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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO


INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
DOCTORADO EN GERENCIA

ESTILOS GERENCIALES PARA EL NUEVO MILENIO


(Relatoría crítica basada en la obra de Hector Larocca)

Autores: Naybys Anzola


Gretser Orellana
Docente: Dra. Mercedes Torres

Barquisimeto; Febrero de 2016


Actualmente, nos encontramos sumergidos en un mundo que demanda un
conjunto de necesidades que deben satisfacerse con rapidez dentro del entorno en el
cual se desarrolla cada individuo. De este modo, surge la definición de gerencia,
extraída como un término que pareciera sonar simple, pero en realidad no lo es;
puesto que el desarrollo del mismo dependerá del lugar en el cual se realizan los
hechos, de los individuos que manejan el conjunto de acciones que permiten llevar a
cabo el desarrollo de las actividades y lo último, pero no menos importante: el tiempo
en que nos encontramos, siendo este pasado, presente o futuro.
De esta manera, resulta importante destacar la posición presentada por el autor
Larocca en su investigación, pues plantea que para él, la gerencia es el desarrollo
constante de actividades que obedecen al contexto, al tiempo, a las necesidades y a
los individuos que se encuentran sumergidos en tal proceso; de manera tal, que no
cualquier individuo puede ocupar tal rol, puesto que es un cargo o un rol que amerita
responsabilidad, dominio, pero sobretodo, actualización y positivismo ante
situaciones difíciles.
Se extrae entonces la visión crítica del autor, quien explica a través de una
constante preocupación, cómo trasciende el término gerencia a través de los años y a
su vez, ¿cómo se siente esa persona que ocupa un rol tan importante desde el punto de
vista social, religioso, económico y hasta político consigo misma?, ¿existe la
disposición al cambio y la actualización?, ¿se entiende que pueden existir fracasos
durante el proceso? y que a su vez un gerente no es un líder?
Es evidente entonces, que existe un proceso de análisis e interpretación del
término gerencia bajo la perspectiva de un enfoque holístico, constituyendo un gran
avance, considerando que el gerente debe formarse bajo la transdisciplinariedad,
obteniendo de cada disciplina los conocimientos necesarios que le permitan un
abordaje significativo para orientar a la organización.
La propuesta central de este trabajo se vincula directamente con la exploración
de las relaciones entre las Ciencias Políticas, las Ciencias Económicas y las Ciencias
Administrativas, identificadas estas últimas como Ciencias Gerenciales. La
articulación precedente no es obvia y refiere a la naturaleza contextualizada de la
gerencia conforme al marco político (sistema político imperante), las políticas
económicas (modelos) de los cuales se derivan los “estilos gerenciales”.
Resulta interesante además, resaltar y hacer notar el título que el autor le coloca a
su investigación: “estilos gerenciales para el nuevo milenio”, un título que deja
mucho que decir acerca de la aplicación que le da el autor al término, del desarrollo
que realiza desde el nacimiento de la gerencia, su evolución histórica y a su vez de la
aplicabilidad del término en el tradicionalismo y en la modernidad. Se deja claro por
lo tanto, que para la época actual deben realizarse varias modificaciones, al menos en
los patrones que sigue el gerente de la organización. Para ello Larocca presenta un
cuadro comparativo sobre la relación entre lo que se hacía en el milenio pasado y lo
que se debe cambiar, atendiendo para ello a las necesidades del nuevo milenio;
siempre y cuando se quiera una mejora para la organización.
Vale la pena citar, un aspecto importante dentro de este contexto, tal como lo es
el pasado, pues puede llegar a ser una guía totalmente desorientadora como
referencia, y por lo tanto puede conducir a las organizaciones a caminos
marcadamente erróneos. Los planteamientos contemporáneos sobre los cuales un
gerente de estos tiempos ha de basarse, deben tener presente la intervención en
disciplinas diferentes y en ámbitos que la mayor parte de las veces pueden resultar
incluso como desconocidos.
Según la lectura, se es gerente en todo momento que el individuo decida tomar
las riendas de la situación problema y plantear una solución que beneficie a las partes.
En torno a esta idea, es de hacer notar un aspecto bastante marcado durante del
desarrollo de la investigación y este hecho viene a estar representado por las
capacidades de liderazgo, que constituyen un rasgo distintivo del perfil gerencial, las
cuales no son poseedoras de todo gerente. Atendiendo a esta Situación, Larocca
enumera una serie de características que permiten diferenciar cuando se está en
presencia de un gerente y cuando en presencia de un líder, hecho que permite que se
cumpla lo siguiente:
1.- Para ser un líder hay que ser optimista. Nadie sigue a un
pesimista.
2.- Para ser líder hay que tener coraje. El coraje no es ausencia de
miedo, sino capacidad para controlarlo y superarlo.
3.- Para ser un líder hay que prepararse; en lo posible, para lo peor.
4.- Para ser un líder hay que saber trabajar en equipo. Un buen
equipo es aquel en que se compensan recíprocamente las
debilidades, incluyendo las del líder.
5.- Para ser un líder hay que ser un buen comunicador. Los líderes
“quieren” a las personas, disfrutan de la relación con los otros. Esta
es su principal fortaleza.
6.- Un líder no debe hacer demasiado. La gente conoce su trabajo,
solo es necesario que la dejen hacerlo, la acompañen en el proceso, y
la evalúen honesta y abiertamente.
7.- Un líder debe privilegiar el contacto directo, cara a cara,
compartiendo opiniones, apoyando decisiones (p.11)

En torno a estos aspectos, notamos claramente como la mayoría de las veces se


tiende a entender la definición de gerente y líder como iguales o equivalentes, lo cual
representa un error grave, pues actualmente un gerente resuelve situaciones aunque se
esté en el más profundo fracaso. Sin embargo, es el líder quien realmente se enfrenta
a los miedos, se arriesga y programa las actividades que promulguen el éxito de las
organizaciones.
Ahora bien, al hacer una revisión completa del trabajo presentado por Larocca, se
puede evidenciar que él desarrolla una serie de contenidos a lo largo de su exposición,
todos relacionados con la gerencia en el siglo XXI. Uno de los aspectos esenciales es
el referido a la gerencia pública, esta que ha sido históricamente desempeñada por
gerentes que les toca coordinar a un set de trabajadores con diferentes niveles de
formación profesional, hecho que hace de su labor una tarea compleja, puesto que
debe saber aprovechar al máximo las capacidades de cada una de las personas,
ubicándolas en el puesto idóneo para que la organización pueda ser productiva y
eficiente en su rol como ente de carácter social.
Como complemento a las ideas previas, Cucchi (2015) reseña que el gerente “…
de este siglo debe sumar a sus funciones gerenciales tradicionales el rol de
“estratega”, innovando permanentemente su gestión e incorporando herramientas
actualizadas para anticiparse y desenvolverse en un mercado exigente, dinámico y
diferente” (p.1); esta función estratégica le permitirá en su labor como gerente de una
organización pública, saber aprovechar los recursos económicos y humanos, puesto
que en la mayoría de los países latinoamericanos, los entes públicos tienen carencias
que si no son sobrellevadas por un líder emprendedor, la organización puede
sucumbir en la anarquía organizacional. Por su parte actualizarse continuamente le
permitirá desarrollar una visión estratégica a largo plazo, con lo cual potenciará la
toma de decisiones efectivas, minimizando los riesgos propios de la incertidumbre.
Bajo la perspectiva de los estilos gerenciales para el nuevo milenio, Larocca
aborda la gerencia social, que “emerge como el instrumento de desarrollo del capital
social en el sentido que permite potenciar y movilizar la dinámica necesaria para
producir resultados transformadores en la dimensión social” (p.18); es decir, abarca
un ámbito bastante complejo referido a las interacciones como gerente de
organizaciones destinadas a mejorar o favorecer la calidad de vida de las personas
con menores posibilidades sociales y económicas. Al respecto de esta realidad Cucchi
(ob.cit) propone que los gerentes se deberán apoyarse en las fortalezas de todos sus
integrantes, pero muy especialmente en sus talentos críticos, los que necesariamente
tendrán que desarrollar una visión integral de la organización, y ser corresponsables
de las metas trazadas,
Otro elemento innovador de Larocca en su tesis de la gerencia en el siglo XXI, lo
representa la visión de una empresa social, en cuyo objetivo fundamental está la
colaboración entre sus integrantes, esos trabajadores responsables todos del éxito de
la organización, por ello la visión del gerente acá es diferente, debido a que en
ocasiones no es uno solo el que lidera las acciones generales, sino que son varias las
personas que cumplen este rol, por ello éstos deben estar preparados, tener una visión
holística y empática para que haya armonía dentro de la empresa.
Finalmente, no se puede dejar escapar el concepto que aborda este autor sobre la
empresa sustentable, que es aquella que administra de forma adecuada sus recursos
para garantizar la continuidad en el tiempo impactando lo menos posible al ambiente
natural. El gerente acá es un emprendedor que debe formarse en materia de
sostenibilidad y organizaciones, para saber cómo aplicarlo y hacerlo operativo en
todas las dependencias de su organización.
A manera de conclusión, Larocca es un visionario de la gerencia, presenta unas
ideas sumamente interesantes, sobre las cuales se pueden hacer un sinfín de análisis,
todos tendentes a la actualización del gerente del siglo XXI, este sujeto que debe estar
formado de manera integral para saber responder ante las demandas de la sociedad
cambiante y globalizada en la que se vive hoy en día.

REFERENCIA

Cucchi, D. (2015). Nuevas fortalezas del gerente del siglo XXI. [Documento en
Línea] Disponible: http://www.aden.org/revista/nuevas-fortalezas-del-gerente-
del-siglo-xxi/ [Consulta: 2016, Febrero 27]

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