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CIBERBULLYING E IMPACTO EN LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE

COVID-19

Yobana Aguilar Huarca


Código: 2019-114025

Desde siempre, han existido el acoso o bullyng en los colegios tanto en públicos como privados

es un tema que muchos tienen conocimiento sin embargo el Ciberacoso o Ciberbullying es

según los estudios realizados por Lucio y González (2012) señalan como evidencias de

Ciberacoso las siguientes: insultos, amenazas, acoso sexual, chantaje, envío de correos con

mensajes desagradables, afectar la reputación de compañeros en la red por medio de comentarios

contra su honor, difusión de rumores en fotolog (blog fotográfico) o en páginas personales, foros,

YouTube y otros portales, subir videos a YouTube o a plataformas similares para ofender a

alguien, subir fotografías para ridiculizar o desprestigiar, robar contraseñas para impedir que los

compañeros entren a sus fotologs, uso ilegal de cuentas de compañeros con técnicas de hackeo.

Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas.

[El Ciberacoso o Ciberbullying atenta contra el desarrollo y el rendimiento académico del

estudiante aún más en los tiempos de covid-19].

Sustentaré mi opinión sobre la base de cuatro argumentos. En el primero, se sostendrá que los

adolescentes implicados en situaciones de Ciberacoso a menudo cambian los roles, pasando de

víctima a acosador y viceversa. En el segundo, se demostrará que el Ciberacoso tiene que ver con

la relación distante y remota entre estudiantes y profesores. En el tercero veremos que la

disfunción familiar y la falta de comunicación entre estudiantes y padres de familia aumentan el


Ciberacoso. Finalmente se verá cómo es que la prolongada exposición a las TIC es un riesgo

para la comunicación en línea (Ciberacoso).

En primer lugar, los adolescentes implicados en situaciones de Ciberacoso a menudo

cambian los roles, El agresor o agresora usa una comunicación abierta, perversión moral. En

cuanto a la persona acosada o la víctima se caracterizan por la presencia de actitudes de

desconfianza; tendencia al aislamiento, evitación y retraimiento; sentimientos de incomprensión

en las relaciones familiares; abandono de responsabilidades y compromisos familiares y

dificultades para manifestar el afecto, un retroceso en el desarrollo de las habilidades, bajo

rendimiento escolar y sentimiento de impotencia y suicida, entre otros, según estudios se hablan

de personas acosadas activas y personas acosadas pasivas. Las primeras, ante las continuas y

persistentes provocaciones, reaccionan y actúan de forma desafiante y a la defensiva pasando de

víctima a acosador y viceversa.

Según, Chávez, Morales y Villalobos (2020) en una información que obtuvieron mediante un

cuestionario con preguntas abiertas y cerradas, que. Los medios más empleados para el acoso son

Facebook, mensajes de texto y llamadas telefónicas, lo cual incide, principalmente, en el área

socioemocional, a razón del temor, inseguridad y desconfianza que experimentaron.

Con ello decimos que un estudiante al ser víctima del Ciberbullying refleja la baja autoestima y

sus rendimientos académicos se ven afectados. Por tanto es importante que las personas quienes

rodeen a estos estudiantes contengan y establezcan vínculos sanos y positivos.


En el segundo, se demostrará que el Ciberacoso tiene que ver con la relación distante y remota

entre estudiantes y profesores, según estudiantes que han enfrentado situaciones de acoso

cibernético, los profesores en algunos casos, no han hecho nada para protegerles del daño

emocional. No es necesario que un docente sea un “Controlador o policía de lo que hacen sus

estudiantes en el aula. Su función es coordinar y facilitar el aprendizaje y la mejora de la calidad

de vida del alumnado. Si bien es cierto que el aprendizaje debe ser experiencial y activo por parte

de este, en todo momento es preciso el complemento de un docente que le acompañe en su

proceso de aprendizaje”. Viñals, y Cuenca (2016). Los profesores deben ser capaces de

detectar el Ciberacoso para que puedan brindar a las víctimas el apoyo y la orientación

necesarios para la resolución del problema. Sin embargo al encontrarnos en esta época de covid-

19, los docentes no pueden detectar al agresor ni mucho menos a las víctimas.

Como se ha visto los gobiernos decidieron continuar con las clases, pero de manera virtual, esto

provoca que el docente especialmente de escuela, acostumbrado a las clases presenciales, pase en

un entorno virtual para el cual no está preparado o como posee poca experiencia, tal lo señala

Tomelín (2020): “en este momento, los maestros y gerentes revisan los calendarios y buscan

recursos tecnológicos para desarrollar estrategias de enseñanza y aprendizaje remoto. Todo esto

en un escenario de inseguridades e incertidumbres”. Brítez (2020)

Debido a ello al percibir el bajo rendimiento académico de los estudiantes, los docentes deben

brindar el apoyo y la orientación necesaria para el bienestar socioemocional de adolescentes a su

cargo. Aun ahora con la pandemia de covid-19 situaciones de acoso o Ciberacoso, no pueden

pasar desapercibidas.
En el tercero, veremos que la disfunción familiar y la falta de comunicación entre estudiantes y

padres de familia aumentan el Ciberacoso, muchos acosadores proceden de entornos familiares

donde se han socializado sin referentes morales claros.

Sánchez, Crespo, Aguilar, Bueno, Aleixandre y Valderrama. (2016) afirman que “Los

conflictos familiares se asocian con los comportamientos intimidatorios de modo que,

por ejemplo, los niños y niñas que han sido testigos de la violencia entre sus padres son

mucho más propensos a intimidar a sus compañeros.” “Así como lo provoca el abuso de

docentes, el abandono de los padres, la disfunción familiar o la convivencia en entornos de

pobreza” Guevara, Sthioul, Rivera y Barrientos (2018). Mientras que la sobreprotección e

dificulta el desarrollo de la autonomía en los niños y su interacción social y hace que los hijos

sean más propensos a ser víctimas de acoso debido al menor desarrollo de las habilidades de

afrontamiento y resolución de conflictos. Los adolescentes que sufren del Ciberacoso,

mantienen vínculos emocionales muy débiles con sus padres (no se llevan bien con ellos, no

tienen demasiada confianza, no comparten sus problemas y no realizan actividades juntos).

Padres y madres pueden ayudarse de la técnica y utilizar sistemas para el control parental de

los contenidos que consultan o utilizan sus hijos e hijas. A veces, obligarles a apagar los

dispositivos puede generar una reacción hostil por parte de los menores. Una solución puede

ser establecer momentos de desconexión familiar, de mayores y menores, en los que realizar

actividades alternativas y fomentar la práctica del ejercicio en casa, bailando, entrenando o a

través de clases online. Pecharromán (2020).


Los padres deben ofrecerle respeto, confianza y seguridad a la víctima con las decisiones que

tomen para intervenir en el caso. Para ello debe siempre existir mucha comunicación con el

menor y sobre todo informarle de todas las decisiones que se tomen para solucionar el caso. 

En ningún caso forzar a la víctima a enfrentar situaciones que la violenten aún más. Serrano

(2013, 14 de diciembre)

Por tanto es importante que se deba mejorar la comunicación entre estudiantes y sus padres para

que el Ciberacoso no pueda ser una herramienta del estudiante en sus relaciones personales y

este no afecte su rendimiento académico.

Finalmente se verá, cómo es que la prolongada exposición a las TIC es un riesgo para la

comunicación en línea (Ciberacoso). El desconocimiento de las consecuencias de las acciones

riesgosas, sean éstas decididas o no por el joven, tanto en las redes sociales como en la

mensajería telefónica, y fundamentalmente la nula supervisión de adultos por desconocimiento

de estas acciones llevadas a cabo por los jóvenes en la red. Mellado y Rivas (2015).

Usar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para hacer bullying: mensajes

de texto, redes sociales, por Internet, teléfono móvil, por fotos, videos, chats, por ejemplo. Basta

con subir una sola vez una imagen a una red social y la repetición se reproduciría cada vez que

alguien la vea, la comparta y existan nuevos comentarios abusivos que acompañen a la imagen.

Ayudar a que una agresión se propague por la red causa daño y hace responsable a esa persona

también, porque no puede haber iniciado ni instado la agresión, pero la perpetra al continuarla o

repetirla, al mantener viva la agresión que afecta a la persona violentada. (MEP, 2015, p. 7)
La mayoría de las veces es muy difícil eliminar el material publicado y

suele estar accesible de forma pública durante largos períodos de tiempo. Los

adolescentes suelen ser reticentes a hablar con los adultos sobre el abuso que están

sufriendo debido al trauma emocional, a que piensan que es culpa suya, por miedo a

posibles “venganzas”, o la preocupación porque se les restrinja el uso de internet o del

teléfono móvil. En su punto más extremo, el CB puede llevar al suicidio y a la violencia

juvenil. Feinberg y Robey (2009).

La red ha provisto de nuevos espacios, permitiendo que estudiantes tengan el poder o Ciberacoso

el cual deteriora la salud, el bienestar, el rendimiento escolar y las relaciones sociales de las

víctimas. El malestar psicológico y/o el daño emocional que padecen las víctimas pueden

conducir, en casos extremos, al suicidio o muerte de las mismas. (Mellado y Rivas, 2015).

Las TIC mantiene atrapado a un porcentaje de la población, de forma voluntaria, principalmente

por la posibilidad de comunicarse con otros sin necesidad de conocerlos, sin la presión de

miradas disconformes, réplicas incisivas o preguntas comprometedoras, “(…) incluso sin dedicar

mucho tiempo a la comunicación”. Pérez Bravo (2008).

Por tanto, la prolongada exposición a las TIC es un riesgo que algunos estudiantes no toman

en consideración, mostrando un desconocimiento de que el mal uso de las TIC puede ser

perjudicial por eso es mejor establecer reglas familiares regulando el uso de las TIC.
CONCLUSIÓN

Como hemos visto, en pleno pandemia de covid- 19 también vemos el bajo rendimiento

académico debido a que los adolescentes implicados en situaciones de Ciberacoso a menudo

cambian los roles, pasando de víctima a acosador y viceversa, una relación distante y remota

entre estudiantes y profesores, ser parte de una disfunción familiar y la falta de comunicación

entre estudiantes y padres de familia aumentan el Ciberacoso, así como también la prolongada

exposición a las TIC es un riesgo para la comunicación en línea (Ciberacoso). Sin embargo aún

ahora en tiempos de pandemia se ven aún más reflejados los Ciberacoso y ningún país es ajeno a

ello por tanto ¿Cómo podemos ayudar a que los estudiantes puedan disfrutar de una educación

sin sufrir algún tipo de acoso? Todos somos parte de la sociedad que nos rodea por tanto seamos

adultos o estudiantes debemos detener todo tipo de acoso virtual o física. Como docentes

estemos atentos ante estas situaciones ya que el aprendizaje y el bienestar de nuestros estudiantes

también está en nuestras manos.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Chávez, A., Morales, M., y Villalobos, M. (2020). Lo que vivimos, vemos y hacemos.
Revista Electrónica Educare,  24(01). Recuperado de
https://www.redalyc.org/jatsRepo/1941/194162217003/html/index.html

 Sánchez L, Crespo G, Aguilar R, Bueno F, Aleixandre R y Valderrama J. (2016). Los


Adolescentes y el Ciberacoso. Valencia. Martín Impresores, S.L.

 Brítez, M. (2020). La educación ante el avance del COVID-19 en Paraguay.


Universidad Nacional del Este.

 Viñals, A y Cuenca, J (02 de agosto de 2016) El rol del docente en la era digital. Vol. 30,
p.2-13.
 Lucio López, L. A., y González, J. (2012). El teléfono móvil como instrumento de
violencia
entre estudiantes de bachillerato en México. En Memorias del IV Congreso Internacional
Latina de Comunicación Social (pp. 1-10). Tenerife, ES: Universidad de
la Laguna. Recuperado de: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas/144_
Lucio.pdf
 PECHARROMÁN, C. (2020) Los adolescentes siguen sufriendo ciberacoso durante el
confinamiento. RTVE, Noticias España. Recuperado de
https://www.rtve.es/noticias/20200514/adolescentes-siguen-sufriendo-ciberbulling-
durante-confinamiento/2013896.shtml

 Guevara J. Sthioul A. Rivera M. Barrientos F. (2018) Ciberacoso: una revisión


internacional y nacional de estudios y programas, Evidencias N° 43 Santiago, chile

 Serrano, A. (2013, 14 de diciembre) 8 indicadores para detectar el Ciberbullying.


Máster en Resolución de Conflictos en el Aula UCV. Recuperado de
https://online.ucv.es/resolucion/detectar-el-ciberbullying/
 Mellado, E y Rivas, J (15 de octubre de 2015) Riesgos en el uso de TIC en alumnos de
enseñanza básica. Vol. VIII, N° 3

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