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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE EL SALVADOR

UNICAES

PSICOPEDAGOGÍA I

ESTUDIO DE CASOS: MALA CONDUCTA EN EL AULA

LIC. GUILLERMO ANTONIO HERNÁNDEZ GARCÍA

SANTA ANA, 17 DE AGOSTO DE 2012.


PROBLEMAS DE CONDUCTA EN EL AULA.

ESTUDIO DE CASO: EL ROBO DEL CELULAR.

“Tres jóvenes planearon y ejecutaron el robo del celular”, nos comenta Javier,
profesor de noveno grado del centro escolar Salvador Martínez Figueroa de la
ciudad Texistepeque. Dos de ellos se ubicaron en la puerta del aula para vigilar y
cerciorarse que nadie se acercara al aula, mientras el otro joven ingresaba dentro
de ella para tomar como posesión el celular de la alumna, compañera de ellos.
“Pensaron que no los descubriríamos”, agrega dicho profesor, sin embargo se
dieron ciertas circunstancias que fueron delatando a los hechores de falta
tipificada como gravísima, según el reglamento del centro educativo. Lo que los
delató fue el hecho de que después de la jornada respectiva, intentaron vender el
celular en las cercanías del centro escolar, lo que provocó la alerta de unos
compañeros de la alumna a quien le habían robado. De inmediato salió a relucir el
nombre del alumno quien intentaba vender el aparato. Al siguiente día, dicho
alumno fue abordado por el profesor quien comenzó a interrogar al alumno; las
investigaciones arrojaron el nombre de los otros dos compañeros autores y
participantes del hecho. De inmediato el docente remite a los tres jóvenes a la
subdirección, en donde comparecen y son cuestionados sobre el hecho, con ellos,
la joven ofendida explica cómo se enteró del intento de venta del celular de su
pertenencia.

Al siguiente día, los alumnos se presentan nuevamente ante el subdirector junto


con sus padres, quienes a un principio, se presentaron con incredulidad y asombro
en un tono defensivo, argumentaban sesgo en contra de sus hijos. “finalmente, los
jóvenes aceptaron su culpabilidad y asintieron recuperar y devolver el aparato; los
padres, con vergüenza pidieron disculpas y se sometieron a la sanción”, nos
comentó el profesor Javier. La sanción: expulsión por dos semanas, es decir diez
días sin escuela.
ESTUDIO DE CASO: LA RIÑA DENTRO DEL AULA.

Antonio es un niño de diez años de edad, uno de los cuarenta y dos alumnos del
cuarto grado sección B, del centro escolar Salvador Martínez Figueroa de la
ciudad de Texistepeque. Un día después del recreo, Antonio y Samuel,
comenzaron a discutir sobre la pertenencia de unas canicas; discutían dentro del
aula y el profesor Fuentes, quien se disponía a impartir la disciplina de Ciencia,
intentaba tranquilizarlos y ordenar el grado. A pesar de su insistencia los niños no
dejaban de discutir por lo que su intento era fallido. Los niños estaban muy
desapercibidos del llamado del profesor y con los ánimos muy maliciosos
comenzaron a pelearse entre sí. “Dejen de pelear”, gritaba su profesor, pero entre
mas gritos el emitía más se arreciaba la pelea entre estos dos niños. El profesor
tuvo que acercarse y separar a los dos alumnos, elevar la voz y gritarles para
llamar su atención; luego los llamó fuera del aula y trato de hacerles entrar en
razón y dialogar con ellos. Era la primera vez que se peleaban entre sí dentro del
aula, por lo que el profesor trato de ser un negociador. “Esto ha sido una falta de
respeto para conmigo y mi clase y por lo tanto ameritan que los lleve a la
subdirección y probablemente los expulsen” comparte el profesor Fuentes. Sin
embargo, esta vez no los llevaré a la dirección, solo les haré un llamado de
atención y les pediré con mucho énfasis que esta situación no vuelva a repetirse.
Eso sí, agregó el docente tienen que escribir 500 veces: “No debo pelear con mis
compañeros en la escuela”.
"En una institución educativa la disciplina puede ser expresada como un
comportamiento en el cual el alumno se rige a las leyes del respeto hacia el
profesor y con y para los compañeros del aula." 1 Para desarrollar una clase con
ingredientes armónicos que favorezcan la convivencia, el docente debe
implementar disciplina; ni tan estricto, ni tan blando para que a la hora de
desarrollar la clase, los alumnos participen en las actividades individuales y
colectivas para aprender.

1
LEMUS Martínez, Lilian. Problemas de conducta en el Aula. Psicopedagogía. 2012. Archivo digital.
Consultado el 15 de agosto de 2012.
Pero, ¿Por qué actúan de forma indisciplinada los alumnos? Muchas pueden ser
las razones por las cuales se comportan de esa manera; necesidad de afecto,
rabia, enojo, rebeldía, entre otras. Además, hay otros causales que aportan a esta
conducta de indisciplina en el aula y/o escuela: cuando el profesor no hace nada
para calmar a los estudiantes, cuando dan clases muy rápido, al llegar bravos o
molestos y comienzan a gritar, etc.
Lo cierto es que como docentes estamos expuestos a enfrentar en el “día a día”,
una serie de situaciones parecidas a los dos casos antes descritos. Por lo que
cabe preguntarse ¿Qué hacer ante casos como los anteriores? Pueden surgir una
serie de respuestas que den soluciones a los dos casos descritos. Primero, el
docente debe tratar de establecer las normas mínimas de las condiciones del aula:
el afecto, demostrar confianza en los alumnos, orientarlos a tomar decisiones de
acuerdo a las circunstancias, dejar en claro el rol de cada uno desde el principio
del año escolar, establecer las normas de conducta y de convivencia para crear
un ambiente de armonía, dejar en claro la autoridad del profesor y dar a conocer el
reglamento escolar y sus amonestaciones.
Con el robo del celular, la actuación del docente fue acertada; una acción grave
amerita sanción grave; importante es conversar en privado con los alumnos y en
un marco de amistad pero con firmeza, aconsejarlos y orientarlos para su bien en
su vida particular. Con el caso de la riña dentro del aula, me parece que el docente
debió haber recurrido a la subdirección para sentar un precedente de Antonio y
Samuel para ellos dos y para el resto de la clase, puesto que al ver los demás que
no hubo expulsión o en su caso, no ser llevados a la dirección, puede crear un
ambiente de desorden y falta de cumplimiento de reglas y firmeza en el
cumplimiento de estas. El castigo acorde al delito; definitivamente una pelea es un
reflejo de indisciplina, desorden y falta de control. Buscar apoyo en el supervisor u
otra figura como la encargada del aula de apoyo puede ser una buena opción.
Señalar conductas y consecuencias, restaurar las buenas relaciones entre
docente – alumno, recordar las normas para definir el límite y hacer convenios con
padres, pueden ser acciones que se pudiesen haber empleado en los dos casos
anteriores para minimizar la repetición de la conducta no deseada.

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