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LA LLAVE DE LA MÚSICA PREFLAMENCA

El máximo representante del flamenco en sus orígenes, Silvio Franconetti, tenía ascendencia
italiana.

Las manifestaciones musicales embrionarias más remotas de lo que evolucionaría hasta el


flamenco comienzan a aparecer
aparecer en el último cuarto del siglo XV. No obstante, no será hasta
la segunda mitad del siglo XVI y principios del siglo XVII cuando dichas manifestaciones
musicales se concreten por primera vez en un lenguaje estilístico que podemos reconocer y
llamar música preflamenca.

0. ETAPA ANTE-PREFLAMENCA (1450-1600)


a. 1450-153  Se desarrollan las primeras fórmulas musicales hispánicas en las que
podemos encontrar algunos de los elementos armónicos y rítmicos
característicos: la Folia  y la Romanesca, que darán la  Jácara  y el Fandango  (en
Modo Frigio). Luego, la  Zarabanda (de origen negro), posiblemente el primer aire
en Modo Mayor.
b. 1540-1600  Aparecen los Canarios (que usan el zapateado) que influirían en los
posteriores cantes gaditanos en Modo Mayor, como las cantiñas, los tanguillos y
las bulerías gaditanas. En 1596 (o 1586), Juan Carlos Amat publica su tratado
Guitarra Española , en el que consagra el nombre de Guitarra al instrumento y
supone el punto de partida del estilo rasgueado.
1. ETAPA PREFLAMENCO (1600-1805)
a. Etapa barroca (1600-1740)  Aparece la  Jácara (Modo Frigio). Sobre 1700, viene
del mundo afro hispanoamericano el Fandango, que  – junto a la Jácara  – servirá
de base melódica, rítmica y armónica a casi todo el repertorio flamenco posterior.
En esta época tiene lugar el espectacular desarrollo de la guitarra preflamenca,
con técnicas ya propias del Flamenco, como el rasgueado, el punteado y los
golpes rítmicos en la tapa armónica. En torno a 1600, empieza a generalizarse el
uso de la guitarra, las castañuelas y otros instrumentos de percusión para
acompañar los aires preflamencos.
Alrededor de 1750 aparece el Polo derivado de la Jácara y del Fandango.
b. Período Galante y Clásico (aprox. 1740-1805)  El ímpetu y la energía inicial del
Preflamenco Barroco se fueron refinando y estilizando en esta nueva era
caracterizada por la Tonadilla Escénica y los mismos principios estilísticos que
regían la música europea: el Estilo Galante y el Clasicismo.
2. ETAPA PROTOFLAMENCA
Primeras manifestaciones de los cantes flamencos: Polos, soleares, seguirillas,
malagueñas, rondeñas, granadinas, etc.).
a. Fase protoflamenca inicial (1805-1847)   La Tonadilla decae y el Polo se
intensifica.
b. Fase protoflamenca final (1847-1881)   Aunque se hablaba de granadinas,
malagueñas, polos, etc. Estas piezas no mostraban aún el estilo definitivo del
Flamenco Clásico que conocemos desde finales del XIX.
En esta época, los cantos andaluces irán progresivamente cambiando su nombre
por el de Cantes o Cantos Flamencos al mismo tiempo que se van acentuando los
rasgos musicales propios del Flamenco (mayor libertad rítmica, emancipación del
cante solista respecto del baile, carácter dramático de la poesía, etc.). En la
segunda mitad del siglo XIX, una generación de cantaores flamencos
profesionales cuyo máximo exponente era el sevillano de ascendencia italiana
Silverio Franconetti (1829/31-1889) crean y fijan de forma casi definitiva el estilo
y las formas del Flamenco Clásico.
3. ETAPA FLAMENCA (1881-)
A principios del XX las bulerías comienzan a adquirir progresiva importancia, y en las
décadas siguientes se insertan en el repertorio algunos cantes nuevos, de
procedencia hispanoamericana como la Milonga y la Vidalita. A principios de los años
treinta se crea la Colombiana.
El factor profesional-comercial es importante.
Por separado, algunos elementos musicales característicos del Flamenco existían en
siglos anteriores, pero no será hasta el Barroco cuando aparecen estos elementos
 juntos: por ejemplo, el metro rítmico de hemiolia (que algunos llaman de forma
impropia, compás de amalgama) está presente desde Grecia Clásica. Está presente
en las Cantigas (166).
Atendiendo, por un lado, al estudio de la estructura musical de los fandangos, y de
las jácaras, por el otro, observamos ciertas características rítmicas y armóNicas que
nos llevan a establecer dos diferentes genealogías musicales principales del
Flamenco, ambas partiendo de una fuente común: la Folía, desde el siglo XV:
1. Folía (s XV)  Tipos de Folías (s XVII y XVIII)  Fandango (s XVIII)  Soleares y
cantes afines modernos (Polo, Caña, etc.).
2. Folía (s XV)  Jácaras (s XVII)  Polo antiguo, Peteneras, Seguirillas y luego, las
Bulerías (s XIX y XX).
Algunas danzas y aires populares del siglo XVIII que no han sobrevivido: minuetos,
cumbés, zarambeques, marionas, rigodones, marizápalos, jácaras y folías.
Estébañez expresa en Un baile en Triana la idea de la Caña como tronco primitivo de
los cantes andaluces. Gevaert por su parte, se refiere al mencionado tronco oriental
con el término general de Cañas y Playeras.
No era flamenco el repertorio que interpretaban los gitanos de los siglos XVII y XVIII,
sino que eran piezas de moda en toda España (coplas, seguidillas, zarabandas,
romances, etc.).
La Seguidilla es una danza española acompañada de canto, en ritmo ternario y, por lo
general, de carácter muy alegre y bullicioso, que nace en La Mancha en el siglo XVI.
La música italiana fue especialmente favorecida durante los reinados de los primeros
Borbones, época durante la cual tuvo lugar la estancia en España del famosísimo
castrato  Carlo Broschi  – Farinelli  –  quién llegó en 1737 contratado como cantante
privado de Felipe V.
Ciertamente, lo que interpretaban los gitanos de finales del XVIII eran, una vez más,
los bailes demandados por el público de aquel momento, como la Zarabanda, así
como pequeñas obritas de teatro de carácter cómico y burlesco, también dentro de
la tradición española. Ni existía el repertorio flamenco, ni los gitanos constituían una
tradición musical aparte, sino que, estaban mayoritariamente insertos en la cultura
popular de la época, al igual que el resto de la población.
La Tonadilla incluía en sus números decenas de personajes y piezas de origen
popular, de muy diversas procedencias, no sólo españolas. En realidad, era un reflejo
musical y social de la segunda mitad del siglo XVIII español. Comenzó su decrepitud
en 1791. Se extinguió mucho antes de que surgiera el Flamenco (segunda mitad del s
XIX).
En cambio, lo que sí tuvo una influencia directa en el nacimiento del Flamenco  –
aparte de la influencia fundamental del Barroco  – fue, por un lado, la Escuela Bolera
(estilo de baile que surge alrededor de 1780), y por otro, el llamado Género Andaluz.
El Costumbrismo es un género que se caracteriza principalmente por reflejar tipos y
costumbres populares con una finalidad meramente descriptiva y estética. Dentro de
el, surgió la figura literal-teatral del Gitano.
En el siglo XVIII tuvo lugar una reacción contra las modas francesas e italianas, que se
tradujo en un movimiento social  – el Majismo  – que exaltaba la figura de los tipos
populares: el Majo  y la Maja, que fueron tomados como modelo de lo Castizo y
Español . En complementariedad, se desarrolló el Gitanismo.
Este proceso costumbrista culminaría en el siglo XIX en el apogeo del Costumbrismo,
del cual surgiría el llamado Género Andaluz.
Y el asunto culminó con el Romanticismo que hizo del flamenco un ser de libertad
absoluta, rebelde, poeta, etc.
Franz Liszt, fascinado por esta idea romántica, publicó en 1859 Des Bohémiens et de
leur musique en Hongrie, donde consagraba esta teoría que identificaba la música
nacional húngara con la gitana.
La venida de los negros a la sociedad española  – con sus cantos y ritmos vibrantes,
sus tambores, sus bailes extremadamente sensuales, como el Zarambeque, el
Fandango, el Cumbé, la Zarabanda o la Chacona -, supuso una enorme revolución en
la música popular. Un instrumento entrañablemente tradicional y popular en España
como la zambomba es de origen africano.
Se pueden establecer dos etapas en cuanto a la influencia negra:
Por una parte, a lo largo de los siglos XVI y primera mitad del XCII, la presencia negra
era más importante en la España peninsular que en las colonias de ultramar. A partir
de la segunda mitad del XVII ocurre una situación inversa: los esclavos son
trasladados a las colonias americanas. A partir del siglo XVIII, aumenta de nuevo la
población africana en España, procedente de las colonias americanas. Los cantes de
influencia negra son, principalmente, la Guajira, la Vidalita y la Rumba.
La historia del arte se fundamenta en la alternancia de dos polos opuestos o fuerzas
expresivas antitéticas y complementarias a la vez, cuyas características fueron
definidas por Nietzsche en los conceptos de lo Apolíneo y lo Dionisíaco. En el arte, es
la alternancia entre períodos clásicos (Grecia Clásica, Renacimiento, Neoclasicismo) y
períodos barrocos (Helenismo griego, Barroco, Romanticismo, Expresionismo). Así
mismo, dentro de cada período existe una fase clásica y otra barroca. El flamenco es
un arte Dionisiaco, Barroco.
Los cantes flamencos más antiguos que aparecen mencionados son la Caña, la
Rondeña, la Granadina, los polos, las tonadas, seguidillas, la Malagueña, la Jabera, las
serranas, perteneras, los oles y los romances. Repetimos: Estos romances no tienen
nada que ver con los que hoy se consideran romances flamencos.
Por otra parte, la palabra tonada no se refiere tampoco  – con toda probabilidad  – a
las tonás flamencas, sino que es un término que se empleaba para referirse, de
forma general, a cualquier tipo de melodía. Y como veremos en siguientes capítulos,
el Polo de esta época no era el Polo que se conoce hoy, sino que es un aire
protoflamenco basado en el Fandango.
Se puso de moda en la segunda mitad del s XX que para cantar Flamenco se
necesitaba una voz ronca, rota y áspera. Antes, todos los cantaores cantaban bien, y,
según todas las fuentes antiguas, usaban las florituras vocales o adornos
virtuosísimos, de forma elegante y refinada.
Hugo Schuchardt (1842-1927), con su viaje a Andalucía de 1879, publicó Die Cantes
Flamencos en el que demostró que no existía ninguna poesía tradicional gitana.

SOBRE LA ARMONÍA Y EL RITMO EN LA MÚSICA PREFLAMENCA


En la Jácara y el Fandango y la música preflamenca, aparecen conjuntamente estos
tres elementos; la progresiva emancipación de la Dominante, en virtud de la cual el V
grado (Dominante) del modo menor va experimentando un progresivo proceso de
emancipación hasta llegar a tomar personalidad propia como grado I del Modo
Frigio, frecuentes movimientos armónicos descendentes a través de los grados IV-III-
II-I (La, Sol, Fa, Mi) de ese modo frigio y ritmo de hemiolia.
En las obras barrocas, formadas por varios movimientos, es muy habitual que el
movimiento lento termine en la Dominante para enlazar, tras una breve pausa, con el
acorde de I grado menor del último tiempo. Así, una pieza en modo menor reposa
frecuentemente en el quinto grado (semicadencia frigia), incluso finaliza a veces en
el. En el Barroco Hispánico, esto será una evidencia incuestionable a partir de finales
del XVIII y principios del XIX. Gran parte de la música española tradicional  – y entre
ella el Flamenco – se basa en este principio.
Al mismo tiempo, un procedimiento armónico se prodigó ampliamente en la música
del Clasicismo: La enfatización de la Dominante.
Los que se pueden considerar aires preflamencos más antiguos  – la Zarabanda y la
Chacona – aparecen en el siglo XVI. No obstante, nos podemos remontar hasta unas
formulas musicales aún más antiguas, especialmente, la Jácara y el Fandango: la Folía
y la Romanesca. El esquema de la Folía aparece por primera vez en fuentes españolas
del siglo XV.
La Folía  y la Romanesca interaccionarán con una serie de elementos africanos e
hispanoamericanos que aparecerán en escena en los siglos XVI y XVIII. Los aires
preflamencos resultantes tienen un ritmo ternario que suele organizarse en hemiolia.
Estos aires se pueden dividir en tres grupos:
a. La Jácara (surgida en torno a 1600): en ella se encuentra el tipo de estructura
rítmica y armónica que constituye la base de la Seguirilla flamenca, las serranas y
peteneras.
b. Fandango (llega a España alrededor de 1700): llega a las soleares y cantes
relacionados con éstas (Como el Polo y la Caña modernos). Y surgirán los fandangos
flamencos, tantos los de ritmo fijo (los avandolaos) como los de ritmo libre
(malagueñas, granaínas, cantes de Levante, etc).
c. Los estilos en Modo Mayor, como la Zarabanda, los canarios, la Chacona, el Cumbé
y el Zarambeque. Luego, desembocarán en las guajiras y las bulerías en Modo Mayor.
Los canarios son la base evidente de los tanguillos.

AYRES PREFLAMENCOS
La zarabanda. Posiblemente con ella se inicia la historia de los cantes de ida y vuelta.
Su existencia está documentada por primera vez en 1539, en Pánama.
La Chacona. Mencionada en Perú en 1598.
Los Canarios. Proceden de las Islas Canarias y están mencionados por Sebastián de
Covarrubias en su Tesoro de la Lengua Castellana (1611). Era un baile que usaba el
vigoroso zapateado con la punta y el talón, característico del baile flamenco actual.
La Jácara. Fue un género: canción, baile, obra de teatro y una forma instrumental.
Las primeras referencias a su nombre datan del siglo XVI. Su carácter flamenco es
muy evidente.
El Fandango. El Diccionario de Autoridades (1732) lo define como Baile introducido
 por los que han estado en los Reinos de las Indias . De 1705 están los primeros
documentos que lo mencionan.

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TEORÍA MUSICAL DEL FLAMENCO
Cantes sin acompañamiento
Tonás, Martinete, Carcelera, Debla, Saeta, Romances, Nanas

Elementos formales de un cante


Acompañamiento  Introducción/Llamadas/Falsetas
Voz  Entonación/Estrofas o coplas/Estribillos

Características generales de las melodías de los Cantes sin acompañamiento

- Mayoría de intervalos de segunda o notas conjuntas, con excepción de algunas


terceras.
- Notas de apoyo semicadencial: Subtónica en los cantes en modo frigio/Quinta en los
cantes en modo jónico.
- Ámbito que no suele superar la sexto.
- Importancia de la tercera como nota de reposo y de comienzo en algunos cantes.
- Importancia de la segunda del modo como nota de ascenso hacia un registro más
agudo.

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EL FLAMENCO SE APRENDE

Estos cantes y bailes gitanos no eran más que cantos y bailes populares españoles y
andaluces interpretados a la manera gitana.

Bernard Leblon, gran investigador del pueblo gitano y el flamenco: “Esta música, dicha
gitana, no es otra cosa… que unos elementos del folklore peninsular… ejecutados a la
manera gitana”.

En la formación del flamenco, , hay una importante contribución de la música popular


española, elementos del folklore nacional y andaluz reflejados en fandangos, seguidillas y
romances, el vito, tiranas, jotas aragonesas, polos y peteneras, bailes de candil y bailes
boleros…

En la segunda mitad del siglo XIX, el cante experimenta notables cambios, sentándose las
definitivas bases formales de la gran mayoría de los cantes actuales:
Se desarrollan cantes como la soleá, la bulería, las cantiñas, los tientos y los tangos.

Se inicia el proceso de aflamencamiento de muchos cantes preexistentes andaluces como


fandangos, serranas, malagueñas, rondeñas, granaínas, peteneras, y de otros extra-
andaluces, como la farruca, el garrotín, la guajira y la milonga.
CANTES FLAMENCOS BÁSICOS

Tonás

Las Tónas se caracterizan por ser un cante a palo seco, es decir, sin acompañamiento, y se
interpretan sobre un compás relativamente libre. Las tonás son el cante más antiguo y
primitivo.

Seguiriyas

Es uno de los estilos más importantes.

Soleá

“Madre del cante”, la llamó Manuel Machad o, es junto a la seguiriya, uno de los pilares del
cante jondo.

Tangos

Fandangos

CANTES AFLAMENCAOS DE ORIGEN HISPANO

Peteneras, Sevillanas, nanas, villancicos flamencos, cantes de trilla, zambra, campanilleros,


farruca y garrotín.

CANTES AFLAMENCAOS DE ORIGEN HISPANO-AMERICANO

LA LÍRICA FLAMENCA

En la lírica flamenca hay que distinguir entre dos formas expresivas, el poema y la copla
flamenca: el poema flamenco es una composición poética de autor escrita con libertad de
métrica que gira en torno a algún tema o motivo flamenco, mientras que la copla flamenca
es el nombre que reciben las letras del cante, composición poética breve de tres o cuatro
versos, de carácter popular y generalmente anónima.

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