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Bendice Señor esas manos que labran la tierra, bendice esas manos que
recogen los frutos, bendice Señor esos hombros que cargan cada producción
de alimentos y también extiende esa bendición a quienes transportan,
distribuyen y abastecen los puntos de almacenamiento, las cadenas de
distribución al consumidor final.
Así mismo recordamos Señor, tu Santa Palabra, Palabra viva, Palabra que nos
llena de esperanza, cuando tiernamente nos dices: Miren las aves del cielo,
que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros y vuestro Padre Celestial
las alimenta, no valen ustedes mucho más que ellas?
Ponemos ante tu bendita presencia en este domingo, día del Señor, día de
Gloria, a toda la fuerza pública, policías, militares, fuerza aérea, Cruz Roja y
demás organismos de socorro, que por su vocación de servicio lo dejan
todo porque han encarnado el amor de Dios, arriesgan, donan su vida por la
de otros, así como tú nos enseñaste… Nadie tiene más amor que aquel
quien da la vida por sus amigos, y ellos se ofrecen diariamente con gran
valentía, que gran profesión mal remunerada, en muchos escenarios
señalados y criticados, ellos valientes servidores que están frente a frente a
esta Crisis de Salud Pública, sin más protección que la que les llega de tus
Santas Manos.
Oramos por sus familias que muy seguramente ruegan, claman a Dios cada
vez que los ven salir de casa a enfrenar ese enemigo oculto en cumplimento
de su deber, pero que se quedan con el corazón roto al conocer el riesgo
que ello conlleva.
Llénanos a todos de tu paz y de tu amor, para que nos aferremos más a ti,
por amor, más que por temor, porque el riesgo más grande es la muerte y
finalmente algún día todos vamos a morir, por eso ayúdanos mi Jesús, a
volver el corazón a ti, a volver la mirada a ti, a entender que la vida se
acaba en un segundo, y que solo llevaremos las buenas obras que hayamos
hecho, porque al final seremos juzgados en el amor, y por esto ahora que
estamos con difícil acceso a tus santos sacramentos, te suplico ayúdanos a
conservar la gracia santificante que nos devolviste en nuestra última
confesión, para que podamos vivir esta Semana Santa, en comunión
contigo, aunque sea desde la distancia, pero dando ese gran valor a cada
uno de los días Santos desde hoy, hasta el próximo domingo, acompañando
a tus consagrados a tus Sacerdotes que están haciendo su mejor esfuerzo
por garantizarnos la Santa Eucaristía diaria, protégelos, bendícelos, llénalos
de ti, hazlos Santos y Sabios, para que continúen guiándonos por el camino
que lleva al cielo, para que sigamos aprendiendo tu santa doctrina, para
que sigamos teniendo acceso a tus Santos Sacramentos, para que podamos
sobretodo volver a unirnos a ti a través de la Santísima Comunión, porque
quien come tu cuerpo y bebe tu Sangre tendrá vida eterna.
Amen.