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Noticias Ámbito jurídico y contrato de transacción

María Fernanda Ramírez Cruz

ID:708776

Febrero 2021

Corporación Universitaria Minuto de Dios

Programa Administración de empresas

Legislación Laboral
NOTICIAS

1.Revisión del contrato de trabajo permite adoptar medidas durante la emergencia,

pero son permanentes (Articulo 50)

De acuerdo con lo previsto en el artículo 50 del Código Sustantivo del Trabajo, sobre

revisión del contrato de trabajo, las partes pueden de común acuerdo fijar nuevas condiciones

del vínculo laboral, tales como modificación del horario o del salario, entre otras, que

permitan al empleador solventar la situación por la que la empresa esté atravesando.

La norma se refiere específicamente a imprevisibles y graves alteraciones de la

normalidad económica. Así mismo, dispone que, en caso de no llegar a un acuerdo, el

empleador puede acudir al juez laboral para que este resuelva las diferencias.

Si bien la aplicación de esta figura es factible en épocas normales, bajo las condiciones

mencionadas, las partes también podrían aplicarla durante el actual estado de emergencia. Sin

embargo, precisó el Ministerio del Trabajo, es necesario tener en cuenta que su aplicación es

permanente a partir de su implementación.

Lo contrario sucede con las alternativas laborales que se han implementado con el fin de

proteger y mantener el empleo a los trabajadores durante la emergencia ocasionada por el

covid-19, las cuales son aplicables solo en este periodo.


Dichas alternativas, que pueden ser consideradas por los empleadores como medidas de

protección del empleo con ocasión a la fase de contención del covid-19 y la declaración de

medidas de emergencias, son:

(i) Trabajo en casa

(ii) Teletrabajo

(iii) Jornada laboral flexible

(iv) Vacaciones anuales, anticipadas y colectivas

(v) Permiso remunerados – salario sin prestación de servicios

Por último, cabe recordar que el Ministerio del Interior, a través del Decreto 39, del pasado

14 de enero, estableció el distanciamiento individual responsable, desde el 16 de enero hasta

el próximo 28 de febrero, medida que está relacionada con cumplir los protocolos de

bioseguridad y distanciamiento cuando se esté en espacio público, además de propender por el

autoaislamiento.

Mintrabajo, Concepto 75352, Sep. 25/21.


2. Servicio orientado por la espiritualidad en entidades religiosas no constituye

contrato laboral (Art 24)

Al resolver un recurso de casación, la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia explicó

qué tipo de relaciones se generan entre las entidades religiosas o comunidades de tendencia y

los clérigos o sujetos que ofrecen una labor guiados por la espiritualidad, fraternidad y

gratuidad.

En este aspecto indicó que cuando se está frente a una actividad misional o pastoral en la

que se presta un servicio orientado fundamentalmente por las características indicadas e

inspirado en los votos de obediencia y pobreza propios de la tarea sacerdotal, no puede

enmarcarse dentro de la presunción del artículo 24 del Código Sustantivo del Trabajo, esto es,

un contrato laboral.

Lo anterior toda vez que el móvil de dicha labor tiene un matiz netamente religioso, y por

ende ajeno a cualquier vínculo de carácter laboral o contractual. (Lea: ¿Por qué se revocó la

tutela que ordenaba retirar ´tweet´ religioso al presidente Duque?)

Así las cosas, la corporación indicó que la relación entre un clérigo y su superior

jerárquico constituye una actividad misional, pues el primero no es empleado del segundo,

sino que actúa en función de su creencia o ideología.

Y agregó que dicho nexo se convertirá en jurídico solo cuando se desarrolle una actividad

que no esté anclada exclusivamente en la religiosidad o que se encuentre fuera de las

disposiciones a las que se adhirió el incorporado a la comunidad, es decir, fuera de la de

asistencia religiosa o de culto y otras inherentes a sus compromisos, evento que la doctrina

laboral reconoce como empleadores ideológicos.


Vinculación al sistema pensional

La afiliación al sistema de seguridad social en pensiones de los presbíteros se reguló por

primera a través del Acuerdo 041 de 1987, aprobado por el Decreto 2419. Esta norma

consagró la posibilidad de afiliación de los sacerdotes diocesanos y miembros de la

comunidad religiosa, pero con carácter facultativo y no obligatorio, lo cual fue reiterado en el

Acuerdo 049 de 1990, aprobado por el Decreto 758 del mismo año.

Posteriormente, con la expedición de la Ley 100 de 1993, se extendió la cobertura y

aplicación del sistema general de pensiones a todos los habitantes del territorio nacional, en

aras de garantizarles el otorgamiento de una pensión a fin de amparar las contingencias de

invalidez, vejez y muerte. (Lea: El laicismo en las instituciones públicas versus la identidad

cultural: ¿cómo desarrollar una defensa del Estado?)

Sin embargo, con el Decreto 3615 del 2005, se reguló de manera expresa la afiliación de

los miembros de las comunidades y congregaciones religiosas (estas entidades se asimilan a

las asociaciones y los religiosos a trabajadores independientes) al sistema de seguridad social

integral. Esta disposición fue modificada por los decretos 2313 de 2006, 2172 de 2009 y 692

de 2010.

En conclusión, independientemente de la existencia del vínculo que une a los clérigos con

sus comunidades religiosas, a partir del Decreto 3612, donde se establecieron los

procedimientos y exigencias para su vinculación como trabajadores independientes, surgió la

obligación para dichas congregaciones o asociaciones de afiliarlos (M. P. Gerardo Botero

Zuluaga).

Corte Suprema de Justicia, Sala Laboral, Sentencia SL-26102020 (64796), jul. 1/20.
3. Una misma persona no puede ser practicante y trabajador en el mismo tiempo y

espacio (Art 22)

Una misma persona no puede ser estudiante en práctica y trabajador en el mismo tiempo y

espacio. Por lo tanto, precisó el Ministerio del Trabajo, si las partes deciden calificar la

actividad de una persona como laboral o formativa aplicará integral y solamente lo reglado en

cada caso, en uso del principio de inescindibilidad normativa.

De acuerdo con lo previsto en el artículo 22 del Código Sustantivo del Trabajo, el contrato

individual de trabajo es un acto jurídico que regula la relación individual de trabajo, mientras

que la vinculación formativa es un acto administrativo o jurídico, según corresponda, que

regula la práctica laboral.

En este sentido, la entidad recordó que las prácticas laborales, reguladas por la Resolución

3546 del 2018, además de ser una política activa de empleo, son una parte esencial en todo

proceso de educación y formación, por cuanto le permiten al estudiante ejecutar en el plano de

los hechos una actividad que hasta entonces solo conoce teóricamente.

Son un mecanismo de promoción del trabajo decente de las personas jóvenes, vinculando

el empleo, la educación y la formación para el trabajo desde la perspectiva de los derechos

fundamentales, específicamente destinado a romper las brechas de empleabilidad de esta

población, agregó.

De otra parte, señaló que la jornada máxima legal vigente y sus topes (diaria o semanal)

no pueden ser iguales o superiores para que los practicantes desarrollen su actividad
formativa, de manera que puedan cumplir los compromisos de su aprendizaje, por lo que no

les aplica la jornada laboral.

Así las cosas, el auxilio de práctica se debe pagar de manera mensual y su valor se

determina de manera correlativa al tiempo invertido en la actividad, respetando el mínimo

señalado.

Mintrabajo, Concepto 11099, abril 21 – 20.

4. Contratos de trabajo mediante firma electrónica son válidos (Art 39)

Por medio de la Circular 60 del 2018, dirigida a todos los trabajadores y empleadores del

sector privado, el Ministerio del Trabajo avaló y sustentó legalmente la aplicación de la firma

electrónica en los contratos de trabajo.

Para ello, indicó, es necesario cumplir los requisitos previstos en el artículo 39 del Código

Sustantivo del Trabajo, es decir, la expedición de tantos ejemplares cuantos sean los

interesados y la estipulación de cláusulas, como la identificación y domicilio de las partes,

lugar y fecha de celebración del acuerdo y lugar de la prestación del servicio.

Así mismo, la naturaleza del trabajo, el valor del salario, forma y periodos de pago,

estimación del valor (en caso de que se pacte salario en especie), duración, desahucio y

terminación.
Además, con el fin de facilitar el desarrollo de la relación laboral, la entidad considera

necesario que se incluyan estipulaciones relacionadas con las condiciones técnicas a las que se

ajustarán las partes para comunicarse, efectuar transacciones, crear documentos o cualquier

otra actividad que involucre el intercambio electrónico de datos.

Firma electrónica o digital

Por lo tanto, en aras de fomentar el uso de las nuevas tecnologías y las comunicaciones

(TIC) y aprovechar las herramientas que permitan la promoción y generación de empleo, los

contratos por medio electrónicos pueden tener la firma electrónica o digital.

Son el empleador y el trabajador quienes deberán determinar el mecanismo técnico que

utilizarán para sus comunicaciones con firma electrónica, que permitan identificar y vincular

una persona con la creación de un mensaje de datos, un acto o contrato y que cuente con su

aprobación.

Dentro de las ventajas de esta práctica está que no tiene ningún costo para el trabajador, de

manera que busca beneficiar a las personas que no cuentan con la facilidad de vivir o

desplazarse hasta el domicilio principal o administrativo del empleador, aumentar su calidad

de vida, disminuir el estrés laboral y generar una movilidad sostenible, entre otras.

Mintrabajo, Concepto 23705, jun. 19/19.


5. Estas son las presunciones legales que se deben desvirtuar para probar el contrato

realidad (Art23)

Cuando se pretenda acreditar un contrato laboral encubierto mediante la figura de

prestación de servicios al peticionario le corresponde desvirtuar dos presunciones de orden

legal: la primera está consagrada en el artículo 32 de la Ley 80 de 1993, sobre los contratos

estatales, y la segunda trata del acto administrativo de nombramiento en el respectivo cargo.

(Lea: ¿La bonificación por jubilación constituye factor salarial?)

En ese orden, la carga de la prueba radica en cabeza del actor, quien deberá demostrar que

se configuran los elementos de la relación laboral definidos en el artículo 23 del Código

Sustantivo del Trabajo. (Lea: Así se clasifican los empleos del orden nacional y territorial)

Por lo tanto, el contratista que alega la existencia del contrato realidad debe acreditar:

i. La actividad personal como trabajador.

ii. La subordinación continuada y la dependencia.

iii. La respectiva remuneración.

Los tres anteriores originan el derecho al pago de las respectivas prestaciones sociales en

aplicación del principio de primacía de la realidad sobre las formalidades, en virtud del

artículo 53 de la Constitución. (C. P. Sandra Lisset Ibarra Vélez).

CE Sección Segunda, Sentencia 63001233300020130015601 (42352015), 17/10/17


6. Corte Constitucional reprocha a entidades estatales abuso del contrato de prestación
de servicios (Art 23)

La Corte Constitucional reprochó la forma irregular como los poderes públicos han

utilizado la figura del contrato de prestación de servicios para enmascarar relaciones laborales

y evadir consistentemente el pago de prestaciones sociales, desconociendo, así, las garantías

especiales de la relación laboral que la Constitución consagra, dejando de lado, además, la

excepcionalidad de este tipo de contratación. (Lea: Las indicaciones de la Corte a jueces para

fallar vulneraciones a estabilidad laboral reforzada)

En ese contexto, recordó que solo existe una relación contractual regida por la Ley 80 de

1993 en los siguientes eventos:

(i) Cuando se acuerde la prestación de servicios relacionadas con la administración o

funcionamiento de la entidad pública.

(ii) Cuando no se pacte subordinación, porque el contratista es autónomo en el

cumplimiento de la labor contratada.

(iii) Cuando se acuerde un valor por honorarios prestados.

(iv) Cuando la labor contratada no pueda realizarse con personal de planta o se requieran

conocimientos especializados, es decir, cuando la entidad pública requiera adelantar labores

ocasionales, extraordinarias o que temporalmente exceden su capacidad organizativa y

funcional, pues se desdibujaría la relación contractual cuando se contratan por prestación de

servicios a personas que deben desempeñar exactamente las mismas funciones que, de manera

permanente, se asignan a los empleados públicos.

Contrato realidad
El fallo recuerda, también, que la teoría de la primacía de la realidad sobre las formas debe

ser aplicada, incluso por el juez constitucional, en aquellos casos en los cuales el Estado

encubra relaciones laborales, actuación que, a juicio de la corporación, implica desconocer,

por un lado, los principios que rigen el funcionamiento de la función pública, y, por otro, las

prestaciones sociales que son propias a la actividad laboral.

En estos eventos, para que proceda la declaración de existencia del contrato realidad el

operador judicial debe verificar el cumplimiento de los requisitos dispuestos en el artículo 23

del Código Sustantivo del Trabajo. (Lea: Contratista que pretende demostrar relación laboral

debe desvirtuar la naturaleza del contrato estatal)

No obstante, aclaró que, aun cuando se trata de relaciones laborales con el Estado, esa

declaración no significa que el trabajador adquiera la condición de empleado público, pues

sus características de vinculación a la administración son diferentes (M. P. Aquiles Arrieta).

Corte Constitucional, Sentencia T-723, dic. 16/16

7. ¿Cambio de administrador exime a la empresa de obligaciones laborales? (Art 32)

La Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia explicó que un administrador hace parte

del andamiaje social y operativo de la empresa y al ejercer la subordinación y control propios

del empleador sobre sus trabajadores simplemente lo representa, pero no lo sustituye en los

contratos de trabajo ni genera un ente social nuevo.


Vale la pena decir que esta figura de representación se da por virtud de la ley laboral

(artículo 32 del Código Sustantivo del Trabajo), de un convenio o del reglamento interno de

trabajo y tiene por finalidad ejercer el poder subordinante durante la relación laboral. (Lea:

Sala Laboral explica diferencias entre contratista independiente y simple intermediario)

Por esta razón, quien actúa como representante o mandatario del empleador no es

responsable de las obligaciones laborales a cargo de aquella, en la medida en que el

representante no asume la condición de empleador, ni tampoco las responsabilidades que

competen a quien representa.

Así, el empleador, aun cuando delegue determinadas funciones como las de contratar

personal, dirigirlo, darle órdenes e instrucciones específicas respecto de la forma de

prestación del servicio o de la disciplina interna del establecimiento o entidad, sigue siendo el

titular de las obligaciones laborales, bien sea una persona natural o jurídica.

“Por el hecho de hacerse representar por una persona, delegado suyo, el empleador no

transfiere, ni puede exigir el compromiso de cubrir las acreencias laborales de los

trabajadores, ni estos pueden demandar su cumplimiento de los representantes del empleador,

pues ellos no tienen responsabilidad personal, dada su calidad de simples administradores”,

agrega el fallo.

Lo anterior quiere decir en la práctica que este representante tampoco responde

solidariamente por dichas acreencias, en tanto la ley no le asignó ningún tipo de

responsabilidad en relación con la materia (M. P. Rigoberto Echeverri Bueno)

CSJ Sala Laboral, Sentencia SL-39012018 (50062), Sep. 13/18.


8. Estipulaciones que desmejoren la situación del trabajador son ineficaces (Art 14,

15, 43)

Los derechos y prestaciones sociales establecidos en el Código Sustantivo del Trabajo

(CST) son el mínimo de derechos y garantías consagrados en favor de los trabajadores, los

cuales son irrenunciables. Por lo tanto, precisó el Ministerio del Trabajo, las estipulaciones

que afecten o desconozcan este mínimo no producen efecto alguno.

De acuerdo con los artículos 14 y 15 del CST, las disposiciones legales que regulan el

trabajo humano son de orden público y, por ende, los derechos y prerrogativas que ellas

conceden son irrenunciables, salvo los casos expresamente exceptuados por la ley. Las

transacciones en los asuntos laborales, por su parte, son válidas mientras no se trate de

derechos ciertos e indiscutibles.

Así las cosas, en los términos del artículo 43 del CST, son ineficaces las estipulaciones o

condiciones que desmejoren la situación del trabajador en relación con lo que establezcan la

legislación laboral, fallos arbitrales, pactos, convenciones colectivas y reglamentos de trabajo,

así como las que sean ilícitas o ilegales por cualquier aspecto.

En todo caso, el trabajo ejecutado en virtud de dichas estipulaciones, el cual constituye por

sí mismo una actividad lícita, da derecho al trabajador para reclamar el pago de sus salarios y

prestaciones legales por el tiempo que haya durado el servicio,

hasta que esa ineficacia se haya reconocido o declarado judicialmente.

Mintrabajo, Concepto 45974, nov. 28/18.


9. Establecen carga probatoria del trabajador y del empleador para determinar

contrato de trabajo (Art 24)

La Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia aseguró que para la configuración del

contrato de trabajo, se requiere que en la actuación procesal esté plenamente demostrada la

actividad personal del trabajador demandante a favor de la parte demandada y la continua

subordinación jurídica. (Lea: Conozca sobre carga de la prueba y jurisdicción en la

revocatoria del acto que reconoce derechos pensionales)

Sin embargo, el fallo precisa que no será necesaria la acreditación de la subordinación en

los casos en que se encuentre debidamente comprobada la prestación personal del servicio.

(Lea: Revisor fiscal puede ser vinculado por contrato laboral o por prestación de servicios)

Ello, toda vez que, en este evento, lo pertinente es hacer uso de la presunción legal

consagrada en el artículo 24 del Código Sustantivo del Trabajo, la cual indica que se presume

que toda relación de trabajo está regida por un contrato de trabajo, y puede ser desvirtuada

con la demostración del hecho contrario, es decir, que el servicio no se prestó bajo un régimen

contractual de índole laboral.

Así las cosas, al extrabajador o actor del proceso le basta con probar la prestación o la

actividad personal, para que se presuma el contrato de trabajo y es a la empleadora a quien le

corresponde desvirtuar dicha presunción con la que quedó beneficiado quien presta el

servicio, es decir, se hace un traslado de la carga probatoria. (Lea: El domicilio de un contrato

laboral no es el que determina la competencia judicial)

Lo anterior, soportado en el carácter tuitivo o protector de las normas del derecho al

trabajo, que le otorgan a quien alega su condición de trabajador una ventaja probatoria
consistente en probar la simple prestación del servicio a una persona natural o jurídica, para

que se presuma esa relación contractual laboral.

Por tal razón, le corresponde al empleador destruir tal presunción mediante la acreditación

de que la actividad contratada se ejecutó o realizó en forma autónoma, totalmente

independiente y no subordinada bajo un nexo distinto del laboral, lo que dependerá del

análisis de las pruebas del proceso (M.P. Gerardo Botero Zuluaga).

(Corte Suprema de Justicia, Sala Laboral, Sentencia SL-40272017 (45344), Mar.08/2017)

10. Corte Constitucional reprocha a entidades estatales abuso del contrato de prestación

de servicios (Art 23)

La Corte Constitucional reprochó la forma irregular como los poderes públicos han

utilizado la figura del contrato de prestación de servicios para enmascarar relaciones laborales

y evadir consistentemente el pago de prestaciones sociales, desconociendo, así, las garantías

especiales de la relación laboral que la Constitución consagra, dejando de lado, además, la

excepcionalidad de este tipo de contratación. (Lea: Las indicaciones de la Corte a jueces para

fallar vulneraciones a estabilidad laboral reforzada)

En ese contexto, recordó que solo existe una relación contractual regida por la Ley 80 de

1993 en los siguientes eventos:


(i) Cuando se acuerde la prestación de servicios relacionadas con la administración o

funcionamiento de la entidad pública.

(ii) Cuando no se pacte subordinación, porque el contratista es autónomo en el

cumplimiento de la labor contratada.

(iii) Cuando se acuerde un valor por honorarios prestados.

(iv) Cuando la labor contratada no pueda realizarse con personal de planta o se requieran

conocimientos especializados, es decir, cuando la entidad pública requiera adelantar labores

ocasionales, extraordinarias o que temporalmente exceden su capacidad organizativa y

funcional, pues se desdibujaría la relación contractual cuando se contratan por prestación de

servicios a personas que deben desempeñar exactamente las mismas funciones que, de manera

permanente, se asignan a los empleados públicos.

Contrato realidad

El fallo recuerda, también, que la teoría de la primacía de la realidad sobre las formas debe

ser aplicada, incluso por el juez constitucional, en aquellos casos en los cuales el Estado

encubra relaciones laborales, actuación que, a juicio de la corporación, implica desconocer,

por un lado, los principios que rigen el funcionamiento de la función pública, y, por otro, las

prestaciones sociales que son propias a la actividad laboral.

En estos eventos, para que proceda la declaración de existencia del contrato realidad el

operador judicial debe verificar el cumplimiento de los requisitos dispuestos en el artículo 23

del Código Sustantivo del Trabajo. (Lea: Contratista que pretende demostrar relación laboral

debe desvirtuar la naturaleza del contrato estatal)


No obstante, aclaró que, aun cuando se trata de relaciones laborales con el Estado, esa

declaración no significa que el trabajador adquiera la condición de empleado público, pues

sus características de vinculación a la administración son diferentes (M. P. Aquiles Arrieta).

Corte Constitucional, Sentencia T-723, dic. 16/16


Definición de transacción.

La definición de transacción la encontramos en el artículo 2469 del código civil

colombiano que señala en su primer inciso:

«La transacción es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un litigio

pendiente o precaven un litigio eventual.»

No es transacción el acto que sólo consiste en la renuncia de un derecho que no se disputa.

Conc. Código de Procedimiento Civil Artículo 340. Código Sustantivo del Trabajo,

Artículo 15

Nota General. Siguiendo el espíritu de la legislación civil colombiana se establece la

posibilidad de poner fin a un eventual o actual pleito o disputa mediante un acuerdo de las

voluntades en conflicto mediante la concesión recíproca.

Si hay un conflicto entre las partes, estas pueden negociar total o parcialmente los intereses

que se discuten y llegar a un acuerdo que se plasma en un contrato de transacción, que pone

fin a la discusión, e incluso puede poner fin al proceso civil que se lleve a cabo.

La misma norma señala en su inciso segundo que no hay transacción cuando una de las

partes simplemente renuncia a un derecho que no se disputa, de modo que sí lo es si se

renuncia a un derecho que se reclama.

En el contrato de transacción se puede transigir en cualquier aspecto relacionado a una

reclamación civil, más no penal.


Al respecto señala el artículo 2472 del código civil:

«La transacción puede recaer sobre la acción civil que nace de un delito; pero sin

perjuicio de la acción criminal.»

Se puede transigir las acciones civiles derivadas de una acción penal, pero nunca la acción

penal.

Efectos del contrato de transacción.

Cuando se firma un contrato de transacción, la discusión llega a su fin y transita a cosa

juzgada como lo señala el artículo 2483 del código civil:

«La transacción produce el efecto de cosa juzgada en última instancia; pero podrá

impetrarse la declaración de nulidad o la rescisión, en conformidad a los artículos

precedentes.»

Es decir que si las partes ya están inmersas en un proceso civil (demanda), el proceso

termina extrajudicialmente y transita a cosa juzgada respecto a los hechos o derechos objeto

de transacción.
Cualquiera de las partes podrá pedir la nulidad del contrato de transacción cuando no se ha

hecho en arreglo de la ley, pero si se hizo conforme a ley, por haber transitado a cosa juzgada

es inmodificable.

Características del contrato de transacción.

Al ser la transacción un contrato reviste unas características, que son las siguientes:

 Es consensual, se perfecciona con el solo consentimiento de las partes de llegar a un

acuerdo y ceder en sus pretensiones.

 Como todo contrato debe reunir los requisitos establecidos en las normas civiles para

que este revestido de validez.

 Es bilateral, ya que las obligaciones son para ambas partes, es decir, cumplir lo

establecido en el contrato de transacción.

 Es intuito persona, pues, esta se acepta en consideración a la persona con la que se

celebra, tan importante es esta característica, que, si se cree transigir con una persona y

se transige con otra, por esta causal se puede rescindir el contrato, según lo establecido

en el inciso segundo del artículo 2479 del código civil.

 Es un contrato nominado, ya que se encuentra regulado en el código civil a partir, del

artículo 2469 al 2487.

Respecto a la transacción la Corte Suprema de Justicia, sala de casación civil, en sentencia


de 22 de marzo de 1949, se refirió a que el contrato de transacción tiene condiciones para su
formación las cuales son las siguientes:
 El consentimiento de las partes.

 La existencia actual o futura de una desavenencia, disputa o desacuerdo entre las


mismas.

 La transacción supone reciprocidad de concesiones o de sacrificios por parte de cada


uno de los contratantes. Esta es la circunstancia que distingue la transacción de la
simple renuncia de un derecho, de la remisión de una deuda, del desistimiento.

Con todo, la transacción no deja de ser un contrato privado y bilateral con pleno efecto
para las partes.

En qué casos se puede pedir la nulidad y la recisión del contrato de transacción.

Como todo contrato, la transacción es susceptible de ser declarada nula o de pedirse la


recisión del contrato, pero esto no es arbitrario, sino cuando se incurra en las causales
establecidas para ello en el código civil.

Se considera viciada de nulidad la transacción en los siguientes casos:

 Cuando se ha obtenido la transacción por títulos falsificados, o cuando se ha incurrido


en dolo o se ha obtenido por violencia.
 Cuando se ha incurrido en error respecto a la identidad del objeto sobre el que recae la
transacción.
 Cuando se ha celebrado por mandatario que no está legalmente facultado.

 También adolece de nulidad la transacción que se ha celebrado cuando estuviere


terminado el litigio por sentencia, y que las partes o alguna de ellas no haya tenido
conocimiento al tiempo de transigir, según lo estipulado en el artículo 2478.

 Además, se puede alegar la nulidad de la transacción cuando se haya celebrado por


una persona incapaz, cuando la declaración de voluntad adolezca de vicio, y cuando
recae sobre un objeto o causa ilícita.
Se puede pedir la rescisión de la transacción, en los siguientes casos:

Debido al carácter de intuito persona de la transacción, se puede pedir la rescisión de la


transacción cuando se cree celebrar el contrato con una persona y se hace con otra; ya que si
se transige con una persona no se le puede alegar la transacción a otra, como lo expresa el
artículo 2479 en su último inciso, el cual dice lo siguiente:

«De la misma manera si se transige con el poseedor aparente de un derecho, no puede


alegrase esta transacción contra la persona a quien verdaderamente compete el derecho.»

También puede rescindirse la transacción cuando por títulos auténticos, conste que una de las
partes no tenía derecho alguno sobre el objeto de la transacción, pero los títulos debieron ser
desconocidos por la parte cuyos derechos se favorecen al momento de celebrarse la
transacción.
Qué es la OIT

La OIT es el organismo de las Naciones Unidas dedicado a promover la justicia social y

los derechos laborales. Se trata del único organismo de Naciones Unidas de naturaleza

tripartita: cuenta con representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores en su estructura

de gobernanza. Esta estructura tripartita hace de la OIT un foro único en el que los gobiernos

y los interlocutores sociales de sus 187 Estados Miembro pueden debatir de forma libre y

abierta para estimular el crecimiento del empleo decente a través de empresas sostenibles.

Asimismo, les permite promover los derechos en el lugar de trabajo, mejorar la protección

social y fortalecer el diálogo social.

La Oficina Internacional del Trabajo es la secretaría permanente de la OIT. Es el punto

focal del conjunto de actividades de la OIT, que prepara bajo el escrutinio del Consejo de

Administración (CA). El CA es el órgano ejecutivo de la OIT y se reúne tres veces al año (en

marzo, junio y octubre/noviembre). Toma decisiones sobre las políticas de la OIT, determina

el orden del día de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), aprueba el programa y el

presupuesto provisionales de la organización para su presentación a la CIT y elige al Director

General.

Los mandantes tripartitos de la OIT se reúnen en la CIT, que se celebra cada año en

Ginebra. Cada Estado Miembro está representado por una delegación formada por al menos

dos delegados gubernamentales, un delegado de los empleadores y un delegado de los

trabajadores, así como sus respectivos asesores. La CIT, que a menudo se denomina
parlamento internacional del trabajo, desempeña varias tareas principales. En primer lugar, se

encarga de la redacción y aprobación de las nuevas Normas Internacionales del Trabajo (NIT)

y la revisión, retirada y derogación de las NIT obsoletas. La CIT también supervisa la

aplicación de los Convenios y Recomendaciones a nivel nacional mediante la Comisión de

Aplicación de Normas (CAN). Además, la Conferencia constituye un foro en el que se

debaten cuestiones sociales y laborales importantes en todo el mundo, como el futuro del

trabajo. Asimismo, la CIT puede aprobar resoluciones que proporcionan directrices para las

políticas generales de la OIT y para sus actividades futuras. Por último, cada dos años, la CIT

aprueba el programa de trabajo y presupuesto bienal de la OIT, que está financiado por los

Estados Miembro.
REFERENCIAS

https://www.gerencie.com/caracteristicas-del-contrato-de-

transaccion.html#:~:text=La%20definici%C3%B3n%20de%20transacci%C3%B3n

%20la,o%20precaven%20un%20litigio%20eventual.%C2%BB

https://www.notinet.com.co/codigos/capitulos.php?id=2831#:~:text=ARTICULO

%202469.,derecho%20que%20no%20se%20disputa.

https://www.ioe-emp.org/es/organizaciones-internacionales/organizacion-

internacional-del-trabajo-oit

https://www.ambitojuridico.com/ResultadosDeBusqueda?q=codigo%20sustantivo

%20del%20trabajo

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