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Unidad 3.

Gestión gubernamental

LICENCIATURA EN Actividad 3. El control en la gestión pública

CONTABILIDAD Y
FINANZAS
PUBLICAS SILVIA SANCHEZ SANCHEZ
IMPACTO EN LOS PROGRAMAS SOCIALES EN MÉXICO

Introducción

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Desarrollo --------------------------------------------------------------------------------------------03

Conclusiones ----------------------------------------------------------------------------------------05

Referencias-------------------------------------------------------------------------------------------07

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Introducción

Partiendo de la premisa de que, tal como lo menciona en su estudio: Los


programas sociales en México como sustento de la economía social y solidaria Velázquez
Luna Baldomero, “Una de las acciones que han emprendido los gobiernos en turno para
hacer frente al incremento de los índices de empobrecimiento, ha sido la adopción de
programas sociales, tanto de asistencia como productivos. La Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos refiere los derechos sociales fundamentales sus artículos:
tercero, Derecho a recibir educación. Cuarto Derecho a la protección de la salud;
Derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar; Derecho a la
satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento
de niños y niñas; Derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. Sexto Derecho a la
información garantizada por el Estado. Ciento veintitrés, Derecho al trabajo digno y
socialmente útil. (Velázquez, pág. 13.)

Pero quizá la alusión más relevante en materia constitucional sea el artículo


veinticinco, cuyos preceptos se refieren básicamente a contenidos que hacen alusión a
los principios que orientan el sistema económico mexicano y particularmente a los
objetivos y fines que deben guiar los actos de las autoridades frente al sector social de la
economía, sentando las bases para impulsar una política específica en materia de
Economía Social y Solidaria (Velázquez, pág. 13.)

Por lo tanto, podríamos entender que la implementación de los programas sociales


es una obligación constitucional de los gobiernos, sin embargo la percepción generalizada
es muy poco favorable, pues la gran mayoría de los mexicanos considera que la
aplicación de los programas sociales corresponde a un manejo político más que una
solución a la problemática social.

Por lo cual en el presente ensayo se tratara de dar una perspectiva objetiva del
impacto de los programas sociales en nuestro país, los cuales LA Secretaria de
Desarrollo Social nombra como: Seguro de Vida para Madres Jefas de Familia,3x1 para
migrantes, Programa de desarrollo de zonas prioritarias, Pensión para adultos mayores,
Programa de empleo temporal, Programa de atención a jornaleros agrícolas, Programa de
estancias Infantiles, Programa de Opciones Productivas, programa de desarrollo humano
"oportunidades”, Programa de apoyo alimentario, Programa de coinversión social,

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atención a instancias de mujeres, Abasto rural "diconsa",Abasto social de leche "liconsa",
y Fondo nacional para el fomento de las artesanías. (SEDESOL, 2018).

Desarrollo

Las políticas sociales en nuestro país tienen formalmente su origen y


sustento en la Constitución de 1917. (Velázquez, pág. 17.)

Y a lo largo de los años se han ido adaptando buscando satisfacer las


necesidades prioritarias y abatir los altos índices de pobreza, de la población más
marginada y necesitada, en México dichos programas han volteado sus ojos al
sector mujer, niño, adulto mayor y el agrícola, es así como en el sexenio de
Echeverría, con esquemas llamados “populistas”, el gobierno estableció un
conjunto de políticas sociales que comprendieron: Derechos laborales (creación
del Infonavit y del Fonacot), Impulso a las actividades agroindustriales (creación
del Fondo Nacional de Fomento Ejidal -Fonafe), Establecimiento de los
Programas Integrales de Desarrollo Rural - Pider (1973), Crecimiento de la oferta
pública educativa en todos los niveles y de la infraestructura de salud, entre otros
aspectos de la política social. (Velázquez, pág. 19).

Dicha política tuvo continuidad y crecimiento en los sexenios posteriores,


por ejemplo para el año 2002, la Secretaria de Desarrollo Social, según informes
de evaluación, tenía 31 programas sociales a su cargo. (IFAI, pág. 60)

Para la autora Cardozo Brum, “Las políticas sociales tienen por objetivo
explícito mejorar las condiciones de vida de la población. Durante la vigencia del
Estado de bienestar, modelo impulsado fundamentalmente en los países
desarrollados después de la Segunda Guerra Mundial y replicado parcialmente en
América Latina, se trataron de resolver los más diversos problemas del conjunto
de la sociedad: desempleo, subempleo, bajos salarios, analfabetismo o escasa
escolaridad, insuficiente capacitación para el trabajo, hacinamiento en viviendas,
carencia de servicios básicos como agua potable, drenaje y energía eléctrica,
enfermedades y muertes evitables, inseguridad ciudadana, etcétera.

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Esto implicó la superación de la situación de igualdad formal de los
ciudadanos ante la ley para transformarla en una igualdad real, en términos de las
condiciones sustantivas de vida y mayor cohesión social. Para eso, el Estado
amplió su campo de acción y creó nuevas instituciones, transformando la acción
gubernamental en el eje del modelo” (Cardozo, 2005)

Es importante resaltar que en términos de efecto o impacto, si los tratamos


de analizar o medir a través de los beneficios económicos y sociales que resultan
de la aplicación de los recursos asignados a cada programa; es evidente que el
efecto logrado en la solución del problema (como en el caso de los niveles de
pobreza extrema), no es un efecto perdurable o que ataque de raíz dicha
problemática.

Por otro lado si se evalúa el costo-beneficio de los recursos asignados al


programa, en función de los costos y gastos unitarios en que se incurre para
operar el programa, creo que resulta más costoso la operatividad que los
beneficios logrados.

Sin embargo, y como parte de los requisitos de operatividad, en


descripción de cada programa se enlistan los beneficios económicos y sociales
que se aborda con dichos programas, y es a través de las evaluaciones los
confunden con los resultados (número de acciones, proyectos, becas, etcétera).
Pero lo que provoca dificultades es el intento por identificar y medir realmente los
impactos, y el análisis costo-beneficio que algunos intentan sin realizar una
aplicación correcta del método. (Cardozo, 2005)

  Ahora bien, si nos enfocamos a la participación social y ciudadana, para


medir el impacto de los programas sociales, nos encontramos que

 En la gestión de los programas hay referencias a aportaciones de dinero o


trabajo, pero éstas son mínimas en lo que atañe a la participación en la
toma de decisiones.

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 En casi todos los programas se cuenta con una limitada participación de los
beneficiarios, y en algunos casos de otros actores sociales, pero sólo en
calidad de informantes, mediante la respuesta a encuestas y entrevistas.
 No hay ninguna referencia en el análisis a la participación social. (Cardozo,
2005)

Conclusión

En conclusión, y después de revisados las publicaciones de evaluación, ya


sea a través de indicadores o porcentajes, nos encontramos que los beneficios
económicos y sociales, que las evaluaciones intentan a través de medir en
relación al impacto, manejan distintos grado de objetividad.

Pues mientras el grado de éxito alcanzado por algunos de los programas,


se manejan en números de beneficiados, otros lo hacen en indicadores de
porcentaje, sin embargo ninguno tiene una unidad de medida que nos indique,
cuál es su participación en el proceso, si es que existe de solución al problema
que se debe de atacar que es la pobreza extrema.

Por otra parte, no existe un comparativo real que arroje un resultado en base a los
costos y gastos de operación y el cumplimiento de metas para lograr acabar con el
problema de raíz.

Un análisis completo del punto debería hacer mención al egreso total programado
y un comparativo con el gasto total ejercido, así como su beneficio en relación a
beneficiarios y el grado de solución a sus necesidades, pero no solo las básicas o
inmediatas, sino un resultado medible, es decir por ejemplo :

“El seguro de vida para jefas de familia, es un programa cuyo objetivo es


asegurar a las mujeres jefas de familia de 12 a 68 años de edad que se
encuentren en estado de pobreza y no tengan servicios de seguridad social para
que, en caso de fallecer, sus hijas e hijos puedan iniciar o continuar sus estudios.
Se atiende a los hogares que no tienen los servicios básicos de alimentación,
seguridad social, vivienda y que padecen rezago educativo, así como a los hijos e

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hijas con alguna discapacidad”, a través de una cantidad mensual que se entrega
cada dos meses, de acuerdo con la edad y grado escolar de las niñas, niños,
adolescentes y jóvenes, conforme a lo siguiente: De 0 años de edad y hasta
preescolar $300.00 pesos; Educación primaria pesos; Educación
secundaria$700.00 pesos ; Educación media superior $900.00 pesos y
Educación superior de $1,000.00 y hasta $1,850.00 pesos. (Sedesol, 2018, pág.
9-10).

Si medimos el impacto de dicho programa en base a la cantidad de


hogares apoyados, tal vez su impacto sería positivo, pero si nos vamos más allá
de la cantidad mensual entregada a cada hijo de madre de familia fallecida, nos
damos cuenta que dicho recurso es insuficiente para cubrir los gastos escolares y
garantizar la educación básica, como también lo es si se busca resolver la
problemática de la falta de creación de empleos y la generación de ingresos
suficientes para la población en extrema pobreza, pues resulta improbable
garantizar que todos los ciudadanos que lo necesiten obtendrán dicho recurso,
como también es insostenible mantener permanentemente dichos programas.

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Referencias

1. Velázquez Luna Baldomero, Los programas sociales en México


como sustento de la economía social y solidaria (2012).
Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
Recuperado el 22 de Noviembre del 2018 de
http://bibliodigitalibd.senado.gob.mx/bitstream/handle/123456
789/1826/programas_sociales_mexico.pdf?sequence=1&isAllowed=y

2. Programas Sociales, (2018) .SEDESOL, recuperado el 22 de


Noviembre del 2018 de
http://www.sedesol.gob.mx/en/SEDESOL/Programas_Sociales_Trans
parencia

3. Historia De Los Programas Sociales a través de sus


Indicadores. Diagnóstico
De La Permanencia De Indicadores 2008-2016, , CONEVAL (2017)
recuperado el 22 de noviembre del 2018 de
https://www.coneval.org.mx/InformesPublicaciones/Paginas/Mosa
icos/Historia-de-los-programas-sociales.aspx

4. IFAI, (Instituto Federal de Acceso a la Información), Sedesol


(2003), Informes de evaluación de programas sociales,
recuperado el 22 de noviembre del 2018 de
http://www.resi.org.mx/icainew_f/images/Biblioteca/InformesCo
ngreso/informe.pdf

5. Cardozo Brum, Myriam Irma. (2005). Neoliberalismo y


eficiencia de los programas sociales en México. Política y
cultura, (24), 169-186. Recuperado en 25 de noviembre de
2018, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0188-
77422005000200008&lng=es&tlng=es.

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