradas relativas a períodos fiscales no prescriptos, o bien basándose en
determinaciones de oficio firmes.
Al respecto, el Ente fiscal(67) ha sustentado el criterio que del propio texto legal se
desprendería que cuando se hace alusión a "la medida en que les ha correspondido
tributar gravamen en períodos anteriores", y también cuando establece que la suma a
requerir el pago a cuenta de tributo será "equivalente a tantas veces el tributo declarado
o determinado respecto a cualesquiera de los períodos no prescriptos, cuantos sean los
períodos por los cuales dejaron de presentar declaraciones", se estaría indicando —en
el caso, el Impuesto al Valor Agregado— a idéntico período fiscal anterior.
Concluye argumentando que cuando la ley se refiere a los períodos anteriores —con
base válida para requerir el pago a cuenta—, se da por supuesto que entre esos
períodos y el actual hay una presunta subsistencia de idéntica capacidad contributiva;
por lo que, deviene razonable entender que el período útil para apoyar la pretensión
fiscal debe ser también aquel que exteriorice esa equivalencia de capacidad
constructiva, o sea, el de igual mes del año anterior al que se pretende requerir.
Esto es así, en virtud de que tales ingresos participan al igual que el pago provisorio
en análisis, de la misma naturaleza jurídica, fundados en una misma presunción implícita
sobre la capacidad contributiva del sujeto obligado.
4. EMPLAZAMIENTO ADMINISTRATIVO
La intimación se hará por quince (15) días. Esta intimación es susceptible de ser
recurrida por la vía prevista en el art. 74 del dec. reglamentario 1397/1979.
A tenor de lo dispuesto por la norma sub examine, si dentro del plazo de quince días
los contribuyentes y/o responsables no regularizaran su situación, la Administración
Tributaria se encuentra legalmente facultada para "requerirles judicialmente el pago a
cuenta del tributo que en definitiva le corresponda abonar...".
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo se refiere a los planes de facilidades de pago que pueden ser dispuestos
por la Administración, cuya característica es la imposibilidad de contemplar reducciones
y/o extinción de intereses y/o sanciones.
Estos podrán ser instituidos por normas de carácter general, o bien por actos
particulares, en la medida en que los contribuyentes acrediten una situación económico-
financiera que imposibilite el pago oportuno de las obligaciones vencidas o a vencer.
La norma establece que el interés no podrá superar el previsto en el art. 37 del texto
procedimental, el cual prevé los intereses resarcitorios por mora.
Quiere decirse con ello que un crédito posterior a la presentación del concurso jamás
puede ser privilegiado. Ni siquiera resulta concursal.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
— PAGO —
El a quo rechazó el pago por consignación efectuado por la actora, con costas. Para
así decidir expresó que la AFIP ha dictado las RG 942/2000, 1345/2002, 1634/2004,
1778/2004 y 2292/2007 con el fin de facilitar el pago de los contribuyentes de sus
obligaciones impositivas y previsionales, estableciendo un régimen de presentación de
declaraciones juradas mediante transferencia electrónica y pago electrónico y ante la
imposibilidad de hacer uso del mismo recurrir a un procedimiento alternativo para el
pago de los impuestos.
El juez de primera instancia rechazó la demanda interpuesta por una empresa contra
la AFIP, a fin de que se declare la nulidad de las notas que había desestimado sus
solicitudes de compensación de impuestos internos con el crédito fiscal proveniente de
otros impuestos. Deducido recurso de apelación, la Cámara revocó la sentencia y
admitió la demanda.
Si los pagos han sido realizados por medios distintos de los previstos en la ley
25.345, pero después de un riguroso método de prueba se concluye que el
contribuyente realmente realizó las operaciones, no es posible negarle el derecho a
realizar las deducciones a las que se refieren los arts. 17 y 80 de la ley de Impuesto a
las Ganancias y a computar el crédito fiscal conforme lo autoriza el art. 12 de la Ley de
Impuesto al Valor Agregado, pues de lo contrario, no se respetaría el principio de
razonabilidad de la ley, en la medida en que no se gravarían las ganancias sino también
los gastos.
Para que el pago, en materia impositiva, surta efecto liberatorio, debe ser perfecto y
aceptado como tal, condiciones que no reúne la mera recepción de certificados de
reintegro de impuestos, cuya adulteración se comprobó luego, pues son instrumentos
sujetos a verificación que carecen de función cancelatoria inmediata.
La facultad que el art. 38 de la ley 11.683 (t.o. en 1978 y sus modificaciones) acuerda
a la Dirección General Impositiva consiste en la determinación e intimación del pago
provisorio de un impuesto vencido —que se lleva a cabo al margen del sistema que
consagran sus arts. 23, 24 y 25— con la finalidad de mantener la regularidad de la
recaudación de los tributos, es una excepción a la regla que consagran estos últimos
preceptos, en cuanto reconocen a los contribuyentes el derecho de impugnar las
determinaciones de oficio.
Causa: AFIP - DGI C. CATÁN, SILVIA INÉS S/EJECUCIÓN FISCAL - DGI - Juzg. Fed. de
Ejecuciones Fiscales Tributarias nro. 1, Buenos Aires, 5/10/2006
— PERCEPCIÓN EN LA FUENTE —
— ANTICIPOS—
Si bien la exigibilidad del ingreso a cuenta cesa como tal, luego de haber vencido el
término para presentar la declaración jurada y hacer efectivo el gravamen del período
fiscal al que aquél corresponde, continúan exigibles la actualización y los intereses
resarcitorios aplicados en los supuestos en los que, la declaración jurada del período
arroja saldo favorable al organismo fiscal.
Causa: GENERAL ELECTRIC ARGENTINA SA C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala IV,
17/10/2000
Los anticipos son pagos a cuenta de una obligación futura, de cuya naturaleza
participan, considerándoselos como obligaciones no autónomas desde el punto de vista
del derecho tributario sustantivo.
— COMPENSACIÓN —
En lo fáctico, es habitual que ante la omisión del pago la ejecución fiscal se inicia
únicamente contra el responsable sustituto desinteresándose el Fisco del contribuyente.
Aquí desaparece el contribuyente sustituido y la Administración no puede dirigirse en
ningún caso contra él. En este contexto, donde por el proceso de sustitución tributaria
el accionante ha asumido todas las obligaciones formales y materiales del sustituido,
ocupando el lugar del deudor principal a todos los efectos legales se genera una sola
relación tributaria entre el Fisco y el sustituto, condición que a los efectos de la materia
en trato permite concluir en la identidad de sujeto como lo requieren las normas
reglamentarias para la procedencia de la compensación.
— IMPUTACIÓN —
Causa: FISCO NACIONAL - DGI C. BANCO 1784 SA - CS, 14/5/2002
TÍTULO I
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Pese a su marcada amplitud, nada autoriza a una práctica arbitraria, sino que deberán
ejercitarse en el marco legal instituido por la Ley de Procedimiento Tributario, la Ley de
Procedimientos Administrativos, el Cód. Proc. Civ. y Com. o en su caso el Cód. Proc.
Penal y demás normativa sub legal, todo ello claro está, subordinado a las mandas
constitucionales.
2. EL DEBER DE COLABORACIÓN
También en la etapa de inspección, recae sobre los contribuyentes, responsables y
aún terceros, el deber general de colaboración para con el Organismo recaudador, cuyo
incumplimiento trae aparejado las sanciones previstas por el texto procedimental.
b) Sujetos que no están obligados a ello, lo cual comprende tanto a los sujetos
facultados a llevar contabilidad (contabilidad facultativa), que resulta ser cualquier otra
persona que solicitare su inscripción y habilitación de sus registros o lubricación de los
libros, como a aquellos sujetos que se encuentran eximidos de llevar contabilidad
(contabilidad eximida), esto es, las personas humanas que desarrollen profesiones
liberales, y personas humanas que desarrollen actividades agropecuarias y conexas no
ejecutadas u organizadas en forma de empresa.
Mediante dec. 658/2002(7) se agrega un último párrafo a dicho artículo del DRLPT,
facultándose al Órgano recaudador para establecer procedimientos para la confección,
transmisión y conservación de comprobantes, documentos, libros y registros por medios
electrónicos y/o magnéticos que aseguren razonablemente su autoría e inalterabilidad,
aun cuando los mismos requieran la firma de una persona.
Las referidas normas fueron dejadas sin efecto por la RG 3561/13(9),que estableció
de manera gradual la obligación de utilizar nuevos equipos, optimizando los métodos de
obtención de datos contenidos en los "Controladores Fiscales" y su transmisión —en
forma sistémica y periódica— a las bases informáticas del Organismo.
Al respecto, el tercer párrafo del art. 36 bis del texto ritual tributario establece que en
los mismos términos que el inicio del procedimiento, será notificada fehacientemente al
contribuyente o responsable, la finalización de la fiscalización.
Sin embargo, el término fue incorporado en la ley y en adelante seguro que nos
sorprenderemos con los distintos conceptos que el Fisco, entenderá abarcados en
"servicios de industrialización".
ART. 33 BIS — Los contribuyentes estarán obligados a constatar que las facturas
o documentos equivalentes que reciban por sus compras o locaciones, se
encuentren debidamente autorizados por la Administradora Federal de Ingresos
Públicos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La norma bajo examen establece una nueva carga pública en cabeza de los
contribuyentes, al instituir la obligatoriedad de constatar la debida autorización por
Administración Federal de Ingresos Públicos de las facturas o documentos equivalentes
recibidos por sus compras o locaciones.
Encuentra su correlato en el art. 8º, inc. i), del texto procedimental, por el cual se
establece la responsabilidad solidaria de quienes reciban dicha documental no
autorizada, cuando exista la obligatoriedad de constatar su adecuación al marco
normativo.
La ley dispone que en esos casos, respondan por los impuestos adeudados por el
emisor de la documental, emergentes de la respectiva operación y hasta el monto
generado por la misma, en la medida que no puedan acreditar la existencia y veracidad
del hecho imponible.
Las circunstancias descriptas nos llevan, más allá de su loable propósito, a cuestionar
severamente esta nueva carga pública, que rompe el principio de "interdicción de la
excesividad", proyectando su incumplimiento, consecuencias de inusitadas gravedad en
el campo tributario sustantivo.
Los talonarios de facturas tienen vencimiento, el que deberá constar al pie de factura,
al lado del CAI.
En su página web el organismo fiscal señala que este medio de facturación permite
la gestión, almacenamiento e intercambio de comprobantes por medios electrónicos o
digitales sin necesidad de su impresión, pudiéndose gestionar desde una
PC, tablet o smartphone con conexión a internet gracias a la aplicación de facturación
móvil.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Hemos visto que el art. 23 del texto vigente dispone que el pago de tributos, intereses
y multas se hará mediante depósito en las cuentas bancarias que el Órgano recaudador
habilite, o mediante cheque, giro o valor postal o bancario a la orden de la AFIP, lo
cual —en principio— excluye otra forma de pago, con la sola excepción de la
compensación prevista en los arts. 28 y 29. Las condiciones para el pago de los
impuestos en dinero en efectivo se encuentran previstas en el art. 36 del dec.
1397/1979.
Por su parte, el artículo bajo examen faculta al Poder Ejecutivo nacional para
establecer los medios de pago u otras formas de comprobación de las operaciones
realizadas por los contribuyentes y responsables, cuya utilización permitirá el cómputo
de deducciones y créditos fiscales, disponiendo en el primer párrafo, última parte, que
la no utilización de los aludidos medios obliga a los contribuyentes a acreditar la
veracidad de aquellas operaciones.
Resulta casi ocioso recordar —por sabido— que dichas disposiciones tienden a
posibilitar la instrumentación de medidas idóneas para comprobar la realización y
dimensión de actividades gravadas.
Prescribe en su art. 1º que no surtirán efecto entre las partes ni frente a terceros los
pagos totales o parciales de sumas de dinero superiores a pesos un mil ($1.000,00), o
su equivalente en moneda extranjera, que no fueran realizados mediante depósitos en
cuentas de entidades financieras, Giros o transferencias bancarias, cheques o cheques
cancelatorios, tarjeta de crédito, compra o débito, factura de crédito u otros
procedimientos que expresamente autorice el PEN, exceptuándose los pagos
efectuados a entidades financieras comprendidas en la ley 21.526 y sus modificaciones,
o aquellos que fueren realizados por ante un juez nacional o provincial en expedientes
que por ante ellos tramitan.
Por su parte, en su art. 2º la Ley Antievasión establece que los pagos que no sean
efectuados de acuerdo a sus disposiciones tampoco serán computables como
deducciones, créditos fiscales y demás efectos tributarios que correspondan al
contribuyente o responsable "...aun cuando éstos acreditaren la veracidad de las
operaciones...", aplicándose en el caso, el procedimiento establecido en el art. 14 de la
Ley de Procedimiento Tributario.
Evidentemente, con la finalidad de enervar esta doctrina judicial, el art. 212 de la ley
27.430 ha sustituido el tercer párrafo del art. 76 del texto ritual tributario estableciendo
actualmente que el recurso del inc. b) no será procedente respecto de las liquidaciones
de anticipos y otros pagos a cuenta, sus actualizaciones e intereses; las liquidaciones
de actualizaciones e intereses cuando simultáneamente no se discuta la procedencia
del gravamen; los actos que declaran la caducidad de planes de facilidades de pago y/o
las liquidaciones efectuadas como consecuencia de dicha caducidad; los actos que
declaran y disponen la exclusión del Régimen Simplificado para Pequeños
Contribuyentes; los actos mediante los cuales, se intima la devolución de reintegros
efectuados en concepto de Impuesto al Valor Agregado por operaciones de exportación;
las intimaciones cursadas de conformidad con lo previsto en el art. 14 de esta ley.
2. ATRIBUCIONES CONFERIDAS
2.1. Citaciones
Queda visto que ante respuestas verbales a los requerimientos practicados por el
fisco o bien cuando se examinen libros, papeles y demás documental, los funcionarios
deberán dejar constancia en actas de la existencia e individualización de los elementos
exhibidos y de las manifestaciones vertidas por los inspeccionados. Estas actas
(firmadas o no por el contribuyente o responsable) constituyen instrumentos públicos.
El art. 187 de la ley 27.430 ha modificado la parte final del párrafo, dejando
establecido que tales actas "harán plena fe mientras no se pruebe su falsedad", tema
que profundizaremos en el acápite respectivo.
2.5. Allanamiento
La CS(32) ha sostenido que aunque en rigor no resulte exigencia del art. 18 del texto
fundamental que la orden de allanamiento emane de los jueces, el principio es que sólo
ellos pueden autorizar esa medida, sin perjuicio de algunos supuestos en que se
reconoce a los funcionarios la posibilidad de obviar tal recaudo, como prevé el Cód.
Proc. Penal.
Esto es así en el marco de la ley 11.683 (t.o. en 1998 y sus modificatorias), en el cual
se intenta comprobar el grado de cumplimiento de las obligaciones fiscales por parte de
contribuyentes y responsables, pero no cabe transpolar la "noticia administrativa" al
campo delictual (notitia criminis) toda vez que al investigarse la presunta comisión de un
delito en los términos del Régimen Penal Tributario y Previsional —instituido por ley
27.430— se requiere el cumplimiento inexcusable de los principios garantistas del
proceso penal.
Por otra parte, la Cámara Federal de La Plata(35) sostiene que la percepción de los
tributos es cuestión esencial en la República y en ella están en la actualidad
comprometidos sus tres poderes, pero que no es necesario para conjugar propósito con
resultado en este campo que en el proceso penal pretorianamente se confieran a la DGI
atribuciones no otorgadas ni por el Poder Legislativo ni por el Ejecutivo de cuyo
resultado, la repartición estatal (querellante en esa causa), se convierta en instructor y
parte al mismo tiempo ni más ni menos que en un acto que configura una excepción
prevista a la garantía de la inviolabilidad del domicilio, pues con igual intensidad esos
tres poderes están comprometidos en la plena vigencia de los principios que emanan
del art. 18 de la CN y han sido reglamentados por la legislación pertinente; entre ellos,
la inviolabilidad del domicilio, el beneficio de la duda en favor del procesado, la carga de
la prueba a cargo del acusador, la imposibilidad de exigir al inculpado el elemento
probatorio que pueda ser usado en su contra; aplicación de la ley penal más benigna;
irretroactividad de la ley penal y la imposibilidad de su aplicación analógica o extensiva.
Por último, hacemos notar que si bien de la lectura de la norma parece desprenderse
la obligatoriedad del juez para expedir la orden de allanamiento en forma mecánica, o
sea, sin justificativos fundantes, dentro del plazo perentorio fijado, lo cual sería
inconstitucional, al párrafo analizado le son aplicables las disposiciones contenidas en
el Cód. Proc. Penal y por ende, el Juez, antes de emitir la resolución solicitada por el
ente fiscal, debe analizar si se presentan los requisitos exigidos en la ley 11.683 y en la
ley ritual penal, así como la razonabilidad y necesidad del allanamiento, pues su
providencia debe ser fundada(36).
2.5.1. Consentimiento
La Corte Suprema(37) sostiene que la ausencia de objeciones por parte del interesado
respecto de la inspección domiciliaria, no resulta por sí sola equivalente al
consentimiento de aquél, en la medida en que tal actitud debe hallarse expresada de
manera que no queden dudas en cuanto a la plena libertad del individuo al formular la
autorización y debe desecharse la legitimidad de la requisa y, por ende, del secuestro
que es su resultado, si las circunstancias del caso llevan a la conclusión de que en el
procedimiento efectuado faltó el consentimiento del procesado y hace aplicable la regla
que excluye cualquier medio probatorio obtenido por vías ilegítimas, porque de lo
contrario se desconocería el derecho al debido proceso que tiene todo habitante de
acuerdo con las garantías otorgadas por nuestra Constitución Nacional.
Cabe agregar aquí que la suscripción del acta por el inspeccionado no demuestra su
aquiescencia al ingreso de los inspectores al interior del local y a la entrega de la
documentación secuestrada, más aún si se realizó el procedimiento con la participación
de la fuerza pública, lo que supone un contorno en el cual la mencionada aquiescencia
de la persona no equivale a una expresión auténtica de consentimiento(38).
Al respecto, cabe señalar que el allanamiento sin orden judicial ha sido validado por
la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal(39),
cuando hubo de parte del contribuyente consentimiento para la actuación inspectora y
además, entregara voluntariamente a los fiscalizadores documentación sin ejercer su
derecho a exigir orden judicial para el allanamiento impidiendo la entrada al domicilio.
En caso de mediar negativa a firmar por parte de alguna persona, se deberá dejar
debida constancia de tal circunstancia y de las razones invocadas.
En fecha más reciente, al resolver la causa ""Grupo Dactes SA"(48) dicho tribunal
mantuvo su criterio sobre la inconstitucionalidad de la clausura preventiva porque
configura una medida sumamente aflictiva que es implementada en forma unilateral y
sin revisión judicial, en violación a la garantía del debido proceso.
Ésta singular figura ha sido introducida por la enmienda practicada por ley 26.044. En
el mensaje de elevación se afirmaba que la ley 11.683, t.o. 1998 y sus modificaciones,
en cuanto a las facultades de verificación y fiscalización "...no contempla en forma
explícita —dentro de las mismas— la facultad de ejercer la fiscalización a través de la
simulación de compras de bienes y servicios...".
Así, Cáceres(49) afirma que si bien la justicia tendrá la última palabra, se continúa con
el permanente intento de superar las deficiencias administrativas del accionar del fisco,
mediante nuevos instrumentos represivos, de tipo experimental, con el consiguiente
desgaste jurisdiccional para el fisco y los contribuyentes y dirigido a la persecución, en
su mayoría, de pequeños contribuyentes.
Por tanto, en mérito al mandato legal expreso, el juez administrativo podría librar la
orden de intervención pertinente solamente cuando existan en AFIP los referidos
"antecedentes fiscales".
El carácter "fiscal" está dado por lo atinente a la materia tributaria, toda vez que utiliza
el legislador una clara pero errónea sinonimia, por cuanto es sabido que el término
"fiscal" tiene un alcance más amplio que el "tributario".
Estos antecedentes no deben confundirse con los antecedentes penales, que son
aquellos relativos a las sanciones penales, es decir, registros sobre infracciones o
delitos cometidos por las personas y, en su caso, si han sido sancionados por dicha
causa.
Este último aspecto es el que contempla el art. 49 de la Ley de Rito Fiscal, relativo a
la eximición y reducción de sanciones.
En la citada causa "Pippo SACI", el decisorio agrega que esa fundamentación, como
surge del propio texto, tendrá que ser en forma imperativa y no facultativa. En el caso
en análisis, se basó en una denuncia telefónica y en otra anónima y esto no reviste
autoridad suficiente dado que no pueden ser considerados antecedentes, afirmando que
la denuncia debe tener dos requisitos: la relación circunstanciada del hecho y la
identificación del denunciante.
Agrega luego el juzgador que "...si quien actúa como agente fiscal encubierto no exige
al contribuyente la entrega de factura, ello no implica que hubiere inducido a éste a no
emitir el comprobante correspondiente".
Adviértase la similitud que guarda esta figura con la del "agente encubierto", esto es,
un integrante de fuerzas de seguridad que se infiltra en organizaciones criminales,
ocultando lógicamente su verdadera identidad, a efectos de recabar información.
Hacemos notar que del propio texto legal se desprende su carácter subsidiario, toda
vez que admite la intervención del agente encubierto sólo "...si las finalidades de la
investigación no pudieran ser logradas de otro modo...".
Por lo demás, su intervención requiere la autorización del juez de instrucción
interviniente, en el marco de un procedimiento penal en curso.
Nuestro más Alto Tribunal(59),en relación con la actuación del agente encubierto, tiene
dicho que se configura una verdadera intrusión a la intimidad cuando se excedan
aquellos "...límites de lo que el titular de ese derecho de exclusión admitía que fuera
conocido por el extraño...", señalando luego que "...la conformidad con el orden jurídico
del empleo de agentes encubiertos requiere que el comportamiento de ese agente se
mantenga dentro de los principios del Estado de Derecho, lo que no sucede cuando el
agente encubierto se involucra de tal manera que hubiese creado o instigado la ofensa
criminal en la cabeza del delincuente".
El inc. h) del art. 35 ha sido incorporado por art. 189 de la ley 27.430 de reforma
tributaria.
En tal sentido, la ley dispone que el reclamo deba ser resuelto en el plazo de cinco
días y que la decisión que se adopte revestirá el carácter de definitiva pudiendo sólo
impugnarse por la vía prevista en el art. 23 de la Ley Nacional de Procedimientos
Administrativos 19.549, es decir, la impugnación judicial de actos administrativos de
alcance particular.
En cuanto a los efectos del reclamo, la ley le otorga expresamente y con carácter
general, un efecto devolutivo, ello esencialmente basado en la presunción de legitimidad
y ejecutoriedad del acto administrativo establecida por el art. 12 de la ley 19.549, lo cual
impide que dicha reclamación suspenda su ejecución y efectos, con las excepciones
que la citada norma contempla.
3.1. Requerimientos
Hemos visto que en su inc. a), el artículo bajo análisis faculta al fisco a practicar
requerimientos a contribuyentes, responsables y terceros, asignándose para su
cumplimiento un plazo que se fijará "prudencialmente".
En primer lugar, afirmamos que al no existir plazo fijado por la Ley de Rito Fiscal,
resulta de aplicación supletoria la ley 19.549,art. 1ºinc. e) punto 4), en cuanto establece
que ante la inexistencia de plazo especial para la realización de trámites, notificaciones
y citaciones, cumplimiento de intimaciones y emplazamientos y contestación de
traslados, vistas e informes "...aquél será de diez (10) días".
3.1.2. Irrecurribilidad
Otra cuestión que cabe plantear es la relativa a que no todos los actos administrativos
que pronuncia la Administración en el ejercicio de las facultades legalmente conferidas,
son objeto de recurso administrativo, regulándose fundamentalmente en el DRLPA(62).
Según estos preceptos, las medidas preparatorias de decisiones administrativas,
inclusive informes y dictámenes, aun cuando sean de requerimiento obligatorio y efecto
vinculante para la Administración, no son recurribles.
Resulta claro e inopinable que los actos de fiscalización son actos preparatorios,
propios de un procedimiento administrativo especial no contradictorio, tal como hemos
caracterizado a la etapa de inspección tributaria.
Este criterio ha sido publicitado por el Órgano recaudador(64) afirmando que los
requerimientos emanados de funcionarios debidamente autorizados de la
administración tributaria que exigen el cumplimiento de deberes formales en el curso de
verificaciones e inspecciones, constituyen medidas preparatorias de decisiones
administrativas que no son susceptibles de recursos.
3.2. Actas
Según el inc. a) del art. 296 hacen plena fe en cuanto a las cláusulas esenciales, es
decir, que se ha realizado el acto, la fecha, el lugar y los hechos que el oficial público
enuncia como cumplidos por él o ante él hasta que sea declarado falso en juicio civil o
criminal.
Agrega la Corte en dicho decisorio que ello es así, en tanto el acto administrativo
sancionatorio ha sido dictado de conformidad con las previsiones del art. 44 bis
(actual art. 41) de la ley 11.683 (introducido por ley 23.314) referentes al valor y alcance
del acta de comprobación, con fundamentos suficientes para disponer la sanción.
Las actas de notificación son aquellos instrumentos a través de los cuales se pone
en conocimiento del contribuyente o responsable diversos hechos, actos o situaciones
de su interés.
En relación con la validez probatoria, cabe reiterar su carácter de instrumento público,
que proviene en el caso de la expresa voluntad de la ley(69).
Si mediare negativa de firma por parte del contribuyente, resultan aplicables las
disposiciones del art. 100 inc. b) del texto procedimental tributario.
Hemos dicho(70) los papeles de trabajo son aquellos apuntes o anotaciones que
realizan los verificadores en el desarrollo de la actuación inspectora, teniendo a la vista
facturas de compras y ventas, libros, registros, archivos, etc.
4. FISCALIZACIÓN ELECTRÓNICA
Es que somos parte de una sociedad de la información que cuenta con una increíble
capacidad tecnológica para acumularla, analizarla y difundirla con impensada rapidez,
lo cual tiene su invariable reflejo en la nuevas formas de trabajo, interacción y
comunicación social entre los distintos sectores.
A la par, surge la imperiosa necesidad de adecuar los clásicos cánones del derecho
administrativo en general y en especial, el procedimiento tributario, toda vez que se
requiere el bastimento de nuevas categorías dogmáticas, reformulación de muchas ya
existentes y la pertinente regulación legal.
Permítasenos señalar en este punto, que todo ello constituye un decidido apoyo a
dos aéreas esenciales, neurálgicas de la Administración, tales como son la cobranza
coactiva y el área de fiscalización.
Esto implica una significativa apertura hacia un eventual control de los ciudadanos
contribuyentes sobre los datos tributarios en las bases del Fisco.
Ahora bien, la informatización del soporte de la relación fisco-contribuyente, no
solamente ha producido una especie de "despersonalización" en la comunicación entre
los sujetos activos y pasivos de dicha relación, sino un cambio de paradigma en
cuestiones operativas y en el derecho procedimental aplicable.
Sin embargo, el Tribunal cimero(72) en ha dejado en claro que "...si bien la protección
constitucional de que se trata se dirige a que el particular interesado tenga la posibilidad
de controlar la veracidad de la información y el uso que de ella se haga (Fallos: 321:2767
y 322:2139, sendos votos del Mtro. Fayt), no debe perderse de vista que el alcance de
dicha garantía encuentra su límite en ciertas circunstancias específicas que no pueden
ser soslayadas, tales como el carácter de las funciones que desarrolla el organismo
fiscal —ya que no se trata de meros datos o registros obtenidos fuera de un
procedimiento legal sino que, tras rigurosos y complejos análisis técnicos, sustentan las
conclusiones acerca del cumplimiento de las obligaciones tributarias— y la imposibilidad
de que el contribuyente desconozca el fin con el que se recolectan y procesan los datos".
Ahora bien, deja en claro que el art. 17, inc. 2º, de la ley 25.326 establece que la
información sobre datos personales puede ser denegada por los responsables o
usuarios de bancos públicos "cuando de tal modo se pudieran obstaculizar actuaciones
judiciales o administrativas en curso vinculadas a la investigación sobre el cumplimiento
de obligaciones tributarias o previsionales. La resolución que así lo disponga debe ser
fundada y notificada al afectado".
Es de hacer notar que el plazo de diez días hábiles administrativos, coincide con el
estipulado por la Ley de Procedimientos Administrativos 19.549 para el caso en que no
se encontrare previsto plazo especial.
En esa fase procedimental podrá adjuntar por la misma vía y en formato "pdf", la
prueba documental que considere pertinente, en tanto no se encuentre en poder de la
Administración tributaria(75).
Obsérvese que la norma habla de un término de prorroga "similar", esto es, parecido
o semejante, pero va de suyo que no implica un término igual.
Es del caso recordar que las vías de hecho tienen su origen en el derecho
administrativo francés, el cual distingue desde antaño diversas modalidades de las
mismas, tales como son el uso de un derecho del cual la administración carece (manque
de droit) o que su actuación no se encuentre enmarcada en el procedimiento establecido
por las normas que le otorgan tales facultades (manque de procedure).
Por lo demás, remitimos a lo expuesto en párrafos anteriores sobre el inc. h) del art.
en comento.
Por su parte, en fecha reciente y en relación con la baja de oficio dictada en los
términos de la RG 3358/2012, la Cámara Contencioso Administrativo(79) ha dejado
sentado que cabe colegir que si bien no se desconocen las facultades de la AFIP
tendientes a determinar la veracidad de las relaciones económicas mantenidas por los
contribuyentes o demás responsables que sean de interés a los fines de la aplicación
correcta y puntual de los tributos a su cargo (tal como sostuvo la CS en el fallo dictado
en la causa. "FM Comercial SA, del 14/6/2001), no lo es menos que en el caso particular
de la actora, la cancelación de la CUlT de la manera en que fue efectuada genera a la
misma un perjuicio enorme en el giro comercial de sus negocios, pues sin la CUIT
prácticamente, dejaría de funcionar como empresa.
Partiendo de tales premisas, ha concluido ese Tribunal que "...si la finalidad del
dictado de la RG 3358/2012 ha sido evitar la creación de sociedades fantasmas con las
graves consecuencias que tales prácticas poseen sobre la recaudación fiscal, la
decisión de la demandada de cancelar la CUlT a la empresa actora que, en función de
la prueba aportada, reunirla los requisitos propios de una sociedad constituida
legalmente, aparece como desproporcionada respecto del objetivo tenido en mira por la
norma legal, citada, y ello en el caso concreto determina la arbitrariedad e ilegalidad de
aquella decisión adoptada por la demandada toda vez que se trata de una restricción
muy intensa de derechos amparados por la Constitución Nacional, como ser los
consagrados en los arts. 14, 17 y 28 de la Carta Magna".
La citada resolución general estipula que las sanciones y demás medidas enunciadas
precedentemente podrán aplicarse en forma conjunta o indistinta.
Ahora bien, tal como hemos ya preanunciado, no existe normativa legal regulatoria
del procedimiento tributario electrónico, por lo cual cabe postular enfáticamente la
inexcusable sanción del régimen regulatorio.
No resulta ocioso recordar que la actuación de la Administración tributaria no es
discrecional, sino reglada. La ley no solamente actúa como límite de dicho accionar,
sino que determina expresamente en que habrá de consistir el mismo.
El confronte del derecho comparado nos muestra que en Colombia la ley 1437 de
2011 ha instituido un nuevo Código Contencioso Administrativo, el cual en su Capítulo
IV, Título I Parte Primera, implementa el uso de medios electrónicos como medio para
llevar a cabo la actividad administrativa.
"En virtud del principio del debido proceso, las actuaciones administrativas se
adelantarán de conformidad con las normas de procedimiento y competencia
establecidas en la Constitución y la ley, con plena garantía de los derechos de
representación, defensa y contradicción.
Permítasenos entresacar aquí, el principio de legalidad que entre otros varios inspira
al Gobierno Electrónico, siendo proclamado por la referida Carta Iberoamericana de
Gobierno Electrónico, al señalar que:
La Ley de Reforma Tributaria 27.430 introdujo en el texto ritual tributario el h) del art.
35, facultando a la Administración Federal de Ingresos Públicos para disponer medidas
preventivas tendientes a evitar la consumación de maniobras de evasión tributaria, entre
otras, sobre la condición de inscriptos de los contribuyentes, tema que analizamos en el
acápite correspondiente, a cuya lectura remitimos, remitiendo a lo dicho
precedentemente.
Este documento revela la conducta, principios y normas que deben respetar aquellos
que pertenecen a la AFIP.
VISTO el dec. 618 del 10 de julio de 1997 y la disposición 440 (AFIP) del 31 de agosto
de 2001, y
CONSIDERANDO:
Que los referidos documentos tienen por finalidad estimular y colaborar con los
distintos países miembros en el desarrollo de planes de integridad, de los cuales los
códigos de este tipo constituyen parte necesaria, aunque no suficiente.
Que en ejercicio de las atribuciones que le confiere el art. 6º del dec. 618 del 10 de
julio de 1997, el suscripto se encuentra facultado para dictar la presente medida.
Por ello,
OBJETIVOS
b) Aportar una guía fundamental para que el personal del Organismo desarrolle sus
tareas con la máxima transparencia.
c) Orientar la educación ética con el fin de prevenir las conductas disfuncionales que
pudieran facilitar la realización de actos de corrupción.
ALCANCE
Las normas que regulan los aspectos disciplinarios relativos a la conducta del
personal de esta Administración deberán interpretarse y aplicarse en concordancia con
los valores, principios y pautas contenidos en el presente.
PRINCIPIOS GENERALES
I. Compromiso Personal
b) hacer valer su influencia ante otro funcionario público, a fin de que éste haga o deje
de hacer tareas relativas a sus funciones.
Se presume especialmente que los beneficios a que se refiere el presente título son
impropios en los casos en que tales atenciones presuntamente no hubieran tenido lugar
si el agente no desempeñara un cargo o función específico y/o cuando provinieran de
una persona o entidad que:
e) tenga intereses que pudieran verse afectados por la decisión, retardo u omisión de
la AFIP.
V. Regalos y hospitalidad.
a) Los regalos o beneficios de valor exiguo que pudieran ser considerados como una
atención especial en un marco de relaciones institucionales y no como un medio
tendiente a afectar la voluntad del funcionario.
b) Los obsequios, beneficios, o reconocimientos recibidos de gobiernos, organismos
internacionales o entidades sin fines de lucro a cuya aceptación obliguen razones
culturales y/o protocolares. Aún en tales casos, si el presente tuviera entidad económica
relevante no deberá considerarse propiedad personal sino que deberá ser puesto a
disposición de la AFIP.
d) La hospitalidad asociada con las exigencias laborales como, por ejemplo, comidas
de trabajo o funciones legítimas de representación.
Los agentes no podrán utilizar los bienes y recursos puestos a su disposición con
vistas a satisfacer intereses personales.
b) Instalaciones.
c) Vehículos y maquinaria.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Resulta obligatorio para los sujetos que utilicen sistemas de computación de datos,
mantener en condiciones de operatividad por el término de dos años luego de operado
el cierre del período fiscal en que fueron utilizados, los soportes magnéticos empleados
en aplicaciones con datos relativos a la materia imponible.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El art. 190 de la ley 27.430 de reforma tributaria ha incorporado los tres primeros
párrafos referidos a la Orden de Intervención, otorgándole así rango legal, en cuanto
con anterioridad la misma se encontraba reglada por Instrucción General 907/2011 de
la Dirección de Programas y Normas de Fiscalización (DI PYNF), instrucción de validez
intramuros, que no constituye fuente del derecho.
Luego, la ley de reforma mantiene sin modificación alguna y como cuarto párrafo, el
texto anterior de la ley que refiere a la denominada "pre-vista" y el ajuste conformado.
2. LA ORDEN DE INTERVENCIÓN
La ley dispone en el primer párrafo del artículo en comento, que a efectos de verificar
y fiscalizar la situación fiscal de los contribuyentes y responsables, la AFIP librará orden
de intervención.
El artículo bajo análisis, luego de establecer que orden será suscripta por el
funcionario competente y de manera previa al inicio del procedimiento, señala que será
notificada en forma fehaciente al contribuyente o responsable sujeto a fiscalización.
Hacemos notar que la notificación conlleva un conocimiento pleno del acto por parte
del notificado, por lo cual reviste el carácter de requisito fundamental para un eficaz
ejercicio del derecho constitucional de defensa en juicio, por lo que su comunicación ha
de ser fehaciente tal como lo requiera la norma legal.
Asimismo, la norma legal dispone que toda ampliación de los términos de la orden de
intervención deba reunir los requisitos previstos por el artículo que comentamos.
Ello por cuanto de conformidad al primer párrafo del art. 49 de la ley ritual tributaria,
cuando un contribuyente o responsable que no fuere reincidente en infracciones
materiales regularizare su situación antes de que se le notifique una orden de
intervención mediante la presentación de la declaración jurada original omitida o de su
rectificativa, quedará exento de responsabilidad infraccional.
A través de este último párrafo se deja asentado que los contribuyentes pueden
conformar los cargos realizados por la inspección actuante, o los créditos que surjan, en
cuyo caso ello podrá plasmarse en una declaración jurada rectificativa.
No obstante, se dispone en su parte final que dicha actuación no resiente las
facultades determinativas del Fisco.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo ha sido incorporado por art. 191 de la ley 27.430 y dispone la
inaplicabilidad de las normas relativas a la Orden de Intervención a diversos supuestos,
que enumera expresamente.
— MEDIOS DE PAGO —
El TFN rechazó el amparo por mora incoado a fin de que la AFIP se expidiese sobre
el pedido de activación de la CUIT del recurrente.
Ante una denuncia anónima, el fisco procedió a fiscalizar a un abogado, que además
era cobrador fiscal y apoderado de entidades bancarias para realizar cobranzas
judiciales y extrajudiciales, dictando, en consecuencia, las resoluciones determinativas
del impuesto a las ganancias, impuesto de emergencia a las altas rentas, bienes
personales y al valor agregado. El Tribunal Fiscal confirmó los ajustes fiscales. El
contribuyente apeló, alegando la vulneración del régimen de bloqueo fiscal. La Cámara
admitió parcialmente el recurso deducido.
Causa: MIGUEL, PASCUZZI E HIJOS SA (TF 22313-1) - CNFed. Cont. Adm., sala III,
30/9/2010
2. Cabe rechazar el planteo de nulidad del acto por el cual la Dirección Gral.
Impositiva intimó el ingreso de saldos de declaraciones juradas del Impuesto al Valor
Agregado por aplicación de las disposiciones de la ley 25.345,sustentada en la
inaplicabilidad de dicha norma por falta de derogación del art. 34 de la ley 11.683, pues
la sanción de aquélla no implica necesariamente la derogación del citado art. 34, ya que
el mismo está concebido en términos más amplios que la referida ley en cuanto a los
requisitos que pudieran exigirse a los contribuyentes y responsables, y no se agota en
la utilización de determinados medios o procedimientos de pago sino que se refiere a
otras formas de comprobación de las operaciones.
4. Debe rechazarse el planteo de nulidad del acto por el cual la Dirección Gral.
Impositiva intimó el ingreso de saldos de declaraciones juradas del Impuesto al Valor
Agregado por aplicación de las disposiciones de la ley 25.345,con sustento en la
inexistencia de una determinación de oficio, toda vez que el Fisco se ciñó a la aplicación
de las disposiciones de la referida ley que en forma expresa prevé la inaplicabilidad de
aquél procedimiento.
5. Sin perjuicio del valladar impuesto por el art. 185 de la ley 11.683 al Tribunal Fiscal
de la Nación para que se pronuncie sobre la inconstitucionalidad de las leyes, cabe
manifestar las objeciones constitucionales que merece la ley 25.345, en tanto su art. 2º
crea una presunción absoluta que impide a quien no utiliza los medios de pago
establecidos en su art. 1º acreditar la veracidad de las operaciones, lo cual implica un
cercenamiento al derecho de defensa, pudiendo llegar a desconocerse el principio de
capacidad contributiva, pues esa imposibilidad puede implicar un incremento de la tasa
efectiva del impuesto al no admitirse la deducibilidad de un gasto o la utilización de un
crédito, maguer la veracidad de las operaciones.
Es nulo el acto por el cual la Dirección Gral. Impositiva intimó el ingreso de saldos de
declaraciones juradas del Impuesto al Valor Agregado por aplicación de las
disposiciones de la ley 25.345, ya que al no permitirle al contribuyente acreditar la
autenticidad de sus operaciones vulneró la garantía del debido proceso y cercenó el
derecho a ofrecer y producir prueba, resultando claro que no puede admitirse que la
pretensión fiscal sobre la que no se pudo ofrecer probanza en sede administrativa
constituya enjuiciamiento definitivo en el proceso (del voto en disidencia parcial del Dr.
Celdeiro).
Acertadamente señala Jarach que todos los administrados tienen un deber general
de colaborar con la Administración, de modo tal que ésta pueda cumplir con las
funciones de interés público que le han sido encomendadas. Dicho deber, plasmado en
las obligaciones de naturaleza formal impuesto a los particulares, tiene como
contrapartida las correlativas facultades del ente administrativo para exigir su
cumplimiento (Jarach, Dino, Curso de Derecho Tributario, Ediciones Cima, 1980, p.
310).
Facultades discrecionales. El art. 35 de la ley de procedimiento tributario 11.683 (t.o.
dec. 821/1998) consagra la existencia de amplios poderes de verificación en cabeza del
Fisco. Haciendo uso de tales poderes, el ente de fiscalización podrá verificar el
cumplimiento de los deberes impositivos de contribuyentes, responsables y terceros
ajenos a la relación jurídico-tributaria.
Cabe destacar que estas facultades inquisitivas que posee el organismo fiscal
posibilitan su accionar discrecional. Pero va de suyo que la inquisición fiscal debe ser
limitada y razonable, manteniendo un adecuado equilibrio entre los objetivos y derechos
del Fisco (actividad recaudatoria eficaz y certera) y de los responsables (resguardo
jurídico con sustento en garantías constitucionales frente a pretensiones fiscales
arbitrarias o desmesuradas). Coincidiendo con Grabower la misión de la autoridad
administrativa consiste en mantener la legalidad y la igualdad, es decir, que el
Organismo tributario administre los gravámenes conforme a los límites que marca la ley.
La tarea de verificación fiscal está hoy en día enfocada a atacar las raíces del fraude
fiscal, actuando como una nueva estrategia, lo que no admite crítica, a condición de que
la misma responda a un molde dentro del derecho. Dicha actividad llamada antievasión,
adquiere dimensión jurídica si en su proceder respeta los límites garantistas del
administrado, y no se basa tan sólo en indicios subjetivos del funcionario de turno. Así,
podrá existir un control de obligaciones instrumentales, control de obligaciones
sustanciales y demás, en tanto y en cuanto se acomoden al principio de legalidad. Si
esto último no se cumple, la vigencia de la seguridad jurídica en el accionar bajo examen
seguirá conmoviendo las propias bases de la vida en sociedad. De ahí la importancia
que adquiere en el tema el respeto hacia los derechos fundamentales por parte de la
inspección tributaria en el ejercicio de sus atribuciones.
Si bien el art. 118 de la ley 11.683 contiene una presunción a favor del contribuyente
sobre la exactitud y corrección de las declaraciones juradas presentadas por los años
no prescriptos, aquélla se mantiene hasta tanto la DGI proceda a impugnar la
correspondiente al último ejercicio anual y efectúe la determinación de oficio prevista en
los arts. 17 y ss. De ese texto legal, aunque también se encuentra previsto, en
consonancia con las facultades otorgadas al organismo fiscal por los arts. 35 y 36 de
la ley 11.683, que se puedan auditar períodos anteriores a fin de comprobar hechos o
situaciones con posible proyección o incidencia sobre los resultados del período
fiscalizado.
Causa: DGI C. CARLOS KAHAN Y OTRO S/ALLANAMIENTO - CNFed. Cont. Adm., sala II,
12/6/1992 - leading case
Que por mayoría, el tribunal anterior en grado anuló las órdenes de allanamiento y
todo lo actuado en su consecuencia, sobre la base de que aquéllas carecían de
legitimidad, al haberse dispuesto el secuestro de libros y documentación de comercio
en violación de lo dispuesto por el art. 41 de la ley 11.683 y art. 60 del Cód. Com. Al
respecto manifestó que la validez del secuestro quedaba supeditada a la existencia de
motivos debidamente invocados por el funcionario requirente "como para presumir que
dicha documentación pueda desaparecer o ser ocultada por el contribuyente, o que
directamente se está en presencia de una contravención o delito que por su naturaleza
y circunstancias ameriten su secuestro.
El funcionario de la DGI que solicitó el allanamiento expuso las fundadas razones que
justificaban la petición y que el juez la proveyó "como se solicita", por lo que el fallo
apelado —que declara la nulidad del allanamiento y el sobreseimiento definitivo de los
procesados—, al omitir todo comentario sobre aquella motivación, incurre en un
excesivo rigor ritual manifiesto que desnaturaliza el proceso al impedir el descubrimiento
de la verdad real.
Surge de autos y de los antecedentes administrativos que corren por cuerda que no
existe Orden de Intervención alguna.
TÍTULO I
1. CONSIDERACIONES GENERALES(1)
La sala A del TFN(4) ha resuelto, con respecto a los intereses resarcitorios, que los
mismos constituyen una indemnización debida al Fisco como resarcimiento por la mora
en que ha incurrido el contribuyente o responsable en la cancelación de sus obligaciones
tributarias. Para la constitución en mora es menester que se verifique la coexistencia de
los elementos formal y subjetivo, quedando en cabeza del contribuyente o responsable
la carga de la demostración de la inimputabilidad. El elemento formal está configurado
por el mero acaecimiento del plazo (mora automática), en tanto que el elemento
subjetivo se refiere a la imputabilidad del deudor.
Por fin y por último, creemos que no resulta ocioso destacar que las multas no
generan intereses resarcitorios al no estar, específicamente, mencionadas en el texto
del artículo analizado.
Es, a nuestro humilde criterio, una correcta decisión legislativa, ya que las multas
previstas en la ley 11.683 son de naturaleza penal. Este criterio ha sido el adoptado por
nutrida jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
- Los intereses resarcitorios se devengarán sin interpelación alguna, por la falta total
o parcial de pago de gravámenes, retenciones, percepciones, anticipos y demás
pagos a cuenta.
Hasta el 31 de diciembre de 2010 rigió lo dispuesto por las resoluciones del Ministerio
de Economía y Producción 314/2004 (BO 4/5/2004), y su posterior modificatoria
492/2006 (BO 30/6/2006), con vigencia a partir del 1º de julio de 2006, que estableció la
tasa de los intereses resarcitorios en el (dos) 2% por ciento mensual y en el TRES por
ciento (3,00%) mensual la de los intereses punitorios(8)(6).
A modo de colofón recordamos que la ley 11.683 establece dos clases de intereses
perfectamente diferenciados y que no se superponen. Ellos son, por un lado, los
intereses resarcitorios que se devengan ante la falta total de pago de los gravámenes,
desde su respectivo vencimiento y hasta el momento de la interposición de la demanda
de ejecución fiscal (art. 37 t.o. 1998) y, por otro, los intereses punitorios que corren de
allí en adelante, vale decir, a partir de la fecha de la interposición de la demanda (art.
52 t.o. 1998)"(13).
El dec. 1570/2001 creó "el corralito", palabra que intentó definir la situación de todo
ciudadano al cual le limitaban las extracciones en efectivo de sus propios depósitos en
las respectivas entidades bancarias.
Tanto los Consejos Profesionales como la Federación Argentina de Consejos
Profesionales en Ciencias Económicas trataron de solucionar los conflictos que ese
decreto ocasionó a la casi totalidad de los contribuyentes.
2. ANATOCISMO
Nuestro ordenamiento Civil en su art. 623 sostiene que "no se deben intereses de los
intereses, sino por convención expresa que autorice su acumulación al capital con la
periodicidad que acuerden las partes; o cuando liquidada la deuda judicialmente con los
intereses, el juez mandase pagar la suma que resultare y el deudor fuese moroso en
hacerlo...".
La instrucción general 25/1996 restableció el criterio sostenido por este viejo dictamen
basándose en jurisprudencia del Alto Tribunal que no tenía nada que ver con la materia
tributaria, como eran los autos "López, Salvador"(18). Consecuentemente, la norma del
Fisco concluía en que las áreas competentes deberían considerar que los intereses
impagos se transformarían en capital y, por ende, serían susceptibles de generar nuevos
intereses resarcitorios.
La jurisprudencia de la CS(19) expresó al respecto del anatocismo, vedado por el art.
623 del Cód. Civil, que dicha prohibición no es absoluta y se limita a la simultaneidad
del curso de intereses sobre dos sumas de dinero representativas del capital y del
interés de éste. De modo que cuando no existe deuda alguna de capital, por haber sido
éste totalmente saldado, la prohibición no tiene sentido ni razón de ser, porque no
subsisten las dos deudas, no hay acumulación de sumas productivas de interés, ni
simultaneidad de cursos de intereses, correspondientes a dos cantidades de distinto
origen (capital e interés).
En suma si los intereses primitivos ya dejaron de cursar porque el capital del que
provenían fue cancelado, nada impide que ese valor, así congelado, produzca intereses,
porque se ha convertido en un capital ya desprendido e independizado de su fuente, se
ha transformado en una deuda de dinero autónoma que puede generar intereses
moratorios.
En síntesis, el agregado del quinto párrafo, introducido por la ley 25.239, legitimó una
de las viejas aspiraciones del Fisco, ahora el instituto del anatocismo es legal.
Sin embargo, la CS el 17/2/2005, puso freno jurídico en autos "Valot, Eduardo Alfredo
c. AFIP-DGI" a las apetencias fiscales ya que con el voto unánime de sus nueve
miembros resolvió la inaplicabilidad —previa a su incorporación legislativa mediante
la ley 25.239—, de intereses resarcitorios sobre la deuda de intereses del mismo tipo
(anatocismo) originada en el pago fuera de término de impuestos y anticipos(21).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El elemento objetivo es aquel que contiene a la acción típica, verificada por los
hechos —comisión u omisión—, al autor (sujeto activo) y a los medios.
Reafirmamos que los ilícitos tributarios son ilícitos propios del derecho penal, y ello
es así porque investigada cual es la consecuencia de la conducta antijurídica realizada,
si a ésta le corresponde un reproche penal, la conducta, obviamente, será penal.
Las penas aplicables en esta materia podrán herir al delincuente —al igual que el
derecho penal común— tanto en su patrimonio como en su persona, así tendremos
penas de reclusión, de prisión y también penas pecuniarias en forma de multas. Hemos
de destacar que con el dictado de la sentencia de la causa "Lapiduz Enrique"(23), la CS
puso punto final a las dudas emergentes sobre la naturaleza de la pena de clausura. A
partir de ese resolutorio no existen reparos para poder afirmar que la pena de
clausura, aplicable en materia de ilícitos tributarios, es una medida de índole
estrictamente penal.
La esfera sancionatoria es aquella que debe respetar a ultranza todos y cada uno de
los principios constitucionales y constitucionalizados. No cabe concebir la aplicación de
una sanción si en el proceso se ha permitido algún desvío, o se han mancillado los
derechos del sancionado. Siguiendo a Eusebio González García(25), cabe distinguir entre
los "principios constitucionales tributarios" y los "principios tributarios
constitucionalizados".
Los principios tributarios constitucionalizados son aquellos que han ido logrando su
constitucionalización a través del reconocimiento que realiza la jurisprudencia tributaria,
en todo lo que se refiere a garantizar la intención de recaudación por parte del fisco, lo
cual es conocido jurídicamente como "competencia tributaria".
a) Adviértase, que la legalidad del tributo está garantizada en nuestro país por el art.
17 del texto constitucional. En función de ello, ninguna carga tributaria puede ser exigible
sin la preexistencia de una disposición legal encuadrada dentro de los preceptos y
recaudos constitucionales, esto es válidamente creada por el único poder del Estado
investido de tales atribuciones(27).
Ello así, el art. 3º de la Ley General Española expresa, contundentemente, que "La
ordenación de los tributos ha de basarse en la capacidad económica de las personas
llamadas a satisfacerlos y en los principios de justicia, generalidad, igualdad,
progresividad, equitativa distribución de la carga tributaria y no confiscatoriedad."
Por su parte, el Derecho Tributario Italiano(35) dispone que "Tutti sono tenuti a
concurrere alla spese pubbliche in ragione della loro capacita contributiva" [todos tienen
que concurrir al gasto público en razón de la propia capacidad contributiva].
Welsel, por su parte, enseña que el bien jurídico "es un bien vital del grupo o del
individuo, que en razón de su significación social, es amparado jurídicamente. En su
substrato puede presentarse en las formas más diversas... es, por tanto, todo estado
social deseado que el derecho quiere asegurar contra lesiones. La suma de los bienes
jurídicos no constituye un 'montón atomizado', sino el orden social, y por tanto, la
significación de un bien jurídico no ha de ser apreciada aisladamente, sino tan solo en
relación conjunta con la totalidad del orden social. El derecho penal presta a esos bienes
jurídicos amparo contra las posibles lesiones; no en forma absoluta, por cierto, pues
todo bien jurídico forma parte de la vida social, y con ello es puesto en peligro dentro de
ciertos límites (es suficiente recordar el grado considerable de lícito peligro para la vida
en el tránsito moderno)..."; el autor finaliza diciendo que el derecho penal solamente
contiene la protección de los bienes jurídicos contra determinada clase de agresiones(42).
Con genial maestría, Jakobs explica que "...La tesis de la protección de bienes
jurídicos implica que existen bienes previos al derecho penal, o constituidos por este —
la vida, el cuerpo, la propiedad, pero también el funcionamiento de los órganos estatales
y otros— de cuya integridad el derecho penal debería ocuparse. Sin embargo, ya una
observación superficial de los bienes de estas características enseña que en la mayoría
de los casos, estos son lesionados por procesos que carecen de relevancia jurídico-
penal, incluso de toda relevancia jurídica —y hay que añadir: ¡por suerte!—...", y se
pregunta: "...¿cuándo un bien es un bien jurídico? La respuesta es: cuando esté
configurado como derecho del titular"(43).
Expresa Jorge Héctor Damarco(44), que "si bien algunos han puesto en duda si
realmente los ilícitos formales son objetivos o subjetivos, la Corte ha dicho que en
materia tributaria las leyes represivas participan de todos los principios del derecho
sancionador que reconoce como principio liminar la subjetividad de los ilícitos, sin
perjuicio que, con relación a algunos de ellos, se produzca la inversión de la carga de la
prueba".
CN, art. 18: "ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado
en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de
los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado
a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos...".
Pacto de San José de Costa Rica, art. 9º: "Nadie puede ser condenado por acciones
u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos según el derecho
aplicable. Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el momento
de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión de delito de ley se dispone
la imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello".
Cód. Penal, art. 2º (ley penal más benigna): "Si la ley vigente al tiempo de cometerse
el delito fuera distinta de la que existía al pronunciarse el fallo o en el tiempo intermedio,
se aplicará siempre la más benigna.
¿Cuándo podemos decir que estamos frente a una ley más benigna? Para
contestarnos este interrogante debemos comparar la totalidad de las normas penales u
ordenamientos y tomar la más favorable al reo.
Si analizamos los tratados internacionales vemos que el Pacto de San José de Costa
Rica en su art. 9º dispone la aplicación con carácter retroactivo de la ley que beneficie
al reo, al manifestar en su párrafo tercero que: "Si con posterioridad a la comisión del
delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará
con ella".
Este principio reza que solo puede ser reprimido quien sea culpable, adviértase que,
la muerte del imputado produce la extinción de la acción penal pues ha desaparecido el
sujeto que realizó el ilícito. El presente es reconocido en forma indirecta en nuestro
Código Penal, el cual en su art. 59º enuncia las causales de extinción de la acción,
figurando en primer lugar la muerte del imputado.
Blanca Lozano(45) en excelente trabajo aclara sobre el presente que "...este es uno
de los límites al ius puniendiderivados del principio de culpabilidad en sentido amplio,
que exige, como presupuesto de la pena, que pueda culparse a quien la sufra del hecho
que la motiva...".
Según cita la misma autora, actualmente en España no se hace distinciones entre las
distintas clases de penas a la hora de declarar su extinción por la muerte del reo, pero
en el régimen anterior, a fines de ejemplaridad, se llegaban a imponer penas a los
cadáveres, y trascendían ciertas responsabilidades a los familiares más inmediatos.
El Pacto de San José de Costa Rica sostiene en su art. 8.4 que "El inculpado absuelto
por una sentencia firme no podrá ser sometido a un nuevo juicio por los mismos hechos".
El pacto(46) determina que "Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por
el cual haya sido condenado o absuelto por una sentencia firme, de acuerdo con la ley
y el procedimiento penal de cada país"
Principio de irretroactividad de la ley penal: Las leyes disponen para el futuro, y para
las consecuencias acaecidas por los hechos realizados que ocurran después de la
vigencia de la norma respectiva. Se entiende por irretroactividad de una norma legal, la
falta de fuerza de la misma para aplicarse en el pasado.
"En materia penal cambia el criterio, porque las normas legales son irretroactivas en
cuanto perjudiquen al reo o al condenado, pero son de aplicación retroactiva en todo lo
que les beneficia"(48).
García Belsunce(49), al hablar sobre el presente tema, expresa que "...la
irretroactividad de la ley penal constituye una garantía constitucional, mientras que la
irretroactividad de las otras leyes es una cuestión librada a la legislación de fondo".
Luego continua agregando que: "Así como no es aplicable la ley nueva que incrimina
un hecho anteriormente lícito, tampoco lo es la nueva ley que establece condiciones
más severas (formas de la condena, carácter de la condena, régimen de prescripción,
etc.), por lo que el caso siguió regido por la ley anterior aunque ésta haya sido derogada,
supuesto que recibe el nombre de ultraactividad de la ley que fijaba esas condiciones
en la época de comisión del hecho".
La ley tributaria podría ser retroactiva siempre que no afecte derechos adquiridos,
entendiéndose por "derechos adquiridos" el de un contribuyente que agotó su obligación
tributaria, incorporando su estado de liberación de esa obligación a su patrimonio.
En materia tributaria su aplicación surge por aplicación del último párrafo del art. 49 de
la ley 11.683, el cual expresa que En el caso de los arts. 40 y 40 bis, la eximición podrá
ser parcial, limitándose a una de las sanciones previstas por dicha norma, conforme a
la condición del contribuyente y a la gravedad de la infracción.
Carlos E. Edwards(50) citando a "Spinka" dice que "resultarían atípicas las conductas
que afectan de manera nimia al bien jurídico protegido en cada tipo penal", para
continuar que "este principio de la bagatela consiste en una afectación mínima al bien
tutelado por la norma".
Este principio es recogido por la ley 11.683 que sostiene, en su art. 54 in fine, el
principio de reprimir sólo al culpable, aclarando la no aplicabilidad de las sanciones
frente al fallecimiento del infractor, aun cuando la resolución haya quedado firme y
pasado en autoridad de cosa juzgada.
Una vez más, y con la premisa de disminuir la evasión impositiva, simplificar el actual
sistema y establecer reglas básicas en materia de administración tributaria, se considera
necesaria la conformación de un equipo cooperativo, dedicado al ordenamiento e
interpretación de la legislación vigente.
Por ello, durante el año 2002, la Jefatura de Gabinete, a través del dictado de la res.
140 (25/3/2002) creó el "Gabinete Fiscal" que sesionó en el ámbito de la Jefatura de
Gabinete de Ministros. Fueron invitados a integrarlo, dos (2) representantes del
Ministerio de Economía, un (1) representante de la AFIP, un (1) representante de la
Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados de La Nación, un (1)
representante de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Senadores
de La Nación, un (1) representante de la Comisión Federal de Impuestos, un (1)
representante del Tribunal Fiscal de La Nación, un (1) representante de la Federación
Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, un (1) representante de
la Federación Argentina de Colegios de Abogados. La Coordinación General será
ejercida por un integrante del Gabinete de Asesores de la Jefatura de Gabinete de
Ministros.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
No parece dudoso que el legislador haya tratado de establecer una sanción rápida,
sin graduaciones y sin necesidad de previo requerimiento, aunque bien podría estarse
frente a una especie de "chantaje legal", al decir del Dr. Eduardo Moreira, pues se
amenaza a un presunto infractor con la aplicación de una multa sustancialmente
superior para obtener de él una suma determinada de dinero(55).
2. PROCEDIMIENTO APLICABLE
El procedimiento para la aplicación de la pena en cuestión establece la sustanciación
del respectivo sumario, acorde a lo previsto por el art. 70 de la ley de rito. Adviértase,
que la norma establece que a opción de la AFIP la notificación podrá ser emitida por el
sistema de computación de datos, en tanto reúna los requisitos establecidos en el art.
71.
Por su parte, el art. 70 bis establece que en el caso de las infracciones formales
contempladas por el artículo sin número agregado a continuación del art. 38 y por el art.
39 y los artículos sin número agregados a su continuación, cuando proceda la
instrucción de sumario administrativo, la Administración Federal de Ingresos Públicos
podrá, con carácter previo a su sustanciación, iniciar el procedimiento de aplicación de
la multa con una notificación emitida por el sistema de computación de datos que reúna
los requisitos establecidos en el art. 71 y contenga el nombre y cargo del juez
administrativo.
A través de la RG 1235, la AFIP DGI estableció que a los fines del emplazamiento
dispuesto por el art. 31 de la ley 11.683, así como las intimaciones por falta de
presentación de declaraciones juradas determinativas de los recursos de la seguridad
social y la notificación prevista por el art. 38, segundo párrafo de la mencionada ley se
efectuará de acuerdo con el siguiente procedimiento:
Las vías recursivas aplicables contra la pena analizada están previstas en el art. 76 de
la ley de rito. Sin embargo, dado que el monto no alcanzará a los $2.500 —necesarios
para habilitar la competencia del Tribunal Fiscal de la Nación—, solamente procedería
la interposición del recurso de Reconsideración ante el Superior previsto por el inc. a)
del artículo antedicho.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente artículo ha sido incorporado por la ley 25.795 con vigencia desde el
17/11/2003, posteriormente la ley 26.044 agregó un primer párrafo a la norma en
cuestión.
Conducta requerida Culposa: Negligencia o impericia
Omisión de presentación de DD.JJ. informativas previstas
en los regímenes de información propia, o de información
Acción típica 1º
de terceros, dentro de los plazos informados por la AFIP-
DGI.
Autoría Obligado a presentar (contribuyente, responsable, tercero).
Pena de multa Personas físicas hasta $5.000 Empresas(1)hasta $ 10.000.
Omisión de presentación de DD.JJ. informativa sobre la
Acción típica 2º incidencia en la de terminación del impuesto a las ganancias
derivadas de precios de transferencia.
Autoría Obligado a presentar.
a) Pena de multa entre Empresas con Sujetos locales $1.500. Empresas(2) con
partes independientes Sujetos del exterior $ 9.000.
b) Pena de multa entre
Empresas con Sujetos locales $10.000. Empresas(3) con
partes no
Sujetos del exterior $ 20.000.
independientes
Bien Jurídico Tutelado Administración Tributaria.
Notas:
(1)
Sociedades, empresas, fideicomisos, asociaciones o entidades de cualquier clase
constituidas en el país, o de establecimientos organizados en forma de empresas
estables —de cualquier naturaleza u objeto— pertenecientes a personas de
existencia física o ideal domiciliadas, constituidas o radicadas en el exterior.
(2)
Sociedades, empresas, fideicomisos, asociaciones o entidades de cualquier clase
constituidas en el país, o de establecimientos organizados en forma de empresas
estables —de cualquier naturaleza u objeto— pertenecientes a personas de
existencia física o ideal domiciliadas, constituidas o radicadas en el exterior.
(3)
Sociedades, fideicomisos, asociaciones o entidades de cualquier clase constituidas
en el país o de establecimientos organizados en forma de empresas estables —de
cualquier naturaleza u objeto— pertenecientes a personas de existencia física o ideal
domiciliadas, constituidas o radicadas en el exterior.
Como vemos el artículo prevé dos hipótesis delictuales. La primera una incorporación
producto de la ley 26.044: omisión de información.
Las quejas diarias de los contribuyentes nos marcan el disgusto generalizado por el
continuo establecimiento de deberes de colaboración, sin que se prevea una norma que
establezca una contraprestación dineraria que ayude a soportar el incremento de costos
internos que el cumplimiento de dichos deberes genera.
Estas continuas modificaciones una tras otra no hacen más que mostrar la
improvisación con que se opera a nivel tributario "La nueva multa que se propicia
incorporar resulta excesiva para ser una sanción objetiva, vulnerando los principios de
razonabilidad y proporcionalidad.
Debe tenerse presente que en los últimos tiempos se han implementado diversos
regímenes de información resultando sujetos obligados todo el universo de
contribuyentes siendo que los mismos no resultan de fácil cumplimiento por parte de
algunos pequeños contribuyentes y PYMES, los cuales quedarán incursos en la
infracción siendo los montos que se proponen muy elevados para los mismos"(62).
Con la publicación del dec. 777/2005 se eliminó, por veto presidencial, el texto
agregado en el segundo párrafo que preveía como beneficio para el contribuyente que:
"Si dentro del plazo de quince días a partir de la notificación de la AFIP el infractor
presentare la declaración jurada omitida y pagare voluntariamente la multa, ésta se
reducirá de pleno derecho a una suma equivalente hasta el uno por ciento (1%) de su
patrimonio neto al cierre del último ejercicio fiscal, valuado según las normas del
impuesto a los bienes personales o en su caso del impuesto a la ganancia mínima
presunta".
Los fundamentos del veto fueron que: "si se mantuviese incólume la redacción..., se
vería alterado el régimen represivo integral de los regímenes de información, ya que las
infracciones actualmente vigentes en el artículo agregado a continuación del art. 38 de
la ley ritual no solamente no poseen una remisión al segundo párrafo de este último,
sino que asimismo encuentran su tratamiento procesal exclusivamente en las
previsiones de los arts. 70 y ss. de dicha ley".
Una interesante crítica desgrana Carlos María Folco(63) cuando expresa que Las
figura previstas en el art. 38 bis, constituyen un tipo infraccional de pena mayor, que las
torna incongruentes con el resto del sistema sancionatorio de la Ley de Rito Fiscal al
cual están engarzadas.
Además, entiende dicho diputado que una multa de esa envergadura, sin que exista
requerimiento previo, por lo menos desde su punto de vista, es objetable, considerando
que debería haberse practicado un requerimiento previo cuando se trata de ese tipo de
montos.
2. PROCEDIMIENTO APLICABLE
Por su parte, el art. 70 bis establece que en el caso de las infracciones formales
contempladas por el artículo sin número agregado a continuación del art. 38 y por el art.
39 y los artículos sin número agregados a su continuación, cuando proceda la
instrucción de sumario administrativo, la Administración Federal de Ingresos Públicos
podrá, con carácter previo a su sustanciación, iniciar el procedimiento de aplicación de
la multa con una notificación emitida por el sistema de computación de datos que reúna
los requisitos establecidos en el art. 71 y contenga el nombre y cargo del juez
administrativo.
A través de la RG 1235, la AFIP DGI estableció que a los fines del emplazamiento
dispuesto por el art. 31 de la ley 11.683, así como las intimaciones por falta de
presentación de declaraciones juradas determinativas de los recursos de la seguridad
social y la notificación prevista por el art. 38, segundo párrafo de la mencionada ley se
efectuará de acuerdo con el siguiente procedimiento:
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Dada la amplitud del primer párrafo —ley penal en blanco—, varias son las conductas
que pueden estar alcanzadas. Desde la sanción a los consumidores finales que no
exijan, no conserven en su poder y no exhiban a los inspectores la factura, o documento
equivalente, de las compras realizadas (en este caso el mínimo de la multa será de $20);
hasta la utilización de facturas con el CAI vencido.
Ahora, y luego de la reforma de la ley 25.795, la ley pune "el incumplimiento reiterado
a los requerimientos". De lo cual se desprende que:
Coincidimos con Bertazza y Díaz Ortiz(70) que, en el primer caso, debería resultar
punible el contribuyente que se encontrara bajo fiscalización, y no cualquier tercero. En
la segunda hipótesis debería aclararse que la falta de conservación de comprobantes
debe ser una conducta contumaz y no un simple extravío u omisión.
2. PROCEDIMIENTO APLICABLE
El art. 70 de la ley 11.683 establece que los hechos reprimidos por la norma analizada
serán objeto de un sumario administrativo cuya instrucción deberá disponerse por
resolución emanada de juez administrativo, en la que deberá constar, claramente, el
acto u omisión que se atribuyere al presunto infractor.
Las vías recursivas aplicables contra la pena analizada están previstas en el art. 76 de
la ley de rito. Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que el monto deberá superar
los $2.500. necesarios para habilitar la competencia del Tribunal Fiscal de la Nación. En
caso contrario, solamente procedería la interposición del recurso de Reconsideración
ante el Superior previsto por el inc. a) del artículo citado.
ART. 39 BIS — Será sancionado con multas de pesos quinientos ($500) a pesos
cuarenta y cinco mil ($ 45.000) el incumplimiento a los requerimientos dispuestos
por la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS a presentar las
declaraciones juradas informativas —originales o rectificativas— previstas en el
artículo agregado a continuación del art. 38 y las previstas en los regímenes de
información propia del contribuyente o responsable, o de información de terceros,
establecidos mediante resolución general de la Administración Federal de Ingresos
Públicos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo tiene relación directa con el art. 38 bis, salvo que en este supuesto la
sanción de multa se aplica por el incumplimiento de presentar, a requerimiento, en
término y en las condiciones establecidas mediante resolución general de la AFIP los
siguientes documentos:
La multa del presente artículo resultará acumulable con la descripta en el art. 38 bis,
teniéndose en cuenta, para su graduación, la condición del contribuyente y la gravedad
de la infracción.
El último párrafo del artículo agrava la multa para contribuyentes o responsables que
incumplan el tercer requerimiento del organismo recaudador y, simultáneamente,
tengan ingresos brutos anuales iguales o superiores a pesos diez millones
($10.000.000). En esos casos la multa partirá de pesos noventa mil ($ 90.000) pudiendo
llegar a pesos cuatrocientos mil ($ 450.000); esta multa hace gala de la violación al
principio de la proporcionalidad de la pena, es exorbitante y violenta cualquier intento de
justificar su aplicación con estos valores.
1.2. Régimen de retribución para los agentes de información
El gasto que demandaba el cumplimiento del citado decreto se atendía con cargo al
presupuesto de la Dirección General Impositiva.
Sin embargo, la única norma que previa una retribución fue derogada a través del dec.
1277/2010, utilizando como argumento que la AFIP había implementado soluciones
informáticas integrales a través de programas aplicativos que proveía en forma gratuita
a los sujetos obligados, y con los cuales se simplifican los procesos y se reducen
sustancialmente los costos administrativos de los agentes. Hoy por hoy las tareas de
información no prevén retribución alguna.
Acorde a lo previsto en el art. 54 de la ley 11.683, no están alcanzados por esta multa
las sucesiones indivisas, el cónyuge cuyos réditos propios perciba o disponga en su
totalidad el otro, los incapaces, los penados a que se refiere el art. 12 del Cód. Penal,
los quebrados cuando la infracción sea posterior a la pérdida de la administración de
sus bienes y siempre que no sean responsables con motivo de actividades cuya gestión
o administración ejerzan.
2. PROCEDIMIENTO APLICABLE
El art. 70 de la ley 11.683, establece que los hechos reprimidos por la norma
analizada también serán objeto de un sumario administrativo cuya instrucción deberá
disponerse por resolución emanada de juez administrativo, en la que deberá constar,
claramente, el acto u omisión que se atribuyere al presunto infractor.
Por su parte, el art. 70 bis establece que en el caso de las infracciones formales
contempladas por el artículo sin número agregado a continuación del art. 38 y por el art.
39 y los artículos sin número agregados a su continuación, cuando proceda la
instrucción de sumario administrativo, la Administración Federal de Ingresos Públicos
podrá, con carácter previo a su sustanciación, iniciar el procedimiento de aplicación de
la multa con una notificación emitida por el sistema de computación de datos que reúna
los requisitos establecidos en el art. 71 y contenga el nombre y cargo del juez
administrativo.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Explica la OCDE que "El informe sobre la Acción 13 introdujo un enfoque en tres
niveles para la documentación de precios de transferencia, que constó de un archivo
maestro que contiene información estandarizada relevante para todos los miembros de
un grupo multinacional, un archivo local que se refiere específicamente a transacciones
importantes del contribuyente local; y un informe país por país que contenga cierta
información relativa a la asignación global de los ingresos e impuestos del grupo, junto
con indicadores de la localización de la actividad económica dentro del grupo
(información contenida en los informes país por país)".
"Una jurisdicción puede fijar un plazo de presentación anterior a este, pero esto no se
requiere ni se recomienda. La autoridad fiscal ante la cual se presenta el informe país
por país intercambiará el informe país por país con la autoridad fiscal de otras
jurisdicciones en que el grupo tenga operaciones, en virtud de tratados tributarios
bilaterales o multilaterales o acuerdos de intercambio de información tributaria que
permitan el intercambio automático de información. Esto está sujeto a condiciones,
incluyendo a las jurisdicciones que tengan un marco legal que contemple los informes
país por país y que cumplan con las condiciones de confidencialidad, consistencia y de
uso apropiado de la información contenida en los informes país por país".
"La implementación de la presentación de informes país por país es una de las cuatro
normas mínimas dentro del Plan de Acción contra la erosión de la base imponible y el
traslado de beneficios (BEPS por su sigla en inglés), el cual será implementado por
todas las jurisdicciones que son miembros del Marco Inclusivo de la OCDE en materia
de BEPS".
Acorde a lo previsto en el art. 54 de la ley 11.683, no están alcanzados por esta multa
las sucesiones indivisas, el cónyuge cuyos réditos propios perciba o disponga en su
totalidad el otro, los incapaces, los penados a que se refiere el art. 12 del Cód. Penal,
los quebrados cuando la infracción sea posterior a la pérdida de la administración de
sus bienes y siempre que no sean responsables con motivo de actividades cuya gestión
o administración ejerzan.
2. PROCEDIMIENTO APLICABLE
El art. 70 de la ley 11.683 establece que los hechos reprimidos por la norma analizada
también serán objeto de un sumario administrativo cuya instrucción deberá disponerse
por resolución emanada de juez administrativo, en la que deberá constar, claramente,
el acto u omisión que se atribuyere al presunto infractor
Por su parte, el art. 70 bis establece que en el caso de las infracciones formales
contempladas por el artículo sin número agregado a continuación del art. 38 y por el art.
39 y los artículos sin número agregados a su continuación, cuando proceda la
instrucción de sumario administrativo, la Administración Federal de Ingresos Públicos
podrá, con carácter previo a su sustanciación, iniciar el procedimiento de aplicación de
la multa con una notificación emitida por el sistema de computación de datos que reúna
los requisitos establecidos en el art. 71 y contenga el nombre y cargo del juez
administrativo.
ART. 39 QUATER — En los casos del artículo agregado a continuación del art. 38,
del art. 39 y de su agregado a continuación, se considerará asimismo consumada
la infracción cuando el deber formal de que se trate, a cargo del responsable, no
se cumpla de manera integral, obstaculizando a la Administración Federal de
Ingresos Públicos en forma mediata o inmediata, el ejercicio de sus facultades de
determinación, verificación y fiscalización.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente artículo, agregado por la ley 26.044, especifica que las hipótesis de
los arts. 38 bis, 39 y 39 bis se consumarán cuando el deber formal "no se cumpla de
manera integral", expresión que suplió el texto original que sancionaba el "cumplimiento
defectuoso" de la correspondiente declaración jurada.
ART. 40 — Serán sancionados con clausura de dos (2) a seis (6) días del
establecimiento, local, oficina, recinto comercial, industrial, agropecuario o de
prestación de servicios, o puesto móvil de venta, siempre que el valor de los bienes
o servicios de que se trate exceda de diez pesos ($10), quienes:
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Conducta
Culposa: Negligencia o impericia
requerida
Penas
Clausura de 2 a 6 días (1).
principales
Multa de $3.000 a $ 100.000.
Penas
accesorias Suspensión de matrícula, licencia o inscripción registral otorgada por
el PE.
Daño: para la Administración tributaria.
Tipo de delito
Peligro: para las Rentas fiscales y el Mercado.
Administración Tributaria.
Rentas Fiscales.
No emitir facturas o comprobantes equivalentes por las operaciones
Acción
de ventas realizadas. No emitirlas en las formas y requisitos
típica, inc. a)
establecidos por AFIP.
Autoría (a) Contribuyente vendedor.
Acción No llevar registraciones de las ventas y compras realizadas o, si las
típica, inc. b) llevaren, fueren incompletas o defectuosas.
Autoría (b) Contribuyente vendedor.
Encargar el transporte comercial de mercaderías sin soporte
Acción
documental. Transportar comercialmente mercaderías sin soporte
típica, inc. c)
documental.
El contribuyente que encarga el transporte y/o el transportista que lo
Autoría (c)
realiza.
Acción
No inscribirse en la AFIP cuando se tuviera obligación de hacerlo.
típica, inc. d)
Autoría (d) Contribuyentes o responsables.
Acción No poseer o no conservar facturas que acreditaren la compra o
típica, inc. e) tenencia de bienes y/o servicios destinados para de la actividad.
Autoría (e) Contribuyente vendedor
No poseer, no mantener operativos, o no utilizar los instrumentos de
Acción
medición y control de la producción dispuestos por toda norma
típica, inc. f)
tendiente a verificar y fiscalizar tributos nacionales.
Autoría (f) Contribuyente productor
Acción Ocupar trabajadores y no registrarlos y declararlos con las
típica, inc. g) formalidades de ley
Autoría (g) Contribuyente empleador
(1)
La ley 27.430 agregó, como posible de ser clausurado, a los puestos móviles de
venta.
Esta sanción ingresó en la ley 11.683 a través del dictado de la ley 23.314,
manifestándose respecto de ella, que venía a reemplazar al arresto. No tan cierto es
esto, pues el arresto estaba establecido para la infracción de no presentación de
D.D.J.J. o datos requeridos para la liquidación de los tributos y no para defectos formales
en la confección de las facturas(80).
Además, se han reducido los mínimos y máximos de los días de clausura, que ahora
son de 2 a 6 y en el texto anterior eran de 3 a 10 días.
Si bien la clausura era, es y será una pena fuertemente criticada por la doctrina, luego
de la reforma establecida por la ley 24.765 (BO 13/1/1997) los supuestos previstos para
su aplicación rozaban la irrazonabilidad y desproporcionalidad de tan funesta medida.
La razonabilidad de una norma jurídica se verifica cuando existe una armonía en "la
verificación de la proporción entre el fin querido y la medida adoptada para lograrlo. Lo
razonable es lo opuesto de lo arbitrario(81); y según algunas interpretaciones, la clausura
es un medio arbitrario con el que se intenta lograr la tutela del bien protegido por la ley
11.683, ya que para alcanzar ese fin se violentarían los derechos constitucionales de
trabajar y de propiedad privada.
Por ello, la reforma vigente según la ley 27.430 nos da esperanzas de lograr, en una
fecha cercana, un sistema tributario justo y equitativo. De ninguna manera alentamos a
un sistema punitivo permisivo, pero si alentamos la proporcionalidad de todo medio
sancionatorio.
Cabe tener presente que el tipo penal bajo análisis no recepta cualquier
incumplimiento de requisitos formales establecidos por la Autoridad Administrativa, o
que ésta disponga para el futuro, habida cuenta que para la aplicación de la sanción de
clausura es condición indispensable que el bien jurídico protegido se vea dañado, o
puesto en peligro, de manera que no todos los requisitos formales establecidos por la
AFIP quedan, automáticamente, incorporados al tipo, ya que si dichos requisitos no
tienen entidad suficiente para poner en peligro concreto o dañar el bien jurídico
penalmente tutelado, la sanción no sería procedente(82).
Por ello reiteramos que la sanción de clausura procederá, únicamente, para los
supuestos descriptos en los siete incisos que, desagregadamente, se convierten en 19
acciones típicas.
11) No poseer facturas que acreditaren la compra de bienes y/o servicios destinados
para de la actividad.
12) No poseer facturas que acreditaren la tenencia de bienes y/o servicios destinados
para de la actividad.
La ley 26.044 (BO 6/7/2005) modificó la redacción del inc. b) incluyendo la obligación
de llevar registraciones por las "prestaciones de los servicios de industrialización". Ya
hemos comentado(85), al respecto de este tema, que el miembro informante justificó el
agregado sosteniendo que hoy la AFIP tiene la posibilidad de controlar los bienes de
producción primaria en base a guías fiscales. "Supongamos que ese bien sea el girasol:
la guía donde figura el camino del girasol hasta la fábrica tiene control; pero lo que no
tiene control... si hay un caso de maquila, es el aceite que vuelve al productor y,
consecuentemente, por allí aparece el fraude fiscal. De manera tal que lo que estamos
haciendo es cerrar el círculo para que también los procesos de servicios de
industrialización tengan la posibilidad de contar con la guía fiscal".
Con gran criterio, el diputado Giubergia alertó sobre el peligro de incorporar esta
expresión pues "vamos a estar otorgando facultades ilimitadas a la AFIP en cuanto a
interpretar qué son los servicios de industrialización. No podemos dejar a este
organismo la interpretación según su buen entender y saber. Nosotros debemos definirlo
perfectamente".
La mayor cantidad de clausuras han sido impuestas por falta de utilización del
equipamiento denominado "controlador fiscal" que, a partir del dictado de las RG 4104
y RG 259 se transformó en obligatorio.
Las críticas a este proceder no fueron sólo doctrinarias también probos magistrados
se expidieron ante el accionar desmesurado del organismo de recaudación. "Aplicar la
sanción de clausura con un mínimo de tres días, y además una sanción de multa para
la falta imputada no sólo resulta totalmente desproporcionada, sino que,
además, consagra el principio de las formas por las formas mismas, algo que no
encuentra sustento en nuestro sistema jurídico.
Sin embargo, y cuando todo hacía creer que no se dictaría jurisprudencia que avalara
la aplicación al contribuyente de dos sanciones penales (multa y clausura) por falta de
tenencia y/o utilización de controlador fiscal, la Corte Suprema sentenció en la causa
"Povolo Luis Dino"(88), que "si un obligado a emitir facturas mediante el controlador fiscal
lo hace en forma manual, sin que se reúnan las circunstancias de excepción que prevé
la norma, habrá emitido un instrumento que no se ajusta a los requisitos exigidos por el
Fisco con fundamento en la Ley de Rito Fiscal y, por ende, no resultará válido. La
emisión de otro tipo de comprobantes diversos de los exigidos... puede subsanar la
comisión de la infracción de que se trata, habida cuenta que obviar o prescindir de tal
extremo importaría lisa y llanamente desbaratar el sistema infraccional creado por el
legislador, a la vez que no se compadece con la naturaleza formal del ilícito examinado".
La ley 27.430 (BO 29/12/2018) agregó a la plataforma del art. 40 la hipótesis prevista,
anteriormente, en el art. 40bis. El nuevo inc. g) pune con clausura a los empleadores
que, en el caso de un establecimiento de al menos diez empleados, tengan 50% o más
del personal relevado sin registrar, aun cuando estuvieran dados de alta como
empleadores.
Advertimos, que por el párrafo agregado a continuación del inc. g) podría darse la
aplicación conjunta de la multa y la clausura para las violaciones referidas al trabajo en
negro, pues en el párrafo siguiente se regula: "Sin perjuicio de las demás sanciones que
pudieran corresponder, se aplicará una multa de tres mil ($3.000) a cien mil pesos ($
100.000) a quienes ocuparen trabajadores en relación de dependencia y no los
registraren y declararen con las formalidades exigidas por las leyes respectivas".
Acorde a lo previsto en el art. 54 de la ley 11.683, no están alcanzados por esta multa
las sucesiones indivisas, el cónyuge cuyos réditos propios perciba o disponga en su
totalidad el otro, los incapaces, los penados a que se refiere el art. 12 del Cód. Penal,
los quebrados cuando la infracción sea posterior a la pérdida de la administración de
sus bienes y siempre que no sean responsables con motivo de actividades cuya gestión
o administración ejerzan.
Específicamente, la clausura está ubicada como una de las sanciones de orden penal
que puede ser impuesta por la Administración Tributaria y que, sin dudarlo, provoca un
serio daño patrimonial a quien la sufre. Afecta, no sólo el patrimonio del contribuyente,
sino también su imagen comercial, el valor moral de la firma clausurada y, en muchos
casos, la credibilidad de una marca; por ello debe exigirse que su imposición y apelación
sea realizada con particular cuidado en el mantenimiento de las garantías
constitucionales.
Una pena que impide ejercer una actividad comercial, o productiva, por parte de quien
la sufre, generando el efecto adicional de la pérdida de credibilidad del clausurado debe,
antes de efectivizarse, ser revisada cuidadosamente por la justicia. No puede avalarse
la clausura por la clausura misma.
La gravedad de esta pena fue reconocida hasta por nuestro Más Alto Tribunal quien
respecto de ella ha manifestado que la clausura reviste un innegable carácter represivo,
siendo una medida de naturaleza estrictamente penal(91).
En las actuaciones "Palumbo, María Belén s/inf. ley 11.683"(92) el juez actuante
analizó la racionalidad de la pena de clausura en cuanto a su carencia de
proporcionalidad entre el fin perseguido por la sanción penal y el hecho que configura
la infracción formal por la cual se impone. En el caso de autos se trató de un
contribuyente que dado su condición de monotributista —categoría impositiva en que la
ley resume en un solo tributo el pago del impuesto a las ganancias, el IVA y aportes
previsionales—, es un pequeño contribuyente. Este sistema se encuentra pensado para
aquellos sujetos que, en virtud del volumen de ingresos anuales, acrediten pertenecer
a esa clase especial de contribuyentes, demostrando su escasa capacidad contributiva,
para lo que se prevé un sistema tributario simplificado y con una carga tributaria inferior.
Entiende el magistrado que debe existir una necesaria correlación entre el hecho que
antecede de la norma jurídica creada y el hecho consecuente de la prestación o sanción,
entre la conducta desplegada y la graduación de la pena que establece la norma,
guardando ésta razonable simetría entre el ilícito cometido y sanción. En el caso
particular, de no ser así, de no existir esta necesaria proporción, no se cumpliría con el
fin sancionador de la pena sino que se estaría privando al contribuyente del derecho
constitucional a ejercer el libre comercio.
Posteriormente, el fisco apela ante la Cámara del fuero. Los juzgadores de la sala A
resolvieron que le asiste razón a la contribuyente en que no inviste gravedad el
incumplimiento de la obligación de exhibir la placa indicativa de su condición de pequeño
contribuyente y el comprobante de pago del último período vencido, cuando consta que
la obligación en sí se encontraba cumplida mediante el pago que había sido hecho antes
de la inspección, resolviendo, en consecuencia, reducir la sanción aplicada a un día de
clausura y eximir el pago de costas en ambas instancias.
3. AGRAVANTES DE LA PENA
Adviértase, que cuando la ley establece la duplicación de la pena, varían los límites
señalados, es decir, el mínimo de la clausura será de 4 días y el máximo de 12 días. En
lo que se refiere a la multa prevista para los empleadores que tengan personal relevado
sin declarar (inc. g), el mínimo de la multa por reincidencia se incrementaría a $6.000 y
el máximo de $ 200.000.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El texto sub examen se amalgama con la línea argumental del primer párrafo del art.
74 del Código Fiscal de la Provincia de Buenos Aires(97) en el cual se establece que:
"Serán objeto de decomiso los bienes cuyo traslado o transporte, dentro del territorio
provincial, se realice sin la documentación respaldatoria que exige la Dirección
Provincial de Rentas".
En una primera aproximación sobre el texto del nuevo art. 40 ter advertimos que, con
su vigencia, la AFIP detenta el poder de policía sobre el movimiento físico de todo tipo
de mercadería a través del territorio nacional.
No resulta ocioso destacar que el ejercicio del citado poder de policía deberá
plasmarse, únicamente, en el ejercicio del control de la documentación que avale lo
transportado.
Serán, entonces, las fuerzas de seguridad con jurisdicción en el lugar de los hechos
quienes —luego de comprobar la comisión de los supuestos contenidos en los incs. c)
y e) del art. 40 de la ley 11.683—, deberán instrumentar el procedimiento de
indisponibilidad de la mercadería que se trate, disponiendo para ello la aplicación de las
medidas cautelares señaladas precedentemente:
Por ello si bien somos contestes en combatir todo aquello que signifique circuitos
marginales de comercialización, pues su existencia violenta la sana competencia que
debe operar en el mercado, ha de tenerse presente que la norma en cuestión aplica
esta estas pseudos cautelares, que se comportan como verdaderas penas penales, por
trasladar mercadería sin respaldo documental o falta de factura de compra de la misma.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Si bien este artículo ingresó por medio de la ley 23.314, recibió una importante
modificación por la ley 24.765 que, entre otras cosas, acortó los plazos de
pronunciamiento para el Juez Administrativo interviniente.
Jorge Llambías(103) sostiene que los instrumentos otorgados con las formalidades que
la ley establece, en presencia de un oficial público a quien la ley confiere la facultad de
autorizarlos, se denominan instrumentos públicos.
Quienes están por la posición negativa en cuanto a consentir que las actas de
constatación sean instrumento público expresan como argumento que las
circunstancias comprobadas por los inspectores y vertidas en un acta de constatación
son, respecto del Fisco, meros hechos jurídicos humanos voluntarios con potencialidad
para ser lícitos o ilícitos; pero no son actos jurídicos que puedan ser contenidos en un
instrumento público. Para revestir el carácter de instrumento público con valor de plena
fe, no basta que un instrumento sea otorgado por un funcionario público en ejercicio de
sus funciones y dentro de su competencia, y que dicho instrumento se haya ajustado a
las formas determinadas por ley, sino que también es necesario que se refiera a un acto
jurídico y no a un mero hecho jurídico(104).
Con certeza, Horacio Díaz Siero ha expresado respecto de este tema que "...el
concepto de funcionario público al que se refiere la ley es un concepto amplio en el cual
se incluyen funcionarios del Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Por lo tanto, no cabe
negar tal carácter a los funcionarios administrativos de los distintos órganos de la
Administración Pública Nacional, lo que determina que la intervención de uno de dichos
funcionarios en el otorgamiento de un instrumento le otorga al mismo, si se dan los
demás requisitos necesarios para su validez, el carácter de instrumento público, ya que
así lo establece la ley civil, y no existe ningún precepto jurídico que establezca lo
contrario"(105).
Ahora bien, para ser un instrumento público la confección del acta deberá contener
los recaudos enumerados por la ley, es decir:
3. prueba ofrecida;
Por ello, al labrar un acta los inspectores deberán cumplir con lo legislado en el art.
41 de la ley 11.683, incluyendo en la redacción todas las circunstancias, como así mismo
todas las pruebas o indicios que den cuenta de la omisión que se constata lo que
permitiría una evaluación circunstanciada de los hechos por parte de este órgano judicial
y así, una vez escuchadas las explicaciones dadas por el apelante y analizadas las
pruebas que éste ofrezca, pronunciarse(108).
Por último, ha de tenerse presente que el acta de constatación de los inspectores
goza de la presunción de legitimidad... pero las imputaciones contenidas en ella pueden
ser perfectamente desvirtuadas por los elementos de prueba que pueda tener el
contribuyente inspeccionado. Descartar tal posibilidad se contradice con la búsqueda de
la verdad material que debe regir todo procedimiento administrativo, conforme lo ha
sostenido pacífica y reiterada jurisprudencia(109).
2. PROCEDIMIENTO APLICABLE
a) el art. 77, recurso de apelación, dentro de los 5 días, ante los funcionarios
superiores de la AFIP.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Con atinado criterio José María Sferco(112) se preguntaba: "¿por qué constantemente
la legislación procesal va a contramano de la jurisprudencia?". Para continuar
expresando el expositor que: "La ley anterior establecía que el juez de primera instancia
(única etapa judicial de revisión en la otra ley), podía conceder el recurso con efecto
suspensivo a pedido del contribuyente sancionado, y cuando mediaren causas
justificadas. Como la clausura siempre causa un daño irreparable —fácil es
demostrarlo—, los jueces siempre suspendían la ejecución de la medida hasta tanto
recayera sentencia. Y como todos los jueces concedían los recursos con efectos
suspensivos (reconociendo, por otra parte, que una decisión contraria sería
inconstitucional por vulnerar la regla del control judicial suficiente y la defensa en juicio),
al legislador no se le ocurrió mejor idea que contrarrestar dicho criterio y modificar la
norma tributaria estableciendo, no sólo que la última decisión administrativa es causa
ejecutoria, sino también que los recursos judiciales serán otorgados con efecto
"devolutivo". O sea que uno apela y apela, pero el Fisco siempre puede ejecutar la pena,
no obstante encontrarse el asunto pendiente de decisión jurisdiccional".
El final se preanunciaba, la clausura no podía ser efectivizada sin una revisión judicial
previa. El dictado del fallo "Enrique Lapiduz"(114), por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, pone punto final a este dislate legislativo. En dicha causa se sentenció que la
ejecutoriedad de la sanción de clausura, sin que antes haya sido confirmada la pena por
un tribunal judicial, deviene notoriamente inconstitucional. La sanción de clausura es
una medida "de índole estrictamente penal".
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La norma de la Ley de Rito Fiscal prevé una doble punición, arresto de 10 a 30 días
y una nueva clausura por el doble de tiempo de la originalmente prevista.
A su vez, en la causa "Pueysa SA"(119), el Juez resolvió que los hechos señalados por
los representantes del organismo recaudador en cuanto al quebrantamiento de clausura
se han visto confirmados por el propio imputado... dichos factores llevan a concluir, por
lo menos a esta altura del proceso, que la infracción del art. 44 se encuentra
suficientemente acreditada. Por ello, se resuelve decretar el procesamiento de Alejandro
Ríos como Presidente de la firma en cuestión, y decretar embargo sobre sus bienes por
la suma de $5.000.
Esta poca especificidad de la ley de rito Fiscal ha provocado que en una reciente
causa que generaron una serie de trámites procesales en alzada los cuales, ante el
requerimiento de elevación a juicio de un contribuyente imputado de quebrantar la
clausura, debiera expedir el Tribunal Oral en lo Penal Económico nro. 1 (Soria Néstor E.
s/quebrantamiento de clausura(121).
Vale la pena recordar que el TOPE sostuvo con todas las palabras que: "...son
competentes para la aplicación de tales sanciones los jueces penal económico en la
Capital Federal y los jueces federales en el resto de la República. Si efectuamos una
correcta interpretación de este artículo correlacionándolo con el resto del ordenamiento
jurídico, cabe colegir que la voz 'jueces' debe ser entendida en un sentido estricto, es
decir como referida a los titulares de los Juzgados en lo Penal Económico. Ello así
porque cuando el CPP ha querido atribuir competencia a los Tribunales Orales así lo ha
dispuesto expresamente".
En definitiva, el Tribunal Oral entendió que si bien quien dicta sentencia es el Juez
Penal Económico, la garantía de la doble instancia igual se encuentra garantizada ante
la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones del fuero quien, evidentemente, tiene
competencia para revisar el fallo, como la posee para las sanciones de multa y clausura
ya revisadas por el Juez Penal Económico acorde a las previsiones contenidas en el art.
78 de la ley 11.683.
Con fecha 21 de marzo de 2002 el juez Speroni sentenció en los autos "Pueysa SA
s/quebrantamiento de clausura". En la causa citada, el contribuyente solicitó la
aplicación de la probation ofreciendo una reparación material de $1.000 y la realización
de tareas comunitarias en la Iglesia de San Cayetano. Así las cosas, el magistrado
resolvió que: "En autos se reúnen los extremos del art. 76 bis del Cód. Penal, que
establece que el imputado de un delito de acción pública reprimido con pena de
reclusión o prisión cuyo máximo no exceda de tres años, podrá solicitar la suspensión
del juicio a prueba. En el caso a estudio, se conmina con pena máxima de 30 días de
arresto".
ART. 45 — Será sancionado con una multa del ciento por ciento (100%) del
gravamen dejado de pagar, retener o percibir oportunamente, siempre que no
corresponda la aplicación del art. 46 y en tanto no exista error excusable, quienes
omitieren:
SERÁ REPRIMIDO CON UNA MULTA DEL DOSCIENTOS POR CIENTO (200%) DEL
TRIBUTO DEJADO DE PAGAR, RETENER O PERCIBIR CUANDO LA OMISIÓN A LA QUE SE
REFIERE EL PÁRRAFO ANTERIOR SE VINCULE CON TRANSACCIONES CELEBRADAS ENTRE
SOCIEDADES LOCALES, EMPRESAS, FIDEICOMISOS O ESTABLECIMIENTOS PERMANENTES
UBICADOS EN EL PAÍS CON PERSONAS FÍSICAS, JURÍDICAS O CUALQUIER OTRO TIPO DE
ENTIDAD DOMICILIADA, CONSTITUIDA O UBICADA EN EL EXTERIOR.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Conducta
Culposa: negligencia o impericia
requerida
1. omisión pago de impuestos mediante la falta de presentación de
DD.JJ. o por inexactitud de la presentada (100%).
Dentro del abanico sancionatorio previsto por la ley 11.683, este es el primer artículo
que pune conductas que afectan materialmente a las rentas fiscales. Es claro de advertir
que el bien jurídico que la norma tutela es, por consiguiente, la Renta Fiscal.
2. Omisión del pago de impuestos por ser inexacta las declaraciones juradas
presentadas.
3. Omisión del pago de impuestos por omitir actuar como agente de retención.
4. Omisión del pago de impuestos por omitir actuar como agente de percepción.
6. Omisión del pago de ingresos a cuenta o anticipos de operaciones locales, por ser
inexactas las DD.JJ., liquidaciones u otros instrumentos presentados.
"Resulta ajeno a una recta hermeneútica de los ilícitos definidos por la presente
normativa la despenalización de quien —a través de su declaración jurada rectificativa—
, admite la infracción material consumada, no siendo aplicable la figura del desistimiento
voluntario prevista en el Código Penal. Quien haya presentado una declaración jurada
inexacta, omitiendo el pago del impuesto resultante, aun cuando rectifique la misma
antes que se inicie el procedimiento de determinación de oficio, queda incurso en el
delito de omisión de impuestos"(124).
Esta discrepancia estará compensada por la infracción del deber de "cuidado debido"
en la que se fundamentará el reproche penal(125). Con ello queremos significar que el
autor de un delito culposo desencadenó un resultado no querido actuando en forma
descuidada, imprudente y negligente, sin cumplir con el deber de cuidado debido al bien
jurídico que la norma tutela. Actuó sin la diligencia debida.
Refiriéndose a este intrincado tema, Jorge Héctor Damarco(126) expresa que el error
de derecho no es admisible pero que, en algunas ramas jurídicas, dado su complejidad,
es admitido. Perteneciendo la materia tributaria a esas ramas jurídicas complejas.
Adviértase, que cuando el art. 45 acepta el error excusable, está refiriéndose a un
error de derecho "extrapenal", más precisamente, al error sobre la obligación tributaria
sustantiva, es decir, sobre el derecho tributario material o sustantivo.
Los tribunales han reconocido este eximente sentenciando que "El error excusable
previsto en el art. 37 del Cód. Fiscal (t.o. 1976), requiere un comportamiento normal,
razonable, prudente y adecuado a la situación, hallándose exento de pena quien
demuestre que pese a su diligencia y en razón de graves y atendibles circunstancias
que acompañaron o precedieron a la infracción, pudo y debió creer razonablemente que
su acción no lesionaría el precepto legal ni el interés del erario"(128).
Sin embargo, debe destacarse que "Para que el error excusable sea considerado
como eximente de responsabilidad en el incumplimiento de una obligación legal referida
a cuestiones impositivas, debe ser probado de manera específica en el accionar del
deudor"(129).
La presencia del error excusable legislada en el art. 45 nos obliga a concluir sobre la
necesidad de alentar el cumplimiento voluntario por parte de los contribuyentes. Por ello,
estimamos que frente al supuesto que el contribuyente rectifique espontáneamente su
declaración jurada, sin previa intervención del organismo recaudador, ingresando el
importe adeudado, con más sus intereses resarcitorios, no debería aplicarse la sanción
descripta en el art. 45.
Por nuestra parte una última reflexión. "El único perfecto es Dios". Léase, el resto de
los mortales no somos perfectos y podemos —en cualquier episodio—, equivocarnos.
Por ende, el error forma parte de la conducta humana, es un aspecto más de la vida. El
error puede estar presente en decisiones familiares, financieras, societarias, culturales
y, porque no, en decisiones tributarias que se plasman en legislación y normativas
complejas y cambiantes más apropiadas a la mente de un ser divino que al común de
los mortales"(130).
2. PROCEDIMIENTO APLICABLE
Para la imposición de la presente sanción serán de aplicación:
b) el art. 71, que impone la notificación del sumario al presunto infractor, acordándole
un plazo de 15 días, prorrogable por auto fundado por otro lapso igual y por única vez,
para formular el descargo;
c) el art. 76, que establece las vías recursivas, mutuamente excluyentes, previstas en
sus incisos: a) Recurso de Reconsideración ante el Superior, y b) Recurso de Apelación
ante el TFN.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El art. 46, fue incorporado por la ley 21.858 sufriendo diversas modificaciones
posteriores. La reciente reforma introducida por la ley 27.430 (BO 29/12/2017) ha
mantenido el texto variando sólo el porcentaje del máximo de la multa que ahora
asciende a 600% versus el anterior porcentaje que ascendía al 1000%.
En lo concerniente a las ocultaciones maliciosas, cabe destacar que oculta aquel que
esconde o tapa la verdad; también el que calla lo que corresponda decir. Ese acto de
ocultamiento se materializa con malicia, es decir, con la intención de dañar(132).
Debe manifestarse, por parte del sujeto pasivo, la intención y voluntad de realizar el
hecho sancionado por la norma. La afirmación: "sabía que defraudaba y quería
defraudar" se concreta cuando, a través de ardid o engaño, se presentan declaraciones
o liquidaciones que perjudican al Estado con un ingreso tributario menor al que
correspondería efectuar.
La conducta requerida para el autor del injusto es dolosa debiendo, por ello, ser
antijurídicamente deliberada, con más el elemento de intencionalidad. Recordemos que
el dolo es definido como el conocimiento y la voluntad de realizar el tipo objetivo previsto
por la norma(133). Por ello se individualizarán, claramente en su estructura, los siguientes
elementos:
Deseamos destacar una radical diferencia entre el ilícito doloso del Derecho Penal y
el ilícito doloso del Derecho Tributario, y ella consiste en la inversión de la carga de la
prueba que sufre el sujeto responsable. Inversión que le viene dada por la presunción
de legitimidad del acto administrativo. La actividad probatoria en contra de actos
dictados por el Fisco exige, por parte del recurrente, mucho más que sólo su
discrepancia o negación, exige aportar prueba concluyente y contundente que lleve al
magistrado a apreciar críticamente como se han desarrollado los hechos ("mochila de
piedra", onus probandi incumbit ei qui dicit).
Acorde a lo previsto en el art. 54 de la ley 11.683, no están alcanzados por esta multa
las sucesiones indivisas, el cónyuge cuyos réditos propios perciba o disponga en su
totalidad el otro, los incapaces, los penados a que se refiere el art. 12 del Cód. Penal,
los quebrados cuando la infracción sea posterior a la pérdida de la administración de
sus bienes y siempre que no sean responsables con motivo de actividades cuya gestión
o administración ejerzan.
2. PROCEDIMIENTO APLICABLE
b) el art. 71, que impone la notificación del sumario al presunto infractor acordándole
un plazo de 15 días, prorrogable por auto fundado por otro lapso igual y por única vez,
para formular el descargo;
El art. 76, que establece las vías recursivas, mutuamente excluyentes, previstas en
sus incs. a) Recurso de Reconsideración ante el Superior, y b) Recurso de Apelación
ante el TFN
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Como cualquier hipótesis defraudatoria (cfr. arts. 172 y 173 Cód. Penal) el sujeto
activo logra un desplazamiento patrimonial a su favor utilizando el engaño y el ardid para
lograr su cometido, provocando el perjuicio económico de la víctima. Adviértase, que la
defraudación es el género y la estafa y el abuso de confianza son las especies, con lo
cual toda estafa es una forma de defraudación y hay defraudaciones que no son
estafas(135).
Acorde a lo previsto en el art. 54 de la ley 11.683, no están alcanzados por esta multa
las sucesiones indivisas, el cónyuge cuyos réditos propios perciba o disponga en su
totalidad el otro, los incapaces, los penados a que se refiere el art. 12 del Cód. Penal,
los quebrados cuando la infracción sea posterior a la pérdida de la administración de
sus bienes y siempre que no sean responsables con motivo de actividades cuya gestión
o administración ejerzan.
2. PROCEDIMIENTO APLICABLE
h) el art. 71, que impone la notificación del sumario al presunto infractor acordándole
un plazo de 15 días, prorrogable por auto fundado por otro lapso igual y por única vez,
para formular el descargo;
El art. 76, que establece las vías recursivas, mutuamente excluyentes, previstas en
sus incs. a) Recurso de Reconsideración ante el Superior, y b) Recurso de Apelación
ante el TFN.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La reforma instaurada por la ley 27.430 a la Ley de Rito Fiscal, incluye una nueva
hipótesis delictual a través del presente artículo.
Es evidente que la voluntad del legislador esta uniformada en una dirección: punir las
mismas conductas con distintas sanciones. La prisión para la ley Penal Tributaria y
Previsional y la multa para la ley de Procedimiento Fiscal.
En líneas generales, con la figura prevista en la ley penal tributaria se procura castigar
aquellas conductas que simulan o aparentan el pago de una obligación tributaria o
previsional o derivada de sanciones pecuniarias de los Fiscos Nacionales, Provinciales
o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Para ello el sujeto utiliza algún medio -
documentación falsa, u otro ardid o engaño- tendiente a fingir la cancelación de sus
obligaciones tributarias o de los recursos de la seguridad social, o multas(137).
Observamos una gran similitud con el artículo sub-examen.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Con una sombría técnica jurídica la ley desgrana en este artículo las denominadas
"presunciones de dolo" a ser aplicadas al ilícito de defraudación fiscal. Entendemos que
únicamente el propósito de facilitarle al organismo recaudador la seria tarea de probar
el dolo en el accionar del contribuyente, puede justificar la insensata redacción.
Ello así, y con la aplicación de esta lóbrega técnica, será el contribuyente quien,
nuevamente, deberá probar en contra de la existencia del elemento subjetivo doloso. La
norma desgrana cinco situaciones presuncionales juris tantum, relativas, que admiten
prueba en contra de quien alegue su inexistencia.
La reforma legislada por la ley 27.430 (BO 29/12/2017) incorpora una nueva
presunción en el inc. f). En el citado se afirma que existirá presunción de accionar
defraudatorio cuando no se utilicen los instrumentos de medición, control, rastreo y
localización de mercaderías, tendientes a facilitar la verificación y fiscalización de los
tributos, cuando ello resulte obligatorio en cumplimiento de lo dispuesto por leyes,
decretos o reglamentaciones que dicte la AFIP.
2. PRESUNCIONES ENUNCIADAS
Asimismo, se agrega como presunción el hecho de que los datos inexactos generen
una "grave incidencia sobre la determinación de la materia imponible".
ART. 48 — Serán reprimidos con multa de dos (2) hasta seis (6) veces el tributo
retenido o percibido, los agentes de retención o percepción que lo mantengan en
su poder, después de vencidos los plazos en que debieran ingresarlo.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Dentro de los responsables ubicamos a los agentes de retención que son las
personas designadas por la ley o por la Administración, previa autorización legal, que
por sus funciones públicas o por razón de su actividad, oficio o profesión, intervienen en
actos y operaciones en los cuales puedan efectuar la retención del tributo
correspondiente.
Por su parte, el art. 8º crea un vínculo solidario entre el responsable por deuda ajena
y el verdadero contribuyente, a los efectos de cumplimentar las obligaciones emergentes
de la ley. Dicha solidaridad subsiste hasta el momento de ser practicada la retención o
bien hasta que el contribuyente ingrese en forma directa el tributo que se le ha omitido
retener.
La CS(144) ha definido a los agentes de retención como aquellos a los que la ley les
atribuyó el deber de practicar retenciones por deudas tributarias de terceros, sobre los
fondos de que disponen cuando con su intervención se configura el presupuesto de
hecho determinado por la norma legal y los obligó a ingresar al Fisco los importes
retenidos en el término y las condiciones establecidas, puesto que tal actividad se
vincula con el sistema de percepción de los tributos en la misma fuente en virtud de una
disposición expresa que así lo ordena y atendiendo a razones de conveniencia en la
política de recaudación tributaria..
Acorde a lo previsto en el art. 54 de la ley 11.683, no están alcanzados por esta multa
las sucesiones indivisas, el cónyuge cuyos réditos propios perciba o disponga en su
totalidad el otro, los incapaces, los penados a que se refiere el art. 12 del Cód. Penal,
los quebrados cuando la infracción sea posterior a la pérdida de la administración de
sus bienes y siempre que no sean responsables con motivo de actividades cuya gestión
o administración ejerzan.
2. PROCEDIMIENTO APLICABLE
b) el art. 71, que impone la notificación del sumario al presunto infractor acordándole
un plazo de 15 días, prorrogable por auto fundado por otro lapso igual y por única vez,
para formular el descargo;
c) el art. 76, que establece las vías recursivas, mutuamente excluyentes, previstas en
sus incs. a) Recurso de Reconsideración ante el Superior, y b) Recurso de Apelación
ante el TFN
CUANDO LA PRETENSIÓN FISCAL FUESE ACEPTADA UNA VEZ CORRIDA LA VISTA, PERO
ANTES DE OPERARSE EL VENCIMIENTO DEL PRIMER PLAZO DE QUINCE (15) DÍAS
ACORDADO PARA CONTESTARLA, LAS MULTAS PREVISTAS EN LOS ARTS. 45, 46,
AGREGADOS A CONTINUACIÓN DEL 46 O 48 SE REDUCIRÁN A TRES CUARTOS (3/4) DE SU
MÍNIMO LEGAL, SIEMPRE QUE NO MEDIARA REINCIDENCIA EN TALES INFRACCIONES.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo ha sufrido una reforma total, no quedan rastros del anterior texto. Con
independencia de la mayor o menor benignidad de la norma actual, si somos contestes
en que posee un mayor grado de precisión.
2. SUPUESTOS EXIMENTES
A los efectos que se estime corresponder citamos que, con respecto a las sanciones
establecidas en el Capítulo VI de la ley 11.683, derivadas de incumplimientos a los
deberes formales, así como los incumplimientos materiales, ya sean estos últimos
culposos (art. 45) o dolosos (arts. 46, 46 bis y 48), que el dictado de la ley 26.476(151) (BO
24/12/2008) estableció un Régimen de regularización de obligaciones tributarias y de la
seguridad social, de regularización del empleo no registrado y de exteriorización y
repatriación de capitales, con vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial,
que condonó las multas y demás sanciones que no se encontraren firmes, para aquellos
contribuyentes que se acogieran al citado régimen de regularización.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Sin embargo, siempre hemos criticado las normas de este tenor, porque jamás hemos
comprendido cuál es la regla matemática que aplica el Fisco, dando como resultado que
un contribuyente que incurre por primera vez en una infracción formal, o se ve
incurso por primera vez en alguno de los supuestos que ameritan la aplicación de multa
y clausura, nunca es sancionado con el mínimo que marca la ley.
Las escalas penales se redactan para merituar las reincidencias o las agravantes.
Las escalas penales nada tienen que ver con el nombre, marca, fama, notoriedad o
popularidad de la que goza el sancionado. Por otra parte, ha de tenerse muy en cuenta
que las multas, como cualquier sanción penal pecuniaria, no deben ser tomadas como
fuentes de recaudación sino que han sido instituidas como un medio para corregir
aquellas conductas desviadas de la norma.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La reiterancia, tal como dice la norma, se verifica cuando se comete más de una
infracción, de la misma naturaleza (formal o material), sin que exista resolución
administrativa o sentencia judicial condenatoria firme respecto de alguna de ellas al
momento de la nueva comisión.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Ríos de tinta se han escrito en materia del tratamiento del error en el comportamiento
del individuo.
Adviértase, que el cerebro del autor del injusto puede tener tres claros
comportamientos:
3. Error, por falso conocimiento y/o una concepción no acorde con la realidad. El error
suele equipararse a la ignorancia, que no es ya el falso conocimiento, sino la ausencia
de conocimiento(154).
Por nuestra parte hemos dicho que hablamos de la existencia de error cuando el
sujeto tiene un espurio conocimiento sobre la realidad de un hecho o, de una norma(155).
Esta situación, también, es definida como vicio del consentimiento.
Por otro lado, hablamos de ignorancia cuando existe ausencia de conocimiento. Por
ello, y parafraseando a Carrara, se dice que en la ignorancia el sujeto tiene una actitud
negativa y, en el error, una actitud positiva.
Nuestro anterior ordenamiento civil, en su art. 923, señalaba que la ignorancia de las
leyes, o el error de derecho en ningún caso impedirá los efectos legales de los actos
lícitos, ni excusará la responsabilidad por los actos ilícitos.
Refiriéndose a este intrincado tema, Jorge Héctor Damarco(156) expresa que el error
de derecho no es admisible pero que, algunas ramas jurídicas, dado su complejidad, es
admitido. Perteneciendo la materia tributaria a esas ramas jurídicas complejas. Por ello,
la ley 11.683 contiene artículos con expresa mención al error excusable (art. 45).
Adviértase, que cuando el art. 45 acepta el error excusable, está también refiriéndose
a un error de derecho extrapenal, más precisamente, al error sobre la obligación
tributaria sustantiva, es decir, sobre el derecho tributario material o sustantivo.
Por todo ello, consideramos necesario alentar a la Administración fiscal a que acepte
el error excusable —error de derecho extrapenal—, en los artículos de la ley de
Procedimiento Tributario que describen obligaciones formales, o deberes de
colaboración, que el contribuyente tiene para con el organismo recaudador.
El error excusable previsto en el art. 37 del Cód. Fiscal (t.o. 1976), requiere un
comportamiento normal, razonable, prudente y adecuado a la situación, hallándose
exento de pena quien demuestre que pese a su diligencia y en razón de graves y
atendibles circunstancias que acompañaron o precedieron a la infracción, pudo y debió
creer razonablemente que su acción no lesionaría el precepto legal ni el interés del
erario
1. CONSIDERACIONES GENERALES
ART. 51 — Las multas aplicadas deberán ser satisfechas por los responsables
dentro de los quince (15) días de notificadas, salvo que se hubiera optado por
interponer contra las mismas las acciones o recursos que autorizan los arts. 76, 82
y 86.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
ART. 52 — Cuando sea necesario recurrir a la vía judicial para hacer efectivos
los créditos y multas ejecutoriadas, los importes respectivos devengarán un interés
punitorio computable desde la interposición de la demanda.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
a) Interés simple; es el que produce un capital sin agregarle ningún rédito vencido,
aunque no se haya cobrado.
b) Interés a proporción; cuenta que consiste en dividir los pagos que se hacen a
cuenta de un capital que produce interés, en dos partes proporcionales al importe del
débito y a la suma de los intereses devengados.
c) Interés legal; el que a falta de estipulación previa sobre su cuantía determina la ley
cuando haya de devengarse, o el deudor incurra en mora. También es conocido como
interés moratorio.
d) Interés compuesto; el del capital al cual se acumulan sus réditos para que
produzcan otros. Se calcula sobre un capital y sus intereses acumulados.
La ley de rito Tributario 11.683 prevé dos tipos de intereses. Aquellos que se aplicarán
en caso de simple mora, a los cuales se denomina resarcitorios, que generan un
incremento del monto de obligación ingresada fuera de término, logrando con ello la
reparación, o indemnización del perjuicio causado por la mora incurrida. Y aquellos otros
que se devengan desde la interposición de la demanda cuando es necesario recurrir a
la vía judicial para hacer efectivos los créditos y multas ejecutoriadas conocidos
como punitorios(158).
Va de suyo que nos encontramos frente a una sanción civil, aplicable cuando el
organismo se ve obligado a recurrir ante la justicia para hacer efectiva la deuda del
obligado, siendo la interposición de la demanda el momento en que comienza su
devengamiento.
El límite de la tasa está fijado por la propia letra de la ley en cuanto se establece que
no podrán superar a los intereses resarcitorios en más del 50%. En la actualidad, el
porcentaje está establecido por las previsiones contenidas en la resolución del Ministerio
de Economía y Producción 314/2004 y su modificatoria 492/2006 en el (tres) 3%
mensual(159).
Al igual que con respecto a la tasa aplicable a los intereses resarcitorios, varios han
sido los planteos de inconstitucionalidad dado lo desmesurado de las tasas aplicables.
Al respecto la jurisprudencia ha sido renuente a aceptar estos planteos sentenciando,
en su mayoría, que los intereses que fije la autoridad administrativa, en cuanto se
sujeten a los límites de la delegación, no pueden producir agravio constitucional válido,
salvo que el contribuyente, a través de prueba idónea —la que no se produjo en el
caso—, demuestre que la aplicación de aquellos produce efectos confiscatorios(160).
— ART. 37 —
Causa: CHUBB ARGENTINA DE SEGUROS SA (TF 31134-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm.,
sala II, 28/2/2013
El art. 623 del Cód. Civil sólo admite la posibilidad de capitalizar los intereses por
convención expresa o ante intimación judicial, supuestos que no resultan de aplicación
al caso en debate y que además, dado su carácter de excepción a la regla no pueden
ser interpretadas extensivamente.
No se da el supuesto de anatocismo que prohíbe la norma del art. 623 del Cód. Civil
y que se refiere a la duplicación de interés sobre interés. En el caso, los intereses
generados por mora resultan cancelados con el pago, conforme el modo de imputación
que establece el art. 776 del Cód. Civil, siendo esta la razón de la capitalización y que
se funda en el principio de integridad del pago. Y nada impide que el remanente impago
genere intereses resarcitorios.
Para que se configure la mora del contribuyente o responsable del impuesto tienen
que reunirse dos elementos: a) el retardo en el cumplimiento de la obligación y b) que
dicho retardo lo sea imputable al deudor en forma dolosa o culposa.
Que esta sala in re "Fisco Nacional (DGI) c. La Cantábrica s/ejecución fiscal", sent.
del 2/4/1985, ha dicho "los anticipos a que se refiere el art. 28 de la ley
11.683 constituyen obligaciones de cumplimiento independiente con individualidad y
fechas de vencimiento propias, cuya falta de cumplimiento en termino da lugar a la
aplicación de intereses resarcitorios (art. 42) en el supuesto de que el gravamen
adeudado según la liquidación final del ejercicio fuere menor que las cantidades
anticipadas. Que la ley 11.683 (t.o. 1978) establece dos clases de intereses
perfectamente diferenciados y que no se superponen. Ellos son, por un lado, los
intereses resarcitorios que se devengan ante la falta total de pago de los gravámenes,
desde sus respectivos vencimientos y hasta el momento de interposición de la demanda
de ejecución fiscal, entre otros supuestos (art. 42) y por otro, los intereses punitorios
que corren de allí en adelante, vale decir, a partir de la fecha de interposición de la
demanda.
Causa: LYN SA C. FISCO NACIONAL (DGI) S/REPETICIÓN DGI - CNFed. Cont. Adm., sala
IV 13/7/1999
Causa: BANCO MILDESA SA (TF 15247-1) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala IV,
19/5/1999(164)
— ART. 39 —
Causa: PLATA LAPPAS SA (TF 15344-1) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala IV,
18/6/1998
Resulta claramente de ello que el bien jurídico protegido con la norma es la protección
del normal ejercicio de las facultades de la DGI en la fiscalización y verificación de los
haberes tributarios de los contribuyentes.
A mayor abundamiento resulta oportuno poner de relieve que "...si una persona ha
encaminado su conducta a la realización de un hecho jurídicamente permitido, pero al
realizar la conducta lesiona un bien jurídico a consecuencia de haber infringido ese
sujeto los deberes de cuidado que se les exija respetar, estamos en presencia de un
hecho culposo cuya punibilidad puede ser justificada porque, aun cuando no existiera
intención de lesionar ese bien jurídico el sujeto actuó de tal forma que por negligencia o
imprudencia ha ocasionado lesión al bien jurídico, no tomando los recaudos necesarios
para evitar el menoscabo del mismo.
Cabe confirmar las multas impuestas al contribuyente con sustento en los arts.
38y 39 de la ley 11.683 —t.o. 1998—, pues si bien contestó los requerimientos que se
le efectuaron en ningún momento presentó las declaraciones juradas requeridas dentro
del plazo para el vencimiento general ni dentro de los 15 días que se le fijara a tales
efectos, ni tampoco canceló las multas fijadas en dichos requerimientos de conformidad
con el art. 38 antes citado, sin que hubiera acreditado ninguna causa eliminatoria de
subjetividad.
— ART. 40 —
Que, como se viene advirtiendo, por la sola aplicación de la sanción de multa prevista
por el art. 40 de la ley 11.683 no se genera actualmente el efecto disuasivo querido por
la norma, mencionado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el
pronunciamiento expresado por el consid. 6º del presente, a fin de que los
contribuyentes modifiquen las conductas en lo inmediato reprochables.
Con este entendimiento, la norma del art. 26, inc. a), de la ley 26.565 es clara en
cuanto dispone la sanción de clausura como consecuencia de la configuración de
infracciones al art. 40de la ley 11.683, por alguno de los sujetos adheridos al Régimen
Simplificado.
Del voto del señor Juez de Cámara, Dr. Mateo José Busaniche, cabe destacar lo
siguiente:
A la luz de lo expuesto por la camarista preopinante, las sanciones previstas para los
contribuyentes adheridos al Régimen Simplificado para pequeños contribuyentes por
el art. 26, inc. a), del Anexo de la ley 26.565, no afectan el principio de igualdad, dado
que no se advierte que el régimen sancionatorio aludido resulte más gravoso que aquel
previsto por el art. 40de la ley 11.683 para los contribuyentes sujetos al régimen general.
De la lectura de ambas normas se advierte que mientras que el art. 40de la ley
11.683 prevé una sanción conjunta de multa más clausura de 3 a 10 días, por el art.
26, inc. a), del Anexo de la ley 26.565 se establece únicamente sanción de clausura, y
los montos mínimo y máximo de aquella sanción —1 a 5 días— son inferiores a los
previstos por el art. 40de la ley 11.683.
Causa: DR. GARCÍA PINTO, JOSÉ P/MICKEY SA S/INFRACCIÓN ART. 44, INC. 1º, LEY 11.683-
CS, 5/11/1991 - Leading Case
— ART. 40 BIS —
Por otra parte, por el art. 19 se dispuso: "Las multas establecidas en el art. 17 y, en
su caso, con el incremento dispuesto en el artículo precedente, se reducirán a su mínimo
legal —trescientos pesos ($300)—, si el empleador regulariza la infracción cometida
antes de la audiencia prevista en el art. 41 de la ley 11.683, t.o. 1998 y sus
modificaciones".
Por otra parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha establecido que las leyes
deben interpretarse y aplicarse buscando la armonización entre éstas y teniendo en
cuenta el contexto general y los fines que las informan (Fallos 301:1149, entre muchos
otros), de modo que no entren en pugna unas con otras y no se destruyan entre sí
(Fallos 307:518), por lo cual debe adoptarse el sentido que las concilie y deje a todas
con valor y efecto (Fallos 314:458). Esta doctrina es aplicable también con relación a las
disposiciones reglamentarias de naturaleza administrativa.
— ART. 44 —
Los hechos señalados por los representantes del organismo recaudador, en cuanto
al quebrantamiento de clausura, se han visto confirmados por el propio imputado [...]
dichos factores llevan a concluir [...] que la infracción del art. 44 se encuentra
suficientemente acreditada.
"...son competentes para la aplicación de tales sanciones los jueces penal económico
en la Capital Federal y los jueces federales en el resto de la República. Si efectuamos
una correcta interpretación de este artículo, correlacionándolo con el resto del
ordenamiento jurídico, cabe colegir que la voz "jueces" debe ser entendida en un sentido
estricto, es decir como referida a los titulares de los Juzgados en lo Penal Económico.
Ello así porque cuando el CPP ha querido atribuir competencia a los Tribunales Orales
así lo ha dispuesto expresamente".
— ART. 45 —
Causa: VELÁZQUEZ, ENRIQUE GUSTAVO (TF 25914-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala
IV, 25/3/2013
Que, en cuanto a los agravios referidos a la sanción impuesta, es preciso señalar que
la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que "...en el campo del derecho
represivo tributario rige el criterio de personalidad de la pena que, en esencia, responde
al principio fundamental de que sólo puede ser reprimido quien sea culpable, es decir,
aquel a quien la acción punible pueda ser atribuida tanto objetiva como subjetivamente
(Fallos: 271:297; 303:1548; 312:149).
En efecto, la actora efectuó una consulta al Fisco a fin de que éste le especificara
claramente los tributos que le correspondía pagar y éste omitió informarle acerca del
impuesto de emergencia a las altas rentas, lo que generó un error de su parte al no
saber que debía tributar el referido gravamen, razón por la que, en el caso, no se puede
considerar que resulte procedente la sanción impuesta, toda vez que se advierte un
comportamiento normal y razonable que excluye la existencia del elemento subjetivo
requerido por la norma. En efecto, la actora demostró su interés en cancelar sus
obligaciones fiscales al formular la pertinente consulta y cumplir de conformidad con lo
que allí se le había informado.
Por consiguiente, corresponde en este punto revocar lo resuelto por el Tribunal Fiscal
y, en consecuencia, dejar sin efecto la sanción impuesta.
Causa: ATILIO J. DANERI SA (EX SCA) (FT 13.723-1) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala
I, 14/11/2000
Causa: EMPRESA SAN NICOLÁS SRL (TF 15239-1) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala
IV, 8/10/1998
Nótese, por lo demás, que tal como señaló el Tribunal Fiscal en su oportunidad el
contribuyente rectificó las declaraciones juradas correspondientes al IVA como
consecuencia de la fiscalización que se llevó a cabo, por lo que no puede atribuirse al
pago efectuado el carácter de espontáneo habida cuenta que la actividad desarrollada
por el Fisco fue la determinante de la presentación de las declaraciones rectificativas en
cuestión.
Que este tribunal ha afirmado, si bien para otro de infracciones administrativas, que
nada impide que a través de los datos de la experiencia pueda naturalmente inferirse de
los hechos producidos la ocurrencia de culpa en el acto juzgado. Para ello basta
comprobar que el hecho probado sea consecuencia normal de negligencia o de falta de
previsión por parte de los responsables de dicho hecho. No se trata de una presunción
de culpa; es la inferencia de negligencia o imprevisión resultante del hecho mismo,
recayendo en el presunto infractor la demostración de la concurrencia, como factor
determinante en la configuración de la infracción, de otras circunstancias ajenas a su
voluntad y que él no pudo controlar.
Causa: PEISAJOVICH JORGE ELÍAS (TF 11.302-1) C. DGI - CNFed. Cont. Adm.,
28/4/1998
Esta sala, en anteriores ocasiones en las que, al igual que en la presente, se trataba
de multas aplicadas con sustento en lo dispuesto en el art. 45 de la ley
11.683, desestimo el criterio de que "a priori" se descalifique la procedencia de dicha
sanción en supuesto de ajustes de la materia imponible sustentados en una
determinación de oficio sobre base presunta, habida cuenta que en tal caso, el
procedimiento utilizado por la demandada, en definitiva, permitió poner al descubierto
las omisiones imputadas.
— ART. 46 —
Causa: CAMPUS VIRTUAL SA (TF 27729-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III,
8/8/2013
Ahora bien, toda vez que se encuentra comprobada dicha materialidad, cabe indagar
sobre la existencia de uno u otro elemento subjetivo. Para ello, es necesario advertir
que el art. 47 de la Ley de Procedimientos Tributarios consagra una serie de
presunciones legales a fin de facilitar la prueba del dolo exigido por el art. 46, de modo
que opera una inversión de la carga de la prueba como consecuencia de la acreditación
de los elementos exigidos por dichas presunciones. En efecto, ella "opera para el
particular una vez que los hechos fácticos que dan a lugar a tales presunciones han sido
alegados y acreditados" (arg. esta sala Causa 10026/2010, in re "Fariña Gonzalo Javier
[TF 25892-I] c. DGI", sentencia del 11/10/2012).
Entre ellas, cabe destacar que, del análisis de los comprobantes de ventas y facturas
aportados por la contribuyente, se verificó que los conceptos facturados correspondían
a servicios por "conectividad, tutoría, acceso al Campus, material didáctico y gastos
administrativos".
Frente a tales circunstancias, cabe observar que la actora se limitó a negar en forma
dogmática la configuración de las circunstancias receptadas por los señalados incisos
de art. 47 de la ley 11.683, sin embargo no ha alegado ni acreditado en forma concreta
en su contra, lo cual resulta determinante del rechazo de su pretensión sobre el punto.
Esta conclusión, por lo demás, torna inaplicable al caso el instituto del error excusable
previsto por la citada ley para las sanciones reguladas por su art. 45, así como
inoficiosos a los restantes planteos efectuados por la actora. Asimismo, también cabe
rechazar los introducidos respecto de la insuficiencia de fundamentación de las
resoluciones cuestionadas, ya que —tal como surge de las consideraciones
precedentemente expuestas— ellas han sido sustentadas en cuestiones fácticas que no
han sido concreta y correctamente rebatidas por la parte.
Causa: CASA ELEN-VALMI DE CLARET Y CARELLO - TFN 10.582-1 C. DGI - CNFed. Cont.
Adm., sala V, 30/6/1997 - Leading Case
Causa: BERTONA ARMANDO ANTONIO C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II, 7/3/2000
Para que el organismo fiscal pueda sancionar a un contribuyente con multa por
defraudación en relación a actos realizados y cumplidos bajo el imperio de la ley
11.683, anterioridad a la vigencia de la ley 23.314 que incorporó a dicha ley las
presunciones de dolo, agregando un artículo a continuación del 46, es necesario que
surja de los antecedentes administrativos la prueba fehaciente y directa de la conducta
dolosa que se atribuyó al responsable.
Causa: SILVA ALFONSO SALVADOR C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala IV, 7/3/2000
Causa: CASTILLO CARLOS J. Y SBIGLIO IRMA SH (TF 15532-I) C. DGI - Poder Judicial
de la Nación - 22/2/2000
Para confirmar el fallo apelado, en cuanto dejó sin efecto la sanción impuesta por la
Dirección General Impositiva en los términos del art. 46 y la encuadró en el art. 45 de
la ley 11.683 (t.o. 1978), es suficiente la remisión a la jurisprudencia que establece que
las presunciones en cuanto al gravamen no son aptas para presumir fraude en materia
penal fiscal, sin que sea óbice para ello el agravio de los actores referidos a la garantía
de defensa en juicio. En efecto, es atribución del Tribunal Fiscal de la Nación encuadrar
los hechos en la figura sancionatoria adecuada independientemente de la tipificación de
la resolución recurrida, siempre que no se vulnere el principio de la reformatio in pejus,
lo que no sucede en el presente caso atento a que la multa que se aplicó es más benigna
que la que se recurrió.
Causa: FERNÁNDEZ DIEGO BERNARDO (TF 14716-1) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala
I, 14/3/2000
Causa: ETAM SAIC C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala IV, 15/5/2000
El elemento típico de la figura del art. 46 de la ley 11.683 está constituido por la
intención defraudatoria (dolo). La comprobación de su existencia al calificarse la
conducta del responsable debe ser ponderada en consonancia con el conjunto de
circunstancias que en la convicción del intérprete, permitan encontrar configurada la
intención de defraudar, no siendo óbice para su atribución la utilización de las figuras
presuncionales legalmente admitidas. En el caso, la conducta pasible de sanción
consiste, según el Fisco, en la presentación de declaraciones juradas engañosas en el
impuesto a las ganancias, pues no todos los gastos contabilizados son deducibles por
no cumplir con el requisito de pertenencia; impugnándose los gastos personales de los
directores y la deducción como cómputo del crédito fiscal respectivo a los gastos
contabilizados, los que no pudieron ser justificados en los pertinentes comprobantes.
Si bien es cierto que en la causa "Mazza Generoso y Mazza Alberto", la Corte advirtió
que las presunciones del art. 25 de la ley 11.683 resultan suficientes para la
determinación impositiva pero que no podía extenderse al campo del ilícito tributario,
debe colegirse que ello es así, porque además, no se contaba con el necesario sustento
de otros elementos que acrediten la existencia de una actividad dolosa tendiente a
defraudar los intereses del Fisco. Esta interpretación fue receptada por la Cámara en
los autos "Metalúrgica Tadem S.C.A." y "Lerma SA".
A fin de que el organismo fiscal pueda sancionar a un contribuyente con multa por
defraudación, es absolutamente imprescindible que surja de los antecedentes
administrativos la prueba fehaciente y directa de la conducta dolosa que se atribuye al
responsable. Si no se pudiera acreditar dicho elemento, la conducta debe reputarse
cometida con culpa —y por lo tanto encuadrable en la figura del art. 45 de la de la ley
11.683— salvo que el responsable haya podido demostrar error excusable.
Causa: VICTORIO RESCHINI E HIJOS SRL (TF 15086-1) C. DGI - CNFed. Cont. Adm.,
27/2/1998
— ART. 47 —
Toda vez que el juez penal interviniente decidió sobreseer a Alberto González y Ana
Karina Gatti —socios gerentes de la actora— por inexistencia del delito de evasión
simple, el Ente Fiscal procedió a iniciar el correspondiente sumario con la aplicación de
la sanción que ante esta instancia se apela.
Con fecha 15 de julio de 2008, la Alzada dictó sentencia respecto del recurso de
apelación interpuesto contra la resolución que confirmó la determinación del impuesto
base de la multa aquí discutida y en dicho decisorio se resolvió dejar sin efecto lo
resuelto por el Tribunal Fiscal y devolver las actuaciones para que se efectúe una nueva
determinación, teniendo especialmente en cuenta la pericia contable efectuada en sede
penal, en virtud de la cual se decidió el sobreseimiento de los socios gerentes de la
actora.
El art. 47 de la ley 11.683 —t.o. 1978— no es más que una forma autónoma de la
defraudación fiscal (art. 46 de ese ordenamiento) por lo que no basta la mera
comprobación de la situación objetiva en que se encuentra el agente de retención, sino
que es menester la concurrencia del elemento subjetivo en concordancia con el principio
fundamental de que sólo puede ser reprimido quien sea culpable, es decir, aquel a quien
la acción punible puede ser atribuida tanto objetiva como subjetivamente (conf. "Acto
Médico SA s/recurso de apelación").
En el art. 47 de la ley 11.683 —t.o. 1998—, a partir de un hecho cierto que debe ser
probado por el organismo recaudador (los descriptos en sus incisos) se deriva la
afirmación sobre la probabilidad de la existencia de otro hecho (que ha existido la
voluntad de producir declaraciones engañosas o de incurrir en ocultaciones maliciosas),
lo que posibilita tener por cierto que se obró en fraude fiscal. Las presunciones
contenidas en el mencionado artículo son relativas, dispensan de la prueba del hecho
presumido al organismo fiscal, pero pueden ser refutadas por el contribuyente mediante
el desarrollo de una probanza en la cual se acredite la falsedad o inexistencia del hecho
presumido.
Cabe señalar que se entiende como "presunción" a aquella operación lógica tendiente
a afirmar la existencia o dimensión de un hecho desconocido a partir de uno conocido,
que según la experiencia le sigue o precede. En el caso de las establecidas en el art.
47 de la ley de rito (t.o. en 1998), a partir de un hecho cierto que debe ser probado por
el organismo recaudador (los descriptos en sus incisos) se deriva la afirmación sobre la
probabilidad de la existencia de otro hecho (que ha existido la voluntad de producir
declaraciones engañosas o de incurrir en ocultaciones maliciosas), lo que posibilita tener
por cierto que se obró en fraude al Fisco.
Causa: DELGAVIO JOSÉ MIGUEL (TF 15623-1) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., 25/11/1999
Que dicho artículo sanciona la conducta del agente de retención o percepción que
mantenga en su poder los impuestos retenidos o percibidos, después de vencidos los
plazos en que debiera ingresarlos, aplicándole una multa de dos a diez veces el
impuesto de referencia.
Que, como principio fundamental sólo puede ser reprimido aquel a quien la acción
punible puede serle atribuida tanto objetiva como subjetivamente. Ello es así, pues a las
infracciones y sanciones tributarias les son aplicables las disposiciones del Código
Penal salvo disposición expresa o implícita en contrario (confr. sala III in re "García
Navarro" del 26/6/1993).
TÍTULO I
CAPÍTULO VII - RESPONSABLES DE LAS SANCIONES. TERESA GÓMEZ
ART. 53 — Están obligados a pagar los accesorios quienes deban abonar los
respectivos impuestos, anticipos y otros pagos a cuenta.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El significado jurídico del término "accesorio" establece que es aquello que depende
de lo principal, porque todo lo que complementa y depende de algo, con existencia
independiente y propia, es accesorio. En las obligaciones una es principal y
otra accesoria cuando aquélla es la razón de la existencia de ésta(1).
Por su parte, al referirse a los accesorios, la jurisprudencia tiene dicho que su punto
de partida es una determinación, ya sea que ésta haya sido practicada por la DGI o por
el propio responsable y consiste en la mera aplicación de tasas y coeficientes desde y
hasta determinadas fechas(2).
ART. 54 — No están sujetos a las sanciones previstas en los arts. 39, 40, 45, 46
y 48 las sucesiones indivisas. Asimismo, no serán imputables el cónyuge cuyos
réditos propios perciba o disponga en su totalidad el otro, los incapaces, los
penados a que se refiere el art. 12 del Cód. Penal, los quebrados cuando la
infracción sea posterior a la pérdida de la administración de sus bienes y siempre
que no sean responsables con motivo de actividades cuya gestión o administración
ejerzan.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Sin embargo, la reforma establecida por la ley 26.735 (BO 28/12/2011) al texto de la
Ley Penal Tributaria y Previsional 24.769 modificó este principio general, redactándose
un nuevo art. 14 el cual ahora establece la punibilidad de las sociedades(5).
Relación directa con la sucesión indivisa tiene el último párrafo de la norma en cuanto
aclara que las sanciones no serán de aplicación cuando ocurra el fallecimiento del
infractor, aun cuando la resolución haya quedado firme adquiriendo la calidad de cosa
juzgada. La muerte del imputado es uno de los supuestos de extinción de la acción penal
prevista por el Código Penal en su art. 59.
a) los menores de 21 años, o aquellos que no hayan sido emancipados (art. 128Cód.
Civil).
b) los dementes, que por causa de enfermedades mentales no tengan aptitud para
dirigir su persona o administrar sus bienes. Ninguna persona será considera demente
sin que la demencia sea previamente verificada y declarada por juez competente (arts.
140y 141Cód. Civil).
El art. 12 del Cód. Penal establece que la reclusión y la prisión, por más de 3 años,
lleva como inherente la inhabilitación absoluta, por el tiempo de la condena, la que podrá
durar hasta 3 años más, si así lo resuelve el tribunal. Esta situación importa, además, la
privación de la patria potestad, de la administración de los bienes y del derecho de
disponer de ellos por actos entre vivos. El penado quedará sujeto a la curatela
establecida por el Código Civil para los incapaces.
Al igual que en el acápite 1.2, no resulta de ninguna lógica que aquel que no disponga
de sus réditos resulte punible.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Para imponer multa a los Administradores de la sociedad en los términos del art.
45 de la ley 11.683 —en tanto son responsables solidarios de ella—, su conducta debe
ser ponderada a la luz de lo previsto en la referida norma, pues no basta con que hayan
incumplido con los deberes que le incumbían dentro de la sociedad, sino que debe
efectuarse una evaluación independiente del aspecto infraccional y de las conductas
respectivas(9).
a) Omitiendo la realización de los actos necesarios para cumplir con las obligaciones
o deberes tributarios;
El criterio del Fisco que consideró responsable solidario al director de una sociedad
por la deuda determinada a esta última, debe ser admitido, pues si bien la situación
concursal del deudor principal resulta demostrativo de las dificultades financieras de la
empresa, ello no importa una causal que justifique el incumplimiento de los deberes
fiscales confiados en su custodia, máxime cuando la obligación tributaria se generó en
oportunidad en que el responsable ejercía en forma efectiva la administración y
representación de la firma y participaba en el manejo de los fondos sociales(14).
Causa: FIBRACO CÍA. ARG. DE HILADOS SA C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II,
2/11/2000
Causa: CAPUTO EMILIO Y OTRO C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala V, 7/8/2000
Para imponer multa a los Administradores de la sociedad en los términos del art.
45 de la ley 11.683 —en tanto son responsables solidarios de ella— su conducta debe
ser ponderada a la luz de lo previsto en la referida norma, pues no basta con que hayan
incumplido con los deberes que le incumbían dentro de la sociedad sino que se debe
efectuar una evaluación independiente del aspecto infraccional y de las conductas
respectivas.
Causa: CREMIEUX PAOLA A. (T.F. 16.021-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala I,
10/10/2000.
El art. 55 de la ley 11.683 dispone la responsabilidad por las infracciones que cometan
los responsables por deuda ajena —definidos en los cinco primeros incisos del art. 8º
de la ley— en la medida que les incumba en la administración, representación,
liquidación, mandato o gestión de entidades, patrimonios y empresas.
TÍTULO I
ART. 56 — Las acciones y poderes del Fisco para determinar y exigir el pago de
los impuestos regidos por la presente ley, y para aplicar y hacer efectivas las multas
y clausuras en ella previstas, prescriben:
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Lo que prescribe por el transcurso del tiempo son las "acciones y poderes del fisco"
para determinar y exigir los tributos regidos por la ley 11.683 —enunciados en su art.
112— como también para aplicar y ejecutar multas y clausuras.
b) Por otra parte, establece una prescripción decenal para el caso de los
contribuyentes no inscriptos
Al respecto, el TFN(6) tiene dicho en una sentencia de antigua data que el sentido de
la prescripción decenal es que los derechos del Fisco no se vean cercenados ante un
contribuyente que se mantiene desconocido.
Igualmente, la ley 27.430 de reforma tributaria modificó el último párrafo del artículo
en análisis, estableciendo que la prescripción de las acciones y poderes del Fisco en
relación con el cumplimiento de las obligaciones impuestas a los agentes de retención
y percepción es de cinco (5) años, contados a partir del 1º de enero siguiente al año en
que ellas debieron cumplirse. Igual plazo de cinco (5) años rige para aplicar y hacer
efectivas las sanciones respectivas.
2. LA PRESCRIPCIÓN
Las reglas sobre prescripción liberatoria están contenidas en el Libro Sexto del Cód.
Civ. y Com. titulado "Disposiciones comunes a los derechos reales y personales", Título
I "Prescripción y Caducidad", que contiene cuatro Capítulos
El Código de Vélez la definía como una excepción para repeler una acción por el solo
hecho que el que la entabla, ha dejado durante un lapso de tiempo de intentarla, o de
ejercer el derecho al cual ella se refiere(9).
a) La existencia de un derecho;
La calificada opinión del maestro Mosset Iturraspe(10) destaca que el transcurso del
tiempo resulta un elemento común a todas las prescripciones, aunque su duración varía
según los distintos supuestos contemplados por la ley, mientras que la pasividad del
acreedor es el otro elemento fundamental, y de ahí que en el ejercicio del derecho o de
su acción correspondiente, obsten a que la prescripción liberatoria se concrete y
produzca sus efectos propios.
En el campo civil, la prescripción no puede ser invocada de oficio por el juez, conforme
al Código Civil y Comercial de la Nación así lo dispone expresamente en el art. 2552,
como también lo determinaba el art. 3964 del Cód. Civil de Vélez.
Es decir, en el ámbito tributario nos encontramos con esta norma que altera el
régimen civil dado que convierte a la prescripción en causa automática de extinción de
las obligaciones tributarias, ordenando que se aplique de tal forma por la AFIP-DGI, o
sea, sin previa alegación de los contribuyentes.
Sin embargo, tiene relevancia la voluntad del contribuyente o responsable toda vez
que éste en un acto típico de disposición, puede renunciar al término corrido de la
prescripción en curso, como veremos en el parágrafo específico.
Nuestro más alto Tribunal(12) tiene dicho que la caducidad, aunque guarde ciertas
semejanzas con la prescripción, es una institución diferente, es un modo de extinción
de ciertos derechos en razón de la omisión de su ejercicio durante el plazo prefijado por
la ley o la voluntad de los particulares.
Resulta evidente que, aun con distinto fundamento jurídico, ambas instituciones
pretenden afianzar estabilidad y certidumbre a las relaciones jurídicas sustanciales y
procesales, guareciendo el orden social.
Ahora bien, la caducidad persigue la finalidad descripta de una forma más enérgica y
acentuada, buscando eliminar toda duda acerca de la existencia del derecho respectivo,
para lo cual se considera esencial que los mismos se ejerciten indefectiblemente dentro
de los plazos establecidos(13).
Asimismo, en relación con las facultades judiciales, estipula que el juez no puede
declarar de oficio la prescripción(14)
Conforme al art. 2553, la prescripción debe oponerse dentro del plazo para contestar
la demanda en los procesos de conocimiento, y para oponer excepciones en los
procesos de ejecución, agregando luego ese artículo que los terceros interesados que
comparecen al juicio vencidos los términos aplicables a las partes, deben hacerlo en su
primera presentación.
El voto en disidencia del Dr. Brodsky en dicha causa, cita en su auxilio la solución
expuesta por el Dr. Francisco Martínez en el voto minoritario de la sentencia dictada en
autos "Siam Di Tella Ltda." del 21 de Julio de 1972, oportunidad en la que sostuvo que
siendo la prescripción indudablemente un instituto de orden público, el principio general
no puede ser otro que el de la misma puede ser opuesta en cualquier momento y en
cualquier instancia y que, en rigor, no podría renunciarse a ella mientras no esté
cumplida o ganada.
Frente a una ejecución fiscal, hemos publicitado(17) aun durante la vigencia del Código
de Vélez, que el juego armónico de las normas aplicables permite concluir que la primera
presentación necesariamente deberá efectuarse dentro del plazo establecido para
oponer cualquiera de las excepciones admisibles, es decir, dentro de los cinco (5) días
de practicada la intimación de pago al demandado, conforme lo dispone el segundo
párrafo del art. 92 de la ley 11.683.
Este pago de una obligación prescripta, aun cuando fuera efectuado a valores
nominales, importa un reconocimiento mas no un renacimiento de la misma, razón por
la cual no resulta exigible el pago de sus accesorios o de la actualización(18).
El art. 10 del Título VII de la ley 24.587 estableció la suspensión por el término de un
año del curso de la prescripción de las acciones y poderes fiscales para determinar y
exigir el pago de los tributos cuya aplicación, percepción y fiscalización estuviese a
cargo de la Dirección General Impositiva.
Agregamos aquí que este criterio ha sido adoptado en cuestiones análogas por la
propia Corte Suprema al sentenciar la causa "Distribuidora El Plata SRL"(22), donde
sostuvo que "...la suspensión del curso de la prescripción de la acción para determinar
o exigir el pago de los tributos, prevista en el art. 49, de la ley 23.495, alcanza a la
generalidad de los contribuyentes responsables, toda vez que no estableció vinculación
exclusiva entre la suspensión aludida y los contribuyentes que hubiesen ejercido el
derecho de acogerse al régimen de normalización tributaria".
Por su parte, el organismo fiscal a través de RG 3509(23) aclara que dicha suspensión
del curso de la prescripción y la caducidad de instancia prevista con carácter general en
el citado art. 17 de la ley 26.860 "...alcanza a la totalidad de los contribuyentes o
responsables, hayan o no exteriorizado moneda extranjera en los términos del régimen
reglamentado por esta resolución general" (art. 7º).
Ahora bien, de una primer y rápida lectura de los dos referidos regímenes que
disponen la suspensión de la prescripción con carácter general (leyes 26.476 y 26.860),
pareciere que existiría una singular "superposición suspensiva".
Entendemos que nada permite tal conclusión. Así, p. ej., tratándose de personas
físicas, al tiempo de la entrada en vigor de la primera de las referidas normas (ley
26.476), no se encontraba en curso la prescripción de ningún periodo fiscal
eventualmente alcanzado por las disposiciones suspensivas de la segunda (ley 26.860),
tal como resultaría ser el período fiscal 2007.
En su segundo párrafo, el art. 53 del dec. regl. de la ley 11.683 establece que
tratándose de contribuyentes a los cuales la Dirección General Impositiva les haya
comunicado la cancelación de su número de inscripción, la condición de "no inscriptos"
regirá para los períodos fiscales que venzan a partir de esa notificación, excepto que el
titular continúe presentando declaraciones juradas.
Por su parte, el art. 53 del dec. regl. de la ley 11.683 ha sido reglamentado por la RG
(AFIP) 2322 de fecha 10/10/2007, en particular, por sus arts. 9º, 10 y 11.
Al respecto cabría destacar que, todo nuestro sistema tributario gira en torno a la
autoliquidación de impuesto, esto es, la presentación de Declaración Jurada tributaria
por parte del obligado, siendo innecesaria la aclaración introducida por la RG (AFIP)
2322.
Al respecto, el art. 53 del dec. regl., Ley de Procedimiento Tributario estipula que no
están comprendidos en la disposición del art. 56, inc. b) de la Ley de Procedimiento
Tributario los contribuyentes de los impuestos cuyas liquidaciones sean
interdependientes y que se hallen inscriptos en alguno de ellos, estableciendo por otra
parte que en los demás impuestos y a iguales efectos la inscripción sólo se juzgará
respecto de cada uno de ellos.
"El pedido de verificación tardía debe deducirse por incidentes mientras tramite el
concurso o, concluido éste, por la acción individual que corresponda, dentro de los dos
años de la presentación en concurso.
Vencidos esos plazos prescriben las acciones del acreedor, tanto respecto de los
otros acreedores como del concursado, o terceros vinculados al acuerdo, salvo que el
plazo de prescripción sea menor".
Sentado ello, corresponde advertir que una primera interpretación lleva a afirmar que
si todos los acreedores por causa o título anterior a la presentación —entre los cuales
cabría incluir al Fisco Nacional— y sus garantes, no solicitaren la verificación tempestiva
de su crédito, opera la referida prescripción abreviada de la ley de concursos y quiebras,
toda vez que a su respecto no opera la interrupción de la prescripción conforme la norma
trascripta precedentemente.
No obstante, la doctrina tiene dicho que la ley 11.683 (t.o. 1998 y su mod.) tiene
prevalencia sobre la ley 24.522porque es derecho público y es derecho federal(32) y
además, que los contribuyentes y síndicos —en su caso—deberán utilizar los medios
procesales prescriptos en la norma específica —ley 11.683— para dirimir las
controversias suscitadas por la procedencia y montos de los impuestos y sanciones
aplicadas en sede administrativa por la AFIP-DGI(33).
Al respecto, la Corte Suprema en el famoso caso "Hilandería Lujan SA"(34) ha
consagrado la preeminencia de las normas tributarias contenidas en la ley 11.683, en
virtud del principio de especialidad, reafirmando tal criterio con posterioridad en los
casos "Casa Marroquín"(35) y "Cosimatti"(36).
La prescripción previsional liberatoria se rige por el art. 16de la ley 14.236, que
estipula un plazo de 10 años.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Esta regulación de la prescripción consagra una regla de eficiencia económica, que
implica prescindir a efectos del cómputo término de la prescripción, del día en que opera
el vencimiento general, para que este término empiece a correr el primer día del año
siguiente al cual se produzca dicho vencimiento.
En relación con el aludido "vencimiento" cabe señalar que éste significa el último
plazo fijado por la administración Tributaria para la presentación de las DD.JJ. y el pago
del impuesto correspondiente.
El TFN(41) tiene resuelto desde antaño que si la AFIP-DGI fijara un nuevo plazo
general, debe entenderse que la fecha extrema de éste es la que constituye el
vencimiento general, aun cuando se traslade a un nuevo calendario.
3. ACCESORIOS DE ANTICIPOS
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En lo relativo a la prescripción de sanciones tributarias, la Ley de Procedimiento
Tributario establece, como principio general, dos hipótesis, según se trate de los
términos de la acción para aplicarlas —contemplados en este artículo— o bien del plazo
para efectivizar la sanción aplicada, regido por el art. 60.
A efectos de fijar el comienzo del plazo, la norma distingue entre violación de los
deberes formales (obligaciones de hacer, no hacer o tolerar) o materiales (es decir,
obligación de dar), asentando in fine un concepto legal de ilícito tributario.
Efectivamente, señala como tal a los legalmente considerados como hecho u omisión
punible.
Queda visto que el cómputo del período de prescripción para aplicar sanciones se
desvincula íntegramente del vencimiento de los plazos generales para la presentación
de declaraciones juradas e ingreso del gravamen, considerando solamente la comisión
del ilícito tributario.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La CS(47) ha sostenido que el eventual y secundario interés fiscal que puede existir
en su percepción no altera la naturaleza esencialmente punitiva de las multas tributarias
y aduaneras que llevan a la aplicación a su respecto de los principios del Código Penal.
La regla instituida por el artículo analizado consiste en fundar la irrelevancia del curso
de la prescripción en materia de gravámenes, cuando se trate de "infracciones
susceptibles de cometerse con posterioridad al vencimiento de los plazos generales
para el pago de los tributos".
La única excepción a este último supuesto, está dada por la formulación de denuncia
penal, una vez dictada la determinación de oficio de la deuda tributaria, caso en el cual
la Administración Tributaria se abstendrá de aplicar sanciones hasta que sea dictada la
sentencia definitiva en sede penal, no siendo de aplicación lo previsto en el art. 74 de la
ley ritual tributaria(48).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El TFN(50) tiene dicho que cuando la ley se refiere al vencimiento del período fiscal
debe entenderse aquel que expira el 31 de diciembre del año en que se efectuó el
ingreso, puesto que de haber requerido referirse al vencimiento de los plazos generales
para la presentación e ingreso del gravamen, así lo hubiera consignado, como lo hace
al referirse a la prescripción del poder fiscal para determinar el impuesto.
En segundo lugar, encontraremos el caso de repetición de ingresos por períodos
fiscales ya vencidos. Aquí, la ley toma como base para establecer el comienzo del
cómputo del término de la prescripción el 1º de enero siguiente al año de la fecha de
cada pago o ingreso, en forma independiente para cada uno de ellos.
No obstante ello, cabe señalar desde aquí la norma del art. 63 in fine, a cuyo
comentario nos remitimos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La más calificada doctrina nacional(53) tiene dicho que esta norma se basa en que no
pudiendo el contribuyente ejercer la acción de repetición por pagos efectuados si la
Administración Tributaria determina un impuesto superior al pagado, dada la
ejecutoriedad de la decisión administrativa, se le debe reconocer un plazo de dilación
hasta el momento en que por cancelación del crédito fiscal, el contribuyente esté de
nuevo habilitado para repetir los pagos anteriores.
MOMENTO DESDE EL CUAL QUEDA EXPEDITA LA ACCIÓN DE REPETICIÓN(54) (ART. 63)
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El art. 2550 del Cód. Civ. y Com. establece la facultad del juez para dispensar de la
prescripción ya cumplida al titular de la acción, si dificultades de hecho o maniobras
dolosas le obstaculizan temporalmente el ejercicio de la acción, y el titular hace valer
sus derechos dentro de los seis meses siguientes a la cesación de los obstáculos.
En su segundo párrafo, dicha norma prevé para el caso de personas incapaces sin
representantes, que el plazo de seis meses se habrá de computar desde la cesación de
la incapacidad o la aceptación del cargo por el representante.
Al respecto, cabe recordar que el actual art. 5º, inc. a) del texto procedimental
tributario, instituye la responsabilidad tributaria de las personas humanas, capaces o
incapaces o con capacidad restringida según el derecho común. Dicha norma debe
concordarse con el art. 6º inc. b) del citado texto legal.
Por el contrario, esta disposición del texto ritual tributario que refiere a la acción de
repetición incoada por un incapaz sin representante, dispone expresamente para el caso
que no procede tal dispensa.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Llambías(56) afirma que la suspensión consiste en la detención del tiempo útil para
prescribir por causas concomitantes o sobrevinientes al nacimiento de la acción en curso
de prescripción.
El tiempo cumplido con anterioridad a la irrupción de la causal generadora de
suspensión, se agrega al que prosigue al cesar dicha causal.
Es de hacer notar que la citada ley 26.422 por la cual se aprobó el Presupuesto
Nacional para el año 2009, incurre una vez más en la poco feliz técnica legislativa de
incluir en la ley de presupuesto, disposiciones tributarias sustantivas y procedimentales.
b) Fecha de la resolución condenatoria
Adviértase que en su punto b), el artículo bajo análisis supedita la suspensión de las
acciones y poderes fiscales a la fecha de la resolución condenatoria por la que se
aplique multa, es decir, independientemente de su notificación.
d) Acuerdo conclusivo
La norma prevé la suspensión por el término de un año, cuyo cómputo principia desde
el acto que someta las actuaciones a la Instancia de Conciliación Administrativa, excepto
que corresponda la aplicación de otra causal de suspensión de mayor plazo.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En efecto, luego de ratificar el nuevo texto que se suspenderá por ciento veinte días
el curso de la prescripción de las acciones y poderes del Fisco para determinar y exigir
el pago de los impuestos regidos por la Ley de Rito Fiscal y para aplicar y hacer efectivas
las multas, elimina la poco feliz mención al último semestre del año.
Por tanto, esta causal opera desde la fecha de notificación de la vista del
procedimiento determinativo o desde la apertura del sumario administrativo en su caso,
cuando se tratare del o los períodos fiscales próximos a prescribir y dichos actos se
notificaren dentro de los ciento ochenta días corridos anteriores a la fecha en que se
produzca la correspondiente prescripción
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
2. HECHOS INTERRUPTIVOS
Adviértase que la norma transcripta, a diferencia del Código velezano, no indica que
el reconocimiento interruptivo puede ser expreso o tácito.
Ambos han sido considerados por la ley ritual tributaria como hechos interruptivos.
En opinión del Fisco Nacional(72), para que exista reconocimiento tácito de una deuda
es necesario que se den las condiciones fijadas en la legislación civilista. La expresión
tácita de la voluntad, al decir de la doctrina y la jurisprudencia, resulta de actos por los
que se puede conocer con certidumbre su existencia, la que además debe ser clara y
precisa, no ofreciendo lugar a dudas.
Las previsiones del texto ritual tributario sobre la interrupción por renuncia al término
corrido de la prescripción en curso, significan apartarse del principio sentado por el
Código Civil y Comercial(76), según el cual sólo puede remitirse por las personas que
pueden otorgar actos de disposición, la prescripción ya ganada.
El TFN(78) desde antaño ha sentado el criterio que tornándose inválidas las renuncias
aludidas por ausencia de facultad de representación suficiente de quienes las
suscribieron, no surten tampoco efecto como reconocimientos tácitos del derecho del
Fisco, ante la carencia de facultades de quienes las firmaron.
Los efectos interruptivos en dicho lapso, operan no sólo con respecto a los
contribuyentes sino también para aquellos responsables solidarios del pago de la
obligación en virtud de las disposiciones del art. 8º de la ley(82).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo prevé las causales de interrupción prescriptiva de la acción para aplicar
o hacer efectivas multas y clausuras, estableciendo como tales:
El art. 3º de la ley 11.585, preceptúa: "En las causas por infracción a las leyes de
impuestos, los actos de procedimiento judicial, interrumpen el término de la prescripción
de la acción y de la pena".
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Nuestro más Alto Tribunal(94) ha tenido oportunidad de sentar criterios sobre esta
causal, afirmando que no tiene efectos retroactivos, en cuanto dispone que "se
interrumpirá" por la deducción del recurso administrativo de repetición, legislando así
para el futuro, concordando así con la legislación civilista.
En cuanto a la demanda contencioso, es una de las opciones que otorga el art. 81 de
la Ley de Rito Fiscal al contribuyente frente a una determinación cierta o presuntiva del
Órgano fiscal, pudiéndose utilizar dicha vía también en los casos de una resolución
denegatoria (expresa o ficta, en los términos del art. 82 inc. b).
Cesados los efectos de las referidas causales, el Fisco contará con un plazo no
menor de seis (6) meses o, en su caso, el mayor que pudiera restar cumplir del
término de dos (2) años, previsto en el art. 56de la ley 24.522 y sus modificaciones,
para hacer valer sus derechos en el respectivo proceso universal, sin que en
ningún caso la verificación se considere tardía a los fines de la imposición de
costas.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El art. 209 de la ley 27.430 ha incorporado este nuevo artículo al texto procedimental
tributario que establece la aplicabilidad de todos los supuestos de suspensión e
interrupción de la prescripción respecto del art. 56 de la ley 24.522 y modificatorias, de
Concursos y Quiebras.
En materia de prescripción concursal, el inc. 6º del art. 56 determina que: "El pedido
de verificación tardía debe deducirse por incidentes mientras tramite el concurso o,
concluido éste, por la acción individual que corresponda, dentro de los dos años de la
presentación en concurso".
Finalmente, dispone que una vez cesados los efectos de las referidas causales, la
Administración fiscal contará con un plazo no menor de seis meses o, en su caso, el
mayor que pudiera restar cumplir del término de dos años, previsto en el citado art. 56 de
la ley 24.522 y sus modificaciones, para hacer valer sus derechos en el respectivo
proceso universal, sin que en ningún caso la verificación se considere tardía a los fines
de la imposición de costas.
— DE LA PRESCRIPCIÓN —
Ante la existencia de una disposición específica en la ley 11.683, el art. 56, que
contempla el plazo de prescripción de la obligación de devolución de créditos fiscales,
no se puede considerar que exista un vacío normativo que justifique acudir a las normas
del derecho común —el art. 4023 del Cód. Civil— a fin de resolver el tema.
Cuando el art. 56 de la ley 11.683 establece que prescriben las acciones y poderes
del fisco para "determinar y exigir" no quiere significar que hay dos plazos distintos, uno
para la determinación y otro para el cobro, sino que alude a un plazo único parar fijar el
monto de los cargos y exigir su pago.
Causa: JAMES SMART S.A. (TF 36439-I) C. DIRECCIÓN GENERAL IMPOSITIVA S/RECURSO
DIRECTO DE ORGANISMO EXTERNO - CNFed. Cont. Adm., sala III, 16/2/2017. LL Online
Teniendo en cuenta que la notificación de la vista tuvo lugar dentro de los 180 días
corridos anteriores a la fecha en que la prescripción operaba, el artículo agregado a
continuación del art. 65 de la ley 11.683 resulta aplicable y, por ende —contrariamente
a lo expresado por el Tribunal Fiscal— no resultaba inoficioso, sino necesario, un
pronunciamiento acerca del modo en que debe ser contado el plazo de 120 días de
suspensión del curso de la prescripción —si en días corridos, como postula la
contribuyente, o en días hábiles, como entiende el Fisco—, con carácter previo a admitir
o rechazar la excepción de prescripción.
La falta de registración del trabajador durante los períodos en los cuales se devengó
la deuda previsional reclamada no constituye una situación de imposibilidad de hecho
que torne aplicable, respecto de la acción por cobro de aportes, la dispensa de
prescripción establecida en el art. 3980 del Cód. Civil, ya que el Fisco pudo haber
promovido el reclamo oportunamente, en ejercicio de sus facultades de fiscalización y
verificación. (Del voto en disidencia parcial del Dr. Fasciolo).
Causa: VALLE DE LAS LEÑAS SA C. DIRECCIÓN GRAL. IMPOSITIVA - CNFed. Cont. Adm.,
sala V, 1/8/2005. LL 2006-A-588
Cabe dejar sin efecto la sentencia del juez de grado que al considerar aplicable el
plazo de prescripción decenal previsto para las empresas que gozan de beneficios
promocionales, mandó llevar adelante la ejecución fiscal promovida por la AFIP, pues el
tributo cuyo cobro se persigue no tiene su causa en un incumplimiento del régimen
promocional al que adhiriera la demandada sino que se trata de una suma que nunca
pudo ser introducida en dicho régimen, desde que el reclamo se finca en la liberación
impropia de saldos de impuesto, resultando así aplicable el plazo de prescripción de
cinco años contemplado en los arts. 56 inc. a) y 57 de la ley 11.683 (del dictamen del
Procurador General que la Corte hace suyo).
Corresponde dejar sin efecto la sentencia del juez de la ejecución fiscal que declaró
prescripta la obligación reclamada por el Fisco, en tanto ésta prescribe a los 10 años en
los términos de la ley 21.608 sin que pueda aplicarse el plazo de 5 años previsto por
la ley 20.560 ya que al momento del nacimiento del crédito había sido derogada, no
existiendo derecho adquirido al mantenimiento del plazo de prescripción establecido por
ella (Del voto en disidencia del Dr. Bossert).
Del análisis del art. 59 de la ley 11.683 (t.o. en 1978) y art. 53 del decreto
reglamentario se desprende que para el caso de contribuyentes que no se encuentren
inscriptos ante la DGI el plazo de prescripción —de las acciones y poderes del Fisco
para determinar y exigir el pago de los impuestos— será de diez años, salvo el supuesto
en que exista interdependencia entre las liquidaciones de diferentes gravámenes y el
contribuyente se halle inscripto en alguno de ellos. Tal interdependencia no se configura
entre la liquidación del impuesto a las ganancias con la correspondiente al impuesto al
valor agregado, ya que ambos gravámenes tienen diferente hecho imponible, lo que
impide toda relación de dependencia o subordinación entre ellos.
El art. 49 de la ley 23.495 pone fin a las dudas emergentes de los regímenes de
moratoria dictados con anterioridad a ella, ya que de él surge que la suspensión de la
prescripción alcanza a todos los contribuyentes, independientemente de que hayan
optado o no por el régimen de normalización tributaria que dicha norma contempla.
Causa: ZANELLA SAN LUIS SAIC (TF 14756-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala I,
7/12/1999
En materia de prescripción de las acciones del Fisco para hacer efectivos sus
créditos, la pretendida preeminencia de las normas contenidas en la ley 11.683 sobre lo
dispuesto por el art. 56, 6º párr. de la ley 24.522, conforme lo entiende el Fisco Nacional,
no se sostiene en disposición alguna que así lo estipule y, por el contrario, la última
norma establece —sin efectuar distinciones— que transcurrido el plazo de dos años
prescriben las acciones del acreedor, tanto respecto de los otros acreedores como del
concursado, o terceros vinculados, salvo que el plazo de prescripción sea menor. En tal
sentido, frente a la existencia de una norma específica y posterior —llamada a regular
la situación particular sin distinciones—, que ciertamente desplaza el régimen genérico
de prescripción de las acciones y poderes fiscales establecidos en la ley 11.683, carece
de relevancia jurídica distinguir acerca de que el crédito del acreedor se compone
eventualmente del impuesto, accesorios y multa, habida cuenta que el precepto aludido
hace genérica referencia a las acciones del acreedor.
La cuestión planteada por la actora como "hecho nuevo" traduce, en concreto, una
pretensión dirigida a que se declare la prescripción abreviada instaurada por la ley
24.522 —de Concursos y Quiebras—, lo que conduce a que el Tribunal pondere tal
requerimiento a la luz de la eventual subsistencia y aplicación de las normas que, sobre
tal presupuesto extintivo, y en relación a las acciones y poderes del fisco para determinar
y exigir el pago de los impuestos, se encuentran en la ley específica que rige la materia
fiscal. En tales condiciones, cuadra puntualizar que, más allá del nomen iuris que
corresponda asignar a la pretensión así articulada por la recurrente, en tanto sostuvo
que la presente causa se ha transformado en abstracta en función de lo resuelto por el
Juez Comercial a cargo del Concurso, lo cierto es que aquélla se exhibe como la
articulación de una nueva defensa —prescripción— que no se encontraba sometida a
conocimiento del tribunal con motivo del recurso interpuesto. (Del voto en minoría del
Dr. Licht).
La resolución firme del juez del concurso que involucrara a la recurrente, y que da
cuenta que se ha hecho lugar a la excepción de opuesta por la concursada, debe ser
entendida respecto a la pretensión verificatoria deducida por el Fisco Nacional, tendiente
al reconocimiento de una prescripción acreencia en concepto de capital y actualización
por impuesto interno Rubro Vehículos, Automóviles y Motores, con el privilegio general
y quirografario, respectivamente. En esta decisión, prescindió de pronunciarse —con
acertado criterio— acerca de si, en el caso, correspondía estar a la prescripción
abreviada establecida en el segundo párrafo del art. 56 de la ley 24.522, con arreglo al
cual vencido ese plazo prescriben las acciones del acreedor, tanto respecto de los otros
acreedores, como el concursado, o terceros vinculados al acuerdo, salvo que el plazo
de la prescripción sea menor (Del voto en minoría del Dr. Licht).
Del juego armónico de los arts. 56, 21 y 32 de la ley concursal, surge nítidamente que
el fuero de atracción opera respecto de demandas de contenido patrimonial deducibles
contra el concursado lo que evidencia que, tratándose de pretensiones de percepción
de deudas por impuestos (que, en principio, serían las que surgen de declaraciones
juradas presentadas por el propio contribuyente —cfr. arts. 20 y 21 de la ley fiscal—), el
Fisco Nacional deberá concurrir con el universo de los otros acreedores, resultándole
de plena aplicación la normativa de la ley 24.144 y que, igual tratamiento corresponde
discernir con relación al cobro de los gravámenes liquidados a raíz de una determinación
de oficio que se encuentre firme; o de multas consentidas (Del voto en minoría del Dr.
Licht).
Cuando la determinación de oficio ha sido objeto de recurso ante el TFN, y toda vez
que no se trata de un juicio de contenido patrimonial contra el concursado, rigen en
plenitud las disposiciones específicas de la ley 11.683. Entre ellas cabe mencionar
aquella que impide al Fisco el libramiento de la boleta de deuda sino hasta los treinta
días desde la notificación de la sentencia (del TFN) o desde la notificación de la
resolución que apruebe la liquidación practicada (art. 176, ley 11.683, t.o. 1998). En
concordancia con la limitación que constriñe al Fisco para reclamar los importes
resultantes de una determinación de oficio que se encuentra recurrida ante aquel
organismo jurisdiccional, la ley prevé que cuando mediare recurso de apelación ante el
TFN la suspensión, hasta el importe del tributo liquidado, se prolongará hasta noventa
días después de notificada la sentencia del mismo que declare su incompetencia, o
determine el tributo, o apruebe la liquidación practicada en su consecuencia (art. 68, ley
11.683,t.o. 1998) (Del voto en minoría del Dr. Licht).
Cabe recordar que la Corte Suprema tiene sentado, bien que con relación a la ley
19.551, que la ley concursal sólo debe ser entendida con el alcance de impedir que se
realicen procesos de ejecución fuera del concurso, pero no el de vedar al organismo
competente la determinación de obligaciones tributarias anteriores a la fecha de
iniciación de aquél ni la de sanciones pecuniarias que se vinculen con ellas (Fallos, CS,
"Gregorio C. Cosimatti", del 9/4/1987). Una interpretación que conduzca a que
prevalezca la norma concursal sobre la tributaria, no cumpliría con aquella saludable
consigna de que las leyes deben ser interpretadas evitando darles un sentido que ponga
en pugna sus disposiciones, destruyendo las unas por las otras y adoptando como
verdadero el que las concilie y deje a todas con valor y efecto (Fallos 308:1857, entre
otros) (Del voto en minoría del Dr. Licht).
Por lo ya dicho, cabe analizar el alcance de la suspensión que dispone el art. 65, inc.
a), párr. 2º, ley 11.683 (t.o. 1998).
La ley 25.239 (Título XV, art. 18, pto. 3; BO 31/12/1993) sustituyó el último párrafo
del inc. a) del art. 65, ley 11.683con el alcance que propone el Fisco, ya que el texto
actual dispone que la intimación de pago efectuada al deudor principal, suspende la
prescripción de las acciones y poderes del Fisco para determinar el impuesto y exigir su
pago respecto de los responsables solidarios. A su vez expresamente indica que dicha
sustitución es con efecto aclaratorio.
Causa: CLUB ATLÉTICO ADELANTE ASOC. CIVIL Y DEPORTIVA C. DGI - CNFed. Cont.
Adm., sala IV, 15/7/1999
El crédito fiscal queda resguardado con la previsión establecida en el inc. a) del art.
68 de la de la ley 11.683, en cuanto en él se establece que la intimación de pago
efectuada al deudor principal suspende la prescripción de las acciones y poderes del
Fisco, respecto de los responsables solidarios.
La acción del Fisco para exigir el cumplimiento de las obligaciones tributarias, se rige
en el caso por la ley 11.683,—t.o. 1968—, tal como lo disponía la ley 20.560, cuyo texto
normativo si bien derogado por la ley 21.608 a la fecha de nacimiento de la obligación
tributaria en cabeza de la apelante, siguió rigiendo por el principio de ultractividad de la
ley, atento a la inexistencia de disposición expresa que le privara de eficacia normativa.
Ello porque la ley 21.608 dispuso la derogación de la ley 20.560 hacia el futuro pero
carece de una disposición que innove en relación a los contratos a los que se previó al
plazo de la prescripción de las acciones y poderes del Fisco.
El registro contable de una deuda en los libros del deudor, si bien constituye prueba
de esta última, carece de virtualidad de un reconocimiento expreso o tácito y por ende
de efecto interruptivo en los términos del art. 67 de la ley 11.683. El reconocimiento
expreso o tácito de la obligación requiere para ser tal plasmarse en una manifestación
de voluntad emitida, comunicada al acreedor, siendo éste un propósito ajeno al de toda
contabilidad, de lo contrario, ningún deudor registraría sus deudas so pena de
convertirlas en imprescriptibles.
La suspensión por un año de la prescripción según arts. 68, inc. a), párr. 2º de la ley
11.683 (Adla, LVIII-C, 2969), t.o. 1978 y 65 del citado régimen en la versión actualmente
vigente —conforme art. 18, punto 3º, ley 25.239 (Adla, LX-A, 120)—, faculta al
organismo recaudador —en el caso, del Impuesto al Valor Agregado— tanto para
determinar el impuesto como para exigir su pago respecto de los deudores solidarios
(del dictamen del procurador general que la Corte hace suyo).
Causa: LA LLUVIA SA (T. F. 34942-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II, 5/9/2013. LL
Online: AR/JUR/66401/2013
TÍTULO I
ART. 70 — Los hechos reprimidos por los arts. 38 y el artículo sin número
agregado a su continuación, 39 y los artículos sin número agregados a su
continuación, 45, 46 y los artículos sin número agregados a su continuación y 48,
serán objeto, en la oportunidad y forma que en cada caso se establecen, de un
sumario administrativo cuya instrucción deberá disponerse por resolución
emanada de juez administrativo, en la que deberá constar claramente el acto y
omisión que se atribuyen al presunto infractor.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El sumario administrativo debe ser realizado en forma previa (ex ante) a la imposición
de la sanción que se intente aplicar. Ello asegurará a los administrados la aplicación del
Debido Proceso Adjetivo el cual conlleva al ejercicio pleno del, constitucionalmente
garantizado, derecho de defensa. No puede ser violado en sede administrativa lo que
es garantizado en sede judicial.
ART. 70 BIS
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El texto del presente artículo nos demuestra que el Organismo siempre pretendió
legalizar la "multa automática". Multa que, por otra parte, figura como impuesta en el
sistema de Cuentas Tributarias.
Va de suyo, que todos los ilícitos contenidos en la ley 11.683 son de naturaleza penal,
por ende rige respecto de ellos el principio de personalidad de la pena, según el cual
sólo puede ser punido quien sea culpable, es decir aquel que realice una acción punible
(por comisión u omisión) que pueda serle atribuida tanto objetiva como subjetivamente
(cfr. "Parafina del Plata", CS, 2/9/1968)
En los ilícitos que se mencionan en el texto del artículo sub examen, y dado su
carácter formal, es decir que dañan el bien jurídico tutelado "deberes de colaboración
para con la Administración Tributaria", el elemento subjetivo requerido es la culpa,
representada por la negligencia o impericia en la conducta del obligado.
Así las cosas, para aplicar una multa resultará siempre necesario sustanciar el
sumario respectivo a que se refieren los arts. 70, 71. No obstante, la tentación del
contribuyente de ver que la sanción se reduciría a la mitad, y que "supuestamente" la
infracción no se consideraría como un antecedente en su contra, inclina la balanza hacia
el lado del pago espontáneo de las mismas.
Por nuestra parte destacamos que el pago de la multa indica un claro reconocimiento
por parte del contribuyente del elemento objetivo y, también, del subjetivo, léase su
accionar disvalioso producto de su negligencia o de su impericia.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Como sostuvimos en el párrafo anterior el procedimiento en sede Administrativa (art.
12, inc. f] ley 19.549), debe respetar, a "raja tabla", el Debido Proceso Adjetivo. Principio
medular que está compuesto por el derecho a ser oído, a ofrecer y producir prueba y a
una resolución fundada.
Nuestro más Alto Tribunal reconoce que este principio elimina la posibilidad de
cualquier arbitrariedad, exigiendo que las sentencias de los jueces, o las resoluciones
administrativas tributarias, sean fundadas, cualquiera que fuera su sentido —favorable
o adversa—, constituyendo una consecuencia razonada del derecho vigente, con
aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa. Sin el respeto y vigencia del
debido proceso no existiría una verdadera jurisdicción.
Carlos María Folco(5) fue uno de los primeros doctrinarios en advertir la incoherencia
entre el primer y segundo párrafo de la artículo analizado. Esto lo llevó a afirmar que
una recta interpretación del artículo bajo análisis obliga a considerar la existencia de un
plazo de quince días, prorrogables mediante disposición fundada por igual lapso y única
vez, para que el contribuyente presente su defensa en los sumarios instruidos por
presuntas infracciones tipificadas en el art. 39 de dicho texto legal. Esto es así por cuanto
los mismos son iniciados mediante resolución del juez administrativo en mérito al art.
70 del texto procedimental y, por ende, resulta de aplicación directa al respecto, el primer
párrafo del art. 71 de la ley de rito.
Toda resolución emanada de juez administrativo que establezca un plazo menor para
presentar defensa y probanzas, no se adecua a lo prescripto en la ley procedimental; es
violatoria del derecho de defensa y por consiguiente, nula, de nulidad absoluta e
insanable.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Adviértase, que el sumario será uno de los aspectos más importantes del acto
administrativo resultante, ya por aplicación de una multa formal, de una multa material,
o de una determinación de oficio. Atento a ello, y atendiendo al concepto de nulidad
debemos destacar que el acto administrativo será nulo, de nulidad absoluta e insanable
en los siguientes casos:
ART. 73 — El sumario será secreto para todas las personas ajenas al mismo,
pero no para las partes o para quienes ellas expresamente autoricen.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
A LOS EFECTOS DEL CÓMPUTO DE UNA EVENTUAL SANCIÓN DE CLAUSURA DEL ART.
40, POR CADA DÍA DE CLAUSURA CORRESPONDERÁ UN (1) DÍA DE CLAUSURA
PREVENTIVA.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El art. 35, inc. f) autoriza a un inspector de la DGI, que siguiendo su propio criterio,
proceda a clausurar por sí y ante sí un establecimiento comercial. Fácilmente se observa
que se trata de una medida de cumplimiento inmediato cuyo daño es imposible de
reparar.
La clausura preventiva no podrá extenderse más allá de tres días sin que el juez
competente hay resuelto su mantenimiento. Así mismo, un día de clausura equivaldrá a
un día de clausura preventiva.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Entendemos que el presente artículo se constituye en el aspecto medular de la ley
11.683, en lo que a materia recursiva se refiere.
Este acto debe ser dictado por el Juez Administrativo, que en caso de no ser abogado
deberá requerir el dictamen jurídico previo. Esta exigencia persigue como finalidad
fundamental que la administración asegure y mantenga la juridicidad de sus actos y,
también la protección y defensa de los derechos esenciales de los administrados —en
el caso contribuyentes—, toda vez que con él se tiende a evitar la violación de aquéllos
por comportamientos arbitrarios o antijurídicos del órgano administrativo(22).
Según se desprende del art. 5º del dec. 1397/1979 y del art. 9º, inc. b) de la ley
11.683 —t.o. 1978—, no es obligatorio el dictamen jurídico previo cuando la resolución
proveniente de un juez administrativo no abogado, consiste en una liquidación de
accesorios(23).
En cuanto a la regla del solve et repete (pague y repita), vale aclarar que para la
interposición del recurso que nos encontramos analizando no es necesario el previo
pago de la acreencia reclamada o de la sanción impuesta.
Con relación a los recursos que se interpongan en el interior del país, atento a que
no se cuenta con delegaciones los contribuyentes podrán presentarlos ante la
dependencia de la Dirección General Impositiva o de la Administración Nacional de
Aduanas que corresponda a dicho domicilio, dentro de los términos de ley y en las
condiciones y bajo las formas que determine el reglamento del Tribunal Fiscal. Dichas
dependencias deberán girar las actuaciones dentro del término de las 48 horas, tal como
establece el dec. reglamentario 1397/1979.
Atento al plazo perentorio con que cuenta el contribuyente, las medidas probatorias
y el conocimiento del expediente administrativo, tendría que lograrse en forma inmediata
a la corrida de la prevista, tomando vista del expediente y extrayendo fotocopias del
mismo a fin de poder producir una adecuada prueba sobre los hechos controvertidos,
que contrarresten o invaliden las recopiladas por el Fisco(27).
Antes de establecer las precisiones con respecto a esta vía recursiva, dedicaremos
unas breves líneas a reseñar algunas características del TFN.
8. En su composición actual los vocales están divididos por sala y ordenados por
nominación. Esquemáticamente la disposición es:
Por su parte, la reforma establecida por la ley 27.430 (BO 29/12/2017) al párrafo
tercero del artículo sub examen establece que el recurso de Apelación ante el TFN
tampoco será procedente para apelar:
3. Los actos que declaran la caducidad de planes de facilidades de pago y/o las
liquidaciones efectuadas como consecuencia de dicha caducidad.
4. Los actos que declaran y disponen la exclusión del Régimen Simplificado para
Pequeños Contribuyentes.
b) Contra las resoluciones que impongan sanciones por un importe superior a dos mil
quinientos pesos ($2.500).
c) Contra las resoluciones que se dicten en reclamos por repetición de impuestos, por
un importe superior a dos mil quinientos pesos ($2.500).
d) Contra las resoluciones que ajusten quebrantos, por un importe superior siete mil
pesos ($7.000). Al respecto del presente debe recordarse que el actual art. 159 de la ley
de rito, específicamente, establece la competencia del TFN, en grado de apelación, para
los recursos de la AFIP que ajusten quebrantos.
Concretamente, la jurisprudencia ha señalado que: "...la ley 11.683 permite recurrir
resoluciones que ajusten las pérdidas en monto imponible en el impuesto a las
ganancias y, también en este impuesto resulta razonable concluir que si el ajuste es no
de sentido negativo sino positivo —porque un ajuste de quebrantos en el que éste es
reducido puede ser también consecuencia de una incrementación en el monto imponible
de uno de los períodos concatenados— puede ser apelable cuando se dan las mismas
circunstancias que operan respecto de los créditos el monto imponible, es decir, cuando
puedan tener incidencia directa en otra declaración jurada..."(31).
Veamos, el art. 76 fue reformado por el art. 59 de la ley 15.265 creadora del TFN, en
el año 1959. Por su parte, el ajuste de quebrantos ingresó en el art. 159 de la Ley de
Rito Fiscal según la reforma establecida por la ley 20.024 del año 1972. El legislador no
se percató de incluir su correspondencia en el texto del artículo que nos encontramos
analizando generando, con ello, la desarmonía de la que hoy gozamos.
Vale la pena tener presente que el dec. reglamentario 1397/1979 establece, en su art.
58, que en aquellos supuestos en que la ley fije límites de competencia en razón del
monto, se deberá entender que la suma mencionada comprende el impuesto y la
actualización corrida hasta el penúltimo mes anterior al de la fecha de interposición del
recurso.
Dos son los recursos normados, en el primer párrafo el recurso de Apelación ante el
Director General. En el segundo párrafo se prevé el recurso contra actos emanados del
propio Director General, y no de sus subordinados. Es decir, que si bien la norma no
usa la palabra "reconsideración", surge del propio texto que se trata de un recurso con
dicha característica. En la apelación el caso debe ser resuelto por el superior jerárquico;
en la reconsideración, en cambio debe serlo por el propio funcionario que dictó el acto(32).
Tal como están en la actualidad las normas los contribuyentes y/o responsables
deben utilizar la vía recursiva del art. 74 del DRLPT para la impugnación de los actos
administrativos de alcance individual, dictados por el Organismo Fiscalizador, que no
determinan impuestos o aplican sanciones; por ser un procedimiento especial que
prevalece a la aplicación supletoria de los procedimientos generales(33).
Dentro del abanico de actos que puede dictar el organismo recaudador, que no gozan
de una vía recursiva propia y, por ende, serán recurribles a través del art. 74, se
encuentran:
Importante doctrina sostiene que el propósito perseguido con la incorporación del art.
74 a la ley de Procedimiento Tributario es habilitar un desvío para evitar la aplicación de
la ley de Procedimientos Administrativos 19.549 que contempla un número mayor de
vías recursivas, con su consecuente efecto suspensivo, y habilita la apertura a prueba
sobre los hechos alegados —situación prohibida en el recurso residual—. Los
fundamentos críticos se amplían cuando se enuncia que "durante más de veinte años
se birló a los contribuyentes de una vía legal de recurso y se la sustituyó por otra hecha
a la medida de los intereses del Fisco. Es curioso, entonces, que no haya habido
cuestionamientos sobre esta estratagema que es crítica en lo relativo al derecho de
defensa y la garantía del debido proceso"(35).
Cuando los mencionados recursos fueren interpuestos contra actos emanados de las
Divisiones de la Subdirección General de Operaciones Impositivas III, los mismos serían
resueltos por el Jefe del Departamento Técnico Legal Grandes Contribuyentes
Nacionales, dependiente de la citada Subdirección General.
1. CONSIDERACIONES GENERALES(37)
Los recursos son remedios que se utilizan contra las sentencias o resoluciones que
el recurrente aspira a modificar. Son acordados por la ley, para que en las secuencias
posteriores se revise el pronunciamiento del órgano jurisdiccional. Su interposición se
concederá con efecto devolutivo o con efecto suspensivo.
Desde la Roma Imperial, con el correr del tiempo y con la consiguiente evolución del
Derecho Canónico, se observó que la simple interposición del recurso de apelación
entorpecía la ejecución de las sentencias. Es allí cuando comienzan a plantearse las
excepciones a este efecto. Las sentencias se cumplían, aun cuando se hubiera devuelto
el ejercicio de la jurisdicción. En estos casos se decía que "el recurso era concedido por
la ley al solo efecto devolutivo".
Cuando la ley acuerda a las partes la facultad de recurrir, quedan suspendidos, por
regla general, los efectos consecuenciables del acto judicial hasta tanto esa posibilidad
de impugnación caduque, es decir que queda paralizada toda actividad que,
necesariamente, deba seguir al acto impugnado.
La norma prevé que luego de confirmada por un Juez Administrativo las sanciones
previstas por los arts. 40 y 40 bis, serán revisadas por los funcionarios superiores que
designe la AFIP, quienes deberán expedirse en un plazo no mayor a los 10 días. Este
nuevo trámite, conocido en la jerga diaria como "recurso ilusorio" ya que es casi
imposible que un superior revea los actos de sus subordinados, tiene por efecto agotar
la vía administrativa dejando expedita la vía judicial respectiva. Justicia en lo Penal
Económico en la Capital Federal, o justicia Federal en el interior del país.
Antes de la reforma establecida por la ley 27.430 (BO 29/12/2017), el segundo párrafo
del art. 77 establecía que la decisión del funcionario superior interviniente tornaba
ejecutable la sanción, atribuyendo efecto devolutivo al recurso judicial interpuesto. Hoy
la reforma subsanó dicho error tomando en consideración la jurisprudencia de la CS en
autos Lapiduz, Enrique c. DGI s/acción de amparo (28/4/1998) que sentenció la
inconstitucionalidad de tal medida.
De entre los considerandos de la CS recapitulamos aquel que sostuvo que: "Este
decisorio conlleva a sostener que la ejecutoriedad de la sanción de clausura, sin que
antes haya sido confirmada la pena por un tribunal judicial, deviene notoriamente
inconstitucional. La sanción de clausura es una medida de índole estrictamente penal.
a) Los Directores;
El escrito recursivo deberá ser interpuesto en la sede de la AFIP - DGI que dictó la
medida. Adviértase, que todos los aspectos formales (temporalidad, patrocinio letrado,
representación) deberán ser revisados en ese momento.
Los recursos a los que se refiere el presente artículo tendrán efecto suspensivo
respecto del decomiso de la mercadería, con mantenimiento de la medida
preventiva de secuestro o interdicción.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Al igual que la reforma practicada en el artículo anterior, el presente artículo ha sido
modificado por la ley 27.430tomando en consideración la jurisprudencia de la CS en la
causa "Lapiduz, Enrique c. DGI s/acción de amparo".
Válido resulta destacar que con el dictado de la ley 27.097 (promulgada el 19/1/2015)
los juzgados nacionales en lo penal económico adquirieron, juntamente con la
competencia material y territorial que actualmente poseen, la atribuida a los juzgados
nacionales en lo penal tributario. Los juzgados nacionales en lo penal tributario creados
por el art. 3º de la ley 25.292, que estaban denominados con los nros. 1, 2 y 3, se
transformaron en los juzgados nacionales en lo penal económico nros. 9, 10 y 11,
respectivamente, con idéntica competencia y estructura que estos últimos.
Una crítica muy concreta que esbozamos sobre el texto del artículo analizado es que
quebranta el principio de igualdad de las partes en el proceso. Veamos, tres días tiene
el contribuyente para presentar su descargo, y diez días tiene la Administración para
expedirse.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Sin embargo, de no interponerse recurso alguno contra los actos administrativos que
impongan multa o denieguen los reclamos de repetición de impuestos, los mismos
pasarán en autoridad de cosa juzgada material, es decir, que no serán pasibles de ser
repetidos y no estarán sujetos a revisión en una instancia posterior(40).
a) Cosa juzgada formal: Es aquella decisión que permite revisión posterior. Es decir
que determinadas decisiones judiciales tendrán, aun agotada la vía de los recursos, una
eficacia meramente transitoria. Se cumplen y son obligatorias tan solo con relación al
proceso en que se han dictado y al estado de cosas que se tuvo en cuenta en el
momento de decidir. Pero no obstan a que, en un procedimiento posterior, cambiado el
estado de cosas que se tuvo presente al decidir, la cosa juzgada pueda modificarse(42).
En nuestra materia verificamos esta situación cuando el contribuyente tiene la
posibilidad de intentar la vía de la repetición.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En primer lugar debemos tener presente que los 20 días a los que se refiere el texto
son días hábiles administrativos, es decir, aquellos que la Administración Pública
considere hábiles.
Distintos son los supuestos que pueden presentarse luego de transcurrido el plazo
citado. Veamos:
Los impuestos indirectos sólo podrán ser repetidos por los contribuyentes de
derecho cuando éstos acreditaren que no han trasladado tal impuesto al precio, o
bien cuando habiéndolo trasladado acreditaren su devolución en la forma y
condiciones que establezca la Administración Federal de Ingresos Públicos(47)
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El Alto Tribunal resolvía, por aquellos tiempos, que: "Es improcedente la acción de
repetición de los recargos establecidos por el dec. 10.683/1965 si no se ha cumplido el
recaudo de procedencia de la acción, consistente en la prueba de la no traslación al
precio de los impuestos motivo de repetición"(49).
(*)
JARACH, Dino, en su obra Finanzas Públicas y Derecho Tributario, Cangallo, p. 469,
ha dicho que en el caso de la repetición de impuestos pagados en virtud de una
determinación no recurrida, no hay plazo perentorio para la interposición de la
demanda, y sí debe tenerse en cuenta el plazo de prescripción, ello de conformidad
con la Ley de Rito Fiscal.
a) el propio contribuyente;
b) los responsables por deuda ajena que actúan por cuenta y a nombre del
contribuyente enumerados en el art. 6º. Ellos son:
- El cónyuge que percibe y dispone de todos los réditos propios del otro.
c) los agentes de retención y de percepción (art. 6º, inc. f) por el monto retenido o
percibido del verdadero contribuyente.
Este supuesto está previsto en el tercer párrafo del artículo analizado y se verá
complementado con el párrafo siguiente. Aclara el texto que interpuesto el recurso de
repetición, el Fisco tiene la facultad, cuando estuvieran prescriptas sus acciones y
poderes, para verificar la materia imponible y, dado el caso, determinar y exigir el tributo
que resulte adeudarse, teniendo como límite el importe por el que prosperase el recurso.
Esta teoría que nació pretorianamente, hoy ha adquirido un rango superior ya que la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, a través del dictado de la sentencia "Cemento
Avellaneda SA c. DGI"(58) ha reconocido su plena aplicación.
Del peritaje contable producido en autos surgía que a la fecha en que la AFIP dictó la
resolución apelada —9 de octubre de 1998—, la actora no adeudaba importe alguno,
pues de haber utilizado el saldo técnico en la forma que dispone el organismo
recaudador, resultarían en exceso los pagos que realizó en concepto de IVA por la
actividad promovida por los períodos —3/1996 a 3/1997— posteriores a la
determinación de oficio, con lo cual esas sumas compensarían las reclamadas en la
resolución apelada.
El Fisco, en su recurso ordinario, sostuvo que los pagos en exceso a que aludía el
contribuyente correspondían a los meses siguientes al mes de febrero de 1996, y como
no surge que el organismo recaudador haya verificado los períodos fiscales posteriores
al citado, ellos no integran la litis.
Aduce, asimismo, que resulta inadmisible la conclusión de que las supuestas sumas
pagadas en exceso compensarían la reclamada en la resolución administrativa.
La ley 25.795 incorpora un último párrafo que será, sin duda, motivo de severas
críticas doctrinarias. Resulta imposible analizar la norma incorporada sin precisar,
previamente, que los impuestos provocan consecuencias en el mercado económico que
afectan, entre otras cosas: costos, precios, demanda, consumo, etc.
El legislador parte de una premisa, general pero no exacta, al conjeturar que los
impuestos que gravan consumos serán únicamente trasladados hacia delante (al
precio), resultando soportados por el consumidor final (contribuyente de facto). También
supone que los impuestos que gravan renta serán siempre soportados por el sujeto
pasivo (sujeto de jure) de la obligación jurídica tributaria.
La norma sólo prevé la llamada traslación directa hacia delante, a través de los
precios de venta de los bienes y servicios gravados. No contempla los supuestos de
traslación directa hacia atrás, oblicua hacia delante y hacia atrás, las traslación
alternada, la traslación acumulada, las traslación sistemática y la traslación ocasional".
"Tampoco prevé que, en principio, todos los impuestos directos o indirectos, pueden
ser objeto de traslación, en el mismo momento de verificarse el hecho imponible, o con
posterioridad a ello. La propia Ley del Impuesto a las Ganancias prevé el caso de un
contribuyente de ese tributo que llega a un acuerdo con su contratante para cobrar una
determinada suma 'libre de impuestos', y es la propia ley la que dispone el sistema
del grossing up o acrecentamiento de la renta".
Humberto Bertazza(63) expresó que: "Se trata de una de las involuciones más
importantes del proyecto de reforma, que nos lleva 30 años atrás en nuestro sistema
tributario, con una disposición inaplicable para la doctrina especializada y la legislación
comparada. Este volver al pasado nos lleva al decisorio "Mellor Goodwing Combustión
SA" de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, del 18/10/1973, en el que nuestro
Máximo Tribunal exigió, como requisito para la procedencia de la acción de repetición,
no sólo la prueba del pago indebido, sino, además, el empobrecimiento del
demandante".
Por su parte, en sentido opuesto a los autores citados, Arístides H.M. Corti(64) en
elaborado y completo artículo expresó que: "...entendemos que la acción de repetición,
desde una perspectiva ética y jurídica, está sujeta a los recaudos de procedibilidad
propios de su ratio (actio de in rem verso, principio ético jurídico del enriquecimiento sin
causa) que exige la prueba de la no traslación cuando se trata de impuestos indirectos
o directos efectuados su pagos por empresas lucrativas, en función de una
jurisprudencia, si bien abandonada en 1977, morigerada luego en los precedentes
ulteriores y sujeta a una indispensable revisión". "Por lo hasta aquí expuesto se percibe
la corrección de la ley 25.795 al consagrar una presunción juris tantum de traslación,
tratándose de impuestos indirectos al consumo, aun cuando se advierta una omisión en
esa ley al no consagrar una presunción similar cuando se trata de impuestos directos a
la renta o al patrimonio que tengan como contribuyentes de iure a empresas lucrativas".
Entendemos que asiste razón a Corti, en cuanto opina que si la traslación de la carga
tributaria se efectivizó hacia delante el contribuyente de derecho logró recomponer su
equilibrio patrimonial resultando, entonces, legitimado para repetir el tributo, el sujeto de
facto puesto que fue él quien concluyó siendo el sujeto económicamente repercutido e
incidido.
5.2. Jurisprudencia de la CS
Ello así, el Alto Tribunal rechazó la demanda de repetición promovida contra el Estado
Nacional con el objeto de obtener la restitución de las sumas abonadas en concepto de
contribución al "Fondo Transitorio para Financiar Desequilibrios Fiscales Provinciales",
entendiendo que la empresa integraba dicho tributo en el precio de venta de los
cigarrillos, no advirtiéndose por ello, la lesión patrimonial alegada.
El voto del magistrado Eugenio Zaffaroni puntualiza que: "Si bien es cierto que la
traslación del impuesto impide al titular del pago formal reclamar su devolución en
justicia, ello no obsta a que la acción de repetición sea ejercida por el contribuyente de
hecho que es la persona realmente incidida aún cuando ello sea difícil por haberse
trasladado el gravamen a los consumidores, ya que el remedio no puede ser nunca el
enriquecimiento sin causa del contribuyente de derecho".
ANEXO JURISPRUDENCIA RELEVANTE
Causa: KRISCALDIS SCS S/INF. LEY 11.683- CNPenal Económico, sala B, 10/10/2000
El art. 41 inc. f) de la ley 11.683, texto introducido por la ley 24.765, en cuanto faculta
a los funcionarios de la DGI a proceder a la clausura preventiva de locales comerciales,
es una norma no autoaplicativa de cumplimiento discrecional para el órgano de
ejecución, pues no se efectiviza hasta que se ejecuta el acto. Por ello, como ese acto
es optativo o discrecional para el órgano respectivo, la ley en cuestión se asemeja a una
cláusula programática, que prevé un acto lesivo remoto, no idóneo para viabilizar la
acción de amparo.
Causa: MAGGIOLO, DIEGO (TF 36167-I) -BLSG - CNFed. Cont. Adm., sala IV, 26/9/2013
La sentencia que revocó la resolución del Fisco mediante la cual determinó sobre
base presunta los Impuestos al Valor Agregado y a las Ganancias a una empresa
contribuyente, debe confirmarse, pues el ente recaudador no probó que el organismo
jurisdiccional hubiese incurrido en arbitrariedad en su decisión, en tanto se acreditó que
aquel estuvo en condiciones de practicar la determinación de oficio sobre base cierta,
pese a lo cual acudió a la base presunta(71).
Causa: EMSER SRL (TF 33350-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II, 29/8/2013
Causa: MASTERS INTERNACIONAL SA C. DGI - cnFed. Cont. Adm., sala II, 12/6/1997
Causa: MOVIMIENTO PARA LA PAZ UNIVERSAL (TF 16376-I) C. DGI - PODER JUDICIAL DE
LA NACIÓN -23/11/1999
Toda vez que ante las determinaciones de oficio efectuadas por la DGI a los actores,
éstos ejercieron la opción que consagra el art. 78 de la ley 11.683 —t.o. 1978—,
escogieron la vía del recurso de reconsideración prevista en el inc. a) —y no la del
Tribunal Fiscal con la que pudieron haber evitado el pago del tributo que se les
determinó— y por lo tanto, respecto de esa determinación tributaria adquiere plena
vigencia el principio solve et repete, porque el sistema recursivo implementado en la ley
11.683 sólo permite, contra la sentencia recaída en el recurso de reconsideración la
impugnación mediante la demanda de repetición, por lo tanto no pueden plantear una
medida de no innovar para eludir las consecuencias legales de sus decisiones.
Causa: ALBAR DÍAZ DE MONTAÑÉS MATILDE (TF 13671-I) C. DGI - PODER JUDICIAL DE
LA NACIÓN, 7/5/1998
El acto impugnado ante el a quo —nota de la jefa interina de una Agencia por la que
se comunica la caducidad del plan de regularización de deuda de la actora— no reviste
el carácter de acto determinativo de la obligación tributaria y, por tanto, no resulta
susceptible de ser apelado ante el Tribunal Fiscal de la Nación, de acuerdo con lo
establecido por los arts. 141 y 147 de la ley 11.683.
— ACCIÓN Y DEMANDA DE REPETICIÓN - ART. 81 —
Causa: MACÍAS, OSVALDO (TF 32215-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III 23/4/2013
Las costas provenientes del recurso de apelación por retardo de repetición en los
términos del art. 81 de la ley 11.683, que fuera declarado abstracto ante el hecho de
que el Fisco hizo lugar al reclamo, deben ser impuestas al ente recaudador, habida
cuenta que la devolución de la suma que se solicitara ha sido admitida por el fisco luego
de tener conocimiento de que el contribuyente había interpuesto recurso ante el Tribunal
Fiscal de la Nación.
Para la repetición de tributos, resultan de aplicación las tasas que fijan las
resoluciones de la Secretaría de Hacienda, y no la tasa pasiva promedio publicada por
el Banco Central de República Argentina, pues si bien el art. 179 de la ley 11.683 no ha
establecido la tasa correspondiente, la misma está prevista en aquellas resoluciones,
por tratarse de una reglamentación propia de las leyes fiscales que desplaza las
disposiciones de carácter más general(75).
Causa: THE BANK OF TOKYO - MITSUBISHI U.F.J. LTD. C. EN - AFIP - DGI RES.
269/2007 (GCN) S/DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II, 22/11/2011
La ley 11.683 establece que los actos que impongan sanciones o determinen tributos
son susceptibles de recurso de reconsideración para ante el funcionario superior del
organismo recaudador o bien del recurso de apelación para ante el Tribunal Fiscal de la
Nación —art. 76, incs. a) y b)—, razón por la cual, si el contribuyente optó por la primera
de las vías mencionadas —como en el caso—, ello obsta a que luego pueda acudir al
mencionado tribunal, ya que los referidos medios impugnatorios son excluyentes entre
sí.
La ley 11.683 contiene una regulación específica de los medios recursivos pertinentes
a los fines de la impugnación de los actos que impongan sanciones o determinen
tributos, lo que excluye la aplicación a su respecto de la legislación que regula los
procedimientos Administrativos —ley 19.549—, pues, ella está contemplada con
carácter supletorio para las situaciones no previstas en el título I de la ley 11.683.
Causa: SICAP SRL S/DEMANDA DE REPETICIÓN - IMPUESTO A LAS GANANCIAS - TFN, sala
B, 18/2/2000
La ley tiende a evitar la posibilidad de que sobre una sola obligación tributaria se
planteen dos acciones contrarias, una otorgada al contribuyente para repetir el impuesto
y la otra a la repartición fiscal para el cobro —por vía de apremio— de lo no pagado con
más los recargos e intereses punitorios. Y, dado que no sería razonable admitir, dentro
del procedimiento impositivo, que la repetición parcial enerve la acción fiscal que surge
de los arts. 22 y de la ley 11.683 —t.o. en 1978—, corresponde declarar la
improcedencia formal del recurso de repetición atento a que no se ha ingresado la
totalidad del gravamen por el período fiscal motivo de la misma.
Causa: BANCO DEL BUEN AYRE SA S/REPETICIÓN - IVA - TFN, sala C, 12/2/1999
Causa: ODOL SAN LUIS SA C. DGI (TFN 14.895-I) - 7/8/1998, Poder Judicial de la
Nación
— DECOMISO DE MERCADERÍA —
Causa: JEON SO YOUNG S/INFRACCIÓN L. 11.683 - CNPenal Económico, sala B,
5/9/2011
Que, por los funcionarios fiscales dejaron constancia que, en el domicilio comercial
de la contribuyente Jeon So Young "...existen bienes que se encuentran en el local sin
la correspondiente documentación respaldatoria hecho que configura la infracción a los
art. 60 y 61 del título VI de la RG 1415 y sus modif., y constituyen prima facie la causal
prevista por el inc. e) del art. 40 de la ley 11.683 (t.o. en 1998 y modif.)...".
Elevados los autos por apelación a la Cámara del fuero, los magistrados entendieron
que, por un examen integral, sistemático y armonioso de las normas a las cuales se hizo
referencia es posible afirmar que el decomiso previsto por el artículo mencionado es
independiente de las penas de multa y clausura previstas por el art. 40 de la ley
11.683, por las cuales, además, se establece la facultad discrecional del juez
administrativo de aplicar cualquiera de aquellas sanciones. Una interpretación contraria
a la establecida por la presente llevaría a concluir que la intención de la ley fue la de
imponer las sanciones de multa y clausura en forma conjunta con el decomiso, cuando
esta circunstancia no surge del texto de la ley, lo cual constituiría una inconsecuencia o
una falta de previsión que no se suponen en el legislador (Fallos 303:1.965; 304:794,
954, 1733, 1820, 1882; 305:538 y 657; 306:721; 307:518, entre otros).
Asimismo, se argumentó "...Lo que estamos trayendo acá son problemas que surgen
de los procesos de fiscalización, del nivel de informalidad que hay en la Argentina, del
avance tecnológico y de algunas cadenas delictivas que queremos combatir...Es sabido
que hay una gran cantidad de organizaciones, comúnmente denominadas piratas del
asfalto, que roban camiones, contenedores y después los comercializan... O sea que,
por lo menos, tendríamos que decomisar esa mercadería... Lo que estamos pidiendo
son facultades para efectuar el secuestro preventivo. Después sigue el procedimiento
habitual, totalmente reglamentario y respetando todos los derechos del transportista o
del contribuyente para reclamar la propiedad, si es suya y lo puede demostrar... Eso es
parecido a lo que nos aprobaron en el paquete aduanero con referencia a la mercadería
falsa. Pero, en principio, cuando está circulando mercadería y no tiene ningún tipo de
documentación de respaldo, queremos tener esa herramienta..." (ver, Fundamentos del
dictamen del Presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, parágs. 343 y ss.).
Que, por lo tanto, la repetición intentada en autos no puede proceder en virtud de que
no se ha acreditado un presupuesto básico de esta acción, teniendo en cuenta que la
actora trata de repetir un tributo que por su naturaleza ha trasladado a los consumidores.
En efecto, con arreglo a señera jurisprudencia de este Tribunal, sólo cabe autorizar la
repetición cuando la empresa reclamante demuestra que no hubo traslación de la carga
impositiva, en tanto, si quien demanda por repetición obtiene sentencia favorable, y
antes trasladó el impuesto al precio de la mercadería vendida, habría cobrado dos veces
por distintas vías, lo cual es contrario a la buena fe, criterio que reposa en una clara
regla ético jurídica, conforme a la cual la repetición de un impuesto no puede sino
depender de la indispensable prueba del real perjuicio sufrido (doctrina de Fallos 287:79;
"SA Mellor Goodwin CIyF") (Del voto de Eugenio Raúl Zaffaroni).
TÍTULO I
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En esta etapa contencioso judicial, es cuando se traba una verdadera litis, es decir,
un litigo, juicio, proceso, en el cual se somete la controversia fisco-contribuyente en
materia de tributos, multas y accesorios, a la decisión de un tercero imparcial e
independiente, es decir, un Juez miembro del Poder Judicial de la Nación.
Advertimos que ello contradice de plano la tan mentada "igualdad jurídica de las
partes", toda vez que el nexo entre el Fisco y el contribuyente, sólo puede entenderse
como una relación de derecho y no de fuerza, lo que implica que las partes de la relación
jurídica tributaria sustancial, se encuentran en un plano de igualdad frente a la ley y la
jurisdicción.
"Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden
civil, laboral, fiscal o de cualquier carácter".
Sobre esto Casás(4) advierte que admitir la tutela judicial en sentido estricto importa
eliminar las limitaciones a la habilitación de la instancia, otorgando incluso un plus de
protección judicial para que se torne real y efectiva, por cuanto se pretende intensificar
la densidad del control sobre la acción administrativa, protegiendo al ciudadano de
posibles desviaciones en el ejercicio de prerrogativas exorbitantes.
2. PROCEDENCIA
La norma analizada determina la procedencia de la demanda contra el Fisco
Nacional, ante el Juez Nacional competente, en la medida que se cuestione una suma
mayor de doscientos pesos ($200).
Por consiguiente, queda la vía del art. 23, ss. y concs. de la ley
19.549 (Procedimientos Administrativos) para los montos inferiores a dicha suma.
Esta normativa legal especifica los diversos supuestos en que puede incoarse el
proceso, enunciando a tal efecto que podrá interponerse demanda contra las
resoluciones desestimatorias de los recursos de reconsideración por multas; las
resoluciones dictadas en materia de repetición de tributos y sus reconsideraciones y
además, cuando no se dictare resolución administrativa, dentro de los plazos señalados
en los arts. 80 (el plazo es de veinte días) y 81 (la resolución debe dictarse dentro de
los tres meses de presentado el reclamo por repetición de tributos).
En mérito a lo establecido por el art. 4º de la Ley de Rito Fiscal, el cómputo del término
para demandar deberá computarse en días hábiles judiciales, es decir, sólo se
considerarán a esos efectos los días que sean hábiles para los Organismos judiciales.
No especifica la ley el plazo para iniciar la acción judicial en los restantes supuestos,
o sea, aquellos enunciados en el inc. c) del artículo bajo análisis, por lo cual la misma
podrá materializarse mientras a su respecto no haya operado la prescripción de cinco
años, prevista en el art. 56 de la ley ritual tributaria.
Sólo procederá la repetición por los períodos fiscales con relación a los cuales
se haya satisfecho el impuesto hasta ese momento determinado por la
Administración Federal de Ingresos Públicos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Esta disposición deberá armonizarse con los artículos del texto procedimental que
reglan la repetición de impuestos, permitiéndonos recordar que el art. 81 consagra a
favor de los contribuyentes y demás responsables, el principio general del derecho a
repetir tributos y accesorios abonados en exceso, sea espontáneamente o a
requerimiento del Organismo recaudador.
Ahora bien, cabe analizar separadamente estos dos supuestos, según la acción verse
sobre pagos sujetos a repetición de carácter espontáneo o por el contrario, hayan sido
pagos a requerimiento:
a) Pagos espontáneos;
La regulación específica tributaria difiere del texto del art. 32 inc. a) de la ley
19.549, Procedimientos Administrativos, que establece la innecesariedad del reclamo
administrativo previo cuando se trate de repetir lo pagado al Estado en virtud de una
ejecución o de repetir un gravamen pagado indebidamente, por lo cual este caso, el
reclamo deviene potestativo, ya que nada impide al reclamante deducirlo de manera
previa a la demanda.
En el caso en que se haya optado por formular este reclamo, ante una denegatoria
total o parcialmente del mismo, como indica la propia norma del art. 81, a cuyo
comentario nos remitimos, el contribuyente puede deducir recurso de reconsideración
para ante el superior o bien optar entre dos posibilidades, que son las de apelar ante el
TFN o interponer directamente demanda contenciosa ante la Justicia Nacional de
Primera Instancia.
b) Pago a requerimiento;
La Corte Suprema dejó establecido desde entonces que la compensación rige aun
entre obligaciones no prescriptas, concluyendo que si a recaudación de los tributos
pierde su fundamento esencialmente impositivo para convertirse en un fenómeno
exclusivamente financiero, generador de intereses y actualización sobre deudas
inexistentes, ello importa una distorsión de las bases éticas del derecho de recaudar".
Esta disposición, además de poner de resalto el nexo existente entre la acción judicial
y el procedimiento administrativo, resulta propia de una rígida aplicación del principio
solve et repete.
Por lo demás, como enseña Palacios(18), podemos decir que por el principio iura
novit curia, el juez tiene completa libertad para elegir las normas que van a resolver el
caso.
Ello responde a las reglas generales que sobre el onus probandi establece la
legislación procesal. El art. 377 Cód. Proc. Civ. y Com. pone en cabeza de la parte que
afirme la existencia de un hecho controvertido o de un precepto jurídico que el juez o el
tribunal no tenga el deber de conocer, debiendo cada una de las partes deberá probar
el presupuesto de hecho de la norma o normas que invocare como fundamento de su
pretensión, defensa o excepción.
Por otro lado, la norma analizada ordena que no se podrá limitar la reclamación a la
mera impugnación de los fundamentos que sirvieron de base a la estimación de oficio
administrativa practicada por el Organismo Recaudador, cuando ésta hubiera tenido
lugar.
Ahora bien, nuevamente cabe admitir que las aludidas limitaciones suponen la
existencia de una instancia administrativa previa, con la consiguiente oportunidad de
argumentar, ofrecer y producir pruebas, acorde a la garantía del debido proceso legal
que emerge del art. 18CN, y que refieren con precisión las disposiciones de la ley
19.549, Procedimientos Administrativos, que culminan con el dictado de una resolución
fundada.
Por lo demás no implica prohibición de repetir anticipos, toda vez que del propio art.
21 de la Ley de Rito Fiscal autoriza a atender el reclamo por vía de repetición.
El Alto Tribunal(20) tiene dicho que los anticipos de impuestos son obligaciones de
cumplimiento independiente, que tienen su propia individualidad y fecha de vencimiento
y que su exigencia reposa en la razonable presunción de continuidad de la actividad que
da lugar a los hechos imponibles.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Nadie duda que tratándose de una demanda directa por pago a requerimiento, ante
la inexistencia del reclamo administrativo previo, resultan inaplicables las disposiciones
relativas a la petición de los antecedentes administrativos.
La actuación del Procurador Fiscal se encuentra regulada por la ley 24.946(23), siendo
su finalidad promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los
intereses generales de la sociedad, ejerciendo sus funciones con unidad de actuación
e independencia, en coordinación con las demás autoridades de la República, pero sin
sujeción a instrucciones o directivas emanadas de órganos ajenos a su estructura a que
pertenece.
Es decir, las resoluciones que apliquen multas o denieguen reclamos por repetición
de impuestos, que fueran consentidas o no recurridas en la forma y plazo previstos por
el art. 79 del mentado plexo normativo, gozan al respecto de cosa juzgada material,
pues las decisiones adoptadas por aquellas son irreversibles y no pueden ser objeto de
discusión en ninguna otra instancia.
Por otro lado, la sala I de dicha Cámara(25) tiene dicho al respecto que el citado artículo
de la ley 11.683 sólo considera pasadas en autoridad de cosa juzgada las resoluciones
recaídas en materia de multas y repetición de impuestos, consentidas o no recurridas,
considerando firmes aquellas otras que determinen en forma cierta o presuntiva tributos
y accesorios cuando no se interpusieron los recursos autorizados en el actual art.
76 dentro del plazo que esta norma prevé.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Nadie duda que por razones de seguridad jurídica, tratándose del traslado de la
demanda para que la AFIP la conteste y oponga todas las defensas y excepciones que
tuviera, en mérito a la importancia que este acto reviste en orden al ejercicio del derecho
de defensa, el texto procedimental tributario establece que una vez admitido el curso de
la demanda, es decir, abierta ya la instancia, se correrá traslado al Procurador Fiscal
Nacional, quien debe ser notificado personalmente por mandato del art. 135, última
parte, del Cód. Proc. Civ. y Com., o por cédula, al representante designado por el
Órgano recaudador, a efectos de que tome noticia cierta de la interposición de la acción.
En su art. 319, primer párrafo, el referido Código ordena que todas las contiendas
judiciales que no tuvieren señalada una tramitación especial, serán ventiladas en juicio
ordinario, salvo cuando en ese Código se autorice al juez a determinar la clase de
proceso aplicable, siendo irrecurrible la resolución judicial que así lo disponga.
Las sentencias dictadas resultan apelables ante la Cámara competente, siempre que
el monto cuestionado sea superior a los doscientos pesos.
A tal efecto, resulta de aplicación el art. 244 del Cód. Proc. Civ. y Com. en cuanto
establece que no habiendo disposiciones en contrario, el plazo para apelar será de cinco
días.
La forma de interposición del recurso se encuentra regida por el art. 245 del Cód.
Proc. Civ. y Com., que determina su interposición por escrito o verbalmente, caso este
último en que se hará contar la diligencia que el Secretario o el oficial primero asentará
en el expediente.
En segundo lugar, se prevé los recursos de revisión y apelación limitada contra las
sentencias dictadas por el Tribunal Fiscal de la Nación en materia de tributos o
sanciones, supuesto en el cual rigen en plenitud las disposiciones específicas de la Ley
de Rito Fiscal, entre ellas las del art. 192, que otorga un plazo de treinta días desde la
notificación de la sentencia del Tribunal Fiscal, para interponer el referido recurso.
La norma analizada sienta como principio general, que las cuestiones de hecho y
prueba exceden la jurisdicción de la alzada atento la limitación con que ha sido previsto
por la ley el recurso, que sólo resulta desplazado si se verificare un error de gran
magnitud.
RECURSO POR RETARDO DE JUSTICIA DEL TRIBUNAL FISCAL DE LA NACIÓN(30) (ART. 87)
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Los términos para que este órgano dicte sentencia se encuentran establecidos por
el art. 188 de la Ley de Rito Fiscal, a cuyo texto nos remitimos.
Ahora bien, previo al recurso examinado, cualquiera de las partes debe presentar un
escrito urgiendo la sentencia no dictada, o en otras palabras, solicitar una especie de
pronto despacho, lo que marca una diferencia importante respecto a los términos
estipulados para las tramitaciones ante el organismo recaudador.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Por lógica consecuencia, la normativa regulatoria de las deudas del Estado, debe
tener rango de ley.
El artículo en análisis pone de manifiesto en primer lugar el carácter declarativo que
asumen las sentencias respecto del Fisco, de conformidad a los términos de la ley 3952,
de 6 de octubre de 1900, es decir, se limitan al simple reconocimiento del derecho que
se pretenda.
Sobre tal normativa, la Corte Suprema tiene dicho en el fallo "Pietranera"(32) que la
regla del art. 7º de la ley 3952ha de entenderse en su significado cabal, agregando el
alto tribunal que su propósito no es otro que evitar que la Administración pública pueda
verse colocada, por efecto de un mandato judicial perentorio, en situación de no poder
satisfacer el requerimiento por no tener fondos previstos en el presupuesto para tal fin
o en la de perturbar la marcha normal de la Administración pública y que si bien desde
ese punto de vista, la norma aludida es razonable, en modo alguno significa una suerte
de autorización al Estado para no cumplir las sentencias judiciales.
En mérito a lo dispuesto por el art. 170 de ley 11.672, las sentencias judiciales no
alcanzadas por el régimen de consolidación de deudas "serán satisfechos dentro de las
autorizaciones para efectuar gastos contenidas en las distintas Jurisdicciones y
Entidades del Presupuesto General de la Administración Nacional".
Es importante tener presente que el art. 163 inc. 7º del Cód. Proc. Civ. y Com. obliga
a los jueces a incluir en el contenido de la sentencia el plazo que se otorgase para su
cumplimiento.
Así, pues, condenado el Estado Nacional según las pretensiones sean acogidas total
o parcialmente por el órgano judicial, corresponde analizar los medios de obtener su
cumplimiento.
Para entender la problemática, debemos recordar que el art. 33 del Cód. Civil,
reconoce como personas jurídicas de carácter público al Estado Nacional, las
Provincias, los Municipios y entidades autárquicas, lo cual, obviamente, comprende a la
Administración Federal de Ingresos Públicos.
También cabe poner de resalto que, estando de por medio un ente público, el proceso
de formación y manifestación de la voluntad, permanece sometido al Derecho
Administrativo, aun cuando después, el medio jurídico y la relación surgida queden
sometidas al Derecho Privado. Aún en las materias que aparentemente son sólo objeto
de Derecho Privado, hay siempre un núcleo insoslayable perteneciente al Derecho
Público, separable, en cuanto a su tratamiento, del bloque negocial(35).
El estado de derecho implica, como uno de los rasgos diferenciales con las formas
autoritarias de gobierno, no sólo definir la manera de elaborar las normas jurídicas, sino
que el propio estado se encuentra sometido a ellas.
Ahora bien, no hemos de olvidar que el fin del Estado es velar por el cumplimiento
del bien común.
Nuestro máximo tribunal(38) afirma que la igualdad de las personas del derecho
determina que los estados provinciales se encuentren sujetos a la natural coerción que
emana de los fallos judiciales y que debe hacerse efectiva por la fuerza que ampara las
decisiones de la justicia.
Obviamente, lo dicho vale para el Estado Nacional, lo cual no es óbice para establecer
de una manera diferenciada, la forma de ejecutar una sentencia contra el mismo.
Por lo demás, el art. 7º de la ley a que alude la norma que comentamos, estableció
que las sentencias en su contra fueran solamente de carácter declarativo.
De los diversos fallos de nuestro máximo tribunal, entresacamos una doctrina judicial,
por la había instaurado un proceso de ejecución atenuado, al admitir que los jueces
podían fijar un plazo razonable para el cumplimiento de las sentencias. El referido plazo
podía variar en función de las circunstancias propias de cada causa, ponderándose, p.
ej., por las dificultades del erario.
La CS(42)había validado esta disposición, al sostener que los pagos que el Estado
Nacional debe efectuar para el cumplimiento de sentencias judiciales firmes, requieren
la apertura de créditos en la forma regulada en el art. 17 de la Ley de Contabilidad.
La subsistencia de la situación, motivo que el PEN dictara el dec. 679, con fecha 26
de mayo de 1988, con la finalidad de reglamentar la ley 3952que, recordamos había
sido dictada en el año 1900. Ello fue objeto de severas críticas e inclusive, de la
observación legal nro. 43/1988 del Tribunal de Cuentas de la Nación.
Posteriormente, han existido diversas normas de emergencia pública, entre las cuales
se encuentra la ley 23.696(43), que por sus arts. 50 a 53 dispuso la suspensión, por el
plazo de dos años, de la ejecución de sentencias y laudos arbitrales contra el Estado
nacional y los demás entes enunciados en el art. 1º de dicha ley, fijándose un régimen
para su futuro cumplimiento.
ART. 89 — Las sentencias dictadas en las causas previstas en esta ley, como
las dictadas en las causas por ejecución de las mismas, son definitivas, pasan en
autoridad de cosa juzgada y no autorizan el ejercicio de la acción de repetición por
ningún concepto, sin perjuicio de los recursos que autorizan las leyes 48 y 4055.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Así, nuestra Corte(47) tiene dicho que por imperio del art. 15 de la ley 48, la cuestión
federal debe tener relación directa e inmediata con el fallo apelado para la procedencia
de la apelación extraordinaria, y tal la relación directa existe sólo cuando la solución de
la causa requiere necesariamente de la interpretación del precepto constitucional
aducido; por el contrario, cuando la cuestión federal propuesta es ajena a los puntos
decididos en la sentencia, y obviamente ineficaz para modificarla, viene a faltar entre
ambas el requisito apuntado.
Refiere la Corte que el citado art. 24, inc. 6º, apart. a del dec.-ley 1285/1958
circunscribe la procedencia del recurso ordinario a procesos en los cuales el Tribunal
actúa como tercera instancia de revisión de la sentencia definitiva. En la lógica de la ley
4055 —que el decreto impugnado replica— las cámaras nacionales fueron diseñadas
como el tribunal de apelación donde culminaría el trámite ordinario de las causas, salvo
para la decisión de aquellos casos que justificaban una intervención de la Corte
Suprema "muy restringida pero inevitable", explicó el miembro informante del proyecto
de ley (Cámara de Diputados, 5º sesión de prórroga, 29 de noviembre de 1901, Diputado
Barranquera, p. 432).
Luego indica que para realizar esa tarea, la Constitución reconoce la jurisdicción
constitucional de la Corte en su instancia extraordinaria y originaria en los arts. 116 y
117; a su vez, el Recurso Extraordinario establecido en el art. 14 de la ley 48 es el
instrumento por excelencia para cumplir la misión señalada.
En relación con el recurso ordinario de apelación, nuestro tribunal cimero afirma que
resulta ajeno a este ámbito porque establece la revisión de sentencias referidas a temas
de derecho común en las que no se presenta la necesidad de interpretar las normas de
la Constitución Nacional y del derecho federal.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Prevé la norma el lugar donde debe deducirse la acción, modificando las pautas del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, en cuanto permite iniciarlo en el juzgado
de la sede de la oficina recaudadora que corresponde a las actividades del
contribuyente.
Agrega luego la opción de iniciar la acción en el juzgado del domicilio del deudor, es
decir, del mismo contribuyente o responsable, posibilidad no contemplada en el inc.
3º del art. 5º del Cód. Proc. Civ. y Com., con lo cual a través de una disposición
específica, innova al respecto.
ART. 91 — El procedimiento se regirá por las normas del Código Procesal Civil
y Comercial de la Nacióny, en su caso por las del Código Procesal Penal de la
Nación.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Si bien esta norma corresponde ser complementada con el art. 116 de la ley 11.683, a
modo de síntesis diremos que según el diccionario de la Real Academia Española sobre
el término "supletorio" (procedente del latín, suppletorium), "dícese de lo que suple una
falta".
El texto del art. 91 tiene por finalidad constituir una regla procedimental orientada a
señalar la normativa de aplicación a determinados actos, previendo por consiguiente la
aplicación supletoria de la siguiente legislación:
El art. 24, inc. 6º, apart. a del dec.-ley 1285/1958 circunscribe la procedencia del
recurso ordinario a procesos en los cuales el Tribunal actúa como tercera instancia de
revisión de la sentencia definitiva. En la lógica de la ley 4055 —que el decreto
impugnado replica— las cámaras nacionales fueron diseñadas como el tribunal de
apelación donde culminaría el trámite ordinario de las causas, salvo para la decisión de
aquellos casos que justificaban una intervención de la Corte Suprema "muy restringida
pero inevitable", explicó el miembro informante del proyecto de ley (Cámara de Dipu-
tados, 5º sesión de prórroga, 29 de noviembre de 1901, Diputado Barranquera, p. 432).
Causa: REYES JUAN ALFREDO Y OTROS C. AFIP - DGI - S/DGI - CNFed. Cont. Adm., sala
II, 24/8/1999
Causa: VALOR EDUARDO ALFREDO C. AFIP - DGI - CNFed. Cont. Adm., sala V,
1/12/1999
Causa: PEÑAFLOR SA C. DGI S/REPETICIÓN - 4/8/1994 - CNFed. Cont. Adm., sala II,
4/8/1994
Cuando la actora opta por la demanda contenciosa de repetición contra la DGI que
autoriza el art. 82, incs. a) y b)de la ley 11.683, el caso no se encuentra comprendido en
la hipótesis de tasa reducida contemplada por el art. 3º, inc. g) de la ley 23.898 por no
asimilarse el "recurso judicial" que menciona la última parte de la norma.
Causa: SCOMBRUS SA S/APELACIÓN - IVA - CNFed. Cont. Adm., sala II, 16/3/1993
Causa: DE VINCENZI, ROBERTO C. DGI S/QUEJA - CNFed. Cont. Adm., sala I, 7/12/1992
No cabe en principio, rever en esta instancia, de acuerdo con lo previsto por el art.
86 de la ley 11.683.
Causa: ROSALES SALVADOR DAVID (T.F. 15309-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala V,
8/2/1999
Que cabe precisar que lo decidido por el TFN conlleva la valoración de cuestiones de
hecho y prueba, que son ajenas —en principio— al recurso que autoriza la ley
procedimental impositiva. En efecto, tal remedio no da acceso, salvo posible manifiesto
error (el que no se advierte en el caso de autos), a una instancia ordinaria que haga
posible un nuevo pronunciamiento sobre la prueba y en cuenta a la conclusión que el
Tribunal hubiese arribado al valorarla (conf. CNFed. Cont. Adm., sala II, in re "Quilmes
Combustibles SACI", sentencia del 25/3/1997; esta sala, in re"Raychem SAIC" (TF
14256-I).
No es dado a persona o poder alguno ampliar o extender los casos en que la Corte
Suprema ejerce jurisdicción exclusiva y ordinaria por mandato imperativo de la
Constitución Nacional (Voto del Dr. Fayt).
TÍTULO I
CAPÍTULO XI - JUICIO DE EJECUCIÓN FISCAL. CARLOS MARÍA FOLCO
B) ESPERA DOCUMENTADA;
C) PRESCRIPCIÓN;
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La dogmática del derecho procesal, sobre la base del objeto de la controversia,
distingue claramente entre procesos de conocimiento, que son aquellos originados en
la incertidumbre sobre la existencia y exigibilidad de un determinado derecho, v.gr.
proceso ordinario, cuya sentencia firme proyecta los efectos de cosa juzgada formal y
material; y los procesos de ejecución, que por el contrario, se encuentran originados en
la certeza formal en cuanto a la existencia de un cierto derecho y la titularidad del mismo,
v.gr. juicio ejecutivo, cuya sentencia está revestida de provisionalidad —solamente
proyecta efectos de cosa juzgada formal— dejando abierta la vía a un ulterior juicio de
revisión (juicio ordinario posterior).
En una extensa familia de fallos, nuestro máximo tribunal(1) ha puesto de resalto que
con su esencial propósito de allegar fondos al tesoro público, los tributos constituyen un
valioso instrumento de regulación de la economía, complemento necesario del principio
con raigambre constitucional que prevé atender al bien general al que conduce a la
finalidad de impulsar el desarrollo pleno y justo de las fuerzas económicas.
Además, el alto tribunal(2) entiende que uno de los peores males que el país soporta
es el gravísimo perjuicio social causado por la ilegítima afectación del régimen de los
ingresos públicos que proviene de la evasión o bien de la extensa demora en el
cumplimiento de las obligaciones tributarias.
El sistema jurídico nacional prevé el cobro judicial de los tributos a través del proceso
de ejecución fiscal, proceso judicial reglado en el art. 92 de la ley 11.683 (t.o. en 1998 y
sus modificaciones), constituye una faz de singular compulsión en la relación Fisco-
contribuyente, toda vez que agotadas las gestiones de cobro amistoso en sede
administrativa, se recurre al proceso de cobro coactivo judicial, instaurando para ello
una vía expedita rápida, con una gran limitación de las defensas oponibles, ya que la
ley solamente admite cuatro excepciones oponibles (pago total documentado, espera
documentada, prescripción e inhabilidad de título por vicios extrínsecos de la Boleta de
Deuda) y declara inaplicables al juicio de ejecución fiscal promovido por los conceptos
indicados en el citado art. 92a las excepciones contempladas en el segundo párrafo
del art. 605 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
2. TÍTULO EJECUTIVO
El primer párrafo del artículo en análisis determina que el cobro judicial de los tributos,
pagos a cuenta, anticipos, accesorios, actualizaciones, multas ejecutoriadas, intereses
u otras cargas cuya aplicación, fiscalización o percepción esté a cargo de la
Administración Federal de Ingresos Públicos se hará por la vía de la ejecución fiscal
establecida en la Ley de Rito Fiscal "sirviendo de suficiente título, a tal efecto, la boleta
de deuda expedida por la Administración Federal de Ingresos Públicos".
Queda visto que la "Boleta de Deuda" es el título ejecutivo y como tal instrumenta una
obligación exigible de dar suma de dinero que en carácter de tributos, accesorios u otras
cargas se adeuden al Fisco Nacional(6).
i) Intimaciones incumplidas de intereses resarcitorios (art. 37, ley 11.683 t.o. en 1998
y sus mod.). Es menester recordar que dichas intimaciones resultan susceptibles de ser
impugnadas por la vía del art. 74 del dec. 1397/1979(9), mas no se puede ignorar que tal
remedio procedimental carece de efecto suspensivo. Toda interpretación en contrario
conlleva un avance sobre las estructuras básicas de la recaudación tributaria, con
prescindencia del régimen de percepción compulsiva establecida en el art. 92de la ley
11.683(10).
m) Aval, fianza personal, prenda, hipoteca o cualquier otra garantía de deuda firme,
líquida y exigible (art. 92.2ley 11.683 t.o. en 1998 y sus mod.). El referido artículo,
agregado por ley 25.795(12), establece que en tales circunstancias, se procederá primero
a ejecutar la garantía, siguiendo para ello el procedimiento previsto en el art. 92; una
vez ejecutada la misma, si resultare insuficiente para cubrir la deuda, se podrá seguir la
ejecución contra cualquier otro bien o valor del ejecutado.
p) Recursos de la seguridad social (dec. 507(13) ratificado por ley 24.447(14), y dec.
2102/1993(15)).
r) Otras cargas cuyo cobro coactivo se encuentre a cargo de la AFIP (dec. 65/2005).
Sentado ello, digamos que el art. 183 de la Ley de Reforma 27.430 ha incorporado
un nuevo artículo sin número a continuación del art. 16 de la ley 11.683, t.o. 1998 y sus
modificaciones, el cual regla lo atinente al "Acuerdo Conclusivo", convertido en el primer
medio alternativo de solución de controversias o conflictos (MASC) en materia tributaria.
En lo que aquí interesa, establece el novísimo precepto que el contenido del citado
"Acuerdo Conclusivo" se entenderá íntegramente aceptado por las partes y constituirá
Título ejecutivo en el supuesto que de él surgiera crédito fiscal, habilitando el
procedimiento del art. 92 de la ley.
Por lo tanto, cabe agregar entonces como título ejecutivo al mentado "Acuerdo
Conclusivo" por expreso mandato legal.
El cuarto párrafo del art. 92 en el texto anterior establecía que para el caso del cobro
de deudas tributarias, no resultaban de aplicación las disposiciones de la ley
19.983 (conflicto interadministrativo), sino el procedimiento establecido en el Capítulo XI
del texto procedimental, referido al juicio de ejecución fiscal.
Por consiguiente, solo cuando se tratare de las Empresas y Sociedades del Estado
que abarca a las Empresas del Estado, las Sociedades del Estado, las Sociedades
Anónimas con Participación Estatal Mayoritaria, las Sociedades de Economía Mixta y
todas aquellas otras organizaciones empresariales donde el Estado nacional tenga
participación mayoritaria en el capital o en la formación de las decisiones societarias,
resultará aplicable la vía del art. 92 del texto procedimental tributario.
Asimismo, el texto del art. 98, sustituido por la ley 27.430, dispone el su último párrafo
que en los juicios de ejecución fiscal a que se refiere el cuarto párrafo del art. 92 no se
devengarán honorarios en favor de los letrados que actúen como representantes o
patrocinantes de la Administración Federal de Ingresos Públicos y de las entidades
previstas en el inc. b) del art. 8º de la ley 24.156.
Ahora bien, cuando se tratare del cobro de deudas tributarias contra la Administración
Nacional, sus reparticiones centralizadas, descentralizadas o autárquicas, habrá de
resultar aplicable el régimen de conflictos interadministrativos conforme lo normado por
el dec.-ley 19.983/1972.
Por ello, nos es dable concluir que cuando una Universidad Nacional es parte de un
conflicto interadministrativo de naturaleza pecuniaria, no resulta aplicable el régimen de
la ley 19.983. Ergo, tratándose de deudas tributarias y previsionales, la Administración
Federal de Ingresos Públicos podrá válidamente utilizar la vía de la ejecución fiscal para
el cobro del crédito debido.
Luego agrega que "si el Ministerio considerara que los mismos no se ajustan a la
presente ley, deberá plantear sus observaciones, dentro de los diez días a contar de la
comunicación oficial ante la Cámara Federal de Apelaciones, la que decidirá en un plazo
de veinte días, sin más trámite que una vista a la institución universitaria".
Adviértase entonces que la propia ley de Educación Superior ha quitado de la esfera
del ámbito administrativo, una controversia planteada entre dos organismos que tienen
en la Presidencia de la Nación, su autoridad común, para instaurar su judicialización.
4. INTERPOSICIÓN DE LA DEMANDA
La ley determina que la misma se tendrá por interpuesta con la presentación del
representante del Fisco ante el juzgado con competencia tributaria, o ante la mesa
general de entradas de la cámara de apelaciones u órgano de superintendencia judicial
pertinente en caso de tener que asignarse el juzgado competente, acompañando la
boleta de deuda en la cual constará:
b) Domicilio legal fijado por la demandante para sustanciar trámites ante el juzgado;
Esencialmente, queda visto que modifica el sujeto legitimado a los fines de promover
ejecuciones fiscales, en cuanto expresa que la presentación de la demanda habrá de
ser efectuada por el "representante del Fisco" y no por el "agente fiscal", figura a la cual
remitía el texto anterior.
Ello subsana una inexplicable anomalía jurídica por cuanto al menos desde varios
años antes de la reforma, la certificación del juez administrativo al pié de la Boleta de
Deuda refería precisamente al "representante del Fisco" cuando el texto legal en vigor
no reconocía tal carácter, abriendo así el debate a cuestiones vinculadas con la
inhabilidad de título y la falta de personería, lo cual veremos en el acápite pertinente.
La disposición 276/2008 del 26 de Junio de 2008, como pauta de gestión, indica que
los representantes del Fisco (ex Agentes fiscales) deberán verificar todos los pagos
antes de la radicación de la ejecución fiscal y del diligenciamiento directo o vía SOJ de
las medidas cautelares ordenadas, según el caso.
Es preciso clarificar que la norma del texto legal que faculta al representante del Fisco
a librar bajo su firma el mandamiento de intimación de pago solo puede ser aplicada
procesalmente luego de que el magistrado haya tenido por promovida la demanda de
ejecución fiscal y haya ordenado librar mandamiento de pago contra la accionada por la
suma reclamada especificando su concepto, con más el quince por ciento (15%) para
responder a intereses y costas, autorizando además al mentado representante a librar
el mandamiento ordenado y a su diligenciamiento por los Oficiales de Justicia ad
hoc designados en la causa.
Nos parece importante señalar que en el acto de intimárselo al pago, se deberá hacer
saber al demandado la medida precautoria dispuesta judicialmente; el juez interviniente
y la sede del Juzgado por ante el cual tramita la ejecución fiscal.
No resulta ocioso recordar que el domicilio fiscal denunciado ante las autoridades
administrativas tiene, por imperio legal, los efectos propios del domicilio constituido,
incluso en el ámbito judicial, tal como lo señala la Corte Suprema de Justicia de la Nación
al resolver la causa "Dirección General Impositiva c. Loterszpil, Samuel"(25).
La diligencia deberá efectuarse conforme lo dispuesto por los arts. 531 y 542 del Cód.
Proc. Civ. y Com.
A partir de este acto procesal, el demandado quedará citado de venta para oponer,
dentro de los cinco días, las excepciones pertinentes, resultando de aplicación el art.
158 del Cód. Proc. Civ. y Com(27)., que consagra la ampliación del plazo por la distancia
cuando la diligencia se practicara fuera del lugar del asiento del juzgado.
El genio de Calamandrei tiene dicho que las medidas cautelares más que a hacer
justicia contribuyen a garantizar el eficaz funcionamiento de la justicia(28).
Las medidas cautelares son dictadas a través de resoluciones judiciales y tiene neto
carácter instrumental toda vez que tienden a garantizar la efectividad de un futuro
resultado favorable en el proceso principal.
Ahora bien, la facultad que el anterior texto legal le otorgaba al Organismo recaudador
para disponer y trabar unilateralmente el embargo general de los fondos y valores, ha
sido declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia de la Nación(29).
En la causa "Intercorp SRL"(30), la Corte Suprema afirma que dicha facultad "no sólo
violenta el principio constitucional de división de poderes, sino que además desconoce
los más elementales fundamentos del principio de tutela judicial efectiva y de la defensa
en juicio, consagrados tanto en el art. 18 del CN como en los Pactos Internacionales
incorporados con tal jerarquía en el inc. 22 de su art. 75", agregando luego el alto cuerpo
que "las disposiciones del art. 92 tampoco superan el test de constitucionalidad en su
confrontación con el art. 17 de la Norma Suprema, en cuanto en él se establece que la
propiedad es inviolable y ningún habitante puede ser privado de ella sino en virtud de
una sentencia fundada en ley".
La Ley de Reforma Tributaria establece que una vez ordenadas por el Juez
interviniente, la Administración Federal de Ingresos Públicos estará facultada para
trabar por intermedio del representante del Fisco y por las sumas reclamadas, las
medidas precautorias o ejecutivas oportunamente requeridas, lo cual exhibe un claro
apego a las mandas constitucionales.
Asimismo, dispone que toda medida cautelar que no haya sido solicitada en el escrito
de demanda, deberá ser requerida al juzgado interviniente y una vez concretada la traba
de la cautelar, se acompañará al expediente copia de su diligenciamiento.
En orden al levantamiento de las mismas, el art. 202 del Cód. Proc. Civ. y Com.
establece que las medidas cautelares subsistirán mientras duren las circunstancias que
las determinaron, agregando la norma que en cualquier momento en que éstas cesaren
se podrá requerir su levantamiento.
Transgredir en tales términos el principio del juez como director del proceso
contradice las actuales tendencias del Derecho Procesal conforme surge del confronte
del derecho comparado, tendencias inspiradas en el claro carácter publicista de la
naturaleza de la jurisdicción y el proceso e implica afectar directamente la igualdad de
las partes, el derecho de defensa, el debido proceso y la tutela judicial efectiva.
Al respecto, la pluma certera del Dr. Clemente Díaz, enseña que al introducirse el
principio político constitucional de la igualdad de los habitantes de la Nación en el campo
del Derecho Procesal se transforma en la "relativa paridad de condiciones de los
justiciables, de tal manera que nadie pueda encontrarse en una situación de inferioridad
jurídica"(32).
Por lo demás, no se puede soslayar, tal como ha sostenido nuestra Corte Suprema(33),
la expresa disposición constitucional del art. 109 que niega al Presidente de la República
el ejercicio de funciones judiciales o el derecho de conocer en causas pendientes o de
restablecer las fenecidas, que responde al propósito de poner a cubierto a los habitantes
de los abusos del gobierno y al de marcar la línea divisoria de los tres poderes que lo
integran.
Dicha Disposición prevé que a efectos de ofrecer en pago las sumas embargadas,
los contribuyentes puedan presentarse en la Agencia correspondiente y solicitar la
liquidación administrativa de la deuda, manifestando su voluntad de poner a disposición
del Fisco el importe que resulte de dicha liquidación.
Una vez transcurrido ese plazo sin que se preste conformidad, el ofrecimiento será
considerado desistido, pudiendo el contribuyente volver a formularlo con posterioridad.
El citado artículo agregado a continuación del art. 3º de la ley dispone que el domicilio
electrónico será obligatorio y producirá en el ámbito administrativo los efectos del
domicilio fiscal constituido, siendo válidos y plenamente eficaces todas las
notificaciones, emplazamientos y comunicaciones que allí se practiquen.
Entendemos que la notificación electrónica constituye una herramienta
extremadamente útil, reduciendo en forma notable el tiempo que generalmente insume
la tradicional notificación en soporte papel, materializando la aplicabilidad de los
principios procesales de eficacia Eficiencia, Celeridad y Economía Procesal en el
procedimiento judicial.
Esta modalidad del proceso de ejecución fiscal no había sido innovadora en absoluto
en nuestro sistema jurídico. Existen otras leyes aún vigentes que prevén ejecuciones
especiales, con similar intervención, las que arraigadas en el sistema jurídico nacional
no han sido tachadas de inconstitucionalidad, pese a las observaciones que merecen.
El párr. 15 del art. 92 de la ley 11.683, evidenciaba uno de los aspectos más
controvertidos en la aplicación de las desmedidas facultades asignadas entonces al
agente judicial, que claramente importaban una intromisión del Poder Ejecutivo en el
ámbito del poder Judicial. La Carta Magna, amén de establecer como base de la
República el principio de división de poderes, consagra en su art. 17 la garantía del
derecho de propiedad, al disponer que "...ningún habitante de la Nación puede ser
privada de ella, sino en virtud de una sentencia fundada en ley".
Así, postulamos oportunamente que el texto en vigor por entonces del art. 92 de la ley
11.683, t.o. en 1998 y sus modificaciones, contravenía la "fórmula primaria de validez",
en cuanto resultaba violatoria del derecho de propiedad, consagrado por los arts. 14 y
17 de nuestra Carta Magna, art. 23 de la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, adoptada por la IX Conferencia Internacional Americana, Bogotá,
1948, dec. 9983/1957(43); art. 17 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
adoptada por la Asamblea General de la ONU el 10 de Diciembre de 1948; y el art. 21 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos - Pacto de San José de Costa
Rica, ley 23.313(44).
Resultaba claro e inopinable que la aludida sentencia (definitiva y firme) solo había
de ser dictada por Magistrados miembros del Poder Judicial de la Nación, únicos
investidos de facultades jurisdiccionales.
Ello por cuanto en el sistema jurídico argentino, por "sentencia" solo habrá de
entenderse el acto jurisdiccional dictado por un tribunal de justicia. La letra de nuestro
estatuto fundamental obliga, además, que esta sentencia sea "fundada en ley", es decir,
conclusiva del debido proceso y con los demás requisitos mínimos constitucionalmente
exigidos que la sustenten como acto jurisdiccional válido.
En este orden de ideas, Falcón(50) concluye que la reforma de la ley 11.683 por la ley
25.239, había pasado el límite de seguridad previsto por los principios constitucionales
y sociales, fundado en la división de poderes como garantía de la libertad, y se ha
arrogado dictatorialmente funciones jurisdiccionales para las cuales es materialmente
incompetente la administración, siendo por tanto inconstitucional.
Así, ha expresado que el párrafo analizado violenta la división de poderes, por lo que
no cabe sino concluir que el art. 92ley 11.683 contiene una inadmisible delegación, en
cabeza del Fisco Nacional, de atribuciones que hacen a la esencia de la función judicial.
En cuanto al rol del magistrado, el alto tribunal expresa que pasa a ser un mero
espectador, siendo simplemente "informado" de las medidas que una de las partes
adopta sobre el patrimonio de su contraria.
Además, señala que norma colisiona con lo establecido por el art. 109 de la
Constitución Nacional, que dispone "En ningún caso el presidente de la Nación puede
ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o
restablecer las fenecidas".
Por último, en relación con el derecho de propiedad, sobre la base del art. 17 de la
Carta Magna, indica que la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación
puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley y que no resulta
óbice a ello el hecho que lo puesto en tela de juicio sea la potestad de disponer
unilateralmente medidas cautelares, pues ellas, cualquiera sea su naturaleza, afectan
concretamente el derecho de propiedad del individuo, ya que si bien no importan —en
principio— una ablación de su patrimonio, su función es, precisamente, limitar de
manera efectiva otros atributos no menos importantes de ese derecho, cuales son los
de usar y disponer de él, con función de garantía.
c) El texto reformado
Por otra parte, se señala que una vez decretadas por el Juez las medidas cautelares,
se deberán diligenciar dentro de las siguientes 72 horas.
El embargo recaerá sobre todos los fondos del deudor depositados en cuentas
corrientes, cajas de ahorro, inversiones a plazo fijo, cuentas títulos, fondos comunes de
inversión, cajas de seguridad y/o cualquier otro valor del que resulte titular.
En los casos que la medida cautelar deba hacerse efectiva sobre fondos
correspondientes a remuneraciones devengadas a favor del demandado, deberá
estarse a lo dispuesto por el dec. 484/1987(59), Reglamentario del Régimen de Contrato
de Trabajo, en cuanto dispone que las referidas remuneraciones serán embargadas
hasta el diez por ciento (10%) si no son superiores al doble del salario mínimo vital
mensual, y hasta el veinte por ciento (20%) en las retribuciones superiores al doble de
dicho salario.
El Agente Fiscal (hoy representante del Fisco) solicitará al juez interviniente que
ordene a la entidad la venta de los valores embargados. El monto obtenido deberá ser
informado en el expediente judicial, dentro de las 48 horas siguientes a su realización.
Cuando por orden del Juez Interviniente el embargo deba efectivizarse sobre cajas
de seguridad abiertas a nombre del contribuyente, el banco procederá a bloquear el
acceso a la misma y a comunicar la respuesta a la AFIP.
Existiendo pluralidad de titulares, esto es, cuando los fondos o valores embargados
tuviesen más de un titular, la medida se efectivizará sobre la parte indivisa que
corresponda al deudor, únicamente.
También quedan afectados por la medida los fondos y valores de cualquier naturaleza
que depositen quienes adquieran la condición de clientes con posterioridad a la fecha
de toma de conocimiento por el Banco, siempre que exista saldo pendiente de embargo
y no se haya comunicado su levantamiento ni tampoco haya transcurrido el plazo
previsto en el art. 207 del Cód. Proc. Civ. y Com.
La citada normativa del BCRA dispone que sólo se contestarán los oficios que tengan
resultado "positivo", entendiendo por tales aquellos casos en que el deudor sea cliente
de la entidad financiera, vale decir, cuando tenga cuentas abiertas —con o sin fondos
depositados— u otros fondos y valores embargables.
Por su parte, la respuesta se efectuaba a través del propio Sistema, a cuyo efecto las
Entidades debían transmitir —diariamente y antes de las 22:00 horas— a la AFIP un
archivo ajustado al diseño de registro normativamente indicado, conteniendo la
información sobre los saldos embargables que se registran en la totalidad de los fondos
y valores de los que el contribuyente resulte titular o co-titular.
Cuando la sumatoria de saldos informados por una o más entidades excedía del
monto total reclamado (v.g. capital más suma presupuestada para intereses y costas),
el Sistema seleccionaba únicamente la cantidad necesaria para cubrir dicho total,
debiendo las entidades autorizar la disposición de los excedentes por el respectivo
titular.
El nuevo texto del undécimo párrafo del artículo reitera lo dispuesto por su antecesor,
disponiendo que no regirá el secreto financiero previsto en el art. 39 de la ley 21.526 en
relación con el informe que las entidades financieras requeridas para la traba,
disminución o levantamiento de las medidas precautorias, deben suministrar a la AFIP
sobre su resultado.
No resulta ocioso recordar que el art. 39 de la referida ley, determina que las
entidades comprendidas en la misma no podrán revelar las operaciones pasivas que
realicen, admitiendo solo como excepciones de tal deber los informes que requieran:
a) Los jueces en causas judiciales, con los recaudos de las leyes respectivas;
d) Las propias entidades para casos especiales, previa autorización expresa del
BCRA
Además del undécimo párrafo del 92, otras disposiciones del texto ritual contienen
excepciones a dicho secreto financiero.
El sétimo párrafo del art. 101 establece que la DGI-AFIP estará obligada a
suministrar, o a requerir si careciera de la misma, la información financiera o bursátil que
le solicitaran, en cumplimiento de las funciones legales, la DGA-AFIP, la Comisión
Nacional de Valores y el Banco Central de la República Argentina "...sin que pueda
alegarse respecto de ello el secreto establecido en el Título V de la ley 21.526 y en
los arts. 8º, 46 y 48 de la ley 17.811, sus modificatorias u otras normas legales
pertinentes".
En igual sentido, el art. 223 de la Ley de Reforma Tributaria ha sustituido el art. 107 de
la ley 11.683 (t.o. en 1998 y sus mod.), el cual dispone que los organismos y entes
estatales y privados, incluidos bancos, bolsas y mercados, tienen la obligación de
suministrar a la AFIP a pedido de los jueces administrativos a que se refiere el inc. b)
del punto 1 del art. 90 y el art. 10 del dec. 618/1997, toda la información, puntual o
masiva, que se les soliciten por razones fundadas, a fin de prevenir y combatir el fraude,
la evasión y la omisión tributaria, como así también poner a disposición las nuevas
fuentes de información que en el futuro se implementen y que permitan optimizar el
aprovechamiento de los recursos disponibles en el sector público en concordancia con
las mejores prácticas de modernización del Estado.
Agrega luego la norma que las entidades y jurisdicciones que componen el sector
público nacional, provincial y municipal deberán proporcionar la información pública que
produzcan, obtengan, obre en su poder o se encuentre bajo su control, a la AFIP, lo que
podrá efectivizarse a través de sistemas y medios de comunicación informáticos en las
formas y condiciones que acuerden entre las partes.
Luego estatuye que la disposición precedente prevalecerá sobre las normas legales
o reglamentarias específicas de cualquier naturaleza o materia, que impongan formas o
solemnidades distintas para la toma de razón de dichas solicitudes, medidas cautelares
y órdenes.
Sobre tales premisas, cabe concluir que el allanamiento de domicilio debe ser
autorizado solo por un juez, pero además deberá encontrarse debidamente motivado y
fundado, por aplicación del Código Procesal Penal de la Nación, en cuanto dispone que
"las sentencias y los autos deberán ser motivados, bajo pena de nulidad" (art. 123) y
que "si hubiere motivo para presumir que en determinado lugar existen cosas vinculadas
a la investigación del delito, o que allí puede efectuarse la detención del imputado o de
alguna persona evadida o sospechada de criminalidad, el juez ordenará por auto
fundado el registro de ese lugar" (224, 1º párrafo).
El actual art. 107 de la ley 11.683 (t.o. en 1998 y sus modificaciones) establece que
las solicitudes de informes sobre personas y otros contribuyentes o responsables, y
sobre documentos, actos, bienes o derechos registrados; la anotación y levantamiento
de medidas cautelares y las órdenes de transferencia de fondos que tengan como
destinatarios a registros públicos, instituciones financieras y terceros detentadores,
requeridos o decretados por la Administración Federal de Ingresos Públicos y los jueces
competentes, podrán efectivizarse a través de sistemas y medios de comunicación
informáticos, en la forma y condiciones que determine la reglamentación. Esta
disposición prevalecerá sobre las normas legales o reglamentarias específicas de
cualquier naturaleza o materia, que impongan formas o solemnidades distintas para la
toma de razón de dichas solicitudes, medidas cautelares y órdenes.
Estas normas han sido severamente cuestionadas por calificada doctrina. Así,
Ghersi(68) opina que los legisladores han dictado normativas inconstitucionales y se han
sancionado un Código que contiene normas inconstitucionales, la sociedad paga caro
los costes del poder del Estado (en sus tres roles) lo cual demuestra una vez más la
falacia de la democracia que posee en sus entrañas legisladores que desconocen la
lógica jurídica y que constantemente repiten errores simplemente por obsecuencia
partidaria, que conllevan a la sociedad y sus operadores a la inseguridad jurídica y al
desprestigio internacional del país.
La ya citada disposición 276/2008 AFIP que fija las pautas de gestión intra muros de
ejecuciones fiscales, establece en materia de notificación de medidas cautelares que,
cuando éstas se traben antes de la intimación de pago, deberán ser notificadas al
deudor, utilizando la cédula prevista en el SIRAEF.
3. El plazo para notificar al deudor es de CINCO (5) días contados desde la toma de
conocimiento de la traba de la medida.
Hacemos notar que el demandado muchas veces se enteraba de los juicios iniciados
en su contra por los embargos bancarios trabados en las cuentas y los jueces
"asignados" se anoticiaban sobre juicios en trámite por ante su juzgado por gracia de
presentaciones "tempranas" de contribuyentes ejecutados que este engendro jurídico
provocaba.
Cabe agregar que la Ley de Reforma Tributaria incorpora como válida, a los efectos
de la notificación el domicilio fiscal electrónico, el que a diferencia del texto anterior,
tiene carácter de obligatorio.
Aquí ponemos de resalto que tal lo afirmado en forma precedente, dicha reforma ha
eliminado del párr. 14 de la ley de procedimiento tributario, la facultad otorgada en forma
expresa a los jueces para expedirse en materia de competencia, previo al traslado de
las excepciones.
No obstante, entendemos que el juez podrá inhibirse de oficio, conforme el art. 4º del
Cód. Proc. Civ. y Com., siendo aquella la oportunidad procesal debida.
En el resto del país, tal atribución corresponde a los juzgados federales, habiéndose
creado las Secretaría específicas.
El dec. 2102/1993(73) precisa los artículos de la ley 11.683 aplicables a los Recursos
de la Seguridad Social, enumerando taxativamente los mismos, entre los cuales se
encuentra el art. 92 del texto ritual tributario, con la lógica excepción del séptimo párrafo,
en cuanto el mismo refiere nulidad de la sentencia del Tribunal Fiscal de la Nación, y la
remisión al art. 81 (acción y demanda de repetición) del noveno párrafo.
Finalmente, digamos que el art. 1126 del Cód. Aduanero, en el texto dado por ley
26.029(75), establece que "La ejecución judicial prevista en el art. 25 tramitará por el
procedimiento y demás modalidades establecidos en la Ley de Procedimiento Tributario.
Las disposiciones del Cód. Procesal Civil y Comercial de la Nación resultarán de
aplicación supletoria exclusivamente en los aspectos no reglados o contemplados en
aquélla o en este Código".
c) Oposición de excepciones
ii) En segundo término, con dicha expresión suelen designarse las cuestiones
concretas que el demandado plantea frente a la pretensión del actor con el objeto de
oponerse a la continuación del proceso, alegando que no se han satisfecho los
presupuestos procesales (excepciones procesales) o con el fin de oponerse al
reconocimiento, por parte del juez, de la fundamentación de la pretensión de la parte
actora, aduciendo la existencia de hechos extintivos, modificativos o impeditivos de la
relación jurídica invocada por el demandante (excepciones sustanciales).
a) Pago total documentado. Para que esta defensa resulte procedente es necesario
que el pago sea total y satisfactorio de la pretensión fiscal, es decir, íntegro y
cancelatorio del total del capital adeudado, supuesto en el cual el pago genera
plenamente el efecto liberatorio(77). Por tanto, no resulta admisible la excepción de pago
parcial, no obstante lo cual la existencia de tales pagos implica la reducción del juicio y
su prosecución por el monto que debió iniciarse(78), con el consecuente ahorro en costas.
La Corte Suprema en "Torres, Ivo Oscar"(80) tiene dicho que el contribuyente que se
hubiese acogido a un plan de regularización impositiva, llenando los requisitos fijados y
cuya solicitud no hubiese sido rechazada por la Dirección General Impositiva con
razones valederas, goza de los derechos allí acordados, mientras no incurra en
incumplimiento, supuesto en que el organismo podrá declarar la caducidad del plan de
pagos e iniciar las acciones administrativas y judiciales para el cobro de la deuda, sin
perjuicio de la aplicación de los accesorios que correspondieren, por lo cual ante el
nuevo plazo acordado por el acreedor, que impide toda acción antes de que éste venza,
resulta viable la excepción de espera documentada.
El referido traslado a la parte demandante por el término de ley tiene la finalidad que
la misma se pronuncie sobre las excepciones esgrimidas por la accionada, contestando
hechos objeto de la excepción, y en su caso, sobre las constancias probatorias
aportadas por la ejecutada.
El referido cuerpo procesal civilista regla en su Título II, lo relativo al "Juicio Ejecutivo"
(arts. 520 a 594).
En materia probatoria, el art. 549 prevé para el caso que se hubiere ofrecido prueba
que no consistiese en constancias del expediente, el juez acordará un plazo común para
producirla, tomando en consideración las circunstancias y el lugar donde deba
diligenciarse.
Finalmente, el art. 550 del Cód. Proc. Civ. y Com. establece que una vez producida
la prueba, se declarará clausurado el período correspondiente, debiendo el juez dictar
sentencia dentro de los diez días.
e) Caducidad de instancia
El art. 310 del Cód. Proc. Civ. y Com. dispone que se producirá la caducidad de
instancia cuando no se instare su curso dentro de los siguientes plazos:
Es del caso resaltar que la instancia se abre con la promoción de la demanda, aun
cuando no hubiese sido diligenciado el mandamiento de intimación de pago y termina
con el dictado de la sentencia.
Nuestro máximo tribunal ha dicho en diversas oportunidades que por ser la caducidad
de instancia un modo anormal de terminación del proceso y cuyo fundamento reside en
la presunción de abandono del mismo, debe interpretarse con carácter restrictivo, de
ahí que la aplicación que de ella se realice debe adecuarse a esas características sin
llevar con excesivo ritualismo el criterio que la preside más allá de su ámbito propio(95).
Esta norma resulta irritante, irrazonable y violatoria del principio de igualdad toda vez
que libera al demandante de la carga procesal de instar el procedimiento, "cualquiera
sea el tiempo transcurrido en la ejecución", al consagrar una "cláusula de cobertura
procesal anti-caducidad", en tanto se requiere para que ella opere, una previa intimación
por cédula "a la actora a fin de que se manifieste sobre su interés en su prosecución".
Bastaría entonces con un clásico y romántico "sí, quiero" sistémicamente emitido por
AFIP para reconvertir el abandono de la instancia en eventual sentencia favorable, sin
importar el tiempo transcurrido ni la negligencia procesal que precisamente este instituto
trata de castigar severamente.
f) Inapelabilidad de la sentencia
Al igual que el texto anterior, la Ley de Reforma Tributaria prevé que la sentencia de
ejecución será inapelable, quedando a salvo el derecho de la Administración Federal de
Ingresos Públicos de librar nuevo título de deuda y del ejecutado de repetir conforme los
términos previstos en el art. 81 de esa ley.
Los decs. 507/1993 y 2102/1993 extienden a los casos de reclamo judicial por parte
de la ANSeS. —o en su caso de las distintas Obras Sociales— las prescripciones de
la ley 11.683 aplicables a la AFIP, entre las que se encuentra expresamente el art.
92 aquí analizado, por lo cual también resulta aplicable a las deudas de la seguridad
social, la regla de la inapelabilidad de la sentencia prevista en el mismo(97).
El transcripto párr. 15 del art. 92 de la ley 11.683, evidenciaba uno de los aspectos
más controvertidos en la aplicación de las desmedidas facultades asignadas al agente
judicial, que claramente importan una intromisión del Poder Ejecutivo en el ámbito del
poder Judicial. La Carta Magna, amén de establecer como base de la República el
principio de división de poderes, consagra en su art. 17 la garantía del derecho de
propiedad, al disponer que "...ningún habitante de la Nación puede ser privada de ella,
sino en virtud de una sentencia fundada en ley".
A varios años del fallo de Corte "Intercorp SRL", la enmienda parlamentaria subsana
esta aberración jurídica, dejando sentado que una vez vencido el plazo sin que se hayan
opuesto excepciones, procederá el dictado de la sentencia, dejando expedita la vía de
ejecución del crédito reclamado, sus intereses y costas.
La sentencia debe notificarse por cédula al domicilio fiscal y con este acto finaliza la
segunda etapa del juicio de ejecución fiscal.
El cuarto artículo sin número incorporado a continuación del art. 62 del dec.
reglamentario 1397/1979 establece que los mandamientos de intimación de pago y
embargo, como así también la notificación de la sentencia de ejecución resolviendo las
excepciones opuestas o dejando expedita la vía de ejecución del crédito reclamado, sus
intereses y costas cuando no se opusieren las mismas, serán diligenciados por los
oficiales de justicia ad hoc (art. 95 de la ley 11.683, t.o. 1998 y sus modificaciones) con
sujeción a lo dispuesto en los arts. 135, 140 y 141 y concs. del Código Procesal, Civil y
Comercial de la Nación.
17. LIQUIDACIÓN
c) Intereses resarcitorios (art. 37, ley 11.683, t.o. en 1998 y sus mod). Devengados
por capital y actualización —no por multas— deberán ser calculados a la tasa vigente
para cada período, desde el vencimiento de la obligación respectiva hasta la fecha de
demanda).
d) Intereses punitorios (art. 52, ley 11.683, t.o. en 1998 y sus mod.). Devengados por
el capital, intereses resarcitorios y multas, deberán calcularse desde la interposición de
la demanda y hasta la fecha del pago.
Deviene oportuno señalar que quien impugna una liquidación debe probar, como lo
dispone el art. 178 del Código Procesal, el presupuesto de hecho que lo justifique, es
decir, no basta que se limite a formular una crítica meramente genérica del importe
cuestionado, sino que debe arrimar los elementos de juicio pertinentes y dar
fundamentos de hecho y de derecho bastantes que convenzan al Juez de que le asiste
razón en su planteo(104).
No obstante, aún el hecho de que la liquidación haya sido consentida por las partes
no obliga al magistrado a obrar en un sentido determinado. Tiene dicho la
jurisprudencia(105) que no cabe argumentar sobre la preclusión del derecho a impugnar
la liquidación, frente al deber de los jueces de otorgar primacía a la verdad jurídica
objetiva, toda vez que la aprobación de las liquidaciones sólo procede en cuanto hubiere
lugar por derecho, excediendo los límites de la razonabilidad pretender extender el
resultado de una liquidación obtenida sobre la base de operaciones matemáticas
equivocadas, a pesar de encontrarse dicha situación puntualmente evidenciada durante
el trámite de ejecución, entendiendo el tribunal en dicho resolutorio que corresponde
procedente la revisión de la liquidación aprobada, sin que de ello pueda derivarse y/o
argumentarse una afectación al principio de preclusión procesal y al de cosa juzgada.
Cuando existiendo embargo trabado sobre fondos o valores, el art. 561 del Cód. Proc.
Civ. y Com. determina que, si lo embargado fuese dinero, una vez firme la sentencia o
dada la fianza a que se refiere el art. 555, el acreedor practicará liquidación de capital,
intereses y costas, de la que se dará traslado al ejecutado, aplicándose, en lo pertinente,
las reglas de los arts. 503 y 504 de dicho cuerpo normativo. Aprobada la liquidación, se
hará pago inmediato al acreedor del importe que de ella resultare.
A su vez, el referido art. 504 señala que una vez expresada la conformidad por el
deudor, o transcurrido el plazo sin que se hubiese contestado el traslado, se procederá
a la ejecución por la suma que resultare, en la forma prescripta por el art. 502, mientras
que, si mediare impugnación se aplicarán las normas establecidas para los incidentes
en los arts. 178 y ss.
Una vez aprobada la liquidación final, procede dar pago (art. 865 del Cód. Civ. y Com.)
al acreedor, el cual habrá de materializarse cuando los fondos son transferidos y
debidamente imputados al impuesto reclamado judicialmente, conceptos y
subconceptos.
La disposición 276/2008 AFIP instruye al representante del Fisco para que proceda
a solicitar la transferencia de los fondos embargados y/o depositados a las cuentas
recaudadoras: a) capital, dentro del quinto día hábil de quedar firme la sentencia de
ejecución o de la que declara expedita la vía por la no oposición de excepciones, según
corresponda, y/o de encontrarse disponibles los fondos a favor de la Administración
Federal; y b) accesorios, dentro del quinto día hábil de quedar firme la liquidación.
Luego prevé que, frente a la caducidad de dicho plan, sea por incumplimiento de las
cuotas pactadas o por cualquier otro motivo, la Administración Federal de Ingresos
Públicos estará facultada para emitir una nueva boleta de deuda por el saldo incumplido.
En el plano procesal, ésta norma evidentemente tiene por finalidad evitar que la
jurisprudencia admita excepciones tales como litis pendencia o cosa juzgada.
Nuestro máximo tribunal ha dicho que este instituto tiene por finalidad la de fijar
definitivamente, no tanto el texto formal del fallo, cuanto la solución real prevista por el
juez a través de la sentencia(108).
ART. 92.1 — Las entidades financieras, así como las demás personas físicas o
jurídicas depositarias de bienes embargados, serán responsables en forma
solidaria por hasta el valor del bien o la suma de dinero que se hubiere podido
embargar, cuando con conocimiento previo del embargo, hubieren permitido su
levantamiento, y de manera particular en las siguientes situaciones:
A) SEAN CAUSANTES EN FORMA DIRECTA DE LA OCULTACIÓN DE BIENES, FONDOS,
VALORES O DERECHOS DEL CONTRIBUYENTE EJECUTADO, CON LA FINALIDAD DE IMPEDIR
LA TRABA DEL EMBARGO, Y
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Luego dispone que la AFIP deba acreditar la efectiva comunicación del oficio, el
incumplimiento del embargo y el ocultamiento, retiro o disposición de bienes, fondos,
valores o derechos del contribuyente ejecutado, existentes en la entidad a la fecha de
toma de conocimiento del embargo, disponiendo que a fin de establecer la existencia de
tales hechos, los jueces administrativos, Agentes Fiscales y demás funcionarios
competentes de dicho organismos, habrán de ejercer todas las facultades de verificación
y de requerimiento de información que les confieren los arts. 35, 92 y 107 de la ley
reglamentada.
Finalmente, expresa que una vez dictada la resolución judicial que manda hacer
efectiva la responsabilidad solidaria y transcurrido el plazo de diez días fijado en el último
párrafo in fine sin que la entidad diese cumplimiento al pago del monto correspondiente,
el Agente Fiscal procederá a ejecutarla con las facultades que le confiere la ley.
La ley prevé que una vez verificada alguna de las situaciones descriptas, el agente
fiscal —aquí la reforma no cambió esta denominación por la de "representante del
Fisco"— deberá comunicarla de inmediato al juez de la ejecución fiscal competente,
acompañando todas las constancias que así lo acrediten, lo cual resulta esencial en la
determinación del hecho imputado como "garantía previa" del derecho a ser oído y
concuerda con el principio de congruencia como su "garantía de cierre".
Precisamente, el párrafo final resulta manifiestamente inconstitucional por afectación
del principio de congruencia y consecuentemente, de las garantías de defensa y
propiedad, toda vez que dispone que el juez interviniente en la ejecución fiscal dará
traslado por cinco días a la entidad o persona denunciada, pero contrariando toda lógica
jurídica, la ley agrega que luego el magistrado deberá dictar resolución mandando a
hacer efectiva la responsabilidad solidaria allí prevista, la que deberá cumplirse dentro
de un plazo máximo de diez días, es decir, prescinde de la contestación al traslado
conferido, sumiendo al imputado en un palmario estado de indefensión.
Tal disposición resulta irrazonable toda vez que bastardea los principios liminares del
derecho constitucional. El legislador, si así fuera su intención, debió establecer solo el
plazo en el cual debería expedirse el juez al respecto, mandando hacer efectiva la
responsabilidad solidaria prevista o bien absolviendo de la misma al imputado,
circunstancia esta última no prevista en la ley,.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Al respecto, el primer artículo sin número agregado a continuación del art. 62 del dec.
1397/1979 reglamentario de la Ley de Rito Fiscal establece que el procedimiento fijado
en los arts. 92 y ss. de la ley resulta aplicable para la ejecución judicial de todos los
créditos por impuestos, recursos de la seguridad social, tributos aduaneros y otras
cargas, como así también de sus accesorios, multas, costas y garantías constituidas en
seguridad de las obligaciones cuyo cobro coactivo se encuentre a cargo de la AFIP, en
virtud de su propia competencia o en ejercicio de una delegación legal efectuada por
otros organismos o poderes del Estado Nacional.
Además, ordena que salvo disposición legal expresa en contrario, dicha ejecución
tramitará por el procedimiento previsto en el art. 92 de la ley 11.683, t.o. 1998 y sus
modificaciones, conforme a lo dispuesto en el citado primer artículo incorporado a
continuación del art. 62 del dec. 1397/1979 y sus modificaciones, y en el art. 1126 del
Cód. Aduanero.
La norma en análisis de la ley 11.683 (t.o. en 1998 y sus modificaciones) impone para
el caso que la deuda firme, líquida y exigible estuviera garantizada mediante aval, fianza
personal, prenda, hipoteca o cualquier otra garantía, que se proceda en primer lugar a
ejecutarla, siguiendo para ello el procedimiento previsto en el art. 92 del citado cuerpo
legal.
Agrega luego el texto ritual que una vez ejecutada la garantía, si la misma no fuese
suficiente para cubrir la deuda, se podrá seguir la ejecución contra cualquier otro bien o
valor del ejecutado.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La ley establece como conditio sine qua non para la procedencia de la acción de
repetición, no solo el previo pago del contribuyente demandado del impuesto adeudado,
sino también sus accesorios y las costas del juicio de ejecución fiscal.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Adviértase que la expresión utilizada en el texto legal sobre el sumario "a que pueda
dar origen la falta de pago de los mismos" carece de toda precisión jurídica, ya que la
falta de pago total o parcial de los gravámenes, retenciones, percepciones, anticipos y
demás pagos a cuenta, solo devengan el interés resarcitorio previsto en el art. 37 de la
ley de procedimiento tributario, en tanto haya mediado una mora culpable, sanción de
carácter civil que no requiere de apertura sumarial.
Por el contrario, los sumarios administrativos sustanciados conforme los arts. 70, ss.
y concs. del citado cuerpo legal tienden al análisis de la conducta fiscal de aquellos
sujetos que —en lo que aquí exclusivamente interesa—culposa o dolosamente se
sustraen de cumplir la prestación que constituye el objeto de material de su obligación
tributaria (obligación de dar).
Así, queda visto que se instaura un marco procedimental para la eventual aplicación
de sanciones de naturaleza penal, esto es, multas por infracciones materiales, siguiendo
el mismo cauce procesal que las infracciones a los deberes formales.
Ello con la sola excepción del caso en que se denuncie penalmente al contribuyente
por evasión fiscal, circunstancia que por mandato legal (art. 20 del Régimen Penal
Tributario instaurado por la ley 27.430) torna inaplicable el art. 74 de la ley 11.683, t.o.
1998 y sus modificaciones o en normas análogas de las jurisdicciones locales.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El cuarto artículo sin número agregado a continuación del art. 62 del dec.
reglamentario 1397/1979 dispone que los mandamientos de intimación de pago y
embargo, como así también, la notificación de la sentencia de ejecución o de la que deja
constancia que no se han opuesto excepciones —expresión ésta última que condice
con el texto anterior de la ley de procedimiento tributario— serán diligenciados por los
funcionarios a que se refiere el art. 95 de la ley con sujeción a lo dispuesto en los arts.
135, 140, 141 y concs. del Cód. Proc. Civ. y Com., agregando que todos los demás
actos que correspondan ser notificados en el curso del procedimiento se practicarán por
dichos funcionarios utilizando alguno de los medios previstos en los incs. b), e), f) y, en
su caso, en el último párrafo del art. 100 de la ley.
Luego, el texto de la ley 11.683 (t.o. en 1998 y sus modificaciones) establece que el
costo que irroguen las diligencias practicadas por tales Oficiales de Justicia ad hoc fuera
del radio de notificaciones del juzgado, será soportado por la parte a cargo de las costas.
El último párrafo del artículo de la ley 11.683 (t.o. en 1998 y sus modificaciones)
faculta a la AFIP para que, una vez declarada expedita la vía ejecutiva, proceda a
designar martillero para efectuar la subasta, es decir, la disposición legal faculta a la
parte actora para efectuar tal designación.
Una primera lectura sugiere que ello contradice lo dispuesto por la Corte Suprema
mediante la acordada 2/14, en cuanto creó el Sistema Único de Administración de
Peritos y Martilleros de la Justicia Nacional y Federal (SUAPM) y consecuentemente
dispuso su utilización obligatoria.
Sin embargo, el propio tribunal mediante res. 1684/2015(118) entendió que debe
precisarse que la utilización obligatoria del referido Sistema no alcanza a los supuestos
en que existiere acuerdo de las partes para proponerlo (conf. art. 563 del Cód. Proc.
Civ. y Com.) o cuando la designación esté en cabeza de una de ellas por disposición
legal (conf. art. 57 de la ley 24.441(119), entre otros), de conformidad con lo dispuesto en
el art. 15 del anexo I de la acordada 2/14.
Causa: AFIP - DGI C. ASOCIACIÓN ARGENTINA DE TARTAMUDEZ SIN FINES DE LUCRO S/INC.
APELACIÓN - CNFed. Cont. Adm.,sala I, 18/4/2017. LL Online
En su actual redacción, el art. 92de la ley 11.683 contiene una inadmisible delegación,
en cabeza del Fisco Nacional, de atribuciones que hacen a la esencia de la función
judicial. El esquema diseñado al permitir que el agente fiscal pueda, por sí y sin
necesidad de esperar siquiera la conformidad del juez, disponer embargos, inhibiciones
o cualquier otra medida sobre bienes y cuentas del deudor, ha introducido una sustancial
modificación del rol del magistrado en el proceso, quien pasa a ser un mero espectador
que simplemente es "informado" de las medidas que una de las partes adopta sobre el
patrimonio de su contraria. Tan subsidiario es el papel que la norma asigna al juez en el
proceso que prevé que, para el supuesto de que el deudor no oponga excepciones, sólo
deberá limitarse a otorgar una mera constancia de tal circunstancia para que la vía de
ejecución del crédito quede expedita (art. 92, párr. 16).
Atento a ello se resolvió declarar la inconstitucionalidad del inc. 5º del art. 18 de la ley
25.239, sustitutivo del art. 92de la ley 11.683 con los alcances indicados en la presente.
— INAPELABILIDAD DE LA SENTENCIA —
Causa: AFIP DGI 40250 C. GUARAIPO SA - RECURSO DE QUEJA -CNFed. Cont. Adm.,
sala II, 2/10/2000
La modificación introducida por el art. 18 de la ley 25.239 a la ley 11.683, por la que
se sustituyó el texto del art. 92, mantuvo la inapelabilidad de la sentencia de ejecución
consagrada en su anterior redacción.
Causa: FISCO NACIONAL (DGI) C. CANE HNOS. SA - CNFed. Cont. Adm., sala V,
15/9/1997
Causa: AFIP - DGI C. NOFAL ESTHER S/EJECUCIÓN FISCAL - AFIP - Juzg. Fed.
Ejecuciones Fiscales nro. 1, 28/6/2013
Que la presente boleta de deuda fue librada al contribuyente por Tasa sobre las
actuaciones ante Tribunal Fiscal de la Nación, ley 25.964 por $419.194,61.
Así las cosas, la ejecución fiscal iniciada por la AFIP, se confirma en lo que fuera
materia de agravios.
Que el pago documentado que funda la excepción de pago es el que se acredita con
el recibo u otro instrumento equivalente emanado del titular del crédito que se ejecuta,
documento que, además, debe referirse de modo claro y concreto a la deuda que se
reclama, ya que el documento de pago debe emanar del acreedor y constituir un
comprobante fehaciente y vinculante respecto de la cancelación de la deuda (CNFed.
Civ. y Com., sala 2ª, in re"BCRA c. Dimer CI y FSA s/proc. de ejecución", del 10/2/1998;
CNCiv., sala C, in re "Rodríguez Guillet", del 17/11/1997; CNCom., sala D, in re "Gentile
Buenos Aires", del 7/2/1990 entre muchos otros).
El accionado funda sus defensas en el pago total documentado e inhabilidad del título.
En tal sentido el art. 92 de la ley fiscal en lo que concierne a la excepción de pago
dispone que "las únicas excepciones admisibles (son) las siguientes: a) pago total
documentado... "habiendo señalado la doctrina que ante la meridiana claridad de la
norma citada para que esta excepción sea válida deberán cumplirse dos condiciones...
que el pago sea total y no parcial; que esté documentado..." (conf. Giuliani Fonrouge,
Navarrine, Procedimiento tributario, 6ª ed., Depalma, 1995, p. 484, pto. 6.1) y respecto
de la inhabilidad de título, que ésta no será admisible "...si no estuviere fundada
exclusivamente en vicios relativos a la forma extrínseca de la boleta de deuda...", por lo
cual su planteamiento no puede conducir en ningún caso al análisis de la causa de la
obligación que se pretende ejecutar. Obviamente, tal limitación no podría llevar a admitir
una condena fundada en una deuda inexistente —tal como lo admitió corrientemente la
jurisprudencia— aunque para ello se requiere que dicha inexistencia resulte
visiblemente manifiesta (conf. CS, Fallos 278:346; 294:420; 295:338; entre muchos
otros).
Causa: AFIP - DGI C. ROLLANDI, MARCELO FABIÁN S/EJECUCIÓN FISCAL - AFIP - Juzg.
Fed. Ejecuciones Fiscales Tributarias nro. 1, 26/6/2013
Que en relación a la boleta de deuda, el art. 92 establece "El cobro judicial de los
tributos..." "...se harán por la vía de la ejecución fiscal establecida en la presente ley,
sirviendo de suficiente título a tal efecto la boleta de deuda expedida por la
Administración Federal de Ingresos Públicos", cuyos requisitos exigidos para otorgarle
habilidad como título ejecutivo son: lugar y fecha de emisión de la boleta de deuda,
determinación precisa del deudor, concepto y período del gravamen, y firma del
funcionario competente (conf. fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en "DGI
c. Rubrex SRL", del 10/10/2000, publicado en el diario LL del 29/3/2001).
Que el art. 92 de la ley de Procedimientos Tributarios establece que "el cobro judicial
de los tributos... se hará por la vía de ejecución fiscal establecida en la presente ley,
sirviendo de suficiente título a tal efecto la boleta de deuda expedida por la
Administración Federal de Ingresos Públicos". Que, corresponde señalar que de la
simple lectura del certificado de deuda ejecutado en estas actuaciones, se desprende
que el mismo reúne todos los requisitos necesarios que hacen a su validez e idoneidad
para fundar este juicio de ejecución.
"Que en el marco del planteo formulado cuadra recordar, con prioridad a cualquier
otro análisis, que respecto a la excepción de inhabilidad de título articulada en autos,
inveterada jurisprudencia en la materia ha señalado que, en principio, la sola
presentación de la boleta de deuda habilita la vía ejecutiva; ello, por supuesto, siempre
que en ella se consigne el nombre del deudor, su domicilio, fecha y firma de la autoridad
administrativa y demás datos indispensables que hacen a su validez extrínseca".
Causa: FISCO NACIONAL (DGI) C. PESARESI ELENA NELLY AMANDA SILEONI S/EJECUCIÓN
FISCAL - 7/7/1998
En cuanto a la falta de poder del agente fiscal para representar a la AFIP, cabe referir
que dicha defensa cuestiona específicamente la falta de personería del abogado fiscal,
correspondiendo rechazarse la excepción en este sentido por encontrarse dentro de las
expresamente previstas por el art. 92 de la ley 11.683.
La defensa opuesta por la parte demandada, y que ha sido admitida por el a quo, no
constituye en rigor la excepción de "pago total documentado", prevista por el art. 92de
la ley 11.683 (t.o. en 1978), pues no consiste en sostener que ha sido abonado el saldo
resultante de la reliquidación a la que se hizo referencia cuyo cobro pretende obtener el
Fisco mediante este juicio de apremio sino que se funda en la atribución de efectos
cancelatorios al pago efectuado en agosto de 1989, cuestión que ya ha sido debatida
en las actuaciones administrativas y fue resuelta en forma adversa a la posición
sostenida por el contribuyente mediante una resolución que se encuentra firme.
— EXCEPCIÓN DE NULIDAD —
Causa: FISCO NACIONAL - DGI C. UNIÓN DEL SUDOESTE SA S/EJECUCIÓN FISCAL - JFed.
nro. 3 de Lomas de Zamora, 18/4/1995
— REPETICIÓN DE TRIBUTOS —
Causa: BCRA C. URIEN ENRIQUE ALBERTO S/EJECUCIÓN FISCAL - CNFed. Cont. Adm.,
sala II, 7/9/2000
Si el ejecutado omite fundar en los hechos de la causa su petición —es decir que no
demuestra que por su concreta situación la aplicación del solve et repete resulta
inconstitucional—, su omisión no se traduce en la invocación errónea o insuficiente del
derecho. No rige, en consecuencia, el principio iura novit curia.
— INCOMPETENCIA —
Al respecto, cabe mencionar que la multa cuyo cobro pretende ejecutar el Fisco fue
dispuesta mediante res. 2229 DV SAC 4, de fecha 05 de junio de 2006, en el expte.
601.938/01 —actuación 12040-313-2005—. De ahí surge que la ejecutada importó
durante el año 1999 mercadería sujeta por dos años al régimen de comprobación de
destino, contados a partir del 1º de enero del año siguiente a aquel en el cual se efectuó
su libramiento a plaza. A pesar de reiterados requerimientos efectuados por la Aduana,
la firma no indicó la ubicación de la mercadería a fin de procederse a su comprobación,
ni acompaño el estado demostrativo correspondiente al período cerrado el 31/7/1999.
Asimismo, corresponde agregar que la comisión del hecho infraccional que motivó la
aplicación de la sanción que en autos se ejecuta, se produjo con anterioridad a la
presentación en concurso de la demandada, ello así toda vez que de las
manifestaciones de la parte demandada, surge que con fecha 17/7/2003, la ejecutada
presentó la solicitud de apertura del concurso preventivo ante el Juzgado Nacional de
Primera Instancia en lo Comercial nro. 1 —Secretaría nro. 2—, lo que no fue negado por
la parte actora. Por lo tanto, cabe concluir que el crédito que en autos se reclama es de
carácter pre-concursal y, en consecuencia, se ve atraído por el fuero concursal.
— INEXISTENCIA DE LA DEUDA —
Que contra la sentencia del Juzgado Federal de Ejecuciones Fiscales Tributarias nro.
5, que rechazó las excepciones de prescripción e inhabilidad de título y mandó a llevar
adelante la ejecución fiscal por la suma de $678.315,21 —en concepto de saldos del
impuesto al valor agregado por los períodos de julio de 1992 a mayo de 1995— más
intereses y costas, la parte demandada interpuso recurso extraordinario, que fue
concedido.
Existe en el caso cuestión federal suficiente que justifica la intervención del Tribunal
por la vía elegida pues, al haber quedado sin efecto, por sentencia firme, la resolución
administrativa que determinó el impuesto que el Fisco pretende ejecutar en la presente
causa, la ejecución fiscal no puede proseguir pues la deuda se ha tornado inexistente
en virtud de lo resuelto en el juicio de conocimiento precedentemente mencionado (conf.
Fallos 326:2477).
Habida cuenta del momento en que quedó firme la revocación del acto adminis oída
la señora Procuradora Fiscal, se declara procedente el recurso extraordinario, se deja
sin efecto la sentencia apelada y se rechaza la ejecución promovida.
Causa: FISCO NACIONAL (DGI) C. CLÍNICA BAZTERRICA SA S/EJECUCIÓN FISCAL -
JNCont. Adm. Fed. nro. 6, 5/3/1999
Resulta como la más criteriosa la decisión de mandar archivar la causa por no existir
deuda exigible por los conceptos reclamados, por cuanto el objetivo de la norma por la
que se ejecuta, fue cumplido —presentación de la declaración jurada—, estando el Fisco
en condiciones de llevar adelante sus funciones de determinación y fiscalización del
tributo, no pudiéndose exigir, además, el pago de las sumas presuntamente
determinadas, puesto que de tomarse dicho criterio, se atentaría contra el principio
rector del art. 11de la ley 11.683, tomándose de excesiva gravosidad las obligaciones
de los contribuyentes, obligándose a repetir sumas que a la luz de la documentación
presentada, resultan improcedentes.
— PRESCRIPCIÓN —
A ello cabe agregar que no existe constancia alguna en las presentes actuaciones de
la causal de interrupción mencionada por el Fisco Nacional a fs. 34 vta. (notificación de
la liquidación tributaria aduanera en los estrados aduaneros de fecha 28/7/2010).
— TÍTULO EJECUTIVO —
Como principio, la sola presentación del título habilita la vía ejecutiva; ello por
supuesto, siempre que en él se consigne el nombre del deudor, su domicilio, fecha y
firma de la autoridad administrativa y demás datos indispensables que hacen a su
validez extrínseca (cfr. sala II "Gobierno Nacional —DGI— c. Precisión Técnica SCA"
del 20 de diciembre de 1979).
— SENTENCIA DEFINITIVA —
TÍTULO I
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Desde antaño, la ley de procedimiento tributario ha denominado "procuradores o
agentes fiscales" a los abogados designados por la Administración tributaria, que
representan o patrocinan al Fisco, y que tienen a su cargo la gestión y la cobranza de
ejecuciones fiscales interpuestas por el Órgano recaudador.
Ello legaliza una situación anómala, toda vez que desde fines del año 2011, las
Boletas de Deuda emitidas por el organismo certificaban que la persona legitimada para
llevar adelante la ejecución fiscal era un "representante del Fisco", contraviniendo las
disposiciones del texto ritual tributario que reconocía tal carácter en la figura del "agente
fiscal".
ART. 97 — El Fisco será representado por representantes del Fisco, los que
recibirán instrucciones directas de esa dependencia, a la que deberán informar de
las gestiones que realicen.
La personería de representantes del Fisco quedará acreditada con la
certificación que surge del título de deuda o con poder general o especial.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La norma regla la representación judicial del Fisco, esto es, la actuación procesal en
el ámbito propio de las ejecuciones fiscales promovidas por la Administración Federal
de Ingresos Públicos, disponiendo que la misma corresponde a los denominados
"representantes del Fisco".
A su vez, tal y como se dijo en nuestro comentario al artículo anterior, el allí citado dec.
1390/2001 extiende la representación judicial prevista en la ley 11.683 (t.o. 1998 y sus
modificaciones) y sus modificaciones a todos los juicios, demandas o recursos judiciales
en los que dicha entidad sea parte actora, demandada o tercero interesado.
Los Directores Generales, conforme al inc. c), numeral 2) del art. 6º del dec. 618/1997,
se encuentran facultados para designar los funcionarios que ejercerán en juicio la
representación de la AFIP, en causas que se substancien ante cualquier fuero, incluso
el criminal.
Por lo demás, la norma en análisis determina que los "representantes del Fisco"
recibirán instrucciones directas de esa dependencia, a la que deberán informar de las
gestiones que realice.
De igual manera, son las encargadas de requerir de otras áreas que por razón de su
competencia poseen información con incidencia directa o indirecta sobre los juicios de
ejecución fiscal, las informaciones necesarias para proyectar las instrucciones que
correspondan impartirse a los agentes fiscales y proyectar también dichas instrucciones,
elevándolas a consideración del correspondiente juez administrativo.
En los juicios de ejecución fiscal a que se refiere el cuarto párrafo del art. 92 no
se devengarán honorarios en favor de los letrados que actúen como
representantes o patrocinantes de la Administración Federal de Ingresos Públicos
y de las entidades previstas en el inc. b) del art. 8º de la ley 24.156.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El art. 218 de la Ley de Reforma Tributaria sustituye el art. 98 de la ley 11.683, t.o.
1998 y sus modificaciones. Entendemos que la solución adoptada por la enmienda
legislativa, en cuanto faculta a la AFIP para establecer las formas y condiciones en que
se habrá de practicar la disposición y distribución de los honorarios devengados en los
juicios en favor de los abogados que ejerzan la representación y patrocinio del Fisco,
afecta el derecho a la justa retribución del profesional del derecho y lo priva de derechos
definitivamente incorporados a su patrimonio como consecuencia de las tareas
realizadas en sede judicial.
Tanto así, que el voto en disidencia de los Dres. Enrique Santiago Petracchi y Augusto
César Belluscio y del Dr. E. Raúl Zaffaroni al resolver la causa "Resinas Naturales SAIC
y C. c. Yacimientos Petrolíferos Fiscales"(5) ha dejado en claro que si bien lo atinente a
los honorarios regulados en las instancias ordinarias constituye materia ajena al recurso
del art. 14 de la ley 48, cabe hacer excepción a ello si el tribunal se ha apartado del valor
económico en juego sobre la base de meras afirmaciones dogmáticas y ha soslayado
las normas aplicables al caso, afectando la justa retribución de los letrados y privándolos
de derechos definitivamente incorporados a su patrimonio como consecuencia de las
tareas realizadas.
El artículo en comento determina que en los juicios de ejecución fiscal a que se refiere
el cuarto párrafo del art. 92no se devengarán honorarios en favor de los letrados que
actúen como representantes o patrocinantes de la Administración Federal de Ingresos
Públicos y de las entidades previstas en el inc. b) del art. 8º de la ley 24.156,disposición
comprende consecuentemente a las Empresas y Sociedades del Estado abarcativas de
las Empresas del Estado, las Sociedades del Estado, las Sociedades Anónimas con
Participación Estatal Mayoritaria, las Sociedades de Economía Mixta y todas aquellas
otras organizaciones empresariales donde el Estado nacional tenga participación
mayoritaria en el capital o en la formación de las decisiones societarias.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Así, p. ej., nuestra Constitución Nacional otorga una tutela preferencial al consumidor
y la ley de defensa del consumidor dictada sobre tales bases establece que las acciones
judiciales iniciadas en defensa de intereses de incidencia colectiva cuentan con el
"beneficio de justicia gratuita", lo cual le ha permitido aseverar a nuestra Corte
Suprema(7) que el legislador pretendió establecer un mecanismo eficaz para la
protección de los consumidores, evitando que obstáculos de índole económica pudieran
comprometer su acceso a la justicia y, en consecuencia, privarlos de la efectiva tutela
de los derechos consagrados en el texto constitucional, aclarando el alto tribunal que el
otorgamiento del beneficio no aparece condicionado por el resultado final del pleito, pues
la norma lo prevé para todas las acciones iniciadas en defensa de intereses colectivos.
Finalmente, hemos de señalar la existencia del "beneficio de litigar sin gastos", que
tiene por finalidad colocar en situación similar a las personas humanas o jurídicas que
deben intervenir en un proceso concreto, a fin de que quien carezca de recursos
suficientes para afrontar las cargas económicas que impone el juicio, pueda atender con
amplitud cuanto demande el reconocimiento judicial de su derecho, beneficio que según
nuestra Corte Suprema(8)comprende no sólo la exención de ciertos impuestos, sellados
de actuación y costas desde el inicio del trámite, sino también el derecho a obtener la
traba de medidas cautelares sin el previo otorgamiento de la caución, cuando de las
circunstancias fácticas se desprende que tal medida no puede esperar el dictado de la
resolución definitiva sin grave peligro para la efectividad de la defensa.
Ello por cuanto el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación(9) dispone que la
parte vencida en el juicio deba pagar todos los gastos de la contraria, aun cuando ésta
no lo hubiese solicitado. En su segunda parte la disposición citada establece que, sin
perjuicio de ello, el juez podrá eximir total o parcialmente de esa responsabilidad al
litigante vencido, siempre que encontrare mérito para resolver en tal sentido,
expresándolo en su pronunciamiento, bajo pena de nulidad.
Hemos visto que las normas adjetivas establecen como regla general la condena al
pago de las costas a la parte vencida, salvo que el juez de manera excepcional
impusiere las costas por su orden, cuando hubiere lugar a ello.
Efectivamente, dicho cuerpo legal luego de sentar en su art. 92 que los pagos
efectuados después de iniciado el juicio no serán hábiles para fundar excepción y que
una vez acreditados los mismos en autos procederá su archivo o reducción del monto
demandado con costas a los ejecutados, establece que se aplicará igual tratamiento a
los pagos mal imputados y a los no comunicados por el contribuyente o responsable en
la forma que establezca la AFIP.
Pero además, como se afirmara en forma precedente, la norma prevé una específica
exoneración de costas al vencido en estos dos últimos casos (pagos mal imputados y
pagos no comunicados) cuando se tratare de la primera ejecución fiscal iniciada contra
el contribuyente como consecuencia de dicho accionar.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Parece conveniente explicitar que la primera parte del inc. a) refiere a "...carta
certificada con aviso especial de retorno, a cuyo efecto se convendrá con el correo la
forma de hacerlo con la mayor urgencia y seguridad..." implicando por ende que la
validez de este procedimiento de notificación estará condicionado a un convenio entre
el Organismo recaudador y el Correo, que nunca ha sido celebrado, lo cual nos ha
permitido afirmar(15) que este medio no constituye una notificación fehaciente.
2. Personalmente
En este sentido, interesa destacar el criterio de aplicación(20) que sostiene que una
vez cumplimentados los recaudos de ley, no cabe reputar defecto el no entregar la
cédula a otra persona de la casa, sino fijarla en el acceso; porque lo segundo infiere
obviamente la imposibilidad de lo primero, entendiendo válido y regularmente efectuado
el procedimiento notificatorio.
Es claro que la notificación prevista en el art. 100, inc. b) de la ley 11.683 debe cumplir
con lo establecido en el art. 43 del dec. 1759/1972, transcribiéndose íntegramente los
fundamentos y la parte dispositiva del acto objeto de notificación(21).
En general, este medio es utilizado cuando se debe hacer conocer al interesado una
liquidación administrativa, practicada sobre la base de datos aportados por el propio
contribuyente.
5. Cédula.
Nos parece importante señalar que dentro del texto del telegrama o carta documento,
deberá inscribirse lo esencial de la resolución que se notifica, por aplicación del ya
citado art. 43 de dec. reglamentario 1759/1972.
7. Edictos.
El maestro Couture ha conceptuado al edicto como una forma pública de hacer saber,
en general o a una persona determinada, una resolución del juez; así como también la
publicación contenida en los periódicos, para difundir una resolución judicial.
El texto procedimental prevé esta forma de notificación si resultare imposible notificar
por los restantes medios reseñados precedentemente al contribuyente y/o responsable
en el domicilio conocido por la Administración Tributaria.
Es de hacer notar que el art. 100 in fine prevé la posibilidad de practicar la diligencia
en el lugar donde presumiblemente resida el contribuyente.
El art. 219 de la ley 27.430 ha sustituido el texto anterior del inc. g) introduciendo
como forma de notificación a la comunicación en el domicilio fiscal electrónico del
contribuyente o responsable, en las formas, requisitos y condiciones que establezca la
Administración Federal de Ingresos Públicos, los que deberán garantizar la correcta
recepción por parte del destinatario.
Esta disposición de la Ley de Rito Fiscal tiende a dotar de una mayor celeridad
procedimental a los actos de la Administración tributaria, maximizando la utilización de
los recursos tecnológicos.
En el derecho comparado cabe señalar que el art. 104 inc. e), del Texto Único
Ordenado del Código Tributario de Perú, aprobado por decreto supremo 135-99-EF,
modificado por la ley 27.256, señala que la notificación tributaria podrá realizarse por
medios electrónicos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El artículo bajo análisis consagra el instituto del "secreto fiscal", al establecer que las
DD.JJ., manifestaciones e informes que los responsables o terceros presenten ante la
AFIP y los juicios de demanda contenciosa en cuanto consignen las referidas
informaciones, son secretos.
Este instituto, fundado en el interés público, alcanza también a los expedientes, notas,
actas, papeles de trabajo y demás documental donde consten dichas "manifestaciones
e informes".
Partiendo de la premisa que puede servir como medio para facilitar el cumplimiento
de finalidades generales o públicas, la Procuración del Tesoro de la Nación(28) tiene
dicho que uno de los principios objetivos que persiguen las disposiciones que instituyan
el carácter secreto de las manifestaciones y declaraciones juradas tributarias es el de
asegurar que los informes presentados ante la Dirección General Impositiva no pueden
ser usados, como "armas" contra el contribuyente que los formuló.
En cuanto a los alcances del secreto fiscal frente a los contratos administrativos, el
Fisco(29) considera que los consultores independientes y/o consultorías constituidas por
personal no integrante de la planta permanente, que participan en los proyectos de
auditoría Interna de la Dirección General Impositiva, tienen acceso a información
amparada por dicho instituto, para cumplir con el desarrollo de las tareas que le son
encomendadas.
Asimismo, prevé que cuando los casos no puedan resolverse con arreglo a las
mismas y/o se susciten dudas sobre la procedencia de brindar la información requerida,
se deberá solicitar dictamen del servicio jurídico que corresponda al área competente,
en forma previa a resolver la solicitud de que se trate.
2. LOS CÓNYUGES FRENTE AL SECRETO FISCAL
La CS(31) sostuvo el criterio de que no cabe afirmar que exista entre los esposos una
identidad tal de intereses que autorice la suplantación de la voluntad del marido por la
de la esposa para acordar la presentación, en un juicio de alimentos, de las de las
declaraciones tributarias presentadas por aquél a la Dirección General Impositiva y
protegidas por el secreto fiscal, ya que cualquiera sea la interpretación que se dé a las
disposiciones legales que rigen la sociedad conyugal, ellas no podrían prevalecer sobre
las de la ley fiscal, con arreglo a las cuales la declaración jurada la presta el marido
como obligado directo y personal y no como administrador de la sociedad conyugal.
Este instituto no resulta de carácter absoluto, ya que la propia Ley de Rito Fiscal
determina ciertas excepciones en su tercer párrafo, tales como ser su falta de
aplicabilidad en actuaciones judiciales por cuestiones de familia, o en los procesos
criminales por delitos comunes cuando la información que se brinda se halle
directamente relacionada con los hechos que se investigan o cuando lo solicitara el
interesado en los juicios en que sea parte contraria el Fisco Nacional, provincial o
municipal, en la medida en que no se revelen datos referentes a terceros.
Por lo demás, podemos decir en principio, que el secreto fiscal ampara aun los datos
relativos a ilícitos tributarios.
Así, pues, nos encontramos con que el PEN ha considerado que ello va en desmedro
de la capacidad de la AFIP para enfrentar eficazmente la evasión fiscal y
consecuentemente, utilizando una vez más la vía del decreto de necesidad y
urgencia(36), ha incorporado un nuevo párrafo —quinto— al artículo examinado,
excluyendo de tal garantía a los datos que se detallan seguidamente:
Esta publicación constituye una verdadera sanción en sí misma, toda vez que se hace
aparecer a los ojos de la comunidad, la nómina de presuntos evasores, con la ineludible
condena y descrédito social que ello implica, a pesar de la acertada aclaración del
Organismo que "posteriormente, el Ministerio Público Fiscal, la Justicia Federal o el
fuero Penal Económico deberán determinar la procedencia del reproche penal y su
consecuente sanción".
No obstante, ello no implica que cualquier persona pueda solicitar información en esta
materia, sino que sólo accederán a la misma quienes acrediten un interés legítimo al
respecto, entendiendo por tal, la pretensión a la legitimidad del acto administrativo de la
AFIP, que le es reconocida por el ordenamiento jurídico, sólo a quien se encuentra en
una especial posición legitimante.
6. PRECIOS DE TRANSFERENCIA
Asimismo, existe una relación directa entre integración y colaboración, dado que a
mayor grado de integración corresponde un mayor grado de cooperación internacional.
Los efectos tributarios del comercio internacional requieren una nueva e importante
forma de gestión de los tributos y mutua colaboración de las Administraciones para
enfrentar el fraude y la evasión fiscal, pero ello siempre enmarcado en el respeto a los
derechos de los contribuyentes.
a) Cesión interna, es decir, en el ámbito de nuestro país, para lo cual el dec. 618
faculta a la Administración Federal de Ingresos Públicos a suscribir Convenios con
las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires;
Este último aspecto regla el artículo en comento, al exceptuar del secreto fiscal a los
casos de remisión de información al exterior en el marco de los Acuerdos de
Cooperación Internacional celebrados por la Administración Federal de Ingresos
Públicos con Administraciones Tributarias de otros países, bajo ciertas condiciones
constitutivas de limitaciones sustanciales en su ejecución, de manera tal que incorpora
al texto procedimental tributario, los contenidos que al respecto brinda el art. 26 del
Modelo de la OCDE, como veremos luego.
Esta limitación es una de las más comunes utilizadas en los tratados de intercambio
de información, habitualmente insertos en los Convenios para evitar la doble o múltiple
imposición (CDI).
El referido acuerdo surge del trabajo desarrollado por la OCDE sobre prácticas
fiscales perniciosas. El Informe de la OCDE de 1998 "Competencia fiscal perniciosa: un
problema global emergente" consideraba "la falta de un intercambio efectivo de
información" como uno de los criterios claves para determinar las prácticas fiscales
nocivas, por lo cual al grupo de trabajo se le requirió que se abocara a la tarea de
desarrollar un instrumento jurídico que pudiera utilizarse para establecer un intercambio
efectivo de información.
El art. 221 de la ley 27.430 incluyó el inc. e) del artículo que comentamos, el cual
exime del secreto fiscal a la autoridad competente de los convenios para evitar la doble
imposición celebrados por la República Argentina, cuando actúe en el marco de un
procedimiento de acuerdo mutuo regulado en el Título IV de esa ley y a cuyo comentario
nos remitimos.
El nuevo inc. f), también incorporado por la reforma de la ley 27.430, dispone la
inaplicabilidad del secreto fiscal a los balances y estados contables de naturaleza
comercial presentados por los contribuyentes o responsables, atento a su carácter
público.
Al estar fuera del amparo del secreto fiscal, los balances y estados contables quedan
abarcados por la ley 27.275(42) (Derecho de acceso a la Información Pública) lo cual
implica que cualquier persona está legitimada a solicitar esta información sin necesidad
de acreditar un interés específico, petición que se puede realizar por escrito o por
medios electrónicos y sin ninguna formalidad a excepción de la identidad del solicitante,
la identificación clara de la información que se solicita y los datos de contacto del
solicitante, a los fines de enviarle la información solicitada o anunciarle que está
disponible.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa "Cippec"(43) tiene dicho que la
legitimación para presentar solicitudes de acceso a la información pública resulta
suficiente con la sola condición de integrante de la comunidad para justificar la solicitud.
En esta materia, deberá ponderarse con particular estrictez la norma del art. 8º de la
citada ley 27.275 en cuanto dispone que los sujetos obligados sólo podrán exceptuarse
de proveer la información cuando se configure, entre otros supuestos, "Secretos
industriales, comerciales, financieros, científicos, técnicos o tecnológicos cuya
revelación pudiera perjudicar el nivel de competitividad o lesionar los intereses del sujeto
obligado."
En otras palabras, coloca a la Dirección General Impositiva como sujeto obligado del
deber de colaboración con los Organismos encargados específicamente del control
aduanero (DGA), bancario (BCRA) y bursátil (CNV) obligando al ente recaudador
tributario a requerir la información financiera o bursátil que los mismos le solicitare
cuando careciera de ella en su banco de datos, vedando expresamente la posibilidad
que se alegue a su respecto, precisamente, el secreto que protege tales informaciones.
El art. 222 de la ley 27.430 ha incorporado un último párrafo que establece que la
información amparada por el secreto fiscal contenido en el art. 101 se encuentra
excluida del derecho de acceso a la información pública en los términos de la ley
27.275 y de las leyes que la modifiquen, sustituyan o reemplacen.
Así, la Ley de Rito Fiscal prevé expresamente al secreto fiscal como excepción al
deber de dar acceso a la información.
ART. 102 — El Poder Ejecutivo Nacional podrá disponer con alcance general y
bajo las formas y requisitos que establezca la reglamentación, que los Organismos
recaudadores de los impuestos a las ganancias, sobre los activos, sobre los bienes
personales no incorporados al proceso económico y al valor agregado, así como
de los aportes y contribuciones al sistema nacional de seguridad social, publiquen
periódicamente la nómina de los responsables de los mismos, indicando en cada
caso los conceptos e ingresos que hubieran satisfecho respecto de las
obligaciones vencidas con posterioridad al 1º de enero de 1991.
ART. 103 — Las personas físicas y jurídicas y las sucesiones indivisas deberán
declarar a la Administración Federal de Ingresos Públicos los bienes muebles e
inmuebles registrables, de los cuales sean titulares de dominio.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Por otra parte, se estipula que los Registros de la propiedad de bienes muebles e
inmuebles, no inscribirán determinados actos jurídicos relativos a dichos bienes
(transferencias de dominio, constitución, cancelaciones o modificaciones de derechos
reales), si en las escrituras o instrumentos respectivos no constara la presentación del
"certificado de bienes registrables".
Este certificado debe ser otorgado por la AFIP a efectos de acreditar que los mismos
han sido debidamente declarados ante dicho Órgano, recaudo extensivo a las
inscripciones realizadas por orden judicial.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
a) Que no tengan deudas líquidas y exigibles por obligaciones impositivas y/o de los
recursos de la seguridad social por un importe total igual o superior a un mil quinientos
pesos ($1.500), vencidas durante el año calendario correspondiente a la fecha de la
consulta, así como las vencidas en los cinco (5) años calendarios anteriores.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La Constitución Nacional, en su art. 100, inc. 7º, reserva para la Jefatura de Gabinete
de ministros la trascendental función de "hacer recaudar las rentas de la Nación y
ejecutar la ley de Presupuesto nacional".
Por ende, resulta superfluo el primer párrafo en cuanto asigna una función asesora
de la AFIP autorizando a proponer al PEN medidas tendientes a facilitar y garantizar la
percepción de los gravámenes regidos por la ley 11.683.
Por lo demás, el art. 23, in fine, del dec. reglamentario 1397/1979, establece que la
Administración Tributaria está facultada para requerir individualmente, en cualquier
caso, la presentación de DD.JJ. a los contribuyentes, como también informes relativos
a franquicias tributarias.
En cuanto a la "cédula fiscal", ésta tuvo una efímera existencia, habiendo sido
derogada la resolución general que la establecía, lo cual nos permite soslayar mayores
consideraciones al respecto.
Baste aquí decir que en definitiva, sólo acreditaría una cuestión formal (inscripción
ante AFIP-DGI) prescindiendo del aspecto material (grado de cumplimiento fiscal), que
resulta contemplado por otros instrumentos, p. ej., el precedentemente aludido
certificado de cumplimiento fiscal.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En tal sentido, el art. 21 de la Ley de Impuesto a las Ganancias establece que las
exenciones o desgravaciones totales o parciales que afecten al gravamen de esta ley,
incluidas o no en ella, no producirán efectos en la medida en que de ello pudiera resultar
una transferencia de ingresos a fiscos extranjeros.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Los doctrinariamente(51) denominados "deberes de colaboración" —
mitwirkungspflichten en la terminología de la doctrina tributarista alemana— resultan
encuadrables en la categoría más amplia de los deberes públicos de prestación, e
incluyen, junto con el deber de declarar, los deberes de comunicar datos.
Precisamente, el primer párrafo del artículo transcripto refiere a este último supuesto
del punto anterior, es decir, captación de información a través de un acto administrativo
de requerimiento, en nuestro derecho positivo, con fundamento en el art. 35, inc. a) de
la Ley de Rito Fiscal.
La Ley de Rito Fiscal instaura del deber genérico de colaboración sobre el conjunto
de entidades y jurisdicciones que componen el sector público nacional, provincial y
municipal, estableciendo la obligatoriedad de proporcionar a la AFIP toda la información
pública que produzcan, obtengan, obre en su poder o se encuentre bajo su control.
Asimismo, expresa que esta disposición habrá de prevaler sobre las normas legales
o reglamentarias específicas de cualquier naturaleza o materia, que impongan formas o
solemnidades distintas para la toma de razón de dichas solicitudes, medidas cautelares
y órdenes.
a) Los jueces en Causas judiciales, con los recaudos establecidos por las leyes
respectivas;
d) Las propias entidades para casos especiales, previa autorización expresa del
Banco Central de la República Argentina.
Por otro lado, la Corte Suprema reconoce que la referencia que la norma efectúa a
los llamados "Jueces Administrativos", no supone el ejercicio de funciones
jurisdiccionales relativas a un determinado procedimiento, sino que señala "una
determinada categoría de funcionarios para el ejercicio de las delicadas facultades que
ella otorga, con el propósito de evitar que otros agentes, de inferior jerarquía, puedan
llevarlas a cabo".
Asimismo, el Alto Tribunal ha dejado establecido que si bien los informes se requieren
para facilitar la determinación y percepción de los gravámenes", ello no se refiere a la
existencia del procedimiento de determinación de oficio, sino que tiende a que la
administración tributaria cuente con la información necesaria "para establecer si procede
iniciar los trámites pertinentes a tales efectos y, en su caso, respecto de quienes debe
hacerlo".
"Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la
moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de
la autoridad de los magistrados...".
El Pacto de San José de Costa Rica, que integra el ordenamiento jurídico argentino
(art. 31, CN) puesto que se trata de una convención vigente de la que Argentina se ha
hecho parte mediante el oportuno depósito del instrumento de ratificación el 5 de
septiembre de 1984 (art. 74.2, Convención)(56), ha establecido similares derechos(57).
Por su parte, el art. 1071 bis del Cód. Civil tipifica las conductas reprochables,
precisando el ámbito de protección de la intimidad de la persona, al estipular:
La Corte Suprema de Justicia(58) ha definido este derecho como aquel que protege
jurídicamente un ámbito de autonomía individual constituida por los sentimientos,
hábitos y costumbres, las relaciones familiares, la situación económica, las creencias
religiosas, la salud mental y física y, en suma, las acciones, hechos o datos que,
teniendo en cuenta las formas de vida aceptadas por la comunidad, están reservadas al
propio individuo y cuyo conocimiento y divulgación por los extraños significa un peligro
real o potencial para la intimidad.
Ahora bien, sabido es que no hay en nuestra Constitución, derechos absolutos(59) toda
vez que la admisión de un derecho ilimitado importaría una concepción antisocial(60). Los
derechos consagrados constitucionalmente, están sujetos a limitaciones o restricciones
tendientes a hacerlos compatibles entre sí y con los que corresponda reconocer a la
comunidad(61).
Frente a ello, se deben considerar los intereses en pugna, por un lado, el interés
colectivo en la debida percepción de los tributos orientados al bien común, y por otro, el
interés individual en consolidar los derechos que han merecido tutela constitucional.
Partiendo de la inexistencia de derechos absolutos, todas las cuestiones
mencionadas pueden resumirse en un solo thema decidendum, cual es, establecer los
límites a las facultades inquisitivas del fisco y de las garantías para los contribuyentes
y/o responsables, en el marco de la gestión administrativa del tributo.
Para así concluir, el alto tribunal afirma que si se tiene en cuenta el organismo que
solicita la medida, la atinencia que ella guarda con los fines perseguidos —facilitar la
determinación y percepción de recursos que el ordenamiento jurídico ha encomendado
al aludido organismo— y la vía elegida a tal efecto, resulta claramente inconsistente
colegir que los datos requeridos afectan ese "ámbito de autonomía individual" que
constituye el contenido del derecho que se dice cercenado, de suerte que no parece
que la "divulgación" de ellos —con el alcance indicado—pueda significar "un peligro real
o potencial para la intimidad", en el caso, de los matriculados de la abogacía.
Agrega luego la Corte Suprema que si bien es verdad que en la era de las compu-
tadoras el derecho a la intimidad ya no puede reducirse a excluir a los terceros de la
zona de reserva, sino que se traduce en la facultad del sujeto de controlar la información
personal que de él figura en los registros, archivos o bancos de datos, no lo es menos
que dicho derecho no es absoluto, sino que encuentra su límite legal "siempre que medie
un interés superior en resguardo de la libertad de los otros, la defensa de la sociedad,
las buenas costumbres o la persecución del crimen".
Advertimos que la ley no ha especificado cuales son dichas sanciones, por lo cual
adelantamos nuestra opinión en el sentido que sería aplicable el art. 248 del Cód. Penal,
es decir, abuso de autoridad y violación a los deberes de funcionario público, reprimidos
con prisión de un mes a dos años e inhabilitación especial por el doble del tiempo.
ART. 108 — Las designaciones con carácter de carga pública deberán recaer
siempre en personas residentes en el lugar donde deban desempeñar sus
funciones, sin que pueda obligárselas a efectuar viajes o cambios de domicilio, por
razón del desempeño de las mismas.
En relación con esta importante cuestión, cabe poner de relieve que en ejercicio de
su poder de imperio, el Estado puede establecer "cargas públicas", concepto genérico
que a su vez admite ser sub-clasificado de la siguiente manera:
En nuestro país, el Servicio Militar Obligatorio instituido por la ley 4031, constituía una
carga pública, encontrándose otros ejemplos en diversas leyes provinciales, tales como
la Ley Provincial de Defensa Civil 5057 de la Provincia de Salta, en cuanto estipula la
obligatoriedad en la preparación y ejecución de la defensa civil, considerando dichas
actividades como cargas públicas.
ART. 109 — Quedan exentas del sellado de ley todas las actuaciones y
solicitudes de inscripción, de aclaración, consultas sobre su situación, pedidos de
instrucciones para la liquidación y pago, como asimismo los pedidos de
acreditación, compensación y devolución de impuestos que formulen los
contribuyentes y agentes de retención o sus representantes. Las reclamaciones
contra pagos y los recursos administrativos contra la determinación de la materia
imponible, contra el impuesto aplicado y contra las multas quedan igualmente
exentas.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La norma bajo examen determina la conversión a su equivalente en moneda de curso
legal, de todas aquellas operaciones y ganancias no monetarios, a los efectos de la
liquidación tributaria.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La jurisprudencia(67) entiende que lo dispuesto en el primer párrafo del art. 111 del
texto procedimental, no difiere sustancialmente de las medidas cautelares de tipo
preventivo —como ella es— que regula el Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación en los arts. 209 a 212, 228, 230 y concs., es decir, no parece otorgar al Fisco
Nacional un mayor derecho que el que el referido Código Procesal, bajo ciertas
condiciones, acuerda a cualquier litigante.
De todo ello se deduce como primera conclusión que frente a una deuda presunta, la
AFIP-DGI se encuentra facultada a solicitar el dictado de una medida cautelar, afectando
determinados bienes del contribuyente deudor, con la finalidad de resguardar el crédito
fiscal, medida esta que tendrá una vigencia de trescientos días hábiles judiciales.
En segundo término, ponemos de resalto que el contribuyente y/o responsable
deudor puede solicitar la sustitución de la medida ordenada, por garantía real suficiente.
Como corolario lógico de lo expuesto, cabe concluir en este aspecto que el juez
deberá examinar si se encuentran reunidos los requisitos mínimos de procedencia
respecto de la cautelar peticionada por el Fisco, ponderando la verosimilitud del derecho
(fumus boni iuris) invocado por éste; el peligro de sufrir un daño irreparable por la
demora (periculum in mora) —ambos exigidos por el art. 230 del Cód. Proc. Civ. y
Com.— y los antecedentes relativos a los contribuyentes y/o responsables
presuntamente deudores y la estimación de lo supuestamente adeudado.
No habremos de soslayar que el art. 208 del Cód. Proc. Civ. y Com. establece que
cuando se dispusiere levantar una medida cautelar por cualquier motivo que demuestre
que el requirente abusó o se excedió en el derecho que la ley otorga para obtenerla, el
juez "...lo condenará a pagar los daños y perjuicios si la otra parte lo hubiere solicitado".
Hemos dado nuestra opinión antes de ahora(69), afirmando que para el reclamo de
daños y perjuicios se requiere no sólo el mero vencimiento del plazo establecido para
iniciar el cobro judicial, sino que deberá demostrar a tales efectos el abuso o
irrazonabilidad del embargo preventivo requerido por la AFIP
ART. 112 — Sin perjuicio de los preceptos contenidos en las leyes que
establecen los gravámenes, las disposiciones de esta ley que no sean de
aplicación exclusiva para determinado tributo rigen con relación al Impuesto a los
Réditos; Impuesto a las Ganancias; Impuesto a las Ventas; Impuesto al Valor
Agregado; Contribución de mejoras establecida por el art. 19de la ley 14.385;
Impuesto a las Apuestas en los Hipódromos de Carreras; Impuesto a los
Combustibles Líquidos derivados de la destilación del petróleo; Impuesto para
Educación Técnica; Recargo sobre petróleo crudo elaborado en el país; Impuesto
a las Ganancias Eventuales; Impuestos Internos a los Tabacos, Alcoholes, Bebidas
alcohólicas, Combustibles y aceites lubricantes y Vinos, Cubiertas y llantas
macizas de goma, a los artículos de tocador, Objetos suntuarios, Seguros, Bebidas
gasificadas, Refrescos, Jarabes, Extractos y concentrados, y otros bienes;
Impuesto sustitutivo del Gravamen a la Transmisión Gratuita de Bienes; Impuesto
especial sobre el precio básico de cada localidad o entrada a salas
cinematográficas; Impuesto a los Avisos Comerciales Transmitidos por Radio y
Televisión; Impuesto a los Ingresos Brutos por Explotación del Servicio de
Radiodifusión y/o Televisión; Impuesto Especial establecido por el art. 56, inc. c) de
la ley 17.319; Gravamen a las utilidades provenientes de exportaciones agrícolas;
Impuesto a la Venta de Valores Mobiliarios; Impuesto Adicional al Impuesto Interno
a la Nafta; Gravámenes a la producción sobre la venta de cereales, semillas
oleaginosas y lanas; Gravamen nacional de emergencia al parque automotor;
Impuesto a los Incrementos Patrimoniales no Justificados; Impuesto a los
Beneficios de Carácter Eventual; Impuesto a los Capitales; Impuesto a los
Patrimonios; Impuesto a las Transferencias de Dominio a Título Oneroso de
Acciones, Títulos, Debentures y demás Títulos Valores; Impuesto a los
Beneficiarios de Créditos Otorgados por el Sistema Financiero Nacional y
Gravamen extraordinario a la posesión de divisas. La aplicación de los Impuestos
de Sellos, Derechos de inspección de sociedades anónimas, Arancel consular,
Canon minero y Contribución sobre petróleo crudo y gas, se regirá por las leyes
respectivas. Con relación a tales impuestos, el Administrador Federal de Ingresos
Públicos ejercerá en lo pertinente las funciones que le confieren los arts. 7º, 8º y
9º, punto 1, incs. a) y b), del dec. 618/1997. Serán de aplicación con relación a los
mencionados impuestos, las facultades de verificación que se establecen en esta
ley. La aplicación del sobreprecio a los combustibles se regirá por la presente ley,
facultándose al Poder Ejecutivo Nacional para establecer las excepciones,
aclaraciones o modificaciones que considere convenientes para adaptar a las
características de dicho gravamen el régimen de esta ley.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La norma transcripta determina que las disposiciones de la Ley de Rito Fiscal que no
resulte aplicable exclusivamente para determinado tributo, regirá con relación a los
gravámenes enunciados en la misma, muchos de los cuales actualmente se encuentran
derogados.
Aclara la norma que ello es así sin perjuicio de los preceptos contenidos en las leyes
que establecen los respectivos tributos.
ART. 113 — El Poder Ejecutivo Nacional queda facultado para disponer por el
término que considere conveniente, con carácter general o para determinadas
zonas o radios, la reducción parcial de la actualización prevista en los arts. 129 y
ss., la exención total o parcial de multas, accesorios por mora, intereses punitorios
y cualquier otra sanción por infracciones relacionadas con todos o cualquiera de
los gravámenes cuya aplicación, percepción y fiscalización están a cargo de la
Administración Federal de Ingresos Públicos, a los contribuyentes o responsables
que regularicen espontáneamente su situación dando cumplimiento a las
obligaciones omitidas y denunciando en su caso, la posesión o tenencia de efectos
en contravención, siempre que su presentación no se produzca a raíz de una
inspección iniciada, observación de parte de la repartición fiscalizadora o denuncia
presentada, que se vincule directa o indirectamente con el responsable.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La remisión de deudas tributarias reviste el carácter de una condonación de
impuestos, actualizaciones, intereses resarcitorios, intereses punitorios y sanciones
contravencionales.
Es decir, existe un corte temporal que imposibilita el acceso a los beneficios del
régimen de presentación espontánea, cual es el inicio de inspección que
indiscutiblemente deberá estar notificada por la AFIP-DGI, la observación de la
actuación inspectora o en su caso, formulación de denuncia penal.
Por último, hacemos notar que el PEN tiene la obligación de dar cuenta anualmente
al Congreso de la Nación, del uso de las referidas atribuciones.
RESTRICCIONES A LAS FACULTADES DEL PODER EJECUTIVO NACIONAL(72) (ART. 113 BIS)
ART. 113 BIS — Con excepción de lo indicado en el primer párrafo del artículo
precedente, el Poder Ejecutivo Nacional no podrá establecer regímenes de
regularización de deudas tributarias que impliquen la eximición total o parcial del
capital, intereses, multas y cualquier otra sanción por infracciones relacionadas
con los gravámenes cuya aplicación, percepción y fiscalización se encuentre a
cargo de la Administración Federal de Ingresos Públicos, entidad autárquica en el
ámbito del Ministerio de Economía.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Nuestra Carta Magna establece como atribución del Congreso el "conceder amnistías
generales"(74), es decir, constitucionalmente, sólo el Parlamento de la Nación puede
otorgar a través de una ley, este tipo de beneficios.
No obstante, en materia tributaria, el artículo anterior de la Ley de Rito Fiscal, tal como
hemos visto, faculta al Poder Ejecutivo Nacional para disponer la exención total o parcial
de multas, accesorios por mora, intereses punitorios y cualquier otra sanción por
infracciones relacionadas los gravámenes cuya aplicación, percepción y fiscalización
están a cargo de la Administración Federal de Ingresos Públicos, a los contribuyentes o
responsables que regularicen espontáneamente su situación fiscal.
De tal manera, se proscribe la vía del decreto para instaurar las archiconocidas
moratorias o regímenes de consolidación de deudas con efectos condonatorios, que
implican siempre un premio a los contribuyentes incumplidores. La exigencia de ley lleva
consigo una restricción fundamental en la creación de dichos regímenes excepcionales.
La Dra. Teresa Gómez(76) tiene dicho que la intención del legislador es diferenciar el
"régimen de presentación espontánea" —escenario previsto para contribuyentes
morosos que se presentan en forma sincera, voluntaria y espontáneamente a regularizar
su situación frente al Fisco que, a su vez, desconoce cualquier irregularidad y, por ende,
no ha iniciado ni notificado actuación alguna—, de aquella situación establecida por los
"regímenes de regularización o normalización de deudas", también conocidos como
"blanqueos", que incluyen liberaciones totales o parciales del pago de tributos y
exenciones de accesorios y sanciones.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Hemos dicho que los deberes formales son impuestos como medios para lograr que
los obligados desarrollen un accionar propio, que permita a la Administración Tributaria
acceder al conocimiento de aquellos datos reveladores de su situación fiscal.
ART. 115 — En los casos en que ello resulte pertinente, el Poder Ejecutivo
Nacional podrá disponer la aplicación provisoria de los convenios firmados con
otros países a fin de evitar los efectos de la doble imposición internacional, hasta
que los mismos entren en vigor.
A tales efectos queda facultado para disponer los alcances y efectos de dicha
aplicación frente a las disposiciones relativas a garantías, actualización, intereses
y repetición de impuestos previstos por esta ley.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La norma resulta manifiestamente inconstitucional toda vez que, tal como en otros
supuestos relativos a la delegación administrativa tiene resuelto la jurisprudencia(80), si
bien ésta se encuentra autorizada en el art. 76 de la Carta Magna, ésta no puede
comprender lo esencial del poder tributario (obligados al pago, hechos imponibles,
"quantum" de la obligación, etc.) en razón del principio de reserva fiscal consagrado en
el art. 17 de dicho cuerpo.
En su último párrafo, el artículo faculta al PEN para disponer los alcances y efectos
de la referida aplicación frente a las disposiciones relativas a garantías, actualización,
intereses y repetición de impuestos previstos por la Ley de Rito Fiscal.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La notificación de la resolución del fisco resulta nula, pues, en el acta, no consta si,
antes de fijar el sobre con la documentación en la puerta del edificio, los funcionarios
notificadores verificaron si había portería o personal dependiente del consorcio y si —
en ese caso—, intentaron entregar la pieza a tal personal o solicitaron que se les
permitiera el ingreso al edificio para fijar el sobre en la puerta de la unidad funcional,
incumpliendo así el procedimiento establecido en al art. 153 de la acordada CS 19/1980.
Causa: OLIVERA, GUSTAVO EDUARDO C. EN-AFIP S/AMPARO LEY 16.986- CNFed. Cont.
Adm., sala IV, 12/12/2017. LL Online
La violación del secreto financiero no se advierte, toda vez que fue el propio Banco
Central de la República Argentina quien brindó la información a la AFIP, a partir de la
cual comenzó la inspección del contribuyente.
La nueva Ley de Medidas Cautelares y el Cód. Proc. Civ. y Com. exigen no sólo que
el pedido de la cautelar esté acompañada por un título hábil que de sustento a la tutela
pretendida (art. 16 de la ley 26.854 y art. 209 del Código citado), sino también la
verificación de otros extremos tales como el peligro en la demora, que ha de ser concreto
e inminente y no meramente conjetural o hipotético. En este sentido se ha dicho que
exigencias análogas deben requerirse al fisco en oportunidad de peticionar una
disposición cautelar en los términos del art. 111 de la ley 11.683 "puesto que repugnaría
a la más elemental idea de justicia admitir que el Estado, apoyándose en la mera
afirmación de que le asiste un derecho de crédito, pudiera obtener de la magistratura
judicial un procedimiento en virtud del cual queden inmovilizados, a su disposición, a los
efectos posteriores de ejecución forzosa, los bienes de los ciudadanos".
Asimismo, cuando se trata de una cautelar que intenta el resguardo de los bienes de
la demandada para asegurar, eventualmente, el pago de sus deudas fiscales, deviene
improcedente si no se ha demostrado y ni siquiera alegado la existencia de
circunstancias e indicios concretos que hagan presumir una conducta del contribuyente
tendiente a eludir sus obligaciones tributarias, o no se ha comprobado que la pretensión
tributaria que intente hacer valer el Fisco se vuelva ineficaz por el mero transcurso del
tiempo...".
Debe rechazarse el planteo de nulidad efectuado por el actor al entender que el plazo
comprendido desde el dictado de la resolución por parte de la Administración Fed. de
Ingresos Públicos hasta la notificación excede el plazo previsto para las notificaciones
en el art. 40 del decreto de la ley de procedimientos administrativos, pues, no siempre
el incumplimiento de los requisitos establecidos determinarán la nulidad de la
notificación ya que queda supeditada a la existencia de un perjuicio que en el caso no
se ha causado.
Causa: TRULLI, ADRIANA M. C. DIRECCIÓN GRAL. IMPOSITIVA - CNFed. Cont. Adm., sala
IV, 5/5/2005. LL Online
Causa: DUBARRY JOSÉ M. (T.F. 8673-A) C. DGA. - CNFed. Cont. Adm., sala II,
13/3/2003
Que el art. 105 de la ley 11.683 establece respecto de "los organismos y entes
estatales y privados, incluidos bancos, bolsas y mercados" la obligación de suministrar
a la Dirección General Impositiva "todas las informaciones que se les soliciten para
facilitar la determinación y percepción de los gravámenes a su cargo", las que no podrán
negarse mediante la invocación de lo dispuesto "en las leyes, cartas orgánicas o
reglamentaciones que hayan determinado la creación o rijan el funcionamiento de los
referidos organismos y entes estatales o privados".
En primer lugar corresponde poner de relieve que no surge del texto de dicha norma
que tales facultades únicamente puedan ser ejercidas en el marco de un Procedimiento
Administrativo incoado con referencia a un contribuyente o un responsable en particular.
Por el contrario, su redacción —dada la amplitud de los términos empleados por el
legislador— no se concilia con una restricción de tal naturaleza.
Que el hecho de que la ley establezca que el pedido de las aludidas informaciones
deba ser formulado por "los Jueces Administrativos a que se refieren los arts. 9º y 10"
no puede tener el significado que le atribuye la entidad demandada al sostener que ello
supone el ejercicio de funciones jurisdiccionales referentes a un procedimiento
determinado.
Desde otra perspectiva no cabe ceñir las facultades de los funcionarios a los que
la ley 11.683 alude como "Jueces Administrativos" al marco típicamente jurisdiccional
en el que pone énfasis la recurrente puesto que aquellas facultades habrán de ser las
que emerjan de lo prescripto por las diversas normas de esa ley —y de los
reglamentos— referentes a tal jerarquía de funcionarios.
Por otra parte, toda vez que el art. 105 de la mencionada ley otorga facultades
suficientes a la Dirección General Impositiva para efectuar el requerimiento cuya validez
se ha puesto en tela de juicio, resulta inoficiosa la consideración del agravio referente a
la "integración" que efectuó el a quo de dicha norma con otras disposiciones del mismo
cuerpo legal.
Que, sobre la base de lo expresado, cabe concluir que el agravio deducido por la
recurrente no guarda relación directa e inmediata con la garantía constitucional que se
dice conculcada (Fallos 294:466, sus citas y muchos otros), por lo cual, en este aspecto,
el recurso extraordinario resulta improcedente.
Por ello, se declara procedente el recurso extraordinario con el alcance que resulta
de lo expresado, y se confirma la sentencia apelada. Con costas.
El art. 145 del Cód. Proc. Civ. y Com., dispone que: "...procederá la notificación por
edictos cuando se tratare de personas inciertas o cuyo domicilio se ignore. En este
último caso, la parte deberá manifestar bajo juramento que ha realizado sin éxito las
gestiones tendientes a conocer el domicilio de la persona a quien se deba notificar."
También el art. 147 del CPCC establece que el número de publicaciones será el que
en cada caso determine el Código de rito.
En tales términos, el art. 531 inc. 2º, párrafo tercero, del CPCC, establece de manera
específica para los juicios ejecutivos que: "Si se ignorase su domicilio, se nombrará al
defensor oficial, previa citación por edictos que se publicarán por una sola vez".
Causa: SINDICATURA GRAL. DE LA NACIÓN S/SPINEDI, CARLOS RAÚL S/PROCESO DE
CONOCIMIENTO - CNFed. Cont. Adm., sala III, 8/10/1999
Procede hace lugar a la nulidad de la notificación por cedula cuando el nombre del
apoderado de la parte actora es incorrecto y el domicilio consignado es correcto pero
incompleto.
El art. 141 Cód. Proc. Civ. y Com., si bien estipula que el notificador si no encontrare
a la persona a quien va a notificar, puede entregar la cédula, como en el caso, al
encargado del edificio, no puede pasar inadvertido que el procedimiento varia en la
medida que el mandamiento de intimación de pago se trata en verdad de un traslado de
la acción instaurada contra el ejecutado. Por lo tanto, el notificador debió, a fin de darle
más seriedad al acto procesal de marras, dejar aviso de volver a concurrir al día
siguiente de modo que si en dicha ocasión tampoco encontraba a la persona requerida,
estaba habilitado para proceder de acuerdo a lo establecido en la última parte del art.
citado, o sea, adhiriendo la documentación en la puerta de acceso correspondiente, o
introducirla por debajo de la misma (conf. Fenochietto-Arazi, "Cód. Procesal Civil y
Comercial comentado", ps. 472 y 474").
Lo que el señor Juez a quo esgrime para rechazar el pedido —informe del oficial de
justicia donde se manifiesta que el requerido no vive—, es justamente el requisito de
admisibilidad de la notificación bajo responsabilidad. Es condición para que proceda el
pedido del actor de notificar bajo su responsabilidad —conforme señalan Fenochietto y
Arazi— "que previamente se hubiera despachado la Cédula (en el sub lite, el
mandamiento) y el oficial notificador (en el sub examine, el oficial de justicia) realizará
el trámite informando que el demandado no vive en el domicilio denunciado".
El art. 142 de rito, sólo autoriza al litigante que actuare sin representación o al
profesional que interviniere en el proceso como apoderado, a notificarse personalmente
en el expediente de las resoluciones a que se refiere aquel artículo, sin hacer mención
del letrado patrocinante.
Si otra hubiese sido la intención del legislador, el segundo párrafo introducido al art.
134 por la ley 22.434 no debió limitarse a los "escritos" o en todo caso, la reforma debió
incluir al letrado patrocinante en el texto del art. 142, lo que no hizo.
Ellas están enumeradas en el art. 136 del Cód. Proc. Civ. y Com. y su inobservancia
puede ser sancionada con la nulidad del acto (ver "Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación, comentado, anotado y concordado", Santiago Fassi, p. 401).
La eficacia de instrumento público que tienen las constancias efectuadas por el oficial
notificador en el diligenciamiento de la cédula, se extienden a la copia que se entrega al
interesado, toda vez que en esta última también consta una actuación cumplida por
dicho funcionario. Ante la disyuntiva que significan ambos instrumentos públicos, la
jurisprudencia se inclina por la fecha más favorable a la conservación del derecho y al
ejercicio del derecho de defensa en juicio, pues generalmente se trata de simples
errores materiales (conf. Fassi y Yánez, "Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
comentado", t. I.).
Causa: KRAVES, HÉCTOR ARMANDO (TF 9576-A) C. DGA - CNFed. Cont. Adm., sala IV,
30/12/1999
Causa: TULIO BAZZI Y CIA. SUC. SOC. COLECTIVA C. ADM. FED. DE INGRESOS PÚBLICOS
S/AMPARO LEY 19.986- CNFed. Cont. Adm., sala I, 22/9/1998
Deviene ineficaz la invocación del secreto fiscal estatuido en el art. 101 de la ley
11.683 (t.o. en 1978 y mod.) para justificar la conducta lesiva de la demandada de
negarle a la actora el acceso al expediente administrativo, habida cuenta que, de haber
existido por hipótesis en el marco de tales actuaciones —como se señala—
determinadas constancias de las que resulten "datos de contenido patrimonial del
cedente" que no pudieran ser reconocidos por el cesionario so pretexto de afectarse la
prohibición contenida en aquella disposición, a la autoridad de contralor le hubiera
bastado con arbitrar otras medidas específicas —p. ej., el desglose de tales
constancias— que permitan eventualmente convalidar, entonces, cualquier restricción
que importe un acceso por parte del cesionario de aquella información puntual del
cedente ajena al objeto de cesión (consid. 3.e).
La actual redacción del art. 94 de la ley 11.683 (t.o. 1974) al determinar que, "ésta (la
Secretaría de Estado de Hacienda) podrá autorizar a la Dirección a suministrar a otras
reparticiones oficiales, que ejerzan funciones de Estado como Poder Público, las
informaciones que le sean requeridas...", autoriza a dar información al Poder Judicial,
que es una "repartición oficial" y que "ejerce funciones de Estado como Poder Público".
Ello es coherente con el segundo párrafo de la norma que establece que "los
magistrados... empleados judiciales... están obligados a mantener secreto", lo que sólo
es posible si éstos obtienen la aludida información. Por ende, toda la jurisprudencia de
la Corte Suprema anterior a 1961 carece de vigencia por ser previa a la sanción del
texto actual de la norma referida (voto del Dr. Vernengo Prack).
Causa: FISCO NACIONAL -DGI 40535- C. CÍA. GRAL. DE JAMONES EMBUTIDOS Y ESPECIES
S/EJECUCIÓN FISCAL -DGI - CNFed. Cont. Adm., sala I, 4/3/1997
A diferencia del dec. 935/1997, el art. 12 del dec. 93/2000 concede expresamente sus
beneficios a los agentes de retención y percepción al disponer que quedarán liberados
de multas y de cualquier otra sanción que no se encontrare firme, en la medida que
exteriorizaren y pagaren el importe que hubieran omitido retener o percibir, o que
habiendo sido retenido o percibido, no hubieran ingresado o mantuvieran en su poder
luego de vencidos los plazos legales respectivos siempre que lo cancelaran mediante
pago al contado hasta la fecha de acogimiento que establezca la AFIP o se acogieran
al régimen de facilidades de pago previsto en el mismo. Una interpretación armónica del
citado artículo con el art. 7º in fine y 8º inc. a), lleva también a extender los beneficios
de la condonación a los agentes de retención y/o percepción que hayan cancelado esas
obligaciones con anterioridad a la fecha de entrada en vigencia del presente decreto, ya
que no podría encontrarse en peor condición aquel agente que hubiese ingresado el
tributo retenido o percibido en estos casos que aquel que lo hace en tiempos de su
vigencia.
Causa: AGRO TOTAL INGENIERO ALEJANDRO GABRIEL NOFAL Y CÍA. SRL S/RECURSO DE
APELACIÓN - IMPUESTO A LAS GANANCIAS - TFN, sala B, 1/2/2000
De la interpretación armónica de los arts. 12, 8º inc. a) y art. 7º in fine del dec. 93/2000,
los beneficios de la condonación de sanciones en él previsto, se extienden a los agentes
de retención y/o percepción que hayan cumplido en los términos el art. 8º inc. a), ya que
no podría encontrarse en peor condición aquel agente que hubiese ingresado el tributo
retenido o percibido con posterioridad al vencimiento pero con anterioridad al dictado
del presente decreto, que aquél que lo hace en tiempos de su vigencia.
Causa: LABORATORIOS TEMIS LOSTALO SA (TF 16223-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm.,
sala V, 9/10/2000
TÍTULO I
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En cuanto a los sujetos incluidos por su condición, lo son aquellos responsables por
deuda propia y responsables del cumplimiento de la deuda ajena, quedando excluidos
del régimen los agentes de retención o percepción que han omitido actuar como tales
en mérito a las disposiciones del art. 1º, último párrafo del dec. 629/1992(4).
Advertimos que esta disposición significa un nuevo quiebre del principio de legalidad,
toda vez que una norma de menor jerarquía (decreto) violenta la letra expresa de la ley
procedimental tributaria, que en el artículo transcripto, último párrafo, ordena extender
la facultad establecida en el mismo, al caso de los agentes de retención o percepción
de impuestos que hubieran omitido actuar como tales.
Ello contradice claramente los arts. 33 de nuestra Carta Magna, que instaura la
supremacía de la Constitución, las leyes nacionales y los tratados con las potencias
extranjeras y el 99 inc. 2º, que otorga potestades reglamentarias al Poder Ejecutivo, bien
que vedando la alteración del espíritu de la ley con excepciones reglamentarias.
Hemos visto con anterioridad que el "bloqueo fiscal" resulta facultativo para el Poder
Ejecutivo Nacional.
Pues bien, el PEN a través del ya citado dec. 629/1992 dispuso la aplicación del
régimen especial de fiscalización en todo el territorio de la Nación, con relación a los
impuestos a las ganancias, sobre los activos, al valor agregado e internos (excepto los
impuestos previstos en los arts. 23 y 23 bis) y respecto de los ejercicios iniciados a partir
del 1º de abril de 1992, inclusive, excluyendo como sujetos del régimen a los agentes
de retención o percepción que hubieran omitido actuar como tales.
Finalmente, cabe consignar que a través del dec. 455/2002(7), se derogó el Régimen
Especial de Fiscalización, "...con relación a los períodos fiscales cuyo vencimiento opere
con posterioridad a la entrada en vigencia de la presente norma...".
Por consiguiente, el bloqueo fiscal ha quedado derogado desde la cero hora del 21
de marzo de 2002.
En relación con la expresión encomillada, el dec. 977/2002(8), aclaró que significa
períodos fiscales cuyo plazo de vencimiento general para la presentación de la
declaración jurada opere con posterioridad a dicha fecha.
Agrega luego el órgano recaudador que en el primer caso dicho sujeto se encuentra
alcanzado por el "bloqueo fiscal", es decir que si ha presentado la declaración jurada
correspondiente al período fiscal 2001 antes del 21/3/2002, este período deberá ser
considerado "período base", mientras que, en el segundo supuesto, si dicho
contribuyente no hubiera presentado la declaración jurada respectiva antes de la fecha
precitada, su último período base sería el correspondiente al año 2000 —siempre que
respecto de éste se hubiera presentado la respectiva declaración jurada— sin perjuicio
de que no exista un período base anterior, marcado por el inicio de una actuación
inspectora.
Con ese criterio, el Fisco(11) considera que, tratándose de causas penales en trámite,
ceden las normas vigentes en materia de bloqueo fiscal, debiéndose fiscalizar y
determinar la deuda correspondiente a los períodos involucrados en la denuncia, ya que
la legislación penal tributaria, integrada a un sistema represivo en función del art. 4º del
Cód. Penal, es de orden público y como tal prevalece sobre las disposiciones
procedimentales impositivas, entre las que se encuentra el instituto del bloqueo fiscal.
5. PRESCRIPCIÓN
En esta materia, cabe recordar que de acuerdo al inc. c) del art. 65 de la ley
11.683, t.o. en 1998, se suspenderá la prescripción mientras dure el procedimiento en
sede administrativa, contencioso-administrativa y/o judicial, y desde la notificación de la
vista del art. 17 del mismo cuerpo legal, cuando se haya dispuesto la aplicación de las
normas del capítulo incorporado a continuación del Capítulo XIII por la ley 23.905. La
suspensión alcanzará a los períodos no prescriptos a la fecha de la vista referida.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El primer párrafo del art. 118, sienta como regla que hasta el momento en que el
Organismo Recaudador proceda a impugnar las declaraciones juradas
correspondientes al "período base" y practique la respectiva determinación de oficio de
la materia imponible, se presumirá, sin admitir prueba en contrario la exactitud de las
declaraciones juradas presentadas por el resto de los períodos fiscales anteriores no
prescriptos, es decir, se cristaliza normativamente el llamado "cerrojo fiscal".
Por su parte, el Fisco(16) tiene dicho que no puede fiscalizarse un período anterior al
último por el cual se hubieran presentado las correspondientes declaraciones juradas,
siempre que éstas hubiesen sido presentadas en forma exacta, ya que se presume la
exactitud de las anteriores. Sin embargo, si tales declaraciones juradas son impugnadas
y se determina de oficio un impuesto mayor al de la obligación declarada, la Dirección
podrá fiscalizar los períodos fiscales anteriores.
En este orden de ideas, cabe mencionar que la referida presunción también decaerá
cuando, conforme lo dispuesto por el art. 119 de la ley 11.683, t.o. en 1998 y sus
modificaciones, se presenten declaraciones juradas rectificativas que satisfagan la
pretensión fiscal y se superen los porcentajes de inexactitud previstos en el dec.
573/1996(17), criterio éste que ha gozado de recepción administrativa(18) y
jurisprudencial(19).
El TFN(22) ha resuelto que la DGI debe abstenerse de ajustar los períodos amparados
por el bloqueo fiscal hasta tanto concluya en forma definitiva el proceso de
determinación del último ejercicio por el que se presentara declaración jurada, habida
cuenta que el crédito fiscal por aquellos años está resguardo por el art. 65 de la Ley de
Rito Fiscal en cuanto establece que mientras se sustancia el procedimiento relativo al
último ejercicio y hasta tanto se constate si el mismo es impugnado y determinado,
queda vigente la posibilidad de ejercer para los años amparados el poder y facultad
fiscal para ajustarlos.
Malvestiti(23), en enjundioso análisis crítico del citado decisorio, afirma que si bien el
fallo descalifica la posibilidad de determinar el tributo por los períodos no prescriptos
anteriores al base hasta que éste no esté firme, la reflexión cabría hacerse respecto del
tercer párrafo del art. 118 cuando autoriza a que la auditoria pueda extenderse a
períodos anteriores a fin de comprobar hechos o situaciones con posible proyección o
incidencia sobre los resultados del período o períodos fiscalizados, aseverando que tal
como está redactado resulta claro que la fiscalización puede ir hacia atrás pero al solo
efecto de comprobar hechos o situaciones con proyección sobre el período base o sobre
éste y siguientes, pero la norma marca claramente un orden de prelación: primero,
observar situaciones en el período base que aparecen influenciadas por circunstancias
producidas en períodos anteriores (p.ej. un quebranto que se traslada, una amortización,
etc.) para luego —segundo— fiscalizar dichos conceptos —siguiendo con el ejemplo,
quebranto o amortización, según el caso— en los ejercicios correspondientes.
En relación con las devoluciones de saldos a favor del contribuyente enmarcadas en
la normativa en vigor(24), el órgano recaudador(25) considera que si de la fiscalización de
los períodos e impuestos comprendidos en la solicitud surgieran diferencias a favor del
Fisco, éstas podrán proyectarse haciéndolas incidir en el período base y de
corresponder habilitar el desbloqueo de los períodos fiscales no prescriptos del
gravamen en cuestión.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En su primer párrafo, el artículo bajo análisis prevé una presunción, al establecer que
ante impugnación y determinación de oficio efectuadas directamente y por conocimiento
cierto de la materia imponible o de los quebrantos impositivos o saldos de impuestos a
favor de los responsables, se presumirá—iuris tantum— que las DD.JJ. presentadas por
el resto de los períodos no prescriptos adolecen de inexactitudes equivalentes, en cada
uno de ellos, al mismo porcentaje que surja de relacionar los importes declarados y
ajustados a favor de la AFIP en el "período base".
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo determina el modo de aplicar los porcentajes indicados en el artículo
precedente, disponiendo además la metodología para practicar el cálculo de la
rectificación, la cual tendrá inicio por el período no prescripto más antiguo por el cual se
hubieren presentado las correspondientes DD.JJ.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
De manera concordante con las disposiciones del artículo anterior, en lo que atañe a
rectificaciones practicadas relativas a período o períodos indicados por el art. 117, la
norma analizada prevé para el caso que hubieran sido en parte sobre base cierta y en
parte por estimación, que la Administración Tributaria sólo puede hacer valer la
presunción del art. 120, en la medida del porcentaje atribuible a la primera.
Para lo demás, estipula una limitación, al establecer que en caso de que los ajustes
practicados en el "período base" fueran exclusivamente estimativos, la Administración
Tributaria podrá impugnar las DD.JJ. y determinar la materia imponible o los saldos de
impuestos correspondientes a los restantes períodos no prescriptos "sólo en función de
las comprobaciones efectivas a que arribe la fiscalización en el caso particular de cada
uno de ellos".
Cuando corresponda ejercer las facultades del art. 31, la Administración Federal
de Ingresos Públicos podrá tomar en consideración tales resultados para fijar el
importe de los pagos provisorios a que se refiere dicho artículo, indistintamente de
que se trate de períodos anteriores o posteriores al que se hubiera tomado como
base de la fiscalización.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En el artículo trascripto se confrontan nítidamente institutos de distinta naturaleza,
estipulando el legislador que los saldos de impuestos determinados conforme la
presunción de derecho (arts. 120 y 122ley 11.683), darán lugar a la aplicación de
intereses resarcitorios, punitorios y actualización monetaria, más no a las sanciones de
naturaleza penal, por infracciones a los deberes formales (art. 39) y materiales (arts.
45 y 46).
La propia Ley de Rito Fiscal en el primer párrafo del art. 37, confiere el carácter de
resarcitorios a los intereses devengados por la falta total o parcial de pago de las
obligaciones tributarias, cerrando normativamente cualquier discusión al respecto. El
cálculo de los mismos procede de pleno derecho y pese a su carácter conminatorio,
resultan claramente diferenciables de la sanción penal, toda vez que los mismos se
devengan por la mora culpable, desvinculándose de los ilícitos tributarios formales o
materiales.
En relación con la mora del deudor, el nuevo Código Civil y Comercial determina en
su art. 886 que la misma se produce por el solo transcurso del tiempo fijado para el
cumplimiento de la obligación, mientras que en el art. 888establece que para eximirse
de las consecuencias jurídicas derivadas de la mora, el deudor debe probar que no le
es imputable, cualquiera sea el lugar de pago de la obligación.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
No resulta ocioso recordar que el art. 120 del texto procedimental tributario prevé que
si la impugnación y determinación de oficio se hubieran efectuado directamente y por
conocimiento cierto de la materia imponible y no tuvieran origen en cuestiones de mera
interpretación legal, se presumirá salvo prueba en contrario, que las declaraciones
juradas presentadas por el resto de los períodos fiscales no prescriptos adolecen de
inexactitudes equivalentes a las detectadas en el "período base".
Por su parte, el primer párrafo de la norma transcripta establece que solo se podrá
modificar la determinación administrativa en contra del contribuyente cuando se den
algunas de las circunstancias previstas en el segundo párrafo del art. 19 de la Ley de
Rito Fiscal, es decir:
ART. 125 — Las presunciones establecidas en los arts. 118 y 120 regirán
respecto de los responsables de los impuestos a las ganancias, sobre los activos,
al valor agregado e internos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
ART. 127 — A los fines dispuestos en el art. 117, fíjase en diez millones de pesos
($10.000.000) el monto de ingresos anuales y en cinco millones de pesos ($
5.000.000) el monto del patrimonio. Dichas cifras se considerarán fijadas al 31 de
diciembre de 1990 y se ajustarán para el futuro conforme la variación en el índice
de precios mayoristas nivel general. Los ingresos y patrimonio se ajustarán
igualmente a moneda uniforme según el mencionado índice tomando en
consideración los montos correspondientes al último ejercicio económico
actualizados a la fecha en que se realice la comparación.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El instituto bajo análisis resulta aplicable con relación a los pequeños y medianos
contribuyentes o responsables, midiéndose la magnitud de los mismos en función a dos
parámetros legales: ingresos y patrimonio.
Por su parte el dec. 573/1996(47) determinó el alcance de dichos parámetros, los que
habrán de considerarse de la siguiente manera:
a) Patrimonio
b) Ingresos anuales
Para los contribuyentes y responsables que lleven libros que les permitan
confeccionar estados contables el monto de ingresos computables se determinará en
función al monto total de los ingresos brutos gravados, no gravados o exentos
devengados según las normas del Impuesto a las Ganancias resultantes del balance
comercial cerrado en el período sujeto a fiscalización.
Ello así, de dichos ingresos deberán detraerse los descuentos y bonificaciones, y el
importe del impuesto al valor agregado, de los impuestos internos y del impuesto a la
transferencia de combustibles.
A través del precitado dictamen 19/1994 (DAL), con relación al método de valuación
de los ingresos, el Órgano recaudador resalta que deberían considerarse a los ingresos
brutos del contribuyente, ya sean éstos operativos o no, ordinarios o extraordinarios y
con relación al método de valuación del patrimonio consideró que debiera computarse
el bruto, es decir, que no correspondería computar el pasivo existente.
DECRETO 455/2002
Considerando:
Que el régimen citado ha sido instituido por el Poder Ejecutivo Nacional en ejercicio
de las facultades otorgadas por la ley 23.905, en cuyo mérito se dictó el dec. 629 de
fecha 13 de abril de 1992, modificado por el dec. 573 de fecha 30 de mayo de 1996 y
el dec. 1340 de fecha 16 de noviembre de 1998.
Que, atento las actuales restricciones presupuestarias por las que atraviesa el Estado
Nacional, como así también el régimen de emergencia económica imperante, se torna
necesario acrecentar la recaudación tributaria y realizar una lucha frontal contra el
flagelo de la evasión impositiva.
Que, tales razones de política fiscal tornan aconsejable dejar sin efecto el
mencionado régimen, que limita las potestades investigadoras del Fisco Nacional.
Que por otra parte, elementales razones de seguridad jurídica aconsejan resguardar
los derechos adquiridos por los contribuyentes que hubieren efectuado presentaciones
al amparo del régimen aludido.
Que ha tomado intervención la DIRECCIÓN GENERAL DE ASUNTOS
JURÍDICOS del MINISTERIO DE ECONOMÍA E INFRAESTRUCTURA.
Art. 1º.— Derógase el Régimen Especial de Fiscalización dispuesto por el dec. 629
de fecha 13 de abril de 1992, modificado por el dec. 573 de fecha 30 de mayo de 1996
y el dec. 1340 de fecha 16 de noviembre de 1998, con relación a los períodos fiscales
cuyo vencimiento opere con posterioridad a la entrada en vigencia de la presente norma.
Art. 2º.— Aclárase que mantiene plena vigencia el régimen aludido en el artículo
anterior, con relación a las presentaciones que se hubieran efectuado al amparo del dec.
629 de fecha 13 de abril de 1992, modificado por el dec. 573 de fecha 30 de mayo de
1996 y del dec. 1340 de fecha 16 de noviembre de 1998.
Art. 3º.— Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial
y archívese.— Duhalde.— Jorge M. Capitanich.— Jorge Remes Lenicov.
DECRETO 977/2002
Asunto: Precísanse los alcances del art. 1º, primer párrafo del dec. 455 del 8/3/2002.
Considerando:
Que entre las razones invocadas en la aludida medida derogatoria, se citaron las
actuales restricciones presupuestarias por las que atraviesa el ESTADO NACIONAL y el
régimen de emergencia económica, circunstancias que hacen necesario acrecentar la
recaudación tributaria y realizar una lucha frontal contra el flagelo de la evasión
impositiva.
Que ante esa grave situación se evaluó conveniente derogar el aludido Régimen
Especial de Fiscalización cuidando por un lado de no afectar derechos adquiridos —art.
2º del dec. 455/2002— y por otro que la derogación tuviera efectos inmediatos respecto
de tributos que se liquidan anualmente, de manera tal que quedaron alcanzados por la
medida "...los períodos fiscales cuyo vencimiento opere con posterioridad a la entrada
en vigencia..." del aludido decreto, en tanto que para el caso de gravámenes que no se
liquidan anualmente se estableció que la derogación alcanza "a los períodos fiscales
comprendidos en los ejercicios comerciales que cierren con posterioridad..." a la fecha
mencionada (art. 1º del citado decreto, párrs. primero y segundo, respectivamente).
Que no obstante la claridad que surge de las normas contenidas por el art. 1º en
relación con el alcance de la derogación respecto de los períodos anuales "cuyo
vencimiento opere con posterioridad" a la fecha de entrada en vigencia del dec.
455/2002, se han planteado dudas en cuanto a si la expresión que figura entre comillas
significa períodos que cierren después de tal fecha o períodos en los que la presentación
de la declaración jurada vence con posterioridad a ese momento.
Por ello,
Art. 1º.— Aclárase que la expresión prevista en el art. 1º, primer párrafo del dec. 455
del 8 de marzo de 2002, referida a "períodos fiscales cuyo vencimiento opere con
posterioridad a la entrada en vigencia de la presente norma", significa períodos fiscales
cuyo plazo de vencimiento general para la presentación de la declaración jurada opere
con posterioridad a dicha fecha.
Art. 2º.— Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial
y archívese.— Duhalde.— Alfredo N. Atanasof.— Roberto Lavagna.
— PRESUNCIÓN DE EXACTITUD —
Causa: ARKE SRLI Y COM. C. FISCO NAC. (DGI) S/REPETICIÓN -DGI - CNFed. Cont.
Adm., sala V, 20/2/1997
Este sistema también denominado de "bloqueo fiscal" resulta ser excepcional y solo
aplicable a aquellos contribuyentes que se encuentren comprendidos en alguna de las
situaciones descriptas de tales disposiciones.
Si bien el art. 118de la ley 11.683 contiene una presunción a favor del contribuyente
sobre la exactitud y corrección de las declaraciones juradas presentadas por los años
no prescriptos, aquella se mantiene hasta tanto la DGI proceda a impugnar la
correspondiente al último ejercicio anual y efectúe la determinación de oficio prevista en
los arts. 17 y ss. De ese texto legal, aunque también se encuentra previsto, en
consonancia con las facultades otorgadas al organismo fiscal por los arts. 35y 36 de
la ley 11.683, que se puedan auditar períodos anteriores a fin de comprobar hechos o
situaciones con posible proyección o incidencia sobre los resultados del período
fiscalizado.
Conforme surge de la ley 11.683 y sus modificatorias (en especial, ley 23.905), la
presunción de exactitud opera hasta que la Dirección General Impositiva proceda a
impugnar las declaraciones juradas en cuestión y practique la determinación de oficio
prevista en los arts. 24 y ss. del ordenamiento normativo mencionado.
Cabe confirmar la sentencia del Tribunal Fiscal que consideró nulo el procedimiento
determinativo de impuesto llevado a cabo por la Dirección Gral. Impositiva, en tanto
desconoció el amparo legal de que gozaba el contribuyente respecto del Régimen
Especial de Fiscalización, al tomar como período base una declaración jurada que no
correspondía teniendo en cuenta la fecha de inicio de la verificación, pues el argumento
del Estado Nacional en el sentido de que en la fecha considerada por el Tribunal no se
inició la fiscalización formal sino que se trató de una colaboración entre dependencias
para practicar averiguaciones es inaceptable, por contradecir las afirmaciones de los
funcionarios del Fisco que en sus informes declararon como fecha de verificación la
considerada en la causa.
La DGI debe abstenerse de ajustar los períodos amparados por el bloqueo fiscal
hasta tanto concluya en forma definitiva el proceso de determinación del último ejercicio
por el que se presentara declaración jurada, habida cuenta que el crédito fiscal por
aquellos años está resguarda por el art. 65de la ley 11.683 —t.o. 1998— en cuanto
establece que mientras se sustancia el procedimiento relativo al último ejercicio y hasta
tanto se constate si el mismo es impugnado y determinado, queda vigente la posibilidad
de ejercer para los años amparados el poder y facultad fiscal para ajustarlos.
— PARÁMETROS —
No resultan amparados en el régimen del bloqueo fiscal los sujetos que, por
categorizarse como exentos frente al gravamen, no realizan presentaciones de
declaraciones juradas y pueden ameritar por ello, siguiendo la intención legislativa, un
amplio ejercicio de las facultades de verificación y control.
Cabe destacar que el art. 143 de la ley 11.683, al que recurre la apelante para
sostener que el Régimen Especial de Fiscalización no es aplicable a las empresas
promovidas, por cuanto el órgano de fiscalización cuenta con facultades suficientes para
llevar adelante su cometido, sin que exista precepto alguno que las limite, en modo
alguno brinda sustento a su postura.
Ello así por cuanto es de toda claridad que el citado precepto reconoce como
supuesto fáctico del ejercicio de las facultades del fisco a los fines allí indicados, la
existencia de un presunto incumplimiento por parte de los responsables, de las cláusulas
legales o convencionales de las cuales dependieran los beneficios aludidos, pudiendo
considerarse a los fines tributarios, como caducas —total o parcialmente— a las
preferencias impositivas acordadas (art. 143 cit., 1º y 2º parág.).
Sin embargo debe advertirse que el caso de autos en modo alguno concierne a la
investigación y/u/o eventual denuncia del incumplimiento —por parte de la fiscalizada—
de las cláusulas de las cuales dependieran las franquicias otorgadas, ya que no se
discute lo atinente a la validez y vigencia del régimen promocional, sino lo referido a la
aplicación del bloqueo fiscal, en el marco del aludido régimen.
De tal modo, y habida cuenta que el régimen especial que resulta de los preceptos
contenidos en los arts. 117 y ss. de la ley 11.683, en modo alguno prevé ni exceptúa de
su aplicación, a los sistemas de promoción o que otorgan franquicias tributarias, así
como tampoco en estos últimos existe norma alguna que los coloque al margen de los
precisos límites a la fiscalización, que fijan las reglas citadas al comienzo, parece
incuestionable la procedencia del bloqueo fiscal en el caso de autos.
TÍTULO I
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El 5/11/2001 el dec. 1399/2001 derogó el art. 13 del dec. 618/1997 estableciendo una
serie de modificaciones que reseñamos a continuación.
2) Para el ejercicio correspondiente al año 2002 dicha alícuota será del dos coma
setenta y cinco por ciento (2,75%) y se reducirá anualmente en cero cuatro
centésimos por ciento (0,04%) no acumulativo durante los tres (3) ejercicios
siguientes.
3) A partir del cuarto ejercicio, el Poder Ejecutivo Nacional podrá revisar dichos
porcentajes. Sin perjuicio de ello, si durante el período inicial de cuatro (4) años se
produjeran modificaciones sustanciales de las competencias de la AFIP el Poder
Ejecutivo Nacional podrá revisar dichos porcentajes.
El período mínimo a que se refieren los arts. 14; 16 a) y b); 17; 18 y 19 de las mismas
normas queda establecido en dos (2) meses de servicios efectivos".
Resulta interesante destacar que con fecha 10/12/2016 el Sindicato AEFIP, con la
firma del Secretario General Guillermo Imbrogno y el Secretario de Prensa Federico
Cardone informaron, a través de un comunicado que "...el 30/11/2016 fueron
"convocados por la Administración Federal de Ingresos Públicos para tratar la
problemática existente respecto de la ilegítima liquidación de la Cuenta de
Jerarquización que se viene realizando a partir de la Nota 1118 (DALA). En el encuentro
estuvieron presentes el Director de la DGI Horacio Castagnola, la Subdirectora General
de Recursos Humanos Adriana Beltramone, el Subdirector General de Coordinación
Técnico Institucional Ernesto Donato y por AEFIP, el Secretario General Guillermo
Imbrogno junto al Secretario de Finanzas, Jorge Burgos".
"En dicha reunión fuimos notificados del Acta Acuerdo 79/2016 entre ANSeS y AFIP,
la cual eleva los porcentajes de retención que realiza el Organismo sobre los fondos que
en concepto de aportes y contribuciones transfiere diariamente a la ANSeS".
"Como fuera comunicado hace una semana, a partir del 1 de enero de 2017 la
Administración Federal contará con un considerable incremento en su presupuesto, de
acuerdo a los reclamos efectuados públicamente por nuestro Sindicato".
Causa: DEL MESTRE DE RENDOS, CLELIA ELVIRA C. ANSES S/REAJUSTES VARIOS - CFed.
Seguridad social, sala III, 30/3/2011
La verosimilitud del derecho requerida para la traba de una medida cautelar —en el
caso de las denominadas autónomas— debe ser entendida como la probabilidad de que
el derecho exista y no como una incontestable realidad, que sólo se logrará al agotarse
la instancia.
(El problema que se suscitó en la causa fue determinar si cabía consignar como
integrantes del mencionado "Fondo de Estímulo" a los conceptos impositivos a que
hacen referencia los arts. 45 y 46 de la ley 23.410 (BO 9/12/1986).
TÍTULO I
CAPÍTULO XV - RÉGIMEN DE ACTUALIZACIÓN. TERESA GÓMEZ
1. CONSIDERACIONES GENERALES
-Ley 21.734 (BO 19/1/1978) estableció, para los ejercicios cerrados o hechos
imponibles ocurridos a partir del 1/1/1978, la aplicación del índice de precios al por
mayor, nivel general, para todos los regímenes de actualización correspondientes
a impuestos cuya aplicación percepción o fiscalización estuviera a cargo de la DGI.
- Tribunal Fiscal de la Nación Plenario "Amazonas SA" (18/9/1979) "El Tribunal Fiscal
es competente para entender en las apelaciones deducidas contra liquidaciones o
intimaciones de pago de la actualización prevista en la ley 21.281, relativas a los
créditos sujetos a actualización enunciados en los arts. 116 y 121, segundo párrafo
de la ley 11.683 (t.o. en 1978 y sus modificaciones), con excepción de aquellas en
que se invoquen exclusivamente meros errores de cálculo en la liquidación o
intimación". Firmado por Héctor C. Morón - Agustín Torres - Egidio R. Abálsamo -
Carlos A. E. Alvarado - Norberto J. Godoy - Luis Vicente Guerini - Pedro José
Pagani.
a) créditos fiscales, desde el día del vencimiento hasta el mismo día del penúltimo
mes anterior al del ingreso del tributo.
b) multa, desde el día de quedar firme hasta el mismo día del penúltimo mes anterior
al del ingreso de la multa.
(*)
Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Por fin y por último, el Boletín Oficial publicó, el 28/3/1991, la ley 23.928 que declaró
la convertibilidad del Austral con el Dólar de los Estados Unidos de América a partir del
1º de abril de 1991, a una relación de diez mil australes (A 10.000) por cada dólar.
Además, se derogaron con efecto a partir del 1º del mes de abril de 1991, todas las
normas legales o reglamentarias que establecían o autorizaban la indexación por
precios, actualización monetaria, variación de costos o cualquier otra forma de
repotenciación de las deudas, impuestos, precios o tarifas de los bienes, obras o
servicios. Esta derogación se aplicó aun a los efectos de las relaciones y situaciones
jurídicas existentes, no pudiendo aplicarse ni esgrimirse ninguna cláusula legal,
reglamentaria, contractual o convencional —inclusive convenios colectivos de
trabajo— de fecha anterior, como causa de ajuste en las sumas de Australes que
correspondiera pagar, sino hasta el día 1º de abril de 1991, en que entró en vigencia la
convertibilidad del Austral.
La sanción de la ley de Convertibilidad dejó sin efecto las normativas que regulaban
el sistema de indexación. Esta posición fue captada en la Ley de Rito Fiscal, más
precisamente en el art. 201, en cuanto se estableció que: "Las actualizaciones previstas
en esta ley de obligaciones de dar sumas de dinero, se efectuarán hasta el 1 de abril de
1991, inclusive".
ART. 131 — Cuando los impuestos, tasas, contribuciones, sus anticipos, pagos
a cuenta, retenciones o percepciones y multas, se ingresen con posterioridad a la
fecha fijada por los respectivos vencimientos, la deuda resultante se actualizará
por el lapso transcurrido desde dicha fecha y hasta aquella en que se efectuare el
pago.
ART. 132 — Las multas actualizables serán aquellas que hayan quedado firmes
y correspondan a infracciones cometidas con posterioridad al 7 de abril de 1976.
Ese modo de cómputo del período sujeto a actualización será aplicable aun
cuando la apelación de la multa integrara la del impuesto respectivo y en la
proporción en que éste fuera confirmado.
ART. 135 — En los casos de pago con prórroga, la actualización procederá sobre
los saldos adeudados, hasta su ingreso total.
ART. 139 — Para que proceda la repetición prevista en el art. 83 deberá haberse
satisfecho el importe de la actualización correspondiente al impuesto que se intente
repetir.
ART. 140 — Serán de aplicación a las Actualizaciones las normas de esta ley
referidas a aplicación, percepción y fiscalización de los tributos con las
excepciones que se indican en este Capítulo.
ART. 141 — Serán actualizadas en los términos de esta ley las obligaciones
tributarias correspondientes a tributos, anticipos, pagos a cuenta, retenciones o
percepciones, cuyo vencimiento se haya operado con anterioridad a la publicación
de la ley 21.281, pero solamente desde esa fecha.
ART. 142 — También serán actualizados los montos por los que los
contribuyentes solicitaren devolución, repetición, pidieren reintegro o
compensación.
Son los vocales de cada sector del Tribunal Fiscal los jueces exclusivos del alcance
de las respectivas competencias. De tal manera la cuestión de si es procedente el
recurso de apelación contra intimaciones de pago en concepto de actualización de la
Dirección General Impositiva, sólo es de la competencia de los vocales con competencia
exclusiva en materia impositiva, y todo pronunciamiento al respecto de los vocales con
competencia exclusiva en materia aduanera implicaría un exceso de las facultades que
les han sido asignadas en la ley 21.858.
Los parámetros del art. 115 de la ley 11.683, a partir de su reforma por la ley 23.697
constituyen un tope que no puede ser superado por las determinaciones que formula la
Dirección General Impositiva (Del voto del Dr. Brodsky).
Causa: JUGOS SANTA FE SA C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III, 1/2/2000
La actualización de las obligaciones tributarias no importa una sanción, sino tan solo
un mecanismo tendiente a preservar la obligación a valores constantes que, se
encuentra acotado por la sanción de la ley 23.928, que proscribió todo tipo de
actualización de obligaciones a partir del 1º de abril de 1991 (cfr. fallo de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en la causa Industria Argentina de la Indumentaria
SA).
Causa: LIBOVICH Y CIA. SRL C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III, 19/6/1997
Causa: ORTIZ, JORGE ANTONIO S/APELACIÓN - IMPUESTO A LAS GANANCIAS, SOBRE LOS
CAPITALES Y AHORRO OBLIGATORIO - TFN, sala A, 29/5/2000
Asiste razón al Fisco en cuanto que la ley 23.658 no estableció un tope máximo al
monto que corresponda liquidar en concepto de actualización e intereses como pretende
el voto mayoritario del Tribunal Fiscal, sino un mínimo, lo que debe ser interpretado
considerando que los intereses y actualización liquidados conforme la res. 10/1988 no
pueden ser inferiores al importe resultante de lo previsto en la mentada ley.
Respecto del art. 119 de la ley 11.683 antes de la reforma de la ley 23.658, ya se ha
dicho que la actualización de la pena —multa en el caso— sólo procede en los
supuestos de mora en su pago y desde que tal situación se configura, es decir en el
momento en que vencen los plazos que las normas respectivas acuerdan para pagarlas
cuando no se ha deducido remedio alguno tendiente a impugnar la resolución
condenatoria, o cuando fenece el que confieren para ingresarla, tras el pronunciamiento
definitivo que confirma dicho acto o desestima un recurso que suspendió sus efectos.
Causa: VEROLI HILARIO (TF 9864-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala V, 29/6/1998
Cabe aclarar que cuando el cumplimiento de la obligación tributaria por parte del
contribuyente es defectuosa en cuanto al tiempo en que debió haberse realizado se
configura el estado de mora del deudor que generara la responsabilidad en este en tanto
coexistan dos elementos: un retardo en el cumplimiento de la obligación y un factor de
imputación subjetiva (dolo o culpa de dicho retardo), en tanto que el incumplimiento no
le es imputable al deudor cuando éste se genera por caso fortuito o fuerza mayor.
Conforme lo previsto en el art. 509 del Cód. Civil el deudor se exime de las
responsabilidades de la mora cuando prueba que no le es imputable. En consecuencia
la prueba de la falta de culpa le corresponde al deudor, pues si cree estar liberado de
toda responsabilidad por caso fortuito o fuerza mayor es él quien debe probarlo.
Es decir que la facultad de dicha secretaría para crear tal índice surge del art. 115, y
en consecuencia fue ejercida dentro de los límites previstos en dicha ley por lo que el
agravio esgrimido al respecto deviene insustancial.
Por lo demás, en relación a la pauta elegida como índice para dicha resolución, ella
resulta ser una más entre las distintas pautas o índices que pudieron tenerse en cuenta
y su cuestionamiento resulta también insustancial frente a la falta de prueba de los
perjuicios que ocasiona en el caso en concreto.
Causa: SANS SA (TF 11545-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala V, 19/12/1999
Dec. 1096/1985 tuvo como objetivo terminar con el proceso inflacionario que afectaba
al país. A tales efectos creó un nuevo signo monetario, el austral, en reemplazo del peso
argentino estableciendo una paridad de $ a 1000= A1.
TÍTULO I
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Varios son los mecanismos de fomento vinculados a los regímenes de promoción que
otorgan beneficios tributarios y/o aduaneros. Prácticamente se los clasifica en:
Las exenciones son decisiones del legislador para sustraer del pago a sujetos, o
actividades, que por ley se encuentran alcanzadas por el tributo.
-Ley 19.640: Régimen especial para el territorio de Tierra del Fuego, Antártida e Islas
de Atlántico Sur.
Estas leyes tienen como característica en común que designan, como autoridad de
aplicación, a un ente público (provincial o nacional). Este ente público tiene las
siguientes potestades:
2. ASPECTOS PROCESALES
El art. 143 plantea una clara diferencia de tratamiento entre las empresas
beneficiarias y los inversores de las mismas. El beneficio que se otorga a estos últimos,
normalmente, también beneficia a la empresa promovida, receptora de la inversión, ya
que por medio de los fondos invertidos se facilita, muchas veces, la propia ejecución del
proyecto industrial aprobado(5).
Esta situación permitirá, a los fines tributarios, declarar caducos total o parcialmente,
los beneficios impositivos, debiendo iniciarse, respecto de los beneficiados, el
procedimiento de determinación de oficio previsto en el art. 16de la ley 11.683.
En el último párrafo del art. 143 se establece que la ejecución fiscal será procedente
aun cuando la autoridad de aplicación decidiera mantener los beneficios promocionales.
Una última reflexión merece el fallo "Fisco Nacional - DGI - c. Indurba SACIFI" en el
cual la Corte Suprema de Justicia de la Nación hizo lugar al recurso extraordinario y
confirmó la sentencia del Juzgado de Primera Instancia que hizo lugar a la defensa de
la prescripción opuesta por Indurba (empresa inversionista en una promovida).
Concluye que por haber optado por la cancelación total del impuesto en forma
anticipada, cesó su carácter de inversor vigente lo que libera a su parte de los efectos
jurídicos que pudieran derivarse del decaimiento de los beneficios a la empresa
promovida. Ello implica, a su parecer, que la intimación cursada en los términos del art.
143de la ley 11.683 a su respecto, deviene abstracta.
A este respecto parece fructuoso recordar que el código civil, en su art. 619, en lo
que trasunta un principio general del derecho, dice sobre las obligaciones de dar sumas
de dinero: "Si la obligación del deudor fuese de entregar una suma de determinada
especie o calidad de moneda, cumple la obligación dando la especie designada, el día
de su vencimiento". Es decir que el pago —recibido y aceptado por la
demandada— tiene, como principio general, efectos extintivos sobre la obligación.
Ahora bien, tratándose de una deuda tributaria el análisis no puede concluir allí,
debiendo examinar la normativa en su conjunto.
Así pues, la obligación de la actora (Impuesto a las Ganancias período 1999, diferido),
fue cancelada con fecha 8/2/2002, toda vez que optó por acogerse al beneficio
establecido en el dec. 841/2001. Es decir que por abonar anticipadamente la obligación
fiscal diferida, "la diferencia entre cada anualidad que se anticipa y el valor actual neto
determinado de conformidad a las disposiciones del presente decreto reviste, a todos
los efectos tributarios, el carácter de bonificación en concepto de pago anticipado del
capital de la obligación fiscal diferida".
Sostener que, ante la caducidad del régimen promocional dispuesta con posterioridad
a la cancelación anticipada de la obligación fiscal diferida —en el caso de autos, casi
seis años más tarde—, la actora pueda verse compelida a abonar la totalidad de la
obligación diferida, contraría la interpretación armónica del marco normativo en juego.
La demandada, en sede administrativa y luego en esta instancia, realiza una
interpretación de la normativa que no se hace cargo de la inclusión de la palabra
"vigente" en el texto del art. 43 de la ley 25.401. Reiterada jurisprudencia del Máximo
Tribunal ha sentado el criterio contrario al decir que: "No cabe presumir la
inconsecuencia o imprevisión del legislador, razón por la cual las normas deben ser
entendidas evitando darles un sentido que ponga en pugna sus disposiciones,
procurando adoptar como verdadero el que las concilie y deje a todas con valor" (Fallos
328:1652, en igual sentido 95:334; 326:1778; entre otros). Es decir que,
indudablemente, la inclusión del término no es ociosa. A criterio de quien suscribe, por
haber perdido la firma Londrina SA el carácter de inversor vigente como fuera
expresado ut supra, las consecuencias que acarrea.
Resuelvo:
Causa: 979/2010, LONDRINA SACIEN-AFIP DGI- RES. 83/2009- (RP AL) S/DIRECCIÓN
GENERAL IMPOSITIVA - CNFed. Contenciosoadministrativo, sala I
27 de noviembre de 2012.
La demandada AFIP —sustentando su recurso en el memorial de fs. xxx— replicado
recurre el pronunciamiento por el cual la titular del Juzgado nro. 11 del fuero hizo lugar,
con costas, a la demanda entablada por la actora, en los términos del art. 23, inc. b), de
la ley 19.549, a efectos de impugnar la resolución que confirmó la intimación por el pago
del Impuesto a las Ganancias, período fiscal 1999, con motivo de la caducidad del
régimen promocional de la empresa Cruz de los Olivos SA respecto de la cual la actora
revestía la calidad de inversora.
Para así decidir la juez a quo ponderó primordialmente el hecho de que la actora haya
abonado el impuesto en discusión mediante el régimen de cancelación anticipada de
obligaciones fiscales diferidas.
Aludió al efecto extintivo del pago y concluyó que a la actora no la alcanzan los efectos
de la caducidad del régimen promociona de la empresa Cruz de los Olivos SA de la que
era inversionista, declarando la nulidad de la resolución por ausencia de causa.
CONSIDERANDOS DE LA CÁMARA
Por medio del dec. 1490/1997, la empresa Cruz de los Olivos SA fue declarada
beneficiaria del régimen de promoción no industrial del art. 36 de la ley 24.764, en cuya
reglamentación por el dec. 494/1997 (art. 2º) se establece la aplicación supletoria de las
disposiciones del régimen promociona! de la ley 22.021.
El art. 15 de esta última ley —en función del cual se dispuso la caducidad del régimen
promocional de la empresa Cruz de los Olivos SA por medio de la res. 18/2008 (MEyP)—
establece que, en caso de incumplimiento del proyecto que sirvió de base para su
inclusión al régimen, las empresas pierden los beneficios y deben ingresar —parcial o
íntegramente— los tributos no abonados con motivo de la promoción.
Resuelven
En virtud del resultado que informa el Acuerdo que antecede, el Tribunal resuelve:
hacer lugar al recurso interpuesto por la demandada y revocar la sentencia apelada. Las
costas de ambas instancias se imponen a la vencida.
Londrina SACIEN - AFIP DGI - Res 83/2009 - (RP AL) s/Dirección General
Impositiva (RPAL) s/Dirección General Impositiva, CS, magistrados Lorenzetti,
Maqueda, Highton de Nolasco, Petracchi, Zaffaroni, Fayt
6 de mayo de 2014.
Que contra lo así decidido Londrina SA dedujo recurso ordinario de apelación (fs.
198/199 vta.) que fue bien concedido por el a qua (fs. 201), en tanto se dirige contra una
sentencia definitiva, en una causa en que la Nación es parte, y el valor disputado en
último término, sin sus accesorios, supera el mínimo establecido.
Que, en efecto, las razones expresadas en dicho memorial no son suficientes para
refutar los argumentos de hecho y de derecho dados por el a quo para llegar a la
decisión impugnada (Fallos: 304:1444; 308:818 y 317:1365), en especial, su juicio
acerca de que la caducidad de los beneficios acordados a una empresa promocionada,
implica la extinción de los obtenidos por los inversionistas en ella, habida cuenta de que
no cabe reconocer a estos últimos un derecho más extenso que el otorgado a aquélla;
y el argumento referente a que si el pago efectuado en concepto de cancelación
anticipada de ninguna manera dispensaba del cumplimiento de las obligaciones del
régimen promocional tampoco ese pago podría importar una consolidación del beneficio
al margen del propio régimen promocional del cual derivaba. Al respecto cabe
puntualizar que los agravios que la actora sustenta en la expresión "inversor vigente" —
contenida en el art. 43 de la ley 25.401— no resultan aptos para desvirtuar lo decidido
por la cámara puesto que la lectura integral del citado artículo en cuanto dispone que
"...para el caso de producirse el decaimiento de los beneficios de la empresa
promocionada, la cancelación anticipada prevista en el primer párrafo no exime al
inversor vigente de los efectos que sobre los diferimientos efectuados pudiera producir
dicho decaimiento", abona la conclusión a la que se llega en la sentencia.
6 de noviembre de 2013.
En lo sustancial, alega que el art. 143 de la ley 11.683 t.o. 1998, marca claramente
una diferencia en el tratamiento entre las empresas beneficiarias y los inversores de las
mismas, pudiendo identificar a estos dos sujetos y dos tratamientos distintos, según el
sujeto de que se trate: procedimiento determinativo de oficio para el beneficiario, que
deberá respetar el debido proceso adjetivo, y la simple intimación a los inversionistas,
prescindiendo del procedimiento de determinación de oficio.
Continúa señalando que Londrina SA se acogió a los beneficios del dec. 841/2001,
reglamentario del régimen de cancelación anticipada de obligaciones fiscales diferidas
creado por el art. 43 de la ley 25.401, por el monto total de la obligación, siendo su
solicitud aprobada por la Administración e ingresando el 25/3/2002 el monto
de $576.059 resultante de la determinación prevista en el art. 3º del decreto referido.
Que ante todo cabe señalar que no se encuentra controvertido que la actora es una
inversionista de la empresa promovida Olivares Cruz del Eje SA, la cual resultó
beneficiaria del Régimen de Promoción No Industrial instaurado por el art. 36 in fine de
la ley 24.764 y decretos de la Provincia de Córdoba 494/1997 y 533/1997, mediante el
Anexo II del dec. 1490/1997 y la res. 1482/1998 del entonces Ministerio de Economía y
Obras y Servicios Públicos; y, que mediante la resolución del Ministerio de Economía
58/2008 se dictó el decaimiento de todos los beneficios promocionales de Olivares Cruz
del Eje SA, es decir la empresa promovida.
...cabe recordar, que por intermedio del art. 43 de la ley 25.401 se creó un Régimen
Optativo de Cancelación Anticipada, parcial y/o total de las obligaciones fiscales
diferidas al amparo de las disposiciones de las leyes 21.608, 22.021, 22.702 y 22.973,
sus modificaciones y normas reglamentarias y complementarias, y por el término de su
vigencia, disponiéndose asimismo, en el tercer párrafo que "...para el caso de producirse
el decaimiento de los beneficios de la empresa promocionada, la cancelación anticipada
prevista en el primer párrafo no exime al inversor vigente de los efectos que sobre los
diferimientos efectuados pudiera producir dicho decaimiento...".
Que por tanto, teniendo en cuenta la normativa aplicable al caso de autos —reseñada
en el consid. V— el Tribunal encuentra ajustado a derecho el acto administrativo
impugnado en punto a que la declaración de caducidad de los beneficios impositivos
provoca la percepción de las sumas no ingresadas con motivo de la promoción
acordada, extremo que —con arreglo al procedimiento instituido en el art. 143 de la ley
11.683— comprende la intimación de los montos adeudados por los inversionistas con
más los intereses resarcitorios correspondientes, del que se podrá detraer la suma
ingresada con motivo del acogimiento al Régimen Optativo de Cancelación Anticipada
atento que la normativa en vigor es clara y conteste en afirmar que no libera al inversor,
respecto de los diferimientos involucrados, de los efectos jurídicos derivados del
decaimiento de los beneficios acordados a la empresa promovida —art. 43 de la ley
25.401—, por lo que corresponde sin más el rechazo de la demanda.
Resuelvo:
2º) Imponiendo las costas a la parte actora que resultó vencida en el presente juicio
(conf. art. 68 del Código Procesal).
Que, por sentencia de fs. 103/109 vta., la señora jueza de la instancia anterior
rechazó la demanda mediante la cual la firma Londrina SA solicitó al Fisco Nacional que
dejara sin efecto la res. 155/2010 (DI RPAL), dictada el 12 de julio de 2010 por la
Dirección Regional Palermo de la AFIP-DGI, que había rechazado el recurso de
apelación interpuesto por la accionante contra la intimación de Ingreso de Diferimientos
Impositivos por el Impuesto a las Ganancias de 1999. Impuso las costas a la actora
vencida.
Para así decidir, señaló que la referida resolución había ratificado el acto
administrativo emitido el 3 de noviembre de 2009, en virtud del cual ¿con motivo del
decaimiento de los beneficios promocionales de la empresa Olivares Cruz del Eje SA¿
se había intimado a la firma actora a que abonara $1.470.330, en concepto de diferencia
de saldo de la declaración jurada del impuesto a las ganancias por el período fiscal
1999, con más los intereses resarcitorios hasta la fecha de su efectivo pago. Agregó
que la suma intimada surgía de descontar del monto original ($2.046.389) el pago
efectuado el 25 de marzo de 2002, en concepto de cancelación anticipada ($576.059).
Así las cosas, y en sintonía con lo resuelto por la Corte Suprema in re "Carlos
Pascolini SACIFICA" (Fallos: 314:1088), concluyó que el acto administrativo impugnado
por la actora se encontraba ajustado a derecho, toda vez que la declaración de
caducidad de los beneficios impositivos provocaba la percepción de las sumas no
ingresadas con motivo de la promoción acordada. Ello así, ya que la normativa era clara
en establecer que, ante el decaimiento de los beneficios de las empresas
promocionadas, la cancelación anticipada no eximía al inversor vigente de los efectos
sobre los diferimientos realizados.
Considerandos de la Cámara
Sentado ello, surge con claridad que el pago efectuado en concepto de cancelación
anticipada de ninguna manera dispensa del cumplimiento de las obligaciones que
atañen al régimen promocional. Ello quiere decir que tampoco ese pago podría importar
una consolidación del beneficio al margen de propio régimen promocional del cual
deriva, a punto tal de resguardar a la obligación impositiva así abonada de las
consecuencias del decaimiento de la promoción.
RESUELVEN:
Que, por todo lo expuesto y de conformidad con lo resuelto por esta Cámara en el
precedente "Londrina SA c. EN - AFIP-DGI - Res. 83/2009 (RPAL) s/Dirección General
Impositiva", sentencia del 27 de noviembre de 2012, y por la Corte federal en la causa
"Carlos Pascolini" (Fallos 314:1088), corresponde rechazar el recurso intentado por la
parte actora y confirmar el pronunciamiento apelado, con costas, debido a la ausencia
de motivo alguno para apartarse del principio general objetivo de la derrota.
25 de marzo de 2015.
Que contra lo así decidido Londrina SA dedujo recurso ordinario de apelación (fs.
145/146 vta.) que fue bien concedido por el a quo, en cuanto se dirige contra una
sentencia definitiva, en una causa en que la Nación es parte, y el valor disputado en
último término, sin sus accesorios, supera el mínimo establecido por el art. 24, inc. 6º,
ap. a, del dec.-ley 1285/1958 y la res. 1360/1991 de esta Corte, vigente en la fecha en
que fue notificada la decisión apelada. El memorial de agravios obra a fs. 151/162 y su
contestación por la AFIP.
Que al respecto cabe puntualizar, tal como señaló este Tribunal al decidir la causa
CSJ 214/2013 (49-L)/CS1 "Londrina SA c. EN - AFIP-DGI - res. 83/2009 (RPAL)
s/Dirección General Impositiva", sentencia del 6 de mayo de 2014, "los agravios que la
actora sustenta en la expresión 'inversor vigente' —contenida en el art. 43 de la ley
25.401— no resultan aptos para desvirtuar 10 decidido por la cámara puesto que la
lectura integral del citado artículo en cuanto dispone que '...para el caso de producirse
el decaimiento de los beneficios de la empresa promocionada, la cancelación anticipada
prevista en el primer párrafo no exime al inversor vigente de los efectos que sobre los
diferimientos efectuados pudiera producir dicho decaimiento', abona la conclusión a la
que se llega en la sentencia".
Causa: FRIGORÍFICO MÁXIMO PAZ SACIFA C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III,
27/2/1997
Si bien es cierto que los actos administrativos recurridos no tienen por fin establecer
la materia gravada apreciando la configuración del hecho imponible —se intimaron
importes cuyo pago se había diferido por el régimen promocional de la ley 21.608 y se
fundaron en haber quedado sin efecto los beneficios por la desvinculación que hizo la
recurrente en virtud del dec. 2054/1992—; ni se ha seguido el procedimiento
determinado por la ley de rito para obtener aquél objeto, no es menos cierto que la
calidad de deudor de la accionante, así como la intimación que se le practicó no resulta
de una conducta declaratoria propia sino por normas sobrevinientes a su acogimiento
en su carácter de inversora al régimen promocional de la ley 21.608. En efecto, al ser
las disposiciones que aplican los actos recurridos posteriores a su acogimiento, implican
modificar la situación jurídica en que se había colocado la actora, de modo que no puede
ser equiparada dicha controversia, a una en que se debate exclusivamente la modalidad
de pago de los gravámenes ya antes declarados. Está en juego la causa misma por la
que dicho pago resulta exigible, con lo que los actos en recurso asumen efectos del todo
semejantes a los de una determinación de tributos prevista por los arts. 141 y 147 de
la ley 11.683.
Causa: ASTILLERO CHAME SA S/DENUNCIA - CFed. San Martín, sala II, 11/3/1997
Si la DGI ante una consulta respondió que los trabajos de mantenimiento, limpieza y
reparación de un grupo electrógeno componente de la planta motriz de una embarcación
se encontraba exenta del IVA dada la expresa exclusión contenida en la ley 23.349 no
corresponde el delito de aprovechamiento indebido de beneficios fiscales mediante su
falaz adscripción al beneficio de exención del IVA por el pretendido acogimiento al
régimen de promoción de la ley 19.831 y al dec. 254/1985 —franquicias impositivas para
la industria naval—. Se confunde la desgravación porcentual impositiva contenida en el
régimen general de promoción de la industria naval (ley 19.831,art. 2º, inc. a), con la
específica exención del IVA que se mantuvo para la reparación de embarcaciones hasta
su derogación por la ley 23.871. Si bien el encartado debió haberse inscripto como
responsable no alcanzado por el impuesto igualmente sería inculpable por haber
padecido un error de prohibición invencible que recae en una causa de justificación,
máxime teniendo en cuenta la aludida consulta evacuada por el organismo recaudador.
Causa: PHILIPS ARG. DE LÁMPARAS ELECT. Y RADIO SA C. DGI - CNFed. Cont. Adm.,
sala IV, 19/3/1997
El beneficio establecido en el inc. b) del art. 9º de la ley 23.101, del que hizo uso la
actora está referido a una promoción general concedida a los exportadores de
determinados bienes y servicios y no al régimen de reembolsos y reintegros de los arts.
825 y 827 del Cód. Aduanero. Se trata de un incentivo a una actividad en su conjunto,
formando parte de medidas promocionales y como tal específicamente contemplado en
el art. 14, inc. a) punto 2) de la ley 23.549.
Si los procesados son los únicos propietarios de la firma que se pretendió beneficiar
con el fraude y a la vez controlaban totalmente a la factoría de San Luis, voluntariamente
con conocimiento de todas las circunstancias se valieron fraudulentamente de los
beneficios otorgados por el régimen de promoción industrial, son coautores penalmente
responsables del delito del art. 4º, ley 23.771.
No se discute en autos que la apelante se encuentra alcanzada por los beneficios del
régimen de promoción que instituyó la ley 22.021. Pero con relación a los años respecto
de los que la actora plantea la prescripción el ajuste relevante es aquel en que por
aplicación del coeficiente de conversión referido a la materia prima adquirida se habría
obtenido una cantidad menor de mercadería vendida a la efectivamente declarada, o
sea, que las ventas y resultados que se pretenden excluidos de la franquicia lo son como
consecuencia de una corrección en la producción de la actividad promovida y
consecuentemente que esta determinación pudo ser practicada por el Fisco en razón
de regir respecto de los resultados de la actividad promovida la prescripción decenal
que claramente establece la ley 22.021.
El impuesto sobre los débitos bancarios creado por la ley 23.549 comprende un hecho
imponible de naturaleza disímil a los beneficios consagrados en la ley 19.640, lo cual
obsta al reconocimiento extensivo a nuevos gravámenes
Causa: ETCHEGOIN, JUAN B. Y OTROS S/INF. LEY 23.771- CFed. San Martín, sala I,
26/2/1998
Causa: YPF BRIDAS - CHAUVCO - T. DEL FUEGO - UTE C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala
I, 6/8/1998
Tanto de una interpretación literal como del espíritu de la norma del art. 3º inc. a)
del dec. 1943/1974, la exención en el impuesto a las ventas instituida por el art. 3º de
la ley 19.640 pasó a ser en su impuesto sucesor —impuesto al valor agregado—
liberación del mismo, con independencia de que el objeto se hubiera encontrado exento
en el anterior Impuesto a las Ventas, atento ello no se advierten razones que permitan
sostener que a la actora no le asiste tal derecho de gozar de la liberación del IVA —y sí
la exención— desde el momento que realiza la actividad de extracción del petróleo crudo
y gas en Tierra del Fuego organizada a través de una "Unión Transitoria de Empresas".
Causa: PAPEL DE TUCUMÁN C. DIRECCIÓN GRAL. IMPOSITIVA - CNFed. Cont. Adm., sala
II, 2/3/1999
El acto apelado —por el cual se le hace saber a la recurrente que por encontrarse
vencidas las garantías provisorias oportunamente presentadas y no registrándose
constitución de garantía definitiva, de acuerdo a lo prescripto por la Res. Gral. 3879, se
ha producido la anulación del beneficio de diferimiento— no participa del carácter de
determinación de oficio que le atribuye la actora, sino que se encuentra dentro de
aquellos que se incluyen en el art. 14 de la ley 11.683 (t.o. en 1998), donde la ley
claramente expresa que para su impugnación no procede el procedimiento normado en
los arts. 16 y ss. de esa ley. En efecto, el art. 7º de la RG 3879, que se cita en el acto,
estipula que el incumplimiento de las obligaciones establecidas producirá la anulación
del beneficio de diferimiento utilizado y no cumplido y la deuda en tal concepto se
considerará de plazo vencido, determinando su falta de pago que el Organismo inicie el
cobro compulsivo de la misma, con más los accesorios correspondientes.
Según lo dispuesto en los arts. 1º del dec. 2578/1968, 4º del dec. 595/1971, 1º, 5º,
26 y 27 del dec. 4758/1973 el beneficio fiscal en el derogado impuesto a las ventas,
había sido acordado a la industria nacional dedicada a la fabricación de maquinarias y
equipos para obras públicas y viales, no encontrándose exentas las etapas
subsiguientes a la fabricación de las mismas.
Cuando las empresas alcanzadas por los beneficios instituidos por la ley
19.640 llevaran a cabo actividades en forma conjunta en el Área Aduanera Especial y
en el Territorio Continental de la Nación, por la parte atribuible a esta última jurisdicción,
tales actividades quedarán marginadas de lo dispuesto en el inc. a) del art. 4º de la
mencionada ley, y por ende sujetas al impuesto a las ganancias. Atento ello la ganancia
sujeta al impuesto surgirá en función del precio de venta en el continente y en virtud de
ello, el resultado se generará a partir de la diferencia existente entre ese precio y el valor
de salida del Área Aduanera Especial, según lo dispuesto por la Instrucción General
8/1994 de la DGI
Causa: ORBIS MERTIG SAN LUIS SAIC S/APELACIÓN DÉBITOS BANCARIOS - TFN,
1/10/1999
El "saldo técnico", no puede disponerse libremente, aun en los casos en los que
existan operaciones con empresas beneficiadas con regímenes de promoción y
amparadas por el dec. 220/1987. Ello así al no poder determinarse el crédito fiscal IVA
atribuible a las operaciones alcanzadas con la dispensa del decreto antes mencionado
debió aplicarse el prorrateo del citado crédito entre los montos de ventas gravadas, no
gravadas y exentas.
Si las obras y servicios pactados por las empresas petroleras, por los sujetos a que
se refiere el inc. b) del art. 7ºde la ley 22.465, coadyuvan directamente a las actividades
de exploración, extracción o explotación del petróleo, la ganancia que originen se
encuentra comprendida en la exclusión mencionada por dicho artículo, cualquiera sea
el lugar en que aquellos se realicen, no correspondiéndoles tampoco beneficio alguno
respecto del impuesto sobre los capitales.
Las dos condiciones que establece el art. 3º inc. e) del dec. 1943/1974, son de
carácter objetivo, para la aplicación de una exención también de carácter objetivo, que
se traduce en la liberación del ingreso a que hace referencia el primer párrafo in
fine del art. 16 de la ley 20.631 o como lo establece el inc. a) del artículo citado en primer
término, en la recuperación del crédito fiscal que a las importaciones corresponda. Se
trata de un tratamiento preferencial otorgado a importaciones de bienes que revisten
determinadas características, condiciones y destino de aplicación, y por lo tanto no lo
es respecto a los sujetos titulares de un beneficio promocional, esto es, no reviste el
carácter de una exención subjetiva.
El acto apelado no reúne naturaleza determinativa por cuanto el mismo no hace lugar
al diferimiento impositivo realizado por la apelante intimándosele el impuesto
consecuente, razón por la cual el tribunal Fiscal no resulta competente para entender
en la apelación del acto cuestionado.
La inscripción ante el registro público del acto societario por el cual se legitiman los
aportes efectuados, no obsta a la eficacia de los derechos y obligaciones contraídos por
las partes, y por ende, cabe considerarla una exigencia formal no esencial, que es
susceptible de ser cumplida con posterioridad al plazo fijado para tales efectos, al no
encontrarse previsto en la ley 21.771 que la falta de cumplimiento oportuno de dicho
requisito origina la caducidad de las prerrogativas propuestas.
Causa: METALÚRGICA PUNTANA SA C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II, 16/11/2000
La suspensión de la exención del impuesto a las ganancias prevista por la ley 23.697
de emergencia económica se aplica a la actividad teatral, dado que el único supuesto
en que la suspensión no le sería aplicable está contemplado en el inc. k) del art. 2º
del dec. 824/1989, esto es que la exención del tributo estuviera prevista en la ley del
impuesto, y esto no es así, desde que tal liberalidad respecto de la mencionada actividad
se estableció por una norma especial, el dec. 1251/1958.
TÍTULO II
CAPÍTULO I - DE LA ORGANIZACIÓN Y COMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES FISCALES Y
ACTUACIÓN ANTE ELLOS. TERESA GÓMEZ
ART. 144 — El Tribunal Fiscal de la Nación creado por la ley 15.265 entenderá
en los recursos que se interpongan con relación a los tributos y sanciones que
aplicare la Dirección General Impositiva dependiente de la Administración Federal
de Ingresos Públicos en ejercicio de los poderes fiscales que le acuerda el Título I
de la presente ley y en recurso de amparo establecido en este Título. Asimismo
tendrá la competencia establecida en el art. 4º del dec.-ley 6692/1963—en la forma
y condiciones establecidas en los arts. 5º a 9º de dicho dec.-ley— en los recursos
que se interpongan con relación a los derechos, gravámenes, accesorios y
sanciones que aplique la Dirección General de Aduanas dependiente de la
Administración Federal de Ingresos Públicos en ejercicio de los poderes fiscales
que le son propios, excepto en los que corresponden a las causas de contrabando.
1. CONSIDERACIONES GENERALES(1)
Vale aclarar que el delito de contrabando, excluido de la competencia del TFN, está
a cargo de la justicia en lo Penal Económico, en la Capital Federal, y de la justicia federal
en el resto del país.
"El Tribunal Fiscal de la Nación fue creado por la ley 15.265 del año 1960, ley que fue
redacta por cuatro importantísimos juristas: Carlos María Giuliani Fonrouge, Jorge
Tejerina, Juan Carlos Sorondo y Juan E. Bello.
En sus orígenes estaba compuesto por 5 vocales, uno de los cuales se desempeñaba
como Presidente del organismo. Las salas eran volantes, constituyéndose ad
hoc cuando se sorteaba la causa, su trámite era oral bajo pena de nulidad, y la prueba
se tramitaba privadamente entre las partes.
"El Tribunal ha pasado por épocas buenas, mejores y peores. No se trata de un ente
abstracto, el Tribunal somos nosotros, los miembros que lo integramos, y la imagen la
damos nosotros a través de las sentencias que firmamos.
Sí existió una 'época de oro', fue cuando el organismo estaba totalmente integrado,
cuando había menor cantidad de causas y en las mismas se discutían temas más
simples. El Derecho Tributario en lugar de irse simplificando se fue complicando cada
día más. Antes, los impuestos eran más simples, y la materia aduanera también era más
sencilla que ahora. Los Vocales teníamos doble competencia (Aduanera e Impositiva),
yo pienso que la materia tributaria es una sola y quien actúa en una competencia, puede
hacerlo en la otra.
La jerarquía otorgada por la ley a los vocales del organismo —que acceden a sus
cargos luego de un riguroso concurso de antecedentes— persigue claramente
asegurarle imparcialidad. Destaco, entre ellas, su estabilidad en el cargo (sólo pueden
ser removidos previa decisión de un jurado) y el régimen de incompatibilidades y
remuneración idéntico a los de los jueces de la Cámara nacional de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo.
Por último quiero destacar que acorde con el control de legitimidad que el Tribunal
Fiscal ejerce sobre determinados actos del ente fiscal, sus pronunciamientos involucran
su potestad de anular actos irregulares de la administración, no sólo a través de la
correspondiente articulación de la excepción de nulidad, sino aun de oficio. A la vez,
puede contener un análisis centrado en la constitucionalidad de normas legales y
reglamentarias (más allá de la restricción jurisdiccional que le impone el art. 185 de la
ley) y declarar, en los casos en concreto, la ilegalidad de actos administrativos de
alcance general dictados por el organismo fiscal.
Ello habla a las claras del respeto intelectual del que goza el organismo que tengo el
honor de presidir, cuna de hoy prestigiosos profesionales de los ámbitos público y
privado. Y que motiva la constante prédica a favor de ampliar su estructura acorde con
los nuevos requerimientos y lograr su ansiada federalización, con el establecimiento de
sedes fijas en el interior de la República.
1.1.6. Designación del Dr. C.P. Juan Carlos Vicchi (2012 a 2016)
El Gobierno nacional designó al Dr. C.P. Juan Carlos Vicchi como presidente del
Tribunal Fiscal de la Nación, según decreto PEN 157, publicado en el Boletín Oficial 31
de enero de 2012, con la firma de la presidente Cristina Fernández de Kirchner; el jefe
de Gabinete, Juan Manual Abal Medina y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.
En los considerandos del decreto, se menciona que "la persona propuesta reúne las
condiciones de idoneidad que la habilitan para el desempeño de las tareas que le serán
encomendadas"(7).
Basaldúa ocupaba la vicepresidencia del organismo desde 2013, era Vocal con
competencia aduanera.
SEDE
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Nunca hemos contado con una delegación de estas características, sin embargo la
doctrina continúa augurando una inmediata materialización a fin de asegurar la pronta
justicia sin sacrificar el principio de inmediación. La constitución de salas en el interior
del país receptará la demanda constante de los litigantes. La implementación de esta
innovación fortalecerá los derechos y garantías de los contribuyentes(9).
Como vemos la reforma al artículo sub examen, establecida por la ley 27.430 (BO
29/12/2017) instaura con contundencia, tanto las delegaciones fijas como las móviles.
Se trata de establecer una secretaría letrada que va a tener a su cargo una mesa de
entradas y una oficina de notificaciones. Los pequeños contribuyentes, o los medianos
y aún los grandes, van a poder constituir domicilio en esa ciudad pudiendo presentar allí
sus escritos.
El expediente no necesita viajar más de una o dos veces durante todo el proceso. Sí
para los alegatos, siempre que la sala no prefiera constituirse en Córdoba para la
audiencia de vista de causa. En ese caso la posibilidad de establecer delegaciones
móviles contiene la facultad para que pueda tomarse la audiencia de vista de causa en
la misma sede de Córdoba. Si es necesario interrogar al testigo, se remite el expediente
y el Secretario, como está facultado para interrogar testigos, realiza el interrogatorio.
Esta sería una experiencia piloto. La idea es mucho más importante, constaría de 5
a 7 mesas de entradas, probablemente en Tucumán, Mendoza, Paraná, Bahía Blanca
y Neuquén"(10).
La ley establece que los contribuyentes y responsables podrán optar por deducir los
recursos y demandas en la Capital Federal o ante las delegaciones fijas o móviles del
país. Atento a que no se cuenta con estas delegaciones los contribuyentes que tuvieran
domicilio fiscal en el interior de la República podrán presentar los recursos ante la
dependencia de la Dirección General Impositiva o de la Administración Nacional de
Aduanas que corresponda a dicho domicilio, dentro de los términos de ley y en las
condiciones y bajo las formas que determine el reglamento del Tribunal Fiscal. Dichas
dependencias deberán girar las actuaciones dentro del término de las 48 horas, tal como
establece el dec. reglamentario 1397/1979.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente fue incorporado por el art. 227de la ley 27.430BO 29/12/2017. Vigencia:
el día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de conformidad
con lo previsto en cada uno de los títulos que la componen.
Como surge del actual texto del artículo sub examen, luego de la reforma introducida
por la ley 27.430 (BO 29/12/2018), nos encontramos ante un organismo colegiado, con
áreas perfectamente divididas.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente fue incorporado por el art. 227de la ley 27.430BO 29/12/2017. Vigencia:
el día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de conformidad
con lo previsto en cada uno de los títulos que la componen.
ART. 146 TER — El Coordinador General será designado por el Poder Ejecutivo
Nacional.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente fue incorporado por el art. 227 de la ley 27.430 BO 29/12/2017. Vigencia:
el día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de conformidad
con lo previsto en cada uno de los títulos que la componen.
Dicha reforma fue aceptada por el Diputado Laspina en nombre de toda la Comisión
y el artículo quedó redactado con la eliminación que hacía referencia a que fuera el
"Ministerio de Hacienda" quien propusiera al Coordinador General del Tribunal Fiscal de
la Nación.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente fue incorporado por el art. 227de la ley 27.430BO 29/12/2017. Vigencia:
el día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de conformidad
con lo previsto en cada uno de los títulos que la componen.
Los arts. 146 bis, 146 ter y 146 quáter brindan precisiones propias de la nueva
organización que tendrá el Tribunal Fiscal de la Nación.
Si bien el proyecto preveía que: "Se reglamentan los requisitos para la designación
de los vocales (incluyendo la designación de vocales contadores en las salas con
competencia aduanera), sus incompatibilidades, los supuestos de recusación,
excusación y el mecanismo de remoción. Se establecen además los aspectos
relacionados con la distribución de los expedientes, los casos en los cuales resulta
necesaria la convocatoria a plenario, las características del proceso y los plazos
perentorios a cumplimentar por parte del órgano jurisdiccional frente a la sustanciación
de las causas", esta conformación no fue aprobada.
CADA VOCAL SERÁ ASISTIDO EN SUS FUNCIONES POR UN SECRETARIO CON TÍTULO
DE ABOGADO O CONTADOR.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La composición de las salas del Tribunal Fiscal de la Nación tenía, en el proyecto del
Poder Ejecutivo, una integración mixta en todas sus salas (impositivas y aduaneras).
Respecto de este tema, resulta importante destacar que el ex vocal Ernesto Celdeiro
expresó que: "Una de las ideas rectoras que guiaron la creación del Tribunal Fiscal fue
la de establecer en el ordenamiento jurídico un tribunal especializado, donde la materia
de su conocimiento pueda ser analizada tanto desde el punto de vista jurídico como
económico.
No cabe duda de que el fenómeno tributario es polifacético, mucho más aún desde la
desmaterialización de la riqueza y el avance de las operaciones vía Internet. Por ello,
se ha valorado como positiva y enriquecedora la conformación mixta tanto en la
competencia impositiva como en la aduanera.
Así, se dispone que los Vocales del Tribunal Fiscal serán designados por el Poder
Ejecutivo Nacional por concurso público de oposición y antecedentes, conforme a la
normativa descripta en varios incisos que establecen, entre otras cosas, el rendimiento
de exámenes para garantizar que se seleccionen profesionales de reconocida idoneidad
para el cargo.
También se propicia que los vocales del organismo jurisdiccional puedan ser
recusados, cuando en la actualidad esa posibilidad no está contemplada en el plexo
legal. Por otra parte, se establece que el jurado de enjuiciamiento de los vocales sea
designado por un período de cinco años, en lugar del actual (un año), para otorgar mayor
celeridad a la sustanciación de las causas que se generen por las causales de remoción
contempladas en la ley (por ejemplo: atraso considerable en el dictado de sentencias,
etc.)"(15).
Al momento de conocerse el proyecto del Poder Ejecutivo que concebía que todas
las Salas de Tribunal Fiscal de la Nación tuvieran composición mixta (dos abogados y
un contador), el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la CABA daba a
conocer su opinión.
Por este motivo, no podemos más que celebrar la propuesta oficial, que restituiría
una facultad que, pese a la preparación de los profesionales de esta casa, fueron
arrebatadas en el pasado.
No hay que perder de vista que, lejos de representar un conflicto futuro con otras
profesiones, la incorporación de los graduados en Ciencias Económicas debe verse
como un paso adelante en la contribución al equilibrio que todos como sociedad le
exigimos a la Justicia.
En este punto podemos citar la visión de prestigiosos especialistas. Por caso, la del
ex Vocal del TFN Ernesto Carlos Celdeiro, quien destacó el aporte que puede realizar
los profesionales en Ciencias Económicas en la búsqueda de la Justicia. "Es indudable
que la formación de los graduados en Ciencias Económicas habilita plenamente al
ejercicio de la función de vocal aduanero, pues la búsqueda de miembros altamente
especializados en materia tributaria, asegurada a través de rigurosos concursos para su
selección, siempre debe tener por objeto la especialización del tribunal y su carácter de
magistratura técnica", sostuvo. Y añadió: "Justamente, ese trabajo interdisciplinario
(contador/abogado), permitió llevar al Tribunal Fiscal de la Nación al reconocimiento y
prestigio indiscutido que supo tener".
El experto recordó que, pese a que la Corte Suprema de Justicia zanjó hace años en
la causa Camaronera Patagónica que los derechos de importación y exportación son
tributos, "hoy no tenemos ningún tipo de incumbencia en la materia tributaria aduanera".
Bibiloni recordó un fallo donde el contribuyente basó su defensa en la vulnerabilidad de
la estabilidad fiscal, que terminó siendo rechazado por el máximo Tribunal debido a que
no se demostró el perjuicio económico. Detectar este perjuicio, según añadió, "es una
actividad muchísimo más ligada a nuestra profesión", gracias a la formación académica
que reciben los profesionales en Ciencias Económicas.
Así quedó sellada la composición de las salas del remozado Tribunal Fiscal de la
Nación, sin que los contadores tengan la posibilidad de integrar las Salas Aduaneras.
Como bien enuncia la norma el tribunal se dividirá en siete salas; cuatro tendrán
competencia en materia impositiva, integradas por dos Abogados y un Contador Público,
y las tres restantes serán integradas por tres Abogados cada una, con competencia en
materia aduanera.
Así lo expresa el art. 6º de la acordada 840/1993 en cuanto establece que las vocalías
de la sala A serán de la primera, segunda y tercera nominación; las de la sala B de la
cuarta, quinta y sexta nominación; las de la sala C de la séptima, octava y novena
nominación; las de la sala de la décima, undécima y duodécima nominación; las de la
sala E de la decimotercera, decimocuarta y decimoquinta nominación; las de la sala F
de la decimosexta, decimoséptima y decimoctava nominación; las de la sala G de la
decimonovena, vigésima y vigésimo primera nominación. Las cuatro primeras tendrán
la competencia a que se refiere el art. 159 de la ley 11.683, en su primer párrafo, y las
tres restantes la competencia establecida en el art. 1025 del Cód. Aduanero.
Las dos primeras nominaciones dentro de cada sala, en las impositivas, y las tres
nominaciones en las aduaneras, se asignarán a los Vocales abogados.
Esquemáticamente la disposición sería la siguiente:
Sala Competencia Nominación
1ª Nominación Abogado - 2ª Nominación Abogado - 3ª
A Impositiva
Nominación Contador
4ª Nominación Abogado - 5ª Nominación Abogado - 6ª
B Impositiva
Nominación Contador
7ª Nominación Abogado - 8ª Nominación Abogado - 9ª
C Impositiva
Nominación Contador
10ª Nominación Abogado - 11ª Nominación Abogado - 12ª
D Impositiva
Nominación Contador
13ª Nominación Abogado - 14ª Nominación Abogado - 15ª
E Aduanera
Nominación Abogado
16ª Nominación Abogado - 17ª Nominación Abogado - 18ª
F Aduanera
Nominación Abogado
19ª Nominación Abogado - 20ª Nominación Abogado - 21ª
G Aduanera
Nominación Abogado
Con fecha 9 de abril de 2018 se publicaron en el Boletín Oficial los decs. 280, 281,
282, 283, 284, 285, 286, 287 y 288, firmados por el Presidente Mauricio Macri y el
Ministro Nicolás Dujovne en los cuales se resuelve que, según la res. 209-E del 4 de
octubre de 2016 de la SECRETARÍA DE HACIENDA del ex MINISTERIO DE HACIENDA Y
FINANZAS PÚBLICAS se aprobó el "Reglamento para la provisión de cargos de Vocales
del TRIBUNAL FISCAL DE LA NACIÓN, con competencia impositiva o aduanera".
Que dicho Comité tuvo a su cargo: (a) evaluar los antecedentes curriculares,
profesionales y académicos de todos los candidatos (Etapa 1), (b) establecer el orden
de mérito correspondiente (Etapa 2), (c) realizar entrevistas personales con los
postulantes seleccionados (Etapa 3); y (d) proponer al Ministro de Hacienda la nómina
de postulantes para ocupar los cargos concursados.
Enuncia el artículo bajo análisis que cada Vocal será asistido en sus funciones por un
Secretario con título de Abogado o Contador. Es el art. 4º de la acordada 840/1993 quien
establece las facultades y funciones previstas para el Secretario. Ello así, observamos
que los Secretarios Generales podrán efectuar emplazamientos, citaciones y
notificaciones, otorgar vistas y conferir traslados, firmar resoluciones de trámite, suscribir
certificaciones, oficios, testimonios y constancias de deuda. Asimismo, estarán
facultados para devolver escritos presentados fuera de término o sin copias.
Por su parte, los Secretarios de Vocalía podrán suscribir los oficios, cédulas,
certificados y testimonios que ordene el vocal y deberán preparar los formularios de
control de vencimientos y llevar agenda de audiencias.
4) Firmar, sin perjuicio de las facultades que se confieren al oficial primero o jefe de
despacho, las providencias de mero trámite.
Ahora bien, el art. 150 de la ley 11.683 (texto anterior), disponía, específicamente,
que "Los miembros del Tribunal Fiscal de la Nación no serán recusables...", con lo cual
la reforma establecida por la ley 27.430 (BO 29/12/2017) da un giro de 180 grados al
establecer que los Vocales podrán ser recusados, o podrán excusarse, o gozar de
vacancia licencia o tener impedimentos.
Ello así, entendemos que la reforma introducida por la ley 27.430 armoniza los textos
y el tratamiento a imponer en la esfera administrativa.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente texto es incorporado por art. 227 de la ley 27.430 (BO 29/12/2017). Su
vigencia es el día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de
conformidad con lo previsto en cada uno de los títulos que la componen.
El Presidente será elegido entre los Vocales del propio tribunal, por ende podrá ser
Contador o Abogado con competencia impositiva o aduanera.
2. REEMPLAZO DE VOCALES
ART. 147 — . Los vocales del Tribunal Fiscal de la Nación serán designados por
el Poder Ejecutivo nacional, previo concurso público de oposición y antecedentes,
y conforme a la reglamentación que al respecto se establezca, sujeta a las
siguientes condiciones:
D) LAS BASES DE LA PRUEBA DE OPOSICIÓN SERÁN LAS MISMAS PARA TODOS LOS
POSTULANTES. LA PRUEBA DE OPOSICIÓN SERÁ ESCRITA Y DEBERÁ VERSAR SOBRE
TEMAS DIRECTAMENTE VINCULADOS A COMPETENCIA DE LA VOCALÍA QUE SE PRETENDA
CUBRIR. POR ELLA, SE EVALUARÁ TANTO LA FORMACIÓN TEÓRICA COMO LA PRÁCTICA.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Hasta la modificación antes citada los Vocales eran designados previo concurso
público de antecedentes.
El art. 146 menciona como requisitos el ser Abogado o Contador Público, tener 30 o
más años de edad y cuatro o más años en el ejercicio profesional.
La ultima designación fue según decreto (PEN) 391/2011 (BO 7/4/2011) siendo
presidente Cristina Kirchner, y firmado conjuntamente con el jefe de Gabinete, Aníbal
Fernández, y el, entonces, ministro de Economía, Amado Boudou. Dicho Decreto
designó a los vocales José Luis Pérez, Edith Gómez, Armando Magallón, Pablo
Garbarino, Christian González Palazzo y Horacio Joaquín Segura.
El Comité de Selección asignó puntajes a los antecedentes de cada uno de los 162
postulantes que se presentaron al Concurso de Antecedentes para la Cobertura de
Cargos de Vocal del Tribunal Fiscal de la Nación, 44 del concurso para vocal con
competencia aduanera, 65 del concurso para vocal abogado con competencia
impositiva, y 53 del concurso para vocal contador con competencia impositiva.
ART. 148 — Los vocales del Tribunal Fiscal de la Nación sólo podrán ser
removidos previa decisión de un jurado presidido por el Procurador del Tesoro de
la Nación e integrado por cuatro (4) miembros abogados, nombrados por un plazo
de cinco (5) años por el Poder Ejecutivo nacional.
AL MENOS SEIS (6) MESES ANTES DEL VENCIMIENTO DE CADA MANDATO O DENTRO
DE LOS QUINCE (15) DÍAS DE PRODUCIRSE UNA VACANCIA POR OTRA CAUSAL, EL
COLEGIO PÚBLICO DE ABOGADOS DE LA CAPITAL FEDERAL PROPONDRÁ UNA LISTA DE
TRES (3) CANDIDATOS POR CADA VACANTE EN EL JURADO. LOS POSTULANTES DEBERÁN
TENER MÁS DE DIEZ (10) AÑOS DE EJERCICIO EN LA PROFESIÓN Y ACREDITAR IDONEIDAD
Y COMPETENCIA EN MATERIA TRIBUTARIA O ADUANERA. EL PODER EJECUTIVO
NACIONAL ELEGIRÁ A LOS MIEMBROS DEL JURADO DE ESA LISTA. EN CASO DE NO EXISTIR
PROPUESTA, NOMBRARÁ A PROFESIONALES IDÓNEOS QUE CUMPLAN CON ESOS
REQUISITOS.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La reforma establecida por la ley 27.430 (BO 29/12/2017) al presente texto sólo
modifica el procedimiento de designación y permanencia de los profesionales que
integren el jurado de enjuiciamiento sobre una posible remoción de los Vocales del
Tribunal Fiscal de la Nación.
Es la propia letra del texto sub examen donde se establecen las posibles causales de
remoción de los Vocales, a saber:
Supuestos de
Descripción
remoción
Mal desempeño de sus Igual supuesto que para el Poder Judicial (negligencia en
funciones. general).
Desorden de conducta. Igual supuesto que para el Poder Judicial (p.ej. enfermedad).
Los plazos para dictar sentencia se encuentran previstos por
el art. 188 de la Ley de Rito Fiscal. Si los incumplimientos se
Negligencia reiterada
reiteraran en más de 10 oportunidades, o en más de 5
que dilate la
producidas en un año, el Presidente deberá formular la
sustanciación de los
acusación a que se refiere el primer párrafo del artículo sub
procesos.
examen, con relación a los vocales responsables de dichos
incumplimientos.
Comisión de delitos
Igual supuesto que para el Poder Judicial (delitos contra la
cuyas penas afecten su
Administración Pública, la Fe Pública, etc.).
buen nombre y honor.
Igual supuesto que para el Poder Judicial (falta de
idoneidad).
Ineptitud.
de idoneidad)
Violación de las normas
Ver detalle en el art. 149 de la ley 11.683.
sobre incompatibilidad.
Ahora, según la modificación establecida por la ley 27.430 (BO 29/12/2017) al art.
146 quinquies, los Vocales son recusables, debiendo además excusarse de intervenir
en los casos previstos en el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación(ver art. 30,
con remisión al art. 17 del Cód. Proc. Civ. y Com.).
Vista la inamovilidad en sus cargos, los Vocales para ser removidos deberán serlo a
través de un "jury" de enjuiciamiento. El mismo se formará para juzgar el
comportamiento cuando existiere una acusación:
- del Poder Ejecutivo Nacional (jury obligatorio);
- o por propia decisión del jurado si la acusación tuviera otro origen, p.ej. provenir de
un patrocinante, o del propio Colegio de Abogados (jury facultativo).
El jurado garantizará el pleno ejercicio del derecho de defensa y, como bien señala
la norma, estará presidido por el Procurador del Tesoro de la Nación e integrado por
cuatro abogados que acrediten 10 años en el ejercicio en la profesión, designados
anualmente por el Poder Ejecutivo Nacional a propuesta del Colegio Público de
Abogados de la Capital Federal.
No dudamos que el "jury de enjuiciamiento" previsto por la Ley de Rito Fiscal para los
Vocales del TFN está pensado con idéntica línea de seriedad que el juicio político
previsto para los jueces del Poder Judicial. Instituto, este último, cuyo objetivo principal
es resolver la conveniencia u oportunidad de que un magistrado continúe en su cargo o
sea removido, razón por la cual las causales de remoción deben valorarse en relación
al contexto del desempeño funcional que surja del análisis de las causas y testimonios
brindados(19).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La norma pretende separar a los integrantes del tribunal de cualquier situación que,
de alguna manera, restrinja, coarte o limite su poder decisorio ajustado a la búsqueda
de la verdad real.
ART. 150 — Los vocales del Tribunal Fiscal de la Nación podrán ser recusados
y deberán excusarse de intervenir en los casos previstos en el Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, supuesto en el cual serán sustituidos por los vocales
restantes en la forma establecida en el cuarto artículo sin número incorporado a
continuación del art. 146 de esta ley, si la recusación o excusación fuera aceptada
por el Presidente o Vicepresidente, si se excusara el primero
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Según la reforma establecida por la ley 27.430 (BO 29/12/2017) los Vocales ahora
son recusables (cfr. art. 146quinquies).
Entiéndase por recusación la facultad que la ley concede a las partes en un juicio
civil, penal o laboral, para reclamar que un juez, o uno o varios miembros de un tribunal
colegiado, se aparten del conocimiento de un determinado asunto, por considerar que
tienen interés en el mismo o que lo han prejuzgado. En ciertos casos, la recusación
puede hacerse sin expresar la causa; pero lo corrientes es que se haga alegando que
el recusado se encuentra comprendido en alguna de las causas que, taxativamente
enumeran los Códigos Procesales. Si el motivo de la recusación no se acepta por el
recusado, quien lo haya promovido estará obligado a probarlo(20).
El art. 30 del Cód. Proc. Civ. y Com. establece que todo juez que se hallare
comprendido en alguna causal de recusación, de las mencionadas en el art. 17 del
mismo ordenamiento, deberá excusarse. Asimismo, podrá hacerlo cuando existan otras
causas, fundadas en motivos graves de decoro o delicadeza, que le impongan
abstenerse de conocer en el juicio.
Si bien el Cód. Proc. Civ. y Com., no impone la exigencia de una explicación detallada
de los hechos o antecedentes que motivan la excusación del magistrado, es necesaria
una mínima expresión de la causa o la individualización de los sentimientos y
motivaciones graves de decoro o delicadeza que lo llevan a excusarse, pues debe
tenerse la certeza de que no media en el juez un exceso de susceptibilidad que lo
conduce a separarse del proceso, privando a las partes del juez natural de la causa(22).
Las causales de recusación previstas en el art. 17 del Cód. Proc. Civ. y Com. y que
deberán ser considerados por el Vocal para promover su excusación son las siguientes:
2) tener el juez o sus consanguíneos o afines dentro del grado expresado en el inciso
anterior, interés en el pleito o en otro semejante, o sociedad o comunidad con
alguno de los litigantes, procuradores o abogados, salvo que la sociedad fuese
anónima;
4) ser el juez acreedor, deudor o fiador de alguna de las partes, con excepción de los
bancos oficiales;
6) ser o haber sido el juez denunciado por el recusante en los términos de la ley de
enjuiciamiento de magistrados, siempre que la Corte Suprema hubiere dispuesto
dar curso a la denuncia;
7) haber sido el juez defensor de alguno de los litigantes o emitido opinión o dictamen
o dado recomendaciones acerca del pleito, antes o después de comenzado;
9) tener el juez con alguno de los litigantes amistad que se manifieste por gran
familiaridad o frecuencia en el trato;
10) tener contra el recusante enemistad, odio o resentimiento que se manifieste por
hechos conocidos. En ningún caso procederá la recusación por ataques u ofensas
inferidas al juez después que hubiere comenzado a conocer del asunto.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Los días martes y jueves, a última hora, y a cargo de los tres Secretarios Generales
del TFN, se realiza el sorteo público de expedientes ingresados, hecho que le permitirá
a la actora conocer el número de vocalía que actuará como preopinante en la causa y,
por ende, la sala que dictará la resolución final(23).
El tribunal tiene su período de feria coincidentemente con el Poder Judicial (feria
anual y feria chica) establecido en la Capital Federal. Teniendo en cuenta este período
de receso, y considerando que los amparos que fueron iniciados y sorteados antes del
comienzo de la feria deben ser resueltos, el art. 6º de la acordada 840/1993 establece
el procedimiento para designar al Vocal preopinante.
Las funciones del Presidente del TFN, en ambos casos, es emitir su voto, dirigir la
discusión y en caso de empate, desempatar. En los Plenarios jurisdiccionales cada vocal
debe analizar y estudiar el fondo de lo que se discute para poder votar.
Ahora, a raíz del dec. 1684/1993, se creó una especie de "Plenario previo", según el
cual cuando ingresan una cantidad suficiente de causas en las que se debate una misma
cuestión de derecho, los Vocales deben reunirse y determinar cuál es la doctrina legal
aplicable a esa cuestión. A la fecha no se ha dado esta hipótesis que resulta interesante
pues, de alguna manera, simplificaría la tarea posterior. El único inconveniente es que
la decisión debe ser tomada por unanimidad, hecho que resulta prácticamente imposible
de lograr".
Si por cualquier motivo no pudiere reunirse la mayoría de dos tercios, a los que se
refiere el quinto párrafo del artículo mencionado (necesarios para la constitución válida
del plenario), el presidente deberá devolver la causa, dentro del tercer día, para que el
juez interviniente la sentencie en los plazos de la ley. Para el cómputo del quórum y de
la decisión no se consideran en ejercicio a los Vocales que se encuentren en uso de
licencia.
ART. 152 — Todos los términos de este Título serán de días hábiles y se
suspenderán durante el período anual de feria del Tribunal Fiscal de la Nación.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La ley 11.683 fija en el art. 4º que los términos establecidos en días se computarán
únicamente los hábiles administrativos. Cuando un trámite administrativo se relacione
con actuaciones ante Organismos judiciales o el TFN, se considerarán hábiles los días
que sean tales para éstos.
Los feriados nacionales se rigen acorde a las siguientes normas: 21.329, 23.355,
24.445, 26.085 y 26.110 y los decs. 1584 y 1585/2010.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El denominado "reglamento interno" del tribunal fue publicado, en el Boletín Oficial
del 16/1/1961. Hoy rigen las acordadas 840/1993 (BO
12/1/1994); 1680/2002 y 2048/2006 (BO 28/2/2007)(26).
El Vocal que ejerza la Presidencia del tribunal podrá dictar normas complementarias
al reglamento interno, tal como lo prevé el presente texto y el art. 74 de la citada
acordada.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La redacción del hoy art. 154 es la versión remozada del anterior art. 140 (t.o. 1978),
acorde a las modificaciones que le fueron introducidas por el art. 7º, inc. e) del dec.
1684/1993.
b) Conceder licencias con goce de sueldo o sin él, en las condiciones que autoricen
las disposiciones administrativas a los miembros del Tribunal.
ART. 155 — A tales fines, su patrimonio estará constituido por todos los bienes
que le asigne el Estado Nacional y por aquellos que le sean transmitidos o adquiera
por cualquier causa jurídica. Continuará la gestión del actual Organismo,
quedándole afectados íntegramente los bienes propios o los cedidos en uso,
créditos, derechos y obligaciones. El Poder Ejecutivo Nacional queda facultado
para transferir sin cargo inmuebles que sean necesarios para el funcionamiento
del Tribunal Fiscal de la Nación.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
- Bienes transmitidos
- Bienes propios
- Créditos
- Derechos y obligaciones
ART. 156 — Los recursos del Tribunal Fiscal de la Nación provendrán de:
1. CONSIDERACIONES GENERALES
No mayores precisiones necesita el texto del presente artículo. Sí diremos que la
partida presupuestaria destinada a la infraestructura judicial beneficia, también, al TFN.
Recordemos, además, que el tribunal percibe la tasa por actuación de justicia del 2%
del monto discutido, aun cuando su producido ingresa a Rentas Generales. La
recaudación es significativa, el 31/5/1999 representó —según estadísticas oficiales—, el
76,9 % de los gastos para ese año, y superávit para el primer cuatrimestre del año
2000(29).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El artículo detalla una serie de atribuciones y responsabilidades del Vocal que ejerza
la Presidencia del tribunal. Es de destacar que no se trata de una lista taxativa ya que
el propio texto indica, in fine, que ejercerá toda otra atribución compatible con el cargo
y necesaria para las funciones del organismo.
Entendemos que dichas atribuciones son, ahora, más acordes con las funciones del
Coordinador General (cfr. art. 146 quáter).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El aspecto medular, en cuanto a la competencia del TFN, es la norma que ahora nos
encontramos analizando. En ella se describe, de forma inequívoca, la competencia
impositiva y aduanera de la que goza el tribunal, expresando claramente las limitaciones
en razón del monto y de la materia.
Según el actual texto ordenado de la ley 11.683 las multas apelables en cuestión de
monto son las que superen los $25.000.
c) Contra las resoluciones denegatorias dictadas por la AFIP DGI en reclamos por
repetición de impuestos, en caso de pago espontáneo, por un importe superior
a $25.000.
f) Contra las resoluciones que ajusten quebrantos, por un importe superior a $50.000.
g) En la resolución del recurso de amparo por mora.
Tanta precisión fue motivo del dictado del plenario "Quilt SA", del 22/4/1992, en el
cual, y al respecto del Impuesto al Valor Agregado, se decidió la incompetencia en los
supuestos en los que la determinación de oficio, por ajuste de débitos y créditos fiscales,
arroje como impuesto resultante una suma inferior a los montos mínimos que exige la ley
11.683.
Por su parte, la CNFed. Cont. Adm. en el plenario "Construcciones San Luis SA", del
30/5/1994, emitió una doctrina jurisprudencial contraria a la citada en párrafo
precedente. Los magistrados intervinientes (Damarco, Argento, Bujan, Greco, Herrera,
Mordeglia y Muñoz) consideraron que el TFN resultaba competente cuando en el acto
administrativo impugnado, si bien se determine el IVA por una suma inferior a la prevista,
la misma surja como consecuencia de haberse ajustado el débito o el crédito fiscal por
un monto superior al definido para la competencia.
- el debate sobre una intimación de anticipos u otros pagos a cuenta, el cual será
recurrido mediante el Recurso de Apelación ante el Director General previsto en
el art. 74 del dec. reglamentario 1397/1979;
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La acordada 840/1993, entre los arts. 15 al 18, brinda precisiones para la actuación
ante el TFN.
Vemos así que si bien el artículo sub examen establece la posibilidad de los
interesados de actuar personalmente, el Vocal instructor podrá ordenar que la parte sea
asistida por letrado cuando, a su juicio, la falta de patrocinio obstaculice la buena marcha
del proceso, la celeridad y el orden del procedimiento o así lo exigiere la naturaleza
jurídica de las cuestiones controvertidas o la defensa del recurrente o demandante.
1.1. Acreditación de la representación en juicio
Adviértase, que el tribunal tiene resuelto que de tratarse de una persona jurídica, si
el estatuto exceptúa de las facultades conferidas al Directorio la de ejercer la
representación en actuaciones contenciosas, deberá otorgarse mandato especial. La
presentación efectuada por el presidente y el vicepresidente de la sociedad invocando
su condición de tales, carece de eficacia procesal y no puede ser tenida en cuenta(51).
Además, es dable destacar que el art. 1924 del Cód. Civil torna válida la autorización
otorgada por los designados en el acta de directorio para representar a la empresa ante
el Tribunal Fiscal a otras personas para que los sustituyan en el mandato recibido. El
mandatario puede sustituir en otro la ejecución del mandato.
1.2. Poderes
Recordemos que aun cuando se infiera el contenido amplio del poder mediante el
cual se intenta justificar la personería, en razón del principio restrictivo que rige la
materia su interpretación debe ajustarse a lo dispuesto por el art. 1884 del Cód. Civil.
En consecuencia, si el poder especial de administración carece de facultades para
representar en juicio, su presentante carece de personería.
Por aplicación de dicha regla se han considerado válidas las ratificaciones por los
mandantes de la gestión de los mandatarios con poder insuficiente, o sin reunir las
condiciones exigidas para ejercer la representación, y la presentación efectuada por el
mandatario ratificando la gestión cumplida por los directores de una empresa.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
- aquellas personas autorizadas por haber cumplido con los requisitos del dec.
14.631/1960(55).
1.1. Representación
1.2. Patrocinio
Con acierto define Bertazza(57) que el "patrocinante" cumplirá con la función de asistir
jurídicamente a las partes en el transcurso del proceso, asesorará en el planteamiento
de las cuestiones de hecho y derecho sobre las que verse el litigio y asistirá a las partes
en la ejecución de los actos que requieren la expresión verbal como medio de
comunicación con el tribunal.
Adviértase, que el Reglamento de Procedimiento del Tribunal Fiscal de la Nación
(AA840/1993), en su art. 15establece que la representación para actuar en juicio se
acreditará:
LA RESOLUCIÓN FIRME QUE IMPONGA ESTA MULTA DEBERÁ CUMPLIRSE DENTRO DEL
TERCER DÍA, BAJO APERCIBIMIENTO DE SEGUIR LA VÍA DE EJECUCIÓN FISCAL
ESTABLECIDA EN EL CÓDIGO PROCESAL, CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN.
Las resoluciones que apliquen las sanciones a que se refiere este artículo, serán
apelables dentro de igual plazo ante la Cámara Nacional competente pero el
recurso se sustanciará dentro del término y forma previstos para la apelación de la
sentencia definitiva.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El art. 162 establece que Tribunal Fiscal de la Nación y el Vocal interviniente tendrán
facultad para aplicar sanciones a las partes y demás personas vinculadas con el
proceso, en caso de desobediencia, o cuando no presten la adecuada colaboración para
el rápido y eficaz desarrollo del proceso.
Las resoluciones que apliquen las sanciones a que se refiere este artículo resultan
apelables dentro de los tres días ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo Federal. El recurso se deducirá por escrito y se sustanciará
acorde a las previsiones contenidas en los arts. 192; 194 y 195 de la Ley de Rito Fiscal
que regula la apelación de sentencias definitivas emanadas del tribunal. Es el propio
TFN quien actuará como mesa de entradas de la apelación respectiva, debiendo
expresarse agravios en los 15 días posteriores a la interposición del recurso.
ART. 163 — El proceso será escrito, sin perjuicio de la facultad de los Vocales
para llamar a audiencia durante el término de prueba cuando así se estime
necesario. En este caso la intervención personal del Vocal o su Secretario deberá
cumplirse bajo pena de nulidad, sin posibilidad de confirmación. La nulidad podrá
ser invocada por cualesquiera de las partes, en cualquier estado del proceso.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Según veremos al analizar el art. 166, el proceso es escrito y el recurso, por ende,
deberá presentarse por escrito (impositivo y aduanero), estando sus requisitos
contenidos en los arts. 19 y 20 del Reglamento de Procedimientos del TFN.
Deseo destacar que el sistema escrito fue introducido para acelerar los trámites
produciendo el efecto contrario".
Esta audiencia permite un único plazo de suspensión, por causas atinentes al propio
tribunal, que deberá fijar una nueva fecha para dentro de los treinta (30) días posteriores
a la primera. Las precisiones al respecto del alegato oral se encuentran definidas en
los arts. 52 al 58 del RPTFN.
Concurrirán las partes y sus representantes, los peritos que hubieren dictaminado,
los testigos que hubieren declarado en la instrucción y las demás personas que el vocal
instructor o la sala dispusieren o autorizaren.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Además, destacamos que el propio Cód. Proc. Civ. y Com. establece en sus arts.
36 y 479, con remisión al 475, que el juez o tribunal interviniente podrán ordenar, de
oficio o a pedido de parte, todas las diligencias necesarias para esclarecer la verdad de
los hechos controvertidos, respetando el derecho de defensa de las partes.
Como apreciamos, los jueces que intervienen en procesos regidos por el principio
dispositivo y regulados por el Cód. Proc. Civ. y Com., también buscan la verdad material
y, también, gozan de la facultad de solicitar de oficiomedidas para esclarecer el motivo
litigioso. Sin embargo ello no transforma a los procesos en inquisitivos.
Por fin y por último, tan lejos estamos de considerar al procedimiento ejercitado ante
el TFN como un procedimiento inquisitivo, que esa facultad de probar más allá de lo
alegado por la parte tiene límites precisos. Y uno de esos límites está en que no puede
desviarse hacia cuestiones no sometidas a su resolución.
Al respecto, en reciente fallo, la CNFed. Cont. Adm. impuso límites al accionar del
TFN sentenciando que: "...al recurrir ante el TFN la actora impugnó el criterio fiscal,
únicamente, en el aspecto relativo al ajuste efectuado a sus declaraciones juradas
respecto de los honorarios de directores y síndicos. En tales condiciones, al haber
revocado íntegramente la resolución administrativa apelada, ese organismo abarcó en
su pronunciamiento cuestiones que no fueron sometidas a su decisión, excediendo de
ese modo su competencia"(62).
La anterior conformación de la sala A, integrada en su momento por los Drs. Buitrago,
Bosco y Celdeiro consideraban, y así lo han resuelto, que el procedimiento ante el
tribunal es: "un proceso inquisitivo atenuado", bien que con prevalencia del oficioso—
, en donde el Tribunal posee amplias facultades para arribar a la verdad material de los
hechos independientemente de lo alegado por las partes y, en general, por el relevante
papel que ese plexo normativo le acuerda como director de un proceso que persigue la
plena realización de un mandato legal, sustentado en la comprobación del hecho
imponible y sus proyecciones"(63). Sin embargo, según los vocales este tipo de
procedimiento "...no obsta al principio de que la carga de la prueba es correlativa a la
carga de la proposición de los hechos, por ello ante el desinterés de la actora en la
producción de la prueba ordenada y por ella ofrecida, queda incólume la pretensión del
Fisco, en cuanto a que se encuentra gravado con el impuesto a las ganancias el
provecho obtenido de la transferencia de créditos fiscales que luego fueron
impugnados"(64).
2.1. Desistimiento
Aclara el citado texto que cuando el desistimiento es de ambas partes, el juez, sin
más trámite, declarará extinguido el proceso y ordenará el archivo de la causa.
2.2. Allanamiento
Tiene dicho la CS que la norma del art. 164 de la ley 11.683 que regula la conclusión
del proceso ante el Tribunal Fiscal de la Nación por un modo anormal —a raíz de
allanamientos o desistimientos—, nada establece respecto de las costas, por tanto, tal
supuesto queda regido por el Código Procesal, de aplicación supletoria en los procesos
ante aquel tribunal, conforme lo establecido por el art. 197 de la citada ley(67).
Es cierto que la ley 11.683 otorga amplias facultades para establecer la verdad de los
hechos y resolver el caso independientemente de lo alegado por las partes (derivación
del principio de legalidad por el que el juez tributario debe indagar la existencia y
verdadera medida del hecho imponible y subsumirlo en la norma adecuada para que el
mandato del legislador se cumpla en la justa y exacta medida); sin embargo, esta
facultad posee ciertas limitaciones.
Así, por consistir el contencioso tributario que se desarrolla por ante este Tribunal en
una instancia jurisdiccional subsiguiente o a posteriori, los alcances de la sentencia se
encuentran necesariamente condicionados por el contenido del acto administrativo
precedente, y no puede en ella emitirse pronunciamiento sino sobre el objeto o los
aspectos que han sido motivo de agravio, más allá de la potestad de este organismo de
no convalidar ineficiencias intrínsecas de un acto administrativo (ver doctrina de la
sala, in re "Tibsa SA", 7/11/2001 y "Transporte El Dorado SA", 22/10/2002).
Ello así, la jurisdicción queda circunscripta, por un lado, al marco configurado por los
ajustes que efectúa la administración y, por otro, por el alcance del ataque que contra
el acto administrativo se efectúa en el recurso de apelación con la antedicha salvedad.
Concebir lo contrario implicaría un exceso en la potestad jurisdiccional, lo que
conllevaría a resolver acerca de alegaciones extrañas al contenido del objeto litigioso, e
importaría un menoscabo a las garantías de los arts. 17 y 18 de la CN(68).
En los casos en que la Aduana exige el tributo con destino a la Dirección Nacional de
Vialidad en los términos de la res. 4965/1979, e intereses, el Tribunal Fiscal de la Nación
resulta competente para entender en el recurso de apelación deducido respecto de los
intereses determinados por el fisco".
El Tribunal Fiscal resulta competente en razón del monto mínimo dispuesto por
los arts. 141 y 147 de la ley 11.683 (t.o. 1978 y mod.) en casos en que en el acto
administrativo impugnado ante ese organismo jurisdiccional, se determine el impuesto
al valor agregado por una suma inferior a la allí prevista, como consecuencia de haberse
ajustado el débito —superior a dicho monto— y el crédito fiscal correspondiente.
El Tribunal Fiscal resulta competente en razón del monto mínimo dispuesto por
los arts. 141 y 147 de la ley 11.683en casos en que en el acto administrativo impugnado
ante ese organismo jurisdiccional, se determine el impuesto al valor agregado por una
suma inferior a la allí prevista, como consecuencia de haberse ajustado el débito —
superior a dicho monto— y el crédito fiscal correspondiente.
Causa: AGRO-RIOJANA DE JOJOBA SA C. ANA - CNFed. Cont. Adm., sala III, 10/3/1998
Causa: SL. SZMELC Y CIA. SACIFEI C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III, 10/3/1998
Causa: CLUB SPORTIVO BARADERO (TF 6451-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III,
12/8/1998
La interposición del recurso contra la resolución definitiva del Tribunal Fiscal cierra la
intervención que ante él autoriza la ley 11.683, en las condiciones que determina en
sus arts. 142 y 143 (t.o. 1978) (conf. esta sala, in re"Labat y Cía. SRL del 27/2/1980). El
recurso de apelación del art. 174 de la citada ley, pese a presentarlo ante el a quo, está
dirigido a este tribunal judicial y se rige, por las normas de procedimiento que ante esta
Alzada se aplican (conf. esta sala in re "Panzitta Oscar O." del 27/5/1980).
Causa: ALBAR DÍAZ DE MONTAÑES, MATILDE C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II,
7/5/1998
Es improcedente la utilización de la vía recursiva ante el Tribunal Fiscal de la Nación
en las liquidaciones de actualizaciones e intereses cuando simultáneamente no se
discuta la procedencia del gravamen (art. 78, ley 11.683), como sucede en el caso de
autos, en el que se intentan impugnar las liquidaciones practicadas por el ente
recaudador como consecuencia de la caducidad del plan de facilidades de pago de la
actora.
Causa: AUTOLATINA ARGENTINA SA (TF 7886-A) C. DGA - CNFed. Cont. Adm., sala II,
27/5/1999
Causa: ACEITERAS CHABAS SAIC (TF 15.0135-I) Y ACUM. (TF 15.038-I) C. DGI - CNFed.
Cont. Adm., sala V, 15/6/1999
El proceso ante el Tribunal Fiscal de la Nación se rige por las reglas del principio
inquisitivo y no por las del principio dispositivo, y ello es así porque en él se discuten
cuestiones vinculadas a la obligación tributaria y la potestad sancionadora de la
administración, las cuales son materia en donde priva el interés público y no el interés
privado de las partes (confr. esta sala in re "Raychem SAIC (TF 14.256-I)c. DGI" del
17/11/1997 (consid. IV).
Causa: MASTERS INTERNATIONAL SA C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II, 12/6/1997
En virtud del principio del informalismo a favor del administrado —que dispone que
deberá excusarse la inobservancia de los interesados de exigencias formales no
esenciales y que puedan ser cumplidas posteriormente— y el art. 5º de la ley
19.549, cuando un órgano administrativo —en el caso el Tribunal Fiscal de la Nación—
se declare incompetente, deberá remitir las actuaciones al que estime competente a
pesar de no haber sido requerido expresamente por la actora.
El Tribunal Fiscal resulta competente en razón del monto mínimo dispuesto por
los arts. 141 y 147 de la ley 11.683 (t.o. 1978 y modif.) en casos en que en el acto
administrativo impugnado ante ese organismo jurisdiccional, se determine el impuesto
al valor agregado por una suma inferior a la allí prevista, como consecuencia de haberse
ajustado el débito —superior a dicho monto— y el crédito fiscal correspondiente.
Causa: SEI INGENIERÍA SA C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II, 22/9/1998
Causa: WOLFSOHN NELSON (TF 17548-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II,
26/4/2001
Los actos apelados en autos por los que se comunica a la recurrente el decaimiento
del beneficio de diferimientos impositivos e intima a ingresar el capital y los intereses
resarcitorios que correspondan a la fecha del efectivo pago, correspondientes al
Impuesto a las Ganancias y al Valor Agregado de diversos períodos fiscales, son
indudablemente de naturaleza no determinativa y por lo tanto inhábiles para abrir la
competencia de este órgano jurisdiccional, por lo que cabe declarar la incompetencia de
este Tribunal.
Causa: SUCESIÓN DE GERMÁN BOLAÑO S/RECURSO DE APELACIÓN - IMPUESTO AL VALOR
AGREGADO - TFN, sala D, 16/2/2000
Atento lo resuelto por esta sala en la causa "García Mansilla, Eduardo Ramón" de
fecha 29/9/1997, el decaimiento de un régimen de facilidades de pago, constituye una
decisión del organismo recaudador que no encuadra en ninguno de los supuestos
contemplados por los arts. 141 y 147 de la ley 11.683 (t.o. 1978), como habilitantes de
su competencia, circunstancia reafirmada por el hecho de que las llamadas leyes de
moratoria no configuran sino especies del género "Medios de extinción de las
obligaciones tributarias", materia ésta reiteradamente declarada ajena a su
conocimiento (sala B, autos: "Dopchitz, Alberto" del 11/5/1990 y "Márquez, Guillermo
César" del 25/8/1992).
El ejercicio de las atribuciones que el art. 164 de la ley 11.683, t.o. 1998 acuerda al
Tribunal Fiscal de la Nación tiene como límite los hechos invocados como fundamentos
del derecho pretendido y el respeto de la reformatio in pejus, sin que se advierta, ni se
haya alegado en el caso, que lo decidido con apoyo en la prueba arrimada a la causa,
afecte los principios señalados, ni tampoco el derecho de defensa, pues el apelante tuvo
la oportunidad de ejercerlo en forma plena al ocurrir ante esta Cámara. En
consecuencia, el tribunal a quo no se apartó de los términos de la litis al resolver una
cuestión no discutida por el organismo fiscal.
TÍTULO II
1. CONSIDERACIONES GENERALES
e) Contra las resoluciones que ajusten quebrantos, por un importe superior a $50.000.
g) En la resolución del recurso de amparo por mora previsto en el art. 182 de la Ley
de Rito Fiscal.
Tanta puntillosidad fue motivo del plenario "Quilt SA" del 22/4/1992 (hoy
reemplazado) en el cual, respecto del Impuesto al Valor Agregado, se decidió la
incompetencia en los supuestos en los que la determinación de oficio, por ajuste de
débitos y créditos fiscales, arroje como impuesto resultante una suma inferior a los
montos mínimos que exige la ley 11.683.
Posteriormente, el plenario "Fimaco SA" del 4/7/2001 resuelve en forma opuesta al
citado precedentemente. Ello así, establece que "El Tribunal Fiscal resulta competente
en razón del monto mínimo dispuesto por los arts. 144 y 159 de la ley 11.683 (t.o. en
1998 y sus modificaciones) en casos en que en el acto administrativo impugnado se
determine el impuesto al valor agregado por una suma inferior a la allí prevista, como
consecuencia de haberse ajustado el débito —por un importe superior a dicho monto— y
el crédito fiscal correspondiente"(1).
"En estos casos no corresponderá, respecto de los responsables por deuda propia,
el trámite normado en los arts. 23 y ss., ley precedentemente mencionada, ni la
suspensión del procedimiento establecido en el art. 20, ley 24.769. Por el contrario, la
determinación de aquella deuda quedará ejecutoriada con la simple intimación de pago
del impuesto y sus accesorios, sin necesidad de otra substanciación. En este último
supuesto, la discusión relativa a la existencia y exigibilidad del gravamen quedará
diferida a la oportunidad de entablarse la acción de repetición (art. 7º, inc. d], párrs. 4º y
5º)".
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1.1. Temporalidad
1.2. Escrituriedad
En él se especificarán:
Estas formalidades son, sin duda, obligatorias. Tal rigorismo formal ha sido
evidenciado la propia jurisprudencia del TFN resolviendo, al respecto, que:
"Corresponde tener como no presentado el recurso de apelación interpuesto sin
observar lo previsto en el art. 20 incs. a), b), c) y d) del RPTFN, toda vez que las
intimaciones cursadas al recurrente a fin de que adecuase su presentación a lo
establecido en la mencionada normativa no fueron cumplidas"(10).
1) el monto cuestionado;
2) el nombre, domicilio real o legal, domicilio fiscal, teléfono y domicilio constituido del
recurrente que, necesariamente, deberá serlo en la Capital Federal;
La Tasa por actuaciones ante el TFN fue, originalmente, regulada por la ley 22.610
(BO 24/6/1982) que posteriormente fuera modificada por la ley 23.871 (BO
31/10/1990; art. 19, punto 1). Los textos mencionados establecían una tasa del dos por
ciento (2%) sobre el importe total cuestionado, incluidos cuando correspondan, los
intereses y actualización hasta el día de iniciación de la demanda o recurso
Con fecha del Boletín Oficial 22 de diciembre de 2004 fue promulgada la ley
25.964 que derogó los textos mencionados [modificada por la ley 26.067 BO 10/1/2006].
La tasa se reducirá al tercio cuando prosperen excepciones previas que pongan fin
al litigio, y en las causas que finalicen por desistimiento de la actora anterior a la
contestación del traslado del recurso por el fisco nacional. En estos casos, el tribunal
ordenará la devolución del excedente.
La tasa por actuaciones integrará las costas del juicio y será soportada, en definitiva,
por las partes, en la misma proporción en que dichas costas deban ser satisfechas. Si
la parte que iniciare las actuaciones estuviese exenta del pago de la tasa y el fisco
nacional resultase vencido con imposición de costas, éste igualmente deberá abonar la
tasa establecida por la presente ley, calculada al valor del momento del inicio de las
actuaciones. Si las costas se hubieren impuesto en el orden causado, la parte no exenta
pagará la mitad de la tasa por actuaciones.
Desde el vencimiento del plazo a que se refiere el primer párrafo del presente artículo,
la suma adeudada en concepto de tasa por actuaciones devengará intereses
resarcitorios, a los cuales será aplicable lo dispuesto en el art. 37 de la ley 11.683, t.o.
1998 y sus modificaciones(11).
Si fuera necesario recurrir a la vía judicial para hacer efectivo el crédito en concepto
de tasa, el importe adeudado devengará intereses punitorios según lo dispuesto por
el art. 52 de la citada ley. En el caso que medie oposición fundada se podrá ordenar la
formación de incidente por separado. Ninguna de las circunstancias expuestas impedirá
la prosecución del trámite normal del juicio.
Las partes y demás personas vinculadas con el proceso que no aportaren los
elementos necesarios para la determinación de la tasa, podrán ser pasibles, mediante
resolución fundada, de sanciones disciplinarias y/o pecuniarias, según lo dispuesto por
el art. 162 de la ley 11.683, t.o. 1998 y sus modificaciones, y por el art. 1144 del Cód.
Aduanero.
Estarán exentas del pago de la tasa por actuaciones las personas que actuaren con
beneficio de litigar sin gastos. El trámite tendiente a obtener el beneficio también estará
exento de tributar. Esta exención podrá invocarse o acreditarse tanto al comienzo como
durante el trámite de las actuaciones. Si la resolución sobre el beneficio fuere
denegatoria, se pagará la tasa por actuaciones correspondientes al proceso luego de
dictarse esa resolución. Recaída la sentencia definitiva del Tribunal Fiscal de la Nación,
la parte que no gozare del beneficio, si resultare vencida con imposición de costas
deberá abonar la tasa establecida por la presente ley en su totalidad. En el supuesto de
litigantes concursados civil o comercialmente, la tasa por actuaciones que corresponda
a dicha parte podrá ser reducida hasta en un cincuenta por ciento (50%).
Los datos mínimos que debe contener el tique son los siguientes:
— Fecha de pago.
— Terminal.
— Número de transacción.
— Importe pagado.
Se completarán los campos solicitados por las sucesivas pantallas a fin de cubrir los
datos contenidos en el formulario de declaración jurada nro. 294/B (Nuevo Modelo), lo
cual permitirá generar el volante electrónico de pago (VEP) con el importe a cancelar.
El volante electrónico de pago (VEP), en estado "Pagado", conteniendo los datos del
formulario de declaración jurada nro. 294/B (Nuevo Modelo) y del pago efectuado, queda
comprendido en los alcances del art. 15 de la ley 11.683, t.o. 1998 y sus modificaciones,
por lo que reviste el carácter de declaración jurada. Las omisiones, errores o falsedades
que en dicho instrumento se comprueben serán pasibles de las sanciones previstas en
los arts. 39, 45 y 46 de la citada ley.
El escrito del recurso deberá contener uno a uno, detalladamente, los agravios que
el contribuyente considera pertinentes de recurrir ante el TFN Nada debe darse por
sobre entendido, los agravios deben ser específicos y enunciados detalladamente.
El significado jurídico de la palabra "agravio" indica que se trata de las ofensas que
se hace a uno en la honra, fama o patrimonio. Siguiendo la línea de pensamiento de
Eduardo J. Couture(13) podríamos enunciar que los agravios tributarios representarán el
perjuicio material que una resolución de la AFIP intenta imponer a un contribuyente o
responsable.
El artículo que nos encontramos analizando también indica que, en el escrito del
recurso, el apelante deberá ofrecer la prueba y acompañar la instrumental que haga a
su derecho. Adviértase, que posteriormente no se admitirán pruebas sobre hechos que
no hayan sido invocados por las partes en sus escritos de interposición.
2.1. Limitación al ejercicio del derecho de defensa establecida por la ley 25.239
Ejemplo claro de una limitación al pleno ejercicio del derecho de defensa fue la
incorporada por el Título XV, art. 18, punto 17 de la ley 25.239. El párrafo en cuestión
dice: "No se podrá ofrecer la prueba que no hubiera sido ofrecida en el correspondiente
procedimiento ante la DGI".
Estas simples palabras limitan el basamento garantista sobre el que está sostenido
todo nuestro andamiaje jurídico. Limita, nada más ni nada menos, que el ejercicio pleno
del Debido Proceso. Principio que nuclea tres componentes:
La vigencia absoluta del Debido Proceso existe, únicamente, cuando existen sus tres
componentes. No podemos hablar de Debido Proceso si intentamos amputar uno de
sus componentes limitando el ofrecimiento de prueba a la instancia administrativa.
Advertimos que ya sea en sede administrativa (art. 1º, inc. f)ley 19.549), como en
sede judicial, el debido proceso está inserto para garantizar, nada más ni nada menos,
que el ejercicio pleno del derecho de defensa.
Nuestro desacuerdo con este párrafo nos lleva a creer que, en casos especiales,
cuando el contribuyente que no haya atinado a ofrecer la prueba ante la DGI, y la misma
sea procedente y contundente para solucionar la litis, la presente ante el TFN a fin que
los Vocales se expidan al respecto.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Se dice, y creemos que se dice bien, que el motivo principal para la creación del TFN
en 1960 fue permitirles a los contribuyentes o responsables la apelación, con efecto
suspensivo, de la resolución administrativa dictada. Esta etapa revisora, realizada por
un tribunal administrativo fuera de la órbita de la AFIP, elimina, con respecto a la parte
apelada, el criterio del solve et repete.
La regla del solve et repete constituye un "privilegio" injustificable a favor del Fisco,
en franco abandono en el derecho comparado que, incluso en el caso de la República
Argentina, se encuentra en pugna con principios garantistas y derechos de rango
constitucional(16).
La ley 27.430 (BO 29/12/2017) incorpora un segundo párrafo que, de alguna manera,
pone coto a aquellas situaciones en que sólo se acude al Tribunal Fiscal de la Nación a
"comprar tiempo". A diario observamos apelaciones improcedentes en razón del tema
discutido, con la única intención de aprovecharse del efecto suspensivo para dilatar las
acreencias fiscales.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El texto del presente artículo viene a advertir a los recurrentes que la interposición de
recursos ante el TFN, sin sustento jurídico, puede generar la aplicación de una sanción
civil, intereses resarcitorios previstos en el art. 37.
Adviértase, que la tasa de los denominados intereses resarcitorios que cobra la AFIP
fue establecida por la res. 841/2010 emitida por el Ministerio de Economía y Finanzas
Públicas de la Nación estableciéndose que a partir del primero de enero de 2011 la tasa
para calcular los intereses resarcitorios ascendería al 3% y los intereses punitorios al
4% que cobra la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Se intenta, con esta medida, evitar la interposición de causas maliciosas con fines
dilatorios que entorpezcan y retarden el cobro de las acreencias del Fisco.
ART. 169 — Dentro de los diez (10) días de recibido el expediente en la vocalía,
se dará traslado del recurso a la apelada por treinta (30) días para que lo conteste,
oponga excepciones, acompañe el expediente administrativo y ofrezca su prueba.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El artículo bajo análisis fue sustituido por la ley 25.239 que suprimió los aspectos
relativos al escrito de contestación previsto en el primer párrafo.
Por su parte, la ley 27.430 (BO 29/12/2017) a través de su art. 235, establece
modificaciones que le dan a la norma precisiones temporales. Entendemos que la
voluntad legislativa se plasma en evitar demoras injustificadas que se producen por
imprecisiones normativas e incorpora en su texto las puntualidades del decreto
reglamentario. Adviértase, que el art. 7º del RPTFN establece que dentro de los diez
días de recibido el expediente en vocalía, el vocal correrá traslado al Fisco nacional,
acompañando las copias de la presentación y de la documentación correspondiente y
notificando dicha resolución al presentante, salvo que la demanda o recurso fueran
manifiestamente ajenos a la competencia del Tribunal, en que será rechazado por
resolución fundada.
El traslado del recurso garantiza las previsiones del principio procesal de bilateralidad
o contradicción. Al decir del maestro Jorge H. Damarco el traslado se realiza para hacer
conocer a la otra parte las pretensiones o peticiones formuladas durante el proceso. Es
un acto de transmisión de una petición que puede dar lugar a oposición. Por ello, la ley
11.683 prevé que el Tribunal Fiscal de traslado de la liquidación presentada a la otra
parte, antes de emitir pronunciamiento sobre ella(22).
Las formalidades del escrito de contestación son las establecidas por los arts. 19 y
20 del RPTFN que ya analizáramos al tratar el art. 166, y a él nos remitimos. Sin
embargo, debemos agregar que estos escritos deberán presentarse con copia, con el
expediente administrativo respectivo y con toda la actuación relativa a la materia
controvertida.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Definimos "rebeldía"(25) como la posición que asume una de las partes, generalmente
aludiendo al demandado que, no obstante haber sido debidamente citado para que
comparezca o conteste la demanda, no hace ni lo uno ni lo otro. Sería el reverso de la
comparencia.
Dispone el art. 12 del RPTFN que mediando declaración de rebeldía las sucesivas
notificaciones se practicarán por nota, haciéndoselo saber al rebelde con, por lo menos,
veinticuatro horas de anticipación al primer día de la nota. Establécense como días de
nota los martes y viernes. A estos efectos las Mesas de Entradas llevaran los registros
correspondientes.
LAS EXCEPCIONES QUE PODRÁN OPONER LAS PARTES COMO DE PREVIO Y ESPECIAL
PRONUNCIAMIENTO SON LAS SIGUIENTES:
A) INCOMPETENCIA.
B) FALTA DE PERSONERÍA.
D) LITISPENDENCIA.
E) COSA JUZGADA.
F) DEFECTO LEGAL.
G) PRESCRIPCIÓN.
H) NULIDAD.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Destaca la norma que dentro de los cinco días de producida la contestación por el
organismo recaudador se dará traslado del escrito por el término de 10 días a la apelante
para que conteste las excepciones que se hubieran opuesto, y ofrezca prueba al
respecto(26).
Si bien no se menciona como una excepción, el principio del debido proceso está
ínsito en todo el procedimiento contencioso administrativo. Ello así, observamos que el
Tribunal Fiscal de la Nación garantiza dicho principio. A título de ejemplo citamos los
autos "Promadache, Ester s/recurso de apelación" en el cual la sala A resolvió que "La
resolución del Fisco por el cual se reencuadró la conducta del contribuyente en el art.
45 de la ley 11.683, cuando se había instruido sumario por los arts. 46 y 47 de la
mencionada ley, debe ser anulada, pues atento a que los argumentos de la contestación
de vista que tuvo en cuenta el ente recaudador se referían a una determinación de oficio
del Impuesto a las Ganancias y una sanción encuadrada en los arts. 46 y 47 incs. a), b)
y c) de la citada ley, el contribuyente no tuvo oportunidad de que se le corriera la vista
pertinente a los efectos de efectuar su descargo por el reencuadre de su conducta y
ofrecer prueba, afectándole así el derecho de defensa y el debido proceso adjetivo"(28).
Citando doctrina del más alto nivel destacamos, en primer lugar, el pensamiento de
Eduardo J. Couture(29) quien expresa que las excepciones son el poder jurídico de que
se halla investido el demandado, que lo habilita para oponerse a la acción promovida
contra él. Por su parte, Chiovenda(30) afirma que son un contra-derecho frente a la acción
y, precisamente por esto, un derecho de impugnación o potestativo dirigido a la
anulación de la acción.
La experimentada palabra de Pedro Pagani(32) nos ilustra acerca que las cuestiones
de previo y especial pronunciamiento tienen prueba propia, independiente, la cual, como
todas las pruebas ofrecidas en el TFN, pueden, o no, ser admitidas. Por ello, cuando se
plantean excepciones, se manifestará en el escrito la apelación "en subsidio" del fondo
de la cuestión.
- Son consideradas excepciones perentorias aquellas que ponen fin a la acción, y por
ende al proceso.
El art. 171, en forma detallada, enuncia las excepciones que podrán oponerse como
de previo y especial pronunciamiento. Ellas son: incompetencia, falta de personería,
falta de legitimación en el recurrente o la apelada, litispendencia, cosa juzgada, defecto
legal, prescripción, nulidad. En párrafos siguientes las definiremos brevemente
utilizando, a tal fin, jurisprudencia puntual.
1.3.2. Litispendencia
1.4.1. Incompetencia
Esta excepción procede cuando existe sentencia firme sobre el objeto de la litis.
Deben coexistir, para su procedencia, identidad de sujetos, identidad de causa jurídica
e identidad de objeto (regla de las tres identidades).
1.4.4. Prescripción
1.4.5. Nulidad
Debe existir un vicio que provoca la nulidad, pero además ese vicio debe provocar un
perjuicio, porque si no hay perjuicio, ningún tribunal acogerá el planteo de nulidad. Pedir
la nulidad en tal supuesto, seria solicitar la declaración de nulidad por la nulidad misma.
Si la nulidad priva de eficacia a un acto es porque el acto perjudica a alguien. Si no es
este el caso, no procede la declaración de nulidad.
Entonces, tiene que existir un vicio, debe haber un perjuicio y no debe haberse
convalidado el acto por quien plantea la nulidad. Porque si el acto cumplió su cometido
(art. 169 del Cód. Proc. Civ. y Com.), si la parte puedo ejercer su derecho de defensa
no hay perjuicio alguno. Por ello es que debe invocarse el vicio, el perjuicio y el interés
que se procura subsanar con la declaración de nulidad. En esas condiciones un acto
procesal puede ser declarado nulo(45).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En estos supuestos se dice que se está frente a una causa de "puro derecho", en la
cual las diferencias versarán sobre la interpretación de normas legales aplicadas,
específicamente, al caso bajo examen.
Por su parte, el RPTFN pocas precisiones añade al texto de la ley, ya que solo
menciona que si no se hubieran planteado excepciones y no se hubiera ofrecido prueba,
así como si se hubieran planteado excepciones de previo y especial pronunciamiento,
pero sin prueba al respecto, ni sobre el fondo de la cuestión, el vocal —de no disponer
medidas para mejor proveer— elevará de inmediato los autos a la sala.
En este estado de la causa, contra la resolución del vocal preopinante sólo procede
la interposición del recurso de reposición.
La CNFed. Cont. Adm. en autos "Castillo Carlos" resolvió, al respecto, que no procede
hacer lugar a la apertura de prueba en la alzada, respecto de la prueba pericial
denegada en la instancia del Tribunal Fiscal de la Nación, si frente a dicha resolución o
la que declaró clausurado el período probatorio, el contribuyente no interpuso el recurso
de reposición previsto en el art. 71 del Reglamento de Procedimiento que rige la
actuación de dicho Tribunal. En tal supuesto, el principio de preclusión procesal impide
que la Cámara haga lugar a lo solicitado(48).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente artículo ha sido modificado, in extenso, por el art. 238 de la ley 27.430 (BO
29/12/2017). Las modificaciones le otorgan precisión temporal al texto, siguiendo la línea
parlamentaria de evitar dilaciones en la tramitación de las causas.
"El juez, al principio, se encuentra ante una hipótesis; no sabe cómo ocurrieron
las cosas; si lo supiese, si hubiese estado presente en los hechos sobre los que
debe juzgar, no sería juez, sino testigo y si decide, precisamente, convierte la
hipótesis en tesis, adquiriendo la certeza de que ha ocurrido o no un hechos,
es decir, certificando ese hecho.
El juicio de existencia exige, pues, ante todo en el juez una actividad perceptiva:
debe aguzar la vista y el oído y estar muy atento a mirar y escuchar algo. Los
hechos que el juez mira o escucha se llaman pruebas.
ART. 173 BIS — Si hubiese prueba a producir, el vocal resolverá dentro de los
diez (10) días sobre la pertinencia y la admisibilidad de las pruebas, fijando un
término que no podrá exceder de sesenta (60) días para su producción.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Se pone en evidencia, una vez más, que el legislador intenta resguardar los plazos
de extensión de las litis que se discuten en el Tribunal Fiscal de la Nación. Por nuestra
parte estamos contestes en esa decisión.
La prueba ante el TFN es de una gran amplitud. Cuando es conducente los Vocales
aceptan: testimoniales, periciales, documentales, informativa y todo medio probatorio
que permita dar como resultado el conocimiento de la verdad material de los hechos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Para mayor grado de especificidad en el análisis del presente tópico deberá estarse
a las particularidades establecidas por RPTFN, entre los arts. 33 al 50, que regulan lo
atinente a la prueba. Los medios admitidos son la prueba documental, la prueba
de informes, la prueba testimonial y la prueba pericial.
Los arts. 33, 34 y 35 del RPTFN contienen, respecto de este tema, las siguientes
especificaciones. La prueba documental que estuviese en poder del apelante o
demandante, deberá acompañarse en el escrito de interposición del recurso o de la
demanda, con copia firmada.
Los pedidos de informes a las entidades públicas o privadas podrán ser requeridos
por los representantes de las partes. Deberán ser contestados por funcionario
autorizado, con aclaración de firma, el que deberá comparecer ante el Vocal si lo
considerara necesario, salvo que designare otro funcionario especialmente autorizado
a tal efecto.
Según el RPTFN la prueba de informes se regirá por los arts. 396, 397, 400 y 401 del
Cód. Proc. Civ. y Com. Los informes deberán versar sobre hechos concretos,
claramente individualizados, controvertidos en el proceso. No será admisible el pedido
de informes que, tienda a sustituir o ampliar otro medio de prueba(54).
El presente será analizado al desarrollar el art. 175ley 11.683.
Los testigos ofrecidos por las partes en sus escritos de interposición del recurso o
demanda y contestación, serán examinados en la sede del Tribunal ante el vocal
instructor o el secretario, debiendo permanecer en el Tribunal hasta que sean
autorizados a retirarse.
La citación de los testigos quedará a cargo del Tribunal y se practicará por cédula o
carta certificada con aviso de recepción, fijándose, en la misma, una audiencia supletoria
a efectos de que si el testigo no comparece a la primera sin causa justificada, sea traído
a la segunda por la fuerza pública.
Los testigos declararán bajo juramento y serán interrogados libremente por el vocal
instructor o el secretario. El acta será firmada, al concluir el interrogatorio de cada
testigo, por las partes y el deponente y, al concluir la audiencia, por el vocal instructor o
el secretario.
El vocal instructor designará los peritos que las partes propongan. Cuando
corresponda al vocal instructor, o a la sala, la elección del perito, le intimará la
aceptación del cargo dentro del quinto día bajo apercibimiento de reemplazo.
Si hubiese más de un perito designado para pronunciarse sobre los mismos puntos,
los designados practicarán unidos la pericia. En el caso de desacuerdo, el vocal
instructor fijará día, hora y forma en que la misma se practicará disponiendo, en su caso,
que ella se realice con la presencia del funcionario que designe el vocal.
Los peritos presentarán conjuntamente su informe dentro del plazo fijado al efecto y
será acompañado de la constancia de haberse entregado copia a las partes.
Por último, es útil recordar que la CS ha establecido que el dictamen de los peritos
tiene mayor valor probatorio que el dicho de testigos, sobre las cuestiones técnicas(55).
2. VALORACIÓN DE LA PRUEBA
Nuestro más Alto Tribunal tiene dicho que los jueces no están obligados a ponderar
una por una, exhaustivamente, todas las pruebas agregadas a la causa, sino sólo
aquellas que estimen conducentes para fundar sus conclusiones; tampoco deberán
tratar todos los temas expuestos ni analizarán los argumentos que a su juicio no sean
decisivos(56). Es decir, que inmersos en el sistema de la sana crítica consagrado en
nuestro orden jurídico, los jueces no están obligados a exponer en la sentencia la
valoración de todas las pruebas producidas, ni seguir a las partes en todas sus
argumentaciones, sino únicamente pronunciarse respecto de aquellas que estimen
conducentes y decisivas para resolver la controversia(57).
Dentro de la facultad de los jueces está, no sólo preferir unas pruebas a otras, sino
también hacer expresa mención a aquellas que han servido más decididamente a la
solución del conflicto que otras, ello no conlleva a afirmar que las otras pruebas no hayan
sido computadas.
Los jueces formarán su convicción respecto de la regla de la sana crítica. Este método
es una especie dentro del género de las libres convicciones que opera con respecto a
la evaluación de la prueba.
ART. 175 — Los pedidos de informes a las entidades públicas o privadas podrán
ser requeridos por los representantes de las partes. Deberán ser contestados por
funcionario autorizado, con aclaración de firma, el que deberá comparecer ante el
Vocal si lo considerara necesario, salvo que designare otro funcionario
especialmente autorizado a tal efecto.
La DIRECCIÓN GENERAL IMPOSITIVA y la DIRECCIÓN GENERAL DE
ADUANAS dependientes de la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS
PÚBLICOS deberán informar sobre el contenido de resoluciones o interpretaciones
aplicadas en casos similares al que motiva el informe.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Según esta norma procesal, los informes que se soliciten a las oficinas públicas,
escribanos con registro y entidades privadas deberán versar sobre hechos concretos,
claramente individualizados, controvertidos en el proceso. Procederán, únicamente,
respecto de actos o hechos que resulten de la documentación, archivo o registros del
informante. Asimismo, podrá requerirse a las oficinas públicas, la remisión de
expedientes o certificados, relacionados con el juicio.
Si vencido el plazo fijado para contestar el informe, la oficina pública o entidad privada
no lo hubiere remitido, se tendrá por desistida de esa prueba a la parte que la pidió, sin
sustanciación alguna. Es de destacar que el juez posee la facultad, dentro de los 5 días,
de reiterar el oficio.
A fin de compensar los gastos extraordinarios en que han debido incurrir las entidades
privadas para presentar el informe, en tanto no fueran parte en el proceso, podrán
solicitar una compensación que será fijada por el juez, previo traslado a las partes. En
este caso el informe deberá presentarse por duplicado. La apelación que se dedujere
contra la respectiva resolución tramitará en expediente por separado.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La Ley de Rito Fiscal, en el artículo que nos encontramos analizando, prevé dos
formas de alegato:
Cuando la sala necesite un debate más amplio, convocará para dentro de los 20 días,
a audiencia para la vista de la causa.
Esta audiencia permite un único plazo de suspensión, por causas atinentes al propio
tribunal, que deberá fijar una nueva fecha para dentro de los treinta (30) días posteriores
a la primera. "Se garantiza, primordialmente el principio de inmediación procesal, ya que
el juzgador colegiado (sala) toma contacto directo y personal con las partes y con todo
el material del proceso. Asimismo, cobran vigor efectivo las reglas de la oralidad,
publicidad, continuidad y contradicción, asegurando el método dialectico"(64).
Categóricas precisiones contienen, al respecto del alegato oral, los arts. 52 al 58 del
RPTFN. Veremos a continuación las más representativas.
Concurrirán las partes y sus representantes, los peritos que hubieren dictaminado,
los testigos que hubieren declarado en la instrucción y las demás personas que el vocal
instructor o la sala dispusieren o autorizaren.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente artículo está compuesto por 6 párrafos. Los tres primeros destinados a
las "medidas para mejor proveer" y los tres últimos destinados a la "audiencia de vista
de causa".
Esta particularidad de la que goza el TFN deja de lado las previsiones contenidas en
el art. 377 del Cód. Proc. Civ. y Com. —en cuanto dispone la carga de la prueba sobre
la parte que afirma la existencia del hecho controvertido—,por regular este tribunal
administrativo un proceso contencioso tributario de características particulares, entre las
que se destaca la búsqueda de la verdad material de los hechos motivo de la litis.
No coincidimos con esta posición pues creemos que con ella se desmerece y
menoscaba la imagen del procedimiento seguido ante el TFN. La búsqueda de la
verdad, dentro de límites jurídicos y más allá de lo alegado por las partes, no transforma
a un proceso en "inquisitivo".
Además, destacamos que el propio Cód. Proc. Civ. y Com. establece en sus arts.
36 y 479 con remisión al 475, que el juez o tribunal interviniente podrán ordenar, de
oficio o a pedido de parte, todas las diligencias necesarias para esclarecer la verdad de
los hechos controvertidos, respetando el derecho de defensa de las partes. A este efecto
podrán solicitar o realizar:
Como apreciamos, los jueces que intervienen en procesos regidos por el principio
dispositivo y regulados por el Cód. Proc. Civ. y Com., también buscan la verdad material
y, también, gozan de la facultad de solicitar de oficiomedidas para esclarecer el motivo
litigioso. Sin embargo ello no transforma a los procesos en inquisitivos.
Por fin y por último, tan lejos estamos de consideramos al procedimiento ejercitado
ante el TFN como un procedimiento inquisitivo, que esa facultad de probar más allá de
lo alegado por la parte tiene límites precisos. Y uno de esos límites está en que no puede
desviarse hacia cuestiones no sometidas a su resolución.
Al respecto, en reciente fallo, la CNFed. Cont. Adm. impuso límites al accionar del
TFN sentenciando que: "...al recurrir ante el TFN la actora impugnó el criterio fiscal,
únicamente, en el aspecto relativo al ajuste efectuado a sus declaraciones juradas
respecto de los honorarios de directores y síndicos. En tales condiciones, al haber
revocado íntegramente la resolución administrativa apelada, ese organismo abarcó en
su pronunciamiento cuestiones que no fueron sometidas a su decisión, excediendo de
ese modo su competencia"(70).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La presente norma diferencia los plazos de contestación por parte del organismo
recaudador según se trate. Veamos:
Esta posición es reafirmada por la jurisprudencia del TFN que sostiene que el cálculo
de intereses y actualización de los pagos en exceso, ingresados espontáneamente,
procede desde el reclamo administrativo... y no desde el planteo de repetición, si el Fisco
no resolvió en su oportunidad ni los reclamos ni la repetición hasta la instancia ante el
Tribunal Fiscal en donde se allanó por los montos originariamente reclamados(74).
b) En el supuesto de pago a requerimiento, los intereses comenzarán a correr desde
la fecha de interposición de la demanda directa de repetición ante el TFN, a razón del
0,50 mensual.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
ART. 181 — Transcurrido el plazo previsto en el art. 81, primer párrafo, sin que
se dicte resolución administrativa, el interesado podrá interponer recurso ante
el TRIBUNAL FISCAL DE LA NACIÓN para que éste se avoque al conocimiento del
asunto, en cuyo caso se seguirá el procedimiento establecido para la apelación;
ello sin perjuicio del derecho de optar por la demanda ante la JUSTICIA NACIONAL,
de acuerdo con lo previsto en el art. 82, inc. c).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este artículo es conocido, comúnmente, como "recurso por retardo" o "recurso por
denegatoria ficta en la repetición". Procede cuando los contribuyentes o responsables
que realizaron un pago espontáneo en exceso, entablan una acción de repetición en la
AFIP, y no obtienen, dentro de los tres meses de presentarse el reclamo, el dictado de
la resolución que lo admite o lo deniega.
No resulta ocioso destacar que en el supuesto de acudir ante el TFN por denegatoria
ficta de repetición (recurso por retardo) no existirá limitación en función del monto.
Siendo el presente uno de los tres supuestos en que la competencia en razón del monto,
propia del Tribunal, no resulta de aplicación. Los otros dos supuestos son la demanda
directa de repetición, en caso de pago a requerimiento, y el recurso de amparo previsto
en el art. 182 de la Ley de Rito Fiscal.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Los trámites ante el Fisco Nacional suelen llevar más tiempo del que realmente uno
estima y esto es debido a grandes cargas de trabajo por parte del personal fiscalizador
y, también, a cierta desidia de algunos funcionarios a quienes no les interesa culminar
los trámites de los contribuyentes o, a priori, establecen una fecha de culminación
inimaginable ni bien comienza el trámite(80).
Agustín Torres, ha sostenido en varios de sus votos que para que resulte procedente
un amparo deben concurrir las circunstancias que ante la inexistencia de otro remedio
procesal y, dada la mora excesiva en la realización de un trámite o diligencia por parte
de los empleados del órgano recaudador, se provoque un perjuicio actual en el
amparado como ser la perturbación o afectación en el ejercicio de una actividad o un
derecho(83).
Aquilatada doctrina, con la cual coincidimos, opina que resulta errónea la concepción
de sostener que la acción de amparo procede cuando no existe otro remedio legal
previsto para reparar el perjuicio, pues no existe norma legal que así lo establezca.
Seguir esta posición equipararía el amparo por demora excesiva previsto en los arts.
182 y 183 de la Ley de Rito Fiscal, con el previsto por la ley 16.986, que sí requiere para
su procedencia que no existan otros recursos o remedios judiciales o administrativos
que permitan obtener la protección del derecho o garantía constitucional lesionado(86).
Esto resulta irrazonable si se tiene en cuenta que el amparo de la Ley de Rito Fiscal
es mucho más afín con el amparo por mora de la Administración previsto en el art. 28 de
la ley 19.549, en donde la doctrina y jurisprudencia mayoritaria no exigen que sea el
único remedio legal para que dicha acción sea procedente.
En este mismo sentido obran precedentes del TFN los cuales afirman que "...el
recurso establecido por el art. 182de la ley 11.683 constituye un mecanismo procesal
cuyo objeto consiste en lograr, precisamente, una orden jurisdiccional de pronto
despacho, configurando un medio regulado de modo autónomo por esa ley, sin que
puedan entenderse aplicables al respecto —dada la existencia de esa disposición
específica para la materia tributaria— las previsiones contenidas en la ley 19.549 para
supuestos en los que se hallen involucrados otros aspectos de la actividad de los
órganos de la administración activa"(87).
El segundo párrafo agregado por la ley 25.795 equipara como exigencia previa a la
interposición en sede del TFN el pedido de "pronto despacho" ante el organismo
recaudador. La reforma sigue la línea legislativa del procedimiento administrativo, como
veremos en punto 1.2).
Entendemos que este pedido previo de pronto despacho es una última oportunidad
para que el fisco resuelva, y no una nueva oportunidad que lo habilite a requerir la
incorporación de nuevos elementos al expediente en trámite. Además, el plazo de 15
(quince) días que la norma le otorga a la administración para resolver debe comenzar a
contarse desde el día efectivo de la interposición del pedido de pronto despacho.
Debe destacarse que —a diferencia del amparo previsto en la ley 19.549—, el amparo
del art. 182 de la ley 11.683no requiere para su procedencia que no existan otros
recursos o remedios judiciales o administrativos que permitan obtener la protección del
derecho o garantía constitucional lesionada. Entendemos que tal requisito no tiene
sustento legal. Puede darse la existencia de otra vía, pero no por ello la misma y la
acción de amparo deben excluirse entre sí, ya que han sido instaurados a favor del
contribuyente y queda en él, cumplidos los recaudos pertinentes, decidirse por una u
otra. Confrontar en este sentido "Astarsa SA", TFN, sala C, 29/5/1995; "Giorno SA",
CNFed. Cont. Adm., sala I, 17/8/2000 y "Unilever Arg. SA", CNFed. Cont. Adm., sala II,
3/7/2001, "Frigorífico Gorina SAIC", 9/12/1999, CNFed. Cont. Adm., sala I, entre
otros(88).
En definitiva, el TFN tiene dicho, reiteradamente, que "el perjuicio causado a la actora
por esa morosidad deriva de la imposibilidad en la que se encuentra de conocer si su
solicitud será admitida o denegada por el organismo administrativo, con la consecuente
perturbación del normal ejercicio de su actividad económica (cfr. "Acifer SA s/amparo",
sala D, 19/4/1998)"(89).
El texto del amparo constitucional es, prácticamente, igual al reglado por el art. 1º de
la ley 16.986, y su utilización se prevé cuando no exista otro remedio judicial más idóneo
contra actos u omisiones de las autoridades públicas o de particulares que lesionen,
restrinjan, alteren o amenacen con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y
garantías emergentes de la propia Constitución o de leyes o tratados.
No podemos obviar la cita a la ley 26.854(93) que modificó el instituto del amparo en
aquellos casos en que el Estado Nacional sea parte(94).
En tanto que el art. 3º, señala que "el juez o tribunal para evitar perjuicios o
gravámenes innecesarios al interés público, podrá disponer una medida precautoria
distinta de la solicitada, o limitarla, teniendo en cuenta la naturaleza del derecho que se
intentare proteger y el perjuicio que se procura evitar".
"Al vencimiento del término fijado, a petición de parte, y previa valoración adecuada
del interés público comprometido en el proceso, el tribunal podrá, fundadamente,
prorrogar la medida por un plazo determinado no mayor de seis (6) meses, siempre que
ello resultare procesalmente indispensable. Será de especial consideración para el
otorgamiento de la prórroga la actitud dilatoria o de impulso procesal demostrada por la
parte favorecida por la medida. Si se tratara de una medida cautelar dictada
encontrándose pendiente el agotamiento de la vía administrativa previa, el límite de
vigencia de la medida cautelar se extenderá hasta la notificación del acto administrativo
que agotase la vía, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 8º segundo párrafo".
En el art. 9º se establece que "los jueces no podrán dictar ninguna medida cautelar
que afecte, obstaculice, comprometa, distraiga de su destino o de cualquier forma
perturbe los bienes o recursos propios del Estado, ni imponer a los funcionarios cargas
personales pecuniarias".
Atento a este principio la ley 19.549 regula en su art. 28 el amparo por mora
administrativo. En él se establece que quien fuere parte en un expediente administrativo
podrá solicitar, judicialmente, que se libre una orden de pronto despacho. Dicha orden
será procedente cuando la autoridad administrativa hubiere dejado vencer los plazos
fijados y en caso de no existir éstos, si hubiere transcurrido un plazo que excediere de
lo razonable sin emitir el dictamen o la resolución de mero trámite o de fondo que
requiera el interesado.
Presentado el petitorio, el juez se expedirá sobre su procedencia, teniendo en cuenta
las circunstancias del caso, y si lo estimare pertinente requerirá a la autoridad
administrativa interviniente que, en el plazo que le fije, informe sobre las causas de la
demora aducida. La decisión del juez será inapelable. Contestado el requerimiento o
vencido el plazo sin que se lo hubiere evacuado, se resolverá lo pertinente acerca de la
mora, librando la orden si correspondiere para que la autoridad administrativa
responsable despache las actuaciones en el plazo prudencial que se establezca según
la naturaleza y complejidad del dictamen o trámites pendientes.
La ley 19.549 no limita la procedencia del amparo por mora (art. 28) sólo a los actos
jurisdiccionales sino que, por el contrario, expresamente contempla que basta para ello
que el interesado sea parte en un expediente administrativo. De allí que su alcance se
extienda a cualquier pedimento formulado en sede administrativa cuya resolución sufre
una dilación excesiva(96).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La primera particularidad procesal de la vía de amparo está recetada por el art. 72 del
RPTFN, en cuanto establece que el mismo día de la presentación del recurso, el
Secretario General competente procederá a sortear la vocalía que debe intervenir,
pasando los autos al vocal instructor.
Si el Vocal juzga adecuada la procedencia del amparo, en atención a la naturaleza
del caso, deberá, dentro de los tres (3) días de recibidos los autos, requerir del
funcionario a cargo de la AFIP que dentro de cinco (5) días informe sobre la causa de
la demora imputada y la forma de hacerla cesar.
Por fin y por último, el plazo para apelar las sentencias recaídas en las acciones de
amparo, será de 10 (diez) días y deberá interponerse ante la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Contencioso Administrativo.
Causa: THINNER TEDE SRL S/RECURSO DE APELACIÓN (TF 19969-I) C. DGI - CNCont.
Adm., sala v, 5/14/2009
— ACCIÓN DE REPETICIÓN —
El recurso de amparo previsto en el art. 182 de la ley 11.683 no procede en los casos
vinculados con pedidos de reintegro de exportaciones pues, este remedio no consagra
una controversia sobre cuestiones tributarias para las que se encuentran previstos otros
remedios procesales, sin cuya sustanciación y examen no podría resolverse una
cuestión atinente a devolución de gravámenes que puede ser encauzada a través de la
acción para repetir, en donde los intereses que podrían acompañar la eventual
devolución impiden incluso calificar la atribuida demora como causante de daño
irreparable.
Causa: GALARZA JUAN ALBERTO C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala IV, 26/10/2001
La DGI debe compensar obligatoriamente, en los términos del último párrafo del art.
81de la ley 11.683, los pagos improcedentes o en exceso que detecte al tiempo de
efectuar una verificación fiscal en la cual se determine tributo a favor del Fisco, en tanto
que con ella se trata de evitar la iniciación de demandas de repetición.
El art. 81de la ley 11.683, en tanto, se refiere a la acción de repetición de los tributos
y accesorios que se hubieran abonado de más, mención ésta que, interpretada a la luz
del último párrafo del mismo artículo, tiene el alcance de comprender a aquellos pagos
cuya improcedencia se vincula necesariamente con el "concepto o hecho imponible" al
que la ley alude, y que, al involucrar una discusión acerca de la causa legal del pago,
esto es de la existencia o medida de la obligación, excede el marco de una simple y
rápida devolución y necesita del procedimiento administrativo y, en su caso, del proceso
jurisdiccional, que el mismo ordenamiento establece.
— AMPARO —
Cabe resaltar que el recurso de amparo, instituido por la ley 11.683 (t.o. 1998 y sus
modif.) está destinado a garantizar derechos que resulten vulnerados por dilaciones no
justificados de los empleados de AFIP en realizar trámites o diligencias que estén a su
cargo, inactividad del organismo que resulten vulnerados por dilaciones no justificados
de los empleados de AFIP en realizar trámites o diligencias que estén a su cargo,
inactividad del organismo que resulte generadora de un perjuicio real al contribuyente.
"Que, en definitiva, cabe concluir que el Fisco Nacional ha incurrido en una demora
en realizar un trámite o diligencia a su cargo, habiendo excedido las pautas temporales
razonables que la normativa vigente contempla para su realización, con la consecuente
incertidumbre para la contribuyente sobre la disponibilidad de los importes pertinentes.
Que, en consecuencia, toda vez que el amparo legislado por la ley de procedimientos
tributarios tiene por finalidad la fijación de un plazo razonable para que el Fisco se expida
respecto del trámite de que se trate, según lo que corresponda en atención a las
disposiciones aplicables y a los antecedentes del caso, se estima procedente hacer
lugar al recurso de autos respecto de los reintegros aún pendientes, fijándose un plazo
de quince (15) días para que el Organismo Fiscal complete las diligencias necesarias
para la conclusión del trámite a su cargo".
Causa: UNILEVER DE ARGENTINA (TF 19497-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II,
3/7/2001
El amparo previsto en los arts. 182y 183 de la ley 11.683 —t.o. 1998— procede ante
la demora de la DGI en resolver una repetición de tributos —en el caso, se confirma la
resolución del Tribunal Fiscal que hizo lugar al amparo— sin que dicho remedio se vea
excluido por la existencia de una vía alternativa para que el contribuyente pueda hacer
valer sus derechos.
No puede más que concluirse que ya sea que se tome en cuenta la fecha en que
fueron presentadas las solicitudes de devolución del IVA vinculado a operaciones de
exportación (entre el 20/4/1995 y 29/8/1996), o la de la presentación efectuada por la
recurrente el 4/11/1998 a raíz de un requerimiento efectuado por el Fisco, se verifica por
parte de éste una demora que excede toda pauta temporal razonable para que la
administración resuelva sobre lo peticionado, porque han pasado más de tres años
desde que se iniciaron los reclamos, y más de cinco meses desde la última actuación
administrativa; por lo cual resulta procedente el amparo previsto en el art. 182de la ley
11.683 —t.o. 1998—.
Para la procedencia del amparo previsto en el art. 182 de la ley 11.683 —t.o. 1998—
no se necesita requerir pronto despacho en los términos del art. 10 de la ley
19.549, atento que al instituirse el amparo por demora de la administración fiscal se ha
establecido un mecanismo cuyo objeto consiste en lograr, precisamente, una orden
jurisdiccional de pronto despacho, no supeditando su procedencia a que se haya
desoído un pedido análogo formulado anteriormente a la Administración.
Procede el recurso de amparo previsto en el art. 182 de la ley 11.683 —t.o. 1998—
ante la demora de la DGI en expedirse acerca de la solicitud de devolución de un
impuesto, toda vez que se verifica por parte del organismo fiscal una demora que excede
toda pauta temporal razonable —atendiendo al transcurso de más de cinco años desde
que se peticionó la devolución y más de ocho meses desde el cumplimiento del último
requerimiento— para la resolución de lo peticionado.
Causa: SILBERFURS SA (TF 18.669-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala I, 13/3/2001
A efectos de determinar la procedencia del amparo por mora previsto en el art. 182 de
la ley 11.683, existe demora excesiva por parte de la DGI en resolver la solicitud de
devolución anticipada del IVA, pues ante su inacción sólo se limitó a enunciar
circunstancias relativas a un proveedor sin vincularlas con los períodos de inactividad ni
con aquéllas que a su juicio impedirían el dictado de una resolución.
El amparo por mora previsto en el art. 182 de la ley 11.683 —t.o. 1998— no consagra
un debate sobre los hechos de relevancia tributaria ajenos a la demora, ni una
controversia sobre cuestiones tributarias para las que se encuentran previstos otros
remedios procesales cuyo ejercicio permita corregir tempestivamente la perturbación en
los derechos que la demora agravia.
Causa: MENONI LUIS DANIEL S/AMPARO - IMPUESTO AL VALOR AGREGADO - TFN, sala A,
6/11/2000
Para tener por configurada la demora excesiva que requiere el amparo regulado por
los arts. 182 y 183 de la ley 11.683 —t.o. 1998— debe tenerse en cuenta no sólo la
circunstancia de la inacción por parte del Fisco en la realización de los trámites
administrativos a su cargo, sino el tiempo total transcurrido desde la fecha de la solicitud
por parte del contribuyente o responsable.
Procede el recurso de amparo previsto en el art. 182 de la ley 11.683 —t.o. 1998—
ante la demora excesiva de la DGI en expedirse respecto a la solicitud de emisión y
entrega de certificados de crédito fiscal, evidenciada por el plazo transcurrido desde la
fecha de interposición de las solicitudes —en el caso, seis años—.
Para la procedencia del recurso de amparo previsto en el art. 182 de la ley 11.683 —
t.o. 1998— no es necesaria la inexistencia de otro remedio legal para la reparación del
perjuicio que la demora importa, desde que implicaría privar de contenido útil al recurso
y además es un requisito no previsto en los arts. 182 y 183 de la ley.
Procede el recurso de amparo previsto en el art. 182 de la ley 11.683 —t.o. 1998—
por la demora excesiva en que ha incurrido la DGI para expedirse sobre el trámite de
entrega de Certificados Fiscales, en el marco de las RG 3838 y 3905, ya que el plazo
ha excedido no sólo las pautas por ellas fijadas sino aun las que indica un criterio
razonable, ya que la presentación se inició en el año 1995 y al año 2000 no se ha
adoptado resolución alguna.
Causa: RETESAR SA S/RECURSO DE AMPARO - TFN, sala A, 10/8/2000
Procede el amparo previsto por el art. 182 de la ley 11.683 —t.o. 1998— ante la
existencia de una demora excesiva en la resolución de un trámite, entendiéndose por
tal aquella que sea irrazonable o injustificada, según la naturaleza o contenido del
trámite que debe producir el organismo administrativo, siendo razonable adoptar un
criterio más elástico para calificar la demora en una situación compleja que cuando se
trate de una situación simple o meros trámites formales.
El recurso de amparo previsto en el art. 182 de la ley 11.683 —t.o. 1998— no requiere
para su procedencia la previa solicitud de pronto despacho, ya que constituye un
mecanismo procesal cuyo objeto consiste en lograr, precisamente, una orden
jurisdiccional en tal sentido, configurando un medio regulado de modo autónomo por
esa ley, sin que puedan entenderse aplicables al respecto —dada la existencia de esa
disposición específica para la materia tributaria— las previsiones contenidas en la ley
de procedimientos administrativos.
A fin de que proceda el amparo previsto en el art. 182 de la ley 11.683 —t.o. 1998—
debe existir una demora excesiva en la realización de un trámite o diligencia por parte
de empleados del órgano recaudador que provoque un perjuicio actual en el amparado,
esto es, la perturbación o afectación en el ejercicio de una actividad o un derecho y que
no exista otro remedio procesal al cual acudir —en el caso, se solicita la devolución de
créditos fiscales atribuibles a operaciones de exportación—.
Procede el recurso de amparo previsto en los arts. 182 y 183 de la ley 11.683 (t.o.
1998) ante la excesiva demora —en el caso, 14 meses aproximadamente— incurrida
por la AFIP en resolver acerca de pedidos de restitución de la tasa de actuación, sin que
ésta haya procedido a recabar los informes tendientes a verificar la procedencia de tal
restitución.
Corresponde hacer lugar al amparo previsto en el art. 182 de la ley 11.683 —t.o.
1998— en tanto se exterioriza por parte del organismo recaudador una demora en la
resolución del recurso jerárquico de revisión planteado —en el caso, transcurrieron más
de dieciséis meses desde la interposición del recurso y más de siete desde la última
actuación administrativa— que excede toda pauta temporal razonable.
Procede el recurso de amparo previsto en el art. 182 de la ley 11.683 contra la mora
incurrida por la AFIP en pronunciarse respecto a la solicitud de reconocimientos de
quebrantos impositivos, pues ello ocasiona un perjuicio al contribuyente derivado de la
imposibilidad en la que se encuentra de conocer si su solicitud será admitida o
denegada, perturbando el normal ejercicio de su actividad económica.
Es improcedente el amparo previsto por el art. 182 de la ley 11.683 en caso de silencio
de la DGI en la resolución de un recurso de apelación interpuesto ante el Director
General, correspondiendo impugnar los actos apelados en sede judicial utilizando el
mecanismo previsto por el art. 23, inc. c) de la ley 19.549.
El recurso de amparo previsto por los arts. 164 y 165 de la ley 11.683, es de aplicación
cuando se trata de evitar un perjuicio que ocasiona la demora excesiva de los
empleados administrativos en realizar un trámite que les ha sido solicitado y para cuya
consecución la misma Administración tiene reglado el curso a seguir.
El recurso de amparo —previsto por los arts. 164y 165 de la ley 11.683 (t.o. en
1978)— es de aplicación a casos como el de autos —demora del fisco para resolver los
pedidos de devolución de los saldos a favor y de libre disponibilidad de la recurrente—
cuando se trata de evitar el perjuicio que ocasiona la demora excesiva de los empleados
administrativos en realizar un trámite que les ha sido solicitado y para cuya consecución
la misma administración tiene reglado el curso a seguir.
Procede el amparo previsto por el art. 182 de la ley 11.683 —t.o. 1998— ante la
existencia de una demora excesiva en la resolución de un trámite, entendiéndose por
tal aquella que sea irrazonable o injustificada, según la naturaleza o contenido del
trámite que debe producir el organismo administrativo, siendo razonable adoptar un
criterio más elástico para calificar la demora en una situación compleja que cuando se
trate de una situación simple o meros trámites formales.
Es admisible la acción de amparo prevista en el art. 182 de la ley 11.683 —t.o. 1998—
ante el excesivo tiempo insumido por la DGI en expedirse respecto de un trámite de
devolución de saldos de libre disponibilidad del IVA, por cuanto en el caso, al recibir el
organismo fiscal el pedido de devolución y haber efectuado las verificaciones pertinentes
transcurrieron 15 meses hasta que efectuara requerimientos a la peticionante, la cual si
bien no los cumplimentó con diligencia, pasaron ocho meses sin que el organismo
instara el procedimiento, siendo necesario un pedido de pronto despacho a fin de que
el Fisco retomara la verificación.
El recurso de amparo respecto del que resulta competente para entender el TFN, es
el que de conformidad con lo dispuesto en el inc. e) del art. 159 de la ley 11.683 —t.o.
en 1998—, prevén los arts. 182 y 183 de la citada ley. Más allá que el escrito de
interposición esté dirigido a dicho órgano jurisdiccional, si está fundado en la ley
16.986, la acción que pretendió deducirse es claramente la que tramita por vía judicial,
correspondiendo declarar la improcedencia formal del recurso intentado, con costas.
Causa: TRANS IGUAZÚ SA C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III, 14/3/2000
Procede el amparo por mora previsto en el art. 182de la ley 11.683 —t.o. 1998— si
la DGI no se expide respecto de las solicitudes de reintegro anticipado de IVA por
exportaciones en el marco de la res. 65/1997, en el término previsto por el art. 27 de la
resolución, ya sea acordando el beneficio o denegándolo a fin de que el interesado
pueda hacer valer sus derechos.
Conforme el voto en minoría del Dr. Brodsky en la causa "D'Addiego José Omar s/rec.
amparo" del 4/1/1996, el recurso de amparo previsto por los arts. 164y 165 de la ley
11.683 (t.o. 1978 y modif.) resulta de aplicación cuando se trata de evitar el perjuicio
que ocasiona la demora excesiva de los empleados administrativos en realizar un
trámite que les ha sido solicitado y para cuya consecución, la misma administración
tiene reglado el curso a seguir mediante una disposición normativa específica, como lo
es, en el caso, la RG 3417.
El recurso de amparo previsto por los arts. 164y 165 de la ley 11.683 (t.o. en 1978),
es de aplicación a casos como el de autos —reembolso de impuestos a exportadores—
, cuando se trata de evitar el perjuicio que ocasiona la demora excesiva de los
empleados administrativos en realizar un trámite que les ha sido solicitado y para cuya
consecución la misma Administración tiene reglado el curso a seguir. Por otra parte, el
trámite del recurso de amparo no incursiona en el fondo de la cuestión de modo que
permita a la apelante obtener una decisión sobre si procede o no el reembolso solicitado.
Para la viabilidad del recurso previsto en los arts. 182 y de la ley 11.683 —t.o. 1998—
debe verificarse como requisito ineludible la existencia de una demora excesiva en un
trámite o diligencia a cargo de la DGI que cause un perjuicio actual, real o potencial, al
normal desenvolvimiento de un derecho del contribuyente. Asimismo ello debe provenir
de una conducta administrativa arbitraria o ilegítima, capaz de sustentar el recurso
impetrado y aquellos casos en los que existiendo un trámite pendiente de realización
haya transcurrido un plazo que excediera lo razonable. Por ello, resulta procedente el
recurso intentado en el que se pretende el otorgamiento de los certificados de crédito
fiscal, a fin de compensar la suspensión de los beneficios promocionales que ha sufrido
la contribuyente.
Causa: COMPAÑÍA AZUCARERA CONCEPCIÓN SA S/RECURSO DE AMPARO - TFN, sala B,
21/12/1998
Causa: MC MEAT SA (TF 19615-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala V, 10/7/2001
Es improcedente el amparo previsto por el art. 182de la ley 11.683 en caso de demora
de la DGI para resolver un recurso de apelación interpuesto ante el Director General,
pues éste es un recurso reglado —art. 74 del dec. 1397/1979— que posee su propio
régimen procesal aun en caso de silencio o retardo, al cual debe atenerse la actora en
atención a la vía elegida.
Es improcedente el amparo previsto por el art. 182de la ley 11.683 en caso de silencio
de la DGI en la resolución de un recurso de apelación interpuesto ante el Director
General, correspondiendo impugnar los actos apelados en sede judicial utilizando el
mecanismo previsto por el art. 23, inc. c) de la ley 19.549.
— AUDIENCIA —
Causa: HUAYQUI BASIC MARAGUA UTE Y H SA DE CONST. C. DGI - CNFed. Cont. Adm.,
sala II, 2/11/2000
Causa: COLORÍN IMSSA C. AFIP DGI S/MEDIDA CAUTELAR (AUTÓNOMA) - CNFed. Cont.
Adm., sala III, 20/6/2000
El art. 1924 del Cód. Civil torna válida la autorización otorgada por los designados en
el acta de directorio —para representar a la empresa ante el Tribunal Fiscal— a otras
personas para que los sustituyan en el mandato recibido.
Causa: CIELOS DEL SUR SA C. CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES -DGR- - CCont.
Adm. y Trib. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sala II, 28/3/2001
Si bien el CCAyT solo prevé que la prescripción puede deducirse como excepción, la
doctrina ha admitido que pueda oponerse por vía de acción cada vez que sea necesario
para remover un obstáculo al ejercicio de un derecho o cuando el deudor demuestre el
interés legítimo que tiene en que se declare judicialmente la prescripción de la deuda
para eximirse de los inconvenientes que la nominal subsistencia de ella pudiera
irrogarle.
Conciliando el art. 3962del Cód. Civil con los arts. 92de la ley 11.683, 542 y 605 del
Cód. Proc. Civ. y Com. la prescripción en las ejecuciones fiscales debe articularse dentro
del plazo para oponer cualquier excepción (cinco días desde la notificación de la
demanda conf. art. 542 del Cód. Proc. Civ. y Com.). En efecto, cuando el citado art.
3962 otorga el plazo para oponer la prescripción en la primera presentación debe
entenderse que es así siempre y cuando ésta sea anterior al vencimiento del plazo para
articularla conforme el ordenamiento procesal establecido para cada tipo de juicio.
— INTERESES —
Causa: TALLERES METALÚRGICOS CONCETTI SCA C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala I,
29/8/2000
Son inaplicables los intereses previstos en el art. 168 de la ley 11.683 —t.o. 1998—
cuando no existe prueba que demuestre que la apelación es maliciosa, no siendo
suficiente un criterio subjetivo de la presunta malicia del apelante sino que ella debe ser
grave por lo evidente que se presenta a los ojos del juzgador, lo cual no ocurre cuando,
como en el caso, la apelación presentada progresa favorablemente en el aspecto
sancionatorio.
— NOTIFICACIÓN —
Causa: ZANELLA, SAN LUIS SAIC C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala I, 7/12/1999
— PLAZOS —
— PRUEBA —
Causa: CASTILLO CARLOS J. Y SBIGLIO IRMA SH C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala II,
22/2/2000
Causa: PONCE, JULIÁN BERNARDO C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III, 17/4/1997
Causa: ALLIEVI, OSVALDO S/INF. LEY 11.683 - JNac. en lo Penal Económico nro. 3,
1/9/1999
Causa: RIVADAVIA 5353 SA S/INF. LEY 11.683 - CNPenal Económico, sala A, 21/5/1999
— RECURSO DE APELACIÓN —
Causa: SICAP SRL S/DEMANDA DE REPETICIÓN - IMPUESTO A LAS GANANCIAS - TFN, sala
B, 18/2/2000
La ley tiende a evitar la posibilidad de que sobre una sola obligación tributaria se
planteen dos acciones contrarias, una otorgada al contribuyente para repetir el impuesto
y la otra a la repartición fiscal para el cobro —por vía de apremio— de lo no pagado con
más los recargos e intereses punitorios. Y, dado que no sería razonable admitir, dentro
del procedimiento impositivo, que la repetición parcial enerve la acción fiscal que surge
de los arts. 22y 91 de la ley 11.683 —t.o. en 1978—, corresponde declarar la
improcedencia formal del recurso de repetición atento a que no se ha ingresado la
totalidad del gravamen por el período fiscal motivo de la misma.
Causa: MASCARDI, CARLOS GUSTAVO C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala I, 29/8/2000
* El motivo por el cual ha sido aceptado dicho remedio procesal es evitar el inútil
desgaste jurisdiccional que involucra la tarea de una instancia revisora que culminará
fatalmente con la revocación de la resolución respectiva, y la necesidad de evitar
injusticias frente a errores que, si bien en sentido estricto no pueden calificarse de
materiales, resultan ser tan evidentes que pueden ser equiparados con estos.
* En el presente caso, del cotejo de las actuaciones se evidencia que le asiste razón
a la recurrente en cuanto a que, conforme surge del formulario F. 4, el domicilio
consignado hacía referencia al piso 3, oficina 1, mientras que en su escrito de
presentación se expone que el domicilio constituido es el del piso 3, oficina 7, es decir,
difiere el número de la oficina, habiéndose dirigido todas las notificaciones previas a la
sentencia ordenadas en autos al último domicilio mencionado, es decir, a la oficina 7.
* No puede pasarse por alto que, con posterioridad a haberse suscripto la sentencia
de fecha 15/4/2013, y antes de que fueran libradas las cédulas que notificaban tal
decisorio, esto es, el 24/4/2013, la actora, con fecha 23/4/2013, presenta un escrito
solicitando vista de las actuaciones y hace constar expresamente que mantiene el
domicilio constituido en el piso 3, oficina 1, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
* Las razones expuestas resultan suficientes para que el fallo en recurso sea dejado
sin efecto, votando por declarar la nulidad de la sentencia dictada.
Con la adhesión del Dr. Magallón al voto de la Dra. Gómez, se hizo lugar a la
revocatoria in extremis y se declaró la nulidad de la sentencia dictada.
— RECURSO POR RETARDO —
Causa: YPF BRIDAS CHAUVCO TIERRA DEL FUEGO UTE C. DGI - CNFed. Cont. Adm.,
sala II, 13/7/2000
Quien interpone ante el Tribunal Fiscal un recurso por retardo —art. 159 inc. d) de
la ley 11.683 (t.o. 1998)— en la resolución por parte de la AFIP de sus reclamos de
repetición, y con posterioridad a dicho recurso solicita ante el organismo recaudador que
difiera su pronunciamiento sobre alguno de los conceptos reclamados, no puede
pretender que el Estado se haga cargo de las costas derivadas de esos conceptos.
TÍTULO II
LA SALA EFECTUARÁ EL LLAMADO DE AUTOS DENTRO DE LOS CINCO (5) O DIEZ (10)
DÍAS DE QUE ÉSTOS HAYAN SIDO ELEVADOS POR EL VOCAL INSTRUCTOR O DE HABER
QUEDADO EN ESTADO DE DICTAR SENTENCIA, SEGÚN SE TRATE DE LOS CASOS
PREVISTOS POR LOS ARTS. 171 Y 172 O 176, RESPECTIVAMENTE, COMPUTÁNDOSE LOS
TÉRMINOS ESTABLECIDOS POR EL ART. 188 A PARTIR DE QUEDAR FIRME EL LLAMADO.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La CS tiene dicho que una sentencia judicial constituye un todo indivisible en cuanto
a la recíproca integración de su parte dispositiva con los fundamentos que la
sustentan(1). Es el último acto jurisdiccional de una instancia que, en resumen, va a crear
una situación jurídica concreta para el demandante o para el demandado, todo ello con
estricto apego al derecho. Tradicionalmente, las sentencias se integran por los
resultandos, los considerandos y los puntos resolutivos. Veremos que se entiende por
cada concepto(2).
El TFN(4) establece, con respecto a sus sentencias, que podrán ser dictadas con el
voto coincidente de dos vocales de la sala, en caso de vacancia o licencia del otro Vocal.
Podrán ser impersonales o adoptando la forma de votos individuales.
En los supuestos de vacancia y licencias, sólo será requerido el voto de los Vocales
subrogantes cuando los restantes miembros de las salas no coincidan en la solución de
la causa, salvo que el subrogante sea Vocal preopinante.
Tanto las sentencias definitivas, como las que decidan cuestiones previas, serán
registradas en libros foliados que deberá llevar el Área de Registro y Jurisprudencia.
1.2. Plazos
La reforma introducida por la ley 26.044 (BO 6/7/2005) estableció un plazo de 10 días
que media entre la finalización de la etapa instructoria y la elevación de los autos a la
sala respectiva. El plazo comenzará a correr cuando:
Entendemos la prudencia que implica establecer plazos cortos, pero para que los
mismos sean respetados ha de tenerse presente que el tribunal no debe tener ninguna
vocalía vacante.
b) Cuando la causa sea de puro derecho, tal como lo describe el art. 172 de la citada
ley;
Por el contrario, el llamamiento de autos para sentencia deberá dictarse dentro de los
10 días cuando:
En caso que se haya celebrado la audiencia para la vista de causa, las sentencias
serán dictadas por los miembros que hubieran intervenido en ella. Si luego de celebrada
la audiencia de vista de causa, y antes de dictado el pronunciamiento, la sala quedara
desintegrada por vacancia o ausencia de más de uno de sus miembros, dicha audiencia
se celebrará, nuevamente, con intervención del sustituto legal que corresponda.
d) Finalizadas las medidas para mejor proveer que hubiera indicado la sala.
Los términos para el dictado de la sentencia están previstos en el art. 188 que será
analizado posteriormente.
Las costas que se impongan se ingresarán en una cuenta del Banco de la Nación
Argentina a nombre del Tribunal Fiscal, con indicación de los autos a que pertenecen.
El pertinente cheque se emitirá con la firma del vocal interviniente, o quien lo subrogue,
y del secretario(7).
Por último, el agregado establecido por la ley 25.795 excepciona el criterio general
estableciendo costas, según el orden causado, cuando el TFN procede a la
recalificación de la conducta [v.gr. aplicación del art. 45 de omisión de impuestos en
lugar del art. 46 de defraudación fiscal(8)]. Además, otorga facultad al Tribunal para
imponer las costas al Fisco cuando éste haya tipificado la conducta del contribuyente en
forma temeraria (cfr. ley 27.430 permite recalificar o reducir la sanción impuesta por la
AFIP).
Este último agregado genera una mínima luz de esperanza con respecto a lograr que
el organismo recaudador abandone la costumbre observada en los últimos años de
imputar, cualquier tipo de omisión emanada del contribuyente, como una conducta
defraudatoria. Esta situación la observamos en el ejercicio diario de la profesión. Hoy
por hoy resulta extraño recibir una imputación por el art. 45, todo se limita a la aplicación
del art. 46amparándose, por supuesto, en las presunciones dolosas, jurídicamente
"huecas", establecidas en el texto del art. 47 que así lo permiten.
2.1. Honorarios
La ley citada en primer término expresa que para fijar el monto del honorario, se
tendrán en cuenta las siguientes pautas —sin perjuicio de otras que se adecuaren mejor
a las circunstancias particulares de los asuntos o procesos—:
- Abogados y Procuradores: la parte del art. 7º inc. a) de la ley 23.187 que dice: "...no
inferior a la que rijan las leyes arancelarias"; los arts. 57, 58 y 59 de la ley 21.839.
- Contadores: La parte del art. 21, inc. j) de la ley 20.488 que dice: "...y los aranceles";
los Capítulos I, II, IV, V y VI del Régimen Arancelario para los profesionales de
ciencias económicas aprobado por el dec.-ley 16.638 de fecha 18 de diciembre de
1957; inc. f) del art. 9º de la ley 20.476.
Por fin y por último, destacamos que la Ley de Aranceles y Honorarios de Abogados
21.839, establece que al dictarse sentencia, se regulará el honorario de los
profesionales de ambas partes, aunque no mediare petición expresa.
La ley 21.839, con la reforma introducida por la ley 24.432(11) establece, en su art. 8º
que los honorarios de los abogados no podrán ser regulados en sumas inferiores a
quinientos pesos ($500) en los procesos de conocimiento, trescientos pesos ($ 300) en
los procesos de ejecución y doscientos ($ 200) en los procesos voluntarios. Cuando se
tratare de procesos correccionales, los honorarios mínimos serán de quinientos pesos
($ 500), y en los demás procesos penales serán de un mil pesos ($ 1.000).
Reiteramos que la resolución del TFN que regula honorarios resulta apelable dentro
de los cinco días de la notificación. La apelación podrá o no fundarse en los del art. 244,
párrafo segundo del Cód. Proc. Civ. y Com. Al respecto, García Vizcaíno(12) menciona
que a los profesionales actuantes en la instancia administrativa (doctores en ciencias
económicas, contadores) se les posibilita recurrir el monto de los honorarios regulados
atento a la doctrina de la CS 253:344 "Giacomone y Cía. SA, aunque para apelar ante
la CNFed. Cont. Adm. la cuestión de fondo (no los honorarios) debe tratarse de
profesionales en derecho matriculados para actuar ante la justicia.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Si bien la letra del art. 185 establece un límite a las facultades jurisdiccionales del
TFN —imposibilidad de resolver sobre la validez constitucional de las leyes y sus
reglamentaciones, salvo en el caso que la CS haya declarado previamente la
inconstitucionalidad de las mismas—, la presente norma lo autoriza a declarar que una
interpretación ministerial o administrativa no se ajusta a la ley interpretada.
Dentro de los cinco (5) días se dará traslado de la liquidación practicada por las
partes por un plazo de cinco (5) días. Vencido este plazo o una vez recibida la
contestación, el Tribunal Fiscal de la Nación resolverá dentro de los diez (10) días.
Esta resolución será apelable en el plazo de quince (15) días, debiendo fundarse
el recurso al interponerse.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La reforma introducida por la ley 27.430 (BO 29/12/2018) establece
plazos contundentes al artículo analizado. En el primer párrafo ordena que la liquidación
se practique en 10 días. En el segundo párrafo, establece el plazo de 5 días para el
traslado de las liquidaciones.
Si el Tribunal lo considerara oportuno, fijará las bases para que sea el organismo
recaudador quien proceda a confeccionar la liquidación resultante. En ese caso, el Fisco
cuenta con 30 días, prorrogable por única vez, por igual lapso.
La liquidación deberá ser presentada por duplicado —ya hubiera sido realizada por
la repartición fiscal o por la parte actora o demandante—, cuando respectivamente esté
a cargo de ellos practicarla. De dicha liquidación se dará traslado a la otra parte por el
término de cinco días (5). Vencido ese plazo el Tribunal, dentro de los (10) diez días,
resolverá la cuestión, modificando o aprobando su contenido. Esta resolución será
apelable, mediante recurso fundado con expresión de agravios, dentro del plazo de (15)
quince días.
ART. 188 — Salvo lo dispuesto en el art. 177, la sentencia deberá dictarse dentro
de los siguientes términos, contados a partir del llamamiento de autos para
sentencia:
LAS CAUSAS SERÁN DECIDIDAS CON ARREGLO A LAS PAUTAS ESTABLECIDAS POR
EL ART. 34, INC. 2º DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS EN MATERIA CIVIL Y COMERCIAL
DE LA NACIÓN, DANDO PREFERENCIA A LOS RECURSOS DE AMPARO.
LA INTERVENCIÓN NECESARIA DE VOCALES SUBROGANTES DETERMINARÁ LA
ELEVACIÓN AL DOBLE DE LOS PLAZOS PREVISTOS.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Adviértase, también, que el segundo párrafo del art. 75 del RPTFN establece, con
respecto a los plazos establecidos en el presente artículo, precisiones que deberán
tenerse en cuenta, a saberse:
Agrega la norma, in fine, que si los incumplimientos se reiteraran en más de diez (10)
oportunidades o en más de cinco (5) producidas en un año, el Presidente deberá,
obligatoriamente, promover la formación de un jury de enjuiciamiento con relación a los
Vocales responsables de dichos incumplimientos. Todo ello acorde a lo establecido por
el primer párrafo del art. 148 de la Ley de Rito Fiscal. Adviértase, que la negligencia
reiterada que dilate la sustanciación de los procesos es causa de remoción de los
Vocales.
Fijados plazos precisos por el dec. 1684/1993, el contribuyente que viera demorada
la sentencia resolutiva por parte del TFN podrá interponer pedido de pronto despacho.
Al respecto de este tema el art. 87 establece que presentada la queja con copia de
aquel escrito, la Cámara Nacional requerirá del Tribunal Fiscal que dicte
pronunciamiento dentro de los quince (15) días desde la recepción del oficio. Vencido el
término sin dictarse sentencia, la Cámara solicitará los autos y se abocará al
conocimiento del caso, el que se regirá entonces por el procedimiento establecido en el
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación para los recursos de apelación
concedidos libremente, produciéndose en la instancia toda la prueba necesaria. Toda
vez que la queja resultare justificada, la Cámara Nacional pondrá el hecho en
conocimiento del presidente del jurado a que se refiere el art. 148.
En materia aduanera, el Código establece en su art. 1028 que las Cámara Federales
entenderán en los recursos por retardo de justicia en el dictado de la resolución definitiva
del Tribunal Fiscal en aquellos procedimientos de impugnación, de repetición y por
infracciones.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Para el entendimiento preciso de la presente norma debemos realizar una
comparación con el texto del art. 171, desarrollado en su oportunidad. Recordemos que
en la norma citada se encuentran enunciadas las excepciones de previo y especial
pronunciamiento.
Ello así, la norma sub examen establece que si la sentencia decidiera sobre
excepciones previas, dilatorias, que no ponen fin al litigio, solamente lo demoran, su
apelación quedara postergada al momento de apelarse la sentencia definitiva.
Por último, tanto las sentencias definitivas como las que decidan cuestiones previas,
serán registradas en libros foliados que deberá llevar el Área de Registro y
Jurisprudencia.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Dado que el TFN es un tribunal administrativo que opera dentro de la órbita del Poder
Ejecutivo, es este último quien, en atención al cúmulo de trabajo, demostrado
estadísticamente, podrá prorrogar los plazos previstos en el art. 170 para el dictado de
la sentencia. Con acierto señalan Fonrouge y Navarrine(30) que carecería de sentido que
el Poder Ejecutivo pudiera prorrogar los plazos para producir pruebas, alegar, apelar,
etc., por el cúmulo de tareas que afecte al Tribunal Fiscal.
ART. 191 — Notificada la sentencia, las partes podrán solicitar, dentro de los
cinco (5) días, que se aclaren ciertos conceptos oscuros, se subsanen errores
materiales, o se resuelvan puntos incluidos en el litigio y omitidos en la sentencia.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Conforme la letra del art. 191 el recurso de aclaratoria procede respecto de aquellas
sentencias del Tribunal Fiscal de la Nación en las cuales se hubiera incurrido en:
- errores materiales,
- conceptos oscuros,
Por su parte, el art. 166, inc. 2º, del Cód. Proc. Civ. y Com., de aplicación supletoria,
establece que dictada la sentencia concluye la competencia del juez respecto del objeto
del juicio, y no podrá sustituirla o modificarla. Atento a que concluye la competencia del
Juez que dictó la sentencia, la parte que interponga aclaratoria no podrá requerir que se
reabra la discusión motivo de la litis.
Sin embargo, la recurrente podrá requerir, dentro de los tres días de notificada la
sentencia, que se corrija cualquier error material, se aclaren conceptos oscuros, sin
alterar lo sustancial de la decisión y se supla cualquier omisión en que se hubiese
incurrido sobre alguna de las pretensiones deducidas y discutidas en el litigio.
El plazo para apelar las sentencias recaídas en los recursos de amparo, será de
diez (10) días.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Regula el presente artículo la facultad del perdidoso —contribuyente o Fisco—, de
interponer el recurso de revisión y apelación limitada contra la sentencia que pone fin al
litigio entablado ante el TFN. El mismo será resuelto por el ad-quem (alzada), encarnada
por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, de la
Capital Federal, dado que el Tribunal Fiscal no ha habilitado, a la fecha, ninguna
delegación (fija o móvil) en el interior del país.
La Cámara será competente para entender cuando se cuestione una suma mayor
de $10,97 (diez pesos con noventa y siete centavos), salvo el caso de los recursos de
amparo en los cuales no existirá monto mínimo obligatorio.
2. Contra las decisiones adoptadas en los recursos de amparo previsto en los arts.
182 y 183, sin limitación de monto.
La Cámara resolverá el fondo del asunto, teniendo por válidas las conclusiones del
Tribunal Fiscal sobre los hechos probados. Atento a ello no resulta ocioso destacar que:
Sin embargo, la jurisprudencia mayoritaria opinando sobre este tema tiene dicho que
lo decidido por el Tribunal Fiscal es insusceptible de ser revisado por la Cámara en tanto
las apreciaciones no se exhiban como erróneas o apartadas de las constancias de la
causa, sino que se basen en concretas cuestiones fácticas traducidas, básicamente, en
omisiones y falencias probatorias.(34)... Además, deben rechazarse los agravios que sólo
trasuntan discrepancia respecto del criterio utilizado en el caso examinado, en tanto la
preferencia acordada por el tribunal respecto de determinados elementos probatorios,
no configure arbitrariedad(35).
La interposición del recurso se deducirá por escrito, en el plazo de treinta días a contar
desde la notificación de la sentencia, sin sujeción a forma alguna, manifestando
expresamente la intención de apelar.
- En una posición están aquellas salas que consideran que ante falencias en la
expresión de agravios sea el propio TFN quien declare desierto el recurso.
- En otra posición están aquellas salas que juzgan que es la propia Cámara quien
debe declarar desierto el recurso interpuesto.
1.1.2. Términos
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La ley 25.720 reemplazo el extenso texto del artículo sub examen por una norma más
expeditiva que establece la obligación de apelar todas las sentencias desfavorables que
afecten al Fisco.
Para analizar esta reforma debemos remontarnos al proyecto remitido por el Poder
Ejecutivo Nacional acompañado por su Mensaje 860 del 23 de mayo de 2002. La
propuesta se limitaba a la derogación del texto anterior del art. 193. Ello, con la finalidad
de eximir a la DGI de la obligación de presentar, conjuntamente con el escrito de
apelación, la autorización escrita del Subsecretario de Ingresos Públicos del Ministerio
de Economía.
Ahora bien, según el nuevo texto del art. 193, la obligación de apelación que antes
concluía ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo, ahora continuará hasta la
Corte, puesto que se menciona a todas "las sentencias desfavorables, en tanto afecten
al Fisco".
Estimamos que la norma es el origen de un dispendio jurisdiccional sin justificativo
alguno. En aras de eliminar la burocracia se ponen en funcionamiento normativas
carentes de toda lógica funcional.
Por su parte, el dec. 871/2003 reglamentó el nuevo texto del art. 193 tratando de
mejorar la interpretación de la poco feliz redacción dada a la norma legal(44).
Ello así, con el objeto de garantizar en tiempo y forma la adecuada defensa de los
intereses fiscales en litigio, y de evitar trámites innecesarios en aquellos casos en los
que la Subsecretaría de Ingresos Públicos se haya pronunciado claramente con
anterioridad, habiendo fijado un criterio en la materia, no resultará necesaria su
intervención en los siguientes casos:
- Si la sentencia ha tenido por allanado al Fisco en los términos en que éste propició
el allanamiento de conformidad al art. 164 de la ley 11.683, t.o. 1998 y sus
modificaciones.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Los recursos son remedios que se utilizan contra las sentencias o resoluciones que
el recurrente aspira a modificar. Son acordados por la ley, para que en las secuencias
posteriores se revise el pronunciamiento del órgano jurisdiccional.
Por su parte, Carnelutti(47) sostiene que con la fórmula "efecto devolutivo", se quiere
decir que el conocimiento sobre la materia sobre la cual ha juzgado el a quo (tribunal
inferior) se devuelve al juez ad quem (tribunal superior).
Sin embargo, no resulta ocioso diferenciar que la interposición del recurso de revisión
y apelación limitada ante la CNFed. Cont. Adm. no obliga, a fin que sea aceptada su
interposición, al previo pago por parte del contribuyente. El pago resultará ser la
consecuencia lógica que derivará de un acto administrativo que ha quedado firme, lo
cual otorga al organismo recaudador facultades para ejecutar su cobro.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación(49) tiene dicho que en materia tributaria las
leyes represivas participan de todos los principios del derecho sancionador, que
reconoce como principio liminar la subjetividad de los ilícitos, sin perjuicio que, con
relación a algunos de ellos, se produzca la inversión de la carga de la prueba
Por ello reafirmamos que los ilícitos tributarios son ilícitos propios del derecho penal,
y ello es así porque investigada cual es la consecuencia de la conducta antijurídica
realizada, si a ésta le corresponde un reproche penal, la conducta, obviamente, será
penal.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El agravio es definido como el mal, el daño o el perjuicio que el apelante expone, ante
el juez superior (ad-quem), y que se habría provocado por la sentencia del juez inferior
(a quo). De ahí surgen las locuciones "expresión de agravios", "escrito de agravios" o
"decir de agravios". Esta situación provoca la apelación, es decir la impugnación ante
un tribunal superior de una resolución judicial cuyo contenido resulta agraviante al
derecho de quien apela(53).
Expresados por escrito los agravios por parte del apelante, el TFN dará traslado a la
contraparte para que la conteste también por escrito, y en el mismo término de 15 días.
Vencido ese plazo, haya o no contestación, se elevarán sin más sustanciación, dentro
de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes, los autos a la Cámara Nacional
competente.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Esta norma debe ser comparada con el texto del art. 195. Ello así observamos tres
plazos perentorios a tener en cuenta por el apelante.
No resulta posible obviar lo dispuesto por el art. 166 (actualmente art. 184 del t.o. en
1998), última parte de la ley 11.683, en su texto según dec. 1684/1993, norma que no
ha sido objeto de debate ni de declaración judicial de invalidez y que no admite
excepciones a la imposición de costas a la vencida (Del voto en disidencia de la Dra.
Wurcel).
Causa: FAMECO SECPA C. DGI - CNFed.. Cont. Adm., sala II, 4/8/1998
Los agravios del fisco no pueden prosperar por dos elementales razones; en primer
término, los argumentos del a quo para imponerle las costas no fueron, ni siquiera,
considerados en el memorial de agravios y, en segundo lugar, porque las causales
eximentes de las costas a que alude el Cód. Proc. Civ. y Com.—y que invoca el
recurrente—,no rigen en el proceso ante el Tribunal Fiscal de la Nación, toda vez que,
si bien el art. 179 la ley 11.683 dispone la aplicación supletoria de las disposiciones de
ese código, lo hace exclusivamente para los casos no previstos en el Título II.
Por otra parte, el art. 166 (actualmente art. 184 del t.o. en 1998) de la ley
11.683 integra el Título II, Capítulo III —De la sentencia del Tribunal— y contempla,
expresamente, el régimen de costas en el mencionado organismo mediante una
disposición —de aplicación ineludible para aquel Tribunal— por la que se ordena a la
parte vencida en el juicio, sin excepción alguna, pagar todos los gastos causídicos y
costas de la contraria.
Causa: CAJA MUNICIPAL DE JUBILADOS Y PENSIONADOS (TF 13952-I) C. DGI - CNFed.
Cont. Adm., 7/9/1998
Que, al respecto cabe recordar que el art. 166 (actualmente art. 184 del t.o. en 1998)
de la ley 11.683 consagra en forma absoluta, y sin admitir excepción alguna, el criterio
objetivo de la derrota, es decir que quien resulta vencido en el pleito debe cargar con
todos los gastos causídicos, aun cuando la parte contraria no lo haya solicitado.
—RECALIFICACIÓN DE CONDUCTA—
Causa: WEISS, LEANDRO SEGISMUNDO (TF 34172-I) C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala
III, 11/6/2013
Que en primer lugar, obsérvese que para que se configure el ilícito tipificado en el art.
46 de la ley de procedimiento tributario se requiere no sólo la intención (dolo) de evadir
el pago del impuesto, sino que también se exige un plus representado por la existencia
de un ardid o engaño realizado por el sujeto activo del ilícito con el objeto de generar un
error en la víctima del mismo. No toda falta de pago intencional del impuesto adeudado
constituye un supuesto de defraudación fiscal sino sólo aquella evasión que va
acompañada de un artificio dirigido a evadir el tributo (DÍAZ SIEIRO, Horacio - BERGROTH,
Leonardo y otro, Procedimiento Tributario, Ed. Macchi, 1993, p. 374).
Con dicho alcance varias veces se ha expresado que la defraudación fiscal —como
infracción dolosa— requiere de un elemento intencional, intención que debe
exteriorizarse en una acción antijurídica por comisión o por omisión y que
necesariamente se acompaña con un elemento material que se traduce en engaño
(conf. sala II in re "Azar, Ramón S. y otros" del 28/6/1994 y sala IV in re: "Marchi, José
Alberto TF13204I c. DGI" del 31/8/2004).
Además, a fin de resultar viable la imputación de dolo al infractor se requiere que ella
se sustente en prueba suficiente de la intención fraudulenta. Es principio inconcuso que
el dolo no se presume; es el titular de la acción penal quien debe demostrar las
circunstancias que permitan configurar el dolo en el actuar del infractor (conf. sala IV in
re: "Ferretería y Cereales SRL" c. DGI del 7/3/2006, "Sánchez Jesús Antonio c. DGI del
8/8/2006 y "González, Claudio Raúl (TF.22088) c. DGI" del 6/2/2007).
En igual orden de ideas, se ha señalado que para el art. 46 de la ley citada lo punible
es la utilización de algún ardid con la intención deliberada de lograr un beneficio
personal, produciéndose la inversión de la carga de la prueba, pues es el imputado quien
debe probar su inocencia, pero siempre, cuando existan indicios serios de la comisión
del delito, por lo que deben mediar razonables elementos que permitan una situación de
duda. Así, primero debe verificarse el hecho objetivo para definir si se exterioriza el
elemento tipo de la figura penal, lo que debe ser probado por el fisco, para luego decidir
la inmutabilidad del actor después de probar la conducta engañosa o maliciosa,
debiendo posteriormente la imputada desvirtuar las presunciones de dolo que no
pueden sustentarse en los mismos presupuestos legales que la estimación de oficio
(Giuliani Fonrouge, Carlos M. y Navarrine Camila "Procedimiento Tributario y de la
seguridad social", Lexis Nexis, 2006, p. 360 y sig.).
IV. Que así las cosas, la decisión del Tribunal Fiscal de la Nación debe ser
confirmada, ya que de la resolución que impuso la multa que surge que las razones por
las que se instruyó el sumario con relación al impuesto a las ganancias (personas
físicas) fueron que el contribuyente habría presentado sus "declaraciones incompletas
de la materia imponible", habiendo quedado configurada la infracción con la inexactitud
de aquellas que luego el contribuyente rectificara. En el acto se ponderó que el actor
poseía un plazo fijo que no se encontraba declarado ni en las declaraciones juradas de
ganancias ni en las de bienes personales. Sin embargo, no se le imputó en ese momento
ningún ardid que hubiera sido utilizado como medio para engañar al fisco. La sola
mención del art. 46 de la ley de procedimiento tributario, sin descripción del
comportamiento fraudulento, no puede transformar automáticamente la conducta
descripta como dolosa y es el fisco el que debió acreditar la exteriorización de la figura
penal para aplicar la sanción del art. 46, probando la conducta dolosa.
Causa: CASTILLO, CARLOS J. Y SBIGLIO IRMA SH C. DGI - CNFed. Cont. Fed., sala II,
22/2/2000
Para confirmar el fallo apelado, en cuanto dejó sin efecto la sanción impuesta por la
Dirección General Impositiva en los términos del art. 46 y la encuadró en el art. 45 de
la ley 11.683 (t.o. 1978), es suficiente la remisión a la jurisprudencia que establece que
las presunciones en cuanto al gravamen no son aptas para presumir fraude en materia
penal fiscal, sin que sea óbice para ello el agravio de los actores referidos a la garantía
de defensa en juicio. En efecto, es atribución del Tribunal Fiscal de la Nación encuadrar
los hechos en la figura sancionatoria adecuada independientemente de la tipificación de
la resolución recurrida, siempre que no se vulnere el principio de la reformatio in pejus,
lo que no sucede en el presente caso atento a que la multa que se aplicó es más benigna
que la que se recurrió.
El Tribunal Fiscal tiene vedado por el art. 185de la ley 11.683 (t.o. 1998) pronunciarse
respecto de la legalidad de la Resoluciones Generales de la DGI.
— LIQUIDACIÓN —
La resolución del Tribunal Fiscal que condona intereses resarcitorios —en el caso,
correspondientes al Régimen de Ahorro Obligatorio— no implica por parte del Tribunal
una modificación del acto apelado que motive la práctica de una nueva liquidación con
control jurisdiccional, en los términos del art. 187 de la ley 11.683 —t.o. 1998—, toda
vez que la misma se limita a declarar la aplicación de una norma reglamentaria —dec.
935/1995— de carácter general y obligatorio.
Causa: TUBING SRL C. DGI S/BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS - CNFed. Cont. Adm.,
sala III, 11/11/1999
No cabe hacer lugar a la medida cautelar autónoma iniciada para que se ordene a la
demandada que se abstenga de ejecutar la sentencia dictada por el Tribunal Fiscal de
la Nación, pues los recursos que se conceden contra tales sentencias por las que se
condena al pago de tributos e intereses se otorgan al solo efecto devolutivo, según lo
establecido en el art. 194 de la ley 11.683 (t.o. 1998).
Causa: INMAR SA -RQU- C. DGI - CNFed. Cont. Adm., sala III, 6/6/2000
Es improcedente la aplicación del art. 18 de la ley 19.549 con el fin de que el tribunal
Fiscal revoque su propia sentencia, toda vez que como surge de la ley 11.683, la ley de
Procedimientos Administrativos se aplica supletoriamente para lo no previsto en el Título
I de la ley, pero no para lo no previsto en el Título II.
— EXPRESIÓN DE AGRAVIOS —
TÍTULO II
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Con el mismo sentido del art. 116, en cuanto establece las legislaciones de aplicación
supletoria para el Título I de la Ley de Rito Fiscal, el texto del art. 197 establece las
supletoriedades para el Título II relativo a los procedimientos ante el Tribunal Fiscal de
la Nación. La diferencia entre ambas normas radica en la omisión, para el Título II, de la
supletoriedad de la ley de Procedimientos Administrativos 19.549.
b) Minera.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
a) En razón de la materia impositiva fijada por la ley 11.683, en su art. 159, a cuya
lectura remitimos.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Recordemos que el TFN fue creado en el año 1960, momento en el que se progresa
en algo muy importante como fue salir del sistema del solve et repete para pasar a un
sistema, o a una metodología procesal, durante la cual el contribuyente o el responsable
tiene la posibilidad que el litigio tributario cambie de jurisdicción y se lleve a una situación
diferente. Es decir, que quien tenga que dilucidar la litis sea un órgano distinto de quien
emitió la resolución o la intimación de pago(6).
En su composición actual los vocales están divididos por sala y ordenados por
nominación. Esquemáticamente la disposición sería la siguiente:
Sala Competencia Nominación
A Impositiva 1a - 2a - 3a
B Impositiva 4a - 5a - 6a
Sala Competencia Nominación
C Impositiva 7a - 8a - 9a
D Impositiva 10a - 11a - 12a
E Aduanera 13a - 14a - 15a
F Aduanera 16a - 17a - 18a
G Aduanera 19a - 20a - 21a
1.1. Competencia
b) Contra las resoluciones que impongan sanciones por un importe superior a veinte
y cinco mil pesos ($25.000).
c) Contra las resoluciones denegatorias dictadas por la AFIP DGI en reclamos por
repetición de impuestos, en caso de pago espontáneo, por un importe superior a
veinte y cinco mil pesos ($25.000).
g) En la resolución del recurso de amparo por mora previsto en el art. 182 de la Ley
de Rito Fiscal.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El presente artículo es la vívida muestra del "Plan de Modernización del Estado" (dec.
434/2016 - BO 2/3/2016) que tiene como objetivo colaborar con las administraciones
públicas provinciales, municipales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las cuales
podrán adherir al referido plan en sus respectivas jurisdicciones(2).
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El último párrafo del artículo que nos encontramos analizando indica que, en caso
que procediera la devolución, es decir que el organismo recaudador deba entregarle
dinero al obligado, la misma se hará actualizada pero, sin ningún tipo de interés.
Situaciones como la descripta vulnera las relaciones jurídicas igualitarias que deben,
obligatoriamente, primar entre el sujeto activo y el sujeto pasivo de la obligación
tributaria generando. Es más, nos atrevemos a señalar que este tipo de situaciones es
descriptiva de relaciones de poder, propias de contextos autoritarios.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Dado que el presente artículo plantea la vigencia, en los casos y situaciones que
correspondan, de normas previstas en el texto ordenado en 1974, hemos decidido
transcribirlas a fines informativos.
Las disposiciones de la ley 20.626 regirán a partir del 1 de enero de 1974, con
excepción de las normas relativas a cuestiones procesales o de organización
administrativa que regirán a partir del 1 de julio de 1974.
Las audiencias para la vista de la causa fijadas para ser celebradas con
posterioridad al 1º de julio de mil novecientos setenta y cuatro, quedan sin
efecto. En tales casos, el vocal deberá poner los autos para alegar, conforme
lo establecido en el art. 137, antes del 1º de noviembre de mil novecientos
setenta y cuatro.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En el artículo tercero del decreto citado se estableció que la DGI sería la encargada
de la aplicación, recaudación, fiscalización y ejecución judicial de los recursos de la
seguridad social correspondiente a:
Por último, el dec. 2102/1993 estableció que los artículos de la ley 11.683 (t.o. 1998),
que citamos a continuación, serán de aplicación en materia de recursos de la seguridad
social:
Art. 6º Responsables del cumplimiento de deuda ajena
Art. 7º Deberes y obligaciones
Art. 8º Responsables en forma personal y solidaria con los deudores
Art. 32 Prórroga para el pago
Art. 52 Intereses punitorios
Art. 53 Responsables de las sanciones
Art. 55 Responsables de las sanciones
Art. 70 Del sumario
Art. 92 Juicio de Ejecución Fiscal
Art. 95 Mandamiento de ejecución y embargo. Notificación
Art. 96 Representación Judicial
Art. 98 Honorarios de los representantes del Fisco
Art. 99 Anticipo de fondos para gastos de tramitación de los juicios
Art.
Formas de Notificación
100
Art. Deberes de entidades, de funcionarios públicos y de beneficiarios de
105 franquicias tributarias.
Art.
Obligaciones de información. Deberes de colaboración
107
Art.
Embargo preventivo.
111
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Ahora bien, hacemos notar que a diferencia del procedimiento para la aplicación,
percepción y fiscalización de los tributos contemplado en la ley 11.683 (t.o. en 1998 y
sus mod.), los procedimientos amistosos derivan de los Convenios para evitar la doble
imposición, que son Tratados Internacionales que integran el ordenamiento jurídico de
la Nación con rango supralegal (arts. 31 y 75, incs. 22 y 24 de la CN).
Sobre tales bases, el art. 244 de la ley 27.430 incorpora al texto ritual tributario, el
novísimo Título IV, reservando el Capítulo I del mismo a reglamentar los
"Procedimientos de acuerdo mutuo previstos en los Convenios para Evitar la Doble
Imposición".
El Proyecto BEPS ("Base erosion and profit shifting") OCDE/G 20 (2013), incorpora
estándares internacionales nuevos o reforzados, así como medidas concretas para
ayudar a los países a hacer frente al fenómeno de la erosión de bases y el traslado de
beneficios, intentando recobrar la confianza en el sistema tributario y asegurar que los
beneficios queden gravados allá donde tienen lugar las actividades económicas y se
añade valor.
Según la introducción de los Informes Finales 2015 de la nota explicativa del proyecto,
el impacto de BEPS sobre la recaudación total se estima superior en países en vías de
desarrollo que en países desarrollados dada su mayor dependencia de la recaudación
por dicho impuesto.
Así, las medidas desarrolladas en el marco de la referida Acción 14 del Plan de Acción
BEPS están precisamente encaminadas a reforzar la eficacia y eficiencia del
procedimiento amistoso (MAP). Mediante la adopción del BEPS, los países han
aceptado un cambio de actitud frente a la solución de controversias, hecho que se
plasma fundamentalmente en el desarrollo de un estándar mínimo (complementado con
una serie de buenas prácticas) en lo referente a la resolución de conflictos de
interpretación o aplicación de los convenios.
Por su parte, el MC OCDE en la citada actualización 2017 contiene, entre otras, las
medidas procedentes de los informes finales de la acción 14 del Plan BEPS OCDE/G-
20(4), orientadas a mejorar la resolución de los procedimientos amistosos y establecer
nuevos estándares internacionales en materia de arbitraje para resolver los casos de
doble imposición internacional.
Los mismos involucran tanto una faz internacional como una faz interna, en la que
prepondera el procedimiento tributario nacional, esto es, de la Ley de Rito Fiscal,
específicamente de las clausulas legales en comento.
Iriarte Yanicelli(8) señala que su fundamento jurídico está relacionado con las
garantías del contribuyente, en la negociación y un posterior acuerdo, en algunos casos
potestativo entre los Estados, respetuosos de los principios del Derecho Internacional.
Su finalidad principal es evitar la doble imposición internacional, jurídica como
económica y la discriminación del inversor extranjero.
Por lo demás, resulta deseable que la citada normativa y su evolución futura, tienda
a disminuir algunas causales de ineficiencia que afectaban o afectan el procedimiento,
v.gr. la inexistencia de obligación de las autoridades competentes de lograr un acuerdo,
lo que se traduce en una absoluta inseguridad jurídica para los contribuyentes de lograr
una solución a su controversia; la lentitud y excesiva duración del procedimiento; la
ausencia de uniformidad respecto de la publicación del acuerdo adoptado y la
inexistencia de medios que garanticen la ejecución del acuerdo(10).
En lo que respecta a los CDI firmados por la República Argentina, observamos que
no contemplan la constitución de un cuerpo de árbitros como el previsto en el art. 25.5
del Modelo OCDE.
Así, p. ej., en el protocolo del CDI firmado entre Argentina y Chile aprobado por ley
27.274(12), se hace alusión con referencia al art. 26 "Procedimiento de Acuerdo Mutuo"
que:
"En el caso que Argentina cambie su política en lo que respecta al arbitraje como
procedimiento de acuerdo mutuo de resolución de controversias, las autoridades
competentes se consultarán para considerar la negociación de un acuerdo para la
modificación del Convenio. Asimismo, las autoridades competentes harán lo posible
para implementar la manera más eficiente posible el procedimiento de acuerdo mutuo
contemplado en el art. 26".
Por lo demás, hacemos notar que ello ha sido planteado en foros internacionales,
como también por un importante sector doctrinal, encontrándose contemplado con
carácter subsidiario en algunos convenios bilaterales, v.gr. México - EE.UU., aun cuando
ello ocurra excepcionalmente por la añeja repulsa de los Estados nacionales a todo
mecanismo que eventualmente pudiera menoscabar su soberanía tributaria.
Ahora bien, para que el contribuyente en cuestión pueda iniciar tal procedimiento, es
preciso y suficiente con que el mismo determine que las medidas tomadas por uno o por
ambos Estados entrañan una imposición que implica un riesgo no sólo posible, sino
probable.
Los comentarios del Modelo OCDE observan que estas medidas alcanzan a todos
los actos o decisiones de índole legislativa o reglamentaria, de carácter general o
particular, que tengan como consecuencia directa y necesaria la exacción de un
gravamen a cargo de la recurrente contraria a las disposiciones del Convenio(16).
Asimismo, los CDI no establecen indicaciones detalladas sobre los conflictos que
pueden ser tratados en un procedimiento de acuerdo mutuo.
El citado modelo OCDE prevé en forma genérica resolver cuestiones derivadas de:
1) una imposición no conforme a convenio; 2) cualquier dificultad o duda que plantee la
interpretación o aplicación del convenio y; 3) eliminar la doble tributación en casos no
previstos en el CDI.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Hacemos notar que mediante el dec. 357 de fecha 21 de febrero de 2002, sus
modificatorios y complementarios, se aprobó el Organigrama de Aplicación de la
Administración Pública Nacional centralizada hasta nivel de Subsecretaría, para cumplir
con las responsabilidades que le son propias, estableciendo además sus competencias.
A su vez, el dec. 2 de fecha 2 de enero de 2017, sustituyó el art. 20 del Título V de la
Ley de Ministerios (t.o. por dec. 438/1992) y sus modificatorias, estableciendo las
competencias del Ministerio de Hacienda.
A tales fines, dictó el dec. 64/2017(17), modificatorio del anterior dec. 357/2002. En el
mismo determina dentro de los objetivos de la Secretaria de Hacienda del Ministerio
homónimo, el de "Supervisar la negociación de acuerdos internacionales en materia
impositiva y aduanera".
2. AUTORIDAD COMPETENTE
La norma legal establece que los informes requeridos por dicha Secretaria deberán
ser remitidos en el plazo no mayor a un mes a partir de la recepción del pedido.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El texto ritual tributario establece como regla que la solicitud de inicio del
procedimiento debe presentarse antes de la finalización del plazo que disponga el
respectivo convenio.
Los comentarios pertinentes consideran que éste constituye un plazo mínimo, por lo
que los Estados podrán pactar bilateralmente en el CDI plazos mayores, basándose en
una interpretación más beneficiosa para el contribuyente(19).
Es de hacer notar que entre los cambios advertidos se encuentra que el legislador
argentino ha sustituido la expresión "primera notificación de la medida" del Modelo por
la de "primera notificación del acto", lo cual obedece a las diferencias interpretativas que
originaba el término "medida", en general, producto de las disímiles actuaciones de las
Administraciones tributarias conforme los términos de su propia legislación nacional.
Luego, es del caso resaltar que el texto legal dispone que el computo de dicho plazo
principia "a partir del día siguiente" de la referida notificación del acto.
Finalmente, cabe ponderar que dicho acto deberá ser idóneo para ocasionar o bien,
en su caso, ser susceptible de ocasionar una imposición no conforme con las
disposiciones del convenio, lo cual le otorga carácter anticipatorio o preventivo.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En este aspecto, los comentarios al art. 25 del Modelo OCDE refieren a que el
contribuyente puede iniciar el procedimiento amistoso sin esperar a que la imposición le
haya sido liquidada o notificada.
Ello por cuanto a diferencia de lo que sucede con los recursos en el derecho interno,
no se requiere que efectivamente se genere una imposición no acorde al convenio, sino
que basta con posibilidad de que ésta se pueda ocasionar.
Los sujetos tributarios legitimados deben ser residentes fiscales (persona humana o
jurídica) en Argentina, o en caso de no ser residente, debería legitimarlo el respectivo
convenio.
Por su parte, los comentarios al art. 25 del Modelo OCDE indican que los Estados
podrán pactar, si lo estiman pertinente, la posibilidad de dirigir de forma potestativa sus
reclamaciones a la autoridad competente de uno u otro Estado.
Advertimos que no se establece plazo para diligenciar dicha comunicación, por lo cual
la autoridad competente deberá cursar la misma una vez que el presentante haya
cumplimentado con toda la documentación obligatoria y necesaria para evaluar su
admisibilidad.
ART. 209 — El inicio del procedimiento se formulará por escrito ante la mesa de
entradas de la autoridad competente y deberá contener, como mínimo:
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En este sentido, es menester que se le brinden al sujeto obligado todas las garantías
necesarias respecto de acceso al expediente, siendo de aplicación sobre la materia lo
normado por nuestra Ley de Procedimiento Administrativo 19.549 y el Reglamento de
Procedimientos Administrativos, dec. 1759/1972 - t.o. 2017.
La norma en análisis establece los requisitos formales mínimos que debe cumplir la
presentación de inicio en la respectiva mesa de entradas de la autoridad competente,
los cuales en general responden a las recomendaciones de la OCDE sobre el particular.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
2. ADMISIÓN DE LA SOLICITUD
Esta circunstancia habilita el pedido una medida cautelar autónoma (art. 230 Cód.
Proc. Civ. y Com.), como medida propia del proceso contencioso administrativo,
respecto de la ejecutoriedad del acto de liquidación al que estuviera expuesto el
contribuyente, como así también, en relación a los intereses resarcitorios y sanciones
de naturaleza penal contravencional.
Agrega luego que "sólo mediando disposición expresa podrá acordarse al silencio
sentido positivo".
ART. 212 — La solicitud de inicio del procedimiento de acuerdo mutuo podrá ser
denegada en los siguientes casos:
1. CONSIDERACIONES GENERALES
En tal sentido, es de hacer notar que el recurso jerárquico del art. 89 del citado texto
normativo, no requiere para su interposición haber deducido previamente el recurso de
reconsideración, no obstante —de haberlo hecho— éste lleva implícito de pleno derecho
el recurso jerárquico. El plazo para interponer el mismo es de quince días de dictado el
acto que se impugna.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Queda visto que en esta fase del desarrollo, la ley otorga la posibilidad que la
autoridad competente encuentre por sí misma, una solución a la controversia.
Es de hacer notar que la obligación del Estado es la de obrar con la debida diligencia,
haciendo lo posible por resolver la cuestión, pero no existe una obligación de resultado.
Por lo demás, esta segunda etapa del procedimiento se limita a las relaciones entre
los Estados contratantes, razón por la cual el contribuyente no resulta parte en el mismo,
aun cuando goza derecho a ser informado de su desarrollo en tiempo útil.
Sin embargo, el articulado de nuestra Ley de Rito Fiscal que regla el procedimiento
de acuerdo mutuo guarda silencio respecto de formas y/o procedimientos específicos
para relacionarse con el otro Estado y tampoco establece pautas de trabajo para el caso
que existieren las mencionadas comisiones mixtas.
No obstante, cabe precisar que las autoridades competentes están obligadas a hacer
lo posible para intentar resolver la cuestión planteada dentro de un marco de
negociación, sin que ello implique per se lograr un resultado concreto que otorgue
solución a la cuestión controvertida.
ART. 214 — Frente a una comunicación recibida del otro estado contratante
respecto de una presentación allí efectuada, la autoridad competente dispondrá de
un plazo máximo de seis (6) meses desde la recepción de la comunicación y la
documentación de respaldo para emitir una comunicación inicial manifestando su
posición.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Este procedimiento finaliza por desistimiento expreso del contribuyente o por decisión
de la autoridad competente, adoptada unilateral o bilateralmente, la que deber ser
debidamente notificada al presentante.
Al respecto, la actualización 2017 del Modelo OCDE propone que las jurisdicciones
se comprometan a resolver los casos dentro de un plazo medio de 24 meses.
Hubiera sido oportuno que la propia Ley de Rito Fiscal lo estableciera, tal como lo
hace el reglamento español, tanto en relación a la terminación del procedimiento(27),
como respecto a la ejecución del acuerdo(28).
3. PRESCRIPCIÓN
El art. 25, punto 2, última parte, del Modelo OCDE expresa que: "...El acuerdo se
aplica independientemente de los plazos previstos por el Derecho interno de los Estados
Contratantes". La finalidad de esta disposición es la de permitir que en aquellos Estados
que tienen determinados plazos de prescripción relativos a las liquidaciones, el acuerdo
amistoso pueda tener efectos a pesar de dichos plazos.
Esta disposición se encuentra inserta en los CDI celebrados por Argentina con Brasil
y España, mientras que en otros ello no se ha convenido, v.gr. el caso del CDI celebrado
con Chile.
A su vez el CDI celebrado con Suiza establece en el punto 3 que: "Un Estado
Contratante, luego del plazo que al efecto prevé su legislación interna y, en cualquier
caso, después de 6 años contados desde la finalización del período fiscal en el que
debió imputarse una determinada renta, no puede incrementar la base imponible de un
residente de cualquiera de los Estados Contratantes, incluyendo en dicha base rubros
de renta que tributaron impuesto en el otro Estado Contratante. Este apartado no se
aplicará en el caso de fraude o negligencia". El supuesto descripto protege al
contribuyente del aumento de su renta luego de vencidos los plazos de prescripción.
Los comentarios al Modelo OCDE proponen como solución ante la falta de acuerdo
que los Estados: a) soliciten el criterio imparcial (asesoría); b) soliciten el parecer del
Comité de Asuntos Fiscales de la OCDE cuando se presentasen dificultades de
interpretación de un Convenio y; c) se recurra a un arbitraje.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Ello es una manifestación de la doctrina de los actos propios (venire contra factum
proprium non valet), que proclama el principio general de derecho que declara la
inadmisibilidad de actuar contra los propios actos hechos con anterioridad. El mismo es
de aplicación por cuanto la Administración pública actúa de acuerdo con los principios
de coordinación, colaboración y unicidad que deriva del propio texto constitucional.
La Ley de Rito Fiscal solo prevé los casos de recursos pendientes, pero no la ahora
la situación inversa, esto es, aquellos casos en los cuales el acuerdo concluya con
posterioridad a la resolución de los recursos internos.
Permítasenos señalar que la piedra basal está dada por la prohibición constitucional
al Presidente de la Nación de ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de
las causas pendientes o restablecer las fenecidas (art. 109CN).
Hacemos notar que las "decisiones judiciales firmes" a que aluden los Comentarios
son aquellas resoluciones judiciales consentidas, ejecutoriadas o sometidas al principio
de irrecurribilidad, cuyo efecto característico es el de "cosa juzgada" el que impide iniciar
un nuevo proceso referente al mismo objeto, es decir, no puede ser alcanzada por otra
actividad estatal.
Por lo demás, deviene oportuno destacar que los acuerdos amistosos no tienen el
rango normativo del Tratado internacional.
Nuestra Corte Suprema al resolver la causa "García, Raúl"(31) tiene dicho que el
respeto a la cosa juzgada es uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta
el régimen constitucional y no es susceptible de alteraciones, porque la estabilidad de
las decisiones jurisdiccionales constituye un presupuesto ineludible de la seguridad
jurídica, agregando el tribunal que en esas circunstancias, la sentencia resulta inviolable,
tanto con respecto a la determinación imperativa del derecho sobre el cual se requirió
pronunciamiento judicial, cuanto en orden a la eficacia ejecutiva de este último,
destacando además que "la inalterabilidad de los derechos definitivamente adquiridos
por sentencia firme reconoce fundamento en los derechos de propiedad y defensa en
juicio (Fallos 199:466; 258:220; 281:421)".
TÍTULO IV
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Asimismo, cabe resaltar que las Naciones Unidas han publicado el Manual Práctico
de Precios de Transferencia para Países en Vías de Desarrollo (United Nations Practical
Manual on Transfer Pricing for Developing Countries), emitido en el años 2013 y
actualizado a principio del año 2017.
Cabe tener presente que junto a México, la Argentina es uno de los países de América
Latina con mayor tradición normativa en materia de precios de transferencia, que ha
inspirado normas de países de América Latina y Caribe en lo relativo al tratamiento de
exportación de bienes con mercado transparente.
Por su parte, el art. 15 de la ley de Ganancias establece que: "Cuando por la clase
de operaciones o por las modalidades de organización de las empresas, no puedan
establecerse con exactitud las ganancias de fuente argentina, la Administración Federal
de Ingresos Públicos podrá determinar la ganancia neta sujeta al impuesto a través de
promedios, índices o coeficientes que a tal fin establezca con base en resultados
obtenidos por empresas independientes dedicadas a actividades de iguales o similares
características".
Así también, el artículo mencionado estipula que: "...A los efectos previstos en el
tercer párrafo, serán de aplicación los métodos de precios comparables entre partes
independientes, de precios de reventa fijados entre partes independientes, de costo más
beneficios, de división de ganancias y de margen neto de la transacción...". Además,
con la reforma de la ley 27.430 se incorpora una nueva normativa aplicable a todas las
operaciones de importación y exportación en las que intervenga un intermediario
internacional que reúna alguna de las siguientes condiciones: a) Que sea un
intermediario vinculado o b) si el intermediario no fuese vinculado, que el exportador en
origen o el importador en destino se encuentre vinculado con el sujeto local.
En relación con esta específica critica doctrinal, señalamos que la praxis indica sobre
los países que han suscrito APA, que los han negociado en 24 meses (Ecuador), 8
meses (México), 8 meses (Uruguay) y 9 meses (Colombia). Considerando que en
general un APA dura entre 36 y 60 meses de acuerdo a la experiencia regional, no
representaría "un importante tiempo de tramitación" como indica esta corriente de
opinión. Además, una mayor profundización del tema nos lleva a supeditar ello al
análisis e investigación cualitativa y cuantitativa de los sectores económicos relevantes
para el país, tema que la AFIP ha venido trabajando debidamente desde tiempo atrás.
Este es un tema de suma relevancia, toda vez que se vincula con uno de los activos
de mayor importancia en una empresa, que es el constituido por la información,
específicamente la información sensible o confidencial, a la cual la Administración
Tributaria deberá otorgar desde un primer momento, una adecuada protección.
Por otra parte, un aspecto que ha dado lugar a inconvenientes en materia de precios
de transferencia, está dado cuando determinadas jurisdicciones, tal como ha sido el
caso de Argentina en años anteriores y actualmente Venezuela, cuando se implementan
restricciones cambiarias a la salida de divisas y al comercio exterior. Ello implica retrasos
o impiden el pago de bienes, servicios, regalías y préstamos, generando importantes
cuentas por pagar y pasivos entre compañías.
La DCPOI está legislada en el art. 217 de la ley 11.683. La misma permite a través
de un acuerdo entre la Empresa y la Administración Tributaria determinar en forma
anticipada a la realización de operaciones vinculadas sujetas a valoración, un conjunto
de criterios apropiados (método que se va utilizar, los elementos comparables, ajustes
que se han de efectuar, hipótesis críticas relativas a acontecimientos futuros), con el fin
de determinar los precios de transferencia aplicables a las operaciones a las que alude
el art. 15 de la ley de Impuesto a las Ganancias.
Las DCPOI bilaterales/multilateral deberán realizarse al amparo del art. 25 del Modelo
de Convenio de la OCDE, es decir, dentro del "acuerdo mutuo", reglamentado el
Capítulo I, también del presente título.
Ahora bien, si los convenios son bilaterales y los mismos —al igual que la legislación
nacional— no establecen expresamente la posibilidad de actuar de manera multilateral,
ello no resultaría posible.
3. PROCEDIMIENTO
3.1. Inicio
La normativa (art. 217, inc. a]) prevé que la solicitud se presente ante la AFIP con
anterioridad al inicio del período fiscal en el que se realizarán las transacciones que
comprenderá la DCPOI.
g) El período fiscal que aplica para cada una de los contribuyentes interesados;
h) Explicación de las principales diferencias contables, si las hay, entre los distintos
países en donde se encuentren domiciliadas las partes involucradas en las
transacciones y el efecto que dichas diferencias pudieran tener en la metodología de
precios de transferencia propuesta;
El inc. c) del artículo en análisis determina que el criterio fiscal y la metodología para
la determinación de los precios, montos de contraprestaciones o márgenes de utilidad
contenidos en la DCPOI, convenidos en base a las circunstancias, antecedentes y
demás datos suministrados, tenidos en cuenta hasta el momento de su suscripción,
vincularán exclusivamente al contribuyente o responsable y a la Administración Federal
de Ingresos Públicos.
Ello concuerda con el plan de acción Beps, acción 5, titulada "Combatir las prácticas
tributarias perniciosas, teniendo en cuenta la transparencia y la sustancia", en la que se
pone especial énfasis en dos ámbitos donde se han detectado practicas fiscales que
pueden ser consideradas perniciosas: los regímenes fiscales preferenciales y los
acuerdo con las administraciones tributarias (tax rulings), esencialmente los efectos
fiscales negativos que eventualmente proyectan dichos acuerdos nacionales a nivel
global(16).
Cabe señalar que esta última figura constituye propiamente un APA bilateral, pero no
existe definición legal del procedimiento aplicable.
Consideramos acertada esta disposición legal, sin embargo no nos queda claro si la
información que el contribuyente presentara en el marco de la negociación, cuando no
se lograre el acuerdo, podría válidamente ser utilizada para evaluar riesgos de
manipulación de precios.
Por otro lado, es importante resaltar que pueden existir motivos para rechazar la
solicitud, como p. ej(17).: a) la presencia de una gran cantidad de productos, sin que
ninguno predomine; b) la propuesta de precios comparables no controlados,
establecidos de manera superficial y poco técnica; y c) las transferencias
intercompañías de pequeños volúmenes, tanto en términos absolutos como relativos,
respecto a porcentajes de renta e ingresos.