Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Página 1|6
CONTINUANDO CON NUESTRO ANÁLISIS PERSONAL VEAMOS COMO HEMOS
REGRESADO A LA VIDA EN COMUNIDAD:
Una vez hemos retomado nuestras actividades comunitarias, ya sea laborales y/o
parroquiales, hemos dado lo mejor de nosotros valorando el tiempo de ausencia?,
¿los meses de distanciamiento? incluso de descanso forzoso para muchos, o
solamente fueron momentos de sentimentalismo generados por el confinamiento,
cuando todos nos extrañábamos y anhelábamos volver a la normalidad, para tener
ese contacto social que se nos limitó?
El volvernos a ver realmente ha sido de alegría para mí, ha creado en mí
satisfacción por saber que este reencuentro lo ha permitido Dios por pura
misericordia, porque estamos todos, porque nos ha conservado la vida, porque
necesitamos seguir luchando por la salvación de nuestra alma, porque necesitamos
urgentemente los sacramentos, la dirección espiritual que recibimos de los
Sacerdotes, porque necesitamos alimentarnos con el cuerpo de Cristo. ¿Estamos
valorando este tiempo de gracia que generosamente nos concede el mismo Dios?
¿O por el contrario estamos siendo objeto de división en nuestro entorno?
¿Cuándo un chisme llega a mí, no dejo que muera ahí, sino que sigo esa cadena de
destrucción? he dejado anidar en mi corazón envidias, celos, amor propio,
protagonismo?
¡Cuanto mal hacemos a nuestra alma con esos malos hábitos!, pero también,
¡cuánta destrucción traemos al interior de nuestra comunidad parroquial, cuando
en vez de ser constructores de paz fomentamos la discordia, cuando presto mis
labios y mis oídos a conversaciones vacías. ¿Es que aún no he entendido que esto
es falta de caridad hacia mis hermanos? El hablar mal de alguien no es otra cosa
que soberbia, porque yo creo que soy mejor que esa persona de quien estoy
denigrando.
En un acto de perdón roguemos al Señor que limpie y purifique nuestros corazones
de esos sentimientos contrarios a los valores que nos enseña el Evangelio, para que
nuestras conversaciones y acciones sean siempre agradables al Señor.
Estamos en un tiempo de paz y reconciliación, acaso no nos ha mandado el Señor a
amar al prójimo como a nosotros mismos?
Página 2|6
LOS AUSENTES (VICTIMAS DE ESTA PANDEMIA)
Página 3|6
PROPÓSITOS DE AMOR
La invitación en esta santa noche es a establecer propósitos serios, no promesas de
momento, sino propósitos por los cuales luchemos para mantenernos en gracia,
porque está en juego la salvación de nuestra alma, Dios no quiere que ningún alma
se pierda, pero está en nuestras propias manos nuestra salvación.
3. Visita Diaria al Santísimo (San Juan María Vianey, nos invita a buscar en la
soledad y el silencio del Sagrario al Señor, a simplemente mirarlo, contemplarlo en
el silencio)
4. Radicalidad (Santa María Magdalena, una vez conoció al Señor, tomo la firme
resolución de seguirle y dejar de pecar, una gran enseñanza de radicalidad).
5. Silencio Interior y exterior (la Santísima Virgen María, es la mujer del Silencio,
todo lo guardaba y meditaba en su Corazón, no andaba contando todo lo que veía
u oía; mucho debemos aprenderle a ella que tiene más virtudes que estrellas hay
en el cielo).
6. Leer diariamente la Palabra de Dios (El Padre Rubén Darío, nos insiste mucho en
esto, porque muchas enseñanzas, exhortaciones y sabiduría encontramos en las
Sagradas Escrituras, pero preferimos perder el tiempo en el Facebook, la televisión
y en lecturas que no aportan a nuestro crecimiento espiritual).
Página 4|6
INSTRUMENTAL – Eucaristía 2:55”
ACCIÓN DE GRACIAS
Santísima Virgen María y Glorioso Padre San José, a través de ustedes queremos hacer
llegar a nuestro Padre Celestial, nuestra gratitud por tanto amor, porque derrama sobre
nosotros su misericordia a cada instante, porque por su santa paciencia nos perdona
siempre, porque hemos sido bendecidos con la vocación y sacerdocio del Padre Rubén
Darío, porque gracias a su disciplina tenemos acceso a los Sacramentos, encontramos este
templo siempre abierto, sin importar el clima o las circunstancias adversas, gracias por su
vida y su bienestar, gracias por regalarnos un formador exigente, que nos exhorta a dejar
la mediocridad, la pereza, la tibieza, que nos anima a seguir con alegría este caminito que
lleva al cielo, porque nos enseña a amar y valorar la Santa Eucaristía, porque nos pide ser
reverentes, respetuosos en el templo, porque está convencido que tu casa es casa de
oración y solo para tal fin debe usarse. Ofrezcamos un canto de Adoración como acción
de gracias…
Página 6|6