Está en la página 1de 6

HORA SANTA - 31 de Diciembre 2020

CANCIÓN DE ENTRADA – Milagro de amor 3:09”

CANCIÓN – El Espíritu de Dios 2:51”

ANÁLISIS TIEMPO DE PANDEMIA


La alerta mundial generada por el CORONAVIRUS, nos llevó a la aceptación de
medidas de contingencia que nunca antes habíamos vivido, el aislamiento social, el
confinamiento en nuestras casa creó en nosotros una nueva rutina, producto de
esta situación de medidas extremas la iglesia también se vio afectada y dejamos de
asistir presencialmente a la Santa Eucaristía, más sin embargo muchos sacerdotes
haciendo su mayor y mejor esfuerzo emplearon todos los mecanismos que tenían a
su alcance para garantizarnos el alimento espiritual a través de los medios digitales,
no obstante, la falta de comunión y acceso al sacramento de la confesión llevo a
muchos a una estado de tibieza espiritual.
Es por esto que en esta noche es necesario que realicemos un análisis personal de
este tiempo vivido, de cómo lo afrontamos.
Debemos saber que, así como el Padre Rubén nos insiste que de este tiempo
también se nos pedirá cuentas, al igual que de la palabra oída, a sí mismo se nos
pedirá cuentas de: a cuantas Eucaristías pudimos haber asistido durante nuestra
vida, de si nos conformamos con seguir viendo a través de Facebook o televisión la
Santa Eucaristía, aunque no tengamos ningún tipo de limitación física o
enfermedad que justifique no participar presencialmente de esta celebración,
daremos cuentas de cuánto tiempo demoramos en buscar reconciliarnos con Dios
a través de la confesión, y consentimos el pecado en nuestro corazón,
argumentando nuestras malas acciones.
O si nuestro temor al contagio ha sido tan grande que nos ha paralizado,
desconfiando de la voluntad de Dios y por ello no asistimos al templo.
Hagamos un examen de conciencia y supliquemos perdón porque muchos hemos
sido negligentes en el cuidado de nuestra alma, hemos dejado que la pereza reine
en nuestro interior. Dios es siempre fiel, somo nosotros los que le fallamos
continuamente.

INSTRUMENTAL: Nada es imposible para ti 3:06”

Página 1|6
CONTINUANDO CON NUESTRO ANÁLISIS PERSONAL VEAMOS COMO HEMOS
REGRESADO A LA VIDA EN COMUNIDAD:
Una vez hemos retomado nuestras actividades comunitarias, ya sea laborales y/o
parroquiales, hemos dado lo mejor de nosotros valorando el tiempo de ausencia?,
¿los meses de distanciamiento? incluso de descanso forzoso para muchos, o
solamente fueron momentos de sentimentalismo generados por el confinamiento,
cuando todos nos extrañábamos y anhelábamos volver a la normalidad, para tener
ese contacto social que se nos limitó?
El volvernos a ver realmente ha sido de alegría para mí, ha creado en mí
satisfacción por saber que este reencuentro lo ha permitido Dios por pura
misericordia, porque estamos todos, porque nos ha conservado la vida, porque
necesitamos seguir luchando por la salvación de nuestra alma, porque necesitamos
urgentemente los sacramentos, la dirección espiritual que recibimos de los
Sacerdotes, porque necesitamos alimentarnos con el cuerpo de Cristo. ¿Estamos
valorando este tiempo de gracia que generosamente nos concede el mismo Dios?
¿O por el contrario estamos siendo objeto de división en nuestro entorno?
¿Cuándo un chisme llega a mí, no dejo que muera ahí, sino que sigo esa cadena de
destrucción? he dejado anidar en mi corazón envidias, celos, amor propio,
protagonismo?
¡Cuanto mal hacemos a nuestra alma con esos malos hábitos!, pero también,
¡cuánta destrucción traemos al interior de nuestra comunidad parroquial, cuando
en vez de ser constructores de paz fomentamos la discordia, cuando presto mis
labios y mis oídos a conversaciones vacías. ¿Es que aún no he entendido que esto
es falta de caridad hacia mis hermanos? El hablar mal de alguien no es otra cosa
que soberbia, porque yo creo que soy mejor que esa persona de quien estoy
denigrando.
En un acto de perdón roguemos al Señor que limpie y purifique nuestros corazones
de esos sentimientos contrarios a los valores que nos enseña el Evangelio, para que
nuestras conversaciones y acciones sean siempre agradables al Señor.
Estamos en un tiempo de paz y reconciliación, acaso no nos ha mandado el Señor a
amar al prójimo como a nosotros mismos?

CANCIÓN – Dame un nuevo Corazón 3:52”

Página 2|6
LOS AUSENTES (VICTIMAS DE ESTA PANDEMIA)

Recordemos esta noche a tantas víctimas de esta pandemia, la cifra de fallecidos


habla de un alto número de personitas que por ser positivos para COVID-19 no
tuvieron asistencia espiritual, no tuvieron la oportunidad de acceder al sacramento
de la unción de los enfermos, que en su lecho de dolor, de agonía, no pudieron
confesarse, no tuvieron cristiana sepultura y sus familiares quedaron con el dolor
de la pérdida pero también con el dolor de no poder despedirlos, enterrarlos según
sus costumbres, pero hablando de los cristianos católicos ese proceso de duelo de
poderlos velar y ofrecer un sufragio, una Eucaristía quedó inconcluso.
Muchos Sacerdotes también hacen parte de las estadísticas de esta pandemia,
aquellos que dieron asistencia espiritual, no pudieron recibirla al final de sus vidas,
es por eso que se nos llama a vigilar y orar permanentemente, porque no sabemos
el día y la hora en que el Señor nos llame a rendir cuentas, no sabemos si esta
misma noche el Señor nos reclame la vida y ¿cómo estamos? ¿estamos
preparados? ¿estamos en gracia?
Algunas personas dicen erróneamente que ya tienen un Ángel en el cielo, pero se
olvidan de orar por sus familiares, amigos o conocidos, quizás nosotros mismos
conocíamos a alguien que ha fallecido en este tiempo y de la misma manera solo
nos dio pesar y no hemos sido diligentes en orar por esa almita.
La Santísima Virgen María, pide orar por los que no oran, cuantas almitas necesitan
de nuestra oración, cuantas almitas necesitan aliviar sus penas en el purgatorio con
tan solo una Eucaristía bien vivida, con un Santo Rosario hecho conscientemente,
sin afanes, sin distracciones; muchas personas solo les piden favores y les
prometen una oración por el favor recibido, que falta de caridad, cuando ellas que
están tan necesitadas, deberían recibir de nosotros todos los sufragios hechos solo
por amor, no por interés o retribución.
Tomemos la firma resolución de orar constantemente por todas esa almitas
olvidadas porque orar por los vivos y muertos es también una obra de
misericordia.

CANCIÓN – No voy a decirte adiós 4:28”

Página 3|6
PROPÓSITOS DE AMOR
La invitación en esta santa noche es a establecer propósitos serios, no promesas de
momento, sino propósitos por los cuales luchemos para mantenernos en gracia,
porque está en juego la salvación de nuestra alma, Dios no quiere que ningún alma
se pierda, pero está en nuestras propias manos nuestra salvación.

Mencionaremos algunas ideas de propósitos que nos pueden servir:

1. Participar diariamente de la Santa Eucaristía (Santa Teresa de Calcuta asistía


diariamente a este santo Sacrificio, antes de dedicarse a servir con sus hermanas a
los enfermos, a los más pobres entre los pobres de Calcuta).

2. Confesión Frecuente (San Pio de Pietrelcina, recomendaba confesión semanal,


decía que nuestra alma es similar a una habitación que a los diez (10) días ya tiene
polvo y hay que limpiarla).

3. Visita Diaria al Santísimo (San Juan María Vianey, nos invita a buscar en la
soledad y el silencio del Sagrario al Señor, a simplemente mirarlo, contemplarlo en
el silencio)

4. Radicalidad (Santa María Magdalena, una vez conoció al Señor, tomo la firme
resolución de seguirle y dejar de pecar, una gran enseñanza de radicalidad).

5. Silencio Interior y exterior (la Santísima Virgen María, es la mujer del Silencio,
todo lo guardaba y meditaba en su Corazón, no andaba contando todo lo que veía
u oía; mucho debemos aprenderle a ella que tiene más virtudes que estrellas hay
en el cielo).

6. Leer diariamente la Palabra de Dios (El Padre Rubén Darío, nos insiste mucho en
esto, porque muchas enseñanzas, exhortaciones y sabiduría encontramos en las
Sagradas Escrituras, pero preferimos perder el tiempo en el Facebook, la televisión
y en lecturas que no aportan a nuestro crecimiento espiritual).

Página 4|6
INSTRUMENTAL – Eucaristía 2:55”

ACCIÓN DE GRACIAS
Santísima Virgen María y Glorioso Padre San José, a través de ustedes queremos hacer
llegar a nuestro Padre Celestial, nuestra gratitud por tanto amor, porque derrama sobre
nosotros su misericordia a cada instante, porque por su santa paciencia nos perdona
siempre, porque hemos sido bendecidos con la vocación y sacerdocio del Padre Rubén
Darío, porque gracias a su disciplina tenemos acceso a los Sacramentos, encontramos este
templo siempre abierto, sin importar el clima o las circunstancias adversas, gracias por su
vida y su bienestar, gracias por regalarnos un formador exigente, que nos exhorta a dejar
la mediocridad, la pereza, la tibieza, que nos anima a seguir con alegría este caminito que
lleva al cielo, porque nos enseña a amar y valorar la Santa Eucaristía, porque nos pide ser
reverentes, respetuosos en el templo, porque está convencido que tu casa es casa de
oración y solo para tal fin debe usarse. Ofrezcamos un canto de Adoración como acción
de gracias…

CANCIÓN – Corónate 3:29”

Intervención Don Edgar: Ofrecimiento


ORACIÓN FINAL
Mi Jesús Sacramentado, después de esta evaluación personal te suplicamos no apartes de
nosotros tu dulce mirada, concédenos una contrición perfecta y la remisión total de
nuestros pecados, ayúdanos a ser radicales en este proceso de conversión, enséñanos tus
caminos, pero danos la firme resolución de seguirlos, con sencillez y disponibilidad de
corazón, danos la capacidad de entender que es preciso que te sirvamos en esta
comunidad parroquial en estado de gracia (confesados), que cualquier acción que
hagamos al interior de tu Santo Templo exija de nosotros recta intención, haznos
comprender que la mies es mucha y los trabajadores pocos, por eso no debemos permitir
que satanás siembre en esta comunidad la división, danos diligencia para que dejemos la
pereza, la tibieza y entendamos que tenemos toda la eternidad para descansar ,como nos
enseñó Santa Teresa de Calcuta; que nuestra misión es Amarte, Conocerte y Servirte, pero
no para satisfacción personal sino para Gloria y Honra tuya.
Ayúdanos a reconocer como San Agustín que tarde te hemos amado, que no debemos
perder más tiempo en las cosas del mundo y haznos instrumentos de tu Paz como
predicaba nuestro Padre Seráfico San Francisco de Asís.
Y para concluir esta hora santa, pedimos la bendición de la Sagrada Familia de Nazaret
para que, a imitación suya, nosotros cimentemos nuestras obras en el amor, la paz y la
solidaridad y sean esos valores los que irradiemos en nuestro entorno.
Página 5|6
CANCIÓN – La Casa del Pan 3,05”

Opcional (si aún queda tiempo) Instrumental – Gracias 3:37”

Página 6|6

También podría gustarte