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FACULTAD DE EDUCACIÓN
DOCENTE:
Es una estrategia de ayuda que parte de la premisa de que todo ser humano pertenece a una
familia, a una comunidad, a una sociedad y a un contexto socio-cultural donde los intercambios e
interacciones son de mayor beneficio dentro de un clima de mutualidad y reciprocidad.
Las personas profesionales de la consejería familiar abordan a cada persona consultante teniendo
en mente el organismo vivo o unidad biosistémica a la cual pertenecen, y al establecer la relación
terapéutica de manera activa y conjunta se usan estrategias de ayuda integral que conduzcan al
bienestar personal y familiar. Las familias, así como los demás seres vivos, experimentan
desarrollos evolutivos los cuales son altamente influidos por factores biológicos, ambientales y
culturales, que, dependiendo del tipo de influencia, pueden estimular al crecimiento o el
estancamiento.
Objetivos:
Identificar problemas
Desarrollar posibles soluciones
Facilitar cambios en la situación familiar
Mejorar los niveles de comunicación
Mejorar sus relaciones y comportamientos
Espacio terapéutico para la familia, de interacción familiar –entre los miembros y con equipo de
salud familiar-.
Existe la consejería individual con enfoque familiar, pero ésta no constituye en rigor una consejería
familiar, puesto que para ella se necesita la presencia de al menos dos miembros de la
familia (¿)
Debe ser consensuada con la familia y programada en acuerdo con ésta, teniendo objetivos claros,
definidos explícitamente y pertinentes a la situación familiar, recalcando que no se trata de
aconsejar a la familia.
Toda actividad de consejería debe asumirse como una herramienta de trabajo, relevando la visión
de proceso de la herramienta. Respecto a los tipos de consejería, se considera a la entrevista
motivacional como una instancia intermedia entre la consejería informativa y la consejería en crisis.
La consejería debe ser necesariamente un trabajo previo al desarrollo de las guías anticipatorias,
considerándose ambos procesos complementarios.
ASPECTOS ÈTICOS EN EL TRABAJO CON LA FAMILIA.- documento
ETIMOLOGÍA DE LA palabra FAMILIA.-https://es.slideshare.net/IvanAlonsoSaldivar/teoras-de-familia
2) Matrimonio: Conjunción de dos familias y se crea una red de sistemas formada por "yo, tú,
nosotros", ya que cada persona trae costumbres de su raíz familiar por lo que se debe dar un
periodo de acomodamiento.
4) Periodo intermedio: Más de 15 años de casados. Es como una segunda luna de miel, la pareja
retoma lo que dejaron cuando nacieron los hijos.
5) Destete de los padres: Surge el nido vacío. Se da una nueva relación de la pareja, aunque
puede ser que cada uno siga por su lado y se separen.
6) Retiro de la vida laboral: Ahora la pareja va a poder estar junta todo el tiempo, lo que da pie a
que se disfruten o se odien.
Algunos elementos que ayudan a la familia durante el ciclo para poder recuperarse son:
- Grado de organización.
- Momento del ciclo vital en el que se encuentre la familia.
- Si la familia es disfuncional o nutricia.
- Los lazos emocionales que existan entre unos y otros.
La Teoría Familiar Sistémica de Bowen es una teoría del comportamiento humano en la que
se concibe la familia como una unidad emocional. Esta teoría utiliza el pensamiento sistémico para
describir las complejas interacciones dentro de la unidad. La familia, por naturaleza, hace que sus
miembros estén intensamente conectados emocionalmente. A menudo las personas se sienten
distanciadas o desconectadas de su familia, pero esto es más un sentimiento que un hecho. Las
familias afectan tan profundamente los pensamientos, los sentimientos y las acciones de sus
miembros, que a menudo parece que las personas vivieran bajo la misma “piel emocional”.
Constantemente, las personas solicitan la atención, aprobación y apoyo de los demás, y
reaccionan a las necesidades, expectativas y molestias que perciben de los otros. La vinculación y
la reactividad hacen que el funcionamiento de los miembros de la familia sea interdependiente. Un
cambio en el funcionamiento de una persona es previsiblemente seguido por cambios recíprocos
en el funcionamiento de los demás. Las familias difieren en el grado de interdependencia, pero en
cierta medida siempre está presente.
Ej., una persona asume la responsabilidad de la molestia que otros sienten hacia ella porque no es
capaz de responder a las expectativas poco realistas que le han impuesto. Otro Ej., es cuando una
persona cede demasiado control de su pensamiento y toma de decisiones a otros, quienes
ansiosamente le dicen qué hacer. La persona que más se acomoda es la que literalmente
“absorbe” la ansiedad del sistema, y por ende, es el miembro de la familia más vulnerable a
síntomas como depresión, alcoholismo, adulterio, o enfermedad.
El Dr. Murray Bowen, médico psiquiatra, dio origen a esta teoría y a sus ocho conceptos
entrelazados. Enunció su teoría, usando el pensamiento sistémico, para integrar conocimiento de
la especie humana como producto de la evolución con los conocimientos obtenidos en su
investigación familiar. Una idea central es que el sistema emocional, que evolucionó a lo largo de
varios billones de años, gobierna el sistema de relaciones humanas. Las personas tienen un
“cerebro pensante”, lenguaje, una psicología compleja y una cultura, pero las personas también
hacen todas aquellas cosas ordinarias, propias de todas las demás formas de vida. El sistema
emocional afecta la mayoría de las actividades humanas y es el principal motor en el desarrollo de
problemas clínicos. El conocimiento del modo en que el sistema emocional interviene en nuestra
familia, nuestro trabajo, y nuestros sistemas sociales, nos revela opciones nuevas y más efectivas
para resolver problemas en cada una de estas áreas.
MODELOS PSICOLÒGICOS DENTRO DE LA CONSEJERÌA FAMILIAR.- documento
FUNCIONES DE LA FAMILIA
Existen tres totalidades interdependientes del ser humano que son: el individuo, la familia y la
sociedad, de manera que la definición de cualquiera de ellas necesita, indispensablemente, de la
ayuda de las otras dos. Es decir, el individuo es un elemento de la estructura familiar; la familia, por
su parte, es un elemento formador de la estructura social y, a la vez, la estructura social modela a
la familia y al propio individuo.
La familia como institución cumple una serie de funciones sociales. Entre las más importantes:
g) Función Socializadora: Es el proceso a través del cual una determinada sociedad u orden
social logra pervivir y reproducirse y transmite a los nuevos miembros aquellas normas y principios
necesarios para la continuidad del sistema.
La familia es el principal agente o factor de la Educación, incluso podemos decir que es el factor
fundamental del ser humano. Su función educadora y socializadora está en base a que como
institución, supone un conjunto de personas que aceptan, defienden y transmiten una serie de
valores y normas interrelacionados a fin de satisfacer diversos objetivos y propósitos.
La meta de la familia es socializar al individuo. En los primeros años de vida el niño está todo el
tiempo en contacto con la familia, y se van poniendo los cimientos de su personalidad antes de
recibir cualquier otra influencia. Los padres en este proceso de socialización actúan como modelos
que los hijos imitan.
El aprendizaje es, junto a la interiorización del otro uno de los dos grandes mecanismos de
socialización. El aprendizaje consiste en la adquisición de reflejos, de hábitos, de actitudes, que se
fijan en la persona y dirigen su comportamiento. Los procedimientos que se utilizan ahora son:
imitación, ensayos y errores, y aplicación de recompensas y castigos a las pulsiones del sujeto.
El proceso de socialización consiste en el hecho de que el individuo aprende por el contacto con la
sociedad. El proceso de aprendizaje social se desenvuelve con la gente y entre la gente y por
consiguiente, implica siempre relaciones sociales. Se halla el proceso condicionado, por la
comunicación de índole interpersonal. Los agentes de socialización están representados por la
familia, la escuela, los grupos de edad, los medios de comunicación social, las asociaciones y los
grupos. Unos y otros, van dejando su huella en el individuo, en mayor o menor grado, según las
circunstancias espacio - temporales en que se efectúe la inserción de las relaciones entre los
hombres.
La socialización es un proceso que dura toda la vida e implica una influencia recíproca entre una
persona y sus semejantes. La aceptación de las pautas de comportamiento social tiene importancia
en el plano objetivo, por la socialización transmite la sociedad su cultura de generación en
generación; y en el plano subjetivo nos encontramos ante un proceso que tiene lugar en la
persona.
Una sociedad sin familia es una utopía antihumana, refractaria a la realidad del hombre y de la
propia sociedad. Afirmar la familia desde su propia originalidad, es parte del recorrido de la
construcción social, la garantía de que el rostro humano de la sociedad global en la que estamos
inmersos, será condición sine quanum para el progreso de los hombres. La relación familia-
sociedad es un elemento constitutivo y permanente de todo lo humanum y como tal se integra en
el afán divulgativo de este apartado de “Familia y sociedad”, que constituye una invitación a
profundizar en las dimensiones psicológicas, sociológicas, pedagógicas, jurídicas, biológicas,
antropológicas, éticas, etc., implícitas en esa relación.
La familia es la primera sociedad humana. Una sociedad que se mira en la familia es la mejor
garantía frente a cualquier proceso de disgregación social, ya sea individualista o colectivista. Y
nos obliga a respetar la dignidad del hombre, considerado siempre en cuanto fin y nunca como
medio, algo que en la familia se aprende de forma natural en la comunión de personas y se hace
insustituible para el bien de la sociedad.
Familia y Sociedad
8 MARZO 2015 - PUBLICADO POR LUCERO GARCIA COLIN CRUZ
Todas las actividades humanas se llevan a cabo dentro de la esfera social, es por eso que el
núcleo familiar es indispensable para el desarrollo del ser humano, es ahí donde se forman y
definen los individuos; y es por esto importante considerar que esta experiencia única es diferente
para cada uno. De esta reflexión es importante notar que la estructura de la familia ha adquirido
distintas formas con el paso del tiempo, modificando visiblemente los roles funciones y
expectativas; haciendo más complejos los grupos sociales.
Según la ONU, desde la segunda mitad del siglo XX, las estructuras familiares han experimentado
una profunda transformación: hogares más pequeños, matrimonios y nacimientos más tardíos,
aumento del número de divorcios y de familias monoparentales.
Sólo en México, según las encuestas del INE y Geografía, de 1950 a 2010, el estado civil de la
poblaciòn se ha modificado, la poblaciòn soltera pasò de 29.2% al 35.3%; y la disminución de los
casados del 50.1% al 40.7%. Los últimos diez años la transformación acelerada de las estructuras
de pareja en la población adulta más joven indica que del 2000 al 2010 la población casada de 20
a 29 años disminuyó al pasar de 40 a 27.9% y la que cohabita en unión libre aumentó del 15 al
23%.
Respecto al divorcio, en 1980 por cada 100 matrimonios había 4 divorcios; en 1990 y 2000 esta
cifra se elevó a poco más de 7 divorcios, para 2005 el número de divorcios por cada 100
matrimonios fue de casi 12 y al 2012 fue de 17 divorcios por cada 100 matrimonios. La cultura
familiar y de pareja ha cambiado notablemente en la población adulta joven.
Otros datos indican que en diciembre del 2013 se registraron 25 mil 700 niños en situación de
abandono u orfandad, cifra que rebasó los 17 mil 522 que se habían registrado en 2012. Del total
de estos menores en el 2013, 11 mil 181 se encuentran en instituciones de asistencia por
abandono o maltrato por parte de los padres; y sólo 120 fueron reintegrados a una familia por
adopción. Entre las causas más comunes que llevan a estos niños a esta situación de separación
de la familia se encuentra la pobreza, violencia intrafamiliar y las adicciones.
Como sociedad estamos padeciendo los síntomas del debilitamiento y fractura del hogar. La
violencia, corrupción, educaciòn y seguridad son sólo algunos de los padecimientos que en lo
general se pueden mencionar. Actualmente, la sociedad familiar tradicional ha decaído y se ha
vuelto muy compleja, estamos viviendo una crisis de la familia como institución social, en
comparación con la cohesión y vigor que tuvo en épocas anteriores inmediatas.
Es una forma de psicoterapia dirigida a fortalecer las capacidades y los vínculos que unen a los
miembros de un mismo sistema familiar, con la finalidad de que éstos resulten sanos, eficaces y
capaces de promover el crecimiento personal de cada uno de los miembros de la familia y de
sus lazos afectivos y emocionales.
Para abarcar en su totalidad el amplio alcance que tiene la orientación familiar, las acciones
pueden estar dirigidas a:
ORIENTACIÓN FAMILIAR
JOSÉ LUIS CASTELLANOS DELGADO.
Ninguna de las interacciones evolutivas de un individuo es más importante que la que tiene lugar
dentro de la familia, por lo que es bastante evidente que el análisis de prácticamente cualquier
problemática social pasa por el trabajo y estudio de este primer contexto.
Sin embargo, la primera dificultad surge al intentar definir exactamente el término «familia»; al
analizar la realidad de nuestro entorno podemos observar que este rótulo es ambiguo y da pie a
múltiples interpretaciones: familia extensa, nuclear, monoparental, convivencias de hecho y hasta
personas que viven solas. Partamos, no obstante, de la comprensión que del término hace el
Consejo de Europa, «conjunto de personas que viven habitualmente bajo el mismo techo y que,
por otra parte, están ligadas entre ellas por lazos de parentesco, de afinidad, de afectividad o de
amistad». Desde un punto de vista psicológico, esta descripción podría quedar completada con la
consideración de la familia como «un sistema relacional que supera y articula entre sí los diversos
componentes individuales (Andolfi 1984).
Por otro lado, en' la actualidad, una gran parte, de las prestaciones sociales, programas y recursos
sociales en general son dirigidos ya al grupo familiar más que al individuo. Servicios de ayuda a
domicilio, educación familiar, prevención de malos tratos o rehabilitación de toxicómanos son
algunos ejemplos del nuevo papel que está asumiendo el trabajo con la familia y la consideración
de ésta como usuaria del servicio.
Es posible pensar que la función de orientación familiar pueda ser llevada a cabo por un
profesional específico (orientador o asesor familiar) o como una función más de otros profesionales
(especialización de psicólogos, asistentes sociales, etc.). Cada opción tiene fuertes implicaciones:
en un caso vamos a hablar de una profesión nueva y en el otro de una nueva especialización a
partir de licenciaturas o diplomaturas. Estos dos puntos de vista, muy contrapuestos, ya conviven
en los marcos actuales de formación de orientadores familiares.
El profesor J. A. Ríos define la orientación familiar como «el conjunto de técnicas encaminadas a
fortalecer las capacidades, evidentes y las latentes, que tienen como objetivo el fortalecimiento de
los vínculos que unen a los miembros de un mismo sistema familiar, con el fin de que resulten
sanos, eficaces y capaces de estimular el progreso personal de los miembros y de todo el contexto
emocional que los acoge» (Ríos González, 1984).
La función de OF incluye la promoción de una calidad óptima de interacción entre los seres
humanos y los aspectos evolutivamente importantes de sus entornos físicos, sociales y
psicológicos (Blocher y Biggs, 1986). Se trata de potenciar procesos evolutivos de la familia y
ayudar a las personas a superar sus dificultades con el fin de prevenir trastornos psicosociales más
graves. De esta forma, la función de OF es claramente una función preventiva de desórdenes
posteriores.
UNIDAD II
EMOCIÓN.- http://projecteeducacioemocional.blogspot.com/2011/05/concepto-de-emocion.html
Las emociones son una parte sustancial de la vida humana. Continuamente, experimentamos
emociones. Pero pocas veces nos paramos a reflexionar sobre qué son las emociones, cómo
influyen en el pensamiento y en el comportamiento, qué diferencia hay entre sentimientos y
emociones, etc.
Según Goleman, autor que popularizo el concepto de inteligencia emocional, nos define emoción
de la siguiente manera: “utilizo el termino emoción para referirme a un sentimiento y sus
pensamientos característicos, a las condiciones psicológicas u biológicas que lo caracterizan, así
como a una serie de inclinaciones a la actuación”. Todas las emociones son esencialmente
impulsos a la acción; cada una de ellas conlleva a un cierto tipo de conducta. En los animales y en
los niños pequeños hay una total continuidad entre sentimiento y acción; en los adultos se da una
separación: muchas veces, la acción no sigue al sentimiento.
Las emociones facilitan las decisiones i guían nuestra conducta, pero al mismo tiempo necesitan
ser guiadas. Existen centenares de emociones y muchas variaciones, mutaciones y matices
diferentes entre todas ellas, es por esta razón que es importante saberlas identificar, para poderlas
gestionar y controlar.
Según R. Bisquerra, el concepto de emoción lo define como “un estado complejo del organismo
caracterizado por una excitación o perturbación que predispone a la acción” (Bisquerra, 2000:20).
Son muchos los autores que, durante años, investigan en el campo de las emociones, y
actualmente, encontramos tantas definiciones como profesionales. Sin embargo, cada definición es
bastante significativa como para crear una idea de este concepto.
El concepto “emoción” es, aquel estado que surge del interior o exterior de la persona, capaz de
provocar una respuesta en el individuo, valorando una situación concreta, y así, poder adaptar el
organismo a las circunstancias que nos rodea.
Las emociones están de moda. En las últimas décadas los psicólogos nos hemos empeñado
en hablar de emociones todo el rato. Basta hacer un breve recorrido por internet para darnos
cuenta de la importancia que han adquirido expresiones como inteligencia emocional, equilibrio
emocional, sufrimiento emocional o talento emocional. Hablamos incluso de una psicología
emocional o de una psicología de las emociones.
Este apogeo de las emociones en el ámbito de la psicología tiene mucho que ver con el
importante avance experimentado por la investigación, tanto básica como aplicada, que nos
viene reportando desde hace algún tiempo una serie de evidencias que lo sustentan. Son muchas
como digo, pero hoy voy a mencionar sólo algunas de las más útiles y recientes:
2. Las personas emocionalmente inteligentes tienen la capacidad de manipular a los demás
para satisfacer sus propios intereses.
Esta es la conclusión a la que llega un nuevo estudio publicado en la revista PLoS ONE (octubre
2013), por Yuki Nozaki y sus colegas de la Universidad de Kyoto. Nozaki matiza estos
resultados: “La inteligencia emocional en sí no es positiva ni negativa, pero puede facilitar la
manipulación de las relaciones interpersonales con la intención de conseguir determinados
objetivos”.
3. Las personas emocionalmente inteligentes son menos hábiles para reconocer un engaño.
Según un estudio publicado en la revista Psicología Jurídica y Criminológica (mayo
2012) dirigido por Stephen Porter (Universidad de Columbia Británica), las personas que se
califican a sí mismas como emocionalmente inteligentes tienden a sobrestimar su capacidad
para detectar el engaño en los demás.
El profesor Porter encontró que una mayor inteligencia emocional se asocia con un exceso de
confianza en la evaluación de la sinceridad de los demás, y que las personas con una mayor
capacidad de percibir y expresar emociones (un componente de la inteligencia emocional) no eran
tan buenos como el resto para reconocer cuando los demás estaban diciendo mentiras.
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL.- De los ocho tipos de inteligencia de los que habla Howard
Gardner, dos se refieren a nuestra capacidad de comprender las emociones humanas. La
inteligencia interpersonal está relacionada con nuestra capacidad de entender a los demás. La
inteligencia intrapersonal está determinada por nuestra capacidad de entendernos a nosotros
mismos. Daniel Goleman agrupa ambos tipos de inteligencia bajo el nombre de inteligencia
emocional. La inteligencia emocional es nuestra capacidad de comprender nuestras emociones y
las de los demás. La inteligencia emocional determina, por ejemplo, nuestra capacidad de
resistencia a la frustración, a la confusión, o nuestra manera de reaccionar ante la adversidad.
Nuestra capacidad de aprendizaje está, por tanto íntimamente ligada a nuestra inteligencia
emocional. http://www.galeon.com/aprenderaaprender/vak/queson.htm.
¿QUÈ ES LA INTELIGENCIA EMOCIONAL, COMPONENTES Y CÒMO
DESARROLLARLA? - INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL CONTEXTO FAMILIAR.-
documentos.
Es imperativo primero que cualquier otra cosa, acallar este tipo de emociones que
simultáneamente pueden provocarnos màs de los mismos contaminantes sentimentales,
porque los pensamientos sin compartir existen por lo regular dentro de nosotros solamente
y nos incitan a creer que le hemos fallado a alguien, algunas veces vamos mas allá y la
verdadera dificultad se presenta con el resentimiento a los demás debido a que nos
sentimos manipulados por aquellos a quienes creemos haberles fallado... Al observar
nuestro comportamiento podemos darnos cuenta de que todo ha sido generado en nuestro
pensamiento con una clara invitación a sentirnos en deuda, culpables, manipulados,
resentidos y posiblemente hasta iracundos por el aparente comportamiento de los demás
hacia nosotros, sin embargo, es evidente que solo a sido un monologo mental de nosotros y
para nosotros... Es muy saludable preguntar a quièn pensamos que ha sido agraviado por
nuestra aparente falta, para saber si realmente está molesto (a) con nosotros antes de
predisponernos a las actitudes negativas... "El yo pienso que tu piensas de mi" es una falta
de interacción terrible; la comunicación emocionalmente inteligente es una parte
fundamental en las relaciones interpersonales sanas, nos permite prevenir cualquier
desacuerdo inexistente...
Para muchos autores los principales elementos de la inteligencia emocional son cinco.; estos
elementos no son otra cosa que aptitudes que el individuo debe habilitar para lograr dominio sobre
sus emociones, sus reacciones y sus relaciones con otros. Las cinco se encuentran estrechamente
vinculadas y son parte del mismo sistema de habilidades.
Para lograr la autoconciencia es necesario realizar un acto honesto de introspección para evaluar
nuestros sueños, aspiraciones, las emociones más íntimas y muchas cosas más. Cuando se tiene
una percepción falsa de sí mismo, influenciada más por el entorno que por la propia esencia a
menudo se llega a la sobrevaloración o la devaluación. Posición desde la cual es imposible
autogestionarse de manera adecuada.
Reconocer las propias emociones y sus efectos, conocer las habilidades y limitaciones propias, y
tener confianza en uno mismo, son las habilidades que indudablemente llevan al autoconocimiento.
Un aspecto importante de la autoconciencia es el respeto por uno mismo. Aceptar los sentimientos
más profundos en lugar de negarlos aporta fortaleza a la autoestima, enriquece la vida y la forma
en la que caminamos por la misma. Respetarse uno mismo, escuchar a nuestros sentimientos y
lograr el equilibrio para sentirse a gusto con uno mismo es la raíz del autoconocimiento.
El ser fiel a uno mismo de manera que podamos hacer las cosas de acuerdo a quien realmente
somos nos permite ser auténticos y lograr también un paso hacia el autoconocimiento. Muchas
veces las acciones que tomamos solo van empujadas por la inercia de la imitación, de las
costumbres de otros o por lo que pensamos que el entorno espera de nosotros mismos. Esto lleva
al individuo a diluirse, a perderse al grado tal que en muchas ocasiones no esté seguro de quién
es, o a qué obedece su forma de actuar.
Autorregulación.- No basta con identificar las emociones, esto es solo el principio del manejo
adecuado de las mismas. La autorregulación se refiere precisamente a ejercer control sobre los
estados emocionales de modo que faciliten las tareas que debo realizar en lugar de entorpecerlas.
Postergar la gratificación en pos de un bien mayor, recobrarse adecuadamente de las tensiones
emocionales y hacer que las emociones trabajen a favor en lugar de entregarse a ellos es adquirir
autorregulación.
Los estallidos, los desplantes o el abandonarse en algún tipo de conducta autodestructiva, son
ejemplos claros de la falta de autorregulación. En muchas ocasiones esta carencia va acompañada
de sentimientos de culpa, de sentirse ignorados por el entorno o poco entendidos por sus
allegados.
Generalmente son las emociones asociadas a sentimientos desagradables las que disparan el
mecanismo de la autorregulación o la ausencia de la misma. Autorregular la ira, el enojo o la
frustración no quiere decir ignorarlo, sino procesarlo de manera que sobre ése sentimiento se
pueda construir algo positivo. No se trata de no dejarlo salir, sino dejarlo salir de la manera
adecuada. Realizar juicios inmediatos y cargados de emocionalidad no favorece la autorregulación,
por eso, es recomendable, tomarse unos instantes para reflexionar de manera más fría y valorar un
poco más objetivamente las situaciones. Tener en cuenta que comunicarse de manera asertiva y
no agresiva logra también un efecto autorregulador ayuda mucho a evitar estallidos de los cuales
posteriormente podamos arrepentirnos. Aceptar la responsabilidad del desempeño personal
también favorece la autorregulación.
Auto regularse no significa perder la espontaneidad o legitimidad de los sentimientos, pero sí que
logremos despojarnos de la irritabilidad, la ansiedad o la melancolía excesivas para lograr obtener
un mayor provecho de nuestras acciones.
Ser optimista, aprovechar las oportunidades y tomar la iniciativa, son otros aspectos que deben
ejercitarse para lograr mantener niveles adecuados de motivación. Encontrar en la adversidad un
reto y una oportunidad para progresar hace que los individuos mantengan su nivel de optimismo en
un grado que aún con elementos en contra pueda seguir trabajando en la consecución de sus
metas.
Las personas que mantienen estas actitudes suelen ser más productivas y eficaces en cualquier
tarea que emprendan.
Empatía.- La empatía es la habilidad para reconocer las sutiles señales que los otros nos envían y
nos indican lo que quieren o necesitan; es desarrollar una especie de “oído emocional” para lograr
entablar una relación más profunda con los demás; es tratar de entrar en la mente de los demás,
para poder adoptar sus puntos de vista, entender sus necesidades y el por qué de sus acciones.
Es una especie de sensor que detecta las señales que de otro modo pasarían inadvertidas y
tendrían un alto costo en las relaciones con los demás y en el impacto que esas relaciones tienen
el entorno del individuo. Sin embargo, no solo se trata de captar esas señales, sino de volverlas
útiles, de apreciar las percepciones de los demás y sobre todo, emprender acciones que lleven a
un nivel más alto esa relación.
Para lograr desarrollar la empatía, hay algunos aspectos fundamentales, el primero, como ya lo
describimos arriba, es ser sensible hacia otras personas y tratar de comprenderlas, esforzarse y
emplear tiempo para entender sus puntos de vista; generalmente damos por hecho que nuestro
punto de vista es compartido por el entorno y eso provoca que la empatía se bloquee de manera
casi inmediata y que nuestro interlocutor lo perciba, cerrando así toda posibilidad de mirar hacia un
mismo punto.
La empatía también requiere habilitar el interés por hacer de las necesidades de los demás el
punto propio de referencia. El manejo adecuado de la empatía permite al individuo reconocer las
emociones y los puntos de vista del otro, junto con otros factores, para tomar decisiones positivas
para todos y sobre todo, que produzcan o mantengan el bienestar propio y de los demás.
Para lograr dominar las relaciones sociales es indispensable, antes que nada, la práctica. Esto es,
desarrollar y mantener relaciones interpersonales de manera constante. Tener lo que se conoce
como una “red” de contactos hecha, y cultivada para poder activarla en cuanto sea necesario; esto
no significa usar a las personas sino co-actuar con ellas para lograr objetivos comunes.
Resulta casi lógico asociar la comunicación efectiva y asertiva con el desarrollo de las relaciones
interpersonales. De hecho, en este punto se conjugan la gran mayoría de todas las habilidades y
aspectos mencionados con anterioridad; por ejemplo, no se concibe una relación interpersonal
sana sin un grado adecuado de empatía, y autorregulación, mismas que no se obtendrían sin un
autoconocimiento.
Muestra siempre tus afectos de forma verbal y no verbal. Procura usar a menudo los
gestos de cariño (besos y abrazos), con ellos y con los demás.
Déjales autonomía para que establezcan nuevos vínculos afectivos.
Evita los chantajes afectivos. (no utilices expresiones como no te voy a querer si…)
Estate siempre pendiente de ellos, pero al mismo tiempo dales libertad. Es decir no les
hagas crear estilos inseguros de relación, crecerán con desconfianza, y tampoco estilos ansiosos
de relación.
Infantil
Aporta unos afectos positivos desde el comienzo, los niños y niñas iniciarán cada nueva
relación esperando que se repitan los patrones de las anteriores relaciones. Si la relación es
inconstante y ofrece poca seguridad los niños y niñas no confiaran a la hora de
establecer vínculos afectivos.
Cuida tus conductas afectivas con ellos y con las demás personas de la familia, los
pequeños mimetizarán lo que hagas
Presta atención a cómo te sientes cuando les vayas a hablar, ya que tu forma de
comunicarte con ellos les va a afectar.
Ante cualquier cambio presta especial atención a como se lo toman los más pequeños.
Primaria
Sepárate poco a poco de ellos, pero siempre atento. Déjales autonomía para que
establezcan nuevos vínculos afectivos.
Sirve de ejemplo a la hora de mostrar tus afectos, de relacionarte con los demás, con otros
miembros de la familia, amigos, vecinos, etc.
Acompaña al pequeño en su separación del núcleo familiar, sirve de guía en su nuevo
entorno donde formara nuevos vínculos.
Habla con ellos, explícales tus afectos y los de los demás.
Secundaria
Ten paciencia con ellos, se comprensivo ante sus contradicciones.
Ayúdale a identificar, entender, asumir y enfrentarse a los sentimientos.
Aunque las figuras de apego pierdan fuerza, recuerda que es un periodo en el que
necesitan despegarse más, pero en el cual necesitan más que nunca sentir el afecto de los demás.
No olvides darles tú afecto aunque parezca que no lo necesitan.
Habla con ellos con naturalidad sobre los nuevos sentimientos que aparecen, no les fuerces,
puedes hablarles contándoles tus sentimientos.
ROL DE LOS PADRES EN EL DESARROLLO DEL NIÑO Por: María Teresa Uribe,
Educadora y Guía de Montessori
Los padres son la primera educación para los niños y estos son las personas màs importantes en
la vida del niño también. La familia es la unidad básica de la sociedad, sin la familia la sociedad no
funcionaría. Por lo tanto la colaboración de los padres con la escuela (el trabajo mano a mano de
ambos) es muy importante para el desarrollo del niño. La coherencia de lo que vive el niño en su
casa con lo que experimenta en el ambiente Montessori es vital para una aplicación ideal de la
propia filosofía. Esto recae en la importancia de brindar el apoyo para que el niño se autoconstruya
a sí mismo.
“La tarea del adulto es servir al niño, no como un esclavo, sino como un adulto interesado que tiene
una consciencia moral y se ve a sí mismo como secundario al dedicarse a la humanidad” (María
Montessori).
UNIDAD III
¿EDUCACIÓN EMOCIONAL? Rafel Bisquerra
Es un marco amplio lo que permite su conceptualización y resumir la educación emocional en los
términos: proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo
emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los
elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral. Para ello se propone el desarrollo
de conocimientos y habilidades sobre las emociones con objeto de capacitar al individuo para
afrontar mejor los retos que se plantean en la vida cotidiana. Todo ello tiene como finalidad
aumentar el bienestar personal y social.
La educación emocional es un proceso educativo continuo y permanente, puesto que debe estar
presente a lo largo de todo el currículum académico y en la formación permanente a lo largo de
toda la vida. La educación emocional tiene un enfoque del ciclo vital. A lo largo de toda la vida se
pueden producir conflictos que afectan al estado emocional y que requieren una atención
psicopedagógica.
La educación emocional se propone contribuir a la prevención de estos efectos. Por otra parte se
propone el desarrollo humano; es decir, el desarrollo personal y social; o dicho de otra manera: el
desarrollo de la personalidad integral del individuo. Esto incluye el desarrollo de la inteligencia
emocional y su aplicación en las situaciones de la vida. Por extensión esto implica fomentar
actitudes positivas ante la vida, habilidades sociales, empatía, etc., como factores de desarrollo de
bienestar personal y social. La educación emocional tiene por objeto el desarrollo de las
competencias emocionales, de la misma forma en que se puede relacionar la inteligencia
académica como el rendimiento académico. La inteligencia es una aptitud; el rendimiento es lo que
uno consigue; la competencia indica en qué medida el rendimiento se ajusta a unos patrones
determinados. De forma análoga se puede considerar que la inteligencia emocional es una
capacidad (que incluye aptitud y habilidad); el rendimiento emocional representaría el aprendizaje.
Se da competencia emocional cuando uno ha logrado un determinado nivel de rendimiento
emocional (Mayer y Salovey, 1997; Saarni, 1988).
Los estudios de las emociones de los niños han revelado que su desarrollo se debe tanto a la
maduración como al aprendizaje y no a uno de esos procesos por sí solo. La maduración y el
aprendizaje están entrelazados tan estrechamente en el desarrollo de las emociones y algunas
veces es muy difícil determinar sus efectos.
Describimos dos aspectos:
a) Papel de la Maduración: El desarrollo intelectual da como resultado la capacidad para percibir
los significados no advertidos previamente y el que se preste atención a un estímulo durante
más tiempo y la concentración de la tensión emocional en un objeto. El aumento de la imaginación,
la comprensión y el incremento de la capacidad para recordar y anticipar las cosas, afectan
también a las reacciones emocionales.
b) Papel del Aprendizaje: Hay cinco tipos de aprendizaje que contribuyen al desarrollo de patrones
emocionales durante la niñez.
Seguidamente se explican esos métodos y el modo en que contribuyen al desarrollo emocional de
los niños.
Se pude decir que tanto la maduración como el aprendizaje influyen en el desarrollo de las
emociones; pero el aprendizaje es más importante, principalmente porque se puede controlar.
También la maduración se puede controlar hasta cierto punto; pero sólo por medios que afectan a
la salud física y por medio del control de las glándulas cuyas secreciones se ven estimuladas por
las emociones.
El control sobre el patrón de aprendizaje es una medida tanto preventiva como positiva. Una vez
que se aprende una respuesta emocional indeseable y se incluye en el patrón del niño, no sólo es
probable que persista, sino que se haga también cada vez más difícil de modificar a medida que
aumente su edad. Por esto se puede decir con justicia que la niñez es un "período crítico" para el
desarrollo emocional, en donde la familia, la escuela y la comunidad tenemos un papel
fundamental.
Si se analiza el tipo de educación implantada en años atrás, se observa cómo los profesores
preferían a los niños conformistas, que conseguían buenas notas y exigían poco; y, de hecho,
respondiendo a las ideas que se implantaba en nuestra educación y sociedad; "Ley del menor
esfuerzo".
Los docentes nos debemos comprometer en que la escuela sea la formadora de personas
inteligentemente emocionales, creativas y productivas. Se debe replantear el currículo escolar,
para que se brinde herramientas académicas básicas como el manejo efectivo del lenguaje, el
trabajo empático y en equipo, la resolución de conflictos, la creatividad, el liderazgo emocional,
el servicio productivo? La educación de las emociones denominada "Alfabetización Emocional"
(también, escolarización emocional), pretende enseñar a los niños a modular
su emocionalidad desarrollando su I.E.
Los objetivos que se persiguen con la implantación de la I. E. en la escuela, serán los siguientes:
Detectar casos de pobre desempeño en el área emocional.
Conocer cuáles son las emociones y reconocerlas en los demás
Clasificar sentimientos, estados de ánimo.
Modular y gestionar la emocionalidad.
Desarrollar la tolerancia a las frustraciones diarias.
Adoptar una actitud positiva ante la vida.
Prevenir conflictos interpersonales
Mejorar la calidad de vida escolar, familiar y comunitaria
Aprender a servir con calidad.
Educar en emociones
Para enseñar a pensar, es primordial que los niños entiendan lo antes posible cómo funciona
el mundo de las emociones. Desarrollar la empatía, por Ej., es una clave esencial en su desarrollo
como “persona social”. Un pensamiento que entiende qué es la tristeza y cómo se gestiona, que sabe
identificar la rabia interior y que aprende a canalizarla, es un pensamiento sabio porque
sabe entenderse a sí mismo, a la vez que a los demás.
La educación de los niños no empieza a los 3 o 4 años cuando inicia su vida escolar. La educación,
al igual que enseñar a pensar, empieza desde el mismo momento en que vienen al mundo. Un niño
que siente las caricias, que se siente querido desde el primer día, asienta en su cerebro un tipo de
aprendizaje emocional y social que es básico para el día de mañana.
La EE, supone una innovación educativa que se justifica en las necesidades sociales que
no están suficientemente atendidas a través de los contenidos de las materias académicas
ordinarias. Estas necesidades están relacionadas con: ansiedad, estrés, depresión,
violencia, consumo de drogas, comportamientos de riesgo, etc. Todas estas necesidades
tienen un fondo emocional.
La EE, es un proceso educativo continuo y permanente, puesto que debe estar presente a
lo largo de todo el currículum académico y en la formación permanente a lo largo de toda la
vida. Es decir, debe empezar desde el momento del nacimiento, incluso antes, y estar
presente a lo largo de la educación infantil, primaria, secundaria, universitaria y formación
permanente a lo largo de la vida. La educación emocional adopta un enfoque del ciclo vital
en el que debe participar todo el profesorado, las familias y comunidad en general.
Permite que los niños expresen lo que sienten sin cohibirles. Cuando el niño sienta
algo, es la oportunidad para explicarle qué emoción es. Es el momento de enseñarles a
responder a esa pregunta de “cómo te sientes”.
Del mismo modo que les enseñamos a identificar sus emociones, les enseñamos a
identificar las de los demás. Podemos preguntar ¿Cómo te sentirías tú si…? O explicar
directamente “él se siente así por….”
EL CONFLICTO.- el conjunto de dos o más hipotéticas situaciones que son excluyentes: que no
pueden darse en forma simultánea. Por lo tanto, cuando surge un conflicto, se produce
un enfrentamiento, una pelea, una lucha o una discusión, donde una de las partes intervinientes
intenta imponerse a la otra.
Si definimos desde un punto de vista simple, un conflicto es una situación en la que dos o
más personas no están de acuerdo con el modo de actuar de un individuo o un grupo. Para que
esta situación exista es necesario que exista un desacuerdo que no haya sabido resolverse. Por
ejemplo: Si de una pareja una de las partes desea ir a un lugar de vacaciones y la otra a un lugar
diferente hay desacuerdo, si acceden a charlar y resolver el problema de común acuerdo, entonces
el conflicto no se produce, lo contrario, si ninguno da el brazo a torcer, sí.
Para el alemán Ralf Dahrendorf, un conflicto es una situación universal que sólo puede
solucionarse a partir de un cambio social. Karl Marx, por su parte, ubicaba al origen del conflicto
en la dialéctica del materialismo y en la lucha de clases. Las teorías existentes sobre el conflicto
social permiten entender la necesidad de contar con un cierto orden dentro de la sociedad, cuyos
miembros deben integrarse. Para esto deben desarrollarse políticas de consenso e instrumentarse
acciones de coerción.
Fuera de la política o de la sociología, podemos entender al conflicto como algo mucho más
cotidiano y sin grandes efectos. Una pareja discutiendo por el manejo doméstico del dinero, un
alumno enfrentando a su maestra por una mala calificación o dos amigos peleándose por
cuestiones futbolísticas estarán viviendo un conflicto.
Para que un conflicto se produzca hace falta que existan causas subyacentes que pueden ser
conscientes o inconscientes. En algún lugar o de algún modo tiene que surgir y esas causas
pueden ser profundas o superficiales, de acuerdo a dicha importancia el conflicto será más o
menos grave. Siempre los conflictos se originan por algo. Si volvemos al conflicto de inquilino y
propietario podemos decir, si las razones del impago son que el dueño debe arreglar algo,
entonces las razones son conscientes, si es porque simplemente ha comenzado a olvidar de
pagar, puede haber una causa inconsciente que puede haberse originado por razones que a
simple vista no existan. Un ejemplo hipotético puede ser: el inquilino se encontró con el propietario
en el supermercado y él no lo saludó, lo que le resultó incómodo y hasta molesto. Con el correr del
tiempo dejó aquella anécdota en el pasado, hasta que el incidente presentó causas inconscientes
de un conflicto, y lo llevó a dejar de pagar su alquiler.
Además, un conflicto puede ser de tipo personal o estructural. Los conflictos personales para
desarrollarse necesitan que existan individuos con determinados sentimientos e ideas en juego;
mientras que los estructurales son endémicos de circunstancias específicas en un grupo de
personas, son conflictos genéricos. De todas formas no es tan simple diferenciarlos pues para
que existan conflictos estructurales es necesario que existan individuos que se involucren y creen
el problema.
Dentro de un conflicto estructural es necesario que los que intervienen consigan no inmiscuir sus
propios sentimientos y/o ideas sino que busquen la resolución del problema a favor del grupo. Esto
significa que los elementos en una disputa estructural se establecen previamente. Por ejemplo, si
es un conflicto entre dos grupos culturalmente diferentes, debe comprenderse de antemano que no
se puede intentar cambiar la naturaleza de la otra parte, ni sus reacciones, de lo contrario se
estaría frente a un conflicto que no tendría solución.
Ejemplos donde puede aparecer el término: “El conflicto estalló cuando el jugador se negó a
ocupar la posición que le indicó su entrenador”, “El presidente anunció que el conflicto limítrofe ya
ha sido solucionado”, “Tengo un conflicto con mi padre porque llegué tarde a casa sin avisar”.
De la misma manera que es útil conocer los diferentes tipos de conflictos, ayuda igualmente
saber que la mayoría de los conflictos, pequeños o grandes, interpersonales o
internacionales, siguen con bastante exactitud un patrón, caracterizado por tres elementos
básicos.
El conflicto surge cuando descubrimos nuestras diferencias y las percibimos como una
amenaza para satisfacer nuestras necesidades (o lo que creemos son nuestras
necesidades). Se alimenta con una respuesta emocional normalmente exagerada, que
acompaña nuestra percepción (nuestra combustibilidad), y se sostiene con la desigual
distribución de poder entre los seres humanos. Diferencia, Combustibilidad y Poder son los
elementos claves que están presentes en todo conflicto.
Percibir las El conflicto surge cuando percibimos las diferencias como una amenaza a
diferencias como lo que más valoramos o cuando creemos que estas diferencias nos
una amenaza impedirán satisfacer nuestras necesidades básicas.
Algunas personas tienen una gran facilidad para hacer que salten chispas
en sus interacciones con los demás. Otras tienen facilidad para hacer que
Combustibilidad las chispas crezcan y se conviertan en un gran fuego (gran
combustibilidad). Finalmente, algunas personas tienen un cierto control de
sus emociones y dejan que las chispas se extingan por sí mismas.
La desigual distribución de poder entre las personas y las diferentes
Abusos de poder maneras en que utilizamos nuestro poder influyen considerablemente en el
número y naturaleza de los conflictos.
COMPRENDER EL CONFLICTO
La lección más importante es cambiar nuestra actitud de evitar los conflictos, para acercarnos a
ellos con interés y apertura. Esto significa dejar de lado una perspectiva que nos habla de
“ganadores y perdedores” y adoptar una nueva perspectiva en la que “todos ganan”. Las
soluciones del tipo “todos ganan” ocurren en un grupo cuando todas las partes involucradas han
tenido ocasión de expresar sus voces y de ser escuchadas y comprendidas.
En ocasiones describimos una situación como “conflictiva” cuando hemos perdido nuestro sentido
de conexión, de pertenencia, de ser comprendidos. Antes de estar de acuerdo o en desacuerdo
con las opiniones de alguien, intenta sintonizar con lo que esa persona está sintiendo y
necesitando. En lugar de decir “No”, pregúntate que necesidad te está impidiendo decir “Sí”. Si
estás enfadado o molesto, sé consciente de la necesidad profunda que no estás satisfaciendo y
piensa qué podrías hacer para satisfacerla, en lugar de pensar que los demás están equivocados,
o que algo va mal contigo mismo.
Se ha mitificado excesivamente el conflicto, partiendo de que existe una única forma correcta de
comprenderlo y ésta es la concepción trazada por el mundo científico, dando a entender con ello
que la gente corriente tiene una visión equivocada del mismo. Conviene aclarar que cuando nos
encontramos con una situación particular a la que llamamos “conflicto”, tan importante es la
percepción subjetiva de quiénes están implicados en ella, como la definición objetiva de la que
partamos.
La idea más generalizada entiende el conflicto, como un proceso natural, común a todas las
sociedades con una dinámica susceptible de análisis y que supone una pugna entre personas o
grupos interdependientes que tienen objetivos o percepciones de los mismos incompatibles
Los conflictos pueden ser motor de cambio para las personas y para los contextos sociales
donde viven éstas. Para que la resolución de conflictos sea competencia de todos los integrantes
del centro se hace necesario dirigir nuestras energías en varias direcciones: por un lado,
reflexionar y trabajar sobre el mundo de las actitudes y los valores, y complementariamente, y no
menos importante, crear en el marco del sistema educativo espacios y estructuras que abran pasos
a procesos de negociación, mediación, etc., coherentes con esas actitudes y valores.
Las actitudes que manifestamos ante los conflictos son diversas, dependiendo de la situación, del
contexto, y sobre tomo de cómo hayamos sido socializados en relación al mismo. Señalaremos
aquí solamente dos perspectivas, habitualmente presentes en los centros escolares: en primer
lugar, una perspectiva que pretende eliminar el conflicto. Hay equipos educativos que creen que
todo es cuestión de disponer de un buen reglamento disciplinario con su correspondiente comisión
de disciplina y confían en que aplicando el reglamento, se evitan y resuelven los conflictos. Pero
todo esto, está más que demostrado que no funciona.
Tampoco funciona la actitud de eludir los problemas, ignorar los hechos y dejar que los conflictos
los resuelva el tiempo o la actuación de otras personas o instituciones. Una buena escuela no es
aquella que no tiene conflictos, sino la que los aprovecha para el crecimiento y madurez de su
alumnado. En segundo lugar, una perspectiva que pretende transformar el conflicto. Basada en
una visión de los conflictos como algo inherente a las relaciones humanas, posibilitadores de
cambios en las personas y en los contextos donde se desenvuelven éstas.
1. Estar preparado
“Para resolver un conflicto es necesario negociar. Además hay que tener claro que los problemas
no tienen una única solución y que la única solución posible no tiene por qué ser la nuestra”. Así,
se presentan diferentes alternativas para escoger la solución más adecuada entre las partes.
En las familias con hijos adolescentes a veces ocurren este tipo de situaciones: quiere llegar más
tarde a casa, le han visto fumar, ha llegado a casa con olor a alcohol, etc. ¡Surgió el conflicto! Y
ahora… ¿qué hacer?
Tener conflictos en la familia es algo normal… entonces ¿por qué no nos gustan? ¿Por qué se
ven como un problema? ¿Qué es un conflicto? aparecen cuando los padres quieren una cosa, Ej.
Que no fume y vuestro hijo quiere eso (aunque sea fuera de casa cuando está con sus amigos y
amigas). Los conflictos no son agradables ¿verdad?, pero en realidad son buenos porque sirven
para avanzar, cambiar. Lo importante es ver los conflictos como algo positivo, aunque cueste un
poco al principio.
¿CÓMO AFRONTAR UN CONFLICTO? ¿Tienes conflicto con vuestro hijo (a)? Recordad que
eso es algo bastante habitual y no significa que la familia “funciona mal”. A veces, en esas
situaciones, el conflicto no se soluciona, ¿por qué? Pueden ser muchas las causas, pero hay
algunas actitudes de los padres que influyen de forma negativa.
Negación del conflicto: “no existe conflicto”. Lo 1ro. para que un conflicto se solucione es
aceptarlo. Es importante reconocer que hay un conflicto en casa, al principio puede dar un
poco de miedo, pero es el 1er. paso para solucionarlo.
Pensar que los motivos son de fuera: “la causa del problema está fuera de la
familia”. Algunos padres piensan que la causa del conflicto no está dentro de la familia,
sino que fuera, Ej: “la causa de que nuestro hijo fume es de sus amigos” “el motivo de que
mi hija tome drogas es de las películas que ve” etc. En esas situaciones es más difícil
llegar a una solución porque se piensa que “son los demás” los que tienen que cambiar (la
sociedad, los amigos y amigas, etc.) y la familia no tiene que hacer nada, porque la causa
del conflicto es externa. ¡Siempre se puede hacer algo¡
Cuando la actitud ante un conflicto es alguna de las anteriores la situación se convierte en algo
parecido a esto:
CONFLICTO Intento de solución (ACTITUD) No Soluciòn (vuelta al principio otra vez
No existe una respuesta única a las dos preguntas. En 1er lugar nadie se caracteriza por manejar
sus conflictos de una sola manera. Por el contrario, c/u de podemos usar los cinco estilos en
diferentes ocasiones. Sí es cierto que cada persona recurre a unos modos con más facilidad que a
otros, lo que nos lleva a desarrollar habilidades y preferencias para utilizar determinados estilos. La
forma más adecuada a la hora de resolver un conflicto, todo depende de cada contexto específico.
A este respecto, los autores del modelo thomas-kilmann desarrollaron una lista con una serie de
usos de cada modo a partir de listas elaboradas por presidentes de empresas.
Estilo colaborativo.- es aquél en el que intentamos defender nuestros intereses y el de todas las
personas implicadas en el conflicto. Este estilo es sumamente eficaz en aquellos casos en que
necesitamos buscar una solución integradora porque los intereses de todas las partes son tan
importantes que no admiten concesiones. También es útil cuando es importante que todas las
partes aprendan y combinen sus diferentes puntos de vistas y perspectivas. Además es muy
recomendable cuando algunas de las partes de conflicto albergan resentimientos pendientes como
resultado de conflictos anteriores.
Estilo competitivo.- el estilo competitivo se corresponde con aquél en el que desoímos los
intereses de las otras partes y nos limitamos a defender el nuestro. A primera vista puede
parecernos muy competitivo, muy agresivo y poco adecuado si defendemos valores como la
solidaridad o la empatía. Sin embargo, el estilo competidor se revela como el único eficaz cuando
las demás partes del conflicto no están practicando el juego limpio. También puede ser aconsejable
en situaciones de emergencia, en las que se necesita una acción decidida y eficaz por parte del
líder, o en los casos que requieren que tomemos medidas impopulares que son necesarias, a
pesar de que estas puedan afectar a otras personas.
Estilo de compromiso.- la solución de compromiso se encuentra en el dominio de la negociación.
En este espacio todas las partes del conflicto deben renunciar a una parte de sus posiciones para
llegar a un acuerdo satisfactorio para todos. Es la solución más eficaz cuando las partes del
conflicto defienden intereses que son mutuamente excluyentes. También cuando estas partes
están condenadas a entenderse y falla la colaboración o la competición. No obstante, piense que
es totalmente posible un escenario de negociación en el que el resultado no satisfaga a ninguna de
las partes.
Estilo evitativo.- no menosprecie la posibilidad de evitar el conflicto como forma de afrontarlo.
Evite el conflicto en aquellas situaciones en que éste gira en torno a asuntos que son triviales para
usted o, simplemente, cuando su existencia no contribuye de ninguna manera al logro de sus
objetivos. También hay ocasiones que no nos encontramos en el momento más adecuado para
abordar un conflicto o en las que su coste excede su posible beneficio. Tenga además en cuenta
que existen momentos en los que es necesario crear un espacio y un tiempo para que se reduzcan
y se calmen las posibles tensiones que genera el conflicto.
LA MEDIACIÓN FAMILIAR.-
QUÉ ES? La mediación familiar es una vía voluntaria de resolver las tensiones o conflictos
familiares con la intervención de una persona mediadora imparcial y neutral que ayuda a la familia
a dialogar y alcanzar acuerdos satisfactorios entre todos. Su finalidad es prevenir, disminuir o
resolver los problemas o crises originados en el seno de la familia.
Son muchos los problemas que acaban generando discrepancias o falta de acuerdos en una
familia. Mediante el proceso de mediación se pretende salvar esos difíciles momentos con el
menor coste emocional posible. Descubre las ventajas de la mediación en distintas situaciones que
pueden causar conflictos en una familia:
La mediación, método de resolución de conflictos en el que las partes buscan llegar a acuerdos
satisfactorios de forma amistosa, -sin recurrir a la vía del litigio (arbitraje o juicio)-, constituye una
interesante alternativa para solucionar los problemas en las pymes a través del diálogo y la
negociación. Ya sean disputas internas entre sus miembros o conflictos contractuales con terceros,
la mediación se revela como una posible solución a la que recurrir en primera instancia.
Se puede afirmar que los conflictos están plenamente ligados a las emociones. Cuando 2 o más
personas no se ponen de acuerdo acerca de un determinado asunto, se va a generar un
desequilibrio, y en función de lo que las partes involucradas sientan ante esa situación, se van a
comportar de un modo u otro. Un conflicto no comienza hasta que se da una respuesta emocional
ante una situación, antes de eso, no se trata más que de un problema a resolver.
Daniel Goleman, dice que, si bien la mayoría de nosotros pensamos que no tenemos elección
sobre cómo nos sentimos, en realidad, los sentimientos que atribuimos a cualquier situación son
una elección que hacemos nosotros mismos. Lo más importante para entender los sentimientos es
aprender a verlos como opciones. Es por ello que ante la resolución de un conflicto, podemos
“elegir” adoptar una actitud positiva y abierta y dejar la carga emocional negativa a un lado, o
acometerlo cargados de odio y animadversión hacia la otra parte, lo que evidentemente hará más
difícil el poder llegar a un consenso que resuelva el desacuerdo. A cualquier situación a la que nos
enfrentamos, le atribuimos emociones de forma natural, y son la situación y las emociones que le
asignamos, las que le dan al evento el significado que tiene para nosotros, y ese significado es el
que va a determinar nuestras acciones, es decir, cómo nos vamos a comportar ante ese
acontecimiento.
Los principales componentes de la inteligencia emocional son el desarrollo de una conciencia
de sí mismo, la capacidad para regular la propia conducta y pensamientos y la capacidad de
automotivación después de experimentar vivencias negativas. Estos tres elementos van a ser
claves para el desarrollo de la empatía, que va a resultar esencial durante el proceso de
mediación. La empatía es nuestra capacidad para conectar con los demás, comprender sus
emociones y sus percepciones y entender su punto de vista. Es ponernos en los zapatos del otro
para comprender como se siente. La empatía tiene muchos aspectos positivos, ya que facilita la
comunicación y la resolución de problemas, siendo un aspecto clave a potenciar en las sesiones de
mediación. Una de las preguntas que suelo hacer a las partes cuando vienen muy posicionadas en
sus intereses es que intenten ponerse en los zapatos del otro para descubrir cómo se siente y
poder entrar en sintonía y adoptar una actitud más colaborativa.
La inteligencia emocional puede aportar un marco valioso a la hora de formular preguntas a las
partes durante las sesiones de mediación. Por ejemplo, podemos ayudarlos a ubicar en el tiempo
la presencia de las emociones negativas y facilitarles el reconocerlas, empleando las siguientes
preguntas -¿Cuándo comenzaste a sentirte de esta manera? ¿Cómo te sentías antes de que
comenzara todo?, ¿Cómo te sientes ahora y cómo te gustaría sentirte acerca de la situación?,
¿Cómo han cambiado tus sentimientos?. También podemos ayudarlos a analizar cómo se sienten
con respecto a las personas – ¿cómo te sientes con respecto a esta persona en esta situación?,
¿cómo te gustaría sentirte hacia esa persona?, ¿cómo te sientes sobre ti mismo?.
La inteligencia emocional nos dice que cuando las personas se sienten con bajo estado de ánimo y
les cuesta conectar con los demás, experimentan pensamientos negativos que vienen a su mente
con facilidad, provocando emociones negativas. Nuestra capacidad para tomar decisiones se ve
perjudicada ya que en este estado no podemos pensar con claridad ni ser creativos. En muchas
ocasiones, durante una sesión de mediación, los participantes experimentan un estado de alta
agitación que les impide dialogar, escuchar y mucho menos tomar decisiones.
Podemos utilizar 2 formas prácticas para manejar este tipo de situaciones emocionales. En 1er.
lugar, utilizar el tiempo a su favor. Cuando las emociones empiezan a elevarse y descontrolarse,
invitar a las partes a tomar un descanso para calmarse, de 15 a 30 minutos y pedirles que
reflexionen sobre lo que esperan de la mediación, sería el mejor remedio. Este descanso permitirá
que las sustancias químicas que a segregado el cerebro provocando el estado de ánimo alterado,
se vayan disipando y se produzca un estado de calma, que le va a posibilitar llegar a acuerdos
dónde antes parecía casi imposible.
La 2da.manera es hacer preguntas basadas en hechos. Cuando el mediador ve que una de las
partes empieza a angustiarse o alterarse, se le formula una pregunta basada en el hecho,
¿Cuándo sucedió? ¿Cuánto duró? La intención es focalizar la atención en el hecho y que la
emoción desaparezca. Hay que tener la precaución de no hacerlo antes de tiempo, de lo contrario
la emoción se puede volver a disparar
Sabemos que el buen humor y los pensamientos positivos, mejoran la capacidad para pensar de
manera más flexible. Si decidimos sentirnos mejor, vamos a ser capaces de pensar y actuar mejor.
El sentido del humor es parte integral en la búsqueda de una respuesta creativa y debe de formar
parte del proceso de mediación. Cuándo la gente empieza a reír las soluciones surgen de manera
más fluida.
Para concluir, aludimos a los beneficios que nos aporta la inteligencia emocional para ayudar a las
personas a sentirse mejor y a manejar sus emociones de forma eficaz, facilitándoles trabajar
juntos en la búsqueda de una solución a su conflicto. Ser consciente de estos sencillos conceptos,
nos va a facilitar alcanzar mejores resultados en el manejo de las emociones intensas que en la
mayoría de las ocasiones salen a relucir durante el proceso de mediación.
LA MEDIACIÒN: CARACTERÌSTICAS, MODELOS, PROCESO, TÈCNICAS
HERRAMIENTAS Y LÌMITES.- Documento
UNIDAD IV
MODIFICACIÓN DE CONDUCTA: MODELADO Y MOLDEADO: TÈCNICAS
Que los niños son como esponjas es algo que no pone nadie en duda, y que "parece" que están
jugando y están atentos a todo lo que ocurre a su alrededor, también. Esto nos da muestras de
hasta qué punto los más pequeños pueden ir adquiriendo conductas a través de técnicas sencillas
y efectivas (aunque necesiten de constancia en su aplicación por parte de los que las están
aplicando). A veces las personas se hacen un poco de lío para diferenciar las técnicas de
modelado y moldeado, pero existen pequeñas diferencias entre ambas:
TÉCNICAS DE MODELADO
Se basa en un aprendizaje de tipo observacional de la conducta de un individuo o grupo (el
modelo). Està técnicas tratan de enseñar los principios que deben guiar la conducta del niño en
diferentes contextos, observando la actuación del modelo y las consecuencias de sus acciones.
- Adquirir nuevas conductas o habilidades como serían el lenguaje, aseo, interacción social,
afrontamiento del estrés y normas sociales convencionales entre otras.
Existen más campos de utilización de las técnicas de modelado, pero es importante reflexionar
sobre el papel que muestran los padres y educadores en las conductas de los más pequeños: si
uno de los progenitores se muestra hosco, el niño tenderá probablemente a reproducir este
comportamiento, y no sólo en la niñez, sino que existirá una tendencia a que sea su
comportamiento saliente en la edad adulta. Igualmente maestros con pautas educativas y
comportamentales (recordemos que son los primeros héroes de nuestros hijos), suelen actuar de
modelo en los niños. Estas técnicas (moldeamiento y encadenamiento) tratan de crear conductas
que no existen en el repertorio comportamental del niño.
TÉCNICAS DE MOLDEAMIENTO
En primer lugar la técnica a aplicar sería el moldeamiento de la conducta. De esta forma partiendo
de una conducta global que queremos instaurar, se van reforzando las aproximaciones sucesivas a
la conducta meta, de forma que según se va instaurando una adquisición, se pasa a la siguiente
fase, reforzando la última en conseguirse. El proceso constaría de los siguientes pasos:
QUÉ DEBO DECIRLE A MIS HIJOS TODOS LOS DÍAS? .- May 24, 2016.
Todo lo que hablamos a nuestros hijos debe expresar amor, aceptación, aprecio, admiración y
motivación. Esto no significa que no habrá momentos donde debamos ser firmes, corregir y
también instruir. Pero pase lo que pase, debemos asegurarnos de que diariamente nuestros hijos
nos escuchen decirles lo necesario para sentirse afirmados. Entre las muchas palabras que
debemos decirles a nuestros hijos todos los días estas son algunas que nunca deben faltar:
`Te amo”. Nuestros hijos necesitan escuchar todos los días que son amados, esto les
transmite la seguridad necesaria para crecer saludablemente. Hay momentos donde nos van a
decepcionar, en otros momentos se van a equivocar, y seguro que van a cometer travesuras que
nos harán enojar. Pero ellos necesitan saber que siempre serán amados, muy a pesar de sus
errores. Por eso, es necesario enfriar nuestro enojo, aún en medio de la corrección necesitan
sentir nuestro amor. Tenemos que asegurarnos de que están sintiendo nuestro amor, por eso,
pregúntele cómo le gusta ser amado. Puede que estemos tratando de expresar amor al tenerles
la comida caliente, o la ropa bien arreglada, y lo que necesitan es ser escuchados. Por eso,
debemos estar seguros que estamos comunicando correctamente el amor que sentimos por
ellos.
“Me gusta mucho como eres”. Esto les transmite aceptación y les provee confianza. Todos
necesitamos afirmación y la aceptación es importante, porque nuestros hijos lucharán con
complejos, temores, y se sentirán subestimados por amigos o profesores. En medio de toda la
basura que reciben, el combustible que tendrán para superarlo será nuestra aceptación con
frases como “me gusta mucho como eres”.
“Me siento orgulloso de ser tu padre/madre”. Nada hace sentir más seguro a un niño que el
saber que sus padres se sienten orgullosos de ellos. Esto provee la seguridad necesaria para que
puedan confiar en nosotros como sus padres. No tenemos que esperar a la graduación, buenos
resultados en los exámenes o bien un buen comportamiento.
“Me siento feliz de ser tu padre/madre.” Para el niño es importante saber que él es fuente
de felicidad y de alegría para su familia. Esto le permite ser él mismo en todo momento. No siente
miedo de expresarse y de ser auténtico.
“Eres único y especial”. Nuestros hijos necesitan saber que son diferentes, con
características particulares que les identifican y les hacen ser personas únicas. Es la mejor forma
de ayudarles a trabajar con su aceptación. En algún momento les pondrán sobrenombres por su
apariencia, o por alguna particularidad en su personalidad. Podrían tener muchas pecas, ser muy
altos, gruesos, etc. Lo más importante es que nuestros hijos se definan como una creación
especial de Dios completos plenos y experimenten aceptación.
“Me gusta mucho lo que haces…” Todos necesitamos saber que lo que hacemos, decimos
o creamos es agradable para alguien más, principalmente para nuestros padres. Porque cuando
les decimos lo mucho que nos agrada su trabajo, su tarea, su proyecto, su deporte, o sus
habilidades artísticas, los estamos impulsando a soñar, y a proyectarse en el tiempo. Pero a la
vez, los estamos afirmando. Todos necesitamos saber que somos inteligentes, y buenos en algo,
por eso felicite a su hijo por lo que hace. Puede ser un gesto amable, un acto de servicio, un
detalle con un animal, o bien con los abuelos o su hermana. Destaque las buenas ideas que
expone, esta afirmación le provee seguridad y le expresa respeto a sus pensamientos. Aún
felicítelo por ser alegre, y agradecido. Cada palabra de afirmación produce magia en el corazón.
“Todos los días pido a Dios que te guarde y te bendiga”. Cada día tome tiempo para pedir
a Dios por sus hijos. Hágalo en privado y sobre todo cuando esté con ellos. Haga que ellos le
escuchen dar gracias a Dios por tenerles como sus hijos. Que le escuchen orar cuando ellos
enfrentan algún momento difícil, y que le escuchen dar gracias cuando logren buenos resultados.
Los padres y los hijos se acercan cuando oran el uno por el otro.
“Confío plenamente en ti”. La confianza provee seguridad, y permite que nuestros hijos
crezcan sintiéndose responsables del dinero que administran, las responsabilidades que les
confían y las decisiones que toman. Al crecer, nuestros hijos tomarán decisiones importantes, y
es la confianza que tienen los padres en ellos lo que les provee esta seguridad que necesitan
para tomar buenas decisiones. Por eso, confíe cosas relevantes y responsabilidades propias a su
edad. Ellos lo van a apreciar.
“Eres capaz, lo puedes hacer muy bien”. Muchas veces nos sentimos desanimados
cuando enfrentamos retos, y principalmente los niños cuando están frente a un nuevo desafío.
Ellos necesitan afirmación y ánimo para seguir intentando y lograr perseverar. Cuéntele cómo lo
han logrado otros, investigue con ellos para conocer la forma en que se realiza bien lo que está
intentando y cuando lo logre celébrelo junto a él.
Nuestros hijos absorben todo lo que decimos y cada frase que expresamos daña o edifica, anima o
desanima, fortalece o le resta valor, por eso, debemos decidir que todo lo que digamos ilumine sus
días con ilusión y ánimo. Nuestros hijos son un regalo de Dios, una bendición para nuestras vidas,
nuestro legado a la humanidad y ellos creen todo lo que les expresamos diariamente.
1.Habla de los valores: Es importante que hables con tus hijos sobre los valores que son
importantes para la familia y que les expliques por qué lo son. Aunque tus hijos sean pequeños
puedes enseñarles por medio de cuentos o ejemplos diarios; recuerda que de pequeños la
repetición funciona perfectamente, obviamente sin abrumarlos.
2. Motívalos: Puedes motivar a tus hijos simplemente haciéndoles saber que estás seguro de que
pueden lograrlo solos. Si tu hijo es egoísta puedes decirle: “Te voy a dejar de recordar que no
tienes que ser egoísta, porque estoy seguro que tú lo sabes y lo puedes hacer solo”. Hazle saber
que va teniendo pequeños logros y que los valoras. Si a tu hija, por ejemplo, no le gusta compartir
sus juguetes puedes decirle: “He notado que le prestas tu juguete favorito a tu amiga”, pero no
tienes que darle una recompensa o un premio
3. Retroaliméntalos: Para la mayoría de los padres resulta más sencillo hacer comentarios sobre
los comportamientos negativos de sus hijos. Si tu hijo se enfada o se coge una pataleta, se te
olvida que sólo algunas veces lo hace y dices cosas como: “Es que siempre te portas mal”.
Tendemos a generalizar y resaltar las actitudes negativas. Desgraciadamente no nos damos
cuenta que cuando resaltamos constantemente las actitudes negativas de los niños, lo único que
hacemos es dejar que ellos “se lo crean”.
Por eso, es muy importante no pasar por alto las buenas actitudes de tus hijos y fortalecer con
buenas observaciones éstas, pues a la larga, estos “buenos” comentarios forman el carácter de tu
hijo. Qué diferente es decir “Nunca prestas tus juguetes” a decir “Qué bien que compartas tus
juguetes con tus amigos, eres muy amable con ellos”.
4. Promueve las buenas acciones: Las oportunidades que tengan tus hijos de hacer buenas
acciones será muy importante para el desarrollo de su carácter. Es importante motivarlos a
participar en actividades como voluntarios o eventos de caridad. Por ejemplo, de vez en cuando
pídeles que te ayuden a sacar juguetes viejos que ya no usen y que puedan donar a niños sin
recursos. De esta forma les estarás enseñando a compartir y a no ser egoístas con sus cosas.
5. Establece expectativas y límites: Definir límites en el comportamiento de tus hijos ayuda a
establecerte como líder de familia y, a la vez, le dará un sentimiento de seguridad. Igualmente les
da la tranquilidad de que es tu forma de ayudarlos a fortalecer su carácter.
6. Recuerda que eres el padre, no “el mejor amigo de tus hijos”. Este es un error muy común
hoy en día. Los padres buscamos ser los mejores amigos de nuestros hijos con el pretexto de ser
sus confidentes. Se nos olvida que por algo somos adultos y estamos para ayudar a nuestros hijos
a descubrir el mundo con nuestra experiencia. Mejor seamos guías para nuestros hijos.
7. Asigna responsabilidades a los miembros de la familia: Muchas veces te será más fácil
limpiar la mesa, sacar la basura y lavar los trastes tú solo, que esperar a que lo hagan tus hijos.
Pero recuerda que es nuestra obligación como padres ayudarles a lograr un equilibrio entre sus
necesidades y deseos, como el equilibrio de la familia y cada uno de sus miembros en particular.
Esta actitud se reflejará en su participación en la sociedad.
8. Habla con tus hijos: Es increíble lo importante que es conversar con ellos. Simplemente al
hablar sobre cómo les fue en el colegio, puedes encontrar temas para destacar su buen
comportamiento o reafirmar empatía, responsabilidad, honestidad, etc.
El desarrollo del carácter de los niños comienza en la casa y continúa en la escuela. Hoy en día,
las escuelas, como los maestros, están muy abiertos a trabajar en equipo con los padres. Incluso
existen proyectos de trabajo que se inician en la escuela y se continúan en la casa para lograr un
proceso educativo coherente para los niños. Recuerda que cada niño es diferente, cada uno tiene
su propio ritmo de aprendizaje; trata de no juzgar, criticar o comparar a tu hijo con otros niños. Tu
hijo es único y te tiene a ti para ayudarlo. ¡Disfruta de ser el mejor ejemplo!
UN EJEMPLO DE EDUCACIÓN FAMILIAR ACTUAL.
“Decálogo para formar un delincuente”
(publicado en el libro de Emilio Calatayud “Reflexiones de un juez de menores”, Ed. Dauro) .
1. Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el
mundo entero le pertenece.
2. No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad
para que pueda decidir libremente.
3. Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
4. No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de
culpabilidad.
5. Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la
responsabilidad sobre los demás.
6. Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén
esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
7. Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en
que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
8. Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es
necesario trabajar.
10. Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que
todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.
Es necesario que expliques a tus hijos qué son las rutinas familiares y para qué sirven. Puedes
decirles que es una forma eficaz de solucionar o al menos intentar solucionar los problemas que se
van presentando día a día.
Debes asegurarte de que en todas las reuniones familiares exista un aperitivo o bebida fresca para
que sea ameno para ellos, también es importante que sea breve para que no se haga cansado.
Hacerlo cada semana
Para poder crear una rutina de reuniones familiares es necesario que lo hagáis todas las semanas,
el mismo día más o menos a la misma hora. Así, incluso la semana que no se haya podido hacer
por las circunstancias normales de la vida diaria, se pueden hablar los puntos de esa semana
en la siguiente reunión familiar. Ej. una buena fecha para fomentar las reuniones familiares son
los domingos por la noche en la cena, porque así la familia se reúne, habla y se puede crear un
buen vínculo. Es importante que no se programen otras cosas y se dé prioridad a la reunión
familiar.
Aunque tampoco es necesario seguir ningún orden en particular, es buena idea que para empezar
con ‘un buen sabor de boca’, se empiece hablando sobre las cosas buenas que han sucedido a lo
largo de la semana, las cosas que se aprecian y qué es lo bueno que han hecho cada uno por los
demás, así como las valoraciones de cada uno al respecto.
Esta es una forma de acercar aún más a los miembros de la familia y que todos se sientan
valorados y comprendidos, pero sobre todo, respetados y que los demás también ven en ellos
aspectos positivos en su persona. Todos se sentirán bien al comenzar la reunión familiar y dará pie
a poder hablar después de los problemas que puedan preocupar o a resolver algún conflicto que
haya tenido lugar. Es necesario que entre todos se busquen soluciones y se vea la parte positiva
de cada problema que haya podido haber. El respeto y el apoyo emocional es muy importante. Al
acabar es buena idea que se acabe en un abrazo donde se transmitan buenas sensaciones.
Ningún padre aspira a formar un hijo que no se ajuste, por sus conductas, a la vida en sociedad.
Todos quieren que sus hijos sean aceptados por sus compañeros, sean capaces y agradables, lo
que les posibilite poder establecer relaciones sociales armónicas con sus semejantes. De ahí, lo
importante que resulta enseñar al niño los hábitos sociales indispensables desde los primeros
años.
La conducta social que manifiestan los niños, está estrechamente influida por las normas de
conducta que se practiquen en el hogar. Es en el colectivo familiar, donde se deben aprender y
practicar los hábitos y normas positivas de convivencia social. Esto es posible a través de las
relaciones que se establecen entre sus miembros. Son las relaciones familiares basadas en el
amor y respeto mutuos las que ayudan a formar los hábitos sociales. Muchos padres se preocupan
por crear buenos hábitos de sueño, alimentación, etc., pero, a veces, no toman el interés necesario
para enseñar al hijo los mejores hábitos de cortesía y las formas correctas de convivencia social
que se utilizan en la vida en sociedad y que permiten expresar el respeto que se siente hacia las
demás personas.
Cuando los padres tienen hábitos de convivencia social, ofrecen manifestaciones de cortesía, de
respeto, comprensión, cooperación y solidaridad para con las personas con quienes conviven,
constituyendo verdaderos ejemplos de buena educación. Este ejemplo es muy provechoso, pues el
niño se comporta tal como ve actuar a los demás. Las buenas relaciones de afecto y respeto entre
las personas mayores del hogar, abuelos y padres, la cortesía hacia las figuras femeninas, el
respeto a los ancianos e imposibilitados físicos, hacen que el niño adquiera buenos patrones de
relación con sus semejantes.
Los padres deben empezar por brindar estas manifestaciones de afecto a su hijo, que van desde
darle un beso cuando despierta hasta preguntarle cómo le va en el juego, o si le gustó el paseo
que recién diera. Ningún padre puede esperar que su hijos sea cortés, si sus manifestaciones de
cariño y amabilidad son limitadas e inexpresivas.
Cuando el niño convive con personas de distintas edades y criterios, los padres deben enseñarle
con palabras y ejemplos que abuela y abuelo, al igual que ellos, mamá y papá, deben ser
respetados por sus años y experiencia y que resulta inadmisible una frase desdeñosa, un gesto o
conversación en alta voz, aunque lo que ellos planteen esté lejos de los criterios y opiniones
infantiles. Las observaciones que los niños hagan de las opiniones de las personas mayores,
deben ser hechas con respeto y consideración.
Dentro del hogar hay que utilizar expresiones adecuadas, amables con los niños, tales como:
“hazme el favor”, “muchas gracias”, “si fueras tan amable”, etc., que facilitan la armonía familiar y lo
educan en la gentileza y cortesía. Las relaciones cortes entre hermanos también son importantes.
Martí, en “La Edad de Oro”, expresó: “Nunca un niño es más bello que cuando lleva en sus
manecitas de hombre fuerte una flor para su amiga o cuando lleva del brazo a su hermana para
que nadie la ofenda; el niño crece entonces y se hace gigante.” Igualmente, estas normas y hábitos
sociales no deben quedarse limitadas al hogar. Merecen respeto y consideración los vecinos a
quienes se considerarán como personas cercanas que nos solicitan y prestan su cooperación y
afecto.
La cortesía y, en general, los hábitos sociales, deben practicarse en todas partes, en todas las
actividades que requieren del concurso del niño. Si el niño hace una visita con sus padres, debe
saludar a las personas cuando llega, preguntarles cómo están, no intervenir en las conversaciones
que sostienen los adultos, despedirse respetuosamente. Esta misma actuación la deben observar
las personas que lo acompañan. Todo esto debe explicársele cuidadosamente y hacer lo posible
porque él comprenda los beneficios que se derivan de este comportamiento.
Igual conducta debe tener en otros paseos: lugares públicos, restaurantes, teatros, etc. El niño
debe esperar pacientemente que sus padres se sienten y luego hacerlo él. En estos paseos es
donde se pone más en evidencia la educación de las personas. Un niño que llega bruscamente al
restaurante o cafetería, se sienta antes que sus padres, y tan pronto preguntan qué desean comer,
pide sin tener en cuenta a sus padres, lo que da muestras de que en el hogar no se han trabajado
estos aspectos de su educación.
Dentro de los hábitos sociales hay que enseñarle a cuidar sus cosas y respetar las ajenas. Así
debe cuidar las pertenencias de sus familiares, y en caso de necesitarlas, pedirlas, teniendo
especial cuidado de no dañarlas. Una vez que las devuelve debe agradecer el servicio que los
mismos le han prestado.
Otro aspecto a considerar es el comportamiento que debe adoptar el niño en los lugares públicos,
como pueden ser: teatros, veladas, celebración de conmemoraciones, etc. Se le debe enseñar
desde pequeño, que existen actos que por su solemnidad exigen una conducta determinada. Los
padres le explicarán que, durante los mismos, deben mantenerse en silencio, en actitud atenta y
que cualquier manifestación de ausencia o desgano, da muestras de irrespetuosidad. Deben
enseñarle el respeto por los símbolos de su Patria: bandera, himno y escudo, así como sus
mártires y líderes, para que forme sólidos sentimientos que lo capaciten como futuro ciudadano.
Con el ejemplo ha de enseñarse al niño a cuidar la naturaleza, los animales y las plantas; a no
dañarlos; a cuidar la limpieza no sólo del hogar, sino de otros lugares que se frecuentan o
simplemente se transita por ellos: calles, parques, museos, áreas verdes en general. De forma
sencilla, natural y con el ejemplo, el cariño y la sistematicidad se han de formar en los niños los
hábitos expuestos con anterioridad.
Ser padre es un trabajo grandioso, pues tener a un pequeño a tu cargo, verlo crecer e inculcarle
valores es una experiencia simplemente maravillosa. Por supuesto, esta labor tiene grandes
responsabilidades, pues eres tú el encargado de enseñarle lo que está bien y está mal, para que
así sea un ciudadano ejemplar en el futuro.
Sí, es culpa de tus padres 10/07/2017.- Vivimos en una cultura que celebra el individualismo y la
independencia. Sin embargo, los humanos somos una especie exquisitamente social: prosperamos
al tener buena compañía y sufrimos en aislamiento. Más que cualquier otra cosa, nuestras
relaciones íntimas —o su falta— moldean y definen nuestras vidas. Aunque ha habido muchas
escuelas de pensamiento que nos ayudan.
Personalidad del Niño y el Orden de Nacimiento 10/07/2017.- El psicólogo Kevin Leman señala que
la diferencia entre la personalidad de los hermanos está en el orden de nacimiento. ¿Por qué
existen estas diferencias? El especialista señala que difieren debido a que adoptan ciertas
estrategias para ganarse la atención y el favor de los padres.
Si quieres criar niños mejor preparados, diles ‘no’ 29/05/2017.- A pesar de la tentación de los
padres de ceder a todos los deseos de sus hijos, las investigaciones demuestran que hay un
lado traicionero detrás del afán por poseer todas las cosas nuevas que tienen los demás. Este
anhelo fomenta una sensación de carencia que nunca puede satisfacerse. Primero, quieren la
muñeca, después todos sus accesorios…
Por qué NO debes sacrificar todo por tus hijos. 6 cosas que cambiarán tu forma de ver la vida
15/05/2017.- Crecer es parte de la vida, así como lo es encontrar el amor, unir nuestra vida a esa
persona especial, superar juntos todos los obstáculos y convertirnos en padres. Pero hay algo que
muchas personas aún no alcanzan a comprender, sobre todo las mujeres que han tenido la dicha
de convertirse en madre.
Poner límites a los niños 13/03/2017.- Cuando tu hijo conoce de límites aprenderá a relacionarse
mejor con sus similares, respetará tu autoridad y entenderá que conductas como los
berrinches, tienen sus consecuencias. Algunos padres de familia se sienten “atados de manos” al
poner límites, porque no son lo suficientemente fuertes para enfrentarlos. Por el contrario, son
complacientes para compensar el tiempo.
Premiar conductas inadecuadas_ traducción: si mi hijo no se esfuerza y saca malas notas quizás
no merezca la “Play” que tanto desea.
No establecer un horario de estudio y ocio.
No hablar periódicamente con el profesorado (aunque saque buenas notas).
No educar en sexualidad.
Dar más dinero del que realmente necesita para su tiempo libre.
Pensar que mi hijo es demasiado mayor para darle un beso o un abrazo.
No conocer a sus amigos.
No darle obligaciones en casa (las tareas domésticas son para toda la familia, pues todos
ensuciamos y convivimos)
No hablar con nuestro hijo.
No escuchar a nuestro hijo.
No preguntar a nuestro hijo.
Televisión en su habitación ¿realmente es necesario?
Maquillaje, pintarse las uñas y ropa inadecuada para ir al instituto. Vigilar la imagen de nuestro
hijo es importante y educarle en riesgos también.
No vigilar los contenidos a los que accede nuestro hijo en Internet.
Serían consecuencias naturales aquellas que se derivan espontáneamente de ciertas conductas (si
un niño no quiere comer, luego tendrá hambre) No requieren intervención de los padres. En
ausencia de consecuencias naturales, o en ocasión de peligro para el niño, éstas se sustituyen por
consecuencias lógicas que los padres proponen, no como castigo, sino como alternativa. Por
ejemplo: “Voy a limpiar tu habitación. No podré hacerlo sí están los juguetes y la ropa por el suelo,
así que los meteré en bolsas y los guardaré en el trastero, si tú decides no recogerlos”.
Principios básicos
Para aplicar el método de las consecuencias hay que tener en cuenta ciertos principios:
1. Para que las consecuencias lógicas no se perciban como castigo es necesario crear un
clima de relaciones afectivas entre padres e hijos, de respeto mutuo y de estimulación, y
estar dispuesto a posponer la acción hasta que las relaciones hayan mejorado.
2. Ser firmes y cariñosos: la mayoría de los padres o son firmes o son cariñosos,
pocos son ambas cosas a la vez. El tono de voz debe indicar el deseo de ser cariñoso, y la
firmeza debe manifestarse en la resolución de que se cumpla la acción.
3. Abstenerse de sobreproteger: hay que permitir que el niño experimente las
consecuencias de sus propias decisiones y evitar el asumir responsabilidades que
lógicamente son del hijo.
4. Ser consistentes: actuar, en lo posible, siempre con igual criterio.
5. Separar el hecho de quien lo hace: si no mostramos respeto hacia el niño, la consecuencia
se convertirá en castigo. No emitir juicios de valor ni humillar.
6. Estimular la independencia: evitando hacer lo que el niño puede hacer por sí mismo.
7. Evitar el sentir lástima: es ésta una actitud muy negativa. Indica que el niño, de alguna
forma es débil y no puede resolver sus problemas. Sentir lástima no es lo mismo que
comprender. La comprensión promueve fortaleza, mientras que la lástima promueve debilidad.
8. Reconocer de quién es el problema: los padres no deben meterse en todo.
9. Hablar menos y actuar más: muchos padres no logran ser eficaces por hablar demasiado y
el niño muchas veces, adquiere “sordera al padre “. Hablar en tono amistoso hará que los niños
estén mejor dispuestos para escuchar.
10. Rehusar a pelear o rendirse: fijar límites y permitir que el niño decida cómo responder a
éstos. Estar firmemente dispuesto a seguir las consecuencias lógicas que deriven de la decisión
del niño.
Pasos para aplicar las consecuencias.
Presentar alternativas: que son propuestas por el padre quien acepta la decisión del hijo.
Decidir si van a ser lógicas o naturales.
Actitudes abiertas: el tono de voz y la elección de las palabras adecuadas son
esenciales, deben reflejar respeto, aceptación y buena voluntad.
Seguimiento: cuando se aplique una consecuencia hay que dar seguridad de que se va a
cumplir. De no darse la conducta adecuada se ofrecerá la oportunidad de cambiar la decisión
más tarde.
Asegurarse de que la consecuencia está lógicamente relacionada con el
comportamiento inadecuado. https://crianzaysalud.com.co/como-disciplinar-consecuencias-naturales-
y-logicas/
En los casos en los que no haya concertación previa es necesario discutir las consecuencias,
permitiéndole al niño sugerirlas: “Ya que perdiste el balón de tu hermano, ¿qué propones para
reponerlo?”. Cuando en un grupo de niños ocurre un mal comportamiento no se deben buscar
culpables: “Dañaron el jardín con el balón, ¿qué van a hacer para arreglarlo?”.
En la aplicación de las consecuencias es necesario ser flexibles y dar las opciones posibles, que
las escoge el niño, pero hay situaciones en que no se pueden dar opciones y darlas solo causaría
problemas, como por ejemplo: es hora de acostarse, si el niño se rehúsa, se deben ofrecer
alternativas: “¿Quieres hacerlo solo o que te cargue?”, y simplemente actuar. En la aplicación de
las consecuencias no se debe mostrar rabia ni mal humor, pues la consecuencia se convierte en
un castigo. Los padres deben demostrar respeto por sí mismos y por el niño, así como combinar la
firmeza y el cariño.
La disciplina debe ser un proyecto a largo plazo. Los padres deben aceptar que el niño necesita
aprender de ellos, de ahí la necesidad que tienen de esforzarse en dar buen ejemplo y portarse
como desean que se comporten sus hijos. En la casa se debe crear un ambiente agradable, en el
que haya muchas cosas para hacer, lo cual previene los malos comportamientos. Con los niños de
seis a doce años es muy útil jugar con frecuencia el juego de las consecuencias: ‘¿qué pasaría
si…?’, para inventar efectos posibles de ciertos comportamientos imaginarios.
Recomendaciones
Sean muy conscientes de la necesidad de que las normas para su hijo sean razonables,
claras, precisas, pocas y que se puedan acatar.
Cuando fijen las normas, de manera concertada con su hijo, fijen las consecuencias de no
cumplirlas.
Asegúrense de que su hijo entienda las normas y las consecuencias de su incumplimiento.
Presenten a su hijo la opción de manera respetuosa: tú puedes o no puedes, tú eliges,
usando un tono amistoso de seguridad y confianza.
Díganle claramente a su hijo cuando no hay opciones.
Al corregir, hablen lo menos posible, evitando la cantaleta y las amenazas a su hijo.
No muestren rabia ni mal humor al definir las consecuencias.
Explíquenle a su hijo las razones por las cuales debe haber una consecuencia, dándole a
entender en qué se perjudica él o en qué perjudica a otros su mal comportamiento.
Pasen tiempo de buena calidad con su hijo diariamente.
Traten de controlar la situación, no a su hijo.
Sancionen la falta de su hijo, no la persona.
Apliquen la consecuencia siempre de la misma manera y cuando acaba de ocurrir la falta.
Procuren que su hijo aprenda de sus acciones.
Adapte las normas de la casa en la medida en que su hijo crezca.
Procuren vivir en casa un ambiente de respeto, amor y colaboración.
No cedan en la aplicación de una consecuencia concertada previamente por más que su hijo
ruegue.
COMUNICACIÒN: REUNIONES FAMILIARES.- CONSEJOS.- Documento
REUNIONES FAMILIARES.- Es una manera eficaz y agradable para unir a la familia, mejorar
la comunicación, establecer metas semanales, reconocer y recompensar los progresos y
determinar las necesidades y sentimientos de cada miembro.
1. Las reuniones deben realizarse a una hora regular que sea agradable, por ejemplo,
después de la comida, durante el postre.
2. Los padres pueden servir como líderes de la discusión y asegurarse de que las reglas del
juego se hayan explicado y comprendido claramente.
3. Las reuniones deben hacer hincapié en las necesidades, las metas y los logros
individuales y familiares y discutir los acontecimientos positivos así como los esfuerzos.
Durante las reuniones los padres pueden darles mesadas y reconocer y recompensar el
progreso y los cambios de comportamiento. También pueden compartir otra información
relevante de la familia, como las próximas vacaciones familiares o un evento escolar para
el cual deban prepararse.
4. A cada miembro de la familia se le debe permitir hablar sin crítica ni interrupciones a fin de
compartir sus pensamientos, sentimientos, logros y anhelos.
5. La reunión no es el momento ni el lugar para regañar, castigar, recordar los errores del
pasado, desahogarse o señalar a una persona en particular. Estas cuestiones deben
abordarse por separado e individualmente.
6. Las reuniones deben durar no más de veinte o treinta minutos, a menos que la familia
quiera continuar.
7. Todos deben entender y aceptar que los padres tienen la última palabra en las decisiones
difíciles.
8. Se debe mantener un registro de los puntos principales, los premios, el progreso hacia las
metas, las nuevas metas y los acuerdos.
9. Antes de que la reunión termine, a cualquier persona que así lo desee debe dársele la
oportunidad de decir cómo cree que estuvo la reunión, y lo que podría hacerse para que la
próxima reunión sea mejor. Última actualización 11/21/2015
Reuniones Familiares.- Una forma para que las familias compartan sus valores es tener
reuniones familiares. Durante una reunión familiar los miembros de la familia comparten sus
sentimientos. Ellos deciden las tareas y las personas que se encargarán de hacerlas. Las
reuniones familiares son perfectas para que los padres e hijos se brinden apoyo mutuo en tiempos
difíciles. Las reuniones familiares constantes ayudan a fortalecer el vínculo familiar entre cada uno
de los miembros.
Los valores se aprenden mientras los miembros de la familia trabajan juntos durante estas
reuniones. Por Ej., si los padres muestran que son justos y muestran respeto durante estas
reuniones, los niños sabrán que esos son valores de la familia. Si los padres les muestran a los
niños que su trabajo es importante para la familia, los niños se sentirán valorados como miembros
del grupo familiar.
Las reuniones familiares no necesitan ser formales. Durante o después de horas de comida es una
buena opción. Es importante incluir a toda la familia tanto como sea posible. Algunas familias
tienen reuniones familiares extras, cada vez que tienen momentos difíciles o cuando experimentan
una crisis. Las buenas noticias también son compartidas durante reuniones familiares. Las
reuniones familiares se usan para planear y trabajar en eventos especiales. C/ miembro de la
familia puede tener una parte de la reunión. Cada uno puede acordar hacer algunas tareas
necesarias para lograr las metas familiares. Los valores familiares orientan las metas que las
familias eligen. Si la familia decide visitar a los abuelos dos veces por semana, ellos demuestran
que sus valores tienen prioridad en la unidad familiar y el respeto por los ancianos. Una familia que
valora la lectura puede planear una visita semanal a la biblioteca. Otra familia que valora estudiar
para ascender en el trabajo puede escoger la misma meta.
Las familias trabajan para conseguir sus metas y compartir las tareas. Las tareas que son nuevas
para algún miembro de la familia pueden hacerse la primera vez con la ayuda de un miembro de la
familia que sabe como hacerlo. Un niño pequeño puede necesitar ayuda para limpiar el fregadero o
lavamanos. Una persona que nunca ha lavado la ropa puede necesitar ayuda separando la ropa de
colores obscuros de la ropa blanca. Los miembros de la familia pueden tomar decisiones durante la
reunión sobre quien hará determinadas tareas y si es tiempo de cambiar los planes. Ciertas
decisiones no son hechas en las reuniones familiares. Los padres deben tomar estas decisiones
solos o con la ayuda de otros adultos. Algunas veces discutir la razón para tomar estas decisiones
ayuda a los niños a entender lo que está pasando y la manera en que ellos serán afectados o
beneficiados por estas decisiones.
Poner día y horario.- Las reuniones familiares son importantes porque estimulan la cooperación
entre todos los integrantes de la familia, como la comunicación y la cercanía. Así como planificas
tus reuniones laborales, es importante planificar esta reunión familiar. Incorpórala a la vida familiar,
una vez por semana, e infórmales a todos los integrantes de la familia, que es importante contar
con su presencia en el día y la hora estipulados.
Sin interrupciones.- Para que el diálogo sea fluído, y las cuestiones que se plantean en la
reunión cuenten con la atención de todos los integrantes, es importante dejar de lado todas
aquellas cosas que generen algún tipo de interrupción, como el teléfono de línea del hogar y los
celulares, las tablets y los i-pod.
Organización de una reunión familiar.- Lo mejor es elegir un líder que pueda llevar a cabo la
reunión, como para que las cosas se mantengan en orden. Esto además servirá a los más
pequeños como entrenamiento para futuras experiencias, tanto en la escuela como en su futura
vida profesional, ya que aprenden la importancia de escuchar a los demás, respetando los tiempos
de cada uno. Además, frente a cualquier problemática que se pueda plantear, aprenden también
que siempre es más fácil encontrar soluciones a problemas de la convivencia cuando
consensuamos entre todos. Las reuniones familiares no sólo sirven para poder hablar de aquellas
cosas que nos preocupan como familia. También deben ser utilizadas para alentar a los integrantes
que estén encarando nuevos proyectos y para resaltar los logros semanales de cada uno de los
integrantes. En tu hogar, ¿tienen la costumbre de reunirse y hablar de lo que les pasa
semanalmente a cada uno? ¿En qué los beneficia?
Las normas, los problemas, los horarios, las tareas familiares, las actividades del fin de
semana, los agradecimientos o rencores, ¡todo!, absolutamente todo puede y debe hablarse
en familia.
Una buena comunicación en la familia permite a ésta fortalecerse, enriquecerse y sentirse como
una unidad. Para conseguir una verdadera comunicación familiar una técnica que se requiere para
ser eficaz: son las reuniones familiares.
En una libreta (mejor que en hojas sueltas, pues estas se acaban perdiendo; es la manera de ir
formando una agenda familiar donde queden registrados los cambios y mejoras, sentimientos,
propósitos, objetivos, etc.) se irán anotando los puntos a debatir y las opiniones de cada miembro
de la familia así como las decisiones adoptadas por consenso. Al cabo de poco tiempo verás cómo
tus hijos se han acostumbrado a estas reuniones, a tener una oportunidad para exponer sus
quejas y sentirse escuchados. Las sentirán necesarias y ellos mismos se organizarán para
tenerlas.
La herramienta más importante que nos ha dejado Rudolf Dreikurs es la "reunión familiar". Pero
antes de utilizarla es importante que estén familiarizados con las ideas de Dreikurs y su visíon de la
familia.
1. Se establece una hora en la semana, en la cual todos puedan estar presentes. Es importante
que esta hora no coincida con la comida, ni con la merienda, ni con otra actividad que le reste
importancia a la reunión.
2. Esta hora es sagrada y hay que mantenerla. Si en realidad queremos que la reunión funcione
con éxito y como instrumento educativo no es conveniente cambiarla a conveniencia de cada
quien. El mantenerla en la hora establecida es una manera de mostrar a nuestros hijos nuestro
compromiso con la familia.
3. Otra muestra de nuestro compromiso con la familia es no contestar los varios teléfonos y
"beepers", etc. durante esta hora.
5. Elijan un nuevo líder y un secretario para cada reunión. (Sí, los niños pequeños también van a
ser líderes de la reunión!) Si los hijos no saben escribir todavía, entonces papá y mamá tomaran
turnos en ser el secretario. Esta es una de las partes mas bonitas de la reunión familiar. Ya verán
con que sentido de responsabilidad y con que orgullo los niños aceptan el liderazgo de su familia.
6. Empiecen la reunión con una actividad divertida. Por ejemplo, que cada uno responda a "Si yo
fuera animal yo seria un/a _______" o "Si yo fuera un juguete yo sería_______". Este aspecto es
más importante cuando los niños ya están en edad de primaria, entre 7 y 12 años.
7. La agenda de la reunión. Hay que colocar la agenda en un lugar visible y accesible (en una
cartelera o en la puerta del refrigerador) donde los padres y los hijos que saben escribir puedan
anotar los temas que quieren discutir en la próxima reunión. (Los que no saben todavía escribir le
pedirán a los padres o hermanos mayores que anoten sus tópicos.) Si la lista de asuntos es muy
larga habrá que establecer prioridades y quizás dejar algunos asuntos para la próxima reunión.
8. Ejemplos de tópicos para la reunión familiar:
d. Resolución de conflictos entre hermanos. Ejemplo: vamos a suponer que Miguel (8) y Luis (7) se
pelean constantemente y mamá o papá tiene que intervenir todo el tiempo para separarlos o
calmarlos. Los padres les tienen que decir que no van a intervenir más en sus peleas y le pedirán a
ambos que anoten en una hoja todo lo que el otro le hace. Estas hojas se presentarán y se
discutirán en la reunión.
e. Aspectos que nos molestan de los demás en la familia. Por lo menos una vez al mes tendría que
introducirse este tópico. Esta es una oportunidad para que nuestros hijos sientan que ellos no son
los únicos que tienen que cambiar. En el ámbito de la reunión familiar invitamos a nuestros hijos
que nos señalen (a nosotros, sus padres) algunos de nuestros aspectos negativos, y si son
modificables, nos comprometemos a cambiarlos.
9. Lo que hay que evitar en la reunión familiar. Es de suma importancia que la reunión familiar no
se convierta en un instrumento de ajusticiamiento, o un vehículo de acusaciones mutuas. Claro
está que habrá que hablar de las responsabilidades incumplidas y sus consecuencias y, de vez en
cuando, lo que nos molesta de los demás. Pero la reunión no puede limitarse a revisar solamente
lo de las responsabilidades y aspectos negativos. Es conveniente que los padres introduzcan otros
tópicos como, por ejemplo, paseos, visitas a parques de diversión, cines, etc. de manera que la
reunión familiar sea una ocasión no solo para ventilar problemas y encontrar soluciones sino
también sea una ocasión para presentar cosas gratas, y promesas de futuras diversiones.
10. Si en la casa vive algún otro adulto, por ejemplo, una tía o una abuela, que contribuyen al
cuidado de los niños, es importante que estén presente y que participen en la reunión como
miembros más de la familia.
11. Duración de la reunión familiar. Si los hijos son pequeños, digamos entre 2 y 5 añitos, la
reunión tendría que durar entre media hora o 45 minutos, para que los pequeños no se fastidien. A
medida que los niños crezcan y hay más tópicos que discutir el tiempo se puede extender. Pero
nunca tendría que ser demasiado largo, para que la reunión no se convierta en una actividad
pesada.
12. Como terminar la reunión. Es importante que cada miembro de la familia le diga a cada quien:
":Te quiero y lo que me gusta de ti es _______". La reunión familiar siempre tiene que ser una
oportunidad para recibir el cariño y la aprobación de los demás y sentir que cada uno es importante
en esta familia. Este cierre positivo, lleno aprecio, es uno de los pilares de la reunión familiar. Es
una ocasión para que los niños y nosotros nos sintamos tomados en cuenta y que cada miembro
sepa cual es su significado para los demás.
Preguntas que nos tenemos que hacer antes de comprometernos con la "reunión familiar"
en nuestras familias.
¿Estamos listos para escuchar a nuestros hijos y esposos o esposas y que nos digan
como nos perciben y lo que les gusta y no les gusta de nosotros?
¿Estamos listos para respetar las decisiones de nuestros hijos (previamente discutidas en
la reunión familiar), no intervenir y esperar que se cumplan?
¿Estamos dispuestos a compartir el poder que ejercemos en nuestras familias con
nuestros hijos
¿Por qué no amenizar esta actividad con un bizcocho casero? ¿Qué tal si acabas la
reunión con un juego de mesa o una sesión de cine familiar?
Actitudes imprescindibles.
No juzgar. Todas las ideas son importantes, ya sean positivas o negativas. Si su expresión
es ofensiva para alguien, se le invita a repetir la idea pero con otras palabras más aceptables.
Escuchar con respeto. Todos deben sentir que sus ideas son importantes y pueden
aportar valor. Todos deben tener oportunidad de participar pues, de lo contrario, no se
sentirán comprometidos con las decisiones tomadas y no se involucrarán en su realización.
Repetir. Es importante que la persona que modera el debate repita lo que la otra persona
acaba de decir para evitar confusiones y para mostrar respeto por las opiniones de todos,
estemos de acuerdo o no. Si el que dirige el debate es un niño, este trabajo deberá hacerlo
con ayuda de un adulto.
TÈCNICAS PARA APRENDER RESPONSABILIDAD, AUTODISCIPLINA,
COOPERACIÒN E INTERÈS SOCIAL
Rasgos de la orientación
El carácter relacional del ser humano, de manera que no se presta atención a individuos
aislados, sino en el marco de su contexto social y familiar, desde una posición interactiva.
La necesidad de ayuda al individuo, conocerse a sí mismo y a su medio. Se destaca aquí
el papel activo del sujeto en la transformación del medio en el cual que se desarrolla.
La necesidad de que se desarrolle en el individuo la capacidad de utilizar su inteligencia
para tomar decisiones y aprovechar al máximo sus potencialidades, de acuerdo con las
oportunidades que se ofrecen; se debe estimular la autodirección.
El carácter sistémico, procesal y regular que debe tener el trabajo de orientación.
La necesidad de orientación que tiene todo individuo.
La orientación en la escuela
La posición de ver la escuela como un medio eficaz para la orientación implica que aquí se brinda
una ayuda especializada para aquellos sujetos que en un determinado sujeto necesitan ser
atendidos para poder solucionar sus problemas, no obstante dicha concepción se limita a brindar
niveles de ayuda a los escolares en una fase determinada de su vida y por otra parte a tener
presente el papel desarrollador de la personalidad dentro de su propia evolución.
Los puntos de vistas más actuales de la orientación están encaminados al logro de una educación
profunda de la personalidad Fernández Collado lo cual permite su desarrollo eficiente, estimulando
todas sus potencialidades, capacidades, y habilidades. Esos cambios no sólo se deben dar a los
escolares sino también a los padres de modo tal que puedan dotarse de los elementos necesarios
para que puedan asumir las diferentes situaciones que se le pueden presentar en la educación de
sus hijos.
Desde el punto de vista conceptual la orientación debe encaminarse esencialmente a establecer
relaciones de ayuda que permitan al sujeto autodeterminarse en su vida personal, en sus inicios no
se logra determinar el proceso de orientación (escalar personal y profesional).
La orientación familiar precisa de una orientación donde el profesor propicie la relación dialéctica
adolescente – familia a través de una posición reflexiva de aprendizaje, en situaciones de la vida
familiar que subjetivicen la experiencia cotidiana, y orienten su regulación consciente.
Consideraciones significativas
Se establecen aspectos significativos que deben tenerse en cuenta al concebir el proceso de
orientación familiar, el cual significa ayuda y no imposición, y teniendo como objetivo la evaluación
al individuo, estimularlo y dirigirlo para que logre desenvolverse con mayor independencia e
integración al grupo familiar.
El desarrollo del ser humano es un proceso de modificación, de movimiento, de ser y actuar que
busca cambiar las formas obsoletas e inoperantes, hacia formas nuevas, eficaces, más completas,
maduras y operativas del pensamiento que le permiten escalar a peldaños superiores.
Cada cambio supone un aprendizaje, pues se asimila algo nuevo sobre la base de lo que se
conoce o se posee, implica una modificación del esquema conceptual de referencia que se tenía
por uno nuevo, diferente al anterior pero más eficaz. Para poder llevarlo adelante se necesita a
veces de puntos de orientación y de distintos niveles de ayuda que le permiten al hombre transitar
por el camino correcto.
La orientación familiar es una alternativa de la educación sistemática que prepara la familia para el
desempeño de sus funciones sobre todo la socializadora y permite coordinar entre las familias y los
educadores las acciones educativas necesarias para influir sobre los hijos, son un espacio de
reflexión y debate en torno a temas de interés colectivo referentes a la educación de sus hijos y
están encaminadas a elevar la preparación de sus padres y estimular su participación activa en su
descendencia.
El radio de acción del ámbito de la orientación familiar tomando en cuenta tres posibles
finalidades
La disciplina es un proceso gradual que debe ser enseñado a los niños poco a poco con amor,
paciencia y firmeza. Consiste básicamente en guiar a los hijos para que sepan qué está bien o
mal, pero requiere una inversión importante de tiempo expresada en criterios de calidad y cantidad,
lo que permite conocer los hijos y definir una manera particular de disciplinarlos. Requiere hacerlo
con consistencia, congruencia (practicar lo que se exige) y persistencia.
Disciplina no significa castigo, es “enseñar”. Los padres se constituyen en los primeros profesores.
Frecuentemente los padres disciplinan a sus hijos para protegerlos del peligro. Por ejemplo, un
padre puede enseñarle a un niño a no tocar la estufa caliente apartándolo del peligro mientras dice
“No, mantente alejado. Puedes quemarte y hacerte daño”. Los padres deben tener la convicción
que ejercer disiciplina es una labor importante que está a cargo de ellos. Es el mejor regalo que se
puede hacer a los hijos, pues es el camino que lleva a lograr lo que se quiere, tener una sana
convivencia, desplegar las habilidades y potenciar lo que se tienen.
Es muy importante definir los valores, hábitos y actitudes que se quieren formar en los niños. Esto
implica tener claro y decidir que es lo realmente importante para la familia en la educación de los
hijos. Saber hacia donde queremos llegar es el punto de partida en el ejercicio de la disciplina. A
partir de esto se establecen estrategias para ir aplicándolas en los niños.
Es importante identificar el estilo educativo de los padres. Muchas veces se debaten entre el
autoritario y el permisivo. La idea es lograr un equilibrio: identificar y transmitir los limites, enseñar
las cosas permitidas y las que no, corregir de manera constructiva y positivas las conductas
inadecuadas, mostrarles sus errores y las consecuencias de sus actos, evitar los castigo, dar
autonomía y reconocer los éxitos para hacerlos sentir a los niños capaces. Hay que ser firme pero
no dominante, y asumir que son los padres quienes deben estar a cargo de los hijos ejerciendo
funciones de cuidado, guía y control, pero dentro de una relación de respeto por el niño.
Tener presente que establecer autoridad en casa no es ser inflexible y estricto. Los niños deben
reconocer el poder de los padres como un proceso que se construye con una relación amorosa y
firme. Es importante hacer exigencias razonables y tener cuidado de no pedir más de lo debido,
tener expectativas muy altas puede llevar a los niños a la frustración por no responder a lo que los
padres esperan.
- Al fijar las normas, recuerde que sean razonables. Es decir, pocas y que el niño pueda cumplir
- Explique el porqué de los límites y déjelo dar sus propias ideas. Esto le permitirá al niño
desarrollar la autodisciplina y el autocontrol, y no solo la obediencia
- Cuando el niño cometa una falta, muéstrele las consecuencias de su acción y ayúdelo a realizar
un acto reparador.
- Revise periódicamente su plan de disciplina para determinar si en realidad el niño está cambiando
sus conductas en forma consciente o si algo está pasando.
La Sanción
- Es aconsejable usar la sanción solo en aquellas conductas que no pueden manejarse de otra
manera. Para hacerlo suprímale al niño alguna de sus actividad preferidas como ver televisión o
jugar.
- Tenga en cuenta aplicar castigos moderados. La crueldad, además de atentar contra la dignidad
del niño, fomenta sentimientos de rencor y origina conductas agresivas y de excesiva rebeldía
- Es clave que el castigo sea inmediato especialmente para los niños más pequeños, pues así
entienden mejor la relación entre esa mala acción y las consecuencias que ella trae.
- Castigar unas veces sí y otras no el mismo comportamiento, desorienta al niño y hace que
desconfíe de sus padres.
- Sancionar con justicia permite que el niño reflexione sobre su actitud e intente modificarla. Vale la
pena aclarar que los niños responden muy poco a las reprimendas, a los gritos y a los insultos. La
colaboración y el respeto son eficaces para educar.
- Hágale saber al niño qué es lo que espera de él y la forma como puede cumplir con ello. Si cree
que es importante que se encargue de tender su cama, enséñele cómo hacerlo más fácilmente.
- Sea constante y consecuente con las exigencias disciplinarias. Si le prohíbe salir a jugar antes de
hacer tareas, no ceda en esto si ha llegado una visita o si no está de ánimo para supervisarlas.
- Establezca acuerdos previos con su pareja acerca de la educación de sus hijos para evitar
desautorizarse en presencia de ellos.
- Acuda lo menos que pueda a los regaños, las amenazas o los castigos físicos. Aunque estos
controlan los comportamientos negativos, pocas veces los corrigen realmente.
- Tenga en cuenta la edad del niño para establecer los límites, las reglas o las restricciones.
- Los discursos largos y los sermones no son efectivos. Mejor estimule las conversaciones francas
y abiertas.
- Sea firme en la negativa a ceder ante las demandas sin razón de los niños o a complacerlos en
cada uno de sus caprichos; es importante que aprendan que no siempre pueden hacer su voluntad
o satisfacer todo lo que se les ocurra.
- Para ser un buen padre, acuda al sentido común. Esfuércese por conocer a cada uno de sus hijos
y con seguridad encontrará la forma más acertada de educarlos.
- Sea un buen ejemplo y testimonio de aquellos valores que usted desea promover en sus hijos.
Tomado del Diario El Tiempo, Enero 2 de 2013 por MARIA ELENA LOPEZ
Agradezco a mis padres, entrenadores, profesores y otros que me ayudaron a desarrollar la auto
-disciplina en mi vida. Las personas que tienen la capacidad de concentrarse, enfocarse en sus
objetivos y permanecer tenazmente en de sus prioridades, tienden a tener éxito. Ya sea en el
mundo académico, las artes o los deportes, el éxito deriva generalmente de la auto-disciplina.
1. La auto recompensa. El portal Jobacle.com indica que para poder controlarte y cumplir con
todas tus tareas será bueno que te sientas motivado y para esto deberás darte una
recompensa siempre que hayas podido evitar desvíos en tu conducta.
Ej., si rendiste más de la cuenta o culminaste tu trabajo antes de lo previsto podrás premiarte
con un paseo de unos 15 o 20 minutos para despejarte y salir de la silla frente a tu
ordenador.
2. Trabaja para terminar con tus malos hábitos. Cambiar tus comportamientos no es tarea
sencilla cuando los has incorporado como hábitos. Sin embargo, algunos de ellos será bueno
que los combatas por ser malos para tu auto-control.
3. Haz una lista con tus objetivos. Todos los artículos que hablan de productividad y de cómo
manejarte el tiempo recomiendan trabajar en una lista donde te puedas marcar tus objetivos.
En el listados, no es necesario que seas demasiado exigente, será mejor que añadas pequeñas
metas fáciles de lograr. Estos deberán ser intercalados con aquellos más importantes y difíciles.
4. Tómate pequeños recreos. Tanto los libros que tratan de la productividad como diferentes
estudios coinciden en que existen determinados tiempos en los que somos más
productivos. Y somos capaces de dar lo mejor por períodos de 60 a 90 minutos. Prométete
que trabajarás duro por un lapso para luego darte un recreo.
Aprender autodisciplina en las cosas pequeñas de la vida prepara el camino a grandes éxitos. Por
otro lado, los que son indisciplinados en poco, es probable que sean indisciplinados en asuntos
más importantes. Una rima famosa, basada en la derrota del rey Ricardo III de Inglaterra en la
batalla de Bosworth Field en 1485, enseña la importancia de concentrarse en los pequeños
detalles:
Por falta de un clavo, la herradura se perdió; Por falta de herradura, el caballo se perdió;
Por falta de caballo, el jinete se perdió; Por falta de jinete, la batalla se perdió;
Por falta de batalla, el reino se perdió; Y todo por falta de un clavo de herradura.
Organícese.- Organice una agenda, detallada o en general como se sienta cómodo; y aténgase a
ella. Tenga un listado de cosas para hacer que usted necesita llevar a cabo. Puede ser útil usar
una agenda o un programa administrador de información personal en su computadora. Pero
organícese, incluso si todo lo que hace es anotar citas y tareas pendientes en un trozo de papel
borrador. La simple realidad es que si usted no controla su tiempo, todo (y todos) los demás lo
harán. Cuando tenga tiempo libre, haga cosas que son productivas en vez de simplemente
entretenidas. Lea un buen libro, escuche música clásica, salga a caminar o converse con alguien.
En otras palabras, aprenda a entretenerse con cosas que son inspiradoras, estimulantes y
creativas. Las cosas que solo sirven para su entretenimiento contribuyen muy poco a su bienestar.
Sea puntual.- Si se supone que debe estar en un lugar a determinada hora, sea puntual. El apóstol
Pablo enumeró al uso apropiado del tiempo como una marca de sabiduría espiritual: "Mirad, pues,
con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos.". Ser puntual señala una vida que es organizada. Revela a una
persona cuyos deseos, actividades y responsabilidades están bajo control. Ser puntual también
reconoce la importancia de las demás personas y el valor de su tiempo.
Mantenga su palabra.- "No emprendas lo que no puedas realizar", se exhortó a sí mismo George
Washington "pero ten cuidado de mantener tu promesa." Si dice que va a hacer algo, hágalo -
cuando usted dijo que lo haría y cómo, dijo que lo haría. Al hacer compromisos, cúmplalos. Esto
exige la disciplina necesaria para evaluar adecuadamente si usted tiene el tiempo y la capacidad
de hacer algo. Y una vez que ha hecho el compromiso, la auto-disciplina le permitirá mantenerlo.
Realice primero el trabajo más duro.- La mayoría de la gente hace todo lo contrario, gastando su
tiempo haciendo las tareas más fáciles, menos importantes. Pero cuando se les acaba el tiempo (y
la energía), las tareas difíciles, más importantes, se quedan sin hacer.
Termine lo que empiece.- Las vidas de algunas personas son una triste letanía de proyectos
inconclusos. En palabras del poeta John Greenleaf Whittier: De todas las palabras tristes, habladas
o escritas, las más tristes son las siguientes: "¡Podría haber sido!". Si empieza algo, termínelo. Ahí
radica una clave importante para el desarrollo de la autodisciplina.
Acoja la responsabilidad con agrado.- Ofrézcase como voluntario para hacer cosas que
necesitan ser hechas. Eso le obligará a tener su vida organizada lo suficiente como para tener el
tiempo para ese tipo de proyectos.
UNIDAD V
Los profesionales de la educación estamos convencidos de que es en las familias donde
principalmente setransmite la educación, los valores y creencias, la visión del mundo, por lo
que es importante que sea desdeeste ámbito de donde parta la reflexión profunda que lleve al
conocimiento y a la convicción de lo que se quiere para los hijos y cómo hay que
comunicárselo. Para lograrlo es necesario crear en las escuelas depadres un buen clima de
confianza para dialogar, compartir experiencias, expresar sentimientos, dudas, opiniones y así
conseguir dar cuerpo y realidad a sensaciones imprecisas que no se llegan a verbalizar de otra
manera.
El deseo de formar a los padres desde un enfoque constructivista, que les permita elaborar por
sí mismo, a partir de otras experiencias, el conocimiento adecuado para educar a sus hijos, es
la característica que más destacaríamos de estas instituciones de formación. Se trata de
instruir a los padres para que, sintiéndose más seguros, más serenos y con una autoestima más
alta, puedan establecer una comunicación fluida, grata y adecuada con sus hijos. La carencia puede
manifestarse cualitativamente en distintas formas y a través de diversas modalidades, sea por
negligencia y abandono o bien por situaciones de ruptura debido a sucesivas y repetidas o
separación de los padres
ESCUELA DE PADRES.- Espacio idóneo (físico y psicológico) para impartir de manera
sistemática formación y capacitación a padres, madres, responsables o representantes, con el fin
de que obtengan conocimientos sobre aspectos psicopedagógicos y ambientales y compartir todas
aquellas vivencias que ayuden o faciliten el fortalecimiento de las relaciones familiares, y optimicen
su calidad de vida, a través del desarrollo de un conjunto de habilidades y destrezas necesarias y
dirigidas a lograr la educación y crianza acertada de niñas, niños y adolescentes. (Conferencia
Episcopal Venezolana Departamento Pastoral Familiar, 2007)
Existen muchas formas de definir a la “Escuela para Padres”, sin embargo en todas las definiciones
nos acercamos a la idea de que se constituye en un espacio de diálogo, discusión e intercambio de
experiencias que, a través de un análisis guiado, permiten a los padres y madres apropiarse de
herramientas para afrontar los retos de la paternidad. En este enfoque empleado por Anderson,
(1999) quien señala que “las escuelas de padres y madres ofrecen a los y las participante un
espacio educativo de reflexión e intercambio de experiencias familiares”.
Si bien estos espacios de encuentro tienen como propósitos contribuir al mejor ejercicio del rol
paterno y materno, cada uno de ellos tiene la posibilidad de ofrecer y aportar elementos valiosos
como resultado de su experiencia. Es desde esta mirada que las escuelas para padres buscan
estimular la participación activa de padres, madres, representantes y cuidadores en las
instituciones educativas, en la educación de sus hijos, y en el esfuerzo por contrarrestar los
problemas que se presentan en la familia y sociedad.
La escuela para padres y madres contribuyen al encuentro y reflexión de manera colectiva sobre la
tarea educativa que se realiza con los hijos. Sirve para reforzar el papel como educadores en la
vida familiar y comunitaria. Resulta útil en la práctica cotidiana para ayudarnos a cambiar en lo que
necesitamos y decidamos.
Hoy en día los padres tienen diferentes ESTILOS DE CRIANZA PARA EDUCAR A SUS HIJOS,
unos estilos que en ocasiones no son conscientes de que los llevan a cabo. Fue la investigadora
Diana Gaumrid quien identificó tres tipos de crianza en los padres: autoritarios, permisivos y
democráticos. Años más tarde fue Maccoby y Martin quienes añadieron otro estilo de crianza: el
estilo negligente o no involucrado.
Cualquier estilo de crianza puede tener consecuencias para el desarrollo infantil por lo que
merece tener en cuenta cuál es el estilo de crianza que se lleva a cabo con los hijos. Es
posible que cuando lo descubras te des cuenta de que no es lo que quieres para tus hijos, en este
caso lo mejor conocer los demás estilos de crianza para modificar la propia conducta y escoger el
mejor para el desarrollo adecuado de los hijos.
Los estilos de crianza.- son la forma que los padres optan por criar a sus hijos. La forma en que
los padres crían a sus hijos influye directamente en su crecimiento y en el desarrollo socio-
emocional de los niños. Las investigaciones de Diana Baumrid, destacan dos elementos
básicos que ayudan a la crianza exitosa en los hijos: la capacidad de respuesta de los padres y la
exigencia de éstos hacia sus hijos. De los estilos de crianza citados, cabe destacar que no todos
los padres encajan en una sola categoría, ya que lo más habitual es tener rasgos de diferentes
estilos de crianza.
Los padres democráticos suelen establecer expectativas realistas para sus hijos por lo que las
consecuencias serán las justas o naturales en caso de no cumplirlas. Este es el estilo más
adecuado para criar a los hijos y el que mejor ayudará a los pequeños a desarrollarse
correctamente.
Los padres autoritarios suelen ser padres muy estrictos, mientras que los padres permisivos
pueden ser muy afectuosos y amorosos pero no fijan límites ni reglas apropiadas para el buen
desarrollo de los pequeños. Y por último, encontramos a los padres negligentes que pueden
resultar indiferentes y que no responden a las necesidades del niño, éste estilo de crianza es el
más negativo para los niños. Pero, ¿cómo afectan estos estilos de crianza en el desarrollo infantil?
Educar es una de las tareas más difíciles a las que nos enfrentamos los padres. Y, aunque no
existen fórmulas mágicas, sí hay algunas cuestiones clave que tenemos que manejar con soltura.
Nunca es pronto para comenzar a educarle. Estas son reglas básicas para conseguir que tu hijo
crezca feliz.
1. Un ejemplo vale más que mil sermones.- Desde muy pequeños los niños tienden a imitar
todas nuestras conductas, buenas y malas. Podemos aprovechar las costumbres
cotidianas -como saludar, comportarnos en la mesa, respetar las normas al conducir- para que
adquieran hábitos correctos y, poco a poco, tomen responsabilidades. De nada sirve
sermonearle siempre con la misma historia si sus padres no hacen lo que le piden. Desde muy
pequeños los niños tienden a imitar todas nuestras conductas, buenas y malas
2. Comunicación, diálogo, comprensión.- Las palabras, los gestos, las miradas y las
expresiones que utilizamos nos sirven para conocernos mejor y expresar todo aquello que
sentimos. Por eso, incluso durante el embarazo, hay que hablar al bebé. Hablarle mucho, sin
prisas, contarle cuentos y también dejar que él sea quien nos los cuente.
¿Has probado a hacerle una pregunta que empiece con «Qué piensas tú sobre...»? Así le
demostramos que nos interesa su opinión y él se sentirá querido y escuchado.
4. Dejarle experimentar aunque se equivoque.- La mejor manera para que los niños exploren el
mundo es permitirles que ellos mismos experimenten las cosas. Y si se equivocan, nosotros
tenemos que estar ahí para cuidar de ellos física y emocionalmente, pero con límites.
La sobreprotección a veces nos protege a los padres de ciertos miedos, pero no a nuestro hijo. Si
cada vez que se cae o se da un golpe, por pequeño que sea, corremos alarmados a auxiliarle,
estaremos animándole a la queja y acostumbrándole al consuelo continuo. Tenemos que dejarles
correr riesgos.
6. Compartir nuestras experiencias con otros padres.- Puede sernos muy útil. Así, vivir una etapa
de rebeldía de nuestro hijo, algo muy frecuente a determinadas edades, puede dejar de ser una
fuente de angustia tremenda y convertirse, simplemente, en una fase dura pero pasajera. Frases
como «no te preocupes, a mi hijo le ocurría lo mismo», pueden ayudarnos a relativizar los
«problemas» y, por tanto, conseguir que nos sintamos mejor y actuemos más tranquilos. Si
estamos desorientados, preocupados o no sabemos cómo actuar, siempre podemos
consultarlo con un profesional. No tenemos nada que perder.
8. Reforzar las cosas buenas.- Está comprobado que los refuerzos positivos gestos de
cariño, estímulos, recompensas resultan más eficaces a la hora de educar que los castigos.
Siempre debemos darle apoyo afectivo y dejar que sea él el que, según su capacidad, resuelva los
problemas. Los niños son muy sensibles y los calificativos como «tonto» o «malo» les hacen
mucho daño y pueden afectar de modo negativo a la valoración que tienen de ellos mismos.
Debemos ser generosos con todo aquello que les hace sentirse valiosos y queridos. Si le
premiamos con caricias, abrazos o palabras como «guapo» o «listo», estamos construyendo una
buena autoestima. Tan importante como rectificar sus malas conductas es reconocer y reforzar las
buenas.
9. No hay que pretender ser sus amigos .- Aunque siempre conviene fomentar un clima de cercanía
y confianza, eso no significa que debamos ser sus mejores amigos. Mientras que entre los
niños el trato es de igual a igual, nosotros, como padres y educadores, estamos situados en un
escalón superior. Desde allí les ofrecemos nuestros cuidados, experiencia, protección… pero
también nuestras normas. Buscar su aprobación continua para todo puede ser un arma de
doble filo, ya que la amistad también es admiración y confianza y le resultará muy difícil confiar en
nosotros si no sabemos imponernos. Un buen padre no es aquel que cede de modo continuo y no
enseña.
10. Ellos también tienen emociones.- A veces pensamos que solo nosotros nos sentimos
contrariados y que los niños tienen que estar todo el día felices. Pero también tienen
preocupaciones. Su mundo emocional es igual o más complejo que el nuestro, por eso
conviene dar importancia a sus emociones y ser conscientes de ellas. Debemos ayudar a nuestro
hijo a poner nombre y apellido a lo que experimenta y siente.
ESTILO DEMOCRÁTICO.- Éste estilo de crianza es el más exitoso para los niños debido a su alto
grado de implicación y a sus equilibrados niveles de control. Los padres democráticos proporcionan
expectativas, normas y límites realistas y coherentes por lo que las consecuencias serán justas y
naturales. Las consecuencias naturales son aquellas que se producen como resultado natural de la
conducta del niño o por la falta de un comportamiento (como no estudiar para un examen o toca
una estufa y quemarse ante los avisos de que no debe hacerlo). Son padres afectuosos que
escuchan y respetan el punto de vista de sus hijos y les ofrecen oportunidades para ser
independientes. Hay normas y razones de que estén puestas, pero también son flexibles ante los
límites y pueden hacer excepciones. Los niños tienen un buen desarrollo con las siguientes
características: seguridad, buena autoestima, seguridad en sí mismo y asertividad.
ESTILO AUTORITARIO.- En este estilo los padres quieren que los niños obedezcan sin rechistar,
son estrictos y controladores ante cualquier aspecto de la vida de sus hijos. Establecen normas
rígidas con grandes consecuencias. Los niños que crecen bajo este estilo se vuelven ansiosos y
tienen problemas de autoestima y de comportamiento. Características de los niños bajo este
estilo de crianza: timidez, inseguridad, frustración, dependencia y rebeldía.
ESTILO PERMISIVO.- En este estilo de crianza los padres son amorosos con sus hijos pero no
les ponen normas ni límites. Son indulgentes, no utilizan el castigo y permiten que sus hijos tomen
sus decisiones sin su guía y sin importar las consecuencias. Intentan ser amigos en lugar de
padres mostrando poco control en la vida de los hijos. Los niños criados bajo este estilo de crianza
presentan las siguientes características en su desarrollo: carecen de autodisciplina, pueden tener
comportamiento de riesgos, impulsivos, comportamiento disruptivo, desinterés, ansiedad o baja
autoestima.
NEGLIGENTE.- Estos padres no están involucrados en la vida de sus hijos, no responden a sus
necesidades. Puede ocurrir por una depresión por parte de los padres, por drogodependencia u
otros factores como los padres adictos al trabajo. Es una forma de abandono. Los niños criados en
este estilo suelen retirarse emocionalmente, tienen miedo y ansiedad. También presentas las
siguientes características: baja autoestima, bajo rendimiento escolar, comportamientos de riesgo,
sentimientos de soledad, depresión infantil o comportamientos agresivos.
www.psicoeducacion.eu/files/bullying/Instrumentos_bullying.pdf (imprimir, aplicar test)
www.juntadeandalucia.es/educacion/.../636d6506-b5aa-40e4-abd2-70efa6fd1dc7 (Talleres para padres de
familia)
EDUCANDO AL NIÑO EN LA RESPONSABILIDAD.- documento
LA AUTORIDAD DE LOS PADRES.- documento
LA COMUNICACIÓN FAMILIAR.- documento
LA CONVIVENCIA FAMILIAR Y LA VISIÓN DE FUTURO.- documento
¿Cuándo hay que replantearse los pilares de la pareja?.- Los pilares de la pareja, equivalen a las
ruedas de un camión, si un pilar falla por algún motivo, es preciso revisarlos todos de nuevo, ya
que la pareja está en peligro. Con frecuencia la pareja continúa un tiempo aún con la ausencia de
algún pilar, con el deterioro que esto conlleva, hasta que rompe finalmente, siendo la ruptura muy
dolorosa, ya que el tiempo que se mantuvo ya no funcionó bien y eso no hizo más que añadir
problemas a la pareja.
3.RESPETO.- entre ambos miembros de la pareja está implícito en las relaciones de pareja que se
mantienen en el tiempo, que crecen y que prosperan felizmente. Respetar al otro es crecer juntos,
al compás, sin imposiciones, sin expectativas sobre el otro, sin dependencia emocional, y sin
agresiones. Cuando hay respeto, puede existir el Amor y la Comunicación adecuada.
4.ESCALA DE VALORES.- Cada persona posee su propia escala de valores individual. Cuando
comenzamos una relación de pareja tenemos que construir una escala de valores en común, que
puede ser diferente a la escala de valores individual o incluso que comparta algunos valores
individuales. En cualquier caso, serán los valores de la pareja, con los que relacionarse con el
mundo y con los que construir proyectos en común.
6.SER UNO MISMO.- Ser miembro de una relación de pareja, en ningún caso supone dejar der ser
uno mismo. Para ello, es conveniente expresar claramente quien soy, en cuanto a gustos,
opiniones, ideología, valores individuales, relaciones sociales, etc. La pareja tiene que ser un lugar
seguro donde ser uno mismo, en ocasiones compartiendo con la pareja y en otras ocasiones
manteniendo tiempo, espacio y aficiones propias y no compartidas en pareja.
9. FIDELIDAD.- La Fidelidad es un acuerdo y una forma más de vivir las relaciones sexuales y
afectivas. Sólo compete a la pareja decidir cómo quiere enfocar éste pilar, siendo
condición indispensable que sea un acuerdo mutuo, y por el cual ambos se sientan seguros y con
confianza plena en el otro.
Con bastante alarma es posible apreciar cómo hoy en día las parejas
jóvenes acostumbran a vivir juntas o a convivir -si usted quiere
llamarlo de otra forma- llevando, por cierto, una completa relación
marital, pero sin existir un matrimonio.
No estamos hablando de un tema religioso, sino que de un tema
civil, es decir, de un contrato solemne por el cual un hombre
y una mujer se unen actual e indisolublemente por toda la vida,
con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente.
Son muchas -por no decir demasiadas- las parejas que lisa y llanamente
se unen y tienen hijos así como así. Entonces, la figura de la
familia constituida de acuerdo a la ley civil va desapareciendo
poco a poco como una institución pilar de nuestra sociedad.
En la familia sus miembros pueden ubicarse en el puesto de padre, madre, hijo, hermano, abuelo.
Cuando se asigna una posición, al mismo tiempo se están delimitando responsabilidades y
privilegios, a la vez que se establece un nivel relativo en las dinámicas de poder y liderazgo. Estas
posiciones en que se ubican los miembros pueden asignarse en base a factores sobre los cuales
las personas no tienen ningún control, como su edad, sexo, raza, parentesco, orden de nacimiento,
clase social. En este caso hablamos de "posiciones adscritas". Otras, por el contrario, se otorgan
considerando cualidades personales como, por ejemplo, ser padre o madre; o se alcanzan
mediante el desarrollo de algunas capacidades y por el reconocimiento grupal, por ejemplo, jefe de
familia. Estas se conocen como "posiciones adquiridas".
El ROL se refiere a las expectativas y normas que un grupo social (en este caso la familia)
tiene con respecto a la conducta de la persona que ocupa una posición particular, incluye
actitudes, valores y comportamientos adscritos por la sociedad a todo individuo que se ubique en
ese lugar específico de la estructura familiar.
Toda posición trae consigo una serie de funciones que definen el papel a cumplir dentro de la
familia, así tenemos que cada posición tiene un rol asociado, el cual está circunscrito por un
conjunto de normas que se aplican a quien ocupe un lugar particular de la estructura familiar. De
este modo se definen el comportamiento entre los individuos en cada posición (padres e hijos),
indicándoles lo que está permitido o no. Aunque los roles presentan diferencias dentro de cada
familia, todas tienen expectativas, tácitas o expresas, respecto al papel que deben asumir sus
miembros.
ROL PRESCRITO.- Es la conducta que se espera de quien ocupa una determinada posición, de
allí que está supeditado a las ideas que tienen los demás respecto al rol.
ROL PERCIBIDO.- Es el conjunto de conductas que el ocupante de una posición cree que debe
llevar a la práctica. Esta percepción que tiene cada integrante de la familia con respecto al rol que
debe cumplir se basa, por ejemplo, a modelos observados por el individuo en sus familias de
origen digamos, por ejemplo, si un individuo viene de una familia de origen donde tuvo un padre
poco afectuoso, no es de extrañar que en la nueva familia que forme tenga un comportamiento
igual o similar.
ROL DESEMPEÑADO.- Es la forma en que una persona ejecuta definitivamente un rol específico,
en decir, las conductas que lleva a cabo realmente.
Se puede definir los roles como las reglas que definen el comportamiento de los
integrantes de la familia.
Cada rol dentro de un grupo es único porque siempre se asocia a una posición particular,
diferente a la de todos los demás.
Los roles de un grupo tienen en común el hecho de que son percibidos en términos de una
serie de normativas que hacen posible la comunicación. Implican expectativas y reglas
respecto a la conducta de quien ocupe una determinada posición.
La forma distintiva de cada rol se define en función de los roles de otras personas
relacionadas, lo cual significa que están interconectados y son interdependientes. Así, una
madre no puede desempeñar su rol como no sea en relación con un hijo, a su vez, el rol de
hijo depende de cómo se realice el rol del padre y de la madre.
Cada individuo desempeña múltiples roles, tanto dentro de la familia como fuera de ésta.
Por ello, cada papel suele estar definido con referencia a otros roles vinculados entre sí
que, aunque diferentes, tienen una importancia relativamente similar. Ej., rol padre-esposa-
hijo-profesional, etc.
Dentro de cada familia los roles manifiestan características propias, pero tienden a ser
específicos e intransferibles, y mantienen una jerarquía entre ellos.
Los roles familiares exhiben gran variabilidad y su contenido sólo tiene validez dentro de un
contexto sociocultural específico y periodo de tiempo determinado.
Facilita el funcionamiento familiar, otorgando a cada miembro un punto de unión con los
demás integrantes del sistema, un sentido de identidad personal y una clara delimitación
de sus privilegios y obligaciones.
Tienen consistencia interna, es decir, actuados y aceptados de común acuerdo. Cada
miembro se ve a sí mismo como lo ven los demás y hay acuerdo sobre lo que se espera de
cada uno.
Exhiben un carácter complementario, que permite la satisfacción de necesidades
recíprocas mediante la adopción y ejercicio de papeles relacionados. Esta característica
implica la existencia de cierta familiaridad y afinidad interoles, en relación con elementos
cognoscitivos, metas, asignaciones, valores culturales y exigencias instrumentales.
Incompetencia del individuo para comprender las exigencias del rol. Ejemplo: Sujetos con
personalidad inmadura, cuyo ciclo vital individual indica que no han adquirido las
capacidades necesarias para entender y asumir determinadas responsabilidades.
Incapacidad para desempeñar el rol de manera efectiva o ajustarse a sus requerimientos.
Ejemplo: Enfermedad física o mental que obstaculice el cumplimiento de las funciones
exigidas; presencia de conflictos de rol que impiden amoldarse a las expectaciones.
Dificultad para adaptarse al rol, asociada a poca flexibilidad para aceptar cambios.
Ejemplo: Personas que confrontan problemas para modelar nuevas conductas en
momentos transicionales, como el paso de la condición de hijo a la de padre, de
adolescente a adulto.
Dificultad para adaptarse al rol, asociada a poca flexibilidad para aceptar cambios.
Ejemplo: Individuos que desempeñan un papel porque es necesario o conveniente, sin
involucrarse emocionalmente y sin percibirlo como prioritario en su vida personal
Incompatibilidad entre la propia noción del rol y la concepción que tienen los demás.
Ejemplo: Aquellos casos en que las expectaciones tradicionales respecto al desempeño de
un rol rivalizan con la necesidad personal de superarse o alcanzar un mejor modo de vida,
tales como en el rol de la "mujer madre- esposa hogareña" vs "mujer madre- esposa
profesional"
Deseo manifiesto o inconsciente de no ajustarse a los requerimientos esperados del rol.
LA ASERTIVIDAD:
Es una habilidad social que permite a la persona comunicar su punto de vista desde un
equilibrio entre un estilo agresivo y un estilo pasivo de comunicación. Como tal, la asertividad
es una cualidad o comportamiento que poseen ciertos individuos de comunicar y defender sus
propios derechos e ideas, respetando a los demás. La palabra asertividad es de origen
latín assertus.
Comunicación asertiva
La comunicación asertiva es aquella comunicación entre el estilo agresivo y el estilo pasivo. Es una
forma de comunicar lo que se piensa o quiere de forma que no importando la jerarquía se logre una
conversación armoniosa y productiva. La comunicación con asertividad es clara, objetiva,
transparente y honesta, este tipo de comunicación posee varias ventajas como:
Mejora la capacidad de expresión e imagen social.
Fomenta el respeto por las otras personas.
Facilita la comunicación.
Mejora la capacidad de negociación.
Ayuda a resolver las controversias.
Asertividad en psicología
Según la psicología, los comportamientos pueden ser divididos en 3 categorías: pasivo, agresivo y,
asertivo. La asertividad se establece entre el medio del comportamiento agresivo y pasivo. La
interacción social bajo el comportamiento asertivo, es saludable ya que se observa una conducta
de los individuos segura y respetuosa, con capacidad de escuchar y respetar los diferentes puntos
de vista.
Asertividad y empatía
La asertividad es la habilidad que posee una persona de expresar sus opiniones, en el momento
oportuno y, de la forma adecuada. A su vez, la empatía es una habilidad personal la cual permite
comprender o entender el punto de vista de otros individuos, es decir, intentar sentir y percibir lo
que siente la otra persona en una situación determinada.
LA ASERTIVIDAD ¿PARA QUÉ SIRVE Y CÓMO SE FORMA? .- documento
ASERTIVIDAD FRENTE A CONFLICTOS.- documento
Todos en cierta medida hemos podido ser resilientes en algún momento de nuestras vidas ,
pero sobre todo en la actualidad, debido al crítico momento económico que nos afecta, podemos
decir que hay muchas personas resilientes. No es algo que podemos tener o no, sino que son un
conjunto de pensamientos, emociones y conductas que pueden ser aprendidas y desarrolladas por
cualquier persona.
Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata
de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el
mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas
personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible
que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios.
De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que han tenido que
luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso y no se
han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han
desarrollado las habilidades necesarias para enfrentar los diferentes retos de la vida.
Según Michel Manciaux, conocedor de la materia, existen personas que al enfrentarse a un trauma
o una desgracia permiten que éstas los superen, pero hay otras que no lo permiten y que
consiguen continuar con su vida sin problemas. Incluso, dice, muchas llevan esta actitud a un
nivel superior y transforman ese trauma en algo positivo; es decir que ese problema ayuda a
desarrollar recursos para sobrevivir que creían no poseían. Cabe destacar que la psicología ha
tomado el concepto de resiliencia de la ingeniería, donde refiere a la magnitud que cuantifica la
cantidad de energía que absorbe un material al momento de romperse por un impacto. El cálculo
se realiza en base a la unidad de superficie de rotura.
Los estudios demuestran que el apoyo emocional es uno de los factores más importantes que
intervienen a la hora del desarrollo de la resiliencia. El tener cerca de nosotros personas que nos
proporcionan cariño, apoyo y confianza nos hace mucho más resilientes. Otros factores asociados
son:
– Una visión positiva de nosotros mismos, confiando en nuestras fortalezas y debilidades.
–Habilidades en la comunicación y solución de problemas. Ver los problemas como retos a
superar y no como posibles amenazas.
– Capacidad para hacer planes realistas, así como un buen manejo destreza sobre los sentimientos
e impulsos fuertes. (Capacidad de autocontrol).
Además, pueden presentar otras habilidades como saber controlar sus emociones, ser empáticos,
saber identificar de manera precisa las causas de los problemas, y considerarse competentes y
confiados en sí mismos. Pero una de las características más importantes es su modo de pensar,
su estilo de pensamiento. Una persona resiliente tiene un pensamiento realista, y flexible.
RESILIENCIA EN ADOLESCENTES Y NIÑOS.- Si queremos que nuestros hijos afronten las
dificultades de la vida con fortaleza es importante educarles en la capacidad de ser resilientes,
para ello es fundamental nuestro ejemplo, no sobreprotegerles y sobre todo creer en ellos. No se
trata de evitar que se caigan, sino de enseñarles a levantarse, y para ello tenemos que confiar en
que ellos pueden. Aportar seguridad y protección es necesario. Algo importante que podemos
preguntarles a los niños cuando tienen un contratiempo si queremos que aprendan a desarrollar la
resiliencia es ¿qué puedes aprender de esto? o ¿qué puedes sacar bueno de esto que ha
ocurrido?
Se sugiere explicar a los niños y a los adolescentes qué es la resiliencia como parte del desarrollo
emocional y social del individuo, para lograr la adaptación social y destacar las fortalezas y
oportunidades ante una situación negativa para seguir adelante en el proyecto de vida. La
resiliencia es esencial para determinar la confianza, optimismo, autoestima y para creer y
desarrollar la capacidad de superación ante las adversidades.
Todos los padres deberían ser conscientes de que la felicidad de sus hijos no será algo provocado
por la casualidad o la buena suerte; nada más lejos de la realidad. Una de las mayores
responsabilidades de los padres es poner a disposición de sus hijos una serie de herramientas
positivas que ayuden a la formación de un nivel alto de resiliencia frente a los problemas ; para ello
es ideal brindarles comprensión, optimismo, buen humor, afecto y ayudarlos a aceptarse y confiar
en ellos mismos. Por el contrario, aquellos niños que son maltratados, humillados o
incomprendidos son menos propensos a conseguir enfrentarse sanamente a los conflictos.
RESILIENCIA EN PAREJA.- Es la capacidad que tiene un ser humano en este caso una pareja
para afrontar una adversidad y salir de esta fortalecido y con nuevas herramientas para defenderse
ante futuras adversidades.
Marco histórico de la resiliencia en pareja.- Hay un mito que se asemeja a este concepto es el del ave
Fenix es un ave que vive en el día se destruye en las noches y con el sol vuelve y resurge de la
nada o de sus propias cenizas considerándose un ave inmortal poderosa y fuerte , pues desde su
altar desde comenzó el fuego de su destrucción, resurge por medio de una pequeña larva de
residuos vuelve a su origen con la luz del sol, y volando alto, surgiendo cada vez mas poderosa,
resistente y con mas aprendizaje desde el mismo lugar de su destrucción se hace cada vez mas
hermosa.
Así el concepto fundamental de resiliencia en pareja podemos ver como el ave fénix se convierte
en un héroe temático para para nuestras relaciones, podemos observar como muchas situaciones
conflictivas en la relación terminan destruyendo claramente y dañando cualquier: significante,
significado, ideología, sueño de amor, así cada vez las parejas terminan destruyendo todo en una
hoguera que envuelve, corroe y desbarata lo que alguna vez fue algo tan grande y oscurece todo
por la circunstancia que se vive en el momento algunas de ellas pueden ser: puede ser maltrato
psicológico, bancarrota, infidelidades, depresiones, enfermedades, maltrato infantil, situaciones
adversas que pueden acontecer en un momento histórico de la persona.
Pero cuando la pareja es capaz de afrontar una situación difícil, sin echarse a la derrota si no
viviendo cada momento, cada instante, con fuerza tenacidad, luchando y saliendo adelante por
muy difícil que sean los tiempos, esta pareja vence una y otra vez y va tomando mas dureza,
coraza de guerrero , no como un mártir, o persona que se acostumbra al dolor, no es entrar en un
costumbrismo de maltrato, si no es una destreza que se forma para poder vencer cualquier
obstáculo por muy coyuntural que sea….
El ser humano esta capacitado para sacar un potencial de fuerza grande , me recuerda un
maravilloso libro que leí en mi facultad de psicología El hombre en busca de sentido, que logra
pasar las mas grandes pruebas en los campos de concentración, pero siempre tenia una meta
clara para si, algo que lo determinaba a salir adelante, así estuviera sin ninguna esperanza en el
campo de concentración, pues la desnudez, el hambre, las torturas, los momentos que le marcaron
su estancia allí, había algo por que luchar algo por que vivir, algo que le daba fuerzas de su
interior para encontrarse consigo mismo y poder salir adelante, es el amor a su mujer, el amor y la
esperanza para volverla a ver.
Lo mas grande que tenemos que encontrar en la vida es una misión meta algo claro por lo que
luchamos, así la resiliencia en pareja se hace posible si realmente te mueve el amor a tu pareja un
amor storge un amor que todo lo puede , que todo lo alcanza que todo lo soporta , podrás salir de
grandes dificultades y a su vez salir mas fortalecido, mas entero, podes salir con nuevas alas, de
fuerza que te impulsaran a encontrar nuevas metas mas grandes, y alcanzar los 500 metros de
altura del ave fénix desde donde podrás ver otro panorama que te mostrara el camino que soñaste .
Resiliencia en pareja es una escuela de amor pues si eres capaz de soportar todo y nacer de
nuevo, tienes una nueva estructura y heurístico de conocimiento para afrontar nuevos retos,
caminos, aprendizajes que te ayudaran a encontrarte contigo mismo y desde ti encontrar el interior
de tu amor, y así lograr resurgir de las cenizas.
LA RESILIENCIA.- Muestra la capacidad que tiene un ser humano para vivir distintos tipos de
situaciones y salir fortalecido de esas vivencias. La resiliencia en el amor muestra que una persona
puede sufrir decepciones y desamores, sin embargo, eso no es sinónimo de que una persona
cierre las puertas de par en par al amor: las heridas sanan dando paso a nuevas ilusiones. ¿Cómo
puedes aumentar tu resiliencia en el amor?
2. Nunca te coloques en el rol de víctima porque incluso en una ruptura de pareja, cuando has
sido abandonado por el otro, tienes que ser el protagonista de tu propia vida. No te comportes
como un actor secundario en tu propia historia.
4. Ninguna historia de amor es una pérdida de tiempo. Todo amor te hace crecer como persona y
nutre tu alma en forma de un aprendizaje saludable. Deja de mirar el pasado en negativo. Acepta
tu historia tal y como es. Puede que gracias a todo lo que has vivido en el pasado, no hayas vuelto
a cometer ciertos errores en el presente.
La resiliencia no es algo que tengamos algunos y otros no, sino que son una serie de habilidades y
actitudes que podemos llegar a desarrollar, para ello:
–Establecer relaciones. Ya hemos mencionado que el apoyo emocional es uno de los factores más
importantes que nos ayudarán a que seamos más resilientes. Tener buenas relaciones con los
demás, aceptando la ayuda y el apoyo que nos ofrecen así como ayudar a otros que lo necesitan,
fortalece nuestra resiliencia.
–Confía en ti mismo. No podemos saber lo que podemos hacer hasta que no lo intentemos, incluso
nos sorprenderemos a veces, de todo lo que podemos lograr nosotros mismo.
-Busca oportunidades para descubrirte a ti mismo. Muchas veces tras superar un acontecimiento
estresante o una adversidad, experimentas un crecimiento personal. Aprendemos algo nuevo sobre
nosotros mismos.
LA ENTREVISTA.-
Es un término que está vinculado al verbo entrevistar (la acción de desarrollar una charla con una
o más personas con el objetivo de hablar sobre ciertos temas y con un fin determinado).
Ej. de frases donde aparece el término: “En el próximo número de la revista publicaremos una
entrevista exclusiva con Manu Ginóbili”, “Mañana tengo una entrevista de trabajo en el
centro”, “Después de la entrevista con el doctor, decidiremos cuáles son los pasos a seguir”.
Las entrevistas pueden ser de tipo científicas, cuya intención es promover la investigación sobre
algún tema relacionado con la ciencia y que supone la obtención de información en torno a la
labor de un individuo o grupo para poder influir sobre las opiniones y sentimientos que la
comunidad a la que vaya dirigida la entrevista tenga sobre ese tema.
Una entrevista de trabajo, por otro lado, sirve para que un empleador conozca todo lo que desee
saber sobre un posible empleado a fin de discernir si cumple o no con los requisitos necesarios
para ocupar un puesto vacante. En este tipo de entrevistas se realizan preguntas acerca de
la experiencia laboral, las expectativas, disponibilidad y demás asuntos inherentes a la
aceptación de un puesto de trabajo.
Un encuentro entre dos o más personas que se reúnen para tratar un asunto o definir un negocio
también puede denominarse entrevista. Cuando una empresa pretende contratar un nuevo
empleado, lo habitual es que desarrolle entrevistas de trabajo o laborales con los candidatos.
Estas charlas le permiten al empleador conocer a quienes se postulan y elegir al más idóneo para
el puesto.
Por último, cabe destacar que la entrevista clínica es aquella que se concreta entre un profesional
médico y una persona que ocupa el rol de paciente. Estas comunicaciones se desarrollan en el
marco del ámbito profesional del médico y tienen como objetivo intercambiar información y datos
que resulten útiles para mejorar la condición de salud del paciente.
Una entrevista no estructurada puede ser a profundidad (se busca que el entrevistado exprese de
forma oral su percepción sobre un determinado acontecimiento), enfocada (si bien puede ser una
entrevista a profundidad se encuentra dirigida a un sujeto en particular y en una situación concreta
de la que el individuo haya sido protagonista) o focalizada (entrevista grupal que permite
acercarse a un hecho puntual con una mayor facilidad de reflexión sobre la temática que se trata).
En una entrevista interfieren dos sujetos entrevistador (el que realiza las preguntas y guía la
conversación) y entrevistado (el que responde y que es el protagonista de dicha conversación).
Además, para que pueda llevarse a cabo es necesario que exista un interés para el intercambio
comunicacional. Ej. si un escritor acaba de sacar un libro y le realizan una entrevista, habrá un
interés común para que se lleve a cabo la misma: el entrevistador tendrá interés en conocer de
boca del autor todo en referencia a la obra y el entrevistado querrá dar a conocer a su libro y
promocionar su trabajo a través del medio que lo entreviste.
Antes de realizar una entrevista es necesario que se planteen ciertas metas, que tienen que ver
con las funciones que dicha entrevista cumplirá para la comunidad que va a recibirla. De acuerdo al
entorno de dicha comunidad podrán realizarse unas u otras preguntas.
A la hora de hacer una entrevista es importante tener en cuenta ciertas pautas, que de llevarlas a
cabo permitirán un mayor aprovechamiento del tiempo con el entrevistado.
*Comenzar el diálogo de forma cordial, creando un lazo con el interrogado que ayude al desarrollo
de una entrevista fluida e interesante;
*No abandonar al entrevistado a su suerte, sino ayudarlo a proporcionar la respuesta a la
pregunta que se ha formulado;
*Permitir que el interlocutor se explaye tranquilamente, sin cortar la comunicación y una vez que
terminó complementar con aquello que se considera importante (concretar fechas o sucesos, por
ejemplo);
*Crear preguntas que no sean embarazosas para el interlocutor, sino que estén relacionadas con
el tema que interesa;
*Ser espontáneo y directo sin acudir a métodos soberbios o astutos.
Es una entrevista clásica, atractiva que cumple una función principal en la forma de hacer Terapia
Familiar e Intervención Sistémica, es decir, es la perspectiva que se orienta a tratar las pautas que
conectan la conducta problema de una persona, con la conducta de otras. Aun existiendo reglas
para la construcción de buenas intervenciones, estas dependen aún, en gran medida, de la
“Inspiración del Terapeuta”, de su entrenamiento y experiencia, como un instrumento de ayuda
para la elaboración de intervenciones terapéuticas.
OBJETIVOS DE LA ENTREVISTA.
a. Recabar información más comunicación, sobre el estado del beneficiario o paciente identificado
(PI.) y de su familia.
b. Modificar algún aspecto relacionado con el síntoma del beneficiario y/o PI. de la familia (Propia y
de Origen).
Los psicólogos pueden construir una perspectiva con miras a la Observación y Organización del
tratamiento a través de las siguientes fases:
PRE SESIÓN.- Es el 1er. contacto, previo a la sesión y la definición del contexto, (vía telefónica o
en forma personal). La pre - sesión, es un espacio de tiempo previo a la entrevista, solicitada en
algunos casos por alguna persona o quien nos deriva el caso (pariente, tutor, familiar, etc.), que
requiera nuestros servicios de psicología.
La pre sesión oscila entre 15 a 20 minutos, antes de la primera sesión y la entrevista con la familia,
beneficiario, o PI. Ej. Quién llama, se le pide que evalúe de 0 a 10, la gravedad del problema por
los cuales consulta. Esto servirá para recopilar y discutir la información de la ficha telefónica de que
se dispone y definir aquella que parece más relevante; así mismo se pretende elaborar nuestras
primeras hipótesis de lo que pueda estar ocurriendo en la familia, y definir estrategias de
intervención, (líneas de trabajo) y técnicas concretas para complementar las estrategias.
Paciente Identificado. Se trata del miembro de la familia que se presenta o es presentado como el
sintomático principal de la familia.
La “sintomatología o conducta problemática” del paciente identificado o paciente índice suele ser el
motivo fundamental del contacto inicial que hace una familia con un servicio terapéutico. Sin
embargo, el paciente identificado no es necesariamente el miembro de la familia que, desde la
perspectiva de un Observador Objetivo, parecería la persona que tiene más problemas o los
problemas más notables.
Desde un punto de vista sistémico, la patología individual solo es comprensible dentro del contexto
de la interacción familiar. Por Ej. La enfermedad de un adolescente puede ocultar cambios en el
contexto del Ciclo de Vida Familiar, e impedir el necesario ciclo de la separación entre padres y
adolescentes. Se bloquean los procesos de la coindividuación de toda la familia y se evaden los
dolorosos pasos que llevan a la separación.
Los síntomas también pueden tener una importante función en otras fases del desarrollo familiar.
Por Ej. Los conflictos parentales pueden desviarse hacia los hijos (desviación de conflictos -
triangulación), o el hijo puede usarse como chivo expiatorio, para regular las necesidades de los
padres, de proximidad y distancia.
La función de los síntomas puede ser contradictorios, 1.- pueden servir para mantener una
modalidad patológica de homeostasis; 2.- ofrecen a la familia una oportunidad de cambio (siendo
los síntomas del paciente identificado, lo que ha llevado a la familia a terapia).
Si los síntomas individuales no son reconocidos como una expresión de toda la estructura familiar y
son tratados como un problema individual, se corre el riesgo de un cambio de síntomas, en el que
la función homeostática del síntoma será asumida por otro miembro de la familia.
Coindividuación. Tiene que ver con un nivel más elevado de individuación que exige y a la vez
hace posible un nivel de racionalidad. El concepto de individuación destaca la necesidad (tarea), de
conciliación que tienen todas las formas superiores de vida, en especial los seres humanos. En
general, esta tarea comprende la coindividuación de toda la familia, en la que cada miembro
determina las condiciones de la individuación de los demás.
Cuando se trabaja con familias, una de las primeras dificultades que existe es la de efectuar
una entrevista familiar. Los puntos a tener en cuenta cuando se realiza entrevistas familiares,
son:
El principal rol que cumple el médico familiar que se encuentra con las familias es escuchar las
opiniones de c/u de los miembros de la familia para entender sus sentimientos, sus reacciones,
sus ideas o pensamientos; de este modo el médico asiste a la familia a organizarse hacia un
reajuste funcional sin que el médico tenga que intervenir sustancialmente en las relaciones
familiares. Las preguntas que el médico realiza sirven como una invitación a la familia para
participar en la entrevista.
Antes de iniciar la entrevista hay que asegurarse que hay suficiente espacio para que todos los
integrantes estén sentados cómodamente, para esto la cantidad de sillas disponibles debe ser la
adecuada. Los objetivos a desarrollar durante la entrevista familiar se describen más adelante.
Es necesario recalcar que cada persona tiene el derecho de hablar sin interrupciones. Las
opiniones y lo que tenga que expresar cada uno es importante. Todos los participantes deben
demostrar respeto por los demás de esta manera la sesión de la entrevista terminará a tiempo
teniendo una duración aproximada de 20 a 60 minutos.
Esto disminuirá la preocupación de que algunos detalles íntimos familiares puedan ser
descubiertos en la historia clínica. Generalmente sólo la información previamente acordada con la
familia será la incluida en el reporte médico. Algunos ejemplos puede ser el diagnóstico, los
nombres de los integrantes de la familia, el tiempo de duración de la entrevista, las preocupaciones
mayores que fueron discutidas y cuáles serán los próximos pasos a seguir en las siguientes
sesiones.
Con la aprobación del paciente daremos una información médica clara acerca del problema que
encontremos. El médico familiar debe usar un lenguaje sencillo para explicar los aspectos médicos
del problema del paciente e invitarle a realizar preguntas para asegurarse que cada uno de los
integrantes comprendió lo explicado. Usualmente se requiere de varias rondas de preguntas para
abordar las principales preocupaciones de cada uno. En otras ocasiones los familiares sueles
realizar las preguntas que más les preocupa rápidamente. Es importante responder con honestidad
cuando el médico familiar no cuenta con una respuesta o necesita la asesoría de algún otro
experto para poder dar mayores detalles en las preocupaciones que presenta el paciente.
5. Invitar a cada uno a expresar lo que siente en relación al tema que se encuentra en
discusión:
No sólo los padres deben participar también los niños y abuelos tienen interesantes y distintas
perspectivas en relación al asunto problema del paciente. De esta manera el médico familiar
conocerá el punto de vista de cada uno siempre mostrando respeto por toda la familia.
Esos recursos ayudarán a la familia a hacer frente a la enfermedad o al problema que están
atravesando. Algunas familias pueden necesitar ciertos estímulos para identificar sus recursos
familiares. Por Ej. Algunas familias no reconocen que sobrevivieron a un trauma del pasado como
evidencia de tener un recurso de la familia ahora titulado "supervivencia" o "coraje". Con ayuda
estas familias podrían desarrollar orgullo hacia ellos mismos por tener estas nuevas características.
Al mantener una posición positiva y alentadora el médico familiar ayuda a las familias a identificar
estas fuerzas o recursos no reconocidos previamente. Para que estas familias identifiquen sus
recursos es necesario aplicar algunas técnicas como la escucha activa, el uso de metáforas y
analogías con la familia.
7. Establecer un plan o tareas para las próximas sesiones con la familia y el paciente:
El plan es un proceso de negociación que se da con las expectativas, las necesidades y los
recursos del paciente y la familia. ¿Qué espera el paciente y la familia? ¿Cómo el paciente con la
familia afrontarán esta situación? ¿Cómo alcanzaron sus objetivos? ¿Será necesario aplicar otros
instrumentos, tratamientos, consultas? ¿Dónde ellos podrán encontrar información para leer acerca
de su enfermedad? ¿Existe alguna página web en internet que sea confiable? ¿La familia
regresará nuevamente con su médico familiar? ¿Será recomendable qué asistan a grupos de
soporte o programas educativos?
Algunas veces el paciente no se pone de acuerdo con los demás integrantes de su familia o hay
muchas perspectivas distintas que dificultan el encontrar un equilibrio, la actitud más común que
suelen tener los profesionales de atención primaria en estas situaciones es el de apoyar al paciente
identificado. Sí realizar esto no es muy fácil para el médico a cargo, entonces será necesario
derivar a la familia aún próximo nivel de intervención para la próxima sesión
Si el conflicto familiar es muy fuerte, crónico, y va más allá del motivo de consulta inicial se puede
convertir en un problema el intentar ayudar a la familia en una primera sesión. Estos problemas
más complicados suelen tomar más de una sesión familiar, el conflicto puede implicar utilizar un
siguiente nivel de intervención. El evaluador requerirá obtener mayor información y facilitar la
expresión de sentimientos entre los integrantes de familia. En muchas ocasiones el médico familiar
requerirá referir a esta familia a terapias familiares para ayudarlos a resolver sus conflictos.
Los integrantes de la familia deben sentir que la entrevista familiar tiene una diferencia en el
modo en que ellos se relacionan con el paciente y con su enfermedad. Es recomendable que el
médico familiar presenté un resumen de lo que aprendió en el encuentro y pregunté a la familia
como ellos se sintieron durante la entrevista y si le sirvió de ayuda los integrantes de la familia. Los
miembros de la familia deben ser empoderados y estimulados para continuar los siguientes pasos
en el afrontamiento de su enfermedad o problema. Algunas entrevistas de seguimiento son
necesarias, que sean programadas con anticipación, generando varias citas.
LA ENTREVISTA EN TERAPIA FAMILIAR. OBJETIVOS, PRINCIPIOS,
ETAPAS, OBSERVACIÒN Y REGISTRO.- documento
LA TERAPIA DE PAREJA. TERAPIA FAMILIAR o TERAPIA DE FAMILIA.- documento
INTERVENCIÒN FAMILIAR: DEFINICIÓN Y TIPOS. OBJETIVOS Y TÈCNICAS.
Documento
ESTRATEGIAS COGNITIVO-CONDUCTUALES
La terapia cognitivo conductual es un tratamiento que se focaliza en modificar
los comportamientos y pensamientos que gestionan el problema psicológico que se quiere
intervenir. Se puede utilizar en niños y adultos y en trastornos como la depresión, ansiedad,
trastorno bipolar, trastornos de personalidad, mejora de habilidades sociales, ataque de pánico,
fobia social, trastorno de estrés postratumático.
Así pues, a través de la conjunción de estas dos escuelas psicológicas nació la terapia cognitivo
conductual, la cual adoptó como puntos de intervención la cognición y el comportamiento humano:
Se adopta de la terapia conductista el método científico y las evidencias verificables a
través del comportamiento, concediendo un intachable valor terapéutico de la
modificación del comportamiento en los problemas psicológicos.
Se reconoce el valor del pensamiento y la cognición como fuente principal de las
alteraciones psicológicas y se convierte en el área básica de intervención.
Se pone de manifiesto la importancia de la relación entre el pensamiento y el
comportamiento para explicar el funcionamiento humano y la salud mental.
¿CÓMO FUNCIONA?
La TCC se centra en la cognición y el comportamiento humano, ahora bien, ¿cómo funciona esto
exactamente? Según la terapia racional de Ellis, el funcionamiento se puede dividir en tres partes:
A, B y C.
A: Hace referencia a la situación o estímulo providente del mundo exterior con el que se ve
involucrado el individuo.
C: Explica las consecuencias provocadas por el pensamiento. Estas consecuencias incluyen tanto
las respuestas emocionales (y sentimientos) como las conductuales.
Según este modelo de TCC, las 3 partes (A, B y C), están en constante retroalimentación. La
situación (A) produce el pensamiento (B) y el pensamiento (B) produce unos comportamientos y
unas emociones determinadas (C). Al mismo tiempo, las emociones y comportamientos
(C) retroalimentan el pensamiento (B), haciéndolo más fuerte. Un ejemplo!
Por otro lado el comportamiento: si a pesar de estar preocupado y abatido, consigo cambiar mi
conducta, estar más activo, buscar trabajo, realizar actividades que me aporten satisfacción, etc.
Mis pensamientos negativos disminuirán, y tendré una mayor capacidad para cambiar mi estado de
humor y seguir haciendo esas conductas que me benefician.
1. Evaluación psicológica
Esta primera etapa tiene como objetivo principal conocer al paciente en su globalidad. Indagar
sobre la personalidad del individuo, sus habilidades y destrezas, y los problemas o dificultades
psicológicas que pueda presentar. *Esta primera fase no es una simple evaluación psicológica
donde el terapeuta te proporciona unos tests para que los vayas rellenando… El objetivo de esta
1ra. Evaluación es mucho más que eso. El propósito es comenzar la relación profesional que os
acompañará durante el resto de la intervención. Esta fase de la intervención es probablemente la
más importante de todas, ya que es en la que se forja la alianza terapéutica entre el profesional y el
paciente, se recoge información acerca de este último y el problema psicológico subyacente, y se
acuerdan los objetivos terapéuticos.
2. Intervención terapéutica
La 2da.fase de la terapia es la más larga, y consiste en la intervención psicológica en sí misma.
Cuando terapeuta y paciente ya han establecido una adecuada relación terapéutica basada en la
confianza y el compromiso, cuando se empiezan a aplicar las técnicas psicológicas dirigidas a
lograr los objetivos y los cambios previamente acordados.
3. Seguimiento
Esta etapa se inicia cuando el sujeto ha alcanzado un estado de mejoría significativo, y ya no
requiere de la terapia para realizar los cambios que hasta la fecha había ido realizando en la
consulta. La frecuencia de la sesiones se va espaciando, y el objetivo es mantener las mejorías y
evitar las recaídas.
La terapia cognitivo conductual contiene una gran cantidad de técnicas, las cuales se utilizan en
función de la problemática que se quiera resolver. Las más utilizadas:
1. Técnicas operantes
Son técnicas que tienen como objetivo la modificación de la conducta. Consisten en una
proporcionar estímulos de una forma ordenada al paciente, con el objetivo de que esos estímulos
faciliten la modificación de la conducta problemática.
Técnicas operantes para el incremento y el mantenimiento de conductas.
Técnicas operantes para la adquisición de nuevas conductas.
Técnicas operantes para la reducción o eliminación de conductas.
2. Técnicas de exposición
Consisten en aproximar (exponer) al sujeto de forma sistemática y adaptada a esos estímulos que
teme y que le generan ansiedad, para que de este modo, pueda ir afrontando y superando sus
miedos.
Exposición en vivo.
Exposición en imaginación.
Exposición simbólica.
5. Técnicas cognitivas
Estas técnicas pretenden modificar el pensamiento y las interpretaciones que se realizan de los
sucesos que puedan provocar malestar y/o conductas perjudiciales.
Reestructuración cognitiva.
Detención del pensamiento.
Distracción
La terapia cognitivo-conductual parte del modelo teórico del aprendizaje, basado en los principios
del condicionamiento clásico, operante y el aprendizaje vicario. La modificación de conducta fue un
término acuñado por Skinner, Solomon y Lindsley en 1950. A ello se suma que a finales de 1970
comienza un proceso de integración con otros procedimientos de fuerte énfasis en lo cognitivo,
fortaleciéndose la terapia cognitiva, siendo dos de sus precursores Aaron T. Beck y Albert Ellis.
Preparar la agenda.
Empatía cognitiva.
Escucha activa.
Estímulos disparadores.
Pensamientos.
Conducta.
Consecuencias.
Estímulos disparadores del problema: son situaciones, personas, sensaciones, o incluso recuerdos
que felicitan o desencadenan el problema. Por Ej. Juan debe dar una ponencia en un congreso, y
días antes recuerda «tengo que dar una conferencia».
Respuesta cognitiva: son los pensamientos que la persona genera al recordar «tengo que dar una
conferencia». Ej. «Me quedaré en blanco, no sabré que decir, mis colegas me perderán el respeto»
Respuesta fisiológica: son los síntomas físicos y emociones que la persona tiene al tener esa
respuesta cognitiva. Por Ej. Taquicardia, ahogo, sudor, temblor, etc., miedo y vergüenza social.
Respuesta conductual: es la forma de actuar que tiene la persona ante estos pensamientos y
emociones, generalmente en ansiedad son respuestas de escape y/o evitación hacia lo que genera
el miedo, en depresión inhibición conductual, en hipocondría acudir al médico, tomarse la presión,
etc. Por Ej. en el caso de Juan: ceder el puesto a un compañero de trabajo, y poner la excusa de
estar enfermo.
Consecuencias: se dan a partir de haber realizado esa respuesta conductual. Por Ej. A corto plazo
Juan obtiene alivio y tranquilidad porque no siente que tiene que enfrentarse a su miedo, pero a
medio-largo plazo no está resolviendo el problema, sino que puede que lo esté incrementando.
Organismo y factores medioambientales: supone conocer a la persona al margen del problema que
presenta. Estos datos nos ayudarán a entender por qué ha llegado a tener este problema.
Historia de aprendizaje: averiguar el origen del problema, por qué surgió, y cómo ha evolucionado,
si ha habido remisiones parciales o completas y a qué cree que se han debido.
Estilo personal: edad, sexo, profesión, estado civil, nivel cultural, nivel de formación, estilo cognitivo
(creencias básicas, filosofía de vida), etc.
Habilidades de afrontamiento: estrategias que utiliza el paciente para intentar manejar su problema,
por ejemplo, autoinstrucciones, distracción, respiración profunda, etc. Evaluar si se pueden pulir
para utilizarlas en el tratamiento.
Sistema de refuerzos: qué es agradable, divertido para el paciente. Es un factor relevante que se
debe considerar porque a mayor número de actividades reforzantes en su vida, mejor es el estado
de ánimo.
La TCC es el enfoque terapéutico más congruente para el manejo del estrés. Algunos de sus
principales teóricos, A. Beck, A. Ellis y D. Meichenbaum, se distinguieron por sus importantes
aportaciones a la terapia. Otros terapeutas e investigadores se han encargado de complementarla
y transformarla es una de las principales ramas de la psicología aplicada en el mundo.
Sánchez, Rosa y Olivares (1999), y posteriormente Becoña et al. (2008), retoman la división
de las técnicas utilizadas en la TCC, propuesta originalmente por Mahoney y Arnoff en los años
1970, en tres grandes grupos:
1. Las técnicas que se concentran en fundar nuevas habilidades a la hora de enfrentar y manejar
las dificultades presentes (por ejemplo las utilizadas por Kazadin, Meichenbaum y Cameron).
2 Las terapias que buscan apoyar al sujeto a percibir racional y objetivamente su realidad (por
ejemplo las utilizadas por Beck, Ellis y Meichenbaum).
3. Las centradas en cambiar la manera de afrontar las realidades para las que el sujeto cree no
tener posibilidad de solución (como las utilizadas por D'Zurilla y Goldfried, Mahoney, Spivack, Platt
y Shure).
Estos autores indican que las técnicas de resolución de problemas más comunes son: la terapia de
resolución de problemas de D'Zurilla y Goldfried; la técnica de resolución de problemas
interpersonales de Spivack, Platt y Shure, y el procedimiento de ciencia personal de Mahoney.
UNIDAD VI
TIPOS DE HOGARES EN LA ORIENTACIÓN FAMILIAR
FAMILIA RÍGIDA: Dificultad en asumir los cambios de los hijos/as. Los padres brindan un
trato a los niños como adultos. No admiten el crecimiento de sus hijos. Los Hijos son sometidos por
la rigidez de sus padres siendo permanentemente autoritarios.
FAMILIA SOBREPROTECTORA: Preocupación por sobreproteger a los hijos/as. Los
padres no permiten el desarrollo y autonomía de los hijos/as. Los hijos/as no saben ganarse la
vida, ni defenderse, tienen excusas para todo, se convierten en "infantiloides". Los padres retardan
la madurez de sus hijos/as y al mismo tiempo, hacen que estos dependen extremadamente de sus
decisiones.
LA FAMILIA CENTRADA EN LOS HIJOS : Hay ocasiones en que los padres no saben
enfrentar sus propios conflictos y centran su atención en los hijos; así, en vez de tratar temas de la
pareja, traen siempre a la conversación temas acerca de los hijos, como si entre ellos fuera el
único tema de conversación. Este tipo de padres, busca la compañía de los hijos/as y depende de
estos para su satisfacción. En pocas palabras "viven para y por sus hijos".
LA FAMILIA PERMISIVA: En este tipo de familia, los padres son Incapaces de disciplinar
a los hijos/as, y con la excusa de no ser autoritarios y de querer razonarlo todo, les permiten a los
hijos hacer todo lo que quieran. En este tipo de hogares, los padres no funcionan como padres ni
los hijos como hijos y con frecuencia observamos que los hijos mandan más que los padres. En
caso extremo los padres no controlan a sus hijos por temor a que éstos se enojen.
LA FAMILIA INESTABLE: La familia no alcanza a ser unida, los padres están confusos
acerca del mundo que quieren mostrar a sus hijos por falta de metas comunes, les es difícil
mantenerse unidos resultando que, por su inestabilidad, los hijos crecen inseguros, desconfiados y
temerosos, con gran dificultad para dar y recibir afecto, se vuelven adultos pasivos-dependientes,
incapaces de expresar sus necesidades y por lo tanto frustrados y llenos de culpa y rencor por las
hostilidades que no expresan y que interiorizan.
Existe un protocolo de seis pasos para aplicar en la práctica cotidiana . En los primeros pasos
se repiten pautas ya citadas para cualquier entrevista.
Paso 1: Prepararse para la comunicación. Elegir el lugar (ambiente adecuado, privado, sin
interrupciones). Demuestre su interés y respeto, sea amable.
Paso 2: Descubrir cuánto saben los padres. Es necesario averiguar qué comprensión tiene la
familia de la situación médica actual (aceptando la posibilidad de se nieguen a compartirla, aunque
hayan recibido información en múltiples oportunidades). También es importante reconocer el medio
sociocultural de la familia para adecuar las palabras y las explicaciones de modo tal que sean
comprendidas.
Paso 3: Reconocer qué y cuánto desean saber. Si bien hay cosas que los padres deben saber, es
bueno reconocer sies el momento adecuado para brindar esa información. A veces existe una
discordancia entre lo que el médico quiere decir y lo que los padres “quieren” o “toleran” saber en
ese momento. Es importante saber dosificar la información: ofrecerla en pequeñas porciones para
que sea más fácilmente comprendida y aceptada. A veces, si comenzamos con palabras fuertes,
los padres “ya no pueden seguir escuchando”…
Paso 5: Responder a las reacciones de los padres. Acepte sus reacciones mientras sean
socialmente manejables. Si surge una respuesta inaceptable (por ejemplo, amenazas), mantenga
la calma e intente transmitir que ésa es una actitud equivocada. No descarte el potencial pedido de
ayuda a colegas o al personal de seguridad. Evalúe si es oportuna otro tipo de intervención que
pueda ayudar, o si sólo se trata del momento de adaptación de los padres a la nueva situación
planteada.
Paso 6: Planes a futuro. Con frecuencia, se trata de un momento en que los padres pueden
sentirse confundidoso desesperanzados y deben reorganizarse para el futuro. Demuéstreles
cercanía con su presencia y ofrezca una mirada positiva. Si el pronóstico es sumamente sombrío,
reafirme que el paciente no sufrirá dolor; esto suele ser tranquilizador para los padres. Desarrolle
un plan en conjunto con los pasos que se van a seguir. Si fuera posible contar con un plan
secundario hágaselo saber. Acepte la opinión de los padres. Finalmente, haga un resumen de lo
hablado y propicie la posibilidad de que surjan nuevas preguntas.
Ante una situación terminal
Existe la posibilidad de que algunos prematuros no vayan a casa. Por lo tanto es imprescindible
que la Neonatología, su casa actual, también tenga lugar para sus padres. Éstos, en conocimiento
de la situación, deciden si van a permanecen con su hijo hasta el último momento. Se puede
permitir la visita de la familia de sostén, ofrecer a los padres que lo tengan en brazos a pesar de la
gravedad y estimular el contacto.
Se sugiere mirar a los ojos, informar sin mentir, no minimizar la situación, ser cuidadosos en el tono
de voz que utilizamos, elegir las palabras con empa- tía, mostrar interés y permitirse a uno mismo
expresar las emociones, consi- derando siempre que el rol del profesional en este momento es
contener y acompañar a la familia.
La situación es difícil, el equipo debe dar tiempo y un espacio para la des- pedida. Luego, informar
cómo proseguir en los trámites administrativos. Esta información tiene que ser especialmente clara
y puede darse por escrito o acompañar a la familia durante el proceso.
En el país existe un marco legal de protección y promoción de los dere- chos de los niños muy
valioso. Es aconsejable conocer algunas de las leyes que amparan esta protección, y que dan
muestra del cambio de paradigma que viene ocurriendo a modo global y del cual la iniciativa
Maternidades Se- guras y Centradas en la Familia es un ejemplo claro. Cada vez más es preciso
articular intereses y participación entre el sector salud, educación, desarrollo y la
ciudadanía/familia, actores sociales que comparten intereses comunes. Mencionamos a modo de
ejemplo algunos de los marcos legales vigentes.
LA REACCIÓN DE LOS PADRES ANTE LA DISCAPACIDAD DE UN HIJO
Fuente: FAROS Sant Joan de Déu
Cuando a un hijo se le diagnostica una deficiencia, el entorno familiar sufre un fuerte golpe, y los
padres experimentan diferentes fases psicológicas y emocionales que pueden variar según
cada caso. En el momento en que se diagnostica una discapacidad a un niño, además de la propia
realidad de la enfermedad, hay que tener en cuenta la fuerte repercusión que acomete en el
entorno familiar, sobre todo en los padres del pequeño, que ven cómo todos los ámbitos de su
vida cambian para siempre. Las reacciones emocionales ante la discapacidad de un hijo pueden
ser muy variadas según cada caso, aunque todos los padres suelen pasar por fases similares
desde el momento del diagnóstico. De todas maneras, las reacciones y el devenir de la
deficiencia dependerán de diversos factores, como el grado de incapacidad del hijo, la dinámica
familiar antes del diagnóstico, la situación económica, social e intelectual de la familia o las
creencias religiosas.
Elizabeth Kubler-Ross identifica cinco etapas emocionales que suelen atravesar los padres con un
hijo con discapacidad y que, en función de cada situación, pueden durar más o menos tiempo,
presentarse a la vez, volver a aparecer más adelante, etc. Las cinco etapas son:
Para otros autores (Díez, S., Ventola, B., Garrido, F. y Ledesma, C.; 1989), los padres
experimentan diferentes reacciones cronológicas ante el diagnóstico de una deficiencia de un hijo:
1. Reacción tras el nacimiento: ante un embarazo, las ilusiones y fantasías de los padres
respecto a su hijo son muchas. El anuncio de la discapacidad supone el derrumbe de todas estas
expectativas. Primero, los padres suelen interrogar al médico sobre las posibles causas, prestando
especial atención a si se trata de una discapacidad hereditaria. Aunque, al principio, la culpa suele
recaer sobre los médicos, pronto se traslada a los mismos progenitores, algo que puede traducirse
en depresión y aislamiento social. Si, al contrario, la deficiencia no es muy importante, los padres
suelen minimizarla y no darle mucha importancia, una reacción también negativa para el desarrollo
de la discapacidad.
La discapacidad va a obligar a toda la familia a cambiar sus ritmos, sus itinerarios previstos, sus
expectativas, sus desafíos, sus logros, sus ilusiones. De igual forma, cambia la rutina familiar, pues
desde ese momento se agrega una continua y profunda relación con diferentes médicos,
especialistas, terapeutas, principalmente del campo de la medicina que estudia y trata la
discapacidad específica del hijo.
El camino que enfrenta una familia con un miembro discapacitado no es fácil, sino que la mayoría
de las veces puede estar lleno de sinsabores, desesperanza, dolor e incertidumbre, pero a la vez
es una oportunidad para lograr la integración, la inclusión y la rehabilitación, sobre todo la social.
La discapacidad
Para entender la magnitud de la problemática de la discapacidad habría que revisar algunas cifras:
Según la OMS, (2013), alrededor del 15% de la población (cerca de mil millones de personas en el
mundo) padece algún tipo de discapacidad; en México, según el INEGI, (2010), existían cerca de
seis millones de personas, 5.1% de la población, con alguna discapacidad.
Según la OMS.- El término genérico "discapacidad" abarca todas las deficiencias, las limitaciones
para realizar actividades y las restricciones de participación, y se refiere a los aspectos negativos
de la interacción entre una persona (que tiene una condición de salud) y los factores contextuales
de esa persona (factores ambientales y personales) (2011:7).
Esta definición de la discapacidad es un concepto holista que abarca, tanto deficiencias, como
limitaciones de la actividad de las personas o restricciones en la participación de las mismas. Aquí
se entiende a la discapacidad, como la interacción entre personas que tienen alguna enfermedad,
(como depresión, parálisis cerebral, diferentes síndromes, entre otras) elementos personales y
ambientales (prejuicios, espacios públicos y medios de transporte inaccesibles), por lo que la
discapacidad dejaría de ser considerada como atributo de un individuo, con lo que se abonaría a
mejorar la participación de la sociedad incidiendo directamente en abatir los obstáculos que
impiden a las personas con discapacidad desempeñarse en su vida cotidiana.
El entorno en el cual vive una persona influye estrechamente sobre su percepción del grado de su
discapacidad. Los entornos inaccesibles crean discapacidad al crear obstáculos e imposibilitar la
participación y la inclusión de estas personas al hacer cotidiano. Ejemplos hay muchos: cuando un
edificio carece de las rampas necesarias para el acceso de una persona en silla de ruedas se está
creando esta limitación, de la misma manera cuando una persona ciega trata de usar una
computadora que carece de acondicionamiento al sistema braille, o el alumno sordo que asiste a
una escuela en donde su maestro ignora el lenguaje de señas, o el niño con síndrome de Down al
que no atiende el profesor porque cree que no tiene capacidad de aprender, o la persona que se
mueve en silla de ruedas y trata de llegar a su casa en camión en una ciudad que carece de
transporte público acondicionado para transportarlo, todos estos ejemplos nos sirven para ver la
participación social en la creación de la discapacidad.
Para la OMS.- Se puede modificar el ambiente para mejorar las condiciones de salud, prevenir las
deficiencias y mejorar los resultados para las personas con discapacidad. Tales cambios pueden
ser el resultado de la promulgación de leyes, modificación en las políticas, fortalecimiento de
capacidades o avances tecnológicos que permitan contar, entre otros, con los siguientes
elementos: diseño accesible en el medio ambiente construido por el hombre y el transporte,
señalización que ayude a las personas con deficiencias sensoriales, servicios de salud,
rehabilitación, educación y apoyo más accesibles, más oportunidades laborales y de empleo para
las personas con discapacidad (2011:6). El comportamiento y las actitudes de la otra parte de la
sociedad, hacia las personas con discapacidad, es otro factor que agrede a estos individuos.
Sensibilizar a los demás, para eliminar las actitudes negativas y los prejuicios es el primer gran
paso para modificar un entorno hostil e intentar hacerlo más comprensivo y accesible a los
discapacitados, pues es posible ver en este siglo XXI, que aún se continúa con estigmas y
estereotipos hacia las personas discapacitadas.
Según la OMS, (2011), la discapacidad es muy diversa, desde el punto de vista médico puede
clasificarse en cinco categorías:
La orientación familiar es fundamental porque sensibiliza a todos los integrantes sobre la nueva
situación, explicando los por qué de ella y los cómo afrontarla, ya que es una situación inesperada.
El tener un hijo con alguna discapacidad puede ser percibido como una fractura en el desarrollo
"normal" de la relación familiar. La ansiedad junto a otros sentimientos pueden generarse mientras
se busca la asimilación de esta situación y por ello el apoyo, la aceptación y la integración de la
familia es importante para sobrellevar este tipo de circunstancia.
Esta misma autora apunta que "la persona con algún tipo de discapacidad tiene una limitación
funcional y una situación de desventaja en el ámbito social que se da cuando debe desempeñar los
distintos papeles que la sociedad espera de los individuos" (Campadabal 2001:108). Ahora bien,
cuando la familia posee algún miembro con discapacidad, todos los demás integrantes de la misma
sufren, en mayor o menor grado, una afectación. "Estas familias, además de enfrentarse con las
mismas presiones sociales y demandas que las familias <normales>, se encuentran con unas
demandas y necesidades específicas de educar a un niño con limitaciones" (Vega 2003: 155).
Las personas que forman parte de una familia en donde alguno de sus integrantes padece alguna
discapacidad, son más vulnerables a situaciones de estrés, a cambios continuos en los roles
dentro y fuera de la familia y a una mayor exigencia de tiempo. Las familias con hijos con
necesidades especiales pueden experimentar, tanto efectos positivos, por ejemplo, reforzamiento
de los lazos entre la pareja, revalorización del matrimonio, aumento de la autoestima, etc., como
negativos, por ejemplo, crisis en la pareja, ruptura de lazos matrimoniales, agresiones físicas y
psicológicas en el matrimonio.
La familia que tiene un hijo con discapacidad afronta una crisis a partir del momento de la
sospecha, misma que se acentúa con la confirmación del diagnóstico. Aquí podemos diferenciar
entre dos tipos de crisis familiares, las crisis accidentales y las crisis del desarrollo. Estas últimas
son las involucradas en el tránsito de una etapa de crecimiento a otra por algún miembro de la
familia, por ejemplo la que se da en la adolescencia. Por otro lado, las crisis accidentales se
caracterizan porque tienen un carácter inesperado o imprevisto, por ejemplo los accidentes, las
enfermedades, la muerte de un familiar, etc. La confirmación del diagnóstico de la discapacidad de
un hijo se enmarcaría dentro de una crisis accidental.
Enfrentar esta crisis significa, para la familia, tanto la oportunidad de crecimiento y fortalecimiento,
como el peligro de padecer trastornos en alguno de sus integrantes o en sus relaciones. Cada
familia es única y particular y asimilará dicha crisis de diferente forma, por lo que la capacidad de
superarla variará de una familia a otra.
a) Problemáticas del niño. Los niños con limitaciones pueden presentar problemas de conducta,
los más habituales son la falta de autocontrol y los comportamientos agresivos. Algunos niños
discapacitados buscan empoderarse con su situación. Se sienten importantes sólo cuando hacen
lo que quieren. "Este niño es desafiante, provoca y molesta a sus padres, y los intentos de
corregirlo, por lo general, son muy insatisfactorios" (Campabadal 2001: 31).
Otros niños disminuidos persiguen un deseo de desquite o represalia y sólo se sienten importantes
cuando pueden molestar a otros de la misma forma en que ellos creen ser molestados. Los niños
discapacitados pueden sentirse inadecuados, se rinden fácilmente, pierden toda esperanza,
pudiendo incluso, llegar a una rendición total. También pueden tener dificultades en su desarrollo
físico o emocional, muchas veces producto de una falta de estimulación tanto afectiva como
intelectual.
No es poco común encontrar en los niños con limitaciones una baja autoestima, producto de haber
experimentado que no valen nada, que no merecen ser queridos o porque han sido abandonados o
maltratados (activa o pasivamente). En ocasiones, los niños con necesidades especiales tienen
incertidumbre o desconfianza por carecer en su vida de seguridad y afecto incondicional de su
familia e iguales. Así mismo, si están en una escuela regular, los niños con discapacidad pueden
padecer discriminación, menosprecio, ser blanco de burlas o ser ignorados, tanto por los docentes,
como por sus compañeros.
b) Problemáticas de los hermanos. Una de las principales problemáticas que tienen los
hermanos es que la atención y cuidado especial que los padres brindan al hijo discapacitado es
interpretada por ellos como una desatención o falta de afecto, provocando la mayoría de las veces,
celos y hostilidad en los mismos. En otras ocasiones, los hermanos llegan a tener sentimientos de
culpa por haber tenido la suerte de "estar completos" bajo menoscabo del hermano disminuido, o
también por los sentimientos hostiles que ellos saben no deben tener hacia el hermano
imposibilitado.
Los hermanos de los niños con necesidades especiales pueden sufrir sintomatologías
psicosomáticas; es decir, tener síntomas de alguna enfermedad sin una explicación médica. En
algunas ocasiones, los hermanos suelen tener un exceso de involucramiento con su hermano
discapacitado, esto es, los hermanos toman responsabilidades que más bien corresponderían a los
padres incluso, llegando a anularles su propia vida. En otros casos, los hermanos pueden
experimentar vergüenza de que sus amigos y conocidos se enteren de que tienen un hermano con
discapacidad, temiendo "al qué dirán", por lo que hacen lo impensable para evitar que los vean
junto a él.
c) Problemáticas de los padres. Sin minimizar los problemas comentados con anterioridad, las
problemáticas a que se enfrentan los padres suelen ser mayores, tal vez porque se trata de dos
individuos a los cuales se les han asignado roles diferentes en la dinámica familiar. Según Núñez,
(2003), las dificultades que pueden tener los padres pueden ser de dos tipos: primeras, situaciones
de conflicto en el vínculo conyugal, y, segundas, situaciones de conflicto en el vínculo padres-hijo
con discapacidad.
Las situaciones de conflicto en el vínculo conyugal, primeras, que pueden presentarse en una
familia con un hijo con discapacidad son: que predomine el vínculo de padre sobre el de pareja,
provocando un menoscabo del vínculo conyugal. Aquí las relaciones de los cónyuges se ven
reducidas, la mayoría de las veces, en una proporción abrumadora. Debido a los requerimientos de
atención especial que ocupa el hijo discapacitado, las necesidades de la pareja (emocionales,
sexuales, etc.) pasan a segundo término. Puede existir un distanciamiento y una falta de
comunicación en el matrimonio. Suelen presentarse, también, los reproches o recriminaciones, ya
sean manifiestos o encubiertos, sobre la supuesta culpabilidad de alguno de los progenitores, es
decir, culpándose uno al otro de la discapacidad del hijo.
Quizá la mayor problemática que puede ocurrirle a una pareja con un hijo discapacitado es el
rompimiento de sus relaciones matrimoniales, ya sea por el abandono de uno de ellos (es el padre
el que abandona con mayor frecuencia) o por la separación o el divorcio. En cuanto a las
situaciones de conflicto en el vínculo padres hijo con discapacidad, segundas, Núñez enumera una
serie de sentimientos que pueden experimentar algunos de los padres con hijos discapacitados y
son:
A veces los padres de hijos con limitaciones sufren de inseguridad, desorientación, dudas y falta de
confianza en el ejercicio de su rol de padres frente a este hijo diferente, esto, producto de la
inexperiencia que conlleva convivir con alguien especial. Algunos de los padres, al no tener a su
alcance una solución para componer enteramente el problema de discapacidad del hijo quedan en
una deuda perenne y la pagan estoicamente con sacrificios inagotables. Esto, a la larga, puede
causar una dependencia total del hijo discapacitado y convertirlo en una persona insatisfecha y
demandante. En ocasiones el hijo discapacitado posee el lugar principal en la vida de la familia, por
lo que se descuidan las necesidades de todos los demás miembros (hermanos y/o pareja). Núñez
menciona que algunos padres de hijos con limitaciones:
Viven a ese hijo como <un regalo del cielo>, casi como un milagro que les da un sentido único a su
vida personal. En este caso, la discapacidad aparece revestida de cualidades divinas, otorgando a
los padres la condición de ser <los elegidos de Dios>, por tener un hijo especial. Estos padres
hacen una hipervaloración del defecto, que se transforma de un don divino y sello distintivo, que
permite ocultar el sentimiento de descalificación y fracaso personal, detrás de una fachada de
poder y triunfo (2007: 285).
Los padres de niños discapacitados pueden tener serias dificultades en la toma de las decisiones
más pertinentes en el desarrollo de la vida del menor con limitaciones, por ejemplo en la elección
de la escuela (¿especial o regular?), en la etapa de la adolescencia (dejarlo tener relaciones de
noviazgo o no), etc. En cuanto al tipo de escuela, ambas opciones van a tener pros y contras. Por
ejemplo, en una escuela regular el niño discapacitado puede padecer discriminación y rechazo
tanto por los compañeros como por el personal, puede a su vez, sentirse mal al percatarse que los
demás tienen capacidades y habilidades que él no posee.
También es posible que los maestros carezcan de los recursos didácticos y pedagógicos
necesarios, así como de los conocimientos suficientes para la adecuación del currículum. Por el
contrario, en una escuela especial, el niño discapacitado puede imitar las conductas de niños más
atrasados que él o puede que el ritmo de trabajo no sea el adecuado a las potencialidades que él
posee o, también que el centro educativo se encuentre demasiado lejos del hogar lo que dificulta
los horarios familiares.
No pocos padres de hijos discapacitados, los (mal) educan con una permisividad exagerada, es
decir, en lugar de responsabilizarse de disciplinar y poner límites al comportamientos del hijo
discapacitado para que éste logre el autocontrol y adquiera responsabilidad, lo dejan convertirse en
un ser que sólo busque la satisfacción de sus deseos y caprichos. Muchas de las veces los padres
manifiestan un comportamiento ambivalente que fluctúa entre una exagerada tolerancia y un rigor
excesivo. Por ejemplo, no le exigen al niño discapacitado el cumplimiento de reglas en su vida
cotidiana, pero a la vez son inflexibles y obsesivos en sus terapias y rehabilitación.
Otra problemática que puede presentarse es que los padres focalicen de manera única la
discapacidad del hijo, olvidando de esta forma las otras áreas que no tienen daño e igual las
incapaciten, aún sin quererlo. Los padres, en ocasiones, pueden sobreproteger a su hijo
discapacitado provocándole una privación de muchas experiencias que podrían hacerlo crecer
como persona, fomentando su autonomía e independencia. También puede ocurrir que la
discapacidad del hijo ensombrezca totalmente la expectativa que tienen los padres de él, por lo que
lo dejan de lado, es decir, ya no esperan nada más de él, reduciéndole las exigencias lo que lo
puede llevar a una sobre-discapacidad.
Núñez asevera que "hay padres que enfrentan la situación con resignación y sometimiento total,
como <una pesada cruz que hay que llevar de por vida, sobre los hombros>" (2007: 286). Tal vez
la salida más fácil para algunos de los padres, pero la más triste y radical para el hijo disminuido es
el abandono en instituciones asistenciales, como orfanatos o en el peor de los casos hasta
sanatorios mentales.
Conclusiones
Lo primero que se tiene que saber y considerar respecto a la discapacidad, cualquiera que se trate
(motriz, intelectual, mental, sensorial o múltiple) es que no sólo el sujeto que la sufre es quien
necesita de algún tipo de apoyo o tratamiento especial (llámesele terapia, educación especial, etc.),
sino, también todos los integrantes de su familia. Las distintas formas de satisfacción de las
necesidades de las personas con discapacidad deben ser la mezcla de acciones dirigidas a
mejorar la vida de estas personas y la familia será la encargada de administrar esta serie de
medidas. Es decir, intentar lograr en el hijo discapacitado la mejor calidad de vida mediante todo de
lo que se pueda echar mano para alcanzar el máximo de sus potencialidades, tanto físicas como
mentales. La adaptación de una persona discapacitada a su familia y a su comunidad requiere de
un esfuerzo mayúsculo por las tres partes para intentar sobreponerse a la adversidad e intentar
llevar una vida social hasta cierto punto normal. Algunas familias van cambiando o evolucionando
en cuanto a sus necesidades debido a la edad y las capacidades personales, apoyos familiares y
sociales con los que puede contar la persona con discapacidad. En la sociedad, todos debemos
cooperar para que este tipo de familia, es decir, la familia con discapacitados supere la posición
desventajosa que tiene enfrente y fomente y logre la integración del hijo disminuido para que pueda
llevar una vida social lo más normal posible y alcance su plena felicidad.
Es bueno alentar al niño con una discapacidad física a participar de actividades físicas aptas para
su condición. Existen centros para niños y adultos discapacitados que ofrecen prácticas deportivas
acordes a cada caso. La práctica de este tipo de actividades puede decidirse conjuntamente con el
médico del niño, quien evaluará qué es lo mejor que puede hacer y ayudará a la autoestima del
niño.
Además la participación en terapias físicas de este estilo ayudarán su salud en general incluyendo
la fortaleza muscular, la flexibilidad y el equilibrio y las capacidades motoras, además de una mejor
percepción de su propio cuerpo. Otro aspecto positivo será la interacción social con otros niños con
una condición igual o similar, ayudándose a sentirse más aceptado e incluído.
Desde la terapia ocupacional se alentarán las actividades aptas para que el pequeño pueda
desarrollarse lo más plenamente posible. Los niños así acompañados pueden convertirse en
adultos que contribuyen a la comunidad y llevar tanto en la infancia como en la adultez una vida
plena y llena de amor.
Generalmente se inicia con una sesión conjunta de los interesados. Sin embargo, lo más común
es que las sucesivas citas se efectúen por separado, con eventuales sesiones conjuntas. Esto
se debe principalmente a dos razones: 1) que cada uno de los pacientes (él y ella) tienen
aspectos distintos de su personalidad en los cuales deben mejorar o crecer y, por ello, conviene
que cuente con su propio espacio a dedicación exclusiva por parte del terapeuta; y 2) para
evitar que las sesiones aumenten el dolor interior en cada uno de los interesados o se generen
nuevas discusiones, ya que al comentar el uno las cosas que le molestan del otro –o aquello
que consideran ha sido motivo frecuente de problemas– tiende a expresarlo con una fuerte
carga emocional y desde una perspectiva un tanto sesgada, la cual puede y suele ser
notablemente distinta de la del otro.
Si bien es cierto que no se puede predecir el éxito de una determinada terapia de pareja, sí se
pueden mencionar algunas condiciones básicas que aumentan notablemente las posibilidades
de éxito como lo son: 1) la humildad y sencillez de reconocer los propios fallos; 2) una
disposición auténtica de comprensión y perdón hacia el otro; y 3) acudir a las sesiones por
voluntad propia, no por “cumplir” con el deseo del otro a recibir terapia ni tampoco por “miedo” a
una ruptura inminente.
Es importante recalcar que cualquier tipo de ayuda profesional que se reciba, ya sea orientación
familiar, terapia familiar o terapia de pareja, ha de estar basada en una sinceridad plena y una
comunicación fluida entre el terapeuta y los interesados. Si algunos o todos los pacientes
ocultan sucesos, costumbres o puntos de vista fijados de antemano (prejuicios), el profesional
no dispondrá de la adecuada y necesaria información que le permita discernir correctamente y
dar los consejos idóneos o proponer el tratamiento más adecuado. Asimismo, el terapeuta ha de
comunicar claramente las medidas a tomar para la resolución de los problemas, procediendo
siempre con delicadeza pero también con firmeza y sin dejar de proponer aquellos cambios que
sean necesarios, aunque resulten exigentes. Por ello, es fundamental que los pacientes tengan
una honesta disposición de búsqueda y apertura a la verdad, la cual tiene una gran fuerza
liberadora, ciertamente, pero también reclama mejoras en la propia conducta.
El trabajo terapéutico que abarca a todos los miembros de una familia nuclear: padres e hijos. La terapia
de pareja, son aquellas sesiones de psicoterapia específicamente dirigidas a la resolución de las crisis o
problemas que suelen presentarse entre quienes mantienen una relación sentimental, ya sean
enamorados, novios o esposos.