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El documento define la ansiedad como un sentimiento de inquietud, nerviosismo o preocupación por lo que puede ocurrir, mientras que el miedo es la emoción que sentimos ante una amenaza presente. Explica que es normal sentir ansiedad o miedo ante cambios en el cuerpo o la salud, la pérdida de independencia o ser una carga para otros. Luego, enumera varias técnicas para reducir la ansiedad, como el ejercicio, el sueño adecuado, la meditación y técnicas de distracción o visualización positiva.
El documento define la ansiedad como un sentimiento de inquietud, nerviosismo o preocupación por lo que puede ocurrir, mientras que el miedo es la emoción que sentimos ante una amenaza presente. Explica que es normal sentir ansiedad o miedo ante cambios en el cuerpo o la salud, la pérdida de independencia o ser una carga para otros. Luego, enumera varias técnicas para reducir la ansiedad, como el ejercicio, el sueño adecuado, la meditación y técnicas de distracción o visualización positiva.
El documento define la ansiedad como un sentimiento de inquietud, nerviosismo o preocupación por lo que puede ocurrir, mientras que el miedo es la emoción que sentimos ante una amenaza presente. Explica que es normal sentir ansiedad o miedo ante cambios en el cuerpo o la salud, la pérdida de independencia o ser una carga para otros. Luego, enumera varias técnicas para reducir la ansiedad, como el ejercicio, el sueño adecuado, la meditación y técnicas de distracción o visualización positiva.
La ansiedad puede describirse como un sentimiento de inquietud, nerviosismo, preocupación, temor o pánico por lo que está a punto de ocurrir o puede ocurrir. Mientras que el miedo es la emoción que sentimos en presencia de una amenaza, la ansiedad es una sensación de un peligro, problema o amenaza que está por suceder. Es posible que tenga problemas con sus obligaciones familiares y la pérdida de control sobre los acontecimientos de su vida. Los cambios en su apariencia o simplemente el impacto de descubrir que tiene una enfermedad podrían conducir a sentimientos de miedo o ansiedad. Muchas personas sienten incertidumbre sobre su futuro y se preocupan sobre el sufrimiento, el dolor y lo desconocido. Es normal lamentar los cambios en su cuerpo, y tal vez de perder el futuro saludable que quería. El temor a la pérdida de la independencia, a los cambios en las relaciones interpersonales, y a ser una carga para otros puede ser abrumador. Técnicas para reducir la ansiedad 1. Ejercicio físico. El ejercicio físico nos ayudará a evitar el exceso de activación del sistema nervioso y a conseguir un sueño más reparador. 2. El sueño y los hábitos de alimentación. 3. Modelado (observación). 4. Sentido del humor. 5. Meditación y Mindfulness. 6. Métodos de distracción. 7. Psicofármacos. Las técnicas de resistencia mental que desarrolló Eric Potterat para enfrentar miedos paralizantes son conocidas con el nombre de Las 4 Grandes y estas son: 1. - Establecer metas. 2. - Ensayar mentalmente (visualización). 3. - Tener pensamientos positivos. 4. - Activar el control: esta técnica se centra en la respiración. Los familiares y amigos de las personas que sufren problemas de ansiedad se encuentran ante una situación que, en muchas ocasiones, no saben cómo manejar. Esto puede conducirles a sentirse confundidos y frustrados. Conviene saber cómo actuar para prestar la ayuda adecuada y evitar actitudes o intentos de solución fallidos que contribuyen a intensificar y perpetuar el problema.
Es muy habitual que la persona que padece un problema de ansiedad
manifieste cambios en su comportamiento. Dichos cambios pueden ser una consecuencia de la ansiedad, o bien, pueden responder al intento de disimular o esconder el problema (en caso de que la persona sienta vergüenza, miedo al rechazo, o no quiera que otros se preocupen). Algunos ejemplos de dichos cambios de comportamiento pueden ser: la disminución del interés por realizar determinadas actividades, las excusas, la irritabilidad, los cambios en el humor, el retraimiento, la evitación de algunas situaciones, búsqueda de mayores condiciones de seguridad, actitudes defensivas (vigilancia, suspicacia, susceptibilidad). Algunas directrices para ayudar son: Informarse Contener Brindar apoyo Si se requiere, propiciar las ayudas externas