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Introducción

Como educadoras de párvulos debemos desarrollar diferentes e importantes


habilidades en nuestro quehacer pedagógico. Tales como: Inteligencia emocional,
empatía, trabajo en equipo, resolución de problemas, comunicación efectiva y
asertividad, es por esto que es fundamental ser un buen líder pedagógico y
resonante, ya que al tener estas herramientas nos permite manejar de mejor
manera y eficazmente, diferentes problemáticas que nos enfrentamos a diario.

La asertividad es una forma de comunicación que permite expresar nuestras


opiniones y respetar las sugerencias de otros, con honestidad, sin caer en la
agresividad entre ambas partes, podemos establecer una relación más óptima.

Es por esto que debemos potenciar la asertividad en la familia a través de la


escucha atenta, el respeto y trabajar las emociones, con el objetivo de velar la
integridad y la seguridad de nuestra comunidad educativa.

De este modo indagaremos como ser una profesional con la capacidad de ser
asertivo y como poder llevarlo a cabo en la integración con la familia.

Las educadoras de párvulos somos la cara visible y las responsables de lo que


sucede día a día en el aula, tras observaciones se han dado a conocer diferentes
conflictos entre apoderados y educadoras, por la falta de asertividad de ambas
partes.

La asertividad es importante porque nos permite expresar de manera amable,


directa y adecuada, lo que queremos comunicar e informar, todo con el objetivo de
mantener el bienestar integral de los niños y niñas.

Desde nuestro punto vista queremos dar un enfoque para trabajar la comunicación
y ser profesionales asertivos en el trato directo con las familias de nuestros
estudiantes, puesto que la familia es el primer agente educativo de los niños, por
ende es un trabajo en conjunto.

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