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CURSO BÁSICO
DE GERIATRIA
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FUNDACION ADRA
CURSO BASICO
DE GERIATRIA
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CURSO BÁSICO DE GERIATRÍA
indice
INDICE
"INTRODUCCIÓN PATOLOGÍAS"
o
Características del enfermar del anciano.
Por ejemplo: “Un paciente varón de 40 años ingresa en el hospital por una neumonía.
Permanece ingresado 4 días y es dado de alta por evolución favorable. Un paciente anciano de
80 años ingresa en el hospital por la misma neumonía. Permanece ingresado durante 15 días
porque su evolución ha sido más lenta y complicada. Permanece todo este tiempo en la cama sin
moverse y, cuando se le va a dar de alta, ha perdido tono muscular y es incapaz de deambular
de forma independiente, necesitando, además, ayuda en ABVD; es decir, su proceso médico ha
influido en la funcionalidad. Ante esta situación no se le puede dar de alta a domicilio porque vive
solo y hay que ubicarlo temporalmente en una residencia asistida hasta que su situación
funcional mejore y recobre independencia; es decir, su proceso médico ha repercutido en la
situación social.”
Por ejemplo: “Un paciente mayor de 77 años padece una insuficiencia cardíaca moderada
que le impide realizar grandes esfuerzos. Como consecuencia de una enfermedad de tiroides,
se descompensa su funcionamiento cardíaco y sufre una arritmia que, a su vez, provoca un
episodio de isquemia cerebral que le deja como consecuencia una hemiplejía (pérdida de
fuerza en el brazo y la pierna de un lado del cuerpo). El paciente estaba en una situación
controlada a pesar de la enfermedad cardíaca, que ahora se ha descompensado como
consecuencia de una enfermedad aguda y ha provocado un fallo en cascada originando una
situación grave, no sólo a nivel médico, sino también con repercusión en funcionalidad,
cognición y, posiblemente, en su situación social.”
Por otra parte, con frecuencia el anciano abusa de ciertos fármacos analgésicos,
tranquilizantes o hipnóticos. Lo hace porque no los considera medicamentos
propiamente dichos o porque se deja llevar por “lo que le ha ido muy bien a su
vecina ...” y ni siquiera consulta.
Las enfermedades en los ancianos con frecuencia se manifiestan sin los síntomas o
signos clásicos; es decir, tienen una sintomatología larvada o presentación
atípica.
Así, el infarto agudo de miocardio sin dolor aparece entre el 20-70% de los pacientes
mayores de 65 años y la neumonía puede cursar sin fiebre, tos ni expectoración.
Cavidad bucal.
Constituye la vía de entrada de los alimentos a nuestro organismo. Se comunica con el
exterior a través de los labios y con la faringe, en su parte posterior, a través del orificio
bucofaríngeo o istmo de las fauces. En su interior encontramos distintas estructuras:
Lengua: es una estructura muscular que está situada en el suelo de la cavidad bucal.
Ayuda a la movilización del alimento y contiene las papilas gustativas, que son las
responsables del sentido del gusto.
Glándulas salivales: son las encargadas de sintetizar y verter la saliva a la cavidad
bucal. La saliva no sólo contiene enzimas que comienzan a degradar los alimentos, sino
que también contiene sustancias con propiedades antimicrobianas. Hay tres tipos de
glándulas salivales: parótida, submaxilar y sublingual.
Dientes: se utilizan para cortar, picar y procesar los alimentos para su posterior
ingestión. Los dientes se clasifican según su función. Así, tenemos:
- Incisivos: son 8 y sirven para cortar los alimentos;
- Caninos: son 4. Cortan y desgarran.
- Premolares: son 8 y ayudan a triturar los alimentos.
- Molares: pueden ser hasta 20. Sustituyen a los premolares en la dentición
definitiva y sirven para aplastar y triturar los alimentos.
Faringe.
Situada en la parte posterior de la cavidad bucal, nasal y laríngea. Está
dividida en tres partes:
Nasofaringe: situada detrás de la nariz. Se extiende desde la ventana
nasal posterior hasta el paladar blando. En ella se localizan las amígdalas
faríngeas o adenoides que, cuando aumentan mucho de tamaño, pueden
obstruir el paso del aire desde la nariz a la garganta produciendo la
patología llamada vegetaciones.
Orofaringe: se extiende desde el paladar blando hasta la altura del
hueso hioides. Entre sus pliegues se encuentran las amígdalas palatinas.
La inflamación o infección de estas amígdalas produce la patología
llamada amigdalitis.
Esófago.
Es un conducto muscular que mide, aproximadamente, 24 cm y se extiende desde la faringe hasta el
estómago. Atraviesa todo el tórax, situándose por detrás de la tráquea y del corazón. Habitualmente, es
una cavidad virtual; es decir, sus paredes sólo se abren cuando pasa el bolo alimenticio. El cardias es el
punto a través del cual el esófago se comunica con el estómago.
Su función consiste en conducir los alimentos desde la boca al estómago propulsándolos con unos
movimientos involuntarios que realiza y que se llaman contracciones peristálticas.
Estómago.
Habitualmente tiene forma de J. En su parte superior se fija al esófago y en su parte inferior al duodeno.
Mide unos 25 cm de longitud y entre 10 y 15 cm de anchura.
En él se encuentra el píloro, que es el límite entre el estómago y el duodeno.
El estómago cuenta con una capa interna formada por glándulas que segregan sustancias que
favorecen la digestión.
El cardias y el píloro son esfínteres; es decir, mecanismos de cierre de seguridad para evitar que el
alimento, una vez en el estómago, pase de nuevo al esófago, en el caso del cardias; y para evitar el
paso de los alimentos de nuevo al estómago, una vez que han pasado al duodeno, en el caso del
píloro. Tanto el cardias, como el píloro están constituidos por fibras de músculo liso.
La función del estómago es almacenar los alimentos, mezclarlos con el producto de sus células
secretoras y absorber algunas sustancias como agua y alcoholes.
Intestino delgado.
Se inicia en el píloro y termina en la válvula ileocecal, por la que se une a la primera parte del intestino
grueso. Tiene una longitud aproximada de 6 metros y un diámetro de unos 2.5 cm. Está formado por
tres porciones:
Duodeno: es la primera parte del intestino delgado. Tiene forma de C porque se adapta a la
silueta de la cabeza del páncreas. Mide aproximadamente unos 25 cm. En él desembocan tres
conductos: uno, proveniente del hígado y la vesícula biliar (el conducto colédoco); y otros dos
provenientes del páncreas (el conducto Wirssung y el conducto de Santorini). A través de estos
conductos llegan al duodeno jugos provenientes de estas dos glándulas que participan en el
proceso de digestión.
Yeyuno e íleon: el yeyuno y el íleon son las dos porciones siguientes del intestino delgado. El
yeyuno comienza a continuación del duodeno; el íleon es la parte final del intestino delgado y
termina en la válvula ileocecal. El calibre de ambos disminuye lenta pero progresivamente en su
camino hacia el intestino grueso. La separación o límite entre el yeyuno e íleon no es apreciable.
En la mucosa que tapiza el intestino delgado se encuentran las vellosidades intestinales que también
secretan enzimas digestivos.
Las funciones del intestino delgado son la de terminar el proceso de la digestión y absorber los
productos finales del proceso digestivo. Esta absorción la realizan las vellosidades intestinales.
Intestino grueso.
Se inicia en la válvula ileocecal y termina en el recto. Tiene forma de marco y su longitud varía entre
1.4 y 1.8 metros; su calibre disminuye progresivamente. Está formado por tres porciones:
Ciego: es la primera porción y tiene forma de fondo de saco. En ella se encuentra una
prolongación que es el apéndice vermiforme que, cuando se inflama, produce la patología
conocida con el nombre de apendicitis.
Recto: tiene unos 20 cm de longitud y es la última porción del intestino grueso. Se abre al
exterior por medio del orificio anal.
La función del intestino grueso es la de absorber agua y eliminar los productos de desecho de la
digestión.
Páncreas.
Es una glándula adyacente al duodeno y tiene forma de pez. Distinguimos en su interior dos
tipos de tejido glandular:
Páncreas exocrino: sintetiza y libera jugo pancreático al duodeno. El jugo pancreático
está constituido por enzimas digestivas que participan en la digestión de proteínas y
grasas, fundamentalmente.
Páncreas endocrino: formado por dos tipos de células que liberan hormonas que
intervienen en la regulación del metabolismo de los hidratos de carbono. Las células alfa
liberan glucagón y las células beta, insulina. Cuando estas últimas dejan de producir la
insulina, bien porque se destruyan o bien porque pierdan esta capacidad, aparece la
patología llamada diabetes.
Hígado.
El hígado es la glándula encargada de sintetizar la bilis, que es una sustancia que participa en
el proceso de digestión cuando desemboca en el duodeno. Una vez sintetizada, pasa a la
vesícula biliar donde se almacena para pasar, posteriormente, al duodeno.
Las funciones del hígado son sintetizar y liberar la bilis, metabolizar los distintos tipos de
nutrientes y fármacos y colaborar en la función defensiva del organismo al contar con células
(células de Küpffer) que tienen la capacidad de destruir microorganismos y moléculas
extrañas.
Vesícula biliar.
Es un reservorio músculo-membranoso de forma ovalada cuya función es el almacenamiento
de la bilis que procede del hígado. Durante la digestión de las grasas, la vesícula se contrae,
expulsando el contenido al duodeno a través del colédoco.
2. Una vez en el esófago, las contracciones peristálticas de éste impulsan el bolo alimenticio hacia
el estómago, previa apertura del cardias.
3. Cuando el bolo llega al estómago, el cardias se cierra para impedir que regrese al esófago.
El estómago es un órgano que se adapta a grandes variaciones de volumen y su primera función
es la de almacenar el alimento. Gracias a las contracciones estomacales, el alimento se mezcla con
los jugos gástricos dando lugar al quimo que es una mezcla de aspecto lechoso.
El jugo gástrico, que posee una gran acidez, comienza a desnaturalizar las proteínas
fragmentándolas en sus componentes elementales (los aminoácidos), a la vez que destruye
bacterias.
Los lípidos pasan prácticamente inalterados por el estómago. Además, ralentizan la digestión de
los demás nutrientes, ya que envuelven los fragmentos de alimentos impidiendo el acceso a ellos
de jugos gástricos y enzimas.
Una vez terminado el trabajo en el estómago, el quimo pasa al duodeno atravesando el esfínter
pilórico que, tras este paso, se vuelve a cerrar para impedir el regreso de éste al estómago.
4. Cuando el quimo ácido pasa al duodeno es neutralizado por la secreción alcalina del páncreas.
El jugo pancreático, además de una gran cantidad de bicarbonato, tiene potentes enzimas que
fragmentan los azúcares, las grasas y las proteínas que no fueron desnaturalizadas en el
estómago. Así, a la digestión intestinal contribuyen tanto el páncreas como las sales biliares y la
propia secreción de las células intestinales.
Las sales biliares se sintetizan en el hígado y se almacenan en la vesícula biliar que las vierte al
duodeno durante la digestión. Una vez que los nutrientes se han desdoblado en elementos más
sencillos, se absorben a través de las vellosidades intestinales y pasan al torrente sanguíneo. Al
final, lo que queda en el intestino son productos no digeribles y agua que pasan al intestino
grueso.
5. En el intestino grueso hay una serie de microorganismos que constituyen la flora intestinal. Su
función es la de absorber azúcares, agua y sales minerales, dejando el material más seco que se
expulsará al exterior a través del ano. La digestión de nutrientes termina cuando empieza la
absorción, que es otra etapa distinta a la digestión.
6. Una vez que los nutrientes absorbidos llegan a la sangre pueden tomar rutas distintas en
función de las necesidades del organismo en ese momento. Entre sus posibles destinos están: los
diversos tejidos para su utilización inmediata; el hígado para su transformación en otros tipos de
nutrientes; o el tejido adiposo para su acumulación en forma de grasa como reserva energética.
El fin último de la alimentación es el de ofrecer a nuestras células materia prima para mantener
los ciclos vitales. Cuando nuestra alimentación es insuficiente, las células no se reparan ni se
reproducen correctamente, dando comienzo al deterioro de los tejidos y al mal funcionamiento
de los distintos sistemas; en definitiva, dando comienzo a la enfermedad.
En el estómago.
Úlcera péptica.
Las úlceras son heridas que se producen en la mucosa del estómago a raíz de un aumento
en la secreción gástrica ácida producida por estrés, hábitos alimenticios nocivos o
determinados microorganismos como Helicobacter Pylori. Lo más característico es la
aparición de dolor en la parte superior del abdomen
que aparece a los 30-60 minutos después de comer. Se puede asociar a pirosis (sensación de
ardor). Es muy frecuente en personas con hábito tabáquico.
Vómito y náusea.
El vómito es la expulsión del contenido gástrico activamente por la boca. Se trata de un complicado
acto motor dirigido por el centro del vómito situado en el bulbo cerebral. Los fenómenos implicados
se desarrollan en la siguiente secuencia:
El individuo experimenta una sensación desagradable referida al abdomen y cuello y asociada a las
ganas de vomitar; a esta sensación se la conoce con el nombre de náusea. A continuación se ocluye el
píloro y se relaja el cuerpo gástrico y el esófago de forma que, cuando se contrae la musculatura
abdominal, el contenido del estómago es lanzado al exterior a través de la boca. El cierre de la glotis y
la comunicación faríngea con la cavidad nasal hace que durante el vómito éste no siga una ruta
equivocada dirigiéndose al árbol bronquial o nariz.
En el intestino.
Diarrea.
La diarrea es un trastorno intestinal caracterizado por la emisión de heces poco consistentes,
generalmente con deposiciones frecuentes. Las heces contienen más cantidad de agua que en
condiciones normales, por lo que podemos simplificar diciendo que la diarrea se puede deber a déficit
de absorción intestinal, a aumento de la secreción o a tránsito acelerado.
Defecto en la absorción: este mecanismo es el que se da en los síndromes de “mal absorción”. Los
productos que no son absorbidos en el intestino delgado retienen agua que el colon no es capaz
de absorber y el resultado es una diarrea acuosa.
Aumento en la secreción: es el mecanismo que ocurre en las infecciones intestinales. Los
microorganismos responsables potencian la secreción intestinal y se supera el mecanismo de
absorción.
Aceleración del tránsito intestinal: cuando el tránsito intestinal es muy rápido, no da tiempo a
que se complete la absorción de los principios inmediatos, interviniendo por tanto un mecanismo
mixto. El tránsito intestinal se acelera cuando existe un problema en la inervación de la
musculatura intestinal; es decir, cuando el suministro de fibras o impulsos nerviosos no se
produce correctamente (ej. diabetes); también se acelera cuando la pared se inflama o se fibrosa;
es decir, cuando se vuelve rígida y poco flexible como consecuencia de una inflamación crónica.
En la evaluación de las causas de diarrea también se debe tener en cuenta el posible papel de los
medicamentos: algunos antiácidos, diuréticos, antihipertensivos, antibióticos, etc., pueden ocasionarla
al igual que determinados suplementos nutricionales.
Estreñimiento.
Es la evacuación infrecuente o difícil de heces. Una evacuación al día no es necesariamente lo normal.
Consideramos un hábito estreñido cuando se producen menos de tres evacuaciones a la semana. El
estreñimiento puede ser agudo y limitado en un espacio breve de tiempo o, por el contrario, más
duradero y deberse a otras causas.
- Intentar mantener un hábito de acudir al baño de forma regular, dedicando el tiempo que
sea necesario.
Nuestro organismo cuenta con dos riñones, situado uno a cada lado de la columna vertebral. El riñón
tiene forma de habichuela y mide aproximadamente 11 cm de largo, 6 cm de ancho y 2.5 cm de grosor.
Su superficie es lisa y finamente granulada y se encuentra cubierta por una cápsula fibrosa.
En un corte frontal del riñón distinguimos:
Corteza: es la parte exterior del riñón.
Médula: es la parte interna del riñón. Está constituida por formaciones cónicas: las pirámides de
Malpighi.
Pelvis renal: tiene forma de embudo y de ella parte el uréter. La unidad funcional del riñón es la
nefrona.
Uréteres.
Es también un conducto par; es decir, tenemos dos, uno por cada riñón. Cada uréter mide,
aproximadamente, 30 cm de largo y es el encargado de transportar la orina desde el riñón a la
vejiga. En su unión con el riñón, el uréter se dilata formando la pelvis renal, que tiene forma de
embudo. Los uréteres desembocan en la pared posterior de la vejiga urinaria.
Vejiga urinaria.
Es un órgano hueco de naturaleza muscular que se sitúa en la pelvis, detrás del pubis.
Su función es la de almacenar la orina hasta que es eliminada al exterior a través de la uretra.
Uretra.
La uretra es una estructura de forma tubular que drena orina desde la vejiga hacia el exterior.
En las mujeres mide, aproximadamente, 3 cm de largo y se sitúa por delante de la vagina. En los
hombres mide, aproximadamente, 20 cm y atraviesa el centro de la glándula prostática y el pene y
les sirve de conducto para la expulsión del semen durante la eyaculación y para la expulsión de
orina durante la micción.
La sangre llega al riñón a través de la arteria renal, que se ramifica sucesivamente hasta
dar lugar al corpúsculo renal.
A medida que la sangre fluye por este ovillo de capilares, se filtran agua, electrolitos y
moléculas orgánicas. Esta filtración es posible gracias a la presión sanguínea.
Aproximadamente el 98% del filtrado se vuelve a reabsorber, quedando el 2% restante
convertido en orina que es eliminada. El proceso de reabsorción es regulado por
mecanismos hormonales (hormona antidiurética ADH, aldosterona…) que son los
encargados de dictar las pautas; por ejemplo, en situaciones de deshidratación, la orina
está muy concentrada porque aumenta la reabsorción de agua como mecanismo
compensador.
La orina va a la pelvis renal y, de ahí, al uréter. Posteriormente, llega a la vejiga donde se
almacena.
Cuando en la vejiga hay acumulados entre 200 y 300 cc de orina, se transmiten impulsos
nerviosos que producen la sensación de micción.
El mecanismo de emisión de orina se inicia con la relajación voluntaria del músculo
esfínter externo de la vejiga. Rápidamente, se produce relajación refleja del esfínter interno
y la salida de la orina a través de la uretra.
Cistitis.
Infección de la vejiga urinaria. Generalmente los microorganismos que la provocan provienen
de la uretra y ascienden a la vejiga. Se caracteriza por el llamado síndrome miccional = disuria
(micción dolorosa), polaquiuria (micción muy escasa y frecuente) y tenesmo (sensación de
vaciado incompleto tras la micción). Es más frecuente en mujeres por ser la uretra de éstas de
menor longitud que la de los hombres.
La cistitis puede acompañarse de inflamación uretral o uretritis.
Litiasis.
Es la presencia de cálculos en la vía urinaria. Los cálculos se producen por cúmulo de
sustancias que cristalizan. Pueden ser lo suficientemente grandes como para provocar una
obstrucción al flujo de orina; o lo suficientemente pequeños como para atravesar la uretra y
eliminarse. La litiasis puede no dar molestias
o puede ser causa de un gran dolor que es lo que llamamos cólico nefrítico.
Insuficiencia renal.
Es el fracaso de la función renal. Trae como consecuencia una disminución en la formación
de orina, con incapacidad para eliminar las sustancias de desecho y mantener un correcto
equilibrio de electrolitos (sodio, potasio...)
La insuficiencia renal puede ser:
Aguda: de instauración rápida y generalmente debida a infecciones graves, obstrucción
severa a la salida de orina o problemas circulatorios.
Crónica: de instauración progresiva y, en sus estadios finales, puede requerir el sistema
de diálisis, que puede hacerse a su vez mediante dos procedimientos:
- Hemodiálisis: se extrae sangre del paciente que va pasando por un sistema de “riñón
artificial” para eliminar los productos de desecho. Una vez la sangre es depurada,
reingresa de nuevo a la circulación sanguínea del paciente.
- Diálisis peritoneal: consiste en la introducción de un líquido en el abdomen del
paciente que consta de sustancias necesarias que deben absorberse. Por un
mecanismo de diferencia de presión, el peritoneo absorbe las sustancias útiles de este
líquido que pasan a la circulación sanguínea y expulsa a él por el mecanismo inverso las
sustancias de desecho. Finalmente se extrae el líquido al exterior a través de un trócar.
IU mixta: este término se utiliza para definir a los pacientes que padecen incontinencia de urgencia
y de esfuerzo.
La IU tiene un efecto profundo sobre la calidad de vida de los individuos afectos. Con frecuencia, éstos se
sienten demasiado avergonzados como para discutir el problema con sus familiares o su médico y prefieren
negarlo y desarrollar mecanismos para ocultarlo
Medidas generales.
• Intentar eliminar las barreras arquitectónicas, procurando que el váter sea accesible, con puertas
amplias que permitan el paso de silla de ruedas y andador.
• Las camas no deben ser muy altas para que el paciente pueda bajarse de ellas sin ayuda.
• Si tiene algún problema de comunicación, debemos proporcionarle timbres o campanas y acudir a
su llamada para ayudarle en el momento de la micción.
Medidas generales.
• Intentar eliminar las barreras arquitectónicas, procurando que el váter sea accesible, con
puertas amplias que permitan el paso de silla de ruedas y andador.
• Las camas no deben ser muy altas para que el paciente pueda bajarse de ellas sin ayuda.
• Si tiene algún problema de comunicación, debemos proporcionarle timbres o campanas y
acudir a su llamada para ayudarle en el momento de la micción.
Medidas personales.
• Mantener un buen estado de higiene y aseo.
• Evitar encamamientos prolongados.
• Las ropas deben tener un sistema de apertura fácil: elástico, velcro…
• No restringir la ingesta de líquidos, sino cambiar el horario de la administración: así, se
intentará evitar que el paciente abuse de los líquidos a última hora de la tarde –noche. De
este modo, se reduce el deseo de micción durante las horas nocturnas.
• Debemos tener en cuenta que la noche dificulta aún más los desplazamientos y aumenta
el riesgo de caídas y complicaciones.
• Evitar el estreñimiento (la impactación fecal es una causa muy frecuente de IU transitoria).
• Evitar la sedación excesiva, la cual disminuye la percepción del deseo de micción.
• Evitar excitantes.
• Evitar la administración de diuréticos por la noche
Modificación de conducta.
Con las técnicas de modificación de conducta intentamos que el paciente aprenda de nuevo a
controlar su incontinencia urinaria. Para ello, utilizaremos instrumentos para el registro de su
conducta de incontinencia y ejercicios que potencien su capacidad de control de la micción.
• Hoja de registro de micciones: son hojas creadas por el propio anciano o por su familia
donde se recoge la frecuencia de micciones.
• Reentrenamiento vesical: pretende crear un hábito miccional. Para ello, indicaremos
micciones con un intervalo creciente de tiempo hasta conseguir una frecuencia miccional
diurna cada 2-3 horas. Es preciso que el anciano tenga una capacidad física y mental buena.
• Ejercicios de Kegel: consisten en la realización de contracciones repetidas de los músculos
de suelo pélvico (25-30 contracciones por sesión) en unas 3-4 sesiones diarias.
• Micciones programadas: en este caso, el esquema de vaciamiento vesical es fijo. Se intenta
condicionar que haya una micción cada 2 horas para así evitar el número de pérdidas de
orina. Se recurre a ella cuando el grado de incapacitación del anciano es mayor.
Ante estas situaciones, es muy importante que se controle el balance hídrico, compensando tanto
las ingestas como las pérdidas de líquido
.Sondaje vesical.
El sondaje vesical consiste en la comunicación de la vejiga con el exterior a través de una sonda
para permitir la salida de orina. Siempre ha de ser indicado por el personal médico. Además, a
veces, habrá de ser realizado mediante técnica quirúrgica por el urólogo.
Se requiere en diversas situaciones:
- Obstrucción a la salida de orina: estrechez uretral por radiación, fibrosis, hipertrofia prostática
u otras causas.
- Postoperatorios.
- Recogida estéril de muestras de orina.
- Medición de diuresis.
- Realización de lavados vesicales.
- Para evitar complicaciones de la incontinencia urinaria: infección de UPP, etc.
Puede ser temporal o permanente, siendo bastante común entre los pacientes ingresados, sobre todo en
la población geriátrica.
Constituye el principal factor de riesgo para la infección del tracto urinario (ITU) y su uso prolongado puede
ocasionar que, al ser retirada la sonda, el paciente presente trastornos en la evacuación urinaria.
El mecanismo de infección urinaria relacionado con la sonda puede ser variado: contaminación en el
momento del sondaje por gérmenes de la zona perineal, a través de las manos del personal sanitario,
migración de los gérmenes por la luz de la sonda, etc.
La aparición de infección urinaria (ITU) es más frecuente en los sistemas de drenaje abierto (la bolsa
colectora debe desconectarse de la sonda y ser sustituida por otra cada vez que esté llena) que en los de
drenaje cerrado (cuando la bolsa colectora está llena, se vacía a través de una llave que existe en su parte
inferior y no debe sustituirse hasta pasados unos días).
Las sondas presentan distintos tamaños para poder adaptar la más idónea a cada paciente. Además,
pueden ser rígidas, semirrígidas y flexibles. Las sondas de silicona son mejor toleradas y permiten ser
llevadas por más tiempo, ya que dificultan la formación de depósitos de cristales que a veces se adhieren
a la parte interna de ellas obstruyéndolas.
Clasificación.
IF por rebosamiento: está precedida por un obstáculo a la evacuación de heces. La causa más
frecuente es la presencia de un fecaloma.
IF neurógena: se debe a alteraciones del sistema nervioso central, como accidentes vasculares,
Parkinson…
IF por sobrecarga del esfínter: se produce en procesos diarreicos, enfermedad inflamatoria
intestinal…
IF por alteración anorrectal: es frecuente tras cirugía anorrectal, obstétrica, traumatismos
pélvicos…
IF funcional: incapacidad física o inapetencia para acudir al váter a tiempo.
Al igual que la incontinencia urinaria, la fecal tiene graves repercusiones en la vida diaria de la persona
afectada. El tratamiento médico específico dependerá de la causa que la origina. Es preciso educar,
aconsejar y motivar al paciente y a sus familiares durante todo el proceso
Administración de enemas.
La administración de enemas consiste en la introducción de una solución líquida a través del recto,
siempre bajo prescripción médica, con fines de limpieza, diagnóstico o tratamiento.
Hay dos tipos de enemas:
Enemas evacuadores o de limpieza: son los enemas que se utilizan para aliviar el
estreñimiento, limpiar y preparar el intestino antes de una exploración radiológica, antes de un
parto, en el preoperatorio y antes de poner un enema de retención. Se eliminan pasados unos
minutos.
.
Enemas de retención: estos enemas deben retenerse en el organismo al menos unos 30
minutos tras su administración, ya que en la solución se encuentran medicamentos, contrastes
radiológicos (enema opaco), aceites de retención…
Corazón
Es un órgano musculoso que bombea la sangre, tiene el tamaño de un puño situado en el tórax, entre
los dos pulmones. Tiene forma cónica con el vértice dirigido hacia abajo y un poco ladeado a la
izquierda. Su pared está formada por tres capas diferentes, las cuales son:
Endocardio: Es un tejido epitelial que recubre las cavidades, formando mucosa
Miocardio: Es la capa media, formada por tejido muscular estriado y con características
especiales, ya que es involuntario y de contracción automática. Genera y transmite la excitación
para la concentración, los impulsos nerviosos surgen en la aurícula derecha en un grupo de células
llamadas Modulo Sinusal (el ritmo cardíaco se debe a la producción rítmica de la excitación del
Modulo Sinusal)
Pericardio: Es un tejido conjuntivo especializado, que forma una serosa (membrana traslúcida).
Rodea el corazón, que muestra un surco longitudinal y otro transversal, donde se alojan los vasos
sanguíneos que riegan al corazón (venas y arterias coronarias)
El corazón se divide en varias cavidades (las aurículas y los ventrículos). Las paredes de las
aurículas y de los ventrículos presentan diversos orificios de donde nacen las arterias (ventrículos), o
a donde van a parar las venas (aurículas)
- Aurícula Derecha: Tiene dos orificios que corresponden con las venas cavas
- Aurícula Izquierda: Tiene cuatro orificios, por donde desembocan las venas pulmonares
- Ventrículo derecho: De este ventrículo sale la arteria pulmonar
- Ventrículo izquierdo: Del cual sale la arteria aorta
Vena: Son todos los vasos sanguíneos que regresan hacia el corazón. Estos vasos sanguíneos
llevan sangre venosa, es decir, rojo oscuro.
Las venas más importantes del cuerpo humano son:
- Vena Yugular: Hace regresar la sangre desde la cabeza a la vena cava superior
- Vena Mediana y Vena Basílica: Hacen regresar la sangre desde el miembro superior a la
vena subclavia y de esta a la vena cava superior
- Vena Porta: Recoge la sangre del estómago del intestino delgado y del intestino grueso. La
vena porta se introduce en el hígado y posteriormente del hígado salen las venas
suprahepáticas que desembocan en la vena cava inferior
- Vena Safena: Recoge la sangre venosa de las zonas superficiales del miembro inferior,
desembocando en la vena femoral, que se continua con la vena ilíaca primitiva
- Venas Ilíacas Primitivas (Derecha e Izquierda) se une para originar la vena cava inferior
Capilares: Son los vasos sanguíneos que discurren entre las células, a ellos llega la sangre
arterial. Estos vasos sanguíneos, son los encargados de realizar el intercambio de nutrientes y
oxígeno en las células.
Circulación Menor o Pulmonar: La sangre venosa sale del ventrículo derecho a los
pulmones donde se transforma en sangre arterial que regresa de nuevo al corazón
Estas dos situaciones dificultan la llegada de la sangre a las células del corazón, que son muy
sensibles a la disminución del aporte de sangre. Así, la cantidad de oxígeno que llega al corazón es
insuficiente y se manifiesta la enfermedad coronaria o cardiopatía isquémica. Consecuencias de la
cardiopatía isquémica
Tipos
Angina de pecho o angor pectoris
La angina de pecho, también conocida como angor o angor pectoris, es un dolor, generalmente de
carácter opresivo, localizado en el área retroesternal. El mismo es ocasionado por insuficiente aporte de
sangre (oxígeno) a las células del miocardio sin llegar a provocar necrosis celular.
• Angor de reciente comienzo. Entendiendo como tal a la que ha aparecido en los últimos 30 días. Se
corresponde con el crecimiento de una placa de ateroma que ha obstruido alrededor del 50% de la
luz arterial.
• Angina estable. Es aquella que apareció hace más de 30 días y no ha tenido cambios en su
evolución. De acuerdo al esfuerzo que sea posible realizar sin desencadenar la aparición del angor,
se distinguen cuatro grados:
• Angina inestable. Es aquella que ha variado su patrón habitual, haciéndose más frecuente o
apareciendo con esfuerzos menores.
Angina de Prinzmetal
La angina de Prinzmetal, es un trastorno cardíaco poco frecuente, caracterizado por ciclos de angina
(dolor de pecho), generalmente después de un evento estresante como la abstinencia de bebidas
alcohólicas o durante la exposición al frío.
Infarto agudo de miocardio, (IAM, IMA, ataque al corazón, ataque cardíaco o infarto)
Infarto agudo de miocardio, IAM, IMA, ataque al corazón, ataque cardíaco o infarto, hace referencia a
una falta de riego sanguíneo (infarto) en una parte del corazón ("Agudo" significa súbito, "mio" músculo, y
"cardio" corazón), producido por una obstrucción en una de las arterias coronarias. Un infarto de
miocardio es una urgencia médica por definición y se debe buscar atención médica inmediata.
Síndrome de Dressler
El síndrome de Dressler es un tipo de pericarditis que ocurre cuando ha habido daño al corazón o al
pericardio, con frecuencia días o semanas después de un infarto de miocardio. Se ven en
aproximadamente el 1% de los pacientes con infarto de miocardio.
Arteropatía Periférica
¿En qué consiste la arteriopatía periférica?
Se trata de una enfermedad que afecta sobre todo a las arterias de las extremidades inferiores y está
producida por la dificultad de la circulación de la sangre a través de estas arterias. De la misma forma
que la arteriosclerosis produce una cardiopatía isquémica cuando afecta a las arterias coronarias, o
una enfermedad cerebrovascular cuando afecta a las arterias que irrigan el cerebro, en este caso la
estrechez de las arterias se localiza en las extremidades inferiores.
Efectivamente, cuando la demanda de oxígeno aumente, las arterias deterioradas no van a ser capaces
de aportar la suficiente sangre oxigenada. Esto ocurre al realizar cualquier esfuerzo. El enfermo nota
que cuando lleva un rato caminando un intenso dolor en las pantorrillas o a veces en una sola, le obliga
a pararse y descansar. Curiosamente puede precisar exactamente cuántos metros le permite caminar
su pierna sin tenerse que parar 500, 300, 200 metros, el umbral cada vez es menor a medida que
progresa la enfermedad. Es lo que se denomina claudicación intermitente.
Finalmente el dolor puede aparecer en reposo, las arterias han llegado a un grado extremo de
deterioro, pueden aparecer trastornos en la vitalidad de la extremidad, caída del vello, frialdad,
trastornos de la piel, heridas que no curan y en la última fase úlceras importantes que pueden llegar a
la gangrena. Afortunadamente la mayor parte de los enfermos no llegan a estos dramáticos extremos
sobre todo si adoptan las sencillas medidas de tratamiento que pueden detener el avance de esta.
La forma de prevenir esta enfermedad es la misma que sirve para prevenir todas las enfermedades
relacionadas con la arteriosclerosis. Son sobradamente conocidos los factores de riesgo para la aparición
de esta frecuente enfermedad arterial, el tabaquismo, la diabetes, el exceso de colesterol en la sangre, la
hipertensión, la obesidad, etc. Dos de estos factores actúan de forma especialmente intensa sobre las
arterias de las piernas y son: el hábito de fumar y la diabetes.
Diagnóstico
• Para detectarla antes de que el enfermo note ninguna molestia el médico practica unas
exploraciones rutinarias que deben hacerse periódicamente sobre todo en enfermos de riesgo
(fumadores, diabéticos, hipertensos, dislipémicos, ... ). Estas exploraciones son tan simples que
palpar los pulsos de las extremidades (superiores e inferiores) lo que no lleva más de uno o dos
minutos.
• Otra exploración que puede hacerse en la consulta del médico es la oscilometría mediante un
manguito similar al usado para determinar la tensión arterial colocado en este caso en las piernas y
que permite determinar el estado de la circulación arterias de forma más sensible.
• Otra exploración asequible en la consulta del médico es el doppler. Exploraciones más complejas
pueden realizarse cuando existan dudas o cuando vaya a procederse a una intervención
quirúrgica.
Tratamiento Quirúrgico
• Puede efectuarse un tratamiento quirúrgico a base de reconstruir los segmentos arteriales
lesionados
• Establecer comunicaciones «by-pass» que eviten las zonas en que el flujo sanguíneo esté
dificultado.
• En casos seleccionados pueden practicarse angioplastias transluminales
En general estas intervenciones tienen un riesgo importante que viene condicionado por la propia
arteriosclerosis que como sabemos puede haber afectado también a la circulación coronaria
añadiendo un riesgo más al propio de la edad, normalmente avanzada, de estos enfermos.
Trombosis
El trombo se forma sobre la placa aterosclerótica, como consecuencia de la fractura del hombro del
ateroma, o secundario a erosiones endoteliales de la misma o a modificaciones hemo-reológicas
producidas en la cara distal de la placa y determina oclusiones parciales o totales de la luz coronaria. La
oclusión coronaria, llamada atero-trombosis crea un concepto fisiopatológico y terapéutico tardío.
La base fisiopatológica de la formación del trombo es la atero- inflamación una etapa más temprana en
la secuencia trombótica. Ello no es un concepto menor, ya que modifica la idea tradicional de los
síndromes trombóticos, no porque no fueran necesarios los medicamentos antitrombóticos
(antiagregantes y/o anticoagulantes) sino porque permite intuir que la terapéutica en una etapa mas
temprana permitiría una prevención mas adecuada de los accidentes arteriales trombóticos.
La terapéutica con antiplaquetarios inhibe el mecanismo fisiológico de la relación de las plaquetas con el
endotelio arterial.
Según las características de las trombosis y de acuerdo con las condiciones del flujo, se
combinan en diferentes grados las plaquetas y la fibrina, se deben emplear antiagregantes
plaquetarios y/o anticoagulantes.
La aspirina es aceptada como el tratamiento de elección frente a una enfermedad coronaria
aguda, así como también para la prevención secundaria de las enfermedades coronariopatías.
Además de la aspirina que es el “patrón oro” entre las drogas que inhiben la función de las
plaquetas, los nuevos compuestos antiplaquetarios incluyen las drogas que bloquean la acción de
la adenosina difosfato (ADP) (clopidogrel, prasugrel) los inhibidores de la fosfodiesterasa
(dipiridamol), los que bloquean los receptores plaquetarios llamadas globalmente integrinas
(abciximab) y otras muchas que se han empleado experimentalmente pero que no están aun
disponibles para la terapéutica.
Arteriosclerosis
¿Qué es la arteriosclerosis?
Las arteriosclerosis es el depósito del colesterol y otras sustancias en la pared de las arterias. Es una
enfermedad sistémica, lo que quiere decir que va a afectar a todas las arterias de nuestro organismo,
fundamentalmente a las arterias coronarias, a las arterias carótidas o cerebrales y las que van a
extremidades inferiores.
Por otro lado, hay que mencionar que hay un grupo de pacientes que son de muy alto riesgo ya desde
que nacen. Es lo que se denominan hipercolesterolemias de base genética y las personas que la
padecen van a desarrollar arteriosclerosis en la adolescencia.
La laringe es el órgano donde se produce la voz, contiene las cuerdas vocales y una especie de
tapón llamado epiglotis para que los alimentos no pasen por las vías respiratorias.
La tráquea es un tubo formado por unos veinte anillos cartilaginosos que la mantienen siempre
abierta, se divide en dos ramas: los bronquios.
§ Los bronquios y los bronquiolos son las diversas ramificaciones del interior del pulmón,
terminan en unos sacos llamadas alvéolos pulmonares que tienen a su vez unas bolsas más
pequeñas o vesículas pulmonares, están rodeadas de una multitud de capilares por donde pasa la
sangre y al realizarse el intercambio gaseoso se carga de oxígeno y se libera de CO2.
§ Los pulmones son dos masas esponjosas de color rojizo, situadas en el tórax a ambos lados del
corazón, el derecho tiene tres partes o lóbulos; el izquierdo tiene dos partes.
El aire entra en los pulmones y sale de ellos mediante los movimientos respiratorios que son dos:
En la Inspiración el aire penetra en los pulmones porque estos se hinchan al aumentar el volumen de
la caja torácica. Lo cual es debido a que el diafragma desciende y las costillas se levantan.
Respiramos unas 17 veces por minuto y cada vez introducimos en la respiración normal ½ litro de aire.
El número de inspiraciones depende del ejercicio, de la edad etc. la capacidad pulmonar de una
persona es de cinco litros. A la cantidad de aire que se pueda renovar en una inspiración forzada se
llama capacidad vital; suele ser de 3,5 litros
Cuando el aire llega a los alvéolos, parte del oxígeno que lleva atraviesa las finísimas paredes y pasa a
los glóbulos
rojos de la sangre. Y el dióxido de carbono que traía la sangre pasa al aire. Así la sangre se enriquece
en oxígeno y se empobrece en dióxido de carbono. Esta operación se denomina hematosis
El oxígeno tomado en los alvéolos pulmonares es llevado por los glóbulos rojos de la sangre hasta el
corazón y después distribuido por las arterias a todas las células del cuerpo.
El dióxido de carbono es recogido en parte por los glóbulos rojos y parte por el plasma y transportado
por las venas cavas hasta el corazón y de allí es llevado a los pulmones para ser arrojado al exterior.
Toman el oxígeno que les lleva la sangre y/o utilizan para quemar los alimentos que han absorbido, allí
producen la energía que el cuerpo necesita y en especial el calor que mantiene la temperatura del
cuerpo humano a unos 37 grados.
Catarro Común
Un catarro es una infección de las vías respiratorias superiores (Nariz, garganta, traquea, laringe, senos
nasales, trompas de eustaquio) causada por un virus. Los síntomas incluyen uno o más de los siguientes:
nariz tapada o "mocosa", tos seca (con poca o ninguna flema o expectoración), fatiga, malestar y algunas
veces dolores generalizados.
Los catarros suelen durar de 3 a 7 días, usualmente con un inicio gradual de uno a dos días, seguidos de
los síntomas completos, si acaso se complica con sinusitis o bronquitis puede durar mas de dos
semanas. Los antibióticos no son de ninguna utilidad en el tratamiento del catarro por que no tienen
ningún efecto en cualquiera de los virus responsables del resfriado. El tratamiento no puede ser
específico sino únicamente sintomático -esto es- enfocado a reducir la intensidad de los síntomas para
que el paciente se sienta más confortable.
Un resfriado puede ser causado por más de 100 virus diferentes y la infección por uno de ellos confiere
únicamente inmunidad temporal, dejándonos susceptibles a cualquiera de los otros virus. La
aglomeración en lugares cerrados resulta en una fácil diseminación de los diferentes virus.
La Gripe
La gripe es una enfermedad causada por un virus (virus de la influenza) que se transmite de persona a
persona a través de la tos, de los estornudos y de objetos directamente contaminados. Tiene como
particularidad ser un virus de fácil mutación; de esta forma el virus circulante en invierno será,
probablemente, diferente al del invierno anterior y, por tanto, la inmunidad adquirida previamente
puede no ser efectiva.
Los síntomas más frecuentes son, además del quebrantamiento del estado general, escalofríos, fiebre
de hasta 40º C, estornudos, tos, dolor de cabeza, molestias musculares, dolor de garganta, etc. La fiebre
dura generalmente de 3 a 5 días y, si hay complicaciones, la recuperación completa se produce entre 1 y
2 semanas.
Prevención:
En el caso de la gripe existe una vacuna preventiva recomendable. Todos los años, la OMS
recomienda la composición de la vacuna a utilizar en esa temporada, en aquellas personas incluidas
en los grupos de riesgo, entre los que cabe destacar, fundamentalmente, a personas ancianas,
ciertos enfermos, grupos que puedan transmitir la enfermedad a personas con riesgo y aquellos que
trabajen en ciertos servicios públicos.
Medidas generales
La gripe debe seguir siempre su curso, pero se pueden tomar ciertas medidas para aliviar los
síntomas:
• Acentuar el reposo.
• Tomar un analgésico suave para calmar las molestias, siempre y cuando no tenga
contraindicaciones.
• Beber agua y zumos en abundancia.
• Asimismo, es de interés extremar las medidas higiénicas habituales (pañuelos desechables)
• Recordar que taparse la nariz y la boca al estornudar y/o toser evita la transmisión de la
enfermedad a las personas que rodean al enfermo.
Bronquitis
Es la inflamación de uno o más bronquios. Siempre se debe a virus o bacterias, pero el humo del cigarro
y la contaminación también pueden ser culpables de este mal, que muchas veces se da después de un
catarro que no se curó bien o de una infección respiratoria.
Síntomas:
Los signos primarios y los síntomas son la disnea y la tos leve persistente que puede o no producir
mucosidad. Según progresa la enfermedad, la dificultad para respirar puede limitar la capacidad de
la persona para llevar a cabo su actividad diaria.
Otros síntomas son una sensación de tener el pecho apretado, cansancio, fiebre baja, dolor de
garganta, nariz que escurre y un silbido característico al respirar.
Neumonía
Neumonía es una enfermedad inflamatoria que afecta a los pulmones (generalmente un segmento),
cuya causa es, con mayor frecuencia, infecciosa.
En el 90% de los casos, la neumonía es producida por el Neumococo y el Virus de la Influenza.
Tratamientos y recomendaciones:
• El manejo médico adecuado y unos hábitos de vida saludables pueden ayudar a aquellas
personas con la enfermedad a gozar de una mejor calidad de vida, aumentar la tolerancia a la
actividad física habitual y reducir las perspectivas de complicaciones.
• Medicación: Broncodilatadores. Mediante la relajación y el ensanchamiento de los bronquios,
estos medicamentos permiten que se introduzca más oxígeno en los pulmones. Hay
broncodilatadores en jarabes, en comprimidos o en aerosol.
BRONQUIOLOS ABIERTOS
Definición y características:
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), se define como "obstructiva" porque el calibre
bronquial se reduce y se dificulta la respiración, sobre todo en la espiración, y se agrega "crónica"
porque se produce en largo tiempo. Es así una progresiva obstrucción de la vía aérea con la integración
de tres componentes, y en general los pacientes presentan características clínicas de los tres procesos a
la vez, predominando los síntomas típicos de cada uno en mayor o menor medida, según cada caso.
Bronquitis Crónica Obstructiva, que es la inflamación del revestimiento de los bronquios, que por la
persistencia del factor irritativo como por ejemplo el humo de tabaco y otros factores ambientales,
determina la cronicidad del proceso de bronquitis.
La bronco-constricción, la congestión de las vías aéreas y la hipersecreción mucosa son clásicas en la
bronquitis crónica, como así también las infecciones a nivel del árbol respiratorio.
Otro signo habitual es la ronquera crónica que es un habitual estertor áspero y seco en los tubos
bronquiales causado por la obstrucción bronquial.
Enfisema, es la destrucción del tejido que brinda sostén elástico a los alvéolos, que se dilatan de
manera excesiva, lo que causa destrucción de las paredes alveolares, produciendo una disminución de
la función respiratoria, pérdida de elasticidad pulmonar y falta de aire
En el enfisema se produce un aumento de tamaño de los espacios aéreos terminales, debido a la
dilatación y/o destrucción de los tabiques interalveolares y de otras estructuras respiratorias.
El enfisema siendo una enfermedad que destruye el pulmón, produce obstrucción de las vías
aéreas.
Enfermedad de las pequeñas vías aéreas, engloba a aquellas enfermedades pulmonares que
cursan con obstrucción al flujo aéreo y presencia de una variedad de alteraciones en las pequeñas vías
aéreas periféricas (las de calibre inferior a 2mm.), bronquios pequeños y bronquiolos, de tipo variado
(tapones mucosos, exudados inflamatorios y estrechamiento y obliteración de las vías aéreas). Este
concepto toma importancia en la medida en que, en personas fumadoras, las alteraciones tisulares
diagnósticas de la misma parecen preceder al desarrollo del enfisema, pensándose que son reversibles
si se deja de fumar. Suelen estar involucrados los mismos factores que en la bronquitis crónica y se
considera la fase más precoz de la EPOC.
Causas:
Los principales afectados por la enfermedad son las personas expuestas a los dos factores externos que
contribuyen en mayor medida a su desarrollo: fumar y trabajar en ambientes contaminados. La
mayoría de las personas que sufren obstrucción crónica de las vías aéreas son fumadoras y el cigarrillo
es la causa más importante que produce el 90 % de los casos de Enfermedad Pulmonar Obstructiva
Crónica. El 10 % restante es secundario a la polución ambiental, la profesión, las infecciones y la
herencia genética.
Asma.
Consiste en una respuesta exagerada frente a diferentes estímulos que determinan una obstrucción del
flujo aéreo por cierre o disminución de la luz de los bronquios (broncoespasmo). En edades más
tempranas es frecuente encontrar un componente alérgico que actúa como desencadenante. Cuando el
asma aparece en edades avanzadas, generalmente este componente no existe.
Son factores precipitantes de una crisis asmática algunas infecciones virales, exposición al frío, tabaco,
algunos medicamentos
Neumotorax
El neumotoráx es la entrada de aire en el espacio pleural, que produce el despegamiento de las capas
parietal y visceral, provocando la compresión y el colapso del parénquima pulmonar.
Causas
• Por causa espontánea, en jóvenes sanos (ruptura de bullas apicales) o en pacientes con EPOC
• Por causa traumática, por traumatismo abierto o cerrado.
• Hipertensivo, cuando, por un mecanismo valvular, el aire penetra en el espacio pleural durante la
inspiración y queda retenido durante la espiración.
Sintomatología
La repercusión clínica depende de la reserva ventilatoria del paciente y del grado de colapso pulmonar
consecutivo a la entrada de aire en la cavidad pleural.
Generalmente, presenta dolor tipo punta de costado, disnea (dificultad para respirar), tos seca,
sudoración, taquicardia y palidez.
Si la afectación es grave, puede haber cianosis y shock.
Diagnóstico
Se confirma con una radiografía de tórax. Raramente se necesita hacer radiografías en espiración para
visualizar la cámara de neumotórax.
Tratamiento
• Los neumotórax espontáneos pequeños, sin afectación ventilatoria sólo requieren reposo y
observación y los de mayor tamaño o los asociados a afectación respiratoria requieren drenaje
torácico.
• Para evitar recidivas, puede ser necesario el tratamiento quirúrgico por videotoracoscopia
(resección de pequeñas bullas subpleurales, blebs) y la fusión química de las hojas pleurales
(pleurodesis).
• El neumotórax a tensión es una emergencia y, ante su sospecha, debe iniciarse la administración
de oxígeno y procederse a equilibrar las presiones, sin esperar la confirmación radiográfica. Para
ello, se inserta una aguja de calibre grueso en el segundo espacio intercostal. La salida de aire
confirma el diagnóstico y debe dejarse abierta al aire hasta que se coloque un tubo de drenaje
permanente.
Bulbo Raquídeo: Se encuentra en la base del cráneo y constituye una parte ensanchada de la
médula espinal.
El Bulbo Raquídeo, presenta los centros nerviosos que elaboran los reflejos de la deglución, del vómito
y de la tos. Rige, además, los movimientos respiratorios y del corazón
Está atravesado por nervios:
- Por la parte posterior: los Pedúnculos Cerebelosos
- Por la parte anterior y lateral: Los Pedúnculos Cerebrales
Constituyen vías sensitivas procedentes de la médula que van a pasar al cerebro. Del cerebro a la
médula irán una serie de nervios descendentes motores. Todas estas vías se cruzan en el Bulbo
Raquídeo, cambiando su posición de derecha a izquierda o viceversa
Cerebelo: Es un órgano voluminoso situado en la nuca, detrás del Bulbo Raquídeo. Consta de dos
lóbulos laterales o hemisferios cerebelosos. En su parte externa presenta numerosos pliegues o
circunvalaciones cerebelosas.
Este órgano tiene por emisión mantener el tono muscular y coordinar los movimientos de los
músculos.
Médula Espinal: Cordón nervioso que relaciona el encéfalo con el resto del cuerpo. Consta de una zona
extrema de sustancia blanca y otra interna de sustancia gris.
Cualquier sensación es transmitida a la sustancia gris, por la vía sensitiva correspondiente, allí se realiza la
conexión con la vía motora, que producirá la respuesta correspondiente en el músculo. El cerebro se
entera de estos reflejos o interviene voluntariamente en ellos.
Enfermedad de Parkinson.
Es la tercera enfermedad neurológica en Geriatría que, tras la demencia
y el accidente vásculo- cerebral, causa incapacidad. Afecta a un 2-3% de las
personas mayores de 60 años y su prevalencia aumenta con la edad.
Su etiología no está aún bien aclarada. Se postula que, a una
susceptibilidad genética, se añaden factores ambientales que actúan como
desencadenantes de la enfermedad. La característica fundamental del cerebro en
la enfermedad de Parkinson es la perdida de neuronas ricas en una sustancia
llamada dopamina, que es un neurotransmisor; es decir, una sustancia química
que provocan el impulso nervioso en el cerebro.
El tratamiento se basa en el aporte farmacológico de preparados de
dopamina o sustancias que impiden su metabolización cerebral
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modulo 2. PATOLOGÍAS
Temblor: aparición más frecuente en las manos, al principio de forma unilateral (una mitad del
cuerpo). Afecta, fundamentalmente, a los dedos con el gesto de “liar cigarrillos o contar
monedas”. Es un temblor de baja frecuencia que aparece con el reposo y desaparece con el
sueño. Aunque es más característico en las manos, puede aparecer en otras zonas corporales:
brazos, piernas, labios, lengua y cabeza.
Bradicinesia:lentitud en el inicio de los movimientos voluntarios con una velocidad disminuida
en la fase de desarrollo de los mismos. La cara se vuelve inexpresiva, el lenguaje pierde
entonación, existen dificultades en la escritura, ABVD… La marcha se hace a pequeños pasos,
sin braceo, y el tronco se inclina hacia delante
Rigidez muscular: se aprecia claramente cuando se realizan movimientos pasivos en los
miembros superiores. Se conoce con el nombre de rigidez en “rueda dentada”; por ejemplo, al
estirarle el codo, hay una resistencia a este movimiento que se vence; luego aparece otra vez y
se vence también; y así sucesivamente; el resultado es que el codo se extiende como a
“pequeños saltitos o pasos”.
Cambios posturales: todas estas alteraciones causan anormalidades estáticas y dinámicas.
La cabeza se flexiona anteriormente y el cuerpo cae hacia delante. Son muy frecuentes las
caídas hacia delante y atrás por perdida de los reflejos posturales.
Otros:
Alteraciones visuales: visión borrosa, visión doble…
Trastornos vegetativos: hipotensión, estreñimiento…
Depresión.
Demencia asociada al Parkinson: aparece en un 15-20% de los pacientes.
Es una entidad con mucha prevalencia en el mayor que aumenta a medida que avanza la edad. Así,
existe en el 5% de las personas mayores de 65 años y en un 30% de las que superan los 85.
Los criterios de demencia, según el DSM-IV (es una clasificación de las enfermedades) son:
Alteración de la memoria: déficit en el aprendizaje de nueva información o déficit en la
recuperación de información previamente aprendida.
Una o más de las siguientes alteraciones:
Afasia: pérdida total o parcial de la función del lenguaje. Ej: dificultad para denominar un objeto.
Apraxia: alteración en la ejecución de un acto motor que no es debida a alteraciones en el aparato
locomotor. Ej: incapacidad para copiar un dibujo.
Agnosia: fallo en el reconocimiento sensorial que no se debe a alteraciones en los órganos de los
sentidos. Ej: incapacidad para reconocer un objeto que se presenta a pesar de estar viéndolo
correctamente.
Alteración en la función ejecutiva: dificultad en el pensamiento abstracto, en la planificación y
secuenciación de tareas.
Las alteraciones de los puntos anteriores tienen una intensidad tal que repercuten negativamente en
la vida social o laboral del enfermo.
La demencia es un síndrome multietiológico caracterizado por una disfunción cerebral que suele ser
difusa. La más frecuente es la enfermedad de Alzheimer, pero como veremos a continuación, no es la
única.
Demencias degenerativas primarias. Se producen por degeneración del cerebro, que puede
ser debida a múltiples causas: factores genéticos, envejecimiento, factores ambientales... No es
consecuencia, por tanto, ni de enfermedades generales ni de lesión vascular…
Entre ellas, destacan la Enfermedad de Alzheimer (es el paradigma de las degenerativas primarias,
siendo la responsable del 60% de los casos de demencia) y la demencia asociada a Parkinson.
Primera fase:
Predomina la alteración de la memoria episódica; es decir, la memoria para hechos
fundamentalmente recientes, y se mantiene más preservada la memoria episódica remota.
En el lenguaje hay una disminución en la fluidez verbal: al paciente le cuesta trabajo encontrar
la palabra precisa e intenta suplir este déficit utilizando rodeos o circunloquios. Ej: en vez de
nombrar un reloj, se expresa diciendo que es algo para ver la hora o para no llegar tarde.
Es más difícil rendir en el trabajo o en las tareas diarias.
Hay una incapacidad para resolver problemas complejos y pensamiento abstracto.
Comienzan a aparecer alteraciones en la orientación temporo-espacial.
No suele haber alteraciones en la atención ni en la personalidad.
Es relativamente frecuente que el paciente oculte sus déficits.
Segunda fase:
Empeora el lenguaje, empobreciéndose aún más, con tendencia a la repetición de palabras
(ecolalia) y creación de otras nuevas sin sentido (parafasias).
Mayor afectación de la memoria y más dependencia en ABVD.
Mal cálculo de las distancias y aparición de las caídas con sus temidas consecuencias.
Se inicia la tendencia al vagabundeo y deambulación constantes.
La agnosia se hace cada vez más patente con falta de reconocimiento de familiares y de la
propia autoimagen.
Los delirios y alucinaciones provocan reacciones catastróficas o desmesuradas que consisten
en agitación motora, gritos y agresividad. A menudo son de difícil control y, en gran medida,
favorecen la institucionalización del anciano.
Tercera fase:
Gran afectación de la memoria reciente y diferida, con menos afectación de la afectiva.
Grave alteración de la comprensión.
No existe producción del lenguaje (mutismo).
Aparición de doble incontinencia, imposibilidad para deglutir, encamamiento e inmovilismo
con sus consecuencias.
Dependiendo del tipo de demencia se elegirá una estrategia farmacológica u otra. Recordemos que hay
determinados trastornos cognitivos (déficit vitamínico) que pueden mejorar, e incluso remitir
totalmente, con el tratamiento específico.
En general, para los pacientes con demencias, se aconseja no hacer cambios bruscos en su entorno, ya
que es una población de riesgo para padecer delirium y esto lo podría precipitar
También es conveniente que se ejerciten física y mentalmente por medio de paseos, lecturas… que
ayudan a detener el deterioro de estos pacientes.
Hipertensión arterial.
Es muy frecuente entre las personas mayores. Se estima que el 70% de la población mayor de 65 años
es hipertensa. La elevada prevalencia de esta enfermedad se debe, en parte, al aumento de la
esperanza de vida y también a la modificación de los criterios diagnósticos para ella.
El principal problema de la HTA es que es un “enemigo silente”; es decir, no produce dolor, pero lesiona
de forma progresiva a los llamados órganos diana (corazón, riñón, ojo y vasos sanguíneos), provocando
en ellos trastornos y disfunciones potencialmente graves; en particular, la enfermedad cardiovascular
(accidente cerebrovascular, cardiopatía isquémica, retinopatía, nefropatía...), que también está
potenciada por otros factores como el tabaquismo, la hiperlipemia, la diabetes, la obesidad, el
alcoholismo,...
El riesgo de que el paciente que padece HTA sufra enfermedad cardiovascular por lesión de órganos
diana va en función de otros factores coexistentes a la hipertensión. Esto ha hecho que se desarrolle
un protocolo de actuación individualizado en cada caso.
• Exploración: la toma de tensión arterial debe hacerse con el paciente relajado, sentado, sin ropa
que oprima el brazo y con éste apoyado en la mesa. No debe haber fumado, ni tomado café ni
realizado ejercicio en los 30 minutos previos. Los niveles de tensión arterial son mayores por la
mañana y declinan en la tarde hasta alcanzar su nivel más bajo por la noche; es decir, siguen un
ritmo circadiano. Existen también otros factores a considerar que pueden llevarnos a errores
diagnósticos, como son las situaciones de estrés que provocan una falsa HTA, niveles más bajos en
los meses cálidos y después de comer…
• Pruebas complementarias: se realizan para evaluar la repercusión orgánica de la HTA en el
paciente. Las pruebas básicas de exploración son: analítica de sangre y orina, electrocardiograma y
radiografía de tórax.
El tratamiento farmacológico, en caso de administrarse, empezará siempre con dosis menores de las
recomendadas al adulto, para ir incrementándolas gradualmente si se estimara necesario
En los últimos años se han sucedido estudios de intervención específicos en el anciano que demuestran
la eficacia del tratamiento antihipertensivo en la población mayor, no sólo en lo referido a reducción de
cifras de tensión arterial, sino también en lo relativo a reducción de riesgo de sufrir enfermedad
cardiovascular por lesión de órganos diana.
Diabetes Mellitus.
La diabetes es un trastorno metabólico que se caracteriza por la infrautilización de la glucosa, teniendo
como consecuencia la elevación de los niveles de la misma en sangre (hiperglucemia). La principal
característica de la diabetes, si no se trata, es la elevación en sangre de las cifras de glucemia, tanto en
ayunas a primera hora de la mañana como tras la ingesta alimenticia.
Más del 50% de los diabéticos son ancianos.
Retinopatía diabética. Esta patología se debe a la afectación de los vasos sanguíneos de la retina. El
tratamiento fundamental incluye el buen control de las cifras de glucemia y de tensión arterial, así como
las visitas semestrales al oftalmólogo.
Nefropatía diabética. Es una complicación que produce insuficiencia renal. Se debe también a lesión
vascular, aunque es menos frecuente que la anterior. El tratamiento incluye un buen control de la
glucemia y cifras tensionales, dieta pobre en proteínas y, cuando se presenta la insuficiencia renal
franca, la hemodiálisis y diálisis peritoneal.
Neuropatía diabética. Esta patología es relativamente frecuente y su aparición está muy en relación
con los pacientes con hiperglucemia mal controlados. La DM afecta tanto al sistema nervioso central,
como al periférico y al autonómico. Suele aparecer dolor en extremidades, disminución en la
sensibilidad, hipotensión, alteraciones en la regulación térmica, trastornos de la motilidad gastro-
intestinal...
Otras complicaciones.
• Cataratas: El riesgo de padecer esta enfermedad para un anciano diabético es el doble que para
un anciano sin diabetes. Provoca visión borrosa, deslumbramiento, distorsión de la visión y los
objetos adoptan un color más amarillento.
• Pie diabético: Se produce una formación de úlceras y deterioro en la integridad cutánea que
generalmente evolucionan de forma tórpida y lenta. El único tratamiento posible es la prevención de
aparición de las úlceras; una vez que éstas se producen, se requerirá un cuidado constante de las
mismas.
• Enfermedad cardiovascular: La DM predispone al desarrollo de enfermedad cardiovascular: es
más frecuentes la aparición de accidentes vásculo-cerebrales, cardiopatía isquémica e insuficiencia
cardíaca entre pacientes diabéticos en los que, además, entrañan peor pronóstico.
• Deterioro cognitivo: La DM se asocia con la aparición de deterioro cognitivo, fundamentalmente
con alteración de memoria inmediata, y con una mayor incidencia de demencia de origen vascular.
Ejercicio: es una de las piezas claves del tratamiento. Aumenta la tolerancia a los hidratos de carbono,
disminuye la resistencia a la insulina y mejora la distribución de las grasas (colesterol, triglicéridos...) en
sangre.
Debe adaptarse a la situación de cada paciente, pero en general, se aconseja un ejercicio moderado: un
paseo de unos 30-40 minutos diarios. Es recomendable una revisión previa para valoración cardiológica y
vascular.
- Dieta: lo ideal es mantener el peso adecuado. Los objetivos de la terapia nutricional, es decir, del
tratamiento a través del mantenimiento de una dieta sana y equilibrada, en el anciano diabético son los
mismos que en el anciano que no lo es.
Obesidad.
Podemos definir a la obesidad como una excesiva grasa corporal. El Índice de Masa Corporal (IMC),
también llamado Índice de Quetelec, relaciona la talla del individuo con su peso, dándonos un valor
orientativo sobre el estado nutricional de la persona, a la vez que nos ayuda a clasificar la obesidad de forma
numérica
Obesidad y envejecimiento.
El envejecimiento determina variaciones en la composición corporal que tienden a un aumento de la grasa
corporal (tejido adiposo) y a una disminución en la masa magra (tejido óseo y muscular).
- Dieta: con la edad disminuyen los requerimientos energéticos. La base de este tratamiento
consiste en la elaboración personalizada de una dieta equilibrada adaptada a los requerimientos
energéticos del paciente. Al principio, se consigue una pérdida rápida de peso que se logra a
expensas de perder líquido corporal. Luego, le sigue una etapa de pérdida más lenta que implica la
destrucción de grasa. Es útil restringir el alcohol y las bebidas azucaradas.
- Ejercicio: el grado y tipo del mismo se decidirá de forma individualizada tras valoración del estado
de salud del paciente.
- Apoyo psicoterápico: ayuda a cambiar estilos de vida y hábitos de alimentación. Además,
muchos pacientes obesos sufren problemas emocionales y de autoestima que se benefician
claramente de este tipo de intervención.
- Tratamiento farmacológico: no está indicado en pacientes de edad avanzada; tampoco lo está
el quirúrgico, debido al riesgo de complicaciones postoperatorias
Artrosis.
La artrosis consiste en una degeneración del cartílago de la articulación, con afectación posterior del
hueso que forma parte de la misma.Es una enfermedad de curso crónico.
Además, es la forma más común de afectación articular del anciano; su prevalencia aumenta con la
edad y afecta a más del 20% de los varones y a más del 40% de las mujeres mayores de 65 años.
El principal síntoma es el dolor articular, que tiene características mecánicas; es decir, aumenta con
la movilización y cede con el reposo. Se acompaña de rigidez matutina que dura unos 30-40 minutos y
que desaparece a medida que se instaura la actividad. En algunas reagudizaciones, aparecen signos
inflamatorios en la articulación. Las deformidades son frecuentes en las articulaciones afectadas,
pudiendo originar limitación funcional.Topográficamente, las articulaciones más afectadas son:
Osteoporosis.
Se define como una disminución de la masa ósea por unidad de
volumen del hueso. La consecuencia más importante es
fragilidad en los huesos y riesgo incrementado de fracturas ante
mínimos traumatismos.La masa ósea se pierde con la edad y
con más afectación del sexo femenino. El pico de masa ósea se
alcanza a finales de la tercera década de la vida; a partir de ahí,
el hueso se ve sometido a factores que determinan un
desequilibrio entre su formación y su destrucción que terminan
favoreciendo lo segundo e iniciando la pérdida de masa ósea.
El dolor es el síntoma fundamental de consulta, generalmente referido a la zona dorsal o lumbar, que
puede aparecer bruscamente tras un mínimo esfuerzo o traumatismo o bien instaurarse de forma
progresiva en unos días. Obliga a menudo a la inmovilización en cama y responde mal a analgésicos
habituales
• Sexo femenino.
• Raza blanca y asiática.
• Historia familiar de osteoporosis.
• Menarquía tardía y menopausia precoz.
• Escasa masa corporal.
• Vida sedentaria.
• Dieta pobre en calcio.
• Nuliparidad (no haber tenido ningún parto).
• Abuso de alcohol.
• Tabaco.
• Ingesta rica en sodio.
• Alta ingesta de café.
• Dieta rica en fibra que disminuye la absorción de calcio.
• Ciertos fármacos (esteroides).
La discapacidad física origina inmovilismo, que se define como una disminución en la capacidad de
desempeño de las actividades diarias como consecuencia de un problema motor. Este inmovilismo, a
su vez, es generador de mayor incapacidad.
• Patología osteoarticular.
• Causas neurológicas.
• Estadios avanzados de enfermedad.
• Déficit sensorial.
• Síndrome post caída.
• Barreras arquitectónicas.
• Otros factores predisponentes.
Patología osteoarticular.
- La patología degenerativa, como ya se ha comentado anteriormente, es la primera causa,
debido a su alta prevalencia, de inmovilidad. Provoca dolor, preferentemente con la movilización y
obliga al anciano tanto a hacer periodos prolongados de reposo como a disminuir su actividad
física.
- La osteoporosis y algunos problemas reumatológicos también son causa de discapacidad en
el anciano, tanto por el dolor como por la deformidad articular que pueden llegar a producir.
- Las caídas y sus consecuencias, principalmente, la fractura de cadera: su incidencia crece
exponencialmente a partir de los 65 años. Es más frecuente en el sexo femenino, probablemente
por la mayor prevalencia de osteoporosis.
En los ancianos, al contrario de lo que ocurre en edades más tempranas, se necesitan traumatismos
muy leves para provocar una fractura ósea. La osteoporosis o la pérdida de masa ósea da lugar a un
hueso debilitado y menos resistente; eso, junto a otros factores predisponentes a caídas ya
comentados, hacen que esta patología presente esta significación estadística. El impacto que origina
tanto en la salud como en la independencia del anciano, además del elevado coste económico que
conlleva (hospitalización, prótesis, rehabilitación, dependencia…), hace que estén justificados los
programas de detección de riesgo para reducir el número de fracturas.
- Hay ciertos tumores que metastatizan o se extienden al tejido óseo. Son causa de mucho dolor y
provocan limitación funcional.
- Hemos comentado que las alteraciones de los pies pueden predisponer a una menor movilidad
porque originan dolor, deformidad, etc. Hemos de incluir de forma sistemática la evaluación del pie
en el paciente geriátrico con el fin de detectar de forma precoz cualquier anomalía y solucionarla
antes de que provoque discapacidad.
Amputaciones. Amputar es separar del cuerpo una porción de él. Con el paso del tiempo, las
causas de amputación han ido cambiando en orden de frecuencia; antes eran muy habituales los
motivos militares, mientras que hoy día responden a causas de etiología vascular, accidentes de
tráfico… Actualmente, existe una gran diversidad de prótesis que cada vez se adaptan mejor y
permiten, tras un buen trabajo de equipo (geriatra, rehabilitador, fisioterapeuta, terapeuta
ocupacional, psicólogo...), una adecuada reinserción del anciano a su vida anterior.
Causas neurológicas.
• Enfermedad de Parkinson.
• Deterioro cognitivo.
• Ictus o accidentes cerebro-vasculares: se incluyen bajo este nombre un grupo de patologías
que engloban afectación cerebral transitoria o permanente, debido a una alteración en los vasos
cerebrales, ya sea por isquemia (oclusión de los mismos) o hemorragia (rotura).
Supone la tercera causa de muerte entre la población anciana tras la enfermedad cardiovascular y el
cáncer; y es la primera causa de discapacidad grave, ya que sus efectos residuales afectan tanto a la
función motora como a la sensitiva, la cognitiva y la de comunicación. Provocan gran dependencia y,
con mucha frecuencia, son motivo de institucionalización. La clínica del paciente depende del territorio
cerebral afectado: hemiparesia-hemiplejía (pérdida de fuerza en un hemicuerpo), disartria (dificultad en
la articulación del lenguaje), afasia (alteración del lenguaje), alteraciones de la sensibilidad, alteraciones
en la marcha y equilibrio, deterioro cognitivo, cambios en la personalidad…
El objetivo del tratamiento consiste tanto en prevenir nuevos episodios controlando los factores de
riesgo vascular, como en iniciar un programa de rehabilitación eficaz que intente disminuir al máximo la
situación de incapacidad.
Historia clínica.
Valoración geriátrica integral donde se recoja la situación previa y actual.
Tiempo y evolución del inmovilismo: forma de aparición, evolución y progresión.
Impacto en la realización de las actividades de la vida diaria
Condiciones clínicas y médicas que han contribuido al inmovilismo: discapacidad física,
mental, amputaciones, enfermedades sistémicas... No es igual afrontar un inmovilismo secundario a
un ictus que uno derivado de un deterioro cognitivo evolucionado o de un EPOC. Cada uno tiene una
estrategia de intervención distinta.
Aspectos ambientales que repercuten negativamente: barreras arquitectónicas, cambio de
residencia…
Aspectos psicológicos y sociales: relaciones con su cuidador principal si es que existe, grado
de sobrecarga de este cuidador, grado de aislamiento del paciente, carencia afectiva, recursos
económicos…
Exploración física: ha de ser completa, prestando especial atención a la piel (existencia de UPP,
pigmentación, fragilidad); incluirá exploración neurológica y del sistema musculo-esquelético (fuerza,
movilidad articular, marcha y equilibrio). Son obligados también el examen podológico y la valoración
sensorial (vista y oído).
Tratamiento de los factores etiológicos contribuyentes para prevenir nuevos episodios. Por
ejemplo, si la causa del inmovilismo fue una discapacidad por ictus cerebral, formará parte del
tratamiento el control de los factores de riesgo vascular que pudieran estar implicados. Si, por el
contrario, la causa es el dolor articular debido a artrosis, parte del tratamiento será comenzar con
medicación analgésica.
Técnicas de fisioterapia y terapia ocupacional adaptadas al grado de discapacidad e
inmovilidad del paciente. Serán distintas en función de la situación que tengamos que afrontar. En un
paciente encamado, nos limitaremos a ejercitar giros y desplazamientos en la cama; si el grado de
movilidad es algo mayor, intentaremos progresivamente ejercitar transferencias, deambulación
asistida, reentrenamiento en ABVD...
Ayudas mecánicas y adaptaciones del hogar: las ayudas mecánicas (andadores, muletas,
bastones) aumentan la confianza del paciente favoreciendo su estabilidad. Se elegirá un tipo de
ayuda u otro en función de las necesidades y hallazgos exploratorios (equilibrio, asimetrías,
capacidades cognitivas…) y, posteriormente, se enseñará al paciente a utilizarlos. Las adaptaciones
del hogar comprenden tanto intervenciones en el mobiliario y barreras arquitectónicas como
adaptaciones de los utensilios de cocina, baño…
Medidas de prevención de complicaciones: su éxito radica, primero, en conocer cuáles son
estas complicaciones; y luego, su diagnóstico y tratamiento precoz. Los cambios posturales
frecuentes, una adecuada hidratación y nutrición, fisioterapia respiratoria y tratamiento precoz del
estreñimiento son los pilares fundamentales de los cuidados del paciente inmovilizado.