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Presentación

La ética está de moda. Al menos verbal-


mente de moda. Políticos y empresarios, pe-
riodistas y agentes económicos, médicos y do-
centes se lamentan día tras día de la escasa
moral de que hacen gala sus actividades y pro-
fesiones, y añoran -nostálgicos- un tiempo fu-
turo en que los valores morales auténticos se
coticen más en la vida social que la aburrida
charlatanería de los políticos, el morbo de
programas macabros y anuncios zafiamente
provocativos, la carrera descompuesta hacia
los puestos de poder. «¡Qué diferente sería to-
do -vienen a decir- si los periodistas y publi-
cistas no entendiéramos la información y la
publicidad sólo como mercancía, si empresa-
rios y trabajadores tuviéramos la empresa co-
mo un servicio cooperativo a la sociedad, si los
políticos aprendiéramos que es nuestra razón
de ser la defensa de intereses universaliza-
bles, si el personal sanitario tomáramos en se-
rio que el bien del paciente es nuestro primer
deber, si algún día los docentes creyéramos de
verdad que la calidad de la enseñanza es un
valor prioritario...! ¡Que diferente sería todo -
en definitiva- si viviéramos moralmente!
Porque la moralidad no es un extraño arte-
facto, venido de un desconocido lugar, sino
simplemente el reto de vivir como hombre -
mujer, varón- en el más pleno sentido de la
palabra; cosa imposible si no es a través de to-
das nuestras actividades y dedicaciones. Sin
embargo, esto suele ignorarse, como también
qué significan términos tan usuales como «mo-
ral» y «ética», y acerca de qué tratan en la permanencia de nuestra civilización,
realidad. porque sin profundidad ni altura moral -
sin reflexión ni vida- mal vamos a poder
A mayor abundamiento, existe la
seguir siendo hombres -varones, mujeres-
convicción de que en cuestiones éticas no
ante los retos e interrogantes que ya nos
es preciso estudiar para tener una opinión desbordan. Por eso urge ir aclarando en
al respecto, tan fundada o tan poco qué consiste la vida moral, qué principios
fundada al menos como cualquier otra, y elementos la componen, cuáles son sus
mientras que quien quiera opinar en el problemas, metas y procedimientos; una
ámbito de las ciencias naturales, o incluso tarea a la que se incorpora el volumen que
en las sociales, debe esforzarse por el lector tiene en sus manos, tematizando
descubrir los secretos de tan esotéricos -como es usual en la colección a la que
saberes. Una cosa es la ciencia, natural o pertenece- 10 de los elementos clave de la
social -suelen pensar las gentes-, y muy vida moral.
Obviamente, el número de términos
otra, la moral. En la ciencia se descubren
necesarios para comprender la moralidad
las leyes necesarias de la realidad, con lo es muy superior a 10, por eso hemos
cual se trata de un saber intersubjetivo. La intentado escoger, no sólo 10 de los
ética por el contrario no es saber alguno, términos ineludibles, sino también
sino, o bien objeto de fe, o bien objeto de centrales, para entender el fenómeno de la
opinión. Quien profese una fe religiosa, moralidad; de suerte que cada uno de ellos
debe creer en la moral que un magisterio pueda ayudar a esclarecer el sentido de
otro buen número de palabras.
le revela; quien se tenga por no creyente, Con todo, la ausencia de alguno de
mantendrá una opinión subjetiva, tan ellos puede resultar inexcusable, como
válida al menos como cualquier otra. puede ser el caso de expresiones tan
Todo, menos hacer de lo moral objeto de nucleares como «moral», «ética» o «saber
práctico», de las que debe ocuparse desde
reflexión, diálogo riguroso y el comienzo una bien construida
argumentación. metaética para orientar el conjunto del
Y, sin embargo, tomar en serio el trabajo. Por eso aprovecharemos esta
mundo moral es conditio sine qua non para breve presentación que, haciendo las
veces de esa mentada metaética, intentará moral de la vida y, sin embargo, reciben
introducir al lector en el ámbito de la en la ética un tratamiento filosófico, que
ética por donde científicamente conviene es del que nos haremos eco; de lo que José
empezar: por esclarecer qué tipo de saber Luis L. Aranguren llama la «moral pensa-
es, qué lugar ocupa en la república de los
da», más que de lo que denomina la
saberes
«moral vivida».

1. El saber ético
A su vez, en el conjunto del saber
La ética, como saber, nace
filosófico se sitúa la ética en la esfera de lo
propiamente con la reflexión filosófica
que ha dado en llamarse saber o filosofía
griega, porque consiste en una filosofía
práctica, porque tiene por tarea específica
moral. Si bien el estatuto de la ética ha orientar, siquiera sea mediatamente, la
venido precisándose con el tiempo, hoy
conducta, mientras que la filosofía teórica
podemos decir que la ética es una di- no se liga necesariamente a la acción. Esta
mensión de la filosofía que se ocupa del distinción entre saber teórico y práctico
hecho de que haya moral, del mismo arranca de la filosofía griega y conviene
modo que la filosofía de la ciencia o de la exponerla sucintamente antes de
religión reflexionan sobre la naturaleza de introducimos de lleno en el terreno ético.
la ciencia o de la religión, que los filósofos
no han inventado.
La ética, como reflexión filosófica, 2.- Saber teórico y saber práctico
tiene, pues, por objeto el fenómeno de la La distinción entre teoría y praxis,
moralidad, que forma parte ineludible practicada ya en la filosofía griega, no es
desde antiguo de la vida de los hombres. una distinción entre el saber -la teoría- y
Podemos, pues, decir que, aunque los su aplicación a la acción -praxis-, como
términos «moral» y «ética» no significan puede sugerir hoy el uso de expresiones
etimológicamente cosas distintas, han como «praxis médica». No se trata en la
venido configurándose técnicamente concepción griega de que alguien domine
como dos formas de reflexión: una forma una teoría y la aplique después a la acción,
de reflexión (la moral) que pertenece al sino que la distinción entre teoría y praxis
mundo de la vida, y otra (la ética) que se
se refiere a dos formas de saber: a un modo
identifica con un saber de expertos, como
de saber teórico y un modo de saber práctico.
es la filosofía. Las palabras que en este
Es una distinción practicada, por tanto, en
libro comentamos surgen del mundo
el conjunto del saber. ¿Que determina2. Las formas del saber práctico: ética,
entonces que un saber sea teórico o técnica, política
práctico?
Para responder a esta pregunta Sin embargo, de la acción humana y
recurriremos al modelo que mejor dio
de su posible orientación tratan distintas
cuenta de ella en Grecia, el modelo
aristotélico, y muy especialmente a esa formas del saber práctico: la técnica
obra que tal influjo ha tenido en nuestra orienta la acción, y también lo hacen la
cultura moral: la Ética a Nicómaco. En ella, ética, la política, la economía o la religión.
el autor nos invita a distinguir entre dos ¿Cuál es la peculiaridad de la ética en este
partes del alma racional, tomando por contexto?
referente en principio sus respectivos Continuando con la propuesta
objetos. Tales objetos pueden ser, o bien aristotélica que, a pesar de las
entes cuyos principios no pueden ser de modificaciones posteriores, sigue siendo
otra manera, o bien entes cuyos principios valiosa para diseñar una topografía de los
sí pueden serlo. Los objetos de la saberes, conviene distinguir en principio
metafísica, la física y las matemáticas entre la racionalidad que ha sido conside-
pertenecen al primer tipo de seres, mien- rada como práctico-moral y la que ha sido
tras que la acción humana -sea individual o considerada como práctico-técnica; la
comunitaria- sí puede ser de otra manera. primera, según Aristóteles, tiene por
Con respecto al primer tipo de seres, a objeto fundamentalmente la acción
la razón no le cabe sino contemplarlos - propiamente dicha; la segunda, un tipo de
theoréin- conocerlos, mientras que sobre la acción al que llamamos producción. Lo cual
acción la razón puede realizar cálculos implica introducir entre moral y técnica
para dilucidar qué conviene elegir. A la nuevas diferencias, que resultan
parte contemplativa -teórica— de la razón sumamente ilustrativas para entender la
llamamos entonces científica, a la parte naturaleza de lo moral:
racional que se ocupa de la acción
- En primer lugar, moral y técnica se
llamamos calculativa o deliberativa, diferencian en cuanto a sus fines, ya que
precisamente porque su tarea consiste en en el caso de la producción, el fin es
deliberar acerca de lo que conviene hacer. distinto de la acción por la cual se
Henos, pues, ante un saber práctico, es consigue, mientras que el fin de la acción
decir, ante un saber cuyo sentido consiste es ella misma: la buena actuación misma
en orientar la acción. es un fin. Una cosa es, pues, producir
objetos bellos o útiles, y otra, actuar bien.
- Una segunda diferencia estribaría en cuál es el bien que le es más propio.
que la técnica tiene por meta generar un Cierto que la distinción entre ética y
bien particular, mientras que la moral técnica ha sido modificada
consiste en conseguir para un hombre «el posteriormente, de igual modo que lo ha
mayor bien práctico posible». Porque el sido la distinción entre teoría y praxis, con
técnico, el hábil, es aquel que sabe objeto, frecuentemente, de incidir en el
conseguir bienes particulares (hacer hecho de que la raíz de ambas es común:
zapatos, construir naves), mientras que el
un buen profesional -se ha dicho- no es
hombre bueno es el que sabe discernir
bien «sobre lo que es bueno y conveniente
sólo un buen técnico, sino alguien que ac-
para él mismo, no en un sentido parcial, túa según los valores propios de su
por ejemplo para la salud, para la fuerza, profesión. Y es completamente cierto.
sino para vivir bien en general»: el saber Sin embargo, para introducir qué sea
moral apunta directamente al bien la ética sigue siendo útil el marco
supremo y al fin último, porque nos aristotélico del saber, según el cual es
ilustra sobre qué nos conviene, no en los saber práctico ante todo el que reflexiona
casos parciales, sino en el conjunto de sobre la acción y la orienta de algún
nuestra vida. modo, y es saber ético el que atiende a los
- De ahí que el «sabio técnico» sea el fines y valores últimos de las acciones y
hombre hábil, que domina el arte de no sólo a sus virtualidades técnicas. Por
aplicar los medios oportunos a un fin que eso la ética se ha ocupado y se ocupa de la
se persigue, sea o no bueno, mientras que felicidad (como fin de la conducta
el «sabio moral» sea el prudente» el que humana); del bien como meta; de las
delibera sobre los medios, pero para virtudes que predisponen a alcanzarlo,
conseguir un fin bueno. Igualmente muy especialmente de la justicia, quicio del
hábiles en el manejo de los venenos mundo ético y político; del modo de razón
pueden ser el envenenador y el médico, que se ejerce en la ética, puesto que es un
pero el primero persigue un mal fin; el saber racional (aunque no científico); del
segundo, un fin bueno. En este sentido lugar de los sentimientos morales y de los va-
cabe decir que el saber moral tiene por lores en el conjunto de un saber semejante;
meta ayudamos a discernir qué es lo de la forma peculiar que tiene esa
bueno para nosotros en el conjunto de específica forma de conciencia a la que
nuestra vida, para lo cual es necesario llamamos conciencia moral. Y conforme la
averiguar cuál es el fin último del hombre, modernidad ha ido haciéndose presente,
de la idea de libertad, sin la que no hay económico en que se encuadra su vida.
ética posible, y de una noción de deber Porque, aunque es cierto que la moral ha
autonomizado del contexto de la felicidad de encarnarse en las comunidades
en que nació. Por su parte, la idea de per- políticas, vivirse en los sistemas
sona, que cobra carta de naturaleza económicos y formar parte de las
filosófica en disputas medievales, se va religiones, no lo es menos que su
abriendo paso como núcleo y sentido del peculiaridad estriba en no poder ser
conjunto de los restantes términos. monopolizada por ninguna comunidad
Por último, cabría preguntar: ¿qué política, ningún sistema económico,
diferencia a la ética de la política, de la ninguna religión.
economía o de la religión? A lo largo del De ese tan necesario y, a la par,
libro irá perfilándose la respuesta a esta peculiar saber pretende ocuparse el
pregunta, por eso aquí resumiremos presente libro, por colaborar en la tarea
brevemente que la ética se ocupa ante urgente de remoralizar nuestra sociedad -
todo de aquellos valores, normas y prin- de elevarle la moral-, siquiera sea desde la
cipios que afectan a todo hombre -mujer, modestia de la reflexión, que es la
varón- en cuanto tal, sea cual fuere la ocupación que a la filosofía cabe.
comunidad política a la que pertenecen,
sea cual fuere el credo religioso al que se Adela Cortina Universidad de Valencia
adscriben, sea cual fuere el sistema
1J. L L Aranguren, Etica. Revista de Occidente, Madrid IV58.

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