Está en la página 1de 8

EL DISEÑO INSTRUCCIONAL DESDE EL ENFOQUE DE LA TEORÍAS

CONDUCTISTA Y COGNITIVISTA

Hoy por hoy se han generado constantes cambios en la educación por la


integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), lo que
ha llevado a que las instituciones educativas, desde escuelas primarias hasta
instituciones de educación superior, se encuentren cada vez más interesadas en
el uso de nuevas metodologías para su proceso educativo, con el fin de poner a
prueba nuevos métodos de enseñanza aprendizaje y adaptar las situaciones
pedagógicas a las demandas de un mundo en constante cambio y transformación.

Esto implica todo un desafío para directivos, docentes, padres de familia y


estudiantes que deben buscar la manera de innovar su quehacer pedagógico para
lograr altos estándares de calidad y alcanzar sus objetivos. Esta situación implica
tener un profesorado muy capacitado y motivado, padres de familia conscientes de
los nuevos retos que se les plantean a sus hijos y directivos docentes con gran
capacidad de visión y liderazgo. Para ello será necesario, según Agudelo (2009):
Disponer de herramientas tecnológicas que permitan al
profesor tener más autonomía sobre el diseño y la gestión de
los cursos y que permitan a los estudiantes llevar a cabo su
proceso de aprendizaje en ambientes articulados que
contengan todos los elementos necesarios, desde los
materiales hasta las actividades de aprendizaje (p.2).

Es por esta razón que las instituciones han partido de la idea de adoptar
plataformas para crear, publicar y desarrollar cursos que logren articular los
aspectos claves de un proceso educativo en ambientes virtuales de aprendizaje.
Dichos cursos se caracterizan en su mayoría por poseer una complejidad didáctica
y pedagógica en sus contenidos, los cuales se encuentran asociados a elementos
como: actividades de diagnóstico, objetivos de aprendizaje, materiales educativos,
estrategias didácticas, actividades de aprendizaje y mecanismos de evaluación,
entre otros.
De ahí que, en este momento para las instituciones de educación, juegue un
papel importante el diseño instruccional en tanto es considerado por Agudelo
(2009) como un “…proceso sistémico, planificado y estructurado que se debe
llevar a cabo para producir no sólo materiales educativos, sino recursos
educativos completos, eficaces y efectivos”. (p. 2). Lo que hace inferir, que los
mismos integren guías, contenidos y actividades, cuyo fin es desarrollar en el
estudiante las competencias suficientes para el aprendizaje. Además, es a través
de este proceso que se logran detallar las actividades de diseño, desarrollo,
implementación y evaluación de propuestas formativas.

Por tanto, se asume que el diseño instruccional es la organización del


contenido, de los medios instruccionales y los recursos educativos a través de una
secuencia de guías o un conjunto de estrategias que proveen los procedimientos
para la producción de instrucciones y ayudas al fortalecimiento de la enseñanza,
pero con la finalidad que los sujetos procesen información, la comprendan y la
aprendan. Es así como Londoño (2011) expresa que el diseño instruccional “…es
un proceso coherente, planificado y estructurado que posibilita la producción de un
sinfín de materiales educativos adaptados a las necesidades del estudiante,
velando por la calidad educativa de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.”
(p. 36). Lo que quiere decir que, los estudiantes tienen que entender las
debilidades y fortalezas de cada material educativo de aprendizaje para poder
optimizar su uso en el diseño de la estrategia adecuada.

En este orden de ideas, los diferentes modelos instruccionales han


evolucionado a la par de las teorías del aprendizaje, éstas son por excelencia el
basamento teórico para que los primeros estudien los elementos que guían la
enseñanza y el aprendizaje. Los modelos instruccionales basados en las teorías
conductistas deben activar comportamientos determinados y observables,
manteniendo continuidad, repetición, retroalimentación y refuerzo. Los modelos
cognitivistas requieren activar procesos cognitivos generando aprendizajes
significativos por medio de la instrucción. Mientras que los modelos instruccionales
basados en el constructivismo deben dar al estudiante experiencias significativas
reales, contextualizadas que le permitan adquirir nuevos aprendizajes al
estudiante. Es por ello, que a razón de estudio del presente ensayo se tomará en
consideración los dos primeros.

En primer lugar, el conductismo según Navarro (1989) “…tiene sus bases en la


psicología y está orientado a la predicción y control de la conducta, tratando sólo
los eventos observables que pudieran definirse en términos de estímulos y
respuestas; siendo éstas predecibles, manipulables y controlables.” (p. 87). Lo que
indica que, para los conductistas, las características innatas son irrelevantes, sólo
se dan conexiones o asociaciones a través de los estímulos provenientes del
medio, por lo que es a través de éstas que se desarrolla el sujeto. Asimismo, el
aporte del conductismo a la educación se fundamenta en la importancia de
controlar y manipular los eventos del proceso educativo, para lograr en el
estudiante la adquisición o la modificación de conductas a través de la
manipulación del ambiente; dichos cambios conductuales son el aprendizaje
de conductas, habilidades o actitudes. (Lladó, 2002).

Con relación al diseño instruccional, este enfoque contribuyó con sus


aportes a la conformación de una enseñanza programada y los procesos
lineales, con la descomposición de la información en pequeñas unidades, el
diseño de actividades que requieren respuestas del aprendiz, y la planificación
del refuerzo en el diseño de materiales didácticos, parafraseando las palabras
de (Silvera, 1998). En este sentido, hoy en día los postulados de esta corriente
teórica se observan cuando se diseñan cursos o recursos educativos en los
que se presenta información de manera gradual, y se van incrementando los
niveles de complejidad para finalmente lograr la ejecución de una cadena de
respuestas y presentar un reforzamiento; lo que quiere decir que sus
estructuras son rígidas y con énfasis en la memorización de los contenidos
(Cabero, 2005).

Por otra parte, según Latorre (s/f) incorporar esta teoría de aprendizaje en el
diseño instruccional permite al estudiante interactuar con el objeto de
aprendizaje, en este caso los contenidos, mediante la selección y presentación
de estímulos gráficos, sonoros, multimedia, de acuerdo al estímulo que se
requiera. A la vez, la aplicación de esta teoría indica un carácter sistemático y
programado para la presentación de contenidos y propuestas de actividades
donde la atención se centra en los objetivos y conductas esperadas. El
conductismo sugiere que tras el estímulo adecuado se obtiene la respuesta
esperada.

En este sentido, Magliaro (2005) citados por Chávez (2009), afirma que el
modelo conductista se mantiene en el diseño instruccional mediante la
creación de actividades tipo estímulo-respuesta, con el propósito de lograr los
resultados esperados en los estudiantes. De la misma manera Vergel (2010),
destaca la necesidad, en los diseños conductistas, de conocer las respuestas
que se esperan de los estudiantes ya que la evaluación se enfoca en la
observación y medición de estas respuestas. Precisamente por el carácter
sistémico de los modelos de DI de primera generación, se afirma que son más
orientados hacia el conductismo, aunque en algunos casos éstos han sido
adaptados e incorporan conceptos cognitivistas.

En segundo lugar, bajo el cognoscitivismo se entiende que el proceso de


aprendizaje básicamente se da cuando se reorganizan las estructuras
cognitivas. Por ello, esta teoría valora más el conocimiento que las respuestas,
y consecuentemente asume al estudiante como un ser activo, capaz de
organizar su estructura mental para reflexionar, analizar y resolver problemas.
Es decir que, el cognitivismo se centra en los procesos internos de los
individuos, estudia cómo se transforman los estímulos sensoriales
reduciéndolos, elaborándolos, almacenándolos y recuperándolos.

Esta corriente teórica toma del conductismo los estímulos y las respuestas
por ser susceptibles de observación y medición, coincidiendo sus autores en
señalar que hay procesos internos a través de los cuales se interpreta la
información que luego es reflejada a través de conductas externas. La
enseñanza cognitiva comprende una serie de métodos educativos que
orientan a los estudiantes a memorizar y recordar los conocimientos, así como
a entenderlos y desarrollar sus capacidades intelectuales. En tal sentido, hace
referencia al aprendizaje significativo en oposición al aprendizaje de
información sin sentido y memorístico; el aprendizaje consiste en añadir
significados para modificar las estructuras cognitivas, las cuales se definen
como el conjunto de aprendizajes previos que tiene el individuo sobre su
ambiente.

Son tres las formas en que, según Jonassen (2004), el cognitivismo incide
directamente en los diseños instruccionales: la intencionalidad de lograr el
aprendizaje mediante la construcción de representaciones y modelos
mentales, en la que los gráficos, esquemas, videos y otros recursos gráficos
tienen la función de dirigir la atención del estudiante hacia la construcción de
dichos modelos; consecuentemente, los estudiantes desarrollan técnicas de
mapeo de información o representación de modelos mentales y finalmente, la
interacción entre la máquina y el estudiante. En los diseños instruccionales
basados en el cognitivismo los estudiantes logran el conocimiento a partir de
la estructuración de la información y su respectivo almacenamiento. La
solución de problemas, el razonamiento y la generación de situaciones
nuevas, son otras de las características del enfoque cognitivista en el diseño
de instrucción.

En esencia, el cognitivismo otorga mayor atención a los procesos mentales


y la forma como ellos intervienen en el logro del aprendizaje, y la aplicación de
estos conceptos se evidencian en los diseños instruccionales cuando los
contenidos se organizan en partes con sentido propio que van de lo simple a
lo complejo, acompañados de metáforas y representaciones memotécnicas. Al
respecto, Luzardo (2004) sugiere que la solicitud de reportes verbales a los
estudiantes dentro del proceso de instrucción, permite al docente inferir sobre
los procesos de pensamiento crítico y activación de estrategias cognitivas.
Estas acciones llevan al estudiante a involucrarse activamente en el proceso,
y al mismo tiempo posibilitan al docente valorar la efectividad de la instrucción.
Los modelos de diseño instruccional de segunda generación resuelven la falta
de interrelación entre las fases que se presentan en las propuestas de
modelos anteriores. Al ser más abiertos, permiten regresar sobre las fases,
cambiar las decisiones sin afectar de manera significativa el diseño. A nivel
general, son más cognitivos que conductistas, adhieren varios postulados de
la psicología cognitiva; por esto también son llamados modelos de transición.

Finalmente, es claro, entonces, que los modelos de diseño instruccional


conductistas y cognitivistas, por su carácter sistémico, se orientan a la
segmentación de los contenidos en partes pequeñas, pero con sentido propio
que van de lo simple a lo complejo y cuyos resultados se miden a partir del
cumplimiento de metas u objetivos. Por esta razón, es posible incorporar
conceptos cognitivistas en los modelos instruccionales conductistas con
relativa facilidad. Lo anterior se constituye en otra razón para afirmar que los
diseños instruccionales para los programas por competencias de educación a
distancia se ajustan perfectamente a estos principios.
REFERENCIAS

AGUDELO, M. (2009). Importancia del diseño instruccional en ambientes virtuales


de aprendizaje. En J. Sánchez (Ed.): Nuevas ideas en informática Educativa, 5,
118- 127, Santiago de Chile. Recuperado de
www.tise.cl/2009/tise_2009/pdf/14.pdf

CABERO, E. (2005). Sistema de Estudios de la Católica del Norte Fundación


Universitaria. Santa Rosa de Osos, Colombia.

JONASSEN, D. (2004). Technology as Cognitive Tools: Learners as Designers.


[On line]. Disponible en Internet: http://it.coe.uga.edu/itforum/paper1/paper1.html
(Consulta, Enero 2021).

LATORRE, C. (S/F). Guía para la implementación y desarrollo de cursos virtuales.


[On line]. Disponible en Internet:
http://virtual.unipanamericana.edu.co/publicaciones/cursosvirtuales.pdf
(Consulta, Enero 2021).

LONDOÑO, G. (2011, Julio). El diseño instruccional en la educación virtual: Más


allá de la presentación de contenidos. Revista Educación y Desarrollo Social, 6.
Recuperado de http://www.umng.edu.co/documents/63968/70434/etb_articulo8.
pdf

LLADÓ, P. (2002). Modelos de diseño instruccional utilizados en ambientes


educativos. Revista Digital de Investigación Educativa Conect@2. ISSN: 2007-‐
6649

LUZARDO, H. (2004). Herramientas nuevas para los ajustes virtuales de la


Educación: Análisis de los Modelos de Diseño Instruccional para los eventos
educativos en línea (Tesis de Doctorado, Tecana American University). [On
line]. Disponible en Internet:
http://www.tauniversity.org/tesis/Tesis_Hendry_Luzardo.pdf (Consulta, Enero
2021).

MAGLIARO, S. (2005), Conductismo, cognitivismo y diseño instruccional. En: X


Encuentro Internacional Virtual Educa; Buenos Aires, Argentina.

NAVARRO, C. (1989). Los contenidos en la reforma: enseñanza y aprendizaje de


conceptos, procedimientos y actitudes. Buenos Aires: Santillana.
SILVERA, R. (1998). Cómo hacer una evaluación de centros educativos.
Narcea, S.A. de Ediciones; Madrid, España.

VERGEL, B. (2010). Diseños instruccional y teoría de aprendizaje. [On line].


Disponible en Internet: http://orion2020.org/archivo/docencia/08%20DI.pdf
(Consulta, Enero 2021).

También podría gustarte