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LENGUAJE DE LA SEDUCCIÓN

El lenguaje de la seducción es una práctica guía de campo sobre el lenguaje corporal


del cortejo.
El sistema nervioso central envía, recibe y procesa señales no verbales sin que
seamos conscientes de ello.
El hemisferio derecho del cerebro procesa los estímulos no verbales, ya que esa zona
es más holística, visual, espacial e intuitivo que el izquierdo que es más verbal,
analítico y racional.
El encargado de producir señales no verbales de emoción es el cíngulo una sección
central del cerebro.
El lenguaje no verbal es universal y funciona en cualquier parte del planeta, se puede
enamorar o atraer a una persona sin necesidad de pronunciar alguna palabra.
Mirada en Fase: es una forma de contacto visual, consiste en acercar los rostros a
pocos centímetros, alinear los ojos en paralelo para que el contacto visual sea óptimo,
se sincronizan los movimientos corporales e imitan expresiones faciales para
potenciar la compatibilidad y crear una relación de comunicación.
Hombres como mujeres se fijan inconscientemente en el aspecto físico de las manos
y los dedos del otro, así como en los gestos y las formas de expresión.
Mostrar la palma abierta y hacia arriba es un signo de amistad, dice: "Puedes
acercarte".
Mostrar una postura encogida da la sensación de estar en sumisión.
Para las mujeres las manos y las muñecas son muy atractivas.
Los gestos violentos y agresivos con la palma hacia abajo no son nada atractivos.
Las manos rígidas y con palma hacia abajo son símbolo de autoridad.
Muestra de ansiedad ante los extraños: Apartar la mirada para evitar el contacto
visual, morderse los labios o apretarlos, son señales de desconfianza que están
indicando que no tenemos ganas de conocer a esa persona.
Para que el encuentro de cortejo sea exitoso, hay que evitar las muestras de ansiedad
ante los extraños. (exposición de la lengua, mandíbula tensa o ceño fruncido).
Simple exposición (efecto de familiaridad): Es la idea de que te gusta más alguien a
quien ya has visto que alguien que te resulta extraño. La clave es la proximidad física
en sí misma.
El principio de la simple exposición: Se basa en la previsibilidad y la seguridad. Ya
que el cerebro prefiere lo conocido a lo desconocido.
Al momento de acercarse a una persona es preferible familiarizarse. establecer
contacto visual, sonreír, inclinar la cabeza, asentir para expresar acuerdo y mostrar
las manos abiertas en símbolo de amistad.
La proximidad física repetida a lo largo de cortos periodos de tiempo te permite pasar
de ser un desconocido a ser alguien conocido y que gusta. Con tres vistas en tres
días diferentes se activa el efecto de familiaridad.
Las zonas más efectivas al tacto son: Los muslos, el trasero y la ingle.
Un simple ladeo de cabeza podría dar señar de interés o atracción, después de la
mirada.
La información es poder. Conocer los gestos que funcionan mejor que las palabras te
da una clara ventaja a la hora de ligar.
Fases del cortejo: Cada fase tiene sus propios signos, señales y gestos. si se dan
demasiadas señales a la vez o se emiten alterando el orden puede fracasar. La
paciencia es la clave universal. (Pág. 25/ 29)
1. Llamar la atención: Emitir señales para anunciar la presencia. (Ejemplo pág.
31/32)
• Demostrar que no representas peligro.
• Acercarse lentamente y rozar el cuerpo suavemente.
• Dar una muestra de docilidad.
Primer paso: Es dar señales de que estoy presente.
• Llamar la atención sin parecer demasiado interesado, ansioso o brusco.
• El movimiento llama la atención.
• En vez de perseguir es mejor emitir señales para que ella venga.
• Sentarse en un lugar amplio (una mesa con 6 o más sillas) y poner
objetos propios en un área para señalar el territorio y dar la señal "estoy
aquí".
Segundo paso: Es dar a entender que soy hombre.
Tercer paso: Dar a saber que soy vulnerable, señal de indefensión.
• Inocuidad:
• Muestras de vulnerabilidad dan permiso de aproximarse, señales de
humildad, timidez e inocuidad.
• Garganta al descubierto indica: "soy inofensivo".
• Levantamiento de hombros, inclinación de estos. (pág. 50)
2. Leer la persona: Búsqueda de respuestas no verbales. Movimientos de los labios,
ojos, cejas, cara, cabeza, brazos, manos y dedos.
• Proceder con precaución, descifrar gestos y actitudes.
• Una mirada fija, vacía y hueca nos da a entender que la pupila esta
dilatada y es una señal de gusto.
Señales de reconocimiento (Pág. 54/56 - 60/63)
1. Leer las pupilas y los parpados.
2. Imitación del comportamiento, sincronía en las acciones o gestos.
"Isopraxis".
3. Sonrojarse.
4. Tocarse el pelo para atraer la atención hacia la cara.
5. Saber mostrar las intenciones, manejar el tiempo.
6. Inclinación hacia delante. Movimiento del torso.
7. Apertura ocular, tener los ojos bien abiertos.
8. Labios separados (semi abiertos) interpreta atracción sexual.
9. Cruce de miradas, contacto visual.
Dentro de una conversación con una mujer hay que buscar mejores respuestas y no
ser tan neutral para no desinteresar la persona, pero tampoco ser muy elaboradas.
Señales negativas (65/67)
1. Falta de atención.
2. Cuerpo inmóvil, indica más timidez que indiferencia.
3. Dar la espalda.
4. Apretar los labios.
3. Contacto verbal: Ser sutil pero creativo, ser amigable y controlar los gestos. (pág.
72/73, 74)
Las palabras en sí mismas cuentan más que los temas de conversación, no hace falta
ser muy gracioso, encantador o inteligente.
Realizar preguntas que lleven a analizar y pensar en una respuesta.
Los lugares amplios son mejores que los cerrados.
4. Contacto físico: Desde un roce accidental, a través del olfato. Estos mensajes
táctiles son muy potentes en los primeros contactos corporales que se deben hacer
con precaución.
5. Relaciones sexuales: Es fase más íntima del cortejo, está repleta de mensajes no
verbales; como abrazos, caricas, miradas en fase, mimos y besos.

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