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258 La Comunicacion Social en La Gestion de Riesgo
258 La Comunicacion Social en La Gestion de Riesgo
COMISIÓN EUROPEA
Ayuda Humanitaria
PROYECTO DIPECHO:
“Fortalecimiento de las capacidades locales para la reducción de riesgos y la
preparación para desastres en la Costa Ecuatoriana”
Contrato ECHO/DIP/BUD/2005/03007
Director de Proyecto
Marco Antonio Giraldo Rincón
Este documento se ha
Adaptación y desarrollo de textos: realizado con la asistencia
Marco Antonio Giraldo Rincón financiera de la Comisión
marantgi@yahoo.es Europea. Los puntos de vista
que en él se exponen reflejan
Con la colaboración de: exclusivamente la opinión del
Edgar Augusto Torres Sotelo CISP y, por lo tanto, no
Clara Inés Álvarez Poveda representan en ningún caso el
punto de vista oficial de la
Comisión Europea.
Agradecimientos:
Lic. Elsy Andrade. Dirección Nacional de Defensa Civil
Ing. Roque Mendoza López. Junta Provincial de Defensa Civil Manabí.
Lic. Mauro Andino Chancay. Colegio de Periodistas de Manabí.
Impresión:
OG Diseño Gráfico Tel: 7459200
2007
Se autoriza su reproducción parcial o total citando la fuente.
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
TABLA DE CONTENIDO
Presentación
Referencias bibliográficas……………………………………………………………… 35
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
PRESENTACIÓN
1
Modificado de Un viaje por los caminos de la comunicación social y la gestión participativa del riesgo.
Wilches Chaux, Gustavo. Proyecto DIPECHO – CISP. Ecuador, 2005.
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
PRIMERA PARTE
2
¿QUÉ SON LOS DESASTRES?
En LA RED (Red de Estudios Sociales sobre Desastres) se han definido los
desastres como “problemas no resueltos del desarrollo”. La capacidad para resolver
esos problemas depende de la capacidad para transformar las relaciones entre las
comunidades humanas y los ecosistemas de los cuales formamos parte o con los
cuales sostenemos cualquier tipo de interacción.
2
Tomado de Wilches G, Un viaje por los caminos de la comunicación y la
gestión participativa del riesgo, 2005.
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
El planeta Tierra se encuentra vivo, a su manera. Esto quiere decir que experimenta
cambios de forma permanente, algunos lentos, graduales y casi imperceptibles,
otros súbitos y muchas veces de consecuencias catastróficas para quienes
habitamos el lugar donde se manifiestan.
Cuando evaluamos lo que podría ocurrir si se llega a concretar una amenaza en una
comunidad vulnerable a la misma, estamos realizando un análisis de riesgo.
Volviendo a uno de los ejemplos anteriores: ¿Qué pasaría si se produjera un sismo
en cercanías de un pueblo de casas de madera con techo de cade ? ¿Y qué pasaría
si en ese mismo pueblo se produjera un incendio? ¿Qué pasa cuando sube el río,
cumpliendo su ciclo natural, pero nuestras casas han sido construidas a pocos
metros del cauce? ¿O cuando por distintas razones hemos dejado perder las
especies capaces de crecer en terrenos inundados?
¿Amenaza o vulnerabilidad?
Cuando comenzamos a trajinar por los caminos de eso que hoy se llama gestión del
riesgo, creíamos tener muy claras las diferencias entre amenaza y vulnerabilidad. De
la primera, en términos generales, decíamos que es la probabilidad de que se
produzca un evento que representa un peligro para las comunidades situadas en el
lugar en donde ese evento puede ocurrir, y de la segunda, que es la exposición a ese
evento y la incapacidad para absorber sin traumatismos los efectos del mismo.
Como ya dijimos, la anticipación sobre lo que podría suceder de llegarse a
materializar la amenaza en el lugar ocupado por las comunidades vulnerables,
constituye el riesgo y cuando eso que podría suceder, efectivamente sucede, se
configura el desastre, es decir, el riesgo es una posibilidad y el desastre es la
materialización (o la “actualización”, dicen algunos, usando un anglicismo) de esa
posibilidad.
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es la capacidad que tiene un sistema social para reconstituir la red o el
tejido social después de que éste ha sido afectado como consecuencia de la
materialización de una amenaza; es decir, después de que se ha producido un
desastre. La experiencia nos ha demostrado que el tejido social no se limita a las
relaciones que existen entre las comunidades y sus organizaciones, sino que abarca
una red mucho más amplia de interacciones entre actores y sectores, que incluyen 7
las relaciones con el Estado y las relaciones (incluyendo las simbólicas) con el
ambiente.
Estas son apenas algunas de las razones que convirtieron a ese terremoto en un
desastre. Unas son propias del terremoto mismo (amenaza), pero otras fueron
aportadas por las comunidades (vulnerabilidad).
Pero lo que conocemos nos permite preguntarnos qué podrían haber hecho
personas como los facilitadores de la comunicación para transformar las condiciones
que hicieron posible el desastre.
¿Cómo podrían haber influido, mediante “el poder” de la comunicación, sobre los
distintos actores y sectores sociales para promover esos cambios?
Sabemos que los riesgos son inevitables y que, en cierta forma, estar vivos es correr
riesgos. Todos los días lo hacemos y lo que es más; la mayor parte de las veces
somos concientes de ello. Sin embargo, los beneficios que podemos obtener a
cambio de correr algunos riesgos, hace que valga la pena.
Esto nos coloca en el terreno del llamado riesgo aceptable, concepto que describe la
magnitud de los riesgos que una persona o una comunidad están dispuestos a correr
a cambio de unos determinados beneficios, actuales o potenciales.
9
El pescador es conciente de que corre un determinado número de riesgos cuando se
hace a la mar, pero toma una serie de precauciones para evitar que los mismos se
conviertan en desastres. La mayoría de las veces, a pesar de que los riesgos siguen
existiendo, el pescador logra su fin. De lo contrario, si todas las faenas de pesca
terminaran en desastres, ya hace mucho tiempo se habría acabado esa profesión.
nubes, del mar, o determinados comportamientos de las aves costeras que le indican
que el tiempo puede variar, hasta mantenerse pendiente de los informes y de las
instrucciones de la oficina de meteorología y de las autoridades portuarias. Este
sería un ejemplo de prevención, que vamos a definir como evitar la amenaza (en
sentido estricto el pescador no está impidiendo que se produzca la amenaza, pero sí
está evitando enfrentarse a ella).
Cuando hablamos de gestión participativa del riesgo hacemos énfasis en que las
únicas responsables de evitar que cada salida del pescador al mar se convierta en un
desastre, no son las autoridades portuarias, quizás el principal responsable es el
pescador mismo, los demás integrantes de su tripulación, los constructores del
barco, los encargados del mantenimiento, la familia del pescador... e incluso los
clientes, en cuyas manos está no estimular al pescador para que saque del mar
3
Wilches, G. Un viaje por los caminos de la comunicaci ón y la gestión participativa del riesgo,
2005.
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
Existe polémica entre los especialistas en el tema, sobre si existen o no una serie de
“etapas” que configurarían el llamado “ciclo de los desastres”, o si en la realidad esas
etapas no se dan.
Quienes afirman que sí, dicen que hay un momento de impacto, en el cual se
produce el evento que desencadena el desastre, efectivamente eso es así, cuando
ese evento es claramente identificable en el tiempo, como es el caso de un
terremoto, una erupción volcánica, un deslizamiento, el paso de un huracán, o un
accidente industrial.
Si bien hay algunos pocos actores y sectores sociales que se benefician en los
procesos de reconstrucción (por ejemplo los arrendatarios que logran acceder a una
vivienda propia), lo cierto es que un evento de estos deja una cantidad enorme de
perdedores en la sociedad, por eso el mayor énfasis no se debería colocar en la
reconstrucción, sino en evitar los desastres.
Esto, por supuesto, no es fácil. ¿Habría sido posible conseguir una movilización
masiva de la comunidad internacional para mejorar las condiciones de sostenibilidad
de las comunidades del Golfo de Bengala antes de que se produjera el tsunami? ¿O
sólo 300 mil muertos son capaces de conmover a la humanidad?
Una buena comunicación entre todos los actores y sectores sociales, entre estos y la
naturaleza y entre estos y la comunidad en general, constituye un ingrediente
esencial de la sostenibilidad. Cuando por alguna razón, algunos de estos canales de
comunicación son débiles o están rotos, no sólo entre actores y sectores entre sí,
sino con la naturaleza con la cual, lo reconozcan o no, mantienen múltiples
interacciones, se generan las condiciones propicias para que cualquier cambio
12 interno o externo se convierta en amenaza e inclusive en desastre.
Por ejemplo, en una región se puede pactar con el gobierno nacional y la banca
internacional la realización de una determinada obra de infraestructura, como una
presa o un embalse, pero sin tener en cuenta de manera suficiente el impacto de esa
obra sobre las comunidades que serán desplazadas, ni sobre la fauna y la flora de los
bosques que serán inundados. Tarde o temprano el conjunto de la sociedad tendrá
que hacerse cargo de la correspondiente “cuenta de cobro”, que se expresará en
graves desequilibrios ecológicos o en conflictos sociales.
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
En el orden que se presentan los acontecimientos, bien valdría la pena diferenciar los
momentos y la participación explícita de los comunicadores, comunicadoras y los
medios en dichas etapas, de tal manera que sea fácil entender como es su
interacción con los actores que intervienen en la prevención, respuesta y
recuperación de una zona afectada por un desastre.
13
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
EN TIEMPO DE NORMALIDAD
DESARROLLO
EN TIEMPO DE
“ANORMALIDAD”
EMERGENCIA O DESASTRE
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RESPUESTA PREVENCIÓN MITIGACIÓN
REHABILITACIÓN RECONSTRUCCION
DESARROLLO
La gestión del riesgo se explica en la gráfica como una secuencia de
etapas que no poseen tiempos definidos, sino que simplemente se
DESASTRE llevan a cabo según la dinámica de desarrollo de una comunidad, la cual
a veces es interrumpida por la ocurrencia de desastres.
REHABILITACIÓN RECONSTRUCCION
DESARROLLO DESARROLLO
DESARROLLO
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
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LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
SEGUNDA PARTE
LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN
SOCIAL EN TIEMPO DE “NORMALIDAD”
La pregunta que inicialmente debemos hacer es: ¿De qué manera la información y la
comunicación social pueden aportar a prevenir los desastres o a mejorar la
capacidad de las poblaciones en función de enfrentarlos?. ¿Qué tipo de actividades
se deben desarrollar para lograr este objetivo?
Las amenazas de origen natural y las de origen tecnológico, el indebido uso del
suelo, el deterioro ambiental, la desorganización y otros factores, seguirán
obstaculizando el desarrollo con magnitudes variables en las economías y en la
calidad de vida de la población. Las secuelas del fenómeno de "El Niño" con
inundaciones y sequías en diversos países en 1997-98, los terremotos ocurridos en
Bolivia, Colombia y Ecuador, las consecuencias del Huracán George en República
Dominicana y del Huracán Mitch en Centroamérica, todos estos eventos de gran
magnitud acaecidos en la década del 90, así como otras emergencias y alertas de 17
diverso origen en cada país, mantienen un permanente interés de los medios de
comunicación y de los gobiernos sobre este tema.
Dejar de ver estos eventos como hechos aislados, entenderlos como parte de la
situación histórica de los países, con consecuencias políticas, económicas y
sociales, es el punto de partida para la gestión del riesgo; con esta visión, los medios
de comunicación social pueden ejercer cierta influencia para cambiar el
inmediatismo de la atención de las emergencias y desastres, por un esfuerzo
permanente en este campo, igualmente las instituciones de beneficio público que
deben asumir esta responsabilidad en procura de salvaguardar la vida.
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
18
¿Cómo involucrar los comunicadores,
periodistas y los medios de comunicación en el
proceso?
Las instituciones creadas por ley para prevenir y atender desastres son las primeras
responsables de ejecutar programas de comunicación social con un enfoque
integral, igualmente los organismos de investigación y de apoyo en la labor
preventiva. Lo conveniente es que estos organismos trabajen conjunta y
permanentemente, dirigidos por una entidad coordinadora, que sirva de facilitadora
para reunir los esfuerzos, las capacidades institucionales y sociales que se requieran
4
Modificado de Argüello, Manuel: 1995: p.4
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
Entonces, ¿cómo hacer para que los medios de información incorporen con cierta
prioridad el tema de la prevención y mitigación en sus agendas cotidianas? ¿A quién
corresponde esa decisión?
En primera instancia, son las autoridades de los medios las llamadas a definir una
política editorial que asigne prioridad a este tema y el enfoque que se le dará, y en
este mismo orden, los redactores y jefes de información, quienes identificarán los
potenciales elementos.
!Organizaciones
Se analizan las organizaciones locales, con participación institucional y popular, que
tienen algún nivel de involucramiento en la gestión del riesgo; tipificar sus funciones y
programas al respecto, especialmente las que canalizan o deberían canalizar
información a la población. Estos también son potenciales públicos para una
campaña informativa, como receptores.
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
! Necesidades de Información
¿Cuáles serian los beneficios de un proyecto o campaña de información? ¿Cómo
pueden satisfacerse las necesidades informativas en medio de tantas otras
necesidades que existen en las comunidades? Lo conveniente es insertar en el flujo
cotidiano de información, los contenidos de prevención de desastres y así hacer de
este tema, también un tema cotidiano en el desarrollo de la región, zona o área.
! Formas de recepción
Identificar los canales por los cuales la población recibe e intercambia información
sobre diversos temas y específicamente sobre desastres: medios de comunicación
colectiva (espacios informativos, audiencias, temáticas, horarios, etc.), actividades
religiosas, escolares, en instituciones, en conversaciones con el vecino,
altoparlantes. ¿Cómo y con qué frecuencia utilizan estos canales, y la confianza
depositada en ellos?.
! Bagaje informativo
Contenidos sobre la gestión del riesgo que ha recibido la población, fuentes de
origen y cómo cambiaron o modificaron su percepción del riesgo. En casos de
desastres pasados, experiencias con la recepción de mensajes de alerta,
evacuación, etc., información recibida acerca de la reconstrucción.
! Recursos
Los recursos de comunicación disponibles para la gestión permanente del riesgo.
Más que pensar en inversiones grandes para una campaña, se necesita identificar
los medios de comunicación que estén en disposición de contribuir con los esfuerzos
locales para evitar o mitigar los desastres.
Consideración 1
Los países de América Latina han avanzado en los últimos años en la conformación
de organizaciones gubernamentales, no gubernamentales y sociales para promover
la gestión de los riesgos.
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
Acción
! Identificar los actores institucionales y sociales que tienen responsabilidad y
participación en el tema de la gestión del riesgo en la zona de influencia del medio
de comunicación, e incorporarlos como invitados permanentes o con vinculación
directa en los procesos de comunicación social que se desarrollan para dicha
zona.
Consideración 2
! Pensar en una estrategia tiene como trasfondo la convicción de que es necesario
planificar la comunicación para orientarla hacia propósitos claramente definidos
en materia de riesgos.
Acción
! Elaborar un plan de trabajo con enfoque hacia “la comunicación social para la
gestión del riesgo”, en asocio con los organismos responsables de este tema en la
zona, para garantizar la implementación de una estrategia orientada a la
socialización de los riesgos.
Consideración 3
! En cualquier lugar geográfico del planeta donde se haya constituido una
sociedad, existen amenazas por identificar, vulnerabilidades por analizar y por
supuesto, riesgos que considerar.
Acción
! Difundir en forma permanente los conocimientos científicos de los riesgos
posibles de cada región, con la cooperación del personal técnico y los expertos en
desastres, como parte de la estrategia de socialización de riesgos.
Consideración 4
! La comunicación social, por el acceso que tiene a públicos masivos, debe
convertirse en factor fundamental en la generación de la cultura de la prevención y
aunada a las instituciones educativas puede fomentar la capacitación individual y
colectiva de la población.
Acción
! Establecer acuerdos, convenios o alianzas estratégicas con entidades de orden 21
académico o gubernamental con experiencia en el tema de riesgos, que faciliten a
través de los medios, la interacción continuada de las instituciones con la
comunidad y viceversa, para la actualización permanente de los conceptos, las
normas de conducta y los procedimientos en materia de prevención y atención de
desastres.
Consideración 5
! Para cumplir a cabalidad con la intermediación entre técnicos, instituciones y
sociedad, el sector de la comunicación debe estar revestido de capacitación y
educación integral.
Acción
! Gestionar ante las entidades responsables de la prevención y atención de
desastres en la zona, la vinculación de los comunicadores y comunicadoras en
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
Consideración 6
! En todos los escenarios del mundo, existen experiencias éxitosas respecto a la
manera en que comunidades e instituciones actúan en función de reducir los
riesgos.
Acción
! Identificar y reconocer en el espacio territorial al que brinda cobertura cada medio
de comunicación, los aspectos positivos, las buenas prácticas y las experiencias
de interés colectivo en la reducción de riesgos, que puedan ser replicadas y
divulgadas ampliamente para beneficio público.
Consideración 7
! Toda situación de emergencia o desastre, obliga a los medios al manejo de
informaciones de muy alto impacto y contenido social.
Acción
! Elaborar un código de comportamiento ético de los comunicadores en momentos
de desastre, para evitar desinformación y abuso en la función informativa y
comunicacional.
En el caso particular del trabajo que nos ocupa, una emisora de radio con sede en
Puerto Lempira (Honduras), con cobertura hacia el sector de la Moskitia, cumple con
una tarea de sin igual relevancia, ya que los pobladores de la zona tienen acceso casi
exclusivamente a este medio de comunicación y por obvias razones (de
inaccesibilidad a otros medios), la radio se ha convertido en el único canal de acceso
al conocimiento de los sucesos que ocurren en otras latitudes, además del mismo
sector en el que ellos habitan. Visto de esta manera, el proceso informativo debe
contar con un ingrediente adicional, además de informar: educar.
Acciones
! Realizar visitas a los medios de comunicación para conversar con sus directores,
jefes de información y editores, o bien, hacer reuniones con grupos de la
redacción.
Los puntos que se mencionan a continuación son aspectos básicos que todo
comunicador debe tener en cuenta en su vida diaria y son una aproximación al
quehacer, entendido desde la génesis del oficio tal cual es decir la verdad, orientar y
sobre todo educar.
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
! Apertura de espacios para incluir el tema de los desastres y la gestión del riesgo
(entrevistas, debates, columnas, artículos de opinión).
LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
¿Cuál es el reto?
El reto consiste en impulsar un proceso comunicativo que avance del conocimiento
hacia la toma de decisiones y acciones por parte de la población. Insertar en el flujo
cotidiano de información, los contenidos de prevención de desastres y de esta
manera hacer de este, un tema cotidiano en el desarrollo de la región. Lograr que
todos los días se hable de la reducción de los riesgos, no sólo cuando se avecina una
amenaza o cuando ha ocurrido un desastre.
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LA COMUNICACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
TERCERA PARTE
LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN
SOCIAL EN SITUACIONES DE DESASTRE
“ANORMALIDAD”
La experiencia nos demuestra que una de las principales necesidades de quien
atraviesa por una situación de emergencia o de desastre, es la información. En este
caso, una prioridad de las personas directamente afectadas o de sus familiares es
reducir la incertidumbre, para lo cual el principal insumo es una información de
calidad, una buena comunicación que permita que a la gente le llegue oportuna y
adecuadamente esa información, pero también que sus propias inquietudes,
angustias, necesidades y propuestas, sean escuchadas y tenidas en cuenta.
! Por parte de las entidades del Sistema Nacional de Defensa Civil no hubo una
entidad que liderára el manejo de la información. La institución técnica
autorizada, en este caso el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional,
fue frecuentemente desautorizado por técnicos de otras entidades que salieron al
paso con versiones de todo tipo.
! Debe cumplir con un ciclo informativo, en el cual se exprese a través del tiempo la
evolución del fenómeno o el seguimiento de sus efectos, cuando éste ya haya
ocurrido.
Pero más allá de desempeñar un papel de intermediación entre los técnicos, las
instituciones y la comunidad, lo asiste una gran responsabilidad sobre la calidad en el
contenido de los mensajes y sobre todo, del cumplimento de los atributos
mencionados anteriormente respecto a la información que debe ser promulgada.
¿Cuál es el escenario?
Para la población afectada: Dolor, desesperación, pánico o temor, desesperanza,
hambre, enfermedad.
Una información puede ser atractiva e interesante para el público, sin perder su
carácter social. Un buen tratamiento conjuga muy bien los intereses de los medios y
los de la comunidad.
31
Por parte de los comunicadores sociales:
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¿Cuál es el reto?
Si realmente nos interesa contribuir con la información dentro de este gran capítulo
que es la administración de desastres, es necesario cambiar de paradigmas. Un
cambio que permita a la población contar con una mayor oferta de información, que
le oriente antes de que ocurra un desastre; ésta es realmente la que está llamada a
convertirse en una herramienta del desarrollo, porque contribuirá a la educación de
la población, al fomento de una cultura de la prevención, como componente
importante de un trabajo integrado y multidisciplinario entre los medios de
comunicación y el estado.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS