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Cada período en la evolución de la coctelería ha dado origen a icónicos cócteles. Se puede decir
que estamos bebiendo historias. En la actualidad nos damos cuenta de que inclusive el vaso en el que
se prepara una bebida representa el nivel de coctelería de nuestro destino.
Desde 1830 – 1933 figuras como Jeremiah Thomas y Harry Johnson incursionaron con
publicaciones de manuales para el bartender, que contenían recetas, métodos para mezclar bebidas y
sugerencias de cómo ser un mejor mixólogo.
Uno de los antecedentes de los cócteles es el ponche, que emplea brandy, ron, whiskey, ginebra
o mezcal combinado con frutas. Este tipo de mezclas fueron populares en la era arcaica de 1783-1830.
Posteriormente en la era de oro que abarca los períodos barrocos (1830-1885) y clásico (1885-1920) la
introducción de nuevas herramientas diversifica las técnicas empleadas para hacer bebidas. De estos
períodos sobresalen nombres como: Old Fashioned, Manhattan, Tom Collins, Bloody Mary, Daiquiri,
Martini, Cuba Libre, por mencionar algunos.
La figura del bartender era un puesto que ayudaba a solventar una carrera profesional
en cualquier otra área. Pocos se comprometían con la mixología como una profesión en sí, lo
veían como un oficio temporal.
Súbitamente entre expertos bartenders, liderados por Dale Degroff, se empiezan a juntar
para disfrutar y hacer renacer recetas antiguas y métodos de preparación.
El martini hace nuevamente una aparición, bajo las presentaciones de apple martini o
chocotinis. Hace su debut el Cosmopolitan Cocktail. Se abren varios bares y surge el término
mixólogo para designar a un bartender que se ha capacitado de modo profesional.
Decidir por el cliente qué trago debe beber es un error. A cada cliente le gusta su trago
de forma diferente. Es nuestro trabajo conocer la historia de los cócteles y respetar los gustos
de quien lo va a degustar.
Conocer la historia de la coctelería en las distintas eras, permite a los bartenders tener
nuevas ideas, o rescatar recetas, adaptar recetas tradicionales, agregarles un toque personal,
hasta innovar en las presentaciones para refrescar su menú. ¡Esto es lo que hace de Los
Cabos un destino donde la mixología siempre sorprende!
Los huéspedes buscan experiencias, pero también historias. Los sabores son algo que
nuestros sentidos recuerdan, las historias contadas por tu bartender quedan como recuerdos
eternos de viaje.