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(BHE):El balance hídroelectrolítico es el resultado de comparar el volumen, tanto de los líquidos y electrolitos recibidos como
perdidos, enmarcando esta comparación dentro de un período de tiempo determinado, habitualmente 24 horas.
Importancia:
El mantenimiento del balance hídroelectrolítico permite ajustar la excreción de agua y electrolitos (sodio, potasio, etc.) para
que sean iguales las entradas en el organismo.El balance entre la ingesta de líquidos y las pérdidas tiene gran importancia y
cualquier alteración del mismo puede poner en peligro la vida del individuo. Por ejemplo, un adulto sano y bien nutrido
puede vivir incluso 60 o 70 días sin consumir alimento, dependiendo evidentemente de las reservas de grasa que tenga, pero
sin agua la muerte se produce en pocos días.
Las pérdidas de agua incluyen la eliminada por orina, heces, por evaporación a través de la piel y a través de la respiración.
Estas pérdidas aumentan considerablemente cuando se produce una mayor sudoración como consecuencia del calor
ambiental o de la realización de ejercicio físico intenso y en situaciones de diarrea, infección, fiebre o alteraciones renales.
Una ingesta elevada de agua no presenta problemas fisiológicos en una persona sana, porque el exceso se elimina fácil y
rápidamente por los riñones. Pero una ingesta baja puede tener efectos desastrosos. La hipo hidratación se corrige por una
mayor ingesta de agua a través de los alimentos y las bebidas, mediada por la sensación de sed, mecanismo muy efectivo
haciendo beber después de periodos de privación de líquidos. Se cuantificará diuresis en todo paciente crítico, en aquellos
que requieran terapia con líquidos endovenosos o todo paciente que se considere de riesgo para alteraciones del equilibrio
hidroelectrolítico.
Agua corporal:
El agua es el componente más abundante del cuerpo humano. Es el disolvente generalmente del organismo, con
propiedades especiales, como la de una notable conductividad térmica, que permite mantener la temperatura en todos los
sectores del medio interno; por su calor latente de la evaporización actúa como agente de termorregulación por medio de la
evaporación. El organismo pierde continuamente agua por medio de la evaporación la piel y los pulmones en forma de vapor;
la evaporación del agua absorbe mucho más calor que si se evaporara de cualquier otro liquido.
El agua constituye el 60% del peso corporal total y se distribuye en dos compartimientos: el intracelular (LIC) y el extracelular
(LEC).
El líquido corporal se localiza en dos compartimientos. El espacio intracelular (liquido en el interior de las células) y espacio
extracelular (liquido al exterior de las células. Alrededor de 2 terceras partes se encuentra en el compartimento del líquido
intracelular, que se localiza fundamentalmente en la masa del musculo esqueletico).
El compartimento de líquidos extracelular se subdivide en los espacios intravascular, intersticial y transcelular. El espacio
intravascular (el líquido que se encuentra en los vasos sanguíneos) contiene plama: de un promedio de 6L de sangre casi 3L
están constituidos de plasma. Los otros tres litros constan de eritrocitros y trombocitos: El espacio intersticial contiene el
líquido que rodea la célula y suma cerca de ocho litros en el adulto (La linfa). El espacio transcelular es la división más
pequeña del liquido intracelular y contiene cerca de un 1L en cualquier momento dado (estos son el liquido cefalorraquídeo,
pericárdico, sinovial, intraocular y pleural, además del sudor y las secreciones digestivas).
El líquido corporal por lo general se desplaza entre los dos compartimentos principales con la finalidad de mantener un
equilibrio entre los espacios. La pérdida extracelular en un espacio que no contribuye al equilibrio entre este líquido y el
intracelular recibe el nombre de desplazamiento a un tercer espacio.
La disminución del gasto urinario a pesar de un tratamiento adecuado con líquidos es un indicio temprano de
desplazamiento de líquido a un tercer espacio. Otros signos y síntomas de la formación de un tercer espacio que indican
deficiencias en el volumen de líquido intravascular se encuentran elevación de aumento de frecuencia cardiaca, hipotensión,
disminución de la presión venosa central, edema, aumento de peso y desequilibrio en el balance de líquidos. El tercer espacio
suele ocurrir en casos de ascitis, quemaduras, peritonitis, obstrucción intestinal y hemorragia masiva hacia una cavidad
corporal.
Riñones:
Revisten importancia vital para la regulación del equilibrio de líquidos y electrolitos, filtran normalmente 170L/día de plasma
en adultos, con una excreción de apenas 1.5 litros de orina. Actúan de manera autónoma y como respuesta a mensajeros
químicos presentes en la sangre, como la aldosterona y hormona anridiurética. Entre la funciones de los riñones para
mantener el equilibrio normal de líquidos se encuentra.
Regulación del volumen y la osmolaridad del líquido extracelular mediante excreción y retención selectiva de líquidos
corporales.
Regulación de las concentraciones de electrolitos en el líquido extracelular por retención y excreción selectiva de las
sustancias necesarias e innecesarias.
Regulación del ph del liquido extracelular por excreción o retención de iones de hidrogeno.
Excreción de productos de desechos metabólicos y sustancias toxicas.
Pulmones:
Desempeña funciones vitales en el mantenimiento de la homeostasis. En adultos sanos estos órganos excretan 300cc/día de
agua mediante la exhalación. Esta excreción aumenta cuando hay estados anormales como hiperpnea (respiración profunda
anormal) o tos continua. Se reduce cuando se administra ventilación mecánica con humedad excesiva.los cambios normales
de la vejes disminuyen la función respiratoria y esto hace más difícil la regulación del pH en ancianos con traumatismo o
enfermedades importantes.
Hipófisis:
El hipotálamo sintetiza la hormona antidiurética que se almacena en el lóbulo posterior de la hipófisis y se libera en la medida
necesaria. Esta sustancia, a veces llamada hormona conservadora de agua, hace que el cuerpo retenga agua. Sus funciones
abarcan el mantenimiento de la presión osmótica celular por regulación de la retención o excreción renal de agua y la
regulación del volumen sanguíneo.
Gandulas Suprarrenales:
El aumento de la secreción de aldosterona causa retención de sodio y excreción de potasio. A la inversa, la disminución de la
secreción de esta hormona se acompaña de excreción de agua y sodio y retención de potasio.
Gandulas Paratiroides:
Regulan el equilibrio de calcio y fosfato por medio de la hormona paratiroides PTH. Esta influye en la resorción ósea, la
absorción de calcio y la resorción de este último elemento en los túbulos renales.
Electrolitos:
Un electrolito es una sustancia que al disolverse en agua, da lugar a la formación de iones y que permiten que la energía
eléctrica pase a través de ellos. Los electrolitos pueden ser débiles o fuertes, según estén parcial o totalmente ionizados o
disociados en medio acuoso. Un electrolito fuerte es toda sustancia que al disolverse en agua lo hace completamente y
provoca exclusivamente la formación de iones con una reacción de disolución prácticamente irreversible. Un electrolito débil
es una sustancia que al disolverse en agua lo hace parcialmente y produce iones parciales, con reacciones de tipo reversible.
Los electrolitos generalmente existen como ácidos, bases o sales.
Un electrolito se describe como concentrado si tiene una alta concentración de iones; o diluido, si tiene una baja
concentración. Si una alta proporción del soluto disuelto se disocia en iones, la solución es fuerte; si la mayor parte del soluto
permanece no ionizado la solución es débil.
Los electrolitos juegan un papel importante en los seres vivos. Ayudan a mantener el fluido adecuado y el balance ácido-base
dentro del cuerpo. Algunos de los cationes biológicos más importantes son Na+, K+, Ca2+ y Mg. Además del Cl-, los aniones
más importantes son los aniones poliatómicos. Un ión poliatómico es un ión que contiene más de un átomo. Por ejemplo, el
ión bicarbonato, es un anión compuesto de cinco átomos.
Sodio, ayuda a la regulación de la hidratación, disminuye la pérdida de fluidos por la orina y participa en la transmisión de
impulsos electroquímicos a través de los nervios y músculos. La transpiración excesiva provoca pérdida de sodio.
Calcio, participa en la activación de nervios y músculos y en la contracción muscular. Es el principal componente de huesos y
dientes. Actúa como un ión esencial para muchas enzimas y es un elemento de proteínas y sangre, que fortalece las
funciones nerviosas.
Magnesio, participa en la activación enzimática, en el metabolismo de proteínas en la función muscular. Las principales
fuentes dietéticas incluyen cereales, nueces, productos lácteos y vegetales de hoja verde.
El magnesio ejerce sus efectos fisiológicos en el sistema nervioso, en forma semejante al calcio. Una elevación en su
concentración sanguínea produce sedación y depresión del sistema nerviosos central y periférico, una concentración baja
determina desorientación y convulsiones. La pérdida de cualquiera de los electrolitos ocasiona cambios en la función
metabólica, que se pueden ver reflejados de diversas maneras: mareos, desmayos, pérdida de peso, inconsciencia y otros
síntomas.
Electrolito Rango
Sodio 135 a 145 meq/l
Alteraciones Hidroelectrolíticas:
Signo y síntomas:
Anorexia, náusea y vómito, cefalea, letargo, confusión, calambres musculares, espasmo muscular, convulsiones,
papilederma.
Signo y síntomas:
Sed, elevación de la temperatura corporal, lengua seca y edematizada, membranas mucosas pegajosas, alucinaciones,
letargo, intranquilidad, irritabilidad, convulsiones focales o generalizadas de gran mal, edema pulmonar.
Hipovolemia:
Es una disminución del volumen circulante de sangre debido a múltiples factores como hemorragias,
deshidratación, quemaduras, entre otros.
Ocurre cuando se pierde agua y electrolitos en la misma proporción en que están presentes en los líquidos corporales
normales, de tal manera que no se modifique la proporción de los electritos séricos en el agua. No debe confundirse con la
deshidratación, que consiste en pérdida de agua nada más, con aumento en la concentración sérica de sodio. La Hipovolemia
puede aparecer sola o en combinación con otros desequilibrios. A menos que estén presentes estos últimos la concentración
sérica de electrolitos permanece prácticamente sin cambios.
Signo y síntomas:
Pérdida aguda de peso, disminución en la turgencia cutánea, oliguria, orina concentrada, pulso débil y rápido, prolongación
en el tiempo de! llenado capilar, presión venosa central baja, hipo tensión arterial, venas del cuello aplanadas, mareo,
debilidad, sed y confusión, taquicardia, calambres musculares.
Hipervolemia:
Es la expansión isotónica del líquido extracelular a causa de retención anormal de agua y sodio en las mismas proporciones en
que puede existir en el medio extracelular. Este exceso siempre es secundario al aumento del contenido corporal total de
sodio, que a su vez origina aumento del agua corporal total. El exceso del volumen de líquidos se deriva de una simple sobre
carga de líquidos o de disminución del funcionamiento de los mecanismos homeostáticos que regulan su equilibrio.
Signo y síntomas:
Aumento agudo de peso, edema, distensión en las venas yugulares, estertores crepitantes y elevación de la presión venosa
central, disnea, hipertensión arterial, pulso saltón y tos.
La hipocaliemia:
Es la concentración sérica subnormal de potasio; en general, indica un déficit real de las reservas totales de este electrolito,
Esta anomalía puede surgir en pacientes con reservas normales; sin embargo, cuando hay alcalosis, ocurre un
desplazamiento transitorio de potasio sérico hacia el medio intracelular.
Signo y síntomas:
Fatiga, anorexia, náusea y vómito, debilidad muscular, disminución de la motilidad intestinal, asístole o fibrilación ventricular,
parestesias, calambres de piernas, hipotensión arterial, íleo, distensión abdominal, reflejos hipoactivos.
Hipercaliemia:
Se refiere a una concentración sérica de potasio mayor de lo normal; lo cual es excepcional en sujetos con función renal
normal. Al igual que la hipocaliemia, la hipercaliemia con frecuencia se debe a causas yatrógenas (inducidas por
tratamientos). Aunque la hipercaliemia es menos común que el déficit de potasio, en general es más peligrosa, porque el
paro cardíaco se relaciona más a menudo con concentraciones séricas elevadas de potasio.
Signo y síntomas:
Debilidad muscular vaga, bradicardia, arritmias, parálisis fláccida, parestesias, cólico intestinal, calambres, irritabilidad,
angustia. Electrocardiograma: ondas T amplias y acuminadas, intervalo PR y duración QRS prolongados, ausencia de ondas p.
La hipocalcemia:
Es la concentración sérica de calcio menor de lo normal y surge en diversas situaciones clínicas. Sin embargo, es factible que
haya déficit de calcio corporal total (como en la osteoporosis) con normocalcemia. El reposo en cama en los ancianos con
osteoporosis es peligroso debido a la disminución del metabolismo del calcio y al aumento en la resorción ósea asociada con
la inmovilización
Signo y síntomas:
Entumecimiento, hormigueo en los dedos de manos y pies y en la zona que rodea la boca, signos positivos de Trousseau y de
Chvostek, convulsiones, espasmo carpopedal, reflejos tendinosos profundos hiperactivos, irritabilidad, broncospasmo.
Electrocardiograma: intervalo QT prolongado.
La hipercalcemia:
Es el exceso de calcio en el plasma. Se trata de un desequilibrio peligroso cuando es grave, de hecho, la crisis hipercalcémica
tiene una tasa de mortalidad de hasta 50% si no se trata de inmediato.
Signo y síntomas:
Debilidad muscular, estreñimiento, anorexia, náusea y vómito, poliuria y polidipsia, reflejos tendinosos profundos
hipoactivos, letargo, dolor óseo intenso y rasgos patológicos. Electrocardiograma: intervalo QT corto, bradicardia, bloqueo
cardiaco.
La hipomagnesemia:
Se refiere a una concentración sérica de magnesia menor de lo normal. Cerca de un tercio del magnesio sérico está unido a
proteínas, en tanto que los dos tercios restantes están en forma de cationes libres (Mg++). Al igual que en el caso del calcio,
la fracción ionizada participa en la actividad neuromuscular y en otros procesos fisiológicos. La hipomagnesemia es un
desequilibrio común en pacientes graves o en situaciones agudas, aunque es frecuente pasarla por alto.
Signo y síntomas:
Irritabilidad neuromuscular, signos positivos de Chvosrek y Trousseau, insomnio, cambios en el estado de ánimo, anorexia y
vómito.
La hípermagnesemia:
Consiste en una concentración sérica de magnesia mayor que lo normal. Es factible que haya hípermagnesemia falsa cuando
ocurre hemólisis en las muestras de sangre que se extraen éstas de una extremidad a la que se aplicó un torniquete
demasiado apretado. La hípermagnesemia puede presentarse en personas con cetoacidosis diabética no tratada cuando el
catabolismo provoca liberación de magnesio celular que no puede excretarse debido a la disminución considerable del
volumen de líquidos y la oliguria resultante.
Signo y síntomas:
Bochornos, hipotensión, somnolencia, reflejos hipoactivos, depresión respiratoria, paro cardiaco y coma, diaforesis.
Electrocardiograma: taquicardia - bradicardia, intervalo PR y QRS prolongados.
Bomba sodio-potasio.
La bomba de Na+/K+ se encarga de mantener el gradiente electroquímico entre el interior y el exterior de la
célula hay grandes diferencias en la concentración de muchas sustancias, entre ellas el sodio y el potasio. El Na+
se encuentra más concentrado en el exterior y el potasio en el interior, por diferencias de concentración el sodio
tiende a entrar a la célula por difusión (hasta igualar concentraciones) y el potasio a salir. Asimismo, hay una
diferencia de potencial a través de la membrana celular, con el interior negativo, lo que tiende a aumentar la
fuerza que atrae al sodio hacia al interior y disminuir la de salida del potasio.
Ese potencial electroquímico es energía potencial "almacenada".
La bomba de sodio/potasio saca ("bombea") a los iones sodio hacia el exterior y mete al potasio al interior. Sin la
bomba Na/K entraría el sodio y saldría el potasio hasta llegar al equilibrio.
Se le dice bomba porque usa energía para mover estos iones desde donde están menos concentrados hacia
donde están más concentrados (en contra de su gradiente electroquímico). Al contrario, los iones sodio entran (y
los potasio salen) sin gastar energía.
Equilibrio acido-base:
Ocurre cuando la tasa metabólica de producción de ácidos o bases por parte del organismo iguala la tasa metabólica de su
excresión. El resultado del equilibrio acido-base es una concentración estable de iones hidrogeno en los líquidos corporales.
La acidosis de brecha aniónica normal es resultado de la pérdida directa de bicarbonato, como sucede en casos de diarrea,
fístulas intestinales bajas, ureterostomías y uso de diuréticos, insuficiencia renal temprana, administración excesiva de
cloruro y administración de nutrición parenteral sin bicarbonato o solutos productores de bicarbonatos (como el Iactato). La
acidosis de brecha anionica normal también se conoce como acidosis hiperclorémica.
La acidosis de brecha aniónica amplia resulta de una acumulad6n excesiva de ácido fijo. Si aumenta a 30 meq/L o más, se
presenta acidosis metabólica de brecha aniónica amplia, sin importar los valores de pH y HCO3-. Ocurre en casos de
cetoacidosis, acidosis láctica, fase tardía de envenenamiento por salicilatos, uremia, intoxicación por metanol o etilenglicol y
cetoacidosis con inanición.
Signos y síntomas:
Los signos y síntomas de acidosis metabólica varían según su gravedad. Suelen abarcar cefalea, confusión, somnolencia,
aumento de la frecuencia y profundidad respiratoria, náuseas y vomito. La vasodilatación periférica y disminución del gasto
cardíaco aparecen cuando el pH cae por debajo de siete. Otros hallazgos durante la valoración física incluyen disminución de
la presión arterial, piel fría y húmeda, arritmias y choque.
Es probable que las causas más comunes sea vomito o aspiración gástrica con pérdida de iones de hidrogeno y cloruro. Otras
situaciones que predisponen a alcalosis metabólica abarcan las relacionadas con pérdida de potasio, como el uso de
diuréticos que favorecen la excreción e potasio (por ejemplo, tiazidas, furosemida), y el exceso de hormonas adrenocorticales
(como ocurre en el hiperaldosteronismo y el síndrome de Cushing).
El consumo excesivo de álcalis a partir de antiácidos que contienen bicarbonato o del uso de bicarbonato de sodio durante la
reanimación cardiopulmonar, también puede causar alcalosis metabólica.
Signos y síntomas:
Hormigueo en dedos de manos y pies, mareo y músculos hipertonicos.
Las respiraciones se deprimen debido a una acción compensatoria de los pulmones; también pueden presentarse
taquicardias auriculares. Se observan trastornos ventriculares, menor motilidad e íleo paralítico a medida que el pH aumenta
a más de 7:6 y surge hipocaliemia.
Signos y síntomas:
Los signos clínicos de acidosis respiratoria crónica y aguda son variables. La hipercapnía súbita (aumento de la PaCO2) puede
acelerar la frecuencia respiratoria y del pulso, aumentar la presión arterial y causar confusión mental y una sensación de
plenitud en la cabeza. Si la acidosis respiratoria es grave, puede aumentar la presión intracraneal y originar papiledema y
dilatación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva.
Signos y síntomas:
Los signos clínicos consisten en aturdimiento a causa de vasoconstricción y disminución del flujo sanguíneo cerebral,
incapacidad para concentrarse, entumecimiento y hormigueo derivados de disminución de la ionización del calcio, tinnitus y,
en ocasiones, pérdida de la conciencia.
Gasometría:
La gasometría se utiliza con frecuencia para identificar los trastornos acido básicos específicos y el grado de compensación
que ha ocurrido. Aunque por lo general se basa en una muestra de sangre arterial, cuando esta última no puede obtenerse,
se recurre a una muestra venosa mixta.
Hipovolemia:
-Se mide y analiza el consumo y gasto del líquido cuando menos a intervalos de 6 horas, a veces está indicada las mediciones
de cada hora.
-Se vigila el peso corporal diario; una perdida aguda de 0.5 kilos equivale a una pérdida de líquidos de más o menos 500cc.
-Control de signos vitales: se debe presentar atención al pulso débil y rápido así como a la hipotensión postural (una caída de
la presión sistólica mayor de 15mmhg cuando se cambia de posición supina o dorsal).
-Vigilar la turgencia de la piel y la lengua de forma periódica, la mejor forma de medir la turgencia cutánea es tomar entre los
dedos la piel del esternón, cara interna de los muslos o frente.
-La concentración de la orina se vigila al medir la densidad de la misma. En pacientes con hipovolemia dicha densidad es
mayor de 1020.
Hipervolemia:
-Se mide el ingreso y pérdida de líquidos a intervalos constantes para identificar la retención excesiva de los mismos.
-Control de peso diario para observar si hay algún aumento agudo de peso.
-Valorar los ruidos respiratorios a intervalos regulares sobre todo si se administran soluciones parenterales.
-vigilar el grado de edemas en las partes corporales inferiores como pies y tobillos en individuos que deambulan y la región
sacra en los que permanecen de reposo en cama.
Hiponatremia:
-Vigilar ingreso y pérdida de líquido.
-Peso diario.
-Registrar pérdidas anormales de sodio. Vigilar manifestaciones gastrointestinales como anorexia, nauseas, vomito y cólicos
abdominales.
- Prestar atención en cambios de sistema nervioso central como letargo, espasmos, musculares y confusiones.
Hipernatremia:
-Vigilar perdidas e ingreso de líquidos prestando atención al consumo escaso de agua o a su pérdida excesiva, así como
también al consumo excesivo de sodio.
-Obtener información de algún medicamento que consuma el paciente ya que alguno de estos pueden tener un alto
contenido de sodio.
-Vigilar cambios de inquietud, desorientación y retardo.
-Ofrecer líquidos al enfermo a intervalos constantes, en especial si se trata de una persona debilitada que no percibe la sed ni
responde a ella.
-Notificar al médico si persiste el consumo deficiente de líquidos para planear vías alternas.
-Cuando el nivel de conciencia esta alterado o hay otra incapacidad que interfiera con el consumo de líquidos por vía oral,
suele prescribirse por otras vías.
Hipocaliemia:
-vigilar la presencia de fatiga anorexia, debilidad muscular, disminución de la motilidad, parestesias o arritmias.
-Vigilancia permanente de pacientes que reciban digitalicos, ya que estos producen deficiencia de potasio.
-Al administrar el potasio debe medirse con frecuencia el gasto urinario ya que la disminución del volumen urinario de unos
20cc/hora durante dos horas consecutivas es indicación suficiente para detener la administración de potasio hasta que se
realice una nueva valoración del paciente.
Hipercaliemia:
-Vigilar signos de debilidad muscular y arritmias.
-Tomar nota de la presencia de parestesias y síntomas gastrointestinales como nauseas y cólicos intestinales.
-Corroborar los valores extremadamente altos ya que pueden ser incorrectos.
Al tomar muestras de sangre para potasio llevarlas de inmediato para el laboratorio ya que la hemolisis de la sangre origina
concentración sérica de potasio falsa.
Hipocalcemia:
-Vigilar estrechamente las vías respiratorias ya que pueden surgir estridor laríngeo.
-Educar a las personas con osteoporosis sobre la necesidad de consumir alimentos que contengan calcio si este no se digiere
en la dieta.
-Enseñarlos sobre la importancia del ejercicio regular para disminuir la perdida ósea.
-Orientarlos sobre el consumo de algunas sustancias que inhiben la adsorción de calcio.
Hipercalcemia:
-Aconsejar a los pacientes hospitalizados a deambular y a los que asisten a consulta externa, la importancia que tiene el
caminar con frecuencia.
-Administrar líquidos que contengan sodio, a menos que este contra indicado por la presencia de otros padecimientos, ya
que el sodio favorece a la excreción de calcio.
-Orientar a los enfermos que sean dados de alta que deben tomarse de 3 a 4 litros de agua diario si la patología se los
permite.
-Vigilar a los pacientes que consuman medicamentos digitalicos ya que el aumento en el consumo de calcio intensifica los
efectos de los digitalicos.
-Informar al paciente de la necesidad de consumir alimentos con alto contenido de residuo para compensar la tendencia al
estreñimiento.
Hipomagnesemia:
-Vigilar de cerca los pacientes que consumen digitalicos ya que el déficit de magnesio pre dispone a intoxicación por dichos
agentes.
-Si la hipomagnesemia es grave se debe estar preparado para tomar medidas preventivas contra las convulsiones.
-Vigilar si hay disfagia que puede aparecer en este trastorno de modo que este reflejo debe probarse con agua antes de
darle alimento o medicamentos orales.
-Orientar a los pacientes sobre el consumo excesivo de alcohol ya que este produce la pérdida anormal de magnesio.
Hípermagnesemia:
-Vigilar los signos vitales tomando nota de la presencia de hipotensión y respiración anormal.
-Verificar si hay disminución de los reflejos rotulianos y cambios en el nivel de conciencia.
-Evitar por completo la administración de medicamentos que contengan magnesio en personas con insuficiencia renal o con
riesgo de sufrir la misma.
-Orientar a los pacientes sobre la importancia de no tomar fármacos que se expendan sin receta médica.
GLOSARIO
Difusión: proceso mediante el cual los solutos se desplazan de una región de mayor concentración a otra de menor
concentración. La difusión no requiere gasto de energía.
Osmolalidad: número de osmoles (unidad estándar de la presión osmótica) por kilogramo de solución. Se expresa como
mosm/kg. En la práctica clínica se utiliza con más frecuencia que la osmolaridad para valorar suero y orina. Además de la urea
y la glucosa, el sodio contribuye con mayor número de partículas a la osmolalidad.
Osmolaridad: número de osmoles, unidad estándar de presión osmótica por litro de solución.
Se expresa como miliosmoles por litro (mosm/L). Se utiliza para describir la concentración de solutos o partículas disueltas.
Osmosis: movimiento de líquido a través de una membrana semipermeable de una región de concentración baja de solutos a
una de concentración alta de solutos; el proceso continúa hasta que las concentraciones de solutos son iguales en ambos
lados de la membrana.
Presión hidrostática: presión que crea el peso del líquido contra la pared del envase que lo contiene. En el cuerpo, esta
presión en los vasos sanguíneos resulta del peso del propio líquido y de la fuerza resultante de la contracción cardíaca.
Solución isotónica: solución que tiene la misma osmolalidad que el suero y otros líquidos corporales. La osmolalidad se ubica
el rango normal del suero (280 a 300 mosm/L).
Transporte activo: bomba fisiológica que desplaza líquido de una región de menor concentración a otra de mayor
concentración; el transporte activo requiere trifosfato de adenosina como fuente de la energía.
Bulimia: Deseo insaciable de comer que suele caracterizarse por episodio de ingestión continúa de alimentos seguidos por
otros de depresión nerviosa.
Papilidema: Tumefacción del disco óptico, visible en la exploración oftalmoscopica del fondo del ojo causada por un aumento
de la presión intracraneal.
Oliguria: Disminución de la capacidad de formación y eliminación de orina, de forma que los productos finales del
metabolismo no pueden ser excretados eficientemente.
Trousseau: Signo de prueba diagnóstica de la tetania latente que consiste en inducir espasmos del carpo al inflar el manguito
de un esfigmomanómetro alrededor del brazo a una presión superior a la sistólica durante 3 minutos. Resulta positiva en la
hipocalcemia y en la hipomagnesemia.
Tinnitus: Zumbido de uno de los 2 oídos, puede ser indicativo de traumatismo acústico, otosclerosis.
Estridor: Sonido respiratorio anómalo de tono musical y alta frecuencia producido por la existencia de una obstrucción en la
tráquea o en la laringe.